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“De principios del siglo XVI a principios del siglo XVII”
Índice
El Imperio otomano, el Imperio mogol y China.........................................................3
El surgimiento de la burguesía.................................................................................3
Las rutas comerciales entre Europa y Asia..............................................................3
El fin del orden medieval y las sociedades del Antiguo Régimen............................4
Las ciudades-Estado europeas................................................................................5
Renovación cultural y resistencia en Europa...........................................................5
Renacimiento, humanismo y difusión de la imprenta...............................................5
Los principios del pensamiento científico y los avances tecnológicos.....................5
La Reforma Protestante y la Contrarreforma...........................................................6
La primera expresión de un mundo globalizado.......................................................6
Expediciones marítimas y conquistas (costa de África, India, Indonesia, América).7
Colonización europea, migraciones y el intercambio mundial: plata, esclavos y
especias...................................................................................................................7
Nuestro entorno........................................................................................................8
Los virreinatos de Nueva España y Perú.................................................................9
El mestizaje............................................................................................................10
El aporte africano a la cultura americana...............................................................10
Las Filipinas, el comercio con China......................................................................10
La riqueza de las expresiones artísticas................................................................11
El arte barroco........................................................................................................11
Las expresiones artísticas en Nueva España y Perú.............................................12
El arte islámico, chino y japonés............................................................................12
El Imperio otomano, el Imperio mogol y China
En el siglo XV, los turcos conquistaron Constantinopla y con ello sometieron el
último territorio bajo control de Occidente en Oriente que se encuentra en el paso
entre Europa y Asia.
Pronto los turcos dominaron el comercio pues controlaban la puerta a Medio
Oriente, con su política de favorecer a los mercaderes, que eran frecuentemente
cristianos o judíos.
Los mogoles favorecieron el comercio con los árabes, los portugueses, los
españoles, neerlandeses y los ingleses, que establecieron bases comerciales en
las costas.
Entraron en contacto con los portugueses comerciando seda, algodón, te y
porcelana. Sin embargo, con el tiempo, el imperio chino se cerró a las influencias
externas y en el norte construyo la Gran Muralla para mantener alejados a los
pueblos nómadas de sus fronteras, por lo que el comercio era muy restringido.
El surgimiento de la burguesía
Las ciudades con núcleos burgueses se reactivaron como centros comerciales
donde circulaban mercancías y dinero. Esto no sucedía desde el tiempo de los
romanos. Los burgueses apreciaban el valor de la riqueza y se dedicaban a
aumentar las fortunas de sus familias, para adquirir respeto y disfrutar un alto nivel
de vida como hacían los nobles.
Las actividades comerciales llevaron a mejorar el sistema el sistema de
intercambio de dinero. Con la renovada vida urbana, era buen negocio llevar
productos de una ciudad a otra sin importar las distancias. Surgieron así los
bancos, que se encargaban de recibir y prestar dinero cobrando intereses a sus
clientes.
Las operaciones comerciales fueron facilitadas por la difusión del cheque, un
documento que correspondía a una cantidad de dinero y se entregaba a un banco
o un agente comercial para que lo recogiera otra persona en una ciudad diferente.
Las rutas comerciales entre Europa y Asia
Las Cruzadas establecieron un contacto permanente entre Occidente y Oriente,
pues los guerreros que regresaban a Europa llevaban mercancías como la seda,
el marfil, el incienso, las especias y productos artesanales.
La demanda de estos productos aumento, pues los nobles y los burgueses
europeos estuvieron dispuestos a pagar altos precios para obtenerlos, por lo cual
se activaron rutas mercantiles terrestres y marítimas.
Los mercaderes italianos dominaron durante mucho tiempo el comercia marítimo
en el Mediterráneo, vinculando con las rutas terrestres que venían desde Asia a
través de Medio Oriente.
Para llegar directamente a Asia, y obtener así mas mercancías con menos
dificultades y a precios más bajos, primero los portugueses y luego los españoles
trazaron nuevas rutas oceánicas, lo que dio impulso a las exploraciones
geográficas a finales del silgo XV.
En los contactos a larga distancia, el capital comercial se protegía mediante un
sistema de crédito y pago que descansaba en el honor y la confianza entre los
mercaderes, sus agentes y los prestamistas en las grandes ciudades
renacentistas.
El fin del orden medieval y las sociedades del Antiguo
Régimen
La formación de las monarquías nacionales
El final del periodo medieval tuvo distintas repercusiones en Europa, entre las que
destaca la consolidación de las grandes monarquías basadas en el financiamiento
de la burguesía y que terminaron definitivamente con el poder de los señores
feudales. Estas monarquías concentraron el poder en manos de un rey, quien
debió enfrentar constantes conflictos ante la resistencia del clero y la burguesía
que insistían en ejercer un poder directo en el gobierno.
La política económica que prevaleció en esta etapa fue el mercantilismo que se
propuso proporcionar a la monarquía los medios necesarios, no para el bienestar
de la población, sino para ejercer una política imperialista.
El rey, mediante el cobro de impuestos y el apoyo de un ejército nacional, pudo
reforzar su poder. La guerra creo entre los franceses, tras la derrota de los
ingleses, un fuerte nacionalismo que origino entre los XVII y XVIII, procesos de
centralización del Estado que confluyeron en el poder absoluto del rey.
La vida cortesana se desarrollaba en el espectacular palacio de Versalles, que el
mismo rey mando a construir, rodeados de lujos, fiestas y mantenidos por el
Estado.
En Inglaterra, el efecto de la derrota de la Guerra de los Cien Años fue el opuesto,
la monarquía perdió fuerza.
Luego de romper con la Iglesia Católica en 1533, fundo la Iglesia Anglicana
gobernada por el; su hija Isabel I llevo expediciones de conquista a otros
continentes dando inicio al imperialismo inglés.
Las ciudades-Estado europeas
Las ciudades resurgieron gracias al desarrollo del comercio, creando un mundo
dinámico en el que se rompieron los vínculos con el pasado feudal. En estas
nuevas ciudades se dieron otras posibilidades de logos económicos y sociales.
Los burgueses se convirtieron en parte fundamental de estas ciudades renovadas,
lejos del control del señor feudal, organizaron su propio gobierno que regulaba
entre otros aspectos, el comercio, como los pesos y medidas de las mercancías, la
moneda y los precios generales.
Renovación cultural y resistencia en Europa
“Cuando las cosas rebasan cualquier razonamiento y cambia día con día,
como sucede en nuestro tiempo, nos inclinamos a pensar de estas manera,
yo mismo, en ciertas circunstancias me he dejado llevar por estos
pensamientos, pero nuestro libre albedrio existe y no se extingue, por lo que
ahora creo que tal vez en verdad que la mitad de nuestras acciones están
sujetas al juego de la fortuna; pero también es verdad que se nos permite
gobernar toda a casi toda la otra mitad.” – Maquiavelo, Nicolás.
Renacimiento, humanismo y difusión de la imprenta
Se conoce como Renacimiento al periodo de renovación científica, artística y
literaria que se inició en Italia y se extendió a toda Europa entre los siglos XV y
XVI, y que se manifestó en el programa del humanismo, movimiento renacentista
que promovía el retorno de los vales del ser humano a la cultura grecolatina.
En 1440 el alemán Johannes Gutenberg perfecciono la imprenta con una prensa
de tipos móviles que hizo posible la reproducción de libros en serie. Este proceso
técnico represento una verdadera revolución cultural, ya que facilito a muchas
personas el acceso a la lectura.
Los principios del pensamiento científico y los avances
tecnológicos.
Hasta mediados del siglo XVI en todas las universidades europeas la ciencia se
enseñaba todavía utilizando los escritos de Aristóteles o Ptolomeo, quienes
consideraban que la Tierra era palan y centro de un universo cerrado, donde los
planetas, aunque eran cuerpos celestes, no estaban constituidos por materia.
Estas ideas de Galileo lo llevaron a comparecer ante el tribunal de la inquisición,
que lo obligo a retractarse de conclusiones que iban en contra de la tradición
cristiana.
Estas leyes encontrarían años después un sustento físico y matemático en la Ley
de la Gravitación Universal de Isaac Newton.
La Reforma Protestante y la Contrarreforma
En el siglo XVI la iglesia Católica constituía una institución con mucha corrupción
que a lo largo de los siglos había alcanzado en toda Europa un enorme poder
político y económico. Esta situación motivo al fraile alemán Martin Lutero a escribir
en 1517 sus 95 tesis que clavo en el portón de la catedral de Wittemberg para
hacerlas públicas.
El auge de la imprenta y las conexiones comerciales entre ciudades hicieron
posible que estas ideas se propagaran por toda Europa y en muchas regiones,
con el apoyo de príncipes y reyes que no acataron las imposiciones políticas y
económicas de la Iglesia, el protestantismo se convirtió en la religión mayoritaria
desplazando al catolicismo.
La reacción de la Iglesia católica contra la Reforma protestante derivo en grandes
medidas para impedir la conversión de católicos al protestantismo, provocando
enfrentamientos en Inglaterra, Francia y Holanda.
Cromwell logro derrotar a Carlos I y se proclamó una república. Cromwell,
ferviente protestante, tenía el apoyo de la burguesía y sus políticas favorecían a
este sector.
La primera expresión de un mundo globalizado
La toma de Constantinopla y la necesidad europea de abrir nuevas rutas de
comercio.
Durante casi mil años los emperadores bizantinos construyeron ricos palacios,
catedrales y centros de conocimiento donde la cultura del Mundo Antiguo se
conservó y enriqueció con el contacto de la cultura musulmana mientras en
Europa se restringía a los clérigos; hasta su decadencia y conquista.
En 1453 conquistaron la cuidad de Constantinopla y posteriormente se
extendieron a los Balcanes y a lo largo de la costa del Mediterráneo.
Constantinopla era la capital del Imperio romano de Oriente, resultado de la
división romana ante el acoso de los barbaros y continuas crisis.
Fue así como ante el crecimiento de la demanda de productos orientales entre
burgueses y nobles, los comerciantes europeos demandaron nuevas rutas que
dieran la vuelta al Imperio Otomano. Los navegantes se aventuraron en un largo
recorrido por mar alrededor de África, rumbo a Asia, que iniciaron los marinos
portugueses hacia finales del siglo XV.
Expediciones marítimas y conquistas (costa de África,
India, Indonesia, América)
En muchos casos las poblaciones nativas fueron conquistadas y sometidas al
dominio de los Estados europeos, convirtiéndolas en sus colonias. Estos contactos
permanentes entre europeos, americanos, asiáticos y africanos resultaron en
profundos cambios culturales y económicos. Así se propagaron el cristianismo, los
idiomas las diversas costumbre e ideas de países europeos.
Sin embargo con los europeos también viajaron las enfermedades que afectaron
gravemente a las poblaciones nativas de América y Oceania que no poseían
defensas para males desconocidos hasta entonces para ellos. Portugal y España
se adelantaron en los descubrimientos y conquistas gracias al desarrollo del
conocimiento del mar y de la astronomía, que facilitaba la navegación oceánica.
Buscando alcanzar al sur de Asia, los navegantes portugueses, apoyados por sus
gobiernos, dieron la vuelta a África y alcanzaron la India, en 1498, con la
expedición Vasco de Gama. En 1500 otro portugués, Pedro Álvarez Cabral, llego a
la costa de Brasil.
El tratado de Tordesillas de 1494, que se acordó a las instancias del papa,
estableció una línea imaginaria alrededor del globo asignando a Portugal el este y
a España el oeste. Así, América fue explorada y conquistada por España, mientras
que Portugal tenía la oportunidad de conquistar Asia, África y el Extremo este de
América del Sur, hoy Brasil.
Colonización europea, migraciones y el intercambio
mundial: plata, esclavos y especias
Los descubrimientos en América dieron origen a la formación de colonias en las
islas del Caribe, donde partieron expediciones para explorar y conquistar la tierra
firme.
Aquí se dio cuenta de la rivalidad entre los nativos y de que tierra adentro existía
un gran imperio. Con la ayuda de sus aliados indígenas, Cortes avanzo hacia el
centro de lo que es hoy México y conquisto la capital mexica, Tenochtitlan, el 13
de agosto de 1521. Esta conquista en nombre del emperador Carlos V establecía
el dominio español sobre un inmenso territorio, más poblado de la misma España.
Una década después, otro español repitió la hazaña de Cortes en el sur de
América. Francisco Pizarro salió de Panamá en 1531, y después de tomar
prisionero al emperador Atahualpa, se apodero del gran imperio inca.
Tanto España como Portugal ejercieron dominio total sobre sus conquistas y
extendieron su poder en América, Asia y África mediante las exploraciones, la
actividad misionera y el control de las rutas marítimas para el comercio y el
transporte de recursos naturales, como el oro y la plata, para las arcas del rey.
Los franceses también iniciaron la migración, primero hacia Brasil, donde fundaron
asentamientos que no prosperaron y luego, en la primero mitad del siglo XVII,
hacia las recién fundadas colonias de Quebec y Montreal. Más al sur Francia
obtuvo la Luisiana, nombrase así en honor del rey Luis XIV, Haití y otras islas del
Caribe, así como el control de diversos territorios en África y Asia.
En América se apodero de islas del Caribe, como Jamaica, de Guyana y las islas
Malvinas.
A partir de la colonización, los europeos buscaron las riquezas de las colonias; el
oro y la plata fueron los bienes más codiciados, pues con ellos los reyes
financiaban sus guerras de dominio y religión, al tiempo que pagaban sus deudas
con la burguesía.
Hacia finales del siglo XVI, ingleses, franceses y holandeses compitieron por el
comercio de esclavos.
Con el descubrimiento de nuevos territorios se intensifico no solo el intercambio y
el comercio, sino que también el control de productos, como las especias ya
conocidas y vegetales hasta entonces desconocidos.
Nuestro entorno
“La ciudad [México-Tenochtitlán] es tan grande y de tanta admiración que
aunque mucho de lo que de ella podría decir dejé, lo poco que diré creo que
es casi increíble, porque es muy mayor que Granada y muy más fuerte y de
tan buenos edificios y de muy mucha gente que Granada tenía al tiempo
que se ganó, y muy mejor abastecida de las cosas de la tierra, que es de pan
y de aves y caza y pescado de ríos y de otras legumbres y cosas que ellos
comen muy buenas. Hay en esta ciudad un mercado en que casi
cotidianamente todos los días hay de treinta mil ánimas arriba, vendiendo y
comprando, sin otros muchos mercadillos que hay por la ciudad en partes.
En este mercado hay todas cuantas cosas, así de mantenimiento como de
vestido y calzado, que ellos tratan y pueden haber. Hay joyerías de oro y
plata y piedras y de otras joyas de plumaje, tan bien concertado como
puede ser en todas las plazas y mercados del mundo. Hay mucha loza de
muchas maneras y muy buena y tal como la mejor de España. Venden
mucha leña y carbón y hierbas de comer y medicinales. Hay casas donde
lavan las cabezas como barberos y las rapan; hay baños. Finalmente, que
entre ellos hay toda manera de buena orden y policía, y es gente de toda
razón y concierto, y tal que lo mejor de África no se le iguala.” – Hernán
Cortes
Los virreinatos de Nueva España y Perú
A partir de la Conquista surgió una nueva organización económica que permitió el
reparto de tierras entre los conquistadores, quienes así se convirtieron en una
especie de nobleza al estilo europeo.
El encomendero, por su parte, proporcionaba protección a los nativos y se
encargaba de su conversión a la fe cristiana.
Los asentamientos coloniales de España en América se convirtieron en dos
virreinatos: Nueva España y Perú, que funcionaban como unidades
administrativas del Imperio español bajo el control de un virrey, quien ejercía la
autoridad suprema en representación del rey en tierras tan lejanas de España.
El primer virreinato que España estableció en sus dominios americanos fue el de
Nueva España, en 1535, conquistado por Hernán Cortés y sus soldados en 1521.
El virreinato de Perú, por su parte, se fundó en 1545. El territorio conquistado por
Francisco Pizarra en 1531 comprendía los actuales territorios de Colombia,
Ecuador, Perú y Bolivia, desde el mar Caribe hasta Chile. Para una mejor
administración, en el siglo XVIII a estos virreinatos se añadieron el de Nueva
Granada y el de Río de la Plata.
Los virreinatos de Nueva España y Perú presentaban rasgos similares: estaban
densamente poblados por indígenas que habían alcanzado un alto grado de
desarrollo, sus territorios se caracterizaban por su gran diversidad geográfica que
iba desde áreas costeras tropicales hasta bosques y páramos de alta montaña, y
poseían grandes yacimientos de minerales e importantes ciudades con intensa
actividad comercial, religiosa, política y cultural.
De las posesiones españolas en América, el virreinato de la Nueva España era, en
el siglo XVIII, el más poblado, el más rico y el de mayor relevancia para la Corona;
su capital era la ciudad más grande de Hispanoamérica por sus magníficos
palacios, templos y residencias.
El mestizaje
Además de los intercambios comerciales, el proceso de globalización que inició en
el siglo XVI permitió un proceso de mestizaje, es decir, un importante intercambio
biológico y cultural que se dio entre diversos grupos étnicos.
Estos procesos de mezcla fueron parte integral en la conformación de la población
actual y de su modo de ser, por lo que representan la principal herencia del
periodo colonial.
Los mestizos aumentaron en tal número e importancia que en algunas regiones
llegaron a constituir la mayoría de la población, como en la costa de Perú o en el
reglón del Bajío en Nueva España.
La sociedad virreinal era muy variada y daba gran importancia al color de la piel:
los blancos, diferentes a la mayoría indígena y mestiza, gozaban de más
privilegios económicos y sociales.
Durante el siglo XVIII, el afán científico y la curiosidad europea los llevó a
interesarse en la variopinta sociedad novohispana que, por lejana, desconocían.
Recuerda que entonces no había fotografías y los relatos de los viajeros no eran
accesibles a todos.
El aporte africano a la cultura americana
La población africana se desempeñó en las plantaciones de caña de azúcar y en
las minas, principalmente, o en el servicio doméstico. Por ello era más numerosa
en las costas, en las islas del Caribe y en las zonas mineras. En algunas de estas
regiones, como la costa noreste del Brasil y en Cuba, llegaron g formar la mayoría
de la población, junto con los mulatos, como se refería popularmente a la mezcla
de africanos con americanos.
Algunos esclavos negros, cansados dejos penosos trabajos a los que eran
sometidos, se rebelaron, y a los que lograban huir y vivir como hombres libres se
les llamaba “negros cimarrones".
Los negros, provenientes de diversos pueblos africanos, trajeron a América sus
costumbres y creencias que se mezclaron con las aportaciones europeas e
indígenas. De esta manera surgió una cultura afroamericana con características
únicas. La santería, por ejemplo, es una mezcla de la religión católica y las
tradiciones tribales africanas que se practica en el Caribe, especialmente en Cuba
y Haití, donde es común la práctica mágica y supersticiosa del vudú y el
candomblé, un culto africano a los ancestros familiares muy popular en Brasil.
Las Filipinas, el comercio con China
Aunque los europeos se percataron de que habían llegado a otro continente, no
abandonaron su objetivo original: establecer vínculos con el mercado asiático.
A partir de ese momento se estableció una ruta de comercio muy productiva para
la Corona española, a lo largo de la cual Acapulco se conectaba con Manila, por
donde transitaban buques como el Galeón de Manila o la Nao de China.
Los españoles cambiaban plata, oro, maíz, piedras preciosas, marfil, seda, arroz,
especias, usadas japonesas, entre otros productos.
A diferencia del comercio con China, el que se estableció con Japón duró poco
tiempo. Ante el peligro de abrirse al contacto con los europeos y terminar
sometidos al poder de España, los japoneses vieron con desconfianza este
intercambio y prohibieron, además, las misiones cristianas que llegaban a su
territorio.
La riqueza de las expresiones artísticas
La herencia del Renacimiento
El Renacimiento fue un movimiento cultural y artístico que se inició en Italia y se
extendió por Europa durante los siglos XV y XVI, y cuya influencia también se hizo
sentir en América. Este movimiento, que revolucionó especialmente el campo de
las artes: pintura, escultura, arquitectura, al final de la Edad Media retomó las
fuentes de la cultura clásica.
Entre las causas que dieron origen al Renacimiento destacan el auge económico
que alcanzaron algunas ciudades-Estado italianas, gracias a su actividad
comercial, como Florencia, Génova y Venecia; la invención de la imprenta, que
permitió difundir toda clase de ideas y ofrecer libros a un mayor número de
lectores en varias partes del mundo; el papel de las universidades como centros
de difusión de las ideas y de la cultura, y el desarrollo del mecenazgo de la
burguesía y su interés por el conocimiento y el arte.
Es precisamente en el arte donde las ideas del Renacimiento alcanzaron su
máxima expresión. Los artistas se inspiraron en las técnicas y temas de Grecia y
Roma para dotar a sus obras de realismo y belleza al tiempo que marcaban
distancia respecto a las ideas religiosas medievales. Estudiaron asimismo los
avances médicos para lograr la perfección en las representaciones anatómicas, y
en la pintura y la escultura utilizaron la geometría y la contemplación para lograr
perspectivas que copiaban fielmente a la Naturaleza a través de colores, sombras
y volumen.
El arte barroco
Barroco no define únicamente la manera de hacer arte durante los siglos XVII y
XVIII, también se trata de una etapa cultural ligada a la Contrarreforma, es decir,
que surgió como respuesta de la Iglesia católica para contrarrestar el avance del
protestantismo.
Tanto la pintura y la escultura como la arquitectura barroca se caracterizaron por
el movimiento, el adorno, el dramatismo y la mezcla de luces y sombras para crear
formas y dar realismo a los temas representados, y así despertar en los
espectadores emociones y sensaciones de fe y piedad que los mantuvieran cerca
de la fe católica.
La escultura y arquitectura barroca estuvieron fuertemente ligadas por el interés
de atraer la mirada del espectador. La arquitectura se distinguió por lo grandioso
de sus dimensiones y proporciones, el exceso de elementos decorativos en
fachadas e interiores, y la ornamentación en pilastras, cúpulas y columnas, todo
diseñado y trabajado para expresar la majestuosidad y poderío del mundo
católico.
Las expresiones artísticas en Nueva España y Perú
Una vez consumada la conquista, los españoles iniciaron un intenso proceso de
urbanización con la fundación de nuevas ciudades para establecer sus
instituciones políticas y religiosas. Con ese propósito se construyeron edificios
destinados al gobierno, así como iglesias, conventos, palacios, colegios,
academias y catedrales, tarea en la que fue esencial la participación del trabajo
indígena.
Al fundar y consolidar grandes ciudades virreinales en el siglo XVII llegó el
esplendor del Barroco a América con identidad propia, pues los indígenas y
mestizos aportaron singulares características al arte de la Contrarreforma. Se
construyeron entonces los grandes templos urbanos con exuberantes fachadas y
decoraciones interiores que con retablos, pinturas y esculturas obligaban a la
devoción.
El arte islámico, chino y japonés
El islam dio inicio a una cultura duradera y brillante que influye en buena parte de
lo que hoy somos. Las páginas de este libro que tienes en tus manos, por ejemplo,
hacen uso de los numerales árabes, solo por citarte uno de los grandes aportes
que la cultura del islam nos ha legado.
La mejor muestra del arte islámico la encontramos en la arquitectura,
sobresaliendo las mezquitas caracterizadas por sus cúpulas de media esfera, el
uso de amplios espacios para la oración, sus arcos de herradura y el minarete o
torre desde donde, hasta el presente, se llama a los fieles a la oración.
En el arte japonés, por su parte, el pincel fue el medio de expresión de esta
cultura, y su uso se destaca en la pintura y la caligrafía. En la pintura se plasmaron
paisajes, batallas, así como a los emperadores y sus familias. Esta pintura se
caracteriza por sus sencillas líneas, que también se aprecian en la cerámica de
porcelana, en lacas y en los trabajos de seda que tenían un alto valor en
Occidente