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EL SUEÑO DE PEDRO 1 EL GRAN INVENTO 2 GIOSUE JURADO JUNIO 23, 2016 Cuentos Juan XXIII Colección de Cuentos Infantiles Edición Juan XXIII

Cuento J23 GJ

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EL SUEÑO DE PEDRO

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EL GRAN INVENTO

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GIOSUE JURADO JUNIO 23, 2016

Cuentos Juan XXIII Colección de Cuentos Infantiles Edición Juan XXIII

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Índice

Biografía del Autor………………………………………………………………………………………………………4

Prólogo……………………………………………………………………………………………………………………5

El Sueño de Pedro………………………………………………..………….…………………………………………..6

El Gran Invento……………………………………………………………..…………………………………………….8

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GIOSUE JURADO JUNIO 23, 2016

Biografía del Autor

Esta es la primera obra publicada por el autor Giosue Jurado, quién

actualmente es un estudiante a sólo días de graduarse de bachillerato.

Próximamente entrará a la siguiente etapa, la universidad. Él piensa

estudiar medicina ya que es la carrera que lo apasiona. Reside en

Valencia, Venezuela donde planea continuar sus estudios

universitarios en la Universidad de Carabobo. Giosue empieza

a escribir este libro luego de que su profesora de castellano, Maureen

Borges, le da la tarea de realizar una producción escrita de cualquier

tipo. La elección de escribir cuentos viene de que desde pequeño

siempre ha sido fanático de muchos cuentos infantiles y no podía

dormir sin que su madre, Rosa le contara un cuento. Decidió dar a

conocer algunos de sus favoritos al público y así nació esta

edición de cuentos Juan XXIII.

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GIOSUE JURADO JUNIO 23, 2016

Prólogo

“Cuentos Juan XXIII es una colección de cuentos infantiles

muy interesantes que van a llamar la atención de todo niño

que le lea. Espero que estos cuentos inspiren a los niños a cumplir sus

sueños sin importar todas las dificultades que atraviesen”

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GIOSUE JURADO JUNIO 23, 2016

El Sueño de Pedro En un pueblo del oriente venezolano, había un niño llamado Juan, que le gustaba mucho la música, siempre estaba haciendo sonidos musicales con cualquier objeto que se consiguiera hasta imitaba instrumentos con su boca. No había juego o actividad que lo hiciera más feliz que la música. Todos los habitantes del pueblo le pedían al verlo pasar que les tocara cualquier canción incluso hasta con una lata, un envase, o papel Juan lo usaba como instrumento musical.

Al pasar el tiempo, Juan se hacía cada vez más popular, su música cada día era mejor todos los niños se reunían alrededor de el para escucharlo en las tardes en la plaza del pueblo. Al ver el interés de los niños por la música, Juan les propuso formar una orquesta de acuerdo a las habilidades de cada uno, y comenzó a darles clases al salir de la escuela.

A los pocos meses los niños estaban perfectamente acoplados y con un repertorio amplio que contenía las peticiones de la gente. Todos los habitantes del pueblo estaban muy contentos y la fama de los niños crecía día a día, tanto que los fines de semana venían de otros pueblos a los conciertos de la Orquesta de Juan.

No muy lejos de allí en un pueblo vecino, un niño ciego llamado Pedro con una gran voz se pasaba el día cantando las canciones más populares del momento, desde niño siempre le gustaba escuchar música y cantaba las canciones de moda que que sonaban en la radio.

Todo el mundo le decía que los ciegos no podían ser artistas y cantantes, que no iba a tener éxito, que nadie lo contrataría, que a nadie le gustaría, y así un sinfín de cosas negativas…

Pero Pedro no hacía caso, estaba decidido a ser cantante, se dio cuenta que si seguía escuchando todo aquello no iba a lograr su sueño. Así que preparo sus maletas y con una gran ilusión se fue a recorrer pueblo tras pueblo buscando ayuda, visito varias escuelas de canto, pero ninguna lo acepto porque su aspecto no era de un cantante.

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GIOSUE JURADO JUNIO 23, 2016

Triste y desilusionado, Pedro decidió volver a su pueblo, pero de tanto viajar se dio cuenta que ya no le quedaba dinero para pagar los autobuses para retornar. Con mucho sentimiento por lo que estaba pasando, Pedro pensaba en qué hacer para conseguir dinero para volver, quien le iba a dar trabajo a un ciego, él no sabía hacer otra cosa que no fuera cantar. Así, se le ocurrió sentarse en la plaza del pueblo a cantar las canciones de moda buscando recoger suficientes propinas para volver.

Por casualidad estaba cantando en el pueblo de Juan, y justo cuando este se disponía a ir a la plaza para organizar el concierto del día, se impresiono al escuchar con que sentimiento interpretaba Pedro sus canciones.

Juan se acercó a Pedro.

— Hola ¿qué es lo que te pasa? ¿Por qué cantas tan triste?

— Quiero ser cantante y no tengo oportunidad, todo el mundo me dice que los ciegos no podemos ser cantantes — Contestó Pedro.

— Te voy a decir algo dijo Pedro, no veo en eso una razón para que no cumplas tu sueño, todo depende de la constancia y las ganas que le pongas. Tienes un problema pero eso no te hace un inútil.

— Es verdad — Dijo Pedro — Al fin alguien me dice algo bueno, lo importante es hacer las cosas con el propósito de hacerlas bien. Pero, ¿tú podrías ayudarme?

Juan lo convirtió en el cantante de su orquesta y Pedro cumplió su sueño, fue tal el éxito que distintos productores de televisión y disqueras fueron al pueblo a contratarlos……..……. Sueño cumplido.

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El Gran Invento

Era una hermosa tarde de verano cuando Enrique trabajaba en su creación más nueva. A tan sólo doce años de edad, siempre había sido un chico muy emprendedor. Comenzó a los seis años, ya a esta edad Enrique preparaba limonada y la vendía tocando de puerta en puerta los apartamentos de su edificio. Siempre buscaba una manera hacer dinero, no porque sus padres no le diera sino porque siempre quería tener algo ahorrado para si mismo. Enrique trataba de hacer esto a escondidas de sus padres ya que le gustaba qué cuando le dijeran que no tenían dinero para comprarle un juguete, el siempre sacaba sus ahorros y siempre lograba que le compraran el juguete. Comenzó por limonada porque es una de las cosas más comunes y veía que esto era lo que hacía los chicos que los programas de televisión. Pero no tardó mucho empezar a vender otras cosas que le darían mucha más ganancia. Una de las fechas favoritas de Enrique era su cumpleaños, no sólo porque le gustaba celebrar sino también porque le daban muchos regalos. Sin embargo, como nos ha pasado a todos en algún momento de nuestras vidas, no siempre no están regalos que nos gusten. En su cumpleaños número siete Enrique descubrió una manera de aprovecharse de cada regalo que le dieran. Los regalos que no le gustaban los iba a vender y así poder comprarse regalos que si le gusten de verdad. Con este método Enrique logró llenar su cuarto de juegos con juguetes que nunca se aburriría de usar.

A los once años ya Enrique se había aburrido de reunir dinero para comprarse más juguetes ya que los tenía todos. Entonces descubrió una manera de hacer dinero en proporciones más grandes, a través de inventos. Enrique se había dado cuenta de que todo lo que he compraba había sido inventado por otra persona y decidió inventar sus propias cosas. Empezó por buscar problemas en su casa y buscarles soluciones. Uno de los primeros problemas que se encontró Enrique era que su mamá siempre le criticaba por tener el volumen del televisor muy alto. Tras analizar este problema, se dio cuenta de que él subía el volumen porque las cornetas del televisor estaban hacia atrás y el audio no estaba en su dirección. Enrique pensó por varios días cómo hacer que las cornetas estén viendo hacia él. Mientras veía televisión en casa de su abuela notó que este televisor tenía las cornetas hacia adelante y que con este televisor no tenía el mismo problema que con el suyo. Al llegar a su casa se le ocurrió la gran idea de meter el televisor dentro de una caja. Le parecía la mejor idea de su vida ya que al estar dentro de la caja todo el audio que salía de televisor iba a buscar la salida por el frente de la caja donde estaría él viendo su televisor. Al probarlo se dio cuenta de que funcionó de maravilla; su mamá no escuchaba el sonido desde su cuarto y él escuchaba su televisor a la perfección. Este fue el primer gran invento de Enrique.

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Como buen niño emprendedor, Enrique trató de vender su invento pero no tuvo mucha suerte ya que los únicos que le compraban eran miembros de su familia. Este invento no le gustó al publico y Enrique pensó durante varias largas noches la razón por la que nadie le compraba. Hasta que un día, haciendo un ultimo intento para vender su producto, un cliente le fue sincero y le dijo:

— Enrique, tu producto es muy bueno y funciona pero hay una razón por la que nadie te compra y es porque nadie quiere tener su televisor dentro de una caja. Esto no se ve bien en una casa, pero yo te puedo ayudar a convertirte en lo que tu deberías estar haciendo.

Este buen hombre era un productor en uno de los canales infantiles de televisión más populares en el momento. Tras ver lo emprendedor y las ganas por salir adelante que tenía Enrique, decidió ayudarlo. Le planteó a él y a sus padres contratarlo para que fuera parte de un nuevo programa que estaba en producción. Este programa se trataba sobre niños extremadamente brillantes y emprendedores. En el programa estos niños serían puestos a prueba diseñando cosas siguiendo las instrucciones que le da el conductor del programa.

Luego de hablar con el productor, los padres le dijeron que lo pensarían puesto que se trata de un niño y colocarlo frente a la televisión no es una decisión que se toma ligeramente, así que le pidieron el contacto al productor para poder llamarlo cuando hayan llegado a una decisión.

Lo pensaron durante días y por más difícil que les fue, llegaron a una decisión. Los padres se dieron cuenta de que esta oportunidad era lo mejor para su hijo ya que Enrique había nacido para inventar y la participación un programa de televisión haciendo lo que le gusta sería lo mejor para él. Además, sabían que es tu oportunidad les llegaría una sola vez en la vida y que esto podría podría llevarlos a ellos y a Enrique a cosas más grandes.

Esta fue la mejor decisión que hayan tomado su vida ya que a los pocos años ya Enrique era una estrella de cine. Se había convertido en el niño más querido de la televisión Y todo el mundo quería trabajar con él. Sus padres estaban orgullosos d e é l y es tuv ieron en deuda para siempre con el productor

que le ofreció el primer trabajo a Enrique. Al pasar de los años, lo que más le causaba gracia a su familia era que todo comenzó vendiendo l imonadas. Esta

historia de Enrique espero que ilumine e inspire a todos

los niños que tengan un sueño a no tenerle miedo a trabajar por cumplir ese sueño ya que uno nunca sabe cuando la oportunidad llegará.

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