Deconstruccion Arquitectonica Transfer en CIA Imaginaria en La Angustia

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Subsecretaria de Educacin Superior Sistema Nacional de Educacin Superior Tecnolgica Direccin General de Educacin Superior Tecnolgica Instituto Tecnolgico de Pachuca

Deconstruccin arquitectnica:transferencia imaginaria en la angustia

Opcin I

TesisQue para obtener el titulo de

ArquitectoPresenta:

Irvin Delgado SeseaAsesor:

Mario Rojas EspinosaRevisores:

Huriel Castillo Espinosa Ezequiel Hernndez Prez

Mayo 2011

Un intelectual es aquel que se compromete a un conjunto de saberes, pero no deja de discutirlos. Compromiso que exhibe su libertad y su responsabilidad simultneamente

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Agradecimientos

Todo texto comienza imaginariamente en una hoja en blanco, carente de ideas, esperando desesperadamente que las letras se impregnen en ella, trampa imaginaria que evita ver lo real, porque en tanto la primera letra de la hoja sea impresa, ya se est recordando un discurso; discurso que se ha formado a lo largo de vivencias; ideas que han trasferido las personas con quien se ha estado, con quien se ha debatido, redo y peleado. Sucesos que se articulan en nuestra mente, en palabras que no alcanzan a expresar todo lo que se quiere gritar, afirmar con un solo trazo. Sin embargo, se escribe detalladamente para transmitir con gran alegra, aquello que afirmamos, nuestro discurso, influido de manera positiva por nuestra familia y amigos, aportado de manera consciente e inconsciente, en ideas inherentes a cada acto que se realiza, en cada proyecto al que se compromete. Teniendo ahora la oportunidad, agradezco de manera sincera, los cuidados, el tiempo y sacrificios que realizaron mis amados padres: Guillermo Delgado Cruz y Josefina Sesea Martnez, en mi formacin como individuo comprometido con sus ideales, sin dejar de ponerlos en crtica. Confrontacin en la que participaron activamente aportando sus ideas, tan fuertes como apasionadas. A mi hermana Sulim Delgado Sesea, todo mi amor y admiracin, por no dejar de cuestionarme con argumentos acertados, abriendo mi perspectiva y nunca olvidando el sentido del humor. A mi novia Roxana Barrera Rojas, le agradezco su constante apoyo y amor. Amor reflejado en paciencia que permiti la pltica y discusin de esta obra, concretando mis saberes por medio de una pltica exhaustiva y amena. A mis maestros y amigos, Mario Rojas Espinosa, Huriel Castillo Espinosa y Ezequiel Hernndez Prez. Por darme argumentos y conocimientos, que hicieron nacer el gusto por la Arquitectura y ofrecerme su amistad incondicional, de la que siento mucho aprecio.

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Introduccin

La discusin se abri en una trama de interrogantes, dnde la pregunta se centr en entender qu es la deconstruccin arquitectnica? Pero al plantearse esta interrogante, se revel una falta, una carencia inherente en la Arquitectura que impide su idealidad y perfeccin. La Arquitectura ha evolucionado en el transcurso del tiempo, cada estilo ha sido el reflejo sincrnico de una teorizacin, cuyo centro ha sido el sujeto, ese usuario al que est dirigida la Arquitectura. Cada teora del sujeto, contiene rastros de diferentes disciplinas que permitieron su concepcin y desarrollo. A partir de estos saberes, la Arquitectura se construye, supliendo sus necesidades o carencias del sujeto en un juego creativo y prctico. En el Post-estructuralismo, el sujeto se descentraliz, cayendo en el lenguaje, no como comunicacin sino como constituyente del hombre. Cambio perceptivo que dio un giro inesperado en todas las disciplinas, llevando a la introduccin de nuevos saberes adaptados a los anteriores, en una restructuracin tanto diferente como agresiva. Agresin que transgredi el sentido unvoco y unilateral, revel la ausencia de un centro de verdad, concretndose en una experimentacin conceptual en la Arquitectura, as como, en mltiples disciplinas. La conceptualizacin arquitectnica cambi al integrar la lgica discursiva en sus espacios, muros, losas, en todos sus elementos. El texto fue inherente a la obra, el simbolismo se recuper en una tendencia que pretenda la superacin de la Arquitectura. Pretensin de rompimiento con la Arquitectura Clsica y todo su sistema, pero, hasta qu punto un sistema puede ser desprendido de un elemento que necesita de l para existir?, primera contradiccin de esta separacin, ah surge la raz de la investigacin, en ella se discutir toda su riqueza conceptual y prctica. La Arquitectura como texto fue el desencadenante, al introducir un usuario constituido por lo simblico, sujeto intrprete de lo real arquitectnico a travs de este mediador. Pero la introduccin de un relato en la obra arquitectnica estrech los lazos con el lenguaje, paralelamente tambin, con sus limitantes. Al utilizar los elementos construidos como significantes, la metfora y la metonimia se integraron automticamente, quedando solo la articulacin de la lgica coherente3

al control del arquitecto. Articulacin que convoc a la creatividad dirigida a dos ejes principales: re-significar y de-significar, no de una manera absoluta, pero si haciendo una jerarquizacin a su uso. La Deconstruccin planteada por Derrida, encontr su pauta en la de-significacin y permiti una articulacin creativa y en tensin. Violencia que desatara una gran atraccin hacia el usuario, comunicacin tanto apropiadora como contradictoria. La insuficiencia del lenguaje como medio de comunicacin, ejerci en Derrida la principal influencia de su obra, por medio de la Deconstruccin exhibi todas sus fallas como posibles. En esta posibilidad e imposibilidad comunicativa, la Arquitectura emprendi su verdadero desafo, construir una nueva interaccin con el usuario. En esta investigacin se detallar desde un enfoque filosfico, lingstico y arquitectnico la Deconstruccin, con un afn de hallar las diferencias entre su idealidad y su prctica, entre la teora y lo real. En su desarrollo, las contradicciones se desnudarn y sus lmites se precisarn. Arquitectura llevada a un mundo de excesivas imgenes, de sociedades de control a travs del deseo, donde la solucin ms eficaz a esta an-esttica (N. Leach, 2005), parece ser la Deconstruccin, exigiendo en el sistema arquitectnico todo lo que pueda dar. Violencia desatada en un sistema, construyendo y destruyendo su estructura, con el fin de desatar en el usuario contradicciones simblicas, motivosdesencadenantes de angustia, dirigidos a la interaccin del usuario con la Arquitectura por medio de una transferencia imaginaria. En esta bsqueda del saber del artificio arquitectnico, se desarrollar un placer que satisfacer al usuario, no en su fin, sino en su recorrido, a diferencia de la satisfaccin que pretende una arquitectura comercial, capaz de llamar la atencin a un mundo infestado de publicidad en espera de capturar el deseo. La investigacin pretende una mejor concepcin del sujeto y una mejor apropiacin del usuario, para entender la flexibilidad arquitectnica como un sistema en busca de satisfaccin de deseos y necesidades.

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Exordio

No cuestiono mi Ojo Corpreo o Vegetativo ms de lo que Cuestiono una Ventana en lo que concierne a un Panorama: miro a travs de ello, no con ello. William Blake

Se ha olvidado que la Arquitectura nace de un concepto, de un deseo que da posibilidad; posibilidad fatal que niega y va ms all de lo que encuentra en s misma. Son muros que preservan en su tangibilidad, ecos del discurso de su autor, sus creencias y pasiones. Es imposible negar a un Lecorbusier, quien afirm al hombre como centro de la Arquitectura y a la razn, como medio nicosupremo a suplir todas sus necesidades. Pero, no es una casualidad que la Arquitectura del Movimiento Moderno exaltara a la razn, con su dialctica negacin de la historia, al crear antes que representar. Si toda la Arquitectura encuentra una pauta, es porque la encuentra primero en una idea, en un concepto, quizs ficticio o veraz, que est intrnsecamente relacionado con las disciplinas que se desarrollan sincrnicamente. S la Arquitectura se considera lenguaje actualmente, tampoco es otra casualidad; si se niega al hombre como centro de la Arquitectura es porque las ideas contemporneas permitieron desarrollar una nueva coherencia en y desde la Arquitectura, expresar desde otra disciplina lo que la filosofa comenz previamente a discutir. As, s esta obra se enfoca en hablar de la Deconstruccin arquitectnica, debe ante todo, entender el desarrollo filosfico que permiti desenvolver toda una nueva teora de los espacios en la Arquitectura. Hablar de Heidegger, Foucault, y Derrida desde un principio es bsico para obtener un panorama ms amplio, perspectiva que posibilitar el entendimiento de una arquitectura como lenguaje y concepto. Elegidos por su afinidad con la Deconstruccin, dieron ideas para partir hacia una nueva concepcin del hombre y paralelamente, adentraron a la sociedad hacia una nueva perspectiva arquitectnica. Estos no son digresin, textos casuales y ajenos al tema central, todo lo contrario, la obra guarda un deseo de dar a entender un nuevo panorama,5

haciendo discutir antes que imponer, comprometiendo al lector a la crtica activa en todas las ideas que se presentan. El discurso explica la Deconstruccin, primero desde sus antecedentes filosficos, pasando por explicaciones lingsticas que aclararn algunos trminos, analizando escritos de arquitectos que dieron el primer paso al cambio en la visin de la Arquitectura, finalizando con una argumentacin que expondr los puntos ms benficos de la Deconstruccin y como emplearlos de manera positiva en la conceptualizacin y diseo arquitectnico. Confundir al lector no es el objetivo, si se empieza con textos de filosofa importantes es porque se encuentran en ellos, la posibilidad de crear un contexto mnimo necesario que permita al discurso expresarse de manera fluida y entendible. No es una precaucin paranoica de falta de entendimiento o deficiencia en explicar, sino es una situacin real, que est en todo texto y que a la vez, permite su posibilidad e imposibilidad, y no esto ya habla de Deconstruccin?, claro que s!, el virus del lenguaje ya carcome estas lneas desde que la idea encuentra palabras para expresarse. Pero ante este virus, en y desde el lenguaje, es necesario preparar al lector, adentrndolo en un mundo de nuevas ideas que no solo estn en los textos sino que se manifiestan en acciones, deseos, anhelos; pasando por las distintas disciplinas, recorriendo e incluyendo a la Arquitectura. Si la arquitectura existe en lo real, no se puede hablar de una ausencia de lo simblico y lo imaginario, con falta de estos registros cmo se hablara de espacio y funcin? Si los muros, pisos, losas, luminarias, colores, entre la gran variedad de elementos y componentes arquitectnicos, son elementos constantes en la arquitectura, esto no implica que todas las construcciones sean iguales entre s, todo lo contrario, la Arquitectura se da en la mezcla de estos. Si los elementos son los mismos, es la articulacin entre ellos, lo que permite la diferenciacin, diferencia que da originalidad a cada casa, edificio u hospital.

Si la articulacin difiere, es porque el discurso de cada arquitecto tiene ideas diferentes a los dems. Y es por eso, que en cada muro, en cada espacio, en cada rincn, antes de or un silencio, omos con ahinc el eco del discurso de su autor, aguardando su descubrimiento para su aparicin espectacular.

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Agradecimientos Introduccin Exordio

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ndiceCaptulo I. Filosofa de la deconstruccin Martin Heidegger, trans-valorizacin del ser. Michel Foucault arquelogo de la verdad Jacques Derrida: una perspectiva deconstructivista Captulo II. Trminos lingsticos y deconstruccin El lenguaje comunicacin o arquetipo? El signo, una marca metafsica Metfora una sustitucin significante Metonimia desplazamiento en una fragmentacin Captulo III. Arquitectura y deconstruccin Arte conceptual objetos ausentes El fin de lo clsico metfora de una crtica The Manhattan Transcripts transgresin en el espacio Deconstruccin Arquitectnica: texto, violencia y deseo An Captulo IV. Una aproximacin terica Conclusin Fuentes de informacin 97 102 62 66 73 78 94 46 51 55 58 9 21 32

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Captulo I. Filosofa de la deconstruccin

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Martin Heidegger, trans-valorizacin del ser.

Dios es una suposicin: pero quiero que vuestro suponer este limitado a lo concebible Ahora bien que la voluntad hacia la verdad signifique que todo se transforma en lo que es concebible humanamente, en lo que es visible humanamente, en lo que es sensible humanamente!... Friedrich Nietzsche Si dios no permitido existe, todo estara

Fiodor Dostoievski

Martin Heidegger naci el 26 de septiembre de 1889 en Messkirch, Alemania, y muri en Friburgo de Brisgovia, el 26 de mayo de 1976. Fue el filsofo ms importante del siglo XX. Sus ideas son an contemporneas y estn vinculadas a los conceptos tericos que aborda este trabajo. Estuvo fuertemente influenciado por Friedrich Nietzsche, otro pensador extraordinario. Este anlisis breve, jerarquiza las ideas ms destacadas de toda su obra. En el transcurso del discurso, se ver la exposicin de ideas geniales con las cuales se estableci como el filsofo ms importante del pasado siglo. Su primera obra relevante fue Ser y Tiempo (1927), es una ontologa, es decir, un estudio del ser. Pero acaso no se sabe que significa ser hombre?, o solo es otra palabra ausente? Abord esta temtica porque el hombre se ha olvidado de la pregunta acerca del ser. Y se plante, ya que el concepto de ser es el ms universal y vaco 1, es aquel significante que enuncia un significado inexistente. De aqu, su carcter jerrquico como obra importante, volviendo a introducir el valor del ser. Genero paralelamente, la discusin de la esencia del hombre contra1

HEIDEGGER, Martin, El ser y el tiempo, Segunda edicin, ed. Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1889, pag 11.

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una perspectiva idealista, rechazndola. Descartes haba planteado la existencia como algo interior, un mundo creado por nuestra conciencia. Lo que hizo Heidegger, retomando la muerte de Dios de Nietzsche, fue plantear al ser del hombre desde lo terrenal, de lo sensible, proyecto ambicioso en el que todas las ideas previamente planteadas se discuten. As, en el comienzo de su obra, Heidegger identifico que el ser que se pregunta por el ser, es el ser ah (el hombre). Este ser ah, est en su estado de yecto, es decir, est arrojado sobre un mundo que le precede, un mundo ya constituido. El ser ah existe como un factum (ente), y es de esta existencia donde el hombre se pregunta por su ser. En ese libro, se plantea al hombre como un ente que existe, situado en un mundo donde l se pregunta por su esencia. Quitando la centralidad al hombre, al dejarlo arrojado, en estado de yecto. Es a lo que Heidegger llama ser en el mundo, el hombre solo est, en el mundo. Se sita todo en lo terrenal, en lo sensible, descartando lo suprasensible. Ese mundo, en el que se est, que lo precede, ya tiene ciertas caractersticas, ideas establecidas y paradigmas que lo rigen. El mtodo que utiliz Heidegger para entender la estructuracin del ser ah fue la destruccin fenomenolgica de la historia de la ontologa 2. La fenomenologa: quiere decir: tal manera de aprehender sus objetos, todo cuanto est a discusin sobre ellos tiene que tratarse mostrndolo directamente y demostrndolo directamente 3 Este concepto tiene como objetivo descubrir lo oculto y lo ambiguo, para encontrar la estructura del ser y as, encontrar la causa de la pregunta, en falta por el ser y de forma paralela, descubrir el ser. La destruccin del contenido tradicional de la ontologa antigua, en trminos heideggerianos, es: poner de manifiesto el origen de los conceptos ontolgicos fundamentales, o investigacin y exhibicin de su partida de nacimiento debe acotarla, dentro de sus posibilidades positivas, y dentro de sus lmites 4 Esta destruccin, desarma y exhibe la estructura del ser en el paso de la historia. As, la destruccin fenomenolgica de la historia de la ontologa, no es ms que una destruccin de la metafsica que se ha establecido a lo largo de la historia acerca del ser. En la destruccin, se exhiben los lmites y se entiende como se estructura el ser del ser ah. La estructuracin del ser ah tiene un papel importante, su entendimiento dar pauta a encontrar el ser del hombre.

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Ibid., pag. 50 Ibid., pag. 45. 4 Ibid., pag. 33.

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En El Ser y el tiempo, el ser ah cae en un mundo que ya est conformado, estructurado, as que en ese mundo, es donde se desarrolla como ser y se desarrolla, porque el ser ah est en estado abierto. Este estado abierto significa que el ser ah es poder ser, es el hombre arrojado a sus posibilidades. El ser ah existe, pero no posee un ser, es en el transcurso de su vida que se da un ser. En ese libro es posible percatarse que el hombre es libre al ser posible, posibilidad dada dentro de su facticidad. El hombre es un posible ser en el mundo es una estructura original y constantemente total 5, y es por esta posibilidad, que el hombre se pregunta por su ser, ya que no nace siendo. Nacemos muchos, morimos uno, P. Valery. Los posibles del ser ah son infinitos dentro de su existencia, sin embargo, hay barreras que limitan esta posibilidad; estas obstrucciones son los modos existencarios cotidianos, que dejan a la persona olvidando la pregunta por el ser y evitando el desarrollo de un ser singular. Estos modos existenciarios del ser cotidiano, son dados en el mundo constituido y alienan al hombre. Esta alienacin est dada en el ser ah bajo el seoro de los otros 6, pues al estar arrojado cae en esta cotidianidad. El ser ah alser uno con otro disuelve totalmente lo peculiar, ser ah en la manera de ser de los otros, de tal suerte que todava se borra ms lo caracterstico y diferencial de los otros. En este no sorprender, antes bien, resulta inapresable, es donde despliega el uno verdadera dictadura. Se disfruta y goza, como se goza leer, ver y juzgar literatura y arte, como se ve y juzga; incluso se apartan del montn como se apartan de l El uno, que no es nadie determinado y que son todos, si bien no como suma, prescribe la forma de ser de la cotidianidad. 7 ser uno con otro disuelve totalmente lo peculiar ser ah en la forma de ser de los otros, de tal suerte que todava se borra ms lo caracterstico y diferencial de de los otros. En este no sorprender, antes bien, resulta inapresable, es donde despliega el uno verdadera dictadura. Disfrutamos y gozamos como se goza; leemos, vemos y juzgamos literatura y arte como se ve y juzga; incluso nos apartamos del montn como se apartan de l El uno, que no es nadie determinado y que son todos, si bien no como suma, prescribe la forma de ser de la cotidianidad. Ese uno alienante, que determina la normalidad, esa enajenacin que da un modelo de Ser a seguir, es en el que el hombre existe. En ese mundo de lo uno,

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Ibd., pg. 200. Ibd., pg. 143. 7 Ibd., pg. 143.

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se desarrollan las habladuras, la avidez de novedades y la ambigedad, siendo modos existenciarios del Ser cotidiano, del ah. Las habladuras, plantea Heiddegger, son los paradigmas del Ser que nos traspasan, como una verdad del uno. Imponiendo la normalidad del Ser, lo que el uno estableci como concepto alienante y apaciguador. Pero esta accin es inevitable, y por lo tanto, necesaria, pues es en este mundo donde el uno domina, el ser es dado al hombre por s mismo. As, cada hombre recibe ideas y conceptos sustentados por lo uno al constituirse en lenguaje. Las habladuras establecen las posibilidades, imponen qu y cmo percibir las cosas, el sujeto se encuentra en estado de interpretado. Estas habladuras no solo se limitan a lo hablado, dijo Heidegger, tambin estn las escribiduras. La caracterstica ms importante de las habladuras y las escribiduras, es que la persona lo sabe todo sin saber nada. Ideas que flotan en el mundo como verdaderas y el hombre cotidiano las toma y por repetirlas, se creen dominadas. Es el habla con las palabras prestadas y fuertemente difundidas del uno. Trampa imaginaria de saber todo, por desconocer la situacin real en la que no se sabe nada. Muerte de la subjetividad, en la que nadie llora, por no percatarse de su descenso. En El Ser y el tiempo, es el cuestionamiento desde el estado de interpretado donde el hombre aprende a comunicar, a comprenderse e interpretarse, para apropiarse de su ser. La avidez de las novedades, otro modo existenciario cotidiano, est caracterizada por la superficialidad de los conocimientos, al igual que las habladuras y escribiduras, con la diferencia que la ligereza del saber que se tiene ya no es suficiente y se busca ampliarlo, cayendo en una libertad ficticia donde el ser ah se satisface con el conocimiento superficial y breve. Este conocimiento u objeto, tambin impuesto por el uno, tapa momentneamente el aburrimiento y se lanza a la bsqueda de algo ms temporal y sin profundidad. Es un estado de tedio, pasividad que se deslumbra por lo nuevo y se dirige a ver, sin contemplar ni discutir, solo a ver y, en ese momento que se ha visto todo, la mente desea otra satisfaccin nueva y efmera. La moda, es la palabra adecuada a este continuo cambio de objetos, de deseos breves y cambiantes, impuestos por lo uno. Heiddeger denomina al ser ah, sumergido en este modo existenciario, ser en todas partes y en ninguna. El ltimo de los modos existenciarios es la ambigedad. sta tiene uno de los papeles fundamentales, da permanencia a las habladuras y a la avidez de novedades, para que el ser ah se convierta en estado de interpretado. Esa oscuridad, permite que las habladuras tengan carcter de verdad, pues su desfiguracin permite solucionar futuras negaciones, diciendo que lo que se ha12

descubierto ya haba sido pensado antes. Dictadura estructurada en la superficialidad y en la breve temporalidad, anexando confusin, imperceptible para el ser cotidiano pues cree conocerlo todo y de encontrar alguna nueva negacin de algn concepto, lo acepta sin cuestionar, de la misma forma en que se introdujo todo su saber en falta. La avidez de la novedad, en complementacin con la ambigedad, evitan que la persona sienta angustia, pues tapan el deseo con objetos transitorios que impiden el saber presente y completo y, s sale otra cosa nueva, el sujeto ya lo esperaba, porque su saber oscuro parece dar solucin a todo, incluso a lo que pronto ser, sin importar contradicciones con lo impuesto por lo uno. Este uno adopta a su conveniencia los saberes nuevos, dndoles otros sentidos que permita la misma manipulacin que los anteriores. Estos tres modos existenciarios coexisten desde la perspectiva de Heidegger y es el ser ah, que desde ellos debe lograr su estado abierto para ser un posible. Sin embargo, estos estados cotidianos viven porque ocultan una verdad que es angustiante para el ser ah. Esta angustia est provocada por la muerte. La muerte se convierte en uno de los posibles, de todos los posibles. En cada una de sus posibilidades habita la probabilidad de muerte, imposibilidad de estas posibilidades. Pero esta angustia existente, est latente en el ser ah: singulariza y abre as el ser ah 8 La angustia es inherente al estado abierto, al ser como posible. Es la prueba irrefutable de ser posibilidad y como posibilidad cada hombre se da su ser, y es ah, donde la singularidad se conforma con base de compromiso y critica. La adopcin de la angustia ocurre cuando el ser ah, se percata que es un ser predispuesto a la muerte y lo acepta, abriendo sus posibilidades y su compromiso con cada posible. El ser relativamente a la muerte: desemboca al ser ah el estado de perdido en el uno mismo, ponindolo ante la posibilidad primariamente falta de apoyo en el procurar por curndose de- ser l mismo, pero el mismo en la apasionada libertad relativamente a la muerte, desligada de las ilusiones del uno, fctica, cierta de s misma y que se angustia 9. Y es en este descubrimiento que el hombre se da su estado de resuelto, que no es ms que el darse el Ser, que con ahinc buscaba. El estado de resuelto est en contraposicin de lo uno, que esconde la muerte en el an no, esto encierra al hombre como un parsito que necesita del uno para sobrevivir y darse un ser ficticio por el compromiso y el miedo a enfrentar la angustia de morir y darse su ser.8 9

Ibd., pg. 208. Ibd., pg. 290.

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El Ser y el tiempo, est constituido principalmente de estas ideas, de las que sern imprescindibles en captulos posteriores. Otro texto relevante en la obra de Heidegger es la conferencia sobre Nietzsche y La muerte de Dios, importante porque su filosofa est influida por el genio de Nietzsche. En ese discurso, Heidegger desarroll la postura y explic la frase ms importante de Nietzsche, Dios ha muerto. Frase estremecedora y famosa actualmente, so pena, que sea tan malinterpretada. A esta frase se le ha dado una significacin vulgar, la muerte de Dios es su inexistencia, es decir, Dios no existe. Es aqu donde la interpretacin de Heidegger toma ms fuerza, pues aclar que en esta muerte la inexistencia es irrelevante, su muerte y su existencia son dos cosas distintas. La muerte de dios significa que el mundo suprasensible ha perdido su fuerza efectiva 10, lo ha perdido porque ya no busca la meta de lo real. La metafsica desde Descartes solo buscaba como meta el ms all, las ideas, la realidad a travs del interior del hombre, olvidando lo fsico, dejndolo como trmino olvidado y as, dando por hecho que el ser ya esta entendido y por lo tanto hay un olvido del ser. En ese texto, la pregunta por el ser ha sido olvidada por el hombre intencionalmente, a diferencia de Ser y tiempo donde su olvido era por la misma pregunta del ser que era contestada por las habladuras, en este texto el hombre ya no se pregunta. El estado suprasensible ha sido llevado al lmite y Nietzsche propone una filosofa basada en lo sensible, en lo fsico. Sin embargo, al criticar la metafsica, Nietzsche cay en la misma metafsica, porque la crtica la hace en el mismo medio que l discute. Es decir, crtica la razn desde la razn, sin embargo, la crtica est ms dirigida a criticar el camino que tomar la razn, tratando de rectificarlo. Dirige a la razn hacia lo fsico, esto sensible ser para Heidegger desde su interpretacin, la bsqueda hacia el ser. Si la metafsica ha creado una desvalorizacin de los valores supremos, es por el uso de un nihilismo incompleto. Aqu advierte que la historia humana solo ha usado tcticas en las que se le quit el papel fundamental a Dios, matndolo pero dejando algunos rastros de ste sin superarlos, sin perder algunos valores de Dios, llevndolos como ideas supremas, lo suprasensible. As, Nietzsche desde esta interpretacin, pide una transvaloracin. Para l: El nihilismo incompleto, sus formas: vivimos en medio de ellas. Los intentos de escapar al10

www.heideggeriana.com.ar/textos/frase_nietzsche.htm

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nihilismo, sin necesidad de una transvaloracin de los valores anteriores traen como consecuencia lo contrario y no hacen sino agudizar el problema. 11 Exige un cambio, llenar el lugar vacio de Dios con nuevos valores fomentados en la vida. Los valores supremos han muerto y los hombres no se han percatado de eso, con esta ceguera, Nietzsche intent abrir los ojos y establecer que la muerte exige nuevos valores que expresen vida y la nutran. Para Heidegger, la vida en Nietszche est basada en dos valores: conservacin y aumento. Los valores para l son los puntos de vista, las perspectivas enfocadas a la direccin, sin caer en valores ya establecidos y anteriores, son puntos de referencia para ver las condiciones de conservacin y aumento. La conservacin, es retener las conquistas que dan ser al ente y dan pauta a nuevos enfrentamientos y esto permite el aumento. Pero solo conservar impide la vida ya que la limita y muere. Necesita de aumento para ir conquistando y ampliando su espacio vital, de manera ambivalente, la conservacin es importante pues sta permite el aumento pues necesita algo que lo preceda para crecer. Estas condiciones estn basadas en la voluntad de poder, ese deseo de conservar y aumentar que da al hombre la capacidad de sobrepasar lo que se tiene, es la conquista interminable. Esa voluntad de poder se quiere a s misma y en ella, encuentra su posibilidad, es el querer ser ms fuerte, superarse a s mismo. Nietzsche puede decir (Para una Genealoga de la Moral, tercer tratado, afor. 1 del ao 1887): antes prefiere [la voluntad] querer la nada que no querer. Querer la nada no significa de ninguna manera querer la mera ausencia de todo, lo efectivamente real, sino querer precisamente eso efectivamente real, pero quererlo siempre y en todo lugar como una nada y slo a travs de ella querer la aniquilacin. En este querer, el poder se asegura siempre la posibilidad de ordenar y poder ser seor 12 . Y es aqu, donde la voluntad de poder al querer su superacin necesita conservar y aumentar para alcanzar lo que busca. As, los valores que se van adquiriendo, gracias a la voluntad de poder, tienen ms importancia que la certeza, pues es ms importante el ser, esa presencia constante, que cualquier verdad. La perspectiva supera la certeza, porque en la perspectiva se permite el aumento, da posibilidad a nuevas conquistas. Estos puntos revelan la concordancia de la perspectiva planteada en El ser y el tiempo, de la bsqueda del ser, antes que cualquier otra cosa. Es decir, el hombre11 12

Ibd. Ibd.

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busca la verdad de su esencia para irse dando un ser. Parte de la indeterminacin, es decir, de ningn valor, solo de su existencia, como ser en el mundo, que permite emprender cualquier posibilidad.

Al finalizar la interpretacin de Nietzsche, Heidegger cre una frase que es crucial para este trabajo y para la filosofa contempornea: El pensar slo comienza cuando hemos experimentado que la razn, tan glorificada durante siglos, es la ms tenaz adversaria del pensar 13. La razn limita el pensar, aliena y sin embargo, en esta conferencia Heidegger exhibi a la libertad como una eleccin, adems, neg la verdad absoluta de la razn y exigi trans-valorizarla. La carta sobre el humanismo, siguiente texto analizado, muestra gran relevancia y evolucin de ideas, las cuales darn cuerpo a los siguientes autores. Pero a diferencia de los dos anlisis anteriores que tenan una perspectiva existencialista, sta, tiene una perspectiva estructuralista. Generar nuevos conceptos a los desarrollados anteriormente, reinterpreta algunos viejos y mantendr algunos otros, en l, varias ideas se concretizan. El tema central y eje de este texto es: el lenguaje es la casa del ser, en su morada habita el hombre. 14 Esta afirmacin es fascinante, exhibe que el Ser est en el lenguaje, abriendo su pregunta y bsqueda, contradictoriamente tambin, crea una barrera enclaustradora, evitando el encuentro con el ser. Heidegger encontr que el ser est en la misma metafsica. Recordar que en El ser y el tiempo l plante la bsqueda del ser y es en las habladuras, donde el hombre se pregunta por el ser y se le es contestado con una idea ambigua. El hombre pregunta por su ser y se le contesta. En el texto de la frase de Dios ha muerto, se expuso que el hombre ha olvidado la pregunta por el ser, para la conquista y dominio de los entes. En el presente texto, se retoma la culpa del hombre, ese ser que ya no se pregunta por el ser. Heidegger conden al hombre, mostrndole que solo se ha enfocado en conquistar lo ente, sin quererlo entender, es decir, dedica todo su tiempo a13

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Ibd. www.heideggeriana.com.ar/textos/carta_humanismo.htm

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comprender el uso del ente. Sigue valores metafsicos, ausentes del significado del ser, pero creyendo que ya sabe que es el ser. De manera paralela, tambin se culpa a la metafsica, porque es el medio de la bsqueda del ser y es por esa metafsica que la pregunta del ser se abre y cierra simultneamente. Aqu es donde, la destruccin es necesaria, una destruccin de la metafsica para encontrar el ser. Se pretende el cuestionamiento de la metafsica para encontrar en ella el ser, pues al ser la misma metafsica la que abre la pregunta, es en ella donde se buscarn respuestas. Por eso, el lenguaje es la casa del ser. Como casa protege y permite que exista el ser. El planteamiento dirige a la exaltacin de la existencia del ser como significante en el lenguaje, con significado ausente; as, el mismo lenguaje tiene el ser y lo oculta al no tener significado; sin embargo, el significado en falta, no es reclamado porque al haber un significante en el ser, existe y no es, pero por solo existir, el hombre ya no se pregunta ni busca el ser. Huella de algo que nunca ha estado. La conquista del ser en los hombres ya ha sido terminada y concluida y es por eso que se dedican a dominar al ente y a las tcnicas para controlarlos. En El ser y el tiempo, la pregunta por el Ser regresaba al plano filosfico, en este texto regresa con ms fuerza, advirtiendo que la metafsica debe cuestionarse, evitando caer en ella, desvindonos del objetivo, que es la bsqueda del ser. Bsqueda para, en y contra la metafsica. En el desarrollo de la obra, se destacar que los griegos fueron quienes se preguntaron por el Ser. Desde que la lgica se impuso, desde una filosofa griega tarda y culminada en ideales romanos de los que parte el logos occidental, la pregunta por el Ser se elimin. Al plantear esto, Heidegger encontr que en algunas pocas hubo la pregunta por el ser, es decir, en la Grecia antigua. Algunos autores retomaron esta perspectiva y otros la rechazaron. Pero la bsqueda por el ser, fue el eje central que apropiaron como objetivo y utilizan quienes se basen en su ideologa. Siendo la bsqueda del ser la tarea fundamental del hombre, l debe ignorar cualquier valor ya establecido que le impida encontrar esta esencia perdida. Aqu es donde se retoma la muerte de Dios, esa transvaloracin, cuyo objetivo es el encuentro del ser a toda costa. Pero la transvalorizacin tiene un problema tico, al no seguir con los valores clsicos, pero Heidegger no lo vio as, pues explic que la tica sigue valores ficticios, valores metafsicos, que no se les puede poner un carcter de absolutos hasta que no se encuentre el ser, y es en ese encuentro, a partir del cual se puede fundamentar una tica y una moral.17

El Ser, es la nica base para un humanismo, de aqu el nombre carta sobre el humanismo. Este texto es el planteamiento de un humanismo cuyos valores estarn sostenidos por el ser, nica y exclusivamente. Por eso, en su trabajo, nunca plante ninguna tica, pues para l, El ser y el tiempo, solo fue una introduccin, un cuestionamiento que invita a la bsqueda, descubrimiento en el que la significacin ausente del ser aparece, una exclamacin que desea el encuentro con esa esencia. Aunque el Ser y el tiempo no resuelve qu es el Ser, Heidegger afirm que en la existencia est la pauta de encontrar al ser, pues el hombre es un ser-en-elmundo. Planteamiento que critica a Jean Paul Sartre, el existencialista autor del Ser y la nada, retomando que la filosofa Heideggeriana no es existencialista sino se interpret as. Es decir, en el Existencialismo, la existencia era el origen de la esencia, pues por medio de la decisin se crea el ser, de ah su relevancia y el nombre de esta escuela filosfica. Pero aqu Heidegger critica que el Ser no se crea sino es dado por el ser y observa que Sartre cay en una metafsica, por omitir el peligro de usarla. En contraposicin la exsistencia planteada, habla de un ser arrojado en el mundo, que es el espacio vital donde se busca qu es el Ser, no como fundamento para ser. Con esta nueva perspectiva, permite que los prximos autores puedan utilizarlo desde una postura estructuralista (que en prximos captulos se desarrollar). Si en el Existencialismo El Ser y el tiempo toma un papel de respuesta, aqu se afirma como obra no concluida, sino como un planteamiento para futuros pensadores. En transcurso de la carta Heidegger dice: Cuando se habla contra la lgica, se entiende que se est planteando la exigencia de negar el rigor del pensar, de instaurar en su lugar la arbitrariedad de los instintos y sentimientos y, de este modo, proclamar el irracionalismo como lo verdadero. Pues, en efecto, qu ms lgico que quien habla contra lo lgico est defendiendo lo ilgico? Cuando se habla contra los valores, surge la indignacin contra una filosofa que supuestamente se atreve a entregar al desprecio a los mayores bienes de la humanidad. Pues en efecto, qu ms lgico, sino que un pensar que niega los valores, deseche necesariamente, todo como carente de valor? Cuando se dice que el ser del hombre consiste en ser-en-el-mundo, se encuentra que el hombre ha sido rebajado a un ser que slo est ac, de este lado, con lo que la filosofa se hunde en el positivismo. Pues en efecto, qu ms lgico, que quien afirma la mundanidad del ser hombre, slo permita que valga el ac, negando el ms all y por ende, toda trascendencia?18

Cuando se remite a la sentencia de Nietzsche sobre la muerte de dios, se declara tal hecho como atesmo. Pues en efecto, qu ms lgico que quien ha experimentado la muerte de dios sea un a-teo, un sin-dios? Como en todo lo que se viene citando, siempre se habla en contra de lo que la humanidad considera como excelso y sagrado, esta filosofa ensea un nihilismo, irresponsable y destructivo. Pues en efecto, qu ms lgico que quien niega en todo lugar lo verdaderamente ente, se site del lado de lo no-ente y con ello, predique la mera nada como sentido de la realidad?. Como se habla contra la lgica, se entiende que se est planteando la exigencia de negar el rigor del pensar, de instaurar en su lugar la arbitrariedad de los instintos y sentimientos y de este modo proclamar el irracionalismo como lo verdadero. Pues, en efecto, qu ms lgico que quien habla contra lo lgico est defendiendo lo a-lgico? Como se habla contra los valores, surge la indignacin contra una filosofa que supuestamente se atreve a entregar al desprecio a los mayores bienes de la humanidad. Pues, en efecto, qu ms lgico sino que un pensar que niega los valores deseche necesariamente todo como carente de valor? Como se dice que el ser del hombre consiste en ser-en-el-mundo, se encuentra que el hombre ha sido rebajado a un ser que slo est ac, de este lado, con lo que la filosofa se hunde en el positivismo. Pues, en efecto qu ms lgico que quien afirma la mundanidad del ser hombre slo permita que valga el ac, negando el ms all y por ende toda trascendencia? Como se remite a la sentencia de Nietzsche sobre la muerte de dios, se declara tal hecho como atesmo. Pues, en efecto, qu ms lgico que quien ha experimentado la muerte de dios sea un a-teo, un sin-dios? Como en todo lo que se viene citando siempre se habla en contra de lo que la humanidad considera como excelso y sagrado, esta filosofa ensea un nihilismo irresponsable y destructivo. Pues, en efecto, qu ms lgico que quien niega en todo lugar lo verdaderamente ente se site del lado de lo no-ente y con ello predique la mera nada como sentido de la realidad? 15 Aqu se encuentran puntos especficos de los cuales algunos autores han profundizado. Hay un realce de lo ilgico sobre lo lgico, de la carencia de valores sobre el valor, lo finito terrenal sobre lo infinito del mas all, lo ateo sobre el creyente en Dios, la nada sobre lo ente. Con esto, Heidegger da armas ilimitadas para la bsqueda del Ser, exaltando que puntos sern destruidos a travs de este nihilismo irresponsable y destructivo. Esto es la exaltacin de la crtica sobre todas las cosas antes que la aceptacin de verdades sin ser cuestionadas.15

Ibd.

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Como ltimo punto, l resalt que la bsqueda del ser siempre ha sido simple, pues est presente en aquello usado con frecuencia, el lenguaje, pero esta simplicidad es desconcertante. As, la tarea es buscar desde lo simple aunque tengamos que crear diferentes perspectivas para abordarlo, con el fin de encontrar al ser. A lo largo de este anlisis, se han planteado las bases del conocimiento necesarios para entender a prximos autores. Heidegger y Nietszche (ste interpretado por el primero), fueron maestros con base a las ideas que desarrollaron. Por primera vez, se cuestion a la razn como instrumento absoluto y se empieza a ver la bsqueda de la locura como instrumento para cuestionarla. La nada se estableci como perspectiva para descubrir, omitiendo valores precedentes y sobretodo, se retom la bsqueda del ser como objetivo primordial. Heidegger replante una bsqueda y su direccin y desde esta nueva perspectiva, dio origen a nuevas ideas, tanto originales como grandiosas. Foucault y Derrida retomaron estas ideas, perfeccionndolas y realizando excelsos anlisis.

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Michel Foucault, arquelogo de la verdad

El lenguaje en el mundo es por excelencia poder. Maurice Blanchot ..Menos mal que vivimos bajo la forma de una ilusin vital, bajo la forma de una ausencia, de una irrealidad, de una no inmediatez de las cosas... Jean Baudrillard

Michel Foucault naci el 15 de octubre de 1926, en Poitiers, Francia y muri el 25 de junio de 1984 en Pars. Fue uno de los filsofos franceses ms excepcionales del siglo XX. Considerado dentro del movimiento Estructuralista y Posestructuralista, l rechaz que su filosofa fuera catalogada en estos dos movimientos. El motivo de este rechazo es claro, l es un crtico que pretende discutir los cnones clsicos de la razn y al englobarlo en estos movimientos lo ponen como un filsofo, una persona que busca la verdad clsica, un razonador. Empero, aqu se utilizar la palabra filsofo al nombrarlo, pues carece de importancia situarlo en un pensamiento preciso y s, es ms relevante enfocar ante todo, el correcto anlisis de sus ideas. Ideas que dieron palabras a la Posmodernidad y an ponen a pensar hasta a las mentes ms brillantes por su genialidad. Foucault retom la idea central de la filosofa de Heidegger, la bsqueda del Ser. Sin embargo, tiene al Estructuralismo como antecedente y es en esta ciencia, donde encontr conceptos que aplic para esa bsqueda del ser. l, hizo uso de la estructura del ser humano para someterlo a diversos anlisis, partiendo de esta idea, afirm que: se descubre entonces que la muerte de Dios y el ltimo hombre han partido unidos: acaso no es el ltimo hombre el que anuncia que ha matado a Dios, colocando as su lenguaje, su pensamiento, su risa en el espacio del Dios ya muerto, pero dndose tambin como aquel que ha matado a Dios y cuya existencia implica la libertad y la decisin de este asesinato? As, el ltimo hombre es a la vez ms viejo y ms joven que la muerte de Dios; dado que ha matado a Dios, es l mismo quien debe responder de su propia finitud; pero dado que habla, piensa y existe en la muerte de Dios, su asesino est avocado, l21

mismo, a morir; dioses nuevos, los mismos, hinchan ya el ocano futuro; el hombre va a desaparecer. Ms que la muerte de Dios o ms bien, en el surco de esta muerte y de acuerdo con una profunda correlacin con ella, lo que anuncia el pensamiento de Nietzsche es el fin de su asesino 16(1) Esta idea abre camino al estudio del Ser, retomando la muerte de Dios interpretada por Heidegger. Empero, la frase de la muerte del hombre se dejar en el aire un momento para retomarse con ms fuerza y entendimiento ms adelante. Se hace una pausa y abre un breve parntesis. Se explicar primero el Estructuralismo, en su idea primordial de la estructuracin del ser humano como sujeto en una sociedad. Como primer antecedente se tiene a Sigmund Freud, quien seal que el paso del hombre de la naturaleza a la cultura se da por la castracin. Esta castracin es metafrica, pero determina que est prohibido el incesto. Esta prohibicin es aprendida por el infante al conformarse en la cultura y es ambivalente pues prohbe la relacin con la madre y evita la confrontacin a muerte con el padre. Deseo parricida e incestuoso, pero necesario para la conformacin de un ser humano como sujeto. La madre pasa los saberes al nio a travs del lenguaje y son esos conocimientos donde el nio encuentra la imposibilidad de desear a la madre; imposibilidad entendida por el nio como el padre, en cuanto ley. De intentar obtener a la madre, tendr que matar al padre, eleccin riesgosa que permite la transicin entre naturaleza y cultura. El nio, en cuanto individuo en lo simblico, acepta esta condicin, se aliena al reglamento social, donde est impuesta la regla fundamental y necesaria, bajo una ilusin de felicidad y poder que se le asegura en cuanto a apropiacin de un lenguaje. Claude Levi-Strauss, en su libro Las estructuras elementales de parentesco, determin a partir de la idea freudiana, que el hombre se estructura con base a esta castracin, l denomin prohibicin del incesto. Esta prohibicin del incesto, tiene como fundamento, pasar de la naturaleza a la cultura, posibilidad dada por esta regla universal. Es universal pues toda civilizacin la ha presentado. La estructuracin a partir de la prohibicin es determinante, se observa que esto no es natural, solo es una regla que permite una transicin. Los animales16

Foucault, Michel, Las palabras y las cosas, trigsimo tercera edicin, ed. Siglo XXI editores S.A. de C.V., Mxico, 2007, pag. 373-374.

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carecen de esta regla, entre ellos mismos copulan sin importar el parentesco, ya que no lo tienen. No es una ley natural, sino una regla impuesta universalmente entre las civilizaciones para su propio desarrollo. La regla fundamenta la imposibilidad de deseo de la madre y hermanas, afirmando y postulando el intercambio entre mujeres, siempre y cuando, no se viole la regla fundamental de la cultura. En este intercambio, las familias unen lazos de parentesco y as se desarrolla la sociedad. La prohibicin de este deseo parricida e incestuoso, permite la transicin a la organizacin de las estructuras de relacin del parentesco que determinan las estructuras simblicas de la sociedad, dominadas por las reglas del lenguaje. Esta estructura basada en el intercambio y prohibicin del incesto, debe ser aceptada por el ser humano para convertirse en sujeto por medio del lenguaje. Y al alienarse con esta regla, se establece dentro de una estructura simblica, lo que permite el desarrollo de la humanidad en individuos parlantes. Su obediencia a esta regla universal, en contra del deseo mismo, permite la alienacin al lenguaje, que permitir el convivio entre individuos y el traspaso de conocimientos. La ley del padre, impide al nio la madre, pero permite la enseanza de saberes entre generaciones. En ausencia de esta ley, el hombre carecera de una estructura simblica y sera un animal salvaje. El Estructuralismo es el sistema desarrollado por Levi-Strauss con muy fuerte influencia de Freud. El parntesis abierto se cierra ahora y permite recuperar la idea que se haba dejado en el aire, acerca de la muerte del hombre con Foucault. l, retom al sujeto que haba dejado Heidegger arrojado sobre el mundo y lo puso en la estructura simblica planteada por Levi-Strauss. Pero en esta estructura, el hombre ya no es libre, est determinado por esta simbolizacin, el lenguaje. La muerte de Dios y la muerte del hombre, son paralelas, pues al trans-valorizar los valores supremos, se cuestionan los valores del mismo hombre. Y en este nihilismo, se encuentra la bsqueda del ser en el lenguaje. As, el Ser no se encuentra en Dios, ni en el hombre, sino en el lenguaje, que abre la bsqueda y la cierra simultneamente. Al buscar al Ser, Dios muere, el hombre muere, solo se encuentra vivo al lenguaje que Heidegger defini como morada del Ser. La muerte del asesino de Dios, es el establecimiento de la bsqueda del ser en el lenguaje, desde la cual, Foucault hizo todos sus anlisis para entender al ser. La importancia de este establecimiento es inmensa pues por primera vez, se sale del sujeto y se analiza, como el ser humano se vuelve hombre en la estructura23

simblica social. Aqu, la centralidad est en el lenguaje y su manera de imponer ideas y, como el sujeto se enajena de stas. Por eso, ante todo, el sujeto est alienado y estas cadenas son del lenguaje; Foucault as, desarroll un anlisis exhaustivo de la relacin del lenguaje con el sujeto, las maneras de imposicin de la verdad y la razn. La verdad, ha sido la bsqueda constante desde Scrates, ha sido la meta final del hombre. Muchos han muerto en la travesa de su conquista y sin embargo, nadie la ha alcanzado, en la proximidad de su encuentro, parece distanciarse. Solo se sabe que existe, por tantos murmullos entre las personas de su existencia. Definir la verdad ante todo, requiere de un examen detallado y superficial. Superficial porque solo buscamos sus rastros, aquello observable en torno a ella. Todo periodo se define por una verdad intrnseca en l. Pero es acaso en ese periodo momentneo de verdad, se construye un gigante del saber absoluto que perece en la praxis y ante los mismos ojos de su creador, se ve desmoronarse aquel coloso que pareca indestructible. Si la verdad constituye un deseo ms que un objeto Cmo se puede entender? Si es que en realidad existe?, sino existe, entonces qu ha sido eso que hemos aceptado como verdad?, Acaso es un sustituto? La verdad en Foucault no existe. Sus obras parten de esa premisa, al igual, que en Heidegger. Entenderla ser el punto esencial en este momento. En el desarrollo de la cultura occidental se levantaron monumentos a la verdad, monumentos efmeros, destruidos por otras verdades que a su vez, eran destrozadas por otras. La verdad absoluta no es ms que una utopa, sin embargo, cada poca ha producido su diosa verdad, que rige la racionalizacin y actividades del hombre. La verdad se levanta de la oscuridad, como la luz que alimenta la mente de los hombres y la alimenta porque los constituye e influye en sus actos y pensamientos. Es el desarrollo de estas conductas impuestas por la verdad que permiten la constitucin del sujeto. Sujeto ausente de verdad, pero sometido a una verdad cambiante de acuerdo a los desarrollos de la sociedad y sus problemas. La verdad es una imposicin, es un saber que adquiere jerarquizacin. Estos saberes o verdades, que influyen en conjuntos de hombres y los constituyen, estn en lucha y es en sus colisiones, que quien est amparado por el mayor24

poder, logra imponerse sobre todos los dems saberes y se convierte en la verdad suprema. Se desarrollan nuevos saberes, algunos continan latentes, aguardando una oportunidad para volver a la lucha. La razn es uno de los factores que le dan ms poder a estos saberes, les da bases. Motivo por lo que la razn ha sido situada en el peldao ms alto, glorificada como excelsa lgica para alcanzar la verdad. Verdad que llena las dudas y preguntas, cerrndolas para siempre. Empero, esta razn solo da justificacin al saber-verdad y lo impone. Aliena en cuanto sus caractersticas nos parecen trascendentes e irrefutables. La razn en cuanto instrumento, es til y es el nico medio a utilizar, pero sus caractersticas son los medios ms eficaces para su utilidad. La razn es un conjunto de relaciones, cuya eficacia, radica en que el asunto est dentro de esos lmites. En cuanto algo se sale de esos lmites, la razn es inservible y se vuelve un obstculo, al no percatarse de la ineficacia de estos mtodos. Estas caractersticas, muy evidentes, desaparecen en un sistema, cuya verdad es la razn. As, la razn y la verdad anan su poder como justificacin cada una de la otra, complementacin que hace invisible, lo que a simple vista es visible. Por eso, Foucault se consider arquelogo, pues la arqueologa pretende definir, no los pensamientos, las representaciones, las imgenes, los temas, las obsesiones que se ocultan o se manifiestan en los discursos, sino esos mismos discursos en tanto prcticas que obedecen a unas reglas 17, es la descripcin sistemtica de un discurso-objeto 18. La profundidad distrae de un anlisis de datos, queriendo encontrar ms de lo se puede encontrar, por eso, lo primero que analizar este autor, es la razn como fundamento de verdad, sus relaciones y cmo se puede instaurar y evitar las caractersticas de stas, cegados por su absoluta validez en todos los campos. Foucault retoma a Heidegger, cuando ste dice: qu ms lgico que quien habla contra lo lgico est defendiendo lo algico? 19 Lo ilgico es necesario para cuestionar a lo lgico y entenderlo, sin embargo, aqu se suscitan dos problemas. Qu es lo ilgico? y Cmo entender lo ilgico?. La locura que tanto se ha expulsado de este terreno racional.

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Foucault, Michel, Arqueologa del saber, trigsimo tercera edicin, ed. Siglo XXI editores S.A. de C.V., Mxico, 2007, pg. 233.18 19

Ibd. Ver el capitulo Martin Heidegger, trans-valorizacin del ser

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Si la razn es la obra, la locura es su ausencia. Obra, porque est constituida por la razn, bajo ciertas relaciones conceptuales que le dan su carcter y que el hombre ha construido. Ausencia, porque existe, pero es imposible, es lo que rebasa el lmite de lo lgico. Foucault emprendi con la historia de la locura en la poca clsica uno de sus libros ms geniales y ambiciosos, el cuestionamiento de la razn. El primer factor desarrollado, fue encontrar el lenguaje para emitir la locura. Pues en cuanto se pronuncia la primera palabra, la razn ya est hablando y excluye a la locura. La excluye y la enva al silencio. Foucault advirti esto, con esos ojos doctos llenos de genialidad, realiz una obra a travs del mismo lenguaje racional. Esa metafsica a la que Heidegger expres su cuidado al emplearla, precaucin que retoma el libro y la expresa a sus lectores. La locura en Foucault, solo puede ser hablada por metfora y este es el mtodo que utiliz para hablar de ella. Le dio palabras a ese silencio, dejo por vez primera, que la locura hablara. 20 La metfora fue una tcnica inteligente y necesaria al cuestionar la metafsica, cuya caracterstica es usar a la misma metafsica, para dar una idea ms all de ella. Por eso, la locura encontr voz en ella y el poder cuestionar al mismo lenguaje que la mantiene desterrada y la cuestiona, porque la locura ante todo, es la anttesis de la razn, su contrario, mientras la locura exista, la razn ser incapaz de imponerse como instrumento nico y absoluto, como verdad absoluta. Empero, la razn ha podido establecerse como medio absoluto en esta sociedad, pero cmo ha podido? si la razn no ha conquistado an todo lo que la excede, dnde quedo la locura? acaso no es ella su cuestionamiento?, pero cmo ha podido instaurarse un sistema de razn en que parece invisible el cuestionamiento de esta misma? Foucault encontr que la razn desde Descartes, fue instaurada como instrumento bsico para la conquista de la verdad y la sin- razn, solo era un impedimento del20

La locura en Foucault ser interpretada sincrnicamente, partiendo de Descartes como filsofo que ser el primero en descartar la locura y a partir de l, la razn se instaurara como diosa razn excluyendo la locura. Foucault analiza que antes de estos periodos, la locura no estaba presente, no tena una palabra que la definiera y por lo tanto, estaba presente en la sociedad, viviendo con libertad. A lo largo de la historia hasta el renacimiento es cuando se le excluye. Esto queda como una nota que evita ante todo cualquier incoherencia en el siguiente captulo con Derrida, cuya perspectiva cambia y con la que concordamos en este trabajo.

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mtodo racional para alcanzar la verdad; as, Foucault desarroll en Historia de la locura en la poca clsica, la razn para poder instaurar como absoluta se tiene que desechar la locura y al desecharla, era necesario guardarla en un lugar donde ella no fuera visible, donde se olvidara su existencia y al mismo tiempo, se estableciera su desaprobacin. El manicomio fue el lugar donde se guard a la locura, apartndola de la sociedad normal, esa sociedad racional. Este objeto arquitectnico se instaur como almacn de locos y paralelamente, se levant como monumento al rechazo de la locura; as, la razn logr imponerse como verdad absoluta, esclavizando dentro del pensamiento a la razn a prueba. En esto, se ven sombras de las grandes ideas de Heidegger y Nietzsche, quienes desaprobaron la alienacin. La normalizacin de los sujetos queda como un saber que se impone a travs del poder de la razn. Por tal motivo, la locura fue muy importante en Foucault pues encuentra en la locura la verdad; es decir, la locura es el todo, lo real, mientras la razn, es decir lo simblico, es lo que ha podido descifrar acerca de la locura el hombre, es la locura limitada y entendida. Por eso, la locura no puede hablar en la razn de manera directa, pues la razn est limitada para contenerla, la locura sobrepasa el lenguaje. La razn es un invento del hombre, no su esencia y es este invento lo que limita su mismo pensamiento cuando se toma como absoluta verdad. As, la instauracin del manicomio no es ms que un dispositivo capaz de evitar cualquier agresin y crtica a la razn, impidiendo su desafo y haciendo posible la alienacin del sujeto para controlar su vida individual como social. Esta normalizacin implica una prdida de subjetividad, es la transformacin de un hombre en un sujeto estndar con ideas del uno, como dira Heidegger. Ese uno, que si en Heidegger eran todos y ninguno, aqu, ese uno, es el uno poderoso que dice que hacer y se hace. Ese uno annimo, que tiene poder pero no se conoce su cara. A estos dispositivos de alienacin Foucault los denomin sociedades disciplinarias. Instrumentos que preparan cuerpos fuertes y mentes racionales para el correcto funcionamiento de la sociedad-racional y establecidos en la modernidad. Desarrollando saberes y tcnicas que permiten un mayor confort en la sociedad e imponiendo la manera de vida de cada sujeto. Los hombres estn en una trama de poder en la que cada uno lo ejerce y lo recibe, inherente a esta sociedad. En esta trama, las sociedades tienen el objetivo de disciplinar de acuerdo a los saberes de la poca, alienando a los sujetos para el funcionamiento27

ms prctico de la sociedad, para esta alienacin, los sujetos viven en distintas sociedades disciplinarias desde que nacen hasta su muerte. La familia es una de las primeras sociedades disciplinarias donde se estructura al nio con base a conocimientos y reglas necesarias para su desempeo como sujeto. Aprende a seguir rdenes y reglas y recibe beneficios. En la familia se instauran las principales reglas necesarias-bsicas para la relacin con otros sujetos y dan pauta a la entrada de otras sociedades. Todo este entramado de poder se desarrolla a lo largo de la vida de los sujetos. Con base a reglas y saberes que estn englobados en la verdad, para ese tiempo determinado. Un ejemplo es la escuela, otra sociedad disciplinaria, donde el alumno va a un lugar donde obtendr saberes ms especializados, pero tambin situados desde una verdad que el poder ha impuesto. En ella, el alumno aprende saberes, conocimientos que el maestro le transmite y exalta por su carcter de verdad, es decir, lo que dice el maestro es verdico, no porque lo sea, sino porque l lo dice. El maestro no es famoso porque dice la verdad, l dice la verdad porque es famoso, as, el nio aprende la estructuracin jerrquica en una sociedad donde un elemento ms alto en rango sabe ms que uno ms bajo, imponiendo saberes como verdades. Existe una frase de Jean Braudillard en el Crimen perfecto: El simulacro no es lo que oculta la verdad, es la verdad la que oculta que no existe. El simulacro es verdadero. La frase aclara el juego en el que el sujeto se instala para la bsqueda de esa verdad, en falta de la que solo se encuentran saberes impuestos por el uno y se apropian como verdad absoluta. Un ciclo de juego interminable donde la persona se apropia de ideas y las desecha, toma otras y las guarda, todos los saberes que el uno da como posibilidad para que la persona sienta la bsqueda y no se rinda por alcanzar la verdad absoluta. Elecciones que el uno decidi, saberes impuestos que el sujeto eligi, haciendo alarde de una libertad ficticia. Pero ante todo, se desarrollan agresiones a la verdad impuesta, llevando al sujeto que emplea anti-disciplina agresiva a otro tipo de sociedad disciplinaria que es la crcel, donde el sujeto al romper con las reglas de la sociedad en algn aspecto, es castigado de forma mental y fsica, castigando e impidiendo su libertad y creando un sistema de control, donde el sujeto se sienta completamente observado y se conozca perfectamente todas sus conductas, hasta que vuelva a28

alienarse y as, entre de nuevo a la sociedad libre y buena. Este tema lo abarc Foucault en su libro de Vigilar y castigar, obra monumental acerca de las prisiones. La disciplina ocupa el papel jerrquico para el control, enajenando al sujeto a actuar de cierta manera por medio del condicionamiento. Y objetivando las subjetividades del sujeto. Empero, Foucault tambin descubri que existen contraconductas, que critican al poder y lo rechazan. Es ah donde el sujeto habla con sus propias palabras, sin sustento, ms que el rechazo a algo fundamentado en el simple desacuerdo, bajo la forma simplista de un no. Es la negacin de un paradigma impuesto, es el cuestionamiento de una verdad solo porque se dice que es verdad. Se encuentran las verdades como luchas, en las que el poder impone un saber como verdad. Por tal motivo, Foucault desarroll una versin muy distinta de la historia. Una historia de fragmentos, de caos, cuya lgica interna no se desarrolla de manera dialctica como lo afirma Hegel, es decir, acontecimientos entrelazados que se van superando unos a otros por medio de una afirmacin que se niega y luego, se llega a otra afirmacin que contiene a los dos elementos anteriores, sntesis que despus tendr otro conocimiento que la niegue y, as, sucesivamente. El desarrollo en la historia con una fuerza interna lgica, inherente a ella, ser cuestionado por este autor, exhibiendo que la historia no tiene una linealidad, sino es un conjunto de acontecimientos entrecruzados, sucesos discontinuos que dan forma a la poca histrica que representan. El caos, la probabilidad, estarn presentes en esta visin de la historia. La historia como campo de batalla, en la que las diferentes verdades colisionan, es este discontinuo en el que acontecen aspectos especficos y caractersticos de cada poca. En la historia se busca la compresin de todo lo que ya aconteci para entender el ser del hombre, ser que tanto busc Heiddegger; sin embargo, la historia foucaultiana no se basa en la bsqueda de una verdad absoluta, intrnseca a toda la historia que da una direccin lgica y necesaria. Sino la bsqueda de un comprender de los discursos y las fuerzas de poder que permiten su apogeo o desaparicin. Foucault le dio muerte al hombre, as que lo importante en la historia no sern los sujetos que en ella participan, sino los discursos que se desarrollan, imponen, cuestionan, y/o mueren. Pero no busca el discurso cuyo interior guarda una verdad metafsica que da origen al principio como al final, no es excavar en la verdad para encontrar la verdad oculta basada en una metafsica. Si se busca algo, no ser en lo oculto, todo lo contrario, la bsqueda de la comprensin29

histrica planteada por Foucault busca encontrar lo visible, lo que estuvo en la poca a analizar. Rastros fragmentados, incompletos pero ante todo reales, trozos que contienen un conjunto de saberes que permitieron su existencia y que se analizan para entender la lgica y lograr una comprensin ms exacta de la historia. Pero, Foucault busc en los rastros los discursos que se dieron, florecieron y murieron, no busc dentro de ellos, sino examin los discursos mismos para entender la estructura lgica de la trama histrica que se despleg en un tiempo especfico. Y es en esa trama, donde los discursos nacen y perecen, continuando solo los que avalan el mayor poder, situndolos en el lugar de la verdad. Esta verdad es, en Foucault, en la que los historiadores se han basado y tratan de encajar todos los hechos y en algunos casos, omiten algunos acontecimientos. En Foucault es necesario examinar todo elemento y suceso para entender el desarrollo histrico. Esta historia, que es un campo de batallas de diferentes saberes est en acontecimientos que se entrecruzan y que dan ocasin a diferentes vivencias. La historia no est hecha de un solo hecho histrico, sino de diversos que se entrecruzan y forman toda la historia. La linealidad enmascara una telaraa de sucesos que conforman una trama. La historia como linealidad solo es una imposicin del uno, un relato que solo encuentra hechos relevantes y necesarios para justificar toda su lgica, pero es ste afn de encontrar lo ausente que la historia queda como una meta-historia, donde se omiten eventos y se jerarquizan otros. Ante todo, la historia es una interpretacin de acontecimientos, si lo real escapa ante toda simbolizacin, la historia debe entender los discursos que permitieron esa interpretacin, lo suprimido, conocido a travs de archivos que verifiquen todo un conjunto de acontecimientos que la justifiquen, las prcticas necesarias para mantener esos discursos y todo aquello que acerque ms a lo real, evitando caer solo en la versin que el poder del uno quiere imponer. La historia es ante todo, una verdad del poder y la justifica en su instrumento fundamental, el medio que lo posibilita. En este desarrollo se ha hablado de poder; sin embargo, dnde encuentra el poder su principal arma? Su dispositivo que lo fundamenta y consolida es la publicidad. En ella, el poder instaura su verdad como verdad absoluta; actualmente vivimos en una sociedad donde la publicidad es el medio de manipulacin y enajenacin, controlador de la subjetividad, alienando al hombre a sus ideas. Estas verdades las van diciendo los medios de comunicacin como ideas irrefutables, el sujeto va aprendiendo a vivir con ellas hasta que se olvida de su propia ideologa y se apropia de estas ideas, por ser la verdad que30

todos dicen. So pena, se vive bajo la ficcin de la verdad, sin cuestionarla y alienndonos a sta. La contra-conducta es el nombre que Foucault dio a la negacin de estas verdades para oponerse y expresar la propia verdad de cada individuo, enigma que ni este pensador pudo resolver, pero dio la esperanza a este actuar como medio de superar toda alienacin ejercida por el poder del uno. El poder ante todo, tiene la finalidad del desarrollo de una sociedad carente de necesidades y capaz de dar satisfaccin al sujeto. Sin embargo, al establecer una normalizacin de las subjetividades del sujeto, queda en cuestionamiento lo bueno de esta alienacin. Porque ante todo, el ser queda aun en duda al final del docto desarrollo de las obras de Foucault. Anteriormente se explic a travs de Heidegger esta imposibilidad de lo bueno en ausencia de la verdad del ser, siendo tan difcil explicar la verdad.

La fragmentacin de la historia, la verdad como ausencia, el poder como medio de normalizacin del individuo en la sociedad, la muerte del hombre, la arqueologa del saber, la locura como silencio, etc., son grandes ideas nacidas de una mente brillante que ser siempre un gran ejemplo para los siguientes escritores. Derrida encontr en Foucault grandes fundamentos para su epistemologa considerada en su trabajo y dio a cada palabra expresada un mayor rigor e importancia en el mundo actual. Es en muchas de estas ideas donde Derrida encontr ideas claves para el desarrollo de su deconstruccin, tema central de la presente investigacin.

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Jacques Derrida: una perspectiva deconstructivista

No son juegos de palabras. Los juegos de palabras no me han interesado nunca. Ms bien son fuegos de palabras: consumir los signos hasta las cenizas, pero sobre todo, y con mayor violencia, a travs de un bro dislocado, dislocar la unidad verbal, la integridad de la voz, quebrar o romper la superficie tranquila de las palabras, sometiendo su cuerpo a una celebracin gimnastica al mismo tiempo alegre, irreligiosa y cruel. Jacques Derrida Y si de pronto viniera alguien y cambiara, no tanto la manera en que piensan a propsito de todo, sino todo a propsito de la manera en que piensan? Cartel de la pelcula Derrida (2002)

Jacques Derrida naci el 15 de julio de 1930, en El-Biar, Argelia, y muri el 8 de octubre del 2004 en Pars, Francia. Filsofo de ascendencia juda, cuya influencia en el pensamiento contemporneo es indiscutible. Su obra es constantemente referida a la Deconstruccin, nombre aunque no de invencin suya, si desarroll toda su densa y compleja significacin. Su pensamiento no solo atraves la filosofa sino tuvo repercusiones importantes en la Arquitectura y el Arte, abriendo perspectivas en las maneras tradicionales del pensamiento. Es este vnculo entre Arquitectura y Deconstruccin, lo que este trabajo ante todo desarrolla. Imperativo entender todo su contenido filosfico, para lograr un entendimiento en la ejecucin de esta escuela en la Arquitectura. Hasta ahora se han analizado ideas complejas que han dado origen a la actual filosofa y han influido en la manera de pensar y actuar de la sociedad.32

Pensamientos que se han consolidado y cuya influencia ya se encuentra en el entorno social y cultural. Se han establecido ideas de Nietzche, Freud, Heidegger y Foucault, con el fin de entender un concepto, centro y origen del trabajo y, al mismo tiempo, dificulta su explicacin. Derrida desarroll de manera muy docta, la Deconstruccin que Foucault expres en un discurso: "Llamamos genealoga al acoplamiento de los conocimientos eruditos y de las memorias locales que permite la constitucin de un saber histrico de la lucha y la utilizacin de ese saber en las tcticas actuales". 21(1) As, las caractersticas de la Deconstruccin, ante todo, necesitaban una delimitacin, una genealoga, dar un contexto que familiarizara y permitiera entrar en las palabras de manera entendible. Por tal motivo, era necesario recapitular varios conceptos, un tanto nicos, necesarios para que reconstruyeran el entorno necesario para entender el discurso que expresa esa lgica inherente a la Deconstruccin. Ante todo, la Deconstruccin acopla diversos conocimientos que son indispensables para la compresin de una palabra que encierra todo un conjunto de saberes entrelazados y constituidos en una nueva manera de pensar. Estos saberes no son lineales, ni pertenecen a un solo pensador, la fuerza de la Deconstruccin radica en su carcter polivalente de ideas que pertenecen a diferentes autores, empleadas de una manera distinta, llevndolas al lmite, creando nuevas visiones, nuevas teoras. Teoras innovadoras que hablan en los lmites y he aqu!, donde la tensin aparece, aparece porque siempre ha estado ah. Ante todo, la Deconstruccin exige mucha lectura y un criterio para poner en discusin aquello que ha sido visto como absoluto y verdadero. As, se encuentra un vnculo slido, entre los pensamientos de Heidegger y Foucault con Derrida, ante todo fueron crticos de la razn clsica pero no son nicos y es por ello que la Deconstruccin toma su fuerza, porque ante todo, no se limita a un solo pensamiento, por lo contrario, a varias ideas tomadas de diferentes lugares para dislocarlas y liberarlas de manera violenta. Violencia no en espera de creacin, porque ante todo, ella habita ah, en el texto, pasando inadvertida ante nuestros ojos. La metafsica de la razn impide ver lo que hay oculto, lo visible por ir ms all, cegando las mentes por ser un descubrimiento demasiado evidente. Es la evidencia de la arqueologa de Foucault que ante todo, buscaba en lo superficial para no caer en una metafsica de la razn clsica de los rastros y no lo oculto. Sencilla tarea, pero es su sencillez lo que desconcierta. As, la Deconstruccin trata de abrir la perspectiva del lector y exige gran dedicacin a la lectura.21

http://www.elpsicoanalisis.org.ar/numero2/objetoa2.htm

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La definicin de Deconstruccin es oscura, est ambigedad en el significado es constante como Derrida afirm en la carta a un amigo japons, pues al darle un concepto ste adquiere la pauta a ser deconstruido, quedando inutilizado el significado. Est caracterstica impide su definicin clara, sin embargo, este captulo tratar de sentar no tanto una definicin absoluta, sino sus caractersticas que permitan aclarar su funcionamiento, no acta como un mtodo sino como estrategia, un no-mtodo. Si Derrida opt por la palabra deconstruccin fue por su adaptacin a lo que l intentaba nombrar. Esta palabra existe en artculos del Littr, y su significado tiene la capacidad de asociarse al desarrollo del concepto de Derrida, aunque no en su totalidad, pero queda como una referencia, un tanto general; permite ver algunas caractersticas bsicas, sus definiciones son: Desconstruccin / Accin de desconstruir. / Trmino gramatical. Desarreglo de la construccin de las palabras en una frase. De la desconstruccin, vulgarmente llamada construccin, Lemare, Del modo de aprender las lenguas, cap. 17, en Curso de lengua latina.Desconstruir / 1) Desensamblar las partes de un todo. Desconstruir una mquina para transportarla a otra parte. 2) Trmino de gramtica [...] Desconstruir versos, hacerlos, suprimiendo la medida, semejantes a la prosa. / Absolutamente. En el mtodo de las frases prenocionales, se empieza asimismo por la traduccin, y una de las ventajas consiste en no tener nunca necesidad de desconstruir, Lemare, ibd. 3) Desconstruirse [...] Perder su construccin. La erudicin moderna confirma que, en una regin del inmvil Oriente, una lengua llegada a su perfeccin se ha desconstruido y alterado por s misma, por la sola ley del cambio, ley natural del espritu humano, Villemain, Prefacio del Diccionario de la Academia. 22 La Deconstruccin23, queda referida al sistema del lenguaje. Quedando englobado en el estructuralismo, sin embargo, paralelamente indica un cuestionamiento de esa estructura del lenguaje, un desarreglo en la construccin de las palabras. Por eso, se le denominar Posestructuralismo al movimiento encarnado por Derrida, pues parte y contiene, todas las ideas estructuralistas y paralelamente, tambin las cuestiona, es decir, es una superacin del estructuralismo que alberga gran parte de sus bases.

2223

http://www.jacquesderrida.com.ar/textos/carta_japones.htm El trabajo opto por la palabra deconstruccin, tomada de la traduccin de la editorial Antrophos, en el libro La escritura y la diferencia de dicho autor, y en la pgina de internet antes citada est traducida como desconstruccin. Esta nota se hace para no confundir al lector con la palabra deconstruccin y desconstruccin, los cuales se refieren al mismo trmino solo que su diferencia radica en la traduccin.

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Toda estructura emplea ciertas reglas, las cuales pretenden dar coherencia y rigor al sistema con el objetivo de convertirlo en sistema ideal, carente de errores y deficiencias. La Deconstruccin exhibe esta deficiencia, imposible en su idealidad, carente de perfeccin. Lo que constituye la tensin innata al deconstruir, innata porque es en ella donde se desarrolla y toma su fuerza, disloca esa seguridad aparente que da congruencia ficticia para evidenciar una violencia que habita en todo texto. Esa violencia que habita en el discurso, ambivalencia que destruye al texto desde su interior, pero es esa violencia la que permite su existencia en texto. Es el texto lo que permite la deconstruccin pues la contiene en su interior. Derrida afirm que no existe fuera del texto y lo afirm, porque est rememorando al Estructuralismo. El ser humano est en el interior del texto, del lenguaje, porque es el smbolo, el que lo constituye, el que permite que sea hombre. La filosofa estructuralista dejaba al hombre dentro de un sistema simblico que permita su constitucin en hombre, bajo reglas simblicas, dominadas por las reglas del lenguaje. Al introducirse al lenguaje, el hombre da muerte al animal que en el existe, muerte generada por un deseo, deseo humano que niega y se desea a s mismo, ya que encuentra en s, su posibilidad, es el deseo hegeliano interpretado por Alexandre Kojve que da su aparicin en esta muerte. La psique humana est constituida gracias al lenguaje, en y desde el hombre emprende una bsqueda, quizs intil, que encarna un deseo con fin ausente. Este fin es la verdad absoluta, el significado trascendente, Dios (tantos nombres que definen el objetivo en falta), este es el deseo de la estructura del lenguaje, encontrar la presencia de aquello en falta. Pero es en esta nopresencia donde queda un lugar ausente, lugar que es un centro, centro que da a la estructura su coherencia y permite su funcionamiento; este centro que carecer de significados estar ocupado por los significantes. As, este centro es un no-centro, carente de la centralidad de significados absolutos que daran su perfeccin y fuerza a toda la estructura. Empero, de esta ausencia, los significantes sern los suplementos que permitirn la estructura. Esto, determina entonces el no- centro de otra manera que como perdida del centro y juega sin seguridad pues hay un juego seguro: el que se limita a la sustitucin de piezas dadas y existentes, presentes en el azar absoluto, la afirmacin se entrega tambin a la indeterminacin gentica, a la aventura seminal de la huella. 24

24

Derrida, Jacques, La escritura y la diferencia, Primera edicin, ed. Anthropos, Espaa, 1989, pg. 400.

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Esta estructura logo cntrica tendr huellas carentes de significados, pero reales y es ah, donde el significante adquiere entre otras cosas su valor jerrquico. Anteriormente, los significantes quedaban relegados por la importancia del significado. Se buscaba el significado ante todo y se dejaba la imagen conceptual como un portador necesario pero secundario en la idea o concepto. Era solo la seal que nos diriga al concepto y como seal, a veces evitaba la llegada con el significado, por eso, en la razn clsica uno de los objetivos primordiales era ante todo, llegar a ese significado sin pasar por un significante que lo alterara. Esta metafsica de la presencia de la verdad es la que critic Derrida.

Es aqu donde Derrida deconstruye al signo y muestra que el signo, dividido en significado y significante, con la preeminencia del significado, est hecho en un sistema de diferencias, estas diferencias permiten al signo dar un significado. El sistema lingstico est constituido por un no-centro, en el que se encuentran significantes, agentes artificiales completos que sustituyen una ausencia. Estos significantes estn en ese no-centro porque suplen a los significados en falta. As, la estructura encuentra en este no-centro lleno de suplementos la capacidad de funcionar por medio de esta no-presencia. Pero no es el deseo del centro, como funcin del juego mismo, lo indestructible? Y en la repeticin o el retorno del juego, Cmo no iba a apelar a nosotros el fantasma del centro?.. 25.El signo dividido en significado y significante, en realidad enmascara la situacin de una falta. El significado de un significante es en realidad un conjunto de significantes que se entrelazan para dar un concepto y a la vez, estos significantes, si se tratan de definir, sern llevados a otros significantes. Toda la significacin acta en un no-centro entrelazado y constituido por significantes. Por ejemplo si se quiere definir la palabra casa 26 : Casa: 1. f. Edificio para habitar. 27 , Ahora se define la palabra edificio, para y habitar: Edificio: 1. m. Construccin fija, hecha con materiales resistentes, para habitacin humana

25

Derrida, Jacques, La escritura y la diferencia, Primera edicin, ed. Anthropos, Espaa, 1989, pg. 406.26

Solo tomaremos una definicin de la palabra casa, para ejemplificar la relacin interdependiente de los significantes. 27 http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=cultura 36

o para otros usos. 28, Para: 1. prep. Denota el fin o trmino a que se encamina una accin. 29, Habitar: 1. tr. Vivir, morar. U. t. c. intr. 30 Este ejemplo podra continuar si se quisiera, sin embargo, con este breve desarrollo se evidencia el sistema de relaciones cclicas entre significantes y se observa que los significados son en realidad significantes. Sin embargo, Derrida no desech la interpretacin de signo basada en un significante y un significado, esto por razones que permiten un anlisis posterior, sin pasar por alto esta caracterstica evidente y necesaria del lenguaje. As, Derrida descubri el funcionamiento del lenguaje basado en significantes con ausencia de significados y tambin encontr que estos significantes no actan como representacin de algo real, como clsicamente se pensaba, sino actan a travs de diferencias. Estas diferencias permiten los significantes, las diferencias visuales o acsticas permiten distinguir los significantes. Pero de manera paralela, todo el lenguaje se basa en un sistema de diferencias, es decir, todo signo es interdependiente y est interconectado. La diferencia entre significantes da su identidad a cada uno y paralelamente, cada uno contiene a los dems como una huella inherente al significante. As, el perro es perro, porque nos es pjaro, casa, llanta, amor, prdida, etc. Esto provoca que el lenguaje sea un sistema cerrado, constituido por significantes, que permiten el lenguaje por medio de movimientos en la cadena significante. En la Deconstruccin hay una preeminencia de la escritura sobre el habla, sta es una caracterstica un tanto nica en la filosofa como importante para la introduccin de la Deconstruccin en la Arquitectura, pues al final, la escritura son significantes tangibles, imgenes reales que permiten que un discurso se exprese tantas veces como sea decodificado. As en la Arquitectura, las formas y espacios son significantes en espera de un decodificador que las haga hablar a travs de la decodificacin. Esta jerarqua que le dio Derrida a la escritura sobre el habla es ya una deconstruccin en s. En la razn clsica, el habla siempre ha sido la presencia de la palabra, el significado pleno, ausente de malinterpretaciones. La escritura queda en la oscuridad, en un lugar inferior que aunque da inmortalidad a las palabras fnicas, tambin hace que se malinterprete el sentido que ante todo, el discurso quiere dar. Derrida advierte la equivocacin de esta concepcin28 29 30

Ibd. Ibd. Ibd.

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demostrando que el fonocentrismo es posible por smbolos anteriores al habla, esta simbolizacin est presente en habla y escritura. La inmortalidad queda mayormente planteada en la escritura por su facilidad de reproduccin y por capacidad de permanencia. La muerte habita en el texto escrito, en cada palabra, permitiendo su reproduccin sin necesidad de su autor. La trascendencia del discurso escrito sobre el oral permite una mayor pauta a la deconstruccin, por la capacidad de dejar los significantes del texto de manera idntica a la que el autor lo escribi. Empero, esto no significa una capacidad de abrir el texto de manera fcil y poder evitar malas interpretaciones, pues el discurso contiene en si, su posibilidad e imposibilidad. Posibilidad e imposibilidad van juntas, el discurso es para aquel que lo decodifique. El cdigo se genera por un sistema finito para una serie de experiencias y cosas infinitas, hace encajar varias experiencias en un arquetipo. El nombre como arquetipo, encierra, queriendo objetivizar, tratando de limitar en esta red simblica, dejando cosas similares bajo un mismo significante. Si el significante da lo general de algo singular, queda limitado el discurso por las experiencias del decodificador, el texto queda cerrado bajo la llave de saberes que contiene el autor. Es necesario el contexto en el que la persona escribi para poder leer de manera plena la lgica del texto. Posibilidad e imposibilidad, contradiccin que permite un texto pues es necesario el nombre finito para poder comunicar, en caso contrario, la infinitud de palabras impedira el lenguaje y al mismo tiempo, definir extensas experiencias en una palabra da pauta a la mala interpretacin, imposibilitando la comunicacin. So pena, de depender de un artificio que nos provoque tantos problemas como beneficios. El contexto es la clave para recuperar las ideas que habitan el discurso, es lo que se vio en Foucault, la arqueologa que recupera rastros para entender y reconstruir un contexto perdido y recuperar el saber del texto en anlisis. Pero con Derrida, esto es tanto una tarea enorme como imposible, reconstruccin intil pues se necesitan tener los mismos conocimientos que la otra persona para poder abrir la puerta del texto, puerta que solo el mismo autor posee. Existe un poema de Luis Rosales que ilustra de manera bella esta caracterstica del texto, se titula Cancin donde se explica, bien explicado, que al pronunciar una sola palabra puedes hacer tu biografa : A Dmaso Alonso La palabra que decimos viene de lejos, y no tiene definicin, tiene argumento.38

Cuando dices: nunca, cuando dices: bueno, ests contando tu historia sin saberlo. 31(10)

Nunca y bueno, significantes que por su familiaridad olvidamos su peligro, se cae en hablar como si todos entendieran, como si en todos habitara el significado que se ha fabricado acerca de lo bueno o de un nunca. Significantes ausentes de significado, llenados por experiencias representadas, simbolizadas, constituidas por diferencias con otras, generando significaciones bajo distintos contextos. En cada persona hay un contexto diferente, en algunas de ellas muy parecido pero nunca igual. Y no hay fuera de contexto porque el hombre es lenguaje y, en tanto al hombre, el smbolo lo constituye, impidiendo lo real como experiencia directa, siempre con un intermediario que ser el lenguaje. Al final, el significante queda como una metfora de lo real, un medio para siempre poseer lo presente en una marca que representa una ausencia. Y tambin es una metonimia, incompletud que permite finitud y posibilidad de hablar de una experiencia en trminos limitados, e imposibilidad de limitar lo infinito. Por eso, ante todo, la deconstruccin se acta con metonimias, afirmando que el texto guarda ms saberes de los que se pueden leer. Pero la deconstruccin no reconstruye el contexto, es imposible recuperar todos los saberes necesarios para descubrir el texto, tan cercano y tan lejano al mismo tiempo, pequea gran contradiccin del lenguaje. Si en Foucault se recuperaba el contexto por medio de rastros y significantes de la poca quitndole la fuerza al significado y partiendo de la incertidumbre de la significacin del discurso. En Derrida se recupera la fuerza, pero no dada al significado sino a la violencia, evidenciando la constitucin del texto que en naturaleza es violencia. Qu otro nombre recibira un sistema que limita lo ilimitado, que pretende la presencia en la ausencia, que promete la comunicacin y sta misma la imposibilita. Esta violencia inherente al texto constituye el lenguaje. Las ausencias permiten al lenguaje no tener un centro privilegiado y absoluto, un no-centro, esto permite disponer de polivalentes verdades como centros, significantes articulados en una lgica que organiza todo el sistema en opuestos binarios. Es decir, si se centraliza una verdad, por ejemplo Dios, todo lo que la idea de Dios evoque ser tomado como bueno y todo lo que transgreda su31

http://www.poetas-amor.com/poemas-amor/poema-cancion-donde-se-explica-bien-explicado-que-alpronunciar-una-sola-palabra-puedes-hacer-tu-biografia-luis-rosales-poemas-de-amor/

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ideologa ser lo malo. Lo justo, lo injusto, lo bello, la fealdad, etc., todo estar en base al concepto eje y centralizado en ese momento. Los smbolos se irn acomodando de acuerdo a una idea central, que posiciona y jerarquiza cada significante en relacin con los dems, en una estructura de elementos interdependientes, arquetipos encadenados por diferencias en el sistema. La jerarquizacin, si organiza, lo hace de manera violenta, alienando todo el lenguaje para que encaje. Pero esta estructuracin carece de perfeccin y es ah, donde se generan trminos indecidibles, contradicciones que estarn carcomiendo a todo el sistema, averindolo y desmoronndolo. Esta es la verdadera deconstruccin, eso que carcome la lgica de un discurso y es ah que cuando es evidenciado el sistema queda tensado, descubriendo la violencia oculta, encubriendo su razn aparente. La deconstruccin no parte de nada privilegiado, quita jerarquas, libera la violencia siempre constante en el texto, tan evidente y oculta al mismo tiempo. La deconstruccin rompe con la jerarqua y la invierte, genera nuevas luchas, enfrentamientos que previamente ya tenan un ganador pero al cambiar el poder de los trminos, ahora se generan nuevos triunfos. Pero ah no queda toda la estrategia, ahora se baten a muerte los ganadores previos y actuales y, todo queda en una masacre de gran magnitud que las ideas ganadoras ya no son ni unas ni otras, ahora son originales que preservan las luchas que les dieron origen. Un no-mtodo, es lo que la deconstruccin es. Qu otro nombre recibira algo que ante todo exige creatividad antes que un rigor cientfico creador de tranquilidad?, carente de una mecnica absoluta, se necesita imaginacin y locura para poder enfrentar ideas en situaciones nunca antes conocidas y generar nuevas perspectivas, por eso, no se puede hablar de un solo mtodo, se debe hablar de infinidades de estrategias que logren exigir al texto ms de lo que su tranquilidad plantea, ms de lo que se pensaba que lograra expresar, desarmar para construir algo nuevo y nico. Sin caer en pedir al texto lo que no tiene, esperar ms all de lo que contiene, imposibilita su lectura y la obtencin de nuevos conocimientos. La deconstruccin parte del texto dado y ah encuentra su posibilidad, siempre ha estado ah, evidente ante ojos doctos y es con esos rastros se tensa lo que siempre debi percibirse as. Por qu hay violencia en los textos?, no es la pregunta de la deconstruccin la verdadera pregunta, es entender por qu no se ve?, Por qu se ha olvidado?, Qu clase de fantasa ha podido desaparecer la obviedad de la simpleza?, acaso la metafsica de la razn ha cegado de tal manera que siempre se busca40

mas all de lo dado, sin percibir que la respuesta e