Desafíos para pensar 1

Desafíos para pensarRecursos para el docente

1

Habilidades cognitivas

El libro Desafíos para pensar 1. Recursos para el docente

es una obra colectiva creada y diseñada por el Departamento

Editorial de Ediciones Santillana, a partir de Activación

del pensamiento 1. Recursos didácticos, por el siguiente

equipo:

José Luis Durán MaresEdición: Silvia de RojasCoordinación de Primer ciclo: Sandra WaldmanGerencia de gestión editorial: Mónica PavicichDirección editorial: Herminia Mérega

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La realización artística y gráfica de Desafíos para pensar 1. Recursos para el docente ha sido efectuada por el siguiente equipo:

Jefa de arte: Claudia FanoDiagramación: Paula SocolovskyCorrección: Marta CastroDocumentación fotográfica: Ariadna Demattei, Leticia Gómez Castro y Nicolas Verdura.Foto de tapa: Paula BonacorsiPreimpresión: Miriam Barrios, Marcelo Fernández, Gustavo Ramírez, Maximiliano Rodríguez.Gerencia de producción: Gregorio Branca.

El libro Activación del pensamiento 1. Recursos didácticos fue elaborado en Editorial Santillana, por el siguiente equipo:

Dirección editorial: Antonio Moreno Paniagua. Autor: José Luis Durán Mares. Coordinación editorial: Gabriel Moreno Pineda. Edición: Margarita Javiedes Romero. Asistente editorial: Jacqueline Brieño Álvarez. Corrección de estilo: Mónica Noble Sánchez y Pablo Mijares Muñoz. Coordinador de diseño: Humberto Ayala Santiago. Diseño de portada e interiores: Humberto Ayala Santiago, Rocío Echávarri Rentería y Carlos Arturo Vela Turcott. Arte: Francisco Rivera Rodríguez. Dibujo: Julián González Luna. Fotografía: José Ricardo Castellanos Velázquez y Raúl Pedraza Cabrera. Fotografía de portada: José Ricardo Castellanos Velázquez y Raúl Pedraza Cabrera. Coordinación de autoedición: Óscar Tapia Márquez. Diagramación: Ivonne Carreón Arredondo. Digitalización y retoque de imágenes: José Perales Neria, Gerardo Hernández Ortiz y Arturo Linares Suárez. Fotomecánica electrónica: Gabriel Miranda Barrón, Manuel Zea Atenco y Benito Sayago Luna.

Durán Mares, José Luis

Desafíos para pensar 1 : recursos para el docente . - 1a ed. - Buenos Aires :

Santillana, 2008.

56 p. ; 22x28 cm. - (Habilidades cognitivas)

ISBN 978-950-46-2096-9

1. Guía Docente. I. Título

CDD 371.1

Este libro no puede ser reproducido total ni parcialmente en ninguna forma, ni por ningún medio o procedimiento, sea reprográfico, fotocopia, microfilmación, mimeógrafo o cualquier otro sistema mecánico, fotoquímico, electrónico, informático, magnético, electroóptico, etcétera. Cualquier reproducción sin permiso de la editorial viola derechos reservados, es ilegal y constituye un delito.

© 2009, EDICIONES SANTILLANA S.A.Av. L. N. Alem 720 (C1001AAP), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

ISBN 978-950-46-2096-9

Queda hecho el depósito que dispone la Ley 11.723.

Impreso en Argentina. Printed in Argentina.Primera edición: febrero de 2009.

Este libro se terminó de imprimir en el mes de febrero de 2009 en XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX.


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Presentación

Desafíos para pensar 1. Recursos para el docente es un ma-terial elaborado por Ediciones Santillana para que los docen-tes contribuyan en el aprendizaje de los niños y los motiven a “aprender a aprender”.

Con este propósito, la serie Santillana Habilidades cogni-tivas incorpora dinámicamente al alumno, quien construye lo que aprende, mientras el docente actúa como mediador entre los contenidos programáticos, las habilidades y el aprendizaje.

El libro tiene tres propósitos básicos como apoyo de la maestra o el maestro:

Organizar. Proporciona al docente una dosificación de los contenidos para que estructure sus clases a lo largo del período escolar y cinco autoevaluaciones. Esta organización permite al docente trabajar con propósitos generales y específicos, vin-cular otros espacios curriculares al tema de cada propuesta y planear sus estrategias didácticas de acuerdo con los avances del grupo.

Planificar. La planificación de las clases tiene como conse-cuencia el éxito de una estrategia didáctica. Este libro permite al docente conocer y planear cada propuesta para aprovechar al máximo el tiempo, preparar material, sugerir alguna inves-tigación, recuperar conocimientos mediante el diálogo con los alumnos, aclarar dudas, etcétera.

La planificación se refleja en que el docente conoce el tipo de actividad, las habilidades de pensamiento que desarrollará el niño, el propósito y la posible respuesta del alumno.

Reforzar. En este libro, el docente nunca ve limitado su campo de trabajo; puede reforzar sus planes didácticos si utili-za las actividades como base para crear nuevas actividades con información de otros contenidos programáticos.

La utilización adecuada de Desafíos para pensar 1. Recursos para el docente será de gran ayuda para el docente interesado en que los alumnos comprendan que aprender a aprender es fácil y divertido si sabemos cómo hacerlo.


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Índice

Presentación 3

Estructura de este libro 5

Propuesta de dosificación 6

Habilidades del pensamiento 10

Perfil del alumno de primer año 11

Evaluación de las habilidades cognitivas 13

Representación y significado de los íconos 15

Propuesta 1 16

Propuesta 2 17

Propuesta 3 18

Propuesta 4 19

Propuesta 5 20

Propuesta 6 21

Propuesta 7 22

¿Qué aprendí? Primera autoevaluación. 23

Propuesta 8 24

Propuesta 9 25

Propuesta 10 26

Propuesta 11 27

Propuesta 12 28

Propuesta 13 29

Propuesta 14 30

¿Qué aprendí? Segunda autoevaluación. 31

Propuesta 15 32

Propuesta 16 33

Propuesta 17 34

Propuesta 18 35

Propuesta 19 36

Propuesta 20 37

Propuesta 21 38

¿Qué aprendí? Tercera autoevaluación. 39

Propuesta 22 40

Propuesta 23 41

Propuesta 24 42

Propuesta 25 43

Propuesta 26 44

Propuesta 27 45

Propuesta 28 46

¿Qué aprendí? Cuarta autoevaluación. 47

Propuesta 29 48

Propuesta 30 49

Propuesta 31 50

Propuesta 32 51

Propuesta 33 52

Propuesta 34 53

Propuesta 35 54

¿Qué aprendí? Quinta autoevaluación. 55


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Estructura de este libro

PROPUESTA DE DOSIFICACIÓN El libro comienza con una propuesta de dosificación que organiza el trabajo en una clase de una hora durante 35 semanas, lo que per-mite al docente planear su labor de una manera efi-ciente y sistemática.

HABILIDADES DEL PENSAMIENTO Dos páginas que contie-nen información actualizada acerca de las habilidades del pensamiento de los alumnos y sugerencias para de-sarrollarlas.

PERFIL DEL ALUMNO DE PRIMER AÑO Información especí-fica de las capacidades mentales y físicas del niño y la niña de primer año para que el docente desarrolle efec-tivamente el potencial cognitivo del niño.

EVALUACIÓN DE LAS HABILIDADES COGNITIVAS Evaluar y autoevaluar son dos acciones imprescindibles en el desarrollo de las habilidades cognitivas. El libro ofrece la información necesaria para que el docente comprue-be los avances y las dificultades que el alumno muestra durante su proceso de aprendizaje.

REPRESENTACIÓN Y SIGNIFICADO DE LOS ÍCONOS Página de-dicada a mostrar el significado de los íconos que re-presentan las habilidades cognitivas por desarrollar en cada propuesta y una breve descripción para aplicarla mejor durante la propuesta didáctica.

Describe el propósito principal de la au-toevaluación y las habilidades cognitivas que el docente debe evaluar. Propone la interpretación adecuada de los resultados y brinda claves que permiten comprobar la efectividad del aprendizaje del alumno. Los resultados de esta evaluación pueden ser fácilmente transferidos a cualquier re-gistro que el maestro o maestra consideren conveniente.

PROPUESTA SEMANALOfrece al docente, en la columna de la iz-quierda, un plan de clase completo para aplicarlo durante 60 minutos, distribuido en tres secciones: Para empezar, Durante el desarrollo y Para finalizar. Son los pasos didácticos más efectivos para llevar de la mano al alumno hacia el desarrollo de sus habilidades cognitivas básicas y para que las aplique como instrumentos de su apren-dizaje significativo.

Desafíos para pensar 1. Recursos para el docente ofrece algunos de los aspectos más importantes para evaluar el desarrollo de los niños mientras trabajan. Finalmente, la información cierra con sugerencias prácti-cas para que el maestro y la maestra logren una mejor disposición en el alumno y este relacione el aprendizaje con los valores uni-versales que provocarán un mejor ambiente dentro del aula.

La columna de la derecha contiene las ca-racterísticas pedagógicas generales de cada propuesta, el propósito y las habilidades cognitivas que se desarrollan, así como su vinculación con algunos espacios curricu-lares o temas del Programa Oficial.

En esta sección el docente encuentra el pro-ceso más efectivo para seguir paso a paso la autoevaluación mediante actividades que comprueban el avance de los alumnos.


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Propuesta de dosificación


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Habilidades del pensamiento

Las habilidades del pensamiento son las capacidades mentales que permiten al individuo construir y organizar su conocimiento para aplicarlo con mayor eficacia en di-versas situaciones. Estas capacidades se desarrollan con la práctica, consciente o inconscientemente; se relacionan con el acto de pensar y están presentes en todas las personas.

Una habilidad cognitiva se desarrolla en la medida en que se explora su utilidad para lograr un fin; esto implica el ejercicio de las habilidades para dominarlas y para encontrar estrategias que faciliten su aplicación.

Entre las habilidades cognitivas sobresalen, por su aplicación y desarrollo en el proceso de aprendizaje y adaptación escolar, las siguientes:

Observación. Consiste en recoger información re-levante para un propósito establecido, en un determi-nado problema. Las modalidades pueden ser muchas: textual, verbal, numérica, gráfica, pictórica, sonora, vivencial, gustativa, etcétera.

La observación que nos interesa promover debe ser selectiva y atender a los elementos congruentes y re-levantes del problema que se plantee. Los elementos irrelevantes no deberán tomarse en cuenta.

Representación mental. Esta operación consiste en crear una imagen mental del objeto o la idea que se desee. La imagen mental puede ser real o imaginaria.

Cuando el niño ingresa en el período de las opera-ciones abstractas puede generar imágenes mentales de los objetos, aun cuando estén ausentes.

Retención. Se trata de la acción mental de mantener disponibles los datos próximos a ser procesados, o com-binarlos con otros que estén por ingresar a la conciencia del sujeto, es decir, a la memoria de corto plazo.

Recuperación. Consiste en traer a la memoria activa información o experiencias almacenadas en la men-te del alumno, que tienen relación con la solución del problema en curso. Algunos estudios sobre la memoria han encontrado que es posible mantener en la memoria de corto plazo hasta siete elementos.

Comparación. Consiste en identificar elementos o aspectos comunes, o distintos, de dos o más objetos, ideas o conceptos. Toda comparación nos conduce a identificar semejanzas y diferencias y se basa en el uso de uno o más criterios.

La comparación constituye la primera operación mental propiamente dicha. Es la función esencial de todo comportamiento inteligente.

Ordenación. La ordenación consiste en identificar y asignar determinada secuencia o seriación a un con-junto de dos o más elementos, cosas, objetos o concep-tos. Esta asignación debe responder a determinados criterios que suelen ser los mismos que se utilizaron para la comparación.

Clasificación. La clasificación es una operación mental compleja que consiste en el manejo de varias ordenaciones simultáneas y coordinadas, sobre la base de la aplicación de conceptos como categoría, clase y subclase. Incluye el concepto de excepción, que intro-duce un desequilibrio y da lugar a la acomodación de estructuras mentales del sujeto.

La ordenación y la clasificación son las dos ope-raciones mentales que siguen de manera natural a la comparación. Podemos decir que la suma de compa-raciones obliga al sujeto a encontrarles un orden que facilite su manejo, su retención, su almacenamiento (memorización) y su eventual recuperación (recuerdo) cuando sea necesario.

Interpretación. Es un conjunto de operaciones mentales que permite a la persona encontrar signi-ficados a su entorno y que contribuyen a su adapta-ción exitosa.

La interpretación constituye una habilidad mental esencial para la adaptación del alumno a su medio. Sus antecedentes y bases estructurales son la codifica-ción y la decodificación de diversos lenguajes: escrito, verbal, no verbal, gráfico, pictórico, informático, gus-tativo y musical, entre otros.

Cuantos más códigos conozca y utilice la persona, más posibilidades tiene para ejercitar sus habilidades de interpretación, expresadas en acciones como para-frasear, explicar, argumentar y resumir.

Inferencia. Constituye la unidad básica del apren-dizaje resultante de la asociación de elementos, fenó-menos o cosas que inicialmente no tenían relación para el alumno, y deriva en la identificación de tal asociación.

Existen dos caminos para arribar a la inferencia: la inducción y la deducción.


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Habilidades del pensamiento

De la suma de casos concretos se obtienen prin-cipios o reglas. Este es el camino de la inferencia in-ductiva, de lo particular a lo general. De la aplicación de un principio, regla o ley, podemos descubrir casos concretos en donde se aplique alguna de esas normas. Ese es el camino de la inferencia deductiva, que va de lo general a lo particular.

Perfil del alumno de primer año

Por ejemplo, si al trasvasar agua de un recipiente bajo y ancho a otro delgado y alto, les pedimos que anticipen el nivel que alcanzará el agua, los niños y las niñas contestarán que llegará al mismo nivel, conside-rando una sola dimensión: el nivel del agua.

Para los niños y las niñas de esta edad, el nivel del agua no tiene relación inmediata con la forma del re-cipiente, porque su razonamiento no realiza las ope-raciones mentales necesarias para compensar una dimensión (lo ancho del primer recipiente) con otra (lo alto del segundo recipiente).

Esta condición, llamada intuitiva, se sustenta en la inteligencia que el niño está formando: el conjun-to de operaciones mentales sin dependencia de los datos perceptuales.

Esta característica fortalece la defensa del punto de vista propio, tan importante en esta edad. Privilegia el sentimiento por las evidencias sensibles, enjuicia a partir de imágenes directas de la realidad y defiende conclusiones centradas en una lógica evidente, visible, sin transformaciones.

En estos alumnos, el pensamiento domina el len-guaje y puede razonar planteamientos que impliquen

Los alumnos y las alumnas de primer año enfren-tan una condición doblemente difícil: su ingreso al ciclo de educación primaria significa la entrada a un ámbito formal de aprendizaje, distinto del ciclo anterior de pre-escolar, donde prevalecen la libertad y el carácter lúdico.

El ámbito formal de aprendizaje exige a los alum-nos de seis años acatar una disciplina de trabajo cen-trada en el cumplimiento de tareas e indicaciones. Además de la realización de actividades escolares en casa, la escuela se convierte en una representación que lo acompañará durante toda su vida.

Otra condición difícil para estos alumnos de seis años es su propia evolución cognitiva, la reestructuración de su inteligencia y el cambio en la perspectiva emocional. Este momento marca también el ingreso a una nueva etapa en el desarrollo: el inicio en el manejo de operacio-nes del pensamiento, el uso de instrumentos inteligentes para transformar situaciones internas y encontrar res-puestas a los múltiples problemas que enfrenta.

Uno de los rasgos característicos del pensamiento del alumno es la importancia de los datos perceptivos; a esta edad, lo que percibe el escolar equivale a lo que conoce, por lo tanto, no es capaz de encontrar antece-dentes para comprender un fenómeno.

Evaluación. Proceso complejo que consiste en ob-tener y expresar juicios de valor sobre determinada materia, sobre la base de hechos debidamente regis-trados y del uso de criterios de valoración. El desarro-llo del pensamiento crítico no podría entenderse sin la práctica de la evaluación, que consiste en formular juicios de valor en torno a un asunto en particular.


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La característica egocéntrica de estos niños puede iniciar su desvanecimiento con actividades como com-parar, ordenar o clasificar. Es decir, todas aquellas ac-ciones que impliquen considerar otro objeto externo a una colección o un conjunto de objetos que compar-ten una característica en común, ajena a sus deseos.

En estas situaciones, el uso de los contenidos del programa de primer año ayuda al docente a lograr que los alumnos y las alumnas comprendan los apren-dizajes que el nuevo ciclo escolar les exige.

Por su parte, la cualidad intuitiva del proceso de razonamiento puede iniciar su transformación hacia el reconocimiento de otras dimensiones que intervienen en el hallazgo de soluciones.

Es importante que los alumnos y las alumnas de-sarrollen habilidades cognitivas para considerar otros elementos y encontrar soluciones aunque no sean evi-dentes. Es vital conducir a los alumnos al manejo de las operaciones mentales como los instrumentos fun-damentales para el desarrollo del pensamiento.

Posiblemente se piense que los niños y las niñas de primer año realizarán razonamientos a lo largo de toda su vida escolar y personal, con activación del pensamiento o no.

No obstante, si el docente enseña a los alumnos a usar sus habilidades del pensamiento adecuadamente, es seguro que los niños y las niñas producirán mejores resultados, y la labor de aprender y enseñar aspirará a nuevos desafíos, factor fundamental para cualquier crecimiento intelectual.

el manejo de proposiciones sobre aspectos concretos y visibles; por ello su dependencia de los datos sen-soriales.

La posición egocéntrica de los niños y las niñas de seis años cubre todos los aspectos de su vida: llevan a cabo juegos individuales con algunos rasgos breves de participación o cooperación y establecen reglas que regulan los juegos, las cuales son transgredidas o transformadas al cumplir sus deseos. De ahí que es importante que el docente reconozca esta conducta.

La activación del pensamiento de los niños y las niñas es una oportunidad inmejorable para lograr que su razonamiento alcance mayores niveles en el domi-nio de las operaciones mentales.

De aquí la importancia de la labor del docente para presentar situaciones a partir de las cuales los alumnos puedan discriminar, relacionar, clasificar, representar, solucionar, es decir, aprender a realizar operaciones mentales que les permitan un mayor ma-nejo del pensamiento.

El pensamiento de estos niños requiere un soporte concreto para llevar a cabo las operaciones que les de-manda encontrar las respuestas.

Para estos alumnos, observar significa recorrer la imagen y fijar la atención en los aspectos de mayor interés, abandonar la actividad en el momento en que deseen; en cambio, para el docente, observar es una habilidad que requiere un cierto orden en su realiza-ción, una dirección establecida y una intención clara.

A tal efecto, provee de una imagen o situación configurada con ciertos indicadores que orientan la atención y desarrollan habilidades para identificar o discriminar.

Perfil del alumno de primer año


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• El aspecto conceptual. El conocimiento conceptual o declarativo que el alumno tiene acerca de las ha-bilidades cognitivas, su utilización y las estrategias que existen para ponerlas en práctica.

El aspecto conceptual se refiere a hechos, conceptos o principios implícitos en tareas que favorecen el saber decir. El alumno debe ser capaz de responder: “¿Qué es?” “¿Cómo es?” “¿Cuáles son sus carac-terísticas más significativas?” Por ejemplo, saber qué es un cuadrado, qué es un sinónimo, qué es una serie, qué es una palabra grave, etcétera, refleja el aspecto conceptual del proceso de aprendizaje.

• El aspecto procedimental. Este aspecto se relacio-na con los componentes prácticos del saber y con el conjunto de acciones ordenadas que el alumno debe realizar para alcanzar una meta determinada y resolver la tarea.

Saber sumar, establecer relaciones, comparaciones, hacer cálculos, redactar oraciones, etcétera, son ejemplos de conocimiento procedimental que ayuda-rán a poner en práctica el conocimiento declarativo.

• El aspecto estratégico o condicional. Indica en qué situaciones emplear cada procedimiento, de qué manera debe utilizarse y cuál es el beneficio, es de-cir, “control mientras se hace”.

• El aspecto actitudinal o de valor. Se relaciona con el tipo de conducta (responsabilidad, sinceridad, organización, etcétera), enmarcada en un proyecto o finalidad (libertad, paz, desarrollo, etcétera).

Este aspecto alude a las actitudes que denotan una predisposición en relación con un objeto, situación, persona, hecho o idea y a las normas, entendidas como prescripciones para actuar en situaciones es-pecíficas; por ejemplo: respetar a los compañeros y a las compañeras, guardar silencio cuando otros trabajan, etcétera. Supone el saber ser en el proce-so de aprendizaje.

Evaluar la práctica y el desarrollo de las habilida-des cognitivas no siempre ofrece la comprobación del aprendizaje del alumno en el aula. No obstante, es necesario que el docente cuente con instrumentos de evaluación que le permitan darse cuenta de los avan-ces y/o retrocesos de su grupo.

Todos los docentes saben que el aprendizaje esco-lar debe evaluarse y conocen la conveniencia de llevar un registro ordenado cuyos resultados les permitan incrementar, continuar o modificar las estrategias di-dácticas que han aplicado.

Para el proceso de evaluación de las habilidades cognitivas, es necesario que el docente registre si el alumno realiza tres pasos importantísimos: sabe lo que tiene que hacer, sabe hacerlo y controla el proceso mientras lo hace.

Para facilitar la evaluación, en el libro Desafíos para pensar 1, todas las actividades están diseñadas para que el niño descubra las respuestas más adecua-das. El proceso que el alumno de primer año sigue y las estrategias que explora para llegar a una conclu-sión le ofrecen mejores oportunidades para aprender a aprender que los ejercicios memorísticos, que solo ofrecen una opción de respuesta, es decir, las respues-tas unívocas.

La utilización de estrategias para pensar implica saber elegir la estrategia de aprendizaje más adecua-da a partir de lo que se conoce. Esto les permite a los alumnos y a las alumnas abordar un tema de diferentes maneras y aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.

Cualquier acción dirigida a evaluar las estrategias de aprendizaje de los alumnos debe proporcionar al docente información sobre los siguientes aspectos:

Evaluación de las habilidades cognitivas


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ción de habilidades del pensamiento; más que el resul-tado o logro del producto, debe priorizarse el proceso, es decir, la disposición, el interés, la sistematización, la reflexión, la aplicación clara de estrategias, etcétera.

Por lo tanto, conviene que el docente asuma una actitud proactiva, esto es, que estimule los avances. Es necesario recordar que cada alumno tiene un estilo diferente de aprender y por ello su avance tendrá un ritmo distinto.

Lo más importante al trabajar con estrategias para desarrollar las habilidades del pensamiento es el avance que el alumno logra a partir de sí, de cómo va compren-diendo y cómo va integrando las nuevas experiencias a las que ya conocía.

Finalmente, es necesario aclarar que, debido a las múltiples características que intervienen en la evalua-ción de las habilidades cognitivas, es más confiable una evaluación cualitativa que una cuantitativa. Por eso, sugerimos a los docentes aplicar criterios cuali-tativos a los procesos de aprendizaje y a la práctica consciente de las habilidades, y volcar los resultados en un modelo de registro de evaluación como el que se presenta a continuación.

Estos cuatro aspectos se utilizan simultáneamen-te en cualquier actuación estratégica del alumno y se evalúan verificando el nivel significativo que tie-ne el conocimiento adquirido para cada escolar, con el fin de incrementar su propio aprendizaje y, luego, transferir los nuevos conocimientos a otros espacios curriculares e incorporarlos a su propia estructura cognitiva.

Para lograr lo anterior, conviene que el docente invi-te a los alumnos a considerar si las estrategias que uti-lizaron pueden ser empleadas en el futuro, cómo y en qué situaciones. También es necesario que compruebe si a los niños les ha quedado claro lo que se espera de ellos y les pregunte, durante el desarrollo de las activi-dades, qué pasos han seguido y cuáles son las razones para haberlo realizado de esa forma y no de otra.

El interés que muestren los alumnos por participar y explorar en los distintos momentos en que se reali-zan las actividades es fundamental para favorecer el desarrollo y la aplicación de una habilidad en particu-lar y luego transferirla a nuevos aprendizajes.

Considerar estos aspectos exige establecer criterios integrales de evaluación en la ejercitación y adquisi-

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Representación y significado de los íconos

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Representar las habilidades del pensamiento por medio de íconos tiene como primer propósito que los alumnos y las alumnas los observen, examinen su significado y externalicen sus ideas acerca de la apli-cación de las habilidades del pensamiento en sus acti-vidades académicas y cotidianas.

El segundo propósito, y no por ello menos impor-tante, es que el niño conozca antes qué habilidad cog-nitiva aplicará principalmente (aunque no la única) y cómo lo hará, es decir, el estudiante conocerá de ante-mano qué resultados obtendrá con esta práctica.

El conocimiento previo provoca que el estudiante seleccione y revise cada paso del proceso que sigue para resolver una actividad y dirija su aprendizaje conscientemente hacia contenidos significativos.

Para facilitárselo, es necesario que el docente dispon-ga de unos minutos, antes de empezar con la propuesta, para mostrar a los estudiantes los íconos y conducir la observación hacia los colores, las formas, las figuras y los detalles del dibujo, y promueva el diálogo entre los escolares para que expliquen cómo establecieron los significados y la representación, con la finalidad de comparar las respuestas.

En suma, esta actividad previa dispone a los esco-lares a recibir un nuevo conocimiento de una manera más consciente y perdurable.


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Propuesta 1

Un paseo otoñal

¡A trabajar!

Para emPezar

Realice con los alumnos algunas actividades que dirijan su atención; hágalo como una adivinanza. Pregúnteles, por ejemplo: ¿Qué hay arriba de la lámpara? ¿Qué tene-mos detrás de la caja grande?

Durante el Desarrollo

Pídales que observen la ilustración y emitan sus co-mentarios. Es importante que reconozcan la escena y sus personajes, y que perciban el contexto en el que tiene lugar la acción.

Incluso, puede variar los criterios para modificar tam-bién los aspectos que se observan, por ejemplo, dirija la atención hacia las hojas de la escena, pregunte qué pueden decir de ellas; cambie la orientación hacia uno de los personajes, su ropa o su cara, etcétera. Esta di-námica puede variar hasta cubrir todos los aspectos de la página.

Para hacer más dinámica la descripción, alterne la participación de los alumnos y estimule la interven-ción espontánea.

Para finalizar

Realice un intercambio de ideas con los niños para comparar sus respuestas, con el propósito de que se den cuenta de lo que hicieron.

Pídales a los alumnos que revisen las preguntas fina-les y las contesten una por una; deles tiempo suficiente para que escriban la respuesta antes de pasar a la si-guiente.

Si encuentra diferencias, pídales que las expliquen; guíe la discusión con el propósito de lograr un consenso.

El propósito de esta propuesta es estimular la capacidad de observación de los alumnos y las alumnas guiada por indicadores específicos.

Los alumnos de primer año requieren que su atención sea regulada para mejorar su comprensión. El desarrollo de las habilidades de observar y describir es sencillo, si la atención de los alumnos es guiada mediante dibujos o escenas con detalles específicos y se evita distraerlos con elementos secundarios.

Cambie el criterio de observación y pregúnteles qué as-pectos veían en las ilustraciones, como si se tratara de un cambio de lentes. Es decir, sugiérales a los alumnos y a las alumnas que imaginen nuevas situaciones con-servando los elementos principales de las imágenes del libro.

Otro aspecto importante de esta propuesta es que los alumnos se den cuenta de la aplicación de las habilida-des cognitivas en otros escenarios académicos o cotidia-nos, para que utilicen conscientemente sus capacidades y su proceso de aprendizaje sea más efectivo.

Como sugerencia para comprobar o ampliar la habilidad de observación, lleve a cabo algunas descripciones de escenas con los mismos libros de los alumnos. Pídales que abran alguno de sus libros del espacio curricular que usted seleccione e invítelos a observar una escena en particular. Transfiera la observación a espacios tales como Lengua y solicíteles a los alumnos que observen y describan las semejanzas o diferencias entre distintos elementos.

Para una evaluación efectiva, compruebe que los alum-nos guían su descripción por los indicadores, enlazan enunciados coherentemente, amplían su descripción, anotan su respuesta y describen de manera general el proceso de respuesta.

Aproveche este momento para estimular la disposición de los alumnos hacia los beneficios de la amistad, el tra-bajo en equipo y la comprensión, independientemente de las personas de las que se trate.

Un aspecto importante es el ambiente de cordialidad que usted cree en el aula. Aproveche las actividades para que los alumnos dialoguen e intercambien ideas.


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Propuesta 2

¿Qué se perdió?

Vamos a buscar

Para emPezar

Realice diferentes comparaciones. Por ejemplo, entre los útiles de unos y otros alumnos, o entre las aulas. Pídales a los niños y a las niñas que lleven fotografías de ellos y de sus padres en épocas distintas, con el fin de notar las diferencias.


Solicíteles a los niños que observen los cuadros de la propuesta y piensen cómo los van a comparar. Sugiérales algunos criterios para comparar de manera planificada.

Recuérdeles que señalen en la ilustración los detalles que encuentren; recorra los lugares para orientar la búsqueda; no los apresure ni les sugiera las respuestas.

Para finalizar

Reconstruya el proceso que siguieron los niños para encontrar las diferencias; pregúnteles cómo inicia-ron la búsqueda y anote en el pizarrón las respuestas. Procure tomar el tiempo que invirtieron para resolver la actividad.

Enfatice la relación entre la manera de hacer la activi-dad y lo que tardan en resolver el problema.

Antes de terminar la propuesta pídales a los niños que respondan las preguntas metacognitivas. Deles un tiempo razonable para que trabajen individualmente y, si es posible, comente ampliamente las respuestas para tratar de resolver las dudas.

Esta propuesta tiene como propósito que los alumnos perciban diferencias por medio de la revisión orde-nada de una ilustración. Capacitarlos en el manejo de estrategias de revisión y comparación para encontrar diferencias generará una mejor disciplina para discrimi-nar detalles.

Es recomendable que el docente dirija la actividad y les diga: “Primero vamos a centrar la atención en los perso-najes, después revisaremos el lugar de la escena”, y así sucesivamente. Muéstreles a los niños cómo un proce-dimiento para encontrar las diferencias requiere menos tiempo que otro y llévelos a valorar la estrategia más pro-vechosa para resolver el problema.

Si lo considera necesario, realice nuevamente la activi-dad dividiendo en cuadrantes la ilustración para ejempli-ficar el orden de la comparación. Escuche las respuestas de los alumnos y las alumnas e induzca el diálogo, con el fin de que descubran los procesos que siguen para encontrar respuestas a diferentes problemas y, poco a poco, aprendan a utilizar diversas alternativas para llegar a un mismo fin.

En estas actividades, el docente puede transferir las ha-bilidades de comparación y ordenación a otros espacios curriculares y explorar las semejanzas y las diferencias entre los seres vivos, el texto y el hipertexto, y aplicar las nociones de lateralidad, arriba / abajo, etcétera.

Para efectuar una buena evaluación es conveniente que compruebe que los niños y las niñas:

a) encuentran las cinco diferencias,

b) proceden con orden al comparar y

c) disminuyen el tiempo de respuesta de una actividad a la otra.

Será conveniente que el docente recuerde que, así como es importante el desempeño académico, también es indispensable la disposición del grupo para aprender. Propiciarla es sencillo si se crea un ambiente de cordia-lidad y respeto entre todos. Es importante enfatizar la importancia de que se reconozcan los cambios en las personas y en la vida social.

Respuesta de la página 10. Faltan tres ladrillos en la parte exterior del arco y tres en la parte interior. Falta una pluma tirada en el suelo. Falta el bolsillo derecho en el pantalón y el bolsillo en la pierna izquierda.Respuesta de la página 11. Falta el clavo que sostiene el afiche. Falta un tirante del enterito de la nena.


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Cuidá a tu mascota

Jugamos a las estaciones

Para emPezar

Converse con el grupo sobre la importancia de hacer las actividades en orden. Por ejemplo, vestirse, ayudar en la casa y hacer las tareas en la escuela.

Explíqueles a los niños y a las niñas en qué va a con-sistir la actividad; guíelos para que reconozcan el prin-cipio, el desarrollo y el fin de la historia que se narra.


Es importante que los niños observen la historieta en general para que perciban un orden progresivo de los sucesos.

Para verificar la elección de los cuadros de inicio, de-sarrollo y fin, intercambie las historias entre parejas y pregunte si tienen el mismo desarrollo y el mismo desenlace. Si algunos alumnos describen un orden di-ferente, pregúnteles por qué.

Para finalizar

Solicíteles a los alumnos que relaten cómo ordenaron la historia. Pídales que expliquen cuál es la manera más rápida y precisa de hacer la secuencia.

Finalmente, pídales a las niñas y a los niños que con-testen las preguntas que se encuentran al final.

Preste especial atención a esta última sección y estimu-le a los chicos para que contesten libremente. Es nece-sario que el docente medie las expresiones y guíe las respuestas, para que las preguntas cumplan su come-tido: que el alumno se dé cuenta de los procesos que sigue para aprender más.

Esta propuesta tiene como propósito desarrollar las ha-bilidades cognitivas de representar y ordenar, que impli-can que los alumnos observen los cuadros, los relacionen dentro de una historia única e indiquen una secuencia en las acciones.

Esta actividad pone en marcha un proceso complejo que el niño de seis años no domina aún; por ello recurre a la fan-tasía inconscientemente. Promueva en los alumnos la iden-tificación de situaciones reales mediante preguntas como: “¿Los perritos pueden volar?” “¿Los pajaritos pueden leer el diario?” “¿De qué color son las estrellas?”, etcétera.

Pregúnteles a los alumnos por qué es importante hacer las actividades con orden; pídales que mencionen ejem-plos de actividades ordenadas en la escuela.

Cuando usted considere que los alumnos ya tuvieron su-ficiente práctica y reconocieron el proceso, pídales que busquen un cuento y sugiérales que lo lean y lo renarren. Es conveniente que transfiera estas habilidades cogniti-vas a algunos temas de otros espacios curriculares; por ejemplo, los seres vivos, la germinación, el pasado de la localidad, etcétera.

Para evaluar el desarrollo de las habilidades antes men-cionadas, verifique si los niños y las niñas identifican el orden de las actividades, expresan una secuencia de ma-nera coherente y numeran acertadamente las acciones.

Preste especial atención a las respuestas que los alum-nos ofrecen a las preguntas de la sección “¿Cómo lo hiCe?” Solicíteles argumentos reales y coherentes.

Los alumnos pueden caer en errores, pero el docente debe cuidar de no descalificarlos; al contrario, guíelos hacia el acierto mediante nuevas preguntas que los ubi-quen en escenarios verdaderos en los que descubran la respuesta correcta.

Promueva la disposición, el diálogo y la armonía en el grupo y aproveche esta actividad para destacar la im-portancia del orden en la vida personal y social. Brinde ejemplos que los niños y las niñas entiendan con facili-dad y puedan relacionar con su vida cotidiana.

Si el tiempo lo permite, invite a los alumnos a expresar por medio de dibujos los cambios que ha sufrido su comuni-dad y sugiérales la elaboración de un periódico mural.

Respuesta de la página 12: Historieta 1: 3 - 4 - 2 - 1 - 6 -5 • Historieta 2: 1 - 5 - 3 - 2 - 6 - 4 Respuesta de la página 13: Historieta 3: 1 - 6 - 5 - 3 - 2 - 4 • Historieta 4: 1 - 3 - 4 - 2 - 5 - 6

Propuesta 3


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Un día de trabajo

Visita a los dinosaurios

Para emPezar

Presénteles a los chicos dibujos de una silla sin una pata, un auto sin una rueda o un reloj sin agujas. Pídales que dibujen la parte que falta y que mencio-nen para qué sirve.

Después de explicarles a los alumnos lo que harán du-rante la actividad, solicíteles que aporten ideas para su desarrollo.


Sugiérales a los alumnos y a las alumnas que revisen el dibujo de muestra mientras seleccionan las piezas. Entre tanto, recorra los lugares y oriéntelos para que encuentren un procedimiento más ágil para armar el rompecabezas.

Para finalizar

Con los trabajos terminados, converse sobre los mo-mentos críticos del ensamble del rompecabezas, como el inicio, la formación de la imagen o el uso de la mues-tra como referente para la selección de las piezas.

Recuerde con los alumnos la experiencia de la prime-ra actividad, las dificultades, los errores y el momento en que se dieron cuenta de la formación de la escena. Compare esta vivencia con la de la segunda actividad. Resalte la utilidad de recuperar la habilidad generada en la primera.

Para concluir, pídales a los niños que contesten las preguntas metacognitivas y comenten las respuestas. Escúchelos y planee cuestionamientos de mediación que los guíen al acierto.

Esta propuesta tiene como propósito que los alumnos desarrollen su capacidad para integrar las partes en un todo coherente. La habilidad para establecer secuencias facilita al niño descubrir cómo las partes integran una es-cena, visualizar una historia completa e identificar las partes que la componen, en un orden determinado.

Cuando los alumnos y las alumnas arman un rompecabe-zas, desarrollan habilidades cognitivas como reproducir, recrear y organizar piezas sueltas. El desarrollo de estas habilidades les permite utilizar mejores instrumentos de relación y seguir procesos con facilidad en otros espacios curriculares o en situaciones de la vida cotidiana.

Para el éxito de esta actividad, recuerde tener a su alcance la reproducción de las imágenes que deben completar.

Es conveniente que los alumnos y las alumnas comprueben que pueden transferir estas habilidades a secuencias natu-rales como el día y la noche, los cambios en la materia, los cambios que se perciben en el ambiente durante el día.

Para evaluar correctamente el avance de los alumnos, compruebe que utilicen un procedimiento claro para ar-mar la escena, lo repitan en la siguiente actividad y loca-licen algunas partes para integrar escenas parciales.

Mientras ellos arman los rompecabezas, usted puede resaltar la importancia de observar y pensar antes de actuar.

Enfatice la diversidad de procedimientos que existen para llegar al mismo resultado. Utilice ejemplos sencillos de la vida cotidiana para que ellos, mentalmente, armen las si-tuaciones y las externalicen.

Anime a los chicos a describir cómo armaron su rompe-cabezas. Invítelos a expresarse sin miedo y a respetar la opinión de sus compañeros. Aproveche la disposición que muestran para trabajar y recuérdeles que los aportes a la clase siempre son valiosos. Indúzcalos a mencionar nue-vos ejemplos que muestren las habilidades utilizadas en esta actividad.

Si los alumnos manifiestan dificultad para transferir estas habilidades, apóyelos mediante preguntas y acérquelos a las respuestas correctas.

Propuesta 4


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Figuras misteriosas

¿Qué les falta a las figuras?

Para emPezar

Proponga un juego en el que los alumnos reconstruyan una imagen a partir de una de sus partes. Por ejemplo, con un pedazo de tela o de papel, cubra diversos obje-tos, como una pluma o una regla, muéstreles solo una parte y pídales que mencionen de qué objeto se trata. Compruebe que todos los alumnos participen.

Para fortalecer el manejo de la parte y el todo, deje que los niños realicen la primera actividad y la expliquen.


Repase una a una las figuras, para que los niños las reconstruyan mentalmente antes de realizar cualquier actividad física.

Al iniciar la segunda página, recuérdeles que en la pri-mera usaron la representación al imaginar la figura reconstruida.

Cuando los educandos estén trabajando recorra los lugares para orientarlos.

Para finalizar

Pida a los educandos que comparen el trabajo de las dos páginas. Solicíteles que mencionen los errores en las reproducciones de las figuras y que sugieran cómo remediarlos.

Pídales que expliquen cómo hicieron la primera acti-vidad y comparen el procedimiento con el que siguie-ron en la segunda.

Posteriormente deje que respondan las preguntas fi-nales y comente con el grupo algunas respuestas.

Esta actividad tiene como propósito que los alumnos y las alumnas construyan figuras a partir de la represen-tación de las partes y sus relaciones.

La representación tiene una gran utilidad en las funcio-nes conceptuales; es fácil desarrollarla si se estimula a los alumnos a dibujar y reproducir nuevas escenas a par-tir de un modelo. Este tipo de actividades es bien recibi-do por los chicos, porque aprenden al mismo tiempo que se divierten.

Para mejorar esta actividad conviene tener a mano ob-jetos conocidos y otros desconocidos, con el objetivo de crear nuevas situaciones. Destaque las diferencias y las habilidades que aprendieron para lograr mayor eficacia en la segunda actividad.

Si cuenta con tiempo, regrese a la actividad sugerida en el apartado Para emPezar y permita que los niños propon-gan objetos y realicen la experiencia.

Invítelos a transferir la habilidad de representación a algu-nos temas de Matemática; por ejemplo los relacionados con la medición, la comparación, la comparación de la su-perficie de dos figuras, y el reconocimiento de cuadrados, círculos, rectángulos y triángulos en diversos objetos.

Este ejercicio matemático les permitirá relacionar los te-mas y descubrir que las habilidades cognitivas son útiles continuamente.

Recuerde que la evaluación le aportará datos fidedignos de los avances o dificultades que muestran los educandos.

Procure siempre comprobar que los niños y las niñas reconstruyen la figura de acuerdo con los modelos, que realizan los trazos con precisión y que invierten menor tiempo en el segundo ejercicio.

Puede lograr una mejor disposición para el aprendizaje si conversa con los alumnos y las alumnas acerca de la importancia de la concentración y la calma en cualquier actividad. Recuérdeles que no se trata de una competen-cia, sino de atender y hacer bien el trabajo.

Propuesta 5


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¿Qué será?

¡Barco a la vista!

Para emPezar

Invite a los alumnos a mover los brazos y las manos de manera simétrica, alternada o simultáneamente. Forme parejas para que cada uno imite los movimien-tos de su compañero como si estuvieran frente a un espejo. Haga las actividades necesarias hasta que los alumnos coordinen sus movimientos correctamente.

Explíqueles a los niños en qué consiste la actividad que van a realizar. Mencione que deben imaginar la figura como si colocaran un espejo para observar la parte complementaria.


Indíqueles a los alumnos y a las alumnas que para obtener la figura tienen que repetir las partes que la completan.

Solicíteles a los niños que reflexionen acerca de por dónde debe iniciarse la reproducción de la parte com-plementaria.

Mientras los alumnos trabajan, recorra los lugares para orientar la actividad.

Para finalizar

Revise la primera actividad, pregúnteles lo que imagi-naron cuando colocaron el espejo. Después, pídales que mencionen cómo empezaron a completar la figura.

Pídales a los alumnos que relaten cómo iniciaron la segunda actividad y cómo utilizaron su imaginación para completar la figura.

Solicíteles que mencionen cómo los ayudó la primera actividad para realizar la segunda.

Por último, invite a los niños a contestar las preguntas finales libremente.

Esta propuesta favorece el uso de la representación en la reproducción de simetrías para formar una figura. La re-presentación, como instrumento para resolver problemas, deriva en la producción intencional de una imagen.

Destáqueles a los alumnos y a las alumnas la importan-cia de utilizar la imaginación para resolver muchas ta-reas. Pídales algunos ejemplos de situaciones en las que la imaginación los ayudó a encontrar soluciones. Escuche sus comentarios y realice preguntas de mediación para que los niños descubran la utilidad de la habilidad de representación.

Las actividades realizadas en el aula resultan más efec-tivas en un ambiente de cordialidad y armonía. Insista en que los alumnos respeten a sus compañeros y a sus compañeras. Por otro lado, aproveche su disposición para reafirmar la aceptación del cuerpo y lo valioso de sus capacidades.

Transfiera estas habilidades a actividades de otros es-pacios curriculares. Por ejemplo, invite a los niños y a las niñas a buscar en su libro algunas actividades de Matemática en las que puedan aplicar las habilidades de representación y reproducción.

Si usted lo considera necesario y el tiempo lo permite, invi-te a los alumnos y a las alumnas a realizar los movimientos frente a las ventanas, que pueden servir como espejos.

Rescate los conocimientos de actividades anteriores para que los alumnos y las alumnas sepan que pueden recurrir a sus habilidades cuando lo decidan. De esta manera, las clases serán más productivas y el aprendi-zaje se fortalecerá.

Resuelva todas las dudas de los niños y de las niñas y asegúrese de que el grupo aprende al mismo ritmo.

Para evaluar el desarrollo y la aplicación de las habilida-des cognitivas mencionadas, compruebe que los niños y las niñas coordinen adecuadamente las acciones con el cuerpo, repitan el orden y el número de elementos nece-sarios para completar la figura y reconstruyan el proceso que siguieron para completarla.

Promueva la disposición de los alumnos hacia el descu-brimiento de las ventajas de trabajar en equipo.

Propuesta 6


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¿Qué pasa si…?

¿Qué es lo que sigue?

Para emPezar

Propóngales a los niños y a las niñas el juego de la cinchada entre dos equipos. Cada equipo deberá co-locarse en un extremo de la soga, que deberá tener marcado el centro.

El equipo que arrastre al contrario hasta pasar la lí-nea marcada, gana. Después, converse con ellos sobre esta experiencia. Subraye la relación entre una y otra fuerza.

Puede variar esta actividad con una soga más extensa, con más o menos jugadores, poniendo resistencia de un lado, cambiando de lugar la marca de la soga, et-cétera. Permita que los niños propongan las variantes del juego.


Revise las ilustraciones de esta propuesta con las alumnas y los alumnos; pregúnteles qué observan y qué sugiere el título de la actividad, pídales que revi-sen los cuadros y mencionen cómo se relacionan.

Para finalizar

Pregúnteles a los alumnos y a las alumnas cómo los ayudó observar los cuadros e imaginar sus relaciones; compare lo que hicieron en la primera y en la segunda página y hágales notar las diferencias y mejoras en sus trabajos.

Pídales a los niños que comenten los pasos que siguie-ron para descubrir las relaciones entre los cuadros y retome algunas respuestas para mostrar la importan-cia de observar.

Esta propuesta tiene como propósito mostrar situaciones en las que los niños y las niñas establecen relaciones de antecedente-consecuente en fenómenos naturales.

Observar, secuenciar y representar les permite a los niños configurar situaciones ordenadas y vinculadas entre sí; realizar esta experiencia con sucesos cercanos a su reali-dad es más significativo para la actividad de pensar.

Compare las respuestas de los alumnos y de las alumnas en las dos páginas con las relaciones antecedente-con-secuente y resalte ante el grupo cómo la experiencia en una facilitó la respuesta en la otra.

Insístales a los niños y a las niñas que atiendan la rela-ción que existe y la importancia de ordenar las situacio-nes para lograr una historia coherente.

Para asegurar el éxito de esta propuesta y para que los alumnos se diviertan aprendiendo, elija un lugar seguro para esta actividad.

Transfiera esta propuesta a algunos temas de los espa-cios curriculares. En Ciencias Naturales, por ejemplo, las plantas y los animales, la germinación y los estados del agua. En Lengua, funciones de la comunicación oral, comprobar la pertinencia de las predicciones, inferen-cias e interpretaciones, distinción realidad-fantasía. En Matemática, números naturales, orden de una serie nu-mérica, antecesor y sucesor de un número.

Para facilitar la evaluación y para que la observación del aprendizaje sea efectiva, compruebe que los alumnos comentan el vínculo entre las dos fuerzas, establecen la relación antecedente-consecuente cuando se les pide y describen la experiencia en función del tiempo.

No pierda de vista la disposición de los alumnos durante la clase. Mientras los alumnos y las alumnas trabajan, re-corra los lugares para verificar cómo llevan a cabo la ac-tividad. Recuerde que no basta con saber hacerlo, sino que hay que querer hacerlo. Destaque la importancia del trabajo en grupo y de la colaboración.

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¿Qué aprendí?

Buscá y encontrá

Primera autoevaluación

Para emPezar

Pídales a los niños y a las niñas que abran su libro en la página 22. Explíqueles que van a realizar esta actividad en forma individual y pídales que lean las instrucciones y describan con sus palabras lo que van a hacer.

Escuche las descripciones y guíe al niño si muestra problemas para comprender las instrucciones.

Mencione que van a tener 20 minutos para hacer la actividad y que usted recorrerá los lugares por si nece-sitan ayuda. Acláreles que tienen que señalar lo que se les pide con el color que más les guste.

En el caso de existir dudas por parte del alumno o la alumna, aclárelas de inmediato y compruebe que re-gresa a la actividad y la resuelve con seguridad.


Mientras los alumnos realizan las actividades, camine entre los lugares y compruebe que todos están apli-cando las habilidades de observación y descripción en las actividades.

Asimismo, revise que los alumnos y las alumnas lo-gran establecer diferencias y secuencias, arman un rompecabezas, son capaces de construir figuras y si-metrías e identifican antecedentes en un evento.

Para finalizar

Pregúnteles a los niños el procedimiento que utilizaron para localizar las cosas. Recuérdeles cómo hicieron la primera actividad de descripción. Compruebe que to-dos participan en este diálogo.

Evaluar el desarrollo que han adquirido los alumnos y las alumnas en la práctica de las habilidades cognitivas de observar y describir, y el tiempo que emplean en la rea-lización de las diversas actividades es un proceso impor-tante y complejo que requiere un momento específico.

Este momento de autoevaluación tiene como propósito que los alumnos y las alumnas comprueben su destreza para observar una imagen y utilicen un criterio para iden-tificar de manera precisa los elementos que se piden, al mismo tiempo que usted evalúa el desarrollo de las habi-lidades que se han trabajado hasta ahora.

Para cumplir con este propósito es conveniente que usted compruebe si el alumno discrimina criterios de búsqueda y encuentro, si identifica los elementos por medio de las señales y signos que descubre, si refleja precisión en sus respuestas y si resuelve las actividades de manera co-rrecta en el menor tiempo posible.

Una vez terminadas las actividades de ambas páginas, us-ted puede conocer el significado de los resultados: si los niños logran una certeza de entre 80% y 100%, significa que usan sus habilidades de observación con criterios, lo que le indica que el aprendizaje va bien.

Si el nivel de respuestas está por debajo del 80% de acier-tos, es preciso que el alumno trabaje el manejo de los elementos gráficos para desarrollar las habilidades que presenten deficiencia.

Para apoyar la autoevaluación de los resultados, solicíteles a los niños que verifiquen si fueron correctas las respues-tas. Dígales que lean la parte final de la segunda página y confirmen sus contestaciones. Si hay diferencias, invite a los niños y a las niñas a resolverlas mediante el diálogo.

Cada actividad tiene una pregunta que comprueba la agudeza de la observación. Por ejemplo, el encuentro de la serpiente. La respuesta no está en la página, el alum-no debe deducirla del contexto, lo cual demuestra que hay un buen manejo de la habilidad de observación.

Respuesta de la página 22. 1. 10 • 2. 4 • 3. Dan de comer a los patos. • 4. Una calesita. • 5. No, no hay.


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¿Serán verdaderos…?

¿Serán falsos…?

Para emPezar

Lleve a cabo el juego del absurdo con las alumnas y los alumnos. El juego consiste en pensar y describir al-gunas cosas ilógicas, como tener los ojos en la espalda o que los cuadernos hagan la tarea.

Permita que los alumnos inventen cosas sin sentido y las comparen con las verdaderas.


Solicíteles a los alumnos que revisen las ilustraciones que trabajarán en esta propuesta. Indíqueles que escri-ban verdadero o falso debajo de cada imagen; cuando pasen a la página siguiente, compruebe que todos res-pondieron correctamente.

Para finalizar

Integre los criterios que permiten saber cuándo una cosa es falsa o verdadera.

Pídales a los chicos y a las chicas que revisen las dos páginas y mencionen los casos falsos; anote en el piza-rrón las respuestas. Analícelas con ellos y pregúnteles: “¿Qué tienen en común las cosas falsas?”; encierre la respuesta en un círculo de color.

Revise ahora los casos verdaderos y repita el procedi-miento anterior; encierre en un círculo de color dife-rente el criterio que distingue lo verdadero.

Pregúnteles a los alumnos qué diferencias hay entre los criterios y pídales ejemplos de cómo se utilizan estos cri-terios en la vida diaria.

La presente propuesta tiene como propósito que los alumnos y las alumnas desarrollen la habilidad para catalogar imágenes mediante los conceptos falso y verdadero, además de ordenar y reconocer diferentes elementos.

Como usted sabe, los niños y las niñas de esta edad muestran especial tendencia a catalogar la fantasía como realidad. Esto no es incorrecto; al contrario, es una estrategia que les permite discriminar paulatinamente los elementos reales de los ficticios según su experiencia.

Es necesario que trabaje con los alumnos constantemen-te estos dos conceptos y siempre trate de hacer evidente la diferencia entre ellos. Utilice objetos del aula y elija situaciones escolares cotidianas para dar algunos ejem-plos de catalogación.

Invite a los alumnos a mencionar situaciones verdaderas o falsas de su vida cotidiana. Estimule el diálogo median-te preguntas de mediación. Por ejemplo: “¿Los caballos pueden volar?” “¿Hay ardillas brillantes?”, etcétera.

Para que los alumnos comprueben que catalogan y orde-nan en otros escenarios académicos, invítelos a revisar un tema de Ciencias Naturales. Por ejemplo, el cuerpo humano y la salud; incluso sugiérales que, mientras tra-bajan con su libro de Matemática, identifiquen las líneas rectas y curvas en objetos del entorno.

En esta propuesta, las preguntas metacognitivas son es-pecialmente importantes, ya que dirigen al alumno hacia respuestas reflexionadas y apoyadas en juicios sólidos. Pídales a los niños que respondan la sección “¿Cómo lo hiCe?” y escuche con atención sus respuestas.

Para evaluar, compruebe que los alumnos, mientras traba-jan, aplican correctamente los conceptos falso y verdadero y mencionan el criterio que los distingue.

Observe la disposición que muestra el alumno para res-ponder. Evite reprimir alguna idea por más irreal o equi-vocada que parezca. Si los alumnos y las alumnas emiten comentarios erróneos, condúzcalos hacia el acierto por medio de preguntas.

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¿Cómo se relacionan?

¿Para qué se usan?

Para emPezar

Realice un juego con el grupo para recrear relaciones familiares: algunos niños o niñas actuarán como her-manos; otros, como primos, etcétera.

Si lo considera pertinente, colabore con los alumnos y las alumnas para organizar los papeles que les toca representar. Ayúdelos a expresar sus ideas y tenga cui-dado de no reprimir la espontaneidad en las situacio-nes que ellos propongan.

Converse sobre las familias de los niños y las niñas para obtener un criterio de vinculación entre el alum-no, su familia y su entorno.


Pídales a los alumnos que observen qué elementos contienen las ilustraciones y lea las instrucciones; so-licíteles a algunos que expliquen lo que tendrán que hacer. Recorra los lugares para orientar el trabajo.

Para finalizar

Pregúnteles a los niños cómo hicieron la actividad de la primera página. Destaque el criterio utilizado para es-tablecer relaciones. Pídales que respondan las pregun-tas finales y conduzca el diálogo hacia conclusiones.

Para verificar la comprensión de un criterio, pídales a los alumnos que relacionen figuras geométricas con la construcción escolar: el cuadrado, con las ventanas, el rectángulo, con las puertas, etcétera.

Esta propuesta tiene como propósito que los alumnos relacionen objetos sobre la base de diferentes criterios.

Usted sabe que relacionar es un acto cognitivo que per-mite al alumno manejar diversos criterios que sirven para vincular cosas y eventos con la vida cotidiana.

Para fortalecer esta habilidad, solicíteles a los niños y a las niñas que mencionen ejemplos de criterios para rela-cionar cosas, por ejemplo, una pelota y un arco se rela-cionan porque sirven para jugar al fútbol.

Invite a los niños y a las niñas a mencionar las diferencias entre los criterios de las ilustraciones y las relaciones que producen uno y otro criterio. Guíe el diálogo para que los alumnos asocien las situaciones con algunas experien-cias académicas o cotidianas.

Para hacer más significativa la experiencia, invite a los alumnos y a las alumnas a leer algunos textos de Ciencias Sociales. Por ejemplo, la familia y la localidad.

Un día antes de realizar la actividad, recuérdeles a los niños que conversen con sus padres para recabar infor-mación sobre su familia.

Para evaluar la actividad, compruebe que los alumnos reconocen el criterio de relación, que utilizan razones co-herentes para justificar sus respuestas y que relacionan correctamente los elementos de las dos páginas.

Cuando lo considere oportuno, estimule la disposición de los alumnos y reflexione con ellos sobre la impor-tancia de las relaciones humanas y, en especial, de los vínculos familiares.

Trate de crear un ambiente de confianza entre los alum-nos para que tengan buena disposición y externalicen cómo sienten su ambiente familiar. Escúchelos con aten-ción y apóyelos.

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La solución es una palabra

¡Qué problemas!

Para emPezar

Practique algunos trabalenguas o adivinanzas con los alumnos para ejercitar el lenguaje y ayudarlos a cen-trar la atención en algunas expresiones.

Revise antes la dificultad de los trabalenguas, para presentar primero el más sencillo y después el más di-fícil. Haga lo mismo con las adivinanzas.


Dé tiempo para que los alumnos lean el problema las veces que sea necesario para comprenderlo.

Camine entre los lugares para aclarar dudas y guiar procesos.

Para finalizar

El término de la actividad es buen momento para re-visar el procedimiento y las operaciones mentales que utilizaron los niños para encontrar la solución.

Revise que las respuestas sean correctas. Si hubo erro-res, pídales a los alumnos que propongan soluciones e identifiquen qué parte del proceso fue incorrecta.

Pídales a los niños y a las niñas que conversen sobre las lecturas que hicieron con el fin de comprender el problema y cómo les sirvieron para entender lo que se les pedía. Solicíteles que contesten las preguntas de la sección “¿Cómo lo hice?” de manera individual.

Escuche las respuestas y haga preguntas de mediación que guíen al niño hacia la valoración de la utilidad de la interpretación de textos e imágenes.

Esta propuesta tiene como propósito que el alumno en-cuentre soluciones por medio del razonamiento verbal. Resolver un problema mediante la interpretación y el razonamiento verbal le permite al alumno manejar con-ceptos y operaciones mentales más complejos.

Mientras los niños y las niñas trabajan, recorra los lugares para orientar sus estrategias. Recuerde que es indispen-sable aclarar las dudas de los alumnos para que infieran con mejores instrumentos de razonamiento verbal.

Los niños pueden emitir diferentes respuestas correctas. Lo importante es que verifiquen la veracidad o falsedad de su respuesta mediante un razonamiento lógico. Utilice la pregunta para estimular la conversación libre entre los alumnos.

Después, revise los componentes de cada problema que los alumnos detectaron y pregúnteles cómo utilizaron la imaginación para hacer más dinámico el proceso.

Invite a los niños a transferir conscientemente esta habi-lidad a temas de Matemática; por ejemplo, con números naturales y suma y resta. En Lengua, relacionar con com-prensión lectora.

Para consolidar la solución de casos mediante razona-miento verbal, pídales a los alumnos y a las alumnas que formulen sus propios problemas.

Para evaluar, compruebe que los alumnos detectan los componentes críticos de cada problema, que compren-den lo que pide el problema y el proceso que deben seguir para solucionarlo, y que elaboran soluciones ade-cuadas.

Para finalizar, haga notar al grupo la disposición que han mostrado y el esfuerzo por encontrar las respuestas.

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Frases cortas

¡A combinar palabras!

Para emPezar

Construya con los alumnos frases cortas como: “El cuaderno de Luis”, “El lápiz de Laura” o “Sergio tiene una mochila”.

Anote las frases en el pizarrón para que las observe todo el grupo.


Revise con los alumnos y las alumnas las dos páginas; llámeles la atención sobre los elementos (objetos y co-lores) que van a combinar; haga que los identifiquen.

Después solicíteles un ejemplo de lo que se pide; re-tome la actividad para asegurarse de que la tarea fue comprendida y aclare las dudas de los niños.

Para finalizar

Pídales a los alumnos que intercambien sus libros y revisen la actividad para constatar que lo hicieron co-rrectamente. Si hay equivocaciones, pídales que corri-jan la respuesta.

Compare la dificultad de una y otra página y permíta-les que mencionen los puntos complicados que encon-traron en ambas.

Indíqueles a los alumnos que contesten las preguntas metacognitivas. Escuche sus respuestas con atención y pídales que las justifiquen con argumentos coherentes.

Las operaciones mentales que se propone activar con esta propuesta son elaborar, razonar y argumentar. Por su carácter preoperatorio, en esta etapa los alumnos requieren referentes concretos para razonar y activar el pensamiento. Estimular la construcción de frases de más de dos palabras permitirá un manejo más hábil de su ac-tividad conceptual.

Solicíteles a los niños que hagan la actividad de la prime-ra página y comprueben que las frases concuerdan con las ilustraciones. Posteriormente, indíqueles que trabajen la segunda página y condúzcalos a invertir sus frases sin que pierdan el sentido; si es necesario, deles un ejemplo para que comprendan mejor la tarea.

Pregúnteles siempre a los alumnos cómo construyeron las frases: qué pensaron primero y qué después. Para confirmar que las ideas son claras, invierta algunas fra-ses y pregúnteles si están bien. Solicíteles que las for-mulen de manera adecuada.

Pídales que comenten cómo usaron la imaginación para inventar las frases, qué imágenes construyen; deles algu-nos ejemplos para que los niños y las niñas mencionen la imagen que estos evocan; por ejemplo, el cielo verde o la piel azul.

Usted puede transferir este tema y poner en práctica las habilidades de construcción de los alumnos a algunos te-mas de Lengua, oraciones afirmativas, negativas, interro-gativas, admirativas, imperativas y anticipación lectora.

Evalúe si los niños construyen correctamente las frases, si usan los artículos adecuadamente y si se dan cuenta del procedimiento que siguieron para construir frases. Invite a los alumnos a realizar diversas construcciones verbales con objetos inventados por ellos mismos.

Destaque lo valioso de comprender a los demás y la uti-lidad del lenguaje para este propósito. Estimule la dispo-sición al diálogo respetuoso y bien argumentado.

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Pensar y responder

Problemas matemáticos

Para emPezar

Pídales a los alumnos que formen equipos de tres o cuatro integrantes y junten sus útiles para formar con-juntos: uno de doce elementos, otro de siete, etcétera. Deles instrucciones para que cada equipo realice una operación como “sacar tres cosas y decir cuántas que-dan”.


Pídale a un alumno que lea el problema y lo explique a sus compañeros y compañeras antes de buscar la respuesta. Indíquele a otro que mencione la respuesta que se quiere encontrar y, si hay desacuerdo, guíelos para que tomen una decisión y compruebe que sea la correcta.

Para finalizar

Compare la realización de la primera actividad con la de la segunda y atienda las diferencias para resaltar el procedimiento que utilizó cada alumno.

Para fortalecer la habilidad, pídales a los alumnos y a las alumnas que elaboren algunos problemas aritméti-cos y los planteen a sus compañeros. Siempre indague las causas que los llevaron a esas respuestas.

Al término de la actividad, solicíteles a los niños y a las niñas que contesten las últimas preguntas. Procure que todos participen y escuchen las respuestas de sus compañeras y compañeros.

En esta propuesta se pretende activar el pensamien-to aritmético mediante actividades de cálculo mental, combinando aspectos operatorios y figurativos.

El pensamiento operatorio de los niños y las niñas en esta etapa requiere aspectos concretos sobre los cuales puedan calcular y razonar la transformación de los ele-mentos. Esta actividad le permitirá al niño avanzar en ha-bilidades más complejas y en el manejo de conceptos.

Estimule a los alumnos a trabajar con calma; mencione que pueden ayudarse con una hoja en blanco para rea-lizar algún cálculo. Compruebe constantemente que los alumnos no tienen dudas y que trabajan eficazmente.

Promueva situaciones de la vida cotidiana con las que los niños estén muy familiarizados. Pídales que mencio-nen elementos para construir nuevos ejemplos.

Cuando lo crea conveniente, invítelos a transferir conscien-temente el proceso de cálculo a temas de Matemática como números naturales y agrupamientos y desagrupa-mientos en decenas y unidades. Conteos.

Realice con el grupo una reflexión acerca del proce-dimiento que siguieron para encontrar las soluciones. Analice qué aspectos tomaron en cuenta, qué tipo de cálculos realizaron y cómo comprobaron que su respues-ta era correcta.

Evalúe el avance de los alumnos. Compruebe que res-ponden con precisión a las preguntas, que demuestran un razonamiento claro y que se dan cuenta de las accio-nes que realizan.

En cuanto a la disposición del alumno hacia el apren-dizaje y hacia la convivencia social, resalte la actitud positiva que debe tener para enfrentar un problema con serenidad y la importancia de comprender una situación antes de responder. Pídales ejemplos en los que apliquen este proceso.

Propuesta 12

Respuesta de la página 33. 1. La rana llega al número 15. • 2. Le quedan 2 porciones.


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En el zoológico

¡Un ratón!

Para emPezar

Revise con los alumnos la propuesta número 1 de su libro (página 8). Pregúnteles qué experiencia ob-tuvieron al seguir el criterio para observar la imagen y pídales que describan las escenas que imaginaron mientras realizaban la actividad.


Acláreles a los alumnos y a las alumnas que en la ac-tividad de observación encontrarán más detalles para describir y otros aspectos que relacionar. Pídales que revisen la primera imagen y conduzca un diálogo para que ellos conversen sobre lo que observan.

Alterne la participación de alumnos y alumnas para que cada uno agregue algún aspecto no considerado anteriormente: uno describe los juegos o personajes, otro habla sobre las partes que integran la ilustración, el otro cuenta cosas, etcétera.

Para la segunda imagen, integre a la observación otras habilidades para fortalecer el pensamiento.

Para finalizar

Compare la realización en las dos páginas y converse con los niños sobre las operaciones del pensamiento que utilizaron. Pídales ejemplos del uso de la observa-ción para aprender más, ya sea en la familia, con sus amigos o en el aula.

Preste especial atención a las respuestas de la última sección y guíe a los niños hacia la reflexión.

El propósito de esta propuesta es ampliar la capacidad de observación guiada por indicadores que permitan observar, describir, enumerar y relacionar, entre otras actividades mentales.

La observación no es una actividad pasiva; el niño y la niña de esta edad realizan una serie de acciones menta-les que les permiten comprender mejor una escena.

Utilice el patio, el jardín o el aula para centrar la atención de los alumnos. Pídales que mencionen lo que obser-van; después pregúnteles: “¿Hay algo más que puedan encontrar?” “¿ya notaron el nuevo objeto en el patio?”, etcétera. Guíelos hacia algunos aspectos poco conside-rados por ellos.

Para ampliar la capacidad de observación, sugiérales a los alumnos y a las alumnas localizar, enumerar y anali-zar las partes que componen una situación o un escena-rio. Para ello, localice en algún libro de texto una imagen y solicíteles que la observen y mencionen sus detalles. Procure que noten los que son poco visibles y pídales que describan algún personaje u objeto de la escena.

Finalmente, pídales que resuelvan las preguntas meta-cognitivas y compare las respuestas. Escuche sus co-mentarios y compruebe que todos participan.

Para que los niños encuentren significado a la propues-ta es recomendable abordar el tema de la ubicación espacial y detectar la posición del alumno en relación con otros seres. Invítelos a resolver el tema y a aplicar conscientemente las habilidades cognitivas que han de-sarrollado.

Para evaluar, constate si los alumnos y las alumnas des-criben en forma ordenada y coherente, si aplican las ac-tividades mentales de manera precisa y si comprenden que su conocimiento se incrementa como resultado de atender a diferentes aspectos.

Durante la descripción conjunta de las imágenes, refuerce la disposición a trabajar en grupo y resalte lo valioso de cada participación para ampliar el conocimiento de todos.

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Números con música

¿Quién es quién?

Para emPezar

Forme equipos de cinco integrantes; cada uno debe reunir al menos diez objetos. Pídales que agrupen los que tienen algo en común y mencionen qué grupos formaron y qué rasgo comparten.

Consiga objetos que no se incluyan en las categorías trabajadas, para agregarlos a las colecciones que for-maron los niños.


Pídales a los niños que describan los objetos de las páginas. Compruebe que los alumnos entienden las instrucciones de las actividades y aclare las dudas para que respondan correctamente.

Para finalizar

Compare las respuestas que dieron los alumnos. Verifique que muestren precisión al clasificar y al res-ponder la pregunta de conflicto, así como rapidez al resolver las tareas.

Si detecta errores, invite a los niños a explicar en qué consisten y pídales que propongan alternativas de so-lución.

Utilice el error como una estrategia de aprendizaje. Guíe a los alumnos para que reflexionen sobre los elementos del problema y descubran la respuesta correcta.

Solicíteles a los alumnos y a las alumnas que contes-ten las preguntas de metacognición e intercambien sus respuestas; pídales sus opiniones.

La presente propuesta estimula la capacidad de clasifi-car con un criterio definido. Clasificar con criterio defini-do ayuda a seleccionar y, en consecuencia, a diferenciar los objetos que no comparten el criterio.

Para que los alumnos y las alumnas desarrollen esta ha-bilidad cognitiva, es necesario que usted medie la infor-mación con preguntas que los lleven a respuestas en las que se usa esta habilidad. Hágales notar que cuando se utiliza un criterio de clasificación, algunos objetos forman grupos y otros no. Solicíteles ejemplos de ambos casos y observe el uso adecuado del criterio.

Solicíteles a los niños que mencionen la característica que comparten los objetos que conocen. Fije su atención en los que desconocen y pídales que encuentren algún elemento en común.

Una alternativa de esta actividad es que usted consiga algunos instrumentos musicales, como una flauta dul-ce, un pandero, una campana, etcétera, y los muestre al grupo para que los observen, los toquen y los describan. Esto permitirá que los alumnos se involucren más en la actividad de clasificación.

Para que los alumnos descubran el significado de la cla-sificación, invítelos a realizar actividades de Artes con los temas de formas, colores y texturas de objetos del en-torno. Cada vez que sea posible, realice actividades de clasificación con otros espacios curriculares.

Para evaluar efectivamente y obtener un registro del avan-ce o retroceso de los alumnos, confirme que incluyen los objetos en su clase correspondiente, que contestan con precisión la pregunta de clasificación general y que dis-criminan adecuadamente el objeto que no se incluye.

Estimule la disposición hacia la aplicación de la clasifi-cación en todos los ámbitos. Destaque la importancia de las diferencias en los distintos órdenes de la vida social y cómo debemos aprender a respetar a todas las personas aunque no piensen como nosotros.

Respuesta de la página 36. Instrumentos musicales: 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25Instrumentos de percusión: 2, 19, 20, 21, 22 • Instrumentos de cuerda: 3, 4, 5, 6, 8, 9

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¿Qué aprendí?

Ordená las historias

Segunda autoevaluación

Para emPezar

Como en la propuesta de autoevaluación anterior, prepare el ambiente amable y tranquilo que necesitan los chicos. Evite mencionar la palabra “examen”, ya que los niños se pueden sentir presionados y alterar sus respuestas.

Anticípeles a los alumnos que esta es una actividad individual y que tendrán de 20 a 30 minutos aproxi-madamente para resolverla. Insista en la pertinencia de pensar antes de actuar.

Si usted considera que los alumnos tendrán dificultad para llevar a cabo la actividad, resuelva con el grupo la primera historia y aclare todas las dudas que se pre-senten.


Observe el desempeño de los alumnos y explíqueles nuevamente las actividades si lo considera necesario. Recuérdeles que esta sección presenta tres historias en desorden, secuencias que establecen un proceso de eventos con un momento de culminación.

Para finalizar

Sugiérale al grupo atender las respuestas que dan sus compañeros y compañeras o intercambiar sus libros para apreciar trabajos de otros niños.

Cualquier procedimiento es válido, siempre y cuando el alumno esté consciente de la aplicación de habilida-des y pueda rectificar sus errores cuando lo considere necesario.

La segunda autoevaluación tiene doble propósito: que el alumno y la alumna usen diferentes habilidades cogni-tivas, como observación, ordenación, representación e identificación de secuencias, y que resuelvan diferentes problemas.Al mismo tiempo, usted comprobará la adquisición de otro rasgo en la activación del pensamiento: la integra-ción de las habilidades que el niño maneja de manera gradual.Antes de comenzar la actividad, verifique que los alumnos ya entendieron lo que harán, déjelos trabajar y recorra los lugares para comprobar su realización; no mencione de-talles que ayuden a resolver lo que se les pide.Cuando usted compruebe que los niños terminaron sus actividades, debe fijarse en que los resultados que emi-ten le demuestren que él o ella puede encontrar de ma-nera precisa la secuencia en los eventos, lo que equivale a destacar que el esquema de orden se encuentra ade-cuadamente formado.Para que usted realice una evaluación efectiva es nece-sario que observe que el alumno localiza en forma lógica los cuadros seleccionados, que demuestra mayor certeza en la elección de las imágenes, que discrimina los ele-mentos fuera de contexto, que refleja precisión en sus respuestas y que resuelve las actividades con respuestas correctas.La incongruencia en las secuencias es un indicio de que el niño puso menor atención a las historias que se le pre-sentan y dio mayor importancia a lo que él o ella está creando.Otro factor importante es el tiempo que el alumno invier-te en la resolución de la actividad: si este disminuye con-forme se realiza, el esquema de orden está cimentado; si el tiempo aumenta, revise la forma en que el alumno o la alumna lleva a cabo la actividad, pues seguramente hay deficiencias en el procedimiento o falta de interés en las historias.Para comprobar la consistencia de la habilidad, elija una imagen incongruente dentro de la historia y preséntela al niño o a la niña, pregúntele cómo se relaciona con la se-cuencia y en qué interviene. Las respuestas que obtenga serán el mejor parámetro de comprobación.

Respuesta de la página 39. Historia 1: 2, 6, 8, 1, 5, 4. • Historia 2: 9, 11, 14, 10, 7,12. • Historia 3: 12, 18, 15, 19, 16,15.


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¡Qué enredo!

¿Una buena pesca?

Para emPezar

Dentro del aula, lleve a cabo actividades de ordenar y secuenciar en función de un criterio determinado. Pregúnteles: “¿Cómo haremos para ordenar a los compañeros del más grande al más chico?”. Deje que ellos encuentren la respuesta y solo oriéntelos para re-solver dificultades.

Explíqueles a sus alumnos y alumnas en qué consisti-rá la actividad: ordenar y secuenciar la historia que se narra en las páginas.


Seleccione uno o dos cuadros de la serie para plantear las siguientes preguntas: “¿Qué pasaría si este cuadro fuera el final?” “¿Cómo se hace la seriación?”, etcéte-ra. Pídales que anticipen la escena siguiente y deduz-can cuál la precede, para comprender la secuencia.

Permita que los niños cambien los cuadros y comen-ten lo que obtuvieron. En la segunda página, vuelva a preguntar.

Para finalizar

Al terminar de ordenar los cuadros, compare la ex-periencia con la actividad de ordenamiento de la pro-puesta anterior, para obtener diferencias y semejanzas en las habilidades utilizadas.

Pídales a los alumnos que contesten las preguntas me-tacognitivas y escuche sus respuestas.

Esta propuesta tiene como propósito que el alumno apli-que la ordenación para formar una secuencia coheren-te, lo que es fundamental para el desarrollo cognitivo en esta etapa; por ello es conveniente practicar este tipo de actividades constantemente.

Para la práctica de esta habilidad, pregúnteles: “¿Cómo haremos una secuencia entre los que traen más útiles y los que traen menos?”. Indúzcalos a contar las cosas que llevan, a anotarlas en el pizarrón y a llevar a cabo la secuencia durante la actividad.

También es recomendable que usted enriquezca el de-sarrollo de esta habilidad con otro tipo de actividades interesantes y divertidas. Por ejemplo, puede pedirles revistas a los alumnos y a las alumnas, para formar se-cuencias con recortes de figuras y palabras.

Para hacer aun más significativo el aprendizaje, haga que utilicen la ordenación en Matemática.

Igual que en las propuestas anteriores, la evaluación del avance de los alumnos es elemental para llevar un buen registro. Durante las actividades, constate que los alum-nos elijan adecuadamente el inicio y el final de la serie, ordenen coherentemente la historia, argumenten en favor de la secuencia que formaron y reflexionen sobre el pro-ceso que siguieron para encontrar la serie.

Para obtener mejores resultados, cree un buen ambien-te de trabajo, que provoque la disposición a aprender. Recuerde que no basta que el alumno sepa hacer deter-minada actividad sino que quiera hacerla.

Por lo anterior es necesario que durante esta propuesta usted resalte lo importante que es realizar las actividades diarias con orden y en secuencia.

Propuesta 15

Respuesta de la página 40. Respuesta de la página 41.


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¿Quién teje la red?

Un paseo en globo

Para emPezar

Pídales a los alumnos y a las alumnas que expresen lo que aprendieron en la propuesta 4 (página 14), cuando armaron el rompecabezas. Guíelos para que recuerden la mayor cantidad de detalles acerca de las habilidades cognitivas que utilizaron para esa actividad.


Antes de recortar las piezas, revise con los niños y las niñas la escena que van a reconstruir, y haga que observen las partes que la componen, el escenario y la relación entre los componentes: “¿Qué hay en la parte central?” “¿Qué hay en el fondo de la esce-na?” “¿Quiénes participan?” “¿Qué están haciendo?” “¿Qué lugar será?”, etcétera.

Enseguida converse con los niños sobre la estrategia que utilizarán para relacionar las piezas. Permítales que comiencen a recortar y armar ambos rompecabezas.

Para finalizar

Propicie un intercambio de impresiones sobre la ex-periencia y los resultados. Compare los trabajos y las estrategias utilizadas y pídales a los niños y a las niñas que expresen sus opiniones.

Pregúnteles sobre algunos aspectos relevantes. Por ejemplo: “¿Cambió el punto de inicio?” “¿Forma la misma escena?” “¿Qué utilidad tiene revisar el mo-delo para orientar el armado de la escena?”. Escuche con atención sus respuestas.

Esta propuesta tiene como propósito que los alumnos practiquen la habilidad de relación y desarrollen la re-presentación para reconstruir una escena.

La representación cumple un papel central en la cogni-ción, al ofrecer una imagen interior que guía la posición y vinculación entre las partes. Por ello es importante re-afirmar esta habilidad para componer escenas a partir de la unión de las partes.

Para activar la capacidad de representar, realice activi-dades donde los niños reconstruyan la imagen a partir de una de sus partes; por ejemplo, muestre una parte de una pintura famosa, como la Mona Lisa, de Leonardo da Vinci, o de una escena histórica, la figura de un héroe o frutas, árboles o animales y pregúnteles a los alumnos de qué se trata.

Otra actividad interesante es que usted consiga en algu-na revista una imagen tamaño carta, que muestre pocos elementos, y tijeras de punta roma para cada alumno. Por ejemplo, un aviso de autos, un paisaje, un retrato, un aparato electrodoméstico. Solo compruebe que los obje-tos sean reconocidos por los chicos.

Dele una imagen a cada alumno y solicítele que la ob-serve con atención durante un minuto y luego la recorte en diez partes desiguales. Pídale que las revuelva y las vuelva a armar como recuerde.

Otra variedad es que el alumno recorte la imagen en doce partes desiguales y la intercambie con un compañero o compañera. Esta opción es un poco más difícil porque el niño desconoce la imagen que armará; sin embargo, es factible que lo haga en poco tiempo si esta tiene pocos elementos.

Para relacionar esta habilidad con algún tema del progra-ma oficial, puede acudir a los contenidos de Ciencias Naturales.

Para un seguimiento efectivo del aprendizaje y desarro-llo de las habilidades cognitivas del alumno y la alumna, durante la actividad evalúe que establezcan relaciones entre las partes, que formulen una estrategia para armar, que reconozcan aciertos y errores cometidos y que ar-men rompecabezas completos.

Estimule la disposición de los alumnos. Aproveche estas actividades para conversar ampliamente acerca del valor de aprender de los errores y los aciertos.

Propuesta 16


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Acomodamos piezas

Construí una casita

Para emPezar

Recuerde con los niños y las niñas la actividad de re-construcción que hicieron anteriormente; pídales que narren lo que pensaron al resolverla.

Después lleve a cabo la siguiente dinámica: dibuje en el pizarrón formas geométricas básicas como rectán-gulo, triángulo, cuadrado y círculo; pídales que revi-sen en el aula, y fuera de ella, dónde se encuentran estas formas, que las dibujen en su cuaderno y las muestren a sus compañeros y compañeras.

Converse con los alumnos y las alumnas sobre cómo esas figuras nos ayudan a construir diversos objetos y permítales identificar nuevas formas en el aula.


Mientras los alumnos realizan sus actividades, usted supervise el trabajo. Comente con ellos la estrategia que siguen para armar las figuras. Incluso, antes de recortar las piezas, revise con ellos qué partes contie-ne la figura modelo. Pídales que piensen si es una sola pieza o varias pequeñas que hacen una más grande. Después, invítelos a continuar con el armado.

Para finalizar

Compare los resultados de las dos actividades y subra-ye la forma en que las resolvieron, el uso de la ima-ginación para reconstruir las figuras y las señales que utilizaron para reconocer las partes por unir. Pídales que respondan las preguntas finales y coméntelas.

El propósito de esta propuesta es fortalecer el manejo de formas geométricas mediante la representación y la habi-lidad para relacionar las partes de manera coherente.

Es conveniente que durante la realización de estas dos actividades ponga énfasis en el desarrollo de las habili-dades de representación, abstracción, relación y recons-trucción.

El uso de formas abstractas contribuye en gran medida a consolidar la representación, útil para trabajar conteni-dos empíricos y abstractos.

Para un mejor aprovechamiento de este aprendizaje es re-comendable que los alumnos y las alumnas se aproximen al tema figuras geométricas, en el que podrán usar la re-presentación de objetos del entorno mediante diversos procedimientos.

Pídales a los alumnos que realicen figuras en plastilina o copien elementos del aula que correspondan a las fi-guras geométricas que conocen. Otra alternativa para la comprensión del tema es proponer algún problema ma-temático sencillo cuya resolución implique recolección, registro y organización de información. Pídales a los ni-ños el análisis detallado de la situación.

Mientras los alumnos realizan la actividad, recorra los lugares para sugerir una mejor opción de respuesta u orientarlos en su elección, sin limitar su creatividad.

Estas prácticas serán muy útiles para evaluar el apren-dizaje. Para ello tome en cuenta si los niños formulan una estrategia para realizar la actividad, si reconocen sus errores y la manera de solucionarlos, si mejoran la rea-lización en la segunda actividad y si arman las figuras adecuadamente.

Independientemente del seguimiento que usted haga, propicie el entusiasmo y la disposición en el trabajo académico. Aproveche la ocasión para dialogar con los alumnos y las alumnas e invítelos a realizar una “tormen-ta de ideas” acerca del valor de pensar antes de actuar.

Propuesta 17

Respuesta de la página 45.


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¡Encontrá el insecto!

¿Qué será?

Para emPezar

Pídales a los alumnos y a las alumnas que lleven a la clase revistas para recortar. Seleccione ilustraciones si-métricas de frutas, personas, flores, casas, etcétera.

Recorte las imágenes por la mitad y trabaje con los niños las simetrías: una mitad de manzana con una de tomate; la mitad de un hombre con la mitad de una mujer, etcétera.

Después, pídales a los niños y a las niñas que encuen-tren el complemento de cada parte. Pegue todas las figuras en un exhibidor para que las revise el grupo y comente con ellos las características básicas de la simetría, su función y su aplicación. Pídales ejemplos y aclare las dudas de los niños.


Revise las dos imágenes y solicíteles a los alumnos y a las alumnas que imaginen la parte que complementa la figura en cada página.

Para finalizar

Compare el proceso que siguieron los alumnos y las alumnas para solucionar la primera página con el que utilizaron para resolver la segunda y determine cuál fue más rápido y preciso.

Relacione estas dos actividades con la de recorte y composición que hicieron al principio.

Por último, pídales que respondan las preguntas de la sección metacognitiva y comente algunas respuestas.

La presente actividad tiene como propósito que los alum-nos y las alumnas fortalezcan la observación y el estable-cimiento de relaciones en una figura, y que hagan más sólidos el manejo de relaciones simétricas y el orden en la realización de cualquier tarea.

Se trata de que los niños relacionen, ordenen e identifi-quen las partes complementarias de una figura. Es una tarea compleja para primer año, sin embargo, se facilita si usted crea un ambiente de confianza y brinda el tiem-po necesario para que los alumnos no se sientan presio-nados o en competencia.

El alumno debe encontrar ameno el aprendizaje. Esto es posible si usted diversifica los elementos. Por ejemplo, consiga más revistas para la actividad previa, además de las que llevarán los chicos; tijeras y pegamento para la exhibición, así como colores para las actividades. Procure que los alumnos tengan el material suficiente para llevar a cabo la actividad.

Incluso, dibuje en el pizarrón la mitad de un objeto y pídale a un voluntario o voluntaria que pase a trazar la otra mitad. Estimule la creatividad y dibuje objetos que no estén en el aula. Por ejemplo, un barrilete, un barco, un árbol, etcétera. Pregúnteles a los demás si están de acuerdo con lo que trazó su compañero o compañera y guíelos para que lleguen a un consenso.

Plantee la pregunta: “¿Qué objetos del aula podemos cortar en dos partes iguales?”. Deje que los alumnos en-cuentren la respuesta.

Esta propuesta le permitirá mejorar la disposición de los alumnos hacia el aprendizaje y le dará oportunidad de reflexionar con ellos acerca del valor de las personas como seres únicos, diferentes de todos los demás.

Para evaluar, observe que los niños y las niñas mencio-nan el complemento de la figura, que siguen un plan para elaborar la parte faltante y que toman en cuenta el color y la posición de manera correcta.

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La otra mitad

Soy espejo y me reflejo

Para emPezar

Es conveniente que los alumnos practiquen el manejo del plano espacial: para ello coloque una jarra en el piso y pídales que se acuesten para observarla.

Solicíteles que imaginen la jarra puesta al revés y que hagan un dibujo para que usted aprecie cómo la per-cibieron.


Pídales a los alumnos que observen los contornos de la figura e invítelos a responder la pregunta: “¿Te ima-ginás qué es este dibujo?”.

Mientras dibujan el mismo perfil en la parte de abajo, recorra los lugares para orientar la precisión del trazo.

Continúe la actividad y permita que los niños dibujen la figura mientras observan la orientación de algunas partes, como el castillo o los árboles. Dirija la aten-ción de los niños hacia la comparación entre el dibujo modelo y el suyo.

Para finalizar

Compare la realización en las dos páginas; solicíteles a los niños y a las niñas que expliquen lo que hicieron para dibujar la parte faltante y que distingan las dife-rencias entre una y otra actividad.

Finalmente, pídales que respondan las preguntas me-tacognitivas y expresen sus comentarios libremente.

Esta propuesta tiene como propósito estimular la capaci-dad para representar una figura incompleta en un plano horizontal. Esto implica que el alumno debe terminar una figura con la mitad que tiene en un plano vertical.Esta actividad es compleja para los alumnos y las alum-nas de primero, por lo que conviene que, durante su transcurso, estimule la imaginación de los niños y, me-diante preguntas, dirija su atención hacia los aspectos importantes evitando que se distraigan con detalles irre-levantes.

Continuamente regrese a las actividades previas para destacar la importancia de la representación; incluso, puede comparar esta propuesta con la 6 (página 18), donde completaron figuras dibujando partes simétricas. Recuerde con los alumnos cómo hicieron estas activi-dades y pídales que recuperen el proceso que siguieron para resolverlas.

Invite a los alumnos y a las alumnas a imaginar cómo sería el mundo al revés; déjelos expresar libremente sus ideas. Guíelos hacia reflexiones certeras. Recuerde que lo importante es que los niños y las niñas dominen la repre-sentación como una herramienta del pensamiento para encontrar soluciones en cualquier situación académica o cotidiana.

Para que los alumnos comprueben la utilidad de esta ha-bilidad cognitiva en otros textos académicos, invítelos a consultar algún tema sobre la familia y la casa. Sugiérales que lo observen y pídales que reproduzcan algunos dibu-jos y representen conscientemente sus ideas. En Lengua, relacionar con texto y paratexto y anticipación lectora.

Para la evaluación, constate que durante el trabajo con estas dos páginas, los niños y las niñas anticipan alguna respuesta sobre las partes complementarias, que repro-ducen con precisión cada parte y que dominan el cambio en el plano espacial.

Aproveche la actividad para mejorar la disposición de los alumnos y converse con ellos acerca del valor de obser-var las cosas desde distintas posiciones para formarse una mejor idea de lo que se piensa y se dice.

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¿Cuál va al final?

¡Hace falta una!

Para emPezar

Nárreles un cuento breve a sus alumnos y alumnas y pídales que identifiquen el comienzo y el final. Si lo requieren, vuelva a contarlo.

Pídales que mencionen qué ocurre entre el comienzo y el final, cuántas cosas pasan antes de que termine el cuento y en qué orden suceden. Pregúnteles cómo terminaría el cuento si hubiera cambiado el orden de las cosas antes del final.


Sitúe la atención de los niños y las niñas en los dos primeros cuadros de cada columna y pídales que di-bujen lo que ellos creen que sucederá al final de la serie. Revise si comprendieron la actividad completa-mente. Si así fue, pase a la segunda página.

Al iniciar la segunda actividad, recuérdeles los errores que tuvieron y los cuidados sugeridos para mejorar. Compare los resultados de esta página con la primera y pídales a los alumnos y a las alumnas que valoren su habilidad en una y en otra.

Para finalizar

Verifique la secuencia de las situaciones que expresan los niños, su coherencia y el manejo de antecedente-consecuente en las historias que construyen.

Por último, pídales que respondan las preguntas me-tacognitivas y coméntelas con ellos ampliamente.

El propósito es que los alumnos ordenen un suceso, uti-lizando la relación antecedente-consecuente con una acción mediada.

Un suceso puede tener puntos intermedios entre el inicio y el final; para los niños y las niñas de esta edad es con-veniente intercalar acciones entre uno y otro, con el fin de integrar la noción de proceso como factor que interviene en algún resultado.

Insista en observar las imágenes antes de realizar cada actividad. Solicíteles que comenten las semejanzas en ambos casos y que revisen su libro para encontrar alguna propuesta en la que hayan trabajado cosas similares.

Si acertaron, pídales que mencionen las diferencias; si no lo hicieron, muéstreles la propuesta 7 (página 20) y solicí-teles que valoren la experiencia en ambas actividades.

Una vez realizadas estas dos actividades, transfiera es-tas habilidades a temas de Ciencias Naturales como las estaciones y el ciclo del agua.

Aproveche este tema para comprobar si los alumnos ejercitan conscientemente las habilidades mentales mencionadas.

Es natural que los alumnos y las alumnas cometan errores de observación al principio. Esto no es proble-ma si usted promueve el error como una estrategia de aprendizaje; es decir, si aprovecha la oportunidad para que el alumno rectifique conscientemente y se sienta estimulado a experimentar nuevas estrategias sin mie-do a equivocarse.

Para evaluar el aprovechamiento de los niños y las niñas, compruebe que identifican episodios entre inicio y fin, que establecen una relación entre los tres componentes: inicio-proceso-fin y que mencionan diferencias y seme-janzas entre las sesiones.

Estimule la disposición de los alumnos y propicie que fortalezcan la observación. Por medio de preguntas, dirí-jalos a descubrir que las relaciones entre los sucesos son un proceso que hace posible un resultado.

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¿Fantasía o realidad?

¿Más fantasía?

Para emPezar

Realice con los alumnos y alumnas el juego Cada cosa en su lugar. Pídales que dibujen en una hoja los ob-jetos que más les gusten, que los coloreen y los colo-quen alrededor del aula.

Después, solicíteles que realicen otros dibujos sobre cosas que ellos imaginen; los trabajos también deben ser colocados en el aula.

Pídales a los niños que junten aquellos dibujos con características iguales; mientras lo hacen, pregúnteles por el criterio que utilizan para hacer la actividad.

Propicie un ambiente de confianza para que los alum-nos expresen sus opiniones con entera libertad.


En caso de percibir dudas, revise las ilustraciones con los niños y lea las instrucciones antes de comenzar. Solicíteles que mencionen lo que entendieron de la ac-tividad; en ese caso, comience; de lo contrario, vuelva a leer las instrucciones.

Para finalizar

Compare los dibujos que realizaron en la actividad previa e invite a los niños y a las niñas a distinguir cuáles son reales y cuáles, fantásticos.

Preste especial atención a las respuestas que emitan los alumnos y las alumnas en las preguntas metacog-nitivas. Invítelos a que las comenten y lleguen a con-clusiones colectivas.

La presente propuesta tiene el propósito de introducir al niño en las primeras actividades de clasificación para categorizar elementos, además de diferenciar los seres reales de los ficticios.

El manejo de la clasificación en los niños y en las niñas de seis años propicia el conocimiento de la realidad. Si los criterios que se utilizan para categorizar son diversos, los alumnos ampliarán considerablemente la compren-sión de su entorno.

Propicie la observación de las figuras y la lectura de las consignas y converse con los alumnos sobre los personajes y las características que ayudan a clasificar los dibujos.

Converse con el grupo sobre lo fantástico y lo real; iden-tifique los rasgos importantes para que el alumno pue-da discriminar las diferencias entre uno y otro personaje u objeto.

Resuelva las dudas oportunamente y, mientras los niños y las niñas llevan a cabo ambas actividades, recorra los lugares para orientar el uso del criterio en la clasifica-ción.

Estimule la conversación entre los alumnos; recuerde que el diálogo y la “tormenta de ideas” los acercan a la realidad de los elementos de una manera consciente y acertada.

Es conveniente que cuente con otros ejemplos de seres y objetos fantásticos. Junto con el grupo, elabore un perso-naje al cual cada uno de los participantes le agregue una característica real o ficticia. Expóngalo y converse con los alumnos sobre sus cualidades.

Para transferir este tema a alguna situación programáti-ca, utilice temas de Lengua, como la anticipación lectora y las adivinanzas.

La evaluación es sencilla si usted se fija en que, mien-tras trabajan, los alumnos forman conjuntos de objetos y seres de manera congruente, que distinguen lo fantástico de lo real y que identifican rasgos para clasificar.

Estimule la disposición de los niños y resalte la fantasía como una cualidad de la creatividad y como ayuda en el avance del conocimiento.

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¿Qué aprendí?

Doble clasificación

Tercera autoevaluación

Para emPezar

Invite a los alumnos y a las alumnas a explorar la acti-vidad. Pregúnteles qué tienen que hacer. Después, planee con ellos el procedimiento.

Estimule al grupo para que haga propuestas de or-ganización y clasificación. Escuche sus sugerencias y dirija las instrucciones para que estas se entiendan claramente.

La actividad está calculada para realizarse en 30 mi-nutos, pero considere las necesidades de tiempo de cada niño y cada niña para encontrar las respuestas.


Utilice las figuras disonantes para preguntar a los alumnos y a las alumnas su clasificación. Pregúnteles, por ejemplo: “¿En qué lugar se puede ubicar la figura 6?” “¿Qué semejanza tiene con las otras figuras?”.

Para finalizar

Recurra al intercambio de libros para revisar la activi-dad. También puede invitar a un voluntario a leer sus respuestas mientras los demás corrigen las suyas.

Ambos procedimientos son válidos, siempre y cuando usted dirija las respuestas y el niño se dé cuenta de sus aciertos y errores.

Finalice la propuesta con un diálogo entre los alum-nos para que determinen en qué espacio curricular pueden utilizar las habilidades del pensamiento que conocen.

Las evaluaciones son experiencias para solucionar dis-tintos problemas y manejar de manera más diestra las habilidades del pensamiento.

En esta tercera autoevaluación, los alumnos y las alum-nas manejan las habilidades de observación, ordenación y representación utilizadas en las sesiones anteriores.

Dado que en las experiencias de clasificación anteriores se tomó en cuenta un solo criterio, se puede encontrar cierto titubeo o algún error en la ubicación de los objetos, el cual regularmente tiene que ver con el color. Incluso, puede ocurrir que los niños y las niñas no elijan una forma por ser de tamaño distinto de la primera que eligieron.

En estas condiciones, la habilidad para manejar simultá-neamente un doble criterio de clasificación puede darse de manera paulatina durante la actividad; sin embargo, en cuanto pueden resolver algunos casos, los alumnos y las alumnas generalizan rápidamente su habilidad.

Para evaluar la destreza que los alumnos han alcanzado hasta este momento, debe fijarse en que el niño es capaz de comprender las instrucciones, de seleccionar criterios en forma ordenada, de discriminar las opciones de las figuras o colores y de consultar permanentemente las fi-guras y el cuadro de doble entrada.

Para llevar un registro confiable es necesario que usted tome en cuenta dos observaciones relevantes: primero, que los errores del alumno no rebasen el 15% de las respuestas. Este resultado indica que el alumno maneja bien sus habilidades.

En caso de encontrar porcentajes de error mayores que 20%, conviene revisar los aspectos que muestran mayor dificultad y propiciar que el alumno practique más estas habilidades.

Para comprobar la fortaleza de la habilidad, recuerde que la actividad contiene elementos que implican un desequi-librio en sus respuestas. En este caso, la figura 3 com-parte un solo criterio, y la figura 1 no comparte ninguno. Medie para que el alumno infiera la respuesta correcta.

Respuesta de la página 55.

Rojo 7 13 8

Azul 18 16 19

Amarillo 11 21 17


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A quien corresponda

¿Quién con quién?

Para emPezar

Realice una actividad para establecer relaciones en-tre oficios y profesiones. Pídales a los alumnos y a las alumnas que lleven al aula revistas para recortar.

Solicíteles a los niños que recorten personajes que re-presenten oficios y profesiones como pintor, vendedor, mecánico, médico, químico, maestro, etcétera.

En un mural, plasme las relaciones entre oficios y pro-fesiones para que sean visualizadas por todo el grupo. Converse con los alumnos sobre el rasgo que distin-gue cada relación y deles la definición para que la comprendan mejor.


Recuérdeles a los niños que observen antes de iniciar cada actividad. Plantéeles preguntas que le indiquen el grado de comprensión de los alumnos. Por ejemplo: “¿Cómo sabés que es un médico” “¿Por qué te das cuenta de que es un mecánico?”, etcétera.

Inicie la primera actividad; subráyeles a los niños y a las niñas que deben relacionar las palabras y las fi-guras.

Para finalizar

Revise nuevamente las relaciones que hicieron los alumnos y converse con ellos sobre los aspectos críti-cos que mantienen las relaciones.

El incremento en las capacidades cognitivas de los niños y las niñas de seis años es sustancial cuando enfrentan la comprensión de relaciones simultáneas entre dos eventos. Por tal motivo, esta experiencia tiene como propósito que los alumnos amplíen los esque-mas necesarios, enriquezcan su aprendizaje y establez-can comparaciones mediante el manejo de relaciones analógicas.

En ambas páginas, las actividades requieren su inter-vención mediadora para guiar a los alumnos en el des-cubrimiento de las relaciones análogas. Es importante que revise con ellos las respuestas y les solicite que unan las relaciones que se parecen y separen las que son distintas.

Recuerde que antes de comenzar cualquier actividad conviene comprobar si los niños han comprendido lo que van a hacer y cómo lo llevarán a cabo. Mientras los alum-nos trabajan, recorra los lugares para darse cuenta de la construcción adecuada de las relaciones.

Comente ampliamente las respuestas que den los alum-nos y las alumnas a las preguntas metacognitivas, ya que le indicarán el grado de conciencia que tienen del desarrollo de sus habilidades cognitivas.

Para seguir practicando estas habilidades, invite a los alumnos a consultar temas de Lengua, como el resumen de un texto en forma oral. Asimismo, es recomendable conversar sobre algún tema de Ciencias Sociales, por ejemplo, el campo y la ciudad.

Para evaluar el desarrollo sistemático de las habilidades mencionadas, constate que los niños y las niñas agrupan relaciones semejantes y reconocen el rasgo distintivo de la relación.

Como en otras actividades, la disposición que muestren los alumnos hacia el aprendizaje y la valoración de la dependencia entre objetos, eventos y personajes es una tarea que usted debe promover con entusiasmo.

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¿Cómo encontrar las respuestas?

¿Cuál es la solución?

Para emPezar

Forme un círculo con todo el grupo y solicite que uno de los alumnos o alumnas cuente alguna experiencia con su familia, como unas vacaciones o un fin de semana.

Pídale a otro alumno que numere todas las personas que nombró el narrador en su historia y la relación que tie-nen con él. Luego, pregúntele a otro niño cómo inició y cómo terminó la narración su compañero o compañera.

Por medio del diálogo con los niños y las niñas, derive hacia la atención y el respeto que se debe tener a lo que escuchamos o leemos, para comprender mejor lo que se comunica.


Revise los problemas que se enuncian en cada página; pídales a los alumnos y a las alumnas que piensen pri-mero en lo que están leyendo, incluso que imaginen lo que se menciona.

Deles tiempo para analizar el problema de la prime-ra página. Para confirmar la comprensión, pídales a los alumnos que expliquen lo que entendieron de la lectura.

Recorra los lugares para dar algunas indicaciones que los ayuden a encontrar las respuestas.

Para finalizar

Revise las actividades y pregúnteles a los alumnos qué estrategias siguieron para interpretar los problemas y en-contrar las soluciones.

El propósito de esta propuesta es que los alumnos in-terpreten, comparen y razonen conceptos de manera consciente por medio del análisis verbal de un problema y busquen una solución mediante elementos figurativos.

El incremento en el repertorio verbal de los niños y de las niñas de seis años no consiste solo en la variedad de palabras o enunciados que dominen; también implica la capacidad para realizar operaciones mentales mediante enunciados verbales.

Para cumplir con lo anterior, repase con los alumnos y las alumnas ambas páginas y analice los textos para com-prenderlos mejor. Insístales a los alumnos para que revi-sen con cuidado lo que se pide y se tomen tiempo para encontrar la respuesta.

Retome la narración que realizó un niño al inicio de la clase y converse con los alumnos y las alumnas sobre cómo la aplicaron en las actividades. Procure identificar los aspectos de mayor dificultad para comprender lo que se pide en el problema y converse con los niños y las ni-ñas con el fin de plantear alternativas de solución.

Recuerde tener a mano materiales diversos en el aula para que los alumnos busquen prácticamente los resul-tados. Invítelos a encontrar el mensaje de algunos poe-mas. Seleccione varios versos y menciónelos para que los niños y las niñas interpreten el mensaje del autor. Esto da variedad a las actividades y divierte a los alumnos.

Es recomendable que transfiera estas habilidades a temas de Matemática. Así, el alumno comprobará que pone en práctica las operaciones mentales y las usará conscientemente.

Para evaluar el desarrollo del grupo, observe que los niños y las niñas distinguen los elementos del problema, que for-mulan una respuesta verbal, que identifican los aspectos difíciles y que proponen alternativas de solución.

Para estimular una mejor disposición en los niños, subraye el valor que tiene comprender lo que se va a hacer antes de comenzar cualquier actividad. Insista en discutir las res-puestas a las preguntas metacognitivas y guíe a los alum-nos hacia la reflexión de los procesos de aprendizaje.

Respuestas de la página 58. Avanza hasta el lugar 9. • Lo reunirá el día jueves.

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Propuesta 24

Mirar y escribir

Escribimos más

Para emPezar

Realice una actividad de combinaciones. En una hoja, cada alumno y cada alumna realizará un dibujo donde muestre cómo le gustaría que quedara el aula utilizan-do los siguientes objetos: dos floreros, tres cuadros, un mueble para los materiales y cortinas para cada ventana.

Promueva una “tormenta de ideas”, permita que los alumnos expongan sus sugerencias con libertad y guíelos para que las justifiquen.

Al término de la actividad preparatoria, invítelos a or-ganizar una exposición con los trabajos y resalte la diversidad de gustos, estilos y lugares que se usaron para ubicar cada parte del decorado.

Pídales a los niños que lean atentamente las instruccio-nes antes de iniciar la actividad con las páginas.


Hágale notar al grupo que el trabajo tiene que ver con palabras y la forma en que pueden combinarlas.

Permita que los alumnos revisen y completen las activi-dades; manténgase al tanto de la elaboración de men-sajes acordes con las ilustraciones que se presentan.

Para finalizar

Converse con los alumnos y las alumnas sobre las ac-tividades, conduzca el diálogo hacia la capacidad de producir mensajes con pocos elementos. Para reafirmar la habilidad, deje que ellos mismos propongan algunas palabras y las combinen para elaborar mensajes.

Esta propuesta tiene como propósito esencial que los alumnos ejerciten su capacidad combinatoria, con re-cursos lingüísticos, para elaborar mensajes cortos con significado.

Ambas páginas impulsan a los alumnos de seis años a agotar las posibles combinaciones que tiene un conjun-to de palabras. Otra de las habilidades del pensamiento que se ejercita es la construcción de mensajes combi-nando un conjunto finito de palabras.

Comience la actividad de la primera página sugiriendo a los niños y a las niñas que observen el dibujo y traten de elaborar una idea con el número de palabras que cabe en las líneas. En cuanto a la otra actividad, llámeles la atención sobre las ilustraciones que llevan el mensaje que deben encontrar y escribir.

Con las oraciones elaboradas, pídales a los alumnos que realicen diferentes combinaciones de palabras; induzca su atención para hacerles notar la estructura que requie-re un mensaje plenamente significativo y descubrir que el desorden en las palabras puede convertirse en informa-ción sin sentido.

Para hacer más amenas las actividades, escriba las pala-bras en tiras de cartón, formando una especie de domi-nó, con el fin de que los niños puedan armar mensajes. También es recomendable que seleccione un cuento, una anécdota o un poema con el que el alumno pueda des-cribir y expresar sus ideas y comentarios.

Si el tiempo lo permite, plantéele al grupo el siguiente problema: “¿Cuántas combinaciones se obtienen de los colores rojo, azul, verde y amarillo?”. Medie las respues-tas para que los alumnos confirmen la aplicación de las habilidades de ordenar, agrupar y relacionar.Transfiera estas habilidades a temas de Lengua como cuento, relato, leyenda o historieta.

Evalúe efectivamente a su grupo. Para hacerlo, detecte si combinan adecuadamente las palabras para elaborar mensajes y si utilizan las ilustraciones como factor para estructurarlos.

Busque la mejor ocasión para estimular la disposición de los alumnos; destaque el orden como ejemplo del proceder que debemos tener al combinar elementos para formar un mensaje.


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Propuesta 25

Pensá en una solución

¡Más problemas!

Para emPezar

Plantéeles lo siguiente a los alumnos: “Queremos saber cuánto miden nuestros brazos, nuestras piernas y nues-tra cabeza, ¿cómo lo sabremos?, ¿cómo lo haremos?”.

Permita que los niños ensayen diferentes alternativas de medición; intervenga en cuestiones capitales como la elección del instrumento para medir piernas, brazos y cabeza, el lugar donde anotan los resultados, cuál es el inicio y cuál, el final de la medición.

Cuando los chicos terminen esta actividad, compare los instrumentos de medición utilizados y los resulta-dos que obtuvieron.

Solicíteles a los alumnos y a las alumnas que lean en voz alta el problema y describan con sus palabras lo que harán.


Coordine las actividades de ambas páginas; recorra los lugares para orientar el uso de estrategias adecua-das; por ejemplo: colocar el nivel a la jarra, utilizar números para una operación aritmética o medir el cordón con una regla o lápiz y desplazarlo por el con-torno de la figura, etcétera.

Para finalizar

Compare con los alumnos la experiencia obtenida en ambas actividades y resalte el tipo de operación men-tal que utilizaron.

Es recomendable hablar ampliamente de la actividad y disipar las dudas de los niños.

El propósito de esta propuesta es que los alumnos y las alumnas utilicen diversas capacidades para resolver un problema de cálculo aritmético en el que se implican las capacidades mentales para recuperar, comprender y re-presentar.Debido a que en esta actividad se usan diversas capaci-dades mentales, es necesario que usted lleve a cabo di-ferentes actividades antes de que los alumnos busquen una respuesta. Converse con los alumnos y las alumnas sobre las operaciones mentales que tienen que hacer para resolver cualquier problema académico o de la vida cotidiana.

Insístales en que primero deben comprender lo que leen y después pensar en una solución. Recupere, con el grupo, las actividades que hicieron en las propuestas 12 (página 32) y 23 (página 58), en las que realizaron cálculos para resolver problemas.

Analice con los alumnos los errores e intente que expli-quen las razones por las que se cometieron y cómo pue-den evitarlos.

Cuando usted compruebe que los alumnos han recorda-do y analizado suficiente, invítelos a realizar las activi-dades que se ofrecen en esta propuesta y a utilizar la representación y el cálculo para solucionar el problema.

Es recomendable que tenga disponibles cintas de medir, reglas, listones, recipientes y diversos objetos relacio-nados con los cálculos que realizarán los alumnos y las alumnas.

Sugiérales a los niños que apliquen estas habilidades cognitivas en alguna actividad de Matemática, especial-mente donde puedan comparar longitudes en forma di-recta mediante un procedimiento.

Para evaluar el aprendizaje, observe que los niños com-prenden el problema y lo expresan con sus propias pa-labras, identifican las acciones mentales que utilizan al buscar las soluciones, detectan sus errores, explican sus causas y aciertan en la solución del problema.

Aplicar las habilidades cognitivas le permite aumentar la disposición del escolar para aprender. Aproveche este entusiasmo y destaque el valor del empeño para encon-trar alternativas a partir de los errores cometidos.

Respuesta de la página 62. Se necesitan 6 vasos. • El contorno mide 8 cordones. Respuesta de la página 63. Dormirán 6 personas en cada habitación. • Caminó 48 cuadras.


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Propuesta 26

Buscá y encontrá

Seguí observando

Para emPezar

Pídales a sus alumnos y alumnas que tracen tres cua-dros en una hoja de su cuaderno; en un cuadro escri-birán lápices, en otro, mochilas y en el tercero, libros y cuadernos. Los niños y las niñas saldrán a los pasi-llos y anotarán en cada cuadro una marquita si ven alguno de los objetos correspondientes.

Después de 15 minutos, regrese con los alumnos y las alumnas al aula para concentrar los resultados; llámeles la atención sobre lo importante que resulta observar con criterios específicos el mundo que los rodea.

Visite con anticipación los lugares del recorrido para detectar los objetos.


Invite a los niños y a las niñas a iniciar la actividad y, cuando terminen con la primera página, relacione las respuestas con la comprensión que tuvieron de la tarea antes de comenzar la actividad.

Hágales preguntas referentes a la actividad: “¿Qué forma resulta más fácil de detectar?” “¿Por qué?”. Permita que los niños revisen la segunda imagen. Recorra los lugares para ayudarlos a fortalecer la comprensión de la tarea.

Para finalizar

Compare la manera en que cumplieron con las activi-dades; pregúnteles cuál fue más fácil de responder y pídales que expliquen a qué se debió esta facilidad.

Esta propuesta tiene como propósito ejercitar la obser-vación para discriminar e identificar formas y números integrados a una escena particular.

La discriminación de elementos dentro de una escena es una capacidad que se desarrolla paulatinamente; cuanto más frecuentes sean las experiencias con estas situacio-nes, más sólido será el desarrollo de la discriminación.

Guíe esta actividad por medio de preguntas: “¿Qué títu-lo tiene la actividad?” “¿Qué nos quiere decir?” “¿Qué mensaje tienen las instrucciones?” “¿Cómo vamos a ha-cer la actividad?”. Invite a un alumno o a una alumna a contestar cada pregunta y verifique si todos entienden lo mismo.

Después, pregúnteles a los alumnos qué otros criterios pueden utilizar para observar aspectos diferentes de las imágenes; permítales que prueben la efectividad de sus criterios y resalte la importancia de observar con un pro-pósito específico.

Recurra a las preguntas metacognitivas para guiar a los alumnos en su reflexión. Oriéntelos y aclare las dudas que surjan, y utilice ejemplos comunes para que todo el grupo alcance un buen nivel de comprensión.

Es conveniente que los niños transfieran estas habi-lidades al tema de Matemática números naturales. Practique el orden en una serie numérica, así como la identificación del antecesor y del sucesor de un número.

En Ciencias Naturales, puede utilizar el tema germina-ción de las plantas. Medie con preguntas intencionadas que ayuden al alumno a comprobar la aplicación de es-tas habilidades.

Para evaluar el desarrollo de las habilidades cognitivas mencionadas observe que los alumnos anotan en su hoja de observación los objetos que cumplen con el cri-terio establecido, que responden con precisión a las pre-guntas, que ejecutan la tarea de forma adecuada y que plantean otros criterios para observar las páginas.

Finalmente, estimule la disposición de los niños y haga que se fijen en el uso de criterios para observar un evento determinado y perciban cómo la información nos permite ampliar el conocimiento de las cosas que nos rodean.


Respuesta de la página 66. Prendas para vestir: 3, 4, 5, 10, 18. • Cosas para descansar: 2, 6. • Objetos para cocinar: 7, 9, 13, 15, 17, 19, 21. Respuesta de la página 67. Música: 1, 3, 9, 12, 18, 20. • Juegos: 2, 6, 8, 11, 13, 15, 17, 23. • Comunicación: 4, 10, 14, 16, 19.

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Propuesta 27

Una cosa aquí…

Y otra allá…

Para emPezar

Solicítele una revista a cada alumna y a cada alumno. Pídales que recorten y clasifiquen tres tipos de cosas: artículos para la casa, vestimenta y calzado.

Indíqueles que intercambien sus recortes para integrar nuevas colecciones. Por ejemplo: zapatos de diferentes estilos, muebles para la cocina, para el living y para el comedor.

Después de hacer los primeros conjuntos, plantéeles a los niños y a las niñas la siguiente pregunta: “¿Qué otros grupos podemos formar con los mismos recor-tes?”. Deles tiempo para que encuentren alternativas y piensen en una colección más completa. Pegue las imágenes en un periódico mural.


Inicie la primera actividad; pídales que lean y ex-pliquen en qué consiste la tarea que van a realizar. Induzca a los alumnos y a las alumnas a anticipar al-gunas respuestas, compararlas y valorar cuál es la me-jor opción.

Solicíteles a los niños y a las niñas que reconozcan el contenido de la segunda página.

Para finalizar

Destaque otros criterios para clasificar una mayor cantidad de elementos; por ejemplo: objetos de la casa, objetos para trabajar, útiles, transportes, etcétera.

Esta propuesta tiene como propósito clasificar, discri-minar y relacionar, por lo que es recomendable usar criterios específicos para formar conjuntos sin que esta integración les impida ser parte de otro grupo.

Es importante que los niños y las niñas de seis años aprendan a manejar criterios para clasificar y, sobre todo, a formar un esquema flexible para aplicarlo en con-textos diversos.

Puede transformar la elaboración de secuencias con las estaturas de los niños y las niñas en una tarea de clasificación. Permítales que propongan los criterios y realicen la actividad.

Acostúmbrese a recorrer los lugares para verificar la con-sistencia del esquema de clasificación utilizado por los ni-ños y corrija los errores mediante preguntas que los guíen.

Si lo considera necesario, plantee un nuevo problema: “¿De qué manera se pueden hacer colecciones más amplias con los recortes de las revistas?”. Siempre pre-gúnteles “por qué”. Así sabrá si el alumno aplica correc-tamente el criterio para discriminar.

Reflexione con los alumnos sobre las preguntas meta-cognitivas. Insista en que ordenen sus procesos de cla-sificación.

Es conveniente que los alumnos transfieran la aplicación de la habilidad, por ejemplo, al tema del ambiente y su protección y de cómo el hombre transforma la naturaleza. También, con el antes y el ahora en la historia personal y los cambios en el cuerpo, en la forma de comunicación y en las actividades diarias.

Para evaluar el desarrollo de las habilidades mentales de los niños, observe que utilizan un criterio para clasificar diversos objetos, que justifican el uso de otros criterios para formar co-lecciones distintas, que emplean criterios más amplios para integrar mayor cantidad de objetos y que forman colecciones bien delimitadas por los criterios.

Para apoyar la disposición de los alumnos, coménteles la flexibilidad del criterio que se utiliza para organizar, se-leccionar o clasificar determinados objetos.


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Propuesta 28

¿Qué pasa antes de…?

¿Y después…?

Para emPezar

Realice el juego Lo que hace la mano hace la de atrás. Forme equipos y mencione que un alumno o una alumna ejecutará una acción que deberá repetir el si-guiente o la siguiente y, a su vez, agregará otra que tendrá que repetir el siguiente y así sucesivamente, de tal manera que el último niño de cada equipo realiza-rá todas las acciones. No forme equipos extensos.

Al término de la actividad, reflexione con los niños y las niñas sobre la secuencia que inventaron y cómo cada acción sirvió de base para la siguiente.


Pregúnteles a los alumnos cuál es la historia y cómo transcurren las escenas de los cuadros. Explore si cap-tan la relación antecedente-consecuente y si pueden identificar el cuadro faltante.

Antes de iniciar la segunda actividad, recupere la ex-periencia que tuvieron para completar la serie e insis-ta en la historia formada y su congruencia.

Para finalizar

Retome la experiencia generada en las dos actividades, destaque la secuencia que llevan los sucesos; pídales a los alumnos y a las alumnas ejemplos de acciones en las que identifiquen antecedentes y consecuentes.

Escuche las respuestas metacognitivas y reflexione con los chicos sobre el orden de las secuencias.

Esta propuesta tiene como propósito que el niño orde-ne, asocie, relacione y organice series con diferentes elementos y situaciones, y determine las causas de un suceso.

Las nociones de antecedente-consecuente pueden ser la conexión entre dos acciones o el hecho que antecede a otro en una serie más amplia. Ejercitar secuencias am-plias fomenta la capacidad para comprender los sucesos en la vida real.

Deje que los niños y las niñas lean las indicaciones y expresen con sus palabras lo que les pide la tarea.

Para fortalecer la actividad, puede cambiar los cuadros y preguntar si están bien en ese lugar y qué pasaría si se pusieran más atrás o más adelante.

Construya un relato con los aportes del grupo. Inicie con una frase y pídales que uno de los alumnos agregue otra para armar una secuencia; cuide que los aportes sean congruentes. Pídale a alguno de ellos que cuente el cuento completo.

Transfiera estas habilidades, por ejemplo, al tema de Ciencias Sociales, el pasado de la localidad.

Ponga especial atención en las preguntas metacognitivas que se encuentran al final, y las respuestas de los alum-nos y de las alumnas.

Para evaluar, observe si los niños repiten las acciones en orden, si reproducen las acciones acumuladas con cierta secuencia, si narran congruentemente la historia, si identifican la acción que falta en la secuencia, y si reconocen el orden y secuencia en las acciones de un acontecimiento.

Estimule la disposición de los alumnos orientándolos a pensar en los antecedentes de una acción siempre que se requiera comprenderla y explicarla.



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¿Qué aprendí?

Leé y respondé

Cuarta autoevaluación

Para emPezar

Solicíteles a los alumnos y a las alumnas que lean en voz baja y traten de entender el contenido del tex-to; después elija a uno de ellos para que lea en voz alta mientras sus compañeros repasan nuevamente el mensaje.

Pregúnteles si han comprendido lo que dice la lectura, para contestar las preguntas que se formulan. En caso de que los alumnos emitan una respuesta negativa, insista en que otro alumno u otra alumna lea nueva-mente el texto.

Es importante que todos los niños comprendan que es una actividad individual y que deben entender las instrucciones. Si hay dudas, aclárelas de inmediato.


Camine entre los lugares para comprobar que traba-jan individualmente de acuerdo con el procedimiento que mencionaron.

Aproveche un buen momento para pedir a los alumnos que piensen cada afirmación y traten de recordar el tex-to. Sin embargo, también es válido que consulten el texto para seleccionar la opción correcta.

Para finalizar

Compruebe que los alumnos hayan terminado su ac-tividad y opte por el procedimiento que siguieron en las autoevaluaciones pasadas: intercambiar cuader-nos o pedirle a un voluntario que escriba las respues-tas correctas en el pizarrón.

En la autoevaluación de esta cuarta etapa, el propósito no está centrado en un porcentaje de respuesta, sino en su calidad, considerada como el dominio de la lectura y la identificación de las relaciones principales.

Esta autoevaluación está diseñada sin imágenes, lo que obliga a los alumnos y a las alumnas a manejar el len-guaje como un instrumento específico del pensamiento. Es decir, trata de que el alumno comprenda el problema y encuentre las soluciones utilizando solo palabras.

Conforme las habilidades del pensamiento se desarro-llan y consolidan, los niños y las niñas realizan un trabajo mental más conceptual; el manejo del lenguaje como instrumento del pensamiento llega a tener una enorme relevancia para encontrar respuestas.

Por otro lado, cuando el alumno diferencia los conceptos falsos de los verdaderos incrementa su ubicación en la realidad y se prepara para generar e interpretar informa-ción mediante la discriminación de grados de veracidad.Es importante que los alumnos y las alumnas compren-dan lo que leen. Limite su participación para indicarles lo que les pide la autoevaluación, sin ahondar en deta-lles que induzcan alguna respuesta espontánea.

Para evaluar las habilidades cognitivas del alumno, ob-serve si comprende las instrucciones, si lee en voz baja, si sigue la lectura en grupo, si maneja las pausas que dictan los signos de puntuación, si consulta el texto de lectura en varias ocasiones y si precisa las respuestas.

Considere los siguientes aspectos: si las respuestas son correctas, usted puede deducir que el alumno ha realiza-do una lectura adecuada, una comprensión idónea del mensaje y un uso correcto del lenguaje. Si hay error en las respuestas, conviene identificar el origen y constatarlo con los niños.

Una forma de comprobar la comprensión de la lectura consiste en hacer que los alumnos regresen al texto para verificar las respuestas que proporcionaron.

Respuesta de la página 71. 1. V; 2. F; 3. V; 4. F; 5. V; 6. F; 7. F


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Propuesta 29

Juntamos las partes

A mover figuras

Para emPezar

Juegue con los alumnos y las alumnas a imaginar, por ejemplo, que todos tienen pelo azul, tres brazos o el cuerpo de algún animal.

Pídales que dibujen en una hoja lo que imaginaron y exponga los trabajos en el aula.

Invite a los alumnos a describir sus trabajos y explicar por qué los hicieron de esa manera. Estimule la expre-sión verbal de las ideas y realice preguntas de media-ción para orientar a los alumnos en el ordenamiento de sus procesos mentales.

Revise con los niños y las niñas las páginas de esta propuesta; pídales que lean las instrucciones y que ex-pliquen lo que harán en la actividad.


Recorra los lugares para atender a los niños y a las niñas que presenten dificultades en desplazar las pie-zas. Para ayudarlos, pídales que, en una hoja, vayan dibujando cómo se juntan las partes.

Terminada la primera página, converse con los ni-ños sobre la experiencia y sobre cómo utilizaron la imaginación para resolver este caso. Solicíteles que inicien la segunda actividad con el mismo procedi-miento.

Para finalizar

Retome las actividades de los rompecabezas y conver-se con los alumnos sobre las actividades mentales que realizaron para armar las escenas. Compare las habi-lidades de ambas actividades e induzca a los chicos a encontrar la parte importante de la representación.

Esta propuesta tiene como propósito manejar la ordena-ción y la representación en la construcción de una figura, utilizando el desplazamiento figurado de sus partes.

Como usted sabe, razonar utilizando referentes con-cretos es un reto que los niños y las niñas de seis años pueden enriquecer mediante una imagen mental con la cual realizar las acciones que regularmente llevan a cabo mediante el movimiento.

Esta actividad es continuación de la acción de armar un rompecabezas. Lo que se recortaba y pegaba requiere ahora desplazar los elementos en el plano de la represen-tación y el ordenamiento.

Solicíteles a los alumnos y a las alumnas que observen las figuras de las páginas durante 30 segundos cada una; que cierren los ojos y desplacen en su mente cada pieza para imaginar qué figura se forma.

Después del ejercicio mental, pídales que inicien la ac-tividad y recorra los lugares para atender a los niños y a las niñas que presenten alguna dificultad en el desplaza-miento de las figuras.

Si lo considera necesario, recupere con los alumnos las propuestas 16 y 17 para que recuerden el proceso que siguieron para armar los rompecabezas y lo comparen con estas páginas.

Es previsible que los alumnos necesiten algunos elementos más concretos para representar con mayor eficacia. Tenga disponibles hojas, pinturas, plastilina y crayones por si se re-quieren para apoyar el desarrollo de la actividad.

Ayude a los alumnos a transferir estas habilidades a si-tuaciones más significativas y revise con ellos algún tema de Geometría.

Para evaluar el desempeño de los alumnos y de las alum-nas, observe y registre si agregan elementos imaginarios a una figura, si comprenden las instrucciones y si explican lo que van a hacer, si utilizan la representación para encon-trar la figura correcta y si comparan y encuentran las dife-rencias entre la actividad de rompecabezas y la unión de partes, además de si ordenan las figuras correctamente.

Destaque entre los alumnos y las alumnas la disposición para utilizar la representación sin apoyo de elementos concretos. Insista en que expresen sus comentarios acer-ca de este tema y guíe las ideas hacia las ventajas que tienen las habilidades de ordenamiento y representación mental en el aprendizaje.

Respuesta de la página 72. columna 1: círculo (figura 2); columna 2: estrella de cinco puntas (figura 3).Respuesta de la página 73. columna 1: casa (figura 2); columna 2: figura 2.


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Propuesta 30

Paso a paso

Más pasitos

Para emPezar

Pídales a los alumnos que lleven un juguete desarma-ble, que lo intercambien e identifiquen a quién perte-nece para evitar que se pierda.

Cuando cada niño o niña tenga un juguete, pídale que lo desarme y que ordene las piezas para apreciarlas por separado. Indíqueles a los alumnos que solo tie-nen 10 minutos para volver a armar el juguete.

Observe el proceso que siguen e insista en que reco-nozcan las formas de cada espacio para ubicar con mayor facilidad las piezas.

Sugiérales que recuerden el juguete tal como lo vieron al inicio, el color de sus piezas y la forma que tenía. Revise el proceso que siguen para armarlo.


Compruebe que los alumnos observen las figuras de ambas actividades y constate que comprenden lo que tienen que hacer.

Si hay dudas, pídales que imaginen cómo unirán las piezas antes de dibujarlas; solicíteles que hagan los trazos con lápiz y que utilicen goma de borrar cuando se requiera.

Para finalizar

Compare lo que hicieron en ambas páginas y desta-que los aspectos que facilitan cumplir con la tarea.

Haga notar a los niños y a las niñas la importancia de la imagen mental que los ayuda a construir una figura.

Escuche y comente con los alumnos las respuestas a las preguntas metacognitivas.

Esta propuesta tiene como principal propósito que los alumnos fortalezcan la capacidad de reproducir figuras mediante la organización de sus componentes.

Conforme se incrementa la capacidad de los niños y de las niñas de seis años para manejar la representación, pueden enfrentar tareas de mayor complejidad, como armar figuras conocidas con más componentes y, sobre todo, crear a partir de su imaginación.

Realice algunas actividades previas para orientar el tra-bajo de los alumnos. Hágales notar la diferencia entre dibujar formas conocidas y construir una desconocida a partir de ellas. Pídales que piensen cómo pueden combi-nar estas formas y qué tipo de figura pueden armar.

Deje que los alumnos realicen su propio diseño sin res-tringir la combinación de las piezas. Recorra los lugares para asistirlos cuando presenten dificultades al unir las partes.

Solicíteles a los alumnos y a las alumnas que den ejem-plos de actividades donde utilicen la habilidad de re-construcción para representar un objeto o una situación.

Invite a los niños a transferir sus conocimientos al tema de Matemática de las figuras geométricas.

Para evaluar, observe si los alumnos y las alumnas re-componen el juguete con orden, si dibujan las figuras siguiendo una estrategia, si combinan congruentemente las formas geométricas y si describen los procesos men-tales que utilizaron para cumplir con la tarea.

Valore la disposición para actuar con orden y la impor-tancia de seguir el proceso de construcción por etapas claramente diferenciadas.


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Propuesta 31

Figuras que crecen

¡A dibujar más figuras!

Para emPezar

Pídales a los alumnos y a las alumnas que lleven dos globos grandes sin inflar y un fibrón del color que más les agrade.

Se trata de que los alumnos dibujen sobre la superfi-cie de cada globo una figura. Solicíteles que inflen un globo para que observen la deformación de la figura. El otro globo solo deben estirarlo con sus manos a lo ancho y a lo largo y ver qué sucede.

Invite al grupo a comparar lo ocurrido en ambos casos.


Revise con los niños el recurso de la cuadrícula como medio para agrandar las figuras. Pídales que expliquen lo que harán y cómo lo llevarán a cabo.

Deje que los niños y las niñas realicen las actividades y, cuando terminen, retome con el grupo la experien-cia de la representación.

Para finalizar

Compare las dos actividades; explore los aspectos de mayor dificultad: líneas curvas, posición espacial, uso de ejes de referencia, etcétera.

Enlace la actividad previa con el trabajo en las pági-nas, reafirmando el uso de otros medios (plastilina, hilo, etcétera) para reproducir una figura con una es-cala mayor.

Pídales a los alumnos que lean en voz alta las respues-tas a las preguntas metacognitivas y las justifiquen.

El propósito de esta propuesta es que los alumnos y las alumnas reafirmen la habilidad de la representación y comprendan la noción de proporción como una habili-dad para el procesamiento cognitivo.

Para su óptimo desarrollo cognitivo, es importante que los niños y las niñas adquieran un mayor dinamismo en el manejo de las imágenes mentales, sobre todo por la necesidad de transformación para comprender mejor su mundo circundante. Esto les permitirá desarrollar sus ha-bilidades de representar, recrear, reproducir y dibujar.Explíqueles ampliamente el propósito de esta propuesta a los alumnos para que obtengan los resultados desea-dos. Ofrézcales indicios y aclare las dudas mediante pre-guntas que los guíen a obtener conclusiones acertadas.

Retome la primera actividad para que los alumnos com-prendan que agrandaron las figuras sin alterar su identi-dad. Comente que también se pueden hacer más chicas, más grandes, más anchas o más delgadas si utilizamos el mismo recurso u otro.

Durante el desarrollo de estas propuestas, recuérdeles a los alumnos las actividades que hicieron para trabajar la representación mental en la propuesta anterior.

Invite a los alumnos a transferir esta habilidad a Matemática, principalmente en el tema cuerpos geomé-tricos, y sugiérales que construyan algunas figuras me-diante recursos como plastilina u otros.

Para evaluar tome en cuenta que los alumnos y las alumnas expliquen con sus palabras el agrandamiento de la figura, que realicen el dibujo en escala siguiendo el cuadro correspondiente, que inviertan menos tiempo en el dibujo de la segunda página que en el de la primera y que describan las actividades mentales que utilizan para realizar la actividad.

Aproveche la disposición que logró establecer y comente el orden necesario en las acciones que realizamos para concluir un determinado trabajo.


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Propuesta 32

¿Cómo se relacionan?

Armá la historia

Para emPezar

Coméntele al grupo que deben observar minuciosa-mente las imágenes. Pídales que lean las instrucciones.

Invite a los alumnos a explicar con sus propias pala-bras el orden que seguirán y si van a ordenarlas por letras o por números. Disipe cualquier duda mediante preguntas que los lleven a discutir el procedimiento más acertado para resolver las actividades.


Pídales a los niños y a las niñas que realicen indivi-dualmente la primera actividad y que constaten que los resultados de las operaciones son correctos y coin-ciden con la secuencia de la historia.

Antes de comenzar la segunda actividad, recupere la experiencia que tuvieron para pensar de forma simul-tánea en las relaciones numéricas y gráficas.

Permítales la realización de la segunda actividad y recorra los lugares para verificar que utilizan la ex-periencia de la actividad anterior.

Para finalizar

Realice una comparación entre las actividades previas y las de esta propuesta. Indíqueles a los alumnos cómo las se-cuencias se producen por las relaciones entre las acciones.

Pregúnteles: “¿Qué pasaría si las cosas se hicieran en otro orden?”. Permita que los alumnos y las alumnas expresen su punto de vista libremente.

Esta propuesta tiene como propósito que el niño forta-lezca la habilidad para establecer relaciones de secuen-cia en dos sucesos simultáneos.

Las nociones de antecedente y consecuente se aplican del mismo modo a un suceso por separado y a dos re-lacionados; por ello es importante presentar actividades en las que los niños relacionen dos secuencias con el mismo criterio, de manera simultánea.

Realice con sus alumnos y alumnas dos actividades, una orientada a reconocer el orden de ciertos eventos y la otra, a pensar en acciones paralelas a este suceso.

Para el primer ejercicio, pídales a los alumnos que men-cionen actividades que requieran un orden, como ves-tirse, preparar algún alimento o realizar una tarea; para hacerlo más comprensible, solicíteles que piensen la misma acción de manera desordenada o inventen una secuencia diferente.

En el segundo ejercicio, pídales a dos alumnos que, de manera alternada, describan lo que hacen durante un día, desde que se levantan hasta que se acuestan. Conforme describen los eventos, hágales notar cómo suceden los hechos de manera simultánea.

Transfiera estas habilidades a un tema programático; lea con los chicos un cuento y sugiérales que cambien el final por otro que ellos inventen. Otro de los objetos de trans-ferencia puede ser el tema de la ciudad y el campo y la secuencia de elaboración de un producto. Intervenga para que identifiquen la utilidad de la representación mental.

Para evaluar con efectividad, compruebe que los alum-nos y las alumnas describen las actividades siguiendo un orden y utilizan un orden nuevo para describir otras situa-ciones, que expresan la doble relación en las descripcio-nes simultáneas y resuelven correctamente la actividad.

Estimule la disposición de los alumnos para seguir un orden en las actividades cotidianas y sugiérales realizar cambios para mejorar las acciones actuales.



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Propuesta 33

¿Es o no es?

¿En qué se convierte?

Para emPezar

Revise con los alumnos las imágenes y las instruccio-nes antes de comenzar la actividad; incluso, haga al-gunas preguntas como: “¿Cuándo sabemos que una cosa es real?” “¿Qué distingue a una cosa real de una ficticia?”.


Deje que los alumnos y las alumnas realicen la pri-mera actividad; mientras trabajan, recorra los lugares para observar cómo califican cada objeto o situación. Si es necesario, sugiérales alternativas de clasificación para notar el manejo simultáneo de un criterio.

Al término de la actividad, revise la experiencia con los alumnos y pregúnteles si algún objeto que usted defina es real o ficticio. Permítales que lleven a cabo la segunda actividad.

Para finalizar

Recupere la experiencia de la actividad, vincule la actividad inicial con el desarrollo de las prácticas restantes. Plantéeles nuevamente a los niños las posi-bilidades de clasificación simultánea que existen con los objetos reales o ficticios.

Retome las preguntas que realizó durante la actividad y haga notar las posibles modificaciones a las respues-tas que obtenga.

Pídales a los niños y a las niñas que respondan las preguntas metacognitivas y coméntelas con el grupo. Compruebe que todo el grupo participa con sus co-mentarios.

Es necesario que los alumnos y las alumnas de primer año descubran la flexibilidad en la organización de co-lecciones. Por tanto, el propósito de esta propuesta es enfrentarlos a la clasificación de objetos o eventos utili-zando un solo criterio.

Esto no es un aprendizaje sencillo si se toman en cuen-ta las capacidades de los alumnos. Se requiere trabajar continuamente e insistir en la clasificación, mediante di-ferentes actividades lúdicas.

Lleve a cabo una actividad en la cual se clasifiquen los mismos objetos con dos criterios diferentes. Para ello disponga de dos cajas transparentes para colocar los objetos.

Pídales a los alumnos que junten lápices. Explíqueles que van a distribuirlos de la siguiente manera: los que tengan goma y sean grandes en una caja y los chicos sin goma en la otra.

Elija un lápiz grande y sin goma y pregúnteles a los niños dónde lo colocarán si tiene una característica de una y otra colección.

Para confirmar la adquisición de esta habilidad, deje que los alumnos planteen una actividad con dos criterios de clasificación de objetos o situaciones. Resuélvalo con el grupo y aclare las dudas que surjan.

También puede recurrir a ejemplos fantásticos y verdade-ros. Solicíteles a los alumnos y a las alumnas ejemplos de cosas verdaderas y falsas. Escuche los aportes y pída-les que argumenten para justificarlos.

Esta experiencia puede ser más significativa si la vincu-la con el tema identificación de oraciones afirmativas y negativas. Recuérdeles a los niños que clasifiquen con criterios diferentes. También se pueden trabajar las se-mejanzas y las diferencias.

Para evaluar la habilidad de clasificación, compruebe que los alumnos y las alumnas realizan colecciones si-guiendo dos criterios, que resuelven el conflicto del do-ble criterio, que diferencian verdadero-falso, real-ficticio y que manejan criterios para reformular las colecciones.

Estimule la disposición de los alumnos para que des-taquen el manejo de la flexibilidad en el pensamiento y comprendan el punto de vista del otro.


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Propuesta 34

¡Qué diferentes!

Y estos, ¿en qué se parecen?

Para emPezar

Explíqueles brevemente a los niños y a las niñas el cri-terio de vinculación que pueden establecer con todos los objetos. Ejemplifique mediante cosas familiares o situaciones cotidianas.

Permítales que formulen ejemplos en forma de juego: uno dice una frase y otro la completa. Por ejemplo: “Si estoy dormido no estoy...” “El Sol es amigo de las...”.

Revise las ilustraciones y pídales a los alumnos y a las alumnas que lean las instrucciones para comprender la actividad. Destaque el criterio con el que se organi-za la relación entre los objetos y aclare las dudas que tengan los alumnos.


Mientras los alumnos realizan el trabajo, observe su desempeño. Hágales preguntas como: “¿Por qué alto y bajo son opuestos?” “¿El pepino y la lechuga son siempre verdes?”, etcétera; asegúrese de que los alum-nos y las alumnas comprenden la actividad.

Guíe el trabajo para que los alumnos trabajen la se-gunda página con el mismo procedimiento que usa-ron en la primera.

Para finalizar

Dialogue con los niños sobre la experiencia de esta propuesta, identifique los obstáculos que se presenta-ron, así como los errores más frecuentes. Invítelos a plantear alternativas de solución.

Escuche las respuestas a las preguntas metacognitivas y oriente a los alumnos hacia el proceso de comparación.

Esta propuesta tiene como propósito fundamental que los alumnos manejen las relaciones directas y contrarias mediante la aplicación de la comparación, la relación y la distinción de elementos.

Usted sabe que las relaciones mediante las cuales se vinculan los objetos son diversas; si estas son presenta-das al grupo de alumnos de manera contrastada, serán mejor comprendidas.

Con frecuencia, revise junto con los alumnos y las alum-nas las actividades en las que trabajaron relaciones, para que ellos recuperen su aprendizaje y lo apliquen en esta nueva situación.

Deje que el grupo realice la primera actividad. Compruebe la comprensión del criterio cambiando algunos elemen-tos para modificar las relaciones establecidas por el niño o la niña. Por ejemplo, cambie el durazno por una chau-cha y pregunte si se conserva la misma relación.

Pídales a los alumnos y a las alumnas que mencionen ejemplos de criterios que vinculen objetos y situaciones. Anótelos en el pizarrón para que todos los vean. Revise los aportes con el fin de tener mayor dominio en su ma-nejo, sobre todo cuando tenga que comprobar la consis-tencia de sus argumentos.

Transfiera esta habilidad realizando una lectura en voz alta, e invitando a los alumnos a anticipar palabras y contenidos sobre la base de lo que están escuchando. También pueden aplicar estas habilidades en el tema los seres vivos.

Para evaluar eficazmente, compruebe que los alumnos establecen la relación adecuada entre los objetos, que completan las relaciones siguiendo el criterio, que iden-tifican el criterio con que se organizan las relaciones y que escriben correctamente los nombres de los objetos que se relacionan.

Destaque la importancia de manejar relaciones para vincular diferentes objetos y situaciones en la vida coti-diana. Esto provocará que los alumnos tengan una mejor disposición para sus relaciones interpersonales.


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Propuesta 35

¿Quién es quién?

Nombres familiares

Para emPezar

Revise con los niños y las niñas el diagrama de pa-rentesco. Muéstreles una a una las figuras para que ellos reconozcan quiénes son e identifiquen la relación marcada con las líneas que los unen.

Identifique a los personajes en forma ascendente y descendente por el diagrama, para que el razonamien-to sea más dinámico.


En esta propuesta hay una sola actividad. Cuando considere que los alumnos han comprendido el es-quema de relaciones, permítales que revisen las pre-guntas de la página siguiente. Deje que contesten las preguntas y recuérdeles que pueden revisar el diagra-ma cuantas veces lo requieran.

Para finalizar

Cuando los alumnos y las alumnas respondan las pre-guntas, revise y compare las contestaciones.

Pregúnteles a los niños si hay otra manera de encontrar las respuestas de los mismos interrogantes; permítales que planteen alternativas y oriente las respuestas.

Verifique la participación de todos los niños para que esta actividad tenga mayor solidez.

Escuche las respuestas a las preguntas metacognitivas y realice preguntas de mediación que orienten a los alumnos a valorar la interpretación y los beneficios de practicar las habilidades del pensamiento.

Esta propuesta tiene como propósito que el alumno apli-que y desarrolle su habilidad de interpretación y razone eficazmente.

El razonamiento verbal se enriquece si se plantean a los niños y a las niñas problemas en los que deduzcan res-puestas a partir de una información esquemática.

Enriquezca la actividad y lleve a cabo juegos de razona-miento verbal en los cuales los alumnos y las alumnas busquen las respuestas utilizando exclusivamente el len-guaje verbal.

Plantéeles problemas como: “¿Cuántos números pode-mos combinar para obtener 9?” “Si Benjamín es más alto que Gonzalo y Franco es más bajo que Benjamín, ¿quién es el más alto?”.

Estimule la imaginación y el discernimiento de los alum-nos y las alumnas; pídales que siempre justifiquen sus respuestas con argumentos coherentes.

Mientras los alumnos y las alumnas resuelven la activi-dad, recorra los lugares para comprobar la consistencia de los argumentos; haga preguntas de mediación. Por ejemplo: ¿“Por qué no puede ser...?” “Si cambiara de lu-gar, ¿qué sería de...?” “¿Cómo se llaman sus abuelos?” “¿Cuántos primos tienen?”, etcétera.

Es recomendable que lleve algunos muñecos para re-presentar las relaciones de parentesco; serán útiles para apoyar la actividad. Invite a los alumnos a realizar el árbol genealógico de su familia.

Transfiera estas habilidades al tema de la expresión oral, descripción de textos, personas, animales y lugares; uso apropiado de clases de palabras para nombrar y calificar personas, objetos, descripción de la ubicación espacial y las acciones.

Para evaluar, observe si los niños responden acertada-mente las actividades verbales, si identifican las rela-ciones en el diagrama, si responden las preguntas con precisión y si reconocen algunos procesos mentales que utilizan para llegar a las respuestas.

Es pertinente atender la disposición de los alumnos para obtener mayor información que la mostrada en el esquema. También aproveche la oportunidad para estimular la solida-ridad entre los niños y todas las personas que los rodean.

Respuesta de la página 85. Pregunta 1: 6 nietos. Pregunta 2: Porque está casada con Alejandro. Pregunta 3: Franco. Pregunta 4: Santiago. Pregunta 5: ninguno. Pregunta 6: Rodolfo. Pregunta 7: sobrinos.


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¿Qué aprendí?

El trabajo de Martín

Quinta autoevaluación

Para emPezar

Revise con los alumnos y las alumnas el planteamien-to del problema; intervenga solo para reafirmar aque-llos aspectos que no hayan comprendido.

En caso de encontrar elementos confusos, plantéeles alternativas mediante preguntas como: “¿Quién lo en-tiende de otra forma?” “¿Cómo podemos hacer para encontrar la respuesta?” “¿Quién tiene una propuesta de solución?” “¿Qué habilidades debemos aplicar para resolver acertadamente estas actividades?”, etcétera.

Mencione el espacio de operaciones y señale cómo puede utilizarse: haciendo el dibujo del proceso, rea-lizando sumas y restas o trazando los trayectos para encontrar con mayor exactitud las respuestas.


Observe el comportamiento de los niños y de las ni-ñas mientras trabajan. Deje que actúen con libertad y si alguno plantea una duda, acuda al lugar y aclárela individualmente.

Mientras el grupo trabaja, recorra los lugares para observar el proceso; será de mucha importancia cono-cer las alternativas de solución que crean.

Para finalizar

Indíqueles que el tiempo se terminó e intercambie los libros o convoque a un alumno para que realice en el pizarrón la actividad y los demás se corrijan.

Pídales que reflexionen sobre los errores que cometie-ron y que tomen en cuenta la estrategia que siguieron.

Esta última autoevaluación reúne una serie de habilida-des del pensamiento ejercitadas en estas propuestas, con el propósito de intensificar el uso del carácter opera-torio del razonamiento.

Se presentan habilidades como la representación, el es-quema de orden, la clasificación, el establecimiento de relaciones, la comprensión de enunciados lingüísticos y sobre todo la solución de problemas, que son las ca-pacidades más destacadas que debe utilizar el niño al pensar.

Se trata de enfrentar al alumno y a la alumna a la so-lución de un problema aritmético que le exige manejar varias habilidades del pensamiento. Para determinar el grado de avance que el niño ha tenido, evite dar mayores explicaciones de la actividad; solo insista en que lean las instrucciones.

Para evaluar efectivamente el desarrollo cognitivo del grupo, los alumnos deben comprender los enunciados, identificar las respuestas correctas, elegir la mejor ma-nera para encontrar las soluciones y obtener respuestas exactas.

Utilice los mismos criterios de porcentaje que ha usado para comprobar el desarrollo cognitivo de los alumnos en las autoevaluaciones anteriores. Los resultados se pueden entender en dos sentidos: el primero le permi-te saber que los alumnos y las alumnas tienen habili-dad para resolver un problema. El segundo le permite identificar los mecanismos del pensamiento que se han fortalecido y que con certeza el alumno utilizará de ma-nera precisa.

Para probar que se fortaleció la estrategia de solución de problemas, agregue una caja a las señaladas en la activi-dad y pídales a los alumnos que calculen nuevamente.

Atienda el proceso que siguen los niños y las niñas para encontrar las soluciones sin los interrogantes formulados por ellos mientras realizan la actividad.

Antes de cerrar el libro, comente con los alumnos los avances que tuvieron. Mencione las respuestas de la pá-gina de “mis logros” (página 88) y con ellos, haga un plan de trabajo para el siguiente año escolar.

Recuérdeles que sigan aprendiendo a aprender.

Respuesta de la página 87. 1. Dará 6 vueltas. • 2. Dará 2 vueltas. • 3. Le llevará 9 cajas.



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Desafíos para pensar 1