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N° 6 - Junio 2006

Daniel H Cabrera Hermetica y Hermeneutica Las Nuevas Tecnologias Como Imaginario Social

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Las tecnologías y el uso de las significaciones imaginarias sociales

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  • N 6 - Junio 2006

  • 7Hermtica y hermenutica. Lasnuevas tecnologas comoimaginario social

    Daniel H. Cabrera

    [email protected]

    Doctor en Comunicacin, D.E.A. en Filosofa, Magster en Sociosemitica; profesorde tiempo completo del Instituto de Filosofa de la Universidad Veracruzana deMxico; autor de "Lo tecnolgico y lo imaginario. Las nuevas tecnologas comocreencias y esperanzas colectivas", Editorial Biblos, Buenos Aires, 2006.

    Palabras claves: Imaginario Social, Nuevas tecnologas, Magia, Profetismo, Apocalptica.Imaginario Social, Nuevas tecnologas, Magia, Profetismo, Apocalptica.Imaginario Social, Nuevas tecnologas, Magia, Profetismo, Apocalptica.Imaginario Social, Nuevas tecnologas, Magia, Profetismo, Apocalptica.Imaginario Social, Nuevas tecnologas, Magia, Profetismo, Apocalptica.

    Key words: Social ImaginarySocial ImaginarySocial ImaginarySocial ImaginarySocial Imaginary, New T, New T, New T, New T, New Technologies, Magic, Prophetism, Apocalyptic.echnologies, Magic, Prophetism, Apocalyptic.echnologies, Magic, Prophetism, Apocalyptic.echnologies, Magic, Prophetism, Apocalyptic.echnologies, Magic, Prophetism, Apocalyptic.

    En este artculo se relacionan las nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin comoimaginario social. Se interpreta el funcionamiento significativo social de las nuevas tecnologas vislumbrandola antigua magia, el profetismo judo y la apocalptica judeocristiana como una de sus matrices imaginariasy simblicas.

    New information and communication technologies as social imaginary are related in this article.Social meaningful operation of new technologies is interpreted in the light of ancient magic, JewishProphetism and Judeo Christian Apocalyptic views as one of its imaginary and symbolic matrixes.

    LGETE. Estudios de Comunicacin y Sociedad. N 6Universidad Catlica de la Santsima Concepcin

    Escuela de Periodismo

  • 8Jacques Ellul

    Hermtica y hermenutica aparecen como las dos caras de lasactividades de interpretacin de las nuevas tecnologas de la comunicacin yla informacin como imaginarios sociales. La hermtica las emparienta con lamagia, la alquimia, la astrologa, el profetismo y la apocalptica. Este parentescosugiere que la hermtica constituye una matriz imaginaria desde el cualfuncionan y se hacen deseables para la sociedad actual.

    La matriz mgica de las nuevas tecnologasLa matriz mgica de las nuevas tecnologasLa matriz mgica de las nuevas tecnologasLa matriz mgica de las nuevas tecnologasLa matriz mgica de las nuevas tecnologas

    La comunicacin es el espacio clave del imaginario de la sociedadcontempornea y dentro de l las nuevas tecnologas de la informacin y lacomunicacin, constituyen un elemento simblico esencial. Llamo imaginariotecnocomunicacional a este conjunto de significaciones sociales formadasdespus de la Segunda Guerra Mundial y que aparece en la dcada de los90 del siglo pasado1.

    El imaginario tecnocomunicacional es el lugar en el cual y desde el cualse instituyen los sentidos de lo que debe ser pensado y pensable, deseadoy deseable, imaginado e imaginable. Por ello es necesario considerar elfuncionamiento de las significaciones imaginarias de las nuevas tecnologasporque en la novedad de los aparatos se encuentra el eco de lo mismo. Con

    Nuestra adoracin moderna de la tcnicaes una derivacin de la adoracin ancestral delhombre ante el carcter misterioso y maravillosode la obra de sus manos.

    1 Para una definicin de imaginario tecnocomunicacional ver Cabrera, Daniel H. La matriz imaginaria de lasnuevas tecnologas en Comunicacin y Sociedad, Vol. XII, Nmero 1, Revista de la Facultad de Comunicacin,Universidad de Navarra, Pamplona, Espaa, 2004. pp. 9-45. Sobre el concepto de imaginario social verCabrera, Daniel H. Lo tecnolgico y lo imaginario. Las nuevas tecnologas como creencias y esperanzascolectivas, Biblos, Buenos Aires, 2006, cap. 1 y 2. Sobre la definicin de nuevas tecnologas ver Cabrera,Daniel H. Las nuevas tecnologas como significaciones imaginarias, Revista de Comunicacin, Vol. I,Facultad de Comunicacin, Universidad de Piura, Per, 2003. pp. 6-24.

    Daniel H. Cabrera

  • 9Benjamin se puede decir que las nuevas tecnologas son lo nuevo siemprelo mismo2. Entre una temporalidad de la promesa, el anuncio y el advenimientoy, una institucionalizacin de la eficacia invisible de los aparatos que conducea la creencia en el sistema que lo sostiene, se juega una matriz imaginaria. Esdecir, un espacio donde el imaginario social instituye las condiciones deexistencia y representabilidad del sentido social instituido.

    Las nuevas tecnologas, la magia, la alquimia y la astrologaLas nuevas tecnologas, la magia, la alquimia y la astrologaLas nuevas tecnologas, la magia, la alquimia y la astrologaLas nuevas tecnologas, la magia, la alquimia y la astrologaLas nuevas tecnologas, la magia, la alquimia y la astrologa

    La relacin entre magia y tcnica es, ante todo, histrica. Ellul, siguiendoa Mauss, reconoce que la tcnica moderna tiene dos antecedentes: la tcnicamaterial y la tcnica mgica. En este sentido, la magia es una tcnica. Hay enella una relacin entre la frmula estricta y el ritual preciso con el resultadonecesario que determinar la fijeza de la tcnica. Por eso, para Ellul en eldominio espiritual la magia y la tcnica comparten los mismos caracteres. Elprimero, la mediacin, que en la magia se da entre las potencias y elhombre, y en la tcnica entre la materia y el hombre. Tambin compartenla tendencia a la eficacia, en la magia porque tiende a subordinar al hombreel poder de los dioses y a obtener un efecto determinado, y en la tcnica,porque el resultado lo es todo. Ambas tambin afirman el poder del hombre,en la magia, intentando subordinar los dioses al hombre y en la tcnica,porque sirve para someter a la naturaleza3 . Sin embargo, hay unaimportante diferencia:

    mientras que las tcnicas materiales funcionan relativamente separadase independientes unas de otras, las tcnicas mgicas son reunidasmuy pronto en un sistema en el que todo est ligado, donde tododepende de todo y, por consiguiente, no pueden tocarse ni modificarsenada sin alterar al conjunto de las creencias y las acciones4.

    Al poder elegirse entre varias tcnicas, las tcnicas materiales tienenms posibilidades de sobrevivir en el tiempo que las mgicas. Esto explicara,parcialmente, la supervivencia de la tcnica en detrimento de la magia. Lasrelaciones entre ambas son profundas, a juicio de Marcel Mauss,posiblemente no hay un slo fin que las artes y las industrias hayan intentado,

    2 Walter, Benjamin. Poesa y capitalismo. Iluminaciones II. Taurus, Madrid, 1998. p. 186.3 Ellul, Jaques. El siglo XX y la tcnica. Labor, Barcelona, 1960, p. 29.4 Ibid, p.30.

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    que no lo haya intentado tambin la magia. Encaminadas hacia un mismo fin,se asocian naturalmente y es constante su unin5.

    Como ha destacado Mumford6, la magia fue el puente que uni lafantasa con la tcnica. Para el autor, la imaginacin y la fantasa aportaronamplias posibilidades de realizacin, pero fueron las prcticas de la magiamedieval las que formaron los hbitos de sistematicidad y experimentacinnecesarios para el desarrollo de la tcnica moderna.

    La consideracin de la magia constituye un elemento fundamental parapensar sobre la tcnica. Ambas, aunque atribuidas a diferentes fuentes depoder y con distintas formas de evidencias, son acciones eficaces. La eficaciatcnica consiste en la solucin de necesidades sometida a los elementos delentorno; la magia constitua una verdadera actuacin de magos, brujos yadivinos con una eficacia autntica. Tcnica y magia son trabajos eficacesdel hombre: la tcnica produciendo resultados subordinados a los efectosinmediatos, la magia actuando conforme a un sistema de creencias.

    Ciencia y tcnica moderna, desde el punto de vista histrico, tuvieronsus antecedentes en la alquimia y la astrologa7. Ambas constituan un saberadquirido por la observacin y la experimentacin sistemtica. Y por extraoque pueda parecer, el acervo ideolgico de la alquimia constituye una parteimportante de la ciencia moderna8.

    Aunque popularizada como el intento de fabricacin de oro a travs dela piedra filosofal, la alquimia estaba en la bsqueda de algo ms trascendentey profundo:

    El aspecto fsico de la trasmutacin de los metales viles en oro no erams que la apoyatura de la propia transmutacin interior del Adepto oiniciado en la alquimia: el acceso de su alma a un estado superior deconocimiento y percepcin, su aproximacin a la sabidura divina, un

    5 Maus, Marcel. Sociologa y Antropologa. Tecnos, Madrid, 1991. p. 51.6 Mumford, Lewis. Tcnica y Civilizacin. Alianza, Madrid, 1998. p. 55.7 La astrologa y el saber alqumico tuvieron una amplia influencia entre los cientficos modernos, por ejemplo, en

    Issac Newton, Johannes Kepler, Gregor Mendel o Francis Bacon.8 Fischer, Ernst Peter. La otra cultura. Galaxia Gutemberg, Barcelona, 1993. p. 91.

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    ennoblecimiento esencial de su espritu que se operaba paralelamenteal de la materia que estaba manipulando en el crisol9.

    La alquimia era una ciencia y una filosofa que se transmita, oralmentey a travs de oscuros smbolos, desde los maestros a sus discpulos demayor confianza. Una de sus principales creencias era la unidad de lamateria de todo el universo. Un pantesmo convencido de la unidad esencialdel Ser: Todo lo que existe en el universo que nos rodea, tanto en el planofsico como en el psquico, no es sino el cambiante aspecto de una sustanciaoriginal y nica que podemos denominar Dios10 . Dios es la luz y perfecciny el hombre tiende a l por la purificacin de su alma: El oro es la luz, laperfeccin absoluta de la materia. Los metales tienden a la luz y a la perfeccinpor medio de sucesivas purificaciones. El hombre, representacin central delespritu divino, tiende a la purificacin de su alma con la apoyatura externade la purificacin de la materia11.

    El trabajo con los metales, manifestaciones impuras de la materia,empezaba con su reduccin a la materia prima buscando su tendencia a laperfeccin que es el oro. El alma puede ser tratada como una materiasusceptible de manipulacin a la manera como se hace con el contenido delcrisol: disolvindose, purificndose y cristalizndose de nuevo en un estadosuperior12. La trasmutacin alqumica no persegua tanto crear algo nuevocomo liberar algo existente. Los alquimistas buscaban perfeccionar lanaturaleza para liberarla13.

    El mismo principio rige la astrologa: Todo el universo es lo que indicala palabra, una unidad; y cualquier ley que se encuentre en funcionamientoen una parte del Universo debe ser igualmente operativa en el todo14. De loque se deriva un segundo principio: Por un estudio de los movimientos yposiciones relativas de los planetas, las operaciones de estas leyes puedenser observadas, medidas y determinadas15.

    9 Eslava Galn, Juan. Cinco tratados espaoles de alquimia. Tecnos, Madrid, 1987. p. 14.10 Ibid, p.34.11 Ibid, p. 35.12 Ibid, p. 36.13 Mientras que la ciencia moderna bajo la direccin de Bacon busca someter a la naturaleza para dominarla.14 Leo, Alan. Los signos del Zodaco. RBA, Madrid, 2003. p. 9.15 Ibid, ibdem.

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    La astrologa a travs de la observacin de los cielos y de loscuerpos celestes se propone como un modo de examinar el carcter ycomo medio para mejorarlo. Adems estudia los momentos ms propiciospara determinadas actividades como la realizacin de trabajos y la toma dedecisiones. Slo en ltimo lugar ofrece una posibilidad de averiguar

    a c o n t e c i m i e n t o sfuturos. Todo esto sehace a travs de unhorscopo:

    un diagrama o unmapa de los cielos paracualquier momentodado, en el sentido enque lo estamosutilizando, el momentodel nacimiento. Estemapa de los cielos enel momento delnacimiento, o de la

    natividad, constituye un mapa, por as decirlo, del viaje de la vida de lapersona nacida en ese momento, y, si se interpreta adecuadamente, estan indispensable para el viajero en esta tierra como las cartas denavegacin lo son para el hombre de mar que desea hacer un viajetranquilo y seguro 16.

    El carcter es el destino y su estudio se realiza a travs del estudio delos astros. Hacer un horscopo es, en cierto sentido, juzgar una natividad17.Por ello, en la antigua astrologa crean que...

    exista una afinidad entre las estrellas y las almas de los hombres; quela esencia etrea es Divina, que las almas de los hombres son tomadasde esta reserva, y que vuelven a ella despus de la muerte; y que lasalmas de las personas ms eminentes de la Humanidad se conviertenen estrellas (...) El alma es una chispa de la esencia estelar18.

    16 Alan, Frederick W. Qu es un horscopo? RBA, Madrid, 2003. p. 7.17 Ibid, pp. 7-11; y Leo, Alan. Los signos del Zodaco, op. cit., p.11.18 Leo, Alan. Los signos del Zodaco. Op. cit. p. 15.

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    Ciencia y tcnica moderna, desde el puntode vista histrico, tuvieron sus

    antecedentes en la alquimia y la astrologa.Ambas constituan un saber adquirido por

    la observacin y la experimentacinsistemtica. Y por extrao que pueda

    parecer, el acervo ideolgico de la alquimiaconstituye una parte importante de la

    ciencia moderna. (Peter Fischer)

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    En la astrologa se busca el sentido espiritual que hay en las estrellas,a diferencia de la actual astronoma que observa el espacio y persigue laformulacin de las leyes que rigen el universo. Los astrnomos quierencontar y los astrlogos narrar19. Por ello, la astrologa reconoce sus relacionescon la mitologa: la mitologa sera, en cierto modo, la madre de la astrologa20.

    La alquimia y la astrologa gravitan sobre la fe en un universohomocntrico en que la criatura humana es un microcosmos que refleja elorden de todo el universo, que, a su vez, es una proyeccin del hombre21.Como lo afirma el mtico fundador de la alquimia, Hermes Trismegisto, enTabla Esmeraldina del siglo II: aquello que est abajo es como lo que estarriba, y aquello que est arriba es como lo que est abajo, para cumplimientodel milagro de una sola cosa (...) El microcosmos se crea de este modo aimagen del macrocosmos22.

    Algunos de los principios alqumicos y astrolgicos han sidorevalorizados en la ciencia contempornea. El saber alqumico, por ejemplo,propone una realidad compuesta por cuatro elementos llamados fuego, tierra,agua y aire que son las formas concretas de la materia primigenia (primamateria). Y de all, la idea de liberar el oro que ya exista en la imperfeccinde los metales a travs de la transmutacin. Este modelo ha sido comparadocon el de la ciencia que explica el origen del universo a partir de unaexplosin original (Big Bang) y el surgimiento de una realidad nicacompuesta por cuatro cualidades: espacio, tiempo, energa y masa23 .

    Otro ejemplo es la interpretacin de la economa como un procesoalqumico. El camino para este anlisis comienza con la lectura del Fausto deGoethe como un drama alqumico. Fischer, siguiendo las tesis de HansChristoph Binswanger24 , comenta como...

    Goethe se da cuenta de que lo esencial para un alquimista no esconvertir el plomo en oro, sino transformar una sustancia sin valor

    19 Fischer, Ernst Peter. La otra cultura Op. cit p. 110.20 Halbronn, Jacques. Las claves de la Astrologa. Edaf, Madrid, 1981. p. 77 .21 Romanello, citado por Cardini, Franco. Magia, Brujera y supersticin en el Occidente medieval. Pennsula,

    Barcelona, 1982. p. 12.22 Ibid, p. 222. Siguiendo este principio alqumico, Newton relacion las leyes que regan abajo, en la manzana,

    con las leyes que regan arriba, en los movimientos de la luna (Fischer, op. cit., p 99).23 Fischer, Ernst Peter. La otra cultura. Op. cit. pp. 106-108.24 Binswanger, Hans Christoph Money and Magic: A Critique of the Modern Economy in the Light of Goethes

    Faust. University of Chicago Press, 1987. Ver adems Sanchez Capdequ, Celso. Las mscaras deldinero. Antrhopos, Barcelona, 2004, pp. 279-287.

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    como el papel en algo tan valioso como el dinero. En otras palabras, losintentos de fabricar oro artificial no se abandonaron por resultarinfructuosos, sino porque el laborioso trabajo en laboratorios apestososdej de ser necesario despus de que se lograsen crear riqueza conmucho ms xito por otra va25.

    La sociedad a travs de la economa instituye -transmuta- el papelcomo valor y fuente de riqueza. Desde entonces el bienestar de la sociedadno se debe slo al trabajo, sino a plusvalas que no pueden ser explicadaspor el trabajo. La interpretacin alqumica de la economa concuerda con lainterpretacin que he realizado del marketing como centro ideolgico delimaginario contemporneo26.

    El estudio de la imaginario de la astrologa constituye un valioso aporteal estudio del funcionamiento de las significaciones y el sentido. Las ideas delos signos del zodaco como espacios y no como cuerpos, el imperativo deconocer la totalidad, la centralidad del sol en el sistema de interpretacin, lalgica de la semejanza como forma de conocimiento de lo aparentementedistinto y distante, las distinciones entre triplicidades (actividad, poder, sabidura,o, cuerpo, espritu, alma, o, cardinales, fijos, mudables) o entre naturalezascomo manifestaciones materiales o cuatricidades (fuego, tierra, aire y agua),la riqueza de su simbolismo, etc; cada una de estas ideas representa unaimportante aproximacin a una metafrica con la que puede dilucidarse elfuncionamiento del sentido y las significaciones de una manera profundamentecreativa.

    El ejercicio de interpretacin realizado desde lo imaginario y en relacincon la semitica parte de postulados que concuerdan con los de la hermticade la magia, la alquimia y la astrologa. Lo imaginario supone un infinito eindefinido ontolgico que se expresa en la idea de una metamorfosis continua.El hermetismo busca una verdad que no conoce, y posee slo libros. Porello imagina, o espera, que cada libro contenga un destello de la verdad, yque todos los destellos se confirmen entre s27. La visin sincrtica de lahermtica es contraria a la lgica racional que est en la base de la matemtica,la lgica, la ciencia, la tcnica y, por lo tanto, rige el modo de funcionamientode la industria de las nuevas tecnologas y sus productos neotecnolgicos.Sin embargo, la interpretacin de las significaciones imaginarias de las nuevas

    25 Fischer, Ernst Peter. La otra cultura. Op. cit, p. 94.26 Cabrera, Daniel H. Lo tecnolgico y lo imaginario. Op. cit, cap. 5.27 Eco, Umberto. Los lmites de la interpretacin. Lumen, Barcelona, 1992. p. 52.

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    tecnologas desde lo imaginario implica el reconocimiento de un funcionamientosocial que no responde a la lgica de la produccin industrial racional28. Elespacio de la circulacin y consumo de las nuevas tecnologas es posiblegracias a lo imaginario hermtico: ambigedades, metforas, polivalencias,coincidencias de contrarios, remisiones al secreto, etc. Entrar en las nuevastecnologas como significaciones imaginarias lleva a postular la posibilidadde descubrir nuevos nexos y relaciones que dibujan el mundo de lasrepresentaciones, afectos y deseos de la sociedad actual. Se plantea as unasemiosis ilimitada (Peirce, Vern, Eco) que no es una deriva absoluta(posestructuralista o posmoderna29 ). Siempre hay una contextualidad quelimita el universo discursivo y una cierta descripcin, aunque la interpretacinno agote las potencialidades infinitas del objeto30.

    En La Nueva Ciudad de Dios, Alonso y Arzoz sostienen que el saberhermtico es el corazn de la cibercultura y el cibermundo engendrado porlas nuevas tecnologas. Para ellos las nuevas tecnologas en su conjunto yespecialmente las cibertecnologas han hecho posible en este siglo, al menosa un cierto nivel hipottico, el real cumplimiento de los mitos hermticos31.Siguiendo a los historiadores de la ciencia, y en una opinin similar a laexpresada por Ellul, piensan que los cientficos, provenientes de la tradicinhermtica, despreciaron por ineficaz la prctica de la magia, sustituyndolapor la experimentacin de la tcnica, pero conservaron sus mitos religiosos,tal y como mantiene Francis Bacon... en su propuesta de una nueva ciencia32.

    De manera que la ciencia y la tecnologa del siglo XX son herederascifradas del antiguo hermetismo judeo-cristiano: En este sentido, la cienciamoderna ha utilizado la tecnologa... para reproducir artificialmente los mitoshermticos ms importantes que demuestren la eficacia de sus promesasreligiosas33. Por lo que sostienen, como lo hace tambin David Noble, quela tecnologa es una nueva forma de religin34.

    28 Aunque se pueda interpretar, como lo hace la sociologa del conocimiento, que en los propios aparatos y en suslgicas productivas se inscribe lo imaginario. Ver Bloor, David. Conocimiento e imaginario social. Gedisa,Barcelona, 1998; Lizcano, Emmanuel. Imaginario colectivo y creacin matemtica. Gedisa, Barcelona, 1993.

    29 Eco, Umberto. Los lmites de la interpretacin. Op. cit. pp. 49-64.30 Ibid, pp. 357-370.31 Alonso, Andoni; Arzoz, Iaki. La Nueva Ciudad de Dios. Un juego cibercultural sobre el tecno-hermetismo.

    Siruela, Madrid, 2002. p. 70.32 Ibid, p. 68.33 Ibid, p. 71.34 Ibid, p. 73 Ver adems Noble, David F. La religin de la tecnologa. La divinizacin de la sociedad. Fondo de

    Cultura Econmica y Paids, Buenos Aires, 1999.

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    El hermetismo del aparato neotecnolgicoEl hermetismo del aparato neotecnolgicoEl hermetismo del aparato neotecnolgicoEl hermetismo del aparato neotecnolgicoEl hermetismo del aparato neotecnolgico

    Relacionado con lo anterior quisiera destacar otro aspecto fundamental:Constituye un hecho que la existencia del hombre contemporneo estllena de actividades en las que solamente se requiere utilizar el objeto sincomprender para nada su porqu, su estructura interna35 . Este hecho hacede las tecnociencias, en general, y de las nuevas tecnologas en particular,una obra humana ms admirable. Hasta la aparicin de las tcnicas elctricas,las mecnicas mostraban la eficacia fsica de sus acciones, a travs de lafijeza de sus remaches y tornillos y del movimiento de sus palancas y

    engranajes. Laefectividad fsica de suobra dejaba ver algode su potencial, aun elms ignorante veamovimientos deempuje, acoples,traccin, etc. Lacoordinacin de losgestos corporales delos maquinistas ymecnicos y elmovimiento de las

    mquinas hacan visibles las relaciones causa-efecto de la eficacia tcnica.Los productos de la accin eran homogneos a los medios empleados.

    En las tcnicas elctricas, como en la magia, la relacin entre las accionesy los resultados es, como afirma Mauss, sui generis. La eficacia aparece ensus efectos, en el objetivo logrado. Se presentan como fruto de un conjuntode operaciones literalmente invisibles y lgicas de abstraccin impracticable.Por otra parte, su eficacia y efectividad invitan a digitar -los botones, el mandoa distancia, el panel de control- y descansar. Porque sus efectos no necesitande la visin ni del entendimiento, estimulan a aflojar la actitud de observaciny pensamiento sobre ellos. Se convierten en autnticos medios quedesaparecen del umbral de la preocupacin y la mirada o vigilancia paraaparecer en el espacio de la ocupacin y la admiracin. El cuidado, en susdos sentidos de preocupacin y asistencia, de las tecnologas sigue elimperativo de cada vez ms fcil o como se escribi hace casi dos siglos, al

    En la astrologa se busca el sentidoespiritual que hay en las estrellas, a

    diferencia de la actual astronoma queobserva el espacio y persigue la

    formulacin de las leyes que rigen eluniverso. Los astrnomos quieren contar

    y los astrlogos narrar.( Peter Fischer)

    35 Queralt, Ramn. tica, tecnologa y valores en la sociedad global. El caballo de Troya al revs. Tecnos,Madrid, 1993. p.38.

    Daniel H. Cabrera

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    usuario slo se le exigen las operaciones ms sencillas, ms montonas yde ms fcil aprendizaje36. Tambin es cierto que la monotona de uso esdistinta en loselectrodomsticos y losaparatos deentretenimiento.

    Las nuevastecnologas presentanuna eficacia que, parael usuario, implican lapercepcin de unaincomprensin de susmecanismos. Lametfora se convierte,entonces, en la nicamanera de salvar esta distancia y el problema de la homogeneidad entreaccin y resultado queda reservado al mbito de la creencia tecnolgica. Eneste sentido, las tcnicas actuales siguen conservando la distancia mgicaentre el mago, trabajador sistemtico en la oscuridad, y el creyente beneficiariode los lumnicos resultados de sus acciones rituales mgicas.

    La creencia tecnolgica en los aparatos ocupa un lugar especial, yaque cubre la brecha, cada vez ms profunda, entre la complejidad del saberde la produccin tecnolgica y la simplicidad del saber de uso y consumo.Entre la complejidad de los saberes productivos y la simplificacin de lossaberes de uso, slo es posible el puente de la confianza y la colonizacin dela imaginacin. La eficacia invisible de las nuevas tecnologas la convierte enmagia y, a sus aparatos, en maravillas dignas de admiracin. Un ejemplo enla informtica es la interface grfica, que ha jugado un papel fundamentalen la aceptacin masiva del ordenador personal37. Tambin en la informticay, desde el punto de vista editorial, existe lo que se puede llamar un esfuerzopedaggico generalizado que se muestra en la cantidad de guas prcticassobre diferentes usos de distintos programas de software (adems desecciones de revistas de informtica y de inters general, folletos, librossobre direcciones y dominios de Internet, etc.). En la comunicacin abundael imperativo: hay que facilitar y guiar al visitante, al cibernauta, al profesional,al usuario, a las empresas.

    El ejercicio de interpretacin realizadodesde lo imaginario y en relacin con la

    semitica, parte de postulados queconcuerdan con los de la hermtica de la

    magia, la alquimia y la astrologa. Loimaginario supone un infinito e indefinidoontolgico que se expresa en la idea de

    una metamorfosis continua.

    36 Marx, Karl; Engels, F. Manifiesto Comunista. Akal, Madrid, 2001. p. 30.37 Negroponte, Nicholas. Ser Digital. Atlntida, Buenos Aires, 1995. pp. 106-107.

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    La matriz proftica-apocalptica de las nuevas tecnologasLa matriz proftica-apocalptica de las nuevas tecnologasLa matriz proftica-apocalptica de las nuevas tecnologasLa matriz proftica-apocalptica de las nuevas tecnologasLa matriz proftica-apocalptica de las nuevas tecnologas

    En relacin con la magia queda an otra dimensin por explorar: elantiguo profetismo. El discurso proftico judeocristiano tiene sus antecedentesen la adivinacin y la magia en tanto prcticas muy extendidas en granparte de los pueblos antiguos38. La adivinacin era muy comn en laantigedad y utilizaban para sus fines la observacin de los astros, elmovimiento de las aves o los rboles y el sacrificio de animales. Tambin serecurra a la oniromancia, la necromancia y los orculos. En este sentido, laadivinacin era saber sobre el desarrollo del futuro (a modo de certeza yprediccin) solicitado por el o los interesados al adivino. ste consultaba a ladivinidad por diversos medios y obtena una respuesta, favorable o no, alque la solicitaba. Conocido el destino se intentaba hacer algo para cambiar lasuerte o aprovecharla. All intervena la magia como una manera de realizaracciones eficaces para cambiar o reforzar lo que sucedera de acuerdo conlos pronsticos.

    Adivinacin y magia son dos de los aspectos que se relacionan en elprofetismo judo. Es cierto que el judasmo tuvo tambin una importanciadecisiva para el capitalismo racional moderno, en cuanto leg al cristianismosu hostilidad hacia la magia. La relevancia de las grandes profecasracionales fue la de impregnar la vida con el racionalismo (...) Las profecashan roto el encanto mgico del mundo creando el fundamento para nuestraciencia moderna, para la tcnica y el capitalismo39. El Antiguo Testamentoataca expresamente a la magia:

    A la hechicera no la dejars con vida (xodo 22,17).

    El hombre o la mujer que haya espritu de nigromante o adivino,morir sin remedio: los lapidarn. Caer su sangre sobre ellos (Levtico20,27).

    No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por elfuego, que practique adivinacin, astrologa, hechicera o magia, ningnencantador ni consultor de espectros o adivinos, ni evocador demuertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominacinpara Yahv tu Dios (Deuteronomio 18, 10-12).

    38 Sicr, Jos Luis. Profetismo en Israel. Verbo Divino, Estella, 1996, pp. 25-65; Mauss, op. cit., pp. 45152.39 Weber, Max. Historia Econmica General. Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1956. pp. 295-309.

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    Sin embargo, el profetismo, a pesar de su decisiva actitud contraria,guarda una cierta relacin con la magia y la adivinacin:

    Aunque el milagro del profeta sea, tipolgicamente, bastante parecidoa los prodigios de los magos (pinsese en el enfrentamiento entreMoiss y los sacerdotes del faran), se trata de algo que sigue siendosigno de la voluntad del Dios omnipotente que -a diferencia de losdioses de los gentiles- puede, ciertamente, ser implorado, pero noobligado por ninguna fuerza humana40.

    En la fe del pueblo de Israel haba una manera de distinguir al autnticoprofeta de Dios: el que pudiera demostrar con acciones milagrosas que elverdadero Dios estaba con l. Este tipo de demostracin servir tambin enel Nuevo Testamento para mostrar el envo de parte de Dios. Los milagrosde Cristo en los evangelios son acciones que certifican la autenticidad de supersona como Mesas verdadero.

    Tanto profeca como adivinacin presentan un saber sobre el futuro.Sin embargo, la diferencia consiste en que el profeta habla en nombre deDios, mientras que la adivinacin es obra del adivino realizada por la consultarecibida. Frente a la mentalidad mgica que pretende someter las fuerzassuperiores o el fatal curso de los acontecimientos a los programas humanos,la mentalidad judeo-cristiana se somete a la voluntad de Dios cuyos designiosson inescrutables. En la mentalidad mgica toda manifestacin de los diosesdebe ser creda por el pueblo para prevenir o cambiar a travs de accionespertinentes. Es cierto que el destino, en el sentido griego, se realiza an encontra de la voluntad del hombre, la tragedia lo sabe. Pero en la tradicinjudeocristiana Dios siempre brinda una oportunidad de cambio. Desde lacreacin, l mismo se inhibe frente a la libertad otorgada al hombre. Asmuchas de las intervenciones de los profetas tienen la misin de corregir laconducta del pueblo elegido, a fin de no ser objeto del castigo divino. Cuandolas conductas no se reconducen, el castigo divino se hace realidad. Lapresencia del castigo confirma la existencia de Dios, la culpa del pueblo y lanecesidad de volver hacia el verdadero camino. Siempre hay un espaciode libertad y la fe-confianza en Dios permiten a los justos tener esperanza.

    Magia, adivinacin y su prohibicin judeocristiana convivieron durantesiglos, pero aqu no interesa la historia de esta relacin41. S interesa pensar

    40 Cardini, Franco. Magia, Brujera y supersticin en el Occidente medieval. Op. cit., p. 15.41 Para conocer su evolucin entre los siglos V y XV puede consultarse Cardini, op. cit.

    Hermtica y hermenutica. Las nuevas tecnologas como imaginario social

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    los cambios del imaginario de la temporalidad del futuro, entendidos comotransformacin de la idea de progreso, en relacin con el estudio de lasvariaciones experimentadas en el relato escatolgico apocalpticojudeocristiano42. Las transformaciones del gnero apocalptico servirn demetafrica para la comprensin de las transformaciones actuales.

    La apocalptica es un fenmeno escatolgico que presenta una visinde la historia como totalidad de significado y sentido. El apocalptico sabe cules el final de la Historia y, desde ella, interpreta su desarrollo. El final estarmarcado por el triunfo de Dios sobre el mal y esta certeza justifica que lastribulaciones del presente puedan ser soportadas por la espera y laesperanza.

    La apocalptica (fundamentalmente entre los siglos II a.C. hasta el IIId.C.) es una visin de la historia como tiempo de salvacin. La revelacindivina tiene lugar en la historia del pueblo elegido, los designios divinos sehacen visibles en la historia de los hombres. Slo en la historia, abordada yvivida como sentido, y no fuera de ella, es posible la salvacin. En segundolugar, es una esperanza que tiene como sujeto al pueblo elegido comototalidad, no son los individuos -en calidad de tales- los que esperan, sino elpueblo como totalidad creyente. Y en tercer lugar, el apocalptico consideraque el acontecimiento salvador final est prximo, que ocurrir durante lavida del creyente o, en todo caso, dentro de la prxima generacin.

    El esquema temporal de la apocalptica es del tipo:

    Ahora entonces

    Ahora experimentamos sufrimiento, pero entonces veremos lasalvacin. La temporalidad es vivida como espera, como tensin hacia. Esteesquema sufri transformaciones en el contexto del pensamiento escatolgicojudeocristiano despus del primer siglo de la era cristiana, adquiriendoconnotaciones espaciales ms cercanas al helenismo. Se trataba entoncesde un esquema espacial escatolgico del tipo

    ms ac ms all

    42 Schmithals, W. La apocalptica. Introduccin e Interpretacin. Ega, Bilbao, 1994; Le Goff, Jacques. El ordende la memoria, El tiempo como imaginario. Paids, Madrid, 1991. pp 46-86.

    Daniel H. Cabrera

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    Aqu tenemos injusticias y dolor, en el ms all todo ser felicidad. Porotra parte, si el primer esquema tena como sujeto de la espera al puebloelegido y elacontecimiento finalestaba prximo, en elsegundo momentoescatolgico sealado,la espera se centrabaen el individuo cuyasalvacin comenzabacon la propia muerte yse realizabaplenamente al fin delos tiempos. Estaconviccin acenta laidea de un almaindividual e inmortal yla fe en la resurreccinde los muertos.Cuando el transcursodel tiempo mostr queel acontecimiento final no sucedera pronto, llev a la creencia de un horizontefuturo lejano e incierto.

    Estas transformaciones implicaban un cambio en la comprensin delsentido efectivo de la historia y del futuro que cabe esperar. Esta es, enlneas generales, la conviccin que acompaa a toda la Edad Media43 yque toma forma nueva con la idea de progreso. Como dice Habermas, elconcepto de progreso no slo sirvi para mundanizar las esperanzasescatolgicas y para abrir un horizonte utpico de expectativas, sino tambinpara, con ayuda de construcciones de la historia, volver a obturar el futurocomo fuente de desasosiego44 .

    Desde estos cambios es posible pensar las transformaciones deloptimismo temporal como imaginario de la idea moderna de progreso, atravs de las nuevas tecnologas como significaciones imaginarias sociales.

    En la actualidad, la espera (en el sentido deaguardar) se realiza -parcialmente- en laaccin de la posesin y uso del objeto

    neotecnolgico. Todo esperar se despejaen la aparicin del artefacto y, con l, la

    salvacin se realiza en el aqu y ahoradel consumo. Si desde la fe en el progresola espera justificaba el sacrificio personal o

    generacional, desde los objetosneotecnolgicos la espera culmina en el

    consumo inmediato y compulsivo de moday novedad permanente.

    43 Le Goff. Op. cit., pp. 60-75.44 Habermas, Jurgen. El discurso filosfico de la modernidad. Taurus, Madrid, 1989. p. 24.

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    En la creencia del progreso, como en la apocalptica, surge un cambio haciauna individualizacin del sujeto de la espera y de los afectos que laacompaan. De la idea moderna de progreso, cuyo sujeto era una abstractahumanidad, se ha llegado al contemporneo individuo consumidor, pasandopor las generaciones familiares.

    En la actualidad, la espera (en el sentido de aguardar) se realiza -parcialmente- en la accin de la posesin y uso del objeto neotecnolgico.Todo esperar se despeja en la aparicin del artefacto y, con l, la salvacinse realiza en el aqu y ahora del consumo. Si desde la fe en el progreso laespera justificaba el sacrificio personal o generacional, desde los objetosneotecnolgicos la espera culmina en el consumo inmediato y compulsivo demoda y novedad permanente.

    El futuro se hace presente en el consumo, termina la espera y sealimenta la esperanza. Y, entre espera y esperanza, se reinicia el ciclo haciala novedad: de modelo, prestacin o simplemente de color. Y as mientras lahistoria progresa y avanza lineal y rpidamente en los nuevos aparatos,creando una nueva sociedad, la vida cotidiana del neotecnoconsumidor seconvierte en un ciclo de esperas y esperanzas, de objetos tcnicos posedosy otros prometidos. Ciclos de pertenencias y de carencias, satisfaccin ypromesa. As, la espera no comporta el sacrificio del esfuerzo presente por elmaana de felicidad, sino el consumo de lo venido por la tensin expectantede lo que vendr.

    En la actualidad, el progreso sigue hablando de futuro, pero no unfuturo abierto sino inmediato. Y la vida cotidiana es sealada como espera-expectante para un maana inmediato de consumo. Linealidad positiva delfuturo de la historia y circularidad del futuro de la vida cotidiana que degustala realidad de la esperanza. As, el objeto neotecnolgico aparece como elresultado de una promesa que se cumple y, con ello, el propio objeto seconvierte en garanta de la prxima promesa y de la autoridad delprometedor. Ya no es necesaria una fe ciega, el artefacto neotecnolgico estall para ser visto y as credo. En el discurso de las nuevas tecnologas,literalmente, hay que ver para creer: ver los objetos tecnolgicos paracreer en la tecnologa como totalidad social.

    Estas significaciones imaginarias entraan una doble promesa. Laexplcita, que se refiere a los aparatos posibles en un tiempo determinado; yla implcita, referida a las nuevas tecnologas. La promesa explcita es laimagen de la promesa implcita y sta abre el espacio de representabilidad yfuncionamiento para que los aparatos sean posibles socialmente.

    Daniel H. Cabrera

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    La promesa estimula la imaginacin y da forma a la espera, la esperanzay el optimismo pero, sobre todo, constituye una regla de funcionamiento yuna condicin de posibilidad que hace que las nuevas tecnologasaparezcan como representables y pensables y con ello, posibles socialmente.En este sentido, no considero a la apocalptica como un antecedente histrico,sino como una matriz antropolgica imaginaria de las nuevas tecnologas.Esta matriz permite pensar las significaciones imaginarias de las nuevastecnologas como condiciones de existencia social de los aparatostecnolgicos.

    Las nuevas tecnologas y el imaginario socialLas nuevas tecnologas y el imaginario socialLas nuevas tecnologas y el imaginario socialLas nuevas tecnologas y el imaginario socialLas nuevas tecnologas y el imaginario social

    Las nuevas tecnologas son posibles y funcionan en el marco de lasmatrices imaginarias mgica y proftica-apocalptica. De esta manera entiendolo imaginario como la condicin de posibilidad y funcionamiento de lassignificaciones sociales, en tanto constituyen la fuente de las reglas ycondicionamientos con las que las significaciones de las nuevas tecnologasson establecidas y circulan en la sociedad instituyndola como un versecomo45, un imaginarse o pensarse como46. En este sentido, la sociedadactual parece verse a s misma como sociedad de la informacin.

    El verse como precede a todo ver esto o aquello, es decir, al veridentitario, a todo nuevo e incipiente principio de realidad, del mismo modoque la intencin prerreflexiva precede a las representaciones colectivas yclasificaciones sociales (Durkheim) en las que se pergea la foto fija que lasociedad tiene de s misma47.

    El fundamento en lo imaginario implica que la dimensin funcional slopuede ser en el horizonte de la posibilidad y de la indeterminacin48.Desde este horizonte se instituyen las significaciones imaginarias que elanalista encuentra ante s. En el caso de las nuevas tecnologas lo magmticoy lo fontal conducen a lo mismo, de la magia, la alquimia, la astrologa y laapocalptica, no por ser sus antecedentes histricos, que lo son, sino porqueconstituyen fenmenos de creencia materializados por institucin social.

    45 Ricoeur, Paul. La metfora viva. Cristiandad, Madrid, 1980. pp. 288 y 343.46 Anderson, Benedict. Comunidades Imaginadas. Fondo de Cultura Econmica, 2005. pp. 23-24.47 Snchez Capdequi, Celso. Imaginacin y Sociedad: una hermenutica creativa de la cultura. Tecnos-UPNA,

    Madrid, 1999. p. 153.48 Ibid, p. 154.

    Hermtica y hermenutica. Las nuevas tecnologas como imaginario social

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    En primer lugar la eficacia que en la antigedad garantizaba la veracidadde la adivinacin o los milagros como intervencin de Dios a favor delverdadero profeta, en el profetismo judo el verdadero Mesas est en losevangelios. Hoy, la eficacia del aparato neotecnolgico para resolversituaciones concretas muestra la verdad y el poder de la tecnociencia comosistema social. Las nuevas tecnologas, consideradas como imaginario, sonun fenmeno de creencia que funcionan porque se confa y se cree en ellas.Las representaciones, los afectos y los deseos que le dan armona constituyenel trabajo histrico-social que los modela desde lo mismo magmtico fontal.Para seguir con la metfora astronmica de la conjuncin, las significacionesimaginarias son la aparicin, desde el punto de vista de la sociedad encuestin, de una alineacin entre sus significaciones y smbolos con losncleos imaginarios ahistricos. Esta alineacin es trabajo de lo imaginarioque obra a travs del ser humano y la sociedad.

    Se puede entonces reinterpretar la etimologa de persona, lo queresuena detrs de la mscara, diciendo que lo que se escucha a travs delos individuos y la sociedad es la voz de lo imaginario. Una voz que enrelacin con las nuevas tecnologas habla de las representaciones queprovocan expectativas y anhelos, miedos y esperanzas, acciones einhibiciones, que no pueden ser explicadas como un simple producto de unaestrategia de difusin de tecnologas. El marketing neotecnolgico muestra ladimensin ideolgica de las significaciones imaginarias pero no agota, nimucho menos, la meloda que atraviesa las significaciones. Por ello, la nicamanera de no confundir lo factible con lo deseable y el rumbo con el destino(Mumford) es liberar las significaciones instituidas de su pura funcionalidadpara remitirlo al magma donde toda accin, que merezca el nombre de tal,encuentra su fuente. Porque la accin no puede ser confundida con laactividad instrumental de medios y fines.

    La accin tiene en s la marca de la indeterminacin: El acto mspequeo en las circunstancias ms limitadas lleva la simiente de la mismailimitacin, ya que un acto, y a veces una palabra, basta para cambiarcualquier constelacin49. Por ello, Arendt habla de la triple frustracin de laaccin: no poder predecir su resultado, la irrevocabilidad del proceso y elcarcter annimo de sus autores50. La accin es la capacidad para comenzar

    49 Arendt, Hannah. La condicin humana. Paids, Barcelona, 1996. p. 214.50 Ibid, p. 241.

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    nuevos y espontneos procesos que el actor nunca est seguro de conduciry por lo cual, el sentido de la accin es una reconstruccin a posteriori. Losseres humanos...

    tienen plena conciencia de que quien acta nunca sabe del todo loque hace, que siempre se hace culpable de las consecuencias quejams intent o pronostic, que por muy desastrosas e inesperadasque sean las consecuencias de su acto no pueden deshacerlo, que elproceso que inicia nunca se consuma inequvocamente en un solo actoo acontecimiento, y que su significado jams se revela al agente, sino ala posterior mirada del historiador que no acta51.

    El ser humano es instrumento a travs del cual resuena la meloda delo ilimitado y lo indeterminado. La voz de lo imaginario se escucha en lassignificaciones establecidas pero no se agota en ellas.

    Las nuevas tecnologas, en tanto, obra de lo imaginario, pueden sercomprendidas a travs del camino sealado por la interpretacin desde lamatriz antropolgica imaginaria que relaciona el hacer eficaz de la magia conel decir adivinatorio del profeta. En la encrucijada del presente de la accin,y del futuro pronunciado en la adivinacin, se encuentra el beneficiarioagradecido y el esperanzado creyente. Cuando la eficacia inmediata de losaparatos neotecnolgicos aparece como incuestionable52, la espera en laspromesas entraa una esperanza garantizada. Espera y esperanza seconfunden en torno a los aparatos tcnicos y la espera del aparato prometidoposibilita la esperanza en la tecnosociedad que lo genera. Si lo que sepromete es el aparato, lo que se genera es la tecnologa como hecho socialtotal. El discurso se refiere al artefacto, sus sentidos, a la sociedad.

    El funcionamiento imaginario de las nuevas tecnologas no podra sercomprendido adecuadamente sin la consideracin de la matriz mgica yescatolgica que las hacen posibles. Entre la eficacia experimentada y la

    51 Ibid, p 253.52 Otra consideracin merecera la evaluacin de la eficacia global-social de las tecnociencias. Slo un ejemplo, los

    satlites de los nuevos telfonos mviles sembrarn las rbitas de chatarra espacial segn un informe de laSubcomisin de Asuntos Cientficos y Tcnicos de la ONU (El Pas, 27 de febrero de 1999 p. 25. Ese ao haba8500 objetos de ms de 10 cm.). Tambin la Unin Astronmica Internacional ha realizado sus advertenciassobre el progresivo aislamiento de la tierra del resto del Universo (El Pas, 17 de julio de 1999).

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    promesa anunciada se desarrollan las significaciones imaginarias sociales,relacionadas con las nuevas tecnologas como reglas de funcionamiento ycondiciones de posibilidad. As, se ponen en juego dos niveles designificaciones imaginarias: la eficacia experimentada personalmente (nivelde los individuos) y las promesas anunciadas socialmente (nivel de lasociedad). Dadas estas significaciones y matrices, las nuevas tecnologasson lo que son para la sociedad.