ÉRASE UNA VEZ EN LA CIUDAD DE BAGDAD UN MUCHACHO QUE SE LLAMABA SIMBAD. AUNQUE HABÍA HEREDADO UNA INMENSA FORTUNA DE SU PADRE, SE LO HABÍA GASTADO TODO.

-ME EMBARCARÉ EN UN NAVÍO E IRÉ A BUSCAR FORTUNA- DECIDIÓ ENTONCES. Y ASÍ LO HIZO.

TRAS UNA LARGA TRAVESÍA, EL BARCO DE SIMBAD LLEGÓ A UNA ISLA PARADISÍACA.

UN DÍA, MIENTRAS SIMBAD Y LOS MARINEROS PASEABAN POR AQUELLA ISLA, LA TIERRA EMPEZÓ A TEMBLAR.

ASUSTADOS, SE DIERON CUENTA DE QUE AQUELLO QUE HABÍAN TOMADO POR UNA ISLA ERA EN REALIDAD UNA BALLENA ENORME,

SIMBAD Y LOS SUYOS CORRIERON DE LADO ATRO, ATERRETADOS POR AQUEL TERREMOTO,

EL PEZ PROVOCÓ UN GRAN OLEAJE. SIMBAD Y UN GRUPO DE MARINEROS NADARON SIN PARAR, Y CONSIGUIERON ESPACAPAR. AL CABO DE MUCHAS HORAS, CUANDO EMPEZÓ A OSCURECER, RECALARON EN OTRA ISLA, Y, COMO ESTABAN MUY CANSADOS, SE QUEDARÓN DORMIDOS SOBRE LA ARENA

AL DÍA SIGUIENTE, SE DESPERTARON CUANDO EL SOL YA ESTABA ALTO Y DECIDIERON EXPLORAR EL NUEVO TERRITORIO.

DESPUÉS DE CAMINAR DURANTE UN LARGO RATO, LLEGARON A UNA EXPLANADA DONDE SE ERIGÍA UNA TORRE.

ENTRARON Y, COMO NO VIERON A NADIE, PENSARON QUE ESTABA ABANDONA.

¡CÓMO DIANTRE IBAN A SOSPECHAR QUE ALLÍ VIVÍA UN GIGANTE¡

CUANDO ÉSTE REGRESÓ Y LOS DESCUBRIÓ EN SU CASA, ENCERRÓ A SIMABAD Y A SUS AMIGOS EN LA TORRE.

EL GIGANTE ERA ALTO COMO UN CASTILLO, TENÍA UNAS MANAZAS NEGRAS Y PELUDAS, OJOS DE SAPO Y UNA BOCA ENORME CON UNOS COLMILLOS AFILADOS COMO LOS DE UN LOBO.

-¡QUÉ BIEN¡-DIJO ENSEÑANDO SUS ASQUERESOS DIENTES- ASÍ TENDRE PROVISIONES PARA UNA BUENA TEMPORADA.

TODOS PENSABAN QUE JAMÁS SALDRÍAN DE ALLÍ Y ACABARÍAN SUS DÍAS EN LA PANZA DE AQUEL SER TAN REPUNGANTE

PERO SIMBAD NO DEJABA DE CAVILAR SOBRE CÓMO PODRÍAN HUIR. ASÍ QUE UNA TARDE, MIENTRAS EL GIGANTE HACÍA LA DIGESTIÓN Y DORMÍA, RONCANDO COMO UN OSO, SIMBAD SE ACERCÓ SIGILOLAMENTE Y LE ROBO LAS LLAVES DE LA TORRE, PERO CUANDO ESTABAN APUNTO DE ESCAPAR EL OGRO SE DESPERTÓ Y LOS EMPEZÓ A PERSEGUIR. SIMBAB CORRIÓ HACIA LA PLAYA Y SE LANZÓ AL MAR.

DURANTE LARGAS HORAS NADÓ Y NADÓ Y TUVO SUERTE DE TOPARSE CON UN BARRIL, AL QUE SE AGARRÓ CON TODAS SUS GANAS. LO ÚNICO QUE HABÍA ANTE SUS OJOS ERA EL INMENSO MAR Y EL OSCURO FIRMANENTO.

Y ASÍ ESTUVO FLOTANDO TODA LA NOCHE

AL AMANECER, SIMBAD SE VIO FLOTANTO CERCA DE OTRA ISLA.

¡OH, ALÁ ESTÁ CONMIGO¡ SE DIJO Y, SACANDO FUERZAS NADO HACIA ELLA.

CUANDO LLEGÓ A LA PLAYA TENÍA TANTA SED QUE TREPÓ POR EL TRONCO DE UNA PALMERA PARA COGER UN COCO.

AL BAJAR VIO EN EL SUELO UN HUEVO ENORE.

¿DE QUIÉN SERÁ ESTE HUEVO?- SE PREGUNTÓ

SIMBAD SE ACERCÓ A ÉL. EN ESE INSTANTE APARECIÓ UN MONSTRUOSO PAJARRACO. EL AVE SE LANZÓ EN PICADO Y SENTÓ ENCIMA DEL HUEVO

¡CARAMBA¡-ÉSTE DEBE SER EL FAMASO ROCHO-PENSÓ SIMBAD

EL PÁJARO CUBRIÓ EL HUEVO CON LAS ALAS Y ESTIRÓ SUS PATAS HACIA DETRÁS. ENTONCES SIMBAD TUVO UNA IDEA.

SE ACERCO DESPACITO A LAS PATAS DEL AVE Y SE DESENROLLÓ EL TURBANTE Y SE ATÓ FUERTEMENTE A UNA DE LAS PATAS DEL PÁJARO.

-CUANDO EL ROCHO SE DESPIERTE ME LLEVARÁ CON ÉL A OTRO LUGAR

A LA MAÑANA SIGUIENTE, EL AVE SE LEVANTÓ Y ECHÓ A VOLAR. PRONTO ALCANZÓ GRAN ALTURA.

-¡ACERTÉ¡ PENSÓ SIMBAD. A LO MEJOR ME LLEVA A UNA ISLA MÁS GRANDE DONDE HAYA GENTE.

EL ROCHO SOBREVOLÓ EL OCÉANO HASTA QUE DIVISARON TIERRA

EL ROCHO SE POSÓ EN UN ESCARPADO VALLE, Y SIMBAD SE DESATÓ RÁPIDAMENTE.

SE SORPRENDIÓ AL VER A SU ALREDEDOR MILES DE PIEDRAS BRILLANTES ESPARCIDAD POR EL SUELO.

¡CARAMBA, SIN SON DIAMANTES¡. TRAS LLENARSE LOS BOLSILLOS CON ESTAS PIEDRAS PRECIOSAS, SE DIO CUENTA DE QUE ESTABA UN VALLE MUY PROFUNTO. -¡OH, NO¡ ¿CÓMO VOY A SALIR DE AQUÍ?

EN ESE MISMO MOMENTO UN PESAO BULTO CAYÓ DELANTE DE ÉL.

ERA UN ENORME PEDAZO DE CARNE. SORPENDIDO , VIO QUE HABÍA MUCHOS BRILLANTES CLAVADOS EN ÉL.

-¡AHORA LO ENTIENDO¡. TIRAN LA CARNE PARA QUE EL ROCHO SAQUE DE AQUÍ LOS DIAMANTES.

ENSEGUIDA SE VOLVIÓ A DESENROLLAR EL TURBANTE Y SE ATÓ AL PEDAZO DE CARNE POR LA CINTURA.

POCO DESPUÉS SIMBAD SE VIO ELVADO DEL SUELO CON LA CARNE A SUS ESPALDAS.

EL ROCHO REMONTÓ EL VUELO, CUANDO SE OYÓ UN GRAN TUMULTO.

¡CLONK, CLONK¡, ¡BANG, BANG¡

EL AVE SE ASUSTÓ CON TODO EL RUIDO Y DEJÓ CAER EL TROZO DE CARNE.

LOS MERCADERES SE SORPENDIERON AL VER AL MUCHACHO. SIMBAD LES CONTÓ SUS HISTORIA Y LES DIO ALGUNOS DE LOS DIAMENTES QUE SE HABÍA METIDO EN LOS BOLSILLOS.

DESPUÉS LE CONDUJERON A SU TIENDA, LE DIERON DE COMER Y LE LLEVARON AL CENTRO DE LA ISLA.

ALLÍ DESCANSÓ DURANTE TODO UN DÍA. CUANDO SE SINTÍO RECUPERADO, SE PUSO DE NUEVO EN MARCHA Y LLEGÓ A LA ORILLA DE UN RÍO

-¡QUÉ MARAVILLA¡ SE DIJO CUANDO COMPROBÓ QUE EL LECHO ESTABA CUBIERTO DE PELAS. EL CAUCE DESCENDÍA POR UN VALLE Y SE PERDÍA EN UNA GARGANTA. SIMBAD CONSTRUYÓ UNA BALSA CON UNOS TRONCOS, SE EMBARCÓ Y SE DEJÓ LLEVA POR LA CORRIENTE

A MEDIDA QUE IBA ACERCÁNDOSE A LA GARGANTA, DESCUBRIÓ QUE EL RÍO SE ESTRECHABA; ENTONCES A LO LEJOS VISLUMBRO UN TÚNEL, CUANDO FINALMENTE SALIO DE ÉL, SIMBAD MIRÓ LAS AGUAS DEL RÍO Y SE DIO CUENTA DE QUE LAS PIEDRAS QUE ANTES CUBRÍAN EL RÍO HABÍAN DESAPARECIDO.- ¡QUÉ PENA QUE NO HAYA COGIDO MÁS¡-PENSÓ. PERO OBSERVÓ EL PAISAJE QUE SE ABRIA A SU ALREDEDOR Y VIO QUE EL RÍO SURCABA UN VALLE HERMOSO

ENTONCES, VIO EN LA ORILLA A UN ANCIANO QUE LE HACIA SEÑAS, SIMBAD SE DIRIGIÓ HACIA ÉL. CUANDO LLEGÓ A LA RIBERA, EL ANCIANO LE DIJO QUE LE COMPRABA LA BALSA.

SIMBAD SE LA VENDIÓ, Y JUNTOS SE FUERON AL PUEBLO DEL ANCIANO. EL HOMBRE ACOGIÓ EN SU CASA A SIMBAD Y, DE ESTA MANERA, EL JOVEN SE REPUSO DE TODAS SUS PERIPECIAS

PASÓ EL TIEMPO, Y SIMBAD AYUDABA AL ANCIANO EN SU TIENDA. NO OBSTANTE, QUERÍA GANAR DINERO Y REGRESAR A BAGDAD.

FUE ENTONCES CUANDO DESCUBRIÓ QUE LOS HABITANTES DE AQUEL PUEBLO MONTABAN A CABALLO SIN SILLA

INSTALÓ UN TALLER Y SE DEDICÓ A FABRICAR SILLAS DE MONTAR.

TANTAS Y TANTAS VENDIÓ QUE NO TARDÓ EN CONVERTIRSE EN UN HOMBRE RICO Y FAMOSO.

EL TIEMPO PASÓ Y LAS RIQUEZAS SE ACUMULARON, Y SIMBAD DECIDIÓ QUE HABÍA LLEGADO EL MOMENTO DE VOLVER A BAGDAD.

SIMBAD EMPRENDIÓ EL CAMINO DE REGRESO HACIA SU CIUDAD, DONDE FUE MUY BIEN RECIBIDO.

SIMBAD REALIZÓ MÁS VIAJES, DESCUBRIÓ COSAS SORPENDENTES Y VIVIÓ GRANDES AVENTURAS Y CUANDO SE HIZO MAYOR, VIVIÓ FELIZ EN BAGDAD, EXPLICANDO SUS AVENTURAS A TODO EL QUE QUISIERA ESCUCHARLO