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Derecho constitucional(Redirigido desde Derecho Constitucional)No debe confundirse conDerechos constitucionales.ElDerecho constitucionales una rama delDerecho pblico, dentro delDerecho poltico, cuyo campo de estudio incluye el anlisis de las leyes fundamentales que definen unEstado. De esta manera, es materia de estudio todo lo relativo a laforma de Estado,forma de gobierno,derechos fundamentalesy la regulacin de lospoderes pblicos, incluidas las relaciones entre los poderes pblicos y ciudadanos.Control de constitucionalidadElControl de constitucionalidades el mecanismo jurdico por el cual, para asegurar el cumplimiento de lasnormas constitucionales, se realiza un procedimiento de revisin de las normas ordinarias, y en caso de contradiccin con la Constitucin se procede a la invalidacin de las normas de rango inferior que no hayan sido hechas en conformidad con aquellas. El fundamento de este control es el mantenimiento delPrincipio de Supremaca Constitucional.ndiceFundamento[editar]El control de constitucionalidad tiene como fundamento el principio desupremaca constitucional, esto es que la Constitucin de un pas es la norma de mayor jerarqua a la cual deben sujetarse las normas de rango inferior, entendindose por tales a las leyes dictadas por elparlamento, losdecretosy dems resoluciones dados por elPoder Ejecutivoo por entidadesautrquicasy lassentenciasy dems resoluciones de losjueces, por lo cual las normas que presuntamente no se ajusten al texto o normas constitucionales sern sometidas a este procedimiento.Clasificaciones[editar]Segn la admisin[editar] Positivos:explcitamente en el texto constitucional, o tcitamente en el Derecho Constitucional consuetudinario, admiten la existencia de control. Sags diferencia dentro de esta categora los sistemas completos, que cumplen los cinco requisitos que apuntamos sub 1, de los incompletos, que no los cumplen a todos, aclarando que la mayora de los sistemas son incompletos. Negativos:no admiten el control de constitucionalidad pese a tener necesidad de l por ser su constitucin del tipo rgido.Segn los rganos de control[editar] Judiciales (o con fisonoma judicial):el control se encarga a tribunales, pertenecientes o no al Poder Judicial. Es reparador porque se realiza despus de la sancin de la norma. Esta variante se subdivide en tres: Difuso (o desconcentrado):cualquier juez puede realizar la verificacin de constitucionalidad. Concentrado (o especializado):Implica que el Control Constitucional sea ejercido por un Tribunal que cumpla dicha funcin para lo cual es necesario el uso de la accin de inconstitucionalidad y el resultado es la extincin de la norma demandada a travs de la declaratoria de inconstitucionalidad. Mixto:intenta compaginar las ideas del sistema difuso y del concentrado. As, por ejemplo, todos los jueces resuelven las cuestiones de constitucionalidad en las acciones ordinarias con efectos inter partes, pero en ciertas acciones especiales, generalmente reservadas a ciertos rganos (Presidente, Fiscal General) van directamente al Tribunal Constitucional cuya sentencia ser erga omnes. O bien el Tribunal conoce por apelacin en los aspectos constitucionales de los casos comunes pero es primera instancia en las acciones generales de inconstitucionalidad. No judiciales:En algunos pases la desconfianza por la judicatura (conservadora, no electa popularmente) ha hecho que se entregue el control de constitucionalidad a otros entes. Veamos: Poder Legislativo:Es el mismo Parlamento quien controla, o l a travs de un rgano suyo. Se trata principalmente de naciones que sostienen la doctrina del "centralismo democrtico" donde el rgano ms representativo del pueblo (Poder Legislativo) es quien concentra mayor poder, prevaleciendo sobre los dems. Poder Ejecutivo:normalmente el Ejecutivo puede vetar cuando considera que una ley sancionada es inconstitucional, este es el control de constitucionalidad propio suyo. Pero tambin ha existido algn sistema donde era el Ejecutivo el rgano de control frente al cuestionamiento. Electorado:se han estructurado algunos sistemas bajo la idea de la democracia directa en los cuales es el pueblo quien decide si determinada norma coincide o no con los lineamientos constitucionales. Un sistema, denominado "apelacin popular de sentencias", prev que cuando el Superior Tribunal declara inconstitucional una norma, el 5% del electorado puede exigir que se someta a referndum la decisin del tribunal. Otro ha previsto que mediante consulta popular se derogue una ley por considerarla inconstitucional. rganos sui generis:Incluiremos bajo este acpite a rganos que, o no se estructuran como tribunales, o su forma de integracin es especial, o fundan el control en principios extrajurdicos, o su mtodo de control es novedoso. El Consejo de la Revolucin portugus:estuvo integrado por el Presidente de la Repblica y oficiales de las fuerzas armadas. Poda declarar la inconstitucionalidad con efectos erga omnes. Tena tambin a su cargo el control de la inconstitucionalidad por omisin, por ello lo veremos infra. El Consejo de los Custodios iran:est conformado por seis telogos designados por el Ayatollah y seis juristas musulmanes. Antes de la sancin controlan los proyectos de ley comparndolos con los principios sociorreligiosos del Islam y con la Constitucin. El Consejo Constitucional francs:inscripto dentro de los sistemas de control especializado, preventivo, abstracto y limitado. Lo componen todos los ex-presidentes de la Repblica y nueve miembros ms: tres designados por el presidente, tres por el presidente del Senado y tres por el de la Asamblea Nacional (Cmara de Diputados). El Tribunal de Garantas Constitucionales ecuatoriano:se compone de once miembros, tres designados directamente por el Congreso y ocho elegidos por el Congreso entre ocho ternas enviadas por las centrales nacionales de trabajadores, cmaras de la produccin, presidente de la Repblica, alcaldes cantonales, prefectos provinciales, etctera. Puede suspender los efectos de las leyes, decretos y ordenanzas que considere inconstitucionales pero sometindose a la decisin definitiva del Congreso Nacional.Acerca del Veto Presidencial.ImplicanciasDr. Laureano Camilo FABRCONCEPTO-NATURALEZA JURIDICAElvetoes lafacultadque tiene elpresidente de la Nacinparadesaprobarunproyecto de ley sancionado por el Congresoimpidiendoas suentrada en vigencia.Pese a que laConstitucin Nacionalno contiene una clusula especfica al respecto, esinnegable su existencia jurdica, puesto que nuestra norma fundamentalrefiere a esta institucin en forma expresa e implcita, as por ejemplo en elart. 78se refiere al envo de los proyectos de ley sancionados por el Congreso para su examen; elart. 80menciona los proyectos desechados parcialmente por el Poder Ejecutivo; y elart. 83establece quedesechado en todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus objeciones a la Cmara de origen.La mayora de la doctrina entiende que elejercicio del vetose vincula conrazones de conveniencia polticay dearmonizacindelfuncionamiento de los poderes del Estado, vale decir que elvetoimplicarauno de los tantos resortes de los controles y equilibrios entre los poderes; existiendomltiples razones para hacer uso de esta facultad, como por ejemplo:oportunidad y conveniencia, de acierto, de forma o de fondo, de constitucionalidad, de eficacia, etc.1; motivos estos por los que se puede afirmar queel veto es un acto de naturaleza poltica.OPORTUNIDAD DE EJERCICIOEllapso de tiempodurante el cual esta facultad puede ser ejercida por el Poder Ejecutivo est expresamente contemplado en elart. 80de nuestra Constitucin, resultando el mismo de10 das tiles2.Siendo necesario precisar queeste plazo se cuenta desde que el Congreso comunica al presidente la sancin del proyecto deley3.La doctrina es pacfica en cuanto aentenderpordas tileslosdas hbiles administrativos, con lo cualquedaran excluidos del cmputo de este breve trmino los das feriados y de asueto(situacin que podra llegar a beneficiar al Ejecutivo puesto que podra prorrogarse el plazo para hacer uso del veto ya que en muchos casos es l mismo quien dispone esos asuetos).Hay que destacar quesi el veto se practicara fuera de esta plazoserainexistenteyno inconstitucional.MANIFESTACION DEL VETOEl veto presidencialno est supeditado a formas especiales. ElPoder Ejecutivopuededevolver el proyecto de ley observadomediante unmensaje(histricamente es la forma de instrumentacin ms usada), opor decreto, ambosdebidamente fundados. Lo que sinecesita, tanto en un caso como en otro, es elrefrendo ministerial.veto.(Dellat.veto, yo vedo o prohbo).1.m.Derecho que tiene una persona o corporacin para vedar o impedir algo.U.principalmente para significar el atribuido segn las Constituciones al jefe del Estado o a la segunda Cmara, respecto de las leyes votadas por la eleccin popular.2.m.Accin y efecto de vedar.~absoluto.1.m.vetoque impide la promulgacin y vigencia de una ley.~suspensivo.1.m.vetoque retarda la promulgacin y vigencia de una ley.

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Publicacin de la leyDerechoConstitucional

Insercin de la ley en eldiariooficial, paraconocimientode losciudadanos yautoridadesobligados a sucumplimiento. Lapublicacinconstituye unrequisitopara lavigenciade la ley y determina el momento a partir del cual puede entrar en vigor. LaConstitucinEspaola (art. 91) atribuye al Rey, que sanciona y promulga las leyes, la orden de su inmediatapublicacin. Estapublicacinse realiza para las leyes estatales en elBoletnOficial delEstado, entrando en vigor, con arreglo alartculo2.1 delCdigo Civil, a los veinte das de su completapublicacin, si en ellas no se dispone otra cosa. Lapublicacinde las leyes de lasComunidades Autnomasse realiza en la forma que determinan losEstatutos de Autonoma, que en general establecen la doblepublicacin, en elBoletnde laComunidady en el delEstado, siendo normalmente la primera la relevante para su entrada en vigor (V. ley;sancin real;promulgacin de la ley;procedimiento legislativo;publicidad de las normas).

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Derecho parlamentarioDerechoConstitucional

1. Conjunto de normas que determinan laorganizaciny funcionamiento de lasCmaras parlamentarias. Estas normas pueden contenerse enprcticas observadas consuetudinariamente por elParlamentoo aprobadas por el mismo en forma de orders (Gran Bretaa), o bien en una norma especfica, caracterstica delDerechoparlamentariocontinental europeo, denominadaReglamento parlamentario. 2. Parte delDerecho Constitucionalque estudia las normas reguladoras de laorganizacin,composicin, funcionamiento y poderes de lasCmaras parlamentarias (V.Parlamento;Cortes Generales;reglamento parlamentario).

|INICIO|MATERIAS|APUNTES|LEYES|PUBLICACIONES|NOS|Google+|Twitter|Facebook|Que es el Derecho Municipal?El Derecho Municipal, como: rama del Derecho Pblico que estudia las normas que rigen el desenvolvimiento de la administracin pblica del municipio, considerado como fenmeno social, histrico, jurdico y poltico, indagando su origen, su desarrollo actual y sus perspectivas de transformacin, para lograr su consolidacin institucional como instrumento para la preservacin de la democracia participativa ciudadana dentro del Estado Plurinacional de Bolivia.Derecho Municipal Concepto Concepto Normativo Concepto SociolgicoBy JORGE MACHICADOUD. est aqu:Derecho MunicipalContenido> Derecho Municipal Concepto y DefinicionGobierno Autnomo Municipal de La Paz. Calle Colon esquina Mercado, La Paz - Bolivia

Concepto Normativo.El Derecho Municipal es elconjunto de normas jurdicas y normas tcnico-administrativas y financieras que regulan las municipalidades[1]y el desenvolvimiento del municipio[2].Ese conjunto de normas jurdicas y financieras, son por ejemplo la Ley de Municipalidades o tambin las leyes que permiten imponer impuestos a las municipalidades.Las normas tcnico-administrativas son aquellas como las Ordenanzas y las Resoluciones promulgadas por las Municipalidades. Estas regulan el desenvolvimiento del Municipio.Este concepto de Derecho Municipal sigue a laTeora del Positivismo Jurdico: un municipio es lo que la ley dice lo que es.Por eso el Derecho Municipal es la rama del Derecho Publico que trata los procesos jurdicos que rigen la estructura y los fines del municipio. (Camacho-Siani, Nociones Sobre Derecho Municipal, Cochabamba, Bolivia: Kipus, 2010, pagina 15).

PrescripcinDerechoPenal

I.Concepto,fundamentoy naturaleza.

Aunque ni elCdigo Penalordinarioni el militar definen laprescripcin del delitoni de la pena, puede decirse que la prescripcin es una causa deextincinde laresponsabilidad criminalfundada en la accin del tiempo sobre los acontecimiento humanos (QUINTANO) o larenunciadelEstadoal ius punendi en razn a que el tiempo transcurrido borra losefectosde lainfracciny apenas si existe memoria social de la misma (DAZ ROCA).

En cuanto a sufundamento, ladoctrinavena sealando distintofundamentoa laprescripcin del delitoy a laprescripcin de la pena, pero realmente elfundamentoes nico: elprincipiodeseguridad jurdica, esto es, lanecesidadde que, pasado cierto tiempo, se elimine todaincertidumbrejurdica y la dificultad decastigara quien lleva mucho tiempo desarrollando vida honrada. Enrelacincon elfundamentode laprescripcin del delitoelTribunal Supremoha declarado que aqulla se apoya en razones subjetivas -cambio de lapersonalidaddeldelincuente-, razones objetivas -desaparicinde la alarma social y posiblemente de las pruebas-, y ticas yprcticas -el efecto destructor del tiempo y la necesariaseguridad jurdica-. Tal es ladoctrinade la Sala 2. en SS de 25 de mayo de 1974, 9 de junio de 1975 y 11 de junio de 1976.

En cuanto a su naturaleza, la prescripcin es unainstitucinde carcter sustantivo y noprocesal, si bien sureconocimientoprecisar, dado el carcter de necesariedad delproceso penal, de la actuacinprocesalprocedente. Este carcter sustantivo permite que la prescripcin pueda ser declaradade oficio(SS de 4 de diciembre de 1992, 4 de junio de 1993 y 23 de julio de 1993), sinnecesidaddealegacinde parte como esobligadoen elproceso civil.

II.Plazosde prescripcin.

Son distintos losplazosde laprescripcin del delitoy los de la pena. En el primer caso se extingue realmente laresponsabilidad penal; en el segundo caso, lo que se extingue es laejecucinde la pena que en su da fue decretada, por lo que, en realidad, estainstitucines un premio a la habilidad (QUINTANO), motivo por el cual esta prescripcin -la de la pena- ha sido ms combatida que la deldelito, y sta es la razn por la que losplazosson ms dilatados y las condiciones ms severas, llegando algunas legislaciones (Austria, Inglaterra) a prescindir de ellas.

1. De losdelitos.

Salvo eldelitodegenocidio, que esimprescriptible(art. 131.4), siguiendo con ello la pauta de normas jurdicasinternacionales, losdelitos tienen los siguientes tiempos de prescripcin:

- A los 20 aos cuando la pena mxima sealada seaprisinde quince o ms aos.

- A los 15, cuando la pena mxima sealada seainhabilitacinpor ms de diez aos, oprisinpor ms de diez y menos de quince aos.

- A los diez, cuando la pena mxima sealada seainhabilitacinpor ms de cinco y menos de diez aos.

- A los cinco, los restantesdelitos graves.

- A los tres, losdelitos menos graves.

- Losdelitos decalumniaeinjuriaprescriben al ao.

- Las faltas prescriben a los seis meses.

- Cuando la pena fuere compuesta, se estar a la que exija mayor tiempo para la prescripcin (art. 131).

Qu se entiende por pena sealada por la Ley? No lo especifica elCdigo Penal: si la prevista en abstracto para cadafigura delictiva, o si la que correspondera al grado deejecucin. Esta segundaposicines la mantenida por ladoctrinamayoritaria y lajurisprudencia(S. 2 de marzo de 1990), lo que evita lainjusticiade aplicar, por ejemplo, el mismo plazo de prescripcin al autor deldelito consumadoque alcmplicedel mismodelitoen grado detentativa. Por ello, aun cuando elpreceptoemplee la expresin pena mxima sealada por la Ley, hay que entender que se refiere al margen legal determinado por laconsumacino latentativa, la autora o lacomplicidad.

En cuanto alcmputode estosplazos, elCdigo Penalestablece que se computarn desde el da en que se cometi lainfraccinpunible. En los casos dedelito continuadoy permanente, talestrminos se computarn respectivamente desde el da en que se realiz la ltimainfracciny desde que se elimin la situacin ilcita (art. 132.1). El da en que se cometi lainfraccinpuniblees -segn ladoctrina- aquel en que se produjo elresultadoen losdelitosconsumados, y aquel en que concluy la actividad del sujeto en losdelitos noconsumados.

En cuanto a lainterrupcin de la prescripcindeldelitoel art. 132.2 seala que la prescripcin se interrumpir, quedando sin efecto el tiempo transcurrido, cuando elprocedimientose dirija contra elculpable, comenzando a correr de nuevo eltrminodesde que se paralice elprocedimientoo se termine sin condena. Porprocedimientodirigido contra elculpablehay que entenderprocedimiento judicialy no mera actuacin policial oactuacionesjudiciales meramenteformales (las llamadas providencias de relleno), sin que sea necesariadeclaracindeprocesamiento, bastando cualquieracto de instruccinde la causa incluido elacto de conciliacin(SS de la Sala 2. de 2 de mayo de 1963, 25 de mayo de 1977, 19 de marzo de 1993 y 1 de marzo de 1995).

Ahora bien, en cuanto a las paralizaciones delprocedimientola nueva norma del art. 132.2 recoge el criterio de lajurisprudenciade la Sala 2. en el sentido de que cadainterrupcinlegtimay eficaz delinstitutoprescriptivo hace nacer ex novo el plazo y, en consecuencia, no pueden adicionarse los distintos tramostemporales de inactividad de la causa (SS de 18 de marzo de 1993 y 18 de junio de 1994). Lainterrupcin, en consecuencia, no es tal, sino verdaderasuspensin.

2. De las penas.

Paralelamente a lo dicho en cuanto a laimprescriptibilidaddeldelitodegenocidio, tambin la pena porgenocidioesimprescriptible. Las dems penas, segn elartculo133 delCdigo Penalprescriben:

- A los 25 aos, las deprisinde quince o ms aos.

- A los 20, las deinhabilitacinpor ms de diez aos y las deprisinpor ms de diez y menos de quince.

- A los 15, las deinhabilitacinpor ms de seis y menos de diez aos y las deprisinpor ms de cinco y menos de diez aos.

- A los diez, las restante penas graves.

- A los cinco las penas menos graves.

- Al ao las penas leves.

Ladoctrinadominante estima que las penas a considerar no son las penas en abstracto sino las concretamente impuestas en el fallo (GUINARTE CABADA). Ms polmica es lacuestinde cul es el criterio a seguir en el caso de las penas compuestas, inclinndose la mayor parte de ladoctrinapor aplicar analgicamente la regla establecida para losdelitos prevista en el art. 131.1 (MORILLAS),lo que no deja de tener contradictores (MANZANARES).

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Aproximaciones

Elecciones y TaradosElecciones y TaradosDomingo, 05 de octubre de 2014 | 4:30 amComentar79Los peruanos no son estpidos. Ni en Cajamarca ni en San Juan de Lurigancho. Ni siquiera en San Isidro. Pero lamentar la ignorancia, la falta de memoria y hasta la estupidez del electorado peruano se ha vuelto una prctica comn. El rey de los lamentos es Aldo Maritegui, que saca del closet su concepto del electarado cada vez que se elige alguien que a l no le gusta (o sea, con frecuencia). Pero Maritegui no est solo. Y el desprecio hacia el electorado peruano no se limita a la derecha. Aunque sean ms sutiles, muchos comentarios progresistas sbre los que votan por candidatos que roban pero hacen obras revelan el mismo desdn. Despreciar al electorado es poco democrtico. Implica que algunos ciudadanos (casi siempre, de menores ingresos) no son competentes para votar el argumento utilizado en siglos pasados para justificar las restricciones al sufragio. Adems, es poco liberal. El liberalismo reconoce que siempre existirn diversos intereses y opiniones, y que estas diferencias son legtimas.Puedo no compartir las preferencias electorales de un conservador de Texas, pero al llamarlo tarado estoy diciendo que hay una opcin electoral objetivamente correcta (la ma), y que la de mi compatriota no es legtima. En vez de despreciar al electorado peruano, sera mejor estudiar por qu la gente vota como vota. Como no ha habido mucha investigacin sobre el comportamiento electoral peruano, sabemos muy poco. Sin embargo, hay algunas caractersticas del voto peruano que vale la pena sealar.Primero, el electorado peruano es diverso. Per es un pas heterogneo y bastante desigual, con grandes diferencias sociales, culturales, y regionales. Esa diversidad influye sobre el voto.La experiencia de crecer y vivir en Huancavelica, Ilave, Yurimaguas, o San Isidro genera distintas identidades, expectativas, e intereses, y, por supuesto, ideas polticas. Adems, varias investigaciones muestran que nuestras redes familiares y sociales la gente con quienes hablamos todos los das influyen mucho sobre el voto. Como el crculo social de un votante rural en Cajamarca es tan diferente que los de mis amigos de la PUCP o el de Madeleine Osterling, y como estos crculos no se cruzan nunca, no debe sorprender que sus preferencias y prioridades electorales son distintas tambin. Vivir en San Isidro y concluir que los ciudadanos de Cajamarca o Moquegua son tarados porque tienen preferencias electorales distintas sera, bueno, tarado.Otra caracterstica del Per contemporneo es la irracionalidad del voto programtico. Para muchos, el voto programtico votar por el candidato que propone implementar las polticas pblicas que uno quiere es lo ms racional e inteligente. Pero en el Per es casi imposible. El voto programtico requiere que el electorado (1) tiene informacin creble sobre las diferencias programticas entre los candidatos y (2) confa que el ganador cumplir con su programa.Estas condiciones no existen en el Per. Primero, hay demasiada incertidumbre. El votante peruano enfrenta un enorme cantidad de candidatos (16 en Puno, 19 en ncash). Casi todos son personalistas, sin partido o programa claro. Y como la mayora de los partidos son nuevos y nunca han gobernado, el electorado no sabe cmo gobernarn. Ante 19 candidatos sin trayectoria partidaria o programa coherente, el votante enfrenta mucha incertidumbre. Siente como si estuviera lanzando dardos en la oscuridad.Otro factor que mina al voto programtico es la desconfianza. Los peruanos no creen que los candidatos vayan a cumplir con sus programas. No porque sean desconfiados por naturaleza, sino por una razn muy sencilla: los candidatos no cumplen con sus programas. En las ltimas dcadas, la relacin entre lo dicho en campaa y lo hecho en el gobierno ha sido casi nula. Las polticas implementadas por los gobiernos de Belaunde (1980-85), Fujimori (1990-95), Garca (2006-11), y Humala tuvieron poco o nada que ver con sus promesas electorales. Para muchos peruanos, entonces, el voto programtico ha sido totalmente devaluado. La experiencia les ha enseado que el voto no sirve para cambiar las polticas del gobierno.Lo mismo ocurre con la corrupcin. Los candidatos que prometen hacer las cosas bien ya no son crebles. Por qu? Tal vez porque los ltimos tres presidentes de la Repblica han sido condenados (Fujimori) o denunciados (Garca, Toledo) por corrupcin y 22 de los 25 presidentes regionales actuales afrontan denuncias por corrupcin.La extrema desconfianza afecta al comportamiento electoral. Cuando los ciudadanos no creen que los candidatos vayan a cumplir con sus promesas, el voto programtico deja de ser racional. Por qu buscar al candidato con el mejor programa si ese programa no se va a cumplir? Sera intil. Sera irracional. En un contexto as, por qu no utilizar el voto para otros fines? Cambiarlo por algo (clientelismo)? Utilizarlo para expresarse o mandar un mensaje de frustracin (voto anti-sistema)? En vez de denigrar a los ciudadanos cuyo comportamiento electoral no entendemos, sera mejor tratar de entenderlos. Por ejemplo, en vez de contentarse con la floja explicacin mariateguista (el electarado), la derecha debera estudiar por qu un sector del electorado en el interior sigue votando por candidatos radicales antisistema. Segn Carlos Melndez, uno de los pocos que ha investigado el tema, el voto antisistema del interior es producto de la desconfianza generada por la experiencia de los ciudadanos con un estado dbil. Y si la izquierda quiere volver a ser viable en el Per, debera estudiar por qu los sectores populares urbanos la abandonaron y por qu votan (a veces masivamente) por el fujimorismo o por Castaeda. Explicaciones como el clientelismo de Fujimori o una cultura de robo pero hace no bastan. Son votantes cuyo nivel de vida mejor muchsimo en las ltimas dos dcadas, pero que sigue siendo vulnerable. Tener tanto que perder podra ser una fuente de conservadurismo bastante racional.Concuerdo, entonces, con Carlos Melndez: el votante peruano no es ni irracional ni estpido. La gente vota por muchas razones, basado en diversas identidades, intereses, y expectativas. Podemos no compartir las preferencias del electorado en Cajamarca, Puno, o San Isidro, pero negar la legitimidad de estas preferencias choca con los principios bsicos de la democracia.79Registrarse y/o Iniciar Sesin+ Siga la conversacinCompartirPublicar comentarioMs nuevos|Ms antiguos|Comentarios Populares

Jhon Silva2 hace dasTotalmente de acuerdo, es una triste realidad que debe servir para reflexionar.DenunciarCompartirMe gustaResponder

Ruben Roberto2 hace dasConsidero pertinente las colocaciones, Principalmente cuando se tiene la oportunidad de vivir y conocer la realidad de parte de las regiones, departamentos, cuidades tan heterogeneas de nuestro Per.DenunciarCompartirMe gustaResponder

Feduardo_s2 hace dasInteresante pero finalmente ambiguo; es ms, un comentario en trminos generales tibio por principio es obvio q cualquier voto como tambin la opinin de cualquier persona es vlido y ms an si se realiza en un marco democrtico; pero el tema va ms all de q sea legtimo, ya q hay situaciones en la historia de una comunidad q al final la definen, estas decisiones colectivas a veces pueden ser positivas como tambin negativas para su desarrollo. As q pretender soslayar la decisin de una mayora q puede estar equivocada, mal encaminada, manipulada, en un estado paranoico antisistmico, en fin justificar un error colectivo simplemente por su legitimidad democrtica, en mi opinin es un intento ridculo de minimizar la terrible realidad poltica q sucede en nuestro pas y fundamentalmente dejar al margen el dficit educativo q merma la capacidad de discernimiento q mantiene vulnerable a los ciudadanos postergados por el estado. Yo veo q cada da nuestra sociedad est perdiendo calidad moral, la corrupcin se puede comparar como un cncer y lo peor es q convivimos con esto como si fuera lo ms natural del mundo, hasta el punto de aceptar y defender a los facinerosos. Despreciar al electorado? No!, pero tampoco se puede decir q un voto es infalible por ser legtimo, y q esto signifique estar exento de crticas.