Cuide Su Corazon de Manera Natural

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los consejos que su medico no le cuenta

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  • S U M A R I O

    Copyright 2015. Ediciones de Salud, Nutricin y Bienestar, S.L. Madrid 2

    Sumario

    1. Evite el infarto: la verdad que no le cuentan los mdicos ..................................... 3

    2. La confesin de un cardilogo ................................................................................ 11

    3. Las grasas que no deben faltar en su dieta ........................................................... 13

    4. La dieta que rejuvenece las arterias ....................................................................... 18

    5. Hipertensin: protjase frente al asesino silencioso .............................................. 23

    Seleccin de textos sobre salud cardiovascular publicados en Tener S@lud. Si todava no est suscrito al e-letter gratuito Tener S@lud y quiere empezar a recibirlo hgalo a travs de este enlace.

  • E V I T E E L I N FA R T O : L A V E R D A D Q U E N O L E C U E N TA N L O S M D I C O S

    Copyright 2015. Ediciones de Salud, Nutricin y Bienestar, S.L. Madrid 3

    Evite el infarto: la verdad que no le cuentan los mdicos

    Con el paso del tiempo, las arrugas se van haciendo ms profundas, las canas pueblan el cabello, el pelo se cae, los dientes se vuelven amarillos, la vista es menos aguda Pero el cambio ms profundo es invisible, porque tiene lugar en el interior. Y es el ms peligroso.

    Se trata de los vasos sanguneos, que se deterioran inexorablemente por la presin arterial. Con cada latido cardaco se inyecta un volumen de sangre en el interior de las arterias, elevando poderosamente la presin que las paredes arteriales tienen que soportar y amortiguar cada vez que el corazn late. Y el corazn de una persona de 80 aos habr latido nada ms y nada menos que 3.000 millones de veces a lo largo de su vida.

    Visita guiada por los vasos sanguneos

    Los vasos sanguneos son como el conjunto de caeras del hogar. Hay tuberas que le llevan el agua; se trata de las ms duras, de metal, sometidas a una presin alta. Y hay otras tuberas que evacuan las aguas; en este caso son tuberas ms blandas, de plstico, anchas y poco slidas, cuya nica funcin es sencillamente dejar luir el agua. Los tubos que llevan el agua son comparables a las arterias, que llevan la sangre hasta los rganos. Las arterias son vasos sanguneos slidos y gruesos, ya que la sangre circula a alta presin por ellos, y no se pueden resquebrajar. An as, tienen una cierta elasticidad para adaptarse a las variaciones del lujo sanguneo, segn las necesidades de los rganos. Las caeras que evacuan la sangre de los rganos y la llevan hasta el corazn para que la iltren los pulmones y luego ser devuelta al organismo son las venas. stas son lexibles y poco slidas, pero ello no supone ningn problema para la sangre, que puede luir por ellas tranquilamente. Como el agua del hogar, la sangre que, gracias a la presin, se distribuye por las arterias, est limpia, por eso las arterias son de color claro. La sangre que circula por los tubos lexibles, las venas, est sucia y tiene un color oscuro.

    Los riones y los pulmones actan como depuradoras, iltrando los residuos y recargando la sangre con oxgeno. El hgado es la principal gasolinera, al llenar la sangre de glucosa, que sirve de car-burante para las clulas.

    Por qu la sangre no se pega a las arterias?

    La sangre tiene la mala costumbre de quedarse pegada en todas partes. No tiene ms que fjarse la prxima vez que sangre, o cmo en las pelculas los asesinos intentan eliminar las manchas, que siempre dejan huella. La cantidad de manchas que deja la sangre en todas las supericies que toca!

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    Sin embargo, no se pega a la pared de las arterias.

    Este milagro permanente se debe a una ina capa de clulas que tapiza el interior de las arterias y que recibe el nombre de endotelio. Estas clulas fabrican un producto anticoagulante que permite a la sangre deslizarse como el agua por las plumas de un pato, sin que se adhiera nunca a la pared.

    Por desgracia, el tabaco, los radicales libres (molculas oxidantes), la homocistena (sustancia inla-matoria), la mala alimentacin o el modo de vida sedentario atacan constantemente el endotelio de las arterias.

    Cuando el endotelio se degrada, las plaquetas sanguneas se unen y forman un pequeo cogulo. El endotelio posee agentes capaces de prevenir y disolver el cogulo formado, pero no siempre ocurre as. Una lesin trombtica (coagulacin dentro del vaso) se produce por una lesin previa de la arteria, generalmente vinculada a una disfuncin endotelial.

    La funcin vital de las plaquetas de la sangre

    Permtame recordarle que la sangre no es un lquido rojo homogneo. Est formada por un lquido amarillento y transparente, el plasma, en el que lotan los glbulos rojos, los glbulos blancos y las plaquetas sanguneas. Adems, la sangre contiene azcares y protenas de todo tipo que, como bar-quitos, transportan las grasas, entre ellas el colesterol.

    La funcin de las plaquetas es impedir que haya prdidas de sangre. Por eso, a la ms mnima apertura de una vena o de una arteria, acuden las plaquetas sanguneas, se pegan entre ellas y forman un tapn en el lugar daado. A continuacin, se ponen encima unos ilamentos en forma de red de pescador constituidos por una protena conocida como ibrina, a la que se enganchan los glbulos rojos, los gl-bulos blancos y la trombina, hasta que el tapn se vuelve duro y slido, casi irrompible. Este proceso es la coagulacin, y es el mismo mecanismo que detiene las hemorragias y forma las costras en la piel.

    Cuando la trombosis se produce en el interior de la pared de la arteria, el endotelio genera sustancias antitrombticas y antiinlamatorias que reparan la lesin. La sangre puede deslizarse como antes por ese lugar, sin que se pegue, pero la pared de la arteria habr crecido un poquito en el lugar de la cica-triz y tambin ser ms rgida ah. Cuando eso ocurre decimos que se esclerosa. Encontramos en el interior de la lesin una estra lipdica, es decir, una acumulacin de grasa y colesterol en forma de cristales, hierro, cobre y calcio; esta sustancia blanda recibe el nombre de ateroma, y el conjunto se llama arterioesclerosis.

    La arterioesclerosis puede desaparecer, sobre todo si es reciente, pero si el modo de vida nocivo que lo caus se prolonga, el fenmeno vuelve a repetirse una y otra vez. Al cabo de unas decenas de aos, la cicatriz ser mucho ms grande, del mismo modo que el ateroma, y la arteria puede taponarse (una lesin signiicativa es la que obstruye la luz interna de la arteria en un 50-70%; a partir del 75% se tratara de una lesin severa; y si es del 90% o ms de una lesin muy severa).

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    Si en ese momento se somete a una revisin, su cardilogo se preocupar al constatar un estrecha-miento, que se llama estenosis de la arteria.

    Los peligros de la arterioesclerosis

    Y tendr razn al preocuparse. De hecho, basta con que se produzca una pequea hemorragia en el interior de la placa de ateroma, lo que es un fenmeno habitual, para que esta hemorragia haga crecer de golpe la lesin, para obturar por completo la arteria. Tambin hay que temer que esta cicatriz de repente se ulcere y que se forme encima un cogulo ms grande. En ambos casos, el torrente sangu-neo puede quedar bloqueado por completo.

    Cuando se forma un gran cogulo en las arterias, el rgano que espera que llegue la sangre queda pri-vado de oxgeno y de glucosa y, si la situacin se prolonga, muere. Es particularmente grave cuando el rgano al que nos referimos es el corazn, el cerebro, los riones, los ojos o incluso las piernas... Es lo que llamamos una trombosis, que puede acabar desembocando en un infarto de miocardio (muerte de las clulas del corazn) o, a veces, en un accidente cerebrovascular (ACV).

    El fenmeno de la arterioesclerosis se da a menudo en las arterias coronarias, que son las que alimen-tan con oxgeno y glucosa el msculo del corazn (se llaman coronarias porque forman una corona alrededor del corazn).

    Si la aterotrombosis oclusiva completa afecta a una arteria coronaria principal, se producir un infarto de miocardio, cuya mortalidad en las primeras horas es muy elevada (superior al 25%).

    Los medicamentos contra el colesterol no cambian nada

    Si examina al microscopio de qu est compuesta la placa de ateroma, constatar que hay en torno al 10% de colesterol. Esta observacin ha conducido a la cardiologa moderna a dar a las personas que padecen arterioescle-rosis medicamentos que hacen disminuir la tasa de colesterol en la sangre. Los manuales de medicina ensean que, haciendo descender la tasa de colesterol, se reduce el avance de la arterioesclerosis y con l el riesgo de que se forme un cogulo que acabe provocando una trombosis.

    Pero disminuir la tasa de colesterol no es muy eicaz. De hecho, el colesterol no es la causa de la ar-terioesclerosis, ni interviene en absoluto en la formacin del cogulo.

    Y, por desgracia, los medicamentos contra el colesterol tienen numerosos efectos indeseables: dolores musculares y de los ligamentos, impotencia en el hombre, problemas de memoria y quizs incluso un incremento del riesgo de padecer cncer. 1, 2, 3, 4

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    Los medicamentos contra los cogulos son un arma de doble iloEntonces, olvidemos el colesterol, me va a responder; y con razn. Pero como los accidentes cardio-vasculares los provocan los cogulos, tomemos medicamentos que impidan que la sangre coagule (los anticoagulantes).

    Es cierto, y es exactamente lo que en general recomiendan los cardilogos, puesto que prescriben una pequea dosis diaria de aspirina, que impide la agregacin de las plaquetas.

    El problema es que si impide que la sangre coagule, aumenta el riesgo de hemorragia en la arterioes-clerosis. Una hemorragia que, como ya hemos dicho, puede tambin ser la causa del brutal creci-miento de la arterioesclerosis y de la obstruccin total de la arteria.

    Por otro lado, el 40% de los ACV estn provocados por una hemorragia cerebral, que tambin es la consecuencia de un fallo de coagulacin de la sangre.

    Algunas personas sufren ACV hemorrgicos sin tomar anticoagulantes, pero es porque su modo de vida (falta de deporte en primer lugar) y la alimentacin (exceso de omega 6 y falta de omega 3) hacen que la sangre coagule mal. En otros casos, los ACV hemorrgicos se producen por hipertensin arte-rial descontrolada o por diabetes de difcil control.

    As pues, entender que tomar medicamentos anticoagulantes no es para nada la mejor solucin para evitar los accidentes, salvo en casos de urgencia (para disolver un cogulo ya formado).

    El by-pass: la solucin dura

    Ya que hacer que descienda el colesterol con medicamentos no sirve para nada y como los medica-mentos contra los cogulos son peligrosos, lo nico que queda es pasar por las manos del cirujano.

    En efecto, se puede rodear literalmente el problema de la estenosis (estrechamiento) de la arteria aadiendo, quirrgicamente, una punta de arteria para derivar la sangre. Esto va muy bien, los resul-tados son inmediatos y ya se puede salir a pasear.

    Es el famoso by-pass coronario. Hasta hace poco se trataba de una operacin extremadamente seria. Se necesita anestesia general y abrirle el trax para llegar al corazn. Adems, hay que derivar la sangre hacia una bomba externa para oxigenarla y volver a inyectarla en los vasos, un sistema im-prescindible para la supervivencia del paciente, pero que al organismo no le suele gustar, en especial cuando la operacin se prolonga.

    Actualmente unos robots se dedican a hacer los by-passes sin abrir el trax y sin que la sangre circule fuera del cuerpo pero, de todos modos, el by-pass quirrgico es el ltimo recurso. Como los medica-mentos anticoagulantes, puede salvar vidas en caso de urgencia.

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    By-passes aortocoronarios hay de dos clases: los que utilizan venas perifricas (por ejemplo, safena) para conectar la raz de la aorta con la arteria coronaria por debajo de la lesin, y los que tomando otras arterias (por ejemplo, la mamaria) la conectan a la arteria afectada distalmente a la lesin.

    Cuando a uno de los rganos le falta realmente sangre, cuando la arteria que la hace llegar es real-mente demasiado estrecha, tiene lugar un fenmeno de by-pass natural. Crecen nuevas arterias solitas para desviar la estenosis sin que haya necesidad de operarle (aunque este fenmeno de neofor-macin vascular no ocurre en todos los casos).

    Este fenmeno se produce si se lo pide real y regularmente a su rgano. En otras palabras, cuando lleva una vida sana, no sedentaria, con un mnimo de 30 minutos diarios de actividad fsica de sui-ciente intensidad (es decir, que le haga sudar).

    Si ha pasado por un by-pass y no practica ejercicio, las mismas causas van a producir los mismos efectos, y las nuevas arterias rpidamente se van a volver a esclerosar. Estar obligado a pasar por el quirfano otra vez, con todos los riesgos que conlleva (y los costes para la comunidad).

    La tcnica del by-pass tendra que haberse convertido en algo extico, que slo se utilizara en casos de urgencia, ya que el by-pass natural es ms eicaz, conlleva menos riesgos y es menos costoso. Los cambios en el modo de vida deberan fomentarse desde la cardiologa, pero no se hace, ya que los cardilogos creyeron descubrir la panacea frente a la arterioesclerosis con la tcnica de la angioplastia a inales de la dcada de 1970 y luego con el stenting a inales de la de 1980.

    La ilusin del progreso tecnolgico mdico

    La angioplastia consiste en suprimir la estenosis sin by-pass y sin medicamentos.

    El cirujano interviene directamente en las arterias coronarias con un alambre teledirigido, llamado catter. El catter sube hasta el lugar de la estenosis y tritura la placa de ateroma mediante el inlado a varias atmsferas con suero isiolgico de un baloncillo de ltex situado en el extremo distal del catter.

    El efecto es espectacular en un principio. La arteria, ensanchada sbitamente, deja pasar de nuevo la sangre, pero como ya sospechar, la placa arterioesclertica triturada por el baloncillo de la angio-plastia va a cicatrizar con rapidez, con una proliferacin de clulas. En el 40% de los casos, se asiste a una reestenosis (reaparicin del estrechamiento despus de haber sido corregido), a menudo peor que la primera, algo que puede ocurrir desde la primera semana hasta pasado un ao despus de la angioplastia por el globito. Porque a pesar de la angioplastia, el proceso arterioesclertico contina.

    Que no tiene nada que ver con eso, respondieron los cardilogos a inales de la dcada de 1980, una vez conirmados los enormes lmites de esta tcnica. Colocaremos en la arteria un muelle especial para impedir que se estreche de nuevo. A este invento se le bautiz como stent, y desde entonces se empezaron a poner stents por todas partes, olvidando que:

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    1. Una vez colocado, el stent no se puede retirar; si provoca un problema... el paciente deber aprender a vivir (o a morir) con l.

    2. El stent, como ya supondr, no es liso como el endotelio, sino que, por el contrario, a las pla-quetas sanguneas les encanta pegarse a l y formar un cogulo, lo que obliga a suministrar al operado medicamentos antiagregantes (el tipo de la aspirina o el clopidogrel) que aumentan el riesgo de hemorragia (entre ellos el ACV hemorrgico).

    3. De todas formas, algunos elementos procoagulantes de la sangre pueden invadir el stent, provo-car una nueva trombosis y acabar por ocluirlo (lo que ocurre en el 25% de los casos).

    No tiene nada que ver con eso, volvieron a responder los estudiosos en cardiologa.

    As, a principios de la dcada de los 2000 inventaron el stent activo, es decir, forrado de sustancias que bloquean la reestenosis (son los llamados stents impregnados o medicalizados con rapami-cina, tambin conocida como sirlimus, que inhiben la trombosis intra-stent). S, de acuerdo, pero, en este caso, aunque las clulas endoteliales no vuelvan al stent, el paciente debe seguir tomando antiagregantes durante aos.

    Ahora bien, quien dice tomar medicamentos antiagregantes a largo plazo dice no slo riesgo hemo-rrgico, sino tambin lceras en el estmago; de ah la necesidad de tomar medicamentos contra la acidez, que tienen el (enorme) inconveniente de impedir una buena digestin de los alimentos y pro-vocan carencias en nutrientes esenciales.

    Los cardilogos, entre la espada y la pared

    Durante mucho tiempo, estos inconvenientes se minimizaron, pero en la actualidad se han apoderado de los cardilogos unas dudas terribles.

    Desde 2007 se empezaron a dar cuenta de que ACV hemorrgicos se haban extendido ms de lo que se pensaba (el 40% de los casos) y que, entre el 60% restante, el 40% era de causa no conocida. En la actualidad se reconoce la utilidad limitada de las estatinas, se tiende a ser ms permisivo en el consumo de algunas grasas y se sigue creyendo irmemente en la utilidad de las medidas preventivas (dieta y ejercicio), y slo se apuesta por medidas como la angioplastia ms stent o la ciruga del by-pass aortocoronario cuando las circunstancias lo indican como la nica alternativa.

    En 2004, el cardilogo alemn Rainer Hambrecht se hizo famoso al comparar dos grupos de personas que sufran estenosis coronaria. El primer grupo no se someti a ninguna operacin, no tom ningn medicamento y practicaba ejercicio de forma moderada. El otro grupo se deshizo de su estenosis colo-cando un stent y volvieron a su vida anterior. Al cabo de 12 meses, el 42% de los pacientes que recibi un stent haba tenido complicaciones, frente a tan slo el 12% del grupo que cambi de estilo de vida. Adems, en este grupo que haca ejercicio, los pacientes evidentemente estaban en mejor forma.

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    Por lo tanto, con la mxima celeridad, hay que dejar de atiborrar de medicamentos a las personas en-fermas del corazn y de las arterias, y hay que evitar, en la medida de lo posible, toda operacin que no sea urgente. Por el contrario, las personas que padezcan arterioesclerosis o que hayan tenido un accidente cardiovascular deben darse prisa y recuperar un modo de vida sano, con ejercicio moderado todos los das, siguiendo la dieta mediterrnea (por ejemplo la dieta cretense, que es la tradicional de los habitantes de Creta, basada en frutas, verduras, legumbres, cereales poco reinados, aceite de oliva, sazonar con ajo, cebolla, perejil, albahaca, eneldo, etc.) y, sobre todo, sin tomar medicamentos contra el colesterol, ineicaces para prevenir los accidentes, pero con posibles efectos secundarios graves.

    Cmo motivarse para cambiar de forma de vida?

    Esta nueva generacin de cardilogos se enfrenta a un grave problema: se han percatado de que lo que sus pacientes necesitan no es un nuevo medicamento, ni un avance tecnolgico, sino apoyo humano que les motive a cambiar de forma de vida. Y eso es porque nadie ha pensado en formarlos en este campo en la facultad de medicina.

    En nuestra poca, a menudo nos vemos atrapados en un ciclo infernal que nos hace creer que incluso practicar deporte de modo habitual y preparar a fuego lento platos ecolgicos es algo totalmente ut-pico.

    El doctor Michel de Lorgeril, experto internacional en cardiologa y nutricin, cardilogo e investiga-dor del CNRS (Centro Nacional para la Investigacin Cientica, de Francia), miembro de la Sociedad Europea de Cardiologa y autor de numerosas publicaciones, pone el ejemplo siguiente en su libro Prvenir linfarctus et lAVC (Prevenir el infarto y el accidente cerebro vascular ACV-):

    Para aguantar el tipo, fumo; para relajarme, fumo; sacriico la calidad de las comidas e incluso, para ir ms rpido, me salto las comidas y dedicar dos o tres veces por semana al footing es la

    ltima de mis intenciones, porque fumo y mi mala nutricin me sume en un estado de fatiga crnica5

    As se resume el problema y la tentacin a veces irresistible que supone para los cardilogos recetar sencillamente medicamentos para bajar la presin arterial, la tasa de colesterol y la coagulacin de sus pacientes, as como proponerles operaciones quirrgicas.

    Los medicamentos los puede ir a buscar cualquiera a la farmacia y tomarlos dos o tres veces al da acompaados de un vaso de agua. Las operaciones cuestan ms caras, pero aun as basta con reservar hora en el quirfano. El paciente llega por la maana, le ponen anestesia y sale unos das ms tarde. As es como se organiza nuestro sistema de salud.

    Por el contrario, introducir cambios en el estilo de vida (modiicar la dieta, hacer ejercicio fsico, adelgazar, etc.) no siempre es fcil y muchos pacientes, no suicientemente bien informados por los mdicos, no aceptan estos cambios, con lo que la eicacia del enfoque teraputico queda seriamente reducido.

  • E V I T E E L I N FA R T O : L A V E R D A D Q U E N O L E C U E N TA N L O S M D I C O S

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    Porque decidirse a cambiar radicalmente de estilo de vida pone en duda gran cantidad de cosas.

    Uno se pregunta: Por qu debera hacer este esfuerzo? Qu me va a motivar realmente a levantarme cada maana y salir a hacer ejercicio? Cmo renuncio a todos esos alimentos que s que hacen dao a la salud pero que me son imprescindibles para levantar el nimo y soportar las frustraciones de la vida diaria? De dnde saco la energa para cambiar de profesin e irme a vivir a un lugar donde ganar menos, sin duda, donde estar menos reconocido, pero donde llevar una vida sana, que me permitir vivir ms tiempo y con una mejor salud? En el fondo, tengo realmente ganas de mejorar?

    Para responder a todas estas preguntas, no basta con una simple receta mdica, ni incluso con varias sesiones en el psiclogo.

    Se trata de toda una relexin sobre por qu vivo y para qu vivo que hay que emprender. Corre-gir, a veces desde cero, las malas elecciones que se han tomado a lo largo de la vida.

    Fuentes:

    1. Vase el estudio ILLUMINATE de 2007, publicado en el New England Journal of Medicine. 2. S. Sultan and N. Hynes, The Ugly Side of Statins. Systemic Appraisal of the Contemporary

    Un-Known Unknowns, Open Journal of Endocrine and Metabolic Diseases, Vol. 3 N. 3,

    2013. p. 179-185. doi: 10.4236/ojemd.2013.33025.

    3. S. Sultan and N. Hynes, The Ugly Side of Statins. Systemic Appraisal of the Contemporary Un-Known Unknowns, Open Journal of Endocrine and Metabolic Diseases, Vol. 3 N. 3,

    2013. p. 179-185. doi: 10.4236/ojemd.2013.33025.

    4. Vase el estudio sueco publicado en junio de 2013 en la revista cientica PlosOne. 5. Thierry Souccar Editions. Vase la pgina 199.

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    La confesin de un cardilogo

    Nosotros los mdicos, por nuestros conocimientos, nuestra experiencia y nuestra autoridad, tene-mos habitualmente un ego muy grande que nos impide admitir nuestros errores. Pues bien, all voy:

    reconozco abiertamente que me he equivocado. Despus de 25 aos de experiencia como cirujano

    cardiovascular, con ms de 5.000 operaciones a corazn abierto a mis espaldas, ha llegado el da de

    reparar el dao partiendo de fundamentos mdicos y cienticos1. Estas son las primeras palabras de un texto que public en internet un cirujano cardiovascular nortea-mericano, el Dr. Dwight Lundell, y que por supuesto se ha extendido por toda la red provocando ms de 200.000 me gusta en Facebook. Este cirujano contina diciendo que por in ha descubierto que una dieta a base de productos fres-cos, naturales y no transformados, cuando se lleva un estilo de vida sano realizando ejercicio fsico moderado (pasear con asiduidad), permite prevenir e incluso curar las enfermedades del corazn, la hipertensin, la diabetes y el alzheimer.

    En su texto recuerda las dos dcadas y media que ha pasado recetando a sus pacientes medicamentos para reducir el nivel de colesterol (ibratos, estatinas) y recomendndoles, equivocadamente, una dieta baja en grasas. Explica que se dio cuenta de su error no hace mucho tiempo, que renunci a seguir ejerciendo la medicina y que ahora se dedica a la prevencin de enfermedades del corazn. (Este es un mensaje privado para el Dr. Dwight Lundell: si lee esto, por favor envenos su CV. En Tener S@

    lud nos encantara contar con personas como usted!)

    Una dieta baja en grasas ya no se puede defender desde el punto de vista moral

    El Dr. Lundell declara que recomendar la ingesta de medicamentos contra el colesterol y una dieta baja en grasas ya no se puede defender desde un punto de vista moral. El motivo es que las dietas bajas en grasas son ricas en hidratos de carbono simples y complejos que destruyen activamente la pared de los vasos sanguneos, provocando una inlamacin crnica. Esta inlamacin hace que el colesterol se pegue a las paredes de las arterias y, al entrar en contacto con otros elementos (plaquetas, calcio), forme la placa arterial que reduce el dimetro de las arterias aumentando el riesgo de que un cogulo de sangre se quede atascado y provoque una embolia, un infarto o un accidente cerebrovascular (ACV).

    Tener varios picos de glucemia (azcar en la sangre) al da, un da s y otro tambin, equivale a pasar una lija por la delicada pared interna de los vasos sanguneos, explica. Y yo he visto lo que

    eso provoca en miles de arterias.

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    Cuando tras la ingerir alimentos, en especial carbohidratos de absorcin rpida, se produce un pico de hiperglucemia, determinados factores asociados a la subida de azcar, como los productos de glicacin avanzada o los triglicridos acompaantes, daan el endotelio (la capa ms interna de las arterias y, por tanto, la que contacta directamente con el lujo sanguneo) modiicando sus condiciones isiolgicas, lo que se traduce en una menor produccin del ms potente vasodilatador conocido: el xido ntrico, as como de las prostaglandinas, aumentando al mismo tiempo la permeabilidad del endotelio al colesterol y al calcio, lo que aumenta las posibilidades para el desarrollo arterioesclertico. Adems, el efecto de cizallamiento de la corriente sangunea, bajo esas circunstancias, hace todava ms vulnerable al endo-telio. En deinitiva, la sobrecarga glucmica acta como un potente cepillo metlico sobre esa insima capa unicelular a la que llamamos endotelio y del que depende la salud de nuestras arterias.

    Detngase un momento y trate de visualizar un cepillo metlico que fricciona una y otra vez la piel tierna hasta enrojecerla y hacer que sangre, escribe el Dr. Lundell. Es una manera muy grica de entender el proceso inlamatorio que puede estar desarrollndose en nuestro cuerpo en este mismo momento2.

    Omega-6 y omega-3

    El Dr. Lundell no echa la culpa slo a los carbohidratos reinados, sino tambin al desequilibrio exis-tente entre los aportes de cidos grasos omega-6 y omega-3 en la alimentacin moderna. Tomar de-masiado omega-6 provoca inlamacin, y eso es lo que les est pasando a los occidentales con aceites como el de girasol o el de maz, que utilizan para cocinar debido a su precio econmico.

    La ratio ideal de omega-6/omega-3 en la alimentacin debera ser de aproximadamente 3 a 1, pero por lo general es de 15 hasta 30 a 1.

    Y mientras tanto en Espaa

    Se sigue haciendo hincapi en una dieta en cuya base de la pirmide estn el pan, los cereales, el arroz y la pasta, dejando en la cspide a las grasas y los aceites, junto con los dulces3.

    Con esto se ha conseguido que sean completamente ignorados todos los avances realizados en estos ltimos diez aos demostrando que tanto los hidratos de carbono llamados complejos como los cereales, la pasta y las pizzas pueden incrementar el nivel de azcar en la sangre igual de rpido que los terrones de azcar.

    Y se sigue diciendo, como si nada, que lo malo es tomar grasas.

    Por suerte, al Ministerio de Sanidad todava no se le ha ocurrido prohibir Tener S@lud...

    Fuentes:

    1. 2. Heart surgeon declares on what really causes heart illness 3. Pirmide NAOS. Agencia Espaola de Seguridad Alimentaria y Nutricin. Ministerio de

    Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

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    Las grasas que no deben faltar en su dieta

    Las autoridades sanitarias nos dicen una y otra vez que las grasas son malas para la salud y, en espe-cial, las grasas saturadas.

    Todo el mundo - o casi todo el mundo-, se lo cree, aunque muy pocos sepan qu quiere decir exacta-mente grasas saturadas. Pero eso importa? No es necesario haber estudiado la carrera de Medicina para imaginarse que algo saturado es sin lugar a dudas malo para la salud, no?

    Estoy saturado!

    En realidad un cido graso saturado es simplemente una grasa en la que todos los tomos de car-bono estn unidos con el mximo nmero posible de tomos de hidrgeno. Todos los enlaces con los tomos de carbono estn ocupados (saturados), por lo que no es posible aadir otro ms, ya sea de xigeno, hidrgeno o nitrgeno.

    Como consecuencia, la molcula es ms estable y menos susceptible de oxidarse. Eso es bueno, ya que las grasas oxidadas son bastante perjudiciales para la salud. Segn varios estudios, el colesterol oxidado es un marcador de la arterioesclerosis, el envejecimiento y estrechamiento de las arterias, y se encuentra en el origen de los ataques al corazn1.

    Pero eso no es todo.

    La alimentacin tradicional de los hombres, antes de la introduccin masiva de los cereales, era ex-tremadamente rica en grasas saturadas. Nuestros antepasados, antes de la invencin de la agricultura, coman de hecho muchas grasas animales, vsceras y crustceos ricos en grasas saturadas.

    La tribus del mundo que han mantenido un modo de vida tradicional ingieren tambin muchas grasas. Ah tenemos a los inuit (esquimales) del rtico que hasta hace poco coman bsicamente grasa de foca, morsa, ballena y pescado azul, que contienen una proporcin enorme de grasas.

    Los masai, una etnia seminmada que vive de la ganadera y la caza en Kenia, se alimenta sobre todo de una mezcla de leche y sangre que obtienen de los terneros sin llegar a matarlos, a la que aaden plantas, races, cortezas y muchos vegetales. En este caso su dieta es muy rica en grasas saturadas.

    Lo mismo ocurre con los tokelauanos, que viven en un archipilago del Pacico dependiente de Nueva Zelanda y que se alimentan a base de coco y pescado. Tanto unos como otros poseen unos ndices muy bajos de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.

    Este hecho lo corrobora el rico contenido en grasas de la lecha materna humana, que est formada en un 54% por cidos grasos saturados. La leche materna es el alimento perfecto para el desarrollo de los bebs, y su alto contenido en grasas saturadas no es ni mucho menos un error de la naturaleza.

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    En 2010, un destacado estudio llevado a cabo con ms de 347.000 personas no encontr ninguna re-lacin entre el consumo de grasas saturadas y el riesgo de infarto, accidente cerebro vascular (ACV) o dems enfermedades cardiovasculares2.

    Otro estudio publicado en 2010 en la revista mdica American Journal of Clinical Nutrition demostr que las personas que desean reducir su riesgo cardiovascular no tienen que disminuir su consumo de grasas, sino ms bien de glcidos, entre los que se encuentran las fculas y el almidn (y por tanto, el pan, la pasta y los cereales, incluidos los integrales)3.

    Las personas que reducen su consumo de grasas saturadas y las sustituyen por glcidos reinados (pan blanco, pasta, patatas) aumentan su resistencia a la insulina, sus problemas de obesidad, de dislipi-demia (nivel anormal de lpidos en la sangre), su nivel de triglicridos y el colesterol.

    De hecho, esa moda presente desde los aos sesenta que consiste en comer ms hidratos de carbono (sobre todo cereales) y menos grasas es la responsable del aumento de la obesidad, la diabetes y las enfermedades del corazn. No es una casualidad que en esa poca slo una persona de cada cien fuera obesa (incluso en Estados Unidos!) y apenas se conocieran las enfermedades coronarias.E incluso cuesta ms an creer que en 1950 hubiera tan solo unos cien cardilogos ejerciendo en toda Espaa y hoy ya son 4.000!Dicha explosin es un indicador de que algo ha cambiado y explica esta epidemia

    Y qu es lo que ha cambiado? Nuestra alimentacin!Porque si es verdad que tomamos mucha carne roja y grasas saturadas, nuestra dieta tambin es peli-grosamente rica en azcares y glcidos reinados.Los alimentos que ocupan los primeros puestos en cuanto a consumo en los pases industrializados son el pan, los cereales, los sndwiches, las pastas, las pizzas, las galletas, los pasteles, la bollera industrial, los postres de todo tipo, las patatas de bolsa y los fritos y aperitivos a base de patata, que son hidratos de carbono. La mayora de los anuncios de alimentacin estn dedicados a este tipo de productos, ya que todos ellos se elaboran a partir de materias primas de la gama y precio ms bajos.

    Sin embargo, si se les aade mucha sal o azcar, aromas y colorantes, y se presentan en envoltorios bonitos de muchos colores, se acaban vendiendo con un gran margen. Eso permite inanciar las inver-siones en marketing garantizndole al fabricante la rentabilidad.Es mucho ms difcil realizar acciones de este tipo con productos que ya son caros desde la base, como los aceites y verduras de alta calidad, la carne, el pescado o los frutos secos o rojos, que son buenos para la salud. Por eso la publicidad de estos productos es escasa, por no decir inexistente.

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    Las grasas buenas que hay que tomar

    Mucha gente se hace un lo tremendo con las grasas poliinsaturadas, las monoinsaturadas, los cidos grasos trans y los omega-3, 6 y 9.

    Las fuentes buenas de grasa son:

    El aceite de oliva, que es una grasa monoinsaturada que pertenece a la familia de los omega 9 (y, claro est, las aceitunas).

    las nueces y almendras crudas, as como el aceite de nuez y el aceite de almendra, pero tambin las nueces de pecn, de macadamia, de Brasil y, aunque en menor medida, tambin las avellanas (todos ellos ricos en cidos grasos poliinsaturados omega 3 y 6). Preste mucha atencin a la hora de comprarlas. Cada vez es ms difcil comprar frutos secos crudos de buena calidad. A menudo estn muy rancios, lo que se percibe fcilmente, ya que tienen un sabor muy picante. Por desgracia esto quiere decir que los cidos grasos poliinsaturados que contienen estn oxidados y se han convertido en malos para la salud.

    las grasas de animales criados al aire libre y alimentados con comida biolgica. los huevos ecolgicos, y en especial los huevos de las gallinas alimentadas con semillas de

    lino (ricas en omega-3).

    los aguacates. la mantequilla de vacas alimentadas con hierba (y no cereales ni pienso, como la mayora de

    las vacas europeas).

    el pescado azul (sardina, caballa, anchoa, arenque) y el aceite de pescado, entre los que se encuentran el famoso aceite de hgado de bacalao, que por desgracia ha cado en desuso y es vctima de una mala reputacin, mientras que, para ser sinceros, su sabor no es en absoluto tan malo como se le dice a los nios.

    Cul es su racin de omega-3 y omega-6?

    Tambin es de suma importancia vigilar que haya un buen equilibro entre nuestros aportes de omega 6 y omega 3. Tradicionalmente, esta relacin era de 4, 3 2 frente a 1, pero hoy en da es ms bien de 20 a 1, incluso de 30 a 1. Los omega-6 se encuentran presentes en los aceites baratos (aceite de girasol y maz) que se pueden encontrar por todas partes, sobre todo en la comida industrial, mientras que los omega-3 se encuentran en el aceite de nuez, linaza y colza, y en los aceites de pescado, menos extendidos y ms caros.

    Por desgracia, comer demasiado omega-6 y muy poco omega-3 conlleva un estado crnico inlama-torio en el cuerpo, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y cncer.

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    Haga todo lo que est en su mano para reducir su consumo de omega-6 y aumentar el de omega-3. Sepa que el aceite de oliva no tiene ni uno ni otro, pero es un omega 9 en su conjunto bueno para la salud, siempre y cuando sea extra virgen y proceda de la primera presin en fro.

    La grasa que se debe evitar a toda costa

    Los cidos grasos trans se tienen que evitar a toda costa. Son por lo general procedentes del trata-miento industrial de los aceites, que se hidrogenan para solidiicarlos y fabricar margarinas, o para proporcionar untuosidad y suavidad a los platos preparados, galletas y pasteles.

    Las grasas que se fabrican as se conservan durante ms tiempo en los almacenes y estanteras de las tiendas, pero perjudican gravemente la salud cardiovascular.

    Nuestro cuerpo necesita grasa para funcionar de manera ptima

    A pesar de todo lo que le he contado aqu, soy muy consciente de que, como todo el mundo, usted va a continuar desconiando de los platos con demasiada grasa. No desespere. Hay que tener bien en cuenta que desde nuestra ms tierna infancia hemos estado literalmente condicionados por la creencia de que las grasas son malas para la salud, y de que los buenos son los cereales, a ser posibles integrales y con el mnimo de acompaamiento.

    No es fcil convencerse de que es justamente al contrario. Que en una tostada con mantequilla, lo que es malo es el pan, y lo que es bueno, la mantequilla. Y que en un frito, lo que es malo es la patata y lo que es bueno, la grasa! Bueno, en este ltimo punto reconozco que estoy exagerando, porque los fritos plantean el problema de que se cocinan a una temperatura demasiado alta (de 220 a 240C), lo que hace que la grasa sea txica y produzca un fenmeno de glicacin, muy daino para la salud.

    La glicacin es un proceso de transformacin de los azcares que puede hacerse tanto en la elabo-racin industrial de los hidratos de carbono como de un modo natural dentro del organismo. Los productos derivados de la glicacin (PGA = productos de glicacin avanzada) son muy perjudiciales para la salud.

    Quiero que entienda el mensaje que quiero hacerle llegar. Las grasas saturadas son esenciales para la salud y ayudan a nuestro cuerpo a funcionar mejor. Garantizan un gran nmero de funciones importantes del corazn, los pulmones, el hgado, los huesos y el sistema inmunitario. Entran en la composicin de las hormonas y de las membranas de las clulas y regulan la sensacin de saciedad.

    De hecho, uno de las grandes inconvenientes de las dietas pobres en grasa es que provocan una in-contenible sensacin de hambre, que provoca mal humor, irritabilidad, incluso depresin y prdida de las ganas de vivir.

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    Fuentes:

    1. Am J Clin Nutr. Marzo 2010;91(3):535-46. doi: 10.3945/ajcn.2009.27725. Epub 13 ene 2010.

    2. Am J Clin Nutr. Marzo 2010 vol. 91 no. 3 502-5093. Estudio de impacto presentado en la American Heart Association en Dallas (Texas) y rea-

    lizada por un equipo dirigido por Gitanjali M. Singh, de la Escuela de Salud Pblica de

    Harvard (19.03.2013).

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    La dieta que rejuvenece las arterias

    Si tiene las arterias deterioradas, tomar medicamentos o someterse a operaciones (bypass, angioplas-tia, trasplantes) tan slo va a resolver el problema de manera provisional.

    Estas intervenciones slo son eicaces en casos de urgencia, como infartos, trombosis, determinados accidentes cerebrovasculares (ACV) o ante el riesgo inminente de un accidente vascular; pero el nico modo de tener a largo plazo un corazn y unas arterias sanos es cambiando el modo de vida: practi-cando ejercicio fsico, cuidando la alimentacin y dejando de fumar si es que lo hace.

    Los medicamentos contra el colesterol no funcionan

    Tmese una estatina, un medicamento contra el colesterol y bum!, su tasa de colesterol en sangre bajar de golpe entre un 10 y un 30%... sin modiicar un pice sus hbitos ni incluso la alimentacin. Pero, ha disminuido con ello su riesgo de morir? Por desgracia, no. Y es que las cosas no son tan sencillas.

    Lo nico que consiguen las estatinas es impedir que el hgado fabrique colesterol, pero no reducen el riesgo cardaco, ya que los accidentes de este tipo, en la mayora de los casos, estn provocados por un cogulo sanguneo que tapona una arteria. Y el colesterol no interviene en ningn caso en la forma-cin de este cogulo, as que bajar la tasa de colesterol no disminuye el riesgo de accidente vascular.

    Ms bien lo contrario; como el colesterol es una molcula esencial para las paredes celulares, reducir la tasa de colesterol en sangre podra incluso hacer que las clulas sean ms frgiles y, por lo tanto, que lo sean las arterias. A las estatinas (contra el colesterol) se les acusa hoy en da de aumentar el riesgo de accidente vascular cerebral AVC- hemorrgico (sangre que se extiende por el cerebro tras romperse una arteria, lo que puede acabar provocando la muerte o dejar graves secuelas, como par-lisis), y se sospecha que favorecen el cncer1,2.

    En los medios de comunicacin destinados al pblico en general, leer que el problema procede del colesterol, que reduce el dimetro de la arteria, como si el colesterol se depositara en la arteria como la cal en una tubera. Pero se trata de un mito que carece de toda base cientica y mdica. Las arterias enfermas son cada vez ms estrechas (decimos que se estenosan), pero esta estenosis no est provocada por una acumulacin de colesterol, sino que su causa es la esclerosis de la arteria, que cicatriza a fuerza de recibir agresiones. En el interior de esta cicatriz se acumulan cristales de colesterol, hierro y calcio, lo que se llama ateroma. Los mdicos han bautizado al conjunto formado por ateroma y esclerosis como arterioesclerosis, pero eso no es colesterol. Es decir, el colesterol en sangre no es la causa de la arterosclerosis, nicamente entra en la composicin del ateroma, pero no representa en conjunto ms que el 10% de la arterioesclerosis.

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    Por eso, luchar contra el colesterol es tan poco eicaz para reducir la arteriosclerosis. Las agresiones contra la pared de las arterias se dan por el envejecimiento, el humo del tabaco, la contaminacin, una mala alimentacin y la falta de ejercicio fsico, ya que esta pared est protegida por una capa de clulas muy sensibles a estos factores: el endotelio. En particular, practicar ejercicio fsico de manera regular permite al endotelio regenerarse. Pero si deja que el endotelio se degrade, va a ser inevitable que las arterias se vean afectadas por la arterioesclerosis.

    sta es la consecuencia de un problema relacionado con el modo de vida, el sedentarismo y una mala alimentacin, y se combate no con medicamentos, sino con una buena alimentacin y una buena hi-giene de vida, que incluya la prctica regular de ejercicio fsico.

    La dieta que ha demostrado que funciona contra las enfermedades cardacas

    La buena alimentacin contra la arterioesclerosis no consiste en absoluto en intentar disminuir la tasa de colesterol. Todos los intentos clnicos rigurosos que han tratado de reducir la tasa de colesterol de los pacientes para disminuir su mortalidad han fracasado, ya sea por la alimentacin o por los medi-camentos, y esto tiene una base cientica3. En cambio, sabemos que hay una dieta alimentaria que disminuye drsticamente el riesgo de accidente cardaco.

    En Francia, en la dcada de 1990, se desarroll el estudio clnico ms riguroso y ms eicaz en este campo, que demostr los efectos de una dieta alimentaria para reducir la mortalidad en personas que sufran enfermedades del corazn y las arterias.

    Este estudio, llamado Lyon Diet Heart Study (estudio de Lyon), fue dirigido por los doctores Michel de Lorgeril y Serge Renaudin. Los resultados se publicaron en 1999 en la prestigiosa revista mdica The Lancet, e indican que la dieta mediterrnea tradicional para pacientes que han sobrevivido a un primer infarto de miocardio reduce entre un 50 y un 70% el riesgo de una nueva complicacin cardio-vascular y aumenta la esperanza de vida en aproximadamente un 50%. Nunca un tratamiento haba demostrado -ni ha demostrado hasta hoy- tal eicacia. Sin embargo, este estudio concerna a personas con muy mala salud, y ninguna de las personas es-tudiadas sigui la prescripcin del rgimen al pie de la letra. Tampoco se les pidi que practicaran ejercicio fsico.

    Si todos estos factores hubieran concurrido, los resultados quizs habran sido todava ms especta-culares.

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    En qu consiste la dieta mediterrnea?

    En el libro Cholestrol, Mensonge et Propagande (Colesterol, mentiras y propaganda), el Dr. Michel de Lorgeril hace un resumen de la dieta mediterrnea que permiti obtener los resultados de los que hablo4:

    La dieta mediterrnea es una dieta rica en cereales poco reinados, sobre todo el trigo consumido en forma de pan, pasta, cuscs, etc. Es rica en fruta y verdura frescas que se consumen segn las esta-ciones. Las verduras de hoja, en particular, estn presentes en todas las comidas. Tambin es rica en legumbres: judas, habas, guisantes, garbanzos, lentejas... Las poblaciones mediterrneas consumen frutos de cscara (almendras, nueces, avellanas) y, durante el invierno, fruta deshidratada, como las famosas pasas de Corinto, pero tambin higos y albaricoques. Consumen huevos y tambin, de forma moderada, pescado y carne (sobre todo, y en determinadas zonas, aves y conejos). Tambin consumen productos lcteos fermentados (queso y yogures) en poca cantidad o moderada, y sobre todo los que se elaboran a partir de leche de cabra o de oveja. El aceite de oliva es el nico aceite que se usa para cocinar y ni se plantean el uso de mantequilla ni de aceites poliinsaturados (como el de girasol o el de maz). Las hierbas aromticas (romero, tomillo, organo), el ajo y la cebolla se usan ampliamente para preparar las comidas, as como el zumo de limn y otros ctricos.

    Aadamos a este resumen que esta dieta es rica en omega-3. Se puede completar el aceite de oliva con aceite de colza (extrado de la semilla de la planta de la colza), rico en omega-3. El pescado que ms se consume son las sardinas y las anchoas, ricas tambin en omega-3. Por ltimo, se recomienda, para las personas que beben alcohol, un buen vaso de vino tinto al da, rico en excelentes polifenoles (antioxidantes), protectores de las arterias.

    Puede obtener todos los detalles en el libro de Michel de Lorgeril Prvenir linfarctus et laccident vasculaire crbral, publicado a inales de 2011, y que incluye doce captulos sobre la dieta medite-rrnea (aunque no estoy seguro de que haya versin en espaol; yo lo le en francs).

    El secreto de la dieta mediterrnea

    Unos investigadores anunciaron el ao pasado que haban desentraado el secreto de la dieta medi-terrnea5.

    Segn ellos, los cidos grasos insaturados (aceite de oliva, frutos de cscara...), privilegiados en la dieta mediterrnea en detrimento de los cidos grasos saturados (grasas animales, productos indus-triales), interactan con los nitratos y los nitritos producidos por las verduras, la otra categora alimentaria principal de esta dieta. Esta reaccin entre cidos grasos insaturados y nitratos de las verduras induce la formacin de cidos grasos nitro, que neutralizaran una enzima implicada en la regulacin de la tensin arterial.

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    De todos modos, se trata de un experimento llevado a cabo en ratones, y mi opinin al respecto es que es difcil -o incluso imposible- aislar as un nico efecto de la dieta mediterrnea como si, en el fondo, funcionara como un medicamento.

    La dieta mediterrnea es una manera de vivir bien y de forma sana, y por eso es beneiciosa para la salud, ya que se aproxima a nuestras necesidades naturales.

    Y qu pasa con el gluten?

    La dieta mediterrnea se lleva la mejor tajada de los cereales y, en particular, del trigo rico en gluten, que muy a menudo ponemos en tela de juicio en Tener S@lud.

    El Dr. De Lorgeril ha publicado entre tanto un estudio, en la revista Food Sciences & Nutrition, en el que, en efecto, lanza una advertencia contra el trigo moderno, que ha sufrido hibridaciones que provocan intolerancias6.

    As pues, las personas que no toleran el gluten o que tienen una enfermedad ligada al trigo moderno deben pasarse al arroz integral para sustituir al trigo integral, que tambin tiene un ndice glucmico dbil. Tampoco hay que olvidar las leguminosas que, por supuesto, no contienen gluten (lentejas, judas rojas y blancas, guisantes o garbanzos).

    Lo importante es ijarse objetivos realistasEl estudio del Dr. Michel de Lorgeril inclua a personas que haban sufrido un infarto. Los pacientes que conformaron el estudio procedan de Lyon y su regin y muchos estaban probablemente habitua-dos a una dieta rica en embutidos, repostera y carnes en salsa.

    No se trataba tampoco de personas interesadas a priori en un modo de vida espartano y sano, sino ms bien lo contrario. Es decisivo que los consejos nutricionales sean posibles de cumplir para las personas que pretenden seguirlos. La medicina trata seres humanos, no mquinas.

    En cuanto a cambiar el modo de vida, lo ms urgente no es aplicar las recomendaciones ntegramente, sino ir haciendo progresos, en la medida de lo posible, en la buena direccin.

    Hace poco escrib sobre un informe de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Alimentacin y la Agricultura (FAO) que alertaba sobre la paulatina prdida de la dieta mediterrnea debido al im-pacto de los cambios del estilo de vida y de la globalizacin entre las poblaciones que solan seguirla (es decir, nosotros)7.

    Es el momento de recuperar las buenas costumbres ligadas a una dieta que ha demostrado ser idnea tanto en trminos dietticos como por la sostenibilidad que representa para el entorno. Y que deini-tivamente quienes tienen las arterias deterioradas den el paso que les lleve a alimentarse mejor y a practicar ejercicio fsico.

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    Fuentes:

    1. Vase el Estudio de Rotterdam. Hofman A; Breteler, MM; van Duijn, CM; Janssen, HL; Krestin, GP; Kuipers, EJ; Stricker, BH; Tiemeier, H et al. (2009). The Rotterdam Study:

    2010 objectives and design update. Eur. J. Epidemiol 24 (9): 553572. doi:10.1007/s10654-

    009-9386-z. PMC 2744826. PMID 19728115. 2. Estudio sueco publicado en junio de 2013 en la revista PlosOne. 3. Vase Cholestrol, Mensonges et Propagande, del Dr. Michel de Lorgeril. Thierry Souccar

    Editions.

    4. Primera edicin. Thierry Souccar Editions. 2007. 5. Protection from hypertension in mice by the Mediterranean diet is mediated by nitro fatty

    acid inhibition of soluble epoxide hydrolase. Rebecca L. Charles, Olena Rudyk, Oleksan-

    dra Prysyazhna, Alisa Kamynina, Jun Yang, Christophe Morisseau, Bruce D. Hammock,

    Bruce A. Freeman and Philip Eaton. PNAS vol. 111 no. 22, 81678172, doi: 10.1073/

    pnas.1402965111

    6. De Lorgeril M, Salen P. Gluten and wheat intolerance today: are modern wheat strains involved? Int J Food Sci Nutr, febrero de 2014.

    7. Mediterranean food consumption patterns. Diet, environment, society, economy and health Organizacin de las Naciones Unidas para la Alimentacin y la Agricultura (FAO) y Centro

    Internacional de Altos Estudios Gastronmicos Mediterrneos (CIHEAM).

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    Hipertensin: protjase frente al asesino silencioso

    Si su mdico le dice que tiene hipertensin arterial, eso signiica que se ha dado cuenta de que sus arterias tienen una resistencia anormalmente fuerte al lujo sanguneo. Este hecho hace que aumente la presin sangunea y entorpezca la irrigacin de los rganos, lo que supone un problema puesto que, ya de por s incluso en condiciones normales, las arterias estn expuestas a una presin tan enorme que no dejan de agrietarse, por lo que necesitan reparacin.

    Vamos a tratar de visualizarlo: si usted se pinchara el antebrazo hasta llegar a perforarse la arteria hu-meral, la que lleva la sangre oxigenada por el brazo, el chorro que saldra podra llegar hasta el techo. As que tendra que apretar con todas sus fuerzas el agujero con el dedo para detener la hemorragia. Esto mismo pasara en las arterias femorales, que son las que irrigan las piernas.

    Y esto ocurre en condiciones de presin arterial normal, por lo que no sorprende que las arterias se deterioren con el paso del tiempo. Estn hechas de varias paredes gruesas y musculadas, ya que resistir una presin como la que soportan no es nada sencillo, sobre todo con un corazn que no deja de latir, y que lo hace alrededor de 100.000 veces al da.

    La presin arterial est en constante variacin

    Sin embargo, el chorro que saldra del brazo, si lo perforara, no sera estable como el de una manguera para regar, sino que aumentara y descendera cada vez que latiera el corazn.

    Cuando el corazn se contrae y bombea sangre, se eleva la presin en las arterias; cuando se relaja, la presin cae. Por eso al tomar la tensin siempre se dan dos cifras: la presin sistlica (ms alta, cuando el corazn bombea), y la presin diastlica (ms baja, cuando el corazn se relaja entre dos impulsos).

    En los resultados de cualquier anlisis que tenga a mano puede leer, por ejemplo, 120/80 mmHg, lo que quiere decir una presin sistlica de 120 milmetros de mercurio y una presin diastlica de 80 milmetros de mercurio (Hg es el smbolo qumico del mercurio).

    Por qu el mercurio? Porque la presin que ejerce el corazn durante la sstole en el interior de una arteria sera capaz de elevar a una altura de 120 mm una columna de mercurio de un milmetro cuadrado de base. Traducido a energa total esta fuerza generada por el corazn sera capaz con sus 100.000 latidos diarios de elevar un peso de 100 kg a 100 metros de altura. Toda esa presin es la que soportan las arterias, y ms an cuando existe hipertensin arterial.

    Pero esta presin diastlica/sistlica tampoco es estable, sino que vara a lo largo del da.

    En condiciones normales la presin sufre a lo largo del da dos picos y dos valles: un pico al desper-tar y levantarse de la cama, y otro pico a media tarde, poco antes de la puesta de sol; un valle que se

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    produce durante el sueo profundo sobre las 2-3 horas de la noche y otro valle durante la siesta. Por eso la hora en que se hace la medida de la presin arterial es tan importante como variable.

    La tensin tambin aumenta cuando nos ponemos nerviosos, as como cuando hacemos un esfuerzo fsico, pero tambin puede subir precisamente cuando va al mdico, mientras le mide la presin y se estresa porque teme que se ponga de maniiesto que padece hipertensin... Es lo que se llama hiper-tensin provocada por el efecto de la bata blanca. Por esta razn, habr que medir la presin varias veces y en diferentes momentos del da para conirmar el diagnstico de hipertensin arterial. Luego le explicar cmo.

    La presin arterial se considera elevada cuando se mantiene por encima de los 140/90 mmHg.

    En Espaa se calcula que hay 7 millones de hipertensos, de los que la mitad (50%) ignora que lo son. De los diagnosticados slo se trata la mitad (50%) y de ellos slo la mitad (50%) estn correctamente tratados. Es lo que se conoce como regla de las mitades.

    Los peligros de la hipertensin

    Una presin sangunea demasiado alta deteriora las arterias y los rganos que stas irrigan, como el corazn, los riones, el cerebro o los ojos.

    Por eso, es un factor importante de enfermedad coronaria, infarto de miocardio, accidente cerebro-vascular (AVC), insuiciencia cardaca, insuiciencia renal y de ceguera. El lujo sanguneo en esos territorios est muy comprometido, pudiendo desarrollarse fenmenos obstructivos (trombosis) o hemorragias por roturas de los vasos pequeos y medianos.

    Es la razn por la que demasiada presin en las arterias pone su vida en peligro.

    Adems, y antes de llegar a ese punto, la hipertensin puede provocar dolores de cabeza, as como malestar general.

    Por eso, si usted padece hipertensin, o alguien allegado a usted la padece, es importante que lea lo que viene a continuacin.

    Cmo tratar la hipertensin arterial

    Cuando tememos un accidente inminente debido a una tensin demasiado elevada (ms de 160 mm de mercurio), puede ser necesario tomar medicamentos de urgencia para que baje la presin, sobre todo si su mdico constata que los rganos ya empiezan a sufrir daos.

    Entonces hay que detener urgentemente el inminente riesgo de que se produzcan estragos. stos son los medicamentos que el mdico tiene a su disposicin:

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    Diurticos: se trata de medicamentos que aumentan la produccin de orina. Al orinar, se reduce la cantidad de agua y, por lo tanto, el volumen de sangre, lo que disminuye la pre-sin sangunea. Los diurticos tambin expulsan el sodio del cuerpo (que procede en su mayora de la sal de mesa), lo que es algo muy positivo puesto que el sodio retiene el agua. El problema es que los diurticos tambin eliminan el potasio y el magnesio, cuando estos minerales son bastante tiles, en particular el magnesio, que tiene la virtud de relajar los msculos de las arterias y, por lo tanto, disminuir la presin sangunea. Por lo tanto, abusar de los diurticos sin aadir al tratamiento diurtico suplementos de potasio o magnesio puede tener ni ms ni menos que el efecto contrario al que pretendemos.

    Betabloqueantes: se trata de medicamentos que bloquean el efecto de la adrenalina, que tambin tiene un efecto relajante sobre las arterias. Por desgracia, sus efectos indeseables son numerosos y pueden ser muy graves (edema agudo de pulmn, angina de pecho, pesadi-llas).

    Inhibidores del calcio: se trata de medicamentos que dilatan las arterias y hacen que dis-minuya la presin sangunea. Pueden provocar dolores de cabeza, edemas y son una causa importante de intoxicacin por medicamentos; hay que utilizarlos con la mayor prudencia posible.

    Inhibidores del enzima de conversin de la angiotensina (IECA) y antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA-2). En un porcentaje de ligero a moderado los IECAs pueden provocar tos crnica irritativa que slo se soluciona interrumpiendo el trata-miento. Los ARA-2, aunque en menor proporcin, tambin inducen tos seca. Algunos estu-dios lo han tratado de vincular con algunos tipos de tumores, aunque est an por veriicar.

    Medicamentos antihipertensivos como los alfa-bloqueantes o los inhibidores de la renina.Pero no hay que hacerse ilusiones respecto a que tomando medicamentos contra la hipertensin ya est resuelto el problema. Adems de todos sus efectos secundarios, los medicamentos contra la hiperten-sin no van a resolver el problema mdico subyacente. Al contrario, se corre el riesgo de agravarlo, puesto que los medicamentos contra la hipertensin actan alterndole el metabolismo.

    Salvo excepciones, la hipertensin no es la consecuencia de una enfermedad concreta, sino que est provocada por problemas en el modo de vida y, en particular, en la alimentacin. Esto quiere decir que tambin se puede corregir mediante la introduccin de cambios precisamente en el modo de vida y en la alimentacin.

    Pero atencin!: si usted est tomando medicamentos contra la hipertensin, no puede dejarlos de golpe sin saberlo su mdico.

    No se equivoque de objetivo

    En general, una persona que padece hipertensin va a tratar de rebajar la presin sangunea, lo que parece algo lgico y sencillo.

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    Pero cuidado: ms all de los sntomas (que en general slo se maniiestan cuando se alcanzan cifras muy elevadas, sobre las que entonces es obligado actuar con medicamentos, pues el riesgo es muy alto), el problema no es la propia cifra de la tensin. Quin podra decir que se est enfermo con 140 y que no se est con 130? El problema es el modo de vida, que es lo que provoca la mayora de las veces la hipertensin.

    No hay que olvidar que el objetivo no es rebajar tal o cual cifra, sino reducir de manera eicaz el riesgo de enfermedad, de complicaciones y de fallecimiento.

    Por lo tanto, la pregunta que deberamos plantearnos no es estoy reduciendo mi presin sangu-nea?, sino ms bien estoy reduciendo mi riesgo de complicaciones?.

    Hay quien me podra decir que es lo mismo. Pues no siempre! Por ejemplo, lo primero que le dirn si tiene la tensin alta es que debe reducir el consumo de sal. Pues bien, aunque debe hacerlo, tambin debe saber que no va a tener un efecto espectacular frente a su hipertensin (es decir, si deja la sal, no espere que mgicamente sus cifras de presin arterial pasen a ser normales). Pero sin embargo si usted es hipertenso debe dejar el consumo excesivo de sodio (sal de mesa), puesto si no lo hace, ello implicar al cabo de 10 aos cambios funcionales en los riones, que ya no la van a iltrar tan bien y, de este modo, el sodio va a permanecer en el cuerpo y la hipertensin se va a asentar.

    Para que se entienda mejor a lo que me reiero, tenga en cuenta que la lucha contra la hipertensin es un trabajo de fondo y a largo plazo. La hipertensin no va a desaparecer de la noche a la maana dejando de tomar sal. Ms bien, los investigadores han constatado que un fuerte aumento del consumo de sal implica una ligera alza de la presin sangunea, sin ms.

    Pero que ello no le desanime, pues dejar de abusar de la sal es algo que debe hacer de todas formas, pues sabemos que disminuir el consumo de sal va a reducir de manera eicaz su riesgo cardaco1. Por lo mismo, si usted fuma, dejar de hacerlo no har caer en picado la presin sangunea, pero dejar de fumar s va a disminuir enormemente el riesgo de accidente cardaco (adems de, por supuesto, disminuir el riesgo de cncer y de muchas otras enfermedades).

    Lo mismo ocurre con el alcohol: sin tener ningn efecto espectacular sobre la hipertensin, el riesgo cardaco va a disminuir consumiendo alcohol de manera moderada (entre uno y dos vasos de vino al da).

    El ejercicio fsico, imprescindible

    A estas alturas todo el mundo debera saber que el ejercicio fsico es el aliado imprescindible de la buena salud. Tambin lo es en el caso de la hipertensin, pues tiene un impacto beneicioso demos-trado sobre ella y sin efectos secundarios2.

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    Si a da de hoy usted no practica ningn tipo de ejercicio fsico, empiece por esfuerzos moderados, como caminar. Si sufre algn impedimento fsico para hacerlo, otros mtodos, como el yoga o los ejercicios respiratorios, pueden tener efectos muy signiicativos. Escoja una actividad fsica que se adapte al clima y a sus preferencias, poco costosa y que se pueda practicar durante todo el ao: piscina, gimnasia, bici, senderismo... Lo mnimo es practicar ejercicio 30 minutos al da y con la intensidad suiciente para llegar a sudar un poco. Sobre todo, vigile no daar los msculos ni los tendones, lo que acabara comprometiendo toda activi-dad fsica futura. Si al mnimo esfuerzo su tensin arterial se va por las nubes y le provoca incmodas palpitaciones (que aunque no lleguen a revestir en la mayora de los casos gravedad, pueden ser muy molestas), consulte con un kinesioterapeuta o un profesional de la rehabilitacin. Es importante hacer un poquito ms cada da, llegar un poco ms lejos, ir un poco ms rpido... El objetivo es hacer progresos fsicos, no slo moverse por moverse.

    Lo importante para obtener buenos resultados

    Todos los cambios pueden parecer una carga (hacer ejercicio, prescindir de la sal, cuidar la dieta) y quiz note que le falta fuerza de voluntad para ponerlos en marcha. Precisamente ah radica el xito de los medicamentos contra la hipertensin. Los mdicos saben que tienen una eicacia limitada y que tienen peligros a largo plazo; los pacientes se dan cuenta de que tienen efectos indeseables; los investigadores se percatan de que los cambios en el modo de vida son ms eicaces a largo plazo pero es mucho ms fcil tomar pastillas.

    Como parece que ya hay bastantes problemas y complicaciones en la vida diaria, lo que se pueda simpliicar a base de pastillas es toda una tentacin. Por esa razn, lo importante ante todo si queremos ser constantes es empezar por trabajar en uno mismo, para redeinir las prioridades y responder a la gran pregunta: cul es mi objetivo en la vida? Una vez obtengamos la respuesta a esta pregunta trascendental encontraremos la energa y la moti-vacin para emprender los cambios necesarios. Si se ija un objetivo claro y motivador, encontrar en usted mismo los recursos para adaptar su modo de vida y la alimentacin, lo que le librar de la hipertensin y le permitir encontrar una vida feliz y plena.

    Cmo tomarse en casa la tensin

    Ah! Y antes de despedirme, y como le anunciaba al principio, le voy a dar las pautas para que pueda tomarse la tensin en casa y saber si usted o alguien de su familia es hipertenso y no lo saba. Tam-bin le ser til si ya ha recibido el diagnstico de hipertensin para tener una medida real, para asegurarse de que no es un diagnstico errneo fruto del efecto de la bata blanca que comentbamos antes:

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    Tmese la tensin en casa tres das a la semana (dos veces media hora antes del desayuno y dos media hora antes de la cena con un intervalo de 5-10 minutos entre tomas). Debe hacerlo en un ambiente tranquilo, relajadamente y con la vejiga vaca. No debe estar estresado ni enfadado o se falsear la lectura, que saldr ms elevada de lo real.

    Lo ideal es no haber hecho ejercicio fsico ni consumido alcohol o caf ni haber fumado 30 minutos antes.

    Debe ponerse en la postura adecuada: sentado, con las piernas sin cruzar y con el brazo en el que se est tomando la tensin apoyado (por ejemplo, sobre una mesa).

    Debe utilizar un tensimetro iable.

    Fuentes

    1. What is the DASH eating plan?. The National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI). 2. Exercise: a drug-free approach to lowering high blood pressure. Mayo Clinic.

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