Desafio Mortal, Libro Digital, Gustavo Roldan

8/12/2019 Desafio Mortal, Libro Digital, Gustavo Roldan

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C laro que voy a pelear!No, don piojo, usted no puede pelear con el puma.

Qu no puedo? Por qu no puedo?Es una pelea despareja.Igual voy a pelear. Y ya mismo.El piojo y el puma se enfrentaron. Los ojos de los dos echaban

chispas, dispuestos para una pelea a muerte.Los dems animales los rodeaban en silencio. Ya

Desafo mortalGuSTAvO ROLDN

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haban intentado todas las formasde pararlos, pero no haba caso.

El puma mostr los dientes. Todos los dien-tes. Y los animales dieron un largo paso para atrs.

El puma rugi y larg un zarpazo que hizo volar alpiojo y lo estrell contra un quebracho. El piojo se enderez yatropell. Otro zarpazo del puma y el piojo qued colgado en lo

ms alto de un algarrobo.

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Bueno, basta! dijo el sapo. Ya est bien!Nada de basta! grit el piojo bajando a

los saltos de rama en rama. Nada de basta!

Y salt desde el rbol a la oreja del puma yse prendi como garrapata, dispuesto a chu-parle hasta la ltima gota de sangre.


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El puma rugi y se peg untremendo manotazo en la orejapara aplastar ah mismo al piojo.Pero el piojo ya no estaba. Haba salta-do a la otra oreja y lo morda deses-

peradamente. Otro manotazo delpuma y el piojo casi aprende avolar.

Y si terminamos la pelea? dijoel elefante dando un paso adelante.

Atrs todos! grit el piojo. Nada de terminar la pelea! yatropell lanzando manotazos al aire.

El puma retrocedi sorprendido. No haba pensado que esebichito pudiera pelear con tanta furia. Haba querido divertirseun poco, pero jams se le ocurri que el piojo fuera capaz de lle-var las cosas tan lejos.

Vamos, pelee! grit el piojo atropellando.

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Otro manotazo del puma y el piojo fue a caer arriba del ele-fante, ah rebot y cay sobre el lomo del tapir.

Lo va a matar! dijo el oso hormiguero.Lo va a destrozar con sus garras! dijo el coat.Lo va a morder con esos enormes colmillos! dijo la iguana.No podemos dejar que sigan! dijo el sapo.

Tenemos que hacer algo! dijo el quirquincho.

Por favor, don elefante, usted puede parar-los, haga algo! pidi la cotorrita verde.

Bueno bueno dijo el elefanteponindose en medio del piojo y

el puma. Se acab la pelea!El puma dio un paso para

atrs y dijo:


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Por m, la terminamos. Y les cuento que fue la mejorpelea que tuve en mi vida. Lo felicito, don piojo, estuve maly pido disculpas.

Acepto sus disculpas, y tambin acepto que me estabaganando. Debo admitir que usted es ms fuerte que yo.

Los animales hablaron todos juntos y se preguntaron muchascosas. En especial se preguntaron por qu haba comenzado

esa pelea tan feroz. Pero ninguno saba.Despus se fueron, cada cual por su lado. El elefante, elcoat, el sapo y el piojo se quedaron charlando.

Don piojo pregunt el sapo, por qu comenz todoeste lo? se da cuenta en lo que se meti?

Fue demasiado peligroso dijo el coat. El puma es unanimal feroz. Me hizo temblar todo el tiempo.

No se preocupe, amigo coat, yo temblaba ms todavadijo el piojo.

Por qu pelearon? pregunt el elefante.Porque casi me pisa. Pas sin mirar casi me pisa. Y

cuando yo grit me mostr todos esos dientes que tiene yencima me insult y me pis la sombra.

Lo insult! dijo el sapo. Le pis la sombra! Qu ledijo?

En realidad nada. Pero me mir como si me insultara. Ymovi la pata y casi me pisa otra vez. Y de nuevo me pisla sombra. Entonces me enoj y lo desafi a pelear.

Pero, don piojo dijo el elefante, un piojo no puedepelear con un puma.

Ya s que no, pero las cosas tienen sus lmites. Y creo

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que se estaba pasando de la raya. Sabe, don elefante?, a veces losbichos chicos tenemos que defender a muerte la dignidad. Si noresistimos, si no defendemos la dignidad, entonces s que estamoslistos. Y un buen piojo no puede permitir que nadie le pise la sombra.

El elefante y el sapo se miraron y dieron un paso para atrs contodo disimulo. No fuera a ser que por ah, sin darse cuenta, pusie-ran la pata encima de la sombra del piojo.

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Gustavo Roldn

Naci en Senz Pea, Chaco, en 1935 y creci en el monte, enFortn Lavalle. Estudi Letras Modernas en la Universidad deCrdoba. Trabaj como profesor, periodista y fue colaboradoren revistas como Humi y Billiken. Por su libro Como si el ruido

pudiera molestar gan el Tercer Premio Nacional de Literatura(1992); por Todos los juegos el juego , el Segundo Premio

Nacional de Literatura (1995). Fue Premio Konex en 1994 porla totalidad de su obra, y en 2002 obtuvo el Premio Pregonerode Honor. En el 2004 nuevamente premio Konex por la totali-dad de su obra.

Quers leer ms de este autor?

El monte era una fiesta; Historia de pajarito remendado; El car-naval de los sapos; Sapo en Buenos Aires; La noche del ele-fante; Crimen en el arca; Dragn; La leyenda del bicho colorado;Cuentos del zorro; El camino de la hormiga; El vuelo del sapo;Y entonces lleg el lobo; La pulga preguntona; Historias del

piojo; Un barco muy pirata.

Quers saber ms de este autor?www.educared.org.ar/galeriadeautores

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