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La interpretación en el sistema jurídico mexicano Lic. Enrique Quiroz Acosta Secretario Ejecutivo de Administración del Consejo de la Judicatura Federal SUMARIO: 1. Alusión al texto constitucional relativo a la interpretación (art. 14, párrafos tercero y cuarto). 2. Alcances del término interpretación. 3. De los órganos que inteipretan: a) órganos públicos, Poderes legislativo, Ejecutivo ydudi- cial, b) Entes privados. 4. De la interpretación iudicial. 5. La doctrina ante la interpretación: a) auténtica, b) gramatical, c)-integral, d) progresiva. 6. La integración para cubrir “lagunas’ en la ley. 7. La técnica interpretativa para resolver conflictos entre dos preceptos aparentemente aplicables al mismo caso. 8. Análisis de algunas tesis emitidas por Tribunales Federales al tenor de la Constitución. 9. Conclusiones. 10. Bibliografia 1. Alusión al texto constitucional relativo a la interpretación (art. 14, párrafos tercero y cuarto) L os dos últimos párrafos del artículo 14 constitucional dicen a la le- tra: “.. .En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía y aun por mayoría de razón. pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito que se trata. En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser con- forme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley. ya falta de ésta se fundara en los principios generales del derecho”. Conviene tener claro que el penúltimo párrafo del artículo 14 constitucional se refiere al ambito penal. mientras que el último. a los demás ámbitos distintos a esta materia; por lo tanto. se tiene presente 305

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La interpretación en el sistema jurídico mexicano

Lic. Enrique Quiroz Acosta Secretario Ejecutivo de Administración

del Consejo de la Judicatura Federal

SUMARIO: 1. Alusión al texto constitucional relativo a la interpretación (art. 14, párrafos tercero y cuarto). 2. Alcances del término interpretación. 3. De los órganos que inteipretan: a) órganos públicos, Poderes legislativo, Ejecutivo ydudi- cial, b) Entes privados. 4. De la interpretación iudicial. 5. La doctrina ante la interpretación: a) auténtica, b) gramatical, c)-integral, d) progresiva. 6. La integración para cubrir “lagunas’ en la ley. 7. La técnica interpretativa para resolver conflictos entre dos preceptos aparentemente aplicables al mismo caso. 8. Análisis de algunas tesis emitidas por Tribunales Federales al tenor de la Constitución. 9. Conclusiones. 10. Bibliografia

1. Alusión al texto constitucional relativo a la interpretación (art. 14, párrafos tercero y cuarto)

L os dos últimos párrafos del artículo 14 constitucional dicen a la le- tra:

“.. .En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía y aun por mayoría de razón. pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito que se trata.

En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser con- forme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley. ya falta de ésta se fundara en los principios generales del derecho”.

Conviene tener claro que el penúltimo párrafo del artículo 14 constitucional se refiere al ambito penal. mientras que el último. a los demás ámbitos distintos a esta materia; por lo tanto. se tiene presente

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306 ENRIQUE QUIROZ ACOSTA

que para efectos de la interpretación judicial en las materias constitu- cional y administrativa, debe sujetarse al contenido del último párrafo del artículo 14 constitucional.

En efecto, en materia penal en alusión al riguroso principio de la ti- picidad, no hay pena si no hay delito y, no hay delito si no están sus elemen- tos en la ley; cada uno de los elementos del tipo señalados en la ley deben cumplimentarse en los hechos probados, sin que sea posible que para sancionar una conducta se aplique una situación similar, ni un ra- zonamiento comparativo de cualquier índole derivado de una norma.

En materia penal la conducta sólo se castiga cuando está descrita como delictiva en la expresión gramatical de la ley, por lo tanto, en es- te ámbito se descartan métodos interpretativos comúnmente acepta- dos en otras materias cuya técnica jurídica permite cubrir con diversos recursos metodológicos los espacios o “lagunas” que deja la ley, pero que no puede ni debe dejar de contemplar el derecho.

Como se puede observar, estos dos párrafos marcan principios fundamentales que constituyen garantías individuales, en la especie de seguridad jurídica.

Se trata pues, de principios del constitucionalismo liberal, cuyo origen no puede atribuirse a un acto, a un documento constitucional o a un solo acontecimiento, ya que se trata de toda una evolución del constitucionalismo occidental. Sin duda, la “Declaración de los Dere- chos del Hombre y del Ciudadano” de 26 de agosto de 1789, marcan un hito en la historia política del orbe. Desde luego se inscriben princi- pios que desarrollan con posterioridad diversos documentos constitu- cionales; en el aspecto que nos ocupa, cabe destacar las disposiciones contenidas en los artículos 70. y 80. de dicha Declaración.1

El articulo 70. establece: “Ningún hombre puede ser acusado, arrestado m detemdo sino en los casos determinados por la ley y con las formalidades prescritas por ella. Los que soliciten,

expidan, ejecuten o hagan ejecutar órdenes arbitrarias deben ser castigados, pero todo ciuda-

dano llamado o preso en virtud de la ley debe obedecer al instante, y si se resiste se hace culpable”.

El articulo 80 dispone: “La ley no debe establecer otras penas que las estrictas y evidentemen- te necesarias y nadie puede ser castigado, sino en virtud de una ley establecida y promulgada

con anterioridad al delito”.

Al respecto el maestro Jesús Reyes Heroles, destaca respecto a éste articulo 70. que en su contenido está inmerso la idea de Estado de Derecho. Asimismo. ese articulo ligado con el

80.. dan pie al principio de legalidad y a la obediencia de este principio. Reyes Heroles, Jesús,

Obras Completas, Política, Tomo 1, Fondo de Cultura Económica, México, 1995, p. 442.

REVISTA DEL INSTITUTO 307

En el caso de la Constitución de los Estados Unidos de América. en su texto original como es sabido. no se señalan garantías individuales. pero en las enmiendas a dicha Constitución que constituyen el deno- minado Bill of Rights. se introducen derechos fundamentales del go- bernado. No obstante. la mayoría de las constituciones de los Estados que se independizan en 17 76. consignan derechos individuales funda- mentalmente en sus dos proyecciones: propiedad y libertad. yendo in- clusive estas constituciones un poco más allá de donde iba a llegar la Declaración francesa de 1789.*

En el constitucionalismo mexicano la Constitución de 1824 no es- tablecía un catálogo de garantías individuales. Es en la Constitución de 1857 en la que encontramos el origen inmediato de los párrafos del texto constitucional a que nos referimos.

Respecto de la letra de los actuales penúltimo y último párrafos del artículo 14 constitucional del 5 de febrero de 19 17. a la fecha no han tenido modificación alguna y la doctrina en forma muy breve alude al tema. Al respecto es necesario remitirse al texto del Mensaje del Pri- mer Jefe ante el Constituyente de 19 16. en el que Carranza plantea la extensión a los juicios civiles que no se contemplaban en el articulo 14 de la Constitución de 1857. derivado de resoluciones encontradas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.3

El Maestro Ignacio Burgoa define los alcances de dichos párrafos al señalar:

“al prohibir el articulo 14 constitucional en su tercer párrafo la imposición de penas por mayoría de razón. impide que la ley que con- tenga la sanción penal se haga extensiva a hechos que. aunque de ma- yor gravedad. peligrosidad o antisocialidad. etc.. que el delito previsto. no estén comprendidos en ella y sean esencialmente diferentes de su antecedente abstracto. asegurándose mediante tal prohibición. la efectividad del principio nulla poena sine lege”.

2 Id p. 373.

3 Venustlano Carranza manifiesta en el texto señalado. “... hay que reconocer que en el fondo de la tendencia a dar al articulo 14 una extenslón mdeblda. estaba la necesidad Ingente de re- duclr a la autoridad Judlclal de los Estados a sus justos IimItes ” Tena Ramirez. Felipe. Leyes Fundamentales de M&co. 1808-1995. 19a edlclón. Editorial Porrúa. México. 1995. pp 750-751

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Por su parte, “la garantía de legalidad consagrada en el cuarto pá- rrafo del artículo 14, cuyo acto de autoridad condicionado estriba en cualquier resolución jurisdiccional dictada en un procedimiento judi- cial civil (lato sensu), administrativo o del trabajo, establece como exi- gencia que debe cumplir la autoridad que la pronuncie, la consistente en que tal decisión se ciña a la letra de la ley aplicable al caso de que se trate o se base en la interpretación jurídica de la misma”.4 Precisamen- te en materia distinta al ámbito penal será aspecto importante de refle- xión en el contenido del presente documento.

2. Alcances del término interpretación

El término de interpretación puede tener diversos significados, grama- ticalmente es la acción o efecto de interpretar, el cual proviene de la raíz latina “Interpretare” que posee las siguientes acepciones: “Expli- car o declarar el sentido de una cosa, y principalmente el de textos fal- tos de claridad. Traducir de una lengua a otra, sobre todo cuando se hace oralmente. Explicar, acertadamente o no, acciones, dichos o su- cesos que pueden ser entendidos de diferentes modos”.5

Asimismo, cabe destacar que el citado término proviene del verbo “interpretor” (aris, ari, atus, sum) que significa servir de intermediario, venir en ayuda de; y en este último sentido se observa que el término interpres, designa al traductor, i.e., es decir, es el intermediario que pone en lenguaje fácil, accesible aquello que es desconocido; o sea aquel sujeto que esclarece, o el que da sentido a algo.

La interpretación de un lenguaje es descubrir el significado que se le otorgó, asigne 0 incorpore a los elementos que componen al propio lenguaje. La interpretación en materia jurídica, o sea el texto jurídico debe apoyarse en la ciencia jurídica dogmática, de aquí que el mayor problema que enfrentan los tribunales al momento de realizar su

4 El autor considera que la prescnpclon constitucional excluye a la costumbre o al uso en cual-

quier materia como fuente de las resoluciones jurisdiccionales. Conforme a ella, solo en la ley

escrita debe apoyarse, y. a falta de ésta en los principios generales del derecho. Burgoa Ori-

huela Ignacio. Las Garantias Individuales. 20a. edición. Editonal Porrúa. México. 1995, pp.

579-580.

5 Véase Diccionario de la Lengua Espanola. Real Academia Española. 21a. edición. Madrid.

Espana, 1992, p. 94.

REVISTA DEL ufssTTTuT0 309

función jurisdiccional, es determinar qué interpretan, cómo y para qué, se efectúa la actividad interpretativa.

Así pues para Emilio Betti6 la interpretación significa la explica- ción de los fenómenos naturales o en cualquier explicación subjetiva de la vida y del mundo realizada por cualquier persona. propina una confusión de conceptos que se traducen en un dique para la formula- ción de una verdadera teoría científica de la interpretación.

La interpretación puede encaminarse a descubrir un sentido ya in- corporado dando lugar a la hermenéutica filológica, técnica o dogmá- tica en función histórica, entre otras; también puede enfocarse a obtener un criterio de decisión o una norma de conducta. como ocurre con la hermenéutica jurídica; finalmente la interpretación puede refe- rirse a entender y también hacer entender a los demás; ejemplo de ello son las interpretaciones dramáticas o musicales en las que el intérprete proporciona la forma representativa idónea, para hacer entender el sentido de la obra de arte o del pensamiento al público.7

El maestro García Máynez, sostiene que toda expresión que encie- rra un sentido es susceptible de interpretarse. por lo tanto. interpretar es “desentrañar el sentido de una expresión”.8

Para Rolando Tamayo y Salmorán interpretar es determinar o asignar el sentido a ciertos hechos. signos. fórmulas o palabras. Es a través de la interpretación por la cual se incorpora el sentido a los sig- nos. objetos o acontecimientos. éstos carecen de un significado en sí. por lo tanto el sentido ni se busca ni se desentraría.

Bajo el anterior orden de ideas Betti lo afirma que la interpretación es una actividad cognoscitiva con la cual se pretende entender la obje- tivación de una espiritualidad, es decir. su incorporación o fijación en

6 t3ett1. Ermlio. Eh torno a una Teoría General de la Interpretach. en Rewsta de la Unwersidad Externado de Colombia. Val. VII. No 1, Jumo de 1966. pp 88-90.

7 Id.. pp. 91-95.

S Garcia Máynez. Eduardo, Introducción al Estudio del Derecho, 39a edición. Editorial Pornia. 1988. p 325.

9 Tamaq y Salmorin. Rolando, El Derecho y la Clencla del Derecho (Introducción a la Clencla Jurídica). México. UNAM. 1986. pp 151 y 153

10 Ektt~. Emllio. op. cit supra. nota 14. p 89.

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un instrumento material perceptible, ya sea una piedra, mármol, ma- dera, papel o el sonido acústico, que forma parte de la dimensión del mundo físico.

Así pues y al entrar en el terreno jurídico se sostiene que los textos y documentos legales no son el derecho, sino una forma de expresión de éste, acaso la más valiosa, pero no la única. La Constitución, las le- yes, los reglamentos, los contratos, los testamentos, e incluso las seña- les de tránsito, no son otra cosa que formas de expresión jurídica, es decir, el vehículo a través del cual son manifestadas las normas jurídi- cas. La interpretación l1 otorga la posibilidad de obtener del texto jurí- dico la normatividad legal que lleva implícita.

3. De los órganos que interpretan: a) Organos públicos, b) Entes privados

En sentido genérico, todo aplicador de normas es también un interpre- tador normativo, pues no se puede aplicar una norma sin conocer el sentido de la misma y, para ello, se requiere interpretarla por simple que pudiera ser el proceso mental de entendimiento.

a) Organos públicos

Los actos del Estado al través de sus órganos que invadan la esfera jurí- dica de los gobernados deben ser emitidos por autoridad competente que funde y motive. Por ello, todo ente en ejercicio de autoridad del Es- tado para poder cumplir el mandamiento constitucional descrito, debe primero interpretar la norma a aplicar. Inclusive, sin aludir a actos de molestia, es decir, desde una óptica más general, en nuestro sistema jurídico los particulares pueden hacer todo aquello que no esté prohibi- do por la norma, mientras las autoridades sólo pueden hacer aquello para lo que están expresamente facultados.

Lo anterior deja de manifiesto que los funcionarios al actuar en su carácter de autoridad son quienes aplican las normas y, conforme a lo explicado, también se constituyen en permanentes interpretadores de

11 García Máynez. Eduardo, Interpretación en General e Interpretación Jurídica, en Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, México, Tomo IX, Nos. 35 y 36, julio-diciembre,

1947, p. 7.

REWSTA DEL INSTITUTO 311

normas que aplican, porque al aplicarlas les otorgan un sentido con- forme a lo que entienden de lo expresado por la norma de que se trate.

En rigor de lo expuesto, si quienes aplican primero interpretan, to- do funcionario debe interpretar para poder aplicar la norma.

En el caso del poder legislativo. no escapa al sentido de estos co- mentarios. Tanto quien presenta una iniciativa, como aquellos que de- liberan y, en su caso, aprueban una ley o reforma legal, participan de procesos interpretativos indispensables para el ejercicio de su función.

El primer ejercicio interpretativo importante que debe realizar to- do legislador, es ubicar el contenido de la ley o reforma de que se trate en el marco constitucional: es decir, la primera revisión o examen que realiza o debe realizar todo legislador, implica la ubicuidad del docu- mento normativo en cuanto a su contenido respecto al de la ley supre- ma, no sólo para no vulnerar su sentido y alcances. sino también, cuando corresponda desarrollar el sentido de la Carta Magna, o sea, reglamentar la ley fundamental en aquella que corresponda.

Por otra parte, debe analizar el legislador con toda agudeza, si en efecto, la ley o reforma a aprobar resuelve la problemática de la reali- dad para la cual fue elaborada la iniciativa. Este es uno de los trabajos más difíciles e importantes que debe agotar el legislador. Se trata de una práctica que requiere de la mayor sensibilidad política y social, amén del conocimiento específico de la materia de que se trate.

Otro examen digno de destacar se inscribe en la revisión de la ini- ciativa de ley o reforma respecto de las demás normas del sistema jurí- dico. Así se verificará la coherencia de la materia respecto de otras y. la propia coherencia de la iniciativa con otras normas.

También se debe realizar una revisión desde el ángulo de la técnica legislativa para verificar la coherencia interna y la propia lógica de la ordenación interna de la iniciativa de la ley o reforma. incluyendo su estructura gramatical.

Todas estas actividades intelectuales implican, en sentido amplio procesos de entendimiento de la norma a emitir, así como de la Cons- titución y del sistema juridico en los aspectos correspondientes. Incluso.

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es perfectamente válido sostener que es factible legislar para interpre- tar; es decir, para aclarar el sentido de una ley o reforma y, desde lue- go, también para colmar alguna “laguna”. Basta observar lo dispuesto en el artículo 72, letra j), de nuestra constitución que dice a la letra: “En la interpretación, reforma o derogación de las leyes o decretos se ob- servarán los mismos trámites establecidos para su formación”.

Sin embargo, el trabajo interpretativo de los legisladores no se agosta en la ley a aprobar, su labor interpretativa es también importan- te en cuanto a sus propios actos internos, ya que desde luego, en gran medida están normados por las leyes o reglamentos correspondientes. En este aspecto convendría citar la importancia de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos y el Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.12

Existen multitud de ejemplos e incluso, anécdotas que ilustrarían de manera excesiva la frecuencia e importancia de la interpretación por parte de los legisladores de la normatividad que regula su actua- ción.

A manera de ejemplo se puede mencionar que diversa normativi- dad parlamentaria permite excluir de determinados trámites cuando se trata de disposiciones “de obvia resolución” pero ¿Qué se debe en- tender por obvia resolución? Pudiera tratarse de resoluciones de trá- mite necesario, de sencilla comprensión que bajo cualquier postura de las corrientes parlamentarias es evidente que todas lo aceptarán, per- mítase la expresión “de manera automática”, por ser obvio el sentido, el significado no tiene discusión.

Pero lo anterior evidencia, en primer lugar, que el proceso para sa- ber que es “de obvia resolución” es interpretativo y muy delicado, por- que aquello que entre en la idea o clasificación aludida, será una norma o decisión parlamentaria que será dispensada de trámite.

Pero también la interpretación de lo que debe entenderse por “obvia resolución” pudiera parecer que es obvio el asunto que debe

12 Publicados en el Diario Oficial de IB Federación el día 20 de julio de 1994 y 20 de marzo de 1934, respectivamente.

REVISTA DEL INSmO 313

resolverse pero no que es obvio el sentido de la resolución. En fin. es muy importante la labor interpretativa del legislador no sólo respecto de la leyes o reformas a autorizar. sino también. por lo que hace a las normas que regulan su actividad.

Pero el Poder Legislativo en casos excepcionales también se cons- tituye en juzgador. como es el caso del juicio político; aquí la función interpretativa de los hechos y las normas cobra especial realce. dado que se interpretarán los hechos para conocer si la conducta se adecua a un tipo normativo que también debe ser objeto de la interpretación. amén de interpretar también cual debe ser la normatividad aplicable.

En cuanto a los órganos del Poder Ejecutivo. aplicador neto de le- yes y de normatividad en general. se coloca al funcionario en una coti- diana posición interpretativa.

En primer término debe revisar que sus actos no vulneren eviden- temente la Constitución.*3 Lo anterior no significa que recaiga en el Ejecutivo el control constitucional, lo cual sería un absurdo ya que en nuestro sistema. dicho control corresponde a la Suprema Corte de Justicia de la Nación; pero lo anterior no inhabilita a los funcionarios a evitar una vulneración obvia de la Carta Magna.

También. la función reglamentaria encomendada en nuestro siste- ma jurídico al titular del Ejecutivo conforme al articulo 89. fracción 1. de la Constitución. requiere de un profundo examen previo de la ley a reglamentar y la realidad a regular. para no vulnerar la propia ley y re- solver los problemas técnicos y prácticos a enfrentar.

Por su parte. cada acto de autoridad de algún funcionario del Eje- cutivo implica una autorización o mandato legal y, por lo tanto. su aná- lisis interpretativo.

13 El Maestro Jorge Carplzo seriala que los preceptos de la Constltuclón que llenen un contenldo

concreto. es decir aquellos que son claros. que no admlten más que una Interpretación. deben ser respetados a pesar de que una ley secundana los vulnere o adultere En estos casos y sólo en ellos, las autoridades admlmstratwas deben exammar la constltucionahdad de la ley. y si no

la pueden encuadrar dentro de la Constltuclón no la deben aplicar Carplzo. Jorge, És;ud~os Constltuclonales. 6a edlclón. EdItorIal Porrúa. InstItutode Investlgactiones Juridlcas. UNAM.

1998. pp 65-66

314 ENRIQUE QUIROZ ACOSTA

Si el acto implica una molestia frente al gobernado, es menester hacer explícita la interpretación, ya que habrá no sólo que hacer cita- ción de la normatividad aplicable sino su explicación motivada.la

Un ejercicio interesante en la vida administrativa de los últimos lus- tros, se significa por el señalamiento expreso en algunas leyes admi- nistrativas respecto de la autoridad del Ejecutivo que está facultado para interpretar la propia norma para efectos administrativos. l5 Con ello se pretende que haya claridad para los funcionarios y para los go- bernados del sentido de la ley administrativa, pero, desde luego, dicha interpretación no es vinculatoria para los órganos del Poder Judicial.

Se trata de un sistema preventivo por parte de la administración pública, pero no modifica, ni anula los actos de autoridades competen- tes y legalmente constituidas; tampoco podría modificar procedimien- tos ni recursos salvo disposición expresa de la ley.

Por su parte, es en la vida y más propiamente en la actuación judi- cial donde es más trascendente el tema específico de la interpretación. En efecto, se dirimen controversias diciendo el sentido de las normas o colmando sus lagunas, es decir, diciendo el derecho.

14 Al respecto el artículo 16. párrafo primerode la constitución establece: “Nadie puede ser mo- lestado en su persona. familia, domicilio, papeles o posestones. sino en virtud de mandamien- to escrito de fa autoridad competente, que funde y motive la cause legal del procedimiento”. Desde un principio, la exigencia de fundamentación ha sido entendida como el deber que tie- ne la autoridad de expresar, en el mandamiento escrito, los preceptos legales que regulan el hecho y las consecuencias jurídicas que pretenda imponer el acto de autoridad; y la exigencia de motivación ha sido referida a la expresión de las razones por las cuales la autoridad consi- dera que los hechos en que se basa se encuentran probados y son precisamente los previstos en la disposición legal que afirma aplicar. Ovalle Favela. Jose, Artículo 16. Constitución Polí- tica de los Estados Unidos Mexicanos Comentada, Tomo 1. México, Poder Judicial de la Fede- ración, Consejo de la Judtcatura Federal, Instttuto de Investigaciones Jurídicas, UNAM. 1997. pp. 158-159

15 El articulo 100 de la Ley General de Bienes Nacionales. publicada en el Diario O/icial de la Federación el dia 8 de enero de 1982, setiala: “En caso de duda sobre la interpretación de las dtsposiciones de esta ley, se estará a lo que resuelva, para efectos administrativos internos del Ejecutivo Federal, la Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecologia” (facultad que actualmente ejerce la Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo atento a lo dispuesto por el ar- tículo 37 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal publicada en el Diario Ofi- cial de la Federación el día 29 de diciembre de 1976). Se puede citar como ejemplo también lo prescrito en el articulo 8 de la Ley de Adquistciones y Obras Públicas, publicada en el Diario Oficial de la Federación el dia 30 de dtciembre de 1993.

REVISTA DEL INSTITUTO 315

Se debe enfatizar que tanto las autoridades administrativas como las judiciales aplican normas. sean actos reglados. discrecionales. de con- ducción de procesos o decisión de sentencias para dirimir conflictos y en el procedimiento interno en cada caso se interpreta la norma a aplicar.

En el aspecto específicamente judicial. se debe tener presente que en ocasiones para dirimir el conflicto. primero se hace el ejercicio in- terpretativo y luego con base en ello y los hechos probados al tenor de las normas interpretadas. se resuelve el conflicto. pero existen otros casos en los que el conflicto consiste principalmente en el sentido de la norma. es éste. su interpretación concreta. el punto y objeto de la litis. sin olvidar. en todo caso. en nuestro sistema la relatividad de las sen- tencias de amparo. que involucran o vinculan únicamente a los quejo- sos en los juicios de que se trate, sin dejar de recordar que de acuerdo a lo que prevé el articulo 105 constitucional.16 siempre que la norma cuestionada sea de carácter general. la declaración de inconstituciona- lidad la privará el efecto general o “erga omnes”. sin olvidar que se tra- ta de una vía excepcional en nuestro sistema jurídico.

Siguiendo con el ámbito judicial. existen interpretaciones que obli- gan a otros órganos judiciales. de acuerdo con la ley de amparo.

Así las jurisprudencias (cinco resoluciones en el mismo sentido) de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. es obligatoria para las Salas en tratándose de la que decrete el Pleno y además para los Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito. los juzgados de Distrito. los tribu- nales militares y judiciales del orden común de los Estados y del Distrito Federal. y tribunales administrativos y del trabajo, locales o federales. Por su parte la jurisprudencia que establezcan los tribunales Colegia- dos de Circuito es obligatoria para los tribunales unitarios. los juzgados de Distrito. los tribunales militares y judiciales del fuero común de los Estados y del Distrito Federal. y los tribunales administrativos y del tra- bajo, locales o federales.17

16 El articulo 105 constItuclona1 en la parte conducente enablece ‘Siempre que las conlrover.

slas versen sobre dlsposlclones generales de los Estados o de los munlclplos Impugnadas por la Federación. de los munlclplos Impugnadas por los E%rados. o en los casos aquese relleren

los IncIsos c). h) y k) antenores. y la resolución de la Suprema Corte de Justlcla las declare Invá-

lldas. dlcha resolución tendrá efectos generales cuando hubiera sldo aprobada por una mayo- ria de por lo menos ocho VOIOS”

17 Articulos 192 y 193 de la Ley de Amparo

316 ENRIQUE QUIROZ ACOSTA

Un caso particularmente interesante es la resolución que dilucida la contradicción de tesis de Salas y de Tribunales Colegiados y que co- rresponde resolver a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.18

b) Entes privados

Se ha sostenido que al amparo del principio que implica que las autori- dades sólo pueden hacer aquello para lo que están expresamente fa- cultadas, -en sentido genérico- todas las autoridades en ejercicio de ley tienen la facultad de interpretar directa o indirectamente, para rea- lizar su respectiva función.

Pero no deja de ser interesante intentar el mismo ejercicio jurídico en tratándose de entes privados.

Los particulares, se ha señalado que pueden hacer todo aquello que no les esté prohibido.

Pareciera “en primera instancia” que con este principio netamente liberatorio, todos en nuestro carácter de gobernados podemos desen- volvernos prácticamente sin necesidad de interpretar la normatividad de nuestro entorno, aunque está claro que la ignorancia de la norma no justifica su incumplimiento. l9

Lo anterior es válido y las necesidades interpretativas desde el án- gulo jurídico se reducen a la vida cotidiana, donde se espera que la nor- matividad que rige nuestros actos sea clara y directa, sin olvidar que la complejidad societaria, corporativa y de negocios nos ubica en esca- ños cada vez más complejos, que exigirán, a su vez, mayor rigor y es- pecialidad jurídica.

18 Artículo 196 de la Ley de Amparo.

19 El articulo 2 1 del Código Cwil para el Distrito Federal en Matena Común y para toda la Repú- blica en Materia Federal dtspone: “La ignoranciade las leyes no excusa su cumpltmiento; pero los Jueces. teniendo en cuenta el notorio atraso mtelectual de algunos rndtviduos. su aparta- miento de las vias de comunicación o su miserable situactón económtca. podrán. si está de acuerdo el Ministerio Público, eximirlos de las sanclones en que hubieren mcurrido por la falta de cumplimiento de la ley que Ignoraban. o de ser posrble. concederles un plazo para que la cumplan. stempre que no se trate de leyes que afecten directamente al Interés público”.

REVISTA DEL IN!3llUlO 317

Pero lo importante desde la óptica jurídica. es que en todo caso los particulares. por sí mismos. no tienen fuerza vinculatoría respecto de la interpretación que pudieran realizar respecto de las normas que ri- gen su actividad.

Es más, en rigor los obligan los actos de autoridad de los entes del Estado, pero no directamente su interpretación salvo cuando se ha di- rimido por autoridad competente un conflicto en la especie.

No se puede omitir que existen principios que dificultan el accionar de todo particular en su “vida jurídica”. como es la obligación de la ob- servancia de la moral y de las buenas costumbres.20

;Cómo se puede interpretar jurídicamente qué esta dentro de es- tos conceptos tan (con perdón de la expresión) “líquidos” y “fronteri- zos” desde el punto de vista jurídico?

Además. lo que interprete el particular poco importa para su “vida jurídica”. en todo caso lo que le interesa es lo que interprete de estos conceptos llevados a la vida práctica por la autoridad administrativa y judicial. respectivamente. dado que esa interpretación será la que inci- da en su “mundo jurídico”.

4. De la interpretación judicial

Nos queda perfectamente claro que la interpretación jurídica de mayor importancia es la interpretación judicial. Se distingue fácilmente de las demás interpretaciones por diversos criterios. aludiremos a algunos de ellos:

20 Se entlende por buenas costumbres al concepto relatlco a la confonnldad que debe exlstlr en- tre los actos del ser humano y los pnnclp,os morales. Juridlcamente se recurre a este concep to para eludlr la puntuallzaclón y determmackn en lnstituclones que pueden ser sutlles o cam- blantes El ordenamlento CILII establece la Illcltud de los hechos y objetos materia de contrato o convenlo cuando sean contrarlos a las leyes de orden público o a las buenas costumbres (arts 1830 y 183 1 del Código Call) Pérez Duarte y N Alicia Elena y Sánchez-Cordero Dáw la. Jorge A.. Buenas Costumbres. en Dtcclonano Juridtco Mexicano. Tomo I. México. Instttu- to de Irxvstlgaciones Juridlcas. UNAM. 199 1

318 ENRIOUE QUIROZ ACOSTA

a) Por la autoridad que la emite. Se trata de juzgadores, son quie- nes su misión es precisamente decir el derecho y son peritos en ello.

b) Por la forma. Se expresa en documentos, lenguaje, modelo y técnica judicial. Entre otros aspectos se trata de una interpretación ex- plícita.

c) Por su fuerza vinculatoria. Evidentemente obliga el sentido inter- pretativo a las partes, es decir, los constriñe a lo resuelto, también a autoridades en la forma y términos de ley.

d) Discrecional. Sus límites son únicamente la Constitución, la ley y en su caso la jurisprudencia.

e) Procesal. Se requiere el planteamiento de un conflicto; carece de carácter consultivo.

Por lo expuesto, queda claro que es precisamente aquí, en los ór- ganos y, particularmente en la función jurisdiccional donde cobra es- pecial importancia la interpretación jurídica, de ahí que sirva este espacio.

A lo largo de la ardua tarea interpretativa se han manifestado gran cantidad de escuelas o corrientes que varían en su concepción en base a los diferentes roles o perspectivas muy particulares y específicas pa- ra comprender el derecho; de aquí que varíen sus criterios en torno a los métodos de interpretación que no son otra cuestión que intentar descubrir el significado jurídico de los términos legales existentes, así como la expresión de la voluntad del legislador, para la debida aplica- ción del Estado de Derecho.

La tendencia subjetivista sostiene que el sentido de la ley se en- cuentra en la voluntad del legislador; por todo ello, y en base a esta co- rriente se debe tomar en cuenta la intención del legislador o lo que éste haya querido decir, por lo tanto, no se fundamenta en el aspecto mate- rial de la semántica y terminología utilizada, vinculado todo lo anterior en los diversos preceptos normativos. Por su parte, las llamadas corrientes objetivistas se basan en el sentido lógico objetivo de la ley

REVISTA DEL INSllTUTO 319

como expresión del derecho. implica que los textos legales tienen una significación propia. implícita en los signos que los constituyen e inde- pendientemente de la voluntad real o presencia de sus autores; es de- cir, al penetrar la ley en la vida social adquiere matices diversos de aquellos que le fueron asignados en su creación.

En otro orden de ideas. se reitera que es el juez. indiscutiblemente, el protagonista principal en la actividad interpretativa al momento de aplicar las disposiciones legislativas a los casos concretos.21 de tal ma- nera que resulta muy difícil, buscar un análisis en el problema de la in- terpretación jurídica sin antes hacer referencia en forma reiterativa a la esencia de la función judicial.

En el terreno de la administración de justicia la función interpreta- tiva y la hermenéutica. son dos términos que se aplican de manera equivalente y no significa solamente lo que está dicho sino la búsqueda del mensaje de la intención.

En el derecho mexicano se busca aplicar la ley al caso concreto, sin embargo pueden presentarse determinadas situaciones tales como: l.- Localizada la regla. ésta no aparezca en forma clara: ‘2.- que no se adapte exactamente al caso: 3.- que exista más de una regla que parez- ca aplicable: 4.- que la regla no sea rígida o casuística. sino abstracta y flexible: 5.- que la regla refiere el caso a otras normas: 6.- que la regla aparezca notoriamente injusta y 7.- que no se encuentre precepto apli- cable. En estas circunstancias la problemática radica en la posibilidad que tendrá el juzgador para desentranar el verdadero sentido de la dis- posición normativa.

La interpretación jurídica en la actualidad ubica al juzgador en su rol de intérprete frente a ciertos criterios hermenéuticos que le permi- ten realizar su actividad y buscar el verdadero espíritu que anima la ley. El juez debe interpretar las leyes en forma que se adapten a las nuevas exigencias sociales.**

21 Ch Haba. Enrique. La Voluntad del Legislador ,Flcclón o Reahdad? en Rewta de Crencras Juridlcas. No 32. Unwersldad de Costa Rica. Mayo-Agosto. 1977. pp 188-190

22 El Ilustre Mlnlstro de la Suprema Corte de Justlcra de la Nacrón. Genaro Davrd Góngora PI-

mentel. considera que la rrgrdez de la ley extremada por su Interprete. puede llegar a ser un

obstáculo para el progreso soclal en aquellas materias sujetas a un rápido desenvolvimiento y

320 ENRKWE QUIROZ ACOSTA

De manera tal que el juzgador al aplicar la ley al caso concreto pue- de auxiliarse de todos los métodos gramatical, lógico, sistemático o histórico; con la finalidad de determinar su sentido y alcance, así como conseguir el cumplimiento de los postulados legales fundamentales. Finalmente, se puede serialar que, “la interpretación de una norma ju- rídica no es la solución de un problema de conocimiento sino el ejerci- cio de un acto de voluntad por cuanto implica necesariamente una elección subjetiva entre varias posibilidades, en preferir psicológica- mente determinada solución y no otra de las que se ofrecen a la consi- deración.

El grado de complejidad que presentará la jurisprudencia, en cuyo sentido amplio designa las decisiones emanadas de los órganos judi- ciales, estriba en su posibilidad de organizar y sistematizar el material jurídico, así como reconocer y establecer determinadas reglas de inter- pretación, con la finalidad de unificar criterios y evitar la contradicción de tesis; de manera tal que se logren analizar y precisar el derecho apli- cable a la problemática jurídica planteada.

5. La doctrina ante la interpretación: a) auténtica, b) gramati- cal, c) integral, d) progresiva

Específica mención y desarrollo merece la interpretación bajo distin- tos métodos. A pesar de la evidente importancia del tema, poco es lo que se ha desarrollado en la doctrina mexicana de los últimos años. Di- versos son sus métodos y sus clasificaciones; aludiremos a algunos de los más importantes:

A) INTERPRETAClON AUTENTICA. Es aquella que tiene como base los documentos que demuestran la intención del legislador; se trata de desen- trañar cuál fue el sentido de quién la formuló y quiénes intervinieron

que requieren una mayor correspondencia entre el hecho y la norma que debe regrrlo. No de- be excluirse la posibilidad de ir modificando el sentido de una ley adaptándola a las nuevas exi- gencias sociales sin necesidad de actos legislativos, mediante un largo e inteligente proceso de interpretacrón de parte de la autoridad judicial. Góngora Pimentel, Genaro David, La Apa- riencia del Buen Derecho en la Suspensión del Acto Reclamado, en La Actualidad de la Defen- sa de la Constitución, la. edición, Suprema Corte de Justicia de la Nación, Instituto de Investi- gaciones Jurídicas, UNAM. 1997.. p. 153.

23 Cfr. Vallado Berrón F.. Teoría General del Derecho. Textos Universitarios, UNAM. Méxtco, 1972. p. 148.

REVISTA DEL lHslTrul0 321

en su autorización. Para este tipo de interpretación se debe de acudir a fuentes que den testimonio de los autores o quienes intervinieron en el proyecto o en la iniciativa. Destacan las exposiciones de motivos y los diarios de debates.

Algunos cuestionan este método aduciendo que la interpretación de una ley es cuestión distinta a lo que deseó el legislador. Pareciera un argumento interesante. pero no se debe olvidar que no se trata con es- te método de interpretación. de sobreponer la intención de alguien por encima del espíritu de la ley. sino de desentrañar en la voluntad del legislador, el propio sentido de la ley; se trata de saber en la voluntad del legislador que dice. en efecto. la ley. pero nunca sustituir ésta por voluntad ajena.

Lo delicado está en tener específico cuidado en el método de bús- queda y -valga lo aparentemente paradójico- la interpretación de la voluntad del legislador, para saber, por ejemplo. cuál fue la tesis que prevaleció y se plasmó; ubicación de los argumentos que hicieron pre- valecer una postura. para no confundir una posición parcial con lo que prevaleció en la ley.

Existen quienes habitualmente colocan a los seguidores de este ti- po de interpretación bajo la corriente subjetivista. término que si bien. alude a la intensión de los sujetos que participan en el proceso legislati- vo y su génesis. lo cierto es que el término “subjetivismo” resulta critico y. por lo tanto. paradójicamente, tanto subjetivo como criticable.

La corriente subjetivista da origen a dos dificultades que producen que pierda alguna efectividad. La primera es determinar quién es el legislador cuya voluntad hemos de averiguar. La otra dificultad es la ví- gencia de las leyes durante muchos años, a veces siglos, produciéndo- se un inevitable arcaísmo y rezago de importantes cuerpos normativos que los jueces han de aplicar. por lo que en la actualidad un juez no de- be conformarse con una voluntad presumida y si, por el contrario debe buscar la interpretación más equitativa al caso concreto actual.24 lo

24 Alvarado fZsqu¡vel. Miguel de Jesús. Breve Estudio sobre la Interpretación Jurídica. Revista del Colegio de Secretarios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Año 1. No 1. Octubre de 1997. pp. 17-18

322 ENRIQUE OUIROZ ACOSTA

cual también pudiera, si es por encima del sistema jurídico de que se trate, desequilibrar el Estado de Derecho.

B) INTERPRETACION GRAMATICAL. Consiste en otorgarle el sen- tido que concuerda con la redacción y, el significado común de cada término. Por otra parte, en ocasiones existe la convicción de que, bajo la tesis de la interpretación gramatical, ante un término que tenga a la vez un significado común o vulgar y otro técnico, debe prevalecer el significado común.

Lo anterior pudiera resultar convincente dependiendo del rango o grado técnico del documento legal a interpretar; es decir, si la materia normada participa de un lenguaje técnico evolucionado, lo correcto sería remitirse a los términos de la materia de que se trate, con el rango de especialidad a que obedece la propia ley, porque en cuestiones téc- nicas es la gramática de la técnica de que se trate, a la que responde la materia respectiva.

Una práctica que ayuda al interpretador en materias de cierto ran- go de especialidad técnica y que se practica cada vez con mayor fre- cuencia en algunos ámbitos de la legislación administrativa, es ubicar una o varias disposiciones en el primer capítulo, en el cual se establece el significado de algunos términos que aparece en el desarrollo de la ley. En nuestra opinión tiene pleno valor ante los tribunales el signifi- cado que aparece en la disposición relativa al lenguaje en la ley de que se trate, cuyo caso hemos descrito en el párrafo anterior.25

C) INTERPRETACION INTEGRAL. Para conocer el significado de al- guna disposición, se debe considerar el contenido y también el signifi- cado de las demás disposiciones de la propia ley de que se trate, esto para conocer el contexto y sentido de la norma en su conjunto. Eviden- temente todo sistema jurídico debe obedecer a una lógica y la interpre- tación integral permite escudriñar cuál es esa lógica a que obedece el mandamiento; se busca la coherencia de la disposición dentro del “pe- queño sistema normativo” al que obedece pero siempre dentro de la

25 Un ejemplo claro lo tenemos en la Ley Federal de Telecomumcacrones. publicada en el Diario Oficial de la Federación el día 7 de junio de 1995. que en su artículo 3 en sus diferentes frac- ciones da la definictón de términos como banda de frecuencias, espectro radioeléctrico, esta- ción terrena, homologación, órbita satelital. posiciones orbitales geoestacionarias, entre otros.

REVISTA DEL INSTITUTO 323

jerarquía normativa respectiva. Es un método interpretativo válido y exitoso.

En nuestra opinión habría que tener especifico cuidado en los si- guientes aspectos:

1. Cuando la disposición a interpretar no sea específicamente constitucional. En este tipo de interpretación se debe considerar tam- bién los aspectos constitucionales respectivos pero teniendo especial cuidado dado que el interpretador de la Constitución es la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por lo tanto. se debe verificar que no se desvirtúe la interpretación de la ley para convertir el ejercicio incorrec- tamente en una interpretación Constitucional. En todo caso, en el su- puesto de la interpretación de una norma inferior por un órgano distinto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. sólo la evidente contradicción con la interpretación constitucional debe prevalecer respecto de una interpretación parcial de una disposición reglamenta- ria. sin olvidar el mandato jurisprudencial.

2. La interpretación integral podría incluir no sólo la ley de la dis- posición a interpretar pero habrá que tener cuidado de no caer en in- tenciones distintas según lo previsto en la ley y, no desvirtuar la materia específica a interpretar.

3. Tener precaución cuando se incluyen en la interpretación inte- gral disposiciones que han sido objeto de reformas. en cuyo caso se de- be tener también cuidado de aplicar reglas y técnicas ubicadas en el tiempo y en el contexto respectivo.

4. En nuestra opinión sería delicado en una interpretación integral de una disposición de una ley. incluir los reglamentos respectivos en el proceso de análisis interpretativo. dado que los errores interpretativos de quienes elaboraron lo reglamentario incidirían en la interpretación de la ley. empero habrá quien sostenga que como medio auxiliar es pro- bable acudir a la reglamentación de la ley para interpretar a la misma.

D) INTERPRETACION PROGRESIVA. El derecho debe ser acorde con la evolución de la sociedad y. por lo tanto. con la realidad social. El retraso en el mundo de las leyes retrasa también al propio Estado de Derecho. Todo jurista preparado y responsable debe. en su ámbito competencia1 contribuir a que el Derecho y, por lo tanto. el orbe de la

324 ENRIQUE QUIROZ ACOSTA

resolución de conflictos se actualice y no contribuir a que el ambiente legal sea el escenario de retrasos sociales y de involución.

Las aseveraciones anteriores afortunadamente han calado profun- damente en la conciencia de prestigiados juristas, quienes impulsan y, en su caso, aplican el derecho, buscando un sentido más actualizado que no se quede en la letra e interpretación de cuando fue emitida la norma sino que ésta sea interpretada conforme a las circunstancias y situaciones dados al momento que se interpreta la norma de que se trate.

Cuando dicha postura es asumida por el juzgador está acudiendo a la interpretación progresiva, la cual en nuestra opinión únicamente es válida cuando deriva del propio texto constitucional, de la letra de la ley a interpretar o de la expresión del legislador, so pena de lo siguiente:

i. En caso de exceso, colocar al juzgador con el carácter de legisla- dor e, incluso en casos extremos, de poder constituyente permanente o reformador;

ii. Generar inseguridad jurídica en los gobernados, dado que sus actos serían juzgados con independencia de lo que establezca la legis- lación en vigor; y

iii. En un sistema constitucional como el nuestro se complicaría la aplicación del principio de legalidad dado que los administradores pú- blicos para poder actuar en su carácter de autoridades, tanto en su competencia como en la fundamentación y motivación de sus actos, partirían no de las normas sino del criterio que en algún momento emi- ta el respectivo juzgador, lo cual pudiera generar arbitrariedad y, en ocasiones, paralización de la propia administración.

En virtud de lo anterior, sin desechar en principio este método de interpretación, se debe observar con cuidado y sensibilidad, para que eventualmente no trastoque el sistema jurídico o se interprete, en un caso extremo, en el sentido de que, quien acude a este método, even- tualmente está actuando más allá del régimen legal.

6. La integración para cubrir “lagunas” en la ley

En un modelo ideal parecería que un sistema jurídico debiera cubrir to- das las hipótesis posibles en la vida que regula. Esta aseveración se

REVISTA DEL IMSlTlUlD 325

quiebra al primer asomo serio con la realidad social, e incluso. se cono- cen algunos intentos por cubrir la pluralidad de supuestos, generándo- se normas con cantidades impresionantes de disposiciones sin que tales ejercicios hayan resultado útiles ni tampoco realistas.

Pero el hecho de que las normas concretamente consideradas no cubran en forma específica todos los casos de la realidad no significa que dichos casos no deban ser resueltos por el sistema jurídico; por lo tanto, es válida la existencia de “lagunas” en la ley.26

Por ello. se crean los sistemas de integración los cuales. con reglas y técnicas jurídicas especializadas. el jurista puede cubrir las “lagunas” de la ley. Algunos de ellos son comúnmente aceptados en diversos Es- tados. Procedamos a aludir a los siguientes:

1. Argumentos a pari. a majori ad minus. a minori ad majus. Estos argumentos constituyen en su conjunto y combinación lo que se llama razonamiento de analogía.27

En los argumentos a pari. la integración se realiza porque existe igualdad de motivos: en el argumento a majori ad minus la integración se realiza debido a la existencia de una menor razón de la que contem- pla la norma legal y en el argumento a minori ad majus ocurre lo con- trario. una mayor razón para realizar la situación jurídica no prevista por la ley.

Contrario sensu: Cuando un texto legal encierra una solución res- trictiva, en relación con el caso a que se refiere, puede inferirse que los no comprendidos en ella deban ser objeto de una solución contraria.z8

26 No hay que confundir el concepto de lagunas de la ley. con lagunas del Derecho. Cuando se dr- ce que en la ley hay lagunas se quiere expresar situaciones no previstas por el legislador y que pueden ser resueltas luridlcamente de acuerdo con pnnclplos de Derecho En consecuencla SI en la ley hay lagunas en el derecho no puede haberlas Peniche Bollo. Francisco. Introducción al Estudiodel Derecho. loa edlclón. Editonal Pon&. México. 1990. p 151

27 Es la idea de que en todos aquellos casos en que existe una misma razón Juridlca. la disposición debe ser la misma. Para que la aplicación del razonamiento anakglco sea correcta. no basta la simple semejanza de dos sltuactones de hecho. una prevista y otra no prewsta por la ley: se re- quiere asi mismo de la razón en que la regla legal se Inspira. existe Igualmente en relación con el caso Imprevisto lo que puede justificar la aplicación por analogía. es pues. la identidad juri- dica sustancial. Id.. p. 152.

28 Garcia Máynez. Eduardo. op. cir.. p 335

326 ENRIQUE QUIROZ ACOSTA

Estos argumentos en nuestra nación son aceptables en el ámbito que señala el tercer párrafo del artículo 14 constitucional, de ahí que es indispensable tratar de explicar que se entiende por analogía y mayo- ría de razón.

El Maestro Ignacio Burgoa señala que la aplicación analógica de la ley tiene lugar cuando a ésta se atribuyen efectos normativos sobre ca- sos reales, que no están previstos en ella pero que guardan con las hí- pótesis expresamente reguladas no una semejanza absoluta sino una similitud relativa, o sea en cuanto a ciertos aspectos o elementos co- munes.29

Se puede decir entonces, que interpretar por analogía significa re- solver un caso aplicando la misma consecuencia jurídica a un supuesto similar a aquel que corresponde la citada consecuencia de derecho. Para que la analogía sea válida se requiere que prive la misma lógica en ambos supuestos, lo que implica que cuando los supuestos se ubican bajo razones distintas, no corresponde resolver análogamente.

La analogía no es válida cuando se trata de aplicar a un supuesto excepcional, es decir cuando un supuesto en la lógica y en el desarrollo de la ley implica una excepción al caso general, no es posible aplicarlo análogamente.

Por otra parte, existen lógicas que obedecen a prelaciones: cues- tiones más cuantiosas, graves, peligrosas, entre otras. Cuando en fun- ción de determinado rango se establece una consecuencia de derecho que obedece a cierto rango, si en la realidad se presentase un supuesto de mayor gravedad pero en la misma lógica prevista en el supuesto le- gal que no estuviese regulado por la misma norma, podría aplicársele o cabría la misma consecuencia de derecho, resolviendo por mayoría de razón.

A este respecto, el maestro Burgoa expresa que la aplicación de una ley por mayoría de razón, se finca en elementos trascendentales o

29 La aplicación de una norma jurídica consiste en referir el consecuente de una ley a un hecho concreto que presenta similitud o semejanza con el antecedente legal, y su fundamento lógico es la ratio legis. Burgoa Orihuela Ignacio. op. cil., p. 576-577.

30 Burgoa Orihuela. Ignacio. op. cit.. p. 578.

REVISTA DEL INSTlllJlO 327

externos a la misma. los cuales ocurren en la integración de su causa fi- nal. de tal manera que la existencia de ellos con mayores proporciones en un caso concreto origina la referencia normativa a éste.

7. La técnica interpretativa para resolver conflictos entre dos preceptos aparentemente aplicables al mismo caso

Dos o más preceptos en contradicción no pueden ser aplicados al mis- mo caso, por lo tanto, se debe aplicar alguno de ellos.

En ocasiones no existe tal contradicción entre disposiciones, sino que el problema interpretativo se debe a que no se aprecia con claridad cual de las disposiciones es la que debe aplicarse; es decir, las normas aparentemente en conflicto son hipótesis distintas a las que presen- tan, y en estos casos, lo que corresponde es que una vez ubicadas con claridad las distintas hipótesis. se tenga claridad interpretativa del caso a ubicar. proceso en el que puede ocurrir lo siguiente: a) ubicar el asun- to en alguna de las hipótesis normativas y, por lo tanto, descalificar pa- ra el caso a las demás. o bien; b) descubrir que no se acopla el asunto a ninguno de los supuestos normativos. situación en la cual habría que resolver partiendo de que se trata de una “laguna” de la ley.

Pero pudiese tratarse. en efecto. de un conflicto normativo. o sea. la posibilidad de que a un mismo asunto se apliquen dos normas con consecuencias de derecho distintas. Aquí habría que resolver el asunto también con rigor técnico jurídico.

Se debe tener presente que siempre se tratará de desentrañar con- forme al sistema jurídico. qué norma tiene “autoridad” frente al caso que se presente, en virtud de cuatro vertientes básicas: tiempo, espa- cio, materia y jerarquía.

Así. ubicada la materia y el ámbito de las normas, se aplica sin duda la de mayor jerarquía. pero si se tratara de normas de igual jerarquía. la disposición más concreta priva respecto de la más general. es decir. se aplica la regla de la especialidad.

Lo anterior se observa con toda claridad bajo la tesis de que existen principios y reglas que se aplican sólo a calidades o situaciones muy concretas que resuelven con mayor precisión que las previsiones

328 ENRIQUE QUIROZ ACOSTA

generales, porque precisamente atienden a una realidad más específi- camente determinada.

Cuando no es factible determinar la existencia de mayor especifici- dad de alguna de las normas en conflicto, para el caso específico, la norma posterior deroga a la anterior. Con esto prevalece la voluntad última del legislador, es decir, la actualizada.

En nuestra opinión, si se trata de una norma más general o genéri- ca emitida con posterioridad a la específica o especializada, siguiendo el orden lógico que se ha sostenido, prevalece la específica, salvo, des- de luego, que con la emisión de la genérica y más reciente se haya derogado expresamente la específica, lo contrario podría generar in- seguridad jurídica.

8. Análisis de algunas tesis emitidas por Tribunales Federales al tenor de la Constitución

Deliberadamente iniciamos el presente documento con el expediente de transcribir el texto de los dos últimos párrafos del artículo 14 consti- tucional, justa y precisamente porque en ocasiones lo primario y ele- mental, como lo es, el apego al mandato constitucional por desgracia aparece en un lugar secundario cuando no en el olvido. Desde luego, en el tema que nos ocupa, no es el caso del papel que ha jugado el Po- der Judicial de la Federación, pero si pudiera resultar interesante que se explore el contenido de los dos últimos párrafos del artículo 14 constitucional, cuando sea el caso en las ejecutorias.

En nuestro concepto, la concatenación del texto constitucional con las tesis en materia de interpretación es fundamental en el estudio que nos ocupa, motivo por el cual pasaremos a su análisis, por lo que se refiere al último párrafo del artículo 14 constitucional, en virtud de que se refiere a las diversas materias del orden jurídico con excepción del ámbito penal.

A nuestro juicio el párrafo que nos ocupa establece una prelación en virtud de la cual los juzgadores al acudir a una disposición jurídica para la resolución de algún asunto planteado en litis deben estarse a la siguiente prelación:

REVISTA DEL lNSTlTlJT0 329

Primero: Resolver conforme a la letra; pero habiendo duda se de- be acudir a

Segundo: La interpretación jurídica de la ley: y. a falta de ésta

Tercero: Fundarse en los principios generales del Derecho.

Pero expliquemos lo anterior: No cabe duda que resolver confor- me a la letra implica que derivado de la simple lectura de la disposición de que se trate se encuentra el sentido jurídico que se debe adoptar. pe- ro habiendo cualquier clase de duda respecto de la letra se debe pasar de inmediato a la interpretación jurídica de la ley y es aquí en donde se aplican diversas técnicas, ya sea para llenar lagunas o bien para alcan- zar el sentido de los preceptos, conforme a los métodos que hemos se- ñalado en el numeral 5 de este trabajo y a las técnicas a que hemos aludido en el numeral 6 del mismo.

En caso de que tampoco bajo los métodos y técnicas que se han planteado fuese posible resolver la litis. es cuando ha llegado el mo- mento de acudir a los principios generales del derecho, es decir. a los dogmas y directrices universales que han sido motivo de inspiración en el sistema jurídico mexicano y particularmente, en la normatividad ob- jeto especifico de la interpretación. Es decir. aun los principios gene- rales del Derecho no provienen únicamente de la imaginación de unos genios o ilustrados, ni tampoco nada más del diálogo platónico de la justicia, sino que subyace en el sentido e inspiración de las propias nor- mas; en términos más llanos digamos que están atrás (por dentro) de la ley.

Desde luego que los principios generales del Derecho más impor- tantes y a su vez elementales y generales participan de las diversas ra- mas del Derecho. tal es el caso de la justicia. la equidad y la seguridad jurídica, la libertad y la premanencia de los intereses colectivos respec- to de los intereses particulares o parciales.

En este tema se debe aceptar también que existen principios gene- rales aplicables particularmente a una respectiva rama del derecho

330 ENRKWE OUIROZ ACOSTA

derivado de las doctrinas, fuentes reales o materiales y teorías que sir- vieron de sustento e inspiración a la legislación de que se trate.

La prelación antes descrita, en esta opinión, no puede ser dese- chada por algún interpretador judicial al momento de decir el derecho, siendo así nuestro criterio, es interesante conocer lo que sobre el parti- cular han concluido nuestros tribunales federales.

Se transcriben a continuación algunos pronunciamientos que han formulado los tribunales federales en materia interpretativa:

INTERPRETACION DE NORMAS CONSTITUCIONALES Y DE NORMAS LEGALES. SUS DIFERENCIAS. El exacto cumplimiento

de la constitución sólo puede lograrse si si intérprete, liberándose de sus ataduras de quienes se encargan simplemente de aplicar los textos lega- les (expresión positiuizada del Derecho}, entiende que su función no se agosta en la mera subsunción automática del supuesto de hecho al texto normatioo, ni tampoco queda encerrada en un positivismo formalizado superado muchas décadas atrás, sino que comprende básicamente una labor de creación del Derecho en la búsqueda de la efectiva realización de los valores supremos de justicia. Es precisamente en el campo de las nor-

mas constitucionales, las que difieren esencialmente de las restantes que conforman un sistema jurídico determinado, en razón no únicamente de su jerarquía suprema, sino de sus contenidos, /os que se inspiran riguro- samente en fenómenos socia/es y políticos preexistentes de gran entidad

para la conformación de la realidad jurídica en que se halla un pueblo de- terminado, que la jurisprudencia -pasada la época del legalismo-se ha conuertido en una fuente del derecho que, aunque subordinada a la ley

que le otorga eficacia normatiua, se remonta más a//6 de ella cuando el lenguaje utilizado por el constituyente (al fin y al cabo una obra inacaba- da por naturaleza) exige una recreación por la vía de la interpretación, para el efecto de ajustarla a las exigencias impuestas por su conveniente

aplicación, Así, el intérprete de la Constitución en el trance de aplicarla tiene por misión esencial magnificar los ualores y principios inmanentes

de la naturaleza de las instituciones, conuirtiendo a la norma escrita en una expresión del Derecho oiuo, el Derecho eficaz que resulta no ~610 de la reconstrucción del pensamiento y voluntad que yace en el fondo de /a ley escrita (a través de los métodos ckísicos de orden gramatical, lógico, histórico o sistemótico), sino también de la búsqueda del fin que debe per-

seguir la norma para la consecución de los postulados fundamentales de/ Derecho.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA

DEL PRIMER CIRCUITO

REVISTA DEL INSTITUTO 331

Amparo en revisión 55689. Perfiles Termoplósticos SA 7 de junio de 1989. Unanimidad de uotos. Ponente Genaro David Góngora Pimentel.

Secretaria: Adriana Leticia Campuzano Gallegos.3!

INTERPRETAClON DE LA LEY, INSTRUMENTOS AL ALCANCE DEL ORGANO JURISDICCIONAL PARA LA. La labor de interpre- tación de una norma no puede realizarse atendiendo únicamente a la le- tra del precepto (método gramatical) o significado estrictamente técnico

calificado de la expresión (como el proporcionado por los peritos al desa. hogar un cuestionario). pues no es inusual que el legislador emplee térmi- nos o palabras con el mismo sentido. alcance o significado por los cuales éstas se emplean en otras disposiciones legales atinentes a la misma ma- teria. o a otras materias pero del mismo ordenamiento jurídico. Por lo tanto. cuandoseplantea un conflictosobre la significación quedebaasig- narse a un término o palabra empleada en alguna disposición legal de la que no exista una inrerpretación auténtica. es decir. elaborada por el pro- pio legislador, es deber del tribunal servirse de todos los métodos grama- tical. lógico. sistemático o histórico reconocidos por nuestro sistema jurídico. en cuanto le pueden servir en su tarea. Así debe procederse in-

cluso tratándose de una norma de carácter fiscal. pues en todo caso para su aplicación es indispensable desentrañar el alcance o significado de las

expresiones que componen su texto. con la única limitación de no intro- ducir elementos normatiuos novedosos. (interpretación extensiva). ni

aplicar la norma a casos distintos de los previstos en ella (analogía). se- gún lo prohibe categóricamente el articulo 50. del Código Fiscal de la Fe- deración.

TERCER TRIBUiVAL COLEGIADO Eii MATERIA AD,MlSlSTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 1473 90. Harinera y blanufacturera de Orlzaba. S.A de C.V. 28 de noviembre de 1990. Unanimidad de uotos. Ponente: Genaro

Daoid Góngora Pimentel. Secretaria’ Guadalupe Robles Denetro.32

IN-TERPRETACION DE LA LEY. INSTRUMENTOS AL ALCANCE DEL ORGANO JURISDICCIONAL PARA HACERLA. La labor de

Interpretación de una norma no puede realizarse atendiendo únicamen- te a la letra del precepto (método gramatical) o significado estrictamente técnico de la expreslón (como el proporcionado por los peritos al desaho- gar el cuestionario de la actora) pues no es inusual que el Legislador em. plee términos o palabras con el mismo sentido. alcance o significado con

los cuales éstas se emplean en otras disposiciones legales atinentes a la misma materia o a otras materias pero del mismo ordenamiento jurídico. Por lo tanto, cuando se plantea un conflicto sobre la significación que

31 SemanortoJudlctnl de lo Federación. Octara Epoca. TrIbunales Ccleglados de Circuito. To- mo III. Segunda Parte- 1. p 4 19

32 SemanarioJudtclol de IB Federoclón, Octava Epoca. TrIbunales ColegIados de Clrculro. To- mo VII-abnl. p 192

332 ENRIOUE QUIROZ ACOSTA

debe asignarse a un términoopalabra empleado en alguna disposición le- gal, de la que no exista una interpretación auténtica, es decir, elaborada por el propio Legislador, es deber del tribunal seroirse de todos los méto- dos -gramatical, lógico, sistemático o histórico- reconocidos por nues- tro sistema jurídico, en cuanto le puedan servir en su tarea. Así debe

procederse incluso tratándose de una norma de carácter fiscal, pues en todo coso para su aplicación es indispensable desentrañar el alcance o significado de las expresiones que componen su texto, con la única limi- tación de no introducir elementos normativos novedosos (interpretación extensiva), ni aplicar la norma o casos distintos de los previstos en ella (analogía), según lo prohibe categóricamente el artículo 50. del Código Fiscal de la Federación.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 1487/87. Productos Monarca, S.A. 25 de noviembre de 1987, Unanimidad de votos: Ponente: Genaro Dauid Góngora Pimen- tel.33

De un análisis muy concreto vemos que en las interpretaciones ci- tadas se enarbola la postura en el sentido de que el intérprete debe in- cluir en su estudio y consideraciones los diversos métodos reconocidos por la ciencia del derecho en la materia y no quedarse únicamente en la interpretación gramatical ni tampoco en la reconstrucción del pen- samiento y voluntad que yace en el fondo de la ley escrita sino que ade- más se debe buscar el fin que debe perseguir la norma para la consecución de los postulados fundamentales del derecho.

Estas tesis interpretativas citadas no contravienen el texto consti- tucional porque no descalifican la prelación que establece el segundo párrafo del multicitado artículo.

A nuestro entender si bien se sostiene un criterio amplio en dichas resoluciones ya que, precisamente, abre los horizontes de interpreta- ción al juzgador, jamás descalifica la fuerza vinculatoria de la letra del mandato que subyace en la ley, sino que en caso de duda, nos invita a sostener que: “.. .cuando se plantea un conflicto sobre la significación que debe asignarse un término o palabra ampliada en alguna disposi- ción legal.. .” se debe acudir a la interpretación auténtica.. .” elaborada por el propio legislador y de no localizar ésta, se debe servir el tribunal

33 Semanario Judicial de la Federación, Séptima Epoca. Tribunales ColegIados de Circuito. Tomo 217-228. Sexta Parte. p. 353.

REVISTA DEL IMSlTlVfO 333

de”. . todos los métodos: gramatical. lógico. sistemático o histórico re- conocidos por nuestro sistema jurídico.. .“* y no quedarse ahí sino que también se debe “. .buscar el fin que debe perseguir la norma para la consecución de los postulados fundamentales del derecho.. .“.

Como se puede observar primero es la letra de la ley. en caso de duda la interpretación jurídica y a falta o insuficiencia de ésta. los prin- cipios generales del derecho.

A nuestro leal saber y entender. entonces, reiteramos que las tesis citadas respetan el texto constitucional. pero en todo caso. no abun- dan tan claramente en la prelación de manera expresa y sistemática. lo cual no significa que la nieguen y. por lo tanto. la vulneren.

Como se puede observar. las tesis citadas son acordes y congruen- tes con el sistema jurídico mexicano y en todo caso habrá que irse pre- cisando el contenido y alcance del último párrafo del artículo 14 constitucional. a efecto de evitar que se quebrante el sistema jurídico mexicano.

9. Conclusiones

1 .-La interpretación de un texto jurídico debe partir del propio sistema interpretativo que enarbola la Constitución y apoyarse en la ciencia le- gal dogmática. de manera tal que el mayor problema al que se enfren- tan los tribunales al momento de realizar su función jurisdiccional es determinar qué interpretan. cómo y para qué se efectúa dicha activi- dad interpretativa.

2.-En sentido genérico todo aplicador de normas es también un in- terpretador normativo, pues es necesario conocer el significado de la misma y para ello se requiere interpretarla por más simple que pudiera ser el proceso mental del entendimiento.

3.-La primera revisión que debe realizar todo legislador. implica la ubicuidad del documento normativo en cuanto a su contenido respec- to al de la Ley Suprema.

4.-Las autoridades correspondientes al Poder Ejecutivo. en su carácter de ejecutores de normas. deben observar los mandatos

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constitucionales correspondientes y, particularmente, los principios de legalidad y autoridad competente en virtud de lo cual es menester que realicen un proceso interpretativo interno para estar en aptitud de aplicar la norma respectiva. Incluso, diversos textos legales señalan al ente integrante de la administración pública federal autorizado para realizar interpretaciones para efectos administrativos, sin olvidar que la interpretación administrativa en si misma no tiene efectos jurisdic- cionales.

5.-La autoridad interpretadora para efectos vinculatorios se ubica en la administración de justicia. En este terrero, los órganos que la in- tegran son instancias ad-hoc para dicha función, la cual se realiza en la resolución de los diversos conflictos que se plantean.

6.-Es perfectamente válido en la interpretación que realizan los ór- ganos jurisdiccionales apoyarse en los diversos métodos interpretati- vos sin excluir aquellos más progresistas siempre que se hallen en el propio marco constitucional.

7.-El último párrafo del artículo 14 constitucional establece una prelación para llevar al cabo la labor interpretativa en los tribunales. De conformidad con dicho texto habrá que estarse a la letra de la ley o a su interpretación jurídica en caso de que no sea suficiente la primera y sólo cuando no sea factible o suficiente la segunda habrá que acudir a los principios generales del Derecho.

8.-Del análisis de algunas tesis jurisprudenciales se desprende que, si bien no existen referencias de manera explícita al texto del últi- mo párrafo del artículo 14 constitucional, las tesis analizadas en mate- ria de interpretación respetan lo preceptuado por dicha disposición, pero pudiera resultar conveniente que existan pronunciamientos más explícitos que atiendan y aludan al multicitado último párrafo del ar- tículo 14 constitucional.

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