De Zodiacos a Musica-libre

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    De zodiacos a msica: Influencias de la astrologa en la teora de la msica especulativa

    Johann F.W. Hasler

    Profesor, Departamento de Msica Universidad de Antioquia

    [email protected]

    La presente ponencia es un resumen sucinto de los resultados del proyecto de investigacin

    msica y astrologa: encuentros e influencias, desarrollado dentro del grupo de

    investigacin Artes y Modelos de Pensamiento de la Facultad de Artes de la Universidad

    de Antioquia. La investigacin pertenece a la lnea de investigacin artes y esoterismos, la

    cual se interesa por los encuentros en influencias de diversos aspectos del esoterismo

    occidental (tales como la astrologa) en las teoras de las artes, en este caso particular en la

    historia de la teora musical.

    Este inters por lo esotrico y sus influencias en otros aspectos de la cultura es muy antiguo

    en la historia de la teora musical, y se conoce formalmente como msica especulativa. La

    denominacin de este tipo de teora procede del latn speculum, que significa espejo, pues

    su intencin es hacer encajar la msica de las esferas (la macrocsmica) con la msica de

    las culturas humanas (la microcsmica), y la funcin de la teora musical en esta ecuacin

    es la de espejo (speculum), que permite que un nivel refleje al otro. La msica especulativa

    ha generado con el tiempo una teora musical paralela a aquella ms ampliamente conocida,

    la teora musical que pudiramos llamar mundana o exotrica que se ensea a los

    msicos durante su formacin tcnica, en tanto que la teora musical esotrica o

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    especulativa ha seguido siendo considerada como la autntica teora musical en crculos

    esotricos y ocultistas, pues refleja en nuestra msica las leyes naturales de los mundos

    superiores, sean stos fsicos o espirituales, en tanto que la teora musical exotrica o

    mundana se preocupa bien sea por generar normas para la creacin musical, o generar

    sistemas explicativos y de anlisis de repertorios y usos musicales diversos.1 Es decir, que

    la teora musical exotrica se preocupa por la msica del mundo humano, en tanto que la

    teora musical especulativa busca conexiones entre nuestro mundo y mundos no-humanos.

    La teora en la msica especulativa

    Usualmente pensamos en la teora musical como un sistema cerrado, relativamente

    abstracto (algunos la comparan con la matemtica pura),2 y ciertamente auto-referencial, es

    decir, que hace referencia nicamente a relaciones musicales (intervalos, longitudes de

    duracin de sonido, etc.) entre sus parmetros tambin estrictamente musicales (alturas,

    ritmos, etc), excluyendo de su sistema y sus teorizaciones relaciones con parmetros o

    sistemas extra-musicales. En este sentido, se trata mayormente de un sistema terico

    autocontenido.

    Esto es cierto para la teora musical tradicional, de tradicin mayormente descriptiva o

    prescriptiva (que busca analizar material musical ya existente, o dar normas para la

    creacin de nuevo material dentro de unas normas aceptadas y valoradas altamente), pero

    paralelamente a sta se ha propuesto desde la antigedad una teora musical alternativa,

    1 CHRISTENSEN, THOMAS, Introduction, en Christensen, Thomas, (ed.) The Cambridge History of Western Music Theory Cambridge, Cambridge University Press, 2002 pgs. 1-26. 2 Vase a este respecto RISSET, JEAN CLAUDE, Mathematics and Musical Theory, en Assayag, Gerard, Feichtinger, Hans Georg y Rodrigues, Jos Francisco, (eds.) Mathematics and Music: A Diderot Mathematical Forum Berlin, Springer, 2002 pgs. 215-217.

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    que, en palabras del musiclogo Joscelyn Godwin es la parte esotrica de la teora

    musical, y como tal absorbe ampliamente ideas de [] las ciencias ocultas.3 Entre estas

    ciencias ocultas destaca por supuesto la astrologa, cuyo aparataje descriptivo y tcnico

    hace tanto uso de la matemtica como lo hicieran los estudios pitagricos de teora musical,

    los cuales influyeron enormemente tanto en la teora musical tradicional hasta la edad

    media, as como en la teora musical especulativa, desde tiempos de Pitgoras hasta el

    presente.4

    En efecto, la idea Pitagrica del nmero como llave para leer el universo e interpretar todas

    sus manifestaciones (incluyendo la msica)5 permiti que las herramientas matemticas

    conocidas y desarrolladas por los seguidores ideolgicos de Pitgoras (entre ellos varios

    tericos de la msica especulativa)6 fuesen aplicadas como puentes que permiten la

    traduccin entre diversos sistemas, sobre todo entre aquellos que son usualmente descritos

    en trminos matemticos. De ah que la astronoma y su aplicacin a la vida humana, la

    3 GODWIN, JOSCELYN, Music and the Occult: French Musical Philosophies 1750-1950, New York, University of Rochester Press, 1995. pg. 4 4 Dada su antigedad, sera excusable pensar que la teora musical especulativa ya ha sido abandonada, y no ha habido desarrollos o investigaciones que continen trabajando en este paradigma desde por lo menos la cientifizacin de la teora musical con Rameau, Mersenne o Helmholtz. Por el contrario, hay un amplio trabajo en este tipo de teora, que desde los aos setenta del siglo veinte ha estado en franco aumento. Vanse a este respecto GODWIN, JOSCELYN, The Revival of Speculative Music, en Musical Quarterly, vol. 67, nm.3, 1982, pgs. 373-389; HASLER, JOHANN La msica especulativa, en Ensayos, Historia y teora del arte, vol. 10, 2005, pgs. 257-277; GODWIN, JOSCELYN, Cosmic Music: Musical Keys to the Interpretation of Reality, Rochester, VM, Inner Traditions, 1989. 5 GHYKA, MATILA C., Filosofa y mstica del nmero, Barcelona, Apstrofe, 1998. 6 Se puede acceder a una impresionante seleccin del trabajo de 48 diferentes autores en esta tradicin en GODWIN, JOSCELYN, Armona de las esferas: un libro de consulta sobre la tradicin pitagrica en la msica, Girona, Atalanta, 2009.

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    astrologa,7 hayan tenido una importante influencia en la configuracin de la msica

    especulativa.

    Pero hay algo que quisiera aclarar antes de continuar: como bien lo ha mencionado

    Godwin, en su estado actual la msica especulativa no es un cuerpo de conocimiento, ni

    nada que pueda ser aprendido y comunicado en un libro. Se trata ms bien de una actitud

    mental.8 Por ello, sera desacertado afirmar que la teora musical especulativa es un cuerpo

    terico unificado, compartido y aceptado por todos sus estudiosos, y que lo que voy a

    exponer aqu es la teora astrolgica en la msica especulativa.

    La actitud mental que menciona Godwin como caracterstica de la msica especulativa se

    expresa en la teora musical especulativa como una constante curiosidad de buscar la

    relacin entre varios sistemas esotricos y las descripciones o fundamentos tericos de la

    msica, por lo cual encontramos diferentes sub-sistemas, que no necesariamente guardan

    relacin y coherencia entre s: de este modo, tenemos teoras cabalsticas de la msica,9

    aplicaciones musicales de los principios esotricos del hermeticismo10, la teosofa11 o la

    7 La astrologa es tanto el estudio de las manera cmo los objetos celestes son significantes para la vida en la tierra, como las prcticas que resultan de esta idea. CAMPION, NICHOLAS, A History of Western Astrology: Volume 1, The Ancient World, London, Continuum, 2008, pg. xi. Traduccin ma. 8 GODWIN, JOSCELYN, The Revival of Speculative Music, en Musical Quarterly, vol. 67, nm.3, 1982, pg. 387. 9 PARROTT, THOM, The Musical Qabalah, en Cicero, Chic y Cicero, Sandra Tabatha, (ed.) The Middle Pillar: The Balance Between Mind and Magic Saint Paul, MN, Llewellyn Publications, 2003 pgs. 243-249; GLAZERSON, MATITYAHU, Music and Kabbalah, Northvale, NJ, Jason Aronson, 1997; PINSON, DOVBER, Inner Rhythms: the Kabbalah of Music, Northvale, NJ, Jason Aronson, 2000. 10 GODWIN, JOSCELYN, Music and the Hermetic Tradition, en Van Den Broek, Roelof y Hanegraaff, Wouter J., (ed.) Gnosis and Hermeticism from Antiquity to Modern Times Albany, NY, State University of New York Press, 1988, pgs. 183-196. 11 En especial el trabajo de Gurdjieff y Hartmann

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    antroposofa,12 relaciones entre la msica y la teora india de los chakras13 u otras teoras

    esotricas del cuerpo y la fisiologa,14 as como relaciones con la teora astrolgica. Todas

    ellas conforman juntas lo que llamaramos la msica especulativa, o sea lo esotrico

    aplicado a la teora musical,15 pero debido a las grandes diferencias entre los diversos

    sistemas esotricos que intentan comprender o interpretar musicalmente, los resultados que

    proponen no se perciben necesariamente como una teora unificada y coherente de todo lo

    esotrico (de todos los tiempos y culturas) en su nica manifestacin musical.

    Aclarado esto, me limitar en esta ponencia nicamente la influencia de la astrologa

    occidental en la teora de la musica especulativa, dejando de lado todas las dems

    atribuciones musicales de otros sistemas esotricos, as como los sistemas astrolgicos no

    occidentales, o los occidentales con recientes influencias, importaciones o re-

    introducciones a Occidente de paradigmas astrolgicos no occidentales, como por ejemplo

    la astrologa china.

    Son tres los parmetros de los sistemas astrolgicos occidentales que han atrado ms la

    atencin de los tericos de la msica especulativa: los planetas, los signos del zodiaco y sus

    respectivas casas astrolgicas, y los aspectos angulares entre los planetas que se observan

    en una carta astral. Los tres son fundamentales a la hora de levantar una carta astrolgica, y

    los tres han recibido asignaciones a alturas, tonalidades o intervalos a lo largo de la historia

    12 VON LANGE, ANNY, Man, Music and Cosmos: v. 1: Goethean Study of Music, Londres, Rudolf Steiner Press, 1992. 13 VINCENZO ROSCIANO, AZIMA, Chakras: sonidos y msica para regenerar las energas, Barcelona, RBA Libros S.A., 2000. 14 HUSEMANN, ARMIN, The Harmony of the Human Body: Musical Principles in Human Physiology, Edimburgh, Floris Books, 1994; MCCLELLAN, RANDALL, The Healing Forces of Music: history, theory and practice Amity (NY), Amity House, 1988. 15 HASLER, JOHANN, op. cit.

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    de la msica especulativa. Resear algunas de estas atribuciones musicales en esta

    ponencia.

    Es notoria la gran variedad de sistemas de atribucin propuestos, y para el investigador de

    mentalidad moderna que busca una sola respuesta cierta resulta frustrante que los diversos

    sistemas histricos no solo no se validen entre s como esperaramos en la ciencia positiva

    moderna sino que por el contrario cada nueva teora parece hacer una propuesta diferente

    que invalida o por lo menos pone en seria duda a las dems. La razn es el cambio histrico

    de tanto las teoras y modelos cosmolgicos como de los sistemas y teoras musicales: as

    como ha habido modelos cosmolgicos diversos, ha habido teoras de asignacin musical a

    los planetas basadas en ellos, y por lo tanto ampliamente divergentes.

    1. Asignacin de alturas musicales a los planetas del sistema solar

    Los antiguos conocan cinco de los planetas que actualmente conocemos, a saber:

    Mercurio, Venus, Marte, Jpiter y Saturno. Incluan tambin en esta lista al sol y a la luna,

    debido a que en cosmologa geocntrica estndar cientfico hasta la propuesta

    copernicana en el siglo XVI todo lo que desde nuestra perspectiva terrestre se mueve

    alrededor de la bveda celeste con relativa rapidez (incluyendo el sol y la luna, que de

    hecho son los ms rpidos en cruzar la bveda celeste) se entenda como planeta (del

    griego planetes, que significa viajero, por el hecho de viajar por la bveda celeste).

    El modelo cosmolgico ms ampliamente aceptado era el de esferas concntricas sobre la

    superficie de las cuales viajan los planetas, a veces con rotaciones propias conocidas como

    epiciclos (ver figura 1). Este modelo ya lo menciona Platn tanto en su Timeo como en las

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    ltimas pginas de La Repblica (en el muy conocido mito de Er, en el libro X). La

    percepcin de los sonidos csmicos que produciran estas esferas, bien sea en estados

    alterados de conciencia (como en el caso del Er de Platn, o del Escipin del sueo de

    Escipin de Cicern) o la atribucin y clculo matematico-racional de estos sonidos a las

    esferas y sus movimientos constituye la famosa idea de la msica de las esferas, y tiene

    una larga tradicin en la historia de la teora musical especulativa.

    Tal vez porque los planetas suman justamente siete (el mismo nmero que las notas de la

    escala diatnica en el sistema griego y en el europeo subsiguiente que deriv de aquel), los

    Figura 1: El modelo cosmolgico de las esferas concntricas

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    tericos de la msica especulativa no pudieron dejar de ver la relacin al menos numrica

    entre los planetas y las notas de la escala, y en consecuencia asignaron a cada planeta una

    de las alturas de la escala diatnica. Pero no lo han hecho siguiendo siempre el mismo tipo

    de razonamiento.

    El anlisis de las teoras de asignacin de planetas a clases de alturas demuestra que existen

    tres formas de deducir escalas planetarias, que Godwin llama de Tipo A, Tipo B y

    Tipo C.16 Las de tipo A estn basadas en la relacin proporcional de las distancias entre

    los planetas, las de tipo B estn basadas en las velocidades aparentes de los astros en la

    bveda celeste, y las de tipo C proponen una abstraccin en la cual el universo conocido

    equivale a la gama musical conocida. Resear a continuacin estos sistemas, pero no en el

    mismo orden en que lo hace Godwin, pues deseo modificar el orden de la exposicin por

    razones narrativas. Empezar por lo tanto con el modelo B, pasando luego a los modelos A

    y C.

    1.1 Sistemas de asignacin planetaria basados en velocidades aparentes de los astros

    Los sistemas de asignacin musical que Godwin llama de tipo B se basan en la relacin

    proporcional de las velocidades de los planetas al cruzar la bveda celeste, y no en la

    distancia entre ellos, como ocurre en las de tipo A, que discutir ms abajo. Esto

    aparentemente les da una base astronmica ms solida, porque, como comenta Godwin, si

    bien las distancias entre los planetas han sido objeto de debate durante siglos, jams ha

    16 GODWIN, JOSCELYN, Harmonies of Heaven and Earth: the Spiritual Dimensions of Music from Antiquity to the Avant-garde, Rochester, VT, Inner Traditions, 1987, pgs. 113-131.

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    habido ninguna duda en cunto les toma darle una vuelta completa al zodiaco.17 Pero el

    asunto no por ello resulta ms sencillo, pues el cmputo de las velocidades de los astros

    variarn dependiendo de si se considera que la tierra sea esttica y la ltima esfera, la de las

    estrellas fijas, se mueve lentamente a lo largo del ao, o si, como tambin se propona en

    algunos modelos cosmolgicos griegos (como el de Anaximandro),18 se considera lo

    contrario, a saber que la tierra gira diariamente y que la esfera de las estrellas fijas es, como

    su nombre lo indica, fija e inmvil.

    Dado que el sonido procede del movimiento (hoy en da lo entendemos como vibracin),

    y que mientras ms rpido se mueva algo ms agudo ser el sonido que produzca, los astros

    ms rpidos producirn notas ms agudas, en tanto que los ms lentos producirn las notas

    graves. Si bien todos los sistemas de atribucin basados en la velocidad planetaria

    comparten este razonamiento, las atribuciones que hacen varan, pues algunos computan

    desde la tierra hacia arriba en las esferas, en tanto que otros computan desde las estrellas

    fijas hacia abajo, considerando al zodiaco como inmvil, como ya se ha mencionado. Segn

    vare este punto de vista las velocidades se invierten, y por lo tanto tambin los sonidos que

    se deducen de ellas. La figura 2 muestra las diversas asignaciones que a lo largo de la

    historia se han hecho a los planetas, segn este mtodo de atribucin.

    17 Op. Cit., pg. 118. Traduccin ma. 18 DORCE POLO, CARLOS, Ptolomeo, el astrnomo de los crculos, Madrid, Nivola Ediciones, 2006, pgs. 9-29.

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    Figura 2: Resumen de varios sistemas de atribucin de alturas a los planetas, basados en las velocidades

    orbitales de stos

    1.2 Sistemas de asignacin planetaria basados en distancias orbitales

    Las escalas planetarias de tipo A, por otro lado, no estn basadas en la velocidad de los

    planetas, sino en la relacin proporcional de las distancias de sus esferas u rbitas entre s,

    tal como las calculaban los modelos astronmicos del momento. Por supuesto las

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    asignaciones musicales que se derivan de ellos cambian con el tiempo, a la par que se

    desarrollan tanto los modelos astronmicos como de la teora y la prctica musicales.

    El razonamiento subyacente es bastante sencillo: si asumimos que la octava musical

    (reduccin terica de todas las notas posibles en la teora musical griega, figura 3)

    corresponde al sistema solar y las estrellas fijas (el universo conocido en astronoma

    antigua), ello significa que las siete notas de la escala diatnica han de corresponder a los

    siete planetas (figura 4).

    Figura 3: La octava como universo musical (contiene todas las clases de alturas de la teora musical).

    Correspondera por lo tanto al universo macrocsmico, astronmico.

    Figura 4: Las siete diferentes clases de alturas de la octava musical en el sistema diatnico, empezando aqu

    en DO. Ntese que son siete, tal como los planetas de los sistemas astronmicos y astrolgicos antiguos.

    Las distancias intervlicas entre las notas de la octava en los sistemas musicales griegos son

    de tono o de semitono, siendo un tono entero equivalente a dos semitonos. Si podemos

    calcular la distancia entre un planeta y otro, y si esos clculos nos muestran que entre las

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    rbitas hay proporciones de 1:1 o de 2:1, la asignacin de semitonos y tonos enteros a las

    distancias orbitales es bsicamente directa, y se podra formar una escala teniendo en

    cuenta estas distancias.

    Efectivamente, en los modelos cosmolgicos antiguos, ya desde Pitgoras, se asuma que la

    distancia entre todos los planetas no era siempre la misma, y esta diferencia de distancias

    explicaba por deducciones geomtricas las diferentes velocidades aparentes de los astros.

    Una de las ilustraciones ms famosas de este tipo de especulaciones geomtricas apareci

    en el Mysterium Cosmographicum de Johannes Kepler, en fecha tan tarda como 1596

    (figura 5).

    Figura 5: Modelo cosmolgico del Mysterium cosmographicum de Kepler. Ntese que las rbitas o esferas

    de los planetas no son siempre equidistantes. En esta diferencia se basan los modelos del tipo A.

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    En los modelos de atribucin basados en las distancias entre las esferas, se cita la autoridad

    de Pitgoras, quien segn los autores griegos calcul la distancia entre la Tierra y la Luna, y

    le asign el intervalo del tono entero.19 Comparando las distancias estimadas entre las

    dems esferas con la distancia entre la Tierra y la Luna, se puede deducir toda la escala

    heptfona correspondiente a los siete planetas del sistema solar, y en algunos sistemas la

    distancia entre la esfera de Saturno y la de las estrellas fijas tambin. En la figura 6 he

    tabulado las diversas propuestas en este sentido.

    19 Godwin, Op. Cit., pg. 113.

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    Figura 6: Resumen de varios sistemas de atribucin de alturas a los planetas, basados en las distancias entre

    las esferas u rbitas de stos

    1.3 Sistemas de asignacin planetaria basados en los puntos fijos de la teora musical

    griega y las proporciones pitagricas de las cuerdas sonoras

    El tercer tipo de atribucin de planetas a alturas (los modelos de tipo C de Godwin)20 es

    mucho ms tcnico, tanto as que considero que quedara fuera de lugar en cualquier

    20 Godwin, Op. Cit. pgs. 126-131

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    congreso que no fuese de musicologa o de teora musical, por lo cual no entrar en detalles

    aqu. Baste mencionar que es ms terico y est menos basado en la observacin de los

    fenmenos astronmicos que los anteriores modelos, y toma como base no notas

    especficas de una escala, o el orden de las notas en la misma, sino los puntos fijos de

    afinacin de todos los modos y especies en la teora musical griega (que tambin eran

    siete)21 y las distancias entre los nodos donde aparecen los armnicos naturales en la teora

    de cuerdas vibrantes de Pitgoras. Asume adems como universo sonoro no la octava, sino

    toda la gama de alturas conocida y manejada por los instrumentos o la msica vocal de cada

    poca de la historia de la msica, o inclusive teorizaciones que an no se haban

    implementado en la msica real de la poca de sus autores.22 Evidentemente, en la medida

    en que esta gama aumenta al aumentar las capacidades tcnicas de los instrumentos y los

    desarrollos de la teora que permiten nuevas propuestas en la prctica musical,23 tambin la

    gama del universo musical se hace cada vez ms amplia, y con ello van cambiando las

    atribuciones a cada uno de los planetas. Como muestra de este tercer tipo de asignaciones

    de alturas a los planetas, se ha incluido en la figura 7 una seleccin de algunas de las

    propuestas histricas. Ntese que algunos de estos sistemas tambin dan atribuciones a los

    cuatro elementos que forman la materia aqu en la esfera de la Tierra. Tambin resulta

    interesante notar que la orden monstica musulmana Ikhwn al-Saf (La Hermandad de la

    Pureza) estableci en la Basora abas (actualmente en Iraq) un sistema de atribuciones

    21 GOMBOSI, OTTO, Key, Mode, Species, en Journal of the American Musicological Society, vol. 4, nm.1, primavera de 1951 1951, pgs. 20-26; MATHIESEN, THOMAS J., Greek music theory, en Christensen, Thomas, (ed.) The Cambridge History of Western Music Theory Cambridge, Cambridge University Press, 2002, pgs. 109-138 y LANDELS, JOHN G., Scales, intervals and tuning, en (ed.) Music in Ancient Greece & Rome Abingdon, OX, Routledge, 1999 pgs. 86-109. 22 Notable en este aspecto es la propuesta del parmesano Giorgio Anselmi (que no debe confundirse con su homnimo, el pintor verons del siglo XVIII), quien en su libro De musica de 1434 propone una gama de ocho octavas, cuando la msica de su tiempo manejaba a lo ms tres. Vase Godwin, Op. Cit., pg. 131. 23 HENBUEHL, DAVID KRAE y CHRISTOPHER SCHMIDT, On the Development of Musical Systems, en Journal of Music Theory, vol. 6, nm.1, primavera de 1962, pgs. 32-65.

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    basadas en su propio sistema musical no-occidental (ntense en este sentido los intervalos

    microtonales).

    Figura 7: Algunas de las propuestas de equivalencia planetaria basados en los puntos fijos de la teora

    musical griega y las proporciones pitagricas de cuerdas.

    2. Asignacin de parmetros musicales a los signos del zodiaco y las casas de la rueda

    zodiacal

    Tal como se asignaron alturas a los planetas, en la historia de la msica especulativa se han

    asignado tambin tonalidades a los signos del zodiaco y a las casas en los cuales stos

    residen. El primero en hacer esto fue el astrnomo Alejandrino Claudio Ptolomeo, quien

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    en su ltimo libro, armnicas, de finales del siglo I E.C. propuso un sistema de escala de

    dos octavas, comparable al sistema de asignacin planetaria que ya se ha discutido (ver

    figura 8).24

    Figura 8: El sistema de asignacin de alturas a los signos del zodiaco segn Ptolomeo.

    Sin embargo, a diferencia de la asignacin de alturas a los planetas, no hubo un continuidad

    histrica en la asignacin de este tipo de equivalencias en el mundo antiguo y medieval, y

    los subsiguientes esfuerzos en esta direccin se realizaron apenas a partir del siglo XX. En

    ellos, a diferencia de la propuesta de Ptolomeo, los signos del zodiaco y las casas se asignan

    24 PTOLOMEO, CLAUDIO, Armnicas, Mlaga, Miguel Gmez Ediciones, 1999.

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    a tonalidades enteras, no a alturas individuales. En 1954 Joan y Mary Henschel, seguidoras

    de doctrinas Teosficas, decidieron asignar a los signos positivos (los impares en la

    ordenacin zodiacal tradicional) tonos enteros a partir de do (do, re, mi, fa sostenido, la

    bemol y si bemol) y a los signos negativos, de numeracin par, las notas restantes,

    tambin en tonos enteros: do sostenido, mi bemol, fa, sol, la y si. Este proceder se resume

    en la tabla 1:

    Signo del zodiaco Asignacin en escala de tonos enteros, signos positivos

    Asignacin en escala de tonos enteros, signos negativos

    1. Aries Do

    2. Tauro Do sostenido

    3. Gminis Re

    4. Cncer Re bemol

    5. Leo Mi

    6. Virgo Fa natural

    7. Libra Fa sostenido

    8. Escorpio Sol

    9. Sagitario La bemol

    10. Capricornio La natural

    11. Acuario Si bemol

    12. Piscis Si natural

    Tabla 1: Asignacin de tonalidades a los signos del zodiaco segn las autoras Henschel25

    25 HENSCHEL, JOAN y MARY HENSCHEL, Van Chaos tot Harmonie, Amsterdam, Strengholt, 1954.

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    Pero adems de ser un sistema excesivamente simplista, esta propuesta no hace concordar

    la teora astrolgica con la musical: por ejemplo, signos contrarios como Aries y Virgo

    (fuego cardinal y tierra mutable) producen intervalos consonantes, como las cuartas o las

    quintas, cuando esperaramos que produjeran intervalos disonantes, si de ser espejo del

    cosmos se trata (recurdese lo de speculum en msica especulativa). Adems, como puede

    verse en la tabla, no todas las tonalidades mayores y menores tienen cabida en este sistema.

    Una propuesta ms apropiada es la del musiclogo y astrlogo irlands Michael McMullin,

    quien combina sus dos especialidades para generar una teora ms coherente. En un artculo

    de 198426 McMullin propone asignar las tonalidades en orden inverso, empezando por

    Piscis en do, y procediendo cromticamente hasta Aries (ver tabla 2). La razn para

    proceder as no es tanto astrolgica como de anlisis de caractersticas emotivas del

    repertorio ms conocido: mediante su asignacin as propuesta, las obras del repertorio

    clsico que McMullin (o los mismos compositores) atribuyen a signos astrolgicos (como

    las atribuciones jupiterianas, es decir del signo de sagitario, del Jpiter de Los Planetas de

    Holst, o la quintas sinfonas de Beethoven y de Sibelius) resultan bajo anlisis estar

    precisamente en las tonalidades as asignadas. Adems, McMullin da cabida a las

    tonalidades menores a travs de la asignacin de los relativos menores definidos por la

    teora musical tradicional. El sistema de McMullin, a diferencia del de las Henschel, no

    solo incluye todas las tonalidades de la msica occidental, sino que tambin da cuenta de

    varias instancias del repertorio musical clsico occidental para probar sus atribuciones,

    26 MCMULLIN, MICHAEL, The Zodiac and the Twelve Tones of the Musical Scale, en The Astrological Journal, edicin de primavera de 1984.

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    teniendo en cuenta tanto valores musicales como astrolgicos, por lo cual podemos

    considerarlo un modelo ms trabajado.

    Signo del zodiaco Asignacin cromtica empezando en con Do en Piscis y procediendo en orden inverso, tonalidad mayor

    Tonalidad menor relativa al mayor asignado

    1. Aries Si mayor Sol sostenido o la bemol menor

    2. Tauro Si bemol mayor Sol menor 3. Gminis La mayor Fa sostenido

    menor 4. Cncer La bemol mayor Fa menor 5. Leo Sol mayor Do menor 6. Virgo Fa sostenido mayor Mi bemol menor 7. Libra Fa mayor Re menor 8. Escorpio Mi mayor Do sostenido

    menor 9. Sagitario Mi bemol mayor Do menor 10. Capricornio Re mayor Si menor 11. Acuario Do sostenido o re

    bemol mayor Si bemol menor

    12. Piscis Do mayor La menor

    Tabla 2: Asignacin de tonalidades a los signos del zodiaco segn McMullin

    Otras atribuciones zodiacales que se han dado en el siglo XX han sido algo ms esotricas y

    menos estrictamente musicales. Las limitaciones de espacio y tiempo nos impiden entrar en

    detalles, pero para la muestra un botn: el famoso fundador de la Antroposofa, Rudolf

    Steiner (18611925), escribe que el zodiaco es nuestra manera de simbolizar la figuracin

    creativa de los Serafines y Querubines. Estos seres anglicos trabajan sobre la raza humana

    para dotarnos con los poderes, sentidos e impulsos de conciencia [] las doce alturas y sus

  • 21

    tonalidades son por lo tanto los vehculos para los impulsos de la jerarqua anglica bajo la

    cual se desarrolla la raza humana.27

    Tal vez precisamente por ello, varios de los autores antroposficos (como Anny von

    Lange)28 asignan el zodiaco no a escalas cromticas o diatnicas, sino al crculo de quintas,

    base terica para el proceso de modulacin tonal, proceso por el cual un centro tonal da

    paso a otro, lo cual pudiera interpretarse como un cambio en nivel de conciencia del

    humano espiritualmente ms desarrollado. Von Lange nos dice justamente que el zodiaco

    representa las leyes formativas que ser revelan paso a paso al buscador espiritual.29

    27 STEINER, RUDOLF, Vom Wessen des Musikalischen, Freiburg im Breisgau, Die Kommenden, 1974, citado por Joscelyn Godwin en GODWIN, JOSCELYN, Harmonies of Heaven and Earth: the Spiritual Dimensions of Music from Antiquity to the Avant-garde, Rochester, VT, Inner Traditions, 1987, pg. 147. La traduccin del fragmento es ma. 28 VON LANGE, ANNY, Mensch, Musik und Kosmos, Freiburg im Breisgau, Die Kommenden, 1968. 29 Op. Cit.

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    Figura 9: El sistema de asignacin de tonalidades al zodiaco segn el crculo de quintas, mtodo predilecto

    de los autores Antroposficos.30

    Conclusiones

    La msica especulativa, es decir la que considera el aspecto esotrico de la teora musical,

    es tan variado y rico en atribuciones y sistemas como lo es el mismo campo de las

    corrientes y escuelas esotricas, con cuyas ideologas tiene estrechos vnculos. A lo largo

    de la historia ha habido muchos intentos de entender los datos astronmicos de los zodiacos

    y cartas astrales como datos musicales, con el fin de poder tener una experiencia ms 30 Ilustracin tomada de GODWIN, JOSCELYN, Harmonies of Heaven and Earth: the Spiritual Dimensions of Music from Antiquity to the Avant-garde, Rochester, VT, Inner Traditions, 1987, pg. 147.

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    subjetiva, ms individual y acaso ms humana de ellos a travs de la msica. Estos

    intereses no solo se han resistido a desaparecer con la prevalencia de la mentalidad

    cientfica y objetivista, sino que desde el aparente triunfo paradigmtico de aqulla en el

    siglo XX se han multiplicado an ms: pareciera que mientras ms se esfuerza la Ciencia

    positiva en materializar los fenmenos naturales31 ms se interesan movimientos contra-

    materialistas, como los diversos esoterismos, en darle an ms contenido humano y mstico

    a estos fenmenos.32 La teora musical especulativa es una ms de estas estrategias de

    devolverle lo mgico y mstico al mundo y al lugar del ser humano en l.33

    31 GAUCHET, MAURICE, The Disenchantment of the World: a political history of religion, Princeton, NJ, Princeton University Press, 1999. 32 OWEN, ALEX, The Place of Enchantment: British Occultism and the Culture of the Modern, Chicago, University of Chicago Press, 2004. 33 HANEGRAAFF, WOUTER J., How magic survived the disenchantment of the world, en Religion, vol. 33, 2003, pgs. 357-380.

  • 24

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