17
qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfgh jklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvb nmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwer tyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas dfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzx cvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuio pasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghj klzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbn mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdf ghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmrty uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdf ghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqw CUENTOS CON PICTOGRAMAS II RECURSOS DIDÁCTICOS APOYADOS EN TIC UPN 2012-1

CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

Embed Size (px)

DESCRIPTION

CUENTOS CON PICTOGRAMAS

Citation preview

Page 1: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui

opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfgh

jklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvb

nmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwer

tyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas

dfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzx

cvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq

wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuio

pasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghj

klzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbn

mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty

uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdf

ghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc

vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmrty

uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdf

ghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc

vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqw

CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

RECURSOS DIDÁCTICOS APOYADOS EN TIC

UPN

2012-1

Page 2: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

EL DE PLASTILINA

Y el lunes como cualquier día, y de la misma forma él que malgastar su

entre la gris mediocridad de la que lo envolvía, con sus por y

su condición. Pero ese día no sería igual que , en el se un aire de cambio; él

no entendía por qué pero cómo todo se iba confabulando para a lo inesperado,

y con ese se dispuso a tomar su subsidiado, siempre con el puesto

en su servil por demás, donde sus dotes de de plastilina no para

nada, pues era un trabajo muy rígido. de qué modo sucedió todo, pues algo traspasó y

cegó su y por un momento lo trastornó, y mientras

, el cual de inmediato volvió a moldear y .

Page 3: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

Cuando su , y se diluyó aquella , que todo volvió a la

normalidad excepto porque era un poco para , y de este modo entonces

en un estado de desesperación, y como una por la misma

desolada de todos los lunes. Con la premura de llegar olvidó por completo caminar por la

misma acera, y lo más curioso, por qué lo hacía. Aun en aquel estado de confusión no perdió

la oportunidad de observar con detalle la de una que en ese momento

contoneaba sus caderas por aquella calle, pues el ser de plastilina también le permitía

moldear sus .

Aquel fue su más grande error ese día, pues cuando quiso volver los a la , metió el

en un y se le cayó una parte de la , esto hizo que se percatara

muy tarde de la que estaba y mientras descendía sólo atinó a : ¡qué animal!

Page 4: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

De aquella caída que parecía interminable, sólo haber un gran , y lo

siguiente “No sólo en los Estados Unidos existen”, y continuó pensando además que

su monótona vida había llegado a su y no había podido una , e

imaginando cómo sería aquella sensación, siguió , hasta que sintió un umbral y

golpeó su contra el , la cual se aplastó y se deformó por el , pero él

la volvió a .

¿ ? Fue lo primero que vino a su , echó un vistazo al nuevo lugar y no

pudo dejar de notar con que todo era muy calmado pero . Aun así, decidió

inspeccionar el lugar. Estando en eso, a su un hablando con una de

roja, que le decía que iba rumbo a de la . Se sorprendió y hacia la

Page 5: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

y a través de una observó a una que sacaba lentejas de la mientras

una y se burlaban de ella.

Al a su espalda, vio unos escondiéndose en una mientras un

para . Consternado se : ¿Estoy ?, ¿Dónde estoy?, A esto un que

iba de , dijo “Estás en el de las historias”, pero, yo nunca había un de

plastilina, me pregunto qué podrás hacer, - sin embargo le - para estar aquí debes crear

una nueva historia que debe repetirse por al igual que las otras.

Pero, ¿cómo lo haría? A esto el dijo “puedes emplearte en alguna de las historias”.

Entonces revisó sus bolsillos decidió con el y lo convenció de dejarlo trabajar con

él, pero el le preguntó ¿qué vas a hacer? Entonces pensó y dijo te moldearás como una

, así te y por fin ganaré, él acepto y así lo hizo. Pero pronto se quedó sin trabajo

con el . Y él resolvió hablar con la de la , además, del más listo y, por

Page 6: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

último, con una que estaba a de ser asesinada por dos hermanitos. Con estos

personajes comenzó su propia , en la cual él con parte de su moldeó un que

seguía al , mientras él con el resto de su de plastilina se formó de nuevo como un

hermoso que salvaba a la de las de la y la y juntos rescataban

al y a los villanos, y así eran sus días en aquel . Donde por fin pudo

una , con la cual se y por fueron conocidos como de plastilina.

Luis Fonseca, Jefferson Pinzón y Diana Aguilar

Page 7: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

LA DE

Esta es la historia de una , una muy diferente a las otras. Vivía

en una , rodeada de como cualquier otra , comía el

pasto como lo hacen todas las , tomaba mucha , como lo

hacen las , pero en algo sí era muy diferente, esta era una .

Cada al salir el , necesitaba esconderse porque, de lo

contrario, se derretía muy fácilmente y los otros venían a partes

de , a la mayoría les gustaba su , pues era del más

suave, otros preferían sus cachos porque era del más duro… Todos querían

una parte de y aunque esto le molestaba muchísimo nunca

decía nada.

Una , cansada de que todos se la quisieran , la decidió

escapar de su , aunque sabía que esto podría ser muy peligroso, tomó

un que la llevó a otra . “¡Aquí todo será diferente y por fin

seré !”, pensó la . Pero desafortunadamente la situación no fue

muy diferente. También todos esperaban a un descuido suyo para

morderle la cara, las piernas, la …Nuestra siempre tan silenciosa,

ya estaba muy cansada de esta situación y una tarde muy decidió esperar

a que un poco de , sin importar lo que pasara.

Otra , una vieja la desde lejos y decidió acercarse a ella

para darle un valioso consejo:

Page 8: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

“Sin importar a dónde vayas, siempre habrá situaciones que no te gusten, pero lo

realmente importante es decir las cosas que te , así los podrán

saberlo y evitarán hacerte sentir ”.

Las palabras de la vieja quedaron sembradas en el dulce de la

pobre , meditó en ellas de y de , hasta que un día

decidió volver a su antiguo dispuesta a confrontar a los que la

miraban deseosos por obtener aunque fuese un pequeño trozo de nuestra sabrosa

.

– Pero antes de irme debo con los de esta – pensó la

vaca, – pues también quisieron probar mi deliciosa cubierta de –

Entonces, tocando su , los reunió a todos en el .

- Nos dará un trozo de su sabroso a cada uno – decían los .

Entre y antojos, la dulce tuvo que y pedir silencio.

- No es para lo que piensan que los he reunido aquí, -dijo con -

he guardado silencio por mucho y estoy realmente extenuada de que

todos quieran un trozo de mi . ¡NO MÁS!.

Algunos la pasmados, otros se entre , y la gran

mayoría no tuvo otra opción que bajar su cabeza ante el reclamo de la .

Page 9: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

Sólo uno de los entre el público y era la vieja vaca

que se sentía satisfecha al ver que su consejo no había sido en vano.

Al darse cuenta de su , todos los , desde el pequeño hasta el

más grande, ofrecieron una disculpa a la y le dijeron –si hubieras

declarado tus sentimientos antes, éste problema se hubiese solucionado de

inmediato–. , entonces, reconoció su .

Estando todo aclarado en esta la se despidió de sus nuevos

amigo y sobre todo de la vieja que le había dado un consejo muy sabio.

Entonces salió hacia su antiguo con la certeza y confianza de que

al dar a conocer sus los la podrían comprender.

FIN

MARCELA TOQUICA, LADY MORA, Y LORENA GARCIA

Page 10: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

El marcianito .

El de nuestro es un , que llego al en una

pues el suyo había años antes.

Nuestro en en una de las del pacífico y se

de conocer a otros como él en un

jugando a o jugando , un deporte que él también

.

Page 11: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

Los y el se hicieron y pronto comenzaron sus aventuras.

Un día los le al si podía en y

él que , entonces en el y empezaron a ver

animales , , , , ,

y , también encontraron y un de

de .

Page 12: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

Otro día los le al si podían ir de paseo por el

en su , él que y salieron . Pronto

los la , el , las , los ,

otros , , los y otras viajando por allí.

Luego llegaron a la y descubrieron que no había para y que

sus de sed, entonces el amistoso se en

y se en la y halló un que estaba y no

Page 13: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

permitía el paso de por eso el estaba con sed. A su retorno todos

los habitantes le al y los lo todo

para que fuera uno más de ellos.

Desde ese día el tomó el nombre de Faustino, como el del , y cada

después de las , los de reúnen a jugar en la

Page 14: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

del y nuestro anota muchos

y con ser un el primer convocado a jugar con la .

Iván Darío Espitia Hoyos Keyla Alejandra Rodriguez

Page 15: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

Fósforos Viajeros

Un extraño caminaba sin mucha prisa por un invernal, una rota y vieja lo cubría.

Era una figura solitaria y diminuta en el paisaje. Otros transitaban en sentido contrario

mientras y se arrojaban , sintieron curiosidad por el pequeño viajero,

ellos y este respondió pero continúo . En realidad le hubiera gustado y jugar

con ellos, pero eso solo significaba un innecesario, teniendo en cuenta lo crueles que son los

en general y lo explosivo que él mismo podía llegar a ser.

El clima le venia muy bien, no sufría mucho con el y le daba una perfecta excusa

para no revelar a los demás su apariencia. Los lugares le resultaban insoportables, sentía que

de repente ardería en bajo el (a menudo con esa imagen). El

lo atraía y lo , ver el brillo de las llamas lo muchísimo. A veces pasaba

y abstraído en la forma de de las cabezas de las . El era todo un

para él, frágil y noble en y pero glotón y catastrófico en y .

Page 16: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

Precisamente la fascinación por el había metido en líos más de una vez y era la causa principal

de su transito sin rumbo por las tierras nórdicas. Paradójicamente el errante sobrevivía

con las que recibía de la caridad y la venta esporádica de de excelente calidad que siempre llevaba con él (desde siempre).

Sentía gran tristeza al desprenderse de aquellos , salvo para encender una al encontrar

algún viajero perdido o . También disfrutaba al darle vida de nuevo a una y ver el reflejo

iridiscente de la en los de los presentes alrededor de ella. Dar un a alguien

que lo necesitaba era para él dejar de si mismo y el bienestar que el podía dar a las

personas se le antojaba maravilloso y .

Hacia poco que había llegado al y ya habían varias historias sobre él. Lo que le indicaba

que era de partir nuevamente. Hay quienes que era un leproso vagabundo, otros

decían que era un prófugo de la ley y hasta se pensaba que era un exiliado. Muchos de

los rumores que de él se eran absurdos y lo , pues Flaminio ignoraba gran parte de su propia historia.

Page 17: CUENTOS CON PICTOGRAMAS II

Todo lo que sabia era que un talentoso llamado Geppetto había empleado millares de

para confeccionar un como encargo para un Duque exentico y senil. Un hecho

de , eso era Flaminio. Un desafortunado accidente, cenizas, y más que

certezas era todo lo que había en su .

Evitando pensar en aquello la curioso seguía por la helada vereda pensando en los

del siguiente , pues solo vivía para admirar el fulgor del , tan valorado en los

, y para disfrutar de vez en cuando de la calidez que algunos son capaces.

Christian Eduardo Rodríguez