Derecho y Realidad - Ariel Alvarez Gardiol

7/21/2019 Derecho y Realidad - Ariel Alvarez Gardiol

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erechorealidad

Notas de teoría sociológica

RIEL ÁLV REZ G RDIOL

editorial uris



o Copyright byEDITORI L LIBRERÍA JURISde Luis Maesano

Moreno1580/ S2000DLF RosarioTelefax 0341-426730112Repú[email protected]@arnet.com.ar_ e d i t o r i a l ju r i s c o m

Esta ediciónse terminó de imprimiren los talleres gráficos Santa Fe ,en Rosario,octubre de 2005.

Hecho eldepósito que marca la ley 11.723.Derechosreservados.Prohibida su reproduccióntotal o parcial.

Impreso en ArgentinaPrinted n Argentina

edición rústicaISBN: 950-817-268-1

Álvarez Gardiol, ArielDerecho y realidad: notas de teorla sociológica - la oo -Rosario :Juris, 2005.208 p ; 21x15 cm.

ISBN 950-817-268-1

l. Sociología del Derecho.I TítuloCDD340.1

Fecha de catalogación: 17/10/2005



ÍNDICE GENERAL

PRIMERA PARTE 9

PRIMER S P L BR S ...............................................................13INTRODUCCIÓN.........................................................................17L SOCIOLOGÍ COMO CIENCIADEL HOMBRE .............. ....... 18

L ESENCIADE HOMINIDAD....................................................24

PRECURSORESDE L SOCIOLOGÍ .........................................35

TEORtAsPOLÍTIC S DE LAANTIGÜEDAD...............................38Platón ...................................................... 4Aristóteles..................................................................................

L S IDEASDE L ILUSTRACIÓN..............................................45Montesquieu ...............................................................................45Jean Jacques Rousseau .............................................................49

EL PENSAMIENTOHISTORICIST ............................................52

AdolpheQuetelet .......................................................................56

LA FUNDACIÓN DE LA SOCIOLOGÍA ........ ........ ........ ........ ........5 7

August Cornte ............................................................................58reve referencia biográfica ...................................................58

Su aporte teórico ...................................................................60Herbert Spencer .........................................................................64

reve referencia biográfica ...................................................64us ideas fundamentales ......................................................65

Karl Marx...................................................................................67reve referencia biográfica ...................................................67us ideas ............................................................................... 68



6 íNDICE GENERAL

SEGUNDA PARTE 7

DOCTRINAS SOCIOLÓGICAS 75

LOS PRESUPUESTOS SOCIOHISTÓRICOS 76

Ferdinand Toennies 79Breve referencia biográfica 79Sus ideas 8

Emil Durkheim 83Breve referencia biográfica 83Sus ideas 84

Max Weber 89Breve referencia bicgráfü:a 89Sus ideas 9

Vilfredo Pareta 94Breve referencia biográfica 94Sus ideas 94

NUESTRO TIEMPO97

Bronislaw Malinovsky 99

Breve referencia bicgráfica 99Sus ideas 1

José Ortega y Gasset 1 4Breve referencia biográfica 1 4Sus ideas 1 6

Pitirim Alexandrovich Sorokin 111Breve referencia bicgráfica 111Sus ideas 114

LAESCUELADEFRANKFURT 118

Herbert Marcuse 122Datos biográficos y bibliográficos 123Su s ideas 124

Talcott Parsons 126reve referencia biográfica 126

Sus ideas 127



iNDICE GENERAL 7

TERCER PARTE 33

L DIMENSIÓN SOCIOLóGICA

EN EL MlJNDQ JURÍDICO ........................................................135LA ESPECIFICIDAD DE LO JURíDICO:NUESTRA OPINIÓN ..................................................................139

EL PROBLEMA DEL OBJETO Y DEL MÉTODO ........... ........... ..144

L SEGURIDAD Y LA PERSONALIDAD HUMANA ......... ......... .152

LA ESCUELA EGOLÓGICAARGENTINA ......... ......... ......... .......16

CONCEPCIONES REALISTAS ...................................................165

EL PENSAMIENTO JURÍDICO NORTEAMERICANO .............. .165Escuela sociológica norteamericana ..................................169Realismo norteamericano ...................................................172

EL REALISMO ESCANDINAVO ......... ........ ........ ........ ....... ........ .174Wilhelm Lundstedt ..................................................................174

Karl Olivecrona ........................................................................175AlfRoss .................................................................. , ................176

LA TEORíA PROCESAL DEL DERECHO ........ ........ ......... ........ ..178

LA TEORíA TRIDIMENSIONALDEL DERECHO .......................18Jürgen Habermas ....................................................................182

reve referencia biográfica .................................................182us

ideas .............................................................................183

LA TEORÍA CRÍTICA DEL DERECHO ......... ........ ......... ......... ....19

L TEORíA CRíTICAEN LAARGENTINA .................................19

L CRITICAL LEGAL STUDIES ........ ....... ........ ....... ........ ........192

BIBLIOGR Fí 197



PRIMER P RTE



Formar parte de la sociedad es un fastidio

pero ser excluido de ella es una tragediaOse R WILDE

n la ciencia la verdad es indispensable paraseguir construyéndola. n la filosofía se busca laverdad aunque TW s la encuentre. n la historia

la verdad s insegura y aleatoria; en la políticay e n la vida social simplemente TW existe.

FIOB ROJ



PRIMER S P L BR S

ste texto incluye algunas notas sobre Sociología, más biensobre Teoría Sociológica, como materia que junto con una Thoríadel stado integra el área Sociedad y stado del Plan de Estudiosde la Maestría en Derecho Procesal y se propone estudiar, confor-me lo indica el folleto elaborado por el Posgrado de la Facultad deDerecho de la Universidad Nacional de Rosario, los paradigmasclásicos de la teoría sociológica, las concepciones sociológicas ac-

tuales, las expresiones de la dimensión sociocultural y las teoríassociológicas del conflicto.

n este curso de Teoría Sociológica nos parece adecuado o-

menzar con la formación histórica de la Sociología, considerandoallí los aportes de algunos precursores, sin los cuales tal vez estadisciplina no hubiese podido cuajar con una clara independenciaterritorial, ya que aun cuando siempre hemos creído que la Socio-logía es una de las pocas disciplinas científicas que tienen una

verdadera partida de nacimiento que, en el caso, fue l publica-ción por Augusto Comte del Curso de Filosofia Positiva , buenoes aceptar que casi nunca una disciplina científica se genera sinprecedentes importantes provenientes de la Filosofia que fue, in-dudablemente el hontanar gnoseológico de ese saber especializa-do, como sin duda de todos los saberes científicos.

stas son unas Notas de Teoría Sociología plasmadas dentrode una carrera de posgrado de una Facultad de Derecho, es decirque si bien intenta desenvolver pensamientos que abarquen lageneralidad de las más importantes cuestiones sociológicas, tienecomo destinatarios últimos a hombres de derecho, razón por lacual, todo su desarrollo tendrá esa aplicación en miras y en conse-cuencia toda la problemática será analizada teniendo en cuentala ciencia que cultivan esos receptores.

sta será entonces una sociología elaborada teniendo como fi-

nalidad esencial, la circunstancia de estar dirigida a abogados,por lo que la ciencia jurídica y los fundamentos científicos de esesaber estarán en el horizonte constante de nuestras reflexiones.De allí su título esencial: Derecho y realidad .



14 ARIEl ÁlVAREZ GARD OL

Este trabajo es entonces solo un apoyo propedéutico que pre-tende servir de complemento de la enseñanza de esta disciplinaen el ámbito académico expresado y que no intenta competir con

los grandes maestros que antes que yo han abordado esta proble-mática en el universo científico de lo sociológico y a quienes headmirado y admiro, pero como terminaba su prólogo Del Espíritude las Leyes Carlos de Secondat, el Barón de Montesquieu, sin desa-lentarme como el Correggio he dicho: yo también soy pintor .

Sin duda que exigidos por la brevedad de este curso, debere-mos elegir de ellas, es decir de las teorías, aquellas que considera-mos más importantes y ello configurará la segunda parte. La ter-

cera y última parte, atenderá a la dimensión sociológica en el mun-do jurídico y allí también conminados por la necesidad de ligerezadel curso, deberemos elegir los aportes de realidad que considera-mos más significativos en el venerable tronco de la juridicidad.

Vamos a intentar, casi siempre, comenzar la consideración delaporte teórico de que se trate con alguna referencia biográfica delautor. La idea de vincular el modo de pensar con el desarrollo bio-gráfico del pensador, es tan antigua como el mundo y es esa refe-rencia soci l integradora la que nos puede revelar el marco de pre-sentación de su teoría. Sin duda cada cual es hijo de su tiempo y enconsecuencia la relación entre su pensamiento y el mundo históri-co concreto del individuo son importantes. Somos conscientes deque toda vida es secreta y seremos respetuosos de esa intimidadde donde resulta que toda biografía se convierte casi en una ca-sualidad de la intuición, ya que no hay método que nos garanticela clave para acceder a la explicación de una existencia extraña.

Tenemos la necesidad de penetrar en las raíces más profundas delas vidas ajenas, pero lo hacemos con la intención de comprender-las y de ninguna manera de juzgarlas, ya que generalmente elque juzga, pocas veces entiende realmente el meollo de la cosa. Lajusticia de alguna manera mecaniza y al hacerlo adultera, cuan-do no falsifica o corrompe para satisfacer la exigencia de con-gruencia para el dictado de una sentencia inatacable. Luego deuna tan larga como insignificante actuación profesional en elmundo del derecho, estoy en condiciones de afirmar que son muypocos los jueces que uno ha podido rescatar del sistema burocráti-co y pernicioso al que pertenecen, para descubrir la inagotable



DERECHO Y RE LID D

re lid d del contenido hum no que encierra tod controversiajudicial ya que aunque muchos se o proponían de intento el es-píritu de cuerpo o simplemente la falta de tiempo los forzaba casi

siempre a mput r su propia y n tur l perspicacia manifesta-ción de nuestro respeto y homenaje l triste heroísmo de los jue-ces probos pero abdicamos absolutamente de la posibilidad de in-tent r sumir ese rol l considerar biográficamente los aspectos másdestacables de los creadores de las doctrinas que estudiaremos.



INTRODU iÓN

En los primeros tiempos todo fue naturaleza, naturaleza fisicay naturaleza viviente, integrando un único mundo, el mundo na-tural que fue el supuesto de una única ciencia, l ciencia de lanaturaleza.

Este mundo experimentó un desgarramiento, el más decisivode su historia, que se produjo cuando el hombre consiguió salir desu dominio al que pertenecía, como otro ser de su universo.

El hombre, no sin esfuerzo, logra salirse del mundo de la natu-raleza y funda su propio mundo que está constituido por la esferade la actividad, de lo que es solo creación humana.

Se ponen así frente a frente dos reinos, es la realidad que se hapartido en dos mitades: el reino de la naturaleza y el reino de lohumano. Dos objetos diferentes y un único sujeto cognoscente por-que el único que conoce es el hombre y conoce y es capaz de apre-hender esos dos aspectos de la realidad.

De ello surgen los dos tipos de ciencias: la de la naturaleza quese propone una descripción del mundo de lo natural hecha por elhombre y la ciencia del hombre que es también hecha por el hom-bre para conocerse a sí mismo. La primera es una ciencia humanasobre un objeto no humano y la segunda una ciencia humana so-bre un objeto humano.

Es decir que como decíamos en los primeros tiempos todo fuenaturaleza, luego surge lo social como creación humana despren-dida de lo natural y posterionnente el hombre va creando unaobra sustancialmente humana, que lo va rodeando y lo va inte-grando en un "nuevo mundo" que es el ámbito de la cultura.

Según esto es naturaleza el conjunto de lo nacido por sí, oriundode sí y entregado a su propio crecimiento. Enfrente está la cultu-ra, ya sea como lo actuando producido directamente por u hom-bre según fines valorados, ya sea, si la cosa existe de antes, comolo cultivado intencionalmente por el hombre, en atención a los

valores que en ello residan" .

1 Rickert Heinrich, Ciencia cultural y ciencia natural Ediciones Crupe, Ma-drid, 1922.



. ARIEL ÁLVAAEZ GAROIOL

Popper deCÍaque el universoera trialista, que constaba detresmundos, 1) el mundo de lo natural , (2) el mundo del siquismohumano, de la creaciónde las experiencias subjetivas pero nodesus

productos3)

y elmundo de

los productosde la mente

huma*na que son las obras de arte, el lenguaje,la ciencia yque es me-diante el mundo del siquismoque interactúan el mundo de lo na-tural y el mundo de las obras.

Básicamente hay dos tipos de ciencia entonces,una cienciadelo natural y una cienciadel hombre, es decir que hay un conoci-miento humano sobre 1 natural y un conocimiento humano sobreel hombre.

L SOCIOLOGí COMO CIENCI DEL HOMBRE

Nosgustaría, para entrar en el tema comenzar, agrandes ras-gos, conuna historia de los grados diferentesde concienciaque elhombre ha tenido de si mismo,de los modos peculiares como elhombre se ha pensado o contemplado a si mismo, loque debería

preceder, otal vez epilogar, auna historia de las teorías acercadelhombre.Lo intentaremos, con una proyección filosóficaque es lomismoque decir tratando de satisfacer una necesidaddel enten-dimiento,tan orgánica comoel hambre, la sed o el amor, necesi-dad imperiosa,verdadera fuerzade superaciónque aunque nacey resideen uno, es como siestuviera fuera y encima de uno, comosi nosordenara y nos dominara.

Una característica fun damental delpensamiento occidental essu neta diferenciaciónentre el hombre y el resto delmundo vi-viente.Una cultura tan excelsa comola india ,se basa en el sen-timientode unidad entre el hombre y todolo viviente.Es recién apartir de la cultura griega clásicaque el hombrese destaca sobrela naturaleza en vida y sentimiento.

Ello nos conduce,en esta indagación genética ysistemáticaque intentaremos, a dejar de ladoel borrosoy por momentos enig-mático problemade la filosofía yel pensamiento orientales, dondetal vez lomás problemáticosea el sentido mismode la palabrafilosofía y nosatendremos a loque ha sido el desenvolvimientodeesa realidad en Occidente,en su primera etapa, en la Filosofía



DERECHO Y REALIDAD 19

Helénica. Como lo hemos dicho ya en otras investigaciones esintensamente polémico el origen de la filosofía griega y sus estre-chas conexiones con el mundo oriental. No ignoramos las relacio-

nes directas e indirectas supuestas o reales que se han atribuidoinclusive entre los grandes sistemas filosóficos de Platón y Aris-tóteles con los mitos de los caldeos con la religión fenicia y aúncon el pensamiento egipcio. No postulamos entonces una sobera-nía del llamado prejuicio clásico que ha hecho suponer que lafiloSOI 8 oriental recibió préstamos de la griega ni tampoco pode-mos atenernos meramente al aspecto cuantitativo de la cuestiónque partiendo de la agobiante y abrumadora mayoría de Oriente

respecto de Occidente y de que lo más no puede provenir de lomenos con lo que se eclipsaría esa supuesta hegemonía griegamostrando de cuál lado estaba aquella civilización que realizóaportaciones tan fecundas a la otra En definitiva estamos abso-lutamente persuadidos que es imposible negar que los griegostuvieron la originalidad de presentar la problemática filosófica demodo sustancialmente diferente a como lo hizo la filosofia orien-tal tan estrechamente comprometida y ligada a lo religioso como

asimismo creo con idéntica convicción persuasiva que no deberíapoder negarse la influencia directa de Oriente en algunos perío-dos particulares como el alejandrino en Grecia o el árabe en laépoca medieval sin embargo esa filosofía oriental que de algunamanera gravitó en el nacimiento de la filosofia helena no parecehaber sido sino una mezcla entre lo mitológico y algunas ordenacionesde tipo ético religioso pero sin apoyo ni sustento en un fundamentoracional. Tampoco subestimamos las últimas investigaciones ar-

queológicas indudablemente fecundas de las que se pondrían enevidencia esos vínculos indisolubles que atenuarían la originali-dad del pensamiento griego o la genialidad de sus reflexiones.

Pasaremos así revista brevemente a los modos fundamenta-les de concebirse el hombre a si mismo de elaborar lo que podría-mos llamar su fónnula ontológica modos que con más o menosintensidad tienen vigencia entre nosotros acerca de la esenciadel hombre.

A fin y al cabo estamos en condiciones de afirmar que el hu-manismo y la ciencia han sido los pilares sobre los que se hansostenido en Occidente la vida y el pensamiento.



2 ARIEL ÁlVAREZGARDIOl

Creo que podremos demostrar y Vds. advertir a su vez, quecada una de esas ideas sobrela esencia del hombreque desarrollaremos,se corresponde conuna determinada historia, es decir,

con un cierto modo especialde concebirla historia.La historia,nos enseña Vicente Fidel Lópezen la introducciónde su reputadaHistoria Argentina ,que en la etimologíade nuestra lengua, la

palabra historia tiene el mismo origen e idénticosentido que lapalabra vidrio .Esta sinonimia genética,tantoen su raízsánscritacomoen la griega, noes porcierto casual ni arbitraria, ya que elvidrio posee una transparencia que permite ver lo que queda delotro ladode él, delmismo modoque el tiempoque es el campo

visual de la historia, tiene en si mismouna transparencia que lahistoria puede penetrar como la vista se transfunde para ver, alotro lado del tiempopresente. Dicho tal vez conalguna mayorprecisión,la cuestiónencierra la diferenciaentre la historia y lahistoriografía.No es que sean historias distintas, sino un mododiferente de explicar el suceso,tratando de diferenciarl historia , es decirla sucesiónde los hechosen tiempo y espacio, loquesin duda conforma la realidad histórica, con la Historia , o

historiografia,que seria el relato del historiador de la realidadacaecida yque pasa por el filtrode su interpretación subjetiva.Loscuatro evangelios con losque se inicia el NuevoTestamento,relatan la vida pasión y muerte de Jesucristo. San Mateo,SanMarcos,San Lucas ySan Juan noscuentan los hechos,pero cadauno consu pizcade sazonamiento personal.Una observaciónmásantes de acometer nuestra tarea: la razón del enfrentamiento enque estas concepcionesse plantea, nos pondrá en evidenciaque

ellas responden a diferentes ideas sobrela esencia,la estructuray el origendel hombre, lo que demuestra que no hay uniformidaden el génerohumano sobrela naturaleza del hombre.

a prim r idea del hombre dominante en los ambientes deístas,judíos y cristianos y en general en todos los círculos vinculados auna Iglesiadominante de lo que podríallamarse el pensamientooficial, producto deuna fe más que de una concepción científica ofilosófica,es el conocido mitode la creación delhombre por un

Dios personal,su descendencia deuna pareja primitiva, elestadoparadisíaco, el pecadodel hombre seducido por elángel caído, laredención del hombre-Dios, el restablecimientode la relación i



DERECHO Y RE LID D 2

lial con Dios,la inmortalidad delalma, la resurrección dela car-ne, el juicio final.

Esta concepcióngravita muchomás de lo que razonablementepuede creerseaún entre los no creyentes, reproduciendo convic-ciones que sobreviven por siglos y agobianal hombre conuna sen-sación de culpa profundamenteangustiante. Esto queKant resu-me en la frase:

« l hombre está hecho de un m der harto torcida p r quepued j más construirse con él mismo n d derecho , evidenciasu vínculo conla raíz emocionalinstintiva de las ideasjudea cris-tianas.

a segunda noción del hombre que es absolutamenteuna in-vención del genio helénico, esla creación del homo sapiens quetanto Anaxágoras primero, como Platón y Aristóteles después, im-primieronsu sello distintivo absoluto.Esta idea estableceunaseparacióntajante entre el hombre yla animalidad.Es frecuentediferenciaren esos primeros orígenes helenos,un período cosmo-lógico y otro antropológico dominado el primero porlas corrientesde pensamiento presocráticosin incluirentre ellos a los sofistas yel segundo,por los sofistas y por Sócrates mismo, distinción quese explica,aunque pueda ser no muy precisaen el hechode quelos primerosintentaban comprenderal hombreen función deluniverso,mientras que la reflexión socrática yaún la sofistica,tienden a concebirel cosmosen función del hombre y por ello reci-ben la denominación de periodo antropológico o antropocéntrico.

Este concepto otorgaal hombreuna calidad específica y propiaque solo a él conviene, que es la razón o el lagos y es asu través

que el hombre puede conocerset l como esen sÍ, puedeobrar bieny puede incluso perfeccionar ala naturaleza.

a tercera posición naturalista, la del poderío político,está ini-ciadaen Hobbes yen Maquiavello ymás modernamente ha sidoplanteada enAdler, señalando como el motor primordial dela vidainstintiva, ala voluntadde poderío y elafán de preeminencia .

Apesar de las diferencias anotadas, quepor cierto no sondeta-llesen losesquemas desarrollados,hay algo común a todasellas yaplicable también a las anteriores ideologías referidas y esla creen-ciamás o menos firmeen una unidad.de la historia humana , enun movimiento haciaun fm sublime quese considera dignode ser



22 ARIEl ÁlVAAEZ GARD Ol

afirmado, por la creenciade cierto acrecimiento delvalor de lascosashumanas. Como loha señaladoAlfred North Whitehead congran precisión,no obstante la complejidadde su discurso, nohay

uniformidad en ese proceso histórico conocido comola marcha dela cultura. No obstante, desde el Renacimiento hasta nuestrosmismos días, desde la perspectiva de lo humano, esa época evidencia un desarrolloperenne e ininterrumpido , hacia cosassupe-riores, apoyadoen el notable crecimientode los saberes científicos en el colosalaparato de las nuevas tecnologías comoinstru-mentos en los que se sostiene el universo.

La primer teoría totalmente discordante conesta uniformidadseñalada, es la que desarrollaremos comocuarta idea que el mundo cultoaún no ha aceptado y ni siquiera claramente entendido,por lo menos en su justificación.Es una idea descarriada, quetrae una larga preparación histórica.Es casi una idea temiblepara el pensamiento occidental,pero la expondremos conla pulcra objetividad del expositor científico.

La primer característica que de ella señalamos es su radical yabsoluta oposición ala creencia común de toda la antropologíatanto, del hornosapiens, como del horno faber, como delAdán caído que se levanta salvadoen el centro de la historia. Esta teoríaafirma la decadencia del hombre"por una causa que está en laesencia y en el origendel hombre. En este procelosoandar de casidoscientosmil años, que según el último informede la famosarevista internacional Nature, del diario La Naciónen su edicióndel día 17 de febrerode 2005 en el que nos informa que los másantiguos fósilesdel "hornosapiens descubiertos en Etiopía ten-drían esa edad, tiempo que, adecuadamente ponderado no es casinada para el desarrollode una especie,el hombre h ido siemprecayendo,desbarrancándose y en esta verdadera deserciónde lavida, se vale de sucedáneos para sobrevivir,que son pobressusti-tutos de las auténticas actividades vitales capacesde desarrollo.

Para esta concepciónel hombre no es una de los tantas vías

muertas en las que a vecesla vida encalla. No, elhombre es la víamuerta de la vida en general. Ese espíritu del hombre, eso quepara Aristóteleshace a la esencia del horno sapiens, es una enfer-



DERECHO Y REAliDAD 23

medad, una dirección morbosa de la vida universal. El hombremismo es una enfermedad. El espíritu aparece en esta concepcióncomo el principio que destruye y aún aniquila la vida. El espíritu

es un parásito metafisico que se introduce en la vida y en el almadel hombre para destruirlo.

Ese proceso de destrucción es la prueba inequívoca de la extinción de una especie herida de muerte. Las fases de este procesomortal son estructuralmente idénticas a las que recorre un serviviente que crece, envejece y muere.

La historia demuestra -siempre por supuesto para esta tesisque el hombre ha perdido mucho más de lo que ha ganado, lo que

evidencia su decadencia. Esta posición fue sustentada fundamentalmente por Schopenhauer y por Nietszche; en algún sentido también por Bergson. Algunas corrientes modernas del psicoanálisiscomo Kloges, Spengler, Lessing y Vahinger han elaborado sus doctrinas a partir de estos presupuestos.

Llegamos por fin a la quint idea del hombre en la historia. Sien esta precedentemente analizada el hombre es exhibido comoel animal que ha enfermado por su espíritu , esta última toda

vía débilmente esbozada a través de dos pensadores alemanes contemporáneos -Diterio Kerler y Nicolai Hartmann- encumbra laconciencia a una altura magnífica, escarpada y soberana.

En estos pensadores se manifiesta un ateísmo que no se o puedecomparar -a mi juicio- con ningún otro ateísmo occidental anterior a Nietszche, ateísmo al que Max Scheller llama el ateísmopostulativo de la seriedad y de la responsabilidad .

En todos los ateísmos anteriores la existencia de Dios estabaconcebida como algo deseable , pero no alcanzable, o por imposibilidad de demostración de la misma existencia de Dios, o por inaccesibilidad del hombre a su conocimiento yaprehensión. El propio Kant que de algún modo aniquiló las pruebas sobre la existencia de Dios, aceptó, no obstante la idea racional de Dios como unpostulado universalmente válido de la razón práctica . En estaconcepción del ateísmo, más que su existencia o demostrabilidad,el planteo es que no puede ni debe existir un Dios para servir deescudo a nuestra total responsabilidad, o de fundamento de nuest ra libertad o de nuestra misión en el mundo. En esta concepcióndel ateísmo, la negación de Dios no es sentida como un descargo



24 RIEL LV REZ GARDlOl

de la responsabilidad o como una disminución de la libertad y dela independencia del hombre sino como la máxima exaltaciónimaginable de la responsabilidad y de la soberanía. Kerler en carta

a Scheller que éste transcribe le dice:

Que me importa el fundamento del mundo si yo, como sermoral sé claro y distintamente lo que es bueno y lo que debo Siexiste un fundamento del mundo y coincide con lo que yo conozcopor bueno. será entonces como amigo mío, estimado por mi; pero sino coincide, le escupiré en la cara, aún cuando me destruya y ani-quile mis fines y a mi mismo como ser existente .

L ESENCI DE HOMINID D

Desde que Kant se formuló a sí mismo sus famosas cuatro preguntas:

¿qué puedo saber?; ¿qué debo hacer?; ¿qué me cabe esperar? y¿qué es el hombre?,

que de algún modo se resumen en esta última -¿que es el hombre?- ella ha quedado planteada en un desafio permanente al quela filosofia ha intentado dar respuesta a t l punto que podría afirmarse que toda la filosofía podría ser reducida a la temáticaantropológica

Recordamos así -solo para traer un ejemplo más de esta afirmación- aquellas famosas seis preguntas que se formula Tolstoi

en un extraño documento que cita Stefan Zweig uno de sus másagudos biógrafos:

¿Por qué vivo?, ¿Cuál es la causa de la vida?; ¿Cuál es el fin oelsentido de la vida?; ¿Qué significa la división que siento entre elbien y el mal y qué prop6sito tiene?; ¿C6mo debo vivir?; ¿Qué es lamuerte y cómo puedo salvarme?,

preguntas que se plantea en un momento de su existencia en elque pareciera buscar la vida por temor a la muerte; o tal vez queriendo hacer de su vida un elan vital casi al borde o decididamen-



DERECHO Y RE LID D

te más allá del abismo, buscando una realidad humana por encima de la humanidad y que generalmente termina en los que o

intentan en aquella no menos famosa sentencia de Pascal:

qui veut {aire I'Ange. {ait la bete .

Decimos que toda la reflexión sociológica podría quedar reducida a una consideración antropológica, ya que la autognosis po-dría y debería constituir el propósito superior de toda indagacióncientífica, propósito que no ha sido negado ni en las expresionesmás puras y estrictas del escepticismo que, como tal en la historia del pensamiento no h sido sino la contracara de un humanis-mo categórico.

Ese proyecto de autoconocimiento no es una originalidad deKant, y aquel intento de responder a esas formulaciones kantianases muy anterior al genio de Koenisberg y por cierto tampoco seagota en él ya que, desde diferentes atalayas del pensamiento, elhombre ha continuado el vano propósito de descubrirse, describirse y definirse, sin que los enriquecedores contenidos de disciplinas como la etnología, la psicología, la antropología, la historia ytodas las vertientes de las sociologías especiales, como la sociología del conocimiento, la artística, la religiosa, la lingüística, ha-yan permitido perfilar con más precisión la respuesta al interrogante. Indudablemente ninguna época, como la nuestra se ha encontrado en una situación más favorable para intentar responderal interrogante ya que el asombroso acopio de conocimientos enconstante crecimiento que esos saberes nos aportan nos proporcionan facetas sutilísimas de las porciones de humanidad a queellas se refieren, pero es tan acabado y perfecto el conocimiento dela parte del sector de humanidad a que ellas se refieren, que queda como desdibujado y perdido el objetivo principal del todo, de laidea fundamental del hombre.

Ibdos esos saberes particulares, parten o deberían partir deuna precomprensión de hominidad. Cuando el biólogo formula unconocimiento esencial para el proceso vital , ese conocimiento no ledice en sí mismo nada del hombre, si previamente no ha habidoen su conocimiento una precomprensión de hominidad. Es decirque ni el biólogo, ni el médico, ni tampoco el psicólogo o el sociólo-



26 ARIEl ÁlVAREZ GARDIOl

go esperan de sus respectivossaberes una respuesta a la pregun·ta por la hominidad. Es casi al contrario,es por saberlo de antes,que ordenan sus pensamientos en la búsqueda de lo que les sirva

para responder a la pregunta por el hombre.Ese es un poco elfracaso del científico.Hemos prestado tantaatención a la parte, a la porciónde totalidad que recorta los lím -

tes del saber científico,que hemos olvidadola totalidad que esasporcionesintegran y que recortan la esenciaabsoluta del hombre.Nos ha pasado, algo parecido ala paradoja que Bernard Shawrefería, cuando describía al especialista

Unespecialistaes un hcm reque s be ásy más de merwsy menos,hasta que llega un momento en que sabe casi todo de casi TUJda .

y es por esoque la respuesta de la hominidad no puede venirjamás de las cienciasparticulares, que no obstante haber elabora-do análisis agudos y penetrantes, no parecen haber encontrado lametodologíaadecuada para arquitecturar ese material que crecey se agiganta, disperso, como desprendido,habiendo logradouna

autonomía que lo desgaja y lo desmembra del todoque integra.El desafio,en defmitiva es encontrar el hilode Ariadna, que

permita recorrer el laberinto y unir en un hilván -por eso nosagrada la figura del hilode Ariadna- que transforme ese opulentocaudal de hechosque nos proporcionanlas cienciasparticulares,en una profundidad de pensamiento, en pos deuna unidad con-ceptual de humanidad.

Este enigma de hominidad, este casi absurdo sobre la existen

cia del hombre,tiene un comienzoverdaderamente significativocomoseñalamos al principio.Es el hombre el que pregunta por suser, porque es el únicoente capaz de preguntar. No lopuede hacerni la silla,ni el árbol,n el gato. Nadiemás que el hombre puedepreguntarse por su propia esencia. Yse pregunta a sí mismo y alosdemás por su ser. Pero todas las preguntas y ésta no escapa ala regla- tienen algunos presupuestos de posibilidad.El primerode esospresupuestos, es tal vez que solo puedopreguntar, si real-mente ignoro sobre lo que pregunto, ya que de otra manera, lapregunta queda de antemano superada por el saber de y en con-secuencia dejade tener sentido.Pero no obstante ello, también es




verdad que sólo puedo preguntar cuando ya conozco, aunque nointegralmente aquello sobre o que interrogo, ya que de otra manera tampoco tendría sentido la pregunta sería casi una pregunta imposible. Es decir que la pregunta como decíamos al principio, supone un procedimiento, una especie de saber a la manerasocrática del sólo sé que nada sé ; es decir un saber incompleto omás precisamente que no sé en realidad nada de modo integral ydefinitivo. Es una especie de conocer de los bordes de la cosa, delos límites del conocimiento mismo, una especie del sabio no sa-ber , o de la 'docta ignorancia de que nos hablaban San Agustíny Nicolás de Cusa.

El hombre tiene un conocimiento de si mismo, pero este conocimiento no elimina la pregunta sobre su esencia, porque no secomprende de modo total y en consecuencia, en alguna o algunasde las infinitas facetas de su ser, se siente como un enigma comoun verdadero misterio y es esa situación de claroscuro, de penumbra de hominidad, lo que hace peculiarísima su situación. Estácondenado a la realidad y a los acontecimientos materiales perotambién está dotado de un espíritu que lo trasciende y le permiteestru.cturar su autocomprensión.

El hombre pareciera ser un verdadero centro unificador, unmicrocosmos para repetir la expresión utilizada por Demócrito

hace casi veinticinco siglos y que se viene repitiendo en su tránsi-to histórico hasta nuestros días, un microcosmos donde se reubicantodos los diferentes planos del ser y de la vida para conformar unaunidad superior que refleja lo universal.

Decimos y repetimos que ese intento de autoconocimiento esmuy antiguo, tanto que está enlazado a las primeras explicaciones místicas del universo en las que descubrimos casi los esbozosde un anticipo antropológico junto aliado o inmediatamente después, de una explicación cosmológica primaria. Todas las religiones universales - el judaísmo, el budismo, el confucionismo y elcristianismo- han impuesto la máxima famosa del templo de Delfosconócete a t misrrw , como una exigencia de razón y de concien

cia ineluctable .La misma evolución se advierte en el pensamiento griego que

comenzando con la indagación curiosa sobre el mundo, desarrollando una explicación cosmológica que, en la Escuela de Mileto



2 ARIEl ÁlVAREZ GAAOtOl

se perfila hacia la Física,en los Pitagóricos alas Matemáticas yen los Eléatas a la Lógica,se sugiere en Heráclito un esbozodecomunión entre lo cosmológico y lo antropológico, corresponden

cia que pergeñan los sofistas defrnitivamen te en la figura colosalde Protágoras donde se produceel profundo y verdadero giroantropológicode la filosofia griega,en la máxima relativista deque el hombre es la medid de todas l s cosas que motiva unanálisis agudo de Platón en el Teetetos 151-152),

Sócrates en el venerado recuerdotraído por Platón parecieraexhibir un vacíoen su consideración antropológica que habiendoatendido a todas las virtudes y cualidades que hacen a su esencia,no aventura U a descripciónde su naturaleza. Pero este aparentevacio,esa supuesta laguna en el sistema total de su pensamientono es sino el rasgo distintivo del juicio deambos colosos delpensamiento griegoque advierten que la observaciónempírica y el análisis lógico,que habían usado los presocráticospara descubrir larealidad eran caminos insuficientespara aprehender esta compleja realidad quees el hombre, quien sólo puedeser conocido penetrando su carácter por l vía del pensamiento dialogal o dialéctico.Es tan imposibleincrustar la verdaden el alma de un hombre, comoimplantar la facultad de ver en un ciegode nacimiento y ello porque la verdad es por esencia hija del pensamiento dialéctico,dialógico y sólopuede ser obtenida en la constante cooperacióninterindividual entre interrogación y réplica.El hombre es entonces una criatura constantemente en busca de si mismo,de allíque permanentemente debe ser autoanalizado y autoexaminadoya que una vida no examinada no vale la pena de ser vivida.

De ninguna manera es nuestro propósitorecorrer las respuestas que en el campo de la historia de la filosoñahan sido proporcionadas con respecto a la esencia del hombre sino más bien poner en evidenciaque una antropología filosófica,no obstante laantigüedad de su investigación,es todavía hoyuna hermosa ambiciónque se encuentra en realidad casien sus primeros esbozos.En efecto,si comparamos la antigüedad de esta indagación conlos resultados obtenidosen el campo de la filosoñade la naturale

za o de la historia de la metafisica,no podemossino concluirquesus logrosson todavía muy precarios y ellot l vez, porque la historia de la antropología,al develar la esencia del hombre se en-




cuentra perturbada por las pasiones, las emociones y las ideologías humanas más encendidas y controvertidas.

Esto explica, por ejemplo, por qué no obstante que la filosofía

del estoicismo significa el engarce entre el panteísmo griego y elmonoteísmo cristiano, la absoluta independencia del hombre, quees considerada por la teoría estoica como su virtud fundamental,deviene en el cristianismo su más grande error y su vicio esencial.Esto también explica por qué la razón, que había sido el atributoesencial de hominidad para los griegos, se transformará enAgustín- no obstante haberse desarrollado dentro de la más pura tradi-ción de la filosofía griega - en el peligro y en la tentación del hombre, t ransformando aquello que era su orgullo y le daba su carácter específico en el homo sapiens , en su más profunda humillación, porque la razón sola, abandonada a sus propias fuerzas noencontrará jamAs el camino de retorno, sin la ayuda sobrenaturalde la Gracia Divina.

Pareciera no caber duda que después de Descartes, la problemática alrededor de la pregun ta por el hombre, toma un derroterodistinto, mucho más firme y decididamente superior. En lugar delplanteamiento personalista ¿quien es el hombre? más bien deberíamos plantear la cosa como: ¿qué es el hombre? entendiendo la posibilidad de una consideración más objetiva, como unamera cosa entre las demás cosas y a partir de un nuevo instru-mento del pensamiento, que permita la remoción de las barrerasque hasta entonces habían diferenciado el mundo humano del restode la naturaleza.

De allí a nuestro tiempo, son muchos los intentos de recortarlos perfiles de este ser tan vario y complejo que es el hombre. Larespuesta a través del fenómeno religioso en Pascal:

Huma/ate, razón impotente; calla naturaleza imbécil, apren-de que el hombre sobrepasa infinit mente l hombre y escucha detu maestro tu condición verdadera que tu ignoras: Escucha a Dios .

que esboza un pensamiento geométrico y culmina en la consideración de Spinoza, que construye una nueva ética, una hipótesis delas pasiones y de los afectos que encierra una teoría matemáticadel mundo moral, convencido de que sólo con ella podremos, los



3 RIEL ÁLV REZ GARDIOl

hombres, lograrnuestro fin. elde una filasofia antropológica librede errores y prejuicios.

El antagonismo se reitera y se repiten las creencias, con otros

nombres, apartir de otros esquemas, pero machacando casi siempre la misma controversia que responde acada historia,es decir acierto modoparticular de concebirla historia,en el sentidode queno es que sean sucedáneos de distintos sucesos históricos,sinorepresentativas del modo como los acontecimientos históricos sonexplicados.En el fondo,una historia de la filasofia antropológica,nos exhibela secuenciade un movimientopendular entre deterministas e indeterministas entre clásicos yrománticos que con

nuevos rótulos,que confundamentos subyacentes diferentes quedesdeatalayas más o menosencumbradas y con los agregados denuevas aportaciones del mundode la ciencia, se abroquelanen posiciones definitivas y que son compartimientos estancos,sin vasos comunicantes ysin permitirse concesiones recíprocasde ninguna naturaleza.

En nuestro tiempo, ese antagonismoesta planteado entre lastrincheras de los movimientos filosóficosque han pretendido avasallar todos losámbitos del conocimientoen posiciones definitivas e irreductibles. De una parte los existencialismos-desdeKierkegaard aSartre y Marcel- que desde apoyos doctrinales diferentes, con Dios osin Él,han trepanado obsesiva ytozudamenteel análisis de la condiciónhumana conla esperanza manifiesta osugerida de descubrir en las profundidades deesa condicióndehominidad,la clave que nosdé respuesta a lo real. Por otro lado,los estructuralistas con un antihumanismo declarado e incorporado al sistema de la teoría,abandonan la pregunta personalistasugerida por los existencialistas ¿Quienes el hombre? yla sustituyen intencionalmente por aquellaotra que ya mencionamos,¿quees el hombre? , con todala provocación quetal enunciado

lleva implícito.Losestructuralistas nosmuestran al hombre comoel desarro

llo en el tiempode una estructura intemporal.Pretenden ser elfin de todo antropocentrismo, yadmiten la libertad y la historia,perodentro de ámbitosestructurales muy concretos.La historiadel hombre yla historia de la humanidad funcionan y ocurren ala manera de una armonía ilimitada einfmita en la cual los desti-




nos individuales se despliegan como un motivo musical como sifuesen notas de una melodía repitiendo siempre el mismo temapero no de la misma manera nunca en igual tesitura. Cada tipo

humano se corporeiza en cada destino al cosificarse en una estructura sociocultural que de alguna manera parece esperarlo yprefigurarlo.

Los existencialistas nos muestran una relación entre el hombre y su paisaje que es indudablemente muchísimo más complejaque la simple relación entre objeto y sujeto en el mundo del conocimiento. El paisaje es un aquí visto y vivido desde mi en unarelación dialogal que es una interacción. No hay en realidad más

trascendencia que la del acto individual o la del pensamiento solidario que al realizarse de algún modo se extingue forzando auna nueva realización so pena de exterminio. El hombre es así unser que permanentemente se hace y se rehace por eso el graninvento de los hombres es el hombre. La frase de Ortega: El hom·bre no tiene naturaleza, sólo tiene historia , sería así el bastiónbajo el que podrían nuclearse sin objeciones todas las expresiones del existencialismo porque el hombre es entendido a la manera de un demiurgo creador; es un ser - en - el - mundo al queconfigura incesantemente por su libertad y l existencia es el únicopunto de partida para todo conocimiento y sentido de la realidad.El hombre es definido así por su proyecto que es lo propio de laexistencia y aún cuando el sustrato natural también cuenta lo

fundamental es la existencia que consiste en esa dialéctica quehace del hombre un demiurgo que depende de sí propio.

Esta visión prometeica y sin duda trágica de hominidad que

nos exhibe como un perpetuo hacernos como un constante e inmortal recomienzo nos angustia en el desasosiego de que no haydescanso no hay serenidad fin y comienzo son la misma cosa. Nohay otra trascendencia que la del acto o la del pensamiento y alrealizarse se extinguen lo que nos fuerza a recomenzar so penade extinción.

En ese largo deambular especulativo iniciado hace dos mil quinientos años y que seguramente no terminará jamás en estoscambios y combinaciones de conceptos el movimiento la identidad la sustancia y el cambio lo uno y lo múltiple el ser y losentes los primeros principios y la nada hemos exhibido la última



32 RIEL ÁLV REZ G RDIOl

expresión de la filosofla, casi de la más agresiva nouvelle vague :el movimiento estructuralista que con su declarado antihumaWamo ha replanteado una vez más el problema del hombre a par

t i r de su negación.Estos subversivos de la hominidad estos terroristas del hombre que lo postergan más atrás de las estructuras tanto que proclaman su destrucción, no importan s6lo eso, sino más bien unaadvertencia sobre los peligros que por el otro lado, significa unaantropologización n del mundo.

El hombre es indudablemente un ser en relación --casi podríadecirse mejor en conflicto- con las cosas y con los demás hombres.El mundo es insepa rable del yo, y también el yo inseparable delmundo. El núcleo, la yema sustanciosa del hombre es una instancia relacional, dialogal y también tiempo y espacio, o sea sociedad historia acción.

Por eso, así como señalamos el error del cientificismo que persiguiendo la perfección del conocimiento de la parte postergó laaprehensión de la totalidad que ellas integran y que conforman al

hombre también criticamos el error de las metodologías que al

elegir un determinado modelo de inteligibilidad, olvidan otros quepuedan ser captados a partir de un diferente instrumento aplicable a la misma realidad.

Hoy asistimos a una fatua exuberancia metodológica -en elplano de las discipl inas del hombre-- que pretenden dar la acabada solución a su compleja problemática desde el vértice de su metodología, que no admite concesiones a la pluridimensionalidadde su esencia. Las fenomenologías existencialistas, los neomarxismos humanistas y también los antihumanistas 1 8 psicoanálisisortodoxos y heterodoxos, la antropología hermenéutica los psicosociologismos y también los naturalismos por citar sólo algunosde los muchos métodos que se disputan el privilegio de aprehender y dar cuenta de esa realidad parecieran haber fracasado ensu propósito. Todos ellos se apoyan en una ideología y en un modoparticular de ver la historia y no han agotado, en modo alguno, la

pregunta con la que iniciamos este estudio. Aquí valdría la cita deAlain Besan.yon cuando ridiculizando a las ideologías que pretenden hablar en nombre de la ciencia afirmó que:




El hombre religioso sabe que cree, mientras qu el ideólogocree que sabe .

y si es así si esas diferentes metodologías no han podido darcuenta de esa realidad inasequible y huidiza no obstante que latenemos delante nuestro con tanta facilidad o a la que podemospenetrar por l vía introspectiva con tanta sencillez -- ) tal vezprecisamente por todo eso-- ¿no habrá llegado tal vez el momentode proclamar la necesidad de una complementariedad metodo.lógica que permita aplicar sucesiva continuada o contemporáneamente distintas metodologías en instancias distintas del hombre en momentos diferentes de su ser abrazando así su estructura polimórfica y su esencia pluridimensional?

El hombre es un ser que se hace y se rehace permanentemente el hombre es un ser que está en relación con los otros hombresdel mundo y con las otras cosas del mundo el hombre es un serque es él y sus circunstancias; es una ecuación humana con cosasy entes a la manera de Ortega es también una esencia constitutiva al modo de Xavier Zuviri y un a priori existencial. Es unaestructura como lo dibujaba Sartre dialéctica y también una dialéctica energética como quería Lupasco es un inconsciente estructural como lo esquematizó Levy Strauss y es un universo personalista a la manera de Teilhard de Chardin. Es un ser dialógico ysólo podremos entenderlo en el entre en la alteridad que suponela relación de humanidad como lo quería Buber y todo esto quesegún el ángulo de ubicación en que nos coloquemos o la perspectiva de engarce estratégico que utilicemos es parcialmente cierto no importa aceptar que en su totalidad y excluyentemente esasafirmaciones sean exactamente comprensivas de esta complejatotalidad pluridimensional que es el hombre.

Por eso creo que la verdad no está en cada una de estas descripciones sino de alguna manera en todas el hombre es una razón estructural que no agota su ser en ella y necesita ser complementado con una razón hermenéutica que reclama luego de unarazón existencial y después de ella -- ) antes de ella- de una razónhistórica de una razón analítica de una razón dialéctica de unarazón personalista y de una razón social. El hombre no es cada




una de esas cosas,sino tal vez todas juntas en una conjunciónquesegún la esencia de cada circunstancia de cada tiempo, decadalugar de cada individuo permita una ordenación de razones que

hagan a la totalidad de ese ser, que en ese juego composicional,habrá satisfecho las exigencias de hominidad.

Conviene pensar que no es posible una sola ciencia con unapretensión latifundista por eso, comopareciera que es imposibleabarcar en un solo modode saber todo loque concierneal hombreha sido necesariofragmentar el conocimiento y multiplicarlas dis-ciplinasque se preocupanpor la justificaciónde su existencia porlos diferentes aspectos parciales queintegran la realidadhumana.

La sociologíaes una ciencia delhombre que parte del hombrepara estudiar la sociedadque sería su objeto.

El hombre es una unidad con dospartes esenciales: elcuerpo yel alma y a su vez es el elemento integrante de lo social.Es untodoen sí mismo yes parte del grupo, loque da por resultado unacierta antinomia representada por lo que llamaríamos el nomi-nalismo Tarde) y elrealismo Durkheim).

Este suerte de dualismo social fueel campode batalla de todoel siglo pasado edificadosin duda sobre un falso problema,cuyamutua participaciónes imposiblede ser pensada separadamente.

La primera brecha que se abrió en la muralla que rodea al serhumano se produce conla teoría de Freud. Todos los procesos delespíritu eran explicados através de lo consciente y todo loque nopodía explicarseen lo conscientese explicaba comola casualidad

o la inexistencia:las angustias las neurosis,las alucinaciones.Freud descubre un área del siqmsmo humano el inconsciente,lalibido, lo sexual, lo reprimido, todoun mundo profundo e insonda-ble, un nuevo continente espiritual-humano.

Esta vertiente psicoanalíticaha dadocurso a una cantidad deteorizacionesnuevas que tienden a poner en evidenciaque lo co-lectivose internaliza en el hombre y que en lo más íntimo delespíritu humano hay importantes ingredientes de lo social. Teo-rías que sostienen que es en el senode la persona donde se en-cuentran las raíces de lo natural y de lo cultural y que se interfieren permanentemente en el procesode socialización.





RIEL ÁLV REZG RDIOL

ducido apenas recién en el tercer milenio y aun cuando no podemos conocer lo que nos anuncia su transcurso si podemos afirmarque gran parte por lo menos de los comienzos del tercer mileniotendrá mucho que ver con lo que hicimos por lo menos en las dosúltimas décadas del segundo milenio con un final sin duda complicado y confuso.

El siglo se desenvolvió como un tríptico. Comenzó con unaépoca de catástrofes que se iniciaron con la Primera Guerra Mundial. Las lámparas se apagaban en toda Europa. Antes nunca habíahabido una Guerra Mundial que aunque no abarcó en el compromiso bélico a todos los países de la tierra todo Occidente quedóensombrecido en el caos. Comenzó en los Balcanes casi inmediatamente después del asesinato en Sarajevo del archiduque de Austria.

Participaron en esa guerra todas las grandes potencias y losestados europeos menos España los Países Bajos los tres paísesescandinavos y Suiza. Varias naciones de ultramar enviaron tropas los canadienses los australianos y los neozelandeses.

Comenzó como una guerra típicamente Europea entre la Triple Alianza sellada entre Francia Gran Bretaña y Rusia por unaparte y las llamadas potencias centrales Alemania y el imperioAustro Húngaro Serbia y Bélgica por el otro lado. Se incorporaron de inmediato como consecuencia del ataque austríaco contraFrancia que fue lo que desencadenó el comienzo de las hostilidades y del ataque alemán contra Inglaterra. Turquía y Bulgaria sealinearon poco después al lado de Alemania mientras que a laTriple Alianza se anexó Italia cuya participación fue virtualmente comprada. Estados Unidos inició su participación en 1917 y suintervención fue absolutamente decisiva preanunciando el ¡malde la conflagración. La guerra de 1914-1918 mató a millones dehombres en toda Europa pero sin ninguna duda en Austria-Hungría la caída fue fatal ya que echó por t ierra una de las casasreales más antiguas del continente.

Los alemanes usaron el gas tóxico lo que determinó la reuniónde la Convención de Ginebra en la que el mundo se comprometió ano utilizar como arma la guerra química.

El único artefacto tecnológico ofensivo que tuvo importanciafue el submarino porque ante el fracaso de l lucha en los camposde batalla Alemania pensó en derrotar a Gran Bretaña por ham-




bre ya que esta recibía todos sus víveres por agua destruyendocon submarinos los barcos que los llevaban y casi triunfa en suspropósitos pero éstos fueron frustrados por la oportuna y exitosa

intervención de los Estados Unidos.Las condiciones de Paz establecidas por los vencedores el fa-moso Tratado de Versalles impuesto por los vencedores EstadosUnidos Gran Bretaña Francia e Italia fue probablemente lacausa más directa e inmediata de la Segunda Guerra Mundial.Entre una y otra conflagración mundial se suceden casi treintaaños de paz y extraordinario crecimiento económico que trajo comouna de sus consecuencias más destacadas una importantísima

transfonnación de la sociedad.Hay que pensar que en la Segunda Guerra Mundial solo laalianza -insólita y circunstancial- del capitalismo y del comunis-mo hizo posible la derrota de Alemania ya que ella fue en granparte obra del Ejército Rojo no obstante lo que nos han contadolas películas norteamericanas desde el fin de la contienda.

Este mWldo de hoy con muchísima más gente con una pobla-ción que fluctúa en más de seis mil millones de seres humanos es

inmensamente más rico de lo que lo ha sido jamás particularmenteen su capacidad de producir bienes y servicios.Hasta 1980 la mayor parte de la gente de todo el mundo vivía

mejor que sus padres y parecía como que se hubiese encontradoun modo más justo de distribución de la riqueza. Por cierto que enestos últimos años esto ha caído a niveles realmente lamentablesy hoy día a día cada vez hay más pobres en el mWldo y esto segu-ramente obedece a l recesión mundial al crecimiento demográfi-

co y a la mala administración económica. Cuando se piensa conrazón que si el primer mundo con Estados Unidos a la cabezaderivaran sólo un muy pequeño porcentaje de sus gastos milita-res a satisfacer las necesidades de los indigentes del planeta nues-tra generación sí solo nuestra generación podría liberar a laHumanidad del tremendo flagelo de la pobreza.

No obstante haber más alfabetizados ellos están dominadospor una tecnología que parece arrasar con todo los vestigios de la

cultura anterior.Este mundo de hoy es cualitativamente diferente al del mo-mento de la fundación de la sociología por lo menos en tres aspec-tos muy importantes:



ARIELÁLVAREZGAROIOl

a) No es ya eurocéntrico. Se ha producido la decadencia deEuropa y se anuncia el formidable crecimiento de Asia, lo queparece ser ya una realidad indiscutida.

b)Se

ha agudizado el colosal procesode

mundialización,de

globalización o como prefieren llamarla algunos, el advenimientode una sociedad planetaria con la consecuente incapacidad deque las instituciones puedan responder a este complejo procesototalizador.

c El aspecto tal vez más preocupante, es la desintegración delas antiguas pautas por las que se regulaban las relaciones socia-les entre los seres humanos y con ella la ruptura de los vínculos

entre las generaciones, es decir entre el pasado y el presente.Esta es la situación a la que debe adaptarse este nuevo siglo yeste nuevo milenio que hemos comenzado a transitar. Si volvemosla mirada hacia atrás que es lo que sin duda haremos en el re-cuerdo de las varias teorías que consideraremos para contemplarel camino recorrido, deberíamos concluir que el siglo XXno parecehaber terminado bien. Confiemos que este que hemos comenzado arecorrer, nos depare un mundo mejor, más justo y más viable.

Cuando la sociología se constituye como ciencia, su territoriocientífico, es decir el campo de lo social, estaba ya ocupado portres disciplinas sociales: el Derecho, la Economía y la Política.

La sociología no pretende abarcar todo lo social. No todo lo so-cial es sociológico. La sociología es una ciencia de lo colectivo.

Pero claro no podemos creer que todo esto salió de la nadacomo de la galera de un mago. Ibdo el saber es reproductivo.

No es fácil deslindar dentro de los precursores, los que efecti-

vamente gravitaron en el nacimiento de la disciplina y los queparticiparon efectivamente en su fundación que es lo que nos per-mite esta distinción entre precursores y fundadores.

TEORí S POLÍTIC S DE L NTIGÜED D

Los sabios de la Grecia antigua comenzando con los siete sa-

bios de Grecia: Solón de Atenas, Chilón de Lacedemonia, Cleóbulode Lindio, Periandro de Corinto, Tales de Mileto, Brías de Prieney Pítaco de Mitilene, que por las ciudades de su gravitación, nos




exhiben el marco geográfico de la Magna Grecia en la que se des-pliega el milagro, representan la época heroica de la ciencia y dela filosofía. Allí se produce un verdadero prodigio de maravilla, no

porque represente una creación de la nada, ya que éste fenómenoen el mundo del saber no se da nunca o casi nunca, sino funda-mentalmente por sus consecuencias realmente prodigiosas. En esemomento, en un período que apenas abarca poco más de un siglo,o tal vez menos, se abren casi todos los caminos por los que sedesenvolverá la creación y el concepción de la situación del indivi-duo en la comunidad de pensamiento del devenir. ProbablementeTales de Mileto haya sido el primer hombre que filosofó o más

bien que se dedicó a filosofar, aunque hay quienes entre los vatesanteriores, han pretendido otorgar a Hesíodo y aún a Homero, unsitial entre los precursores de la Filosofia.

Los primeros pasos se dan en los pueblos del Asia Menor queintegraron la Magna Grecia, o tal vez más precisamente entre lastribus de origen jónico que habitaban las islas del Mediterráneooriental y la costa del Asia Menor.

Al derrumbarse el imperio Romano de Occidente, la culturagriega que ellos se llevaron con el resto de los despojos de la con-quista, se sigue penetrando en el oriente bizantino y se comunicaa los persas y a los sirios y también a los árabes y por esa vía seproduce el renacimiento filosófico del siglo XIII con la difusión delnuevo conocimiento, de la obra de Aristóteles y de otros pensado-res griegos, revividos.

Los griegos crearon la idea de una educación (paideia) ilumi-nada por la situación del individuo en la comunidad.

El milagro se produce esencialmente en la conversión de o múl-tiple en la unidad, de la disonancia en la armonía, del desequili-brio en la proporción.

Pericles, famoso político, general y orador ateniense que gravi-tó con su influencia mucho más tiempo que su extenso período degobierno, con poder absoluto durante más de cuarenta años, eri-gió el Parlenón, utilizando a Iktinos como su arquitecto, verdade-ro icono de la Grecia Antigua, que coronó Atenas como Zeus elOlimpo y es tal vez por ello y por muchas otras realizaciones quemereciera el nombre de El Olímpico con el que la historia o

recuerda. Fue en ese espléndido siglo, casi el que abarcó su vida




física 499 - 429a.de C) en el que las cienciasy las artes llegarona un grado tal de florecimiento yesplendor que Atenas se convirtió en el centro de la espiritualidad del pueblo griegoy el momen-

to en el que se abrieron la mayor cantidad de senderos, que pronto se hicieron caminos, por los cualestransitó el entendimientohumano hasta nuestros días: Heródoto 484-406 a. deC y Jenofante 445-355a.de C) en Historia; Sófocles 496 - 405a.de C) yEuripides 486-407a.de C)en la Poesía en la Tragedia y el Teatro;Pitágoras 569-470a.de C)en Aritmética;Euclides 450 -377 a.deC) en Geometría; Praxíteles --el viEtlo- sin registros precisosdesu nacimiento, pero seguramente en el siglo Va.de C) yFidias el

constructor del Odeón que se sabe que murió en el 431 ade e seduda fecha precisa del nacimiento)en escultura, junto a Mnesicles,constructor de los Propileos; Zenón,se sabe nacióen 494 a.de C,perose duda la fecha precisade su muerte), Anaxágorasse duda l

fecha desu nacimiento, perosu muerte se registra en el 428 después de e), Protágoras 485 - 411a.dee), Sócrates 470 - 401a.dee)y Platón 429 - 347a.de e ) en Filosofia,por citar solo algunos nombres paradigmáticosen distintas áreas del sabery que modelaron

los principiosfundamentales de sus propias especialidades.euando Pericles ordenóla construcción delParlenón se afirma que dijo:

Hemos obligado a cada m r y a c d tierra a ser el camino denuestr osadía y en todas partes hemos dejado monumentos in-mortales .

Hermosas palabras que de ser ciertas, debemoscreerlas y que

aunque no lo sean debemosaceptarlas, porque se han convertidoen una verdadera profecía,en el salvoconductode lo que en lospocosaños de su influencia, lograron concebir el increíble despliegue de la cultura colosalde la Humanidad.

Ese florecerde la inteligenciay ese culto casi místicode labellezamarcaron para siempre la cultura de Occidente.

PLATÓN

Platón fue discípulode Cratilo y luegode Sócrates. Nietzschedijoque Sócrates se convirtió en el punto de viraje y el pivote de la




historia del mundo , cuando asume que cuando las certezas sobreel destino se desmoronan, como acontece en los graves momentosde crisis, sólo queda una alternativa posible de ser asumida: la

obligación ineludible de obrar con Justicia, que permanece intan-gible y permanente en el fondo del corazón. Sócrates, como la his-toria lo recuerda y lo reproducen los diálogos platónicos bebió lacicuta con el espíritu del que da testimonio la conclusión de sudiscurso de defensa: Ha llegado el tiempo de irse: yo hacia la muer-te, vosotros hacia la vida. Nadie sabe a quien le h tocado la mejorp ne excepto los dioses' Platón fundó su escuela cerca del Gimna-sio de Academo, y por ello se la llamó Academia. Su verdaderonombre era Aristocles, hijo deAristón y de Perictione, descendientede Solón de Atenas, y Platón solo su apodo que significa el deanchas espaldas . Platón es el primer filósofo de la antigüedadque dejó una muy importante obra escrita, de la que sólo conoce-mos una pequeña parte, ya que el resto se perdió en los laberintosde los años y del olvido]o que ha permitido reconstruir, con granfidelidad, la autenticidad de su pensamiento. Los diálogos plató-

nicos fueron escritos en un lapso que abarca más de medio siglo ydurante ese tiempo, las convicciones de su autor fueron cambian-do con el devenir del tiempo, produciendo no pocas contradiccio-nes con obras del mismo autor. Hay en esa densa producción lite-raria, diálogos que evidencian una más neta aproximación con-ceptual con Sócrates, su venerado maestro como Apología ,Critón , Eutifron , Carmides , Laques , Lisis , Ion , Protágo-

ras y los dos Hipias , el mayor y el menor. Hay un segundo mo-mento de sistematización de la doctrina platónica que se evidenciaen Gorgias , Menón , Menéxenos , Eutidemo , Fedón , Ban-quete , Fedro y especialmente República en el que encontra-mos el aporte que tal vez más nos importa como idea precursorade la problemática sociológica. Hay una reelaboración crít ica quemuy probablemente Aristóteles, su más ilustre discípulo hayapodido producir en su maestro, en Teetetos , Sofista , Político ,Parménides y Cratilo y hay por fin una etapa de sistematiza-

ción, que introduce la cuestión cosmológica en Laques y se ad-vierte una fuerte influencia del pitagorismo en Timeo , Critias ,Filebo y Leyes .



42 ARIELÁlVAREZGARDIOL

En el Sofista que hemos ubicado en el momento de sureelaboración crítica, el mismo Platón nos enseña que su contri·bución esencial fue l de haber planteado el problema del ser y

allí, en ese diálogo encontramos en su pensamiento la desvincula·ción del mundo de los conceptos (logoi) del ámbito de la experiencia sensorial que serían los prágrnatas , palabra que luego le servirá a don José Ortega y Gasset para plasmar su pensamiento.

Para nuestro estudio, República es uno de los diálogos quemejor y más claramente expresa su pensamiento, dedicado a exponer los deberes del hombre en cuanto individuo y en cuantointegrante de la sociedad y si bien no hay en su desarrollo ni si

quiera los esbozos de una aproximación sociológica, si hay un intento de considerar a la sociedad desde un punto de vista filosófico concibiendo más la idea de una Física Social, que una sociología. El tema central del diálogo es indudablemente la justicia planteado desde la recíproca influencia en el individuo y en la sociedad. Sin embargo la organización del alma humana, del mismomodo que la salud moral del individuo se proyectan en el gobiernoy esto hace que, un Estado perfecto debería ser como un alma

grande concibiendo entonces una teoría de analogía biológicaque partiendo del individuo lo traslada al tema central de la República. Cuatro virtudes básicas hacen al hombre cabal: la sabiduría , que en el alma humana corresponde a la razón, la valentía o el coraje que vigila las pasiones, y la moderación o la templanza que refrena el afán excesivo del lucro. Estas virtudes tras-ladadas a la polis, nos dan la idea del Estado ideal estructuradosobre la base de un estamento de sabios que gobiernan y que paseen la virtud especial de la sabiduría, de guerreros que defienden en aparato social y poseen la virtud propia de la valentía y elcoraje, y de artesanos y labradores que nutren materialmente laestructura societaria conformada, que poseen la virtud naturalde la templanza y en tanto en una estructura social cada uno deestos estamentos, que no son clases sociales pero que podrían sersu germen, cumpla y satisfaga la virtud que le es propia, a cadacuál, se dará la justicia como virtud fundamental y armonizadorade la estructura social.

Para apreciar, la actitud de Platón, en la consonancia integraldel diálogo, debe concluirse que la forma de gobierno debe expre-




sar la justicia como un equilibrio comparableal alma humana,para que lo inferiorse supedite a lo superior yse produzca entonces eltraslado del individuo ala colectividad.Cada persona ocupaen el Estado el lugar que le correspondesegún sus méritos, donesy profesión,ya que la justicia no tolera privilegios, sinoque atien-de solo a méritos y capacidades, siendo ellos losque señalan ellugar que le pertenece acada uno. Es decirque los conceptos deequilibrio yarmonía que le sirvieronpara explicar el funcionamiento de los organismos vivos, le sirvenen un gradomás eleva o para explicar el funcionamiento del organismo político socialque es el Estado.Para Platón, el Estado no esun fin en si mismosinoun instrumento que debeprocurar la realización desu finalidad última:la justicia y así,1 que en la naturaleza son la mediday la simetría, espara el Estado la Justicia.

Para algunos República esla más importante obra de sociologíade Platón que fueescrita cuanto éstetenia aproximadamente cuarenta añosde edad. Las Leyes , es el diálogo dela vejez delfilósofo, diálogoen el que concibe el esbozo dela constitucionalización del estado.El Gobernante , cuyaautenticidad ha sido cuestionada y atribuidomás bien a la obra deun diSCÍpulo es elquemás se acerca auna estructuración efectiva del aspecto políticodela sociedad,la que más se aproximaen definitiva ala vida real.Distingue allíPlatón la Monarquía ,que es elsistema que él propugna,que es el gobiernode uno con el apoyo normativode unaconstitución comoguía y la Tiranía que es el gobiernode unosinconstitución. La Democracia es el gobiernode unos pocos conConstitucióny la Oligarquía el gobierno de unos pocossin constitución.Seguramente alguien y probablemente algunos,me reprocharán haberle dedicado aPlatón muchamás atenciónque aninguno de los precursores.En casos,más que a los propios fundadores Asumimosla crítica, pero alegaremosen nuestra defensa, que Platón es de alguna manera el creador y elrepresentantemáximode una de las corrientesmás importantes en la historiadel pensamiento filosóficoque es el idealismo absoluto,que nosproporcionará, con el correr de los años a las figuras fundacionalesde Desearles, de Spinoza,de Kant y de Hegel. Nos concedemosuna última licenciavinculada al amor platónico que,en nuestras relaciones coloquiales con frecuencia leatribuimos ese califi-



RIEL ÁLV REZG ROIOL

cativo al amor basado en el respeto por el alma de la personaamada, pero no es fácil explicar porque ese tipo de amor lleva elnombre de platónico .. Hay un párrafo en República que puedeayudarnos a develar la incógnita Por naturaleza tiende al ser opuede detenerse en los muchos detalles, de los que uno piensa queson el ser Va mucho más lejos y no se desalienta ni se desprende deEros, en tanto no ha llegado a comprender a la aturaleza por loque es ... Cuando se ha acercado al ser verdadero y se ha ligado aél, generando así verdad y entendimiento, entonces vive verdade-ramente, crece y se libera de sus dolores . Esta es realmente lapasión del mósofo y esto pareciera ser, al fin de cuentas, o que

tiene de especial el amor platónico .

RISTÓTELES

Entre los numerosos discípulos que asistieron a la escuela dePlatón en los jardines de Academos, la Academia que sobrevivió asu fundador más de 800 años, se cuenta un sabio cuyas contribu-ciones al pensamiento humano o hacen acreedor a uno de los í

tulos más eminentes a la filosofía de la antigüedad que fueAristóteles de Estagira, fundador a su vez de la escuela El Li-ceo , preceptor de Alejandro Magno, hijo del Rey Filipo de Mace-donia. No tenía el origen aristocrático de su maestro, pero era hijodel médico del Rey de Macedonia, un acaudalado ciudadano, o

que no era por cierto un título menor en la sociedad griega, aun-que de provincia y que pudo brindarle a su hijo su formación en laAcademia, en el bosque sagrado de Academo. Después de habersido guiado con el más eminente de los filósofos, se encontró enMacedonia con el más grande genio militar y político de su tiem-po: Alejandro, que niño aún no era Magno pero lo sería y de quienfue su maestro. Tanta pasión tenía Aristóteles por la necesidad dededicarse a la elaboración de sus pensamientos, que cuenta la anéc-dota y en estas particularidades del carácter suelen ser verdade-ras, que cuando se acostaba para descansar, tomaba en su manouna bola de bronce bajo la cual colocaba una bandeja y así duran-te el sueño, cuando abría la mano, la bola caía sobre la bandejadespertándose sobresaltado por el ruido de modo que pudiera vol-ver a dedicarse a la elucubración de sus ideas.




La obra aristotélica concebida en coincidencia y también discrepancia con su maestro Platón genera una fuerte tensión en losdistintos y variados temas que aborda su filosofía. Creador de la

lógica, autor de la primera filosofía o metafísica insinuando en susistema una cosmología y una sicología, desarrolla una teoría política y una ética que descansa sobre la idea de sus precursores,tanto Sócrates como Platón.

La teoría política aristotélica que es sin duda la que más nospreocupa en nuestro desarrollo como precursor de la Sociología,descansa en una concepción de la convivencia social. Sus penetrantes observaciones en el estudio de un gran número de consti

tuciones de estados contemporáneos, le habían persuadido de queno es la forma de gobierno la que produce el bienestar de unacomunidad, sino la educación moral que constituye la base de todaconvivencia armoniosa entre los hombres.

El estado existe por naturaleza y el hombre es por naturalezaun animal social zoon politikonl pero sólo el hombre sobre losanimales posee la razón y el lenguaje y es mediante estos dos instrumentos de su inteligencia, que logra concebir lo bueno y lo malo,

lo útil y 1 dañoso, lo justo y lo injusto. Toda doctrina moral debereposar en una concepción de la convivencia social, es decir enuna teoría del Estado. De esos rasgos de la racionalidad y de lapalabra se diferencia al hombre de las otras especies animales yse constituyen en los fundamentos sociológicos sobre los que concibe Aristóteles la célebre división de las formas de gobierno y susdesviaciones.

L S IDE S DE L ILUSTR CiÓN

MONTESQUIEU

Es probable que Charles de Secondat. el Barón de l Bréde yde Montesquieu, que nació en el castillo de la Bréde en los alrededores de Burdeos en 1689, haya sido junto a Jean-JacquesRousseau. una de las figuras más nobles de l Ilustración en Francia, movimiento intelectual éste que desborda el empirismo coningredientes que proceden del racionalismo idealista y en últimainstancia del mismo cartesianismo y que representa la finaliza-



46 ARIEL ÁlVAREZ GARDIQL

ción de la especulación metafísica del Siglo XVII yla aperturadefinitivaal siglo XVIIIy que importa asimismoun cambioen lasideas y en las convicciones, modificandola políticay la organiza·

ción social yhasta la intimidad del

propiavida espiritual.

Montesquieu y Voltaire fueron los importadoresal continen-te de la teoría constitucionaldesplegada por John Lockeen susdos memorables Tratados sobre el Gobierno civilen los que con-cibe la libertad y la propiedad como realidades inseparables y adiferencia de loque luegohará el socialismo,jamás las contradi-ce. Lockeseñaló en ellos, el camino dela sociedad civil. Los dostratados son diferentes.El primero es una tediosa respuesta al

Patriarcha de Filmer,en el que se querían establecer los derechosde Carlos I por la descendencia de Adán.El segundo que nosotrosconocemos con elnombre de Ensayo sobre el Gobierno Civil 2vaa la raíz del problema: porqué existe el gobierno y el poder políti-co, ese derecho dehacer leyes ymandar penas de muerte y porconsiguiente penas menores ?

La primer obra,vinculada a nuestro tema fue Cartas persaso Cartas Persianas, comosu traductor español donJosefMarchena

transcribió tal vez demasiado literalmente -Madrid 1821De laImprenta Nacional- que contiene elrelato de un viajede dos jóve-nes persas a París, donde ofreceun análisis de la situación realis-t de la vida en París, a través de las cartas, escritas por los pro-pio viajeros persas Usbeck y Rica dospersas de una cierta alcur-nia asiática que emprendieron un viajepor Europa desde Orientey en las que discurren sobrela Justicia, sobrelas mujeres, sobrela vida social y queMontesquieu procurandoevitar el estiloasiá

tico e innecesarios cumplidos,interpretó en ese texto,que es sinduda una joya de la literatura.

Consideraciones acerca de las causas de la gr ndez r f:elosromanos y de su decadencia que es probablemente su obra másperfecta, en la que expresa su admiración a los romanos, y en laque concluyeque los acontecimientos socialesno son causa del

2 LackeJohn,Ensayosobreel Gobierno Ciuü, Fondo deCultura Económica éxi-co Sección de Ciencia Polftica,Primera edición inglesa, 1690, Segunda adiciónespañolaprimera traduccióndirectade JoséCarner, 1941.




azar sino producto decausas detenninadas, antecedente necesa-rio de su obra maestra, de pensamiento y de aporte civilizador:Del Espíritu de las leyes reunión de materias distintas, econo-

mía, religión, moral, costumbres, política cuestiones de estado,arte, y cuya críticaaquí sería imposible.Bástenos comomuestrade su genio,citar el Libro XXI capítulo IX del Tomo Ique se refie-re a Alejandro, (citatal vez influenciadapor la intrascendentepelícula de Spielbergrecientemente estrenada , el Libro XXXI,capitulo XVIII del tomo sobre Carlomagno y el LibroXIX capi-tulo XXVII del tomo I quese refiere alas costumbres políticasdeInglaterra, para no dudar quees un libro conuna profunda voca-

ciónde elevar elespíritu a la altísima esferahistórica y que con-cluye enseñándonos, desdela primera hasta la última página, quela políticano se aprende en los libros, peroque éstos son esencia-lespara entenderla y practicarla. Comte lo reconoce como precur-sor de su sistema.Le faltó, tal vez, la concepcióndel progreso so-cial que todaVÍano se entendía comouna posibilidad y el métodopositivo. Pero claro, esosería casi Cornte.

Esta obra se inicia conuna definición delas leyes:

Leyes son las relaciones necesarias que derivan e la natura-leza e las cosas- .

Estas leyessonlas quedetenninan el obrar individualy grupal.Ordena así cuatro leyes fundamentales:a las que imponenlanecesidad dela paz entre los hombres, b)la ley delhambre, c ) laley del sexo y d)la ley del deseode viviren sociedad.

El hombre, en el estado natural, no tendría conocimientos, perosi la facultad de conocer. s claro que sus primeras ideas no seríanespeculativas: antes pensaría en la conservación de su ser que eninvestigar el origen e su ser. Un hombre en tal estado, apreciaríalo primero e su debilidad y sería de una extremada timidez; si hi-ciera falsa la experiencia para persuadirse de esto, ahí están los sal-vajes encontrados en las selvas que tiemblan por cualquier cosa ytodo les hace huir. n ese estado, cualquiera se siente inferior; ape-nas igual. Por eso no se atacan, no se les pude ocurrir, y así resultaque lapaz es la primera de las leyes naturales . Del Espíritu de lasleyes, tomo1 edito Albatros RepúblicaArgentina, ps. 4 y 5.



48 AAIEL ÁLVAREZ GARDIOL

La sociedad es el medio adecuado para que el individuo se desarrolle. Es decir que hace un despliegue fundado de la sociedadsobre la cual levanta su concepción política. Allí desenvuelve su

teoría de las formas de gobierno que tiene una marcada influencia de los aspectos fisicos y geográficos sobre la vida de los gruposy sobre esa estructura despliega su concepción política. Las insti-tuciones sociales no son creaciones arbitrarias sino que hundensus raíces en la naturaleza humana por una parte y en las condiciones del mundo fisico por el otro.

Montesquieu es, no cabe duda el Aristóteles de la Sociologíamoderna.

Las ideas de Montesquieu evocan los desarrollos de NiccoloMachiavelli (Maquiavelo) en otros climas y en otros tiempos quehiciera despertar en Maurice Joly, abogado ante los Tribunales deParís un memorable Diálogo en el infierno entre Maquiavelo yMontesquieu imaginaria sátira sangrienta de Napoleón III y dela Constitución Imperial que merece sin duda un lugar de o n d e ~

ración en la literatura política. A través de las palabras de Ma

quiavello en ese diálogo concebido y como escudado en el anonimato el autor analiza con particular lucidez, las artimañas delpoder absoluto y denuncia las estratagemas de los déspotas quedictan consti tuciones, solo para disimular su intensa vocación depoder. Montesquieu en el diálogo defiende la democracia, pero sequeda sin habla cuando el aliado necesario de su interlocutor, noes ya la astucia corrupta e inescrupulosa, sino la apatía políticadel pueblo sojuzgable. Este diálogo, no tiene tiempo ni lugar y

podría caracterizar cualquier época y a cualesquiera p r o t g o n i s ~t s con vocación de poder absolutos.

Nos parece importante ya que hemos traído el recuerdo deMontesquieu en este despliegue de antecedentes que estamoshaciendo, no olvidar, en una cita fugaz, a un pensador que fue sudiscípulo, y que no es otro que Alexis de Tocqueville 1805-1859)

3 Mauric e Joly, DióWga n el infierno entre Maquiavew y Montesquieu, SeixBanal Libro de Enlace, Bareelona-Caracas-México.




autor de un libro verdaderamente profético: La democracia enAmérica que escribió luego de haber vivido muy atentamentenueve meses en los Estados Unidos. Augura allí el destino hege-

mónico de los Estados Unidos de Norteamérica, su enfrentamien-to con Rusia, la expansión de su territorio hacia el Oeste, y laagudización de la situación de conflicto entre negros y blancos. Elestudio de la sociedad de los Estados Unidos es sociológicamentemuy importante. Hace, el autor en recuerdo, un análisis profundode la sociedad democrática. Descubre la igualdad, no intelectuallo que era un absurdo, ni económica lo que era imposible y diceque nada 1 sorprendió tanto como el descubrimiento de esa igual-

dad, esa esencial que distingue a los hombres en su unicidad.

JEAN JACaUES ROUSSEAU

Nació en Ginebra el28 de julio de 1712. Su madre murió coinci-dentemente con su nacimiento y a consecuencia del parto. Su pa-dre era relojero y forzado a salir de Ginebra, dejó a Jean-Jacques

al cuidado de unos tíos, que lo enviaron como pensionista en lacasa del pastor Lambercier. Es de señalar, la notable influenciade Madame de Warens que gravitó en su conversión al catolicismoy lo hospedó en su casa. Marchó a París en 1741, rompiendo suvínculo con Madame Warens y produciendo uno nuevo con Madamed'Epinay en L' Ermitage en el bosque de Montmorency, donde es-cribe la mayoría de sus obras. Las ideas religiosas del Emilio , noasí las pedagógicas le provocaron persecuciones sin lograr asilo

adecuado ni siquiera en su patria Suiza, donde también allí eraperseguido por protestantes y por católicos. Bajo la protección deDavid Hume, logra un cierto sosiego en Inglaterra pero poco ledura también su relación con Hume con quien riñó regresando aParís. Padece allí una especie de delirio de persecución -que nodudamos encuentra un plausible fundamento de razonabilidad,ya que no parece haberse llevado bien casi con nadie en su compli-cada vida de relación- hasta que es amparado por el Marqués deGirardin en su Castillo edificado en el parque de Armenonville,donde muere el2 de julio de 1778.

Es un filósofo político y social. La nueva Eloísa escrita al año



50 RIEL ÁLV EZ GARDIOl

siguiente de la Carta a D' AIambert sobre los espectáculos de1761, donde sostiene que el sentimiento es superior a la n t l i g n ~

cía como factor de actuación en el grupo social y luego en El Emi-

lio o Tratado de la Educación en el que defiende su famosa tesisde que todo es bueno cuando sale de la mano del Hacedor, tododegenera en manos de los hombres

E n el aspecto sociológico, que es sin duda en este trabajo nues-

tra mayor preocupación, tiene tres obras importantes: Si el res-tablecimiento de las artes y las ciencias ha contribuido al mejora-miento de las costumbres en el que postula la tesis de que las

ciencias y las artes son la fuente de la decadencia moral provo-cando una vida de lujo y concupiscencia. Reclama el retomo a lonatural, a la sencillez primitiva porque las ciencias y las artes nosatan a la esclavitud de la civilización.

Le sigue El origen de la desigualdad entre los hombres en elque expresa su teoría de que el primer hombre que dijo esto esmío fue el fundador de la sociedad y así surgió el mWldo nuevo,pasando del estado de naturaleza al estado de sociedad, de civili-

zación y por fin su notable Contrato social . Hay entre estas dosúltimas obras Wla continuidad significativa muy importante. Nopredica el retorno al estado de naturaleza, que funciona solo comouna hipótesis regulativa.

Este contrato está de tal modo determinado que si el pactofuese violado cada WlO volvería a sus derechos originarios y pri-mitivos. Esto nos evidencia que no estamos en presencia de uncontrato real, ya que las cláusulas de éste no pueden haber sidonunca enunciadas, sino que se t rata de establecer una alienacióntotal de todos y cada uno de los particulares, con toda su fuerzanatural y sus poderes innatos a favor de la comunidad.

Esa enajenación será de la totalidad de los individuos lo quegarantizará que no se produzca el predominio de ningún grupo.

No es un contrato que cada miembro de la comunidad celebracon cada uno de los demás, ni es tampoco un contrato entre la

sociedad y cada uno de los súbditos, sino que es un contratomultilateral, que cada hombre celebra con la totalidad de los de-más de donde surge la famosa idea de la voluntad general.



DERECHO RE LID D 51

sta voluntad general no es la suma de las voluntades particula-res, sino que aquí la generalidad es una noción que se opone a laidea de singularidad Es el principio de la coexistencia pacífica y justa

de la libertad de todos en la. sociedad políticamente organizada.Nos parece importante en esta invocación que hacemos de la

teoría del cootrato_SQCi.al destacar las diferentes etapas por lasque ha discurrido esta teoría tan importante para justificar y darfundamento a la teoría política del Estado y también que ha ser-vido de instrumento unificador para acordar los principios de jus-ticia en una comunidad. a Sofistica de modo absolutamente ori-ginal y primigenio, esboza los atisbos de una consideración con-

tractualista de la sociedad .Después de la Academia y el Liceo, en lo que hemos llamado

las corrientes posaristotélicas, aparecen el estoicismo y el epicu-reísmo y es en Epicuro que descubrimos un elemento aglutinanteen esta consideración pactista del Estado, que se teje luego demás de casi veinte siglos de olv1do en las teorías de la moderni-dad, en la que hemos llamado Escuela Clásica del Derecho Natu-ral y que plasmará como el tránsito del estado de naturaleza al

estado societario. Pero lo que sin duda puede ser atribuido al ge-nio inspirado del ilustre ginebrino, es el mérito de la sistematiza-ción de las ideas jurídico políticas del contrato social como siste-ma racional normativo.

Las cláusulas del contrato están de t l manera determinadaspor la esencia de ese acto, que la menor modificación de ellas lasconvertirla en vanas y nulas .. aunque esas cláusulas no hayan

sido nunca enunciadas formalmente, son siempre y en todas par·tes las mismas. siempre yen todas partes tácitamente admitidas yrecOTwcidas. a punto tal que si el pacto fuese violado. cada unovolvería a sus derechos primitivos y recobrarla su libertad natu·r lo perdiendo la libertad convencional por la cual había renun-ciado a su libertad natural .

4 Platón, República, Capítulo 11 p. 359 en verbo de Trasímaoo.



52 RIEL ÁLV REZ G ROIOL

Rousseau expresó un nuevo modo de con¡prender la vida, ba-sada en la oposición entre naturaleza que es pura y la socie-dad que con sus impurezas corrompe. En ese esquema, inicial en

la Naturaleza está todo aquello que es genuino, sin artificios,los impulsos, la honradez, la sinceridad, los sentimientos, la es-pontaneidad, los pueblos primitivos y desde el Emilio primero yLa Nueva Eloísa después, presenta un nuevo modelo de educa-ción articulado en el desarrollo natural y espontáneo del niño. Lagravitación de Rousseau en el desarrollo del entendimiento hu-mano, inspiró sin duda los primeros escarceos que condujeron a laexplosión de la Revolución Francesa y sentó las bases fundacionales

del movimiento intelectual conocido como el Romanticismo .

EL PENS MIENTO HISTORICIST

Hay una cantidad de doctrinas que le hacen jugar a la historiaun papel relevante en sus postulaciones, en tanto es posible afir-mar que la ciencia del espíritu humano es, de alguna manera, lahistoria del espíritu humano.

Si debiéramos recordar autores en esa línea de razonamientoHeidegger incorpora a su sistema la noción de historicidad, Diltheytambién, cuando afirma que el ser del hombre se experimenta sóloen la historia, Marx y Engels en el rol preponderante que adjudi-caron a la historia y a la conciencia histórica. Mannheim que creeen una visión histórica total que proporciona el marco dentro del

cual se despliegan las experiencias particulares y qué no decir deOrtega que afirma enfáticamente que el hombre no tiene natura-leza sino historia.

Uno de los más agudos críticos del historicismo es Karl Popper.o que tal vez no parece del todo claro es, cuales son los aspectos

de la historia que molestan al eminente filósofo de nuestro tiempoy yo creo que más bien lo que lo afectaba es cuando alguna ver-tiente del historicismo ha pretendido elaborar leyes del desarrollohistórico, semejantes en rigor y universalidad a las leyes físicas ynaturales y en esa perspectiva, muy probablemente no dudaría-mos en coincidir con el maestro alemán, pero el historicismo tiene




un lugar prominente en el pensamiento del hombre desde otraslíneas de aproximación.

Vamos a elegir en nuestra exposición algunos de los muchos

representantes y variadas corrientes de este denso movimientodoctrinario. Recordamos las distintas facetas del historicismo.

Aquí nos referiremos específicamente dentro de la llamada l

expresión política, pero no podemos dejar de mencionar, al menos,a Friedrich Schelling y a Georg Wilhelm Friedrich Hegel, comofiguras eminentes en el marco de la expresión filosófica y a Fede-rico Carlos de Savigny, como corifeo del historicismo jurídico. Ci-tamos a Hegel, asaz superficialmente, pero no podemos sustraer-

nos de la necesidad de expresar que la herencia de su pensamien-to y de la dialéctica, sirvió para nutrir el ala más radical y com-bativa del marxismo, alimentando en su antípoda ideológica elrenacimiento de un neohegelianismo que nos conduce a las mis-mas puertas del fascismo y aún del nacionalsocialismo.

Giovanni Battista Vico es el autor de Ciencia Nueva editadoen 1725 y repetida su publicación con varias correcciones. Escri-bió esta obra con el propósito de consolidar los fundamentos de laIglesia Católica severamente comprometidos por algunas ideasrenovadoras como la de Descartes y la de Hobbes y tratando deafianzar la posibilidad de una scienza intorno alla natura dellen a z i o n i ~ .Vico quiere hacer una Historia ideal y eterna de la Hu-manidad y para ello se enfrenta con el sistema cartesiano primeroy con el hobbessiano después. Al negar al cartesianismo Vico seanticipa a lo que será el programa de desarrollo intelectual delRomanticismo y anuncia el descubrimiento de lo histórico comoporción de la misma naturaleza humana que se alzará como unahistoria ideal eterna guiada por Dios, que será así el artífice delos progresos y las decadencias de las naciones.

Se admira de que los hombres se hayan ocupado tanto de laNaturaleza y t n poco del hombre histórico, empírico o sociológi-co ámbito en el que despliega su famosa concepción del corsi e

5 Vico Giovanm Bat tista, Principii i una scienza nuova, Milán, 1836.



ARIEl ÁlVAREZ GAROIOl

ncorsi que se convierte en el intermediario de la evolución de lavida social, pero sólo como eso, es decir como el representante te-rreno de la Divina Providencia, que es el comienzode la vida espi·

ritual del hombre. Todos los pueblos recorren estos espacios quesignifican eltránsito de la humanidad del corsi al recorsi se·parados siemprepor un período de decadencia.

Todos los pueblospasan por los mismos momentos y situacio·nes y transcurren consecuente ynecesariamente estos ciclos quese dividencada uno de ellos,en tres fases: una edad divina

teocrática y sacerdotal,una edad heroica arbitraria y violenta yuna edad humana razonable y moderada.Cada etapa tiene una

unidad de estilo yuna perfecta correspondenciade todassus ma·nifestacionesTenninado el corso, luego recomienza el ricorso,enel que se cumplenlas mismas tres fases del corso.

La historia es un constante recomienzo dela vida, una serieintenninable de cursos y recursos através del cual semanifiestansiempre conla misma inexorable necesidad,las edades mencio·nadas. En esencia esun modo de cuestionar el cartesianismo, anti·cipando deesa suerte lostemas esenciales del romanticismo y deo

histórico que esuna manifestación plena dela naturaleza humana.Todos los historicistas sonintensamente reaccionarios contra

la teoría yla práctica dela Revolución Francesa.Esta literaturacoincideen los hechos políticos que sedesarrollan en Europa ymuy especialmente seenlaza con l concertación del Tratado dela Santa Alianza, celebrado conla intervención deAustria, Prusiay Rusia, en un desesperado intento de alejarsede la contamina·ción revolucionaria dela Francia.

Recordamos aJuan Donoso Cortésen España que es una delas fervientes expresionesde este movimientoen habla castella·na. En Francia a Joseph de Maistreautor de Consideracionessobre la Francia , ElPapa y Las veladas deSan Petesburgo,esta última obratal vezla más conocidaen las que elautor reivin·dica la religión yla monarquía en contra de Voltaire,de Rousseauy de Baconentre otros,mientras en SuizaKarl Ludwig vonHeller

escribía Larestauración de la ciencia política .Este teólogo laicode la Providencia-nos referimos a Joseph deMaistre- tuvouna fuerte influencia sobrelas ideas que luego de·




sarrollará Comte a tal punto que se ha dicho que lo único que hizoComte fue laicizar las ideas desarrolladas por de Maistre.

Evocamos asimismo en Francia la figura de Louis - Gabriel

Ambroise vizconde de Bonald autor de la Teoría del poder políti o y religioso en la sociedad civil y Demostración del principioconstitut ivo de la sociedad para quien el hombre no tiene ningúnpoder de creación. Todo lo ha recibido creado: el estado, el lenguaje, el arte, la ciencia. Su única misión es conservar lo recibido y asícomo Rousseau, particularmente en El Emilio, decía que el hombre era bueno y la sociedad lo corrompía y Voltaire, Hobbes yMaquiavello creían en la maldad original del hombre, de Bonald

no acepta ni lo uno n i lo otro. El hombre sería para él, una tablarasa que todo se lo debe a Dios. El hombre es un producto colectivo. El hombre vive en y para la sociedad. La forma perfecta desociabilidad es la familia y en ella encuentra el progreso. El ani-mal no progresa, nace con todos los atributos que lo acompañanhasta su muerte. El padre es la tradición y la autoridad.

Aliado de este pensamiento fuertemente tradicionalista y católico hay una corriente vinculada a la historia, que tiene un ma-

tiz providencialista y otro laico, representadas respectivamente porSan Agustín en la primera versión y por Voltaire en la segunda.

Recordamos de San Agustín La ciudad de Dios , en la quedespliega una ley evolutiva que pasa por períodos comparables alas edades del hombre. La Juventud , que comprende hasta Noé,la adultez que se extiende hasta Jesús y la ancianidad en la

que se alcanza la perfección del género humano y en ese momentose llega a la victoria del cristianismo.

Voltaire autor de La filosofia de la Historia y también delEnsayo sobre las costumbres y el espíritu de las naciones es un

pensador fecundo pero en nuestra opinión está sin duda lejos deser una obra con interés para la sociología.

Antes de llegar a Comte, es menester por lo menos una efímera referencia al pensamiento de lo que se ha dado en llamar laFilosotla del Progreso, cuyos más conspicuos representantes fran-ceses fueron 'l\rrgot y Jean Antaine marqués de Condorcet y cuyoreferente germano es Johan von Herder. La idea básica de la filosofia del progreso es descubrir una ley de dinámica social, que conduzca a una transformación orientada hacia un determinado fin,



ARIEl ÁlVAAEZ GARDIOl

es decir es la evolución hacia lo mejor, tema que implica el antece-dente filosófico de la noción de cambio en el campo de los valores.

Como tesis fundamental Robert Jacques Turgot Ministro de

Luis XV1 despliega una ley que se cumple en la historia de loshechos colectivos y que tiene, como casi todos sus precedentes,con iguales o parecidos nombres, las famosas tres etapas: a) laépoca religiosa, b) la época filosófica y c ) la época científica. Creeen el progreso indefinido de la Humanidad.

ADOLPHE QUETELET BELGA) 1796·1874

En nuestras primeras notas, incluimos la figura de este nota-ble matemático y estadístico belga entre los fundadores de la So·ciología. Hoy habiendo reconsiderado la significación de su aportea la formación de la sociología científica, hemos modificado suubicación, sin pretender en modo alguno desmerecer la calidad desu contribución a la consolidación de la disciplina de nuestra pre-ocupación científica, ya que 1 incorporamos en una nómina de

precursores con compañías más que ilustres. El cambio obedecesin duda a una cuest ión de método y no de calidad de su aporte, yaque los precursores no están colocando ladril los en el edificio de laciencia nueva, mientras que los fundadores, desde posiciones di·ferentes, a sabiendas o buceando en la oscuridad, son los que hanarrimado las piedras fundacionales de este nuevo edificio del saober científico.

Sin duda que un matemático, con una notable especialización

estadística, no podía superar la seducción que implicaba la nece-sidad de hacer instalar la educación de los sociólogos en el mundode las matemáticas y en su filosofía. El primer libro de Queteletapunta en esa dirección cuando postula Del sistema social y delas leyes que lo rigen , con el agregado de que en su libro subsi·guiente Sobre el hombre introduce un subtítulo Física Socialen 1835, que fue el mismo nombre para referirse a los contenidosde este saber que, en 1822 había usado Augusto Comte en su céle-

bre Curso de Filosofía Positiva .Queielet era sin duda un continuador de las ideas de Comte y

tanto se nutr ia de su pensamiento que casi insensiblemente y aún




sin citarlo, utilizó el mismo nombre para este nuevo saber que elque utilizó aquél, proponiéndose descubrir por medio de una simple mecanismo estadístico-matemático, las leyes que regulan el

desarrollo social, proporcionando elementos para una teoría delhombre y del condicionamiento de éste a su condición de miembrode un todo social que lo detennina en su accionar.

No somos inocentes de los errores en los que incurre Quételeten sus desarrollos, por ejemplo cuando considera a la familia comola asociación humana más simple en todas las épocas y en todoslos pueblos, cuando es evidente que la familia, es una célula socialque se introduce en lo social de la mano del Estado o mejor del

orden de cosas por él establecidas.Sin embargo, el valor de su aporte original como precursor de

una disciplina científica de lo social debe haber sido el haber insinuado la creación de un cierto modelo de tipo social, una especiede precario anticipo de lo que desde una perspectiva de muchamayor precisión, desplegará después Max Weber, dibujando losperfiles de una suerte de hombre medio , que es una entidad abstracta de carácter instrumental que proporciona un concepto de

hombre racional, un hombre como promedio de todo ser humano.Una suerte de representante de nuestra especie que lleva en sitodas las cualidades que se encuentran en los otros.

L FUNDAC1ÓN DE L SOC1 LOGíA

Una ciencia que titubea en olvidar a sus fundadores está per-

dida. Es característico de una ciencia, en sus primeras etapas ..ser ambiciosamente profunda en sus propósitos y trivial en el tra-tamiento de los detalles .

Pero llegar muy cerca de una verdadera teoría y percatarse desu aplicación precisa, son dos cosas muy diferentes, como nos en-seña la historia de la ciencia. Todo o importante ha sido dichoantes por alguien que no lo descubrió lfred North Whitehead.

The Organizatian of thaught .

y esto sencillamente porque ni la naturaleza física ni la vida,pueden ser entendidas si no se las reúne conw elementos esenciales



58 RIEL ÁLV REZ GARDIOl

en la composición de las cosas realmente reales cuyas interco-nexWnes y caracteres individuales constituyen el universo '6 C lfredNorth Whitehead, aturaleza y vida. Traducción de Risieri Fron

dizi, Buenos Aires, 1941, p. 64).

Creemos, por los fundamentos que en cada caso vamos a expresar que puede atribuirse el carácter de cofundadores de la sociología como disciplina científica a tres figuras prominentes:August Comte, Herbert Spencer, y Karl Marx. y si se nos permiteen ese orden. Somos conscientes de que esta afirmación es sinduda altamente opinable, por no decir controversia . Muchos con

siderarán con mucha más autoridad que yo y seguramente quecon fundamentos más que plausibles, que t l vez algunos de losque hemos considerado cofundadores, apenas podrían aspirar aser considerados precurso res y muchos más tal vez, tendrían títu-los mejores para aspirar a compartir esa condición al lado o enlugar de los propuestos.

Sin duda la figura más importante de estos tres pensadoresfue la de August Comte, (1798-1857) que es en su estructura doc

trinaria el resultado de dos corrientes de pensamiento: una ra-cionalista que se nutre de las ideas de Montesquieu, de Turgot, yde Condorcet y una conservadora católica que se alimenta de lasideas de Vico, de Maistre y de Bonald.

UGUSTO COMTE

Breve referencia biográfica de ugusto Comte

Nació en 1798 en Montpellier, bellísima ciudad francesa constru.ida a orillas del río Lenz, tributarlo del Mediterráneo sede deuna de las más célebres universidades francesas. Hijo primogénito de Luis Comte y de Rosalía Boyer. A los nueve años ingresócomo alumno interno en el liceo religioso en su ciudad natal institución educacional que dejó en su espíritu profundas huellas y

6 Whitehead Alfred North, The orgunization of haught.




donde se distinguió por su aplicación, inteligencia y carácter. n-

tes de cumplir los diecisiete años entró en la Escuela Politécnicade París de donde fue expulsado no habiendo transcurrido siquie

ra dos años de concurrencia, como cabeza de un movimiento deindisciplina académica que lo obligó a retornar a su casa paternade Montpellier donde comenzó a frecuentar la Escuela de Medicina de su famosa Universidad, sin concluir sus estudios. Seducidopor la atracción irresistible de la ciudad luz, regresó a París donde debió soportar, todo género de privaciones, asis tido económicamente por el producido de algunas lecciones de matemáticas domiciliarias que dictaba a alumnos particulares y las contribucio

nes que le enviaba su madre a escondidas de su padre.Comte se casó civilmente en 1825 y a partir de este hecho co

menzó el dictado en su domicilio particular, de conferencias filosóficas a las que asistía un público t n numeroso como selecto, muchosde ellos condiscípulos de la escuela politécnicaypersonalidades comoAlejandro Humboldt, Charles Fourier y John Stuart-Mill, por citartal vez a los más relevantes, lecciones que debieron ser interrumpidas como consecuencia de un brote sicótico severo. Fue perseguido

por las jaurías de la locura, pero logró en los últimos años y graciasal respeto y a la consideración de sus seguidores, una beatíficasensación de salud. Pudo lograr superar los efectos más notoriosde su enfermedad, de la que los adversarios de su pensamiento sacaron partido de la pasajera locura del filósofo que había logradoformar una escuela importante, en la que irradiaba a sus fieles discípulos la inteligencia de su entendimiento portentoso.

La madre de Comte murió en 1837, no sin antes haber logradoque su hijo consagrara en el rito católico la intangibilidad de su lazomatrimonial, lo que no impidió que su mujer o abandonara comoconsecuencia de los excesos de trabajo, contrariedades íntimas y enesencia la mala relación con su marido, dejándolo al cuidado de unamujer de confianza que era esposa de un discípulo de Comte.

En el período que transcurrió entre 1830 y 1842, Comte completó El Curso de Filosofia Positiva , obra monumental que sepublicó en tomos sucesivos y en cuyo sexto volumen se plasmó lafamosa declaración de guerra a la celebridades académicas deesos días lo que le valió un proceso por difamación que contribuyóa completar su cuadro de angustia desasosiego y abandono.



60 ARIEl ÁLVAAEZ GAROIOL

En los últimos años de su vida estrechó vínculos con una discípula Clotilde de Vaux que era una joven lánguida de hermososcabellos rubios y singular belleza, e imbuido de un místico senti

mentalismo le declaró su profundo amor platónico uniéndose aella en 1 que llamaron un casamiento subjetivo que ella aceptópor conmiseración hacia su maestro, y ella fue quien le inspiró sureligión de l hum nid d que fue el último matiz teórico de su doctrina. Un año después, Comte padeció l pena trágica de ver moriren sus brazos a su discípula predilecta, su esposa subjetiva, su digna compañera, lo que produjo en el espíritu del filósofo un cambiosustancial de su pensamiento y actitud respecto a la filosofia. De

esta époc es su famoso Catecismo Positivista en el que para aumentar su utilidad, le gregó un prefacio con un catálogo para quesirviera de guía a las inteligencias populares en l elección de suslibros a fin de evitar 1 0 8 daños intelectuales o morales que producenlas lecturas desordenadas con ciento cincuenta volúmenes de Poseía, de Ciencia, de Historia y de Síntesis que comienza en la llíaday en la Odisea y termina en el nombrado Catecismo Positivista.

En 1848, fundó la Sociedad Positivista que duró muy poco tiem

po académicamente y quedó reducida casi enseguida a una simple reunión familiar, en el Templo como llamaban los positivistasa la casa que habitaba Comte -10 roe Monsieur-Ie-Prince- y adonde se congregaban los adeptos que habían permanecido fieles almaestro y a su singular doctrina que había adquirido una particular difusión internacional en varios países de Europa inclusoen América, en Brasil, en México y en Chile.

Murió Comte el 5 de setiembre de 1857 y su testamento que

ratificaba apasionadamente los términos de su doctrina quedó ac rgo de varios albaceas de distintas nacionalidades.

u aporte teórico

Tal vez por ese alto rango que adjudicamos a Comte entre losfundadores de este nuevo saber científico, nos parece apropiadopara comprender mejor el significado histórico del positivismo ylas causas que le aseguraron un éxito tan trascendente en el ámbito de la ciencia, comenzar la consideración de su aporte teórico,haciendo una breve referencia a la significación de la actitud filo-




sófica de los países que han venido conformado la vida intelectualde Europa a comienzos del siglo XIX. El pensamiento de Alema-nia, estaba comprometido en una decidida tendencia hacia una

especulación metafísica, totalmente ajena, a la preocupación delas ciencias positivas. La inteligentzia francesa se caracteriza-ba fundamentalmente por su enciclopedismo y por su pretensiónde plasmar los conocimientos humanos, en un sistema único yordenado que, desde el ámbito de las ciencias naturales pretendíallegar a una fundamentación científica de la cultura humana. Porfin, la filosofía inglesa, se orientaba con miras a los problemassicológicos, constituyéndose, en forma cada vez más elocuente enuna disciplina que se orientaba hacia el estudio de la experienciainterna, haciendo de ella, la apropiación de los factores síquicossolo comparables, con la hegemonía de las ciencias naturales enel mundo externo.

Su obra fundamental Curso de iloSOIlR Positiva se proponíareorganizar la sociedad como consecuencia de la profunda conmo-ción producida por la Revolución Francesa. Nos parece incuestio-

nable que a Comte corresponde el honor de haber presentido ori-ginalmente a la Sociología como un saber científico con estatutocientífico propio y además, de haber fijado su contenido concep-tual, cuando en el Curso de Filosofía Positiva nos dice:

Todo lo que está pennitido intentar; es hacer comprobar la po-sibilidad de concebir y de cultivar la ciencia social a la manera delas ciencias positivas, de marcar su carácter filosófico y establecer

sus bases ... sta subordinación de la Humanidad a una ley dedesarrollo continuo, representando la evolución actual como la con-tinuación de las transformaciones anteriores, constituirá una pro-piedad exclusiva de la nueva filosofía ...

Comte August, Cours de Philosophie pasitif,París, 1882, tomo Il, p. 65

La tesis básica del positivismo, la constituye la convicción deque todos nuestros conocimientos se refieren exclusivamente afenómenos y de que inclusive este único conocimiento tampoco esabsoluto. Carece entonces de sentido preguntar por la esencia de un



62 ARIEL ÁlVAAEZ GARDIOl

hecho, o por su causa ya que lo único que podemos conocer e investig r son 18 8 manifestaciones exteriores de estos acontecimientos ylas relaciones que la8 vinculan que son siempre constantes.

Comte ha señalado asimismo, con gran precisión, la diferenciaque existe entre la Sociología y las anteriores concepciones de filosofia histórica que tenían que ver con lo soci l cuando sostiene que:

La Ciencia Social no podía existir en tanto que se ignorase enqué consiste el hecho mismo del desarrollo cuyas leyes debe estu-di r esta ciencia (op. cit. p. 45).

No conocemos nada más que los fenómenos. Ignoramos la esencia de las cosas y el modo real de producción de los hechos.

Se propone como objetivo esencial ordenar los conocimientoscomo ramas de un único saber y se propone asimismo, la fundación de una nueva ciencia la Sociología o Física Social.

Las ciencias se agrupan, de acuerdo l grado de abstracción delos objetos de los que se ocupan, actuando las ciencias más abstractas como fundamento de las más concretas. Las ciencias abstractas./fé ocupan de los hechos y fenómenos más elementalesmientras las ciencias concretas, se dedican l estudio de las combinaciones más o--menos complicadas, de los elementos simplesque constituyen las abstractas.

Clasifica las ciencias y les pone método -lo agregamos entreparéntesis- en el orden jerárquico siguiente: Matemáticas deducción), Astronomía observación), Fís ica experimentación), Quí

mica el rte de la nomenclatura , Biología procedimiento comparativo), Sociología método histórico). Lo que está entre paréntesis. iteramos, es el método que corresponde a cada una. La clasificación está organizada en base al principio de generalidad decreciente y complejidad creciente. La Matemática es la más gener l y l menos compleja y la Sociología es la menos general y lamás compleja. La llama así en la lección 47 del tomo IV y le dedica1 8 tres últim08 tomos de su obra.

Divide a l Sociología en dos grandes ramas: La Estática Social que es l p rte menos origin l y más sintética y que abarcatres temas fundamentales: el individuo, la familia y la sociedad,



DERECH O RE LID D 6

en la que no se puede disimular su indudable raíz aristotélica y laDinámica Social que es la ciencia del movimiento necesario de laHumanidad que evoluciona sin transformarse y esta evolución se

produce regida por la famosa ley de los tres estadios: el estadioteológico que se caracteriza por el predominio de la imaginaciónfetichista, politeísta y monoteísta), el estadio metafisico, apoya-

do en alegorías lógicas y el estadio positivo o científico que es elperíodo defmitivo de las ciencias constituidas.

El mismo en sus propias palabras explica este punto de su doc-trina:

Estudiando el total desarrollo de la inteligencia humana ensus diversas esferas de actividad, desde su primer vuelo hasta nues-tros días, creo haber descubierto una ley fundamental, a la cualestá sometida por una necesidad invariable . .. Esta ley, consisteen que cada una de nuestras principales concepciones, cada ramade nuestros conocimientos, pasa sucesivamente por tres estadosteóricos diferentes: el estado teológico o naturaleza, emplea sucesi-

vamente tres métodos de filoUfico o positivo. en otros términos; elespíritu humano, poco ficticio; el estado metafísico o abstracto; elestado científico: primero el método teológico, enseguida el métodometafisico, y por ultimo el método positivo. De ahí tres especies defilosofía o de sistemas generales de concepciones sobre el conjuntode fenómenos que se excluyen mutuamente .. En el estado teológi-co el espíritu se representa a los fenómenos, como producidos porla acción directa de agentes sobrenaturales . _En el estado metafí-sico ... los agentes sobrenaturales se reemplazan por fuerzas abs-tractas, verdaderas entidades (abstracciones personificadas), in-herentes a los diversos seres del mundo ... Por último, en el estadopositivo, el espíritu humano, reconociendo la imposibilidad de ob-tener opciones absolutas renuncia a buscar el origen y el destinodel universo y a conocer las causas intimas de los fenómenos, paradedicarse únicamente a descubrir, por el uso bien combinado del

razonamiento y de la observación, sus leyes efectivas, es decir, susrelaciones invariables de sucesión y de semejanza _Comte August Principios de Filosofía Positiva , traducción

de L. de Thran Madrid 194, p. 58)



64 RlEL ÁLV REZ GARDIOL

Tiene un momento posterior en el que se propone alcanzar launidad moral mediante la religión de la Humanidad como conse-cuencia de la intensa influencia que ejerciera en su espíritu

Clotilde de Vaux y organiza en su consecuencia dos cultos unopúblico, con ceremonias periódicas y otro privado de adoración ala mujer (madre símbolo del pasado, esposa imagen del presente ehija epresentación del futuro).

HERBERT SPENCER: 1820-1903)

reve referencia biográfica

Nació en 1820, en Derby y murió en Brighton, ambas ciudadesde Inglaterra hijo de un profesor de matemáticas, que fue instrui-do en sus primeras letras por un pastor anglicano de tendencialiberal. Se graduó como ingeniero civil y se incorporó al personalde una compañía de ferrocarriles. Habiendo perdido su trabajo,

apenas a los 26 años,se

dedicóal

periodismo y ala

filosofía incor-porándose al equipo de periodistas de la importante publicación"The Economist en la que se desempeño como vicedirector y des-de ese momento, sus libros se van produciendo casi sin ,soluciónde continuidad, comenzando con Ciencia Social , Principios deSicologías , 'El Origen de la Ciencia El Progreso , "La Educa-ción , "Primeros Principios , "La Clasificación de las Ciencias ,Principios de Sociología , Principios de la moral , y Origen de las

Profesiones . De esta última obra, nos permitimos extractar un pá-rrafo que nos mueve al análisis y a l reflexión. El capítulo que serefiere a la evolución de las profesiones, comienza diciendo que:

El adagio que dice que: <no pueden colocarse cabezas de ancianos sobre lwmbros de jóvenes> nos dice en sentido figuradoentre muchas verdades la afirmación de que las creencias resul·tantes en l juventud de la inexperiencia ligada a la falta de disciplina para el pensamiento y el sentimiento recién después delargos años pueden sustituirse por creencias que son el resultadode un saber más amplio y de facultades intelectuales mejor equili-




bradas. Lo mismo que es comúnmente imposible adelantar los -

sultados del despliegue y de la cultura del alma, así, no es posibledurante sus primeras fases provocar ningun desconfianza res-

pecto de las convicciones que entonces se formen .

Con la publicación de la Clasificación de las ciencias en 1864,se decidió su adhesión a los criterios clasificadores enseñados porComte, no obstante que el positivismo de Spencer se apoya, en lafilosofía empírica inglesa en las nuevas teorías de las cienciasnaturales o que genera no pocas disidencias doctrinarias con lasideas francesas. De su formación profesional como ingeniero y desus estudios de matemáticas Spencer trajo a la filosofía el hábitomental de la sencillez y de la práctica y una tendencia muy marcada hacia la simplificación y la unidad.

Individualista en o social, se proponía siempre encontrar larazón de su constante conciliación entre ciencia y religión entremoral y vida, entre el individuo y la sociedad, en suma entre elidealismo y el realismo. Murió en 1903.

us ideas fundamentales

Las ideas de Spencer, se caracterizan por sus fundamentosempíricos. Toda la filosofía inglesa, desde la Edad Media, y muyespecialmente desde Francis Bacon, se plasma en sus fundamentos empíricos, y las expresiones más nobles en el siglo XIX, son lasde John Stuart-Mill y Herbert Spencer, que habiendo pertenecido

al movimiento reformista, adhirieron muy decididamente a lasdoctrinas del positivismo de Comte, pero rechazando su últimaetapa acentuadamente mística.

Es notoria en Spencer su tendencia a fundar el positivismocosmológicamente, extendiendo sus puntos de vista a la totalidaddel ser, orientándose con un énfasis muy especial hacia los problemas éticos y sociales. Hay una fuerte propensión en sus ideas, devincular la naturaleza con la historia, interpretando a ambas comouna concepción general única del mundo. La f.tlosofía era paraSpencer, una doctrina orgánica de todo lo que existe y esto asíentendido, sólo puede sostenerse si se o fundamenta en algún



66 ARIEL ÁlVAAEZ GARDIOL

principio universal, que pudiera abarcar la totalidad de los fenó-menos conocidos. Algo de esto creyó encontrar Spencer en la 'leo-ría de Darwin pero mientras aquí el principio de la evolución se

presenta como un resultado final, en Spencer es más bien un prin-cipio originario relacionado con la idea de la conservación de laenergía. Lo absoluto no podría nunca como doctrina constituir elobjeto del conocimiento humano que deberá siempre fundamen-tarse en la experiencia. Empero, lo absoluto no es ficción sino algoreal existente que se constituye en la fuerza motriz que pone enfuncionamiento el mundo, al postular la aceptación de lo incog-noscible, lugar donde coinciden ciencia y religión, 1 que hace po-sible su mutua reconciliación.

La perfección absoluta no es posible, ya que ello implicaría elfinal de la evolución referida, y de algún modo la extinción de laconciencia la que adquiere su sentido en el perpetuo esfuerzo deadaptación al medio. Esto explica en su pensamiento, que la mora-lidad, es la aspiración final, por servir a la colectividad humana y lajustificación del individuo, al perfeccionamiento de la sociedad.

Se lo ha considerado cofundador de la Sociología porque se pro-puso introducir la vida social en la naturaleza. Su obra Primerosprincipios es una doctrina general que aplica a la Biología, a lasicología a la sociología y a la moral. Hay en su pensamiento unafuerte influencia de Comte donde luce su perfil positivista, deDarwin donde se recorta su postura evolucionista y de Descartesdonde se descubre su contorno mecanicista.

En el pensamiento de Spencer hay un aspecto negativo que es

dominio de la Religión, gobernado por lo Incognoscible y que exis-te como ser. Sólo es posible ser valorado, en modo alguno pensadoy el segundo aspecto positivo es el mundo de lo Cognoscible quecomprende el dominio de la ciencia y de la filosofía como produc-tos de las facultades cognoscitivas del espíritu humano. Acepta ladivisión de la Sociología, al igual que Comte en una Estática yuna Dinámica social.

Es muy prolijo el estudio de las instituciones, tanto las domés-ticas, como de las sociales y las políticas señalando que el verda-dero in de la sociedad es la cooperación.

Spencer fue en Inglaterra lo que Comte en Francia.



DERECHO Y REAliDAD

KARL MARX 1818-1883)


67

Carlos Marx nació el 5 de mayo de 1818 en Treves, pequenaciudad de la Prusia Renana, hijo de un abogado de quien recibió elestímulo para ingresar en las Universidades de Bonn y luego deBerlín en las que estudió Derecho, Historia y Filosofia. Colaborócomo periodista en la Gaceta Renana que era un periódico de opo-sición a los burgueses radicales de Renania con una inocultable

orientación hegeliana de izquierda, llegando a ser designado jefede redacción de esa publicación, en 1843. Marx se casó con unaamiga de la infancia de la que estaba enamorado desde sus tiem-pos de estudiante. Su mujer provenía de una familia noble dePrusia y el hermano mayor de ella, había sido un alto funcionariodel gobierno de Prusia. En 1843, Marx se fue a París para evitarser detenido y desde allí se hizo cargo de una publicación de iz-quierda, trabajando durante varios anos en la clandestinidad para

evitar su detención que varias veces se hizo efectiva. Su vínculointelectual y amistoso con Federico Engels nació en París en estaépoca y los dos comenzaron desde allí una actividad muy estrechaen grupos revolucionarios en París, de donde fue expulsado comorevolucionario peligroso en 1845, fijando su residencia en Bruse-las. En 1847, Marx y Engels se afiliaron a la Liga de los comunis-tas , con una muy activa participación en el Congreso de Londres

de eseano en

elque se

le confió1a redacción del celebre Manifiestodel Partido Comunista. aparecido en 1848 el que refleja con unagenial precisión y claridad, la nueva concepción del mundo, elmaterialismo consecuente que se extiende a los dominios de lavida social, la dialéctica entendida como una disciplina más pro-funda de la evolución, la lucha de clases y el papel histórico delproletariado creador de la sociedad comunista.

Marx fue expulsado de Bruselas, de París, y de Colonia (Ale-mania ciudad adonde había fijado su residencia alemana y desdela que había asumido la jefatura de la redacción de la Nueva Ga-ceta Renana. Estableció su residencia definitiva en Londres en



RIEL ÁLV REZ GARDIOl

un destierro de características muy penosas y económicamentemuy duras. El Capital fue sin duda su obra cumbre, concebidacomo consecuencia de su larga vida de luchas de transformación

social y económica y gracias al apoyo financiero, abnegado y cons·tante de Federico Engels, no obstante lo cual no pudo completar-lo. Su intensa actividad política quebrantó defmitivamente susalud y la pérdida de su mujer, en 1881, determinó que se extin-guiera apaciblemente su vida, en Londres en cuyo cementer io estáenterrado con su esposa y su abnegada sirviente Helena a quienconsideraba un miembro querido de su familia.

us ideas

Manifiesto Comunista (1848), La miseria de la Filosofía(1848) Una crítica de la economía política (1859) y El Capital(1867) son las obras en la que se plasma su pensamiento socio-político.

Además de ser un pensador teórico, fue un hombre de acción y

esto complica un poco la objetividad en la transmisión del conoci-miento de sus ideas.Hay tres aspectos distintos aunque intensamente relaciona-

dos que constituyen la médula de su elaboración teórica: 1) unateoría sociológica en estado latente, que no es sino el materialis-mo histórico o la interpretación económica de la historia; 2) susteorías en el plano de lo económico y 3) la creación del socialismocientífico.

Sus ideas se fonnaron con una directa influencia de Georg Hegely de Ludwig Feuerbach, con constituyentes provenientes de Darwiny también de Pedro José Proudhon. Sin embargo, el más cercanoy gravitante de sus ascendientes ideológicos debemos remontarloal tronco original del pensamiento de Friedrich Engels, con quiencompartió la autoría de El Manifiesto Comunista , y toda su vidaa partir de su conocimiento.

Siempre se ha dicho que en el prólogo de este manifiesto hayun párrafo que según Engels pertenece exclusivamente a Marx yque sintetiza de modo muy preciso, la miga esencial de las ideasmarxistas:




La producción económica y la estructura social que resultan,forman indefectiblemente la base de la historia política e intelec-tual de cada época. n consecuencia, toda la historia, ha sido una

historia de luchas de clases, de luchas entre las clases explotadasy las clases explotadoras, entre las clases dominadas y las clasesdominantes. sa lucha atraviesa una etapa en que la clase opri-mida, no puede emanciparse sin emancipar al propio tiempo y parasiempre a toda la sociedad, de la explotación, de la opresión y de lalucha de clases .

El aspecto sociológico de su pensamiento que puede ser c o n s i ~

derado poco sistemático, tiene dos aspectos esenciales. Se p r p ~

ne por una parte a buscar la ley última de la evolución humanaconstituyéndose como un ejemplo de Filosofía de la Historia y porel otro intenta; b interpretar la realidad social con un fundamen-to esencialmente historicista, creando una nueva forma de s o c i o ~

logía. Es un determinista social en el sentido de proclamar la x i s ~

tencia de un factor determinante en la constitución de lo sociaLHay

otropasaje de la

Críticade la

Economía Políticaque

siempre se cita: para in'ten'tar vertebrar \ a esencia l sus ineas:

En la producción social que persiguen los hombres, ellos en-tran en relaciones determinadas, que son indispensables e inde-pendientes de su voluntad (realidad social) La suma total de esasrelaciones de producción constituye la estructura económica de lasociedad, el fundamento real sobre el cual se levantan las superes-

tructuras jurídicas y políticas y a las que corresponden formasdeterminadas de conciencia social a causa social del hecho eco-

nómico), luego el modo de producción en la vida material deter-mina el carácter general de los procesos sociales, políticos y espiri-tuales de la vida. No es la conciencia de los hombres la que deter-mina su existencia, sino que es por el contrario su existencia sociallo que determina su conciencia .

La lucha entre la nobleza y la burguesía terminó con el triunfode esta última. Ahora es la lucha entre la burguesía y los t r b j ~

dores manuales. En el prefacio con el que VIadimir 1 mianov



7 ARIEl ÁlVAREZ GARDIOL

(Lenín) presenta al mundo El Capital , la obra cumbre de CarlosMarx, escribe:

Todo el mundo sabe que en toda sociedad chocan las aspiracio-nes de 1 8 unos con la de los otros, que la vida social está l lena decontradicciones, que la historia nos descubre la lucha entre pueblos y sociedades, que nos muestra además una sucesión de perío-dos de revolución y de reacción, de guerra de paz, de estanca-miento o de progreso rápido y de decadencia ... Sin embargo, elcarácter distintivo de nuestra época, de la época de la burguesía,es haber simplificado los antagonismos de clases. La sociedad se

divide cada vez más en dos grandes campos opuestos, en dos cla-ses directamente enemigas: la burguesía y el proletariado .

l propio Marx, en el prólogo a la primera edición de su obraaparecida en Londres en 1867 dice que:

Aunque una sociedad haya descubierto las trazas de su leynatural de evolución -y éste es el fin último de esta obra, o searevelar la ley económica de la evolución de la sociedad modernano podrá prescindir de las fases de evolución naturales, ni supri-mirlas por decreto; pero si podrá acelerar el alumbramiento y ali-viar los dolores del parlo .

Hay en el pensamiento en análisis cuestiones económicas, políticas, del desarrollo de la teoría socialista científica y metodo

lógicas.No es mucho seguramente lo que la Sociología le debe a Marx:La confundió no pocas veces con el socialismo y nunca logró sistematizar sus ideas coherentemente

Tal vez lo más criticable de sus ideas respecto de lo sociológicosea su concepción monista o del factor determinante como en sumomento lo expresó Freud para el Psicoanálisis, como insuficiente para explicar en lo económico la causa de lo social. Nos parecemás razonable una concepción pluralista que integre todos los factores que confluyen en la realización de lo social. Creemos que noes defendible el determinismo causal unilateral de lo social y taro-



DERECHO RE LID D 7

bién su pretensión de reducir al hombre solo a lo económico y a lasociedad a un mercado.

El rasgo esencial de la concepción marxista es el descubrimiento

del papel histórico universal del proletariado como piedra funda-cional de una nueva sociedad socialista. Sin embargo me pareceque es inevitable admitir que el destino histórico de la doctrina deMarx, en el plano político no ha sido mucho más afortunado queen el sociológico. n este plano se agrega una circunstancia más,que es el de contribuir a la significativa confusión que se generó enel mundo de las ideas humanistas entre el socialismo y la sociología,lo que sin duda no facilita la comprensión de ninguna de las dos.

Decíamos casi al final de sus datos biográficos, que su obramás importante El Capital no pudo ser completada. Lo curiosoes que debiera interrumpirse precisamente cuando en el Libro V

al comenzar el tratamiento del capítulo quincuagésimo segundocon el título Las clases , se interrumpiera antes de completar susegunda página, de modo que de sus ideas sociológicas más origi-nales, es decir del determinismo económico, de la lucha de clasesy de la teoría de la evolución social por el camino de la revolución,los fundamentos de todo ello, quedaron inconclusos.



SEGUND P RTE



DOCTRIN S SOCIOLÓGIC S

Vamos a analizar las que conforme a nuestro criterio hemosconsiderado las teorías sociológicas que más han gravitado en laconsideración científica de lo social. Sin duda creo yo que uno delos medios más adecuados para valorar los méritos del aporte deun pensador es estudiar cómo éste ha considerado los grandesmovimientos sociales de su tiempo. Si éste ha sido un elaboradorde un sistema de teorías que se desenvuelve con habilidad y algúntalento entre clasificaciones definiciones y principios habremosencontrado a un sistematizador de los saberes que otros han desa-rrollado pero no un creador. Un pensador que no se apoderada dela realidad y la hace suya difícilmente será un investigador deprimera línea. En esta breve recorrida de teorías dominantes he-mos intentado elegir con la mayor humildad y prudencia de quesomos capaces y con la más genuina intención de objetividad cien-tífica aún conscientes de que es muy difícil lograrla aquellas quehayan intentado agotar el círculo de las mejores posibilidades cien-tíficas del saber a que dedicaron sus esfuerzos.

Casi todos los sociólogos salvo los más contemporáneos tuvie-ron su origen científico en otras disciplinas: Comte nos viene ori-ginariamente de las Matemáticas; Tocqueville del Derecho; Marxde la Filosofía y de la Política; Spencer de la Biología; 1benniestambién del Derecho; Durkheim de la Filosofía aunque tal vezpueda señalárselo como el primer sociólogo entre los filósofos;Simmel es un producto de su preocupación por la filosofía; Weberproviene del campo de las investigaciones económicas; de dondetambién nos llega Wilfredo Pareto; Georges Mead tuvo su cunaintelectual en la psicología; Lukacs es un sociólogo y un estetaMalinowski dimana de la Biología y de la Antropología con raícesoriginarias en las Matemáticas y en la Física; Ortega y Gasset esun filósofo de su tiempo con una fuerte pretensión de universali-dad. Los últimos entre los que nombramos a Sorokin a Parsons ya Marcuse son sociólogos casi puros ...

Se han intentado algunos criterios clasificadores de las dife-rentes doctrinas elaboradas por los sociólogos. Clasificar consisteen agn.¡par con una idea de método hechos o personas tomando



76 RIEL ÁlV REZ G OIOL

de ellos algunas propiedades que les sean comunes Sin embargo,esta tarea que podría ser técnicamente aceptable nos pondrá decal y canto ante la simple evidencia de que cualquier par de cosas,

hechos o personas tienen en común alguna propiedad y podríanpermitirnos subsumirlas en un tipo genérico que las envuelva pero,a poco andar advertiremos que podríamos descubrir en ellas propiedades disímiles que nos autorizarían a incluirlas en tipos -

talmente diferentes. Si ello es así, la conclusión que sugiere esque el empeño de formular un criterio clasificador implica seleccionar algunas características que posean en común determina-das cosas, hechos o personas prescindiendo de otras propiedades

particulares que sin duda tendrán o podrán tener Ergo concluimos que las clasificaciones casi siempre son arbitrariamente impuestas por el que intenta formular la ordenación. Uno de esoscriterios, tal vez uno de los más comunes es el cronológico o dichosea mejor, una pauta casi histórica que pretende dar cuenta deldespliegue de las teorías a medida que ellas han ido apareciendoen el horizonte científico de que se trate. Otro es el de la nacionalidad de los autores clasificando de este modo a la Sociología en

una sociología alemana otra francesa una italiana y otra norteamericana. Hans Freyer y Pitirim Sorokin han seguido un procedimiento clasificador que se constituye a partir del método utilizado por el pensador en tanto instrumento de su tarea investigacional vinculándolo con el principio inspirador la flsies, labiología, la psicología y las Ciencias Sociales) que les dio origen.

Nos parece que este último criterio es satisfactoriamente aceptable.

LOS PRESUPUESTOS SOCIOHISTÓRICOS

Sin embargo cabría primero analizar los presupuestos sociohistóricos de la sociedad como forma de vida social, lo que conlleva acomprender, aún someramente los cambios producidos en Europadesde el feudalismo, hasta la formación de las sociedades nacionales. La comunidad feudal tiene una determinada estructuraque se caracteriza por asentarse en una estratificación socialestamental que se manifiesta en una forma de poder aristocráti-





1B ARIEL ÁLVAREZ GARDIOl

El siglo XVIII ve el surgimiento de la ilustración que es unnuevo espíritu y este proceso va acompañado de una serie de co-nocimientos inventos y descubrimientos que se dieron en el área

de la producción económica urbana que comenzó en Inglaterra sepropagó rápidamente por toda Europa y se llamó Revolución n-

dustrial y consistió en una serie de aplicaciones prácticas queafectaron la producción económica entre 1760 y 1830 creándosetalleres y fábricas generalmente cerca de las zonas rurales don-de sólo se interrumpía el trabajo para la cosecha y esto permitíaacceder a la utilización de mano de obra barata y abundante. Lasmujeres y los niños fueron increíblemente explotados en esta for-

ma inhumana de trabajo con jornadas de abrumadora duraciónde la que la literatura nos dejó testimonios inolvidables en la plu-ma de Charles Dickens y en el teatro de Enrique Ibsen el famosoautor dramático noruego.

Esto dio origen al proletariado al asalariado y al surgimientode una nueva estructura de poder y dominación que necesitaba deuna explicación racional que fue en definitiva 1 que produjo elportal de la Sociología.

Consolidadas las sociedades nacionales van surgiendo las dis-tintas teorías que intentaban dar respuesta a esa nueva proble-mática.

El tiempo es entre 1870 fm de la guerra franco prusiana y 1929fecha en la que se produce la gran crisis mundial a la que sucedeun muy largo período de paz sólo interrumpido por la guerra de1914. Hay también un gran período de colonialismo particular-mente en los territorios de Africa y de Asia desde las grandes po-

tencias europeas Inglaterra Francia España Portugal BélgicaHolanda hacia esos continentes.

Hay un enorme aumento demográfico: las teorías dan respues-ta a la consolidación de las sociedades nacionales y además hacenla crítica de esas sociedades.

Desde la perspectiva de lo social que es sin duda el vértice denuestro interés se produce el advenimiento de la clase intelec-tual lo que da lugar a la aparición de una burguesía teñida de

intelectualismo fenómeno que coincide con la plenitud absolutaque ha logrado consolidar la monarquía como organización com-pleta y absoluta del Estado. El pensamiento reformista que sería




la faceta paralela al Renacimiento en el mundo de las artes y queen el ámbito de lo religioso proclama el libre examen de los textossagrados sostiene que lejos de haber una autoridad que interpre-

te fielmente las sagradas escrituras anuncia que cada lector seasu intérprete y esto se proyecta asimismo en el ámbito de lo jurí-dico describiendo los perf iles del clasicismo jusnaturalista con-duciendo inevitablemente a sostener un interés por la naturalezaque hace consolidar el modo de pensar de lo natural. Ello así sedesemboca en una actitud paradojal en la que el mundo deja deser cristiano aunque sus habitantes lo sean y el hombre va per-diendo a Dios se olvidan del pecado original se abandona el sen-

timiento de la culpa y el hombre se siente naturalmente bueno.Con esos antecedentes se llega a la Revolución Francesa.

FERDINAND TOENNIES 1855 -1936)


Nació en Oldensworth Alemania el 26 de julio de 1855. Estu-dió en las Universidades de Jena de Leipzig en Bonn en Berlínen Kiel y también en la famosa Universidad de Tubinga dondesiguió cursos de filología de historia de filosofía de sociología yde economía política. Fue nombrado Privatdozent en la universi-dad de Riel en el área de Filosofía y al poco tiempo se incorporó ala Sociedad Alemana de Sociología de la que fue su presidentehabiendo sido asimismo miembro correspondiente de la Sociedad

Sociológica de Londres. Fue un estudioso de Tomás Hobbes y pu-blicó varios trabajos de historia de la Filosofía y de la Culturahabiendo editado asimismo varios trabajos en la acreditada revis-ta inglesa Mind. Su orientación teórica en Filosofía lo ubica comoencauzado en la corriente del positivismo al que accede por elestudio de las ciencias sociales y por el camino de la investigaciónhistórica vías gnoseológicas por él consideradas adecuadas paraconsolidar aquella tendencia básica. Su orientación en Sociología

lo vincula a la ideología social del siglo XVIII con un approachhacia la escuela histórica del siglo XIX. La maledicencia rumorosade algún colega universitario resentido pudo haber deslizado la



80 RIEL ÁLV REZ G RDIOL

errónea idea de que los trabajos de Toennies pudieron haber sidofuente teórica inspiradora del fascismo y del nazismo, por aquelingrediente hobbesiano que referimos, pero esto debe atribuirse

al clima insidiosamente competitivo que en general, soportan lascomunidades científicas en casi todos los ámbitos académicos delplaneta. Murió en Alemania en 1936.

us ideas

Para Ibennies la Sociología es la ciencia de los hechos sociales

que se propone traducir lo social por convivencia y poner a ésta enrelación con lo humano.

La vida social, solo se puede derivar de un querer común, deuna afirmación positiva y recíproca de la existencia de todos.

Rescata el pensamiento de Marx y también el de Tomás Hobbespara la Sociología. En su teoría sociológica hay una mezcla deconcepciones no claramente identificadas y es por eso que no esfácil describir sucintamente sus ideas.

Aparecen en Toennies, por primera vez, la utilización de tér-minos específicamente sociológicos, que no son un mero trasvasa-miento de conceptos de otras disciplinas científicas biología, me-cánica, historia, economía, flsica) sino tipos ideales de la teoríasociológica.

La Comunidad surge de los datos de la experiencia históricadel mundo medieval y representa lo natural mientras la socie·dad representa lo artificial de la experiencia histórica del mundomoderno, del nacionalismo, como construcciones conceptuales ar-bitrarias de la realidad social. Hay en todo su desarrollo una pon-deración de la comunidad crítica de la sociedad, en una especie decontinuación de las ideas del marxismo. Se advierte en el desplie-gue de su pensamiento una fuerte preferencia por el concepto dela comunidad.

El punto de partida es su concepto de voluntad que no está

comprendido sólo como un concepto fisiológico o sicológico sinocomo formas elementales de vohmtad que son producto de un condi-cionamiento social. Esa voluntad puede ser esencial, que aparece



DERECH O RE LID D 8

como un impulso innato y natural que se mueve espontáneamen-te y de la que emergen las formas comunitarias de vida, o arbitra-ria que es artificial y mecánica de las que surge las estructuras

de la sociedad. Estos conceptos sociológicos estructurales, son ensu sistema categorías fundamentales y en tal carácter se concretan en la historia. Ambos conceptos, comunidad y sociedad en supolaridad constituyen, el eje central del sistema conceptual de laSociología, que se suceden en el tiempo, en ese orden. a comunidad solo puede transformarse en sociedad y la sociedad siempre procede de la comunidad en un proceso real no reversible.

Las relaciones de unos hombres para con otros, pueden ser según su dirección, en parte amistosas y en parte hostiles, partien-do de la idea fundamental en que todas las relaciones humanas,unen o desunen.

Encabezando todas las relaciones humanas, podría comenzarse con el simple conocerse, que es en si mismo un modo neutralpero con tendencias a un decidido carácter positivo. Esa relaciónde simple conocimiento, se produce en muchos casos en la espon

tánea amistad que se apoya en la simpatía y en el recíproco agra-do. Un grado superior de esta forma de relación es la confianza, quedeviene un elemento importante en la convivencia por su carácterrecíproco y en otro grado aún superior, se configura la relación deunión en donde predomina el pensamiento ya que no hay uniónsin memoria, como sólo los hombres son capaces de tener gracias allenguaje, ya que la característica esencial de esta relación de unión,es la conciencia de su existencia y del querer común que se da en

ella, que estaría sugiriendo ya el germen de la norma jurídica.Estas categorías de comunidad y sociedad que son para este

sociólogo sistemático, la dicotomía esencial, incluye en su desarrollo, tanto la doctrina de las entidades con formas sociales, comode los valores, de las normas y de los factores.

Comunidad y sociedad (GemeinSchaft und Gesellschaft), elfamoso libro de Tonnies fue publicado en 1887 como consecuenciade una meditación sobre la Filosofia de Hobbes, el Derecho Natu-ral y el Socialismo. Los hombres de la sociedad son los que Hobbesdescribió en su famoso Leviathan, y la oposición, que implicanambos tipos sociales, se explican en último análisis por la distin-



62 RIEL ÁLV REZ G RDIOl

ción de las dos formas posibles de expresión de la voluntad huma-na: por un lado, la Wesenwille que es la voluntad profunda orgá-nica, como expresión de la naturaleza misma, que de modo espon-

táneo elige los medios y los fines conforme a los placeres experi-mentados como resultan del hábito o de los recuerdos. La otravoluntad la voluntad de arbitrio Kürwille se caracteriza no porla espontaneidad sino por la reflexión, que se inicia en la concep-ción de un fin, concebido para determinar de un modo adecuadolos medios para lograrlo. En esencia comprender los grupos hu-manos, no es sino reducirlos a la voluntad de los homhre'g que sonen deÍmitiva los que crean la colectividad.

Es clara la diferencia entre ambas voluntades una arbitrariaque se orienta por el afán egoísta de lucro, de poder, contra la vo-luntad esencial, que sería la buena.

En Principios de Sociología 7 Toennies, sostiene que por suSociología se ha querido entender hasta ahora, casi exclusivamen-te la formación de esos conceptos de comunidad y sociedadentendidos como de una significación sinonímica. Sin embargo elautor considera que la consideración sociológica de Pueblo, Na-ción y Estado son esenciales porque los vínculos económicos y }-rales que unen a los habitantes civilizados del globo terráqueo, sehan hecho decisivos más que nunca para el destino de cada indivi-duo, aunque todavía no lo hayan comprendido así muchos políti-cos y diplomáticos.

La antítesis entre comunidad y sociedad desempeña el papelesencial en la relación de los modos fundamentales de vincularse

de todos los seres sociales y el objeto propio de la Sociología y estosdos conceptos entrañan múlt iples aplicaciones en la realidad. Porun lado la vida de familia donde reina el acuerdo de sentimientoselementales y por el otro lado la vida en las grandes metrópolis.Su teoría se completa con un estudio de los valores, de las normasy de los sistemas.

7 Tiinnies, Ferdinand Principios de Sociología Fondo de Cultura Económica,México, Primera edición alemana de 1931 y ediciones mexicanas de 1942 y 1946.




Mll DURKHEIM 1858-1917)


Emile Durkheim nació en los Vosgos franceses el 15 de abril de1858_ Recibió en su formación intelectual una gran influencia deComte, de Spencer, de Montesquieu y de 1bcqueville_ A partir de1885 concentra toda su actividad en un único objetivo: el hombresocial o tal vez mejor, la sociedad como manantial de la ciencia delhombre y para el hombre_ En 1896 fue designado profesor ordinario de Sociología de la Universidad de Burdeos, convirtiéndose asíen el primer profesor universitario de sociología de Francia. En1898 dio comienzo a la publicación de L' anné sociologique quese convirtió en el órgano instrumental de sus ideas y en el que sedan anualmente cuenta de los trabajos y ensayos producidos comosociología científica y en el que colaboraron varios de sus máseminentes discípulos. Las obras que produjo para sus clases en laUniversidad de Burdeos, fueron De la división del trabajo socialen 1893 y luego Reglas del método sociológico en 1895. Al año desu designación como catedrático en Burdeos, escribió su famosoensayo sobre El suicidio .

Es importante -me parece- señalar la relación que puede anotarse entre su vocación por lo social que lo conduce, como iteramos,a constituirse en el primer profesor de Sociología de Fmncia y elentorno institucional que soporta Francia y que la conduce a experimentar una de las depresiones más graves de su historia política, y que pareciera el acicate que impulsa a Durkheim a quererdarle a su patria una constitución basada en la realidad, como latenían sus vencedores y por ello la necesidad de estudiar las cosasen sí mismas para formar un concepto cabal de la naturaleza yhacer que este se difundiera y conformara la esencia de la conciencia colectiva.

La Guerra del Setenta constituye uno de los acontecimientosmás importantes de la historia moderna, al convertir el antagonismo franco - alemán en el leitmotiv de la diplomacia internacional hasta el inicio mismo de la Primera Guerra Mundial y aúnmás allá. Antes de 1870, no había entre Francia y Alemania, mor-



84 RIEL ÁLV REZG ROIOL

tal enemistad y fue precisamente esta guerra la que produjo uncambio radical en la relación internacional de estas dos naciones.Proporcionó a las armas prnsiano-slemanas un triunfo militar-

mente significativo y acarreó inesperadamente la caída del Se-gundo Imperio precipitando a Francia en una encarnizada luchadefensiva contra un enemigo militarmente superior, que fue lle-vada por ambos antagonistas con valentía y desesperación, segúnlos momentos de su desarrollo. La caída del Segundo Imperio francés, dejó libre el sitio a la República, la tercera en la historia mo-derna de Francia. Antes de la firma del Tratado de Paz tuvo lugarla fundación del nuevo ImperioAlemán. El Rey Guillermo fue p n rclamado emperador de Alemania en la Galería de los Espejos delPalacio Real de Versalles, oprobio para la historia de Francia difí-cil de digerir. La paz de Frankfurt, implicó un cambio esencial enla política exterior de Francia. AIsacia y Lorena quedaron interpuestas entre las dos grandes potencias continentales y su desti-no determinaría el futuro de Europa. Emile Durkheim murió enParís en 1917.

us ideas

Decíamos que Durkheim fue el primer profesor de SociologíaCientífica en una Universidad francesa. Fue un teórico de la So-ciología. Un metodólogo y un defensor de la cientificidad de lasociología, ejerciendo una notable influencia en el clima intelec-tual de Francia.

En su primer obra - ta l vez la más importante- explica comoaparece la sociedad y esta es un producto de la división del trabajo social, que responde a una ley histórica: ¡¡especialízate que seimpone como un mandato moral.

Se propone investigar a que necesidades responde la división.Luego las causas y las condiciones de las que depende y por fin lasformas anormales es decir lo que podríamos llamar las patologíasa forliori de la Biología.

La división del trabajo social es la fuente principal, sino la únicade la solidaridad social, que se presenta como un hecho internocasi un sentimiento pero que tiene un símbolo de exteriorización



DERECH O RE LID D 85

visible que es el derecho. El derecho reproduce las formas esen-ciales de la solidaridad.

Por ese camino llega al concepto clave de la tesis del autor que

es el de la conciencia colectiva comprendida como un conjunto decreencias y de sentimientos comunes al término medio de losmiembros de una misma sociedad que forma un sistema determi-nado que tiene vida propia. Esta conciencia es l misma en todaspartes en las grandes ciudades y en las pequeñas poblaciones yen las diferentes profesiones. No cambia en cada generación esalgo distinto a las conciencias individuales es la conciencia depertenencia común a la sociedad nacional.

La solidaridad social une al individuo con la sociedad a la con-ciencia individual con la conciencia colectiva. Como consecuenciade ello Durkheim describe la existencia de dos sociedades queson en defmitiva solo una es decir dos fases de una sola y únicarealidad ya que en cada una de nuestras conciencias hay dos con-ciencias: una que es común a todo el grupo que no nos representaa nosotros mismos sino a la sociedad viviente y actuante en noso-tros y una segunda sociedad que sólo nos representa en lo que

tenemos de personal y diferente en esa conciencia que hace denosotros un individuo. La primera es propiamente la sociedad y lasegunda integra más específicamente los grupos sociales.

Por lo que hace al orden jurídico en este libro expone prolija-mente sus ideas sobre el orden jurídico y también la religión don-de advierte que las creencias y las prácticas religiosas son obliga-torias y todo lo obligatorio es social.

Sobre el derecho sostiene que:

La vida social donde quiera que aparece de manera durabletiende inevitablemente a tomar una forma definida y a organizarse el derecho no es más que esta organización en lo que tiene demás estable y preciso. a vida general de la sociedad no puedeextenderse sobre un punto sin que sobre el mismo se extienda lavida jurídica y en la misma relación. o dudemos por tanto quehallaremos en el derecho reflejadas todas las variedades esenciales de la solidaridad social. Thnemos por tanto en el derecho quees el s{mbolo necesario de las sociedades como estereotipadas lavida social y a la moral clasificadas las diversas especies de dere-



ARIEl ÁLV EZ G DIOL

cho, daremos desde luego, con la clave de las diversas especies desolidaridad social ... Para proceder metódicamente, hay que ha-llar la caracteristica de l 8 fenómenos jurídicos, ya que todo pre-

cepto de derecho puede definirse como una regla de conducta san-cionadora , la sanción pues es la base de la clasificación metódica.fórmula que enlaza el orden juridico con el moral De la divisióndel Trabajo Social, Buenos Aires, Ediciones Shapire, 1967, Colec-ción Tauro).

En el prefacio de este su primer y tal vez más importante libro,nos dice Durkheim que:

ste libro s ante todo un esfuerzo por tratar los hechos de lavida moral según el método de las ciencias positivas. Pero se hizode esta palabra un empleo que desnaturaliza su sentido y que noes el nuestro. Los moralistas que deducen U doctrina, no de unprincipio a priori, sino de algunas proposiciones tomadas a una ovanas ciencias posit ivas como la biología, la psicología, la sociolo-gía, califican su moral como científica. No es este el método que

nos proponemos seguir. No queremos extraer la moral de la cien-cia, sino hacer la ciencia de la rrwral lo que es muy diferente.

Durkheim Emile. La División del Trabajo social, ya citada, p. 33).

Su segundo libro Las reglas del método sociológico , es el equi-valente al Discurso del Método cartesiano en Filosofia, se proponeextender el racionalismo científico a la conducta humana demos-trando que, considerada en el pasado, podría ser reducido a las

relaciones de causa y efecto.Su libro sobre el Suicidio (ediciones Schapire, Buenos Aires,

1965) es una excelente monografia en la que intenta demostrarsocialmente ese hecho.

Distingue el suicidio individual que es el que acontece cuandouna persona se quita la vida directamente siendo consciente delfin que persigue y el suicidio social que sería el reflejo de los suici-dios en las tablas estadísticas.

Estudia tres tipos diferentes de suicidio:El suicidio egoísta que es fruto de una integración débil al

grupo y que acontece en los grupos en los que cuesta lograr una




sólida cohesión social.Sería el caso típico del suicidio producidopor una bancarrota fenómeno que se producíaal tiempo queDurkheim escribíasu ensayo hoyla genteen general ha encontradoen estos desequilibrios económicosuna manera de enriquecimiento personal; o el clásico suicidio pasional

El suicidio altruista que es el que se produce cuandohay unaintegración demasiado fuerte con el grupo elcapitán que se hunde con el buque.El caso más cercano que recordamos es el delcapitán del acorazado de bolsillo AdmiralGraf Spee a la salidadel Puerto de Montevideoen el Ríode la Plata que se hundió consu barco luego dehaber puesto a salvola vidade toda su tripulación ypor fin ...

El suicidio an6mico que se produce como consecuencia de ausenciasde las normas que regulan o deberían regular nuestro comportamiento y cuando se producen cambios súbitosen esa normaciÓn.

Nos parece oportunauna reflexiónfrente a losresultados queprovienende los datos estadísticos que advierten y nos informansobrela gravedad que implica el problema del suicidioen nuestro

paísya

que las cifras nos revelanun inquietante

aumento delnúmero de suicidas que alcanzala significativacantidad de unmillónde personaspor año guarismo quesupera al total de lasvíctimas de los acontecimientos bélicos que se producenen el planeta.En generalen el mundo conla única excepción de Chinalaproporción masculina es notablemente superior ala femenina. Casiel doble.En China la correlación se invierte.

Una de las conclusiones que revelan los resultados estadísti

cos es el escalofriante incremento queexperimenta en nuestropaís la franja de edad comprendidaentre los 10 y los 14 años quehan aumentado en el siglo recientemente comenzado casi cuatroveces más.En el resto del planetala adolescencia yla terceraedad son las etapas de la vida más gravemente afectadaspor latentación dela autoeliminación.La magnitud del fenómeno socialo revela seguramente el hecho de quela Organización Mundialde la Salud haya dispuestoinstituir el Día Internacional delaPrevención del Suicidio conla indudable intenciónde dirigirunasuerte de llamado de atención innominado a los familiares y personas cercanasde quienes revelanuna sintomatología quede al-




guna manera preanuncia perturbaciones que puedWl llegar a con-ducir a un desenlace fatal.

Toda la obra de Durkheim comprende varios aspectos trascen-

dentes que podrían resumirse en las siguientes cuestiones funda-mentales: 1) La solidaridad social; 2) l afIanzamiento de la so-ciología, es decir un nuevo discurso intentando sobrepasar los es-tudios abstractos e inorgánicos de los precursores; 3) la educacióny la pedagogía; 4) la economía, la política y el derecho, como lostemas esenciales que concentran la atención de este pensador; 5)La moral es un tema constante y una pennanente fiustración yaque quedó en proyecto su Introducción a la Moral , que escribiómuy poco antes de su muerte y que no pudo producir; 6) La filoso-fía que fue la base esencial de su trabajo a partir del kantismo yde los clásicos del humanismo francés; 7) La religión respecto dela que al igual que el derecho y la moral hay que buscar su causano en los sentimientos individuales sino en la naturaleza de lassociedades a que hacen referencia. Las creencias y las prácticasreligiosas son obligatorias y todo lo obligatorio es social.

Es importante también para nosotros, hombres de derecho,vincular este pensamiento con la tesis juspositivista de LeónDuguit el famoso decano de Burdeos, que rechaza fuertemente elJusnaturalismo de la Patristica y de la Escolástica y también elexpresado por l Escuela Clásica del Derecho Natural sostenien-do que en lugar de fundamentos jusnaturalistas hay criterios ju-ridicos objetivos anteriores exteriores y superiores al Estado queson las normas de la solidaridad social, que toma precisamente deDurkheim. Duguit es el creador de una teoria que niega la exis-tencia de los derechos subjetivos que son sustituidos por la ideade una situación juridica subjetiva. El derecho debe ser estructu-rado conforme a sus ideas, a través de la noción de función so-cial , que importa negar la posibilidad de que el individuo o lacolectividad tengan derechos.

Hablar de derecMs del individuo, de derechos de la sociedad,decir que es preciso conciliar los derechos del individuo con los dela colectividad. es h bl r de cosas que no existen Duguit León- as transformaciones del derecho priv do desde el Código Napo-león, 2da edición, Madrid p. 40.




M XWEBER


Nació en Erfurt Alemania el 2 de abril de 1864 hijo de supadre homónimo y de Helena Fallestein en un hogar de la altaburguesía saturado de preocupaciones políticas e intelectuales.Su padre fue diputado del Reichtag y trasmitió a su hijo la pasiónpor la función política que ejerció intensamente. Su actividad académica estuvo vinculada con el mundo del derecho en las Univer

sidades de Berlín de Friburgo de Heidelberg de Vienay de Munich.En esta última Universidad asume la cátedra de Sociología quedesarrolla poco tiempo porque lo sorprende la muerte apenas alos 56 años.

En alguna otra oportunidad nos hemos referido a la importancia de la mujer en la vida de los filósofos y aún de la filosofia.Desde la inefable Xantipa que convirtió en un infierno la vidahogareña de Sócrates y gracias a ello el filósofo escapaba de su

casa dejando testimonio de sus enseñanzas verbales con sus discípulos en plazas y calles de Atenas muchas mujeres cumplieronun rol trascendente en la vida de no pocos filósofos. Mariana Weberla esposa de Max autora de la más completa biografia del filósofotejida con las innumerables carlas de una época hoy decididamenteperdida o sustituida por variados medios cibernéticos despersonalizados en la que el género epistolar era casi la única manifestación de la vida íntima.

El solo pensar en los participantes de las tertulias que se convocaban en su casa y que su esposa supo continuar luego de sumuerte temprana nos dan una medida de la erudición del selectogrupo de su tertulia intelectual CWmdelband Rick.ert - que fue sumaestro - Jellinek Stammler Simmel Toennies Heller LukacsKarl Jaspers miembros de varias generaciones de la elite intelectual de Alemania

Este último dijo de Weber:

Si Max Weber es político, investigador y filósofo, no, sin em-bargo, una cosa junto a otra. s el hombre entero el que se encara



00 RIEL ÁlV EZ G RDIOL

con un mundo de erwrmes dimensiones desde el fondo de su alma,f nos de verdad. Como filósofo, es ''político y como político, in-

vestigador .

El rigor con el que Weber concibió la misión del hombre en elmundo y el modo en que su propio vida lo ejemplificó, son sinduda la mejor atalaya para intentar comprender el profundo sentido de su valiosa tarea intelectual.

us ideas

Sus obras más importantes, dentro de una muy fecunda producción bibliográfica fueron indudablemente Economía sociedad que se publicó en Alemania en 1922 y su primer traduccióníntegra en ninguna lengua fue la española de 1944 producida porel Fondo de Cultura Económica de México, ya que el intento deTalcot Parsona de volcarla al inglés se limitó 8 0 1 0 a la primeraparte de este importantísimo libro. Su Historia económica general traducida por Manuel Sánchez Sarta, La decadencia de la

cultura antigua ensayo publicado por la Revista de Occidente, elEnsayo de Sociología de las religiones y La ética protestante yel espíritu del capitalismo , que luego de su excelente traducción alinglés de Talcot Parsons, le abrió las puertas de la fama universal.

Economista, historiador, sociólogo y filósofo es, me parece ami, el más grande sociólogo alemán.

Realiza el intento más serio por comprender y explicar las so-ciedades nacionales de Occidente desde una perspectiva estricta

mente científica.

Weber explica el desarrollo histórico de las sociedades de Occidente y lo hace a partir del proceso de racionalización. Es decirque advierte que en todos los pueblos se han desarrollado conocimientos pero el estudio racional y sistemático de las especialidades científicas, se da solo en Occidente, porque es el único quetiene al Estado como organización jurídico - política con una cons

titución racionalmente establecida y con un derecho estructuradocon leyes y ese es el instrumento del proceso de racionalizaciónque se da sólo en Occidente.



DERECHO Y REALIDAD 9 '

Define la Sociología como la ciencia que trata de comprender ypor eso a su sociología se la conoce como sociología de la comprensión interpretando, el sentido de la acción social para poder explicarla causalmente, tanto en sus desarrol los como en sus efectos.

Comprender equivale en todos los casos a: captación interpre-tativa del sentido o conexión de sentido: a mentado realmente enla acción particular en la consideración histórica) b) mentado enpromedio y en modo aproximativo; c construido científicamente(por el método tipológico) para la elaboración del tipo ideal de unfenómeno frecuente. Semejantes construcciones típico - ideales, sedan, por ejemplo, en los conceptos y leyes de la teoría económicapura. Exponen como se desarrollarla, una forma especial de con-ducta humana, si lo hiciera con todo rigor con arreglo al fin, sinperturbación alguna de errores y afectos, y de estar orientada deun nw o unívoco por un solo fin (el económico). Pero la acción realsolo en casos raros (Bolsa) yeso de manera aproximada, transcu-rre tal como fue construida en el tiempo ideal Weber Max, Eco-nomía y Sociedad ', Esbozo de sociología comprensiva, Fondo deCultura Económica, México, 1984) p. 9.

Se puede comprender el sentido mentado en una acción de varias formas:

a) en forma endopática, no científica, reviviendo las experiencias que en esa acción fueron ensayadas,

b) por el promedio, de un modo aproximado, es decir estadís-ticamente, por el sentido de una acción cualquiera, por ejemplo loque hace la mayoría y

e por medio de los tipos ideales, que es el medía que Weberpropone. Los tipos ideales son conceptos construidos racionalmentea partir de la experiencia que contienen los caracteres más generales y típicos de la acción. Son como una caricatura, muestranlos rasgos más relevantes exagerándolos.

escribe tres tipos de acción social que omo toda acción puede ser:a) el tradicional, fundada en la costumbre que desde antiguo

se ejercita,b) la acción afectiva fundada solo en la emoción o las sensacio

nesy:



92 IEL ÁLV REZG ROIOL

e) la acción racional que la subdivide en: 1) la acción racionalorientada en función de flnes y 2 ) l acción racional orientada enfunción de valores.

Este concepto se hace aún más comprensible cuando se lo ana-liza desde los conceptos de comunitario y societario. Es comunita-ria la relación social que se inspira en el sentimiento de los parti-cipantes de construir un todo la nación) y es societario cuando seorienta racionalmente con arreglo a fInes o valores (El Estado).En ambos supuestos hay integración, pero mientras en una pri-ma lo emotivo en la otra gravita lo racional.

Esta terminología recuerda la ya conocida y traída por F.

Tonnies, pero el autor de Comunidad y Sociedad le daba a estadistinción un contenido específico que no tiene utilidad para laestructura desplegada por Weber para quien los tipos más purosde sociedad son a) el cambio estrictamente racional con arregloa fines y libremente pactado en el mercado, b ) la unión libremen-te pactada y puramente dirigida por determinados fines, es decirun acuerdo sobre una acción permanente orientada en sus propó-sitos y medios por la persecución de los intereses objetivos (econó-micos u otros) de los miembros partícipes de ese acuerdo; c) launión racionalmente motivada de los que comulgan en una mis-ma creencia, la secta racional en la medida en que prescinde delfomento de intereses emotivos y afectivos y solo quiere estar alservicio de la tarea objetiva. Por el contrario, la comunidad , puedeapoyarse sobre toda clase de fundamentos, afectivos, emotivos ytradicionales.

En la segunda parte de Economía y Sociedad , hay un verda-dero tratado de las sociología especiales, pero 10 importante es sudespliegue de la teoría de la acción, en la que se plantea la rela-ción social como conflicto, como lucha que puede r desde la con-tienda más sangrienta hasta la más pacífica, pero que puede es-conder subrepticiamente todo lo cruento de la disputa, como lacompetencia comercial por ejemplo. La lucha es entendida comola intención de imponer a otro la propia voluntad.

De allí surgen dos ideas: poder y dominioHay poder cuando existe l posibilidad de imponer a otro la v )-

luntad propia, o sea que no sólo existe la intención, sino esencial-mente la posibilidad real de imponer a otro la voluntad propia.




Dominio en cambio remite a la eventualidad de ser obedecido,es decir que aquí la cuestión es la posibilidad de conseguir serobedecido.

Ergo, la prescripción dispuesta por quien tiene poder, importauna obligación, pero la orden emanada de quien tiene dominio,implica en la conciencia del destinatario una obligación que setiene que cumplir y en consecuencia el dominio reclama legitimi-dad y esta legitimidad puede ser en el ordenamiento tradicionalpor el valor de la costumbre, en el afectivo o carismático por lacalidad de la persona que lo impone y en el racional, por los valo-res o los fines en que se sustenta

En esta breve síntesis de su pensamiento, que desmerece sinduda la profundidad y la enorme versatilidad de sus fecundasideas, es menester señalar que dentro de su generación integradapor personalidades extraordinariamente lúcidas, se destaca Webercomo uno de los que advirtieron con mayor claridad, la realidaden que su vida se debatió, que no es muy diferente de la profundacesura divisoria en la que todavía se debate lo social.

Economía y Sociedad , que es la obra que más hemos glosadopara presentar las ideas del más grande sociólogo alemán, enfa-tizando en ellas, su vertiente como sociólogo, sin demérito de lasotras muy ponderables facetas de su admirable personalidad, essu obra maestra y una de las cuatro o cinco más importantes detoda la Sociología. La sociología comprensiva, se propone la finali-dad de comprender la acción social y explicarla causalmente ensus causas y en sus efectos. La acción es en definitiva toda con-ducta a la que el individuo asocia alguna significación y es acciónsocial todo acto cuyo sentido está referido al comportamiento deotro y se encuentra en consecuencia orientado en su desarrollo. Apartir de esta idea de la acción social y de la conducta individualWeber reconstruye el edificio social por entero, ya que la sociedadse inicia precisamente por la conexión social, que es la relaciónsocial como la conducta plural que por el sentido que encierra sepresenta como recíprocamente referida, orientándose por esa reci-

procidad, consistiendo en la probabilidad de que se actuará social-mente en aquellas formas ya referidas de comunidad y sociedad.Max Weber murió antes de precipi tarse Alemania en el horror

del nacionalsocialismo. No obstante vivió los años de preguerra,



94 ARIEl ÁLVAREZ GARDIOL

casi comoun iluminado augurio de la desgracia,anunciando inú-tilmente la catástrofe que presentía no comouna mera intuiciónemocional sino como consecuencia inevitablede su vasta expe-riencia y de sus profundas meditaciones.

VILFREDO P RETO


Cuando ensayamos los criterios clasificadores habíamos des-cartado el dela nacionalidad yel del origen científicode los soció-logos. El caso dePareto nos confirmala razonabilidaddel recha-zo ya que Pareto es un sociólogoque nos vienede la economía yque su lugar de nacimientoestá fuertemente cuestionado.Es muyprobable que hubiera nacido en París en 1848, aunque siemprefue consideradoun sociólogoy un economistaitaliano y toda suvida fue catedráticoen una UniversidadSuiza en la ciudad deLausana y además toda su producción bibliográficaestá escritaoriginalmente en francés lo que se explica porquela comunidad

europea existía en la realidad muchoantes de haber plasmadoenlos convenios internacionales.Es hijode u agrónomoitaliano y de una aristócrata francesa.

Se formóen la Universidad de Turín donde segradúo como inge-niero estableciéndoseen Florenciay dedicándoseal estudiode losproblemas sociales, integrandola célebreAccademia dei Georgofili.Rápidamente abandonósu actividad profesional productiva, in-corporándose ala vida académicaen la ya referidaUniversidad

Helvética, donde ocupóla cátedra de economía política ytambiénla direcciónde la Biblioteca diStoria Ecconomica. Colaboróenimportantes revistas de Economíasy de Sociologia deFrancia yen la RivistaItaliana di Sociologiay en el GiornaledegliEoonomisti.Murióen 1923.

Sus ideas

Comohemos visto en su breve referencia biográfica, llegó alcampo científicode la Sociología desdela Economía Política, delaque era profesoren Lausana Suiza). Su formación básica es a



DERECHO Y RE LID D os

partir de las matemáticas y la física. Formado ideológicamente enel clasicismo liberal sus ideas fueron vivamente antimarxistas.Su obra es muy complicada por lo erudita 1 que hace que sumado

a su carácter cerrado un poco hosco casi intratable socialmenteinteligentemente irónico gran defensor de las ciencias y apasio-nado de la política su obra sea muy poco conocida.

La importancia de Pareto se encuentra en el despliegue de suteoría de la acción humana con una concepción muy freudiana dela persona social a fin de hacer comprensible la teoría del siste-ma social fundada en las ideas de equilibrio y de uti lidad social. Apartir de estos conceptos esboza una teoría de la movilidad y muyespecialmente una tesis sobre la circulación de las elites que lo hacefamoso y le da un lugar de jerarquía en la comunidad científica.

Toda su concepción está vinculada al problema de la movilidady de la estructura social.

Toda su doctrina es un planteo frontal contra las ideas de Marxque iban progresivamente ganando adeptos. Para Pareto lo queconstituye la estructura social básica es la estratificación socialque se fundamenta en la diferenciación y en la desigualdad de lasclases sociales.

Pareto también parte de la desigualdad. Guste o no guste esun hecho que la sociedad humana no es homogénea que los hom-bres somos diferentes física moral e intelectualmente. Losenciclopedistas particularmente en todas las formas de expresar-se las diferentes utopías no obstante ello afirmaban que esas dis-cordancias iban a desaparecer. Esta heterogeneidad en el sistema

de Pareto no encuentra apoyo como en Marx en el conflicto entrelas clases sociales sino en el poder y básicamente en el poder po-lítico. Toda la sociedad se divide entre los que gobiernan y los queno gobiernan entre las el ites y las masas y no hay ni habrá socie-dad que no tenga esas diferencias. En todas las sociedades seangrupos comunidades familias siempre hay gobernantes y gober-nados elites y masas.

Estas dos ideas elites y masas están unidas funcionalmente de

tal modo que conjuntamente determinan la estructura social. Noson dos componentes separados se dan siempre y se necesitan launa de la otra. Gobernantes y gobernados son dos categorías que



9 ARIEl ÁLV REZ GAROIOl

sirven para todo tiempo y lugar. El concepto de elite, está integra-do por los mejores, los selectos. La elite está integrada por los quetienen los índices de calificación más elevados en el ramo específi-

co de su actividad propia. Es como decir, la elite de los alumnosestá integrada por los que sacan calificación superior a distingui-do, que en nuestro clima académico, sería una rara avis. Esto nosda dos estratos de población: 1) el estrato inferior, compuesto porlos no selectos y 2) el estrato superior, integrado por las elites, quea su vez se divide en: a) la clase selecta que gobierna y b) la claseescogida que no gobierna.

No deja de advertir Pareto, que no todos los mejores tienen elmismo peso gravitacional en el plano sociopolítico en el que sedesenvuelve. Hay elites y masa y a su vez hay elites gobernantesy no gobernantes y precisamente es la naturaleza de las elitesgobernantes las que dan la tonalidad de la estructura social.

Las elites cuentan con dos mecanismos para mantenerse: lafuerza y la astucia. Ya el Príncipe de Maquiavello hacía un anun-cio de esta tesis cuando describía los leones y los zorros. Las elitestienden a mantenerse, conservarse, pero también a prostituirse,a corromperse, a desaparecer. De ello se infiere una frase famosa:

la histori es un cementerio de aristocracias , es decir el procesode sustitución de las elites y aquí introduce Pareto, la teoría delequilibrio. Una elite solo puede mantenerse en la medida que ten-ga equilibrados dos residuos: 1) el instinto de las combinaciones y2) la persistencia de los agregados. Además necesita que la masatenga abundancia de residuos de la clase 2, es decir persistencia

de agregados porque de lo contrario pierde el equilibrio. El estadode perfecto equilibrio casi nunca se logra porque hay una fuertetendencia de las elites a vivir de la gloria de los mayores (persis-tencia de los agregados) sin hacer nada (falta de instinto de lascombinaciones) y entonces empiezan a aparecer los mejores enlas masas (que manejan bien los instintos de las combinaciones)lo que, a la larga, confonna una nueva elite que los reemplaza. Alas elites sólo les quedan dos recursos para mantenerse en el po-

der con las minorías que crecen: o las elimina o las absorbe. Aquíen este juego de fuerza y astucia para cautivar o para suprimir,está la subsistencia o la derrota.



DERECHO Y RE LID D fI

NUESTRO TIEMPO

Comenzamos un nuevo período en la historia de la H· . _ . . .dad que tiene implicancias en las teorías sociológicas y que . . . .

que ver con algunos hechos importantes:1 Terminada la guerra de 1914/1918 es decir la llamada Pri-

mera Guerra Mundial que como sabemos no significó una cooa.gración planetaria, es decir que no fue una guerra mundial me

que sólo comprometió a las naciones más importantes del coab-nente europeo, se agudizaron las condiciones de dominación delos principales países de Europa. Por un lado el deslumbranteclima de bonanza de los vencedores (Inglaterra, Francia, USA,Bélgica, Holanda, Austria) y por el otro lado las fuerte tensioIlNde los derrotados. En Alemania, especialmente por las contradic-ciones ideológicas creadas, a las que debemos incorporar las peno-sas obligaciones de reparación de guerra que imponía el Tratadode Versalles. Aún cuando de diferente origen en su fuente obligacio-nal, en sus efectos, esa relación e u d o r ~ c r e e d o rnos trae a la me-moria la situación actual de los países del tercer mundo deudoresde obligaciones absolutamente impagables en el plano de las o s i ~

bilidades económicas de sus respectivos desarrollos, en carteratitular de los países del primer mundo que los sojuzgan con apoyoen las reglas de juego del sistema. Los otros países de Europa(Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Yugosla-via, Albania, Grecia, Turquía) buscaban integrar sus sociedadesmediante la organización de los estados nacionales, tan r b i t r a ~

riamente constituidos después de la guerra. España y Portugalno fueron beligerantes pero pagaron, no obstante, un alto precio asu neutralidad.

2 El segundo hecho que nos parece importante señalar, paraconfigurar el perfil de nuestro tiempo es el crse de la Bolsa deNueva York, hecho que se produjo técnicamente e124 de octubrede 1929 y que repercutió en todo el mundo por un largo período apartir

deesa

fecha. Cayóla

cotizaciónla

libra inglesael

40,

desu valor produciéndose en el arrastre una fuerte caída de los pre-cios del mercado, que se reflejó en una paralización en la r o d u c ~

ción de casi todos de productos, a la que debemos agregar una



RIEL LV REZ G DIOL

gran escasez del dinero circulante, una desocupación masiva yen definitiva un claro modelo de recesión. Esa masa desocupadaera altamente peligrosa.

3 Sin embargo el hecho que en nuestra opinión gravitó másdecisivamente para describir la tenebrosa silueta de esa crisis,fue la duda sobre la validez de los fundamentos ideológicos sobrelos que se apoyaba el sistema económico liberal. Esto provocó nue·vas experiencias socio políticas, comprometió el sistema de domi-nación y condicionáIa teoría sociológica, consecuencias todas que,en distintas áreas generaron la experiencia italiana con la crea-ción del estado fascista, el sombrío producto ideológico militar ale-mán del nacionalsocialismo que precipitó al mundo en el Holo-causto, el New deal el comunismo en la URSS la guerra la pos-guerra y en definitiva la crisis mundial.

Si bien no vamos a exponer su desarrollo, porque ha sido fun-damentalmente un teórico de la literatura habiéndose destacadoparticulannente en el desarrollo de una teoría de la novela hace-mos una cita de Georg ukács nacido en Budapest en 1885, encuya Universidad profesó desde 1945, por entender que ha tenidouna considerable influencia en la creación de la Escuela de Frankfurt.que como veremos luego es un movimiento ideológico de intensasconsecuencias en lo social, en lo político y en lo juridico. y que nosvincula a varias ideas dominantes como Jürgen Habennas la

Escuela Critica y Herbert Marcuse, por mencionar los más vincu-lados a nuestra preocupación académica.

Lukacs es un marxista heterodoxo con una muy variada y pro-

funda formación filosófica clásica, habiendo abrevado en el kantismo,en el neokantismo en todas sus variantes y corrientes y en el idea-lismo de Hegel y de Feuerbach con conocimiento de la obra socio-lógica de Weber, de Simmel y de Tónnies, con influencias en lopolítico de Rosa de Luxemburgo, de Lenin y de Plejánov.

Pretende hacer evolucionar el marxismo. Nos se confonna conuna simple exégesis. Quiere revitalizarlo para sacarlo de su fuer-te tendencia a la vulgarización y a la dogmatización.

Se compromete en una revisión del historicismo y de la dialéc-tica, y profundiza el valor de la conciencia de clase, convirtiéndo-se éstos en los temas que abren el camino a la teoria critica que se



DERECHO V REALIDAD

va a desarrollar a partir de la década del treinta del siglo XXluego de que la crisis del 29 ya referida logra poner en duda laestabil idad ideológica del sistema.

BRONISLAW MALlNOWSKI


Bronislaw Malinowsky nació en la ciudad polaca de Cracoviaen 1884. Hemos señalado ya que como la Sociología es una disciplina, cuyo estatuto científico no puede ser rastreado más allá delsiglo XIX, los primeros cultores, se originaron en otros saberes.En el caso de Malinowsky, su germen está en la física y en lasmatemáticas que fueron sus primeros ejercicios vocacionales. Muyprobablemente el estudio de la vida de James George Frazer, talvez uno de los últimos -sino el último- sobreviviente de la antropología clásica inglesa y con cuya desaparición se cerró una etapa

significativaen

el desarrollo del conocimiento del hombre ysus

realizaciones, haya sido uno de los más fuertes condicionantespara dirigir la preocupación de Malinowsky en el estudio de lostemas antropológicos y sociológicos. Ocasionalmente llegó a la mesade trabajo de Malinowsky una obra fascinante de James GeorgeFrazer: El Ramaje de Oro , que desplegaba una construcción decarácter evolucionista y psicológica, cuya lectura despertó inmediatamente la curiosidad del científico y con ocasión de su muer

te, escribió un ensayo, Sir James Frazer: una semblanza biográfica nque 10 proyectó a los niveles más encumbrados en el ámbito

de las ciencias sociales. Malinowsky realizó numerosos viajes investigando la vida de organizaciones tribales primitivas, en Áfri-ca, en el área del sur del Pacífico especialmente en las muy bellasIslas Trobriand, pertenecientes a Papúa Nueva Guinea en el Ar-chipiélago Malayo y también en México y de esos estudios surgieron la mayoría de sus aportes antropológicos en obras como ElMito en la Sociedad Primitiva n La vida sexual de los salvajes ySexo y represión en la Sociedad Salvaje que le permitieron acce

der al cargo de profesor de Antropología en la Universidad de Lon-



100 ARIEl ÁLVAREZ GARDIOl

dres, de donde pasó a la Universidad de Harvard en los EstadosUnidos luego de haber obtenido en esa Universidad su grado académico doctoral y completando su vida académica en la Universi-

dad de Vale, compartiendo su actividad docente con la presidenciadel Instituto Polaco de Artes y Ciencias. Cinco semanas despuésde haber completado los originales fmales de su último libro Libertad y civilización lo sorprendió la muerte repentinamente antesde haber cumplido los cincuenta y ocho años, en plena madurezvital. Este libro fue editado con prólogo de su esposa ValettaMalinovska en Nueva York en el mes de mayo de 1944 y nos llegaen prolija edición de Editorial Claridad SA en 1948 con correcta

traducción de León Mirlas. En el momento de la consolidación delas sociedades nacionales, que coincide con la institucionalizaciónde la Sociología se desarrollan dos líneas teóricas muy importan-tes: por un lado la de los empirio-sistemáticos entre los que nosotros incluimos los aportes de Malinowsky, de Ortega y Gasset, deSorokin y de Parsons y los críticos, orientados por Lukacs, entrelos que nosotros hemos considerado la Escuela de Frankfurt y elaporte singular de H. Marcuse y veremos luego en la tercera par

te, las corrientes del autodenominado pensamiento critico.

us ideas

La figura de Malinowsky como sociólogo, sin mengua de susaportaciones en el campo de la ciencia antropológica y sicológica,se halla asociado al método funcional y en general a la escuelafuncionalista, no solo por haber sido su creador sino por haber

fonnulado y puesto en práctica los principios metodológicos delfuncionalismo.

Hemos explicado ya que la elección de los distintos pensadoresque ilustran los distintos momentos del desarrollo de la disciplina no ha sido casual n arbitraria. En el caso, la inclusión de lasideas de Malinowsky, se explica por un lado por la singular importancia que hemos otorgado en este trabajo a 1 antropológico y porotra parte por el mérito de haber incursionado el autor recordado

en el funcionalismo, con tantas implicancias en el desarrollo de lateoría de la acción humana que hemos considerado tan importante para el mundo jurídico.



DERECHO Y RE LlO D .

Esta concepción en el campo de las disciplinas del hombre.parte del principio básico de que toda cultura es una unidad integrada cuyas partes son interdependientes y existen en función de

fines. Quiere así el funcionalismo explicar y dar cuenta de las rea·lidades antropológicas en todos sus niveles de crecimiento por sufunción y por la parte que desempeñan dentro del sistema inte-.gral de la cultura 1 que demanda conocer la naturaleza de losacontecimientos históricos pasados.

Ello implica asimismo superar el atomismo que se viene subrayando desde el siglo XVIII considerando el valor de la estructura y minimizando la singularidad del elemento aislado como lointentaban desde posiciones parecidas tanto el evolucionismo comoel difusionismo que llegan a apartar a algunos elementos particulares del complejo integral de la cultura.

Una interesante contribución de Malinowski fue la de haberimpregnado de una dimensión sociológica a sus estudios sobre elsicoanálisis insertándole un principio socio cultural que se propone sustituir al individuo ahistórico y abstracto de la concepciónortodoxa freudiana por el individuo concreto a cuya formaciónconcurren no sólo lo biológico sino lo social lo político y la historia. Con ese ingrediente la propia realización del hombre del propio individuo sella definitivamente una etapa en el desarrol lo delsicoanálisis que ha contribuido significativamente para la comprensión tanto de los procesos sicológicos individuales como delas realizaciones de los grupos que se observan en el mundo denuestros días.

Nos interesa su aporte entonces porque es el introductor deuna metodología que gravitará en varios sociólogos que le sucedieron y que es el funcionalismo y la estructura desplegando unprograma estructural-funcionalista y porque activa una teoría dela cultura que nos interesa porque satisface una exigencia de losrequerimientos del curso.

El análisis funcional del que parte como instrumento para elaborar una teoría científica de la cultura y en su sistema el concepto de función es la herramienta de la observación lo que delimitael objeto del conocimiento.

Toda teoría científlca debe partir de y conducir a la observación. Debe ser inductiva y verificable por la experiencia.



102 ARIEL ÁLVAREZGARD1 L

El funcionalismo desemboca en la estructura que en el esque-ma de Malinowsky son las instituciones. Hay una interrelaciónentre función y la estructura ya que según como se ejerce la fun-

ción ello determina la estructura de la institución.Malinowsky elabora una teoria de la cultura sosteniendo que:

la cultura es el conjunto integral consti tuido por los utensi liosy bienes de l 8 consumidores, por el cuerpo de normas que rigenlos diversos grupos sociales, por las ideas y artesanías, creencias ycostumbres ,

Esta teoría de la cultura está penetrada del componente edu-cacional y de la libertad:

... Así como la cultura proporciona, a la humanidad su au-mento integral de la libertad a través de la evolución, así en lahistoria de la vida de cada individuo a través de las etapas delanimal al niño, hasta la última palabra de la cultura contempo·ránea, la educación le otorga la libertad de su cultura tribal onacional o le priva de ciertos aspectos de esa libertad. Véremos que

los seres humanos pueden ser adiestrados para la libertad, o paraser gobernantes, tiranos o dictadores, o para ser esclavosS.

La libertad es la posibilidad de la autorrealización, basada enla elección personal, en el libre contacto yen el esfuerzo espontáneoo la iniciativa individual . Esta autorrealización consiste en la cons-trucción de una carrera que, aun siendo limitada contiene ciertaelección de privilegios y radio de especialización: la posibilidad de

ingresar a un grupo ocupacional, más bien que a otro ... La liberotad con todo, es muy real: en el campo de acción, en el modelado dela vida del individuo en la elección de la compañera, de la carre·ra, de la afición, del credo y del arte, es la organización de lasoportunidades, el suministro del dinero, el alcance de la iniciativaen la transformación creadora. Esto es la tesorería de la libertaden las culturas democráticas fJ.

8 Malinowaky Bronislaw Libertad y Civilización, editorial Claridad S.A 1948Traducdón de León Mirlas p. 139

9 Malinowsky Bronislaw op cit. p. 224.




Es decir un complejo de elementos materiales. normativoe yespirituales, pero siempre creados por el hombre, porque senen a su servicio para superar los problemas, que le plantea su

propio organismo biológico y el medio en que está inserto.La teoría de la cultura implica el despliegue de dos teorías com-

plementarias que constituyen el sostén teórico de la cultura: 1) 14teoría de las necesidades que deben ser satisfechas por la ruIturatanto las biológicas como las que implican el manejo de 108 rte-

factos y los símbolos y 2 una teoría de las instituciones que es lorganización de los seres humanos en grupos permanentes y en elque se distinguen tantos tipos de instituciones como de loe princi-pios de integración alrededor de los cuales se nuclean, reconocien-do: a) un principio de reproducción del que surgen las i n s t i ~

nes de la familia, el noviazgo,los parientes, el clan b) un principiode territorio c) un principio biológico del que se desprenden 108problemas del sexo y l edad, d) un principio de asociación volun·taria que tiene que ver con las ocupaciones y las profesionu elrango y el estatus y e) un principio inclusivo generador de las ins-

tituciones de la tribu de la Nación y del ghetto.El hombre tiene un cuerpo que está sujeto a necesidades yademás vive en un ambiente que le proporciona muchas cosasbuenas y asimismo no pocos peligros. El hombre ante la presiónde esas necesidades crea un ambiente secundario al que denomi-na cultura y que se autogenera en nuevas necesidades

La teoría de la cultura tiende a explicar las necesidades y losmedios que se crean para satisfacerlas. La cultura es un conjunto

de elementos puestos para satisfacción de las necesidades.La primer característica de la cultura es ser un patrimonio

instrumental para solucionar el mayor número de necesidadesdel hombre.

La segunda es que es un sistema de objetos, actividades y acti-tudes, en la que cada parle existe como un medio para un fin.

La tercera es que se trata de un conjunto integrado de objetosinterdependientes.

La cuarta es que todos esos objetos, actividades y actitudesestán organizados en instituciones familia, clan, comwridad).

La quinta es que puede ser analizada en distintos aspectos,



' RIEL ÁLV EZGAADIOL

como la educación, el control,los sistemas de conocimientos, creen·cias, moralidad y aún modas.

Ello tiene varios presupuestos que con la organización en gro.

pos y se manejan artefactos y símbolos.La función, en este sistema inspirador del estructuralfunciona-lismo, está Íntimamente relacionada con la institución y el análi-sis funcional, con esos tres instrumentos de la función, de la es-tructura y del cambio tiene que relacionarse con las institucionesy dar una respuesta adecuada y pertinente en cada caso.

JOSÉ ORTEGAy GASSET


Nació en Madrid e19 de mayo de 1883 y murió en esa mismaciudad a los 72 años el 18 de octubre de 1955. Se doctoró en filosofiaen la Universidad de Madrid en 1904 y en 1905 viajó a Alemaniacursando estudios en las Universidades de Leipzig, Berlín y

Marburgo. En ésta ultima, y con apoyo en sus nutrientes ideoló-gicas logró conformar una escuela filosófica que trascendió loslimites de España con el nombre de Escuela de Madrid , en laque podemos contabilizar nombres elocuentes como el de XavierZubiri, Manuel García Morente, José Gaos, Luis Recanséns Siches,Julián Marias y José Ferrater Mora por citar solo tal vez los másimportantes.

El genio de su prosa no se ha limitado a cuestiones de estricta

raíz filosófica, sino que ha modelado filosóficamente todas las cues-tiones vinculadas a la literatura, la política, la historia, el arte yla sociología ya que los temas humanos han sido tratados por élcon una luminosidad poco frecuente. Tuvo en casi toda su muydilatada producción como escritor un modo de expresión absolu-tamente original, en el que se advierte su estricta fidelidad al ge-nio de la lengua, que se une a mecanismos estilísticos totalmentenovedosos y que él mismo ha llamado el decir de la razón vital .Escribió poseído a lo largo de una vida intensa, académica, perio-dística y social, con una fuerte pasión por la cultura y un espíritunoblemente generoso. Hay que aceptar que la prosa de Ortega,



DERECHO Y E LlD D 105

como a sus tiempos respectivos la de Azorín o la de Alfonso Reyesy también la de Francisco García Calderón, fueron los que defi-nieron una cierta unidad de la cultura española.

Nos place completar este brevísimo retrato de la figura de Or-tega con una referencia al estrecho vínculo que se estableció entrenuestro país y el eminente escritor español con ocasión de sus dosvisitas, la primera en 1916 y la segunda en 1928 y que aparecenreflejadas en un interesante ensayo de Marta M Campomar vice-presidente de la Fundación Ortega y Gasset rgentina con el títu-lo de Ortega y Gasset en La Nación ya que en ese enlace que seextiende desde 1923 hasta 1940 Ortega publicó en el prestigiosomatutino de Buenos Aires La Nación 234 artículos.

El ensayo citado enfatiza las observaciones de Ortega respectode los argentinos que privilegian el rápido enriquecimiento porencima de un proyecto a largo plazo y los insta a construir supropia idea de nación antes que dejarse encandilar por utopíasforáneas. Plantea también el drama de nuestra improvisación yel prototipo que impone la viveza criolla , que cree poder con-quistar sin esfuerzo lo que en otros pueblos solo se logra con enor-me dedicación y una inversión de mucho tiempo. Vienen a mi me-moria algunos párrafos de un prólogo solicitado a Jorge Luis Borgespara un prometedor libro que tendría el sugerente título de Lamaravillosa Argentina y en la que se intentaba promocionar comodestino turístico nuestro país. Decía allí nuestro inefable Borges,con su notable capacidad histriónica afirmando que como siem-pre, contra toda semántica social, los argentinos seguimos siendolo que fuimos: indiferentes a todo hecho y escandalizados antetodo hecho. La desgracia es una presencia a la que el hombre estáacostumbrado, mucho más que a la alegria. Sufrimos a diario,pero no nos alegramos a diario. Tal vez sea que estas desdichasestán relacionadas con nuestra inconmensurable ambición, pocopretendes o poco tienes, poco pierdes .

Tenían razón ambos, porque es absolutamente cierto que he-mos llegado a unos límites de descreimiento tan significativos,que la posibilidad de nuestra salvación, como nación, y como pue-blo se ha convertido en una empresa absolutamente individual,incompatible con la voluntad colectiva que se requiere tanto p r

los momentos fundacionales de un país, como en los momentos



106 ARIELÁLVAREZGAROIOL

más críticos que podríamos llamar los instantes salvacionistas.No estoy de acuerdo con alguna propaganda menor que nos pro-pone refundar la Argentina, lo que nos parece una descortesía

para con nuestros próceres fundadores y casi una profanación,cuando no una blasfemia histórica. Deberíamos si proponernoscon empeño, liberarla de esta prisión que la mantiene encadena-da desde hace más de seis décadas, que nos fuerza a andar a con-trapelo de la más noble cultura política de Occidente y de creer-nos siempre consagrados por una especie de fuerza divina que noscatapultaba a los destinos más venturosos, por derecho natural ,sin esfuerzo, sin empeño para lograrlo.

us ideas

El pensamiento filosófico de don José Ortega y Gasset, de poli-facética y muy erudita dimensión, se halla todo él centrado en elgran tema de la vida humana. Es por lo tanto una filosofía vitalistasin asignarle, por ahora, a esta expresión significado alguno espe-cífico.

De la magnífica prisión kantiana que fue la base de su for-mación alemana, solo es posible evadirse ingiriéndola decía Or-

teg Y luego de digerirla, incorporó a su pensamiento las ideas delHistoricismo particularmente en la dimensión esbozada por el ge-nio de Wilhelm Dilthey que fuera en Berlín el sucesor de la cáte-

dra de Lotze y en su preferencia por la historia le ubica en unalínea que procedente de Hegel, se enlaza con las ideas de Wmdelbandy de Rickert, de la Escuela Sudoceidental alemana de Baden ysiguió asimismo, lo esencial de los aportes de Simmel.

Comienza con esos constituyentes a elaborar su propia filoso-fía, casi junto a Husserl, a Heidegger y a Scheller, en una concep-ción que ha trascendido en España y universalmente, como la ti10SOI18 de la razón vital .

Su punto de partida es decimos, la filosofía de vida que la vaplasmando en varias obras cronológicamente: Nueva y vieja polí-

tica , Meditaciones del Quijote ,España

invertebrada , Eltema

de nuestro tiempo , En torno a Galileo , La rebelión de las ma-sas y El hombre y la gente , y que recordamos por la significa-ción que tienen para nuestra disciplina.



DERECH O RE LID D 11]7

Pocos hombres han podido hablar con la autoridad de Ortegade Kant y de Proust sobre arte prehistórico y sobre cubismo, so-bre la teoría de l relatividad y de las evoluciones históricas, sobre

Mallanné y Velázquez. Era sin ninguna duda un docto erudito.La razón vital, que es la realidad radical de Ortega ni es razón

más vida, ni vida más razón, sino la vida misma como forma radi-cal de la razón. La razón pura que tiene que ser sustituida poruna razón vital, donde aquella se localice y adquiera movilidad yfuerza de transformación .. La razón vital es una y misma cosacon vivir, la vida misma es la razón vital, porque vivir, es no tenerotro remedio que razonar ante la inexorable circunstancia.

Consideraremos lo que más nos interesa de su pensamientocomo aporte a la teoría sociológica.

Ortega se propone descubrir y analizar aquellos hechos a loscuales se los puede designar como sociales o sociológicos), hechosque son solo realidades sociales.

La realidad radical de cada uno es la vida de cada cuál. Anteesa realidad única y última se aparecen otras realidades pero lavida de cada cual es la raíz de la existencia de todas las demás

realidades.La vida de cada cual nos ha sido regalada, pero no está hecha

tenemos que hacerla. Esta necesidad insoslayable de tener queconstruir nuestra propia existencia (existencialismo) es un aquí yun ahora que se encuentra en una circunstancia. Esta tan bellacomo famosa metáfora: yo soy yo y mi circunstancia , apareceinsinuada por primera vez en un ensayo Adán en el Paraíso ,pero se consolida definitivamente en las Meditaciones del Quijo-te donde explica Ortega precisamente, que la realidad circun-dante forma la otra mitad de m i persona y la reabsorción de lacircunstancia es el destino concreto del hombre . La vida de cadacual tiene la forzosidad de hacerse, es un quehacer, es la únicarealidad que tiene que elegir su propio ser. Entre los muchoshaceres posibles, cada uno tiene que acertar el suyo y resolverseentre todas las posibilidades de lo que puede hacerse, sólo poraquella que hay que hacer.

Pero vivir, por lo mismo que es un quehacer, es enfrentarse conel mundo, chocar con él, no es una cuestión biológica, sino biográ-fica, porque se está prisionero de una circunstancia.



' ARIEL ÁLVAREZ GARDIOL

... mi pensamiento es una función parcial de mi vida, que nopuede desintegrarse del resto. Pienso en definitiva por algún motivo que no es a su vez, puro pensamiento. Cogito quia vivo, porque

algo en torno me oprime y me preocupa, por al existir yo no existos610 yo, sino que yo soy una cosa que se preocupa de las demás,quiera o no. No hay, pues, un moi-meme, sino en la medida en quehay otras cosas, y no hay otras cosas si no las hay en mi. Yo no soyellas, ellas, no son yo (antí· idealismo), pero yo no soy sin ellas, niellas son o las hay sin mi para quien U ser y el haberlas puedetener sentido (antirealismo). Y he aquí como llegamos a una actitud radicalmente liberada de todo subjetivismo y que, sin em

bargo, da de pronto un significado imprevisto a la sentencia másdesacreditada de todo el pasado filosófico, la frase de Protágoras,el hombre es la medida de todas las cosas lO.

Con esos ingredientes construye su teoría del comportamiento,que se propone entender el mundo como prágmata, es decir comoposibilidad. El mundo de cada cual, nuestro mundo es un sistemade prágmatas o asuntos, o también un mundo de instrumentos,

de enseres, de medios para hacer la vida de cada cuál. Esta pers-pectiva, la de cada cual, pone en evidencia que a cada cual no se leaparecen ni todas las cosas, n el todo de ninguna, ni todas a lavez. La línea divisoria que distingue el presente, de cada cual loda el horizonte. Mas acá del horizonte está el contorno del mundode cada cual, nuestro mundo y más allá se presenta el mundocopresente y es nuestro cuerpo el que está en contacto con lascosas de nuestro mundo y con las cosas que están más allá de la

línea del horizonte. La función de nuestro cuerpo es la de deter-minar el aquí y el ahora de cada cual, y ese aquí y ese ahora es elque determinan los prágmatas.

En ese mundo de prágmatas, las cosas aparecen como cuerposminerales, plantas, animales, hombres y ello condiciona una

determinada relación. Con la piedra y con la planta la relación esunilateral, porque a ambos, tanto a la piedra como a la planta lees dado hecho su ser. Con el animal hay que contar con una cierta

10 Ortega y GaSBet José, Obras completas, tomo 1I1 ps. 157 y 158.




relación o reacción bilateral. Con el animal hay una cierta reci-procidad, porque hay coexistencia y porque hay en ambos modosde expresión.

Con el hombre hay otra perspectiva. A cada uno se le presen-tan los otros hombres como otros. El cuerpo humano es un camposumamente fecundo de expresividad. El otro se nos presenta comoun semáforo, que produce señales de 1 que pasa en el adentrodel otro. Esa realidad del otro es una interpretación nuestra deesa realidad. Aquí nos encontramos con el primer hecho que nospermite calificarlo de social . Aquí Ortega ha sido consecuentecon sus propios principios, de tal manera que sus enunciados ini-

ciales conducen a la última fórmula en que su pensamiento se haexpresado, al proclamar la negación radical de una naturaleza enel hombre y al hacerlo de la misma especie humana al proclamarla identificación del hombre con su historia, simplemente porquela razón histórica es un paliativo al que el hombre recurre, porquedesheredado de su esencia, solo le queda su desilusionado vivir.

A partir del comportamiento desarrolla su teoría de la convi-vencia. La relación de cada uno con los otros hombres hace posible

la aparición entre ellos y yo, de algo así como un mundo comúnobjetivo, valedero universalmente. Este mundo común no es nimío ni tuyo, se t rata de un mundo conjetural que regula la convi-vencia a la cual se llega como a tientas: esto es convivir. a rela-ción social es una concomitancia de conflicto, de lucha que se daporque se desconoce como es el otro. Cada uno solo tiene algunosindicadores del comportamiento del otro y por lo tanto hay queanticipar la posibilidad de que el otro sea un antagonista hostil,

razón por la cual la aproximación debe y tiene que ser cautelosa.Este mundo común no es nadie y si existe es porque se vive con elotro. Este convivir permite que los hombres se conozcan entre si yde ello va a surgir la primer relación con el otro, y de ella la pri-mer relación social que es el nosotros y a ello 1 llama la rwstridad .

De ser el hombre cualquiera un individuo indeterminado va pa-sando por grados de aproximación, haciéndoseme más conocido,humanamente más próximo y el grado extremo de proximidad esla intimidad. Cuando llega a ese punto, el otro se hace incanjeable.Es un individuo único, el otro se ha convertido en tu y como estosucede no solo con uno sino con varios, me encuentro con que el



110 ARIEL ÁLVAREZ GAROIOL

mundo humano se muestra como un horizonte cuyo círculo másinmediato a mi está lleno de tus , vale decir de los individuospara mi únicos. Mas allá de ellos hay zonas que llegan hasta la

línea del horizonte de Humanidad en que se hallan todos los otrosintercanjeables. Este es el mundo humano.Para Ortega la sociedad es siempre una unidad dinámica de

dos elementos constantes minorías y masas . Las minorías sonindividuos o grupos de individuos especialmente cualificados. Lamasa por el contrario son individuos o grupos de individuos noespecialmente cualificados. Se trata de dos elementos estructurales que se dan siempre en la sociedad. No es una división en clases

sociales sino en clases de hombres y no coincide con la jerarquización en clases superiores e inferiores. Debe entenderse que elhombre selecto no es el que se cree superior a los otros, sino el quese exige más que los demás. La nobleza se define por la exigencia,por las obligaciones y no por los derechos: noblesse oblige . Elconcepto masa no tiene una connotación peyorativa. La masa esel hombre medio, es 8 cualidad común, lo típicamente social, es elhombre en cuanto no se diferencia de otros hombres, sino que re-

pite en si mismo un tipo genérico. El hombre excelente es el quese exige mucho a si mismo. La sociedad humana es siempre aristocrática. Este punto es esencial para entender el diagnóstico quehace de su tiempo.

El liberalismo es la suprema generosidad y el problema deEuropa es el advenimiento de las masas al poderío social. A estacrisis la llama la rebelión de las masas, el imperio político de lasmasas. Cuando la muchedumbre llega a gobernar.

Esta idea del hombre-masa, definido como aquel que no se exi-ge, como que tiene derecho a todo, como que todo le es debido, queno tiene que esforzarse por nada, n por ser justo, n por ser inte-ligente, y tampoco por tener razón. Las cosas de que disfrutanestán allí como automáticamente, como si no fuesen problemáticas o debidas a la invención o al trabajo o al sacrificio de nadie. Noescucha no admite que otro pueda tener razón o una razón mejorque la de él.

Tengo la sospecha de que el hombre-masa orteguiano ha en-trado en una especie de cono de sombra, como que las masas deOccidente están siendo menos rebeldes contra si mismas y por lo




tanto menos agresivamente sumisas. Como que l rebelión se estátrasladando a un diferente estrato de la realidad. Del hombre, alas sociedades masa.

'lbdas las sociedades están constituidas -siempre en su tesisde una interacción entre una masa y una minoría, pero en el mundosiempre ha habido sociedades plenamente activas, donde esainteracción es fuerte y otras más indolentes, como que han recibi·do con mayor pasividad todos esos beneficios de las elites. No es-toy pensando en los nuevos países que provenientes de Africa yAsia han desbordado el colonialismo y han logrado su indepen-dencia y por eso deliberadamente no me refiero a países, sino más

a bien a sociedades.10 inquietante, que afecta también a varios de esos países, pero

no exclusivamente, es como una suerte de abandono que exhibenalgunas sociedades, una vez que han logrado un cierto nivel dedesarrollo militar o económico o simplemente una posición cir·cunstancial y que dejan de exigirse, dan por buena su condición yse arrogan todos los derechos. Comienzan así a usar las estructuras de un mundo cultural que no han construido y lo reclamanabsolutamente como propio.

Aliado de la vida individual, hay que entender la vida comuni·taria colectiva, porque lo colectivo le pasa al hombre en su vidaindividual. La filosofia de la razón vital le permite comprender losgrandes temas de la vida colectiva, la sociedad y su historia.

Tal vez El hombre y la gente sea de toda BU producción litera-ria la que encierra más precisamente sus aportes a la problemáti-ca sociológica, entendida como teoría de la vida social, radicadaen la teoría de la vida humana individual, es decir en la Metafisi-ca que era sin duda la disciplina de su magisterio

PITIRIM LEX NDROVICH SOROKtN


Nació en una aldea al Norte de Rusia en el año 1889. Hijo deun artesano ambulante y de una campesina. Viajó mucho por elnorte de su país acompañando a su padre desde muy niño, y pro



112 RIEL ÁLV REZGAA 1 L

bablemente de esta forma trashumante de existencia se despertósu inteligencia aprendiendo muy pronto a leer en un medio dondeesta característica era absolutamente inusual. Ingresó en la es-

cuela normal de maestros donde cursó estudios desde 1903 a 1906y allí estableció contacto con un grupo de subversivos, que esta-ban preparando el movimiento revolucionario de 1905, preceden-te obligado de la Revolución de 1917 que abortó por falta de ade-cuada preparación logística. Padeció allí su primer detención detipo político, aunque no tardó en ser puesto en libertad. Su prepa-ración ulterior se realizó en una escuela nocturna en San Petesburgoy e n 1909 ingresó en el Instituto de Neuropsicología que habría

de dejar una impronta muy profunda en su personalidad y luegoingresó en la Universidad donde obtuvo su licenciatura en dere-cho comenzando su actividad académica en 1915.

Fue ooeditor de la Revista Nuevas Ideas en Sociología, docenteprivado en el Instituto de Neuropsicología y también de Derecho enla Universidad de San Petesburgo.Al estallar la Revolución de 1917,Sorokin adhiere muy activamente a ella llegando a desempeñarmuy importantes cargos: fue director de la Revista La voluntad delpueblo Volia Naroda) miembro del Soviet Campesino Pan Ruso,integrante del Consejo de la República y Secretario de Kerensky.

Sería importante refrescar algunos hechos vinculados a la Re-volución Rusa para entender un poco mejor la participación dealgunos protagonistas en su evolución, Sorokin entre ellos. LaPrimera Guerra Mundial del 191411918 como ya tuvimos oportu-nidad de recordarlo, comenzó como un conflicto balcánico y termi-nó como una guerra a muerte entre los países más poblados ypoderosos de la Tierra. Ocho millones y medio de soldados perdie-ron la vida. Sería bastante ingenuo creer que esa fue U a guerraentre la democracia y las autocracias, ya que no será fácil contabi-lizar, por ejemplo a Rusia, entre las democracias, ni tampococreerque esa fue UDalucha para liberar paises sojuzgados, ya que Ru-sia avasallaba a muchas naciones. Prueba irrefragable de ello fueel fraccionamiento de naciones que tardó casi todo el siglo:XX enorganizarse, pero que se fue incubando desde entonces en el naci-miento de una cantidad de repúblicas La guerra se anunciabaperdida para Alemania desde agosto de 1914. Militarmente pare-cía imposible ganarla luego de la derrota en la primer batalla del



DERECHO Y REAlIOAD '

Mame. Pero sobrevino un acontecimiento que pudo haber cambia-do y de hecho cambió totalmente la situación: el colapso de Rusia.

Se luchaba en toda Europa y más allá de Europa, pero hubo unsuceso que superó a todos los demás: la génesis del estado comu-nista en Rusia y consecuentemente, la fundación de los Sovietspor el bolchevismo. La Revolución de febrero del 1817 produjo laabdicación del zar y la constitución de un gobierno provisionalejercido por el comité ejecutivo de la Duma que era el equivalenteen Rusia del sistema parlamentario europeo.

La práctica de los Soviets (consejos) que fue una discutida crea-

ción de Lenín, era una curiosa combinación dela

idea corporativao gremial y la estructura política de la dictadura del proletariado.Sobre la base del trabajo organizado celularmente, el pueblo tra-bajador elegiría su propio gobierno por la constitución de comitésrepresentativos que, en forma de pirámide, elegirían a su vez launidad próxima superior. Durante 1917 lucharon en Rusia las dosformas políticas. El Gobierno Provisional de Kerensky como re-presentante de los grupos democráticos burgueses y social revolu-

cionarios y la organización soviética, favorecida por la decisión dedar inmediato in a la guerra. En octubre asume el poder Lenín ytransforma a Rusia en la primer potencia mundial proletaria y elprimer estado y la primer nación post capitalista, que proclamabauna paz sin anexiones, la supresión de la propiedad de la tierra yuna sociedad sin clases.

Cuando la Revolución se convirtió de revolución burguesa enrevolución bolchevique, Sorokin fue detenido y fundó la Liga para

la Regeneración de Rusia, que convocaba la participación de inte-lectuales liberales, dirigiendo la publicación de la revista Rege-neración marcadamente anti bolchevique. Participó luego en unpar de conjuras contra revolucionarias lo que determinó un nuevoarresto y cuando esperaba una condena muy dura fue liberadopor orden de Lenín volviendo a la universidad de San Petesburgo,(después Leningrado) donde enseñó Sociologia,. Sus clases conci-taron un singular poder de convocatoria, ya que era un profesorindudablemente eminente y erudito. Nombrado director del De-partamento de Sociología de la Universidad de Leningrado, antesde transcurrir un a no se le prohibió continuar impartiendo sus



114 IEL ÁLV REZ GARDIOl

enseñanzas regulares. Al poco tiempo, publicó un libro severa-mente censurado y en 1922, finalmente fue detenido y desterrado.

En setiembre de 1922, viajó a Alemania luego a Praga, y defi-

nitivamente se radicó en los Estados Unidos como profesor deSociología de la Universidad de Minnesota, en la que pennanecióseis años, y donde publicó varios libros que despertaron interésen la Universidad de Harvard, que lo convocó en 1930, para ladirección del departamento de Sociología donde publicó tal vezsus obras más importantes. El destino de este ilustre pensadorruso contribuyó a consolidar las ideas sociológicas que estaban unpoco dispersas en los diferentes ámbitos académicos del país. Es-

tados Unidos ratificó su política de afianzamiento en las universi·dades del país de los cerebros que provenientes de diferentes co-munidades académicas, contribuían a fortalecer la formación desus propios núcleos de enseñanza,

us ide s

Las ideas de Sorokin plasman en una cantidad de obras, talvez las más fecundas escritas en los Estados Unidos entre las quedestacamos las siguientes: Sociología de la revolución , Movili-dad social y Estratificación y movilidad social , Doctrinas so-ciológicas contemporáneas (es la recopilación más completa quese ha escrito al respecto), Dinámica social y cultural que es unaespecie de versión norteamericana de lo que fue la Decadencia deOccidente de Spengler, Sociedad cultura y personalidad que pro-yecta una síntesis Ímal de todo su pensamiento,

o socio cultural para Sorokin se compone de tres aspectos fun-damentales y que son los que dan título a su última y más impor-tante obra: la personalidad, la sociedad y la cultura , La perso-nalidad es el sujeto que interactúa, la sociedad, es el conjunto delas interacciones de todas las personalidades y la cultura es elconjunto de significados, valores y normas poseídas por las perso-nalidades como también la totalidad de los objetos materiales eideales que actúan como vehículos que objetivan, socializan y trans-portan esos significados,

La personalidad es un microcosmos que refleja el macrocos-mos sociocultural en el que cada uno nació y se formó. La vida de




cada uno es un drama determinado por su universo social y luegopor las propiedades biológicas de su propio organismo.

La dinámica histórica es el curso de la realidad socio cultural

que avanza siempre en línea recta hacia un determinado punto yallí se produce o una inversión de su tendencia lineal o su estan-camiento. Allí aparece un movimiento invertido que se proyectahacia otro límite y de nuevo vuelve a producirse la inversión o elestancamiento. De esta observación resulta su teoría de las fluc-tuaciones de las culturas que se produce inevitablemente porqueel cambio inmanente es de la esencia de todo sistema sociocultural.Esta idea ni es lineal ni tampoco dialéctica ni evolutiva sino rít-mica y cíclica pero no repetitiva al modo del corsi e ricorsi.

Desde allí elabora su teoría de l estratificación socia/. par-tiendo del principio de que todo grupo social tiene un modo deestratificación no existiendo los grupos lisos en 1 8 cuales todoslos miembros sean iguales. Las formas y las proporciones varíanpero su esencia es permanente. Hay causas permanentes y tran-sitorias que explican lo inevitable de la estratificación social. Ellasson causas innatas y diferencias del medio. La estratificación fun-ciona en todos los grupos organizados: la familia la iglesia lasecta los partidos políticos una pandilla de delincuentes en sumaen todos los grupos. Esas formas grupales son muy variadas perose pueden reducir básicamente a tres modelos típicos: los gruposeconómicos los grupos políticos y los grupos ocupacionales. Es-tratificación es la diferenciación de una determinada poblaciónen clases jerárquicas superpuestas. Estas formas fluctúan de unpaís a otro y de una época a otra. Pero en general se puede afir-mar que excepto en los períodos de decadencia las clases superio-res están compuestas por personas que tienen fuertes ambicio-nes caracteres audaces y actitudes aventureras con un gran de-seo de poder y de dominación. En general son más inteligentesque los integrantes de las clases inferiores.

La explicación de estas diferencias se apoya en dos factores:por un lado la herencia y el medio y por el otro la selección y laadaptación.

a tesis probablemente más importante es la teoría de la mo-vilidad social que nos indica que habría dos tipos de movilidadsocial uno de forma horizontal y otro vertical. Horizontal es la



6 AR1El ÁlVAREZ GARDIOL

movilidadde un grupo social a otroen el mismo nivelde situa-ción.Vertical es la movilidad de una capa social aotra que puedeser ascendente y descendente. La ascendente puede ser por n l-

tración y como creaciónde un nuevo grupo formadopor esos indi-viduos e inserción de ese grupo en las capas superiores. La co-men te descendente es un deslizamiento de las clases sociales su-periores a la degradación o desintegración comounidad social.Ennuestro medio si buscáramos un ejemplopara explicaresta de-gradación y desintegración a que se refiere Sarokin, la casi totaldesaparición de losprocuradores en nuestro medio,seria proba-blemente un modelo paradigmático.Estas formas de movilidad sepresentan en todas las estructuras sociales,en el Ejército,en laIglesia,en la Escuela, en las Organizaciones Políticas, Económi-cas, o Profesionales.

Desarrolla por fm l teorí de los grupos en el libromás impor-tante que hemos citado Sociedad,cultura y personalidad . Sololos grupos organizados tienen entidad sociológica.El punto esen-cial se encuentra en su concepción dela interaccióndistinguiendolos grupos en:

a) grandes y pequeñosb) claramente organizados y semiorgaruzadosc centralizados y descentralizadosd) efimerosy duraderose) abiertos,cerrados e intermedios1 solidarios,antagónicos y mixtosg) integrados, no integrados y contradictorios.Indudablemente pareciera que lo más importante de la obra

de Sorokin que, como decíamos,resulta de sus trabajos escritosen los EE.UU. y muy especialmente a partir de la Dinámica So-cial y Cultural de 1937 y SociedadCultura y Personalidad delaño 1947 Los Filósofos Sociales deNuestra Epoca de Crisisen1950,que consolidaríansu concepción, quepodría ser encuadra-da entre las corrientes idealistas e irracionaIlstas que se propo-nen concebir, los fenómenos sociales yculturales al modo lineal o

concepciónlineal del cambio social. l autor en recuerdo, polemi-za fuertemente con las concepciones cíclicas dela historia, comohan sostenidoentre otros Spengler, Danilevsky, 'lbynbee y Kroerber.



DERECHO Y RE LID D

En definitiva se articulan en su pensamiento d Je ' - ;88que remiten por un lado a la pasión de los grandes ~ porla investigación enciclopédica y por el otro, la tendeocia e.pi:ric:a

que había caracterizado su formación en el instituto de New.........logía de San Petesburgo, donde recibió sus primeras lec y queseñalamos que habían influido fuertemente en su pe . . . . . . . . . . .

Las ideas de Sorokin fueron fuertemente criticadas p:II el ea-tamento intelectual de los Estados Unidos (la i n t e l ~ n t n J Jqueno estaba probablemente suficientemente maduro para latación de una teoría, en la que se revela al mundo y a la ruIturaoccidentales en un estado de crisis tan severo. Esto se compieode.si se vive desde la perspectiva de una prosperidad ascendente,que ha venido desenvolviéndose en ese país, línea de prosperidadque han encontrado no pocos inconvenientes a partir de su parti-cipación en la segunda guerra mundial de 1939/1945 y del rol queha pretendido asumir desde su triunfalismo, como una especie degendarme universal de la democracia. El mundo de posguerra, la

sucesión y la participación en pequeñas guerras fuera de su terri-torio, la guerra fría, la caída del muro de Berlín, y la aceptaciónhegemónica de su imperio, ha determinado que la concepción casicatastrófica de Sorokin sea estudiada con preocupante atención.

En el ultimo libro glosado, Las Filosofías Sociales de NuestraEpoca de Crisis , Sorokin, hace una síntesis de las concordanciasbásicas de los supersistemas culturas coincidiendo en que:

'La primer concordancia de las teorias discutidas es que en elinfinito océano e los fenómenos socioculturales existe un especiede gr n entid d cultural, o sistema cultural, o civüización quevive y actúa como un unid d real .

La segunda concordancia importante en relación con las másextensas entidades culturales, es que su numero total, ha sidomuy pequeño en toda la historia de la cultura humana.

El tercer punto de concordancia es que cada uno de estos tiposbásicos, o prototipos culturales, es diferente de los otros; el apolí-neo difiere del fáustico y de todas las otras civilizaciones spengle-rianas, así como también, los tipos descritos por Daniolevsky,Schubart, 'Ibynbee, Northorp y yo mismo.



8 RIEL ÁLV REZ GAADlOL

La cuarta semejanza consiste, en la tesis explícita o implícita,de que todas l s teorías consideradas le atribuyen las propieda-des siguientes: a) realidad, diferenciándose de sus partes; b) indi-

vidualidad; e dependencia general y diferencial de sus partes entresi, las partes del todo, el todo de las partes; d) conservación de suindividualidad y de su <identidad> , a pesar del cambio de suspartes; e) cambio de todo el sistema en conjunto; f) dirección in-manente del cambio y autodeterminación de su curso vitaL.; g

selectividad del supersistema que toma lo que le es análogo y re-chaza lo que le es heterogéneo; h) variabilidad limitada de cadasistema o supersistema ( Las filosofías sociales de nuestr época

de crisis , Editorial Aguilar, Madrid, 1956, pago 340 y sig.).

LA ESCUELA DE FRANKFORT

Se funda en esa ciudad alemana en 1923 por iniciativa de ungrupo de estudiantes. Desaparece en 1969. Su director más im-portante fue Max Horkheimer que fue en realidad su tercer direc-tor y que la dirigió durante cuarenta años. Los adherentes de estacorriente de pensamiento son casi exclusivamente jóvenes judíosy socialistas. El origen económico del Instituto, lo que se señalacomo una curiosidad para nosotros los argentinos, par tió de la do-nación de un rico exportador alemán residente en la Argentina lla-mado Hermann Weill y cuyo hijo Felix era miembro de la escuela Aveces se consiguen sponsors por los medios más sofisticados no?).

Se agregaron luego de la fundación pensadores de la talla deErick Fromm, Theodor Adorno y Herbert Marcuse.Entre las muchas críticas que merecerán seguramente estas

notas, una será la desproporcionada extensión que hemos otorga-do a la Escuela de Frankfurt en relación con otras líneas del pen-samiento contemporáneo. La explicación que podemos proporcio-nar en nuestra defensa, es que se trata de un movimiento queaunque ideológicamente muy distante de mis ideas, se convierte

en una forja fecundante de la que han brotado variadas líneas depensamiento que tienen que ver con nuestro tema. Esta razónjustifica, en nuestra opinión, el defecto.



DERECH O RE LID D n

El instituto tiene varias etapas: la primera queabarca los pri-meros diez años, dondese sucedieron lostres presidentes que la

regirían.Una segunda,hasta 1949que toma la denominaciónde

Escuela de Frankfort o de Francfurt, característicamente poli-tizada y combativacontra al nacional socialismo, conmarcadasrupturas con el socialismo soviético y conla ideologización delpsicoanálisis comonutriente de sus ideas.Hay una tercera etapaque va desde el 1949hasta su definitiva disoluciónen 1969 yesprecisamenteen esta etapa, cuandose produceuna importanteincorporaciónde miembrosentre los quese subraya porsu impor-tancia, la adhesión deJürgen Habermas. En realidad Herbert

Marcuse yErick Fromm que hemos citadoentre sus integrantesmás famosos, son disidentes dela Escuela,tal vez más cerca deBertolt Brecht, ortodoxomarxista.

Quisieradetenerme un momentoen Bertolt Brecht, poeta,dra-maturgo y reformadorteatral, cuya producción fueintensamenteinfluenciadapor los aportes de esta Escuela, compenetrado comohemos visto delas ideas del marxismo, pero paradójicamente ex-pulsado delpartido Comunista Alemán en 1926.

Brecht fue un autor que como Anouhil y comoIbsen en susrespectivos tiempos ylugares, produjeronuna verdadera revolu-ción en la expresióndramática. Madre coraje ysu hijo"que esuna crónica dela guerra de losTreinta Años, tal vez sea una delas expresionesmás conocidas aese respecto. Noobstante, noshaparecidomás interesante, siempreteniendo en miras los destina-tarios Ímales de estas enseñanzas, hacer alguna referencia aotraobra suya, que comenzó comoun cuento,se presentó luego comouna obra de teatro, primeroen inglés con el título de "The cauC8SÍanChalk Circle"en 1948 y llevadaal teatro en idiomaalemán al añosiguiente.traducida por Ím a nuestro idioma como"El círculodetiza caucasiano".

Me alejoun poco para tomar distancia y desde esa anchurapoderabordar la problemática que queremos.Ustedes no ignoranque la Toré. oPentateuco (penta: cinco teuchos: volumen)es decir,el librosagrado de los hebreos,está constituido por los cinco pri-meros librosdel Viejo ' estamento:El Génesis,(primer libro delPentateuco de Moisés.que se refiere a l creación del mundo).Éxodo, (quetiene que ver con la salida de losisraelitas de Egipto),




Levítico, (que trata de los usos y ceremonias de los levitas queeran los sacerdotes de la tribu de Leví), Números (cuarto libroque se refiere al censo de Israel en Sinaí) y Deuteronomio (Deute-

ros: segundo y nomos: ley) es decir segunda ley y que hace unasucinta recopilación de los cuatro anteriores. Dentro del AntiguoTestamento están los dos libros de los Reyes y en el primero deellos, Capítulo 3 versículo 16 y siguientes hay un relato que datestimonio de la sabiduría de Salomón; el hijo de David como Reyde los judíos. Dice allí el texto bíblico que dos mujeres rameras sepresentaron ante el Rey y dijeron que con diferencia de unos po-cos días habían dado a luz sendos hijos y que una noche el hijo deuna de ellas murió porque la madre se había acostado sobre él,entonces la madre del hijo muerto 1 cambió por el hijo vivo dellecho de la otra mujer y cuando aquella despertó advirtió el cam-bió y lo reclamó de la otra mujer. Ambas ante el Rey pretendíanenérgicamente ser la madre del hijo vivo. Pidió Salomón le traje-ran una espada y entonces ordenó:

artid por el medio al hijo vivo dad la mitad a la una laotra mitad a la otra. Entonces la mujer que era quien había engen-drado al hijo que quedaba vivo, habló al Rey, porque sus entrañasse le conmovieron por el riesgo de perder a su hijo y dijo: Ah Señormío dad a ésta el niño vivo y no o matéis . Mds la otra dijo: Ni ami ni a ti partidlo . Entonces el Rey habló y dijo: Dad a aquella elhijo vivo y no lo matéis; ella es su madre ' . Y todo Israel oyó aqueljuicio que había dado el Rey y temieron al rey porque vieron que

había en él sabiduría de Dios para Juzgar.

Bertolt Brecht, en la pieza teatral que estamos queriendo re-cordar El Círculo de Tiza Caucasiano , nos da cuenta de otrojui-cio famoso. Una familia noble del Cáucaso había huido como con-secuencia de una invasión militar y escaparon llevándose las co-sas más valiosas que tenían. En la premura, olvidaron al pequeñohijo recién nacido que quedó en su cunita. Grouche, la nodrizaque lo cuidaba, tomó al niño y huyó con él para salvarlo, persegui-da por los invasores y padeciendo vergüenza y necesidad. Ver-güenza porque era soltera y aparentaba tener un hijo y necesidad




porque tenía que cuidar al niño y proveerlo lo necesario p r aten-der a sus urgencias. Algunos años después, muerto el padre delniño y siendo éste conforme a la legislación vigente heredero detodo los bienes de la familia, la madre legítima comenzó su bús-queda hasta encontrarlo en poder de su ex nodriza que no queríadevolverlo porque ella lo había criado y a ella respondían 108 afec-tos del niño. Llevado el caso ante el Juez Adzak, éste ordenó tra-zar un círculo de tiza en el piso y mandó colocar al niño en elcentro y a cada una de las mujeres enfrentadas tomando cadauna una mano del niño. Cuando el Juez diera la orden debían

tirar fuertemente cada una del bracito que aprisionaban yla

queestuviera imbuida por la fuerza del amor materno tendría la ca-pacidad de arrancarlo del círculo de tiza. Grouche, era por susoficios mucho más fuerte que la madre, pero al recibir la orden noretuvo la mano del nmo, que fue rápidamente arrancado del cír-culo por la madre. Azdak repitió el rito y se obtuvo el mismo resul-tado. Porque no tiraste mujer? dijo el Juez a Grouche. Yo lo crié,acaso voy a despedazarlo? Y con esto el Tribunal ha comprobado

quien es la verdadera madre y entregándoselo a Grouche dijo:Toma tu hijo y Ilévatelo .

La médula argumental de ambos juicios, la referencia bíblicadel fallo salomónico y la decisión del Juez Adzak en el Círculo deTiza Caucasiano, tienen en cuenta la misma sustancia. En ambosse controvierte entre la madre genética y la madre de crianza.Pero la decisión salomónica prioriza los vínculos de sangre y laversión recreada por Bertolt Brecht, atribuye mérito mayor a ladedicación de la crianza y a la prodigalidad del amor.

Sin duda más en coincidencia Bertolt Brecht con la actual ten-dencia jurisprudencial en materia de derecho de familia.

Después de esta digresión que es casi una divagación acunadaen la emoción que nos ha provocado este dramaturgo en la lectu-ra de sus piezas estremecedoras, seguimos con la consideración

de la Escuela de Frankfurt.Esta comente de pensamiento es heredera de una importantetradición intelectual alemana de pensadores vinculados a la filo-sofia de la vida como Dilthey, Schopenhauer, Bergson, Nietzsche,



122 IEL ÁLV REZ G RDIOL

pero lo esencial es el enemigo común que las unifica: el iluminis-mo , la filosofía idealista del racionalismo y sus epígonos, el posi-tivismo, la fenomenología, e l empirismo y el pragmatismo, que se

expresa de diferente manera entre sus integrantes más conspi-cuos: Herbert Marcusse, Walter Benjamín, Theodor Adorno, MarxHorkheimer y Leo Lowenstein.

Entre fines del siglo XIX y comienzos del :xx asistíamos a lacrisis del monumental edificio filosófico construido por la EuropaIluminista. La misma Europa de las más excelsas expresiones delarte, la Europa de los grandes ideales metafísicos, era también laEuropa de los campos de concentración construidos por los nazis.

Esto explica tal vez, como 1 han sostenido Alicia Entel y otros enEscuela de Frankfurt , editado por Eudeba 2004 que de las tres

nociones enunciadas en el subtítulo de la obra razón, arte y liber-tad resulten paradójicamente los ejes fundamentales de una in-terpretación histórica de ese grupo de pensadores alemanes. Larazón fue utilizada como un instrumento de conquista, de repre-

sión y de cálculo y control, vinculada al aparato totalitario queoscureció una década importante de la mitad del siglo :xx contodo un programa de sometimiento de las ideas, de las almas y delos cuerpos. La crítica al gran arte burgués era imprescindiblepara lograr comprender la posterior apoteosis de la industria cultu-ral que Lowenstein llamó el sicoanálisis al revés y la libertad , sefue transformando sólo en una abstracción absolutamente impo-sible de ser comprendida, ni como praxis n empíricamente.

La Escuela fue siempre dialéctica y racionalista, ingrediente

que asume de Hegel, materialista y crítica, componente que provie-ne de las ideas del primer Marx y esteticista y sensualista, constitu-yente que se incorpora con origen en los desarrollos de Freud.

HERBERT M RCUSSE

Dentro de la Escuela nos vamos a detener un momento en elpensamiento de 'F{erbert Marcuse, que aunque un heterodoxo, estal vez uno de los representantes que mayor influencia ejerció ensu desarrollo.



DERECHO Y RE LID D '23

reves datos biográficos y bibliográficos

Marcuse nació en Berlín en 1899 y en 1933, como o t r o I muchosque ya hemos referido, emigró a los Estados Unidos como UJ Se-

cuencia del advenimiento del nazismo en Alemania. Fue. de algu-na manera, uno de los adelantados, que escaparon del Holocaustoy pudieron disfrutar en el exilio, de las mieles de la socied d quecriticó toda su vida, con el sostén financiero de esa sociedad carní-vora que lo acogía generosamente, proporcionándole los placeresdel capitalismo al mejor nivel social: el de los intelectuales. lgu-nos otros integrantes de la Escuela que provenían, como Man:usedel antiguo Institut Í1ir Socialforschung (Instituto de Investiga-ción Social), como el caso de Theodor Adorno y de Max Horkheimerterminada la guerra volvieron a Alemania y reabrieron el Instituto. Marcuse se quedó en Estados Unidos, país en el que murió en1979 y toda su producción bibliográfica fue escrita en ese país quetanto vituperó.

Obras: casi toda su producción, insistimos, es norteamericanaCultura y Sociedad , Razón y revolución , y Marxismo soviéti-

co ( esta obra es una revisión y análisis crítico del marxismo bajola influencia de Lucaks y de Heidegger, que nos interesa poco ennuestro estudio), Eros y civilización (merece solo la cita no obs-tante ser una obra importante directamente influenciada porFreud y que se propone una especie de antropología freudiana delhombre moderno), Malestar en la cultura (que contiene un aná-lisis de la sociedad industrial avanzada que se da tanto en el capi-talismo como en el comunismo soviético y es blanco de sus críti-cas). El hombre unidimensional ensayo sobre la ideología de lasociedad industrial avanzada y Ensayo sobre la liberación (es-tas dos últimas obras -particularmente la primera- encierra lamiga más fecunda de su aporte a la sociología. La sociedad indus-trial avanzada que él llama de dominación administrada tienecomo característica básica su irracionalidad y él se propone desen-mascararla. Parte de la idea de que la vida humana merece servivida, y debe ser digna de ser vivida, porque en toda sociedadhay posibilidades de un mejoramiento de la vida humana y for-mas para realizar esas posibilidades.



' 24 AAIEL ÁLVAREZ GARDIOl

us ide s

Glosamos sucintamente su obra más famosa, eligiendo algu-nos pocos párrafos significativos.La sociedad unidimensional ll que termina con aquel famoso

párrafo sobrecogedor que pronunció Walter Benjamin en los co-mienzos de la era fascista:

Es sólo gracias a aquellos sin esperanza que nos es dada laesperanza .

Describe allí la sociedad industrial avanzada en la que existeuna estructura de dominación asentada por la tecnología a la quellama la dominación administrada y esta dominación ha alterado las estructuras básicas del proletariado y de la burguesía, por-que con esa estructura el Estado tiende a hacerse totalitario, crean-do un sistema de dominación que hace de la misma razón tecnoló-gica, una razón política, en la medida en que manipula las necesi-

dades por intereses creados y es precisamente en ese sentido deque se habla de una dominación totalitaria. e ello surge el nivelde irracionalidad de esa sociedad a pesar del nivel de racionali-dad que implica.

La sociedad unidimensional avanzada, altera la relación entrelo racional y lo irracional ... ya no es la imaginación lo que hablaen él sino la Razón, en una realidad que justifica todo y absuelvede todo excepto del pecado contra su espiritu ... los esfuerzos por

salvar y mejorar la vida son la única esperanza en este desastre ...los campos anteriormente antagónicos se mezclan en el terrenotécnico y en el político: ciencia y magia, vida y muerte, alegría ymiseria .. La obscena mezcla de la estética y de la realidad refutaa las filosofías que oponen a la imaginación o ética a la razón cien-tífica y tecnológica.

Dado que el desarrollo y la utilización de todos los recursosdisponibles para la satisfacción universal de las necesidades vita-

Mareuse Herbert El hombre unidimenaional, Biblioteca Base de Bolsillo, Bar-celona, 1969, p. 276



DERECHO Y RE LID D .

les es el prerrequisito de la pacificación, es incompatible con elpredominio de intereses particulares que se alzan en el camino dealcanzar esta meta ... la meta auténtica de la autodeterminaciónde los individuos depende del control social efectivo sobre la pr -

ducción y la distribución de las necesidades en términos del nivelde cultura material e intelectual alcanzado.

En otras palabras, la sociedad será racional y libre en la medi-da en que este organizada, sostenida y reproducida por un sujetohistórico, esencialmente nuevo.

Las tendencias totalitarias de la sociedad unidimensional, ha-cen ineficaces las formas y los medios de protestas tradicionalquizás, incluso peligroso porque preservan la ilusión de soberaníapopular. Esta ilusión contiene una verdad: el pueblo que ante-rionnente era el fennento del cambio social, ha elevado , paraconvertirse en el fermento de la cohesión sociaL

Bajo la base popular conservadora se encuentra el sustrato delos proscritos y los extraños, los explotados y los perseguidos deotras razas y de otros colores, los parados y los que no pueden serempleados. Ellos existen fuera del proceso democrático .. cuandose reúnen y salen a la calle sin armas, sin protección, para pedirlos derechos civiles más primitivos, saben que tienen que enfren-tarse con perros, piedras, bombas, la cárcel, los campos de concen-tración, incluso la muerte.

A pesar de todo y esto es tal vez la mayor originalidad, existenmotivos de optimismo, es decir posibilidades de superación de esta

dominación administrada, que es el nacimiento del tiempo libreque surgirá de los formidables mecanismos de automatización delos procesos productivos y de allí surgirá una nueva civilización.

Esta dominación administrada ha hecho desaparecer al prole-tariado y también a la burguesía, pero está mostrando los signosde la decadencia: los rasgos de ello serían la destrucción de losrecursos naturales y la proliferación de los desperdicios que son,curiosamente una prueba de la opulencia y de los muy altos nive-

les de bienestar.La comunidad está demasiado conwnta como para preocu-

parse».



126 RIEL ÁLV REZG DIOL

La última época de Marcuse podría señalarse como un momentode alejamiento de la Escuela de Frankfurt, tratando de ubicarseen lo que podríamos l lamar una filosofia de la esperanza , una

especie de utopía . Cuando hace la confrontación entre aquelloque no es con aquello que es . En esta etapa cree que la sociedadserá racional y libre en la medida que esté organizada sostenida yreproducida por un sujeto histórico totalmente nuevo. Este sujetonuevo liberado de propaganda, de adoctrinamiento y de manipu-lación cumple la función de la transición y Marcuse exige comofactor de transición una fuerza exterior a la sociedad industrialavanzada, una especie de dictadura educativa de los filósofos ,

pero también de otras influencias menos utópicas pero exterioresa la sociedad de consumo y opuesta a ellas como el tercer mundo,los marginales, los negros americanos, los bohemios. Cree, en unaespecie de arrebato de romanticismo político, en la existencia deun héroe legendario revolucionario capaz de derrotar incluso a latelevisión y a la prensa, su mundo es el de los países subdesarro-llados (pareciera pensar en el Che Guevara ¿no?) Ningún intelec-tual puede condenar de modo justificado a aquellos que asumen el

riesgo de la revuelta violenta contra la opresión establecida. Laliberación de la necesidad es preferible a la necesidad y una vidainteligente es preferible a una vida estúpida .

Lentamente se va alejando del marxismo, de la revolución per-manente, de la pauperización de la clase obrera, de la necesidadde la dictadura del proletariado, pero insiste en el surgimiento deuna nueva clase obrera, aunque la reduce a los obreros clasifica-dos (¿aristocratizante?) que trabajan solo en las etapas avanza-das de la producción profesional y en el desarrollo de técnicos yespecialistas cuyo número va en aumento.

T l e a n P RSONS


El eminente R ciólogo estadounidense nació el 13 de diciembrede 1902. Cursó sus estudios universitarios en el Amherst College,en la London ofEconomic School y en la Universidad de Heidelberg,



DERECHO Y RE LID D

es decir que tuvo una fonnación universitaria europea. l año deregreso ya en los Estados Unidos comenzó en 1926 su juvenil ca-rrera profesoral en el Amherst College, el college en el que se for-mó inicialmente como instructor de Economía yal año se incorpo-ró como profesor de Sociología en la Harvard University, a cuyacátedra accedió en 1924. Ha dado conferencias en diversas uni-

versidades estadounidenses y europeas, entre ellas l de Cambridgeen los años 1953 Y 1954. Su obra como investigador en cienciassociales ha sido en ese campo absolutamente decisiva en el mun-do cultural estadounidense de postguerra. Es sin duda el sociólo-go más destacado de la escuela funcionalista, y su influencia hagravitado en ese ámbito en todo el mundo. No fue nunca un empi-rista y sus estudios se sitúan en un alto nivel de abstracción teóri-ca. Pareciera haber tenido plena conciencia de ello, ya que su obraclave The social System que vio la luz en el año 1959 editada porThe Free Press of Glencoe of Nueva York aparece dedicada a su

esposa con este párrafo revelador: A Helen cuyo empirismo sano ypráctico ha sido siempre un contrapeso indispensable para un teó-

rico incurable . Sus obras más importantes, que giran con esa me-todología estructural funcionalista por él llevada a su máxima ex-presión fueron The Structure ofSocialAction aparecida en 1937,Essay in sociological Theory que vio la luz en 1949, Sociological

Theory and Modern Society , que publicó en 1960 y Americansociety: Perspectives, problems, methods en 1968, y varias obrasmás de la especialidad junto con otros autores: de éstas tal vez lamás importante fue Tbeories of Society en dos volúmenes en1961. Murió circunstancialmente en Alemania con ocasión de unviaje de conferencias en 1979.

us ideas

A fines de la década del 50 se advierte el comienzo de la gravi-tación intelectual de Talcott Parsons en los ambientes académi-cos sociológicos de los Estados Unidos, influencia que siguió enlas dos décadas subsiguientes. Fue el organizador de un semina-rio en Harvard intentado una compatibilización teórica y tenninológica en las ciencias sociales, reuniendo a antropólogos, sociólo-gos, sicólogos, politicólogos y publicó una obra que recepta los tra-



126 RIEL ÁLV REZ G DIOL

bajos presentados en un t xto bajo la denominación de Hacia unateoría general de la acción . El esquema básico de ese libro, fue enrealidad del resultado originario de aquél seminario de Harvard

recordado, desarrollado en el otoño de 1947 Y especificado con unamás prolija sistematización en unas conferencias pronunciadasen la Universidad de Londres, en los meses de enero y febrero de1949. Hay en él un bosquejo conceptual de una teoría general dela acción. que se pone de manifiesto en los tres ámbitos en los quela acción se despliega: en la personalidad, en la cultura y en losdistintos sistemas sociales y a su vez en las interrelaciones conesos tres distintos espacios de expresión.

Convergen en ParsoDS la descripción de la realidad social en laque describe su perspectiva norteamericana con los aportes teóri-cos de las ideas de Emil Durkheim, de Max Weber y de VilfredoPareto, con un toque estimulante de la sicología profunda inspi-rada en Sigmund Freud. Fue sin duda el introductor de esta o-

rriente europea, en la savia refrescante de la intelectualidad nor-teamericana.

Parsons considera a los hechos sociales como una red de rela-

ciones interpersonales dadas. En ese aspecto, la Sociología debesuperar las limitaciones propias de las ciencias sociales particu-lares, captando los fenómenos respectivos en la totalidad de susrelaciones recíprocas. El sistema social es para Parsons una plu-ralidad de actores individuales que actúan a impulsos de sus res-pectivas tendencias, con la finalidad de obtener un óptimo de sa-tisfacciones, en situación caracterizada p or un cierto medio am-biente y mediatizada por un conjunto de símbolos organizado por

la cultura a que pertenecen.Su explicación del sistema social, apoyado en ese soporte teóri-

o ajustado a esa realidad circunstancial, es descripto como el re-sultado de la interacción de una pluralidad de protagonistas indi-viduales, que desempeñan sus roles dentro del marco de una de-terminada situación, por una parte y asimismo como formandoparte de una estructura más amplia, que se encuentra constitui-da por los sistemas de la personalidad de los protagonistas en

forma individual vinculados a los sistemas de la cultura.No obstante manejar un tema inequívocamente empírico cual

es la realidad social, Parsons se considera un teórico incurable y



DERECHO Y RE LID D 2 9

la gran crítica que recibe de su propia comunidad científica, es sumarcada desprolijidad en el manejo del lenguaje, utilizando una'Jerga obtusa y un argot fingidamente científico en duras pala-

bras de su colega Sorokin.Octavio Paz referido a Ortega mostró que ser claro era unaforma de aseo intelectual y el propio Ortega decía que la claridaddebía ser la cortesía del filósofo . La verdad es que Parsons obje-tivamente considerado, no era aseado en ese sentido, no obstantevale que analicemos, más allá de su falta de adecuado cuidado enel uso de las palabras, las contribuciones al desarrollo y a la ma-durez de su teoría sociológica.

Tal vez el tema más importante, más serenamente tratado enParsons haya sido el que motivó su primer indagación sistemáti-ca: La estructura de la acción social, en la que sigue los pasos deSorokin. La acción social requiere de un esquema conceptual delmismo modo que la historia requiere de la sucesión cronológica delos sucesos y este esquema mínimo de la acción surge de la inter-relación de tres diferentes elementos: a) el actor (la persona quehace algo) b) la situación en la que se encuentra el actor y c la

orientación del actor en esa situación, lográndose con ello un len-guaje común para la psicología, la antropología y la sociología ytal vez para la economía y la ciencia política agregamos nosotrosy quizás también para el derecho. Nos hemos propuesto ser fielescon el ideario original del pensador glosado, ya que comenzamosnuestro comentario con el seminario por él convocado en Harvardpara intentar compatibilizar los contenidos de las variadas cien-cias sociales.

Esto es la teoría general de la acción: un marco conceptual dereferencia y ese centro de convergencia en cada ciencia deberátener como soporte de referencia, esta tríada conceptual y sobreese presupuesto toda acción va a ser relevante para el sistemasocial cuando la orientación del actor en la situación sea relevan-te para él y así será prevaleciente para el sistema sociaL

La acción se presenta empíricamente como una forma de in-teracción, es decir como la relación de un actor con otros actores,con cosas y con símbolos y esas relaciones interrelacionadas cons-tituyen un sistema cuya idea básica pareciera brotar de las ense-ñanzas de Pareta.




En ese esquema se considera la situación y la orientación. Lasituación se analiza como impulso motivando a hacer algo y comorecurso interés) para que el hombre haga algo.

Las distintas orientaciones motivacionales, le penniten elabo-rar una teoría de la personalidad y una teoría de la cultura perofundamentalmente o habilitan para elaborar una teoría de laSociedad. Parsons estructura todo su sistema a partir de dos con-ceptos básicos: el concepto de estructura y el concepto de función.

Las estructuras emergen de los elementos uniformes de losprocesos empíricos que nunca son absolutos ni terminales.

Un sistema de acción concreto es una estructura integrada de

elementos de la acción en relación con una situación. Esto quieredecir esencialmente integración de elementos motivacionales yculturales o simbólicos conjuntados en una cierta clase de siste-ma ordenado.

El análisis de los rasgos generales de la acción realizado en elcapítulo anterior, combinado con el análisis inmediatamente pre-cedente de los prerrequisitos funcionales de los sistemas sociales,da como resultado, ciertas especificaciones que pueden conducir-nos a los rasgos estratégicos de esta estructura ordenada 12

... aquí es donde aparece el muy discutido concepto de función .Tenemos desde luego que situar estructuralmente un proceso di-námico en el sistema social. Pero además tenemos que tener unaprueba de la significación de la generalizaciones relativas al pro-

ceso. sa prueba de la significación, adopta la forma de la rele-vancia funcional del proceso. a prueba consiste en hacer la pre-gunta siguiente: ¿cuáles serían las consecuencias diferenciales parael sistema de dos o más resultados de un proceso dinámico? sasconsecuencias encajaran en esos términos: mantenimiento de la

12 Parsons Ta1cott, l sistema social, Revista de Occidente, Traducci6n de JoséGiménez Blanco y Jose Carzola Pérez, Madrid 1958, p. 38.




est bilid d o producción de cambio, de integración o q u e b r n t ~

miento del sistema de lgun manera 13.

a cita que se propone proporcionarnos el concepto de estruc-tura y de función en Parsons pareciera conceder razón a la criticade Sorokin en cuando a la claridad expositiva del autor en análisis.

3 ParsoIlll Talcott op. cit., p. 40.



TERCER P RTE



L DIMENSiÓN SOCIOLÓGICN EL MUNDO JURíDICO

Hemos recorrido un desenvolvimiento teórico desde una pers-pectiva científica eligiendo las teorías que describen de algunamanera algunos tipos característicos apuntando fundamentalmen·te nuestra investigación en dirección a la teoría de la acción s e

cial porque esa es la perspectiva que nos acerca al mundo de o

jurídico.Las teorías podrían asimismo dividirse sin perjuicio de la cia·

sificación ensayada en su momento en enciclopédicas analíticasy críticas que se corresponden a períodos históricos que podria·mos denominar de integración de consolidación y de crisis.

En la primera parte luego de hacer una breve incursión poralgunos pensamientos precursores nos hemos referido al naci·miento de la sociología coincidente con la integración de las socie·dades nacionales y allí hemos pasado vista a las ideas aportadaspor los sociólogos enciclopédicos fundadores sin omitir una breve

referencia biográfica que consideramos compone el conocimientointegral de cada una de las personalidades convocadas: ComteMarx y Spencer.

En la segunda parte estamos ya ante sociedades nacionalesconsolidadas y hemos visto teorías a partir de la primer gran cri-sis de 1930. Un poco la pregunta que nos formulamos parajusti-ficar esta incursión es: ¿Que pasa hoy? ¿Son válidas esas teoríaspara explicar nuestro tiempo?

Nosotros hemos compartido desde siempre las ideas que nosbrindara el eminente filósofo del derecho Sebastián Soler en losseminarios a los que concurrimos en nuestra juvenil formaciónacadémica y en los libros en los que ha plasmado su pensamiento yson casi siempre sus ideas las que fluyen en nuestras reflexiones.

Popper adopta ontológicamente una posición trialista con unadenominación que nos recuerda el valioso aporte científico deWerner Goldschmidt pero sin puntos de contacto con éL Popper

cree que hay tres mundos ontológicamente diferenciados: el mun-do Uno que es el mundo de las cosas el ámbito físico de los obje-tos materialmente considerados de los organismos vivos el mun-do Dos que es el contorno del siquismo humano el terreno de la



136 ARIEL ÁLVAREZ GARDIOL

creación, el universo de las experiencias objetivas, pero no de susproductos distinguiendo aquí como antes lo había hecho OswaldSpengler entre el producirse y el producto como últimos elemen-

tos de lo que está absolutamente dado en la conciencia y con laconciencia, de 1 que se sigue inevitablemente que el producto siem-pre implica un producirse y no viceversa y por in el mundo Tresque es el que está constituido precisamente por los productos dela mente humana y allí contabilizamos las obras de arte la cien-cia, el lenguaje y las teorías acerca del yo y de la muerte y todaslas teorías científicas aunque puedan no ser verdaderas las his-torias y los mitos.

Al hombre su ser le es dado en el mundo y en ese espacio elhombre coexiste con las cosas y convive con los otros hombres.

En ese medio respecto de la acción humana todo lo que im-porta realmente es el futuro porque el pasado ya fue y el presenteestá siendo. Hartmann decía con esa notable capacidad de pleni-tud y de síntesis para expresar sus ideas que:

Lopasado ql.U da eternamente quieto y n d lo cambiará. Thm·poco el presente puede ser cambiado pues este ya trae consigo suirreversible determinación. Solo lo que todavía no ha ingresado alpresente, lo todavía sobreviniente a nosotros ... puede aún ser in-fluido y encaminado .. la capacidad de anticipación atraviesa labarrera del presente, traspasa los férreos limites de la realidad,cuyo curso temporal el paso del tiempo nunca atrapa. Solo el pen-samiento lo atrapa, él es intemporal .. levanta el velo tendid<J so-bre el futuro ... Nicolai Harlmann Ontología, tomo Il Sección V,capftulo 28 a) Fondo de Cultura Económica, México, 1956).

Respecto de la acción humana el hombre necesita saber parapoder obrar y en el modo premonitorio de la acción humana haydos categorías de datos y de cálculos que en modo alguno son sus-ceptibles de ser reducidos a uno solo.

Ese catálogo de datos absolutamente necesarios para encarar

la realización del acto más trivial o el más significativo, el másintrascendente o el más importante no son alcanzables por lasmismas vías gnoseológicas ni con la misma metodología.




Hay un núcleo de ellos que se vincula al cómputo de las rela·ciones naturales y otro sector que tiene que ver más bien con elcálculo jurídico.

Algunos sociólogos cuyas ideas analizamos en nuest ro recorri-do teórico Ferdinand Toennies en parte aunque no muy conven-cido Max Weber más radicalmente pero esencialmente Simmeles quien ha señalado con absoluta claridad esta característica dela vida humana de hallarse a un tiempo traspasada de realidad yde deber ser. Dice Simmel en ese sentido:

. . . "Yo creo que la realidad comparte con otra categoría esa po

sición de monopolio con respecto a la serie de la experiencia bajoesa segunda categoría en cierto sentido paralela a aquella y enmodo alguno reducible a ella experimentamos continuamentenuestra vida: es la Intuición de la vida. Una categoría del deberser .. ealidad y deber-ser son categorías parejas que la conciencia aplica a nuestra vida y en que ésta es experimentada

Es indispensable conocer el comportamiento de las cosas y tam·bién el de los hombres con los cuales nuestra conducta se interfiere.Lo uno es conocimiento del ser lo otro es conocimiento del deber ser.

Toda teoría jurídica que transgreda ese límite y en lugar defuncionar hacia lo futuro atienda a lo pasado es decir a buscar lajuridicidad en el hecho cumplido efectivamente no tiene en cuentaeste aspecto esencial de la condición humana este modo especial dela acción humana cargada de porvenir y de expectativa. No hay po-sibilidad de acción humana sin cálculo especulativo de futuro. Es

absolutamente necesaria esa elucubración aunque solo esquemá-tica de la acción para poder obrar porque toda acción es una co-

acción es una acción con otros frente a otros donde se controviertemi obrar con el del otro con el que se establece la relación jurídicaque no es sino la base orgánica que se evidencia en el contexto desus elementos que mutuamente se apoyan y condicionan en eldesenvolvimiento que descubrimos en su nacer y en su perecer.

Este cálculo anunciado de la acción integrado por un complejode hechos motivantes y de cómputo vaticinante esa segunda par

14 Sirnmel Georg Buenos Aires 1960 Editorial Nova p. I. 14819



138 RIEL ÁLV REZG ROIOL

te, que implica el cómputo no de hechos, sino de acciones espera-das solo alcanza valor bajo la forma del cálculo jurídico fundán-dose en normas que son las coordenadas necesa rias dentro de las

cuales se despliega la acción humana.Las leyes de la naturaleza no pueden ser violadas. Las de la

sociedad sí pueden serlo y de hecho lo son muy frecuentemente.Sin embargo esa frecuencia no debe hacernos perder el punto demira del derecho, que es el plano de la acción por venir.

No desconocemos que el aspecto más dramático de la vida delderecho se produce en el instante del quebrantamiento del deberprescripto por la norma pero el mundo jurídico no funciona sólo

en la infracción sino mucho más en la obediencia. Son muchísi-mas más las acciones que realizamos en concordancia de los debe-res impuestos que aquellas que infringimos.

Estoy escribiendo este párrafo aún a sabiendas de que vivimosen una Argentina gravemente infractora y corrupta que Juan JoséSebrelli en uno de sus más fecundos libros llama el país de lasoportunidades perdidas . En efecto, los argentinos tenemos unahistoria en la que el ejercicio del poder dentro del orden constitu-cional, ha sido burlado reiteradamente. Desde 1930, hemos recu-rrido a las mal llamadas vías de hecho , de manera harto fre-cuente y si bien es cierto que recuperamos para nuestra Nación,el camino de la democracia, no podemos dejar de advertir, quenuestro mal hábito sobrevive más de lo que debiera.

El hecho de que los reclamos de la gente se expresen del modoque se ha hecho penosa costumbre en nuestra República, aún re-conociendo que la situación económica y social del país ha venidodeteriorándose casi sin solución de continuidad desde hace ya de-masiados años, 1 que en principio podría legitimar esos desbor-des populares, profundizando la ira de los violentos, no puede seraceptada. Los piquetes grupos, conjuntos, patrullas o bandas ytodas las variadas formas de representación popular extrañas alorden constitucional y al estado de derecho, hacen que la violen-cia crezca en las calles y uno advierte, con dolor, que los órganos

del Estado permanecen impasibles cuando no comprometidos al-tos funcionarios del Gobierno que negocian con los infractoresque, en el caso, no son sino delincuentes y por el otro lado, el tema




de la corrupción regresa una y otra vez a ocupar el centro de laescena desde las más altas investiduras del Poder.

Hay que tener en cuenta que las naciones no cumplen un des

tino preestablecido, sino que sus triunfos y sus fracasos, son la consecuencia de sucesivas generaciones que van enhebrando con el auxilio de su voluntad y de su trabajo, ese resultado común que conorgullo llamamos Patria. Nuestra pobre Argentina, no es ni mejor ni peor que ninguna otra. Ni estamos condenados al triunfo nicumplimos un anatema que nos conducirá ineluctablemente a uneclipse final y definitivo. Todos los días es la misma pregunta quenos formulamos, con el mismo énfasis y siempre como si fuera la

primera vez: ¿qué nos pasó? Luego de más de ciento cincuentaaños en cuyo transcurso logramos independizarnos de nuestraMadre Patria consolidar con el vigor de nuestras heroicas fuerzas armadas la libertad propia y la de tres países hermanos latinoamericanos, cuyo agradecimiento por la libertad regalada, siempre les cuesta reconocer y en última instancia agradecer, recuperar el desierto para la civilidad, abrir nuestras fronteras paratodos los hombres del mundo que efectivamente vinieron a po-blar nuestro territorio, ayudándonos con su esfuerzo a colocarnuestra economía y nuestro desarrollo entre las diez naciones máspoderosas de la tierra. ¿Qué nos pasó?

La respuesta a este interrogante, creo que carece de sentido.Parangonando la cuestión, es como cuando al fmalizar la Segunda Guerra Mundial, Europa se lanzó a la búsqueda de los culpables de la guerra. Y allí todavía resuena l dramática respuestade Malraux y de Sartre. lbdos y cada uno en la medida de su

responsabilidad somos culpables. Ello por cierto no implica igualarlos a todos en culpas y reveses, sino señalar sencillamente queninguno pudo realmente escapar de ese ocaso inevitable. Lo importante será intentar superar el clima de fatal descreimiento quenos embarga y asumir el convencimiento de que no podemos cont inuar haciéndonos cargo de que la aceptación de la decadencia esun mal inevitable.

LA ESPECIFICIDADE LO JURloICO NUESTRA OPINiÓNCon referencia a la investigación del objeto de la juridicidad, o

más precisamente la cuestión de l determinación de la especifi.ci-




dad de lo jurídico, el esquema dentro del cuál se puede plantear eltema, podría reducirse, en apretada síntesis, a las concepcionesque o circunscriben dentro de los límites de una sola región de

entes y entonces el derecho debe adscribirse a una sola dimensiónontológica y aquellas otras que por entender que el derecho no seencarna s610 en una sino en varias regiones formulan teoríasplurirregionales o pluridimensionales.

Las teorías que así lo hacen, atendiendo no sólo al ser del objeto sino a la fmalidad del mismo y a su funcionamiento como regulador del comportamiento humano que ven juridicidad tanto enla norma prescriptiva de derechos y obligaciones como en la reac-

tualización de esos preceptos en la conducta real de los destinata-rios, cuanto asimismo en los valores que tiende a realizar en sufuncionamiento, confunde el plano de la pura ciencia del derechocon el de otras disciplinas que estudian el fenómeno jurídico y aúncon su praxis.

Ninguna ciencia tiene pretensión plurirregional en cuanto a laesencialidad de su objeto propio, no obstante que las materias --ensentido genérico- que hacen al ser de su objeto, no agotan su esen

cia, como entes en ser objetos de ese saber científico, sino que, generalmente su naturaleza trasciende los lfmites de ese conocimiento.La voluntad la conciencia, la emoción, como objetos del saber

psicológico, no agotan su existencia en ser entes que constituyenel objeto propio de la psicología. Casi ninguna obra humana estáexenta de voluntad. La conciencia puede ser un elemento del delito.La emoción, un ingrediente indispensable de la creación estética.

Sin embargo, a ningún psicólogo se le h ocurrido jamás que

en razón de que la voluntad hace a la elaboración de cosas huma-nas éstas se constituyen también en el objeto de la psicología; asícomo a ningún psicólogo nunca se le ocurrió que por ser la conciencia, a veces, un elemento del delito, éste el delito) como talintegra el objeto del saber psicológico o una de sus dimensionesontológicas; ni tampoco pudo de ningún modo concebirse que, porser la emoción un ingrediente indispensable de la creación estéti-ca, esta como tal constituya objeto de la teoría del arte.

Una concepción jurídica que considere elementos del fenómeno jurídico a tres diferentes modos de ser, porque efectivamenteencontramos lo jurídico en la conducta de jueces, abogados, legis-




ladores y simples habitantes del país en tanto realicen actos jurídicos; lo descubrimos en leyes códigos manuales y tratados sobreesta disciplina como así también 10 hallamos en el sentimiento de

justicia o injusticia que unos y otros <=onducta y normas- puedanproducimos nos parecería tan absurda como una concepción de lapsiquiatría que porque descubre manifestaciones de este fenóme-no en los sanatorios especializados en los manuales de la discipli-na en los campos de batalla en la novela en la cinematografia eincluso en los cotidianos actos de conducta del hombre común pre-tendiera afirmar que no es la mente humana el objeto de ese sabersino que es esa mente en inescindible vinculación con una dimen-

sión fáctica o real con otra asistencial con otra cinematográfica onovelada y -porqué no también- con otras formas posibles en quese pudiera presentar el fenómeno psiquiátrico.

Cierto es que hay manifestaciones de juridicidad en esos dife-rentes ámbitos como así también es cierto que la psiquiatr ía comociencia nació en el más singular de los lugares: el manicomio; ysalió a la luz en los campos de batalla de la primera guerra mun-dial y ha alcanzado desde entonces una precoz madurez. Cierto esasimismo que la psiquiatría descubrió que en l demencia está laverdad porque en ella la personalidad se revela poniendo al des-nudo todos los mecanismos de la mente que el hombre normaloculta celosamente por prejuicio o timidez. Pero todas esas verda-des no autorizan a concebir difusamente el objeto de ese sabersino que no obstante todo ello la mente anormal sigue siendo elobjeto propio de esa disciplina científica lo que en modo algunosignifica diluir su entidad ontológica.

y podríamos continuar la demostración del absurdo agregan-do que por cierto la mente anormal no es ajena al derecho entanto que los actos realizados por un demente tienen un tratamiento y están sometidos a una consideración jurídica fundamen-talmente distinta de aquellos otros que realiza un hombre cuerdo;como tampoco es ajena a la sociología en tanto la coexistencia enel grupo social de las personas normales con aquellas que no lo

son crean no pocos problemas; como tampoco está divorciada dela historia en tanto que los ingredientes patológicos de las másgrandes figuras políticas de la humanidad han marcado rumbosde enorme trascendencia en el desarrollo de la civilización.



42 ARIEL ÁLV REZ GARDIOL

Es decir que cuanto más, ello nos autorizará a la elaboraciónde una psiquiatría forense o jurídica, de una psicopatología socio-lógica y de una historia de la psiquiatría, así como la presencia de

hecho y valor en el derecho, hacen al ser de una sociologíajurídicay de una teoría de la justicia.Taine dijo de 8tuart MilI, casi como acusándolo, que se cortó

las alas para fortificarse las piernas. Nosotros creemos, como ensu momento lo creyó Stuart Mill, que es absolutamente necesariofortificar los fundamentos del saber, aún cuando ello pueda signi-ficar sacrificar las alas yel vuelo de lo quimérico, cuando ese vuelo,no despreciable en la elaboración del edificio de la ciencia, pone en

serio peligro la seguridad de los destinatarios últimos de l juri-dicidad: los hombres, los receptores finales de la ciencia jurídica.La norma jurídica, como objeto de la ciencia del derecho, es

una abstracción, y por tanto, es una diferenciación de 1 fáctico oconcreto que sería en su realización, una determinación particu-lar de 1 abstracto.

La norma, en tanto abstracción, está en un plano distinto al delas particulares ocasiones concretas que se dan en la experiencia,

diferente de 1 que actual y efectivamente ocurre. Es en definiti-va, la abstracción de una posibilidad, que puede o no ocurrir en elplano de lo real concreto y que en su realización efectiva, es total-mente independiente de la abstracción en sí misma.

Esta es la esencia inmanente, la estructura propia y específicadel derecho. No ignoramos, por cierto, que las fuerzas económicasy sociales influyen y en alguna medida condicionan al derecho. Nodesconocemos tampoco que el derecho realiza valores. Pero esos

ingredientes no hacen a la esencia constitutiva de la juridicidad,sino más bien a una especie de existencia refleja, que no altera nimodifica la especificidad de lo jurídico.

Thda esta problemática, juzgamos, no concierne al ser del de-recho, y su cercana proximidad, no permite en modo alguno quese la confunda con él. Así como la atmósfera es un objeto sin elcual no podría concebirse la vida, pero no se confunde con la vidamisma y no se incorpora al objeto ser vivo , así tampoco la íntima

adyacente proximidad de las dimensiones hacia las que puedeapuntar el deber ser, en cuanto estructura lógica, hace que losobjetos que éste contacta en su funcionamiento, se conviertan, por




vecindad, proximidad o yuxtaposición, en objeto propio de la juri ·dicidad.

La norma jurídica no puede ser soslayada de la vida social;adquiere casualmente importancia en tanto

yen cuanto

fenóme·no social, de igual forma que la vida, no puede concebirse sin lapresencia permanente de la atmósfera. Pero así como la atmósferano es objeto propio de las disciplinas biológicas, tampoco ni la fac-ticidad ni el valor pueden ser objeto propio de l ciencia jurídica.

Una cosa es, por tanto el derecho como objeto y consideradotal cual es en sí, y otra muy distinta si se atiende a todos los mo-dos que participan de ese objeto. Ser, existencia y realidad referi-

dos al derecho, no son sólo diferentes modalidades de la afirmación, sino que casi puede afirmarse que designan diferentes obje-tos a los cuales puede aplicarse la afirmación.

La palabra ser, no tomada en sentido relativo que hace quetodo objeto de la afirmación sea un modo de ser, sino en su perfec-ta pureza que excluye toda relatividad está indudablementemucho más próxima a la estructura de los objetos ideales que acualquier otra categoría o región ontológica. Por el contrario la

existencia y la realidad en cuanto facticidad, o proceso histórico,perfila más la estructura de los objetos culturales y hasta de losreales, pero sin duda relativiza la pureza de su ser.

Lo expresado nos conduce a pensar si la circunstancia de encontrar la expresión derecho en tan heterogéneo dominio de ob-jetos -que por momentos parecieran estar sólo accidentalmenteyuxtapuestos sin constituir una unidad tangible- no dependeráfundamentalmente de no haber advertido que el derecho que atañe

al objeto de la ciencia jurídica, no es el mismo derecho que concierneal objeto de la historia del derecho, ni tampoco a aquel que es preocu-pación de la sociología del derecho o de la filosofía del derecho.

Si así fuera, indudablemente lo mejor sería seguir sin desvíoslas líneas divergentes de los distintos problemas que conducen acada una de estas disciplinas, sin anteponer a esta investigaciónuna indagación apriorística, válida unitariamente para todas.

Si así fuera, la indagación ontológica, mucho más que la pri·

mera preocupación, que el presupuesto básico, que la philosophiaprima se convertiría en una indagación final, una investigaciónque diera por supuesto y conocido todo el trabajo de investigación



144 RIEL ÁlV REZ G RDIQL

de otros dominios del saber ajenos a la ciencia del derecho; endefinitiva en una philosophia póstuma que describiría un objetode una especie ideal como abstracción lógica cuando recortase losperfiles del objeto de la ciencia del derecho y que aceptase otrosdominios o regiones ontológicas cuando éste mismo objeto se parasita como objeto de investigación de otra disciplina que estu-diando el fenómeno jurídico no lo hace como integrante del cálculopremonitorio de la acción humana sino como hecho cumplido comoacontecimiento histórico como producto de la convivencia social oen cualquiera de las otras modalidades que hemos ya señalarlo.

La ciencia como dijimos sólo puede brindar al investigador

una visión parcial fragmentaria de la totalidad de los objetoscontabilizados en su haber. No hay ninguna ciencia que atiendaal hecho fundamental de la existencia humana de la existenciadel hombre-con-el-hombre inmerso en el todo de la colectividadque integra. La ciencia atiende a la individualidad humana o a lacolectividad.

Ambas son abstracciones ya que el individuo es tal en tanto yen cuanto está en relación con otros y la colectividad sólo puede

concebírsela como acumulación relacionada de realidades vitales.Pero pretender hacer una simbiosis de dos realidades buscar unorden que sintetice esos dos objetos creando una disciplina polimórfica es pretender conciliar lo irreconciliable en los cauces dela ciencia.

EL PROBLEM EL OBJETO Y DEL MÉTODO

Como tuvimos oportunidad de expresarlo en otro trabajo ante-rior existe un gru.po importante de ciencias en las cuales la situa-ción de su objeto no ha sido nunca problema de debate teórico nide polémica dentro de las respectivas comunidades científicas. Nosreferimos al caso de la mayoría de las ciencias vinculadas con lonatural la biología la botánica la zoología la física.

Hay otro gru.po de ciencias acerca de las que habiendo sido suobjeto tema de polémica se ha llegado a un consenso casi definiti

vo en el ámbito de las respectivas comunidades de sus cultivadores a partir del cual se orientan la sucesión de los esfuerzos posteriores. Estamos pensando aquí en la Sociología la disciplina de



DERECHO Y REALIDAD

nuestra inmediata preocupación,en la Psicología, por ejemplo,cuyos respectivos objetoshan sido cuestión deliberativa conside-rable, cuando no rivalidad polémica, peroen cuyos territorios seha plasmadouna suerte de beneplácito concierto, que permite re-ferirse a él con inequívoca eufonía.Otras por fin, en las que eldebate respecto del objeto desu consideración científica sigue sien-do objeto deintensa porfia.

Dentrode este último grupo, ocupasin duda un lugar prepon-derante la ciencia del derecho, no solo porquehaya divergenciaentre sus conspicuos cultivadores respecto dela naturaleza delobjetode su temática, sino porla singular circunstanciade que la

polémicahaya transitado,en su consideración teórica, casi portodaslas diferentes regiones que describela ontología.Sabemosde la carga polisémica que soportaesta policroma

palabra: derecho.Es indudable que se nos exhibe comoun panorama de cam-

biantes perspectivas quealterna sus tonalidades según se ubiquecomo predicación deun saber o de otro.

Hablandode derecho, estamosfrente a una palabra sutil queen su multidimensionalidad se nosmuestra como conuna fuerzaproteicatan intensamente cambiante que no siempre se refiere auna misma sustancia, yasí comouna nimiedad, puedeser tantocomouna demasíay un exceso como tambiénuna poquedad o cor-tedad,la palabra derecho tienetantas acepciones que no dudarÍa-mosen afirmar que esuna de las vocesde nuestra lengua conmásvariadas funciones gramaticales y conmás plena multivocidad yello hace que, segúnsea la disciplina que se aproxima asu con-ceptualización, nos modifiquesu imagen y es lo quet l vez podriaexplicartanta controversiaen la doctrinaen cuanto asu ubica-ciónen el ámbitode las regiones ontológicas.

Esa polivalenciade la palabra derecho, desde el punto devistagramatical, hace que se nosaparezca en funciónde sustantivo,comode adjetivo, como adjetivosustantivado y tambiénen fun-ciónde adverbioen este último planoen diferentes modos adver-biales,así por ejemplo cuando se nos emplaza aestar a derecho,como cuando enfáticamente repetimosl locución popular ¡nohayderecholt .En alguna otra oportunidad nos hemos planteado sientre las distintas disciplinas queestudian el fenómeno jurídico,



46 RIEl ÁLV REZ G RDIOL

el objeto derecho al que ellas refieren es la misma cosa es decir elmismo tipo de objeto o en cada una de ellas asume diferentes dimensiones y características.

Si pensamos por ejemplo en el derecho que hace al objeto de laporción disciplinar de la Historia del Derecho en cuanto especialización de la Historia el objeto derecho radica en el estudio de losorígenes y en las transformaciones de las instituciones jurídicaspermitiendo con ese instrumento la mejor comprensión de la realidad jurídica actual en relación con las facetas que experimentósu evolución en el pasado.

Cuando afirmamos que alguien realizó tal o cual acción desde

lo más trivial hasta lo más sublime no nos referimos a la actividad total sino que atendemos a los límites que ese hacer represen-ta como causa de determinada consecuencias.

Aquí en esta disciplina el derecho se asimila a los otros monumentos documentales de la Historia como las pirámides egipcias o el Decálogo de la Ley Mosaica. Allí en cuanto el derecho esobjeto de la Historia del Derecho no cabría duda de que el objetoderecho tiene un sentido pretérito que lo adhiere al ámbito de los

objetos culturales.Creo también que como contenido material de la Enciclopedia

Jurídica el derecho se nos muestra como un acopio del materialjurídico sistematizado en el tiempo_ Si nos referimos por ejemploal intento de d o l f M e r k l l ~su propuesta consta de una parte general en la que desarrolla una Teoría General del Derecho seguida de una Parte Especial en la que despliega las principales disciplinas jurídicas con una introducción referida al Estado. Aun

que el propósito de Merkl importó una intencionada superacióndel racionalismo jusnaturalista lo cierto es que la visión enciclopedista es un intento corporativo y globalizador en cuyo contenido el derecho aparece casi solo substantivado mostrado como unapieza de singular valor pero como yermo sin vida trascendiéndosea si mismo. Aquí derecho nos parece que también puede subsumirse en la región de los objetos culturales.

15 Merkl Adolf Enciclopedia quinta edición traducida por W. Roces- Ediciones.




En suma no tenemos duda alguna de que cuando nos referi-mos a un detenninado sistema jurídico el Derecho Romano Im-perial o el sistema jurídico uruguayo tenemos la absoluta certeza

de estar desplazándonos en el plano de los objetos culturales. In-cluso si pensáramos en nuestro propio derecho desde afuerametafóricamente hablando y si es que esto fuera posible nuestramirada de espectador podría calificar a esa estructura nonnativacomo un objeto cul tural . Pero claro digo si es que esto fuera posi-ble porque es como imaginar el mundo como una totalidad uni-versal sin nosotros desde afuera. Tenemos claro que si prescindi-mos de nosotros en la descripción del universo estamos haciendouna descripción ontológicamente errónea ya que estaríamos pres-cindiendo de una porción del todo que quita sentido a la totali-dad. Estamos excluyéndonos a nosotros y entonces el todo no esya el todo simplemente porque faltamos nosotros.

Si pensamos al derecho como adjetivación de lo sociológico comoefecto de algunos hechos sociales o como causa de otros hechossociales si pensamos en que el derecho se compone en el sentidode que se produce como elaboración tanto en la faena legislativacomo en todos los otros modos de producción de nonnas y junto aél en el derecho que se realiza en cuanto a su cumplimiento es-pontáneo o también el que se comete en la infracción en el incum-plimiento que desencadena la consecuencia sancionadora del apa-rato coactivo del Estado y aún en el que por cualquier circunstan-cia la evade aquí nuestra ubicación ontológica está sin duda re-cortando los perfiles de los objetos reales. El derecho adjetivadoen la Sociología Jurídica en cuanto búsqueda de l elaboración demétodos de investigación para la indagación de regularidadesbasadas en la observación directa de las exteriorizaciones fácticasy hasta donde sea posible en la medición exacta de los fenómenossociales el derecho es realidad.

Pero claro es otro derecho.Hay también otro modo de realismo que es el que surge de aque-

lla muy famosa expresión de Oliver Wendell Holmes 6 cuando afirma:

6 Holmes Oliver Wendell The p th ofthe law Harvard Law R



14 ARIEl ÁlVAREZ GAROIOL

' las profecías de lo que los Tribunales h rán de hecho y no otracosa más ambiciosa. es to l l e entiendo por derecho .

y de esto se ha inferidoque en el pensamiento de Holrncs, elderecho era una ciencia dest inada a predecir no loque deben hacer los ju eces, sino de hecho quees lo que estosharán en el cumplimiento de su magisterio . Sin embargo,si se hubiese prestadouna más pr eocupada atenciónal párrafo en el cual está incluidaesa frasedel textode Holmes, esdecir,el contextoy lasit.uación.comodiría Carrió (Genaro obviamente)la base en la que se fun-damenta la predicc ión, no es otra cosa muy distinta de lo qu e nosotros llamamos la ley, ya qu e él se refierea un cuerpode dogmasencerrado dentro del líneas precisas textualmente:

a bod .y o{dORma enclosed within de(i.nitiIJe Unes .

En rea lidad la concept.ualización cient.ífica quepodríasurgirde una consideración comola expresadaen el discurso de Holmes,nos ubica en dos planos epistemológicosdiferentes. Unode esosplanosse referirla auna disciplina ocupadaen predecirloque lo sju ecesdeben hacer y otra muy dif erente y en un giro casi copemicano,en l que l preocupacióncientffica,se dirigirlaa predecirlo quelos ju eces efectivamente harAnen el cumplimiento desu funci6n.

Si nosreferimosa la primera disciplina, con el arsenal metodológico adecuado,deberá darno s cuentade lacorrespondencia delha cer delosjueces, conun detenninado sistema normat.ivoal que,como tales, debenacatamiento . En ese ámbito cient.ífico, pareciera de la más absoluta obviedad,que las inferenciasde ese sabercientíficoen modo alguno coincidiránen efecto conlo que lo quelos jueces hagan en la realidad, ya que desdeesa perspect.ivahabrá que contabilizarno sólola no ciertamente infrecuentedosisde erroresen que incurren lo s jueces, como sereshum anos queson, yerrare hum num est , perseuerare Qutem diabolicum (Séneca),sino también los afortunadamente ~ n o sfrecuentessupuestosen lo s quelos juecespr eva rican, inscribiendoentre susresultadosentonceslas decisiones que son la consecuenciade 1 que tos jue-ces deben efectivamentehacer y juntoa ello, el conjuntode reso-




lucío ne s dic tada s en la cre en cia e rr onea de ha ber hecho lo Iuedebier on h ace r, s in olvidar naturalmente aquellas resolu cio n< sen la s qu e exce pcionalm ente hacen aquello qu e s aben claramenteque no deben hacer, pero que por algú n fin inconfesa ble y espu ri o,les conviene hacer . La otra ciencia, es aq ue lla otra ocupada enpred ecir lo que los juece s harán en realidad , es decir aquella cuyoobjeto recorta los pe rfll es de la realid ad y sin embargo , aún en lasmá s crudas expresiones de escc ptici smo a n te las regl as , ellas cumplen algún papel. y como hemo s visto en Holm es , éste no es porcierto se cundario ni menor.

Por lo demás, e l he ch o éste Que desc ribirí a los perfiles d e unsa ber a n clado en la facticidad. no se le pr esenta al intérprete consus límites cla ra y absolutamente definible s.

Si pen sa mos en e l derecho qu e e n seña mos en la di scip lina llamada Introduc ción al Derecho, cuando con su mediación , int entarnos inse rta r a nu est ros alumnos en e l mun do jurídi co , si nos rC f

rimo s a l der echo que se constituye en la médula de esa di scip lin apr opedeúti ca, con la que nos propon emos de s pertar más qu e laese ncia , la se n sac ión del derecho , más qu e e l contenid o, el sen timien to d e l derecho, y a través de los cu ales o mediante su solava ledera certeza, no s adentramos en el estudio d e la s fuente s, delos concept os jurídi cos fundamenta les, de la s va riad as xpre sione s de normatividad , ese derec ho Que más Que e xponer d esc ribimos, no par ec ie ra acepta r la estructura de la realidad , si no m ásbien, el cómodo asilo d e la creació n humana como cultura. En es aregió n hemo s asumido qu e el der echo es un objeto con un a altaproporción de componente hum a no en su creación yesos obje to shan s ido est udiad os por la Filo sofía de nu est ro tiempo adscribiéndole s la s precisas ca ra cteristicas qu e ostentan con definitiv a difer enciación de los objetos naturale s y de los ideale s . La culturaes esa pa rticular entidad de la realidad, qu e se edifica modificando esa otra realidad natu ra l, que el h ombre encontró en e l mundoya realizad a y Que él adapta a la ne ces idad de co nvivencia con losotro s seres. Ambo s so n s in duda real es, tal real es el frondoso á r

bol que crece es pont á ne a mente en la se lva, como el mismo exuberante árbol plantado en la pla za por el hombre . Cuan do pe nsa mo sen el der ec ho con esa condición d e se r un obje to d e la cu ltura convertimos a l mundojur fdieo en una descripción de hechos , ya aco n -



150 RIEL LV EZ GARDIOl

tecidas esta perspectiva que responde sin duda a una especie dedefecto profesional que nos afecta a los juristas tanto jueces comoabogados se corresponde con lo que realizamos en el efectivo cum-plimiento de nuestro quehacer profesional ya que todos los juecesoperan respecto de los actos jurídicos realizados y supuestamenteincumplidos por algunos de los protagonistas lo que pone en fun-cionamiento el proceso judicial por algunos de los medios habili-tados para ello y aún cuando los abogados a veces sin duda lasmenos asesoramos en cuanto a la acción a ser realizada por nues-tros clientes fuerza es admitir que el grueso de nuestra tareaprofesional se despliega en torno a las acciones que nuestros clien-tes realizaron. Ello determina que no tengamos presente que sibien es cierto que en muchos casos la visión de juridicidad se pro-yecta hacia el pasado en muchos más seguro que cuantitativa-mente en la mayoría la visión proyectiva es hacia el porvenir yaque creo yo por lo menos son decididamente muchos más los con-tratos que se cumplen que los que se vulneran son muchas máslas prescripciones jurídicas que se acatan que las que se violan

son profusamente más los deberes que se respetan que los que sequebrantan y ello aún en nuestro país natural y proverbialmenteinfractor a ultranza en el que tendríamos tal vez que analizarnuestra vida institucional y los controles y la coerción que debeser ejercida frente al incumplimiento de las prescripciones conte-nidas en el deber jurídico de la norma ya que creemos que unasociedad funciona como tal a partir del respeto a las normas y ala imposición de las sanciones que deben ser imputadas a quienes

quebrantan esos deberes. Esto de alguna manera nos conduciríaal escabroso problema de confundir la autoridad con el autorita-rismo que probablemente sea una de las peores característicasde la Argentina de nuestro tiempo pero claro esa es una cuestiónque nos despojaría de la médula central de nuestra tarea.

Cuando enseñamos la descripción de las distintas regionesontológicas tanto siguiendo la prolija clasificación de Husserl comooptando por la descripción que proponen Müller o Whithehead se

ejemplifica casi siempre que los objetos de la aritmética de la geo-metría y de la lógica son objetos ideales: los números las figurasgeométricas o el razonamiento por ejemplo. Esto creo que nunca h




sido objeto de cuestionamiento para fortuna de ninguno de estossaberes y desde esa perspectiva entonces, la lógica de Pfaender ,por ejemplo, puede ser estudiada casi de la misma manera que losería la hipoteca o el fideicomiso, como una creación humana do-tada de los atributos de la temporalidad y de la espacialidad.

Pero, naturalmente, esto es posible solo si intentamos estu-diar la lógica de Pfaender que podríamos referir con la escrupu-losa ecuanimidad semejante a la que emplearíamos para descri-bir el desarrollo de la Guerra de Troya, la caída de Constantinoplao un cuadro de Dalí. Pero la cosa variaría sensiblemente su puntode inflexión, si en lugar de proponernos estudiar la lógica dePfaender intentáramos estudiar lógica aplicando los principiosformulados por Pfaender, y en esta hipótesis habríamos penetra-do sorpresivamente en un universo integrado por objetos ideales,que están allí como esperando nuestra indiscreta pesquisa paraponerse en movimiento a nuestro servicio.

Cuando pensamos en el derecho que integra nuestro ordena-miento normativo, el ámbito de los objetos de la cultura o el de los

de la realidad, no son compatibles con el funcionamiento de esesistema, como regulador del comportamiento, porque allí, la úni-ca actitud posible es la de la aceptación dogmática y , conducidospor ella, nos cabrá la alternativa ineluctable de acatar las pres-cripciones y actuar en consonancia con ellas o violarlas y estardispuestos a aceptar las consecuencias que implacablemente de-berán ser imputadas en cabeza del autor, aún cuando por algunacircunstancia propia o ajena al sistema mismo, tal atribución de

responsabilidad no sea materialmente posible.Desde la dogmática, entendida como resultado de pensar el

derecho como un ingrediente de la acción humana y como un datoindispensable para que la acción programada sea posible, la acep-tación de la norma con su contenido fáctico y valorativo predeter-minado, es absolutamente imprescindible.

Para que la acción sea posible, l aceptación de la norma tal

cual es, dogmáticamente es necesario.El pensamiento dogmático, que es mirado no pocas veces con

un cierto desprecio, es el resultado de un largo y no pocas vecespenoso proceso histórico.



152 RtEL ÁLV REZG RDIOL

Después de siglos de esclavitud, se modificó el derecho de unmodo definitivo e irreversible ya que nadie hoy, auspiciaría la san-ción de una ley que restablezca la institución de la esclavitud, que

otrora mentes lúcidas y sin duda nobles, como las de Aristóteles,San Agustín o Santo Tomás de Aquino, no sólo aceptaron sino queconsideraron porciones esenciales de derecho natural.

L SEGURID D Y L PERSON LID D HUM N

La seguridad jurídica es la resultante de varias exigencias queconvergen en el momento de la aplicación del derecho. Veamos;

a) Heteronomía.Cuando estudiamos los criterios de diferenciación de las dis-

t intas normas éticas de regulación de la conducta, indicamos queaún cuando todos ellos eran portadores de una plausible porciónde razonable ponderación de verdad, pueden en su aplicación con-ducir a resultados equívocos. Indicamos allí para el derecho, lanota de bilateralidad que surgió originariamente de RudolfStammler, en su modalidad de entrelazante, como conceptualizóa la voz derecho, como querer entrelazante autárquico e inviola-ble y que García Maynez, recordando la fórmula de León Petra-zicki, reca1ificó de normas «imperativo atributivas para distin-guirlas de la reglas de la moral que eran s610 imperativas . Apartir de las ideas de uno de los más originales representantes dela Escuela Clásica del Derecho Natural, me refiero a ChristiánThomassio, aparece como criterio diferencial la interioridad de lamoral para oponerlo a la exterioridad del derecho, que merecióuna reelaboración del criticismo kantiano, a lo que agregó el crite-rio de autonomía de las normas morales y heteronom(a de las jurí-dicas. En general es dable aceptar que las disciplinas, éticas ycientíficas que se preocupan de la conducta humana teórica y apli-cada, reclama de una analítica rigurosa que permita posicionarcon claridad los conceptos que ellas manejan. En l Fundamenta-ción de la Metafisica de las Costumbres, Kant nos dice que:

Ni en el mundo ni en general tampoco fuera del mundo esposible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin res·tricción, a no ser tan sólo una buena voluntad .




De este párrafo se infierela nota de heteronomía, como modelode motivación del comportamientoque se corresponde con elobje-to exterior dela acción,al que se oponela ideade autonomía, propiade las nonnas moralesen cuanto ellas derivanestrictamente dela voluntad del que obra actuando por deber y noen consonanciacon el deber.Por el contrariola heteronomíade las normasy delderechot l vez como su paradigma, es establecida con absoluta pres-cindencia delquerer del obligado y se le imponeheteránomamentedebiéndole acatamiento,aún cuandoen su íntimo proceso racional,pueda no compartirel contenido deldeber impuesto porla nonna.

Esta heteronoDÚa debeser rigurosa y consecuentemente nodebe reconocer excepciones y menos que ningunaotra no puedeadmitirla de los jueces que debenser los primerosen consagrarla.

b) Precisiónen el lenguaje del legislador.Tanto cuando nos referimos alas ideas de Whitehead, que

merecióagudas críticas de algún ftlósofo que expresó quemuybien puededudarse de que nadiehaya podido comprendersu filo-sofíapor completo,por la complejidad expositiva desu lenguaje,oportunidaden que recordamosla feliz expresión de Ortega, cuan-do sostuvo que La claridad esla cortesía del filósofo , como cuan-do hicimos referencia alas ideas de TalcottParsons de quien sucolega Sorokin dijo quemanejaba un argot abstruso e ininteligi-ble, es indudable que le legislador debeser prolijo, precisoy claroen la elaboración lingüísticade la ley. En la teoría metodológicade la elaboraciónpropuesta por RudolfvonIhering no faltóla leyde belleza jurídica, como ingrediente estéticode la construccióndel derecho, exigidasin el rigor lógico delas otras reglas, peroimpuesta al legislador comouna demanda rigurosa.

c Divisiónde poder.La Constituciónde la Nación Argentina,en su segundaparte

cuando estableciólas autoridades dela Nación creótres órganosfundamentales que son El Congreso dela Nación, a quien le asig-nóla función insigne dedictar las leyes, modificarlasy derogadascon arreglo asu exclusiva potestad; el Poder Ejecutivoal que leotorgó el poder dereglamentarias y cuidar que secumplan y ob-serven y de ejercerla administración general de la República y elPoder Judicial, le atribuyóla facultadde interpretarla y aplicarlaal resolverlas causas expresamente confiadas asu jurisdicción.



154 ARIEl ÁlV REZ G ROIOL

Sin embargo, esa línea divisoria no está tan precisamente e m r ~

cada y aún cuando cada uno de esos territorios funcionales, obradentro de su propia esfera de acción, el Congreso opera con la

mira puesta esencialmente en el tiempo por venir, el Ejecutivo enel hoy y el Judicial en el ayer, y los tres juntos, representan lasoberanía de la Nación. Sin embargo esas tareas adjudicadas, loson para un funcionamiento en armonía, que permite que hayainterferencias que implican que la tal adjudicación de desempe-ños, ni es exclusiva, ni mucho menos absoluta. Ello ha determina-do que Kelsen, aplicando la teoría de la gradación y a partir delprincipio de que el derecho regula su propia creación, prescinde

de factores materiales en la atribución de las distintas activida-des de los órganos del Estado y atiende sólo a las asignacionestécnicas de su competencia. En esa tesitura, en lugar de hablar dela teoría de la división del poder habla de la teoría de la distribu-ción del poder, que admite, por ejemplo que el poder Legislativo,ejercite funciones judiciales, cuando por ejemplo instruye el juiciopolítico artículo 53 de la Constitución Nacional) contra el Presi-dente de la Nación, el Vicepresidente, sus ministros, y los miem-

bros de la Corte Suprema, ya que aún cuando se trata de unaactividad cumplida por el Congreso y en su ámbito específico, esconceptualmente una función judicial, así como el Poder Ejecuti-vo ejerce funciones legislativas cuando reglamenta la ley y aúncuando dicta decretos de necesidad y urgencia, art. 99 inc. 3 CN)y cuando indulta y conmuta penas art. 99 CN inc. 5 ) y participaen la fonnación de las leyes art. 99 CN inc. 3), como asimismo elPoder Judicial, ejerce funciones legislativas y ejecutivas, cuando

eleva proyectos de ley al congreso y nombra y remueve a su pers -nal. y dicta su reglamento interno de funcionamiento art. 113 CN).

Tal vez no haya habido en la historia de la Humanidad, unrecurso político institucional, un instrumento social más inteli-gente para promover el respeto de la persona humana y de su digni-dad, que la teoría de la división del poder, originada en el pensa-miento aristotélico y sistematizada y llevada a su definitiva adultezen Charles de Secondat, Barón de la Brooe y de Montesquieu.

Esta teoría, como decíamos modificada por Kelsen como la teo-ría de la distribución del poder fue el resultado de esfuerzos desiglos en la vida política, de luchas y guerras.



DERECHO Y RE LID D

Hoy estamos alarmados por los desbordes de las facultades delpoder ejecutivo frente al parlamento.

Cuando se ordenó, estableció y decretó nuestra constituciónpara la Nación Argentina como dice su preámbulo, para ordenarjurídica y políticamente la Nación, se crearon tres diferentes ór-ganos de gobierno asignando precisamente las áreas de compe-tencia de cada uno.

Tan convencidos estaban nuestros constituyentes de la necesi-dad funcional y de la efectividad axiológica de esa división que, enel título imperturbable y casi sagrado de las declaraciones dere-chos y garantías art. 29) se consagró aquella disposición categó-rica y definitiva, prohibiendo al parlamento, otorgar al ejecutivo oa las legislaturas de provincias o a sus gobernadores facultadesextraordinarias o la suma del poder público y disponiendo, no sóloque esos actos producen resultados que conllevan una sanción denulidad insanable, sino que hacían pasibles a quienes los formu-len consientan o afirmen, de la responsabilidades y las penas delos infames traidores a la patria.

Sin embargo, este exceso que tan severamente se sanciona fuesin duda moderado en la reforma constitucional de 1994, legali-zando de alguna manera ese delito y autorizando una delegaciónacotada -acotada en plazo, materia y marco- y creando una comi-sión bicameral que jamás se constituyó para consolidar esos fa-mosos decretos de necesidad y urgencia.

La división o distribución de los poderes es, no cabe duda unaexigencia esencial de la seguridad jurídica, tanto en 1 que se re-

fiere a la delegación de las facultades del Parlamento al Ejecuti-vo, como en la supresión de las potestades del Congreso por lainterpretación deformante y prevaricadora del Poder Judicial.

El secreto de la teoría que estamos considerando, el talismánque la misma implica, es dividir el poder para que unos poderesneutralicen a los otros.

Nos parece esencial distinguir la potestad de producir patro-nes normativos conforme a los cuales se regula el comportamien-to de los súbditos por una parte y la función de convalidar o san-cionar con el respaldo de la fuerza pública, los actos que sean unaconsecuencia de la aplicación de aquellos patrones.



156 RIEL ÁLV REZ G RDIQL

Esto que no ven los realistas que ven solo la segunda partedel proceso desentendiéndose de todos los actos anteriores y queson los que le dan fundamento no es de la esencia de nuestro

sistema jurídico.y entonces cuando llamamos política de la anestesia la dele-

gación de facultades del parlamento al ejecutivo tendríamos queaceptar que llamemos prevaricantes las decisiones jurisdicciona-les que crean derecho justo en contra de las expresas disposicio-nes normativas y que esto compromete y lesiona el principio deseguridad.

Si no es posible concebir anticipadamente en el mundo jurídicoque las cosas deben ocurrir con la misma necesariedad con queacontecen en el mundo de lo natural deberíamos concluir que laacción humana se frustra. Al igual que si sometemos un cuerpometálico a la acción del calor se producirá indefectiblemente sudilatación tenemos que tener la misma certeza al sostener que elpago es un modo de extinguir las obligaciones o que en el depósitoregular el depositario solo adquiere la mera detentación de la cosa

debiendo devolver la misma cosa que ha sido materia del contrato; oque el cohecho es punible y el Juez debe resolver aplicando la leyEl derecho es desde esta perspectiva un sistema de nonnas

reguladoras del comportamiento. En consecuencia sin duda elcomportamiento humano en consonancia o disonancia con esasnormas postuladas no le es ajeno. Asimismo el derecho a travésde esas normas se propone realizar valores y por ello los valoresno le son extraños. El derecho en nuestro concepto no es sólo una

realidad lógico abstracta. Si así fuera su estructura ontológicaquedaría reducida a un conjunto de palabras más o menos orde·nadas. Por el contrario el derecho pretende estar en la vidaproyectarse en una dialéctica vital introducirse con un sentido depracticidad funcional regulando y en alguna medida transfonnan·do la vida comunitaria.

La norma jurídica no puede ser soslayada de la vida socialadquiere precisamente importancia en cuanto fenómeno socialdel mismo modo que la vida no puede concebirse sin l presenciapermanente de la atmósfera. Pero así como la atmósfera no puededesde ningún punto de vista ser considerada objeto propio de las



DERECHO RE LID D 157

disciplinas biológicas, tampoco la facticidad n i el valor pueden serobjetos propios de la dogmática jurídica.

La ciencia -repetimos- solo puede brindar una visión parcial,fragmentaria. No hay ninguna ciencia que atienda al hecho fundamental de la existencia humana, de la existencia del hombre con elhombre, inmersos en el todo de la colectividad que integran.

El error, en mi concepto, y lo reiteramos, es ambicionar unasimbiosis de dos realidades, buscando un orden que sintetice esosobjetos diferentes creando una disciplina polimórfica o pluridimensional, que concilie lo irreconciliable en los cauces de este saber.

Pocas disciplinas científicas debe de haber, acaso ninguna, enla cual el objeto propio de ella haya sido motivo de tanta opinióndivergente. Podría afirmarse que casi todas las distintas regionesque es posible describir en el infinito mundo de los objetos, hansido consideradas, en algún momento, refugio adecuado para elobjeto propio de l juridicidad.

Kelsen ha sostenido que el objeto propio de la ciencia del derecho son las normas jurídicas, actitud ésta que en cuanto consideración del derecho en su deber ser , de alguna manera había sidoya compartida por Grocio y por Kant, en sus respectivos sistemasde derecho natural.

La escuela Egológica Argentina nos h enseñado, que la circunstancia de que el derecho sea mentado por las normas jurídicas, no debe alterar el punto especifico de inserción del objeto, queno es otro que la conducta humana en su interferencia intersubjetiva o dicho t l vez con más preciso lenguaje egológico: libertadmetafísica fenomenalizada en la experiencia .

Todo el jusnaturalismo antiguo y aún el iluminismo renacentista han descripto el derecho a partir del concepto de naturaleza . Es claro que, para 108 antiguos naturaleza era naturalezainanimada y para la escuela clásica del derecho natural, cuandohablaba de naturaleza se refería a la naturaleza humana.

Las diferentes expresiones del jusnaturalismo cristiano desdelos primeros esbozos contenidos en la filosofia teológica de SanPablo, pasando por San Agustín y culminando en el escolasticismo tomista, el derecho era un producto de la inmutabilidad yeternidad de la razón y de la voluntad de Dios . Savigny y lasdiversas expresiones del historicismo, que tan dura critica mere-



158 IEL ÁLV REZ G RDIOL

cieran de Karl Popper, creen que el derecho es algo real, empírico,que se da en la historia y , por lo tanto, en el tiempo y en el espa-cio, pero derivado del alma popular , del espíritu del pueblo ,

del volksgeist , con lo cual colorean su concepción empírica conuna tonalidad metafisica.

Las expresiones del realismo, representadas tanto por las escuelas norteamericanas, como por su fecunda vertiente nórdica,postulan la mera facticidad , expresión que puede considerárselaen forma larvada en Hobbes.

En el templo de la Justicia Romana, que Justiniano se envanecía de haber erigido, se piensa en un derecho común para hom

bres y bestias, cuyo fundamento sería la naturaleza animada.No creo haber agotado el mosaico de doctrinas que se preocu

pan por describir los perfiles del objeto del derecho, pero pareciera indudable que hemos recorrido en su consideración, la regiónde los objetos reales o naturales, ideales y culturales tanto en sudescripción mundanal, como en su perspectiva egológica y si bien,fuerza es aceptar que ninguna expresión del pensamiento jusfilosófico, ha postulado la cuna metafisica para el objeto derecho,

no pocas son las teolias que atribuyen su origen a una matrizgestatoria metafisica, dentro de las que no podliamos evitar re-cordar el espíritu del pueblo Savignyano y el origen divino delderecho atribuido en el pensamiento cristiano, entidades ambasde intenso contenido metafisico.

Si el panorama descriptivo del objeto propio de la juridicidadestaba hasta aquí gravemente diversificado, pareciera indudableque a partir del movimiento doctrinario que da comienzo en el

clamoroso manifiesto de Hermann Kantorowicz, con una vehe-mente proclama de acercamiento del derecho a la vida, la cuestión se enrarece todavía más con la aparición de las distintas expresiones de pluridimensionalismo o polimorfismo, que no se contentan con adscribir los peñJ.les del objeto derecho a una únicacategoría o región ontológica posible, sino que éste solo se completarla en relación con otro u otros objetos, diversificando sus direcciones. Así por ejemplo el tridimensionalismo, reconoce tres dimensiones en el mundo del derecho, la medida normativa, el cálculo fáctico o sociológico y la profundidad axiológica y en consecuencia el ser del derecho es tanto norma, como facticidad, como




valor. El trialismo incluso no se contenta con una simple actitudtridimensional, que desde esa óptica podría ser compartida porlos ególogos, por el integralismo jurídico y aun por las concepcio-

nes existenciales como la de Recaséns Siches, sino que detenninando escrupulosamente los límites de esas dimensiones, procla-ma una tan severa unión entre esos distintos estamentos, quelogra un engarce tal que plasma un particular enfoque de la reali-dad, de la norma y del valor.

Es indudable, en el caso particular de la Jurisprudencia queel problema de su objeto y de su método se le plantea al investiga-dor en ténninos especialmente complejos, porque ni son cienciasde hechos, a pesar de que los hechos no le son ajenos, ni son disci-plinas de valores, no obstante que atienden a ellos particularmenteen la interpretación y en la aplicación del derecho y tampoco sonciencias en sentido lógico puro, de meras formas o modelos, sinperjuicio de ocuparse de la significación y de las diferentes cate-gorías del discurso jurídico.

Bueno es anotar que los modelos de las ciencias duras, de aque-llas ejemplares en cuanto a la seguridad de los procedimientos y ala firmeza de sus resultados las matemáticas, la flsica, la biolo-gía) fueron epistemológicamente muy carenciadas en sus oríge-nes y los avances de sus fundamentos y de su metodología, no lesviene de su propio territorio y ha sido bastante ajena al progreso yal desarrollo de cada una de ellas.

También en la Jurisprudencia la preocupación epistemológicaes un producto tardío de su crecimiento y el propio Ihering, quees una de las figuras más nobles de su evolución, está en la aurorade su planteamiento.

El Derecho Romano, no logra plasmar ni siquiera los rudimen-tos de una epistemología, pero cierto es que no heredamos de ellossolo usos y prActicas y tanto Savigny, en su Sistema de DerechoRomano actual como Ihering en el Espíritu del Derecho Romanoen las distintas fases de su desarrollo, así o acreditan.

Fijada al respecto nuestra posición teórica, nos ha parecidoplausible, referirnos a algunas concepciones, discordantes connuestro pensamiento y desarrollar algunas doctrinas que consi-deran el ingrediente sociológico, la realidad fáctica, como una di-

mensión que se constituye en el ser propio y exclusivo de lajuridi-




cidad haciendo del derecho un modo de expresión de lo real o unamodalidad que se integra necesariamente con esa longitud inte-grativa de su ser.

Veremos en ese recorrido sin por cierto pretender agotar elmenú de posibilidades a la Escuela Egológica Argentina a lasexpresiones del realismo jurídico tanto en su versión escandina-va como angloamericana a varios modelos de tridimensionalismoa la concepción procesalista del derecho y a las que se vertebranen la llamada escuela crítica.

L ESCUEL EGOLÓGIC RGENTIN

Dentro del grupo de doctrinas que le proporcionan a la reali-dad una ubicación especialmente significativa en la considera-ción del ser del derecho veremos que el realismo tanto en su ver-tiente anglosajona como en su ladera escandinava se le adjudicala naturaleza de un objeto psíquico es decir una de las dos posibi-lidades de ellos en la categorización de los objetos reales que tan-to Husserl como Müller dividen en fisicos y psíquicos.

Una de las maneras de abjurar de las expresiones total itarias dela Escuela de la Exégesis Francesa fue la de proporcionarle al obje-to derecho una ubicación ontológica en el mundo de la cultura.

En principio no hay objeción ya que si vemos panorámicamenteal mundo jurídico el derecho junto al lenguaje a la ciencia alarte y a los mitos todos son sin duda productos del obrar humano.Pero si nos ubicamos dentro de él en una relación de subditaníapareciera que la cosa debería cambiar.

El derecho como la lógica puede ser visto como un objeto de lacultura. Si pensamos en el Organon aristotélico y recorremos suslibros y encaramos esta obra monumental como toda ella nos cos-tará poco atribuirle los caracteres de una extraordinaria creaciónhumana. Pero una cosa muy diferente será si en lugar de estudiaral Organon de Aristóteles pretendemos estudiar lógica con elOrganon porque en ese caso la perspectiva cambia totalmente ynos habremos introducido no en el mundo de la cultura sino en unmundo de estructuras ideales de conceptos de juicios y razona-mientos cuyos , :>jetos están como en una suerte de limbo puro ala espera de su utilización por la inteligencia humana que se ocu-pará de arrastrarlo por la pedestre chatura de la realidad.




Si queremos estudiar al derecho romano (obviamente no vi·gente) este objeto se nos aparecerá como un objeto cultural , y asícon esa misma perspectiva podemos estudiar el derecho vigente

aquí y ahora pero, si en lugar de estudiar el derecho como un obje-to de la cultura, lo vemos como un componente de la acción huma-na la cosa nos parece que debería cambiar.

No es fácil salirnos de esa visión, cuando se trata del derechopropio. Diría que es casi imposible, porque aunque queramos sa-lirnos, estamos constantemente abrazados por el mundo jurídico,que nos acompaña en todos los actos de convivencia de nuestravida, que deberá desarrollarse absolutamente dentro de esas es-tructuras jurídicas preexistentes e ineludibles.

Ubicar al derecho en el estrato ontológico de los objetos de lacultura, solo es posible si nos referimos a él con una mirada haciael pasado, Pero con sentido de porvenir, como componente de laacción humana el derecho, será siempre una posibilidad de ac-ción. Siempre un objeto ideal. Siempre una posibilidad de acepta-ción o quebrantamiento.

Dentro de las teorías que han acordado al derecho esta ubica-ción en el mundo de los objetos de la cultura, nos vamos a referira la formulación de Carlos Cossio, fundador y máximo represen-tante de la Escuela Egológica Argentina, sin dejar de señalar quetambién Luis Recaséns Siches, considera al derecho un objeto dela cultura. La diferencia entre ambos sistemas es que Recasénscree que el derecho es vida humana objetivada , mientras quepara Cossio el derecho es vida humana viviente .

Aunque no es nuestra intención producir un enfrentamiento

respecto de esas posiciones, es indudable que Luis Recaséns Sichesconsidera al derecho como vida humana objetivada , pero en unaposición muy distante de la afirmación de la egología que conside-ra al derecho conducta y no norma, a tal punto que el hecho deque el derecho esté mentado por normas, no altera el punto esen-cial de gravitación de lo jurídico que es indudablemente en elmundo de la cultura.

En efecto dice Recaséns:

JO Que el derecho pertenece a l zona del Universo que. he ca·racterizado como vida hum n objetivada; y que a fuer de tal está



162 ARIELÁLVAREZ GARDIOL

constituido por un complejo de significaciones de estructura finalis-ta, con un sentido e intencionalmente dirigidas a unos valores.

2° Que esas significaciones tienen forma normativa.

3° Que constituye una norma de contenido histórico: la inter-pretación humana en un determinado momento, de las exigenciasde unos valores, condicionados a determinadas circunstancias.

4°) Que es algo de índole social o colectiva: forma de vida noindividual, sino colectiva, abstracta. común funcionaria. Adviértaseque además de la Filoso{(a Jurídica cabe un estudio sociológicodel Derecho .. Recaséns Siches Luis- Vida Humana Sociedad yDerecho. Fondo de Cultura Económica México edición 1945 p. 138)

Decíamos que Carlos Cossio había fundado con el soporte de laCátedra de Filosofia del Derecho que ejerció magistralmente pri-mero en la Universidad de la Plata en la que fundó el Instituto deFilosofia del Derecho y luego en la Universidad de Buenos Aires,de cuyo Insti tuto de Filosofia del Derecho, surgió una ilustradacohorte de juristas que cubrieron toda la gama de especialidadesde la disciplina y cuya difusión e influencia, ha desbordado gene

rosamente los limites intelectuales del territorio nacionaL Con elriesgo de incurrir en alguna omisión involuntaria o el mayor peligro de una inclusión equivocada, han participado en mayor omenor medida de las ideas de la Escuela EgológicaArgentina, aunque t l vez hoy puedan haberla abandonado o haber sido abandonados por ella: Enrique R. Aftalión, Lorenzo Carnelli Genaro Carrió,MarioA. Copello, Julio Cesar Cueto Rúa, Roberto Dumeu RemoF Entelman Carlos Fernández Sassarego, FeInB.Ildo Garda Olano,

Ambrosio Gioja, Werner Goldschmidt, Luis F Herrera Miguel AHerrera Figueroa Laureano Landaburu Ricardo La Rosa, JuanFrancisco Linares Federico Llobet, Osvaldo J . Mafi18, Amilcar AMercader, Pedro Moretti Luis E. NietoArteta Federico Quinteros,Enrique Ramos Mejía José D. Ray, Ernesto J. Ure y José Vilanova. Nómina más que eminente.

Esta corriente de pensamiento jusfilosófico, de venerable raízneokantiana que importa un brote de normativismo kelseniano

reelaborado a través de los aportes de la fenonemología de Husserly de la filosofía existencial de Heidegger, parte del concepto deque el derecho es 'la libertad metafísica fenomenalizada en la ex-




periencia O más brevemente tal vez, conducta humana en suinterferencia intersubjetiva .

Este es el punto de arranque de toda la elaboración de Cossio,

el concepto existencial de la libertad metafisica y esta libertadfenomenalizada en la experiencia, es lo que constituye el objetodel derecho.

De los cuatro grandes problemas que despliega Cossio en suteoría, nos interesa particularmente la indagación esencial, acer·ca del ser del derecho. Esta indagación ontológica, o utilizandomejor el léxico egológico aprendido de Husserl, eidética, afirma,que el ser del derecho es l ibertad metafísica, fenomenalizada en

la experiencia, conclusión a la que llega, tras un examen de lasposibles ontologías regionales, que lo llevan a la conclusión deque el derecho es un objeto cultural, que está en la experiencia ytiene existencia real, que es susceptible de valoración y que requiere un método especial para su comprensión.

Aquí Cossio, siguiendo a Dilthey, distingue los objetos mundanales, o vida humana objetivada, a l manera de Recaséns Siches)que se refiere a aquellos objetos que son el resultado del hacer delhombre, y que poseen un efectivo sustrato material como una estatua un cuadro, una pieza de artesanía diferentes de aquellosotros, cuyo sustrato es la propia acción, la conducta misma, lavida humana viviente y que él llama objetos egológicos. De allíque, la tesis fundamental, de esta escuela en el plano ontológico,es que el objeto de la ciencia del derecho, no son las normas sino laconducta. Pero no cualquier conducta reducida a un puro ser, yque puede ser patrimonio de otras disciplinas sino la conducta ensu libertad la conducta fenomenalizada en la experiencia o, utili·zando la feliz expresión de Del Vecchio para distinguir derecho demoral, conducta en interferencia intersubjetiva.

Nos parece importante recordar aquí, que la gran aporía delpensamiento filosófico, desde sus inicios helénicos, en su funda·mental preocupación por el ser , se transforma en la nueva óptica vital que surge de las ideas de Martín Heidegger proponiéndo-se dar debida respuesta a la preocupación del ser .

Heidegger en efecto se propone, una reelaboración de una me·tafisica a partir del hombre concreto, porque este es el único serque posee, la inefable capacidad de preguntarse sobre su propio



164 ARIEL ÁlVAREZ GARDIOL

ser y por el ser de otros entes en general. De ello resulta, que lametafísica no es para el maestro de Friburgo, una especial disci-plina en el cuerpo central de la filosofía sino que se convierte en el

acontecimiento radical, es decir en la existencia misma, lográndoseuna simbiosis que identifica metafis ica con existencia humana.Esta nueva metafísica, construida sobre el ser del dasein nos

va a proporcionar el único ser a quien le va su ser en su ser, que haceque no sea una existencia en general, sino que es una significaciónabsolutamente restringida al ser humano ya que el único ejemploposible, que puede darse del dssein , es solamente yo mismo.

Este ingrediente ontológico del existencialismo conduce en el

sistema de Heidegger a fundar un peculiar modo de humanismocomo una nueva posibilidad ética.

En breve pero fecundo prólogo de la 'Thoría General del Estadode Hans Kelsen 17 decía su autor:

Yo creo haber acelerado el ritmo e la inevitable evolución e

mi disciplina, poniendo en estrecho contacto las provincias algolejanas e la cienciajurldica con el fructífero centro e to o cono-

cimiento: la Filo80fla; lo cual permite la posibilidad e mostrar laconexión que media entre los problemas de la Thorla del Derecho ydel Estado y las grandes cuestiones de otras ciencias .

Yo estimo que la Filosofia de Husserl primero y la de Heideggerdespués, sobre todo a partir de la publicación en 1927 de Ser ytiempo , su obra esencial en la que se denuncia aquella divisióndel mundo que nos viene desde Platón, en el mundo de los fenó-menos y el de la realidad y en la que tematiza el Ser como laestructura que hace posible la ciencia, han enriquecido el hori-zonte de la filosofia, no sólo debido a su enigmático lenguaje, quecontagia sin duda el estilo de Cossio, sino que esa identificaciónentre existencia y temporalidad introduce un panorama que cam-bia el punto de inflexión de la problemática jurídica. No ignora-mos que Heidegger hizo una prosternación al nacionalsocialismo,

7 Kelsen Hans, Thoria General del Estada, Editora Nacional Méxioo 7 D.F., 1965,Traducción de Luis Legaz y Lacambra.



DERECHO Y REALIDAD

que el mundo no ha olvidado, pero si Hannah Arendt. una de lasmás inteligentes analistas de ese brutal totalitarismo ba sido capaz de perdonarlo, nosotros podríamos tal vez preterir.

CONCEPCIONES REALISTAS

l pens miento jurídico norte meric no

La cultura jurídica de la civilización occidental se puede v -

dir en dos grandes capítulos que comprenderían, uno de ell06, alos países que codificaron su derecho al modo del Corpus Juris,acogiendo en consecuencia las estructuras del derecho romano yconformando lo que se ha dado en llamar sistema continentalromanista o derecho continental y aquellos otros que lo elaboraron bajo el signo del common l w y que llamamos genéricamente derecho angloamericano o derecho del common law . Las diferencias esenciales entre esos dos capítulos del derecho occidental son, en gran medida mucho más de estructura metodológica, defuentes y de técnicas que del contenido sustantivo de las normas.No queremos con esto afirmar que no haya diferencias en punto alderecho sustantivo, pero éstas no son más notorias que las que puedan descubrirse, aplicando un criterio comparatista, entre los distintos sistemas jurídico-positivos de los Estados en particular.

La desigualdad se muestra con notable intensidad en el temade las fuentes, en la mayor jerarquía que se le otorga al derecholegislado, a la ley como fuente primigenia de juridicidad en lossistemas continentales, rango que se atribuye a la costumbre y ala jurisprudencia, en los sistemas del common law. Pero tampocoes una mera cuestión de localización del orden jerárquico de lasfuentes, sino que, además, la leyes fuente que suministra un cri-terio genérico en el derecho continental, mientras que para elcommon l w es sólo una regla excepcional, que regula los sectoresexpresamente establecidos por el legislador, como exceptuados delprincipio general del common law. En los primeros se va del prin-cipio normativo al caso particular. En el common law, del casoparticular resuelto se infiere el principio normativo aplicable alos casos posteriores. La esencia del case law, su espíritu, es lavida jurídica misma en su realidad actual.




Es indudable que el common law es entonces uno de los grandes sistemas jurídicos del mundo mucho más ahora luego delopacamiento de los Derechos socialistas.

En efecto, después de la transformación del socialismo sovié-tico como consecuencia de los lemas de }Qrbachov de perestroikao reestructuración y glasnost o libertad de información, realmente solo algunos pocos iluminados pudieron pensar que unos pocosaños después la Unión Soviética y su Partido Comunista dejaríande existir y que todos los otros regímenes comunistas europeosdesaparecerían. Con la caída de la Unión Soviética, llegó a su fmel experimento del socialismo en acción porque aún en los ámbi-

tos en los cuales los regímenes comunistas sobrevivieron y alcan-zaron éxito en su desarrollo, como en el caso de China paradigmáticamente se abandonó definitivamente la idea de una economíaestatal única centralizada estatalizada y planificada basado enun estado colectivizado o en una economía de propiedad coopera-tiva y sin mercado.

En ese movimiento de expansión el Common aw ha experi-mentado considerables cambios para adaptarse a las condiciones

propias de los países de recepción y en los Estados Unidos terminarían acogiendo este sistema con la única excepción del Estadode Luisiana originariamente sometido a las leyes francesas.

El derecho angloamericano que sigue las estructuras básicasdel common law inglés significa, en el estado actual de la evolu-ción del pensamiento jurídico de los Estados Unidos la quiebradel dogma político de la separación de los poderes .

El hecho de que el juzgador sea distinto del legislador, afirma-

ción que provocó los primeros esbozos de doctrina y según la cual eljuez era un mero descubridor de lo que ya -aunque solo fuese poten-cialmente- existía con anterioridad a la sentencia ha sido abandonado totalmente en las modernas concepciones realistas o socioló-gicas del derecho, según las cuales el juez es creador de la sentenciajudicial y hacedor, por tanto de las formas de normaciónjurídica.

Las tendencias modernas prescindiendo ahora de rotulaciónen escuelas y exhibiendo una muestra de firme unanimidad sos-tienen que los tribunales norteamericanos al decidir aplicando elderecho vigente crean de algún modo y dentro de ciertos límites,aunque ajustados normas jurídicas exigibles.



DERECH O RE LID D .7

El common law se estructura sobre la base de dos principiosfundamentales, que responden sin duda a un fundamento radicalúnico:

La doctrina de los precedentes , según la cual las causas deben ser juzgadas de conformidad con los principios inferidos de laexperiencia judicial anterior, y la supremacía del derecho , queconsiste en sostener que el soberano y sus representantes han deobrar según principios y no atendiendo a una voluntad arbitraria.Roscoe Pound, de quien obtenemos la idea central del párrafo queantecede, señala en su obra magistral El espíritu del commonlaw 18, que idéntico espíritu anima ambas instituciones doctrina

les: razón versus voluntad , El primado del raciocinio sobre lavoluntad arbitraria, tiene su consagración en esos principios vertebrales de la idea del derecho angloamericano,

La doctrina del common law consiste, dice el autor citado, enaplicar la razón a la experiencia, partiendo del supuesto de que laexperiencia suministra el fundamento más satisfactorio para losestándares de acción y principios de decisión.

Para comprender los planteamientos doctrinarios que surgen

en el derecho angloamericano, es necesario -aunque sea muy brevemente- hacer una referencia del derecho mismo vigente en losEstados Unidos. Una aclaración fundamental se impone primeramente. Toda la estructura jurídica norteamericana está basadaen un principio esencial de autonomía, es decir, que en función desu riguroso sistema federal, cada Estado conserva para sí el poderlegislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial. El Congreso Federallegisla sólo en cuanto a las materias expresamente delegadas por los Estados, quedando todo el grueso de l legislación ordinaria como potestad de las legislaturas locales. El matrimonio,la propiedad, la sucesión, los contratos y la responsabilidad sontemas vedados al Congreso Federal y propios y específicos de lacompetencia legislativa estadual. Idéntica autonomía apreciamosen la organización de su sistema judicial.

Por lo demás, todos los Estados formados después de l Declaración de la Independencia de 1776, y todos los que con posteriori-

8 POWld Roscoe, l splritu del Common law edito Bosch, Ban:elona, 1954.



168 RIEL ÁLV REZG RDIOL

dad se unieron a la Federación con la única omisión de Luisianaque constituye una conocida excepción a la general adopción delsistema del common law en los Estados Unidos acogieron el dere

cho inglés. La base de la formación jurídica del Luisiana es elderecho español que rigió hasta comienzos del siglo XVIII en quese aplicó el derecho francés hasta la cesión del estado por Franciaa los Estados Unidos en 1803. Sin embargo el Código de 1808elaborado por una comisión codificadora designada por el Gobierno Federal para someterlo a la decisión de los pobladores localesfue de influencia netamente francesa.

Todo esto crea la gran dificultad de que en los Estados Unidos

no se aplica solamente un derecho sino tantos derechos como Estados tiene la Unión y si bien todos esos derechos están vinculados por una misma raíz genética cual es el common l w inglésmantienen su estricta autonomía que es fuente de no pocas dificultades.

Partiendo del primado de la Constitución Federal dos cuerposjurídicos se estructuran con una fundamentación lógico-normativa con modalidades totalmente diferentes: el common l w o dere

cho no escrito que es su fuente primordial y el statute law o writtenlaw que es el derecho del Estado y de carácter excepcional noobstante el frecuente uso que de esta modalidad se hace actual-mente en materia federal.

El common l w originariamente ha resistido muchos intentosde sustitución o reforma. En Inglaterra obtuvo la primacía frenteal derecho eclesiástico en el siglo XII; soportó sin perder su autar-quía el avance del derecho romano que invadía toda Europa en el

siglo XVI; superó airosamente el Renacimiento y la Reforma yaún las expresiones jurídicas del clasicismo jusnaturalista dejando establecida su primacía contra el intento restaurador de losEstuardo en el siglo XVII y en los Estados Unidos se mantuvofirmemente a pesar del desprecio que durante años soportarontodas las cosas inglesas. Su indudable ductilidad práctica su insustituible adaptabilidad para solucionar el caso concreto le permitió superar ampliamente la mejor estructura abstracta del sistema continental. El derecho legislado o statute law o simplemente statute no se diferencia fundamentalmente de lo que seconoce como legislación en la organización jurídica de una estruc-




tura romanista. Los ingleses llevaron consigo a América su porentonces débil derecho legislado de la metrópolis, al que se mantuvo siempre en una situación de inferioridad respecto del commonlaw, no obstante algunos intentos de codificación realizados haciafines del siglo XVII.

La independencia fomenta los prejuicios antibritánicos en Estados Unidos y señala el punto de partida de movimientos ideológicos a favor de la legislación. Estos intentos se repiten con algunos intervalos -uno de los periodos más intensos se lo señala durante la presidencia de Teodoro Roosevelt-- hasta adquirir en nuestros días una importancia real , no tanto por la extensión del -

cance de las leyes, como por su vasto número. La actitud de hostilidad cesa casi completamente gracias al aporte doctrinario delCanciller Kent y de Joseph Story, que le proporcionaron el fundamento racional del derecho natural abriéndose en los EstadosUnidos un período de calma, en el que se produce el desarrollo delos dos grandes movimientos de doctrina que interesan a nuestradisciplina.

scuela sociológica norteamericana

El contraste entre racionalismo y empirismo fue la gran polémica suscitada en la filosofiajurídica norteamericana durante todoel siglo XX Las líneas racionalistas, por donde había discurrido elpensamiento de los juristas de los Estados Unidos en el siglo XIX,consideraban al common law como un sistema jurídico racional,encarnación de la razón trascendente, que contenía en su senotodas las posibles respuestas para la solución de los futuros casosque pudieran plantearse. Este sentimiento inspirado a través dela doctrina, por las corrientes del clasicismo jusnaturalista aparece evidente en la declaración de derechos contenidas en la Constitución de Filadelfia.

El juez en este sistema es el protector del derecho natural elguardián de los principios de common law y el intérprete fiel de

sus postulados. Los comienzos de SigloXX

despuntan en la obrade Roscoe Pound, con un decidido ataque a esta interpretaciónracional deductiva del derecho, tratando de reemplazar esta actitud por una postura pragmática y empírica. Aunque si bien es



170 RIEL ÁLV EZ G ROrOL

cierto que la primera versión del ommon law de corte netamenteracionalista responde al apoyo doctrinario que emanaba de lasmás puras versiones del clasicismo jusnaturalista no menos cier

to es que este giro hacia el empirismo no le hace perder la predicación analógica basada ahora en los principios emergentes de ladeclaración de derechos y garantías del hombre que contenía fundamentalmente las exigencias de razonabilidad de los actos estatales y la garantía del debido proceso. Este pragmatismo está aúnanclado en el pasado axiológico, que sigue nutriendo de valoraciónlas formas de expresión nonnativa norteamericana. El caso a resolver no debe ser juzgado en función de eternos e inmutables patrones

de razón, sino atendiendo a consideraciones de tipo experimentalnegando así la existencia de los tales principios eternos e inmutables. El derecho no es ni puede ser inmutable, ya que es algo fluido,que cambia cuando las condiciones sociales así lo determinan.

Tres nombres arquetípicos, Roscoe Pound, Oliver Wendell Holmesy Benjamín Cardozo, son los que marcan en los Estados Unidos eldesenvolvimiento de una doctr ina que, bajo el nombre de 'jurisprudencia sociológica , ha influido considerablemente en la teoríay en la práctica del derecho en el país del norte. Las condicioneseconómicas y sociales imperantes en los comienzos de siglo XX

hicieron definitivamente inaplicables los principios de razonamiento deductivo a partir de los postulados del derecho natural.

Esos mismos factores que en el continente habían reclamadola necesidad de una jurisprudencia de intereses, determinaron elnacimiento de esta jurisprudencia sociológica, en la cual el dere

cho se convierte en un instrumento de mejoramiento social y todala ciencia jurídica en una especie de ingeniería social, que no seocupa tanto de derechos, cuanto de intereses y pretensiones.

Por ese camino se advierte que la sociedad no se satisface utilizando al derecho como un instrumento lógico, sino que a travésde sus estructuras lógicas, es necesario considerarlo como un mecanismo necesario, para la realización de los fines sociales. Con esaideología, la labor del jurista --en cualquiera de sus funciones como

legislador,juez o doctrinario- debe desplegarse sobre la base de unaefectiva compulsa de los intereses sociales actuales, que serán 1 8

que en definitiva determinen el nacimiento de las normas jurídicas.




Allí, en los intereses sociales , retomados de la más prístinafuente del pensamiento de Ihering, indagados como valores básicos en los que apoyar el derecho y las instituciones jurídicas, en

cuentra Pound el fundamento de su doctrina. Distingue Poundlos intereses individuales como pretensión, a los que el derecholes brinda una tutela y los transforma en derechos subjetivos y lanecesidad de proveer al ajuste entre los intereses individuales enconflicto. El derecho requiere para ello la necesidad de comparar-los en un mismo plano y lo logra colocando esas pretensiones ointereses individuales, en su forma más generalizada, como intereses sociales, con el propósito de cotejarlos. Así, repitiendo palabras de Pound, los intereses sociales son:

... pretensiones requerimientos o deseos involucrados en l vida

social de la sociedad civilizada y mantenidos a título de esa vida.on pretensiones de todo grupo social, en cuanto tal .

Pero, a su vez, estas dos categorías de intereses - individualeso sociales- que son una misma e idéntica cosa, tutelados por elderecho desde dos aristas diferentes, deben distinguirse de los

intereses públicos , que son las pretensiones de una sociedad políticamente organizada, sustentados a título de derechos y en ra-zón de esa organización. Son, dice Pound:

las pretensiones de una sociedad políticamente organizadatratada como una entidad jurídica .

Esta distinción, entre el hacer del Estado en razón de un inte-rés público (como si pensáramos por ejemplo en el obrar del PoderEjecutivo en la esfera de su competencia) y el hacer del Estado encuanto protección de un interés social (la represión del homicidio,por ejemplo), está claramente expresada por Pound, quien se es-fuerza por descubrir cuáles son los intereses sociales del Estado ycuál su manera de adecuada protección.

Esta jurisprudencia sociológica que hemos glosado en el plexode teorías que priorizan la dimensión fáctica del fenómenojurídi-ca y que como pareciera desprenderse de la descripción que de susaspectos relevantes hemos puntualizado, tiene fuertes similitu-




des conceptuales que nos vinculan a la jurisprudencia de intere·ses que, como sin duda recordamos es la que a partir de aquellabellísima fórmula de Ihering plasmada en el Espíritu del Dere

cho Romano , definiendo el derecho subjetivo como un interésjurídicamente protegido , surge el método teleológico que desplie-gan entre otros Philip Heck y Max Rümelio, bajo aquella denomi-nación, pero que, y nos complacemos en subrayarlo, tiene una precedencia cronológica a aquella, ya que los desarrollos de Holmes yde Carrlozo, son anteriores en el tiempo a las formulaciones ale-manas y surgieron respondiendo a las exigencias de los proble-mas planteados en la práctica de la función judicial, con el propó-

sito de dar respuesta a los grandes cambios sociales y económicosproducidos en el Nuevo Mundo.

ealismo norteamericano

La expresión más radical de la doctrina recientemente analizada surge en los Estados Unidos a partir del primer tercio delsiglo XX en la opinión de varios jurisconsultos que no forman

escuela y que se denomina el realismo norteamericano . Las te-sis desenvueltas, que comienzan al principio como una simple ex-hibición de franqueza, tratando de destruir toda la serie de ficcio-nes y convencionalismos que alrededor del mundo jurídico se habían elaborado, importan una perentoria exigencia de aproxima-ción del derecho a la realidad de la vida social.

o que se inicia entonces como un ataque violento a la místicadel common law y a su pretensión de resolver en la práctica judi

cial todos los casos con la heterónoma aplicación del precedente-conviniera o no a las exigencias axiológicas de la época o ellugar- toma cuerpo definitivo en la realidad de la vida social que,respecto del derecho, no es otra cosa que el comportamiento de losjueces y funcionarios en la decisión del problema concreto.

La posición del realismo llega a despreocuparse totalmente delderecho que aparece declarado en las normas del common lawinteresándose en el derecho efectivo , que no es otro que el real

comportamiento de los jueces y funcionarios frente a la decisióndel caso concreto. Para ello, no sólo hay que saber en función dequé principios teóricos arriban los jueces a la decisión, o dicho en




otras palabras, cuáles son las reglas efectivas según las cuales sedecide, sino que adquiere fundamental relevancia determinar cuáles son los principios con arreglo a los cuales se eligen los hechosrelevantes del caso para la decisión.

En efecto, si para la decisión de un caso se util iza un precedente, será importante determinar en virtud de qué umbral seexplicitarán los hechos relevantes del caso precedente, que funcionarán como premisa mayor para la decisión del caso actual ytambién cumplirá una función de idéntica jerarquía la determinación de los fundamentos en virtud de los cuales se inferirán loshechos relevantes del caso por resolver -premisa menor- a fin depoder determinar con ello la posibilidad de adecuarlo a la decisióndel precedente.

La actitud realista importa afirmar que cuando el juez juzga oel funcionario resuelve un problema administrativo, siente y viveel derecho , poniendo en su interpretación una instancia de supersonal creación, tanto en 1 que se refiere al derecho legislado,cuanto al principio inferido de una decisión anterior; tanto en l

evaluación de los hechos relevantes del caso precedente, como en lestimación del valor de los hechos probados en el caso a resolver.

Esta actitud no significa necesariamente una discrepancia conl utilización de todo patrón axiológico, sino tan sólo al uso deaquéllos que surgieran como la necesidad de una estimativa actual y razonable.

En síntesis, el realismo, buscando el acercamiento del derechoa la vida, a l realidad, a los hechos y prescindiendo de los conceptos -sin advertir por cierto que esos hechos presuponen esos conceptos- se encierra en la consideración del proceso judicial, demostrando un mezquino aprecio por los hechos, a los cuales ellosmismos han preconizado como la cuestión esencial de la teoría.

Este realismo, exhibe, como hemos visto, una total despreocupación por los conceptos jurídicos fundamentales prolijamenteanalizados por la teoría general y un rechazo categórico por toda

consideración axiológica de raíz jusnaturalista.Los más destacados representantes de este movimiento quereconoce indudablemente a Oliver Wendell Holmes como su máximo inspirador, junto con Roscoe Pound, son Jerome Frank, distin-



174 AAIEL ÁlVAREZ GARDIOl

guido magistrado y catedrático norteamericano y Karl N. Llewellyn,profesor en las Universidades de Columbia y Chicago.

Militan también en las filas del realismo, Walter W Cook, Char

les E. Crark, Herman Oliphant y JosephW

Bingham, entre otros.

RE LISMO ESC NDIN VO

A partir de las investigaciones realizadas por Axel Hagerstromen la Universidad de Upsala, surge en los países escandinavos t u

movimiento doctrinario que, sin la armónica consistencia de unaescuela, mantiene líneas de conexión muy intensas con las corrientes que acabamos de estudiar del realismo norteamericano. Esésta también una expresión de hostilidad al normativismo logicista.Es también una clara tendencia a disolver la ciencia del derechoen la sociología y un inequivoco intento de aproximación del derecho a la vida, destruyendo todos los convencionalismos que envuelven al material jurídico en la teoría tradicional.

Veamos algunos de los más significativos aportes:

Wifhefm undstedt

Su pensamiento prologa de alguna forma todos los estudiosposteriores plasmados en esta genérica denominación que hemoselegido de realismo escandinavo; dirige su ataque a la filosofiajurídica occidental, en una devastadora crítica a la idea de justicia, que según esta concepción, debe ser el sustrato necesario detodo derecho positivo, escrito o no escrito.

Tal actitud de la filosofia jurídica occidental, enraizada en elpensamiento estoico, por cuyo medio se incorpora al derecho -

mano y se difunde en Europa a través del fenómeno de la recepción, que ve la idea de justicia como subyacente al derecho y determinante de su contenido, sólo es, en dicho pensamiento, puraimaginación:

No existe [ajusticia. Tampoco existe ningún deber ser objeti-vo y en consecuencia, tampoco se d un derecho objetivo, es decir,preceptos jurídicos . Lundstedt W Law and Justice: a Criticismofthe Method ofJustice- Oxford University Press- New York 1947 .



DERECHO RE LID D

Este intento del realismo de hacer aparecer el ere lio

un simple hecho, como un hecho más, vinculado a toda la . ,de facticidad de la acción humana nos lleva a la indubi ICID-

clusión de que la ciencia jurídica es, en el concepto de sus te< icce

nada más que una rama de la ciencia social, siendo así pr id icamente imposible encontrar límites precisos que nos permitau una.separación de objetos entre la ciencia jurídica, la psicología. l

sociología y la economía política. La única explicación que se diodentro del realismo para justificar la pretensión de la ciencia jurídica, de desenvolver sus investigaciones en una esfera propia. son

argumentos metafísicos, que engendraron la idea de una esferapropia de acción de la ciencia jurídica, distinta de la atinente a lasdisciplinas sociales en general.

arl Olivecrona

Continuando con el intento del realismo de disolver el normativismo , Karl Olivecrona nos enseña que las normas jurídicas nodifieren de las normas de otras organizaciones, en el sentido deque las primeras posean alguna misteriosa cualidad que falte enlas segundas. Todas son imperativos independientes, aunque lagente reaccione frente a ellas de manera diversa. Objetivamente,las normas jurídicas se distinguen de las demás por la especialnaturaleza de la organización a que pertenecen: el Estado. UnEstado moderno difiere de toda otra organización, en que implica

un monopolio real de la fuerza dentro de ciertos límites territoriales. Las normas jurídicas regulan esa organización y el uso queeUa hace de la fuerza. Como decíamos, este intento de disolver elnormativismo y la mística que en alguna medida implica, transforma a la ciencia jurídica en la organización monopolizada y canalizada del poder. La fuerza -dice Olivecrona- es semejante al fuego: enlibertad es un elemento destructivo para el hombre, en sujeción, esnecesario para la vida. odo el derecho se resuelve así, en la canalización de la fuerza por el aparato del Estado y es la fuerza y ninguna otra subyacencia mística o metafisica, lo que da validez al derecho y sentido a las expresiones de deberes y facultades.




lf oss

La relativamente reciente publicación de la obra de Alf Ross:Sobre el derecho y la justicia , en prolija edición de Eudeba, haaclarado bastante el pensamiento del jurista nórdico, en lo querespecta a lo por él expresado en su anterior trabajo vertido a nuestra lengua de la traducción inglesa, Toward a Realistic Jurisprudence . Su nueva exposición, realizada en tono polémico, apro-vecha los modernos aportes de la semántica, disciplina que el autor maneja con gran solvencia, brindando un panorama general

de lo jurídico que hacen de su trabajo una verdadera teoría gene-ral del derecho. El derecho es para Ross algo que consiste, en parte en fenómenos jurídicos y en parte en normas jurídicas en mutua correlación. Es decir, en consecuencia, que el derecho es elconjunto abstracto de ideas normativas que sirven como esquemade interpretación para los fenómenos del derecho en acción. Esto,a su vez, significa que las normas jurídicas son vividas como so-cialmente obligatorias. Con este enfoque sobre la naturaleza del

derecho y su fuerza obligatoria, intenta Ross poner en duda lanecesidad, históricamente sentida por muchos filósofos del dere-cho, de fundamentar la validez del derecho en nociones metafisi -cas o en ideas a priori, o por 1 menos, en específicas postulaciones.

La distinción entre el derecho en acción -fenómenos jurídicosy las normas jurídicas, suministra el fundamento de la distinciónentre dos discipl inas diferentes: la sociología jurídica y la cien-cia del derecho . No son por ello estas disciplinas dos distintas esfe-

ras científicas, sino aspectos de una misma realidad. La cienciadel derecho se dirige al contenido abstracto de las directivas, no alas realidades. El carácter normativo de la ciencia del derechosignifica que se t rata de una doctrina referente a normas y no unadoctrina compuesta de normas. No tiene por fm postular o expre-sar normas, sino solamente establecer que éstas son derecho vi-gente. La ciencia apunta a la ideología, a la abstracción, a lasdirectivas. La sociología jurídica en cambio, al derecho en acción,

a los fenómenos jurídicos. Las normas jurídicas -tanto las que elautor llama propiamente de conducta, como las que denomina decompetencia- son en definitiva directivas dirigidas a los jueces, y




si bien en general las primeras están redactadas como prescri-biendo el debido comportamiento de los particulares en definiti-va ordenan a los tribunales un taxativo proceder una vez realiza-do un determinado supuesto.

Generalmente las normas penales están redactadas siguiendoesa técnica. En efecto no ordena el derecho penal a los obligadosqué es lo que deben hacer u omitir sino que se dirige a los tribunales diciendo cuál debe ser el contenido de la sentencia frente ala realización de un determinado supuesto. Nada impediría porsupuesto que todas las normas de comportamiento se redactarande esa forma lo cual pone en evidencia que el contenido real deuna norma es una directiva para el juez siendo la directiva alparticular obligado sólo una norma jurídica derivada o un deberen sentido figurado elípticamente inferido de aquélla. El proble-ma de la vigencia del derecho en el esquema de Ross está también reducido a términos de facticidad ya que para hallar los he-chos que condicionan la vigencia de las normas debemos atenderexclusivamente a la aplicación judicial del derecho y no al dere-

cho en acción.Para determinar si la prohibición de algo es derecho vigentelo único decisivo es que ella sea efectivamente aplicada por lostribunales en los casos en que las infracciones sean descubiertasy juzgadas. Un orden jurídico nacional -dice Ross- consideradocomo un sistema vigente de normas puede defmirse como un con-junto de preceptos que efectivamente operan en el espíritu deljuez porque éste lo vive como socialmente obligatorio y por eso

obedece sus prescripciones. Sin embargo todo este problema sedisuelve también en un empirismo pragmático cuando en defmi-tiva sostiene que la vigencia es sólo una predicción de aconteci-mientos sociales futuros que están fundamentalmente indeter-minados y no es posible a su respecto formular alguna profecíaexenta de ambigüedad. El derecho no es en Ross un sistema denormas respaldado por la fuerza sino un conjunto de reglas con-cernientes al ejercicio de la fuerza f1sica. Esta conclusión le per-mite iluminar desde un vértice original el eterno dualismo plan-teado entre el derecho y el poder. El poder no es algo que estádetrás del derecho sino algo que funciona a través del derecho.



178 ARIEL ÁLVAAEZ GAROIOl

El examen realizado de la idea de justicia en Ross es sencilla-mente devastador, ya que en un breve capítulo y con sintética ar-gumentación, demuestra la falacia contenida en toda la doctrina

jusfilosófica durante más de veinte siglos. Invocar la justicia dice,es como dar un golpe sobre la mesa. Es sólo una expresión emocio-nal que hace de la propia exigencia un postulado absoluto y así losostiene, ya que todas las fórmulas tendientes a explicar este con-cepto no son más que elementos de convicción persuasiva pero deninguna manera reales argumentos racionales. El problema de lajusticia es, en esencia, un problema de política, no de filosofia delderecho. Alguien ha dicho, y no sin razón, que los aportes del rea-

lismo nórdico significan una inyección de nueva savia en el viejotronco de la teoría jurídica tradicional. Si no revolucionarios, lacontribución del realismo escandinavo ratifica y convalida el pen-samiento moderno respecto del derecho que, a partir de la vigoro-sa personalidad de Ihering, van señalando el advenimiento de laconcepciones jurídicas contemporáneas.

L TEORI PROCES L DEL DERECHO

Entre 1920 Y 1922, Fritz Sander escribió, entre muchas otrascosas dos obras esenciales en las que formuló su tesis con respectoa la Teoría General del Derecho:

El método trascendental de la Filosofia del Derecho y los Pro-legómenos del Estado y el Derecho .

Esta proposición, fue la causa de una intensa polémica mante-

nida con Hans Kelsen, que por el nivel y la estatura de su contra-dictor le dio a la teoría formulada un lugar no menor en el mundode la Thoría General del Derecho.

Sander sostiene, que el sistema de Filosofia Jurídica debe cons-truirse como una Teoría de la Experiencia Jurídica transforman-do los preceptos normativos en juicios existenciales.

El derecho es entendido como un proceso, de gradual desplie-gue dinámico de preceptos. Pero la totalidad de ese proceso, desdela norma superior hasta la más modesta exteriorización constitu-ye una unidad. Esa unidad no es sólo la consecuencia de una exi-gencia lógica para pensar el derecho, no es pura deductibilidad




formal, sino que es una condición de la unidad sistemática delobjeto mismo, porque dentro del caótico material de preceptosju-rídicos que contiene la normación de la conducta debe ser reduci-

do al cosmos del unitario sistema del derecho.El único esquema trascendental por medio del cual se alcanza la

unidad sistemática, consiste en concebir el derecho en cada uno desus estados, como l exteriorización escalonada de la voluntad purasin que entre uno y otro grado exista sólo solución de continuidad.

El proceso debe ser ininterrumpido, para que sea posible iden-tificar en un momento dado, la adaptabilidad de un precepto jurí-dico a una realidad determinada. ¿Que es lo que garantiza esa

unidad? Esa unidad para Sander está dada porque cada etapa,constituiría la aplicación de la norma jurídica inmediatamentesuperior. De este modo la aplicación es entendida como un modode interpretación de la norma es decir como un acto síquico .

Pero así como la validez de las ciencias de la naturaleza esindependiente de los actos síquicos de quienes los piensan, la va-lidez de la sentencia debe ser independiente de los actos síquicosrecorriendo los cuales el juez llegó a pronunciarla. Para la cienciajurídica pura, el pronunciamiento deriva del precepto, no a travésde los actos síquicos del juez, sino por medio del proceso, esto esde una sucesión de formas que derivan y concluyen en la senten-cia. Los actos síquicos son independientes y no son los que acuer-dan validez a la sentencia. La validez deriva del cumplimiento deciertas formas. El modo de saber si algo es una ley consiste enaveriguar su proceso de formación, su derivación formal. El pro-ceso que Kelsen llamó de imputación normativa, es trascendenta-lizado por Sander trasformando en ratio, cognoscendi la ratioessendi del derecho.

El extremismo de esta teoría se manifiesta en que:1 Dentro del sistema desaparece la génesis del derecho ya que

la voluntadjurídica se va desarrollando en un proceso ininterrum-pido que no tiene principio n i fin;

2 Ni las revoluciones son cesura. Cuando el cambio se producedentro de las pautas establecidas por la Constitución, la unidad.está apoyada en esas pautas. Cuando no lo está por ellas, lo estápor el reconocimiento del sistema en el ámbito del derecho inter-nacional.



180 ARIEl ÁLVAREZGARDIOl

3) No hay delito sin proceso.4) No hay contrato sin proceso civil.5) No hay hecho defmido antes de la resolución que lo define.6 o que constituye un derecho es la cosa juzgada.7) La cosa juzgada es el Estado.Puede ser que esta teoría sirva para algún sistema jurídico.No creemos que sea adecuada para explicar los fundamentos

teóricos el nuestro, y ello porque para que una norma valga, tantouna ley como una sentencia no es sólo necesario su ajuste formala normas constitutivas del órgano, es decir que la ley haya sidodictada por el órgano y conforme a pautas dictadas, sino que debe

haber una concordancia en segundo sentido conla

Constitución.

L TEORí TRIDIMENSION L DEL DERECHO

La expresión Teoría Tridimensional del Derecho es usadapor primera vez en el mundo jurídico, por el profesor de la universidad de San Pablo, Miguel Reale, para quien el derecho, esuna realidad histórico-cultural que posee tres dimensiones quese constituyen en los elementos esenciales de la experienciajurí-dica; hecho, valor y norma. En todas las modalidades de la conducta existe el hecho , de una energía espiritual, imantada porun valor dominantes, que se inclina a realizarlo como ley, comoforma, como norma .

Los antecedentes de esta concepción se remontan a HermannKantorowicz, a quien le debemos el nombre de trialismo. Estetrialismus donde se insinúa apenas una referencia a realidad,sentido y valor. Es indudable que fue el gran aporte sociológico deMax Weber, contiguo con la formulación de las teorías de los valores expresada en el pensamiento neokantiano de la escuela Sudoccidental alemana de Baden, lo que abre definitivamente el camino, hacia el tridimensionalismo jurídico.

Según Goldschmidt el primer autor jurídico tridimensionalista,habría sido Emil Lask al que le sucederían, en esa orientación

plurirregional,r a n ~ o i

Gény, Giorgio del Vecchio, Roscoe Pound,Julius Stone, Huntington Cairns Jerome Hall, Luis RecasénsSiches, Luis Legaz y Lacambra Eduardo García Maynez y Carlos




Cossio, como los juristas que han abierto nuevos y diferentes caminos en esta concepción teórica.

Distingue Goldschmidt 19 una Filosofia Jurídica Menor que tam

bién llama Jurística disciplina ésta que estudia el fenómeno jurí-dico, desde dentro de sí mismo mediante anális is y síntesis y es laque analiza la estructura del mundo jurídico. Desarrollada esta, yya en posesión del mundo jurídico, desenvuelve una Filosofia Ju-rídica Mayor, o Filosofia del Derecho propiamente dicha, que estudia el fenómeno jurídico desde afuera, y nos proporciona la localización del mundo jurídico en la totalidad del cosmos.

Esta teoría intenta superar los unilateralismos, que han aislado del mundo jurídico, alguno de los tres elementos integrativos.Kelsen, por ejemplo, postula un modo de wtilateralismo normativista en su famosa Teoría Pura del Derecho. En las expresionesdel realismo, particulannente del realismo escandinavo que hemos expuesto un poco más arriba, campea un unilateral ismo sociológico y el mundo jurídico se reduce sólo a facticidad.

Esta concepción tridimensional, adquiere la magnitud de unateoría, en Wemer Goldschmidt a partir de la redacción de la 'Ciencia de la Justici a 20.

la investigación de lajusticia como valor,lleva inexorablementeal análisis al objeto valorado por la justicia o sea a su materialestimativo. El objeto sobre el cual recae la valoración de justo oinjusto, son el orden de conductas de reparto, de potencia e impotencia y las razones de las mismas. El sustentáculo del mundojurídico es el orden de conductas de reparto de potencia y de impotencia y sus razones y que) este orden de repartos razonados,constituye el objeto de valoración jurídica Goldschmidt, Werner,La teoría tridimensional del mundo jurídico , ED, 3-1962 -1088) .

En ese breve pensamiento del autor mencionado estarían desenvueltos dos de los elementos o ingredientes de configuracióndel mundo jurídico y nos faltar ía explicar el papel que desempe-

19 Goldshmidt Werner, La U oría tridi11U nsional delmuooojuridico ED, tomo 3-1962, p. 1088.

20 Goldschmidt Werner, DikelogÚl,La Cienciade l Justicia, Ediciones Aguilar.Madrid, 1958.




ñan las nonnas dentro del orden de reparto. Las normas son lasque describen e integran el orden de reparto. Lo describen, entanto la norma es la autobiografia de la voluntad de los e p r t i d o ~

res y además, reviste una función integradora en la que puedendistinguirse una integración relacional, y otra sustancial:

la integración relacional, consiste en que los repartidores, a l

repartir potencia e impotencia, parten de un adjudicación de po-tencia o impotencia llevada a cabo por fuerzas no hum n s (dis-tribución); de esta suerte se incorporan a l orden de reparto nume-rosas distribuciones. a integración sustancial, a su vez, se sirvede l 8 conceptos o de las materializaciones .

JÜRGEN H BERM S


Jürgen Habermas nació en Düsseldorf, Alemania, en 1929 Es elrepresentante más sobresaliente de l segunda generación de fi-lósofos de la Escuela de Frankfurt y la gran figura del pensamien-to europeo contemporáneo. Su honradez intelectual, la búsquedaincesante de soluciones a los problemas del hombre actual y de lainterpretación de la historia y de la realidad social, hacen deHabennas un referente genuinamente universal.

Habennas estudió Filosofia, Psicología, Literatura y Economíaen las universidades de Gotinga -en un tiempo la Universidad

más célebre de Alemania- en Zurich y en Bonn. En esta últimaUniversidad obtuvo su doctorado. Durante algún tiempo trabajólibre como periodista (free lance). De la mano de Theodor W Ador-no ingresó en el Instituto de Investigación Social de Frankfurt amMain, en cuya Universidad obtuvo en 19641a cátedra de Filosofiay de Sociología.

Considerado el gran continuador de la tradición filosófica deKant y de Hegel, Habennas ha desarrollado una escuela de pen-

samiento basada en una nueva teoría de la sociedad y en la pre-eminencia explicativa de las ciencias sociales. En 1968 publicóConocimiento e interés , con el que su fama traspasó las fronte-

ras alemanas y en 1981, tras más de dos décadas de preparación,




sacó a la luz su obra fundamental, Teoría de la acción comunica-tiva , convirtiéndose en encarnación fundamental de la filosofiapráctica contemporánea. En ella contrapone las ideas tradiciona-les funcionalistas con la intersubjetividad social , dando origen asu teoría de la ética discursiva. Tanto los críticos como los admira-dores de Habermas han subrayado el especial bagaje de conoci-mientos históricos y la extraordinaria erudición sobre su propiotiempo, lo que en palabras de Anthony Giddens, último PremioPríncipe de Asturias de Ciencias Sociales, hace imposible no sen-tirse impresionado por el campo enciclopédico de la discusión deHabermas . Sus obras han sido traducidas a más de veinte idio-mas y forman parte de los clásicos del pensamiento contemporá-neo. Entre los galardones con los que ha sido distinguido figuranel premio Hegel de la ciudad de Stuttgart el SigmWld Freud deDarmstadt el Adorno, el Geschwister Scholl, el Sonning y la Me-dalla Wilhelm Leuschner. Es doctor honoris causa por las Univer-sidades de Jesuralén Buenos Aires, Hamburgo, NorthwesternUniversity Evanston, Utrech, TelAviv,Atenas y la New School forSocial Research de Nueva York y miembro de la Academia Alema-na de la Lengua y la Poesía. Hemos dicho, unos párrafos más arri-ba, que Habermas es considerado el gran continuador de la tradi-ción filosófica de Kant y de Hegel. En realidad sería tal vez máspreciso señalar que Kant y Hegel fueron los dos últimos filósofosgenerales que incluyeron al derecho en el sistema de sus desarro-llos de filosoila general. Después de ellos, el derecho experimentóuna especie de abandono por parte de los filósofos generales y

consecuentemente, la indagación mosófica respecto del derechofue obra dejuristas con una cierta preparación filosófica. Habermases después de aquellos dos colosos del idealismo alemán, el filóso-fo que incluye dentro del plan integral de su sistema de filosofíageneral, al derecho como una porción inescindible de él.

us ideas

Habermas es Wl de los varios eminentes productos tardíos dela Escuela de Frankfurt que se fundó en 1923 por iniciativa de ungrupo de estudiantes y desapareció en 1969. Su director más im-portante fue Max Horkheimer que fue su tercer director y que la



RIEL ÁLV REZ G RDIOL

dirigió durante cuarenta años. Se agregaron a la Escuela, luegode la fundación pensadores tan importantes como Erik Fromm,Theodor Adorno y Herhert Marcuse.

La Escuela de Frankfurt tuvo varias etapas. La primera queabarca los primeros diez años, donde se sucedieron los tres presidentes que la regirían. Una segunda, hasta 1949 que toma la denominación de Escuela de Frankfurt, politizada y combativa contra al nacionalsocialismo, con fuertes rupturas con el socialismosoviético y en la que se recepta como nutriente institucionalizadala incorporación teórica del psicoanálisis. Hay por fin una terceraetapa que va desde el 1949 hasta su disolución en 1969. Aquí se

produce una importante incorporación de miembros agregándoseentre los más importantes la figura eminente de Jürgen Habermas.En realidad Herbert Marcuse y Erik Fromm son disidentes de laEscuela, tal vez más cerca de Bertolt Brecht el ilustre dramatur-go, que fue un ortodoxo marxista y a quien recordamos al tratar laescuela de Frankfurt.

En los temas de nuestro tiempo, sus libros son la mejor pruebade su valor: El espacio público , Conocimiento e interés , La

ciencia y la técnica como ideología , La lógica de las ciencias so-ciales , Cultura y política , Problemas de legitimación en el capitalismo tardío , Teoría de la acción comunicativa , El discursofilosófico de la modernidad , La herencia de Hegel , Perfiles filosófico-políticos , El pensamiento postmetafisico , y por fin laobra que más comentamos en nuest ro estudio que es Facticidady validez- Sobre el derecho y el estado democrático en términos deteoría del discurso

La Escuela se conforma sobre la base de un grupo homogéneode personas, pero se apoya en un núcleo básico de nutrientes ideológicas: fundamentalmente Marx y algunos discípulos entre losque destacamos la influencia de Lukacs; Georg F Hegel y el hegelianismo de izquierda y casi al final Sigmund Freud.

Estos aportes son esenciales para entender el conjunto de ideascon las que se mueve este movimiento, al margen de las discrepancias de algunos de sus miembros, porque la escuela ni es marxistaortodoxa, ni hegeliana, ni freudiana, sino fuertemente heterodoxa.

a Teoría del Derecho de Habermas, que en alguna manera seinicia con el artículo en el que ensaya Cómo es posible la legiti-




midad por vía de legalidad , encuentra su coronación en 1992 conla aparición en Frankfurt de Faktizitat und Geltung. Beitráge zurDiskurstheorie des Rechts und des demokrastischen Rechtsstaats

(Facticidad y valor. Contribución a la Teoría del discurso del derecho y al Estado de Derecho Democrático, que ha sido editado entraducción al español de Manuel Giménez Redondo en 1998 bajoel título de Facticidad y Validez - Sobre el derecho y el Estadodemocrático de derecho en términos de teoría del discurso que vaa ser la médula de nuestro comentario).

Su primer contacto con l problemática jurídica decíamos lo expresa en Teoría de la acción comunicativa . Desarrolla allí Habermas

una teoría consensual de la verdad , en la que sostiene que lasexpresiones normativas, como mandatos y valoraciones, puedenser fundamentadas de manera esencialmente idéntica a lasproposiciones empíricas. la verdad de las proposiciones empíricascorresponde en otro plano, la corrección de las expresiones normativas.

Lo que hace Habermas es un traslado de los postulados generales de la teoría de la acción comunicativa y con especial dedica

ción al tema inacabable de la cuestión de la validez de las normasjurídicas.

La condición para la verdad de las proposiciones, es el acuerdopotencial de todos los demás. Esta teoría está construida sobre labase de la teoría de los actos de habla. Los actos de habla formanparte de una teoría general de la comunicación y reconoce dosformas distintas de comunicación: la acción y el discurso.

En este último libro citado, hace una aplicación de los postulados generales y ya conocidos de la teoría de la acción comunicativaa la problemáticajusfilosófica y como decimos, muy especialmente a la siempre viva cuestión de la validez de las normas jurídicas,que se resuelve, como lo anticipa el propio titulo del libro, comouna tensión bipolar entre facticidad y legitimidad, o validez socialy validez racional o comunicativa.

Las normas jurídicas tienen que tener una dimensión fácticaque se manifiesta con los dos aspectos correlacionados de su cumplimiento por un lado y de la coacción que respalda ese cumplimiento imponiendo el acatamiento forzoso si fuere menester, porel otro. Pero además hay una legitimidad que depende de su crea-



06 RIEL ÁlV EZ G RDIQL

ción y que se corresponde con el procedimiento democrático decreación normativa, de donde la validez jurídica tiene que ver conambos planos: el fáctico y el normativo.

Esta sería tal vez, una de las tesis centrales del libro que tieneque ver con la función integradora del derecho cuando es fruto deldiscurso racional de un proceso participativo, planteándose a con-tinuación Habermas, el fundamento de validez de los sistemasjurídicos. Ese fundamento está articularlo con sus anteriores refe-rencias en esta materia y vinculado a la preexistencia de un siste-ma de derechos que intentan reconstruir los presupuestos de ra-cionalidad del derecho de nuestro tiempo.

Independizarlo el derecho de la moral y del respaldo religiosoo metafisico de sus normas, queda plasmado como un ámbito abier-to a la argumentación, a la acción comunicativa que solo puedebasarse en el entendimiento como fuente de la legitimidad de lasnormas.

Tiene que ver también Habermas con la relación de derecho ymoral siendo esta relación de complementariedad y no de jerar-quía. Tienen en común ambos reguladores de la conducta moral yjurídica el principio discursivo, si bien el contexto del discursomoral es la humanidad entera y el que se establece para el dere-cho positivo es válido, solo para una comunidad determinada.

Facticidad y validez se propone como un enfrentamiento en-tre seguridad jurídica y justicia, manifestándose el autor como unsumiso adscripto al normativismo, proclamando su acatamientoa la seguridad, de donde las decisiones judiciales deben satisfacer

un doble requisito de consistencia con el ordenamiento y acepta-bilidad racional, queriendo una vez más, eclécticamente, garanti-zar simultáneamente la seguridad jurídica y la justicia. Sin em-bargo en el conflicto entre la racionalidad discursiva de l normay la racionalidad del Juez, la solución está planteada en favor dela primera, ya que, mientras la norma legal democrática, es frutode la efectiva articulación de la racionalidad comunicativa comoracionalidad intersubjetiva, las valoraciones del juez, por muchoque se pretendan racionales y universalizables, no llevan el avalde ser el resultado de un procedimiento discursivo efectivamentedesenvuelto y con ello fruto del interés general y la neutralidad.




Esta casi sacralización normativista 1 lleva a suscribir la te-sis de la única respuesta correcta. Ante cada situación solo hayuna decisión correcta, por mucho que puedan ser varias las nor-mas aplicables o las interpretaciones posibles que resuelvan elcaso. La adecuada ponderación discursiva de la situación y suspormenores servirá para concretar la norma individual que mejorse articule con esa situación. El juez está obligado por las normasyen tanto estas sean legítimas, queda liberado de plantearse cues-tiones relativas a su fundamentación. Los jueces deben realizar eljuicio reconstructivo de la norma frente al juicio que se elaboracon las ideas de coherencia y sistema.

Se trata de evitar la imagen de que varias normas puedan es-tar en contradicción para un único caso, y ello solo se evita sobreel presupuesto de que todas las normas válidas conforman un sis-tema coherente que permite para cada situación, una única res-puesta correcta.

La labor del juez debe ser una interpretación constructivacomo una empresa colectiva que se desarrolla sobre el trasfondo

entre la comunicación pública de los ciudadanos.nte la posible objeción que comprometa la seguridad jurídicacomo consecuencia del papel del juez, Habermas entiende a laseguridad jurídica como un valor dependiente del procedimiento.Para los sujetos vinculados, la seguridad jurídica deriva de lainstitucionalización como proceso de un procedimiento discursivoque permita a cada parte las razones relevantes y sólo aquellasreferidas a la aclaración de los hechos y el derecho. Esto evidenciala significación del derecho procesal que asegura el marco tempo-ral social y objetivo para el desarrollo libre de un proceso comuni-cativo que sigue la lógica del discurso de aplicación.

Referido a la posibilidad de dimensión creativa del derecho delas cortes constitucionales, la situación de conflicto con la teoríade la división de los poderes y en qué medida suplantan o comple-mentan al legislador, ratifica que la única fuente de legitimidadpara el derecho, proviene de su creación por un poder legislativode base democrática. Dado que la decisión de los jueces está some-tida a la ley la racionalidad de la jurisprudencia, remite alalegi



'88 ARIELÁlVAAEZGAROtOL

timidad del derecho válido, la que depende de la racionalidad deun proceso legislativo que, por imperio de la división jurídico es-tatal de poderes, no queda a disposición de los órganos de aplica-

ción jurídica.Con respecto al enfrentamiento entre el positivismo jurídicoen las vertientes formuladas por Kelsen, Hart o Raz, con el realis-mo sociologizante, el jurista de nuestro tiempo no puede reducirsu esquema a un sistema de normas, smo que incorpora o suponeprincipios que habrán de estar fuertemente relacionados con laproblemática moderna de la racionalidad, a causa de los cuales loque empieza siendo la perspectiva externa del filósofo del dere-

cho, o del filósofo político, acaba en una comprensión interna acercade que es lo que se t rata en definitiva en un sistema jurídico.Jfugen Habermas ha puesto el acento en la esfera de lo público

como expresión de los alcances y límites del orden democrático-liberal. Su reflexión al respecto se sitúa en el marco de sus pro-pias experiencias en relación con las transformaciones de las so-ciedades políticas contemporáneas. El hilo conductor de la mismaha sido 10 que Habermas considera el trabajo preliminar para

una teoría de la racionalidad sobre el tipo selectivo de raciona-lización que representa la modernización .

Para comprender l realidad constitucional del Estado como elproceso en cuya realización se produce una publicidad políticamen-te activa, Habermas considera que hay que atenerse al concepto deopinión pública en sentido comparativo y desarrollar los criteriosque permitan medir empíricamente a las opiniones según el r -

do de su publicidad: Una t l fijación empírica de la opinión públi-ca en un sentido comparativo es hoy el medio más seguro de obte-ner enunciados sólidos y contrastables acerca del valor democráti-code interpretación de una situación constitucional efectiva .

Desde nuestro punto de vista, el problema de los derechos ata-ñe ya no sólo a la organización del Estado, sino también a la orga-nización de la producción y distribución en cuanto fundamentosreales del orden social y económico. En este sentido, el problema

esencial del desarrollo político e histórico actual ya no es el deltránsito del Estado despótico al Estado liberal, sino el del Estadoliberal a una sociedad civil efectivamente emancipada y por ello,




capaz de reconocer los problemas esenciales sobre todo en el casode los países subdesarrollados y de formular respuestas para losmismos. Se trata efectivamente del nexo entre la dimensión nor

mativa de los órdenes sociales y el carácter deliberativo de la opinión pública pero que en nuestro caso adquiere en función de laglobalización económica un carácter particular en tanto que ellaha violentado directamente los derechos democráticos.

Habennas entiende estos paradigmas como los modos de realizarse el sistema de derecho y el principio del estado de derecho.Un paradigma explica de qué manera se conciben y de que modo

se deben tratar los principios del estado de derecho y los derechosfundamentales a fin de que puedan cumplir en un contexto dadola función que nonnativamente se les adscribe.

Frente a los dos paradigmas el liberal del derecho burgués quedescuida las condiciones que hacen viables la autononúa privada yel del derecho materializado del estado social que atiende a esosprincipios de autonomía privada buscando condiciones de justiciasocial aptas para asegurar los mínimos vitales de los sujetos peroque carga con los defectos del paternalismo que resalta la interrelación ineludible entre autonomía pública y privada Habermaspropone el paradigma jurídico o procedimental discursivo.

Esta reciente obra es iterando para enfatizar esa afinnaciónlo que expresamos al comienzo la continuación del pensamientohegeliano-kantiano en tanto Hegel y Kant fueron los dos últimosfilósofos generales que incorporaron al derecho en su sistema defilosofia general que es lo que hace Habennas particulannente enesta última obra referenciada superando esa suerte de abandonoque experimenta el derecho en los sistemas filosóficos que sucedieron a estos representantes del idealismo alemán. En él se consuma y sella una reconciliación teórica entre la izquierda intelectualeuropea y la idea del estado democrático liberal de derecho.

Como Rawls hace más de treinta años ésta es una propuestade conciliación entre el elemento liberal y el principio democráti o de la modernidad política. Este libro es una reformulación de lafilosofia del derecho de Kant y un retorno a ella pasando por lapropia tradición del pensamiento de la izquierda hegeliana.



190 IEL ÁLV REZG RDIOL

L TEORí CRíTIC EL DERECHO

Esta dirección del pensamiento contemporáneo tiene dos ver·tientes, un poco como aquellas dos corrientes que hemos analizado del realismo escandinavo y norteamericano, que se manifiestan en una expresión que nos animaríamos a denominar continental con nutrientes de la Escuela de Frankfurt que consideramos supra, GaBtón Bachelard y Michel Foucault entre otros y otranetamente norteamericana con el nombre de Critical Legal Studies.

L TEORí CRíTIC EN RGENTIN

Este movimiento que hemos llamado continental por sus vigorosas cepas europeas, ha tenido y tiene valiosos representantesen nuestro acotado mundo filosófico jurídico en la noble figurade Enrique Mari - que nos ha entregado hace tan poco esa espléndida introducción a la obra platónica en la exégesis que realiza en

El banquete de Platón - de Ricardo Entelman, de Alicia Ruiz, deCarlos Cárcava y de Juan Carlos Gardella que fuera muchos añosmi distinguido titular en la cátedra que desempefto en la Facul-tad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario. Dice LucíaAseff, inteligente discípula de este eminente maestro, que la teoría crítica define al derecho como

una práctica social específica, de naturaleza discursiva en la

que están expresados históricamente los conflictos, los acuerdos ylas tensiones de los grupos sociales que actúan en una formacióneconómico social detenninada 21.

Si debiéramos describir muy simplemente el programa de estaorientación crítica dentro del caudaloso cauce del positivismo ju-rídico y muy especialmente en relación con una de las expresionesmás fecundas de esa doctrina. que es sin duda la Teoría Pura del

21 Aseff, Luc ia María, a interpretación de la r y y otros textos crltiros de teoríageneral, edito Juris, 2004, p. 27.



DERECHO Y RE LID D .

Derecho de Hans Kelsen, no dudaríamos en sostener que la Teo-

ría Pura es una teoría del derecho positivo en general que quierelimitarse a conocer única y exclusivamente su objeto, procurando

determinar qué es y como se forma el derecho. No es una Teoríadel Derecho Puro sino que es una Teoría Pura del Derecho, esdecir que no busca el logro de un derecho puro sino que la pure-za está en el método de su despliegue científico. Se propone asídesbrozar de la especificidad de 1 jurídico de todos aquellos in-gredientes que siempre o casi siempre acompañan al fenómenojurídico: la política, la moral, la facticidad, la valiosidad, la econo-mía entre muchos otros. Pues bien la corriente que estamos ana-

lizando cree que para descubrir el derecho en su genuina y autén-tica especificidad, es menester considerarlo acompañado precisa-mente de todos esos componentes que generalmente se le agregan yque de alguna manera son constitutivos de su realidad esencial.

En esa línea de pensamiento y referido al núcleo temático denuestro interés el derecho es considerado una práctica social, conuna intensa preocupación por el discurso del poder.

Foucault dice al respecto:

me propongo mostrar a ustedes como es que las prácticas so-ciales pueden llegar a engendrar dominios de saber que no sólohacen que aparezcan nuevos objetos, conceptos y técnicas, sino quehacen nacer además formas totalmente nuevas de sujetos y objetosde conocimiento. El mismo sujeto de conocimiento posee una historia, la relación del sujeto con el objeto; o más claramente, la verdad misma tiene una historia ... Habia llegado el momento de

considerar estos hechos del discurso ya no simplemente por su aspecto lingüistico sino en cierto modo -y aqui me inspiro en las investigaciones realizadas por los angloamericanos- como juegos(games), juegos estratégicos de acción y reacción. de pregunta yrespuesta, de dominación y retracción y también de lucha. El discurso es ese conjunto regular de hechos lingüísticos en determinado nivel, y polémicos y estratégicos en otro. Este análisis del discurso como juego estratégico y polémico, es, según mi mo o de verlas cosas, un segundo tema de investigación Foucault Michel- La

verdad y las formas jurídicas Gedisa México 1988 Primera Conferencia. ps. 14 y 15.



192 RIEL ÁLV REZ GARDIOL

La cita de Foucault , nos fuerza a una mención, inducida por lalectura de un excelente libro de ensayos de Mark Lilla The RecklessMind - Intellectuals in Politics que podríamos traducir libremen-

te como Mentes inquietas y en el que evoca la trayectoria de eminentes pensadores contemporáneos que claudicaron, en diferentes circunstancias y con diferente grado de compromiso, a la seducción del poder totalitario. En ese libro, en cuyo ensayo final sesugiere una explicación a ese enigmático hechizo, que Lilla llamafilotiranía y que comprometen la personalidad de Martín Heidegger

y de Karl Schmidt implicados en el proyecto del nacional socialismo,salvando con honor la señorial figura de Karl Jaspers que mantu-

vo con galanura sus profundas convicciones humanistas y libertariasante el horror de la barbarie nazi. No se salva Michel Foucault n i

tampoco Jaques Derrida, y Walter Benjamin, de esta seducción deSiracusa, describiendo a Foucault que fascinado por la descamadacrítica nietszcheana al llamado humanismo ilustrado llegó a tolerar activamente todas las expresiones autoritarias de su tiempo,desde la defensa del marxismo, incluyendo la exaltación de la violencia hasta el maoísmo en China, y elAyhatolah K.omehini en Irán.

No se nos oculta que muchos contemporáneos de Foucault quecompartieron sus simpatías ideológicas, como el caso del célebrefilósofo francés, André Gluksmann, que tuvo el coraje de afirmarque el marxismo era comparable al nazismo, algo que algunospolíticos y lo que es más grave no pocos filósofos, todavía no hancomprendido y que habiendo sido considerado un filósofo que estaba a la izquierda de la izquierda , terminó sosteniendo que laoriginalidad de mayo del 68, que había unificado todas estas expresiones de pensamiento y que fue al mismo tiempo antiestatistay anarquista, pero también anticomunista, los estudiantes fran-ceses sabían muy bien quienes eran unos y quien eran otros.Foucault, no estaba naturalmente en esa nómina.

L uCRITICAL LEG AL STUDIES

Es un movimiento caracterizado por su heterogeneidad, por suinterdisciplinariedad y su eclecticismo teórico. James Boyle, sostiene que, visto desde afuera, Critical Legal Studies aparece comouna extraña mezcla de realismo jurídico, de nueva izquierda y de




critica literaria . Es un movimiento doctrinario con una fuertevinculación con las escuela de Frankfurt que hemos desenvueltoen la parte teórica general, y que también hemos mencionado comofundamento básico de las ideas de Habermas recién y que cuentaentonces con los mismos ingredientes ideológicos de aquella, mar-xismo, neohegelianismo, y freudismo, no obstante adoptar unaactitud, profundamente critica respecto de todas esas nutrientesfilosóficas. Es un movimiento antiformalista, maguer tomar alderecho positivo, tan en serio como cualquier otra escuela contem-poránea de pensamiento jurídico.

El movimiento de los estudios críticos del derecho -ha escritouno de sus más eminentes representantes, Robert M. Unger- hasocavado las ideas centrales del moderno pensamiento jurídico yen su lugar, ha colocado una concepción diferente del derecho queimplica una visión de la sociedad e informa una práctica de lapolítica 22 •

Hemos visto, los sustentos filosóficas que remontan a las raí-ces de la escuela de Frankfurt a las que deberíamos agregar, víncu-los con el real ismo jurídico americano precedentemente analiza-do, entrecruzándose l íneas de pensamiento, no siempre homogé-neas, procedentes de diferentes orientaciones culturales, aunquetodas políticamente radicales.

Como lo expresa Agostino Carrin02 3 , todo el movimiento de losestudios críticos encuentra probablemente su punto inicial y sufuerza, en un libro de uno de sus máximos exponentes Roberto M.Unger, que se trata de una tentativa radical de critica alliberalis -mo proponiéndose individualizar la estructura profunda del sis-tema social, político e ideológico del liberalismo a partir de losalbores de la época moderna 24 •

22 Unger R. M., The Critical Legal Studies Movemenl Harvard University PreS ,

1986,p. L23 Unger R M., Corwcimienro y Polaiea Traducción de L. Rodríguez Ozan, Fon·do de Cultura Económica, MéxiC{), 1985.

24 CarrinoAgostino, Solidaridad y Derecho. a sociologiajuridica r los CriticalLegal Studies en Doxa, Cuadernos de Filosofia del Derec;ho, t. 12, p. 115.



194 ARIEl ÁLV REZ G DIOL

La tesis de la escuela, plantearía que la desintegración moral,y el conflicto de valores propios del mundo occidental, arraigan enesa estructura profunda que hemos referido de la sociedad libe-

ral, que no se agota solo en un conjunto de teorías sobre la distri-bución del poder de la riqueza sino como una concepción delpensamiento y de la sociedad. El fm de la teoría seria la supera-ción de las antinomias que estructuran el pensamiento liberal,especialmente la contradicción entre individuo y comunidad quecaracteriza la situación, no meramente sociopolítica sino existen-cial del hombre contemporáneo.

Como nos lo dice Duncan Kenned y 25, en sus comienzos, hacia

1977, Critical Legal Studies se constituye como una intervención,a la vez política e intelectual en el campo académico en las facul-tades de derecho, iniciada y renovada periódicamente por profe-sores y estudiantes. Los temas políticos de la intervención sonheterogéneos pero todos ellos de inclinación izquierdista. Los te-mas intelectuales son de tendencia continental , con la impor-tante excepción del realismo jurídico americano. La aspiración dela escuela es indudablemente poner al descubierto el sentido polí-

tico de la practica cotidiana de los jueces y de los juristas, queconstruyen el derecho mientras se ven a si mismo como un instru-mento del derecho. Es decir que, la esencia de la crítica apunta ala intimidad del derecho, al dominio de las reglas, de los argu-mentos, de la práctica de la producción académica y judicial. Estonos pone en claro que no se t rata ni de una teoría filosófica ni deuna teoría sociológica aun cuando, se utilicen textos de estas dis-ciplinas en sus desarrollos.

Con lo que hemos visto hasta aquí pareciera evidente que noes nada fácil poder reseñar en la brevedad de una cita descriptivalo esencial de este movimiento en estas notas, por esas mismasrazones interdisciplinarias, eclécticas y aun iconoclastas que ca-racterizan el movimiento.

25 Kenedy Duncan, Nota Sobre la Historia de LS en w s EE.UU. Doxa, Cuader·nos de Filosofía del Derecho, t. 11, p. 283.




Podrían intentarse esquematizar algunas etapas en su evolución académica en los Estados Unidos. La primera etapa que po-dríamos ubicar temporalmente en los años 70 se presenta como un

irreconciliable debate entre racionalistas e irracionalistas . Losprimeros son herederos de las tradiciones científicas de la izquierda, particularmente del marxismo y también de la sociologia de MaxWeber, de Emil Durkheim y de la historiografia pragmatista norteamericana. Los segundos practican un nuevo método de análisis doctrinal, con la inequívoca influencia del estructuralismo.

La segunda etapa que la ubicaríamos temporalmente entre1985 y 1990, comienza con el debate sobre el derecho de las personas con una fuerte defensa con las actitudes feministas y a losmiembros de minorías raciales que constituyen una base teóricapara una nueva ola de acción contra el racismo.

Por fin una tercera etapa que ubicaríamos temporalmentepartir de 1990, y en donde se advierte un marcado interés por losdebates europeos sobre el post-modernismo y el post-estructuralismo y por la teoría literaria americana modernista feministayantirracista.

Reconozco que, como un simple profesor argentino no tengomuchos elementos para una mejor información de la evolución deeste pensamiento jurídico norteamericano pero creo que si bienpuede aceptarse que la Critical Legal Studies, no ha completadoun verdadero programa político ni sociológico ni tampoco ha gravitado en la vida política o en la actividad profesional jurídica enlos EE.UU. tampoco ha modificado los criterios básicos de la enseñanza del derecho. No obstante creo plausible sostener que hasido un factor considerable, en la institucionalización, de una orientación jurídica de izquierda, que no es un fenómeno intrascendente en la cultura jurídica del país del norte.

Hemos llegado al fin de estas notas. Si he conseguido cumplircon lo que me había propuesto, no lo sé, ni soy yo quien ha deestablecerlo. El alfa y la omega de la Sociología, el conocimientomás elevado que ha alcanzado, nos deja ver que el hombre estásubordinado a las leyes de la historia. Pero no hay que olvidarseque Borges decía que: la Historia es un libro que escribimos yque al mismo tiempo nos está escribiendo .



96 ARIEL ÁLVAREZ GARDIOl

Tengo para mi que nos esperan tiempos difíciles. Toda mi largaexistencia biográfica, fue un constante plano inclinado hacia elprecipicio de la decadencia y a fin de evitar que tengamos que dar

razón a Oswald Spengler que habla de nuestra civilización comode la tumba de la cultura, tendremos que pensar en trasplantaren nuestro mundo nuevo, los valores culturales perennes, que hancreado los hombres en el curso de la historia.

Somos, creo yo por lo menos, una generación entre el pasado yel porvenir. Un pasado que no ha terminado y que tiene sus arras-tres y un futuro que todavía apenas se insinúa. Hay que recordarsiempre la inteligente advertencia de Santayana: quienes no re-

cuerdan el pasado están condenados a repetirlo y nosotros tene-mos una notable capacidad de olvido de nuestras propias frustra-ciones.

Nuestro estudio plantea de un modo que creemos singular, lacuestión de la relación entre el derecho y la sociología, como unvínculo entre esas dos disciplinas y entre esas dos actividades. Larelación hasta ahora no ha sido muy próxima, y son pocas las ra-zones y fundamentos que se dan para ello. Los abogados siempre

han sido tema para los sociólogos y correlativamente han sidogeneralmente sus maestros y los orientadores el pensamiento ju-rídico, y todos los métodos para llegar a las decisiones que es untema esencial de los abogados, son preocupaciones que se han ori-ginado en el análisis sociológico. En este sentido la sociologia ytambién el derecho, puede ser interpretada como una rama de lasociologia del conocimiento que se refiere a las circunstancias so-ciales, en que ciertas formas de pensamientos son utilizadas para

resolver problemas. Pero cada vez que la sociología recurre a es-tos análisis jurídicos, la relación se transforma en una coinciden-cia de recíproca cooperación y esto tal vez, por el papel social quecumple el sociólogo, sin olvidar que la neutralidad moral en Socio-logía, casi como en todos los saberes, es imposible y quien la sos-tiene se miente a si mismo. El desafio está en manos de los inte-lectuales, esa especie casi en consunción, que debe proponersepensar con honestidad y sumarse con dedicación en el casi siem-pre avieso, pero absolutamente inevitable ámbito de lo político.



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Derecho y Realidad - Ariel Alvarez Gardiol