De La Peña, José. Matemáticas Para Hermeneutas

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  • 7/24/2019 De La Pea, Jos. Matemticas Para Hermeneutas.

    1/6

    temtic s p r h rm n ut s

    JOS

    N TON O E L

    P

    y as sucedi Rab1

    smahel

    ben Elisa con sus discPUlos

    que estudiaron el

    libro Yesirah

    equivocaron

    losmovimiemos

    y caminaron hacia

    atrs

    y

    acabaron

    hundindose ellos mismos

    en l

    tierra hasta

    el

    ombligo por

    l

    fuerza

    l s

    letras

    PseudoSaadya,

    Comentario al Sfer Yesirah

    T

    ngo la impresin de que un ciudadanomedioconcier

    to nivelde instruccinno tendrningnproblemaen

    reconocer que

    la

    ciencia ha desempeado un papel

    central en el desarrollo del mundoy

    la

    culturamodernos. In

    terrogado acerca de algunas aportaciones importantesde

    la

    ciencia, noscitaralgunasaplicaciones tecnolgicasde sta,

    tal

    vez

    el telfono,

    la

    televisin o los satlites espaciales. Si

    insistimos

    en

    preguntar acerca de

    las

    ideas detrs de estos

    avances, tal

    vez

    obtengamos un par de nombres: Newton,

    Einstein alguien

    ms?),

    pero lo ms probable

    es

    que nues

    tro ciudadanomedio

    sea

    incapaz de citar un soloconcepto

    cientfico correctamente.

    Esta pobrezade cultura cientficade

    la

    sociedad

    2

    tiene

    una serie de consecuencias graves. Por un lado,

    los

    cient

    ficos son ignorados

    en la

    toma de decisiones relevantes,

    de

    maneraque

    sus

    conocimientosdifcilmenteencuentran

    vas

    de aplicacin

    tiles

    para la

    sociedad;

    asimismo,

    siempre

    hallan

    obstculos paraque

    su trabajo seaapoyadoyreconocido en

    La idea

    de escribiresteartculo

    surgi

    dUrdnte discusiones

    con

    Nelia

    Tello.

    Agradezco

    sus

    comentarios yaportes bibliogrficos, as como

    los

    de

    Linda

    Manzanilla.

    I Citado

    por

    Umberto Eco en El pndulo e

    Foucault

    En

    tal sentido

    puede verse el

    artculo

    de

    Ricardo

    Tapia en el nmero

    546-54

    7 1996)

    de

    la revista Universidad

    de

    Mxico

    su

    justo

    valor.

    Porotro

    lado, lo

    seudocientfic ycharlata

    nes encuentran

    un

    campo

    propicio

    para exponer

    e imponer)

    sus ideas yprcticas. Vivimos en una sociedadque n con

    ce principios fundamentales de la f ica yno ha odo

    acerca

    de

    biotecnologa, pero

    en

    cambioconoce intrincada

    ideas

    astrolgicas, ha visto en televisinoperacionesquirrgicas

    sin instrumental y

    recibe

    crdulamente lo reportes de la po

    lica que

    utiliza

    videntes en

    su

    inve tigacione .

    A pesar de e ta pobreza general, en ao reciente al

    gunos temas actuales de fsica ymatemtica han ganado

    terreno yhan hecho uentrada en mbito culturale

    ms

    amplios.

    Se habla de mecnicacuntica yde teoradel ca

    en una gran cantidad

    de

    escritos

    de

    divulgacin cientfica

    y hasta en notas period ticas.

    En

    muchas di ciplinas,

    al

    gunos de estos

    concepto obtienen u carta

    de

    naturaliza

    cin:

    se

    estudia

    el caos, la

    teora

    de t s t r o ~

    ,la tennodi

    nmicay la teora

    de

    la relatividad,

    las apli

    aci n

    de tas

    ideas

    en biologa, p iquiatrfa ysociologa, y u p

    fund

    implicaciones

    en hi toria y

    i

    fa. Tal t nd ocia

    veri

    ficaentodoelmundoy,por upu to,Mxic o ha id aj

    a ella.

    Desgraciadamente, n iempre la m oci oada

    apli

    caciooe e estudian con el cuidad d bid para mpreo

    derlas. obra decir que parte de la divulg i o que o

    objeto e uperficial yen ocasi oe c nfusa yerr oea.

    io

    embarg ,hay uo pr blema

    may

    r ym rtur

    el

    los intelectuale y-porllamarl de algun

    m oer ci

    n

    tficos profe

    i nale

    qu

    gu

    tan de t

    mar

    Ilcnguaj yI

    qu

    ello creen que entienden

    de las id

    as

    i

    ymatemti

    para forjar

    su

    propias

    teorfa

    y apl

    ica

    n ud iem-

    ficas.

    En

    e

    te vasto

    grupod intelectual u o nmuch

    37

  • 7/24/2019 De La Pea, Jos. Matemticas Para Hermeneutas.

    2/6

    UNIVERSI E Mx O

    de los humanistas que se llamana smismos posmodemos

    y hermeneutas

    ,3

    pero tambin

    se

    encuentranalgunos con

    una formacin cientfica

    ms

    slida.

    Por razones diversas, top con varios escritos herme

    nuticos en fechas recientes. As

    le

    conmuchsimoplacer

    la traduccin del artculo

    de

    Steven Weinberg, La toma

    dura de pelo de Alan Sokal

    Vuelta

    nm. 238).

    El

    autor

    refiere la publicacin, en

    1994,

    en

    la

    revista

    Social

    Text de

    un trabajodondeSokal

    repasaba

    algunos temasdeactualidad

    de fsica y matemticas y sus implicaciones sociales, filo-

    sficas ypolticas.

    El

    punto importante es queSokal revel

    al poco tiempo que su artculo haba sido condimentado

    abundantemente conabsurdos , en

    los

    cuales por supuesto

    l no crea, pero que

    se

    publicaron porque sonaban bien y

    dabanporsu lado a los prejuicios ideolgicos de sus edito

    res . Para sustentar

    sus

    absurdos, Sokal citaba a influyentes

    intelectuales (Derrida, Aronowitz, Latoury otros) ydejaba

    -implcitamente- claro que stos no comprendenen lo

    ms mnimo la teora de la relatividado la mecnica cun

    tica yque

    sus

    aplicacionesfilosficas carecende sentido.

    En suartculo,Weinbergcomplementael efectoproducido

    por Sokal al agregar otras ancdotas ydiscutir las reaccio

    nes que produjo

    el

    artculo de Social Text.

    Motivado por el excelente texto de Weinberg, decid

    escribir estas notas pordos razones. En primer

    lugar,

    hay una

    seriedeconceptosmatemticosquehan alcanzadogranpo

    pularidad entre los intelectuales hermeneutas a

    los

    que

    nos hemos referido. Como los artculos

    de

    SokalyWeinberg

    abundan principalmente en ejemplos

    fsicos,

    creo

    de

    inters

    referimosun pocoaalgunas de las absurdas aplicaciones de

    ideas matemticas. En segundo lugar, este tipo

    de

    seudo

    ciencia

    se

    difunde cada

    vez

    ms en

    los pases

    de hablahispana

    --en

    particular

    Mxico-,

    donde noslo se investiga en

    estos temas, sino que

    se

    comienza a ensear al respecto.

    Enalgn debateconcolegas matemticos,

    se

    extemaba

    laopinin deque artculosdonde

    se

    utilizaran o menciona

    ran ideas matemticaseranpositivos para

    la

    cienciaque cul

    tivamos, sinAue importara

    si los

    autores

    las

    comprendan

    y las expo'ancorrectamenteono. No puedoestardeacuer

    docon semejantepuntode vista por

    dos

    razones. En primer

    lugar, las ideas malcomprendidasypeor expresadas dan una

    idea falsa de lo que son

    las

    matemticas. En ningn caso

    ayudarn a alguien a un posterior acercami.ento serio a las

    3 Respecto de la hermenurica ,

    no

    puedo dejar de citar la ancdota

    referida porWeinberg:

    U n

    amigomo,fsico, dijo una vez que, ante lamuer

    te, extraera algn consuelo al pensar que nunca ms tendrfa que volver a

    buscar

    la

    palabra 'hermenutica' en

    el

    diccionario.

    ideas matemticas correctas. Por otra parte

    y

    ello e aun

    ms

    importante-,

    estas ideas errneas

    se

    enseanycada

    vez

    sern ms

    los

    que hagan un empleo

    ah

    urdo de nociones

    mal comprendidas.

    De

    nudos c tstrofes y otr s

    calamU:lades

    Unade

    las

    disciplinasque

    ms

    influencia

    ha

    rcniJoen

    el

    pre-

    sente siglo en

    la

    cultura popular e , in duda,

    el

    picoanlisis.

    A partir de los aoscincuenta ,prineipalmenre por obra

    de Jacques Lacan,

    las

    matemtica hacen su aparicin en

    el

    psicoanlisis.

    Varios son

    los

    temas de

    ma rcm

    rica'a lo que

    Lacan encuentra aplicaciones: la topologacn la teorhdel go-

    ce

    sexual, lateoradeconjunrosen l tcnraJe ignifi 'mt l

    teorade nudos en su famosa explicaein

    dd

    fune ionamiento

    de la mente humana (pormedio de

    los

    l llos borromeo ).5

    Como ejemplo, citamos su expli acin del

    re

    s 'xu 1;6

    En

    este espacio del goce, tomar

    tllg

    O h l l l ~ l . (I:rrado, un

    lugar,

    y

    hablar de ello es una topolo.:a ... i ] l I ~ n01l pc:rmite

    afirmat

    el

    desarrollo

    m, s

    reci 'nrl: dI: la Illpolll.:a A >(lmar

    aqu el trmino de

    comracidaJ

    ... Qu 11111 11 ala 1n1luJde

    mostrable de los espacio

    abierto

    capaces dc r uhrlr

    1

    pacio obtuso, cerrado para la ocasi n, del

    gl

    .

    'xuill e

    los dichos espacios pueden ser tomados uno por un Vil

    que se trata del otro lado. pongmoslo en femenin una

    por una. Esprecisamente esto loque sucedeen el

    raC1

    goce sexual, que por eH re ulta er comp too El r

    xu

    do

    de esas mujeres no-todas

    no

    pastI

    ro r

    el uerpo. ino

    lo que se desprende de una exigencia

    I

    gic;\

    en la

    pal bra.

    4

    Vase por ejemplo el libro de J Forrester. Sedllcciones del ps

    s so Freud.1.Acany

    Denida

    FondocleCultura Econmica, M i ,1995. Es

    interesante que,

    en

    el ndice analftico, la palabrn

    macemcicas

    ,

    e

    en

    seguida demasturbaci6n;

    la

    primera se cita en al menos nueve pgin ,mien

    tras

    lasegunda sloen cinco-repito, estam hablancl d un \lb d psi

    coanlisis.

    5A principiosdel aopasado,en elMuseoclel hopo.en Mxico,

    hubo

    una exposicin de dibujos de nudos maremti os realizados por

    r n ~ o i s e

    Chabaud, discpulode Lacan. La publicidad de

    la

    muestra, c mo\le al

    peridicos,sostenaqueChabaud resolvi problemasen t

    na

    de nudosque

    habandesafiadoa matemticospor largo tiempo.Una vi

    irn a

    la

    e hibi i n

    nos dej dos impresiones:

    la

    mejor parte del trabajo plstico de h b ud

    (nudos tridimensionales)

    no

    lleg a Mxico

    y

    los problemas matemric

    que supuestamente resolvi ese artista

    son

    insignificantes -

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    UNIVERSID D

    DE Mx O

    En

    ,la lgica la coherencia

    inscri

    ta en

    el

    hechode

    que

    existe el

    Lenguaje

    yque est

    fuera

    de I cuerpos que agita, en

    suma,

    el

    Otroque e encama,

    si

    se

    me

    permite la expresin,

    como ser sexuado, exige ste una por una.

    genios

    sugieredesastre

    y

    efectivamente, puede aplicarse a autnti

    cascatstrofescomoun terremotoo la cada de la bolsa, pero

    tambin trata fenmenos ms sutiles como el movimiento

    de la tierra y el pasode la vigilia al sueo. Su creador,Ren

    Thom

    dellHES

    de Francia, era

    un

    matemticopurocuando

    concibi los primeros rasgos de la misma

    en

    1972. Desde

    entonces, sus alcances pareceran ilimitados, puesen todos

    los mbitos de la ciencia

    se han

    registrado las ms variadas

    aplicaciones de la teora.

    Sin

    embargo, lamayorade

    las

    rea

    lizadas

    en

    sociologa, psicologayeconoma

    -entre

    otrasdis

    ciplinas--, muchasde ellaspropuestasporel propioThom y

    elmatemtico inglsZeeman, dejanmuchoquedesear. Exa

    minemos el siguiente ejemplo tpico:10

    Consideremos la personalidad creativa -digamos de

    un

    cientfico-

    comodefinida por tres parmetros, que lla

    maremos tcnica entusiasmo y

    logros

    Claramente, estos pa

    rmetros son

    interdependientes. De hecho

    graficando

    en

    un

    espacio de

    tres dimensiones

    con

    coordenadas

    T, E L seobtie

    ne

    una superficie

    como

    en

    la figu

    ra

    1.

    Dibujemos

    tambin la proyec

    cinde lasuperfi

    cie en el plano

    T,

    E .

    El teorema de

    Whitney

    indica

    iguro

    que, para una su

    perficie

    en

    posi

    cin general , las singularidades de la proyeccin o s

    puntos

    donde

    la

    pendiente

    de la curva cambia abrupta

    mente-

    son de uno de dos tipos: pliegues o cspides. Se

    afinna que,

    en

    el caso estudiado, una cspide describe ade

    cuadamenteel fenmeno. Enefecto, veamoscmode acuer

    do con estas hiptesis varan los logros del cientfico respecto

    a su tcnica y su entusiasmo. Si

    el

    entusiasmo es poco, en

    tonces los logros aumentanmontona y lentamente

    con

    su

    tcnica. Sin embargo,

    si

    el entusiasmo es bastante grande,

    entonces un fenmeno cualitativamente diferente ocurre.

    Eneste caso los logros pueden incrementarse con un brin

    co conforme la tcnica aumenta. sta es la zona marcada

    10

    Tomadode

    V.

    Amold, S. Gusein-Zade

    y A.

    Varchenko, SinguIariries

    Differenriable Maps

    Birkhauser,

    1985.

    trata qud decirque la

    r u da

    lo

    por matemti-

    ind bid y uperficial

    Rn c n lu i nes ab urda.

    n i qu ,impre ionada por

    xacta ,difciles, verda-

    nder por afinnaciones in

    u mej rmaneradedejar

    de I ideas matemticas

    N

    tr u

    id

    c

    d

    Ms all de lo ibl problemas de traduccin, me

    parecequ el prrafoanteri raligual que la mayor parte

    del eminari

    Lacan-

    e incomprensible. Para el lector

    que no pa

    lo

    qu un aciocompacto, tal vez le parezca

    tranquilizad r que tam Lacan lo entenda. Probable-

    mente

    n n ce itab comprenderlo y u explicacin

    no

    pretenda Jem trarqu aciodel goce exual es com

    pacto, ino 6 jugar n la id a.

    De

    graciadamente, a lo

    larg del

    U Jr 20

    del Seminario Lacan dedica a examinar

    m t m ticas como

    la

    de nmero,

    7 En la pgll1:1 61

    del

    c.imdo Ubro

    20 n infonna

    de la

    timidez

    y

    equivoca in

    del

    IrJtado

    de

    teorfade conjunrosde Bourbaki: las letras

    no

    de ignan conJuntll:J,I, letras

    son

    conjunros .

    En la

    pgina 126

    se

    nos infor

    ma

    que hasta hoy

    dfa

    (1972), no exi te una formalizacin matemtica

    de

    la teorfa

    de

    I

    nu

    8 Vf=,e

    el

    artf

    uJo

    de Wemberg y

    la

    nota

    13

    paraotros ejemplos y

    re

    ferencias.

    9

    oestam< de

    acuerdocon la primera parte

    de

    la siguiente afinnacin

    de

    Edgar Monn

    TIerra-PtUTia Kai

    ,1993,

    p.

    192), pero

    sf

    con

    la

    respues-

    ta

    a su pregunta:

    Los

    clentlfi niegan a 1 nocientfncos la aptitud, el dere-

    cho,la capacidad

    de

    pensar ubrimienr

    y

    lIS

    teonas.

    i

    Pero

    paraquin

    escribieron

    y

    escriben,

    pu

    ,Einstein, Heisenberg,

    Bohr

    Manad

    ... ?

    Han

    re

    dactado librospara I n ciennc porqueconsideran que sus ideaspodan

    ser comprendidas por 1 ciudadan : ciertamenre

    la

    competencia tcnica

    omatemtica t

    fuera

    del alcancedel hombrede bien , pero

    las

    ideas pue

    densercomunicadas

    y

    discutidas en el lenguaje comn.

    9

  • 7/24/2019 De La Pea, Jos. Matemticas Para Hermeneutas.

    4/6

    UNIVERSI Mx O

    Figura

    en

    la

    grfica porla palabragenios Porotro lado, un incremen

    to en el entusiasmo sin el correspondiente incremento

    en

    la tcnica nos lleva

    al

    rea marcada por la palabra

    maniti-

    cos Obsrvese que, por la naturaleza de la superficie, para

    un entusiasmosuficientementealto, tanto los genioscomo

    los

    maniticos pueden llegar a tener

    la

    misma tcnica con

    lo

    gros muy

    diferentes.

    Sobre estoAmold nos dice: los defectos de estemode

    lo

    sondemasiado

    obvios

    para serdiscutidosenmayordetalle.

    Pero algo

    hay

    quedecir, porqueelejemplo anteriormanifies

    ta un defectodemasiadofrecuente.

    Un

    modelomatemtico

    deun fenmenodebe explicaralgo

    de

    esteltimo; debe per

    mitir predecirlo que vaa suceder en condiciones diferentes

    de

    los casos

    conocidos. Porejemplo, unmodelomatemti

    code la cada de los cuerpos cercade

    la

    tierrapermite saber

    cunto

    tiempo tardar

    unapiedra

    en llegar al

    suelo

    si la

    tiro

    des

    de cien metros de altura, sin necesidad de ir a tirar la piedra

    ycronometrarel tiempo decada. Por otra parte,

    la

    descrip

    cin

    de una similitud cualitativa entre un fenmeno yel

    comportamiento de una funcin matemtica no es una apli

    cacin

    de

    lasmatemticas.

    l l

    Encontraremos repetidamen

    te este problema en

    las

    lneas que siguen.

    rrump

    el caos

    En

    1963,

    unmeteorlogodel InstitutoTecnolgicode

    Mas

    sachussetts, EduardLorenz, estudi unsistemadeecuacio

    nes que describe

    elcomportamien

    to de flujos de ai

    re. En la figura 2

    vemosunagrfica

    de las trayectorias

    del sistema cono

    cido como

    atractar

    Lorenz

    Este sistema

    posea ciertas ca

    ractersticas inte

    resantes: al pasar

    Cuando escriba este artculo

    top

    con

    la

    siguienre simptica) apli

    cacin

    del

    principio

    de

    incertidumbre

    de

    Heisenberg:

    las

    personas no actan

    de la

    misma manera cuando se saben observadas

    O.

    Dehesa, peridico

    Re-

    farma 12

    de febrero de 1997). La nica diferencia que encuenrro enrre tal

    aplicacindel principio de Heisenberg

    y algunas

    otras

    sugeridas

    porherme

    neutas es que estos ltimos parecen tomarse en serio a

    s

    mismos.

    la trayectoria de una partculapor

    la

    zona centralde la figura

    pueden suceder cosas

    muy

    diferentes.

    La

    trayecroria puede

    repetir un ciclo casi igual al que e vena dand o realizar

    unrepentinogiroy alejarse paragirar alr ded rde otrocen

    tro. Pronto

    se

    descubri que much fenm n

    de

    la natu

    raleza tienen un comportamiento imilar.

    La

    consideracin

    de estos hechos tanto tericamente como conel u in

    tensivo de

    computadoras Ilev

    a definir

    lo

    llamado

    sis-

    temas caticos y la teora fractales En 197S, Mand Ibrot

    realiz la importanteobservacinde que I fenmen na

    turales son

    en su

    gran mayora ca tic . u lib La

    geome-

    tra

    fractal la naturaleza ha influ id demuch

    rmas

    en

    el pensamiento cientficode I ltim 2

    La teora del caos estudia

    f

    n m n r gi r I y

    matemticas perfectamente d finid ,qu

    tas

    caractersticase peciale .En t . ntid

    examinadosporlateorfad Ic

    nd

    t rmini

    nadas, pero difcile de pred ir

    raciones en

    los

    parmetro d I fun i n

    qu

    meno pueden producir grand lt ra i n

    tomados por

    las

    funci nes--.

    iau

    del caos ha resultadomuy atra a

    ra 1

    demos yhermeneuta

    H

    a uf un par

    n

    para:

    n

    pun-

    t rr nal , tambin

    Buda).13

    Este prrafo tiene muchas de

    las

    caract r tica tfpicas

    de

    los

    escritos propios de hermeneuta : la part mat mti-

    12 Respecto a artculos diversos de divulgacin acerca del

    aplicaciones en varias disciplinas, vase

    la

    Revista Unil-midad

    de

    nmero 540, enero

    de 1996.

    J Jess Ibez, El

    centro

    del

    caos ,

    rchipilago

    nm.

    13,

    igl

    XXI,

    1993, pp.

    14-26.

    Recomendamos esta

    revi

    fa para ver

    otros

    ejempl

    de

    aplicacin

    y

    discusin filosfica acerca de la teona del ca i t I

    artculos se pueden leer como una divertida?) comedia de enredos.

    4 0

  • 7/24/2019 De La Pea, Jos. Matemticas Para Hermeneutas.

    5/6

    UNIVERSI DE Mx O

    El

    prrafo anterior est tomado de la presentacin de

    una revista de reciente aparicin

    en

    Mxico. Aparte de los

    erroresnominales (se refiereal matemticoGeorgCantor?),

    cronolgicos

    Cantor

    muri en

    9 8

    y la teora de fractales

    fue concebida medio siglo despus) y conceptuales (extra

    a

    medida?), nospreguntamosporsu significado. Qu hacen

    la geometra y

    el

    lgebra

    en

    medio del fuego, la realidad y

    el simulacro del siglo

    xx?

    Creemos

    que no

    hacennada, sino

    dar la apariencia de profundidad yvalidez a las desordenadas

    (caticas?) ideas del autor.

    Desgraciadamente, la aparicin en Mxico de una re-

    vistade filiacinhermenuticano es un hecho aislado.Cada

    vez son ms los pensadores y cientficos de estas tenden

    cias.

    Con

    ellos llegan las sorprendentes aplicaciones de las

    ideas matemticas:

    ca

    est constituida de afirmad n uperficial que biense

    puedenleerencualqui rlib dedi u19ac inacercadel tema.

    A estas verdad matemticas 1 combina libremente

    con frases ti YCItasd

    fil

    humanistas paraobte

    nerel coctel' herm nutico . Pero, cul puede ser

    la

    validez

    de las

    d

    usi

    n mar mti

    un

    autor que renglones

    ms adelante afirma ult la corresponden-

    ri de1 nm

    r

    I y1

    punt

    de

    la rec-

    ntor

    intent encajar . I e tallaron en

    la

    oy Inm ro ? n iIlamentetonto: los

    nme r pum la r ra corresponden biun-

    vocam t omo b. n ual tudiame de edu-

    cacin m dia ti nor. P n rrame

    on

    la

    di para d

    on

    lu i n

    libera

    e t pun

    ,y

    hablade

    l. di.st n ia entre I bje-

    ir a la

    bre

    r inberg.

    Cualquier asociacin es

    no

    lineal para la interpretacin del

    contexto.Muchosfactores (en e sujeto yen el objeto) estn

    pre entes en las razones por las cuales e observador traza y

    igue una trayectoria de asociacin de los materiales, entre

    todas la posibles.

    Porelloentre e planode laobservacinyde la interpre

    tacin existe una autosimilitud.

    Como

    dira Varela, nos en

    contramos

    anteun

    fractal que reproduceexactamente loque

    yo

    hago oo Lo mismopuede decirse de la interpretacin de los

    datos provenientes de otros investigadores. Lo nico que se

    logra es amplificar e fractal existente entre la observacin

    descripcin-interpretacin.

    5

    El cao

    /le

    a M . o

    Qu qu

    ad

    I igl xx?

    Cabda

    reO

    xi n r

    en

    la leg

    da

    que Georg Kantor

    extrajo d 1misteri metrfa

    de

    la in ertidumbre, los

    fractal , id qu rige I lfmitesde orden y

    define el territ ri de lo m nderable: El orden es al azar

    loquee lg braal fu :el imulacroy

    la

    realidad. El siglo

    xx

    fueun i lode lge rad V re fu o.EI imulacrofue

    u realidad, y la realidad un et mo imulacro.

    14

    4Revista Fmcral. nm.

    1996. p. 14. Edi[lldaen

    Mxico

    por I Semo.

    La

    conclusi n

    de

    dicha pr n[lld n n

    inf.

    rma:

    Fracral

    debe

    su

    nombre

    a la geometrfa con la que Benoit Mandelbror quiso encontrar

    un

    lenguaje

    que

    convirtiese al munooen

    una

    hiptesisabierrn,

    guiada por el

    misterio

    que

    requiere toda capacidad

    de asombro

    que se respeta mnimamente: 'La reali

    dad

    es

    un

    hecho impredecible'.

    Qu es

    una

    asociacin lineal? Qu quiere decir que

    entre dos cosas exista una aurosimilitud? Para qu seguir,

    si

    cada

    trmino

    empleado

    no fue

    definido antes y

    no

    se usa

    en laforma correcta. Pero lasituacin empeoracuando esta

    confusin

    de

    ideas llega a las aulas universitarias.

    En otros lugares Borges ha dicho que e universo es incog

    noscible, pero

    un

    observatorio

    como

    e aleph, da la po

    sibilidad de conocerlo; desde all, dice: vi el aleph, desde

    todos lo puntos, vi el aleph en la tierra, y en la tierra otra

    vez

    el aleph .

    Estos puntos singularescomo e aleph corresponden a

    lo

    que los fsicos llaman atractoresextraos , es decir, plintos que

    parecen atraer hacia ellos el sistema y cuyacaracterstica dis-

    5

    Femando

    Lpez Aguilar, Los datos

    y su

    registro.

    Existe

    la obje-

    tividad

    en

    la observacin de los

    hechos? , en evis l Cuicuilco ENAH, 1994,

    pp.

    147165 .

    4

  • 7/24/2019 De La Pea, Jos. Matemticas Para Hermeneutas.

    6/6

    NIVERSI E

    Mx ICO

    tintiva es ser una extraa combinacin

    de

    azar y orden. El

    tratamientode estas singularidades cae fuera delcampo de la

    geometra tradicional, euclidianaycorresponde a lageome

    trafractal, la cual toma

    en

    cuenta

    las

    simetras recursivas.

    16

    Visto con buena voluntad, el prrafo anterior puede

    leerse como la presentacinde algunas analogas (el aleph

    de

    Borges

    y

    los atractoresextraos)

    y

    algunas explicaciones

    coloquiales (combinacin de

    azar y

    orden). Elproblemaest

    en

    que el escrito referido se encuentra plagado de afinna

    cioneserrneas sobre las consecuencias de ideasmatemti

    cas y fsicas.

    Se

    nosdice que el principiode incertidumbre

    y el teorema

    de

    Gdel

    han

    demostrado

    que en

    el mundo

    fsico lacausalidad

    es

    problemtica ,

    y

    tambinque las cien

    ciasexactasynaturales tratanconfenmenosy procesos irre

    versibles

    y

    no

    detenninistas,es decir, no lineales . Bastedecir

    que el teorema de Godel

    no

    tiene nada que ver con lacau

    salidad; por

    otra

    parte,

    un

    fenmeno perfectamente deter

    minista como la cada de

    un

    cuerpo est regido por ecua

    ciones cuadrticas, ypor lo tanto no lineales.

    rpti o lengu je

    de

    l seudo ien i

    Cada

    vez que

    tomo

    un

    textode henneneutas, la primera im

    presinque recibo es que

    no

    entiendo nada. A menudo,

    un

    anlisis

    ms

    cuidadosodeldocumentome llevaa concluirque

    nadie puede

    entender

    lo que significa o de manera equi

    valente, que cada quienpuede entenderuna cosa diferente.

    La respuesta habitual que nos encontramos es que los

    artculos especializados de matemticas resultan igualmen

    te

    incomprensiblesparael lego. Pero

    hay

    diferenciasnotables

    que debemos sealar. El lenguaje empleado

    enun

    artculo

    matemtico es tcnicoyespecializado, pero perfectamente

    definido

    y

    por

    lo general claro para los especialistas.

    Dicho

    lenguaje es necesariopara expresar

    los

    conceptosen cuestin,

    pero todos los matemticos que conozcanel campodel ar

    tculo loentendern delmismomodo. En cambio, los escri

    tos

    de

    Lacan, Derrida u otros posmodemos

    no

    dicen

    nada

    que requiera de un lenguaje tcnico especial, la dificultad

    16

    CsarGonzlezOchoa,

    Causalidad

    ydestirw en Barges notasde clase

    en un curso de maestrfaen la Universidad Anhuac.

    En el mejor estilo hermenutico, el escrito en cuestin menciona

    en

    lamisma pginaa Newton, Galileo,Kepler, Thom,Lvi-Strauss, Prigogine,

    ya

    Borges. Enotra pgina noshabladel principiode incertidumbre, lateorra

    de

    la relatividad,

    el

    mtodo axiomtico,

    la

    historia y

    el

    concepto del uni

    versode Borges.

    en

    comprenderlos proviene

    de

    la falta

    de

    claridad (inten

    cional?) de laexposicin.

    Me

    pareceque losque admiranes

    tos escritos

    confunden

    la o uridad con la profundidad.

    Porsupuesto, mucho de lo seguidoresd 1 posmoder

    nos

    no

    estarn de acuerdo con las anteriore afirmaciones.

    Meparecemspreocupantequeell

    tampoc

    t

    lampara

    divulgadoresprofesionale

    de

    laciencia. Dice

    arL

    Chimal

    en Vuelta:

    El artculo

    de

    Weinbergpublicad en uelw

    noctubretuvo

    unaludderespuesras,algun deellasaira entr I huma

    nistas.

    No

    debe extraar,

    ya qu

    l iemf t

    los aprendices de brujo, I te n lag ,

    han

    aparte al que poc egmenc d la iedad ti

    nen

    e

    y

    un

    lenguaje crfpti o , pt:ro qu

    usa

    temorytieneext nuadoalleg

    ,qul n

    rm

    (uc que

    hace por comprender, nun

    tl

    ar , r a

    1

    verd < 1 tal y

    como

    la concibe el cientf t

    17

    Carlos Chimal,

    U[eranra y ciencia: un lugar CQmtn , en ueIu

    nm. 241, 1996.

    Tal vez la manera ms sencilla de dejar en claro I errores del prrafo

    citado consiste en parafraseado en oero ntext.

    f,

    dirf : El nfcul

    publicado en Runner en octubre tuvO un alud de algunas ellas

    airadas, entre los cientfficos. No debe extraar,

    ya

    que I

    rredores

    profe

    sionales

    y,

    en particular, los corredores de distancias c nas, han

    reado

    un

    mundo aparteal que pocos segmentos

    de la

    sociedad tienen y una tc

    nica por razones prcticas, que tiene extenuados a

    la

    mayora de

    1

    ciu

    dadanos, quienes porms esfuerzos que hacen por rrer, nunca en lle

    gar a correrde verdad tal ycomo loconciben l co p

    18 Ejemplos de buena divulgacin cienflca

    hay

    mue . tamos

    un par de textos relacionados con los concept que hemos

    d

    ti :

    A. Woodcocky

    M.

    Davis,

    Tearadelaseausrrofes.Ctedra

    Madrid,I994.lan

    Stewart, Juega

    Dios

    s

    dados? LA nueva l l1I1IeIl1lic del

    caos Grijalbo, 1991.

    42