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LU IS FERNANDO GON7.A LEZ f~COBAR ~-----
de pisones, y fue esa ciudad la que suministró los técnicos mecáni
cos que necesitaron las ferrerías y los talleres que se desarrollaron
luego en la segunda mitad del siglo XlX'58.
Los artesanos locales no se quedaron atrás y pronto pasaron
de ser aprendices de los extranjeros a ser productores y artífices
de las primeras iniciativas semifabrilesj es el caso de los hermanos
Simón yJosé Antonio Caballero} alumnos aventajados de Harris}
quienes instalaron en 1847 su taller de carpintería y ebanistería
para "cualquier clase de muebles finos del mejor gusto i última
moda"ls9.
Debido al desarrollo de la carpintería y la ebanistería}
ya a mediados del siglo XIX había una especialización de
la carpintería dentro de la construcción} un componente
fundamental de la cualificación arquitectónica de la ciudad a
Ipartir del segundo cuarto del siglo. Por estos años del segundo
\ cuarto del siglo XIX} las formas historicistas comenzaron a ser
incorporadas a las viviendas} ya fuera en las casas construidas
totalmente en madera} o en aquellos componentes y detalles de
ornamentación para casas de tapia} bahareque y en algunas pocas \ de ladrillo. Balcones} puertas y ventanas dejaron de ser simples
armazones de madera para incorporar jambas con formas de
columnas clásicas} dinteles a manera de cornisas} bastidores
trabajados con relieves} y así aparecen en la arquitectura urbana
J58 Roger Brew El desa rrollo económico de AntlOquia desde la Jl1depel1del1cia hasta J 920,
Medellfn, Colección C lio Editorial Universidad de Antioqui,\, seg unda ed ición, febrero
de 2000, pág . 3 J J.
159 El !\ntioqueño Constitu ciona l núm. 68, Medell ín, 19 de diciembre de J847. También es
de destacar para J847 el t,lIer de carpintería de Eustaquio Aguilar, que torneaba piezas de
hierro y o tros metales hasta de 4 arrobas. lbíd., núm. 69, 26 de diciembre de J847.
J 58 \
ARll ANOS Y MAI--Sl ROS E.~ LA ARQU ITI-CT1JRA OE ME DELLlN y ANTI OQU IA l ~i S.I~~
. basas, frontones, cresterías, acroteras, ménsulas, entre una larga
lista de elementos y componentes historicistas, preciosamente
trabajados por los artesanos locales. Estas incorporaciones no
se quedaron sólo en la madera sino en la forma para ventanas,
balcones, pasamanos y rejas que con el aprendizaje del hierro
comienzan a tomarse el escenario urbano. También el menaje o
amoblado que se incorporó a las principales viviendas seguía los
mismos preceptos estéticos innovadores, algo que vio y consignó
Agustín Codazzi en sus cartas, pero obvió Saffray en su tiempo
de permanencia en Medellín.
En este sentido habría que pensar el aporte de los artesanos
extranjeros, como los casos de los ingleses Alejandro Jhonson y
Julián Jones) quienes como ya se ha señalado fueron traídos por
Tyrrel Moore, quienes participaron como carpinteros y ebanistas
en la refacción y construcción de casas, entre ellas la de Julián
\ Vásquez Calle) que estaba ubicada en el costado occidental de
la plaza mayor. Como ellos los referidos carpinteros censados
en 18S1 : el inglés Raimundo Kent - en Santa Rosa de Osos-, el
jamaiquino Santiago Mecalffi) en Rionegro) el mismo Haeusler
y los franceses Pedro Monier y Germán Donet) en Medellín. Y
antes de ellos un grupo anónimo que) en su conjunto) aportaron al
desarrollo de unas nuevas destrezas y habilidades técnicas) pero,
también, a la introducción de nuevas sensibilidades estéticas y la
configuración de un nuevo lenguaje arquitectónico, epidérmico
e incipiente en muchos casos, pero de todas maneras renovador
frente a la austeridad tradicional que caracterizaba los centros
urbanos con sus casas enjalbegadas.
/ 159
11 11\ ' .. kNI\~ OO (J1) .... 7.I\( I:L I ')COHAR ~.~-- -- --
Los puentes: la arquitectura como civil
como antecedente
O tro frente que lllcubó la renovaCión de las técnicas y
materiales constructivos por estos años, en donde tuvieron
participaCión buen número de ingenieros y artesanos extranjeros,
fue el de la construcción de puentes. Partiendo de la ya refenda \
obra del puente sobre el río M edellín en la proyección de la calla
LaAlameda (Calle Colombia), obra del artesano magunciano
Enrique H aeusler, quien debió superar no sólo sus propias
limitaciones y las del medio, en el orden de lo técnico y lo
material, sino el sinnumero de críticas, algunas de las cuales
quedaron consignadas en las memorias ya citadas de Charles
Saffray, el que, no obstante, dejó traslucir cierta admiración por
el ingenio y la recursividad aplicada por aquel maestro.
Puente de G uayaquIl, con<truid o por lo> estudi antes de la Eseu e!., de Artes y OfiC IOS de Mede
llí ll, co n la direcció n de Enr ique H "ueslcr, re producció n J e ¡"teJ ellin Al bum Jel 20 de julIO de
19 10, Sociedad de Mejoras Públic,ls Je Medell in. Le ipzig (Alellla ni a) , EdIl. Victor Sperling
160 \
I A pesar de lo expuesto por Saffray como un atraso, para el
medio era un adelanto. Era evidente cierto avance tecnológico
a pesar de las limitaciones pues se ejecutó en cal y ladrillo, en
reemplazo de los perecederos y frágiles de madera, utilizándose )
r arcos. Así fueron construidos otros puentes en el marco de la Villa
1
I de Medellín yen el resto de Antioquia, entre los años cuarenta
y cincuenta del siglo XIX. Basta mencionar el caso del puente
sobre la quebrada La Palencia, que se construyó en la proyección
de la calle del Palo sobre esta quebrada, entre los años 1846 y
1847) 60; otros puentes construidos por el mismo Haeusler sobre
el río Negro en el Oriente y sobre el río Samaná en el camino al
Nare o los calculados y construidos por el ingeniero originario
de Dresden Agustín Freidel, a partir de su llegada en 1853.
Los puentes, junto a los hornos y edificios de las ferrerías,
'fueron escenarios de experimentación e innovación técnico
constructiva. Allí se experimentó el uso intensivo del ladrill ¡. 1, como material fundamental de construcción. La construcción . g..J
de arcos y bóvedas permitió aprender sobre aparejos, cimbras y
cálculos, aunque la mayoría de las primeras obras que salvaban
pequeñas luces eran más producto de la experimentación que del
cálculo. Para los directores de estas obras sería un primer paso,
una acumulación de experiencia para lo que sería el desarrollo
más técnico y elaborado a partir de los años setenta.
En parte, esa renovación la comenzó el ingeniero Freidel,
quien por sus conocimientos introdUjO desde los años sesenta
los primeros puentes colgantes. Pero fue en los ai'los setenta
160 PeriódiCO EIAm igo del P. is num o 25, Medellin . 1 S de dic iem b re d e 1846.
/ 16J
LlI IS r ER'\AN fl l) ú ONZÁ I r L FSCO IJ A R ~_. _-
cuando más se avanzó en el diseño y construcción de puentes
en calicanto, cuando los ingenieros y profesores que trabajaron
en la Escuela de Artes y Oficios se apersonaron de varias obras;
por ejemplo, los planos y modelos del puente de Palacé fueron
elaborados por Eugenio Lutz en diciembre de 1873, puente que
iba a ejecutarse inicialmente en cal y ladrillo, aunque terminó
por construirse en madera de comino, primero con la dirección
de Freidel l 6 1 y después con la de Francisco del Valle en 1875.
El mayor responsable de la ejecución de este tipo de obras
fue Haeusler, por delegación de la Escuela de Artes y Oficios,
a quien se había encomendado la ejecución de las obras por
.. determinación del gobierno. De esta manera se combinaba la
enseñanza teórica con la práctica, con la participación directa
de los estudiantes en la ejecución de las obras. Para 1874
Hauesler trabajó en la asistencia y dirección de las obras de los
puentes Copacabana, La Palencia y Guayaquil, a la par que era
Jefe de Talleres de la Escuela l 62. En 1875 se hizo entrega oficial
del puente del camellón de Ayacucho, sobre la quebrada La
Palencia, que era un puente de 74 metros de longitud, con 3
metros de ojo de luz, y "consiste en un embovedado de calicanto
colocado sobre pretiles de piedra de granito': Incluía un acueducto
encima del puente, construido en cal y ladrillo, con 68 metros de
longitud. Se emplearon adobes dobles y sencillos, cal yarena l63 .
El de Guayaquil fue construido entre 1878 y 1879, sobre el río
161 Freidel tambi én firmó en 1873 e l co ntrato de constru cci ón del puente de Carabobo so bre
la misma quebrada de S<lnta Elena .
162 Boletín Ofic ial núm. 679, Medellín, 18 d e enero de 1874, pág. S2.
163 Boletín Ofi cial n úm. 89 J, Mede llín, 30 d e octub re de J 87S, pago 11 S2.
162 \
ARl l "" " NOS y M Al STROS Fh. L<\ '\ROI '1 1Een 'RA I)f . \lI l) t..:LI is y \ ]\:TlOQl 'lA 'lí_ I \)~n
Medellín para conectar la ciudad con fracciones al Occidente y
Suroccidente del valle del Aburrá¡ en esta obra se introdujeron
innovaciones de ingeniería para el medio local, como es el uso
del arco rebajado y la bóveda, lo cual aún se puede observar pues
la obra todavía se conserva, como testimonio de los cambios y
avances de los artesanos en aquellos años, producto de la labor
combinada de teoría y práctica.
Por otro lado, es necesario destacar el papel cumplido por el
ingeniero inglés George Buttler G riffin, como Ingeniero del Estado
de Antioquia, en el gobierno de Pedro Justo Berrío. A Griffin se lo
conoce por haber propuesto y trazado un "camino carretero" para
unir a MedeJlín con el río Magdalena en 1871. Si bien no construyó
la totalidad del proyecto del carretero, que quedó abandonado
para darle prioridad al Ferrocarril en el gobierno de Recadero de
Villa, sí logró adelantar entre 1871 y 1873 el tramo entre Medellín
y Barbosa, que se comenzó a conocer como el Carretero Norte.
Un trayecto de cuatro miriámetros (cuarenta kilómetros) para ser
recorrido por vehículos de ruedas, cuyas obras civiles implicaron
la ejecución de varios puentes, fundamentales en el desarrollo no
sólo ingenieril sino arquitectónico de la Villa de Medellín. Las "\
importancia radica no sólo en la construcción de dos puentes
en calicanto sobre el río Medellín en Girardot y Barbosa, sino
por el cambio que introdujo en la producción del ladrillo que, si
bien se había utilizado, era todavía un material de mala calidad
que, arquitectónicamente, con excepción de los puentes, se
incorporaba a las tapias pero no se utilizaba sólo, además se tenían
problemas por la falta de estandarización y ausencia de control de
temperatura para su quemado.
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