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A A TENCIÓN E E DUCATIVA DE LOS A A LUMNOS CON N N ECESIDADES E E DUCATIVAS E E SPECIALES D D ERIVADAS DE UNA D D EFICIENCIA A A UDITIVA C O N S E L L E R I A D E C U L T U R A , E D U C A C I Ó I C I È N C I A

d Auditiva

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ATENCIN EDUCATIVA DE LOSALUMNOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES DERIVADAS DE UNA DEFICIENCIA AUDITIVA

C O N S E L L E R I A D E C U L T U R A , E D U C A C I I C I N C I A

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Atencin educativa de los alumnosconnecesidades educativas especiales derivadas de una deficiencia auditiva

J. Antonio Ferrndez Mora

Antonio Villalba Prez

COLLECCI DOCUMENTS DE SUPORT N 6

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COPYRIGHT 1996: Conselleria de Cultura, Educaci i Cincia I.S.B.N.: 84-8499-688-3Depsito legal: V-4351-1996Imprime: GRAPHIC-3 S.A. Pintor Sorolla, 12 - P.I.: Ciudad Mudeco 46930 Quart de Poblet

Presentacin

Mediante la coleccin Documents de suport, la Conselleria de Cultura Educacin y Cien- cia se propone proporcionar al profesorado y a los distintos profesionales de la educacin ma- teriales de apoyo que sirvan para dar respuesta al amplio campo de demandas que exige la atencin de los alumnos con necesidades educativas especiales.

Dentro del marco conceptual de las publicaciones anteriores de la coleccin, el documento que se presenta aporta orientaciones, criterios y procedimientos de actuacin que faciliten a los centros y al profesorado responder adecuadamente a las necesidades especficas que mani- fiestan los alumnos y alumnas con dficits auditivos.

Esta publicacin es el resultado del trabajo intenso de profesionales con amplia experiencia en la educacin de alumnos hipoacsicos y con sordera profunda, y en l se proponen directri- ces de actuacin centradas en sus necesidades concretas y en el tipo de respuesta que preci- san.

Para determinar las necesidades educativas de los alumnos con prdidas auditivas, se proponen y detallan sistemas de comunicacin, ayudas tcnicas y otros medios que sirvan para poder determinarlas. Adems, se efecta un amplio y riguroso anlisis de las caractersticas de su desarrollo cognitivo, socioafectivo y del lenguaje y la comunicacin. Conviene resaltar que esta informacin debe considerarse fundamental para el profesorado que atiende a estos alum- nos.

Respecto a la organizacin de la respuesta educativa, el documento aporta orientaciones sobre diversas decisiones que es necesario contemplar en el proyecto educativo y en el pro- yecto curricular de los centros en que se escolarizan alumnos con dficits auditivos. Tambin se aportan criterios para adaptar la programacin general a sus caractersticas y necesidades concretas.

As pues, el documento recoge la informacin bsica que el profesorado y los distintos profesionales de apoyo deben disponer para organizar una enseanza capaz de ajustarse a las necesidades especficas que los alumnos y alumnas con dficits auditivos manifiestan.

Alejandro Baares Vzquez

5Director General de Ordenacin e Innovacin Educativa y Poltica Lingstica

Captulo 1

La prdida de audicin.Tipos de sordera y consecuencias que se derivanpara la educacin.

Introduccin

Para adentrarnos en el campo de las prdidas auditivas necesitamos conocer, al menos, la terminologa y las nociones fundamentales de dicha rea. Con esa finalidad se incluyen en este primer captulo los conceptos ms utilizados en audiologa y se analizan las caractersticas auditivas de las personas al tiempo que se detallan los diferentes tipos de hipoacusias o sorderas.

Ms adelante se explican las caractersticas y la utilidad de las pruebas diagnsticas que habitualmente se emplean para determinar la sensibilidad auditiva, enumerndose de forma prctica, al final del captulo, las repercusiones de los diferentes grados de prdidas auditivas, con sus implicaciones en la educacin.

1.1 Capacidad auditiva

La audicin puede ser definida como el proceso de descodificacin que realiza nues- tro organismo de las vibraciones que llegan al odo. Las vibraciones de los objetos no constituyen en s mismas el sonido, necesitan ser propagadas a travs de las molculas de los cuerpos slidos, lquidos o gaseosos. En el vaco, como es lgico, la ausencia de molculas imposibilita la transmisin y, por tanto, la existencia del sonido.

Se denomina frecuencia al nmero de veces que las vibraciones se repiten por unidad de tiempo. Se mide en ciclos/segundo, esta medida tambin recibe el nombre de Herzio (de forma abreviada c/s o Hz).

En lneas generales, se entiende que el rea de frecuencias perceptible por el odo humano oscila entre los 20 y los 20.000 ciclos por segundo. En concreto, podra afirmar- se que en el adulto no son audibles las frecuencias inferiores a 16 ciclos por segundo

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101(infrasonidos) ni las superiores a 16.000 ciclos por segundo (ultrasonidos). No ocurre lo mismo, sin embargo, en otras especies animales. Los perros, por ejemplo, pueden percibir frecuencias ms agudas que nosotros. Soplar un silbato para perros apenas tendr efecto para las personas y, en cambio, pondr en alerta a todos los perros de una finca.

En el otro extremo del espectro de frecuencias, y por debajo de los 10 ciclos por segundos (Hz) se encuentran los sonidos que se conocen como infrasonidos. Sonidos que nosotros no podemos escuchar pero que son claramente audibles para las palomas domsticas, por ejemplo. Lo ms sorprendente de los infrasonidos es su gran capacidad para viajar a grandes distancias. Las tormentas, los terremotos, las olas ocenicas y el viento que atraviesa las cordilleras montaosas producen infrasonidos que pueden viajar a cientos de kilmetros debido a que dichos sonidos slo son dbilmente atenuados por la atmsfera. As, es posible que una paloma en un vuelo pueda estar escuchando el ruido producido por una tormenta a cientos de kilmetros de distancia.

En cada frecuencia el hombre comienza a percibir el sonido a partir de cierta intensi- dad (umbral auditivo mnimo para dicha frecuencia), hasta otra intensidad mxima (um- bral de audibilidad mxima). A partir de este umbral de audibilidad mxima o umbral de sensacin (120 dB en adelante), la sensacin auditiva se hace molesta para terminar siendo dolorosa.

El conjunto de sonidos puros audibles delimita el campo auditivo normal o curva de Wegel. Las vibraciones que no estn comprendidas dentro de esta rea a causa de su frecuencia o de su intensidad, no pueden ser percibidas por el odo humano. (Figura 1).

El umbral diferencial para la intensidad con tonos puros es de cerca de 1 dB. El umbral diferencial de tono, es decir, la capacidad humana para distinguir ciclos por segundo (frecuencias) gira, generalmente, alrededor de los 2 ciclos por segundo. No obstante, en la zona muy prxima a los 1.000 ciclos por segundo pueden llegarse a detectar incluso variaciones ms pequeas, hasta de medio ciclo por segundo. El nmero total de tonos simples discriminables basndose en la frecuencia y en la intensidad es de, aproxima- damente, 340.000. Hay grandes diferencias individuales en la percepcin del tono. As es conocido que la sensibilidad del odo para el tono se deteriora con la edad. Los adultos no oyen ms all de los 16.000 ciclos por segundo y los de ms edad no perciben por encima de los 8.000 ciclos por segundo.

El odo humano es especialmente sensible a las ondas sonoras entre 1.000 y 4.000 ciclos por segundo. sta es la zona donde se encuentran mayoritariamente las frecuen- cias de la voz humana (palabra). Por encima y por debajo de estas frecuencias, el umbral auditivo mnimo o umbral de deteccin, sube gradualmente y se requiere ms intensidad. Ejemplo: para or un tono de 60 c/s se necesitan 60 dB y para or un tono de 16000 c/s se necesitan 50 dB.

El umbral de sensacin, umbral mximo, es ms elevado entre las frecuencias 500 a 1.000 c/s. Al alejarse de estas frecuencias la sensacin dolorosa, o lmite de lo audible, aparece antes, se necesita menos intensidad para llegar al umbral mximo. No obstante, el umbral de sensacin es ms estable, cambia menos en funcin de la frecuencia que el umbral mnimo. Es ms independiente de la frecuencia.

La curva del umbral mnimo y la del umbral mximo delimitan una zona ovalada llama- da curva de Wegel. Dentro de esta zona se dibuja un rea menor: zona de la palabra o zona de las frecuencias en las que se establece la conversacin. Es una zona privilegiada en la que el hombre posee una gran sensibilidad: diferencia los sonidos con pequeas variaciones de la frecuencia o de la intensidad. La zona de la conversacin se extiende aproximadamente entre las frecuencias 250 y 4.000 c/s. En cuanto a las intensidades, stas varan entre 30 y 70 dB. (Figura 1).

Hz1252505001.0002.0004.0008.00016.000

dB

140

130

120

110

100

90

80

70

60

50

40

30

20

10

0

Hz1252505001.0002.0004.0008.00016.000

Figura 1. La curva de Wegel con zona de la palabra remarcada y umbrales de audibilidad

La mayora de los sonidos del habla (70%) se hallan comprendidos entre las frecuen- cias de 500 y 2000 ciclos por segundo. De ah que la Organizacin Mundial de la Salud base sus clculos para el diagnstico de los deficientes auditivos en la media aritmtica de las prdidas auditivas en estas frecuencias (500, 1.000 y 2.000 c/s).

Los sonidos de la conversacin se producen de la forma siguiente:

Sonidos de la conversacin Ciclos por segundo (c/s)

15% 250-500 30% 500-1.000 40% 1.000-2.000 15% 2.000-4.000

Las frecuencias idneas (ptima) de algunas combinaciones de consonante y vocal (logotomas) son las siguientes:

LogotomasFrecuencias(c/s)

/si/ /s/4.800-9.600agudo

/i/3.200-6.400

/e/2.400-4.800

/ki/ /ki/1.600-9.600

/k/1.200-2.400

/d/1.200-2.400

/f/ 600-1.200

/a/600-1.200

/o/400-800

/rr/200-400

/mu/ /mu/150-300grave

La intensidad de la conversacin gira en torno a los siguientes valores:

Intensidad en decibelios (dB) Tipo de habla

20-30Cuchicheo

50-65 Conversacin normal 70-75 Voz intensa

A continuacin se muestran la intensidad de algunos otros sonidos:

Intensidad en decibelios (dB) Tipos de sonidos

130-140 Umbral doloroso

100 Sonido del metro

90 Camin pesado

50-65 Conversacin normal

20 Voz cuchicheada

0Umbral auditivo

1.2 Tipos de hipoacusia o sordera

En adelante, al hablar de hipoacusias o de sorderas nos vamos a referir a las deficien- cias auditivas bilaterales que comprometen a los dos odos. Las sorderas unilaterales (de un solo odo) permiten una audicin normal y no acarrean ningn trastorno del habla o del lenguaje. Pueden ocasionar, eso s, leves inconvenientes de tipo social, de orienta- cin y localizacin de la fuente sonora y motivar, incluso, alguna postura fsica concreta en la persona que la padece, pero en ningn caso llegan a ocasionar un trastorno del len- guaje o del habla que requiera intervencin logopdica.

Las prdidas auditivas, segn sea el lugar de la lesin se clasifican en:

Sordera de transmisin, sordera de conduccin o sordera obstructiva. La le- sin se sita en el odo externo o medio. Generalmente tienen tratamiento quirr- gico y ocasionan prdidas de audicin transitorias leves o moderadas. Aparecen como consecuencia de una obstruccin del conducto auditivo, de un tapn de cerumen, de una otitis, de una rotura de tmpano o de un problema mecnico en el funcionamiento de la cadena de huesecillos. Sordera neurosensorial o de percepcin. Son irreversibles y se producen como consecuencia de lesiones en el odo interno: las lesiones pueden encontrarse en el laberinto, en cuyo caso se acompaan de trastornos del equilibrio, en las fibras nerviosas que conducen el mensaje acstico (VII par craneal), o en lesiones de la cclea. Sordera mixta. Es una combinacin de las dos anteriores. Sordera central. Ocurre como consecuencia de una lesin en los mecanismos de recepcin y de integracin del mensaje auditivo debidos a una lesin cerebral. Generalmente, esta sordera se acompaa de otros sntomas dentro de un sndro- me neurolgico complejo.

1.3 Tcnicas diagnsticas

A continuacin mostraremos algunas los pruebas diagnsticas utilizadas para deter- minar la sensibilidad auditiva de las personas. Dichas pruebas pueden clasificarse en subjetivas u objetivas dependiendo de la colaboracin o no del sujeto. As en las pruebas de valoracin de tipo subjetivo podemos encontrar las siguientes:

1. La acumetra. Utiliza como estmulos diapasones de distintas frecuencias. Es til como despistaje inicial. Puede utilizarse en nios a partir de los 6 aos aproxi- madamente.2. Logoaudiometra. Consiste en el estudio audiomtrico que se realiza al utilizar como estmulos las palabras.

3. Audiometra convencional. La audiometra convencional se realiza mediante tonos puros (sonidos producidos por el audimetro y que son fcilmente analizables). Los sonidos del habla, sin embargo, son sonidos complejos (inclu- yen varias frecuencias). Aqu hay que buscar los umbrales mnimos de audicin en las frecuencias de referencia. Es una prueba subjetiva porque exige la colabora- cin del sujeto examinado. Es el sujeto explorado el que comunica al audilogo cuando percibe o deja de percibir el sonido. Esta prueba est, por tanto, sujeta a todas las dificultades que plantean los test que requieren colaboracin.Los resultados de la valoracin se registran grficamente en un audiograma. Este audiograma coincide con el grfico de Wegel al registrar las frecuencias en las abscisas y la intensidad en las ordenadas. Difiere de l al representar la intensidad en sentido descendente. Adems, en el audiograma clnico el eje del decibel 0 no representa el decibel 0 absoluto sino que tiene un valor relativo ya que representa el umbral auditivo mnimo de un sujeto normal en cada una de las frecuencias analizadas. Sobre el audiograma clnico se van sealando las prdidas auditivas en decibelios con relacin a su umbral normal. (Figura 2)

Hz1252505001.0002.0004.0008.00016.000

dB

0

10

20

30

40

50

60

70Zona

80de

90la

100paraula

110

120

Hz1252505001.0002.0004.0008.00016.000

Figura 2. Audiograma tonal con la zona de la palabra remarcada

En las abscisas se representa el campo frecuencial. El campo frecuencial se halla divido en octavas (sonido que tiene el doble nmero de vibraciones que su inmediato anterior). Los puntos frecuenciales que se toman como referencia de octava son: 1-2-4-8- 16-32-64-128-256-512-1.024-2.048-4.096-8.192-16.384-32.768. A efectos de uso prcti- co se utilizan las frecuencias de: 125-250-500-1.000-2.000-4.000-8.000. Algunos audiogramas, no todos, incluyen las frecuencias 3.000 y 6.000 c/s con unas indicaciones para acotar la zona de la palabra. La audimetra se practica a travs de dos vas: la conduccin area y la conduccin sea.

Conduccin area y conduccin sea.

En la conduccin area, o va area, se explora la audicin a travs de tonos puros que producidos por un audimetro llegan al odo a travs de auriculares. La seal penetra por el conducto auditivo externo, pone en movimiento la cadena de huesecillos del odo me- dio y estimula al odo interno. De aqu se enva la seal al cerebro. El sujeto examinado deber informar de su recepcin.

En la audiometra tonal por conduccin sea no existen auriculares. El sonido se transmite a travs de un vibrador apoyado en la mastoides. La vibracin aplicada al hueso estimula la cclea y, por tanto, al nervio auditivo. La informacin viaja de aqu al cerebro.

La exploracin auditiva por va sea presenta ciertas limitaciones: el mximo de inten- sidad que el audimetro puede proporcionar en la frecuencia de 125 c/s, por ejemplo, es de 20 decibelios y en 1000 c/s es de 60 decibelios. De ah que en el examen de sorderas graves se utilice menos la va sea.

En las personas con audicin normal (normo-oyentes) no existe diferencia entre la percepcin auditiva y sea cuando se proporciona la misma intensidad en el audimetro. Si se aprecia una prdida auditiva por va area cuando sigue siendo normal la percep- cin con conduccin sea, se tratara de un problema de odo externo o medio: hipoacusia de tipo conductivo. Si se aprecia prdida de audicin por ambas vas, area y sea, la lesin sera de odo interno: hipoacusia o sordera perceptiva o neurosensorial.

Por ltimo, si existe prdida en las dos vas y es mayor la prdida en la conduccin area, se tratara de una hipoacusia de carcter mixto: prdida auditiva de odo externo o medio y, adems, prdida perceptiva en el odo interno.

Signos utilizados en el audiograma

Para la va area se utilizan cotidianamente los siguientes signos:

0Punto de interferencia entre frecuencia e intensidad en el que el sujeto ha res- pondido positivamente en el odo derecho.XPunto de interferencia entre frecuencia e intensidad en el que el sujeto ha res- pondido positivamente en el odo izquierdo.Los distintos valores obtenidos se unen en forma de grfica mediante una lnea con- tinua: roja para el odo derecho y azul para el odo izquierdo.

Para la va sea se utiliza el corchete abierto a derecha () para representar respues- ta positiva en el odo izquierdo. Su representacin quedara de la siguiente forma:

Odo derecho Odo izquierdo

Va areaoooxxx

Va sea

Los valores se unen entre s con una lnea de trazos (vase la Figura 3).

Hz1252505001.0002.0004.0008.00016.000 dB01020