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DESARROLLO DE UNA METODOLOGÍA PARA EL DIAGNÓSTICO RURAL EN EL DEPARTAMENTO DE CALDAS ALBERTO GRAJALES QUITERO MVZ - MSc Proyecto de tesis para optar al título de Doctor en Ciencias Agrarias Presidente HENRY MESA ECHEVERRI MVZ MSc - PhD UNIVERSIDAD DE CALDAS FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS DOCTORADO EN CIENCIAS AGRARIAS MANIZALES 2010

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DESARROLLO DE UNA METODOLOGÍA PARA EL DIAGNÓSTICO RURAL EN EL

DEPARTAMENTO DE CALDAS

ALBERTO GRAJALES QUITERO

MVZ - MSc

Proyecto de tesis para optar al título de

Doctor en Ciencias Agrarias

Presidente

HENRY MESA ECHEVERRI

MVZ – MSc - PhD

UNIVERSIDAD DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

DOCTORADO EN CIENCIAS AGRARIAS

MANIZALES

2010

1. Información general

1.1 Título del proyecto:

Desarrollo de una metodología para el diagnóstico rural en el Departamento de Caldas.

1.2 Investigadores:

Henry Mesa Echeverri - Director

Alberto Grajales Quintero - Estudiante

1.3 Grupo de investigación:

Biotecnología Agraria, categoría B Colciencias

1.4 Dependencia:

Instituto de Biotecnología Agropecuaria

1.5 Lugar de ejecución del proyecto:

Departamento de Caldas.

1.7 Duración del Proyecto:

Treinta meses.

1.8 Fuentes de Financiación:

Vicerrectoría de Investigaciones y Posgrados - Universidad de Caldas

Secretaría de Agricultura de Caldas.

1.9 Tipo de proyecto:

Investigación aplicada.

3

2. Resumen ejecutivo

El sector agropecuario desempeña un papel fundamental en el conjunto de nuestra

economía: además de ser una fuente importante de divisas, las actividades del agro

tienen una incidencia directa en la generación de empleo, contribuyen a mantener la

estabilidad política en el país y sus productos tienen un peso considerable en la

conformación de la dieta alimenticia de la población. Es preciso diseñar políticas

sectoriales que permitan el desarrollo de las actividades del campo y, al mismo tiempo, su

adecuación a las cambiantes condiciones del país y de un mundo globalizado. Por lo

tanto, es necesario hacer un análisis de las políticas y dar virajes radicales en cuanto al

tratamiento que suele darse a algunos temas involucrados en el desarrollo agropecuario.

El logro de la autosuficiencia de la producción agropecuaria en general y la de alimentos

en particular, ha sido un objetivo permanente de la política agraria en Colombia, como

también alcanzar una oferta estable y creciente de alimentos. La agricultura es el sector

con mayor participación en el producto nacional bruto (22%-25%), y fuente de la mayoría

de las divisas, por lo tanto, la política económica para el sector agropecuario en Colombia

debe analizarse y diseñarse pensando en instrumentos cuyo efecto no esté limitado a

sectores específicos que conduzca a un diagnóstico inadecuado y recomendaciones

políticas de corto plazo que riña con los objetivos perseguidos.

El Plan de Desarrollo Departamental, pretende fortalecer el sector agropecuario en

concordancia con las políticas y lineamientos Ministeriales, buscando mejorar la

productividad, sostenibilidad ambiental, equidad y competitividad en el sector primario.

Para ello, se requiere de un proceso de planificación del desarrollo del sector

agropecuario del Departamento de Caldas de acuerdo con las políticas nacionales y

sectoriales, con la participación de todos los actores del sector incluyendo centros de

investigación y la academia, con el fin de fortalecer las Cadenas Productivas.

Caldas genera el 2,28% del PIB nacional. Su ingreso per capita es inferior al nacional.

Comparando su estructura productiva con la del país, Caldas tiene una marcada

especialización en producción agropecuaria, la cual responde por el 21% del PIB

4

departamental. Esto se debe principalmente a la importancia que sigue teniendo el café

en la economía de la región.

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural tiene dificultades para desarrollar la

encuesta nacional agropecuaria en Caldas, por no poseer la información requerida, lo cual

limita el desarrollo agropecuario y entorpece intervenciones en cualquier aspecto

relacionado con lo rural, y con la actividad agropecuaria en particular. Este proyecto

desea intervenir para colaborar y buscar una solución a ésta dificultad, de tal manera que

sea posible adquirir información confiable, suficiente y actualizada que proporcione los

elementos necesarios para establecer una línea base que sustente adecuadamente las

actividades agropecuarias y su organización, partiendo de datos reales; acorde con la

misión de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Caldas, al generar,

difundir y aplicar conocimientos en el campo agrario, mediante procesos académicos,

investigativos, que sirvan de proyección en la formación integral de profesionales,

contribuyendo a la solución de los problemas del sector a nivel regional y nacional, con

énfasis en el centro-occidente del país, en un marco de equidad, competitividad y

sostenibilidad ambiental.

Se propone realizar un análisis sobre las metodologías disponibles para realizar

diagnóstico rural tomando como eje el componente agropecuario, definir criterios de

evaluación y valoración para las metodologías de diagnóstico rural existentes y las

posibles combinaciones que surjan y validar en campo la metodología obtenida a partir de

una prueba piloto en el Departamento de Caldas.

3. Descripción del proyecto

3. 1 Antecedentes

En Colombia se han realizado dos censos agropecuarios: el primero en 1960 y el segundo

en 1970. A finales de la década de los 70, el Ministerio de Agricultura con apoyo de la

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y en

5

trabajo conjunto con el DANE, programaron un tercer censo, el cual no pudo realizarse

por carencia de recursos financieros.

Debido a lo anterior y conscientes de la necesidad de contar con información estadística

inherente al sector agropecuario, a inicios de los 80’s, se desarrolló un Sistema de

Estadísticas Agropecuarias por Muestreo (SEAM), el cual constituía una alternativa más

económica con validez estadística. Con dicho sistema, se realizaron durante el periodo

1983-1987, cinco encuestas agropecuarias piloto en los departamentos de Caldas,

Magdalena, Tolima, Cauca y Valle, las cuales dieron origen en 1988 a la Primera

Encuesta Nacional Agropecuaria (MADR-ENA, 2008).

Los cambios económico y políticos en Colombia al iniciarse la década de los noventa,

encontraron a la economía campesina y sus instituciones en una aguda crisis, no existía

una política de desarrollo rural, había conflictos en la organización campesina,

descoordinación de los programa que atendían a los campesinos e impotencia del

gobierno para responder a los problemas y procesos que los afectaban (Machado, 1991).

Colombia asumió el desafío de insertarse en las grandes corrientes comerciales que

caracterizan el nuevo orden económico mundial. Los tratados de comercio internacional

que ha firmado en el pasado o espera concretar en el futuro, le abren al país un horizonte

de oportunidades para mejorar su competitividad y, por esta vía, acelerar el crecimiento

económico y aumentar el bienestar de su población (DNP, 2007).

Por inconvenientes técnicos e institucionales no se continuó con el SEAM y sólo hasta

1994 el gobierno colombiano reinició el proyecto de encuestas agropecuarias por

muestreo de áreas. Entre los años de 1995 y 2005, éstas estuvieron a cargo del

Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) a través del proyecto

SISAC y de 2006 a la fecha, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) ha

delegado a la Corporación Colombia Internacional (CCI) tal responsabilidad. La primera

iniciativa, emanada en el año 2003, fue la definición de una Agenda de investigación única

nacional, a través de la identificación de problemáticas tecnológicas inmediatas para cada

cadena productiva (Castellanos, Torres y Domínguez, 2009). A partir del año 2006 se

utiliza el Enfoque de Cadenas y dialogo para la acción CADIAP (Espinal, 2008).

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Existen entidades que realizan diagnósticos y censos en el sector rural, como es el caso

de Fedegán-Comité de ganaderos de Caldas, quienes manejan el “Sistema de

Información Técnica”, la cual es una base nacional, alimentada desde los comités de

ganaderos -Tecnigán departamentales, la cual se realiza solamente en predios que

posean bovinos, recogiendo adicionalmente los datos de búfalos, equinos, porcinos,

ovinos y caprinos que existan en el predio. Esta labor se realiza en los períodos de

vacunación contra fiebre aftosa, que se hace cada seis meses y es desarrollada por

personal técnico. La encuesta se limita a conocer el nombre del propietario, la ubicación

del predio, el sistema de producción utilizado y el número de animales presentes al

momento de la visita, discriminándolos por edad y sexo. Poseen dificultades debido a que

la persona que atiende la visita no siempre es el propietario y los datos no concuerdan

entre un ciclo y otro1.

El Sisbén es el Sistema de Identificación y clasificación de potenciales Beneficiarios para

Programas Sociales, de los estratos 1, 2 y 3, el cual realiza un diagnóstico focalizado al

gasto social, dirigido solamente a la población pobre (necesidades insatisfecha) y

vulnerable. Trabajan en asocio con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF),

acción social, resguardos indígenas y secretarías de gobierno. Cubre al 100% de la

población, el trabajo se realiza con cartografía del IGAC, recibe financiación de planeación

municipal como mediadora de recursos de la nación. Es un sistema de encuesta dinámica

que cambia cada tres años, en virtud a los datos obtenidos del censo anterior. Poseen

dificultades con la población flotante, migratoria y el cambio en la estructura familiar, p.ej:

con recolectores de café, quienes quedan por fuera del censo. El CONPES determina la

población pobre por departamento y municipio, lo que afecta directamente la asignación

de recursos por programas.2

Los Comités Departamentales de Cafeteros, responsables en cada departamento de la

organización, orientación del gremio y la ejecución de los programas y proyectos de la

Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, lideran las políticas y proyectos en el

1 Germán Londoño J. Director proyecto Fedegan Caldas. 4 de mayo de 2010. Comité de Ganaderos de Caldas.

2 Miriam Miranda Rodríguez, Directora SISBÉN, Secretaría de Salud - Municipio de Manizales. Martes 4 de

mayo de 2010.

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respectivo municipio. La base organizacional la constituyen los caficultores, quienes

eligen directamente sus representantes.

El Comité de Caldas tiene implementado un Sistema de Gestión (SG), certificado bajo la

Norma ISO 9001:2000 e ISO 14001:2004, cuyo alcance es la Prestación y Administración

del Servicio de Extensión, Comercialización de Insumos y Gestión de Proyectos

Educativos, Productivos, de Infraestructura, Medio Ambiente y Protección Social a la

Comunidad Cafetera del Departamento de Caldas. El SG identifica las necesidades y

expectativas de los clientes y partes interesadas, los requisitos legales aplicables al

Comité de Caldas, los objetivos estratégicos y los servicios a prestar, la apropiación de los

recursos necesarios para su realización, la prestación de los servicios, el seguimiento y

evaluación y finaliza escuchando la voz del cliente y partes interesadas para evaluar su

satisfacción con los servicios prestados y el desempeño ambiental del Comité de Caldas.

Su financiación depende de la producción del grano y es asignada desde la Federación

Nacional, que corresponde a los ingresos por exportación.

El Comité de Cafeteros de Caldas realiza censo rural, pero exclusivamente en las áreas

sembradas en café, es decir, ellos llegan a los predios que posean cultivo del grano, pero

no tienen en cuenta otros renglones de producción agropecuaria. La información es

propiedad del Comité y la información disponible o que ellos suministran es solamente

global. El censo lo realizan por intermedio de sus propios profesionales. Realizan trabajos

de inversión en infraestructura rural (vías, saneamiento básico, mejoramiento de viviendas

y electrificación), cofinanciados con el departamento y los municipios. Adicionalmente,

administran acueductos veredales, poseen el servicio de escuela nueva y el servicio de

extensión3.

El Consejo de Política Económica y Social (Conpes) 3297 del 26 de julio de 2004, asignó

al Departamento Nacional de Planeación (DNP) la responsabilidad de coordinar la

elaboración de La Agenda Interna para la Productividad y la Competitividad, involucrando

al sector público, a la academia y a la sociedad civil en la construcción conjunta de una

estrategia de desarrollo económico regional (Conpes, 2004). Se requiere entonces que

3 Hernando Duque Orrego. Comité de cafeteros de Caldas Manizales. Jueves 6 de mayo de 2010.

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Caldas aproveche el potencial de su estructura productiva y se encamine hacia una

transformación que garantice un crecimiento económico sostenido que redunde en un

mayor bienestar para toda su población. Pero, para comprender la estrategia de

productividad y competitividad regional hay que conocer las características económicas

de la región y sus factores sociales asociados.

3.2 Planteamiento del problema

El MADR diseña la estrategia de recolección de información en las regiones, y es

coordinada por las Secretarías de Agricultura, mediante las Unidades Regionales de

Planificación Agropecuarias; en cada municipio, la encargada de recolectar la información

es la UMATA. Las evaluaciones deben cuantificar variables como: área, producción y

rendimiento, precios pagados al productor, costos de producción y calendarios de siembra

y recolección de los principales cultivos por municipio. Igualmente, inventarios pecuarios y

producción de leche. El marco utilizado para la encuesta nacional comprende el área

continental e insular del país. Sin embargo, se excluyen todas aquellas áreas que

corresponden a bosques naturales, bosques fragmentados, parques naturales, eriales,

afloramientos rocosos, cuerpos de agua, centros poblados, aquellas zonas donde la

actividad agrícola es marginal y donde por problemas de seguridad no es posible realizar

la encuesta (MADR-ENA, 2007).

El MADR posee dificultades en la ejecución de la Encuesta Nacional Agropecuaria-ENA,

en los departamentos de San Andrés y de Caldas; el primero por no poseer actividad

agropecuaria y el segundo, por no poseer información en las alcaldías municipales y por

falta de colaboración por parte de los entes municipales y departamentales.4

Una de las mayores limitantes que enfrenta, en Colombia, un investigador en el campo

agropecuario al proponer intervenciones en cualquier aspecto relacionado con lo rural, y

con la actividad agropecuaria en particular, es la falta de información confiable, suficiente

y actualizada que proporcione los elementos necesarios para establecer una línea base

que sustente adecuadamente lo propuesto. Para los proyectos de acción en el medio rural

4Hugo Andrés López Fiscó y Yesid Yucumá Castillo CCI. – MADR: lunes 12 de abril de 2010. Gobernación

de Caldas

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o para fijar prioridades de investigación agraria, es necesario disponer previamente de

datos fiables y reales del sitio de interés. (Contreras et al., 1998). No existe una

metodología adecuada para diagnosticar certeramente la situación del sector rural de una

unidad geográfica determinada en un momento dado. No hay un sistema de gestión de

información para el manejo de los volúmenes de datos que deben colectarse y analizarse;

no existe un sistema de gestión de información confiable, flexible, funcional y pertinente,

que garantice la calidad de las conclusiones obtenidas, y que posea elementos esenciales

como: un instrumento de colección, una base de datos y el software administrativo

correspondiente y una estrategia de análisis estadístico.

El proceso de planificación estratégica realizado por las organizaciones de investigación

agropecuaria evidencia la necesidad de reformar el enfoque tradicional de centrar la

actuación en el productor rural y en la finca en favor de una visión más amplia, que

incluye el mercado, los demás actores sociales de la producción agropecuaria y sus

necesidades y demandas. Atender a este nuevo conjunto de clientes requiere la revisión

de conceptos y métodos en las organizaciones de investigación agropecuaria (Castro,

2002). Hay que romper paradigmas, entendiendo que un gran número de proyectos

fracasan por la escasa capacidad de gestión para la identificación de la realidad del

sistema que se quiere intervenir y el análisis de los problemas que lo afectan (Belloti.

1992).

Lo expuesto anteriormente, lo complementan Clara Gonzáles y Carlos Felipe Jaramillo al

concluir que:

“… el productor colombiano no encuentra ningún apoyo en los asistentes

técnicos ni en las universidades para mejorar su sistema de toma de

decisiones. Se basa tan solo en su experiencia y pobre predicción del

comportamiento de los mercados…, el sistema agropecuario de cada

explotación ha sido diseñado individualmente por cada productor. No hay

información disponible que ilustre cómo estas estrategias de administración y

de producción pudiesen ser mejoradas. Las investigaciones orientadas a

10

generar información para buscar una optimización de los recursos productivos

a nivel de finca, por región, tendrían una alta tasa de retorno”5.

La no concordancia de las políticas y lineamientos ministeriales con las necesidades del

sector agropecuario del Departamento de Caldas, ha conllevado a que los parámetros de

competitividad, productividad, sostenibilidad y equidad no se hallan articulado y conlleve a

la débil estructura actual que posee el sector agropecuario local. (Gobernación de Caldas,

2008).

3.3 Justificación

La situación nacional de cara al nuevo milenio, plantea la necesidad de discutir cuáles son

las alternativas que tienen hoy los pobladores rurales para articularse de manera digna al

proceso de cambio y a nuevos modelos de desarrollo. Hay que analizar cómo se articula

la economía campesina y el desarrollo rural con la política macroeconómica, y qué

espacios abre o cierra esta para los campesinos. Es necesario enunciar, a partir de un

diagnóstico rural del departamento de Caldas, puntos de reflexión, discusión y análisis de

la situación campesina frente a la apertura y presentar alternativas para concertar y

negociar con el estado, teniendo claridad sobre los retos que implica esta coyuntura. Se

requiere orientar el modelo de desarrollo rural desde la academia, como se plantea en

este trabajo, cimentado en una decisión política de impulsar un patrón de crecimiento

estable y redistributivo, para generar una dinámica económica y social que tienda a la

superación de problemas estructurales y reactiven la dinámica en beneficio de la

población rural, insertada en los mercados mundiales y estimulando el fortalecimiento de

los países latinoamericanos.

Según Suárez (1999), la estadística agropecuaria se refiere a las técnicas mediante las

cuales se recopilan, organizan, presentan y analizan los datos cuantitativos de las

variables que influyen en el sector, el punto central del cualquier análisis estadístico

moderno es la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre; por tal razón el

5 GONZÁLEZ, Clara y JARAMILLO, Carlos Felipe. Competitividad sin pobreza. Estudios para el desarrollo

del campo en Colombia. Departamento Nacional de Planeación, 1994. Pág. 524. ISBN 958-601-521-1. Tercer

mundo Ed.

11

desarrollo de cada uno de estos ejercicios de investigación obedece a la necesidad de

ajustar cada vez más los sistemas de información del sector agropecuario en busca de

mayor eficiencia, oportunidad y de calidad de la misma.

Es necesario fortalecer un esquema de cofinanciación de la investigación y transferencia

de tecnología, de acuerdo con la demanda regional y local, especialmente para proyectos

de investigación aplicada y ajuste y validación de tecnologías agropecuarias, forestales y

pesqueras: evitando riesgos de concentración financiera en una sola entidad. Se requiere

del estímulo de tecnologías como la labranza mínima, manejo integrado de plagas,

sistemas de producción, sistemas agroforestales y silvopastoriles y todo lo relacionado

con procesos de postproducción (González y Jaramillo, 1994) (Moscardi, 1994)).

El sector rural podrá ser competitivo en la medida que se participe de proyectos de

investigación, el fortalecimiento y mantenimiento de vínculos con la comunidad científica

internacional, para que junto con el sector público y privado se apropie, ajuste y valide

tecnologías desarrolladas en sistemas agroecológicos similares. Puesto que los paquetes

tecnológicos asociados a cada variedad mejorada son tomados por los técnicos como

fijos inmodificables, pudiendo ofrecerse alternativas tecnológicas a los productores,

adaptándose a cambios relacionados con insumos y precios en los mercados. Esto será

posible en la medida que exista una organización de los productores, reunidos en torno a

un producto o a una región, que conozcan y sepan de sus costos de producción, que

tengan acceso a tecnologías e información de mercados, acceso a créditos y existan

centros de acopio y transporte de productos a los centros de consumo. Hay que conocer

la oferta y demanda de mano de obra campesina. El gobierno nacional no cuenta con

instrumentos ágiles e idóneos para hacer frente a los problemas derivados de la reducción

de los ingresos rurales, entonces, es necesario desarrollar y mejorar la información

socioeconómica de la población rural.

La tarea es desarrollar modelos, sistemas y tecnologías sostenibles de producción

agropecuaria, que irán de la mano con acciones de investigación, de fortalecimiento de la

planificación agropecuaria, desarrollo de la capacidad institucional, promoción de

sistemas productivos y tecnologías apropiadas con base en las potencialidades

biogeográficas del departamento (Gobernación de Caldas, 2007).

12

Es necesario generar instrumentos ágiles para el diagnóstico y la planeación del

desarrollo, el diseño de planes de ordenamiento territorial, manejo de cuencas y los

procesos de participación ciudadana en la gestión agropecuaria. Para lograr una gestión

agropecuaria exitosa, se requiere de la unión de esfuerzos de manera coordinada, para

que cada uno de los actores del campo, desde sus competencias y responsabilidades se

logre conocer y definir las necesidades y fijar metas. Es necesario entonces, hacer una

cuantificación detallada de lo rural para atender la demanda, según líneas estratégicas y

metas que se desprendan de este diagnóstico rural del departamento de Caldas; para lo

cual, es necesario fijar estrategias no solo para la academia, sino también para los demás

actores involucrados en el campo, de tal manera que cause un efecto sobre la economía

campesina, pensando en se privilegie el sector rural como productor de alimentos, bienes

y servicios, como retenedor de la migración rural-urbana, como elemento de equilibrio

social en el campo, o como sector potencial de crecimiento (Machado, 1991).

Un buen diagnóstico constituye uno de los insumos fundamentales para plantear acciones

de intervención que propendan por el desarrollo estratégico y sostenible en lo rural, y en

nuestro caso particular para el Departamento de Caldas. Dada la flexibilidad y dinámica

requeridas en la construcción de un buen plan de desarrollo es evidente la necesidad de

contar con un paquete metodológico integral y replicable que permita realizar los ajustes

necesarios en el momento adecuado.

Es necesario mejorar la eficiencia de los procesos, desarrollar productos innovadores y

alcanzar nuevos nichos de mercado, en un programa integrado, dinámico y flexible de

proyectos y estrategias que soporten el desarrollo sostenible y competitivo,

implementando estrategias de largo plazo, con la identificación de demandas tecnológicas

y no tecnológicas (Moscardi, 1994).

Es necesaria la construcción de una metodología para generar estrategias y gestionar el

conocimiento a través de un sistema de inteligencia tecnológica, que brinde elementos

para la toma de decisiones estratégicas de priorización de demandas de investigación y

desarrollo, mediante la articulación de herramientas de gestión con una visión prospectiva

articulada con políticas públicas (Lima, et. Al., 2001).

13

4. Marco Teórico

La superficie total del territorio colombiano es de 114’174.800 hectáreas. El área con

actividad agropecuaria es de 51’076.144 hectáreas que constituyen el 45% del total del

territorio nacional. El 77% del área se destina a la actividad pecuaria, mientras que el 7%

del área se destina a la producción agrícola (59% en cultivos permanentes, 39% en

cultivos transitorios y 2% Descanso); el 17% restante del área, son territorios que

corresponden a bosques naturales o áreas en otros usos como infraestructura y vivienda

(MADR-ENA, 2008).

La tasa de crecimiento del área sembrada con cultivos en Colombia ha sido del 1.9%

promedio anual; este dato podría interpretarse como un estancamiento tecnológico. La

población ha crecido a una tasa anual promedio similar y el incremento de área sembrada

corresponde al incremento en la demanda por alimento y materias primas (Posada, 1994).

En la economía campesina prevalecen los sistemas de producción múltiples, con patrones

regionales de asociación y rotación, y el uso intensivo de mano de obra. Existe una amplia

heterogeneidad tecnológica, dependiendo de la disponibilidad y calidad de los recursos

naturales, agua y precipitación, y de la capacidad económica del productor. Se identifican

siete cultivos típicos de la economía campesina: fríjol, maíz papa, cacao, caña panelera,

plátano y yuca. Lo cual representa la mayoría del área sembrada en el país; pero es

importante destacar que estos productos tienen una doble característica: que no son

transables en el comercio internacional y de ser un componente muy importante en la

dieta de los consumidores de bajos y medios ingresos. Por el contrario, en la agricultura

comercial prevalecen los monocultivos, con patrones regionales de rotación y

diversificación de actividades con ganadería. En los cultivos se observa una

homogeneidad en el uso de paquetes tecnológicos. En la Tabla 1 se muestran los cultivos

que caracterizan la agricultura comercial. Todos estos cultivos se consideran como

transables en el mercado internacional y su competitividad depende fundamentalmente de

las relaciones costo unitario de producción y precio de mercado (González y Jaramillo,

1994).

14

Tabla 1. Área sembrada en cultivos transitorios y permanentes en Colombia.

La competitividad de un producto no se refiere a un productor en particular, sino a un

conjunto de productores reunidos en torno a una región y un producto. En una evaluación

regional de la competitividad, son los costos promedios y la rentabilidad media de los

factores fijos de producción las variables que en última instancia tienen mayor

importancia. Igualmente, se debe reconocer la diferenciación territorial, la presencia de

comunidades locales con capacidad de organizar la producción, gerenciar sus recursos,

desarrollar un conocimiento propio y reconocer estos elementos, como estructurantes de

la economía y de la sociedad con sus propias diversidades (Buchelli, 2008).

En el país se vive una coyuntura especial, diferente a los vividos 25 años atrás, hoy

sentimos vientos de paz y reconciliación que abren nuevas perspectivas al desarrollo. El

nuevo contexto interno está determinado por cambios acelerados en el entramado

mundial; estos factores no pueden pasar desapercibidos por los sectores que de una u

otra manera se han considerado como subalternos en el desarrollo y que los distintos

modelos de desarrollo no han ofrecido soluciones a sus problemas básicos. El cambio de

15

un modelo proteccionista a otro abierto al comercio internacional, el aparato productivo

que acompaña a la apertura económica, el cambio político del país, la descentralización

de la economía, la participación y ampliación democrática, y los acuerdos de paz y

desmovilización de grupos de extrema, generan profundos cambios en la sociedad y

nuevos conflictos en el acomodo de los diferentes actores a las nuevas circunstancias y

contextos (Machado, 1991).

Caldas tiene una superficie de 7.888 km2 y cuenta con una población de 968.740

habitantes, de ellos, 622.900 (64.3%) se encuentran ubicados en las cabeceras

municipales, y 345.840 (30.7%) en el resto de los municipios; esta concentración no solo

mantiene la tendencia de hace varias décadas, sino que creció con respecto al censo de

1993, que presentó registros de 63.68% en las cabeceras municipales y 36.32% en las

demás áreas. Participa con el 2.28% en el PIB Nacional, pero es el sexto departamento

más competitivo, según el escalafón elaborado por la Cepal (2006), posee un 57,34% de

la población bajo la línea de pobreza y 15,56% bajo la línea de indigencia. El 17,69% de la

población tiene las necesidades básicas insatisfechas, 15,9% de desempleo, 7,39% de

analfabetismo y el déficit porcentual de cobertura en salud es de 37,68% (Corpocaldas,

2007 y DNP, 2007).

El Departamento tiene vocación forestal, en segundo lugar agropecuario y en menor

proporción agrícola mecanizable; sin embargo, gran parte de las tierras caldenses están

ocupadas con actividades ganaderas y agrícolas. Se identifican tres grandes sistemas

productivos: café, caña y ganadería extensiva. Es reconocido como el segundo productor

nacional de café, actividad importante en la economía regional. La zona cafetera

comprende gran parte del Departamento, desde los 1.700 hasta los 2.600 msnm., se

reportan 88.963 hectáreas cultivadas en café, con una densidad por hectárea promedio

de 5.008 árboles (Corpocaldas, 2007).

El aprovechamiento forestal se ha limitado al aserrado de árboles aislados en la zona

cafetera y a la explotación de bosques secundarios, los cuales proveen de madera a la

industria del mueble, o se utilizan para embalaje, construcción y leña. En las zonas altas

de Pensilvania, Salamina, Pácora y Aguadas, se emplean para la producción de carbón,

dentro de una economía de subsistencia. En algunas zonas (Riosucio y Pensilvania), se

16

realiza la tala y aserrado selectivo de especies valiosas como una práctica de

subsistencia similar a la del carbón (Corpocaldas, 2006).

En el Departamento de Caldas, un alto porcentaje de la caficultura se encuentra a plena

exposición, en suelos derivados de ceniza volcánica, pendientes, a ondulados. El sombrío

está compuesto por plátano, guamo y maderables. Las coberturas nobles a poca altura

del suelo, permiten la conservación del recurso suelo y mejoran el hábitat para la

biodiversidad. El sombrío igualmente es productivo y proteccionista, por lo que el café es

uno de los sistemas agroforestales más significativo en la región (Corpocaldas, 2007).

Según la Gobernación de Caldas, después de la prestación de servicios como el

comercio, la banca, el transporte y las comunicaciones, en el segundo renglón de la

actividad económica del departamento está el sector agropecuario, representado por el

cultivo del café, papa, cacao, maíz y algunas hortalizas y frutas. La ganadería está

localizada en el valle del Magdalena (Secretaria de agricultura, 2005). De acuerdo con la

Carta Estadística, el Producto Interno Bruto (PIB) de Caldas en el 2005 tuvo un aporte del

20% de la actividad agrícola (10,5% del café y 9,7% del resto agrícola).

Caldas es un departamento cuya estabilidad social y económica dependen de las

actividades agropecuarias. En clima frío moderado, los cultivos que sobresalen son: mora,

tomate de árbol, granadilla y lulo; y en el campo pecuario sobresale la actividad ganadera

bovina (Corpocaldas, 2006).

Es importante articular los diferentes sectores productivos para lograr aprovechar la

biodiversidad tropical andina con la propuesta de educación e investigación, y la creación

de nuevos conocimientos. Se requiere además de apoyo institucional a través de

acciones coordinadas por los gobiernos nacional y departamental y las administraciones

locales.

Machado (1991), explica como el modelo latinoamericano condujo a un proceso acelerado

de urbanización que desplazó el centro de gravedad político del campo a las ciudades,

privilegiando una política orientada al desarrollo urbano-industrial, creando un

desequilibrio estructural en la utilización de los recursos del estado, poniendo en un

17

segundo lugar la inversión pública en el agro. Así, el campo se convirtió en un tributario,

generando un flujo que ha producido su descapitalización e impedido fortalecer la

capacidad productiva del campo.

Existe una estrecha relación entre los sistemas productivos y la demanda de bienes y

servicios ambientales. La base de los modelos de producción agropecuaria se sustentan

en la capacidad que tienen ellos para la transformación de energía, ya sea convertida en

biomasa, como en los productos agrícolas o en los pecuarios. Por lo tanto, los factores

físicos son altamente incidentes en la productividad de los sistemas agropecuarios, los

cuales, cuando se implementan inciden en la cobertura vegetal y en las condiciones

biofísicas del área, con la consecuente influencia en los hábitats naturales (Corpocaldas,

2007).

En el estudio del sector agropecuario, se ha empleado un enfoque tradicional

caracterizado por la definición de acciones o estrategias a partir de diagnósticos, sin

incluir elementos que determinen el estado del entorno, unido a la carencia de

mecanismos de transferencia de conocimiento, fuentes de información dinámicas, y

participación de los actores. Este enfoque ha predominado durante algunos años ante la

escasez de información, la visión de corto plazo, la poca preocupación por la calidad de

productos y servicios, y el poco énfasis en el conocimiento del cliente. La baja articulación

entre las investigaciones y las necesidades del país, ha conllevado a que no se cumplan

los requerimientos reales en algunos sectores, aumentado la brecha de desarrollo frente a

otros referentes. Por esta razón, se buscan alternativas para obtener mejores resultados

en la gestión de las organizaciones, con herramientas acordes a la dinámica del sector.

Teniendo en cuenta que las herramientas no pueden ser el objetivo principal del estudio,

por el contrario, son elementos que permiten aumentar la comprensión del tema

analizado, para finalmente definir las necesidades de investigación, establecer estrategias

y proyectos, y aumentar la capacidad para toma de decisiones; teniendo presente que

estas herramientas son elementos complementarios que se retroalimentan

constantemente y de su aplicación se derivan las rutas a seguir (Castellanos, Torres y

Domínguez, 2009).

18

Debe tenerse en cuenta la importancia de los actores en los procesos de planificación,

desarrollo y evaluación del programa que se establecerá en la comunidad, si en realidad

se quieren lograr cambios significativos en la zona de influencia. Un diagnóstico debe

fundamentarse en la participación activa de todos los componentes de la cadena, los

cuales son fuente principal de información (Herrera, 2005). Una metodología es una forma

de afinar los procesos de toma de decisiones en la comunidad y de empoderar a la

población para poder enfrentar situaciones diferentes aquellas situaciones donde gente

ajena y extraña pretende imponerles sus deseos (Anyaegbunam, 2008).

Es a estos actores a quienes les corresponde el generar una visión compartida sobre sus

problemas y posibles soluciones, así como sobre sus posibilidades de desarrollo. Las

técnicas comúnmente utilizadas para la recolección de datos durante el diagnóstico son

las asociadas a la identificación y procesamiento de información secundaria, así como las

referidas a la generación de información primaria, siempre que se obtenga mediante

procesos participativos. La fase diagnóstica es vista, en el enfoque tradicional, como una

serie de estudios iniciales que producen información generalmente no disponible

fácilmente, o que procesan información secundaria, la cual sirve como referencia

explicativa sobre un hecho o evento. La identificación y el procesamiento de la

información secundaria es el primer punto de referencia con el que se cuenta al iniciar un

diagnóstico. Dicha revisión puede incluir desde el estudio de documentos existentes hasta

la consulta a bases de datos o de información (Lima et al., 2001).

La segunda fuente de datos sobre el desempeño de un sector o sobre la situación de un

sistema natural está constituida por los mismos actores que actúan en esos sistemas. De

allí la importancia que tienen, para una institución interesada en llevar a cabo estudios de

demanda tecnológica, el conocimiento y el manejo de técnicas y herramientas que le

permitan identificar y analizar los elementos que caracterizan y/o condicionan el

desempeño de tales sistemas, mediante la acción coordinada con los mismos actores del

sistema. De lo anterior se desprende que no existe un conjunto específico y único de

técnicas para llevar a cabo el proceso de recolección y análisis de los datos requeridos en

un estudio de diagnóstico; por el contrario, existe una variedad importante de técnicas,

métodos e instrumentos que pueden ser adaptados por los equipos que lleven a cabo

19

dichos estudios, según el nivel de manejo que se tenga de cada técnica y las ventajas y

limitaciones que ofrezca en el contexto en que se desee aplicar (Lima et al., 2001).

5. Objetivos

5.1 Objetivo General

Desarrollar una metodología para el diagnóstico rural en el Departamento de Caldas que

cumpla los requerimientos de un sistema de gestión de información.

5.2 Objetivos específicos

5. 2.1 Objetivo Específico Nº 1:

Definir las necesidades de información desde los actores en los procesos de planificación

del sector agropecuario del Departamento de Caldas.

5.2.2 Objetivo Específico Nº 2:

Definir criterios de evaluación y valoración de las metodologías de diagnóstico rural

existentes, y las posibles combinaciones que surjan.

5.2.3 Objetivo Específico Nº 3:

Validar en campo la metodología obtenida a partir de una prueba piloto en el

Departamento de Caldas.

6. Metodología

Este trabajo se realizará en el departamento de Caldas,

20

6.1 Objetivo Específico Nº 1: “Definir las necesidades de información desde los

actores en los procesos de planificación del sector agropecuario del Departamento de

Caldas”.

Utilización de metodologías de consenso con expertos, para explorar, registrar y

clasificar las necesidades de información.

Indagar sobre los métodos utilizados para acceder a la información necesaria para

la toma de decisiones.

Consulta de fuentes secundarias sobre las metodologías de diagnostico rural

existentes con énfasis en el sector agropecuario.

6.2 Objetivo Específico Nº 2: “Definir criterios de evaluación y valoración para las

metodologías de diagnóstico rural existentes y las posibles combinaciones que surjan”.

Sistematización de las diferentes metodologías para diagnósticos rurales,

identificando ventajas y desventajas en cuanto a calidad, cantidad, periodicidad,

estrategias de captura de información primaria y secundaria, inversión de dinero y

tiempo e impacto obtenido.

Utilización de metodologías de consenso con expertos, otorgándole un valor

numérico.

6.3 Objetivo Específico Nº 3: “Validar en campo la metodología obtenida a partir de

una prueba piloto en el Departamento de Caldas”.

Realización de una prueba de la metodología desarrollada en el Departamento de

Caldas.

21

7. Cronograma

Actividad / semestres 2010-II 2011-I 2011-II 2012-I 2012-II

Objetivo específico Nº1: Definir las necesidades de información desde los actores en los procesos de planificación del sector agropecuario del Departamento de Caldas.

X

Objetivo específico Nº 2: Definir criterios de evaluación y valoración para las metodologías de diagnóstico rural existentes y las posibles combinaciones que surjan.

X X

Objetivo específico Nº 3: Validar en campo la metodología obtenida a partir de una prueba piloto en el Departamento de Caldas.

X X X

8. Resultados esperados

Elaborar un documento escrito que sirva de insumo a un foro intersectorial, al cual se

invitarán expertos de los diferentes componentes del sector agropecuario, como actores

políticos, sector productivo, asociaciones de productores, empleadores, transportadores,

mayoristas, minoristas y académicos.

22

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