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Derecho Viejo Página 1 “DERECHO VIEJO” a la evolución destino de hombre Año 8 Nº 96 Un periódico para leer Noviembre 2009 “GLORIA DEI, HOMO VIVENS” (LA GLORIA DE DIOS ES EL HOMBRE VIVIENTE) Lejos del mundo. Cerca de los hombres Dios es y ama, por eso yo soy ¿Quién se acordará de nosotros dentro de cien años? Nuestra vida en Cristo consiste en recibir y en dar. Recibimos de Dios en el Espíritu, y en el mismo espíritu damos nuestro amor a Dios por medio de nuestros hermanos. Si tengo en mí esta vida divina, ¿qué me importan las eventualidades de la pena y del placer, la esperanza y el miedo, la alegría y el dolor? No son mi vida, y apenas tienen que ver con ella. Las cosas exteriores van y vienen, vienen y van, pero ¿por qué habrían de perturbarme? ¿Por qué va a entusiasmarme la alegría o va a abatirme la pena? ¿Por qué va a deleitarme el éxito, o a deprimirme el fracaso? ¿Por qué va a atraerme la vida o repelerme la muerte, si vivo sólo en la vida que está dentro de mí por el don de Dios? ¿Por qué voy a angustiarme por la pérdida de una vida corporal (que inevitablemente tengo que perder) mientras poseo una vida y una identidad espiritual que no se pueden perder en contra de mi deseo? ¿Por qué voy a tener miedo a dejar de ser lo que no soy, cuando ya me he hecho algo de lo que soy? La cosa más fácil del mundo es poseer esta vida y esta alegría; lo único que hay que hacer es creer y amar, y sin embargo las personas malgastan sus vidas en terribles trabajos, dificultades y sacrificios para obtener cosas que hacen imposible la vida real. El conocimiento existencial de la bondad de Dios sólo es posible cuando experimentamos la bondad de Dios en Dios mismo, es decir, así como Él la “experimenta”. Por lo tanto, nuestra experiencia de su bondad es una experiencia de libertad infinita, de entrega infinita, de infinito despojamiento. En nuestro caso, se halla sin embargo investida con una modalidad que diferencia este amor tal como está en nosotros y como está en Él. En Él, el amor es experimentado como dado con infinita libertad. En nosotros, es experimentado como recibido en los brazos de nuestra finita y contingente libertad. Pero esta modalidad, este sentido de recibir es tremendamente importante. Pues no existe experiencia plena y total de Dios que no sea al mismo tiempo un ejercicio de libertad (de espontaneidad) fundamental del hombre y de la misericordia de Dios. Es un libre consentimiento en un acto de dar y recibir mutuo que tiene lugar entre dos voluntades, dos “personas”, (por cierto, en la expansión cristiana plena de esta experiencia hay una captación de las tres divinas Personas, diferentes en sus personalidades, cada una comunicándonos ese Amor infinito que es la divina Naturaleza) finita e infinita. Finalmente, el único camino en que posiblemente podemos recibir la plenitud del amor divino está en imitar su acto de dar rindiéndonos completamente a su amor. Todos estos elementos ingresan a la mismísima naturaleza de la sapientia, la sabiduría suprema que es una experiencia de Dios, una comunión existencial en su propia vida íntima, que es el Amor en sí. Textos: Thomas Merton A todo esto quería llegar Dios, para que allí lo encontráramos. Todo desierto, todo vacío de nuestra existencia, nuestra pobreza y debilidad, nuestra enfermedad, la clausura y estrechez y tiniebla, nuestro vivir en un callejón sin salida, cercado por la muerte, están ahora fundamentalmente llenos de su verdad y de su vida, de la libertad auténtica, de su grandeza y poder. Ya no tenemos necesidad de buscar a Dios en su inalcanzable alteridad. Está aquí, donde estamos nosotros. Nos mira en todo y desde todo. Lleva con nosotros el peso, ha gustado nuestra amargura, ha andado nuestro camino, nos sale al encuentro en los hermanos y hermanas de nuestro linaje. Nos resistimos a soportar que la victoria redentora de la gracia de Dios se encierre en nuestra debilidad, dando así máximo testimonio de nuestra indigencia. Hubiéramos querido, sí, la encarnación de Dios, pero una encarnación que nos hubiera hecho escapar de nuestra insoportable condición. Y ahora resulta que la existencia cristiana es precisamente vocación al escándalo que supone su venida a nuestra carne, que no obtiene su gloria sino por el anonadamiento hasta la cruz. Karl Rahner “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean Uno, como nosotros somos Uno”. Jn 17,22 “He manifestado tu nombre a los que me diste, sacándolos del mundo. Eran tuyos y tú me los diste, ellos han observado tu palabra”. Jn 17,6

DERECHO VIEJO.96 noviembre 2009 VIEJO 2009 PDF/derecho...Karl Rahner “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean Uno, como nosotros somos Uno”. Jn 17,22 “He manifestado

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“Derecho Viejo” Página 1

“DERECHO VIEJO”a la evolución destino de hombre

Año 8 Nº 96 Un periódico para leer Noviembre 2009

“GLORIA DEI, HOMO VIVENS” (LA GLORIA DE DIOS ES EL HOMBRE VIVIENTE)

Lejos del mundo. Cerca de los hombres

Dios es y ama, por eso yo soy

¿Quién se acordará de nosotros dentro de cien años?

Nuestra vida en Cristo consiste en recibir y en dar.Recibimos de Dios en el Espíritu, y en el mismo espíritu

damos nuestro amor a Dios por medio de nuestroshermanos. Si tengo en mí esta vida divina, ¿qué me importan

las eventualidades de la pena y del placer, la esperanzay el miedo, la alegría y el dolor?

No son mi vida, y apenas tienen que ver con ella.Las cosas exteriores van y vienen, vienen y van,

pero ¿por qué habrían de perturbarme? ¿Por qué va aentusiasmarme la alegría o va a abatirme la pena?

¿Por qué va a deleitarme el éxito, o a deprimirme el fracaso?¿Por qué va a atraerme la vida o repelerme la muerte, si vivo

sólo en la vida que está dentro de mí por el don de Dios?¿Por qué voy a angustiarme por la pérdida de una vida

corporal (que inevitablemente tengo que perder) mientrasposeo una vida y una identidad espiritual que no se puedenperder en contra de mi deseo? ¿Por qué voy a tener miedo

a dejar de ser lo que no soy,cuando ya me he hecho algo de lo que soy?

La cosa más fácil del mundo es poseer esta vida y estaalegría; lo único que hay que hacer es creer y amar,

y sin embargo las personas malgastan sus vidasen terribles trabajos, dificultades y sacrificios paraobtener cosas que hacen imposible la vida real.

El conocimiento existencial de la bondad de Dios sólo es posible cuandoexperimentamos la bondad de Dios en Dios mismo, es decir, así como

Él la “experimenta”. Por lo tanto, nuestra experiencia de su bondad es unaexperiencia de libertad infinita, de entrega infinita,

de infinito despojamiento. En nuestro caso, se halla sin embargoinvestida con una modalidad que diferencia este amor

tal como está en nosotros y como está en Él. En Él, el amor es experimentado como dado con infinita libertad.

En nosotros, es experimentado como recibido en los brazos de nuestrafinita y contingente libertad. Pero esta modalidad, este sentido de recibir es

tremendamente importante. Pues no existe experiencia plena y totalde Dios que no sea al mismo tiempo un ejercicio de libertad

(de espontaneidad) fundamental del hombre y de la misericordia de Dios. Es un libre consentimiento en un acto de dar y recibir mutuo que tienelugar entre dos voluntades, dos “personas”, (por cierto, en la expansióncristiana plena de esta experiencia hay una captación de las tres divinas

Personas, diferentes en sus personalidades, cada una comunicándonos eseAmor infinito que es la divina Naturaleza) finita e infinita.

Finalmente, el único camino en que posiblemente podemos recibirla plenitud del amor divino está en imitar su acto de dar

rindiéndonos completamente a su amor.Todos estos elementos ingresan a la mismísima naturaleza de la sapientia,

la sabiduría suprema que es una experiencia de Dios, una comuniónexistencial en su propia vida íntima, que es el Amor en sí.

Textos: Thomas Merton

A todo esto quería llegar Dios, para que allí loencontráramos. Todo desierto, todo vacío de nuestraexistencia, nuestra pobreza y debilidad, nuestra enfermedad,la clausura y estrechez y tiniebla, nuestro vivir en un callejónsin salida, cercado por la muerte, están ahorafundamentalmente llenos de su verdad y de su vida, de lalibertad auténtica, de su grandeza y poder. Ya no tenemosnecesidad de buscar a Dios en su inalcanzable alteridad.Está aquí, donde estamos nosotros. Nos mira en todo ydesde todo. Lleva con nosotros el peso, ha gustado nuestraamargura, ha andado nuestro camino, nos sale al encuentroen los hermanos y hermanas de nuestro linaje.Nos resistimos a soportar que la victoria redentora de lagracia de Dios se encierre en nuestra debilidad, dando asímáximo testimonio de nuestra indigencia. Hubiéramosquerido, sí, la encarnación de Dios, pero una encarnaciónque nos hubiera hecho escapar de nuestra insoportablecondición. Y ahora resulta que la existencia cristiana esprecisamente vocación al escándalo que supone su venidaa nuestra carne, que no obtiene su gloria sino por elanonadamiento hasta la cruz.

Karl Rahner

“Yo les he dado

la gloria que tú

me diste,

para que sean Uno,

como nosotros

somos Uno”.

Jn 17,22

“He manifestado tunombre a los que

me diste,sacándolos del

mundo. Eran tuyosy tú me los diste,

ellos han observadotu palabra”.

Jn 17,6

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“Derecho Viejo”Página 2 Pensamiento

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Diseño y DiagramaciónDerecho Viejo

Dirección y CorrespondenciaAlmafuerte 2629 (CP. 1712) Castelar

Prov. Buenos Aires - ArgentinaTel: 4627-8486 / 4629-6086

E-mail: [email protected]@yahoo.com.ar

Sitio Web:www.derecho-viejo.com.ar

Directores:Dr. Camilo Guerra

Dr. Sebastián Guerra

Secretario de RedacciónProf. Lic. Federico Guerra

Colaboran en este númeroMons. Raúl R. Trotz

Padre Julio, omvAlberto Luis PonzoHno. Manolo Pliego

En Capital Federal

Librería Claretiana- Lima 1360 - Rodriguez Peña 898 - Aráoz 2968Librería Marista - Callao 224Librería Patria Grande - Rivadavia 6369Librería La Guadalupita - Av. Avellaneda 3918Cobla Electricidad - Av. Nazca 2732Maxikiosco - Lacarra 808Centro Médico Versalles - Juan B. Justo 9350El Jardín de los Ángeles - Av. Corrientes 1680 1º PisoDietética Alice - Balbín 3715Librería y juguetería Chon - Av. Alvarez Jonte 4692Editorial Dunken - Ayacucho 357Consultorio Odontológico - Roosevelt 2973 1º DDietética Noemí - Cramer 3565

En Gran Buenos Aires

En estas direcciones puede retirar «Derecho Viejo»

Zona NorteAcassuso:

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Pilar:S. Fernando:

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Bonafide - Manzone 817Vivero Sunny - Frente a la plaza de Ing. MaschwitzBiblioteca Popular de Olivos - Maipú 2901Masajes Terapéuticos - Tucumán 669Librería Claretiana - Constitución 938La dietética de San Isidro - Cosme Beccar 229

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Fcio. Varela:La Plata:

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V. Domínico:

Ortopedia Héctor Cazorla - Calle 101 Nº 588Tienda y Mercería Hilda - Calle 55, e/ 158 y 159Bibliot. D. F. Sarmiento - España esq. BoccussiLibrería Claretiana - Calle 51 Nº 819Librería Claretiana - H. Yrigoyen 8833Santería de Schoenstatt - José Hernández 251Taller de Creaciones Populares - Av. Calchaquí 1027Dietética Olga - Ricardo Balbín 612Almacén Jorge - Oyuela 701

Zona OesteCaseros:Castelar:

F. Alvarez:Hurlingham:

Lib. La cueva - Av. San Martín 2651Cobla Electricidad - Av. Arias 3437Lib. La Recova - M. Irigoyen 430Video Time - Almafuerte 2411Nva. Lib. Alemana - Bmé. Mitre 2466Lib. La cueva - I. Arias 2354Merc. y Lencería Zoe - Sta. Rosa 2011Lib. Castelar - Av. I. Arias 2378Kiosko Betty - Salcedo 2099Maxikiosco El Zurdo - Sanabria y Puerto RicoDietética La Pradera - Jauretche 943Regalería Alimey - Jauretche 1490Cobla Electricidad - Av. Roca 845

Mar del PlataJosé Cupertino - Catamarca 1645Librería “Don Bosco”- Belgrano 4802

NeuquénMorgana Libros - Av. Arrayanes 262, Loc. 8 - Villa La Angostura

En el interior del país

Ituzaingó:

L. del Mirador:Luján:

Merlo:Moreno:

Morón:

R. Castillo:Ramos Mejía:

S. A. de Padua:

San Justo:San Miguel:

V. Ballester:

Lib. Santa Teresita - Zufriategui 830,loc. 2, Gal Centenario

Dietética Los Girasoles - Soler 54Dietética A tu Gusto . Zufriategui 996Casa López - Av. San Martín 3566Kiosco Marianito - Lorenzo Casei

esq. MontevideoParque Gas - Av. San Martín 2435Librería Hadas - Asconape 139Librería Claretiana - San Martín 379Almacén El Barquito - Belgrano 308Librería Nuevo Mundo - Brown 1482Casa Franceschino - Bme. Mitre 822Farmacia Hualfin - Hualfin 2063Cent. Yoga Shamballa - Pueyrredón 56Dietética Hogar Verde - Pueyrredón 54Eva Decoraciones - Av. de Mayo 2143Cons.Odontológico Dr. Jorge Merlo -

Lambaré esq. LimayElectricidad Padua - Belgrano 295Kiosco Hortensia - Lambaré 1630Librería Sin orillas - Noguera 311 Loc 4Farmacia Comastri - Zárate 260Atelier Iluminación - Noguera 265Librería Claretiana - Ignacio Arieta 3045Librería S. Francisco - Sarmiento 1468Mercería Sra. Almelinda - Belgrano 482Papelería Com. Fabi - Lamadrid 1793

Zona Oeste

ChivilcoyLibros Adagio - Av. Soarez 80

TandilCobla Electricidad - Tel.: 022-93-453311 -Av. Del Valle esq.

Lisandro de la TorrePeluquería “La casita de Any” - Constitución 912Panadería “El Molino” - Sarmiento 933Ferretería “La Escondida” - Gral Paz 55

Ya no hay dónde, ni hay cuándoLa dificultad comienza cuando nos conscientizamos reali-

zando una ilusión de separatividad en la cual yo me consideroseparado de todos los demás y de todo lo demás que percibo.

Esa conscientización ¿cómo se produce? ¿En qué formaes inducida? Desde nuestro nivel actual no hay respuesta.En un momento no estaba y en otro está.

No hay sucesión de puntos perceptibles. No hay camino.La mente quiere controlar y dirigir la experiencia y trata

de intelectualizarla. Pero yo no soy la mente. Percibo y co-nozco sin la mente. La mente no es instrumento de conoci-miento sino que funciona como ordenador de conocimientos.

¿Cómo salimos de esa ilusión de separatividad?Primero y principal, no identificándonos con la mente, y

posteriormente desaferrándonos de la concepción de tiem-po y espacio, que son categorías subsidiarias de nuestraidentificación con la mente.

Tiempo y espacio no son categorías reales; para desen-mascararlas tenemos que negarlas desde su raíz.

El tiempo se percibe en triple forma, opcional a veces yotras no (pasado, presente y futuro).

Los pensamientos de pasado y de futuro nos atosigan per-manente y sistemáticamente, impidiéndonos ser conscien-tes del presente.

Negar la existencia del futuro es relativamente fácil, locual implicaría nada más ni nada menos que arrancar deraíz toda la problemática derivada del temor, originada siem-pre al imaginar el futuro.

No se da la misma facilidad para poder negar la existenciadel pasado. Podemos decir en el mejor de los avances que“el pasado no existe, pero sí existió”, lo cual no nos sacade la categoría del tiempo, sino que agrega la convalidacióndefinitiva de su vigencia.

A la mente no le importan las pérdidas parciales; perder elfuturo es perder una batalla, mantener la vigencia del pasa-do (“aceptar que existió”), es ganar la guerra.

Para poder conscientizar que el pasado no existió, necesitamosinevitablemente el apoyo del Ser (“Sin mí no pueden hacer nada”).

La energía debe ser recuperada en todas sus formas, pér-didas y fugas. Con la totalidad de la energía podremosconscientizar primero y luego permanecer en el presente,sin ingerencia alguna de pasado y futuro.

Todo lo descripto supone el vaciamiento definitivo y totalde lo almacenado en la memoria (lo que la mente considerabueno y lo que la mente considera malo), como así tambiénel vaciamiento de la conceptualización, de los hábitos, ten-dencias, obsesiones, recuerdos, temores, deseos; y juntocon esto también desaparecen proyectos y proyecciones.

Y cae todo el mundo “conocido”, con nuestro yo in-cluido.

Terminamos por fin con nuestra vida personal. Esto noscatapulta al vacío total; sin tiempo y sin espacio, negandosistemáticamente lo que la mente pretende que convalidemos,y todo esto sin tener desarrollados todavía nuestros órga-nos de percepción interna. ¿Difícil, no?

“El Hijo del hombre no tiene dónde apoyar la cabeza”.Siempre, inevitablemente esta percepción (igual que las

otras en campo espiritual) se da por apocalipsis interno;vale decir por dolor, vale decir por destrucción, vale decirpor arrasamiento; no necesariamente por sufrimiento, inva-riablemente por dolor.

La mente “piquetea”, pero ya está desalojada; sus princi-pales aliados: tiempo, espacio, búsqueda y juzgamiento fue-ron desenmascarados.

Ya no hay dónde ni hay cuándo.

EDITORIAL

Escribe: Camilo Guerra

El amor es lo desconocido. Puede serrealizado solamente cuando hemos com-prendido y trascendido lo que conocemos.Sólo cuando la mente está libre de lo co-nocido, sólo entonces puede haber amor.De modo que debemos abordar el amornegativamente, no positivamente.

¿Qué es el amor para la mayoría denosotros? Cuando amamos, hay en elloafán posesivo, dominio o sumisión. Deesta posesión surgen los celos y el miedoa la pérdida, por lo cual legalizamos esteinstinto posesivo. Del afán posesivo y suscelos, resultan los innumerables conflic-tos con los que cada uno de nosotros estátan familiarizado. El instinto posesivo noes, entonces, amor. El amor tampoco esuna cuestión sentimental. Lo meramentesentimental, emocional, excluye el amor. Lasensibilidad emocional es mera sensación.

Únicamente el amor puede transfor-mar la demencia, la confusión y el con-flicto. Ningún sistema, ninguna teoría deizquierda o de derecha puede traer paz yfelicidad al hombre. Donde hay amor nohay espíritu posesivo, no hay envidia; haypiedad y compasión (no en teoría sino dehecho) por nuestra esposa, por nuestroshijos, por nuestros colaboradores. Sólo elamor es capaz de generar compasión y be-lleza, orden y paz. El amor con su compa-sión, existe cuando el yo deja de existir.

El amor no es un deber. Cuando hayamor, no hay “deberes”. Cuando uno amaa su esposa, lo comparte todo con ella, supropiedad, sus dificultades, su ansiedad,su alegría. Uno no ejerce dominio. Unono es el hombre y ella la mujer para serusada y descartada, una especie de má-quina engendradora, destinada a dar con-tinuidad al apellido del hombre. Cuandohay amor la palabra “deber” desaparece.El hombre cuyo corazón carece de amores el que habla de derechos y de deberes.Las reglamentaciones se vuelven más im-portantes que la calidez del afecto. Cuandohay amor el problema es simple. Cuan-do no hay amor el problema se vuelvecomplejo.

El amor segúnKrishnamurti

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TALLERES DE DESPROGRAMACIÓN YORDENAMIENTO(LIBRES Y GRATUITOS)

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Todos los Sábadosde 8 a 12

Por AM 750:Radio del Pueblo

5272-2247www.

amradiodelpueblo.com.ar

Todos los Domingosde 9 a 13

Por FM 102.7:Radio GBA de Morón

4489-0468www. fmgba.com.ar

IDEA Y CONDUCCIÓN: CAMILO GUERRA

Todos los Domingosde 9 a 13

4803-4434 Int. 120www. amlamarea.com.ar

"DERECHO VIEJO"

CastelarProvincia de Bs. As.

Almafuerte 2682

Ciudad Autónomade Buenos Aires

Corrientes 1680 1º Piso

Lunes de 14 a 16 hs.Sábados 14 a 16 hs.

Sábados de 17 a 19 hs.

¿Qué cosas incluye la meditación?La primera es vaciar la mente por

completo de todo lo que ha conocido; lasegunda, una energía no dirigida, no con-trolada. Luego, la meditación requiere lamás elevada clase de orden, orden en elsentido de una completa terminación deldesorden generado por la contradicción,y una condición de flexibilidad de la men-te. Debemos descartar en absoluto la ideade practicar un método. El interrogantefundamental es si la mente, que incluye elcorazón, el cerebro y todo el organismofísico, puede vivir sin distorsión ni com-pulsión alguna y, por lo tanto, sin ningúnesfuerzo. Por favor, plantéese el interrogantea sí mismo. Todo esto es meditación.

Nuestras mentes están distorsionadas;han sido moldeadas por la cultura en quevivimos, por las estructuras religiosas yeconómicas, por el alimento que ingeri-mos, etcétera. A la mente se le da unaforma definida, se la condiciona, y esecondicionamiento es una distorsión.Sólo cuando no hay tal distorsión, unamente puede ver de manera completa,con claridad, pureza e inocencia. El pri-mer paso es la capacidad de mirar –el artede escuchar–, de mirar sin distorsión al-guna, lo cual quiere decir que la mente hade estar absolutamente quieta, sin un solomovimiento. ¿Puede la mente que se hallaen constante movimiento estar completay absolutamente silenciosa, sin ningún mo-

vimiento, sin método alguno, sistema,práctica ni control de ninguna clase quese imagine?

La mente debe vaciarse a sí mismade todo el pasado para volverse altamen-te sensible, y no puede ser sensible siexiste la carga del pasado. Es sólo lamente que ha comprendido todo esto laque puede formular la pregunta. Y cuan-do formula la pregunta no obtiene res-puesta no obtiene una respuesta, porqueno hay respuesta. La mente se ha vueltoaltamente sensible y, por lo tanto,supremamente inteligente, y la inteligen-cia no tiene respuestas. Es, en sí misma,la respuesta. El observador no tiene cabi-da porque la inteligencia es lo supremo.

Entonces la mente ya no busca más,ya no desea tener experiencias más eleva-das y, por consiguiente, no ejerce la ca-pacidad de control. Vea la belleza de ello,señor. Debido a que es inteligente, la menteno controla. Opera, trabaja. Por lo tanto,en la acción misma de la inteligencia des-aparece el estado dual. Todo esto es me-ditación. Es como una nube que comien-za en la cima de un cerro con unas cuan-tas nubes pequeñas y, a medida que se vamoviendo, cubre todo el cielo, el valle, lasmontañas, los ríos, los seres humanos, latierra; lo cubre todo. Eso es la medita-ción, porque la meditación concierne atodo el vivir, no sólo a una parte.

Sólo entonces puede la mente estarquieta, sin un solo movimiento, y no mien-tras dura ese instante, porque ese instanteno tiene duración, no pertenece al tiem-po. El tiempo existe solamente cuando estáel observador que experimenta ese silen-cio y dice: “Quiero tener más”. Por lo tan-to, ese instante de absoluto silencio e in-

movilidad, por nopertenecer al tiem-po, no tiene pasa-do ni futuro. Enconsecuencia, esainmovilidad, esaquietud absolutaestá más allá detodo pensamiento.Y ese instante, porser intemporal, eseterno.

Una mente libre de toda distorsión es,de hecho, la verdadera mente religiosa,no una mente que va al templo o que leelos libros sagrados o que repite rituales,por bellos que puedan ser, no una men-te repleta de imágenes que se le han im-puesto o que ha creado por si misma.

El vivir no está separado del apren-der, y en esto hay una gran belleza. Por-que, después de todo, el amor es eso. Elamor es compasión, pasión, pasión portodo. Cuando hay amor no existe el ob-servador, no hay dualidad, la dualidad del“tú” que me amas “a mí” y del “yo” quete amo “a ti”. Sólo hay amor, ya sea amorpor uno solo o por mil; sólo existe el amor.

Cuando hay amor, usted no puedeobrar mal, haga lo que haga. Pero noso-tros tratamos de hacerlo todo sin amor –viajes a la luna, los maravillosos descu-brimientos científicos– y, por lo tanto, todosale mal. O sea, que cuando la mente noestá dividida en sí misma como uno queobserva y lo observado, sólo entoncesexiste esa cualidad del amor. Cuando us-ted tiene eso, eso es lo Supremo.

Extraído de “Encuentro con la vida”

La meditación y el instante intemporal

Krishnamurti

En una larga caminata es bueno, a veces imprescindible, vol-ver la mirada atrás, para apreciar la dimensión, el sentido y lavaloración del trayecto en su totalidad.

Después de muchas travesías, externas e internas, como na-vegante de la vida, expreso mi comprensión acerca del sentidode mi viaje y del anhelo más profundo que animó la aventura depreguntar y de conocer mi propia esencia y condición.

Es decir, respondo desde mi experiencia y estilo qué significaser humano. Qué, habla de fundamento, de esencialidad.

Significa, remite a sentido interpretativo, supone contextosvalorativos, percepción según marcos culturales.

“Ser”, implica identidad específica, substancialidad, soporte estable de condicio-namientos cambiantes.

“Humano”, señala cualidad expresiva, manifestación única, diferenciada, de un pro-ceso evolutivo.

“¿Qué significa ser humano? y “¿Quién soy?” son dos preguntas básicas que no serefieren a lo mismo. Una alude a la unidad bio-psico-social comprometida con unproceso de transformación cultural. La otra, cala en la metafísica.

Entre ambas formulaciones, la Vedanta jerarquiza un solo cuestionamiento: ¿Quiénsoy? y una sola respuesta se escucha en todo el universo expansivo, idiomas y maes-tros liberadores: “Tat Twan Asi”, “Tú eres Aquello”.

“Es la mente la que tiene pensamientos y sentimientos, no Yo. Nacimiento, creci-miento, decaimiento y muerte pertenecen al cuerpo y no a Mí”.

“No soy el cuerpo, no tengo cuerpo. No soy la mente, no tengo mente. No soy elhacedor, no soy el gozador. Soy pura consciencia que no conoce disolución”.

“Eso que brilla antes y después de cada pensamiento y sentimiento en mi Yo, cons-ciencia sin objeto”.

“El mundo brilla por Mi luz, si no, nada es. Soy la luz en la percepción del mundo.Brillo también como una bendición en el sueño profundo y cuando el objeto deseado esalcanzado”. El gran secreto radica entonces en investigar el espacio entre dos pensa-mientos, entre dos preguntas. Asumir ese vacío elocuente y sabio, que nos conectacon el fin de todas las preguntas y nos permite vivir la experiencia última, aquella quemanumisa todas las ilusiones, aquella que permite descubrir nuestra verdadera identi-dad, beato fin del sufrimiento inútil.

Reverencia por la vida, porque ella nos permite indagar por nuestra identidad ydestino, porque nos ofrece, por “serendipidad”, la ocasión de acceder a hallazgosvaliosos imprevistos en sus tesoros infinitos de luz, de vida cada vez más abundante.

Ser humano es el valor diferencial que pone la consciencia que pregunta por supropia identidad, sabedora precoz de la muerte física irreparable, y simultáneamente,intuición y anhelo superior de más luz, conocimiento e inmortalidad.

Reverencia por la vida que nos permite celebrar, en la espiritualidad cotidiana, lassiete respuestas a la búsqueda de identidad: alegría, conciencia, gratitud, libertad, rena-cimiento, paz y servicio.

Cuando falta, en individuos o grupos, aldeas y regiones, una sola de estas realiza-ciones, podríamos asegurar, sin temor a equivocarnos, que el proyecto humano estáen ciernes, en sombra, que todavía no ha llegado a exteriorizarse plenamente en toda lagrandeza, armonía y belleza del espíritu ordenador que nos constituye y a la vez nosasegura que encontraremos, oportunamente, lo que nunca perdimos. Cuando falta unasola de estas realizaciones está ausente y, en cambio, se encuentran, dolorosamentepresentes, sus polaridades, la pregunta por el ser humano nos llena de temor, vergüen-za compartida y desconsuelo.

Es entonces cuando surge otra pregunta: ¿Quién tuvo la ilusión?La Vedanta, desde hace 10.000 años, insiste: “Nadie ha soñado y jamás hubo un

estado de sueño. Tú eres Aquello”.Alegría, conciencia, gratitud, libertad, renacimiento, paz y servicio constituyen los

pilares del templo interno, desde donde todo ser humano, como única aspiración,siente el impulso elevado e incontrolable, de reverenciar la vida.

F. Franck, J. Roze y R. Connolly Extraído de “¿Qué significa ser humano?”

¿Qué significa ser humano?

PorEnrique Mariscal

Despertando

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“Derecho Viejo”Página 4

Tetis era una diosa marina, que en tiem-pos remotos había estado casada con elpoderoso Okéanos, titán del mar. Juntosconcibieron ríos, arroyos y fuentes. Perocuando el joven Zeus derrotó a los titanes,Okéanos fue uno de los tantos que caye-ron prisioneros y fueron encerrados en elcentro de la Tierra. Desde ese entonces,Tetis estuvo sola en el enorme océano,disfrutando por su belleza de los avancesamorosos de varios dioses.

Sucedió que, en una oca-sión, Zeus y Poseidón comen-zaron a discutir por el derechode cortejar a Tetis. Como nin-guno de los dos quería renun-ciar a ella, pero tampoco que-rían llegar a pelear abiertamen-te, decidieron buscar un árbi-tro que declarase cuál de ellosera el más digno de la atenciónde la diosa.

Zeus designó entonces al ti-tán Prometeo como árbitro.Ésta fue una sabia decisión, por-que Prometeo podía ver el fu-turo, y advirtió a ambos con-tendientes: “Antes de declararal vencedor, tengo que revelar-les lo siguiente: sepan que el pri-mer hijo que tenga Tetis, serávarias veces más fuerte que supadre y lo eclipsará en gloria”.

Al oír esta advertencia,Poseidón se retiró deseándolemucha suerte a Zeus con sunueva conquista. Y Zeus, a suvez, que tampoco quería tener un hijoque pudiese quitarle el trono, decidiócasar a Tetis con un mortal, porque siotro inmortal yacía con ella, su tronoseguiría corriendo igual peligro. Un niñomortal, en cambio, por más fuerte que fue-se, seguiría siendo un mortal.

Nuevamente consultó Zeus a Prometeoacerca de quién era el hombre mortal másdigno de desposar a la titánide. Prometeole contestó: “De todos los hombres deesta época, no hay nadie más noble que elpríncipe Peleo”.

El inmortal aceptó la propuesta, y en-vió a un dios mensajero para que dijera aPeleo que, como recompensa "por habercomplacido a los dioses con heroicas ha-zañas", el rey Zeus le otorgaba la mano dela diosa Tetis en matrimonio.

Pero Tetis no quería ser esposa deun mortal. Protestó y protestó anteZeus, pero nada de lo que dijo conven-ció al rey de los dioses. Así que final-mente decidió escapar.

A su vez, Peleo no sabía qué hacer:rechazar a Tetis sería casi un desafío di-recto a Zeus, cosa que ningún mortal cuer-do deseaba. Pero aceptar a Tetis tambiénparecía imposible, porque, al ser una dio-sa, Tetis podía esconderse en lugares im-posibles de encontrar para un mortal.

Así que Peleo decidió pedirle ayuda asu bisabuelo y maestro, el centauroQuirón. Luego de consultarlo con los dio-ses, Quirón le dijo que Tetis solía dormiruna breve siesta al atardecer, en una cue-va escondida en las costas del mediterrá-neo. Pero aún cuando supiese dónde en-contrarla, todavía debía superar un últi-mo desafío:

“La diosa cambiará de forma para asus-tarte. Una vez que la encuentres, abrázalay no la sueltes, sin importar qué formas

El héroe y la diosa del mar

Peleo, a pesar de estar ausenteen la Ilíada de Homero (el relato so-bre la guerra de Troya), juega un pa-pel importante en la escena más con-movedora y profunda del poema:cuando Príamo, rey de Troya, le su-plica a Aquiles que le devuelva el ca-dáver de su hijo Héctor para darle unfuneral digno. El aguerrido Aquiles,viendo a este hombre de rodillas llo-rando por su hijo, recuerda a su pro-pio padre Peleo, al que seguramenteno volverá a ver, y rompe también enllanto. Héroe y rey, hijo sin padre ypadre sin hijo, se reconocen igualesen la tragedia de la vida. Es aquí don-de termina la proverbial ira de Aquiles.

Respecto a Tetis, hay dos perso-najes con ese nombre en la mitologíagriega: Thetys la antigua titánide delmar; y Tetis, una ninfa hija de Nereo,el llamado "Viejo del mar". Ambas hansido identificadas por diversos auto-res como la madre de Aquiles.

Pasemos entonces a una de lastantas interpretaciones de este cortomito. El corazón de esta historia es laescena en que Peleo debe abrazar aTetis y no soltarla. Esta historia po-demos encontrarla maravillosamentenarrada por Ovidio en su obra "Las

No existe ciudad que sea tan salvaje ni de idioma tan extrañoque no conozca la fama del héroe Peleo.

Píndaro, Odas Istmicas -6.25

tome. No tengas miedo de sus ilusiones ypersevera, porque si la sueltas, volverá alfondo del océano y no volverás a verlanunca más”.

Tal y como Quirón le había dicho, Pe-leo encontró a Tetis durmiendo plácida-mente en su cueva. Al verla, todo miedopasado desapareció de su espíritu. La diosaresplandecía con el brillo de los inmorta-les, su largo cabello rubio ondulante comoel agua, y su rostro dormido reflejaba todala calma y serenidad del mar.

Hechizado por la belleza de Tetis, Pe-leo se acercó sigilosamente, y sin darse

metamorfosis".Debemos abrazar lo sagrado y no

dejarlo ir, sin importar la forma horri-pilante o monstruosa que tome, quees, en realidad, sólo el reflejo denuestra propia monstruosidad. Tetissigue siendo Tetis. Es Peleo el quecambia tres veces, abandonando tresideas falsas de lo sagrado: no es loque permanece fuera del alcance delos hombres, en el cielo, como un ave;ni algo majestuoso y terrible como unleón; ni tampoco algo que destructi-vo como el fuego. Lo verdaderamen-te sagrado no es la fuerza, sino elamor de lo divino.

Hay un viejo cuento oriental acer-ca de un hombre que jamás se habíabañado en toda su vida. Un día, leenseñaron cómo se hacía, y el hom-bre se metió en el agua para probar.Pero cuando vio toda la mugre quesalía de su cuerpo, se asustó, saliócorriendo y terminó todavía más su-cio que antes. Si tan sólo hubieratenido paciencia y aguantado bajoel agua, habría logrado quedar to-talmente limpio...

Algunos verán también en esta his-toria una metáfora de la evolución deuna relación amorosa: el ave, el ani-

cuenta, acarició su mejilla.La caricia despertó a la diosa, y el prín-

cipe, recordando el consejo de Quirón, laabrazó rápidamente. Pero ahora la diosa

ya no era más una hermo-sa joven: ahora el héroe es-taba abrazando a un enor-me pájaro blanco comen-zó a picotearlo mientras agi-taba sus alas para escapar.Pero Peleo no la soltó.

El pájaro se transfor-mó entonces en un fe-roz león que comenzó agruñir amenazadora-mente. Pero Peleo tam-poco la soltó.

Por último, el león seconvirtió en una columnade fuego, y aunque Peleosintió el amenazante calorde las llamas, no la soltó.

Poco a poco el fuegose fue apagando, y loúnico que quedó en losbrazos de Peleo fue unaresplandeciente joven deojos verdes y profundoscomo el mar, que mira-ban al héroe con un amorcurioso (¿o sería acaso

con curiosidad amorosa?).Y así fue que Tetis abandonó su que-

rido océano por primera vez en toda suexistencia, y marchó tierra adentro consu prometido.

La boda de Peleo y Tetis fue un granfestejo, y sería la última ocasión en quemortales e inmortales se sentarían a lamisma mesa como iguales para disfrutarde un banquete. Apolo tocaba la lira mien-

tras las Musas cantaban. Hefesto, el diosherrero, le regaló al novio una armadu-ra invulnerable, y Poseidón, dos hermo-sos caballos inmortales, Balius yXanthus, para que lo guiaran siempre ala victoria en las batallas.

Sólo una diosa no fue invitada a laboda, y por esta ofensa planeó una ven-ganza que traería trágicas consecuenciasen el futuro... pero ésa es otra historia.

Poco tiempo después de la boda, Tetisquedó embarazada, y dio a luz a un pe-queño varón. La diosa quería tanto a estehijo que decidió convertirlo en inmortal.Sin decirle nada a Peleo, aprovechó su au-sencia y tomó al bebé del talón para acer-carlo al fuego sagrado que quemaría suparte mortal. Sin embargo, quiso el desti-no que Peleo regresase más temprano esedía y, horrorizado por ver a su esposa po-niendo en el fuego a su hijo, se lo arrebatóde las manos. Casi toda la mortalidad delniño había sido quemada, excepto el ta-lón, de donde lo había sostenido su ma-dre, que permanecía mortal.

Tetis, furiosa por la interrupción y por latremenda ignorancia de su esposo, abando-nó a padre e hijo y regresó al océano.

Peleo era un excelente guerrero y unbuen rey, pero no podía criar solo a suhijo, así que se lo llevó al único ser en queconfiaba: Quirón.

El centauro, viejo maestro de héroes,le enseñó todo lo que sabía sobre el artede la guerra y el combate. El niño fue bau-tizado Aquiles y, con los años, su famaeclipsaría no sólo la de su padre, sino tam-bién la de todos los griegos...

La boda de Peleo y Tetis (Detalle) (1638) de Abraham Bloemaert

Escribe:Federico Guerra

mal que pertenece al cielo, es la idea-lización del otro; el león, el animal sal-vaje, representa el orgullo; y el fue-go, la pasión sexual. Finalmente, de-bajo de todo eso, está la otra perso-na. Sólo aquél que sepa perseverarpor las tres etapas sin dejar su abra-zo, será digno de ver y amar al otrocomo verdaderamente es.

Lo sagrado se esconde tras el velode lo animal y lo monstruoso (facetasde nuestra mente). Y finalmente, elpilar de fuego, la llama que purificaquemando lo que está de más, al hom-bre viejo.

¿Cuál es la verdadera forma deTetis? ¿Cuál es la verdadera natura-leza de nuestra espiritualidad? Hastaque no calmemos las aguas de nues-tra alma, de nuestra Tetis, no podre-mos ver lo que hay en su fondo, eseesa profundidad que tanto se parecea la profundidad del mar.

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Desde lejos nos enseñan

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“Derecho Viejo” Página 5Sin palabras

Unos días después del primer anunciode su muerte, Jesús tomó consigo a Pe-dro, Juan y Santiago y los llevó aparte auna montaña, donde se transfiguró en supresencia. “Mientras oraba, el aspecto desu rostro se mudó” (Lc 9,29). “Su rostrose puso brillante como el sol”, dice Mateo(Mt 17,2). Sus vestiduras tenían tambiénel esplendor de la luz; resplandecían comola nieve al sol. Todo su ser era pura luz.

Esta Transfiguración no debe enten-derse como un simple cambio exterior,como un fenómeno maravilloso y má-gico. Jesús no es ningún ilusionista quese dedique al espectáculo. Lo que losevangelistas expresan aquí, so capa deimportantes símbolos como el sol y laluz, es una mirada de fe sobre el miste-rio de Jesús y del Evangelio.

El relato evangélico de la Transfigura-ción sólo nos entregará su secreto si re-nunciamos a saber lo que aquel día ocu-rrió realmente y cómo se desarrollaron loshechos. Sólo así podemos tener la espe-ranza de acceder al sentido profundo delo que aquí se evoca. La Transfiguracióndeja entonces de ser un acontecimientoaparte en la vida de Jesús, una especie de“intermezzo” maravilloso, porque en rea-lidad constituye una misma cosa con elanuncio del Reino; de hecho, es ese mis-mo anuncio, que de pronto se ilumina ensu realidad más profunda a partir de lo queJesús vive en su más estricta intimidad,en su relación con el Padre.

A lo largo de toda su enseñanza, y es-pecialmente en las parábolas, Jesús habíapresentado el Reino de Dios poniendo elacento en su carácter oculto. El Reino vie-ne, se ha acercado; pero no se manifies-

ta externamente de forma llamativa,no tiene nada de espectacular ni de sensa-cional. Está escondido, no en el misteriodel más allá, sino aquí mismo. Oculto bajoel velo de lo cotidiano, se inserta en el de-sarrollo de la vida diaria como la levaduraen la masa. Está presente en el centro mis-mo del mundo familiar de cada cual: el delas actividades de cada día, el de las penasy las alegrías de todos. A los fariseos quele preguntan por la venida del Reino y porlos signos que permitirán reconocerlo,Jesús les responde. “El Reino de Dios vie-ne sin dejarse sentir. Y no dirán: “Vedloaquí o allá”, porque el Reino de Dios yaestá entre vosotros” (Lc 17,20-21). Portanto, el Reino viene sin ser advertidopor quienes sólo esperan señales ex-traordinarias y fantásticas.

Pero, aunque esté escondido en un pre-sente absolutamente cotidiano y familiar,el Reino no es en modo alguno una reali-dad cotidiana y familiar. Es una cercaníaenteramente nueva de Dios al mundo, unapresencia maravillosa, inesperada, insupe-rable; una revelación de ternura que lotransfigura todo, de forma que quien laacoge puede decir con toda verdad: “¡Québueno es estar aquí...!” Con su venida, laexistencia más ordinaria queda transfigu-rada en todas sus relaciones, penetrada ytransportada por el aliento de misericordiay ternura que viene del Padre, a través deesa relación singular y única, toda intimi-dad, que Jesús mantiene con el Padre.Nada ha cambiado exteriormente. Sinembargo, todo se vive de manera dife-rente: a la luz del Hijo amado. De estemodo, el anuncio del Evangelio es todo éltransfiguración.

Pero todavía hay que dar un paso máspara acceder plenamente al sentido de laTransfiguración tal como nos la presen-tan los evangelios. Ese poder transfigu-rador del Reino actúa con su mayor fuer-za precisamente allí donde está más es-condido: en la experiencia del sufrimien-to, de la humillación y de la muerte; en elcorazón mismo del fracaso y el abando-no. Los evangelios nos dicen que, en elmomento de la Transfiguración, Moisés yElías, aparecidos en gloria, conversabancon Jesús. Ahora bien, Lucas precisa que“hablaban de su partida, que estaba paracumplirse en Jerusalén” (Lc 9,30-31). Nosencontramos en el corazón mismo delmisterio. La subida de Jesús a Jerusalén, susufrimiento y su muerte se encuentran comoabsorbidos en la luz de gloria que envuelvea Moisés y a Elías. Y a esa luz aparecencomo el lugar privilegiado del Reino.

Al adentrarse por el camino de lastinieblas, Jesús va a llevar también allíla nueva cercanía de Dios y, junto conella, el Reino, que allí estará más ocul-to que en cualquier otro lugar, perocuyo poder transfigurador estará tam-bién presente como en ningún otromomento.

Mediante su sufrimiento y su muer-te, Jesús establecerá el Reino, no en unlejano país de ensueño, sino en el cen-tro mismo de la condición humana másdura, más desfigurada, más inhumana.

Llevará el hoy del Reino a todos losexcluidos, proscritos y abandonados, atodos los crucificados. Y su presencia juntoa ellos atestiguará que Dios les ha alcan-zado en su propio abismo y que el Reinode la luz ha llegado hasta ellos.

En la historia del cristianismo occiden-tal, el acontecimiento de la salvación hasido pensado más a menudo en términosde liberación que de transfiguración. Sinembargo, la liberación traída por Jesús sólose realiza verdaderamente mediante unatransfiguración. Jesús deja al hombre consus debilidades y sus sufrimientos, con susoledad y su muerte, pero transfigura todoello asumiéndolo personalmente y hacien-do de la condición humana más pobre elsigno por excelencia de la nueva cercaníade Dios al mundo.

Esta visión de Jesús transfigurado, quepermite ver cómo el destino del Reino secumple en su muerte, sólo fue posible apartir de la Resurrección. Esto parece evi-dente. Pero el relato evangélico de la Trans-figuración da a entender que la enseñanzade Jesús a sus apóstoles, en el momentoen que se preparaba para morir, iba en estesentido. Así era como él mismo veía yaceptaba su “partida”. Los apóstoles de-bían saberlo: las humillaciones, los sufri-mientos y la muerte de su Maestro, lejos deser el fracaso del Evangelio y del Reino, se-rían, por el contrario, su realización plena.

Unos días más tarde, Jesús repitió alos suyos el anuncio de su muerte cerca-na. Esta vez ninguno de ellos protestó. Noes que entendieran mucho más. Pero leseguían entristecidos, incluso aterrados y,a pesar de todo, confiados como niños.

Transfiguración

Extraído de "El reino escondido"

Escribe:Eloi Leclerc, OFM

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“Derecho Viejo”Página 6

Derecho Viejo No Etiqueta(Reflexiones para hombres que hacen política)

Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partidoni asiste a sus mítines ni se sienta en la mesa con los gangstersni con los Generales en el Consejo de Guerra.Bienaventurado el hombre que no espía a su hermanoni delata a su compañero de colegio.Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comercialesni escucha sus radiosni cree en sus slogans.

Será como un árbol plantado junto a una fuente.Ernesto Cardenal

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La vía de la convivencia social:La voz de las religiones

“Así como seáis, así serán los gobernantes que tendréis sobre vosotros”.Islam. Hadith de Bukhari

“Sabéis que los dirigentes de las naciones las dominan como señores absolutos,y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros,

sino que el que quiera ser grande entre vosotros será vuestro servidor, y el quequiera ser primero entre vosotros será vuestro esclavo; de la misma manera que el

Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vidacomo rescate por muchos”.

Cristianismo. Evangelio según S. Mateo 20,24-28

“El emperador Kotoka declaró a sus ministros: Al gobernar, hagámosloverdaderamente como lo hicieron los emperadores de antaño al regir el reino.

Gobernemos con verdadera sinceridad”.Sintoísmo. Nihon Shoki 25

“El califa es un pastor puesto sobre el pueblo, y se le pedirá cuentaacerca de sus súbditos”.Islam. Hadith de Bukhari

“El cielo y la tierra son el padre y la madre de las diez mil cosas. Lo que el gobernan-te principal practica es decir la verdad, pensar bien y ver las cosas claramente.

El gobernante principal es el padre y la madre de la gente común”.Confucianismo. Libro de la historia 5.1.1 La Gran declaración

“Si el gobernante es injusto, la nación entera permanece en la aflicción...Si el gobernante vive rectamente, la nación entera permanece en la felicidad”.

Budismo. Anguttara Nikaya, II,75

“Chi K’ang-Tzu preguntó a Confucio sobre el gobierno, diciendo:–‘Supongamos que voy a acabar con aquellos que no están en la Vía paraauxiliar a los que están en la Vía; ¿qué pensarías de esto?’.Confucio replicó diciendo: –‘Si deseas lo bueno, el pueblo enseguida serábueno. La esencia del noble señor es como la del viento,la esencia del pueblo sencillo es como la de la hierba. Y cuando el vientopasa sobre la hierba, no se la lleva, pero la inclina’”

Confucianismo. Analecta, 12,19

“Oye la palabra del Señor; tú, rey de Judá, que ocupas el trono de David,y tus servidores y pueblo, los que entran por estas puertas.

Así dice el Señor: Practicad el derecho y la justicia, librad al oprimido de manosdel opresor, y no atropelléis al forastero, al huérfano y a la viuda;

no hagáis violencia ni derraméis sangre inocente en este lugar. Porque si ponéisen práctica esta palabra, entonces seguirán entrando por esta casa

reyes sucesores de David en el trono, montados en carros y caballos,junto con sus servidores y su pueblo. Pero si no oís estas palabras,

por mí mismo os juro –oráculo del Señor– que esta casa acabará en ruinas”.Judaísmo. Profecía de Jeremías, 22,3-5

“Por Dios, cualquier funcionario que toma algo de los dineros públicos sin justificación, lo cargará sobre sí cuando se encuentre con el Señor

en el Día del Juicio”:Islam. Hadith de Bukhari

“Quien recibe un cargo para beneficiarse de él, es como un adúlteroque obtiene su placer con el cuerpo de una mujer.

Dios dice: Soy llamado santo; vosotros sois llamados santos;si no tenéis las cualidades que tengo, no aceptéis el mando”.

Judaísmo. Pesikta Rabbati, 111a

“La corte es corrupta, los campos están tapizados de mala hierba,los graneros están vacíos; aún hay quienes se visten con galas,

con espadas al cinto, repletos de comida y bebida, y poseedores de demasiadasriquezas. Esto se conoce como tomar el mando con robo.

En verdad, esto está lejos de la Vía”.Taoísmo. Tao Te Ching, 53

“Actuarás comprometido solamente con la defensa del mundo.Lo que el hombre eminente haga, lo harán también los demás.

El mundo seguirá la pauta que él escoja para sí mismo”.Hinduismo. Bhagavad Gita, 3, 20-21

El gobierno como recto servicio

Salmo 1

Extraído de Animadores.REVISTA DE COMUNICACIÓN Y EXPRESIÓN DE LA PRELATURA DE HUMAHUACA Nº 321

Un hombre, al pasar frente al Congreso de los Diputados, escucha un tremendogriterío que salía desde la sala: “Ladrón, mentiroso, comisionista, difamador, chori-zo, sinvergüenza, flojo, inútil, imbécil, timador, corrupto, vendido, golfo, aprove-chado, cara dura, falso, chupón, inútil, pesetero, ñoqui, estafador, vago, saqueador,bobo, oportunista, embaucador, tramposo”.

El hombre asustado le pregunta al guardia de la entrada: –Señor, ¿qué pasa den-tro? ¿Se están peleando...?

–No, –responde el guardia, –¡yo creo que están pasando lista...!

El congreso de los diputados

Médico eminente (1821-1890), fundador de la Cruz RojaArgentina, político, legislador,este sanjuanino fue en su vidahombre recto, austero y de mo-ral intachable.

En su época, cierto políticode gran influencia, apreciandolas destacadas cualidades deldoctor Rawson y su prestigio,creyó oportuno que fuese pro-movido a la presidencia de laRepública. Y le propuso que se pondríaen campaña a fin de conseguir el nece-sario apoyo de gobernadores de provin-cia, haciendo un arreglo poco claro enla maniobra política para elegirlo Presi-dente.

Rawson en el instante rechazó la pro-puesta con estas palabras: “Si yo acep-tara una designación surgida de talescomicios, me caería muerto al prestar eljuramento sobre los Santos Evangelios”.

Rawson rechazaba todo procedi-miento político reñido con las virtudescívicas y que mancillase la conductamoral. En eso estaba en la línea de Mon-tesquieu que afirmaba: “El principio de

la democracia es la virtud”.José Manuel Estrada (en

un discurso con la retórica dela época), luego de citar alescritor francés, agrega: “Esla virtud el agente de vida queconserva (la democracia) y ladesenvuelve; y ¡desgraciadoslos pueblos inmorales, porquela libertad se secará en suseno como la planta tropicalarrojada a las heladas costas

de Magallanes!”.La virtud, toda virtud es la elevación

del ser de la persona humana; desarrollasus posibilidades, las potencia a alturasadmirables.

Los ejemplos que presento contribu-yen a devolver a la conciencia de nues-tra época la imagen más digna del hom-bre, hoy descolorida, y peor, desfigura-da en una profunda crisis cultural. Pare-ce que la misma palabra virtud ha muer-to. En algunos ambientes, pronunciar estapalabra suena a ridículo.

Fernando Boasso S.J.Extraído de “Crecer en humanidad”

No tendría que ser noticia

Guillermo Rawson

¿No es así?

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“Derecho Viejo” Página 7

Médico nacido en Esperanza de SantaFe el 4 de julio de 1895. Falleció en Rosa-rio, en enero de 1995.

Esteban Laureano contaba que se creíaser el más inútil de los catorce hermanos,“un chico retraído, taciturno; fui mal alum-no, desordenado, rebelde, solitario, de ca-rácter fuerte. Era medio desobediente, ya veces prefería quedarme pintando abajode un ombú antes que leer libros”.

Terminado el bachillerato, siguió me-dicina, y según él, por mal estudiante tar-dó más de diez años para recibirse demédico, aunque tuvo el privilegio de seralumno de eminencias como BernardoHoussay, Pedro de Elizalde, etcétera.

Ya graduado, se interesó por la políti-ca. Llegó a ser diputado por el PartidoUnitario. Pero la política nunca fue el afánde su vida. Le chocaba la propensión a lademagogia de los políticos, que nuncacumplen lo que prometen. Más bien, des-de la política vislumbrará el horizonte de-finitivo de su vida: servir a los hombrescomo médico. Y como tal, se convertiráen sobresaliente testigo de amor solidario.

Al oponerse al régimen que en 1930depuso a Irigoyen, fue perseguido, y via-jó al Paraguay, cuando comenzaba la gue-rra del Chaco Boreal.

En su pobre valija de cartón llevabaunas mudas de ropa y su diploma de mé-dico. En el país vecino ofreció sus servi-cios, pidiendo que no lo sometiesen a nin-guna bandera, porque, decía, “su fin erael humano y cristiano de restañar las heri-das de los pobres soldados que caen en elcampo de batalla por desinteligencias delos que gobiernan”.

No le creyeron, sospecharon que eraun espía argentino y lo tomaron preso porunos días. Pero finalmente lo nombraroncomo asistente en el Hospital Naval, don-de pronto llegó a ser jefe. Allí, sin contarlas horas, con amor incansable atendió acentenares de soldados heridos.

En ese universo doliente ensangrenta-do por el azote cruel de la guerra, descu-brió el bálsamo del amor de una jovenparaguaya que le correspondió con suamor para formalizar matrimonio. Pero lafiebre tifoidea se la arrebató. Era el finalde diciembre de 1934. Maradona habíasentido por esa virtuosa joven un amortan hondo y definitivo, que jamás en suvida volvió a enamorarse.

Quizá por el sufrimiento de este des-enlace, apenas terminada la guerra deci-dió alejarse del Paraguay. Donó los suel-dos que había ganado a soldadosparaguayos y a la Cruz Roja. Y porque noquería ser objeto de muchos agasajos y ho-nores que iban a ofrecerle, en forma clan-destina abandonó rápidamente el Paraguay.

No pocos dijeron que este médico tuvomucho que ver con el fin de la guerra.Pero él minimizó las versiones: “Pese a loque algunos dijeron, yo no fui quien di-rectamente hizo firmar la paz entre am-bos países. Solamente colaboré para quese juntaran las comisiones que habían via-jado desde Europa con los delegados deBolivia y Paraguay”.

Rumbo a lo definitivo: médico filán-

tropo. Pensó dirigirse aTucumán donde un her-mano suyo era intendente.Pero un hecho se cruzó ensu camino, y selló su co-razón samaritano y lo in-sertó en su destino defini-tivo.

El destartalado tren enel otoño de 1935 habíaarrancado de Formosa yllevaba quince horas enmarcha desganada. Suspasajeros cansados sabíanque faltaba mucho para recorrer con lar-gas paradas en estaciones desoladas. Peroal parar en el mínimo pueblo llamadoGuaycurri (actualmente, Estanislao delCampo), sucede un hecho que marcó suvida.

Un hombre en el andén alzaba las ma-nos con grito suplicante: “¡Un médico, unmédico!”.

Maradona, con mirada fuerte y almaacerada, saltó del vagón, y “soy médico –se ofreció–, ¿qué pasa?”. El hombre an-gustiado que clamaba lo condujo al sulkyy apuró el caballo. En su casa, la mujerembarazada yacía postrada hacía tres días,al borde de la muerte, por un parto de agu-das complicaciones. El médico necesitó dosdías para salvar a la madre y al niño.

El tren había partido... Y para EstebanLaureano Maradona ya no pasaría otrotren, al menos por cincuenta años, en eserincón perdido en la selva formoseña. Alvolver a la estación, los lugareños, todosenterados de su “milagro”, lo miraban conojos suplicantes. Necesitaban un “curador”.

Su corazón inmenso lo decidió. Cuen-ta: “Había que tomar una decisión y latomé. Me quedé con esa gente; preferíayudarlos, a la comodidad de un con-sultorio en Buenos Aires”.

Ese día cambió su vida, y en ello cam-bió para siempre la vida de miles de habi-tantes de las selvas formoseñas ychaqueñas. Su obrar se extendió por unaamplia región en beneficio de indios tobas,matacos, mocovíes y pilagás. Le decíanen su lengua “doctor de Dios”.

A través de largos años logró erradicaren esa región olvidada el flagelo de la lepra,la tuberculosis, el paludismo, el cólera, yluchó contra el mal de Chagas y la sífilis.

Curaba con remedios caseros. Estu-dió las propiedades curativas de las hier-bas del monte. Estudió la naturaleza de lagran diversidad de la flora y fauna de laregión. Sus investigaciones quedaron vol-cadas en una veintena de libros que ver-san sobre etnografía, lingüística, mitolo-gía indígena, leprología, historia, sociolo-gía y topografía.

Relató que “ese lugar me dio la posibi-lidad de estudiar, de conocer el montepalmo a palmo. Sus plantas, sus árboles,sus animales, sus aborígenes. Para acer-carme a mis pacientes tuve que aprendertoba, pilagá y otras lenguas indígenas”.

“Hice una verdadera medicina gauchaa los ponchazos. ¿Instrumentos y medi-camentos? Casi ninguno; me fabriqué untubo de cartón para reemplazar el este-

toscopio, y un cuchillo afi-lado por bisturí. A la medi-cina la fabriqué con hierbasde la zona, aunque unas po-cas me mandaron de la ciu-dad”.

Confiesa en una entrevis-ta: “Al tratar con los indios,me surgió un sentimientocristiano y humano [...] Alverlos todos hilachentos,enfermos, codeándose conla tuberculosis, la sífilis quelos estaba diezmando, los

quise ayudar, los traté con dulzura. Co-menzaron a quererme y, como yo teníaalgo de plata en el bolsillo, les fundé unacolonia. Los asenté porque sobre untembladeral no se saca nada”.

A los 90 años, con dolores en todo elcuerpo, se despidió de los lugareños. Via-jó en ómnibus a Santa Fe. Llegó muy mal.Fue necesario internarlo en el HospitalProvincial durante un mes. Parecía quellegaba a su fin. Pero vivió nueve añosmás, con la familia de su sobrino en Ro-sario. Cuando faltaban solamente seis me-ses para cumplir cien años, murió el 14de enero de 1995.

Había sido postulado tres veces parael Premio Nobel; y recibió docenas depremios nacionales e internacionales, en-tre los cuales está el Premio Estrella de laMedicina para la Paz que le otorgó la ONUen 1987.

Pero esta alma inmensa sabía que sumejor premio estaba en el dar más que enel recibir. Porque su amor expresado enel dar más de cincuenta años de su vidaabnegada sin límites, traía consigo un gozointerior impagable.

No le importaban los honores. Al refe-rirse a los premios, escribió: “Es todohumo que se disipa en el espacio”.

Antes de su muerte ya existían hospi-tales, dispensarios, escuelas, calles quellevan su nombre. Él se refirió a todo esocon una simple frase: “Creo que no hiceninguna otra cosa más que cumplir conmi deber”. Auténtico eco del Evangelio deJesús: Cuando hayan terminado su tareadigan: somos servidores; sólo hicimos loque debíamos.

Esteban Laureano Maradona nació ricoy murió pobre. Pero con la oculta riquezainterior, la de haberse entregado, sin re-servar nada para sí, a cumplir la misiónde servir a los más pobres. El legado deeste “doctor de Dios” de la selva roza loinfinito.

Excelsa honra y dignificación alcanzael ser humano cuya historia es capaz deconfigurar heroicamente valores que es-calan cumbres asombrosas.

Qué contraste abismal con quienes hoypareciera que no saben qué hacer con suvida en la noche de sentido.

Datos sobre el doctor EstebanLaureano Maradona, artículo de JorgeLondero “‘Doctor de Dios’ de la selva”.(La Voz del Interior, 14-1-2001)

Fernando Boasso S.J.Extraído de “Crecer en humanidad”

Espíritu de Grandeza

Dr. Esteban LaureanoMaradona

La letra de un hermoso tango –entre las viejas creaciones populares quesiempre he recordado-, termina dicien-do: “todo ha muerto, ya lo sé…” No ne-cesito dar más detalles: me refiero a“Sur”, de Homero Manzi, que hace po-cos días le escuché en un sencillo actoa una joven cantante, con acom-pañamiento de varios músicos reunidosen una esquina de Villa del Parque, comohomenaje a Juan Tata Cedrón, reconoci-do cantante de años pasados. ¿Cuán-tos? Fueron muchos, allá por la déca-da del sesenta, que la gente revivió congran entusiasmo y cariño hacia los ar-tistas.

Ante recuerdos y anécdotas deaquella época, pensé después en el sen-tido de una composición profundamen-te nostálgica, con la cual se evocancosas ya desaparecidas, lugares y he-chos muy felices del barrio dePompeya, para afirmar después condolor: “Todo ha muerto, ya lo sé”…

Ese “haber vivido” y “no estarya”, nos hace reflexionar también quenada ha muerto cuando puede seguiren nuestro pensamiento, con la noble-za y la alegría de intensos recuerdos.

En aquel tango tan exitoso, bella-mente melancólico, se cuenta todo lovivido el un “Sur” que ha enriquecidonuestra fe, que no ha desaparecido nun-ca, y que tal vez por eso nos acercamejor a las sensaciones de una múltipledurabilidad, llámese artística, espiritual,moral o religiosa.

Si algo muere, es lo que no se hahecho con sentido esencialmente hu-mano, lo que desaparecerá sin ningu-na duda por su inutilidad o su vacuidad.

Somos responsables de lo que vi-vimos, en la plenitud de lo que nom-bramos y recordamos: el barrio de nues-tra infancia, las calles, las casas humil-des, los inolvidables vecinos, sus sa-crificios y las condiciones familiares…

El amor seguirá vivo, como lapresencia de los amigos que acompa-ñaron al “Tata” Cedrón en esa esquinade Buenos Aires…

¿Qué es lo quemuere?

Escribe Alberto Luis Ponzo

MaximilianoPéjkovichAbogado - Mediador

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(

Mezcladito

Esta es la historia del rito Cherokeedonde se cuenta el paso de la infancia a lajuventud de los indios Cherokee. Es real-mente una experiencia muy entrañable.

Cuando el niño empieza su adoles-cencia, su padre lo lleva al bosque, levenda los ojos y se va dejándolo solo.

Él tiene la obligación de sentarseen un tronco toda la noche y no puedequitarse la venda hasta que los rayosdel sol brillan de nuevo en la mañana.

Él no puede pedir auxilio a nadie. Unavez que sobrevive esa noche, él ya esun hombre.

Él no puede hablar ni avisar a losotros muchachos acerca de esta expe-riencia, debido a que cada chico debeentrar en la masculinidad por su cuenta.

El rito de los indios Cherokee

Texto bíblico - El silencio de Dios

La agonía de Jesús en Getsemaní (Lc 18,1)

Llegaron a un lugar llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: “Siéntenseaquí mientras voy a orar”. Y llevó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan. Comenzó allenarse de temor y angustia, y les dijo: “Siento en mi alma una tristeza de muerte.Quédense aquí y permanezcan despiertos”. Jesús se adelantó un poco, y cayó entierra suplicando que, si era posible, no tuviera que pasar por aquella hora. Decía:“Abbá, o sea Padre, si para ti todo es posible, aparta de mí esta copa. Pero no sehaga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú”. Volvió y los encontró dormidos. Y dijoa Pedro: “Simón, ¿duermes? ¿De modo que no pudiste permanecer despierto unahora? Estén despiertos y oren para no caer en la tentación; pues el espíritu es animo-so, pero la carne, débil”. Y se alejó de nuevo a orar, repitiendo las mismas palabras.Al volver otra vez, los encontró de nuevo dormidos, pues no podían resistir el sueñoy no sabían qué decirle. Vino por tercera vez, y les dijo: “Ahora ya pueden dormir ydescansar. Está hecho, llegó la hora. El Hijo del Hombre va a ser entregado enmanos de los pecadores. ¡Levántense, vámonos! Ya viene el que me va a entregar”.

Reflexiones para la vidaDe la misma forma, nosotros nunca estamos solos. Aún cuando no podamos

verlo, en medio de las oscuridades de la vida, nuestro Padre Celestial está a nuestrolado, velando por nosotros, sentado en un tronco.

Cuando vienen los problemas y la oscuridad, lo único que tenemos que hacer esconfiar en Él, algún día vendrá el amanecer y lo veremos cara a cara tal cual es.

Hoy en día muchos jóvenes pasan las noches solos en medio de la oscuridad dela violencia, las drogas y los fracasos escolares y no tienen cerca a su padre ni a sumadre. Hace unos meses en esta revista Animadores publicamos un artículo firma-do por nuestro obispo Pedro Olmedo en el que decíamos “familia no sueltes de lamano a tus hijos”. Hoy volvemos a afirmar con más fuerza esa idea para que enmedio de esta oscuridad que viven los jóvenes. Las familias estén más cerca de sushijos y no pierdan la confianza en ellos.

Hno. Manolo PliegoExtraído de Animadores - REVISTA DE COMUNICACIÓN Y EXPRESIÓN DE LA

PRELATURA DE HUMAHUACA Nº 321

Jesús la experimentó. En Lucas (22,39-45) leemos que fue invadido por unaenorme angustia, rezó aún más intensa-mente y su sudor cayó en forma de gotasde sangre. Confesó a Pedro, Santiago yJuan que tenía miedo y angustia y les pidióque no se apartaran de él. Y descubrió loque sentía como una “tristeza de muerte”.

Para muchos psicoanalistas la angus-tia es la manifestación superlativa de laansiedad, así como el pavor es el super-lativo del miedo. Camões expresó estode manera magistral y poética y hablabade ella como “un dolor que nace no séde dónde, viene no sé cómo y duele nosé por qué”. Las personas la sienten lle-gar cuando algo no anda bien. El cuerporeacciona de manera extraña –el pechooprimido, la garganta cerrada–, la me-lancolía y la tristeza se apoderan de lapersona y un temor difuso, indescripti-ble, hace nido en nuestro ser. Es la an-gustia que ataca de nuevo. Y millones dejóvenes y adultos sufren a causa de ella.

El asunto es profundamente humanoy religioso. Se hunde en el porqué de lavida. De pronto, alguien que tenía todopara ser feliz ya no se siente así y nosabe decir exactamente por qué. LosSalmos 6, 7, 13 y otros hablan de la an-gustia. Job también la conoció. Sólo su feen Dios y su oración lo liberaron de ella.

Los que tratan a las personas afligi-das y lastimadas en el alma lo saben muybien. A veces el dolor es tan intenso queel socorro inmediato es un calmante for-tísimo: Con todo, hay otros métodos deliberación. La oración madura, fuerte,confiada y la presencia serena de un seramado ayudan muchísimo. Ese fue elmétodo de Jesús. Pidió a sus tres discí-pulos que permanecieran con él y rezómás intensamente. Si él pasó por eso,también nosotros podemos hacerlo.Algunos afortunados nunca sentirán an-gustia. Ni siquiera saben de qué se trata.

Pero hay personas, en cantidad cada vezmayor, que se quejan de este extraño sen-timiento. Y lloran hasta quedarse sin lá-grimas, se vuelven tristes y oprimidas,no quieren ver a nadie, necesitan hablary no lo consiguen. Cuando conocen aalguien que les transmite paz buscan supresencia. Eso entretiene, pero no resuel-ve el problema.

La angustia es una enfermedad. En lamayoría de los casos tiene cura, porquecomo las personas están vacías pueden sercolmadas nuevamente. Mientras tanto nose debe jugar con ella. Quien sufre de an-gustia con frecuencia debe buscar ayuda.

A lo mejor Jesús la experimentó sólouna vez, pero llegó al máximo soporta-ble para un ser humano: sudó sangre.Con todo, la respuesta vino de él mis-mo, que sabía de qué hablaba: “Vengana mí todos los que están cansados y afli-gidos, que yo los aliviaré” (Mt 11,28).

La religión inteligente, el psicoanáli-sis y mucha paciencia curan mejor quelas palabras mágicas y los efectos tea-trales de los que atribuyen la angustia ala acción del demonio. No es por ahí pordonde hay que ir. Las palabras curan,decía una paciente de Freud. La pala-bra de Dios libera, dice la Biblia. Lospsiquiatras, los psicólogos y los sacer-dotes enfrentan la difícil tarea de liberara las personas del superlativo de la an-siedad. Todos somos ansiosos. Peronunca hubo tanta angustia como en esteinicio de siglo. Creamos una sociedadmuy interesante y llena de salidas. Peromillones de niños y adolescentes y adultostodavía no recibieron las llaves. Quien tie-ne una debe prestársela a quien no la tiene.¡Con este tema no se juega!

Las personas tristes deben preocupar-nos. No es normal ni es bueno.

P. Zezinho, scjExtraído de “Palabras que permanecen”

El peso de la angustia

Evaluaciones del guerrero

La razón de los seres humanos hacen que olviden que la descripción delmundo es tan sólo una descripción, y antes de que se den cuenta, han

atrapado la totalidad de sí mismo en un círculo vicioso, del cual raramenteescapan durante su vida. Carlos Castaneda

El niño está naturalmente aterroriza-do. Él puede oír toda clase de ruidos...Bestias salvajes que rondan a su al-rededor, lobos que aúllan, quizás al-gún humano que puede hacerle daño.

Escucha el viento soplar y lahierba crujir, sentado estoicamenteen el tronco, sin quitarse la venda.Ya que es la única manera en quepuede llegar a ser un hombre.

Por último, después de esa ho-rrible noche, aparece el sol y el niñose quita la venda... es entonces cuandodescubre a su padre sentado junto a él.

Su padre no se ha ido, ha velado todala noche en silencio, sentado en un tron-co para proteger a su hijo del peligro sinque él se de cuenta.

Cuando un guerrero toma la decisión de pasar a la acción, debería estardispuesto a morir. Si está dispuesto a morir, no habrá tropiezos,

ni sorpresas desagradables, ni actos innecesarios.Todo encajará suavemente en su sitio porque no espera nada.

El guerrero, como maestro, enseña tres técnicas a su pupilo paraayudarle a borrar su historia personal: perder la propia importancia

personal, asumir la responsabilidad de los propios actos yutilizar a la muerte como consejera. Sin el efecto benéfico de

estas tres técnicas, el borrar la historia personal le hace a uno furtivo,evasivo e innecesariamente dudoso de sí mismo y de sus acciones.

Los seres humanos son perceptores, pero el mundo que perciben esuna ilusión: una ilusión creada por la descripción que les contarondesde el momento mismo que nacieron. Así pues, el mundo que

su razón quiere sostener, es en esencia, un mundo creadopor una descripción que tiene reglas dogmáticas e inviolables,

reglas que su razón aprende a aceptar y a defender.

La diferencia básica entre un hombre corriente y un guerrero es que paraun guerrero todo es como un desafío, mientras que para un hombre corriente todo

es como una bendición o una maldición.

El guerrero reconoce su dolor pero no se entrega a él. El guerrero que seadentra en lo desconocido no tiene el ánimo triste; por el contrario, está alegre

porque se siente humilde ante su gran fortuna, porque confía en su espírituimpecable, y sobre todo, porque es plenamente consciente de su eficacia.

La alegría de un guerrero le viene de haber aceptado su destino, y de haberevaluado en verdad lo que tiene delante.

Lo único que necesitamos para captar las maravillas de este mundo de la vidacotidiana, es tener el suficiente desapego. Pero, más que desapego, lo que

necesitamos es tener el afecto y el abandono suficientes.Carlos Castaneda

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Jesús nos dijoque vino para traerla alegría y quiereque esa alegría ennosotros sea per-fecta.

Muchos de no-sotros, no todoslamentablementepues algunas vo-ces se alzaron pa-ra “justificar” el

exabrupto, hemos sido testigos dolientesde lo ocurrido al finalizar el partido defútbol por la clasificación para el mundialen el que el seleccionado argentino leganó al uruguayo y con esa victoria seaseguró un lugar en el certamen de esedeporte que se celebrará el año próximo.

Ciertamente la realidad cotidiana nosmuestra que la vertiginosidad en la quevivimos hace que enseguida nos olvi-demos y no realicemos lamentablementela suficiente sedimentación intelectual delos acontecimientos que nos permitasacar enseñanzas de la vida y para lavida.

Sin embargo yo tengo la convicciónde que las palabras del poeta Machado“Todo pasa y todo queda” sigue siendoactual.

No queriendo apartarme de la líneade reflexión que quiero darle a esteartículo, volviendo a aquella nochemucho se ha dicho en rechazo a lasexpresiones con que se dirigió el directortécnico especialmente dirigidas alperiodismo.

Lo que se diga con respecto alvocabulario soez, ordinario, chabacano,siempre será acertado, sin embargo yoquiero compartir con ustedes unapreocupación, desde ese acontecimiento,que lamentablemente también puedeextenderse a una porción muy grandede nuestra sociedad.

Cuando al finalizar el partido encendíel televisor me topé con el rostro deldirector técnico, ese rostro mucho másque las palabras fue lo que me golpeóen el alma de tal modo que inmedia-tamente apagué el televisor.

La bronca, el rencor, el resentimiento,me atrevería a decir el odio, quemostraba ese rostro me conmovió..

Al día siguiente comencé a repasarlos textos que correspondían al domingosiguiente a ese acontecimiento y no pudedejar de reflexionar acerca de lo que leía,el profeta Isaías, y aquel rostro, perosiguiendo la lectura se agregó el textoevangélico de ese día y más todavíapensaba en el rostro de aquella noche ytantos otros rostros que uno ve portelevisión y también caminando por lacalle.

El profeta nos habla de alguien quedesde su propio dolor por el amor haráde ese sufrimiento el inicio de una vida,que logrará la auténtica justicia porquetrabajará para que las cosas que hayan

sido sacadas de su lugar por algunamaldad vuelvan a estar donde debenestar, dándole al que realizó la maldad lapena acorde al delito cometido sindestruirlo, que siempre es lo que propiciala venganza.

La tradición cristiana siempre vio enestos cuatro poemas del Siervo sufrientedel profeta un anticipo de Jesús en supasión y muerte.

En el evangelio de ese domingoescuchábamos a Jesús que les decía asus discípulos que Él iba a dar su vidapor una multitud.

Y todos recordamos que en aquelmomento Jesús nos mostraba en Él, elsufrimiento más grande por el que puedepasar una persona: sentirse abandonadopor Dios, y es en medio de ese espantosodolor cuando expresa: Padre perdónalosporque no saben lo que hacen.

Y así Jesús por el amor expresadoen el perdón, convierte al sufrimiento enfuente de vida para toda la humanidad.

Aquella aciaga noche la televisión nosmostraba el rostro de un hombre llenode rencor y resentimiento y por nopoder perdonar no pudo gozar de laalegría del triunfo.

Pero lo más triste aún es que estotambién se refleja en el rostro de muchosargentinos.

Es verdad que motivos abundan ennuestro país para tener bronca, pero sino somos capaces de imitar a Jesús ynos encerramos y alimentamos los resen-timientos estamos impidiendo que laalegría de las innumerables cosas buenasque nos pasan en la vida se aniden ennuestro interior, podamos gozar de ellasy transmitir esa alegría a quienescomparten su vida con nosotros parti-cularmente los niños y los jóvenes, quemuchas veces sólo reciben de partenuestra muestra de desaliento.

Jesús nos enseña a mirar la viga quehay en nuestro ojo y no sólo detenernosa ver la astilla que hay en la del otro.

La actitud del director técnico de laselección es censurable, pero es máslamentablemente que en ella se veareflejada, no en lo que dijo, sino en surostro el sentimiento que hoy está en elcorazón de muchos argentinos.

El perdón nos allana el camino paraencontrarnos con la alegría.

Según dicen los etólogos (especialis-tas dedicados a las costumbres de hom-bres y animales) que en los grandescardúmenes existe un comportamientoúnico y coordinado, ante los diferentesestímulos que se pueden presentar; idén-tico criterio ocurre con los integrantesde una colonia de hormigas, y tambiénigual en el caso de lasabejas.

Esta fuerza miste-riosa es instintiva, valedecir, que nace concada individuo inte-grante del grupo, esteser, al aparecer eneste mundo, corre aocupar su lugar que leestá destinado, y quesólo puede ser ocupa-do por él.

Esto que nos pro-voca admiración, nosda, sin embargo, un cierto resquemor sitratamos de imaginarlo en la sociedadhumana.

Nos da la impresión una ciertarobotización en esas conductas, de abe-jas, hormigas y peces, y en cambio nosparece llena de vida la posición antagó-nica, resultando así una suerte de admi-ración por el caos, como si fuera unaespecie de atracción fatal hacia lo ines-perado, hacia lo imprevisto, y nos pare-ce en definitiva, por qué no decirlo, to-talmente aburrida la vida llevada por es-tos insectos y habitantes de las aguas.

Esto es una falacia debido a que nosengañamos al juzgar el estado de com-placencia o de infelicidad de un ser queno es humano, desde la óptica meramen-te humana.

¿Cómo puedo conocer lo que senti-ría yo si fuera hormiga o abeja?

Sin embargo, si profundizamos unpoco más estas reflexiones, puestos aanalizar, veríamos que muchas vecesconfundimos, como si fueran sinónimos,los términos de diversión, felicidad yalegría.

En puritanismo de verdad, la palabra“diversión” refleja un nivel totalmente su-perficial, que le toca vivir al hombre a lo

largo de su vida en diferentes oportuni-dades, y va a variar de acuerdo a suscostumbres, edad y, en definitiva, a sucultura toda.

La “felicidad” es un concepto deli-mitado en el tiempo, parcial, precario, quese da por momentos, y bajo determina-dos condicionamientos; obviamente tam-bién depende de lo cultural.

El concepto de alegría, en cambio,abandona la superficialidad y se zambu-lle de lleno y sin limitaciones en el ser.

Descubrirse a sí mismo, decían losantiguos, es ingresar al estado perma-nente y definitivo del gozo, que es unsinónimo de la alegría, de la cual esta-mos hablando.

Ignoramos totalmente en cuál de es-tos tres estados (Diversión, Felicidad oAlegría), podrían encontrarse abejas yhormigas, pero intuimos que el hombreestá para mucho más.

Nos viene a la memoria el conceptode Cuerpo Místico de Jesucristo, del cualnos hablaba la vieja teología católica; nosviene a la memoria el concepto de uni-dad entre el Padre y el Hijo, evidencia-do en los Evangelios, y en suma, nos vie-ne a la memoria el concepto de perte-nencia a la dimensión espiritual, hacia elcual todo hombre evoluciona a sabiendaso sin saber, en la búsqueda del conoci-miento de Dios, que es en definitiva laVida Eterna.

El perdón y el caminohacia la alegría

Escribe: Camilo Guerra

Zambullirnos sinlimitaciones en el Ser

Escribe: Mons.Raúl R. Trotz

Artículos EscolaresTextos en general

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Ida y vuelta

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“Nosotras vivimos de nuestro ganado.Si necesito un poco de harina, azúcar,unos zapatitos o una ropita para la casa,vendo un capón y ya está la platita, y sinecesito una manta, un ponchito, o unasmedias para los chicos, hilo un poco delanita y ya salgo de apuro”. (Así se expre-saba doña Andrea, una mujer aborigen dela comunidad de San José de Aguilar, Sal-ta, Argentina)

“Doña Catalina con su puisca en lamano, no paraba de hilar y de trenzar lalanita y, con su guagüita a la espalda yarreando sus ovejas, se marchó en silen-cio a pastearlas a los ciénagos. Cuando sehizo la tarde ya estaba de vuelta en el ran-cho, encerró las ovejas en el corral y sol-tó a los corderitos para que mamaran desus madres. Entró en la casa y prendió elfuego y preparó un matecito con cedrón,y luego sus hijos en la cocina tomaron elmate con un pedacito de pan; y mientras,Catalina le daba el pecho a su guagüita.Por la mañana bien temprano, Catalina yaestaba de vuelta en la cocina, prendiendoel fuego para hacer el desayuno y cocinarel almuercito, un guisito de trigo con char-qui, y, como era sábado, le dijo a su hijitaJimena de diez años: “Mirá, hijita, hoy vasa ir a pastear las ovejas al ciénago; no lasapures, pues están con corderitos y vas aandar con cuidado, pues el zorrito estárondando para quitar los corderitos, vas aestar atenta viendo, con la onda y los pe-rritos”. “Sí, mami”, respondió Jimenita.Ahí nomás, tomó el almuercito, y con susombrerito ovejero y su chalina rosada,girando su ondita, salió del corral arrean-do al rebaño, y con el sol se fue a pastearal ciénago.

Catalina le dijo a sus hijitos, Nicolás y

Emilio: “van a ir a rodear los burros, nosea que estén haciendo daño en las cha-cras; llévense la soga y se traen unacarguita de leña”. Cuando sus hijos sefueron, Catalina se sentó en el telar a ter-minar de tejer un puyo de cuatro colorespara vender en el pueblo. Estando el solalto llegaron sus hijitos con la carga deleña y los burritos, le contaron a su mamáque habían visto a los cóndores comién-dose una vaca despeñada en el campo deRodio, y Catalina preguntó: “¿De quiénsería la vaquita?” Emilio respondió: “Erauna coloradita del tío Bernardo”.

El almuercito había permanecido ca-liente junto al fuego en la ollita de barro.Al terminar de almorzar, Catalina dijo asus hijitos: “Vayan, vayan al vertiente ytraigan los bidones con agüita”. Nicolás,mientras iban caminando, sacó su anata yse puso a tocarla, y la música se escu-chaba por todo el vallecito. Cuando llega-ron a un cerrito miraron al ciénago y a lolejos se veía la Jimenita pasteando las ove-jas. Sacaron sus espejos y se comunica-

ron con la Jimenita con el juego de laespejeada. Jugaron un ratito, llenaron losbidones de agua y volvieron a la casa yMargarita lavó la loza. Catalina había pre-parado una carga de ropa sucia y todosse fueron al río a lavar la ropa, pues el solcalentaba bonito la tarde.

Cuando volvieron al rancho, tendieronla ropa al sol y Catalina prendió el fuegopara tomar el matecito. La tarde caía ypor la pampita ya se veía venir la Jimenitade vuelta con las ovejitas. Llegó y las en-cerró en el corral. Catalina la llamó aJimena para que ordeñara a las madres:

“Pero no le apures demasiado lasubres; déjale un poco de lechepara los corderitos”: Y Jimenitasacó apenas una ollita de lechepara hacer un quesito.

Entraron a la casa y tomaronel mate con muñamuña y un pe-dazo de pan, y ahí nomásJimenita les contó que el zorritole había quitado un corderito. Ca-talina le daba el pecho a su gua-gua y coqueaba y le dijo a sushijitos que la mercadería estabafaltando en la casa y que maña-na domingo van a faenar dos ca-pones y con los burros iría al

pueblo para venderlos. Prendieron los me-cheros porque anochecía y su ranchitode paja y barro se iluminó con la luz de lasmechas. El bebé lloraba; entonces Catali-na lo recostó sobre la lana de unos cuerosde oveja y le cambió sus pañales. Des-pués que sus hijos se acostaron, Catalinase acostó también junto a su bebé pegadoa su pecho. Al ratito gocharon los perrosy, por el modo de ladrar, Catalina sabía siera gente u otro perro y no le dio impor-tancia.

Por la mañana bien temprano estabaen el corral. Tomó los capones y loscarneó y con la sangre la corpachó en laspircas del corral, orando a la Pachamamay diciendo: “Pachamama, Santa Tierra,que no se enfermen las ovejitas, que novenga la peste al rebaño, que se multipli-quen”; y rezó un Padre Nuestro. Despuésque aparejó y cargó los burros, se despi-dió de sus hijos que se quedaron a cargode la casa, y les dijo: “Yo, si Dios y laVirgen quieren, volveré a la noche”.

Cuando llegó con sus burritos al pue-blo, tuvo dificultad para vender la carne yrecién cuando ya se hacía la noche pudovenderla. Después se fue al almacén ycompró con su platita la mercadería: unabolsa de harina, unos cuantos kilos deazúcar, yerba, aceite, fideos, grasa, dospanes de sal y unas manzanas para loschicos. Y se fue a alojarse para pasar lanoche en casa de Doña Guadalupe, sucomadre, que tiene un corral para asegu-rar los burros. Su comadre le sirvió unplato de sopa y Catalina le dio las gracias.Después sacaron su coquita y se pusie-ron a conversar tranquilas. Su comadrele preguntó a Catalina si tenía noticias desu esposo Zenón. Catalina respondió:“Desde que vino Bernardo con permisodel ingenio para el velorio de su mama, nosé nada, y contaba que el trabajo estabapoco y que apenas estaban ganando parala vianda. Mi hijo Teodosio está con supadre; algo le ayuda. La verdad es que siha aguantado tanto en el ingenio es portener una pensión cuando se jubile”. Y sucomadre le preguntó: “¿Y cómo está la

guagua?” Catalinarespondió: “Y aho-ra está guapa peroestuvo bien enfer-mita con cacha-lera; casi se memuere, pero lapudo hacer curary se compuso”.“Y tus hijos ¿cómo están?”, preguntó lacomadre. Y Catalina respondió: “Solitoshan quedado en el rancho a cargo de laJimenita. Ella es bien responsable y detodo se preocupa; yo esta mañana me vinedejándoles el almuerzo, pero Jimenita lomismo ya sabe poner la ollita al fuego ycocinar cualquier cosita, pero van a per-der la escuela mañana”. “¿Y la hacienditacómo está?” “Y bien nomás, casi todaslas ovejas con corderitos aunque el pastitono acompaña y están sufriendo de leche;tal vez algunos corderitos se mueran porfalta de leche si las lluvias no vienen a tiem-po, y también el zorrito está ahora haciendodaño y nos hace fracasar las crías. Tam-bién las he vacunado y desparasitado y¡la pucha que les ha sentado bien el reme-dio!” Y Catalina le preguntó a su coma-dre: “Y por acá en el pueblo ¿cómo andanlas cosas?” Y Guadalupe respondió: “Ahoracon la política el gobierno está prometien-do pensiones a madres de siete hijos, cla-ro que vos solo tienes seis”. Y Catalina enbroma respondió: “Pero puedo encargarotro hijo y así completo los siete”. Y lasdos se echaron a reír. Y la noche avanzó ysu comadre le trajo unas frazadas y unoscueros para que durmiera.

De madrugada, Guadalupe le llevó unataza de café con pan: “Gracias”, dijo Ca-talina. Después se fue al corral, aparejólos burros y los cargó con la mercadería,y, al despedirse de su comadre, le pidió lagauchada de dejarle encargando el puyoque no pudo vender y al mismo tiempo ledejó un poco de charqui y unas ocas comoobsequio y Guadalupe le dio unos cara-melos para los chicos. Y amaneciendo yaestaba en el cerro, y a eso de las doce yaestaba asomando por el abrita de ovejería;sus hijos la vieron venir y salieron a suencuentro. Catalina sacó las manzanas ylos caramelos y se los dio y los fueroncomiendo hasta llegar al ranchito.

Al otro día, Catalina despachó a sushijos para la escuela y cuando llegaron elmaestro los retó por haber faltado a cla-se, diciéndoles: “Así no van a aprendernada”. Y Jimenita le respondió al maestrodiciéndole: “Es que mi mami tuvo que iral pueblo porque faltó mercadería en lacasa y nosotros tuvimos que quedarnos apastear las ovejitas”.

Extraído de“Sabiduría y espiritualidad indígena”

La sabiduría de la mujer indígena kolla(Relato de la vida cotidiana)

Manolo Pliego cmf

“Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.Cristianismo. Evangelio según Mateo, 5,9.

“Ahora es promulgada la ordenanza del misericordioso Señor: ninguno causará aotro dolor o perjuicio; todos los humanos vivirán juntos en paz, bajo un escudo de

benevolencia administrativa”. Fe Sikh. Adi Grath, Sri Raga, M, 5,74

“Confucio dijo: ‘Cuando el Gran Tao prevalecía, el mundo era una Mancomunidad;eran elegidos los hombres talentosos y virtuosos, la confianza mutua era

enfatizada, y la fraternidad era cultivada.Por tanto, los hombres no considerabancomo padres sólo a sus propios padres, ni trataban como hijos sólo a sus propios

hijos. Los ancianos eran capaces de disfrutar de su edad avanzada, los jóveneseran capaces de emplear sus talentos, los menores respetaban a los mayores;las viudas desamparadas, los huérfanos y los lisiados estaban bien cuidados.

Los hombres tenían sus ocupaciones y las mujeres sus hogares.Detestaban ver los engaños de la riqueza acerca del derroche, y no las usaban parasu propio beneficio. Así los maquinadores del mal eran contenidos, y los estafado-res, ladrones y traidores no aparecieron más, de modo que las puertas principales

permanecieron abiertas’”. Confucianismo. Libro del Ritual, 7,1,2

“Si haces algún préstamo a tu prójimo, no entrarás en su casa para tomar laprenda, sea cual fuere. Te quedarás afuera y el hombre a quien has hecho el

préstamo te sacará la prenda afuera. Y si es un hombre de condición humilde, note acostarás guardando su prenda; se la devolverás a la puesta del sol, para que

pueda acostarse en su manto. Así te bendecirá y habrás hecho una buena acción alos ojos del Señor tu Dios. No explotarás al jornalero humilde y pobre, ya sea unode tus hermanos o un forastero que resida en tus ciudades. Le darás cada día susalario, sin dejar que el sol se ponga sobre esta deuda, porque es pobre, y para

vivir necesita de su salario”. Judaísmo. Libro del Deuteronomio, 24,10-13

“Ni por motivo suyo, ni por causa de otro, ni por desear un hijo, o riqueza, o reino,buscará una persona su propio éxito por medios injustos. Sólo entonces un hombre

será en verdad virtuoso, sabio y recto”. Budismo. Dhammapada, 84

“No confiéis en la opresión, no pongáis ilusiones en el robo; y aunque crezcanvuestras riquezas, no les deis el corazón”. Judaísmo. Salmo 62,11

La voz de las religiones: Justicia y respeto

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“Derecho Viejo” Página 11Principio femenino

Amigos y amigas de “Derecho Viejo”:luego de haber compartido la memoriacincuentenaria de un Instituto educativo,vivida en una casona más que centenariay siguiendo en la tónica de memorias, his-torias, recuerdos significativos en la vidade personas, familias, comunidades, pue-blos, etc., los invito ahora a extraer del“cofre de los recuerdos” una estampitacon un rostro muy familiar para nuestrossentimientos y afectos.

Es el rostro de una mujer que ocupaun lugar insustituible en el corazón huma-no. Es sinónimo de vida, de seguridad, derefugio, de confianza, de amparo... Pen-sar en ella es remontar la historia hasta elorigen de la existencia y poner en juegolos sentimientos más profundos e íntimosque podamos experimentar.

Suscita emociones, nostalgias, recuer-dos que aparecen como brotados de unafuente oculta, profunda, a veces inmane-jables o ignorados por nosotros mismos peroque nos sorprenden cuando aparecen.

Como el lenguaje conceptual se mues-tra muchas veces incapaz de expresar loque está ahí dentro del corazón, recurri-mos a la expresión plástica y artística parareferirnos a ella. Y ahí están los poetas ylos pintores quienes a lo largo de la histo-ria de la humanidad han sabido plasmaren poesías, formas y colores lo que noacertamos a decir con palabras.

A veces nos juega en contra algunaconcepción equivocada de la culturaimperante, que nos impide ser espontá-neos y transparentes en la manifestaciónde esas emociones, mociones, sentimien-tos y afectos, por lo menos para nosotroslos adultos varones, más pendientes de laimagen, del “qué dirán” y de la opinión delos demás, que de la fidelidad a la expre-sión sincera y genuina. Quizás nos ense-

ñen en esto los niños con su balbuceomonosilábico cuando articulan esas dossílabas mágicas aprendidas en el senomaterno y que acarician los oídosextasiados de quien las escucha cuandola pronuncian: ¡ma...má...! ¡ma...máaa...!

A ella se refiere con esta sentidas pala-bras Mons. Ramón Jara cuando dice: “Hayuna mujer que tiene algo de Dios por lainmensidad de su amor, y mucho de án-gel por la incansable solicitud de sus cui-dados. Una mujer que, siendo joven tienela reflexión de una anciana, y en la vejez,trabaja con el vigor de la juventud. Unamujer que si es ignorante descubre lossecretos de la vida con más acierto queun sabio, y si es instruida se acomoda a lasimplicidad de los niños.

Una mujer que siendo rica, daría congusto su tesoro para no sufrir en su cora-zón la herida de la ingratitud. Una mujerque siendo débil, se reviste a veces con labravura del león. Una mujer que mientrasvive no la sabemos estimar porque a sulado todos los dolores se olvidan, perodespués de muerta, daríamos todo lo quesomos y todo lo que tenemos por mirarlade nuevo un instante, por recibir de ellaun solo abrazo, por escuchar un soloacento de sus labios.

De esa mujer no me exijan el nombresi no quieren que empape de lágrimas suálbum, porque yo la vi pasar en mi cami-no. Cuando crezcan sus hijos, léanles estapágina, y ellos, cubriendo de besos sufrente, les dirán que un humilde viajero,en pago del suntuoso hospedaje recibido,ha dejado aquí para ustedes y para ellos,un boceto del retrato de su madre”.

Sí, ya lo sé... Ya imagino que ustedestambién lo intuyen. Estoy hablando de ella:de la mía, de la tuya, de la de todos. Hablodel rostro amable de una mujer..., del ros-

Reflexión y resonancias:Estamos viviendo un momento histó-

rico por un lado dramático y por otroesperanzador. Dramático y difícil por lasnuevas formas de humillación de la con-dición humana, en particular de todo loque es débil, indefenso, impotente para rei-vindicar su dignidad. Esa dignidad y valíaque no es mérito de ninguna conquistasocial, política o religiosa, sino de la mis-ma realidad humana creada por Dios paravivir en libertad sin determinismos nicondicionamientos.

Pero también esperanzador porquefrente a una cultura enferma de intrascen-dencia que sólo valora lo útil, el poder, eldinero, lo fácil...; donde la mujer es feti-che y objeto de deseo que se compra y sedescarta con facilidad...; donde el frutoprecioso de la vida es abusado impune-mente..., se levantan voces para defenderlos derechos y la dignidad menoscabada.

Una de estas voces es la de Iride Isa-bel María Grillo quien propone esta re-flexión: “En el día de la madre que es unoen el calendario pero que son todos y cadauno en nuestros tiempos de vida, abra-mos el corazón, iluminemos nuestrasmentes y nutrámonos del Espíritu de Dios,para hacer instrumentos de amor, en unmundo que sin duda necesita más miradade mujer.

Reconociéndonos iguales en dignidady en derechos, en valor y reciprocidad, apartir de las legítimas diferencias, hagá-monos cáliz y matriz para redescubrir elrol que nos compete en este nuevo siglo,en pos de la verdadera unidad. Con senti-do de pertenencia y dolor en el alma, no-sotras, las que fuimos hechas naturalmen-te para amparar, alimentar y dar la vida,marchemos firme contra la corriente yseamos transgresoras en una sociedad deguerra y violencia, de muerte e irraciona-lidad, portando la antorcha de la esperan-za e instalando la paz.

Y cada tanto, detengamos nuestros pa-sos, y desde el silencio profundo, desdenuestro sagrario íntimo, revisemos el ca-mino andado para renacer naciendo y po-der dar a luz una nueva sociedad y unanueva cultura de espiritualidad y de resis-tencia a los poderes perversos, que co-mienza a despertar”.

Continuamos en el próximo númerocon más sobre el rostro “dulce” de laMadre.

Cordialmente.

P. Julio, omv

El cofre de los recuerdos...El rostro “dulce” de una Madre... I

(Proverbios 31, 10-31)Una mujer sabia, ¿quién la encontrará?, Es de más valor que cualquier joya. Su

marido confía en ella: ¡Qué beneficio no le traerá! Le devuelve el bien, no el mal,todos los días de su vida.

Entiende de lana y de lino y las trabaja con sus ágiles manos.Es como los barcos del mercante que de lejos traen el alimento.Se levanta cuando aún es de noche, da de comer a los de su casa y reparte las tareas

de su servidumbre.¿Desea un campo?, lo ha comprado; con su propio trabajo plantó una viña. Está

llena de fortaleza y vigoriza sus brazos.Ella sabe que su trabajo prospera; su lámpara no se apaga por la noche. Echa mano

a la rueca y sus dedos hacen girar el huso. Tiende la mano al desamparado y daal pobre.

No teme a la nieve para los suyos, porque tienen todos doble vestido. Para ella sehace mantos, y su vestido es de lino y púrpura.

Su marido recibe honores; se sienta en el Consejo con los Ancianos del pueblo.Teje telas de lino y las vende, entrega cinturones a los comerciantes.Aparece sabia y digna y mira confiada el porvenir. Habla con sabiduría y enseña la

piedad. Está atenta a la marcha de su casa y nunca ociosa. Sus hijos se levantany la llaman dichosa, su marido la elogia diciéndole: “Muchas mujeres han obradomaravillas pero tú las superas a todas”. Engañosa es la gracia, vana la hermosu-ra; la mujer que tiene la sabiduría, ésa será alabada. Que pueda gozar el fruto desu trabajo y por sus obras todos la celebren.

La mujer sabia

a) Todas las mujeres son parte de la Divina Madre, y por lo tanto a todas se las debeconsiderar como madres.

b) Todas las mujeres sean naturalmente buenas o no, sean castas o fatlas de castidad,deben ser consideradas como imágenes de la Divina Madre.

c) ¿Cuál debe ser nuestra actitud hacia las mujeres? El que ha conocido lo Real y haobtenido la visión de Dios, no siente por ellas temor alguno. Las ve como realmen-te son, o sea, como parte de la Divina Madre del universo. De modo que no sólo lashonra y respeta, sino que les rinde culto como hace un hijo con su propia madre.

Las mujeres según enseñanzas de Sri Ramakrishna

Como las varias facetas de un diamante,las mujeres brillarán ahora en todas partes,

sólo educándose para vivir plenamente.¡Gloria a todas las mujeres en todas las patrias!

Al controlar sus propias naturalezas¡cuántas glorias ahora se manifestarán!,

¡cuántas capacidades se expresarán!¡Gloria a todas las mujeres en todas las patrias!Basta de comparar a la mujer con otra persona,

¡la mujer es la mujer única, sin comparación alguna!¡Son maravillosas! ¡Sí! ¡Son divinas!

¡Gloria a todas las mujeres en todas las patrias!Nadie jamás le pide que continúe con la ofuscación,sólo hay que entender que la vida es una bendición,

ahora deben levantarse para lograr aquella realización.¡Gloria a todas las mujeres en todas las patrias!

Swami Vivekananda (1863-1902)

En todas las patrias

tro convocante e insustituible de la ma-dre. Aclaro que no escribo estas líneascomo víctima de un achaque senil, del“viejazo” sentimental, como se dice porahí. Tampoco impelido por la abrumado-ra publicidad en torno a la celebracióncomercial del “día de la madre” que recu-rre en estos días de octubre. Es otro elmotivo que me impulsa a escribir.

Me referiré sí a la mujer y a la madre,pero desde la evocación de un rostro y deun nombre muy familiar a los cristianos yno dudo que a todo ser humano. El rostroque preparó “tata” Dios y lo fue modelan-do antes del origen de la creación, comoel alfarero a la arcilla. El rostro cuyos ras-gos fue tejiendo y bordando en el senomismo de la familia trinitaria. Ese rostrobendito que regaló con infinito amor a todala humanidad, es el rostro de una mujer,de una madre destinada a ser la madre del“Emmanuel-Dios con nosotros” y nues-tra madre: la Madre de todos...

A esta Madre tierna y dulce y así lapercibe y le dedica estos versos inspira-dos el infaltable Jorge Amado:

A veces me parece incontenibleel río que trasmite tu miraday aquel rubor apenas perceptibleque roza tus mejillas sonrojadas.A veces veo un ángel en tu risaque anima tantas horas de nostalgia,tus manos de ternura y de prisasse vuelven de acuarelas y fragancias.A veces me refugio en tus deliciasy duermo acurrucado entre tus brazos,tu voz de caramelo me acariciay vuelvo cada noche a tu regazo.A veces no comprendo un don tan alto,de tanta luz, de tanto amor, de tanta vida,ni Dios quiso privarse de tu encantoy se hizo una igualita a la mía.

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“Derecho Viejo”Página 12

a la evolución destino del hombre

Periódico mensual. Director Dr. Camilo Guerra. Almafuerte 2629 Castelar (Bs. As.)T.E. 4629-6086 / 3089. - Diseño y diagramación propios. - Coordinación y publicidad:“Derecho Viejo” Producciones. - Registro de la Propiedad Intelectual Nº 2.365.486.Impreso en: PRINCASTEL 4629-2562 - Hecho el depósito que marca la Ley 11.723.

Un periódico para pensar

“DERECHO VIEJO”Lejos del mundo. Cerca de los hombres

“GLORIA DEI, HOMO VIVENS” (LA GLORIA DE DIOS ES EL HOMBRE VIVIENTE)

Escribe:Sebastián Guerra

Abogado - Psicólogo

Las capas de la cebolla

www.sebastianis.com.ar

Mensaje de Derecho Viejo“Hoy día un número considerable de monjes y monjas están interesados en

las técnicas orientales, tales como el yoga, el zen, la meditación trascendentaly otras. Estos métodos pueden ser útiles para conseguir cierta calma

y cierta tranquilidad interior... pero podemos pensar quesi se entendiese y se practicase la “lectio” en la Orden, veríamos

que no tenemos necesidad de estas técnicas.

Simposio Cisterciense, 1975

Resulta fácil ironizar sobre un sincretismo, a menudo superficial, susentimentalismo y su orientalismo de bazar que tantos “gurús” dudosos

explotan. En lugar de reírse de ellos, los moralizantes clérigos de las iglesiasharían mejor en hacer un examen de consciencia. ¿A quién achacar el fallo, si

tantos y tantos se ven obligados a recurrir al Tao, al Zen, para redescubrirverdades, que sin embargo, forman parte de la herencia de occidente?

¿Quién les ha ocultado que el cristianismoes la más bella de las religiones orientales?

Jean Claude Barreau

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“Realmente laverdad salvadora

no fue nuncapredicada por elBuda, puesto que

uno ha depercibirla dentro

de sí mismo”.

Sutralamkara

“En mis treinta y seisaños de enseñanzae investigación enTeología, la única

verdad que aprendíes que no hay unmonopolio de la

verdad”.

Jacques Dupuis sj.

A mayor tiempo que empleemos en co-nocernos a nosotros mismos, más podre-mos asombrarnos de lo que en verdadsomos. Y, no me refiero a las cosas de lasque somos capaces, solamente. Somosmucho más en todo sentido, nuestro serse comporta tal y como ha sido enuncia-do en el inicio de este libro... nuestro sertiende –en condiciones naturales– a ad-vertir que es El. Nos lo va a decir de to-das las maneras posibles hasta que lo en-tendamos. Aunque también podemos ter-minar nuestro ciclo vital sin advertirlo...o sin comprender sus mensajes.

Es relativamente trascendente este sa-ber leer los mensajes que nos da nuestropropio ser. Para ello sólo hace falta co-menzar a escucharlo. Así como físicamen-te uno no debe “tapar” una fiebre con unaaspirina hasta no saber qué causa la fie-bre. Los mensajes no deben ser dejadosde lado porque uno no les vea prima facieun por qué, sino que –por el contrario– sedebe analizar íntimamente qué significadostiene para uno lo que determinados pensa-mientos o intuiciones –por descabelladosque parezcan– nos traen a la mente.

Y, atento, no se quede con la primeraexplicación que se le presente, porquela habilidad humana para auto engañarsellega a extremos que sólo averiguará conmucho tiempo de análisis.

Si usted realmente quiere saber quiénes, indague todo lo que llegue a sus ma-nos. No deje de observar y de observar-se. No se juzgue... véase sin abrir juiciosni llegar a conclusiones.

La observación “quieta” es la mejor ma-nera de aprender quién es uno. Cuando elcatólico se confiesa, o cuando en otrasreligiones se ponen frente a un dios exter-no y mudo arrepintiéndose de pecados o“malas acciones”, o cuando el ateo exa-mina su conciencia, buscan culpas y portanto: culpables. Esto, mental y psicoló-gicamente funciona como una barrera paraver las cosas como en realidad son.

Las personas –en general– no quie-ren encontrarse culpables, por lo quebuscan la culpa de un tercero, o el ate-nuar sus propias sensaciones in-delegables de culpa en las circunstan-cias de momento o de vida. Tales co-sas no son sino autoengaños. Uno noquiere ver lo que está viendo. Pero

uno sabe –claramente– que está ahí...Aún en los casos de aquellas personas

que asumen todo el tiempo la culpa, sinexcusas aparentes, funciona de la mismamanera. Ello puede resultar difícil de en-tender en un principio, pero la mente tra-baja de maneras diversas: quien hace esosólo está atenuando sus culpas al asumir–con conocimiento– culpas que suponeque no le corresponden... por lo que endefinitiva hace internamente un “pobrede mí” (como ya lo acuñó PabloCoelho)... buscando la exculpación pormedio de los demás, que le digan:“pobrecito/a no es tu culpa...”

En ningún caso vamos a poder avanzarsobre quienes somos si buscamos culpa-bles allá afuera o acá adentro... por eso esque juzgarse duramente no nos hace me-jores personas... ni nos hace conocernosmejor.

Solamente debemos observarnos sinjuicio valorativo, sólo ver qué hacemosy analizar de dónde viene ese comporta-miento. Es una gran gimnasia. Es gratoa medida que nos miramos en un espejo,ir viendo y descubriendo quién está ahí.

Uno va a resistirse a ver ciertas cosasal principio. Uno no va a poder evitararrepentirse de otras... pero lo importantees ser consciente que uno no tiene porqué engañarse... y lo que es más: notiene por qué engañar a los otros.Remitámosnos a nuestro testigo, no anuestra personalidad.

En un mundo que –como lo conoce-mos– está próximo a su fin; en el que todoparece girar en torno a la imagen falsa deuno mismo y –por tanto– de los demás,cuántas veces al día nos planteamos cómohuir de las situaciones que vivimos... cuán-tas veces al día quisiéramos remontarvuelo e irnos a un lugar donde nadie nosconozca y empezar de nuevo, siendo quie-nes queremos o sentimos que queremos ser.

Y, lamentablemente, aunque lo hiciéra-mos no podríamos evitar volver a caer enlo mismo. Porque la sensación es la co-rrecta mas no la solución. La solución noes huir sino enfrentar... no de un modoconfrontativo, crítico o destructivo, sinopreguntarse: ¿qué sentido tiene viviruna existencia vacía? ¿qué sentido tie-ne vivir una vida que no es la vida quequiero?

Infinidad de mujeres y hombres man-tienen sus matrimonios por temor; y vi-ven culpándose los unos a los otros.

¿Por qué vivir esa vida? ¿Por qué ator-mentarse permanentemente?

La respuesta es la culpa. La vanidadhace que uno considere que el otro nopuede ser feliz sin uno, y le da culpa de-jarlo. O, se siente culpable de no sentir lomismo que el otro exterioriza. O, sienteque el otro es culpable de todos sus ma-

les, y puede que quiera que sufra esa cir-cunstancia en carne propia, etc.

Todos estos ejemplos, no excluyentesde otros, no son sino infiernos o cárce-les que uno creó o ayudó a crear alrede-dor de uno mismo.

Lo mismo sucede en el trabajo, en elgrupo de amigos, vecinos, colegas, conlos hijos, con los hermanos, los padres,etc. Uno dejó de poder ser uno mismo, ypasó a ser un esclavo de su propia ima-gen. Con el tiempo una advierte que esaimagen de sí mismo, debe ser alimenta-da... y tanto se dedica a alimentarla quetermina perdiendo de vista quién es unoy quién es la imagen.

Imagine que está encerrado en un cura-to rodeado de espejos... con el pasar delos días empezaría a ver que su imagen seproyecta al infinito... semanas o meses mástarde uno se pierde en ese infinito... ya nosabe dónde está.

¿Cómo volver a encontrarse? Observán-dose, analizando el por qué y para qué desus conductas, de sus pensamientos, desus razonamientos, de sus inclinaciones,de sus pareceres... sin juzgarse culpa-ble, ni inocente, ni responsabilizar aotro... sólo ver.

¿Qué se necesita para ser feliz? Nada.Se cree que huyendo de su imagen ac-

tual, va a ser feliz... se equivoca: la ima-gen va con usted hasta que decidaaceptar que usted no es su imagen.Y, si advierte esto, no hace falta ir aningún lugar.

No reemplace una imagen por otra, por-que estará solamente empezando de nue-vo el ciclo. Véase, revísese, no cambienada de su sitio... sólo dificultará las co-

sas. Los cambios vendrán solos a medidaque se mire con atención.

Interiorice su soledad. Sepa que ustedestá solo... que por mucha gente que ten-ga alrededor... sólo usted experimenta suser. Y su ser puja por salir a la luz...

La verdad es cual cebolla, tiene muchí-simas capas. En las relaciones humanasrara vez, y sólo circunstancialmente dospersonas coinciden en su visión de la rea-lidad... y muchísimo menos seguido ex-perimentan la misma faceta de la realidadde igual forma.

Pelar esta cebolla –mediante una visiónanalítica no valorativa– hace que a uno levaya resultando cada vez más fácil no juz-gar ni juzgarse. Porque se va adquiriendoel hábito de ver desde distintos puntos devista, y uno comprende que así como algoes de una manera para mí, puede ser deotra para el otro... sin roces ni confronta-ciones. En todo caso, la forma diversa enque el otro ve la realidad me enriquece, yaque amplía mi propia percepción.

Esto no significa que uno va a drogarseporque para el otro esta sea su realidad,sólo significa reconocer que el punto devista del otro es tan válido –ni más nimenos– que el de uno.

El otro experimentará su existencia y yoexperimentaré la mía. Independientemen-te de que yo no entienda el porqué de susopciones, y aunque me parezcandestructivas, insatisfactorias o equivoca-das... la cebolla tiene muchas capas.

Extraído del libro:“Pensando al Dios del Tercer Milenio”

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