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 DIALÉCTICA, DIAPORÉTICA Y SABER POSITIVO EN LA METAFÍSICA DE ARISTÓTELES DIALECTIC, DIAPORETIC AND POSITIVE KNOWLEDGE IN ARISTOTLES’S METAPHYSICS  Javier A GUIRRE* Universidad del País Vasco (San Sebastián) R ESUMEN: El vínculo entre dialéctica y filosofía prime- ra en la  Metafísica  de Aristóteles es estrecho, tal como lo muestra la importante presenci a de procedimientos dialéc- ticos en esa obra, entre los que se encuentran la revisión his- tórica, la demostración refutativa y el método diaporético. El método de la filosofía primera, no obstante, no puede identificarse con la dialéctica: si nos centramos en el proce- dimiento diaporético, puede comprobarse que la fase eupo- rética constituye una fase no dialéctica del proceso, una fase que va mucho más allá de lo establecido por el procedimiento propiamente dialéctico del desarrollo diaporético. Ello que- da patente en el análisis del desarrollo diaporético y de las soluciones ensayadas por Aristóteles a propósito de las apo- rías undécima y decimoquinta del libro  Beta . P  ALABRAS CLA VE: Dialéc tica, aporía, diaporét ica, eupo- ría, libro Beta .  A BSTRACT: The link betwe en dialect ics and first philos - ophy in Aristotle’s Metaphysics is narrow, as it is showed by the important presence of dialectical procedures in this work, ÉNDO XA: Series Filosóficas, n. o  26, 2010, pp. 11-41. UNED, Madrid * T rabajo que se enmarca dentro del proye cto de investigación I+D+I del Minister io de Cien- cia e Innova ción con referen cia FFI2009-11795, titulado La tradición gnoseológica aristotélica y los orígenes de la filosofía de la mente , cuyo investigador principal es el Dr. Miguel Candel Sanmartín, profesor de la Universidad de Barcelona (UB).

Demostracion refutativa 2

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Aristoteles y la Dialectica

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  • DIALCTICA, DIAPORTICA Y SABER POSITIVOEN LA METAFSICA DE ARISTTELES

    DIALECTIC, DIAPORETIC AND POSITIVEKNOWLEDGE IN ARISTOTLESS METAPHYSICS

    Javier AGUIRRE*Universidad del Pas Vasco (San Sebastin)

    RESUMEN: El vnculo entre dialctica y filosofa prime-ra en la Metafsica de Aristteles es estrecho, tal como lomuestra la importante presencia de procedimientos dialc-ticos en esa obra, entre los que se encuentran la revisin his-trica, la demostracin refutativa y el mtodo diaportico.El mtodo de la filosofa primera, no obstante, no puedeidentificarse con la dialctica: si nos centramos en el proce-dimiento diaportico, puede comprobarse que la fase eupo-rtica constituye una fase no dialctica del proceso, una faseque va mucho ms all de lo establecido por el procedimientopropiamente dialctico del desarrollo diaportico. Ello que-da patente en el anlisis del desarrollo diaportico y de lassoluciones ensayadas por Aristteles a propsito de las apo-ras undcima y decimoquinta del libro Beta.

    PALABRAS CLAVE: Dialctica, apora, diaportica, eupo-ra, libro Beta.

    ABSTRACT: The link between dialectics and first philos-ophy in Aristotles Metaphysics is narrow, as it is showed bythe important presence of dialectical procedures in this work,

    NDOXA: Series Filosficas, n.o 26, 2010, pp. 11-41. UNED, Madrid

    * Trabajo que se enmarca dentro del proyecto de investigacin I+D+I del Ministerio de Cien-cia e Innovacin con referencia FFI2009-11795, titulado La tradicin gnoseolgica aristotlica y losorgenes de la filosofa de la mente, cuyo investigador principal es el Dr. Miguel Candel Sanmartn,profesor de la Universidad de Barcelona (UB).

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    among which we find the historical review, the peirasticdemonstration and the diaporetic method. The method ofthe first philosophy, nevertheless, cannot be identified by thedialectics: if we centre on the diaporetic procedure, there canbe verified that the euporetic phase constitutes a not dialec-tical phase of the process, a phase that goes far beyond of theestablished for the properly dialectical procedure of the dia-poretic development. It remains clear in the analysis of thediaporetic development and of the solutions tested by Aris-totle about the eleventh and the fifteenth apories of bookBeta.

    KEYWORDS: Dialectics, aporia, diaporetic, euporia, BookBeta.

    El notable inters del mundo acadmico por la dialctica aristotlica es unfenmeno que ha ocupado toda la segunda mitad del siglo XX y cuya intensi-dad no ha menguado con el cambio de siglo. Frente a la escasez de investigacio-nes desarrolladas durante la primera mitad, a partir de 1950 se despert un reno-vado inters por el estudio de la dialctica del Estagirita, tanto por describir sucaracterizacin general como por definir su papel dentro de la obra global delfilsofo1. Este inters culmin con la celebracin de las importantes reunionescientficas de Oxford en 19632 y Padua en 19673. Por su trascendencia en el deba-

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    1 A la primera mitad de siglo pertenecen, no obstante, los trabajos clsicos de L. M. Regis, Lo-pinion selon Aristote, Pars, 1935; y J. M. Le Blond, Logique et methode selon Aristote, Pars, 1939.Importantes aportaciones posteriores sobre la caracterizacin general de la dialctica aristotlicason: E. Weil, La place de la logique dans la pense aristotlicienne, Revue de Mtaphisique et demorale, 1951, pp. 283-315; J. Croissant, La dialectique chez Aristote, ledo en 1951 pero publi-cado mucho despus en J. Croissant, tudes de philosophie ancienne, Bruselas, 1986, pp. 161-185;Ch. Perelman, Dialectique et dialogue, Hermeneutik und Dialektik, Tubinga, 1952, pp. 77-83 yRhtorique et philosophie. Pour une thorie de largumentation en Philosophie, Pars, 1958; C. A. Vian-no, La dialettica in Aristotele, Rivista di Filosofia 49, 1958, pp. 154-178; L. Lugarini, Dialetti-ca e filosofia in Aristotele, Il Pensiero 4, 1959, pp. 48-69 y Aristotele e lidea della filosofia, Flo-rencia, 1961 (2.a ed. revisada: 1972); L. Sichirollo, Giutificazzioni della dialettica in Aristotele,Urbino, 1963 y Storicit della dialettica antica, Padua, 1965; sin olvidar la extensa y erudita intro-duccin de J. Brunschwig a la edicin de Topiques, Pars, 1967.

    2 VV. AA., Aristotle on dialectic. The Topics. Proceedings of the third symposium aristoteli-cum, editado por G. E. L. Owen, Oxford, 1968.

    3 VV. AA., Lattualit della problematica aristotelica. Atti del convegno franco-italiano su Aris-totele (Padova, 6-8 aprile 1967), Padova, 1970.

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    te posterior sobre el papel de la dialctica en la configuracin de la filosofa pri-mera aristotlica, tema del presente trabajo, merecen ser destacados los estudiosde Aubenque4 y Berti5, ambos ledos durante la primera jornada del symposiumde Padua. El tema no era nuevo; de hecho, el vnculo entre dialctica y metaf-sica ya haba sido tratado por los propios Aubenque6 y Berti7, y por el estudiosoitaliano Lugarini8, en una serie de trabajos que iba a constituir la referencia obli-gada en el estudio de las relaciones entre dialctica y filosofa primera. A los tra-bajos citados se sumaran en los aos posteriores nuevas e importantes aporta-ciones de numerosos especialistas9. En este contexto, merece ser destacado eltenaz y fructfero trabajo que sobre numerosos aspectos de la dialctica antiguahan realizado durante dcadas los profesores Pierre Aubenque y Enrico Berti, tra-bajo al que hay que aadir el desarrollado ms recientemente por la profesoraCristina Rossitto. Las decisivas aportaciones de estos tres autores han sido reu-

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    4 P. Aubenque, La dialectique chez Aristote, en Lattualit..., op. cit., pp. 9-31.5 E. Berti, La dialettica in Aristotele, en Lattualit..., op. cit., pp. 33-80; reimpreso en E.

    Berti, Studi aristotelici, LAquila, 1975, pp. 109-133.6 P. Aubenque, Le probleme de ltre chez Aristote, Pars, 1962.7 E. Berti, E. LUnit del sapere in Aristotele, Padua, 1965.8 L. Lugarini, 1959, op. cit. y 1961, op. cit. En el trabajo de 1961, Lugarini rebaja notable-

    mente la importancia atribuida a la dialctica en la constitucin de la metafsica aristotlica. En laobra de Lugarini, adems, merecen ser destacadas dos importantes aportaciones de cara al cono-cimiento general de la filosofa teortica aristotlica: 1) la constatacin de que la apodctica aris-totlica no es tanto una metodologa de bsqueda cientfica cuanto una metodologa de exposi-cin, es decir, de enseanza o de comunicacin de los contenidos de una ciencia ya completada.Esta tesis, asumida hoy en da por gran parte de los aristotelistas, fue retomada y desarrollada pos-teriormente por J. Barnes, Aristotles theory of demostration, Articles on Aristotle, Cambridge,1975, pp. 65-87; y 2) la constatacin de que los contenidos de laMetafsica pueden ser ordenadosy estructurados en torno al esquema bsico aporein-diaporein-euporein; de este esquema se sirven,entre otros, L. Couloubaritsis, Dialectique et philosophie chez Aristote, Philosophia VIII-IX,1978-1979, pp. 229-256; J. Barnes, Aristotle and the methods of ethics, Revue internationale dePhilosophie, XXXIV, 1980, pp. 490-511; E. Berti, Aristote et la mthode dialectique du Parme-nide de Platon, Revue internationale de Philosophie, XXXIV, 1980, pp. 341-358; y C. Rossitto Ladialettica e il suo ruolo nella Metafisica di Aristotele, Rivista de filosofia neo-scolastica, LXXXV,1993, pp. 370-424.

    9 Destacan las aportaciones de W. Leszl, Logic and metaphysics in Aristotle, Padua, 1970 y Aris-totles conception of ontology, Padua, 1975; L. Sichirollo, La dialettica, Miln, 1973, especialmenteel captulo IV, pp. 60-82, dedicado a la dialctica aristotlica; J. D. G. Evans, Aristotles conceptionof dialectic, Cambridge, 1977; L. Couloubaritsis, 1978-1979, op. cit.; T. H. Irwin, Aristotles dis-covery of Metaphysics, The review of metaphysics XXXI, 1976-1977, pp. 210-229; Barnes, J.,1980, op. cit.

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    nidas en tres valiossimos volmenes de reciente publicacin10. Teniendo siem-pre presente tan valioso material, la cuestin a la que se quiere responder en elpresente trabajo es la siguiente: qu papel juega el procedimiento de la diapo-rtica en la conformacin de su filosofa primera aristotlica? Y ms concreta-mente, qu es dialctico y qu no lo es en el procedimiento diaportico aplica-do en la Metafsica? Las respuestas elaboradas durante las ltimas dcadas hanabandonado la tradicional exclusin mutua entre dialctica y filosofa primera afavor de una unnime e incuestionable admisin de la dialctica en la constitu-cin de la filosofa primera. El debate, por consiguiente, se sita en valorar laimportancia de la primera en la constitucin de la segunda. De ello se trata enlas siguientes pginas.

    1. El vnculo entre dialctica y metafsica aristotlicas

    En La dialectique chez Aristote, trabajo presentado en el symposium dePadua, Aubenque vuelve a defender el punto de vista ya desarrollado en Le probl-me de ltre chez Aristote, donde el autor argumentaba la identificacin de hechode dialctica y metafsica. Segn la exposicin de Aubenque, lo que Aristtelesdesarrolla en el libro de laMetafsica a propsito de la ciencia del ser en tantoque ser, es lo mismo que lo que le atribuye ms brevemente a la dialctica en ellibro I de los Tpicos: superar la pluralidad de las ciencias particulares medianteun discurso ms abierto que pueda comunicarlas, y establecer mediante proce-dimientos dialcticos los principios comunes a todas ellas, como es el caso delprincipio de no contradiccin (PNC). A juicio de Aubenque, en la medida enque el establecimiento del PNC no se lleva a cabo mediante procedimientos apo-dcticos, sino mediante el procedimiento dialctico de la refutacin (lenchos), elPNC, que constituye el fundamento de toda demostracin ulterior, no podraser realmente demostrado. Tal como ya haba hecho en Le problme de ltre,Aubenque se pregunta de nuevo: Diremos que la ciencia del ser en tanto queser se confunde con la dialctica?, para responder a continuacin: No lo cree-mos. (). Pero podra ocurrir que hubiera coincidencia de hecho [el subrayadoes mo] en el caso de que la filosofa no llegara a constituirse como ciencia y per-

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    10 Se trata de las colecciones de artculos: P. Aubenque, Problemes aristotliciennes, Pars, 2009;E. Berti, Dialectique, physique et mtaphysique. tudes sur Aristote, Lovaina, 2008; y C. Rossitto,Studi sulla dialettica in Aristotele, Npoles, 2000.

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    maneciera en el plano de la bsqueda y la tentativa. (). Si la bsqueda y la ten-tativa son el asunto de la dialctica, entonces la ciencia del ser en tanto que ser esdialctica, en la medida en que ella, por razones que no son el signo de un fraca-so, sino que corresponden a su misma esencia, no puede llegar a constituirse comociencia (pp. 27-29). En efecto, en la medida en que toda proposicin cientficacumple las reglas de dependencia (segn la cual toda proposicin proviene de axio-mas) y de univocidad (segn la cual toda proposicin pertenece a un gnero deter-minado), no cabra hablar cientficamente ni de los primeros principios ni de latotalidad, material que constituye, precisamente, el objeto de la dialctica y de laciencia del ser en tanto que ser. En el mbito del conocimiento de los primerosprincipios y de la totalidad no cabra por consiguiente ms posibilidad que ladiscusin razonable (p. 30). Para expresarlo de otro modo, segn la interpreta-cin de Aubenque, dialctica y metafsica se identifican en su limitacin, es decir,en la imposibilidad de ambas por llegar al establecimiento de verdades median-te demostracin. La tesis defendida por Berti en La dialettica in Aristotele cons-tituye en cierto modo el contrapunto de la tesis de Aubenque. Al igual que el eru-dito francs, Berti identifica dialctica y filosofa en Aristteles; pero mientrasque Aubenque las identifica en su limitacin, Berti las identifica en su poder demos-trativo. Berti rechaza el modo habitual en que la dialctica aparece confrontadacon la ciencia; tambin la idea de que, frente a la verdad que puede procurar laciencia, la dialctica simplemente sea capaz de ofrecer opinin; y finalmente, laidea de que, en el mejor de los casos, la dialctica no sea sino una introduccina la ciencia. Berti recuerda que es el propio Aristteles quien seala, entre los usosde la dialctica, la distincin de lo verdadero de lo falso mediante el desarrollo delas consecuencias opuestas ante una misma dificultad11. La dialctica constituyeun modo legtimo y eficaz de establecer la verdad y la falsedad, de construir unsaber positivo coherente con las exigencias que debe satisfacer el conocimientofilosfico, por lo que la dialctica entrara de lleno en el mbito del conocimien-to. Al igual que Aubenque, pero a fin de llegar a la conclusin contraria, Bertiesgrime la demostracin dialctica del PNC para ilustrar que tal argumentacindialctica da lugar a un verdadero saber (p. 74). Una similar valoracin de la dia-lctica aristotlica defienden Sichirollo (1973), Irwin (1976-1977), Leszl (1975)y Barnes (1976-77), autores para quienes la dialctica constituye, en su aspecto

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    11 As lo afirma el Estagirita en Top. I 2, 101a35-36: [la dialctica] es til () porque pudien-do desarrollar una dificultad en ambos sentidos, discerniremos ms fcilmente lo verdadero y lofalso en cada cosa.

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    crtico o peirstico, no slo un estadio preliminar del desarrollo de la ciencia, sinoel verdadero mtodo a travs del cual se llega a la verdad, es decir, a la constitu-cin positiva y constructiva de la ciencia12. A juicio de todos los autores citados,las ciencias particulares no slo se sirven de numerosos procedimientos dialcti-cos, de tal modo que cabe afirmar que la dialctica participa en la construccinpositiva del saber, sino que en algunos mbitos, como es el caso de la metafsicao de la tica, la dialctica constituira el nico procedimiento posible. En lo querespecta a la importancia atribuida a la dialctica en el proceso de constitucinde la ciencia del ser en tanto que ser, puede observarse que la opinin de estosautores no difiere notablemente de la de Aubenque; la diferencia entre la posi-cin de aqullos y la del erudito francs radica en la distinta valoracin que aqu-llos y ste conceden a la calidad del conocimiento que pueda establecerse median-te los procedimientos dialcticos, pero no a la importancia atribuida a la dialcticaen la constitucin de la filosofa primera y de las ciencias particulares. Una valo-racin diferente ha sido defendida por Lugarini (1961) y, posteriormente, porCouloubaritsis (1978-79). Ya ha sido comentada la trascendencia que, en variossentidos, tuvo la publicacin del trabajo de Lugarini Dialettica e filosofia in Aris-totele. En ese primer trabajo, Lugarini afirmaba que la dialctica () resultade hecho [el subrayado es mo] el mtodo mismo de la filosofa (p. 67). El eru-dito italiano entenda la dialctica aristotlica principalmente como diaporticay se serva del esquema bsico aporein-diaporein-euporein para describir la estruc-tura de laMetafsica y subrayar as la importancia de la dialctica en su constitu-cin. Sin embargo, en su posterior trabajo de 1961, Lugarini renuncia a identi-ficar dialctica y filosofa, y rebaja el papel de la dialctica en la constitucin dela filosofa primera. Segn su nueva interpretacin, Lugarini limita la implica-cin de la dialctica a los momentos aportico y diaportico, pero la excluye delmomento euportico, que correspondera al momento cientfico, positivo y nodialctico de la solucin: La identificacin de la dialctica, tal como es concebi-da por Aristteles, con el mtodo de la filosofa es sostenida tambin en mi tra-bajo Dialettica e filosofia in Aristotele. La ulterior profundizacin en la cuestin,(), me ha convencido posteriormente de la necesidad de circunscribir un pocola tesis propuesta en aquel trabajo. Para Aristteles, en efecto, la dialctica (enten-dida siempre como mtodo discursivo) entra slo en los dos primeros momen-

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    12 Sichirollo, 1973, op. cit., Irwin, 1976-1977, op. cit. y Leszl, 1975, op. cit. analizan casostomados de la ciencia del ser en tanto que ser, mientras que Barnes, 1976-77, op. cit. se centra encasos tomados de la tica y de la fsica aristotlicas.

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    tos del filosofar: en el aportico y en el diaportico. Por motivo de su desarrollodialgico ella permanece por el contrario excluida de la fase ms estrechamenteepistmica del filosofar y en general de la bsqueda cientfica que es el momen-to euportico en el que se trata de formular un logos explicativo de la cosa mis-ma (pp. 167-8, n. 30). As pues, aun siendo fundamental el papel jugado por ladialctica en la constitucin de la filosofa primera, su presencia no es ni sufi-ciente ni exclusiva, de modo que, junto a los procedimientos dialcticos de lasciencias, habra que considerar tambin la presencia de una fase euportica, nodialctica, de argumentacin positiva en la que Aristteles establecera su propiopensamiento. A una conclusin similar llega Couloubaritsis (1978-79), quienreconoce explcitamente su deuda con Lugarini.

    Matizadas pero importantes diferencias se dan, por consiguiente, en el modode valorar la presencia de la dialctica en la constitucin de la filosofa primera.Existe alguna declaracin en la que el Estagirita se pronuncie claramente a esterespecto? Entiendo que s: en primer lugar, debe valorarse el hecho de que ennumerosas ocasiones Aristteles distingue dialctica y filosofa de un modo expl-cito13. Pero adems, la opinin del Estagirita sobre el poder y los lmites de ladialctica en la conformacin de la filosofa primera est expresada de modo ine-quvoco en dos pasajes, uno perteneciente a los Tpicos, y otro perteneciente allibro Beta de la Metafsica, textos, por otra parte, considerados unnimementedialcticos. En el libro primero de los Tpicos, Aristteles enumera los usos dela dialctica del siguiente modo:

    [la utilidad de la dialctica] lo es para tres cosas: para ejercitarse, para lasconversaciones y para los conocimientos de filosofa. (); para los conoci-mientos de filosofa, porque, a) pudiendo desarrollar una dificultad en ambossentidos discerniremos ms fcilmente lo verdadero y lo falso en cada cosa. Peroes que b) adems es til para las cuestiones primeras propias de cada conoci-miento. En efecto, a partir de lo exclusivo de los principios internos del cono-cimiento en cuestin, es imposible decir nada sobre ellos mismos, puestoque los principios son primeros con respecto a todas las cosas, y por ello, esnecesario discurrir en torno a ellos a travs de las cosas plausibles concer-

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    13 Cf. Tp. I 14, 105b30-31 y VIII 1, 155b7-12 y Met. , 1004b17-27. La distincin entredialctica (y retrica) y ciencias, en Rh. I, 1355b8, 25-34; 1358a10-35; 1359b8-10 y APr. I, 77a26-35.

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    nientes a cada uno de ellos. Ahora bien, esto es propio y exclusivo de la dia-lctica: en efecto, al ser adecuada para examinar cualquier cosa, abre cami-no a los principios de todas las ciencias (I 2, 101a25-b4).

    Es indiscutible que el Estagirita atribuye a la dialctica un valor filosfico deprimera magnitud; en primer lugar, el texto hace referencia al mtodo diaporti-co, al que le atribuye la capacidad de favorecer el acceso a la verdad y a la falsedadsobre cuestiones de pertinencia filosfica; en segundo lugar, tambin hace referen-cia a los primeros principios, cuyo establecimiento pertenece a la dialctica, al enten-der que los principios, en tanto que principios, no pueden ser establecidos median-te procedimientos apodcticos, sino mediante procedimientos indirectos ajenos ala silogstica. A lo largo de laMetafsica, Aristteles hace uso, efectivamente, de losprocedimientos dialcticos sealados en este fragmento, tales como el desarrollodiaportico de B 2-6 o la demostracin refutativa del PNC. Sin embargo, es el pro-pio Aristteles quien establece tambin los lmites de tales procedimientos en laconstitucin del conocimiento, y as lo manifiesta claramente en la introduccindel libro B de laMetafsica14. En efecto, al comienzo del libro de las aporas, Aris-tteles describe las fases del mtodo diaportico del siguiente modo:

    Es necesario, con vistas a la ciencia que estamos buscando, que nosotrosnos dirijamos primeramente a esas cuestiones sobre las que en primer lugardeben plantearse aporas (aporsai); y son tales cuantas cuestiones acerca de lascuales algunos han sostenido opiniones distintas, y tambin, aparte de esas, sialguna otra resulta que ha sido pasada por alto. Para aquellos que desean encon-trar una salida adecuada a las aporas (euporsai), les es til recorrerlas minucio-samente (diaporsai), pues la ulterior salida adecuada no consiste sino en la libe-racin de lo que previamente era aportico (B 1, 995a25-30).

    En este clarificador texto del libro B, Aristteles describe las tres fases quecabe distinguir en el proceso diaportico: 1) el establecimiento de las aporas odificultades, tanto las heredadas de la tradicin como aquellas que hayan podi-

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    14 Sobre los libros aporticos de laMetafsica y su importancia en la constitucin del saber sehan publicado recientemente varios trabajos monogrficos: A. Madigan, Metaphysics: Books B &K 1-2, Oxford, 1999; A. Motte & Chr. Rutten (eds.), Aporia dans la philosophie grecque des origi-nes Aristote, Louvain-La-Neuve, 2001; V. Celluprica (ed.), Il libro B dellaMetafisica di Aristote-le, Roma, 2003; y J. Aguirre, La apora en Aristteles. Libros B y K 1-2 de laMetafsica, Madrid,Dykinson, 2007.

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    do pasarse por alto en el pasado; 2) el recorrido minucioso de las aporas, faseque consiste en la deduccin a partir de premisas dialcticas (ndoxa) de las difi-cultades derivadas de cada una de las tesis contrarias que conforman cada apo-ra; y 3) el desarrollo de la solucin positiva para cada una de las cuestiones apo-rticas planteadas. Estas tres fases pueden ser descritas, respectivamente, comoaportica, diaportica y euportica. De la lectura del texto se desprende que la faseeuportica posee una naturaleza propia, distinta y no derivada directamente dela fase diaportica, por mucho que sta represente un momento til (prorgou,a28) en el proceso global de bsqueda de la solucin final. Dicho de otro modo:tanto de lo expresado por Aristteles en el citado fragmento como de su poste-rior modo de enfrentarse a la bsqueda de soluciones para las aporas a lo largode los libros centrales de la Metafsica, cabe afirmar con seguridad que la faseeuportica va ms all de lo establecido por los procedimientos propiamente dia-lcticos de las fases aportica y diaportica del proceso. En la Metafsica, cuyaestructura general puede ser descrita mediante el recurso a las tres fases arribadescritas, encontramos, efectivamente, numerosos casos de aporas cuya solucinse encuentra en un plano distinto al del desarrollo diaportico expuesto a lo lar-go de B 2-615. En los prximos apartados se ilustrar todo ello mediante el an-lisis de la solucin desplegada por Aristteles a dos aporas de Beta, la undcima(Lo ente y lo uno son esencias de las cosas o no?) y la decimoquinta (Los prin-cipios son universales o singulares?), muy cercanas en cuanto al tema pero muy dis-tintas en lo que concierne al resultado de su bsqueda.

    2. La naturaleza de lo ente y lo uno

    La apora undcima plantea si lo ente y lo uno son esencias de todas las cosasy realidades en s, o ms bien son meros atributos de otras substancias16. La Tesis

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    15 Son diversos los modos en que a lo largo de laMetafsica Aristteles aborda la solucin delas aporas planteadas en B: en unos casos, efectivamente, la solucin se identifica con una de lasdos tesis contrarias que conforman la apora; en otros casos, sin embargo, la solucin viene dadapor la reformulacin del problema y por la superacin de las dos tesis contrarias; en otros casos,finalmente, Aristteles no desarrolla una solucin definitiva.

    16 Sobre la undcima apora, puede consultarse E. Berti, Le Problme de la substantialit deltre et de lun dans laMtaphysique, en Aubenque (ed.) tudes sur la Mtaphysique dAristote, Actesdu VI Symposium Platonicum, Pars, Vrin, 1979, pp. 89-129 y Lessere e lUno in Metaph. B, enCelluprica, 2007, op. cit., pp. 103-126; L. Couloubaritsis, Ltre et lun chez Aristote (I) , Revue

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    de la apora plantea que si lo ente y lo uno no son substancias, entonces: a) nolo ser ningn otro universal, pues lo ente y lo uno son los universales en gradosumo (B 4, 1001a19-22); b) si lo uno en s y lo ente en s no existen aparte delos particulares, entonces no habr nada universal (1001a22-24); c) si lo uno noes substancia, tampoco lo ser el nmero, pues ste se compone de unidades yuno y unidad es lo mismo (1001a24-27). La Anttesis de la apora plantea quesi lo ente y lo uno son substancias, entonces: a) necesariamente su esencia serser uno y ser ente, pues ninguna otra cosa se predica universalmente, sinoestas mismas (1001a27-29); b) de acuerdo con el razonamiento de Parmnides,no podr existir nada fuera de lo ente, dado que su esencia consistir en serente; y de la misma manera, fuera de lo uno no podr haber nada que sea uno(1001a29-b1); c) de acuerdo con el razonamiento de Zenn, si lo uno mismo esindivisible, nada ser, pues de lo indivisible no puede surgir la magnitud (1001b7-16); d) en todo caso, no se sabe por qu razn lo generado es unas veces nme-ro y otras magnitud (1001b17-25).

    Las premisas dialcticas (ndoxa) de las que parte el desarrollo diaportico dela apora undcima son las siguientes: 1) Ente y uno son substancias de las cosas(1001a10-11; atribuido a Platn y los Pitagricos. Aristteles no lo acepta); 2)Ente y uno son accidentes de un sujeto (1001a14-19; atribuido a Empdocles y alos filsofos de la naturaleza jonios; Aristteles no lo acepta); 3) Existen los uni-versales como substancia (1001a19-21; Aristteles no lo acepta); 4) Ente y unoson los predicados ms universales (1001a21-22; Aristteles lo acepta); 5) Losnmeros tienen existencia separada (1001a25-26; Aristteles no lo acepta); 6) Unnmero es un conjunto de unidades (1001a26; Aristteles lo acepta parcialmen-te); 7) Toda realidad es una unidad o una pluralidad compuesta de unidades(1001b6-7; Aristteles no lo acepta); 8) Lo que es indivisible no es (1001b7-8;atribuido a Zenn. Aristteles no lo acepta); 9) Cada realidad es una magnitudcorprea (1001b10-11; atribuido a Zenn. Aristteles no lo acepta); 10) El nme-ro procede del uno y de algo ms (1001b20. Aristteles no lo acepta); 11) El nme-ro y las magnitudes proceden del uno y de algo ms (1001b22; Aristteles no loacepta); 12) No es posible que las magnitudes procedan del uno y del nmero

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    de philosophie ancienne, I, 1983, pp. 49-98 y Ltre et lun chez Aristote (II), Revue de philosophieancienne, I, 1983, pp.143-195; J. Cleary, Aristotle and Mathematics: Aporetic Method in Cosmologyand Metaphysics, Leiden, E. J. Brill, 1995, pp. 213-25; Madigan, 1999, op. cit., pp. 107-18 y Agui-rre, 2007, op. cit., pp. 262-73.

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    (1001b24-25. Aristteles lo acepta). Por otro lado, el desarrollo de la apora resul-ta complejo debido a los numerosos significados y usos atribuidos por Aristtelesa ambas nociones. En funcin de que las nociones de lo ente y lo uno aparezcan enun contexto filosfico pitagrico, platnico, elata o naturalista, podrn ser iden-tificados con: esencias de las cosas (1001a5-6), realidades en s en el sentido pla-tnico o, por el contrario, atributos de otra realidad como substrato (1001a6-8;1001a10-11; 1001a27-28), principio unificador (1001a14), arch y stoicheon enel sentido dado por los primeros filsofos de la naturaleza (1001a12-19), subs-tancias (1001a20-21), realidades nicas en sentido parmendeo (1001a29-32),principios de los nmeros (1001a24-27) y principios de las magnitudes (1001b16-17). Aristteles niega la mayor parte de las premisas dialcticas utilizadas en el desa-rrollo diaportico de la apora undcima, y tambin todos y cada uno de los sig-nificados atribuidos histricamente a lo ente y lo uno. En este sentido, el desarrollodiaportico constituye una procedimiento fundamental que consiste en aclarar olimpiar el camino de la investigacin; pero sin embargo, el desarrollo diaportico,tal como es presentado por Aristteles en B 2-6, es ajeno a la fase euportica o deconstruccin positiva del saber. En efecto, el proceso de bsqueda de la solucina la apora undcima posee un nivel de complejidad que desborda la elaboracindiaportica llevada a cabo en el libro B. Para ver ms claramente en qu consisteeste complejo proceso, nos centraremos fundamentalmente en la investigacin lolo ente y dejaremos en gran medida de lado la investigacin sobre lo uno.

    En primer lugar, en el captulo primero del libro Z Aristteles replantea lacuestin aportica en torno a lo ente al establecer que la pregunta por lo ente (tn) se remite a la pregunta por la substancia (he ousa):

    ... la cuestin que se est indagando desde antiguo y ahora y siempre, y quesiempre resulta aportica, qu es lo ente, viene a identificarse con sta: ques la substancia? (Z 1, 1028b2-3)

    A fin de justificar la identificacin entre lo ente y la substancia, Aristtelesparte de una poblacin de substancias cuya existencia no pone en duda: las subs-tancias sensibles. Situado en este contexto, el filsofo asume dos ideas que ac-tan como premisas: 1) lo ente se dice de muchos modos17; y 2) ser substan-

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    17 Cf. Z 1, 1028a10: t n lgetai pollachs. Cf. tambin A 3, 992b18 ss.; 2, 1003a33; 1003b5; 7; 10, 1018a35; 11, 1019a4 ss.; E 2, 1026a33-b2; 4, 1028a5 ss.; K 3, 1060b32 ss.; 1061b11;1064b15; M 2, 1077b17; N 2, 1089a7; 1089a16.

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    cia es el modo primero entre todos los modos de ser18. De la confirmacin deestas dos premisas depende la justificacin de la investigacin de la substanciacomo modo de acceso al conocimiento de lo ente.

    Qu significa que lo ente se dice de muchos modos? En el contexto de laontologa aristotlica ente y ser expresan originalmente una pluralidad de signi-ficados irreductibles entre s pero referidos en ltima instancia a un solo princi-pio, la substancia. En Met. 7 Aristteles expone los distintos modos en quepuede afirmarse que algo es: segn la conocida clasificacin del filsofo, que espuede decirse accidentalmente (kat sumbebeks), por s (kathaut), verdadero (alet-hs) y falso (pseudos), y en potencia (dynmei) y en acto (entelecheai)19.

    Por accidental Aristteles entiende aquello que se da en algo, y su enuncia-cin es verdadera, pero no necesariamente ni la mayora de las veces ( 30,1025a14-15), tal que el hombre es msico, pero tambin las propiedades quepertenecen a la cosa por s misma sin formar parte de su substancia ( 30,1025a31), tal que pertenece al tringulo tener dos rectos. Aristteles distingue tam-bin ser como verdadero, tal que Scrates es msico y no ser como falso, tal que ladiagonal no es conmensurable con el lado. Se trata de un sentido que debe ser enten-dido como una afeccin de la mente del sujeto pensante. Tanto el modo de seraccidental como el ser en tanto que verdadero y falso son considerados por Aris-tteles modos de ser de segundo orden, pues la causa del uno es indetermina-da y la del otro es cierta afeccin del pensamiento (Z 4, 1027b34), e inclusomanifestar que el accidente parece estar prximo a lo que no es (E 2, 1026b20).En cuanto al modo de ser en potencia y en acto, distincin de enorme importan-cia dentro de la ontologa aristotlica, hay que destacar el hecho de que tampo-co constituye un significado unvoco, sino que adquiere sus distintos significa-dos en funcin de los otros modos de ser. Junto a estos tres modos de ser,Aristteles destaca un modo de ser primero de ser, que es el ser por s. A juiciodel filsofo, el ser por s es el modo de ser que deber ser analizado en vistas alestudio de la relacin existente entre ser y substancia. En el grupo de significa-

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    18 Cf. Z 1, 1028a32. Cf. tambin 2, 1003b16-19.19 Este mismo esquema se retoma posteriormente en Z 2, 1026a33-b2, I 10, 1051a34-b1 y

    N 2, 1089a26-28. Es importante retener que en la clasificacin realizada por Aristteles los modosde ser no se reducen a los accidentes y al ser por s, ni el ser por s se reduce a la substancia; el serpor s incluye tambin las figuras de las categoras.

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    dos reunido en la expresin lo ente o ser por s, Aristteles se ocupa de todas lascosas significadas por las distintas figuras de la predicacin ( 7, 1017a23)20, esdecir, de todas las categoras de lo ente, y no slo de la categora de substancia.En este sentido, debe tenerse en cuenta la importante precisin de que las cate-goras descritas por Aristteles no hacen referencia a las realizaciones concretasque en cada caso puedan darse en un sujeto determinado y que son expresablesen el lenguaje mediante proposiciones de hecho, sino a las figuras que manifies-tan modos de ser por s irreducibles ulteriormente. Esa es la razn por la que todaslas categoras del ser y no slo la categora de substancia son integradas porAristteles en el sentido primordial de lo ente. De las varias listas confeccionadaspor el filsofo, la ms conocida pertenece a las Categoras: substancia (ousa), can-tidad (posn), cualidad (poin), relacin (prs ti), lugar (po), tiempo (pte), situa-cin (keisthai), posesin (echein), accin (poiein) y pasin (pschein)21.

    Pero si se admite la existencia de cuatro modos de ser, e incluso la multipli-cidad de significados dentro de cada uno de esos modos por ejemplo, la mul-tiplicidad irreducible de las figuras de las categoras dentro del ser por s, o la mul-tiplicidad de sentidos de la potencia y el acto, cmo puede justificarse laexistencia de una ciencia de lo ente en tanto que ente (t n e n), habida cuentade que lo ente constituye una multiplicidad y no un gnero? La solucin de Aris-

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    20 En lo que respecta a esta afirmacin de Aristteles, es clarificador el comentario de T. Cal-vo Martnez, Aristteles.Metafsica, Madrid, Gredos, 1988, pp. 224, nota 31: A primera vista (...)cabra esperar que Aristteles, tras ocuparse de lo ente accidentalmente, se refiera ahora exclusiva-mente a la ousa, a la substancia, como aquello que es por s. Sin embargo, Aristteles afirma queson por s todas las cosas significadas por las categoras y, por lo tanto, tambin las significacionescorrespondientes a las categoras de los accidentes. (...). Esta frmula [por s] no se refiere a la rela-cin entre sujeto y predicado (...), sino a la relacin entre los distintos predicados posibles y el ser: lasdeterminaciones correspondientes a cualquier categora son por s, es decir, en cuanto tales, y demodo inmediato expresan distintos modos de ser, sea cual sea la relacin que, a su vez, guarden conel sujeto. Segn esta interpretacin, las categoras no slo admiten una interpretacin lingsti-ca, lgica y semntica, sino tambin ontolgica, en la medida que manifiestan modos de ser pors no reducibles posteriormente. Una breve pero precisa interpretacin de la cuestin se encuen-tra en J. Kung, Aristotle on being is said in many ways, History of Philosophy Quaterly, 3, 1986,pp. 3-18.

    21 Cf. Cat. IV. Una lista de 10 categoras aparece tambin en Top. IX 103b23, con la diferen-cia de que la categora de ousa es sustituida por la de t esti. Y otra lista ms, conteniendo slo las8 primeras categoras, en Phys. V 225b5-9. Para un anlisis detallado de las categoras, puede con-sultarse F. A. Trendelenburg, La dottrina delle categorie in Aristotele, Miln, Vita e Pensiero, 1994,(1.a ed. alemana, 1846).

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    tteles a esta cuestin viene dada mediante la referencia de todos los modos deser a un nico principio:

    La expresin algo que es se dice en muchos sentidos, pero en relacincon una sola cosa y una sola naturaleza y no por mera homonimia ( 2,1003a34-35).

    Todo aquello que llamamos ser o ente recibe esa denominacin por referen-cia a cierta naturaleza por analoga, y no simplemente por homonimia o equvo-camente; la naturaleza a la que Aristteles se refiere es la substancia:

    ... algo que es se dice en muchos sentidos, pero en todos los casos en rela-cin con un nico principio: de unas cosas por ser subs-tancias, de otras por ser afecciones de la substancia, de otras por ser un pro-ceso hacia la substancia, o bien corrupciones o privaciones o cualidades oagentes productivos o agentes generadores, ya de la substancia ya de aque-llas cosas que se dicen en relacin con la substancia, o bien por ser negacio-nes ya de alguna de estas cosas ya de la substancia. Y de ah que, incluso delo que no es, digamos que es algo que no es ( 2, 1003b6-10).

    La referencia ltima de todos los modos de ser a la substancia justifica la afir-macin de la primaca de la substancia sobre el resto de los modos de lo ente y,consecuentemente, la investigacin de la substancia como va de acceso a la inves-tigacin del ser. Todo ello, a su vez, justifica la posibilidad de una ciencia de loente en tanto que ente.

    As pues, la substancia es el modo primero de ser. Cules son los criteriospor los que Aristteles atribuye la primaca del ser a la substancia? A lo largo delos libros centrales, el Estagirita se esfuerza en dar respuesta a la cuestin. El pri-mero de los criterios establecidos por Aristteles para establecer la primaca dela substancia sobre el resto de modos de ser modos lo constituye el criterio dedependencia; en el citado fragmento de 2 aparecen expuestos los modos enque puede ser entendida la dependencia respecto a la substancia. Aristteles resu-me en Z 3 su postura mediante la siguiente afirmacin:

    Quede esquemticamente dicho qu es la substancia: aquello que nose dice de un sujeto, pero de ello se dicen las dems cosas. (Z 3, 1029a8)22.

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    22 Cf. tambin Cat. 5, 2a11.

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    Substancia es, por consiguiente, aquello que no es afirmado de un sujeto nise halla en un sujeto, sino que todo se dice en referencia a ella y existe en tornoa ella. Todos los modos de ser y todas las categoras son y se dicen en relacin ala substancia. Ahondando en el tema de la primaca de la substancia y de la depen-dencia de todas las otras formas de ser, Aristteles investiga aquellos sentidos enque puede afirmarse que la substancia es prioritaria o primera, llegando a lasiguiente conclusin:

    ... primero se dice en muchos sentidos. Pues bien, en todos ellos es pri-mera la substancia: en cuanto a la definicin, en cuanto al conocimiento yen cuanto al tiempo. En efecto, ninguna de las otras cosas que se predicanes capaz de existencia separada, sino solamente ella. Y tambin es ella pri-mera en cuanto a la nocin (ya que en la nocin de cada una de las demsest incluida necesariamente la de la substancia); y, en fin, pensamos queconocemos cada cosa, sobre todo, cuando sabemos qu es el hombre o elfuego, ms que si sabemos la cualidad, la cantidad o el dnde. (Z 1,1028a31-b1).

    La prioridad de la substancia en tanto que realidad capaz de existencia sepa-rada constituye el correlato ontolgico de la prioridad de la substancia en el decir-se, pues el decirse todo en relacin a la substancia tiene su origen en la existen-cia separada de la misma, en su independencia con respecto a cualquier otromodo de ser no substancial. Mientras que las substancias son separadas o inde-pendientes, las no substancias dependen de aqullas; y mientras que las no subs-tancias existen necesariamente en substancias como sujetos, stas no existen sinoen s mismas. Esta diferencia indica una asimetra ontolgica fundamental entrela substancia y el resto de modos de ser. En este sentido, puede afirmarse tam-bin que las substancias constituyen realidades bsicas desde el punto de vistaontolgico, y que esta prioridad de la substancia conlleva la prioridad en el tiem-po23. Ni las propiedades ni las nociones universales poseen la independencia onto-

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    23 A este respecto, es clarificador el comentario de W. D. Ross, Aristotles Metaphysics, texto ycomentario ingls en dos tomos, Oxford, Clarendon Press, 1997 (1.a ed. 1924), pp. 160-1: Itseems best to suppose with Alexander that next words (ll. 33 f ) are meant to explain chronoi. Thatwhich can exist without other things while they cannot exist without it may naturally be said toexist before other thing. (...). Alexander is probably right in supposing that ll. 34-36 refer to logoiand ll. 36-b2 to gnsei.

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    lgica necesaria para poder ser considerados substancias. Por otro lado, la prio-ridad de la substancia en cuanto a la definicin se explica por el hecho de que ladefinicin de cualquier ser no substancial incluye la definicin de una substan-cia. Por el contrario, cualquier substancia puede ser definida sin hacer mencina una realidad no substancial. Para entender la relacin entre definicin y subs-tancia hay que recordar que la pregunta por la substancia es respondida recu-rriendo, precisamente, a la definicin, de modo que puede afirmarse que la defi-nicin constituye el predicado que indica la substancia. La definicin, en efecto,no es un enunciado simplemente lingstico, sino ontolgico, indicativo de lacausa del ser. Finalmente, la prioridad de la substancia respecto al conocimientoes una consecuencia de la prioridad en la definicin: es ms importante conocerlo que una cosa es que conocer cualquiera de sus propiedades. A su vez, cono-cemos una cualidad o una cantidad en sentido completo cuando conocemos loque una u otra son; pero ambas las conocemos en su pleno sentido por mediode la definicin, que a su vez conlleva el conocimiento de la definicin de la subs-tancia.

    Parece claro que los tres modos de prioridad de la substancia estn interrela-cionados: la prioridad en cuanto al conocimiento es una consecuencia de la prio-ridad en cuanto a la definicin, y sta, a su vez, es una consecuencia del carcterbsico (y anterior) de la substancia en el orden de la existencia. Justifica la prio-ridad de la substancia su estudio en vistas a la investigacin de lo ente? El mismoAristteles responder claramente a esta cuestin:

    ...en todos los casos la ciencia se ocupa fundamentalmente de lo primero,es decir, de aquello de que las dems cosas dependen y en virtud de lo cualreciben la denominacin. Por tanto, si esto es la substancia, el filsofo debe-r hallarse en posesin de los principios y causas de las substancias. ( 2,1003b16-19)

    As pues, segn Aristteles los principios y las causas de las substancias son,a su vez, principios y causas del ser de las no substancias; y por consiguiente, alinvestigar los principios y el ser de la substancia se estn investigando tambinlos principios y el ser de las no substancias. Respondiendo a la cuestin plante-ada al comienzo del pargrafo, la cuestin central de la ciencia de lo ente en tan-to que ente puede transformarse en la siguiente cuestin: Cules son los princi-pios y causas de la substancia?

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    Una vez admitido que el modo privilegiado de ser corresponde a la substan-cia, Aristteles dirige la investigacin al descubrimiento de la realidad que puedaostentar tal ttulo. La cuestin es tratada por el Estagirita principalmente en loslibros Z y E. Aunque en ningn lugar de su obra recoja sistemticamente las carac-tersticas que debe reunir la substancia para poder ser considerada como tal, y apesar de que los candidatos a substancia en sentido primero son numerosos, Aris-tteles llega finalmente a la firme conclusin de que la substancia es la forma, iden-tificada con la esencia expresada en el enunciado de la definicin. El principal tex-to sobre los posibles candidatos a substancia lo encontramos en Z 3:

    La substancia se dice, si no en ms sentidos, al menos fundamental-mente en cuatro: (...) la esencia (t t en einai), el universal (t kathlou), elgnero (t gnos) y (...) el sujeto (t hypokemenon). (Z 3, 1028b33-36)

    Unas lneas ms adelante aade:

    Parece que substancia es, en grado sumo, el sujeto primero. Y se dice quees tal, en un sentido, la materia (he hle), en otro sentido la forma (t eidos),y en un tercer sentido el compuesto (t snolon) de ambas. (Z 3, 1029a2-4)

    Sin salir del mbito de investigacin de las substancias sensibles, Aristtelespropone cuatro alternativas, si bien se decanta en un principio por el sujeto pri-mero como modo de ser identificado con la substancia. Esta eleccin es cohe-rente con lo afirmado por el filsofo en distintos lugares de su obra: la caracte-rstica primera de la substancia consiste en no predicarse de ningn sujeto sinopredicarse todo lo dems de ella24. Sin embargo, tal como el propio Estagiritaadmite, bajo este criterio son tres las realidades que podran responder al nom-bre de substancia: la materia, la forma y el compuesto de ambas. Si se analizanlas caractersticas que Aristteles atribuye a la substancia, entonces puede com-probarse que la materia slo puede ser considerada substancia en un sentido deri-vado y secundario. As, en 8, puede leerse que, adems de a) aquello que no sepredica de ningn otro sujeto sino que todo se predica de ello, Aristteles sea-la como substancia: b) lo que es causa inmanente del ser de aquellas cosas queno se predican de un sujeto ( 8, 1017b15-16), c) las partes inmanentes detales cosas, si las delimitan y expresan algo determinado ( 8, 1017b18-19) y

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    24 Cf. 8, 1017b10-14; Z 3, 1029a7-8.

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    d) la esencia cuyo enunciado es la definicin ( 8, 1017b23). E inmediata-mente Aristteles resume:

    (...) la substancia se denomina: de una parte, 1) el sujeto ltimo que ya nose predica de otra cosa; de otra parte, lo que siendo 2) algo determinado (tdeti) es tambin capaz de 3) existencia separada (choristn).

    De un modo mucho ms extenso, Aristteles desarrolla a lo largo de Z 3 loesbozado en 8. Finalmente, a las citadas tres caractersticas atribuidas por Aris-tteles a la substancia, se aaden posteriormente otras dos: 4) el constituir una uni-dad 25 ms que un agregado informe, y 5) el existir en actoms que en potencia26.Si se tienen en cuenta todas las caractersticas atribuidas por el Estagirita a la subs-tancia, puede comprobarse que la materia solamente cumple la primera de ellas,pero no las restantes: la materia, efectivamente, es sujeto que no se predica de nin-guna otra realidad, pero no existe como realidad separada y determinada, no con-forma por s misma una unidad, ni existe en acto; por el contrario, la materia espotencia indeterminada incapaz de existencia sin la presencia de un principiocapaz de actualizarla y darle unidad. Adelantaremos que, dentro de la realidadcompuesta sensible, ese principio unificador y actualizador lo constituye la for-ma, que significa tambin el tde ti y el choristn, donde tde ti significa la deter-minacin formal o esencial ms que el individuo emprico o snolon, y donde cho-ristn no hace referencia al individuo emprico sino al toi lgoi choristn, es decir,a aquello que es separable mediante el pensamiento, es decir, la forma27. Por lotanto, si Aristteles no admite la materia como modo primero de ser substanciaes decir, como sujeto ltimo, separable, determinado, constituyente de una uni-

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    25 Cf. Z 2 y E 6 passim.26 Cf. 2 passim.27 Cf. E 1, 1042a29 ss. A este respecto, es clarificadora la observacin de G. Reale, Aristotele.

    La Metafsica, Miln, Vita e Pensiero, 1995, pp. 235-6, nota 10: Si noti che, qui, Arist. esplicita-mente riduce il tde ti alleidos. Contrariamente a quanto comunemente si retiene, tde ti non sig-nifica affatto lindividuo empirico, il questo qui come qualcuno traduce; lespressione indica, inve-ce, un carattere che pu applicarsi sia allindividuo o al concreto determinato, sia alla forma, esignifica, precisamente, la determinatezza essenziale e formale, e, di conseguenza, quindi lessere unqualcosa di formalmente determinato. Riferito allindividuo, esso significher qualcosa di determi-nato, come una materia che ha il suggello della sua forma, dalla quale pienamente determinata;riferito alla forma, esso significher un qualcosa di determinato-determinante (...). Per quanto con-cerne il choristn (separabile) riferito alla forma, chiaro che si debe intendere soprattutto nel sen-so di choristn toi lgoi, vale a dire separabile col o per il pensiero (...).

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    dad y en acto y si se admite, tal como se mostrar ms adelante, que el univer-sal y el gnero no pueden ser substancias, solamente resta como posible respues-ta a la pregunta por la substancia aquello que es designado como esencia y forma.Por qu frente a la tradicin presocrtica Aristteles elige la forma ms que lamateria o el compuesto como substancia en sentido privilegiado? Para respondera esta cuestin no debe perderse de vista, en primer lugar, que el objetivo ltimode Aristteles es demostrar la existencia formas puras exentas de materia, y que ladiscusin sobre las substancias compuestas constituye solamente la introduccina la investigacin de las substancias no sensibles28. Pero adems, la preferencia dela forma pura sobre la materia y el compuesto viene determinada por dos hechosque dejan ver la profunda huella platnica en la ontologa aristotlica: en primerlugar, porque la esencia constituye el elemento definible del compuesto; en segun-do lugar, porque la forma se identifica con la causa final.

    La relacin entre definicin y esencia viene establecido por Aristteles enTop. 102a1: Definicin es un enunciado que significa la esencia. Del mismomodo se expresa a lo largo de Met. Z 4, donde afirma: As pues, el enunciadode la esencia de cada cosa es aquel enunciado que expresa la cosa misma sin queella misma est incluida en l (Z 4, 1029b20-21)29. Y contina ms adelante:Por consiguiente, hay esencia de todas aquellas cosas cuyo enunciado es defini-cin (Z 4, 1030a6)30. Aristteles afirmar tambin que la definicin, en senti-do primario y absoluto, as como la esencia, es de las substancias (Z 4, 1030b5),que inmediatamente identifica con todo aquello que posee unidad (Z 4,1030b9)31, siendo precisamente la substancia aquello que posee unidad en sen-tido primario y fundamental. La relacin entre definicin, substancia y esenciaestablecida por el autor a lo largo de Z 4 es reafirmada en Z 5, captulo que con-cluye con un resumen de las tesis defendidas:

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    28 Cf. Z 3, 1029b3 ss. y 11, 1037a11 ss.29 Con esta afirmacin Aristteles introduce una importante matizacin sobre lo que en este

    contexto ha de entenderse por la expresin por s (kathaut).30 A este respecto, es preciso el comentario de Calvo Martnez, 1994, op. cit., pp. 289-80,

    nota 20: La esencia (t t en einai) es, pues, lo expresado en la definicin; todo nombre que refiereuna substancia (por ejemplo, hombre) significa la unidad de una esencia que, a su vez, es expli-cada o des-plegada en la definicin.

    31 Posteriormente, Aristteles afirma: La definicin, en efecto, es un enunciado unitario y dela substancia y, por tanto, ha de ser enunciado de algo unitario, puesto que la substancia significaalgo que es uno y determinado (Z 12, 1037b25-27).

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  • 30 JAVIER AGUIRRE

    As pues, es evidente que la definicin es el enunciado de la esencia, yque la esencia pertenece a las substancias, bien exclusivamente, bien en gra-do sumo, de modo primario y en sentido absoluto (Z 5, 1031a12-14).

    En Z 6, Aristteles va ms all, afirmando de un modo explcito la identi-dad entre esencia y substancia:

    Desde luego, la cosa singular no parece ser algo distinto de su substan-cia, y la substancia se dice que es la esencia de cada cosa singular (Z 6,1031a17-18).

    Si cada cosa es su substancia y la substancia se identifica con la esencia, enton-ces cada cosa consistir en su esencia. Tal como se afirma, cada realidad singulary su esencia son una y la misma cosa, por lo que conocer una realidad singularno es sino conocer su esencia, pues la esencia y la substancia no solamente seidentifican, sino que tambin su enunciado es el mismo (Z 6, 1031b33-34). Enel caso de las realidades sensibles, por consiguiente, aquello en que consiste el serde la cosa la esencia y la cosa misma se identifican, y ambos vienen expre-sados por medio de la definicin. La importancia de la relacin establecida porAristteles entre definicin, esencia y substancia deriva del hecho de que la defi-nicin trata, precisamente, de las causas y principios del ser, por lo que apuntaa la estructura ontolgica de la cosa y no simplemente a su significado o aspec-to lingstico. A partir de dicha identificacin podr explicarse la posibilidad dela substancia sensible (entendida como snolon o compuesto de materia y forma)como algo separable, determinado, constitutivo de una unidad y en acto. La res-ponsabilidad de todo ello recae sobre la esencia, que debe entenderse, por lo tan-to, como causa y principio, y que finalmente se identifica con la forma dentrode la composicin hilemrfica del compuesto32.

    En cuanto a la relacin entre definicin y materia y compuesto, la posturade Aristteles queda expuesta en el siguiente fragmento de Z 10:

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    32 La identificacin aristotlica de forma y esencia (y ambas con la causa final) aparece clara-mente expuesta en Z 17, donde el filsofo establece indistintamente como causa de la unidad dela materia la esencia (1041a28) y la forma (1041b8). Esta identificacin aparece en otras ocasio-nes a lo largo de Z 7 y Z 9.

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  • DIALCTICA, DIAPORTICA Y SABER POSITIVO EN A METAFSICA DE ARISTTELES 31

    ... de la substancia compuesta hay definicin en cierto sentido y en ciertosentido no: en efecto, no la hay si se toma con la materia (ya que es algo inde-finido), pero s que la hay de la substancia primera, por ejemplo la del hom-bre es el enunciado del alma. Y es que la substancia es la forma inmanente dela cual, juntamente con la materia, resulta la que llamamos substancia com-puesta (Z 10, 1037a26-30).

    La unidad de la cosa compuesta viene establecida, pues, por la esencia comoobjeto de definicin, mientras que la materia, por su carcter indeterminado ypotencial, no es unidad ni ser, por lo tanto, definible.

    En cuanto a la identificacin aristotlica de la forma con la causa final, talidentificacin cabe situarla en el contexto de una fsica marcadamente teleol-gica. A lo largo de Phys. II 1, Aristteles distingue dos modos de entender la natu-raleza (y ms concretamente, el principio interno de movimiento y reposo) comomateria primera y como forma o la especie segn la definicin33, de modo que, talcomo asume en el siguiente captulo, el investigador de la naturaleza debe cono-cer tanto la una como la otra34. Sin embargo, la prioridad de la forma sobre lamateria en cuanto a naturaleza queda plenamente establecida por el filsofomediante tres argumentos: porque la naturaleza es fundamentalmente acto rea-lizado (entelcheia), porque cada substancia nace de otra substancia determina-da formalmente, y porque toda generacin es un proceso hacia la forma35. Lostres argumentos presentados por Aristteles a favor de la naturaleza entendidacomo forma ms que como materia ponen de manifiesto la ntima relacin exis-tente entre forma y fin, en un contexto marcado por el carcter profundamenteteleolgico de la naturaleza. La naturaleza entendida como fin es ampliamentetratada por Aristteles en numerosos lugares, preferentemente en sus estudiosfsicos y biolgicos. As, sin salir de II 2, puede leerse:

    Es, pues, evidente que en las cosas naturales lo necesario es lo que lla-mamos materia y sus movimientos. El fsico ha de establecer ambas causas,pero sobre todo la causa final, ya que sta es la causa de la materia y no lamateria del fin. El fin es aquello para lo cual, y el principio de la definicin ydel concepto, como en el caso de los productos artificiales (II 9, 200a31-35).

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    33 Cf. Phys. II 1, 193a28-30.34 Cf. Ibdem 2, 193b21-27.35 Cf. Ibdem 193b7-18.

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  • 32 JAVIER AGUIRRE

    En su estudio de la naturaleza Aristteles da prioridad a la causa final, fin oaquello para lo cual, que el filsofo identificar con la causa formal en variospasajes de su obra. As, en Phys. II afirma:

    ...las causas son cuatro (...) la materia (...) la forma (...) lo que hace movery el fin. Las tres ltimas se reducen en muchos casos a una, pues la esenciay el fin son una misma cosa, y aquello de lo que primeramente proviene elmovimiento es especficamente lo mismo que stas, pues el hombre engen-dra al hombre (II 7, 198a25-27).

    Y ms adelante:

    Y puesto que la naturaleza puede entenderse como materia y como for-ma, y puesto que esta ltima es el fin, mientras que todo lo dems est en fun-cin del fin, la forma tiene que ser causa como causa final (II 8, 199a31-33)36.

    La identificacin de fin y forma en los seres naturales, estalecida por Aristte-les en la Fsica y en los trabajos de biologa, es afirmada tambin en laMetafsica:

    ...naturaleza son la materia prima (prte hle) (...) y tambin la substancia,es decir, la forma (ka t eidos ka he ousa). Esta es, a su vez, el fin de la gene-racin (t tlos tes genseos) ( 4, 1015a7-11)37.

    Si la forma de una realidad se identifica con el ser de dicha realidad expresa-da en su definicin, y el fin o causa final es aquello a lo que una cosa o procesotiende, cmo identifica Aristteles ambos conceptos en el caso de los seres natu-rales? La respuesta a esta cuestin viene establecida por el hecho de que el objeti-vo o fin de la generacin de los seres naturales consiste, precisamente, en la adqui-sicin o actualizacin de su forma, que en su caso se realiza en la materia. Esteesquema teleolgico le permite a Aristteles explicar la generacin de los seresnaturales, pero tambin su conducta, as como la explicacin de determinadosprocesos de la naturaleza (por ejemplo, la formacin de los rganos de los ani-males38) y, de un modo ms general, poseer una concepcin global de la realidad.

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    36 Cf. tambin 194a24-29; Part. An., 639b14-21, 641b24 ss.; GC II, 335b6.37 Cf. tambin E 4, 1044a36-37.38 Cf. Part. An. 645b14-21.

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  • DIALCTICA, DIAPORTICA Y SABER POSITIVO EN A METAFSICA DE ARISTTELES 33

    Resumiendo todo lo dicho hasta el momento, podramos afirmar que la pre-gunta por lo ente se identifica con la pregunta por la forma de cada substanciacompuesta, que cabe entenderla como la esencia de esa cosa expresada en su defi-nicin, identificada con el fin, y responsable del ser de dicha substancia, es decir, res-ponsable de que sta sea una realidad unificada, determinada y actual, y no un meroagregado de materia indeterminado y potencial. Como puede comprobarse, el desa-rrollo euportico de la apora undcima conlleva una complejidad que supera engran medida el desarrollo diaportico de B 4.

    3. La naturaleza particular o universal de la forma substancial

    Veamos ahora el desarrollo de la apora decimoquinta, estrechamente rela-cionada con la apora anterior. La apora decimoquinta plantea si los principiosson universales o particulares. La Tesis de la apora plantea que, si los principiosson universales, entonces: a) no sern substancias, puesto que lo universal noexpresa un esto (tde ti), sino una cualidad (toinde). Anttesis: si los principiosson particulares, entonces: a) no sern cognoscibles, pues la ciencia es de lo uni-versal.

    Las premisas dialcticas (ndoxa) de las que parte el desarrollo diaportico dela apora decimoquinta son las siguientes: 1) Ninguno de los predicados comu-nes significa un esto (1003a8; Aristteles lo acepta); 2) La substancia es un esto(1003a9; Aristteles lo acepta); 3) Los principios particulares no son suficientespara explica el conocimiento (1003a13-14; Aristteles lo acepta); 4) El conoci-miento es de lo universal (1003a14-15; Aristteles lo acepta); 5) Hay principiosque son cognoscibles (1003a15-17; Aristteles lo acepta). La apora est estre-chamente relacionada con el grupo de aporas 6-939, donde Aristteles desarro-lla una serie de cuestiones relativas a los principios de la substancia desde dospresupuestos: a) las substancias sensibles existen, son reales; b) el verdadero cono-

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    39 Apora sexta: Son los principios primeros los gneros o los elementos materiales? Aporasptima: Si se admite que los principios son los gneros, debe considerarse que son los principiosprimeros los gneros supremos o los gneros ltimos? Apora octava: Existe algo a parte de los sin-gulares o no? Y si existen las formas separadas, las hay de todos los compuestos concretos o sola-mente de algunos? Apora novena: La unidad de los principios es solamente especfica o tambinnumrica?

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    cimiento es siempre de lo universal. Las dos partes de la apora pueden ser enun-ciadas del siguiente modo: si las formas son particulares, entonces no sern defi-nibles ni, por consiguiente, inteligibles. Scrates, identificado con su forma, noser inteligible por no poder ser definido ni, en consecuencia, conocido. En elotro extremo tenemos que, si las formas son universales, entonces no poseernexistencia independiente, pues ella depender de la existencia de los singularesen que se den o de que se prediquen. Tanto uno como otro extremo de la cues-tin son inaceptables: la substancia, identificada con la forma, constituye, pre-cisamente, la realidad primera en el orden de la existencia y en el orden del cono-cimiento. Esta apora tiene su expresin ms compleja en el tratado Z, dondeAristteles afirma a la vez la imposibilidad de que el universal puede ser subs-tancia (Z 13) y la tesis de que, en sentido estricto, solamente la esencia poseedefinicin (Z 4-11). Al comienzo de Met. Z 13 Aristteles afirma que pareceimposible que algo dicho universalmente pueda ser substancia. (Z 13, 1038b6).El filsofo desarrolla a lo largo del captulo las razones de esa imposibilidad: 1)porque la substancia de algo es peculiar a ello y no comn o compartido40. Sisuponemos que un universal es substancia podra preguntarse de cul de las cosasa las que pertenece es substancia; por el carcter mismo de la substancia no pue-de ser que lo sea de todas, pero tampoco de una sola de ellas, pues las cosas cuyasubstancia (esencia) es una son ellas tambin una y la misma. El carcter comno compartido del universal implica, pues, su imposibilidad para ser esencia(1038b8-15); 2) porque la substancia es un sujeto y no un predicado de un suje-to41. La substancia es lo que no se predica de un sujeto, mientras que el univer-sal siempre se predica de ms de uno. Este argumento parte de la idea desarro-llada al principio del libro Z segn la cual las substancias son realidades bsicasdesde el punto de vista ontolgico. El universal, por definicin, no es una reali-dad bsica, pues siempre es predicado de algn sujeto, es decir, siempre existeen algn sujeto y nunca de modo independiente (1038b15-16); 3) y en el casode que se argumente que el universal, aun no siendo substancia como lo es laesencia, puede, sin embargo, estar contenido en ella del modo en que, por ejem-plo, animal est contenido en el hombre y en el caballo, entonces podr obje-tarse que a) el universal ser esencia de algo (animal lo ser del animal), con locual volvern a surgir las dificultades correspondientes al primer argumento; b)si los universales no son substancias sino cualidades o afecciones, resultar absur-

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    40 Cf.Met. Z 13, 1038b6-9.41 Cf. Ibdem b15-16.

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    do afirmar que forman parte de la esencia, pues resultar que las afecciones sonanteriores a la substancia; c) puesto que animal se da en Scrates, entonces serla esencia de dos cosas, de hombre y de Scrates; d) la unidad propia de la subs-tancia excluye que pueda estar compuesta de varias substancias actualizadas, esdecir, en acto (1038b16-39a14).

    La exposicin de Z 13 ha llevado a numerosos especialistas a defender la tesisde que la forma o esencia es particular para cada substancia individual42. El pro-blema reside en que el contenido de Z 13, muy explcito respecto a la no uni-versalidad de las substancias, es claramente incongruente con lo afirmado porAristteles en el resto del tratado Z. El aspecto principal del problema lo cons-tituye la consideracin epistemolgica de que la definicin y el conocimientoson universales: el filsofo ha establecido que la esencia, identificada con la subs-tancia (Z 6), es expresada o explicada en el enunciado de su definicin (Z 4),que, a su vez, constituye siempre un enunciado de lo universal y de la forma,pues del compuesto particular no existe definicin (Z 10, 11, 15). De todo elloparece poder afirmarse, por consiguiente, que la esencia es universal. Asimismo,el filsofo ha establecido que el conocimiento de una determinada realidad seidentifica con el conocimiento de su esencia, y que el verdadero conocimientolo es de lo universal, de donde parece deducirse que la esencia es universal. A ellopuede aadirse que, frente a la generacin y corrupcin del compuesto particu-lar, Aristteles establece el carcter ingenerado e incorruptible de forma y mate-ria (Z 8). Desde esta perspectiva, tambin han sido numerosos los autores handirigido su crtica contra las lecturas que defienden el carcter particular de lasformas43.

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    42 La tesis de que las esencias aristotlicas son individuales ms que universales o esencias-espe-cie ha sido defendida por W. Sellars, & R. Albritton, Substance and Form in Aristotle, Journalof Philosophy, 22, 1957, pp. 698-708; E. Hartman, Aristotle on the Identity of Substance andEssence, Philosophical Review, 85, 1976, pp. 545-561; R. Heinaman, Aristotles Thenth Apo-ria, Archiv fr Geschichte der Philosophie, 61, 1979, pp. 249-270; M. Frede, Substance in Aris-totlesMetaphysics, Aristotle on Nature and Living Things, en Allan Gottheld (ed.), Pittsburg, 1985,pp. 17-26; Ch. Witt, Substance and essence in Aristotle, 1989, pp. 143-179.

    43 La ms reciente crtica generalizada contra las tesis particularistas se encuentra en Th. Scalt-sas, Substance and Universals in AristotlesMetaphysics, Ithaca, 1994, particularmente el apndice3: Against Individual Forms, pp. 229-251. Entre otros muchos especialistas, tambin se hanposicionado contra la singularidad de las formas: M. J. Loux, Form, Species and Predication inMetaphysics ZH, Mind 88, 1979, pp. 1-23; A. Code, The Aporematic Approach to PrimaryBeing in Metaphysics Z, Canadian Journal of Philosophy, supp. vol. 10, 1984, pp. 1-20; J. Lear,

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    Es posible explicar la incongruencia, real o aparente, de los contenidos deZ? En principio, todo aquel que intente armonizar la afirmacin de que la subs-tancia se identifica con la esencia y la afirmacin de que el universal no es subs-tancia, deber tomar uno de estos dos caminos: o restringir el significado del tr-mino esencia, o restringir el significado del trmino universal 44. Con respecto alprimer camino, es muy difcil negar que en la mayor parte de Z las formas o esen-cias son entendidas como formas-especie universales, en el sentido en que hom-bre expresa la esencia del hombre, lo que todo hombre es por s. Pero junto a lasformas-especie, en ciertas ocasiones parece darse tambin un reconocimiento delas formas o esencias particulares, como cuando se habla de la forma de Scra-tes, que podra ser interpretado como algo que pertenece a Scrates y a nadiems. Segn lo expuesto, podra argumentarse que cuando se habla de substan-cias, Aristteles se est refiriendo a estas ltimas formas y no a las formas-espe-cie. Un problema al que se enfrenta esta interpretacin lo constituye el hecho deque los casos aducidos en apoyo de esta interpretacin son muy escasos en com-paracin con el supuesto general que asume la aparente universalidad de las for-mas45. Por otra parte, Aristteles en ningn momento distingue explcitamente

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    The desire to understand, Cambridge, 1988, pp. 273-93; M. L. Gill, Aristotle on Substance, Prin-ceton, 1989, pp. 31-34; M. J. Woods, Universals and Particular Forms in Aristotles Metaphy-sics, Oxford Studies in Ancient Philosophy, Supp. Vol., 1991, pp. 41-56; F. A. Lewis, Substance andPredication in Aristotle, Cambridge, 1991, pp. 309-48; M. J. Loux, Primary ousia, Ithaca, 1991,pp. 187-196; L. Spellman, Substance and Separation in Aristotle, Cambridge, 1995, pp. 40-62; yT. Oate, Para leer la Metafsica de Aristteles en el siglo XXI, Madrid, Dykinson, 2001, pp. 42-56.

    44 Para la exposicin de esta cuestin sigo en parte el esquema de D. Bostock, Aristotle. Metaphy-sics. Books Z and H, 1994, pp. 187-88.

    45 Bostock, 1994, op. cit., pp. 187-88 ha recogido un grupo de indicios que podran apoyarla singularidad de las formas: Z 15, 1039b25 y menos claramente Z 4, 1029b14-15 y Z 6, 1032a8parecen expresar el ser de una realidad particular; en Z 10, 1035a7-9, 1036a12-15 y 11, 1037a7-8 la cosa particular es identificada con su forma; en otros pasajes se indica que ciertas formas nonecesitan ser eternas a pesar de no estar sujetas a los procesos de generacin y corrupcin: E 3,1027a27-28; Z 10, 1035a28-30; E 15, 1039b22-27; 3, 1043b14-21; 3, 1070a15-17, etc.Finalmente, el trmino tde ti ha sido interpretado en ocasiones como sinnimo de particular.Como afirma el propio Bostock, la mayora de estos indicios son poco consistentes. No obstante,hay un fragmento de Met. donde Aristteles parece establecer explcitamente la particularidadde las formas: ... las causas y los principios son distintos para cosas distintas que no pertenecen almismo gnero (...). Y para las cosas de la misma especie son distintas, pero no especficamente,sino que son distintas individualmente: tu materia, tu forma y lo que en tu caso produce el movi-miento y los mos, si bien son los mismos universalmente hablando. Al margen de las explica-ciones que puedan darse, la afirmacin es bastante explcita.

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    las dos supuestas clases de formas universales las unas, particulares las otras,sino que rene a todas bajo un mismo trmino. En todo caso, aun admitiendoque Aristteles acepta la particularidad de las formas, seguira sin resolverse elproblema de la incongruencia de Z 13 con el resto del tratado.

    As pues, si las formas deben entenderse en su sentido habitual como uni-versales, el camino para intentar armonizar la afirmacin de que la substancia seidentifica con la esencia y la de que el universal no es substancia consistir en reba-jar la segunda afirmacin argumentando que el uso del trmino universal en Z 13no es el habitual, y que el trmino adquiere un sentido mucho ms limitado46. Sinembargo, ello entra en conflicto con lo expresado numerosas ocasiones en el tex-to: que nada que se predique universalmente puede ser considerado substancia47.

    Una posible solucin a la intrincada apora sobre la singularidad o universa-lidad de la forma consiste en negar la disyuncin y aceptar que la forma espec-fica o substancia cumple las propiedades de los singulares en lo referente a sucondicin de substancia, y las propiedades de los universales en lo referente a sucondicin de objeto de conocimiento48. Pero, de cualquier modo, el filsofo noha dado respuesta positiva a la cuestin. El desarrollo euportico desplegado porAristteles en los libros Z y H, aun siendo notablemente ms complejo que eldesarrollo diaportico de B 6, no ha satisfecho plenamente su objetivo, lo quenuevamente muestra que los procesos diaportico y euportico constituyen pro-cesos distintos y autnomos.

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    46 M. J. Woods, Problems in Metaphysics Z, Chapter 13, en Moravcsik, Aristotle. A Colec-tion of Critical Essays, Nueva York, Doubleday, 1967, pp. 216 afirma: Aristotle was in fact main-taining that only some things properly described as kathlou are to be regarded as ousa; something kat-hlou is ousa,only if it is not predicated universally. Woods acepta, por lo tanto, que los universalespredicados universalmente no son substancias, pero afirma asimismo que las formas-especie no sepredican universalmente, por lo que stas no entraran dentro de la restriccin aristotlica de Z13. Una versin de este argumento se encuentra en Loux, 1979, op. cit., Code, 1984, op. cit. yLewis, 1991, op. cit., quienes defienden que las formas-especie no son predicadas de los miem-bros particulares de su especie, sino solamente de su materia. Por su parte, Lear, 1988, op. cit. inter-preta que en el contexto de Z 13 universal se refiere solamente a aquello ente ms universal quelas indivisibles formas-especie.

    47 Cf. por ejemplo, Z 13, 1038b9, 15, 35, Z 16, 1040b23, 1041a4, H 1, 1042a21, I 2,1053b16-17.

    48 Solucin ensayada por J. Owens, La forma aristotlica como causa del ser, Revista de Filo-sofa, 1977, pp. 267-287 y Oate, 2001, op. cit., pp. 45-52.

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    4. Conclusiones

    El vnculo entre dialctica y filosofa primera en la Metafsica es un vnculoestrecho. Ello se pone de manifiesto en la importante presencia de procedimientosdialcticos a lo largo de la obra, entre los que encontramos la revisin histricade la filosofa prearistotlica expuesta en el libro A, la demostracin refutativadel PNC en 4 y el desarrollo diaportico en B 2-6.

    Aun valorando la importante presencia de los procedimientos dialcticos enla constitucin de la filosofa primera, su mtodo no puede identificarse con ladialctica, pues la fase euportica, identificada con la bsqueda positiva de lasolucin, constituye una fase mucho ms compleja, no dialctica, que va ms allde lo establecido en el desarrollo diaportico. Ello se pone de manifiesto en lagran complejidad conceptual y doctrinal de las soluciones aportadas por el Esta-girita a las aporas planteadas en B.

    Independientemente del desarrollo diaportico, la bsqueda de la solucino fase euportica puede darse o no darse de un modo completo, tal como se ponede manifiesto en el anlisis de las soluciones ensayadas por el Estagirita a pro-psito de algunas aporas. Como ejemplo de todo ello, cabe presentar la faseeuportica de las aporas undcima (sobre la naturaleza de lo uno y lo ente), cuyoobjetivo es plenamente satisfecho, y la decimoquinta (sobre la naturaleza parti-cular o universal de la forma substancial), cuyo objetivo no es plenamente satis-fecho. Ello muestra que los procesos diaportico y euportico constituyen pro-cesos distintos y autnomos.

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    Recibido: 17/08/2010Aceptado: 22/10/2010

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