304
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE FARMACIA Departamento de Nutrición y Bromatología I (Nutrición) TESIS DOCTORAL Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de peso y prevención de la obesidad MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Luciana Alina Gheorghe Rosu Directoras Fátima Pérez de Heredia Ligia Esperanza Díaz Prieto Ascensión Marcos Sánchez Madrid, 2018 © Luciana Alina Gheorghe Rosu, 2017

Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

  • Upload
    others

  • View
    3

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE FARMACIA

Departamento de Nutrición y Bromatología I (Nutrición)

TESIS DOCTORAL

Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de peso y prevención de la obesidad

MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR

PRESENTADA POR

Luciana Alina Gheorghe Rosu

Directoras

Fátima Pérez de Heredia Ligia Esperanza Díaz Prieto Ascensión Marcos Sánchez

Madrid, 2018

© Luciana Alina Gheorghe Rosu, 2017

Page 2: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

FACULTAD DE FARMACIA Departamento de Nutrición y Bromatología I. Nutrición

TESIS DOCTORAL

Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de peso

y prevención de la obesidad

MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR

PRESENTADA POR

Luciana Alina Gheorghe Rosu

DIRECTORAS

Doctora Fátima Pérez de Heredia

Doctora Ligia Esperanza Díaz Prieto

Profesora Ascensión Marcos

Madrid, 2017

Page 3: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología
Page 4: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

FACULTAD DE FARMACIA

Departamento de Nutrición y Bromatología I. Nutrición

Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de peso y prevención de la obesidad

Memoria presentada por Luciana Alina Gheorghe Rosu para optar al grado de doctor

por la Universidad Complutense de Madrid

Bajo la dirección de:

Doctora Fátima Pérez de Heredia (Liverpool John Moores University)

Doctora Ligia Esperanza Díaz Prieto (ICTAN-CSIC)

Profesora Ascensión Marcos (ICTAN-CSIC)

Madrid, 2017

Page 5: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

Doctora Fátima Pérez de Heredia (Escuela de Ciencias Naturales y Psicología,

Liverpool John Moores University, Liverpool, Reino Unido),doctora Ligia Esperanza

Díaz y profesora Ascensión Marcos (Grupo de Inmunonutrición, Departamento de

Metabolismo y Nutrición,Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentosy Nutrición

(ICTAN), Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Madrid, España)

CERTIFICAN

Que la presente memoria titulada: “Desarrollo de una nueva generación de alimentos

para el control de peso y prevención de la obesidad”, cuya autora es Alina Luciana

Gheorghe Rosu para optar al grado de Doctor, ha sido realizada en el Instituto de

Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición (ICTAN-CSIC) bajo su dirección, y

que hallándose concluida, autorizan su presentación para que pueda ser juzgada por

el tribunal correspondiente.

Y para que así conste a los efectos oportunos, firmamos elpresente certificado en

Madrid a 30 de marzo de 2017.

Fátima Pérez de Heredia Ligia Esperanza Díaz Prieto

Ascensión Marcos

Page 6: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología
Page 7: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de peso

y prevención de la obesidad

Tesis doctoral presentada por:

Luciana Alina Gheorghe Rosu

Para optar al grado de Doctor por la Universidad Complutense de Madrid

Vº Bueno de las directoras:

Fdo. Dra. Fátima Pereza de Heredia Fdo. Dra. Ligia Esperanza Díaz

Prieto

Fdo. Prof. Ascensión Marcos Sánchez

Vº Bueno del órgano responsable

Fdo. Dra.Rosa Maria Ortega

Page 8: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

La presente memoria ha sido realizada en el Departamento de Metabolismo y

Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutrición, Consejo

Superior de Investigaciones Científicas (ICTAN-CSIC).

El trabajo fue apoyado por el Programa CENIT (Consorcios Estratégicos Nacionales

de Investigación Técnica) y BTSA-Applied Biotechnologies SL, el Ministerio de

Economía y Competitividad (MICINN, BFU2011-3036), el RETICEF (RD12 /

0043/0018) y FIS (PI15 / 01787) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) -FEDER de la

Unión Europea y del Estudio PRONAOS (CDTI 20081114).

Page 9: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

AGRADECIMIENTOS

A lo largo del desarrollo de esta tesis he recibido mucha ayuda de gente que me ha brindado

sus conocimientos y por ello, quiero destacar a las personas que, por su especial colaboración

en este trabajo, merecen mi más profundo agradecimiento.

A mis tres directoras: Ascensión, por brindarme la oportunidad de llevar a cabo este proyecto y

por ayudarme tanto. Lo que principalmente me ha aportado estos años ha sido un ejemplo de

honestidad, y valores. Quiero agradecer especialmente y de todo el corazon a Fátima todo lo

que me ha enseñado durante este tiempo. Gracias por inculcarme la importancia de desarrollar

la tesis doctoral, y por apoyarme en todo momento. A Ligia Esperanza, trabajadora, alegre y

aplicada le doy las gracias porque me ayudó y me escuchó todo el tiempo.

Me gustaría agradecerle a la persona que se ha convertido en mi buena amiga Noemí, que me

haya ayudado en todo y me ha dado un grandísimo cariño, apoyo constante, calidez y

cercanía.

Quisiera también dar las gracias a la profesora Mónica de la Fuente y a Caroline por la

amabilidad con la que me han ayudado con parte de mi tesis. No quiero olvidarme a Belén y

Laura por todo el apoyo en el análisis estadístico y por estar siempre dispuestas a ayudarme.

Por último, y no por ello, menos importante a mi familia. El desarrollo de esta tesis ha supuesto

para mí un gran esfuerzo, pero puedo decir que ahora mismo siento que ha merecido la pena y

estoy muy orgullosa de ello.

Page 10: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología
Page 11: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

10

INDICE

INDICE DE TABLAS ............................................................................................................................. 13 INDICE DE FIGURAS ........................................................................................................................... 14 ABREVIATURAS ................................................................................................................................... 15 RESUMEN ........................................................................................................................................... 19 ABSTRACT ........................................................................................................................................... 24

I. INTRODUCCION ................................................................................................................................ 29

1. EPIDEMIOLOGIA DE LA OBESIDAD ...................................................................................................... 29

1.1 Definición, diagnóstico y clasificación de la obesidad .................................................................................... 29 1.2. Prevalencia de la obesidad en el mundo y en España ................................................................................... 32

1.2.1. Prevalencia en adultos ......................................................................................................................... 32 1.2.2. Prevalencia infanto-juvenil .................................................................................................................. 33

1.3. Factores de riesgo .......................................................................................................................................... 35 1.3.1. Modelos de obesidad por dieta ........................................................................................................... 38

2. COMPLICACIONES ASOCIADAS A LA OBESIDAD .................................................................................. 40

2.1. Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) ...................................................................................................................... 40 2.2. Enfermedades cardiovasculares .................................................................................................................... 41 2.3. Hipertensión arterial ...................................................................................................................................... 42 2.4. Dislipemias ..................................................................................................................................................... 44 2.5. Otras comorbilidades asociadas a obesidad ................................................................................................. 45

-Cáncer ...................................................................................................................................................... 45 -Enfermedades respiratorias .................................................................................................................... 45 -Enfermedades del hígado ........................................................................................................................ 45 -Aparato locomotor .................................................................................................................................. 46 -Síndrome del ovario poliquístico ............................................................................................................. 46 -Problemas mentales ................................................................................................................................ 46

3. OBESIDAD, SISTEMA INMUNE Y ESTRÉS OXIDATIVO .......................................................................... 47

3.1. Papel del tejido adiposo en la inflamación asociada a la obesidad ............................................................... 47 3.2. El tejido adiposo como órgano secretor ........................................................................................................ 50

3.2.1. Leptina ................................................................................................................................................. 51 3.2.2. Adiponectina........................................................................................................................................ 52 3.2.3. Resistina ............................................................................................................................................... 53

3.3. Origen de la inflamación en la obesidad. Biomarcadores del estado inflamatorio ....................................... 54 3.4. Obesidad y estrés oxidativo (EO) ................................................................................................................... 59

4.ÁCIDOS GRASOS .................................................................................................................................. 62

4.1. Clasificación de los ácidos grasos y generalidades ........................................................................................ 62 -Ácidos grasos saturados .......................................................................................................................... 62 -Ácidos grasos monoinsaturados .............................................................................................................. 63 -Ácidos grasos poliinsaturados ................................................................................................................. 63

4.2. Papel de los ácidos grasos en la obesidad y enfermedades asociadas .......................................................... 64 4.2.1. Efecto de los ácidos grasos saturados ................................................................................................. 64 4.2.2. Efecto de los ácidos grasos monoinsaturados ..................................................................................... 65 4.2.3. Efecto de los ácidos grasos poliinsaturados ........................................................................................ 68 4.2.4. Recomendaciones ................................................................................................................................ 73

5. EL PROYECTO PRONAOS ..................................................................................................................... 74

II. OBJETIVOS ....................................................................................................................................... 76

III. MATERIAL Y MÉTODOS ................................................................................................................... 78

1. ANIMALES Y DISEÑO EXPERIMENTAL ................................................................................................. 78

1.1. Animales de experimentación utilizados ....................................................................................................... 78

Page 12: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

11

1.2. Diseño experimental y dietas ......................................................................................................................... 78 2. DETERMINACIONES FISIOLÓGICAS Y BIOQUÍMICAS ........................................................................... 81

2.1. Análisis de grasa corporal por resonancia magnética nuclear ...................................................................... 81 2.2. Determinación de la tensión arterial ............................................................................................................. 83 2.3. Determinaciones de glucosa, colesterol y triglicéridos en sangre ................................................................. 84 2.4. Valoración plasmática de niveles de hormonas, moléculas pro-inflamatorias y de riesgo cardiovascular ...................................................................................................................................................... 85

3. DETERMINACIONES INMUNOLÓGICAS .............................................................................................. 87

3.1. Análisis de subpoblaciones de linfocitos ........................................................................................................ 87 3.1.1. Subpoblaciones linfocitarias en sangre................................................................................................ 87 3.1.2. Subpoblaciones linfocitarias en bazo ................................................................................................... 87

3.2. Análisis de producción de citoquinas por linfocitos de sangre periférica ...................................................... 88 3.3. Determinaciones en tejido adiposo ............................................................................................................... 88

3.3.1. Aislamiento de los adipocitos .............................................................................................................. 88 3.3.2. Cultivo de adipocitos ........................................................................................................................... 89

4. VALORACIÓN DEL ESTADO REDOX CELULAR ...................................................................................... 91

4.1. Niveles de glutatión reducido y glutatión oxidado ........................................................................................ 91 4.2. Determinación del nivel de peroxidación lipídica-malondialdehído .............................................................. 92 4.3. Actividad xantina oxidasa .............................................................................................................................. 93

5. ESTUDIO DE FUNCIONES INMUNITARIAS ........................................................................................... 94

5.1. Movilidad inducida o quimiotaxis .................................................................................................................. 95 5.2. Estudio de la actividad citotóxica natural killer de los leucocitos .................................................................. 96 5.3. Capacidad proliferativa de los linfocitos ........................................................................................................ 98

6. ANÁLISIS ESTADÍSTICO...................................................................................................................... 100

IV. RESULTADOS ................................................................................................................................ 103

1. VALORACIÓN DE INGESTA DIETÉTICA Y EVOLUCIÓN DEL PESO ........................................................ 103

2. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LA GRASA CORPORAL Y VISCERAL Y EN EL PESO DE ÓRGANOS 106

3. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS PARÁMETROS BIOQUÍMICOS Y FISIOLÓGICOS .................. 109

4. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS PARÁMETROS INMUNOLÓGICOS...................................... 114

5. EFECTOS DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS VALORES DE ADIPOQUINAS, CITOQUINAS Y HORMONAS

............................................................................................................................................................. 115

5.1. En tejido adiposo en cultivo ......................................................................................................................... 115 5.2. Citoquinas .................................................................................................................................................... 117 5.3. Hormonas plasmáticas ................................................................................................................................ 118

6. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS MARCADORES DE SALUD CARDIOVASCULAR .................... 119

7. EVALUACIÓN DE LOS PARÁMETROS DE ESTRÉS OXIDATIVO Y FUNCIÓN EN CÉLULAS INMUNITARIAS

............................................................................................................................................................. 120

7. 1. Efecto de los tratamientos sobre los parámetros de estrés oxidativo ........................................................ 120 7.1.1. Niveles de compuestos oxidantes y defensas antioxidantes ............................................................. 120 7.1.2. Peroxidación lipídica .......................................................................................................................... 120 7.1.3. Actividad xantina oxidasa .................................................................................................................. 121

7.2. Efecto de los tratamientos sobre parámetros de la función inmune ........................................................... 122 7.2.1. Índice de quimiotaxis de los linfocitos del bazo ................................................................................ 122 7.2.2. Actividad citotóxica de los leucocitos del bazo .................................................................................. 123 7.2.3. Capacidad proliferativa de los linfocitos del bazo en respuesta a mitógenos ................................... 123

V. DISCUSIÓN ..................................................................................................................................... 126

1. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS SOBRE LA INGESTA, EL PESO Y LA GRASA CORPORALES, Y EL PESO DE

ÓRGANOS INTERNOS ........................................................................................................................... 126

2. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS PARÁMETROS BIOQUÍMICOS Y FISIOLÓGICOS .................. 130

Page 13: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

12

3. EFECTOS DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS VALORES DE ADIPOQUINAS, CITOQUINAS Y HORMONAS

............................................................................................................................................................. 135

4. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS SOBRE LOS PARÁMETROS DE ESTRÉS OXIDATIVO ......................... 143

5. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS SOBRE PARÁMETROS INMUNOLÓGICOS ...................................... 147

VI. CONCLUSIONES............................................................................................................................. 153

VII. BIBLIOGRAFIA .............................................................................................................................. 155

ANEXOS .......................................................................................................................................... 254

ANEXO 1: Mujico JR, Baccan GC, Gheorghe A, Díaz LE, Marcos A (2013). Changes in gut microbiota due to

supplemented fatty acids in diet-induced obese mice. British Journal of Nutrition.110:711-20. ............... 255

ANEXO 2: Gheorghe A, Pérez de Heredia F, Hunsche C, Redondo N, Díaz LE, Hernández O, et al. (2017).

Oxidative stress and immunosenescence in spleen of obese mice can be reversed by 2-hydroxyoleic acid.

Exp Physiol. Online. ..................................................................................................................................... 266

Page 14: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

13

INDICE DE TABLAS

Tabla 1. Clasificación de grado de obesidad de acuerdo al IMC (Sociedad Española para el Estudio

de la Obesidad (SEEDO)………………………………………………………………………………………31

Tabla 2. Contenido de macronutrientes y micronutrientes de energía de las dietas experimentales

utilizadas…………………………………………………………………………………………………………81

Tabla 3. Ingesta de dieta durante las fases de inducción de la obesidad (8 semanas) y de

suplementación con ácido 2-hidroxioléico (DO-HO) u omega 3 (DO-N3) (6

semanas)…………………………………………………………………………………………………..…...104

Tabla 4. Peso corporal medio en gramos al principio y al final del estudio………………….……..…..105

Tabla 5. Pesos medios de los órganos internos…………………………………………………………...109

Tabla 6. Parámetros fisiológicos y bioquímicos después de 8 semanas con dieta estándar o dieta

obesogénica……………………………………………………………………………………………………110

Tabla 7. Concentraciones de colesterol total en sangre………………………………………………….113

Tabla 8. Porcentajes de las poblaciones de linfocitos circulantes en sangre y bazo………………….115

Tabla 9. Secreción de adipoquinas y citoquinas en tejido adiposo en cultivo, en condiciones basal

y de estimulaciónconLPS…………………………………………………………………………….….......117

Tabla 10. Niveles de secreción de citoquinas por células sanguíneas

cultivadas…………………………………………………………………………………………...…….…….118

Tabla 11. Niveles plasmáticos de hormonas………………………………………………………….……119

Tabla 12. Niveles plasmáticos de marcadores cardiovasculares.....…………..………………………..120

Tabla 13. Concentraciones de glutatión reducido y oxidado en el bazo de los

ratones……………………………………………………………………………………..…………...………121

Page 15: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

14

INDICE DE FIGURAS

Figura 1. Tipos de obesidad: A) ginoide; B) androi…...……………………………..…….….….... 31

Figura 2. Prevalencia de sobrepeso y obesidad en el mundo………………………...………..... 32

Figura 3. Mecanismo de aparición de HTA en obesidad……………………………...…………... 44

Figura 4. Tejido adiposo blanco (A) y tejido adiposo marrón (B)……………….......................... 47

Figura 5. Localización del tejido adiposo pardo en el adulto.……………………........................ 48

Figura 6. Contribución de los distintos tipos celulares a la inflamación del tejido adiposo........ 59

Figura 7. Daños oxidativos involucrados en enfermedades crónicas………..…..………........... 61

Figura 8. Resonancia magnética nuclear…………………………………..………............…..….. 82

Figura 9. Medidor de presión no invasivo…………...………...…………..................................... 83

Figura 10.Medidor ACCUTREND ROCHE………………………………………...….…………..... 84

Figura 11. Estructura química del gluation………………………………………………………….. 91

Figura 12. Evolución del peso de los ratones durante 27 semanas.……….................…..……. 105

Figura 13. Imagen obtenida por RMN a las 27 semanas de edad.……………………….……… 106

Figura 14. Peso de los depósitos de grasa visceral (g) 27 semanas de edad...……...….…...... 107

Figura 15. Niveles de glucosa en sangre después de 2 semanas de suplementación...……… 110

Figura 16. Niveles de triglicéridos en sangre tras 2 semanas de suplementación...…….......... 111

Figura 17. Concentraciones de triglicéridos en sangre tras 1 mes de suplementación….......... 111

Figura 18. Tensión sistólica tras 1 mes de suplementación...…………………..….….…....……. 113

Figura 19. Tensión diastólica tras 1 mes de suplementación...…………………………….…….. 113

Figura 20. Niveles de malondialdehído (nmol/mg de proteína) en homogeneizados de bazo………………………………………………………………………………………………………

121

Figura 21. Actividad xantina oxidasa (mU XO/mg proteína) en leucocitos esplénicos aislados…………………………………………………………………………………………………..

121

Figura 22. Índice de quimiotaxis (IC) en linfocitos del bazo...…………...………………….…..... 122

Figura 23. Actividad natural killer (% lisis) de linfocitos del bazo…………………..………..…… 123

Figura 24. Proliferación de linfocitos del bazo en respuesta almitógeno ConA….………..…….

124

Figura 25. Proliferación de linfocitos del bazo en respuesta al mitógeno LPS...……….….…… 124

Page 16: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

15

ABREVIATURAS

AA: Ácido araquidónico

AG: Ácidos grasos

AGI: Ácidos grasos insaturados

AGS: Ácidos grasos saturados

AGMI: Ácidos grasos monoinsaturados

AGPI: Ácidos grasos poliinsaturados

AL: Ácido linoleico

ALA: Ácido α-linolénico

ApoA1: Apolipoproteína A-1

ApoE: Apolipoproteína E

AR: Artritis reumatoide

CC: Circunferencia de cintura

ConA: Concanavalina A

cHDL: Colesterol ligado a lipoproteínas de alta densidad

cLDL: Colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad

DE: Desviación estándar

DHA: Ácido docosahexaenoico

DM2: Diabetes mellitus tipo 2

DT: Dieta de transición

ECV: Enfermedad cardiovascular

EO: Estrés oxidativo

EPA: Ácido eicosapentaenoico

GIP: Polipéptido inhibidor gástrico

GSH: Glutatión reducido

GSSG: Glutatión oxidado

HOMA: Índice de resistencia a insulina

HTA: Hipertensión arterial

HVI: Hipertrofia ventricular izquierda

Page 17: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

16

ICAM-1: Molécula de adhesión intercelular 1

IC: Indice de quimiotaxis

ICC: Índice cintura-cadera

IL: Interleuquina

IMC: Índice de masa corporal

LPS: Lipopolisacárido

MCP-1: Proteína quimioatrayente de macrófagos 1

MDA: Malondialdehído

MGLU: Modelo Lineal General Univariante

MMP-9: Matrixmetallopeptidasa 9

NK: Células naturalmente asesinas

OMS: Organización Mundial de la Salud

ON: Óxido Nítrico

PAI-1: Inhibidor del activador del plasminógeno1

PCR: Proteína C reactiva

PP: Péptido pancreático

RI: Resistencia a la insulina

PYY: Péptido YY

RL: Radicales libres

RMN: Resonancia magnética nuclear

ROS: Especies reactivas de oxígeno

sE-selectina: selectina E

TAB: Tejido adiposo blanco

TAM: Tejido adiposo marrón

TAS: Tejido adiposo subcutáneo

TAV: Tejido adiposo visceral

TG: Triglicéridos

TNF-α: Factor de necrosis tumoral alfa

VCAM-1: Molécula de adhesión vascular 1

Page 18: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

17

VLDL: Lipoproteína de muy baja densidad

XO: Xantina oxidasa

Page 19: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

RESUMEN

Page 20: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

19

RESUMEN

La prevalencia mundial de sobrepeso y obesidad ha aumentado dramáticamente en las últimas

décadas, alcanzando el nivel de epidemia. Esta condición se asocia a su vez con una amplia

gama de factores de riesgo metabólico, como resistencia a la insulina, valores altos de

triglicéridos y glucosa en sangre, o hipertensión arterial, características todas ellas típicas del

síndrome metabólico, y que promueven un incremento del riesgo de enfermedad

cardiovascular y diabetes mellitus tipo 2, entre otras enfermedades.

Además, el exceso de adiposidad se caracteriza por una inflamación crónica de bajo grado con

desequilibrio en las adipoquinas del tejido adiposo, en particular en la secreción de leptina y

adiponectina, y en consecuencia en sus valores circulantes. La obesidad también se asocia

con el estrés oxidativo (EO) cuando se mantiene durante largo tiempo, y puede estar mediada

por una disminución de las defensas antioxidantes y/o una mayor formación de oxidantes.

En las últimas décadas también se ha experimentado un aumento del consumo de alimentos

procesados, y este cambio sin duda ha contribuido a la mayor incidencia de sobrepeso y

obesidad. En este sentido, las grasas alimenticias constituyen un factor principal en el

desarrollo de la obesidad y las alteraciones asociadas, y posiblemente también en su

prevención y/o tratamiento.

La dieta mediterránea se ha propuesto como una opción saludable para la prevención de la

obesidad. Se caracteriza por un alto consumo de aceite de oliva, rico en ácidos grasos

monoinsaturados (AGMI), y depescados grasos, principal fuente de ácidos grasos poli-

insaturados (AGPI) n-3, como los ácidos eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA).

Estos ácidos grasos de la dieta son capaces de influir sobre una serie de parámetros

relacionados con la homeostasis energética, como la masa del tejido adiposo, el metabolismo

lipídico, la termogénesis y la ingesta alimentaria. Por otra parte, la dieta mediterránea se ha

relacionado con tasas más bajas de inflamación y oxidación en la obesidad.

Page 21: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

20

Este patrón dietético parece ser capaz de modular la respuesta inmune y de ejercer

propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes. Esto puede deberse en gran parte a su alto

contenido en AGMI y AGPI n-3, que han mostrado a su vez acciones inmunomoduladoras.

Los objetivos del presente estudio han sido: investigarlos efectos de la administración de una

dieta obesogénica en ratones ICR-CD1® sobre la evolución del peso corporal, la acumulación

de grasa, y marcadores de salud metabólica y cardiovascular, estrés oxidativo y funciones

inmunitarias; y evaluar la efectividad de dos suplementos de ácidos grasos, uno con ácido 2-

hidroxioléico y otro con n-3 AGPI (EPA+DHA) en la reversión o prevención de los posibles

efectos ligados a la dieta obesogénica.

Para ello, ratones hembras ICR-CD1® (8 semanas de edad, n=24) recibieron una dieta

obesogénica progresiva (22% de grasa durante 4 semanas y 60% de grasa durante 14

semanas). Después de 6 semanas con la dieta al 60%, los ratones se dividieron en tres grupos

(n=8/grupo): dieta obesogénica sin suplementación (grupo DO), suplementación con 2-

hidroxioléico, compuesto sintético derivado del ácido oleico (1500 mg/kg dieta; grupo DO-HO),

y suplementación con AGPI n-3 (EPA + DHA, 3000 mg/kg dieta; grupo DO-N3). Otros ocho

ratones fueron alimentados con dieta estándar durante toda la duración del estudio (grupo

control).

Durante el experimento, se registraron la ingesta de alimento y el peso corporal, la grasa

corporal total (por resonancia magnética nuclear), la tensión arterial y parámetros bioquímicos

(triglicéridos, glucosa, insulina y colesterol en sangre). Al final del experimento, se analizó el

peso de órganos internos (cerebro, hígado, corazón y bazo) y de la grasa visceral, así como

una serie de biomarcadores inflamatorios y cardiovasculares circulantes (leptina, adiponectina,

PYY, PP, GIP, sE-selectina, sCAM-1, sICAM, PAI-1, MMP-9, fibrinógeno, Apo-A1, Apo-E).

Además, se midió la secreción de adipoquinas y citoquinas en adipocitos aislados en cultivo

(leptina, adiponectina, resistina, IL-6, TNF-α, MCP-1, PAI-1), en condiciones basales y

estimuladas por el lipopolisacárido de Escherichiacoli (LPS).

Page 22: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

21

También se analizó el estado de estrés oxidativo de los animales, mediante la evaluación de

las siguientes variables en los bazos: niveles de glutatión reducido (GSH) y oxidado (GSSG),

relación GSH/GSSG, actividad xantina oxidasa (XO) yperoxidación lipídica.

Finalmente, se estudió una serie de parámetros inmunológicos, como las proporciones de

linfocitos circulantes (CD335+, CD19+, CD45CD3+, CD3CD4+, CD3CD8+, y los cocientes

CD4+/CD8+ y CD45CD3+/CD19+) y en bazo (CD19+, CD45CD3+, y cociente

CD45CD3+/CD19+), la secreción de citoquinas (IL-1β, IL-6, TNF-α e IL-10) en células

sanguíneas aisladas en cultivo, así como diversas funciones leucocitarias en bazo: quimiotaxis

linfocítica, actividad natural killer (NK) y proliferación de linfocitos inducida por mitógenos

(concanavalina A [ConA] y LPS).

Los resultados mostraron que los animales alimentados con la dieta obesogénica comenzaron

a ganar significativamente más peso que los controles después de cinco semanas de

tratamiento. Además, presentaron mayor acumulación de grasa corporal total y visceral, peso

de hígado y corazón, concentraciones plasmáticas de leptina y triglicéridos y tensión diastólica,

así como una menor secreción de adiponectina, resistina y MCP-1 en adipocitos aislados,

comparados con los controles. También se observó una tendencia a valores más altos de sE-

selectina, sVCAM, y fibrinógeno. Todo ello indica un mayor riesgo de síndrome metabólico en

los animales obesos.

La suplementación con el ácido 2-hidroxioléico condujo a una disminución progresiva del peso

corporal, que se acompañó de una reducción dela grasa corporal total y visceral, las

concentraciones plasmáticas de leptina, triglicéridos y glucosa, y los valores de tensión arterial,

y restauró parcialmente la secreción de adiponectina, resistina y MCP-1. La administración de

AGPI n-3 no mostró ningún efecto sobre el peso corporal de los ratones; sin embargo, redujo

parcialmente la acumulación de grasa corporal y los triglicéridos, y restauró en parte la

secreción de adiponectina y resistina.

Page 23: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

22

Finalmente, no se observaron cambios en las concentraciones circulantes de citoquinas y otras

moléculas inflamatorias, en la secreción de citoquinas por leucocitos circulantes en cultivo, ni

en las proporciones de las subpoblaciones linfocitarias en sangre o en bazo debidos a la dieta

obesogénica. Sin embargo, la inducción temprana de obesidad condujo a un mayor estrés

oxidativo ya cambios en la función leucocitaria en bazo, sugiriendo inmunosenescencia

prematura en este órgano.

Los animales obesos presentaron mayores niveles de GSSG, GSSG/GSH, peroxidación

lipídica, actividad XO y quimiotaxis de los linfocitos, así como una menor actividad NK y

proliferación linfocítica en respuesta a ConA que los controles.

El ácido 2-hidroxioléico invirtió total o parcialmente la mayor parte de los cambios (peso

corporal, contenido de grasa, niveles de GSSG, GSH/GSSG, peroxidación lipídica, quimiotaxis

y proliferación), mientras que los AGPI n-3 invirtieron el aumento en la actividad XO.

En resumen, la inducción temprana de obesidad dietética condujo a la aparición de síndrome

metabólico, un aumento del estrés oxidativo y al deterioro de la función leucocitaria en ratones.

La suplementación con 2-hidroxioléico, y en menor medida con AGPI n-3, fue capaz de revertir

algunos de estos efectos deletéreos, especialmente la acumulación de grasa corporal, el estrés

oxidativo y la actividad leucocitaria en el bazo.

Este es el primer estudio que muestra efectos beneficiosos del ácido 2-hidroxioléico sobre las

alteraciones immunológicas relacionadas con la obesidad. Nuestros hallazgos apoyan un

vínculo entre la obesidad y la inmunosenescencia y sugieren una potencial herramienta

terapéutica frente al desarrollo de la obesidad y alteraciones asociadas, tales como

hipertensión, estrés oxidativo y disfunción inmunológica.

Page 24: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

ABSTRACT

Page 25: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

24

ABSTRACT

The worldwide prevalence of overweight and obesity has increased dramatically in the past

decades, reaching epidemic levels. This condition is associated with a wide range of metabolic

risk factors, such as insulin resistance, high triglyceride levels, glucose and blood pressure, all

typical characteristics of the metabolic syndrome, which promote increased risks of

cardiovascular disease and type-2 diabetes mellitus, among other diseases.

In addition, an excess of adiposity is characterized by chronic low-grade inflammation with an

imbalance in the adipokines from adipose tissue, particularly in leptin and adiponectin secretion,

and in consequence in their circulating levels. Obesity is also associated with oxidative stress

when maintained for a long time, and it can be mediated by either a decrease in antioxidant

defences and/or increased formation of oxidants.

In recent decades, there has also been an increase in the consumption of processed foods that

has contributed to the higher rates of overweight and obesity. In this sense, dietary fats are a

major factor in the development of obesity, and possibly in its prevention and treatment as well.

The Mediterranean diet has been proposed as a healthy option for the prevention of obesity,

and it is characterized by a high consumption of olive oil, rich in monounsaturated fatty acids

(MUFA), and of fatty fish, the main source of n-3 polyunsaturated fatty acids (PUFA), such as

eicosapentaenoic (EPA) and docosahexaenoic (DHA) acids.

These dietary fatty acids are capable of influencing a number of parameters related to energy

homeostasis, such as adipose tissue mass, lipid metabolism, and thermogenesis and food

intake. The Mediterranean diet has also been linked to lower rates of obesity inflammation and

oxidation. This dietary pattern has been reported to modulate the immune response and to exert

anti-inflammatory and antioxidant properties. This may be in great part due to its high content in

MUFA and n-3 PUFA fatty acids, which have shown immunomodulatory actions.

Page 26: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

25

The objectives of the present study were to investigate the effects of feeding ICR-CD1® mice

an obesogenic diet on the evolution of body weight, body fat accumulation, and biomarkers of

metabolic and cardiovascular health, oxidative stress and immune function; and to assess the

effectiveness of two supplements with fatty acids, one with 2-hydroxioleic acid, and the other

one with n-3 PUFA (EPA+DHA) in preventing or reversing the potential detrimental effects

linked to the obesogenic diet.

For this purpose, female ICR-CD1® mice (8 weeks of age, n=24) received a progressive

obesogenic diet (22% fat for 4 weeks and 60% fat for another 14 weeks). Six weeks into the

60% fat diet, mice were divided into three groups (n=8/group): obesogenic diet without

supplementation (DO group), supplementation with 2-hydroxyoleic acid, a synthetic derivative of

oleic acid (1500 mg/kg diet, DO-HO group), and supplementation with n-3 PUFA (EPA + DHA,

3000 mg/kg diet, group DO-N3). Eight other mice were fed a standard rodent diet for the entire

duration of the study (control group).

During the experiment, food intake and body weight were monitored, and total body fat was

measured by nuclear magnetic resonance. Blood pressure and biochemical parameters

(triglycerides, glucose, insulin and cholesterol) were also measured. At the end of the

experiment, the weight of internal organs (brain, liver, heart and spleen) and visceral fat depots

were measured.

Circulating inflammatory and cardiovascular biomarkers (leptin, adiponectin, PYY, PP, GIP, sE-

selectin, sCAM-1, sICAM, PAI-1, MMP-9, fibrinogen, Apo-A1, and Apo-E) were analysed. The

secretion of leptin, adiponectin, resistin, IL-6, TNF-α, MCP-1 and PAI-1 was studied, in basal

conditions and after stimulation with Escherichia coli’s lipopolysaccharide (LPS).

The animals’ oxidative stress was also analysed, by evaluating the following variables in the

spleens: reduced (GSH) and oxidized (GSSG) glutathione, GSH/GSSG ratio, xanthine oxidase

(XO) activity and lipid peroxidation.

Page 27: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

26

Finally, a group of immune parameters was studied, such as the proportion of lymphocyte

subpopulations in blood (CD335+, CD19+, CD45CD3+, CD3CD4+, CD3CD8+, and CD4+/CD8+

and CD45CD3+/CD19+ ratios) and spleen (CD19+, CD45CD3+, and CD45CD3+/CD19+ ratio),

secretion of cytokines (IL-1β, IL-6, TNF-α e IL-10) by blood cells in vitro, and leukocyte functions

in the spleen: lymphocyte chemotaxis, natural killer (NK) activity and proliferation of

lymphocytes induced by mitogens (concanavalin A [ConA] and LPS).

Results showed that the animals fed the obesogenic diet started gaining significantly more

weight than the controls after five weeks of high-fat feeding. They also presented increased total

body and visceral fat, heavier hearts and livers, higher blood leptin and triglyceride

concentrations, and higher diastolic blood pressure, and decreased secretion of adiponectin,

resistin and MCP-1 from adipocytes, compared to controls. There was also a trend towards

higher values of sE-selectin, sVCAM, and fibrinogen in the DO versus the control group. These

findings indicate increased risk of metabolic syndrome in the obese animals.

Supplementation with 2-hydroxioleic acid led to a progressive decrease in body weight, together

with a reduction in total body and visceral fat, plasma levels of leptin, triglycerides and glucose,

and blood pressure. It also restored partially the secretion of adiponectin, resistin and MCP-1

from adipocytes. Supplementation with n-3 PUFA did not affect the animals’ body weight; butit

resulted in changes in body fat, triglycerides levels, and adiponectin and leptin secretion,

although they were less pronounced than those observed with 2-hydroxioleic acid.

Finally, no changes were observed in the concentrations of cytokines and other inflammation-

related molecules, in the secretion of cytokines by blood cells in vitro, or in the lymphocyte

subpopulations in blood or spleen due to the obesogenic diet. However, dietary obesity led to

increased oxidative stress and changes in leukocyte function in spleen, suggesting premature

immunosenescence.

Page 28: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

27

Obese animals had higher levels of GSSG, GSSG/GSH, lipid peroxidation, XO activity and

lymphocyte chemotaxis, and lower NK activity and lymphocyte proliferation in response to ConA

than controls. Supplementation with 2-hydroxyoleic acid totally or partially reversed most of the

changes (body weight, fat content, GSSG, GSH/GSSG levels, lipid peroxidation, chemotaxis

and proliferation), while n-3 PUFAs reversed the increase in XO activity.

In summary, early induction of dietary obesity led to the onset of metabolic syndrome, oxidative

stress and the deterioration of leukocyte function in mice. Supplementation with 2-hydroxyoleic,

and to a lesser extent with n-3 PUFA, was able to reverse some of these deleterious effects,

especially body fat accumulation, oxidative stress and spleen immune function.

This is the first study to show the beneficial effects of 2-hydroxyoleic acid on obesity-related

immune disorders. Our findings support a link between obesity and immunosenescence and

suggest a potential therapeutic tool for obesity-related alterations, such as hypertension,

oxidative stress and immune dysfunction.

Page 29: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

INTRODUCCIÓN

Page 30: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

29

I. INTRODUCCION

1. EPIDEMIOLOGIA DE LA OBESIDAD

1.1 Definición, diagnóstico y clasificación de la obesidad

Presente desde la antigüedad, la obesidad en principio se consideraba un problema estético

(con excepción de la obesidad mórbida, que siempre ha sido considerada una patología). En

2004, sin embargo, se reconoció como la epidemia del siglo XXI, afectando a las personas

independientemente de edad, género, etnia y nacionalidad (Arteaga 2012; Brito y col., 2012).

La obesidad “es hoy en día una condición que cabalga entre los límites de lo médico-

nutricional, lo psicológico y lo socio-cultural¨ (Medina y col., 2014). Según la Organización

Mundial de la Salud (OMS), la obesidad se puede definir como una enfermedad de etiología

multifactorial de curso crónico no transmisible caracterizada por una acumulación anormal de

los depósitos grasos del organismo que puede ser perjudicial para la salud (OMS 2015).

La manera ideal para el diagnóstico de la obesidad es la determinación de la grasa

corporal real. Cuando esto no es posible, el índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet

es el parámetro más aceptado para definir clínicamente la obesidad, y se calcula como la

relación entre el peso en kilogramos y el cuadrado de la talla en metros (kg/m2); esta fórmula

fue descrita por el matemático belga Adolphe Quetelet en el siglo XIX, siendo válido para

ambos sexos y para adultos de todas las edades (Sánchez-Castillo y col., 2004; OMS 2015).

La OMS considera que un individuo está obeso cuando el IMC es igual o superior a 30

kg/m² (Tabla 1), que es el punto de corte a partir del cual aumenta la mortalidad, según

diversos estudios epidemiológicos (Salas-Salvado y col., 2007). Este índice no es un buen

indicador de adiposidad en ancianos, o en deportistas, pero es el que se emplea en la mayoría

de estudios epidemiológicos y el recomendado para su uso clínico por diversas sociedades

médicas y organizaciones internacionales de salud, dada su capacidad de reflejar la adiposidad

en la mayoría de la población (Salas-Salvado y col., 2007).

La clasificación de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO)

introduce ligeras modificaciones a la clasificación de la OMS (Tabla 1) subdividiendo la

categoría de sobrepeso en dos subcategorías y distingue un grado de obesidad tipo 4 para los

pacientes con IMC superior a 50 kg/m2 (Arrizabalaga y col., 2004).

Page 31: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

30

Tabla 1. Clasificación de grado de obesidad de acuerdo al IMC

Clasificación IMC (kg/m2)

Normopeso 18,5 – 24,9

Exceso de peso > 25

Sobrepeso grado I 25 – 26,9

Sobrepeso grado II 27- 29,9

Obesidad grado I o moderada 30 – 34,9

Obesidad grado II o severa 35 – 39,9

Obesidad grado III o mórbida > 40

Obesidad grado IV o mórbida > 50

Fuente: Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), 2000; Arrizabalaga y

col., 2004

El riesgo para la salud está relacionado con la distribución de la grasa, y por ello en la década

de los 40Vague la clasificó en dos tipos: ginoide y androide (Figura 1) (Salas-Salvadó y col.,

2007; Montero 2010).

En la obesidad de tipo ginoide, la grasa se acumula preferentemente en la parte inferior

del cuerpo y presenta complicaciones mecánicas relacionadas con las extremidades inferiores

(Salas-Salvadó y col., 2007).

La obesidad de tipo androide se caracteriza por el exceso de grasa en la región

superior del cuerpo (cara, cuello, tronco y abdomen) y se asocia con un mayor riesgo de

hiperinsulinemia, diabetes mellitus tipo 2 (DM2), dislipemias, hipertensión arterial (HTA) y

riesgo de mortalidad en general (Salas-Salvadó y col., 2007; Montero 2010). Finalmente, la

obesidad de distribución homogénea se caracteriza por un exceso de grasa corporal sin que

esta predomine en ninguna área anatómica concreta (Salas-Salvadó y col., 2007).

Page 32: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

31

Figura 1. Tipos de obesidad: A) ginoide; B) androide. Fuente: Gil-Campos y col., 2014

Se puede obtener una estimación clínica a partir de medidas antropométricas, como la

circunferencia de cintura (CC) que junto con el IMC es una de las medidas antropométricas

más utilizadas para valorar la obesidad central, y permite evaluar el riesgo cardiovascular

asociado a la obesidad abdominal (Ness-Abramof y Apovian, 2008; Lisbona y col., 2013).

En niños y adolescentes es difícil diagnosticar la obesidad por los cambios que se

producen durante el crecimiento en el acúmulo de grasa y en las relaciones de los diferentes

parámetros antropométricos (Colomer 2005). Para el diagnóstico de obesidad central en niños

y adolescentes, se emplean curvas de percentiles de la CC ajustadas por edad y género

estableciéndose al respecto diferentes puntos de corte para el diagnóstico de obesidad central;

los más empleados corresponden a los percentiles 90 y 98 (Chacín y col., 2009).

A B

Page 33: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

32

1.2. Prevalencia de la obesidad en el mundo y en España

1.2.1. Prevalencia en adultos

La obesidad hoy en día tiene alcance mundial (Figura 2), y aunque las estimaciones de su

incidencia no están disponibles para todos los países, y los datos disponibles no siempre son

precisos, se estima que se ha multiplicado por más de dos entre 1980 y 2014 (Lisboa y col.,

2013). En 2014, el 39% de las personas adultas en el mundo (más de 1900 millones) tenían

sobrepeso, y el 13% (600 millones) eran obesas (OMS 2015). En Europa, los últimos datos

disponibles corresponden a 2010, cuando la obesidad afectaba a 150 millones de adultos, un

20% de la población; de continuar este ritmo, en el año 2040 la totalidad de la población

europea tendría sobrepeso (Martín-Calvo y col., 2013; Varela-Moreiras y col., 2013).

Figura 2. Prevalencia de sobrepeso y obesidad en el mundo 2014. Fuente:

OMS.http://apps.who.int/bmi/index.jsp

Male

Female

Page 34: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

33

Este fenómeno también está presente en la población española; en España la obesidad

aumentó del 7 al 17% en los últimos 25 años, siendo las zonas geográficas más afectadas

Canarias, Andalucía y el Noreste (Quiles y col., 2008; Lisbona y col., 2013). En España el

45,5% de los hombres y el 29,9% de las mujeres tienen sobrepeso, mientras que el 17,3% de

los hombres y el 14,7% de las mujeres presentan obesidad, y se estima que para el año 2030

la población obesa masculina aumentará hasta el 33% y la femenina hasta el 37% (Rodríguez

y col., 2002; Costa-Font y Gil, 2005; Lisbona y col., 2013).

1.2.2. Prevalencia infanto-juvenil

El incremento explosivo de la obesidad en niños y adolescentes es un problema de salud en

todo el mundo, provocando alarma social (Romero-Velarde y Vásquez-Garibay, 2008; Han y

col., 2010). En los países en desarrollo hay cerca de 35 millones de niños con sobrepeso,

mientras que en los países desarrollados esa cifra es de 8 millones (Brito-Núñez y Alcázar,

2011). En el año 2010, la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil fue superior al 40% en

Norte América y en regiones del Mediterráneo oriental, 38% en Europa, 27% en la región

occidental del Pacífico y 22% en el sudeste de Asia (Han y col., 2010).

Según los datos del NHANES en los EEUU en 2007-2008, la obesidad alcanzó una

prevalencia del 9,5% en niños y niñas 0-2 años de edad, mientras que la prevalencia para los

niños de 2-19 años de edad fue de 16,9% en ambos sexos (Flegal y col., 2010). En otro estudio

en niños nacidos en el 2001, se mostró que, a los nueve meses de edad, aproximadamente un

tercio ya tenía sobrepeso u obesidad (Moss y Yeaton, 2011).

América Latina también ha experimentado el incremento de obesidad infantil. Por ejemplo, en

México, los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2006 mostraron que la

prevalencia de sobrepeso y obesidad era del 26% para niños entre los 5 y 11 años de edad, y

alcanzaba el 32% en adolescentes (Olaiz-Fernández y col., 2006). En Perú, entre 2007-2010,

con una muestra de 3669 niños menores de cinco años, se encontró una prevalencia de

sobrepeso y obesidad del 6,9% (Pajuelo-Ramirez y col., 2011).

Page 35: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

34

La obesidad infantil también tiene alta presencia en Europa, donde uno de cada cuatro niños

tiene sobrepeso o es obeso (Fernández y Díaz-Campo, 2014). En España los estudios de

sobrepeso y obesidad infanto-juvenil son relativamente recientes y la prevalencia varía según

el lugar y el momento en el que se han realizado los estudios (Lasarte-Velillas y col., 2015). Un

estudio llevado a cabo en 18 países europeos señaló que la prevalencia de sobrepeso en niños

de 4 años de edad en España era del 32,3%, la mayor de toda Europa (Cattaneo y col., 2010).

España es el segundo país de la Unión Europea, detrás de Malta, con mayor porcentaje de

niños obesos con sobrepeso entre los 7 y los 11 años (Lisbona y col., 2013).

Según los últimos datos disponibles, el 21,1% de los niños españoles tienen sobrepeso

y el 8,2% presenta obesidad, con lo que casi uno de cada tres niños de entre 3 y 12 años tiene

exceso de peso (Lisbona y col., 2013; Fernández y Díaz-Campo, 2014). Según el estudio

ALADINO 2013, la prevalencia de sobrepeso es del 24,6% (24,2% en niños y 24,9% en niñas),

y la de obesidad del 18,4% (21,4% en niños y 15,5% en niñas) (Estudio Aladino, 2013).

Diversos estudios para distintos rangos de edad presentan cifras de sobrepeso y obesidad

infanto-juvenil que oscilan entre el 25% y el 35%e incluso el 45% (Serra-Majem y col., 2006;

Villagrán Pérez y col., 2010; Sánchez-Cruz y col., 2013; Estudio Aladino, 2013).

Estos estudios sitúan a España entre los países de la Unión Europea con mayor

porcentaje de población infantil con obesidad. Se estima que aproximadamente el 40% de los

niños obesos y el 70% de los adolescentes obesos llegarán a ser adultos obesos, y tendrán

mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas, lo que conlleva una disminución de la calidad

de vida y un mayor gasto sanitario (Reinehr y col., 2006).

Page 36: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

35

1.3. Factores de riesgo

La obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial, que resulta de la interacción de

factores genéticos, conductuales y ambientales (Coyote-Estrada 2009).

El papel de la genética como factor de riesgo para el desarrollo de obesidad es

innegable, demostrándose en numerosos estudios que la predisposición a la obesidad y a sus

condiciones asociadas es más parecida entre individuos genéticamente relacionados que en

aquellos no relacionados (Loos y Bouchard 2003; Martín-Calvo y col., 2013). Si ambos padres

son obesos, el riesgo de obesidad para los hijos será del 69 al 80%; cuando solo uno es obeso

será 41-50%, y si ninguno de los dos es obeso el riesgo será solo del 9% (Sánchez y col.,

2010).

Se calcula que del 40 al 70% de las variaciones relacionadas con los fenotipos de

obesidad en humanos se deben a factores hereditarios (Willer y col., 2009). En la actualidad se

estima que hay más de 450 genes, marcadores y regiones cromosómicas relacionados con los

fenotipos de la obesidad humana (Varela-Moreiras y col., 2013). Ejemplos de estos genes son:

el gen que codifica la propiomelanocortina, relacionado con obesidad severa (Ochoa y col.,

2004), el gen del receptor de melanocortina-4, o el gen asociado a la masa grasa y obesidad

común (Ochoa y col., 2007) entre otros ejemplos.

Aunque está claro que el componente genético es importante, el rápido incremento de

la incidencia de la obesidad se debe sobre todo a factores ambientales, principalmente a los

cambios de hábitos, ya que los cambios genéticos no pueden producirse en tan corto tiempo

(Barrió y col., 2005). Entre los factores conductuales que han contribuido a la aparición de esta

pandemia destacan los dietéticos, como por ejemplo el bajo consumo de frutas y verduras,

comer fuera de casa (suele implicar comidas con más grasa saturada), un mayor consumo de

bebidas azucaradas, el incremento en los tamaños de las raciones, o cocinar de forma poco

saludable (Nielsen y col., 2002; St-Onge y col., 2003; Smiciklas-Wright y col., 2003; Aranceta y

col., 2005).

Page 37: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

36

Tradicionalmente, la dieta en España era muy rica en hidratos de carbono, verdura, frutas y

aceite de oliva; sin embargo, la industria alimentaria ha modificado la dieta de la sociedad

actual, favoreciendo la ingesta de dietas ricas en grasas saturadas y azúcares (García-Brenes

2010; Varela-Moreiras y col., 2013; Martín-Calvo y col., 2013). En niños y jóvenes, la obesidad

está asociada al aumento del número de comidas al día, al consumo de refrescos y snacks (la

mayoría de ellos de alto contenido en grasa, azúcares y sal, y densos en energía), y a la

publicidad; en este sentido las industrias audiovisual y publicitaria tienen el poder tanto de

promover como de evitar la promoción de alimentos poco saludables (Blissett y Bennett, 2013;

Gómez-Miranda y col., 2013; Reisch y col., 2013; Sánchez y col., 2014).

El estudio EnKid, realizado entre 1998 y 2000, puso de manifiesto la mala calidad de la

dieta en niños y adolescentes españoles, señalando que un 20% de ellos necesitaba cambios

importantes en su dieta (Leis y Tojo, 2011). La Fundación Española de Nutrición observó que el

consumo de carne y sus derivados fue superior al recomendado, mientras que el consumo de

cereales, verduras, hortalizas, frutas y leguminosas se encontraba por debajo de los niveles

deseados; los grupos que se ajustaron más a las recomendaciones fueron los de la leche y

derivados, pescados y huevos (Fundación Española de la Nutrición 2011). Por otra parte, el

consumo excesivo de zumos de frutas (> 350 mL/d) en niños en edad preescolar favorece el

desarrollo de obesidad (Jahns y col., 2001), y se ha comprobado que la ingestión diaria de

450 kcal procedentes de bebidas azucaradas a base de frutas puede producir un aumento

significativo del IMC (Malik y col., 2010).

Se ha demostrado en estudios realizados en población infantil norteamericana que

aquellos niños que ingieren frutas y verduras tienen menor riesgo de presentar obesidad

(Lorson y col., 2009). Sin embargo, otra investigación realizada en niños y adolescentes

americanos encontró que aquellos cuya ingesta de fruta procedía en su mayoría de variedades

con alto contenido energético, y/o de zumos, tenían mayor riesgo de presentar sobrepeso y

obesidad (Hendy y col., 2007). También en la población preescolar canadiense se ha visto una

asociación entre el consumo de bebidas gaseosas o refrescos de fruta y el exceso de peso

(Dubois y col., 2007).

Page 38: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

37

En Argentina, un estudio con niños en edad escolar encontró una asociación entre el consumo

de bebidas azucaradas y exceso de peso y por ello, se ha recomendado restringir en este país

su consumo, con el objetivo de reducir el riesgo de aumento de peso (OMS 2003; Nissinen y

col., 2009).

La dieta occidental también tiene la desventaja de presentar un alto contenido de

ácidos grasos saturados (AGS), que predominan en carnes, derivados lácteos y repostería,

asociados con un mayor riesgo de obesidad, hipótesis que ha sido comprobada en estudios

con animales de experimentación (Priego y col., 2008; García-Brenes, 2010). En un estudio

realizado en adolescentes españoles sobre composición de la dieta y su relación con el IMC,

se observó que los adolescentes que presentaban obesidad seguían una dieta con un perfil

calórico más desequilibrado, con mayor proporción de energía procedente de grasas y

proteínas, que los sujetos normopeso (Ortega y col., 1995). Sin embargo, hay estudios que no

han encontrado asociación alguna entre los macronutrientes de la dieta y la obesidad (Atkin y

Davies, 2000; Magarey y col., 2001; Elliott y col., 2011).

Aunque los lípidos han sido los nutrientes más estudiados en relación con la obesidad,

también una elevada ingesta de proteínas de origen animal podría estar relacionada con el

riesgo de obesidad en niños (Rolland-Cachera 1995). Se ha encontrado en estudios en ratas

que podía incrementarse el porcentaje de grasa corporal aumentando la proporción de

proteínas en la dieta (Kim y col., 1991), y dos estudios observacionales realizados en niños han

observadoque el IMC a lo largo de la infancia se relacionaba con la ingesta de proteínas a los

dos años de edad, pero no con la de lípidos o de hidratos de carbono (Rolland-Cachera 1995,

Scaglioni y col., 2000).

Otras investigaciones en niños sugieren que un aporte insuficiente de calcio se asocia

con mayor adiposidad, y también se constata un peor estatus de vitamina D en niños con

sobrepeso y obesidad, y viceversa, un peor control de peso se asocia a la deficiencia en esta

vitamina (Navia y col., 2010; Rodríguez‐Rodríguez y col., 2010; 2011). Una mala nutrición

puede originar modificaciones epigenéticas que podrían incrementar el riesgo de sufrir

enfermedades metabólicas (Fermín y col., 2013).

Page 39: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

38

Se ha demostrado también que las dietas ricas en grasa y azúcar, así como la obesidad, se

asocian con cambios en los patrones de metilación del ADN (Lomba y col., 2010). Las

personas obesas tienen un patrón de marcas epigenéticas diferente del de los individuos no

obesos (Feinberg y col., 2010). Hay estudios que muestran que la posibilidad de desarrollar

obesidad no sólo depende de la ingesta, el gasto energético y la secuencia genética del

individuo, sino también de la herencia epigenética, de influencias nutricionales y de estilo de

vida que tiene lugar durante el período fetal o ya en la etapa adulta, y que modifican las marcas

epigenéticas pudiendo afectar a la expresión de los genes (Fermin y Martínez, 2013).

También la suplementación con diversos micronutrientes dietéticos, los ácidos grasos de

cadena corta y varios compuestos de origen vegetal han sido asociados con los cambios

epigenéticos (Campión y col., 2010). La edad escolar y la adolescencia son unas etapas

determinantes de la salud del adulto, y por ello todos los niños y adolescentes tienen que tener

acceso a alimentos adecuados, con el fin de alcanzar un crecimiento óptimo desde el punto de

vista físico, cognitivo, emocional y social (Aranceta y col, 2005).

1.3.1. Modelos de obesidad por dieta

Para el estudio de diferentes bases fisiológicas y genéticas se han usado diferentes modelos

animales (principalmente roedores) basados en modificaciones que pueden ir desde

mutaciones monogénicas que aparecen de forma espontánea en una colonia, mutaciones

aleatorias provocadas mediante el uso de mutágenos o exposición a radiación para alterar o

sobre-expresar un gen específico, modelos animales obtenidos mediante cría selectiva para

obtener cepas de roedores que difieren en su grado de acumulación grasa, y estudios de otras

especies que incluyen primates y perros (Speakman y col., 2008).

Los modelos animales nos han permitido obtener información para conocer desde la

respuesta a dietas altas en grasa y azúcares (Holemans y col., 2004), efectos de la restricción

calórica sobre el IMC, efectos ambientales, o estrés oxidativo (EO) entre otros (Park y col.,

2012; Garg y col., 2013). Así mismo, existe gran interés en la comprensión del papel de la

dinámica de la evolución del peso durante el ciclo de la vida, especialmente en la predicción de

la incidencia de la morbilidad y mortalidad (Speakman y col., 2008).

Page 40: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

39

La alimentación con dietas ricas en grasa está muy utilizada en investigación para inducir

obesidad dietética (Buettner y col., 2007).

Las ratas y los ratones son los modelos de obesidad que se usan para la administración de

dietas ricas en grasa (Matarese y La Cava, 2005). Diferentes estudios muestran cómo ratones

de la cepa C57BL/6 alimentados con una dieta alta en grasa desarrollaron obesidad (Ikemoto y

col., 1996; Van Heeky col., 1997; Shore 2007).

En uno de los estudios, estos ratones tras 51 días de ingestión con la dieta alta en

grasa (45% de la energía total), incrementaron su peso corporal un 25% más que los animales

alimentados únicamente con una dieta donde solo el 10% de las calorías derivaban de grasa

(Van Heek y col., 1997). También ratones ICR-CD1 alimentados con una dieta rica en grasa

(60%) desarrollaron obesidad (Hunsche y col., 2015). Los modelos animales obtenidos a partir

de una dieta alta en grasa podrían ser parecidos a los mecanismos que conducen a la

obesidad en humanos (De la Fuente y De Castro 2012). Estos modelos animales son difíciles

de obtener por dieta hipercalórica, debido a que los roedores presentan un gran control de la

ingesta y además no incrementa la ingesta de manera incontrolable, como ocurre en humanos

(De la Fuente y De Castro 2012).

Page 41: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

40

2. COMPLICACIONES ASOCIADAS A LA OBESIDAD

Ya en la antigüedad se reconocía el efecto negativo de la obesidad en la supervivencia de las

personas, provocando la aparición de múltiples problemas de salud (Ezquerra y col., 2008;

Brito y col., 2012). Garrow y Warwick en 1977 señalaron que “la obesidad es lo suficientemente

común como para constituir uno de los problemas médicos y de salud pública de nuestro

tiempo” (Garrow y Warwick 1977; Medina y col., 2014).

La obesidad aumenta el riesgo para múltiples complicaciones, entre las que destacan

enfermedades importantes como la enfermedad cardiovascular (ECV),la hipertensión arterial, la

diabetes mellitus, dislipemias, alteraciones del sistema respiratorio, o diversos tipos de cáncer

(Carmenate y col., 2007; Cabrerizo y col., 2008; Varela-Moreiras y col., 2013). A esto hay que

sumar trastornos de la imagen corporal, dificultad en las relaciones personales, o problemas

cotidianos básicos vinculados al sueño, los viajes, el tamaño de los asientos y camas, etc.;

trastornos que implican, además de una peor calidad de vida del individuo, un elevado coste

personal, social y sanitario (Arteaga 2012; Varela-Moreiras y col., 2013). Además, lo más

preocupante es que se ha observado que estas comorbilidades asociadas a la obesidad se

presentan no solo en el adulto, sino también en la infancia y la adolescencia (Serra Majem y

col., 2003; Schwimmer y col., 2003; Barrió y col., 2005).

2.1. Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2)

La DM2 se caracteriza por niveles elevados de glucosa en plasma con alteración en el

metabolismo de carbohidratos, lípidos y proteínas, como resultado de un defecto en la

secreción de insulina, en la acción de la insulina o en ambas (Chen y col., 2011). La DM2 se

asocia estrechamente con la obesidad, que favorece su aparición y desarrollo en ambos sexos

y con consecuencias negativas, porque las personas afectadas por DM2 tienen mayor riesgo

de sufrir un infarto de miocardio y/o un accidente vascular encefálico (Rubio y col., 2007;

Cabrerizo y col., 2008; Durán y col., 2012). Sin embargo, hay que tener en cuenta que la DM2

se puede evitar o retardar modificando simplemente los hábitos de alimentación (Klein y col.,

2004).

Page 42: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

41

Los mecanismos implicados en el desarrollo de DM2 en individuos obesos susceptibles no son

bien conocidos (Cabrerizo y col., 2008), pero se acepta que el exceso de tejido adiposo en el

paciente obeso puede producir un estado de resistencia a la acción de la insulina (RI), con la

consecuente hiperglicemia (Stumvoll y col., 2005; Cabrerizo y col., 2008). Tanto la duración de

la obesidad como la distribución de la grasa corporal se asocian con la DM2. Un perímetro de

cintura mayor de 102 cm en varones se acompaña de un incremento de 3 veces y media en la

incidencia de diabetes en un plazo de 5 años, tras corregir la influencia del IMC (Cabrerizo y

col., 2008). En un meta-análisis, se observó que el riesgo relativo de desarrollar DM2 fue de

hasta tres veces mayor en aquellas personas con sobrepeso y de siete veces más en

pacientes obesos (Abdullah y col., 2010). En otro estudio la cantidad de grasa abdominal

predijo la incidencia de DM2, independientemente de la adiposidad corporal total (Boyko y col.,

2000).

También la incidencia de DM2 en niños y adolescentes ha aumentado debido al

incremento de la obesidad (Kaufman 2002; Barrio y col, 2005). Como ejemplo, basta mencionar

que en un estudio realizado en EEUU en el que se incluían 439 niños y adolescentes obesos,

se encontró que un 3,2% de los participantes con sobrepeso, un 14,4% de los moderadamente

obesos y un 19,9% de los severamente obesos eran intolerantes a la glucosa y de estos, 8

sujetos (9,8%) desarrollaron DM2 a los 2 años de seguimiento (Weiss y col., 2004).

2.2. Enfermedades cardiovasculares

Las ECV son la primera causa de muerte en el mundo y la obesidad constituye uno de los

principales factores de riesgo para su desarrollo (Arteaga 2012). El papel de la obesidad como

principal factor de riesgo en el desarrollo de la enfermedad coronaria es indudable, provocando

debilidad del corazón e insuficiencia cardíaca congestiva, fibrilación auricular, arritmias

ventriculares y muerte súbita (Bray 2004a; Russell y Allen, 2008). El miocardio es mayor en el

sujeto obeso, ya que la excesiva masa de tejido adiposo requiere un aumento en la

vascularización, por lo que se necesita un mayor volumen sanguíneo circulante (López y

González-García, 2001).

Page 43: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

42

La obesidad central además puede afectar a las grandes arterias, favoreciendo el desarrollo de

infarto y anginas, ya que aumentan el volumen de sangre total y el gasto cardiaco, y la

sobrecarga cardiaca es mayor (Brito y col., 2012). Además, no hay que olvidar que la

aterosclerosis, una enfermedad inflamatoria de la capa interna arterial, puede estar ocasionada

por la obesidad, la DM2 y la HTA (Contreras-Leal y Santiago-García, 2011).

2.3. Hipertensión arterial

La HTA se define como la elevación crónica de la tensión arterial por encima de 140 mmHg

para la presión sistólica, y/o de 90 mmHg para la presión diastólica (Sacks y Campos, 2010).

La presión sistólica es la fuerza con la que la sangre sale del corazón en cada latido, y la

diastólica es la ejercida en la pared de las arterias por la sangre que se encuentra en ellas

durante el intervalo entre dos latidos del corazón (Bastidas y col., 2011).

La HTA se asocia con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, infarto de

miocardio, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, y el deterioro cognitivo. La HTA mantenida

en el tiempo genera hipertrofia ventricular izquierda y esta a su vez afecta a la función

ventricular, aumenta el consumo de oxígeno miocárdico y produce arritmias cardíacas que

pueden llegar a producir muerte súbita (Chobanian y col., 2003; Anter y col., 2009) en todos los

grupos de edad, desde los cuarenta hasta los ochenta años (Duarte y Rubio, 2005).

Aproximadamente, el 70% de los casos nuevos de HTA pueden ser atribuidos a la

obesidad o al aumento de peso, asociación apoyada por numerosos estudios (Faloia y col.,

2000; Gondim y col., 2006; Arteaga 2012). El riesgo de HTA aumenta progresivamente al

aumentar el IMC y es reversible con la pérdida de peso (Luengo Fernández y col., 2005). Esta

asociación ha sido observada en Intersalt, un estudio transversal realizado en 52 poblaciones

diferentes de todo el mundo, o en el estudio Framingham, que atribuía el 70% de la variabilidad

de la HTA en los hombres y el 61% en las mujeres a la obesidad (Kannel y col., 1993; Dyer y

col., 1994). En adultos, un incremento de 2,4kg/m2 en el IMC da como resultado un mayor

riesgo de desarrollar HTA (Ávila y col., 2010).

Page 44: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

43

La distribución de la grasa corporal parece tener un efecto importante sobre el riesgo de HTA

porque personas con obesidad abdominal o central tienen un riesgo mayor de desarrollar HTA

(Day 2007; Genique y col., 2010).

Esto se observó en un estudio en población adulta de EEUU donde el riesgo de HTA

era tres veces superior en pacientes con obesidad abdominal (Okosun y col., 1999).

La HTA en obesidad se produce debido, entre otras causas, a una disminución en la

producción de óxido nítrico (ON), un potente vasodilatador de las arterias que interviene en la

regulación del tono vascular, inhibición de la agregación y adhesión plaquetaria y de la

proliferación de células musculares (Fhigashi y col., 2001; Raij 2006).

Otra hipótesis recaería sobre una situación de resistencia insulínica (RI) localizada

básicamente a nivel del músculo estriado, que condicionaría hipertrofia vascular vía receptor a

y un aumento de la conversión de fibras musculares hacia tipo 2b, las cuales muestran un

mayor nivel de RI, perpetuándose así el daño sobre las resistencias periféricas. El aumento de

la actividad simpática es un mecanismo de inicio y mantenimiento de la presión arterial y, en

combinación con la RI, podría estar relacionado con los mecanismos de retención de Na

(Figura 3) (López de Fez y col., 2004).

En la infancia un conjunto de factores parece contribuir a la HTA relacionada con la

obesidad, incluyendo: la sobreactividad del sistema nervioso simpático, la RI (Sinaiko y col.,

2002) y anomalías en las estructuras vasculares (Barrió y col., 2005). A su vez, la RI y la

hiperactividad simpática podrían estar en relación con los mecanismos a través de los cuales

se origina la retención de sodio, característica de la HTA (Figura 3) (López de Fez y col., 2004;

Sugerman 2005).

Page 45: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

44

Figura 3. Mecanismo de aparición de HTA en obesidad. Fuente: López de Fez y col., 2004

2.4. Dislipemias

La alteración metabólica más deletérea de la obesidad es la dislipemia, que se define como la

alteración de los valores de lípidos en sangre, caracterizada por triglicéridos (TG) elevados,

niveles bajos de cHDL y/o un incremento de partículas LDL pequeñas y densas, lo que

constituye un factor de riesgo cardiovascular (Contreras-Leal y Santiago-García, 2011). En

condiciones de obesidad, aumentan los niveles de VLDL en el plasma, debido a una

sobreproducción hepática y a la disminución de su eliminación por el hígado, a causa de la

reducción en la actividad de la lipoproteína lipasa (Yu y Ginsberg 2005; Semenkovich 2006).

Los niveles de colesterol son más elevados en individuos con obesidad visceral. Los niveles

bajos de cHDL (< 35 mg/ dl en varones y < 45 mg/dl en mujeres) también se relacionan con un

mayor IMC (Cabrerizo y col., 2008). Del mismo modo, en la adolescencia se ha evidenciado

una fuerte asociación entre el aumento en la incidencia de obesidad ydislipemias (Kohen-

Avramoglu y col., 2003).

Page 46: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

45

2.5. Otras comorbilidades asociadas a obesidad

-Cáncer

La obesidad se ha asociado con los principales tipos de cáncer, como colon, endometrio, o

mama. El cáncer de colon se ha atribuido a factores ambientales y de estilo de vida, incluyendo

la obesidad y el sobrepeso.

Hay una estrecha relación entre la CC en hombres y el riesgo de cáncer de colon y grandes

adenomas (Giovannucci y col., 1995). Con respecto al cáncer de endometrio, existe una

relación con el aumento de peso o del IMC (Calle y col., 2003).

-Enfermedades respiratorias

La obesidad provoca alteraciones importantes en el sistema respiratorio (Shebjami 1998) y una

de estas alteraciones es el síndrome de apnea obstructiva del sueño, frecuente en pacientes

con obesidad extrema, debido a que la misma favorece la obstrucción de la vía respiratoria

superior durante el sueño (López y González-García 2001). El 50% de los niños con obesidad

sufre apnea del sueño y asma y en casos extremos, puede aparecer el síndrome de Pickwick,

que se caracteriza por hipoventilación alveolar, retención de dióxido de carbono y somnolencia

(Field 2008).

En obesidad se observa también con frecuencia el síndrome de hipoventilación pulmonar y los

síntomas más comunes son la insuficiencia respiratoria, la falta de oxígeno, la hipercapnia

(aumento del CO2) y la hipertensión pulmonar; además, la mayoría de estos pacientes

presentan apnea obstructiva del sueño (Poulain y col., 2006).

-Enfermedades del hígado

La esteatosis hepática no alcohólica, la esteatohepatitis y la cirrosis hepática están también

relacionadas con la obesidad. La grasa anormal acumulada en exceso libera una gran cantidad

de ácidos grasos a la sangre, y la llegada masiva de estos ácidos al hígado por la vena porta

incrementa la síntesis de TG en este órgano y conduce a su almacenamiento en exceso, con la

aparición del hígado graso, que es tan frecuente en personas obesas (Bray 2004b).

Page 47: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

46

-Aparato locomotor

La obesidad y el sobrepeso incrementan el riesgo de osteoartritis, especialmente de la cadera y

en segundo lugar de la rodilla, deteriorando la calidad de vida, en mayor grado en la mujer que

en el varón (Felson y col., 1988). Durante la infancia, el exceso de peso constituye una

sobrecarga para el aparato locomotor, siendo frecuente encontrar en los niños obesos algunos

trastornos ortopédicos (Contreras y col., 2013).

-Síndrome del ovario poliquístico

El síndrome del ovario poliquístico y la obesidad también se asocian; aproximadamente un

50% de las mujeres con este síndrome presentan sobrepeso u obesidad (Diamanti-Kandarakis

y Bergiele 2001).

-Problemas mentales

La obesidad está relacionada así mismo con la salud mental, donde el IMC predice el

desarrollo de demencia, sobre todo en mujeres (Luengo Fernández y col., 2005). La obesidad

aumenta el riesgo de ictus isquémico y puede asociarse con disfunción del sistema nervioso

autónomo (Luengo Fernández y col., 2005).

Page 48: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

47

3. OBESIDAD, SISTEMA INMUNE Y ESTRÉS OXIDATIVO

3.1. Papel del tejido adiposo en la inflamación asociada a la obesidad

La grasa es un componente del cuerpo humano ampliamente distribuido que se acumula en

forma de tejido adiposo, considerado un órgano con función endocrina (Valenzuela 2004;

Marcano y col., 2006; Waki y Tontonoz, 2007). El tejido adiposo es muy heterogéneo, tanto al

nivel de composición celular como en su disposición anatómica (Minteer y col., 2013). En el

órgano adiposo hay dos tipos de tejidos diferentes, el marrón (TAM) y el blanco (TAB) (Figura

4),que presentan diferencias en cuanto a su morfología, distribución, expresión génica y

función (Gómez-Hernández y col., 2013).

Figura 4. Tejido adiposo blanco (A) y tejido adiposo marrón (B). Fuente: Montalvo 2010

Los adipocitos marrones comparten precursor con los miocitos (células musculares) y los

blancos lo hacen con el sistema inmune (Poglio y col., 2010; Saely y col., 2010). El equilibrio

entre TAB y TAM se puede modificar en función de diferentes factores como el frío, el calor, la

obesidad y la edad (Moreno y Martínez, 2002).

A B

Page 49: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

48

En animales de experimentación, el porcentaje relativo de adipocitos marrones y blancos

depende de la cepa animal, la edad, el sexo, las condiciones ambientales y la dieta (Himms-

Hagen y col., 2000).

Descrito por primera vez por Galés en 1670, el TAM es predominante en el humano

recién nacido y en roedores, pero los adultos humanos conservan algunos depósitos (en las

regiones cervical, supraclavicular, paravertebral, mediastinal, paraórtica y suprarrenal; Figura 5)

(Farmer 2006; Marcano y col., 2006). Es un tejido metabólicamente activo, implicado en la

termogénesis (oxidación de lípidos para producir calor) y en la activación simpática del sistema

nervioso, está dotado de capilares y numerosas terminaciones nerviosas simpáticas (Pérez

Miguelsanz y col., 2010; Vega 2010; Gómez-Hernández y col., 2013). Se caracteriza por

adipocitos poligonales y grandes con un gran núcleo central, amplio citoplasma y mitocondrias

muy numerosas, redondeadas, con crestas muy juntas y bien desarrolladas (Figura 4B). Estas

mitocondrias contienen citocromos que les confieren ese color oscuro característico. En el

citoplasma se encuentran dispersas varias gotas de ácidos grasos de distinto tamaño (Mattson

2010; Pérez Miguelsanz y col., 2010; Vega 2010).

Figura 5. Localización del tejido adiposo pardo en el adulto. Fuente: Pérez Miguelsanz y col.,

2010

Page 50: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

49

La formación del TAB empieza antes del nacimiento y su desarrollo es un proceso continuo a lo

largo de la vida, llegando a ser el tejido más abundante del organismo humano adulto y el

mayor reservorio energético (alrededor de 200.000-300.000 kcal en el adulto no obeso)

(Moreno y Martínez 2002; Marcano y col., 2006; Manzur y col., 2010; Vega 2010). Este tejido

tiene la capacidad de acumular grasa cuando el aporte energético es excesivo, y de movilizarla

cuando el organismo requiere energía (González y col., 2002).

Está altamente vascularizado, a tal punto que muchos adipocitos se encuentran en

contacto directo con uno o más capilares y estos permiten la entrada y salida activa de

metabolitos, péptidos y factores no peptídicos, fundamentales en la regulación de la

diferenciación y el crecimiento celular (Cinti 2006). Su principal función es controlar la ingesta

de energía y la distribución de la misma a otros tejidos en los períodos catabólicos (Moreno y

Martínez 2002).

El TAB (Figura 4A) está compuesto por muchos tipos celulares, entre ellos, los

adipocitos, que constituyen en torno al 60-70% del total de células, y una fracción estromal-

vascular formada por las células precursoras de adipocitos (los preadipocitos), vasos

sanguíneos, terminaciones nerviosas y macrófagos tisulares y linfocitos (Cinti 2006). Los

adipocitos son células secretoras endocrinas, que ejercen además una potente actividad

fagocítica y bactericida, y se mantienen unidos por un tejido conectivo laxo vascularizado

(Wood y col., 2009; Vega 2010). Tienen su origen a partir de células precursoras o

preadipocitos, las cuales, bajo el estímulo de numerosas hormonas, citoquinas, factores de

crecimiento y nutrientes, inician un proceso de diferenciación morfológica y funcional hasta

convertirse en adipocitos maduros, lo que se conoce como adipogénesis, proceso que está

presente durante toda la vida (Valenzuela 2004).

Los adipocitos aparecen con una gran vacuola o espacio vacío en posición central que

corresponde a una única y gran gota de ácidos grasos (Pérez y col., 2010). Tienen pocas

mitocondrias, un retículo endoplasmático rugoso y liso de baja densidad membranosa y un

complejo de Golgi de pequeño tamaño (Mattson 2010). Tiene una forma variable, aunque

clásicamente es esférica, y su tamaño puede variar considerablemente de 20 a 200

micrómetros de diámetro.

Page 51: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

50

Para almacenar lípidos, es capaz de aumentar su diámetro hasta 20 veces (Vega 2010). La

expansión del tejido adiposo se debe principalmente a hipertrofia de las células ya presentes

(aumento del tamaño celular) (Wong y col., 2004; Marcano y col., 2006; Vögler y col., 2008).

El TAB se diferencia en el tejido adiposo subcutáneo (TAS), que representa el 80% de la grasa

corporal total y que es más susceptible de aumentar en grosor en casos de obesidad (Pérez y

col., 2010), y el tejido adiposo visceral (TAV), que representa el 20% del total de grasa corporal

en el hombre y aproximadamente el 6% en la mujer (Valenzuela 2004; Barrera y col. 2008). El

TAV es reconocido como el principal depósito de grasa asociado al aumento en el riesgo de

padecer enfermedades metabólicas (Doelle 2004). Está constituido por adipocitos de un

tamaño más reducido, con menor capacidad de almacenamiento, es más vascularizado, y tiene

mayor inervación simpática (Cannon y Nedergaard 2004).

El TAV y el TAS difieren en la producción de moléculas bioactivas, en la actividad de

varios receptores y en los procesos enzimáticos involucrados con el metabolismo lipídico

(Weyer y col., 2000; Bray 2004a). El TAV muestra mayor actividad metabólica que la que se

observa en el TAS y su incremento aumenta la HTA (Tan y col., 2004; Bays y col., 2006). Esto

es posible que se deba al efecto del TAV sobre varios factores del adipocito como lo son las

citoquinas inflamatorias, interleuquina 6 (IL-6), y el factor de necrosis tumoral (TNF-α), los

cuales se encuentran involucrados con la disfunción endotelial (Tan y col., 2004; Bays y col.,

2006). El TAV expresa mayor cantidad de adiponectina, IL-6, inhibidor del activador del

plasminógeno 1 (PAI-1) (una proteína que se sintetiza en las células endoteliales y en los

adipocitos) y TNF-α que el TAS, mientras que la leptina se expresa en mayor concentración en

el TAS (Bays y col., 2006).

3.2. El tejido adiposo como órgano secretor

Desde los años 90 se sabe que el tejido adiposo es un órgano de gran actividad endocrina y

vascularizado, asegurando así la circulación sistémica de los péptidos que produce y, sobre

todo, tiene un potencial de crecimiento casi ilimitado a cualquier edad (Argente y col., 2006). No

sólo los adipocitos, sino también el resto de componentes celulares sintetizan y liberan a los

torrentes circulatorios diferentes péptidos, denominados adipoquinas, que actúan sobre el

Page 52: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

51

hipotálamo y que participan muy activamente en la modulación de la inflamación crónica de

bajo grado que acompaña a la obesidad (Argente y col., 2006; Gómez-Ambrosi y col., 2008). El

tejido adiposo responde al exceso nutricional alterando la producción de adipoquinas (Trayhurn

2005).

3.2.1. Leptina

La leptina fue descubierta en 1994, primero en modelos animales y después en humanos

(Zhang y col., 1994). Es una hormona peptídica que contiene 167 aminoácidos, secretada por

los adipocitos (Malacara 2004; Pérez 2007), pero también está producida en otros tejidos como

la placenta, glándula mamaria, estómago, músculo, cerebro, ovario y tejido linfoide (Pérez

2007; Park y Ahima 2015). Circula en la sangre y actúa en el sistema nervioso central,

regulando la ingesta y el gasto energético (Friedman 2011; Friedman y Mantzoros 2015). Tanto

su expresión como su secreción están altamente correlacionadas con el IMC, el aumento de la

grasa visceral y el tamaño del adipocito, pero su interpretación varía con el sexo, la edad y las

comidas (Blanco y col., 2000; Barrios y col., 2010).

Las concentraciones circulantes de leptina aumentan ante la presencia de TNF-α e IL-6

(Lago y col., 2007). El TNF-α estimula la expresión de la leptina y ésta a su vez retroalimenta la

producción de TNF-α y éste a su vez promuevela producción de IL-6, que es una citoquina

reguladora de adiponectina, produciendo un aumento en las citoquinas pros inflamatorias y un

descenso en las antiinflamatorias (Almanza-Pérez y col. 2008).

En modelos animales se ha observado que cuando se tiene una dieta alta en grasa se

presenta hiperleptinemia, que indica resistencia a la leptina, lo que provoca mayor consumo de

alimento y desarrollo de obesidad (Wang y col., 2005a). La resistencia a la leptina es uno de

los factores causantes de complicaciones cardiovasculares en la obesidad (Sánchez Muñoz y

col., 2005). En las personas delgadas, cerca del 50% de la leptina está unida a proteínas,

mientras que en las personas obesas la mayoría se encuentra en su forma libre (Fantuzzi y

Faggioni 2000).

Page 53: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

52

El receptor de la leptina (Ob-R) fue identificado en el hipotálamo y en regiones cerebrales

adyacentes, pero también está presente en diferentes órganos como el páncreas, el músculo

esquelético, el estómago, el intestino, el hígado, los riñones, las glándulas adrenales y el

corazón. También se expresa en órganos reproductores y en tejidos inmunocompetentes como

el bazo, el timo y los nódulos linfáticos (Frühbeck 2001). Esta hormona actúa como puente

entre el sistema neuroendocrino y el inmunitario, regula el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, y

participa en la maduración del sistema reproductivo (Fantuzzi y Faggioni, 2000). Varios

estudios han implicado a la leptina en la patogénesis de trastornos inflamatorios autoinmunes

como la diabetes tipo 1, la artritis reumatoide, la osteoartritis y la inflamación intestinal (Otero y

col., 2004).

3.2.2. Adiponectina

La adiponectina es una hormona de 244 aminoácidos, y una de las adipoquinas más

abundantemente secretadas por el adipocito y específica del tejido adiposo (Mendivil y Sierra,

2004). Se descubrió al mismo tiempo que la leptina, pero su papel en la protección contra la

obesidad se conoció más tarde (Matsuzawa 2006). La adiponectina actúa a través de dos

receptores diferentes: el receptor adipoR1, que se expresa especialmente en el músculo y el

adipoR2, que se expresa primordialmente en hígado (Yamauchi y col., 2003; Mendivil y Sierra

2004). A la adiponectina se le han atribuido funciones anti-diabéticas, anti-hipertensivas y anti-

inflamatorias (Guzik y col., 2006; Brochu-Gaudreau y col., 2010).

La hipoadiponectinemia se relaciona con resistencia a la insulina, mientras que el

incremento en sus concentraciones atenúa dicho proceso (Yamauchi y col., 2001; Maeda y

col., 2002). En la obesidad, la enfermedad coronaria y la DM2, los niveles de adiponectina son

bajos y aumentan con la pérdida de peso (Oh y col., 2007; Bełtowski y col., 2008; Shibata y

col., 2012). Induce la producción de mediadores anti-inflamatorios como la IL-10, suprime la

activación de células citotóxicas NK mediada por IL-2 y también, in vitro, los macrófagos

incubados con adiponectina tienen menor capacidad fagocítica (Guzik y col., 2006).

Page 54: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

53

El mecanismo por el cual se produce descenso de adiponectina en obesidad es desconocido,

pero una explicación podría ser el aumento de la actividad del sistema nervioso simpático

(López de Fez y col., 2004).

3.2.3. Resistina

La resistina es una hormona polipeptídica de 12,5 KDa formada por 114 aminoácidos en

ratones y por 108 aminoácidos en humanos (Steppan y col., 2001; Gnacinska y col., 2009). La

proteína humana presenta un 59% de homología con la del ratón (Savage y col.,

2001).Secretada por el tejido adiposo en los ratones y por los macrófagos, monocitos, células

del tejido adiposo, bazo y médula ósea en los humanos, la resistina se asocia a la obesidad en

modelos murinos, y en el ser humano ejerce un efecto fundamentalmente pro-inflamatorio

(Steppan y col., 2001; Patel y col., 2003; Gharibeh y col, 2010). Sus niveles se encuentran

aumentados en los ratones obesos y diabéticos y en adolescentes obesos (Vendrell y col.,

2004; Bokarewa y col., 2005; Makni y col., 2013). Su nombre se debe a que se observó que

contribuía a la aparición de resistencia a la insulina en ratones con exceso de tejido adiposo

(Steppan y col., 2001).

La resistina podría ser el puente entre la obesidad y el desarrollo de la resistencia a la

insulina, aunque esta función, por ahora, está solo probada en ratones (Li y col., 2009). Los

ratones con niveles elevados de resistina muestran alteración del metabolismo de la glucosa y

resistencia a la insulina a nivel hepático y muscular (Satoh ycol., 2004; Rangwala y col., 2004),

mientras que la administración de un anticuerpo anti-resistina a ratones con obesidad inducida

por la dieta, mejora los niveles sanguíneos de glucosa e insulina (Chen y Nyomba, 2003). Se

ha asociado la concentración plasmática de resistina humana con DM2, obesidad,

hiperinsulinemia, dislipemia e HTA (Chen y col., 2009; Asano y col., 2010). A la resistina se la

puede considerar factor de riesgo cardiovascular porque puede inducir significativamente la

expresión de la molécula de adhesión intracelular-1 (ICAM-1) y de la molécula de adhesión

vascular-1 (VCAM-1) en las células endoteliales (Lau y col., 2005).

Page 55: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

54

3.3. Origen de la inflamación en la obesidad. Biomarcadores del estado inflamatorio

El proceso inflamatorio crónico y de bajo grado que se genera en la obesidad induce

alteraciones en la respuesta inmunitaria, entre ellas, niveles plasmáticos elevados de TNF-α,

IL-6, resistina y proteína quimioatrayente de macrófagos (MCP-1) (Medzhitov 2008; Calder y

col., 2011). La inflamaciónes un proceso de carácter protector y cuyo objetivo es defender al

organismode la lesión celular iniciada por microorganismos, toxinas, o alérgenos, así como de

las consecuencias de la misma, pero sin embargo, algunos estudios han sugerido que podría

ser una posible causa de la obesidad (Moreno-Aliaga y col., 2005). Las alteraciones

inmunológicas inducidas por la obesidad son un factor importante para promover el desarrollo

de otras enfermedades asociadas, como DM2, RI, HTA y dislipemias (Berg y Scherer, 2005;

Flores-García y col., 2010).

Se ha demostrado en estudios en modelos animales y en humanos que, durante el

desarrollo de la obesidad, la expansión del tejido adiposo genera un estado de hipoxia que ha

sido demostrada en estudios con microelectrodos de O2, mostrando valores de 48 mmHg de

presión parcial en tejido adiposo de ratones delgados y de 15 mmHg para ratones obesos

(Reyes 2012; Izaola y col., 2015).

El tejido adiposo se expande en un periodo breve de tiempo y llega un momento en que

la vasculatura es insuficiente para mantener la normoxia, provocando que algunos adipocitos

se vuelvan hipóxicos y esto produce una respuesta inflamatoria que incrementa el flujo de

sangre y estimula la angiogenesis (Surmi y Hasty, 2008; Wood y col., 2009; Trayhurn 2013).

Esta escasez de oxigeno provoca la muerte celular de los adipocitos más periféricos, que se

traduce en un aumento de la reacción inflamatoria (Izaola y col., 2015). Se ha considerado la

hipoxia que experimentan los adipocitos un factor clave en la inducción de esta respuesta

inflamatoria, que conduce a la desregulación de adipoquinas secretadas por los adipocitos

(Wood y col. 2009; Trayhurn 2013).

La infiltración por macrófagoses otro de los procesos que tienen lugar en la inflamación

(Gómez-Ambrosi y col., 2008; Vega 2010). Los macrófagos reconocen de alguna manera el

incremento en la masa grasa como un invasor, que tiene que ser neutralizado (Sonnenberg y

col., 2004).

Page 56: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

55

En condiciones de obesidad, el número de macrófagos residentes de tejido adiposo aumenta

significativamente pudiendo llegar a constituir más del 40% del total de la población celular que

conforma este tejido (Escobedo y col., 2010). Esta acumulación de macrófagos tiene efecto

sobre la fisiología de los adipocitos y las células preadiposas, generando una comunicación

intercelular que hace que el tejido adiposo tenga un funcionamiento patológico (Reyes 2010).

La comunicación entre los adipocitos y los macrófagos está asociada a un incremento de rutas

de señalización inflamatorias que provocan un aumento de citoquinas pro-inflamatorias

(Cancello y Clément 2006).

Los macrófagos del tejido adiposo se clasifican en macrófagos M1 (macrófagos

activados clásicamente), que producen citoquinas pro-inflamatorias tales como TNF-α e IL-6, y

los macrófagos M2 (macrófagos activados alternativamente), que secretan citoquinas anti-

inflamatorias como IL-4, IL-10 e IL-13 (Guzmán-Flores y López-Briones, 2012). En el estado de

obesidad hay una transformación de un estado anti-inflamatorio M2 a una forma M1 más pro-

inflamatoria (Lumeng y col., 2008).

El tejido adiposo en la obesidad presenta una infiltración masiva de macrófagos M1

secundaria al incremento de la secreción de la proteína quimioatrayente de macrófagos (MCP-

1) que juega un papel crucial en la respuesta inflamatoria en obesidad (Zeyda y col., 2007;

Lumeng y col., 2008; Prieur y col., 2011). Los niveles en el tejido adiposo y circulantes de MCP-

1 están elevados en la obesidad, lo que sugiere que MCP-1 podría contribuir a las alteraciones

metabólicas asociadas a la obesidad (Figura 6) (Takahashi y col., 2003; Sartipy y Loskutoff,

2003; Bruun y col., 2005).

A su vez, los macrófagos infiltrados son responsables de la secreción de más del 50%

del TNF-α desde el tejido adiposo (Izaola y col., 2015). El TNF-α es una citoquina que participa

en la inflamación sistémica, es un inhibidor del apetito y también está producida por otras

células como linfocitos, células endoteliales, fibroblastos, células neuronales y adipocitos

(Romanatto y col., 2007). La concentración circulante de TNF-α aumenta con la obesidad

(Figura 6), y estudios in vitro han demostrado que el tejido adiposo visceral produce más TNF-α

que la grasa subcutánea (Wellen y Hotamisligil 2005).

Page 57: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

56

La pérdida de peso en obesos reduce los niveles séricos de TNF-α (Young y Zechner 2013).

Además, el TNF-α se ha asociado con patologías como la HTA y las dislipemias (Cottam y col.,

2004). Al aumentar el TNF-α, se estimula la producción de IL-6, que estimula a su vez la

producción de proteínas de fase aguda en el hígado, entre las que se encuentran el fibrinógeno

(Trayhurn y Wood, 2004). También estimula la expresión de ICAM-1, la MCP-1, y VCAM-1 en

las células endoteliales, aumentando la disfunción vascular (Maury y Brichard, 2010). Esta

citoquina también inhibe la conversión de los preadipocitos a adipocitos maduros (Makki y col.,

2013).

Las concentraciones circulantes de IL-6 están altamente relacionadas con el porcentaje

de grasa corporal (Figura 6) (Trayhurn y Wood 2004; Pérez 2007) y sus altos niveles pueden

además predecir el desarrollo de DM2 (Pradhan y col., 2001), así como un mayor riesgo a

desarrollar arteriosclerosis (Marcos-Gómez y col., 2008). La IL-6 reduce la capacidad de la

insulina para suprimir la producción hepática de glucosa y reduce la captación de glucosa

inducida por la insulina en el músculo esquelético (Kim y col., 2004). Por otro lado, sin

embargo, animales de experimentación con déficit de IL-6 desarrollan obesidad asociada con

incremento de glucosa y lípidos. Además, se han descrito efectos centrales para la IL-6, tras su

inyección intracerebro-ventricular, previniendo la obesidad mediante un incremento del gasto

energético (Wallenius y col., 2002). Otros estudios han implicado a la IL-6 con la HTA

(Furumoto y col., 2002). Se puede tratar de un mecanismo relacionado con la angiotensina II

(expresada y producida en los adipocitos), que es una molécula de gran poder vasoconstrictor,

así como con la inducción de la síntesis de fibrinógeno (Takano y col., 2000).

El fibrinógeno (proteína de la coagulación) es un factor importante de riesgo

cardiovascular y sus niveles en sangre se han correlacionado positivamente con el IMC, la CC

y el porcentaje de grasa corporal, y al igual que otras moléculas descritas anteriormente

disminuye con la bajada de peso (Kerr y col., 2001, Thorand y col., 2006). Se ha observado

que niveles elevados de fibrinógeno en pacientes obesos originan un mayor riesgo de sufrir

complicaciones tromboembólicas y favorecen el desarrollo de aterosclerosis al infiltrar la pared

Page 58: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

57

muscular de una arteria con disfunción endotelial, estimulando la proliferación de células

musculares lisas y la captación de la fracción LDL unida al colesterol por los macrófagos

(Koenig 2003).

Otro biomarcador relevante en obesidad es el PAI-1. El aumento de sus niveles tiene

correlación con la insulinemia, la hipertrigliceridemia y el IMC, e igualmente se relaciona con

enfermedades asociadas a la obesidad como DM2, HTA, estados pro-inflamatorios y trastornos

cardiovasculares (Dandona y col., 2004, Alessi y Juhan-Vague 2006; Darvall y col., 2007; Zulet

y col., 2007; Dimitrijevic-Sreckovic y col., 2007). Corroborando la relación con el IMC, González

Hita en el año 2000 describió la disminución de las concentraciones sanguíneas de PAI-1 en

sangre asociada a la reducción de peso por pérdida de masa grasa (González Hita y col.,

2002). Igualmente se ha observado que la sobreexpresión del ARNm del PAI-1 en el TAB

disminuye la hipertrofia en ratones sometidos a una dieta alta en grasa. Esta observación

sugiere que, en la obesidad, el aumento en la secreción del PAI-1 por el TAB ejerce un efecto

protector contra el crecimiento excesivo del mismo (Sánchez y col., 2005). Entre los factores

que estimulan la producción del PAI-1 por los adipocitos se incluyen el TNF-α y la leptina

(Wellen y Hotamisligil 2005).

El incremento del IMC se asocia con una activación endotelial sistémica temprana en

individuos con obesidad, relacionada con concentraciones elevadas en plasma de las

moléculas de adhesión celular, entre ellas la E-selectina, la VCAM-1 o la ICAM-1, y todas ellas

y de manera individual se correlacionan con el estado inflamatorio en obesidad y con

enfermedades asociadas a la obesidad (Figura 6) (Kvasnicka y col., 2001; Ito y col., 2002;

Desideri y col., 2005; Carrizo y col., 2008).

La E-selectina es una glicoproteína que se expresa exclusivamente en las células

endoteliales activadas, en respuesta a citoquinas inflamatorias, permitiendo la adhesión y

migración de macrófagos y leucocitos al endotelio activado (Roldan y col., 2003).

Page 59: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

58

En niveles elevados muestra una perturbación endotelial y podría constituirse en un marcador

temprano del estado inflamatorio vascular subclínico (Hartge y col., 2007; Velarde y col., 2010).

La E-selectina se encuentra elevada en adultos con obesidad, dislipemias, HTA y DM2

disminuyendo tras el descenso de peso corporal (Figura 6) (Elhadd y col., 2004; Desideri y col.,

2005; Carrizo y col., 2008; Trøseid y col., 2005).

La VCAM-1 está incrementada en procesos infecciosos, inflamatorios, autoinmunes y

estados hipertensivos no compensados; también se ha observado un aumento en niños obesos

y además, se correlaciona positivamente con la IL-6 y TG y negativamente con el cHDL en

adultos obesos (Figura 6) (Desideri y col., 2005).

ICAM-1 es la molécula de adhesión a células vasculares con un papel crítico en

muchos procesos inflamatorios (Wang y col., 2005; Galkina y Ley, 2007). Su elevación en

sujetos obesos (Figura 6) podría ser debida a un aumento en la expresión de esta proteína por

los adipocitos (Weyer y col., 2002). Otros autores relacionan sus niveles elevados en la

obesidad con el TNF-α y la RI, la DM2 y trastornos cardiovasculares (Straczkowski y col., 2002;

Weyer y col., 2002). La ICAM-1 se ha correlacionado positivamente con la obesidad central y la

trigliceridemia e inversamente con los niveles del cHDL (Calabresi y col., 2002; Ito y col., 2002).

Page 60: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

59

Figura 6. Contribución de los distintos tipos celulares a la inflamación del tejido

adiposo.Fuente: Gómez-Hernández y col., 2013

3.4. Obesidad y estrés oxidativo (EO)

Las células expuestas a diversas fuentes oxidantes sufren un desequilibrio entre la generación

de especies pro-oxidantes y su eliminación por parte de los mecanismos de defensa

antioxidantes, provocando el proceso de EO. Este desequilibrio provoca una alteración del

estado redox celular (balance entre el estado oxidado y el reducido), así como una excesiva

producción de moléculas conocidas como radicales libres (RL), responsables del deterioro

progresivo de los distintos órganos y sistemas, y que pueden ser definidos como moléculas o

átomos que contienen uno o más electrones desapareados en su última capa u orbital

electrónico (Vincent y col., 2007; De Tursi Ríspoli y col., 2013; Rowínski y col., 2013).

Page 61: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

60

La existencia de estos electrones desapareados les hace ser inestables y les confiere una alta

reactividad, reaccionando con biomoléculas como los lípidos y proteínas, ya que tienden

rápidamente a ganar o ceder un electrón para conseguir así una conformación estable, lo que

explicaría el que actúen como agentes oxidantes al causar la oxidación de dichas moléculas

(Rowínski y col., 2013).

Existen evidencias sobre el papel del EO en la aparición y evolución de enfermedades

relacionadas con el mismo (Figura 7) (De la Fuente y Miquel 2009). Es poco lo que se conoce

acerca de la relación de la obesidad con el EO, pero se ha demostrado que provoca una

disminución de la capacidad antioxidante total debido a la presencia de EO por efecto de la

oxidación de lípidos de membrana celular, siendo este proceso un factor de riesgo que

incrementa considerablemente la aparición de ciertas patologías metabólicas (Vincent y Taylor

2006; Yang 2006; Blair 2008; Csiszar y col., 2008). La obesidad crea condiciones que pueden

generar una perturbación en el estado redox del organismo (Thannickal yFanburg, 2000;

Martin-Gallan y col., 2004; Furukawa y col., 2004).

La relación que existe entre la obesidad y el EO puede deberse a la hiperglucemia, la

hipoxia, la inflamación crónica asociada a la obesidad y a una menor defensa antioxidante

(Furukawa y col., 2004; Bondia-Pons y col., 2012). La hiperglucemia estimula la generación de

especies reactivas de oxígeno en los adipocitos, con lo cual se incrementa la producción de

citoquinas pro-inflamatorias (Lin y col., 2005). Otro posible mecanismo puede ser la hipoxia, ya

que el excesivo crecimiento del tejido adiposo durante el desarrollo de la obesidad produciría

un proceso inflamatorio crónico (Vincent y col., 2007; Wood y col., 2009). El EO y la inflamación

se encuentran estrechamente relacionados, puesto que el exceso de RL puede inducir la

respuesta inflamatoria, y más aún, los RL en sí mismos son efectores de la inflamación (Vida y

col., 2014). El EO es responsable de la degeneración celular, debido a que los RL pueden

reaccionar químicamente con proteínas y lípidos produciendo un daño celular irreversible que

puede llevar al daño del tejido y eventualmente a la muerte celular (Donaldson y col., 1996;

Turrens 2003). Por otra parte, el EO produce un aumento de la expresión de citoquinas pro-

inflamatorias y disminución de la expresión de citoquinas anti-inflamatorias en los tejidos

(Suzuki y col., 2003; Katsuki y col., 2006).

Page 62: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

61

Otro factor que provoca la aparición de EO son las sustancias antioxidantes. Las defensas

antioxidantes de naturalezas no enzimáticas endógenas están constituidas principalmente por

compuestos con grupos tioles, entre los que se encuentran el glutatión reducido (GSH), que al

mantener el equilibrio con su forma oxidada (GSSG) mantiene el balance redox celular

mediante la relación GSSG/GSH. En las células sanas, aproximadamente un 90% del glutatión

total está en la forma reducida y un 10% existe en la forma oxidada, y un aumento de la

proporción entre GSSG y GSH se considera un buen indicativo del grado de EO (Stadtman

2004; Pastore y col., 2003). Por otra parte, los antioxidantes obtenidos a través de la dieta

pueden prevenir o frenar la generación excesiva de RI, evitando que se produzca EO y la

aparición de enfermedades producidas por su efecto (Uttara 2009).

Figura 7. Daños oxidativos involucrados en enfermedades crónicas. Fuente: Barbosa y col.,

2008

La superación de los sistemas pro-oxidantes por los antioxidantes favorece la instauración del

estrés oxidativo, caracterizado por la producción exacerbada de radicales libres (RL) y

especies reactivas (no radicales) de oxígeno (ERO) o de óxido de nitrógeno (ERON) (Salas-

Salvado y col., 2008).

Page 63: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

62

4.ÁCIDOS GRASOS

4.1. Clasificación de los ácidos grasos y generalidades

En el organismo, la mayoría de las grasas están compuestas por monoglicéridos, diglicéridos y

TG. A su vez, estos están constituidos por una molécula de glicerol a la que se unen 1, 2 o 3

ácidos grasos (AG), que a su vez están formados por una cadena hidrocarbonada,

generalmente lineal, de longitud variable, con un grupo carboxilo (−COOH) en un extremo y un

grupo metilo (−CH3) en el extremo opuesto, que son los que les confieren las propiedades

físico-químicas a las grasas (Nasiff-Hadad y Meriño-Ibarra 2003).

El organismo humano sintetiza numerosos AG denominados no esenciales, mientras

que otros, llamados esenciales, deben incorporarse a través de la dieta, ya que el ser humano

no los sintetiza; estos incluyen los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) como el α-linolénico

(18:3 n-3, ALA), el cual es la base de la cascada metabólica de la serie n-3 (Kris-Etherton y

col., 2003; Harris 2005; Yngve 2009) y ácido linoleico (18:2 n-6 AL) de la familian-6 (Fernández

2010).

La esencialidad de los ácidos grasos fue descubierta por George y Mildred Burr en 1929,

quienes observaron que la alimentación de ratas con una dieta carente totalmente de grasas

producía enfermedades de piel incluso la muerte (Burr y Burr, 1949).

Los AG se clasifican en función del número de dobles enlaces en: AGS, que no

contienen ningún doble enlace; ácidos grasos monoinsaturados (AGMI), que contienen un

doble enlace, y AGPI, que contienen dos o más dobles enlaces (Rodríguez-Cruz y col., 2005).

Los dobles enlaces en la estructura de un ácido graso cambian sus propiedades químicas y

físicas. Así, por ejemplo, mientras que un AGS puede ser un sólido a temperatura ambiente, los

AGMI o AGPI de igual número de carbonos será generalmenten un líquido (Valenzuela y col.,

1999a).

-Ácidos grasos saturados

Los AGS sólo tienen enlaces simples entre los átomos de carbono, y dada su estructura son

sustancias extremadamente estables desde el punto de vista químico (Torrejón y Uauy, 2011).

Page 64: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

63

Según la longitud de su cadena se clasifican en cuatro subgrupos: cadena corta (3-7 C),

cadena media (8-13 C), cadena larga (14-20 C) o muy larga (> 21 C) (Torrejón y Uauy, 2011).

Algunos AGS son comunes en la dieta, como el butírico (C4:0, presente en la mantequilla), el

láurico (C12:0, presente en la leche materna, el aceite de coco y el aceite de palma), el

mirístico (C14:0, que se encuentra en la leche de vaca y los productos lácteos), el palmítico

(C16:0, presente en el aceite de palma y en la carne) y el esteárico (C18:0, abundante en la

carne y en la grasa de cacao). Aparte de las fuentes de alimentación, se sabe que el cuerpo es

capaz de sintetizar AGS (Carrillo y col., 2011; Torrejón y Uauy, 2011).

Los AGI se caracterizan por una cadena hidrocarbonada con al menos un doble enlace,

y se clasifican en tres subgrupos según la longitud de su cadena: AGI de cadena corta (19 o

menos C), cadena larga (20-24 C) y cadena muy larga (25 o más C) (López y Macaya, 2006).

-Ácidos grasos monoinsaturados

Por definición, los AGMI contienen un solo doble enlace, cuya ubicación varía, pero está con

frecuencia situado en el carbono 9 de la cadena hidrocarbonada. Su longitud puede variar de

10 a 32 átomos de carbono, pero la gran mayoría existe como un ácido graso de 18 carbonos,

el ácido oleico, que contiene un doble enlace en el carbono 9 (C18:1, n-9) (Ros y col., 2015).

Los AGMI están presentes en muchos alimentos, incluyendo algunas frutas, frutos

secos, aceites de semillas, carnes y productos lácteos, pero el aceite de oliva contiene entre un

72-79% de ácido oleico (Mataix y col., 2006; Carrillo y col., 2011). El ser humano puede

sintetizar AGMI, y, por tanto, estos no se requieren de forma imprescindible en la dieta (Benatti

y col., 2004).

-Ácidos grasos poliinsaturados

Los AGPI son ácidos grasos que contienen en su molécula de 2 a 6 dobles enlaces,

habitualmente separados entre sí por un grupo metileno (-CH2-). Se agrupan según el carbono

en el que se sitúa el primer enlace doble. Si el primer enlace doble se encuentra en el carbono

3, nos referiremos a estos AG como AGPI n-3 o n-3 (Sprecher 1992).

Page 65: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

64

El ALA es el padre de los AGPI n-3 y tiene tres dobles enlaces en las posiciones 3, 6 y 9 de su

cadena, y puede ser a su vez desaturado y alargado para formar series de AGPIn-3

(Rodríguez-Cruz y col., 2005; Mesa y col., 2007). A partir del ALA se obtienen los ácidos de

cadena larga (≥20 C) eicosapentaenoico (EPA; 20:5, n-3) y docosahexaenoico (DHA; 22:6, n-

3), que son abundantes en pescados grasos y en aceites de pescado como por ejemplo el

atún, el jurel y el salmón (Valenzuela y col., 2011).

El EPA se asocia con la prevención de las enfermedades cardiovasculares y puede convertirse

también en otro ácido graso n-3 de cadena larga, el ácido docosapentanoico (DPA; 22:5 n-3),

que luego puede elongarse y oxidarse formándose el DHA, que es el de más relevancia

biológica en la salud mental, por su mayor predominio en el cerebro de los humanos y otros

mamíferos (López y Macaya, 2006; Mesa y col., 2007; Valenzuela y col., 2014).

4.2. Papel de los ácidos grasos en la obesidad y enfermedades asociadas

4.2.1. Efecto de los ácidos grasos saturados

Estudios realizados en roedores muestran que ingestas elevadas de dietas ricas en grasas

saturadas tanto de origen animal como vegetal conducen a sobrepeso y obesidad, y otros

estudios muestran que también incrementan el riesgo de ECV (Priego y col., 2008; Mozaffarian

y col., 2009; Socarrás y Bolet, 2010). Existen diferencias en los efectos de los distintos tipos de

AGS de cadena larga sobre el perfil lipídico, pero no está claro si los efectos particulares de los

distintos tipos de AGS sobre el perfil lipídico se traducen en diferencias en el riesgo de ECV

(Mensink y col., 2003; FAO 2010; Hunter y col., 2010).

La ingesta de dietas ricas en AGS de cadena larga eleva la lipemia posprandial,

mientras que dietas ricas en AGS de cadena corta y media no producen cambios sustanciales

en ella (Sanders 2003). Los ácidos láurico, mirístico y palmítico se han asociado con un

aumento de los valores de colesterol total y de cLDL, mientras que el ácido esteárico no causa

ningún efecto en los niveles de colesterol (Kris-Etherton y Yu, 1997). Los AGS disminuyen la

expresión génica de la proteína del receptor de cLDL a nivel hepático, lo que lleva al aumento

de las cLDL circulantes y de los TG (Matthan y col., 2004; Korani y col., 2012).

Page 66: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

65

Otros estudios realizados en animales han observado que dietas ricas en AGS empeoraron la

sensibilidad a la insulina (Storlien y col., 1991), y estudios epidemiológicos observacionales

mostraron una posible relación entre mortalidad por enfermedad coronaria y el consumo de

AGS en la alimentación (Kromhout 1989). También un estudio en babuinos ha comprobado que

una dieta rica en AGS puede incrementar la expresión de VCAM-1 y E-selectina de sus

membranas (Shi y col., 2005).

Dietas con elevado consumo de grasas saturadas e hidratos de carbono refinados pueden

producir disfunción endotelial, además de reducir la vasodilatación dependiente del endotelio, e

incrementar los valores de marcadores inflamatorios (PCR, IL-6, IL-8, TNF-α), y aumentan así

el EO (Esposito y Giugliano2006).

Finalmente, los ácidos mirístico y palmítico parecen incrementar el riesgo de cáncer de próstata

y su evolución, pero los datos no son suficientes para determinar la existencia de una relación

(Kurahashi y col., 2008; Strom y col., 2008).

4.2.2. Efecto de los ácidos grasos monoinsaturados

En estudios experimentales se han demostrado muchos posibles efectos positivos de la ingesta

de AGMI, especialmente en el sistema cardiovascular y el sistema inmune (Mente y col., 2009;

Kastorini y col., 2011; Martínez-González y Bes-Rastrollo 2006). La dieta mediterránea,

caracterizada por el uso de aceite de oliva como grasa culinaria principal, elevado consumo de

frutas, verduras, legumbres, cereales no refinados, bajo consumo de carnes y lácteos, ingesta

moderada de vino y pescado se ha relacionado con tasas más bajas de obesidad

(Trichopoulou y col., 2003; Schröder y col., 2004).

Hay datos de que el consumo de dietas ricas en AGMI no engordan en el contexto de

dietas controladas (Ros 2003), en programas de reducción de peso (Shai y col., 2008), e

incluso con dietas ad libitum (Sabaté 2003) en comparación con otro tipo de dietas. Vogler y

colaboradores evaluaron las acciones de los AGMI en el peso corporal de ratas, y se

encontraron que el ácido oleico podría conducir a una reducción en la masa de tejido adiposo.

Page 67: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

66

En el mismo estudio, los autores demostraron que el ácido 2-hidroxioléico, un derivado sintético

del ácido oleico, promovió una disminución drástica del peso corporal de las ratas tratadas

(Vögler y col., 2008).

En el pasado, los AGMI se consideraban neutros en cuanto a su efecto sobre las

lipoproteínas plasmáticas, pero se ha sugerido en distintos estudios que podrían ser

beneficiosos en la prevención de las ECV (Massaro y De Caterina, 2002). El consumo de

aceite de oliva se ha relacionado con la reducción del cLDL, de los TG, del cociente colesterol

total: cHDL, y con un aumento del cHDL (Mensink y col., 2003; Martínez-González y Bes-

Rastrollo 2006; Guillén y col., 2009).

Cuando disminuyen los AGS en la dieta y simultáneamente se incrementan los AGI, deja de

producirse el efecto inhibidor de la actividad de los receptores de cLDL que produce la grasa

saturada y, por tanto, mejora la captación de esta lipoproteína (Dietschy 1998). Los AGMI

producen un cambio muy poco pronunciado en cHDL (Gardner y Kraemer, 1995), aunque en

otros estudios se ha observado que no hay cambio en los niveles de cHDL (Delplanque y col.,

1991; Mata y col., 1992; Thomsen y col., 2003).

Los AGMI, debido a su estructura química, son mucho más estables y menos

susceptibles a la peroxidación lipídica, y probablemente también disminuyen el riesgo

trombogénico y la agregabilidad plaquetaria (Mancini y Rubba, 2000). En un estudio de casos y

controles se observó que el consumo elevado de aceite de oliva (54 g/d) se asocia a una

reducción relativa del 74% del riesgo de sufrir un primer infarto de miocardio (Fernández-Jarne

y col., 2002).

Una dieta rica en AGMI puede reducir significativamente la tensión arterial sistólica y diastólica

(Schwingshackl y col., 2011). Pacientes con una dieta suplementada con aceite de oliva

pudieron reducir su medicación antihipertensiva (Ferrara y col., 2000). En otro estudio, se

encontró una disminución en la tensión arterial sistólica y diastólica en el grupo que consumía

aceite de oliva, pero no en el grupo que consumía aceite de girasol (Ruiz-Gutiérrez y col.,

1996). Se ha observado en modelos animales que el ácido oleico tiene un efecto hipotensor

ligado a su incorporación en membranas celulares y la regulación de la señalización celular

(Terés y col., 2008).

Page 68: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

67

La ingesta elevada de AGMI puede modificar los fosfolípidos de membrana (Corrocher y col.,

1992), lo que a su vez conduce a una menor presión arterial (Ruiz-Gutierrez y col., 1996).

El aceite de oliva puede favorecer el control de la glucemia en la diabetes. El estudio

PREDIMED ha demostrado que el consumo de aceite de oliva virgen reduce un 40% el riesgo

de desarrollar DM2 (Salas-Salvadó y col., 2014).

Por otra parte, una dieta rica en AGMI provoca cambios beneficiosos en la glucemia en ayunas

y en la tolerancia a la glucosa (Louheranta y col., 2002). En pacientes con DM2 una dieta

predominante en AGMI llevó a una reducción de la resistencia insulínica y una restauración de

la vasodilatación endotelio-dependiente (Ryan y col., 2000). Los sujetos con DM2 pueden tener

un buen control sobre sus parámetros lipídicos cuando presentan una elevada ingesta de AGMI

(Korani y col., 2012).

En cambio, en estudios prospectivos la ingesta de AGMI ha tenido un efecto neutro sobre el

riesgo de DM2 (Gillingham y col., 2011). No existe ningún estudio epidemiológico amplio hasta

la fecha que haya analizado la asociación entre el consumo específico de aceite de oliva como

elemento independiente y el riesgo de DM2 (Marí-Sanchis y col., 2011).

Recientemente se ha constatado una reducción en la actividad inflamatoria de determinadas

enfermedades tras la administración de aceite de oliva (Bueno 2011; Lucas y col., 2011). La

producción de IL-6 por fibroblastos humanos en cultivo es menor en presencia de ácido oleico,

sugiriendo que tiene un papel relevante en la prevención de las enfermedades inflamatorias

(Darlington y Stone 2001). La administración en humanos de una dieta que contiene aceite de

oliva no afecta a la proliferación de leucocitos estimulada por mitógenos, mientras que en

animales sí se ha evidenciado una inhibición de este parámetro (Puertollano y col., 2010).

Los resultados experimentales llevados a cabo en células NK procedentes de humanos que

han ingerido una dieta que contiene aceite de oliva han demostrado una reducción de la

actividad NK después de dos meses de ingesta con esta dieta (Yaqoob 2002).

La relación del consumo de aceite de oliva y el cáncer es poco conocida; no obstante,

se ha encontrado en estudios realizados en países mediterráneos que el consumo de aceite de

oliva está relacionado con una reducción significativa de entre el 14 y el 34% en el riesgo de

cáncer de mama (Granados y col., 2006).

Page 69: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

68

El acido 2-hidroxioléico es una molécula análoga al ácido oleico, cuya síntesis ha sido descrita

con anterioridad (Adam y col., 1998). Ha sido utilizada en la industria cosmética como

emulsionante para preparaciones de productos cosméticos (Escribá 2003). Esta molécula fue

diseñada por el grupo de Investigación de Biomedicina Molecular y Celular de la UIB dirigido

por el doctor Pablo Escribá (Escribá 2003).

El acido 2-hidroxioléico ha demostrado ser un buen agente antitumoral ehipotensor, además de

tener potencial en los tratamientos de reducción del peso corporal; estos efectos se deben

principalmente a su acción como agente regulador de señales asociadas a proteínas G (Alonso

y col., 2006; Alemany y col., 2007); por tanto, podráser utilizado en un futuropara fabricar

medicamentos destinados al tratamiento del cáncer, enfermedades cardiovasculares y la

obesidad.

4.2.3. Efecto de los ácidos grasos poliinsaturados

La atención sobre los AGPI n-3 se ha incrementado por sus efectos positivos sobre la

respuesta inmunológica, el cáncer, las ECV y en el equilibrio del peso corporal (Rodrigo y col.,

2008; González-Acevedo y col., 2013).Este efecto positivo de los AGPI n-3 se ha demostrado

en diferentes modelos (celulares y animales), así como también en estudios epidemiológicos y

clínicos (Browning y col., 2007; Newens y col., 2011).

Los AGPI n-3 pueden frenar el aumento de peso y reducir la grasa corporal en

roedores, especialmente la grasa visceral (Buckley y Howe 2010). El efecto anti-obesidad de

los AGPI involucra también la regulación de la leptina y la adiponectina (Ohashi y col., 2004;

Ahn y col., 2006). También la suplementación con AGPI n-3 aumenta la pérdida de peso en

mujeres obesas (Kunesova y col., 2006). En hombres jóvenes con sobrepeso, se ha

demostrado que los AGPI n-3 producen una mayor pérdida de peso que en el grupo control

después de 4 semanas, pero no se han visto efectos sobre la distribución de la grasa y las

medidas antropométricas (Thorsdottir y col., 2007). Por el contrario, en otro estudio no se

observó ningún cambio significativo en la composición corporal en pacientes con dieta

suplementada con AGPI n-3 (Titos y Clària, 2013).

Page 70: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

69

Los resultados de los estudios epidemiológicos y de intervención indican que el consumo de

AGPI n-3 puede afectar positivamente a la salud cardiovascular (Mozaffarian y col., 2013; Li y

col., 2013). En un metaanálisis se concluyó que el consumo de 20 g/d de pescado reducía el

riesgo de muerte por cardiopatía isquémica en un 7% (Sekikawa y col., 2008). También el

consumo dos veces por semana de pescado graso disminuyóla mortalidad total un 29% en dos

años, con una reducción del 33% de muerte por ECV (Chiuve y col., 2012). Los datos

obtenidos en la población japonesa, que tiene una dieta rica en pescado, demuestran una

menor incidencia de infarto de miocardio, otras enfermedades isquémicas cardiacas y

ateroesclerosis (Kinjo y col., 1999). Se ha descrito que los AGPI n-3 reducen las

concentraciones de moléculas quimioatrayentes/quimioatractores y factores de crecimiento, y

la producción de moléculas de adhesión, lo que puede favorecer una reducción en la migración

de leucocitos y células de músculo liso vascular en la capa íntima de la pared vascular y

retrasar el proceso ateroesclerótico (Wallace y col., 1995; Miles y col., 2001).

Los efectos positivos de los AGPI n-3 en relación a las ECV al principio se centraron en el

contenido de EPA, aunque después se asociaron estos efectos también al DHA (Haag 2003;

Singhal y col., 2013).

De hecho, se ha observado que el DHA disminuye significativamente la expresión de ICAM-1,

VCAM-1 y E-selectina en humanos (De Caterina y Libby, 1996; Valenzuela y col., 2011;

Kromhout y col., 2012). También se ha demostrado que la suplementación con 4 g/d de AGPI

n-3 reduce los valores de fibrinógeno (Knapp 1997). En cuanto al mecanismo de acción,

intervendrían los lípidos reguladores que se forman a partir de los AGPI, como los

tromboxanos, que pueden afectar a la formación de trombos (Linder 1991).

La reducción de los TG generada por el consumo de AGPI n-3 es uno de los efectos

evidentes tanto en humanos como en animales (Manerba y col., 2010; Dessì y col., 2013). Se

ha observado que el consumo de cantidades considerables de pescado puede disminuir los

niveles de TG en sujetos sanos y en hiperlipidémicos (Visioli y col., 2000). Más recientemente,

se ha encontrado que una ingesta de 3-4 g/d de EPA+DHA es capaz de reducir las cifras de

TG entre un 25 y un 35% (Ros y col., 2015).

Page 71: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

70

Con respecto al efecto de los AGPI n-3 sobre el colesterol total, un estudio realizado en

humanos demostró que la suplementación con 4g/d de EPA+DHA permite reducir los niveles

plasmáticos de cVLDL e incrementar los niveles de cHDL (Woodman y col., 2002). Los efectos

de los AGPI n-3 en pacientes hipertensos han sido estudiados en varios ensayos clínicos y su

consumo tiene un discreto efecto antihipertensivo (Kriketos y col., 2001; Holmy col., 2001;

Geleijnse y col., 2002). Se ha demostrado que una ingesta de 3-4g/d de EPA+DHA reduce

tanto la tensión sistólica como la diastólica (Kriketos y col., 2001; Holm y col., 2001).

La reducción de los TG, el aumento del cHDL y la reducción de la inflamación vascular

favorecela disminución en la tensión arterial (Leaf y col., 2005). Existen evidencias de que los

AGPI n-3 pueden estimular la producción endotelial de ON que reduce la tensión arterial y la

activación endotelial (Carrero y col., 2005; Adkins y Kelley, 2010).

El efecto que los AGPI n-3 producen sobre la glucemia (Nasiff-Hadad y Meriño-Ibarra

2003) se ha evaluado en diabéticos en múltiples investigaciones. Tanto la cantidad como el tipo

de grasa consumido pueden modificar el metabolismo de la glucosa y la insulina (Louheranta y

col., 2002). Se ha señalado que la ingesta de AGPI disminuye el riesgo de padecer DM2 a

través de diferentes mecanismos, incluida la protección de las células beta pancreáticas del

daño causado por el aumento de RL producidos durante la diabetes (Salmerón y col., 2001;

Suresh y Das 2003). Los estudios epidemiológicos realizados en esquimales han mostrado una

menor prevalencia de DM2 en este grupo poblacional debido a su alto consumo habitual de

AGPI n-3, que es alrededor de 14 g/d (Feskens y Kromhout 1993). No obstante, en otros

estudios no se han encontrado efectos del consumo de los AGPI sobre la DM2 (Woodman y

col., 2002); sin embargo, aún existe controversia con respecto a los efectos beneficiosos de los

AGPI en la DM2 (Rodríguez-Cruz y col., 2005).

Los resultados del efecto de los AGPI n-3 sobre el sistema inmune han sido

contradictorios (Yaqoob 2003). El efecto puede variar dependiendo de las dosis utilizadas y de

la duración de la suplementación (Mesa y col., 2007). La causa del efecto antiinflamatorio de

los AGPI n-3 es, probablemente, la propia estructura de estas moléculas. Diferentes

investigaciones han llegado a la conclusión de que un doble enlace es el mínimo necesario,

pero suficiente, para que los AGPI n-3 inhiban la actividad inflamatoria del endotelio (De

Page 72: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

71

Caterina y col., 1998). También se ha demostrado que la actividad anti-inflamatoria de los AGPI

n-3 está relacionada con la presencia o ausencia de dobles enlaces en su molécula másque

con el tipo de insaturación (De Caterina y col., 1998). No obstante, todavía quedan muchas

preguntas sobre los mecanismos involucrados en el efecto antiinflamatorio de los AGPI n-3

(Lopez y Macaya 2006). Algunos estudios muestran que la proliferación de los linfocitos se ve

reducida en respuesta a niveles relativamente altos de AGPI n-3 (Calder y col., 2002).

La suplementación con 4,9 g/d de DHA durante 4 semanas previene la activación de algunos

parámetros de linfocitos T en humanos sanos, efecto que no se observó cuando los individuos

fueron suplementados con EPA (Kew y col., 2004). La proliferación de linfocitos B y T, aislados

del bazo, estimulada por los mitógenos ConA y LPS es notablemente menor en animales de

laboratorio alimentados con aceite de pescado comparado con dietas basadas en manteca de

cerdo, aceite de maíz, coco, azafrán o linaza (Alexander y Smythe, 1988).

Además, se ha demostrado que los AGPI n-3 afectan considerablemente a la actividad de las

células NK; así, una inyección intravenosa de EPA en sujetos sanos anula la respuesta de las

mismas durante 24 horas (Jeffery y col., 1996).

Se ha demostrado en diversos estudios ciertos efectos beneficiosos del aceite de

pescado en la enfermedad inflamatoria intestinal y la artritis reumatoide, así como una menor

incidencia de enfermedades inflamatorias intestinales en poblaciones japonesas y esquimales,

debido a la ingesta de los AGPI n-3 procedentes del pescado (Mesa y col., 2007). Los efectos

beneficiosos de los AGPI n-3 también se han demostrado en modelos animales con

enfermedad inflamatoria intestinal (Calder 2009a). Estos aceites de pescado incorporan el n-3

en la mucosa intestinal de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (Calder 2009b).

La artritis reumatoide se caracteriza por una marcada inflamación y destrucción progresiva de

las articulaciones, donde las citoquinas liberadas por linfocitos T activos tienen un papel

importante en los procesos inflamatorios asociados a esta enfermedad (Uchiyama y col., 2010;

Parameswaran and Patial, 2010). Varios estudios realizados en humanos y animales han

demostrado que la suplementación con AGPI n-3 reduce significativamente los niveles séricos

de IL-1, IL-2, IL-6 e IL-8, así como del TNF-α (Scott y col., 2010; Caughey y col., 2010;

Page 73: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

72

Bahadori y col., 2010), mejorando los síntomas de estas dos patologías (enfermedad

inflamatoria intestinal y la artritis reumatoide).

También se están estudiando los efectos beneficiosos de los AGPI n-3 en el desarrollo

del cáncer, que es un área de gran interés. Se ha observado en estudios en ratones y en

cultivos celulares que las dietas que contienen EPA+DHA retrasan tanto el crecimiento como la

metástasis de los tumores en células mamarias (Peet 2004; Cavazos y col., 2011).

En un estudio en ratas con cáncer de colon, se demostró que los AGPI n-3 bloquean la

formación de tumores, mediante el aumento de la diferenciación celular y la apoptosis en las

primeras etapas de formación del tumor, aunque las evidencias en humanos no son tan claras

(Yam y col., 2001; Sala-Vila y Calder 2011; Gerber 2012). Una ingesta relativamente elevada

de AGPI n-3 podría inhibir, al menos en parte, los procesos apoptóticos en las células

tumorales, impidiendo su crecimiento (Hardman 2004). El TNF-α tiene un rol importante en el

desarrollo de caquexia en pacientes con cáncer y la suplementación dietaría con EPA+DHA

puede reducir su producción y sus efectos (Szymanski y col., 2010; Lima-Salgado y col., 2011),

pero no se conocen exactamente los mecanismos bioquímicos por los cuales los AGPI n-3

inhiben el desarrollo celular en algunos tumores (Rodríguez-Cruz y col., 2005).

También se ha observado un efecto neuroprotector de los AGPI n-3 en estudios in vitro

realizados en humanos, en animales y en modelos celulares (Lauritzen y col., 2000;

Mozaffarian y col., 2003; Högyes y col., 2003). In vitro, los AGPI n-3 han demostrado ser

capaces de prevenir la acumulación neuronal de calcio, bloqueando una señal que puede

desencadenar una cascada de eventos celulares que provoca lesión y apoptosis neuronal (Lim

y col., 2005). Durante el desarrollo fetal e infantil, los AGPI n-3 tienen un papel fundamental en

el desarrollo del cerebro, el sistema nervioso, la retina y el crecimiento (Cetin y Koletzko 2008;

Helland y col., 2008). En un estudio realizado en ratas alimentadas con una dieta pobre en

DHA, se observaron trastornos de aprendizaje y de la función cognitiva, efectos que revierten al

suplementar con este AGPI n-3 (Wu y col., 2004). Además, se ha asociado la ingesta frecuente

de pescado a una reducción del riesgo de depresión. Así, en un estudio llevado a cabo en 23

países, el consumo de pescado mostró una correlación negativa con las tasas de depresión

posparto (Bodnar y Wisner 2005).

Page 74: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

73

4.2.4. Recomendaciones

Se desconoce el nivel seguro de ingesta de AGS y en qué concentración son necesarios para

conservar una buena salud, debido a sus múltiples orígenes (Torrejón y Uauy 2011).

La mayoría de recomendaciones nacionales e internacionales fijan el 10% de la

energía total como límite superior para el consumo de AGS en la población general (FAO 2010;

Aranceta y Pérez-Rodrigo 2012; Perk y col., 2012), mientras que la American Heart Association

recomienda un consumo total de AGS <7% de la energía de la dieta (Heart Association

Nutrition 2009). En Europa, diversas organizaciones han realizado unas recomendaciones de

ingesta de AGMI que oscilan entre un 10 y un 20% de la energía total de la dieta (Ros y col.,

2015). La ingesta deseable de AGMI para la población española es de un 20 a 25 % de la

energía diaria (45-55 g/d) y la fuente principal debe ser el aceite de oliva virgen (Ros y col.,

2015). En cuanto a los AGPI n-3, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación

y la Agricultura (FAO) y la OMS recomiendan un consumo óptimo de 0,3 a 0,4g/d de EPA y

DHA (Metcalf y col., 2003).

Page 75: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

74

5. EL PROYECTO PRONAOS

PRONAOS (“Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control del peso y

prevención de la obesidad”), fue uno de los 14 grandes proyectos de investigación industrial

estratégica aprobados en 2008, en la cuarta convocatoria del Programa CENIT (Consorcios

Estratégicos Nacionales en Investigación Técnica). El proyecto PRONAOS está dirigido a la

investigación de los factores genéticos, moleculares y nutricionales que regulan los sistemas de

control de peso corporal, para desarrollar una nueva generación de alimentos dirigidos al

control de peso y a la prevención de la obesidad.

Los objetivos generales del proyecto PRONAOS eran los siguientes:

1. La identificación de nuevos marcadores genéticos y moleculares implicados en los

sistemas de regulación del peso corporal en humanos.

2. El descubrimiento de nuevos ingredientes que actúen sobre los sistemas de control de

peso.

3. El desarrollo de nuevas formulaciones de alimentos y nuevos procesos tecnológicos.

4. La implantación de nuevas estrategias para la prevención de la obesidad a través de la

alimentación.

Page 76: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

OBJETIVOS

Page 77: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

76

II. OBJETIVOS

Objetivos generales del presente trabajo

El objetivo global de esta tesis doctoral fue valorar los efectos de la administración de una dieta

obesogénicaen ratones hembra ICR-CD1®, y si la administración de dos suplementos de

ácidos grasos, uno con ácido 2-hidroxioléico y otro con n-3 AGPI (EPA+DHA), era capaz de

contrarrestar dichos efectos.

Para ello, se plantearonlos siguientesobjetivos específicos:

1. Estudiarel efecto de la dieta obesogénica sobre la evolución del peso corporal desde la

adolescencia hasta la edad adulta, y sobre la acumulación de grasa corporal en los ratones.

2. Analizar el impacto de la dieta obesogénica sobre diversos marcadores de salud metabólica

y cardiovascular.

3. Evaluar el impacto de la dieta obesogénicaen el estado funcional del bazo, mediante el

análisis de marcadores de estrés oxidativo y de una serie de funciones inmunitarias.

4. Estudiar el efecto de la suplementación con ácido 2-hidroxioléico en ratones ICR-CD1®

alimentados con la dieta obesogénica, sobre los parámetros fisiológicos, bioquímicos e

inmunológicos de interés.

5. Estudiar el efecto de la suplementación con los AGPI n-3 en ratones ICR-CD1® alimentados

con la dieta obesogénica, sobre los parámetros fisiológicos, bioquímicos e inmunológicos de

interés.

4. Este diseño experimental permite evaluar el posible efecto protector que los AGPI n-3

marinos y el ácido 2-hidroxioléico pueden ejercer sobre las funciones inmunitarias (quimiotaxis,

actividad “Natural Killer”, capacidad proliferativa de linfocitos) y parámetros de estrés oxidativo

(glutatión antioxidante, glutatión oxidado, niveles de malondialdehído y la actividad de XO) y

determinar si estos dos tipos de ácidos grasos pueden ejercer un efecto beneficioso sobre la

obesidad.

Page 78: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

MATERIAL Y MÉTODOS

Page 79: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

78

III. MATERIAL Y MÉTODOS

1. ANIMALES Y DISEÑO EXPERIMENTAL

1.1. Animales de experimentación utilizados

Treinta y dos ratones hembras de la cepa ICR-CD1® de 8 semanas de edad fueron

proporcionados por Harlan Interfauna Ibérica, y mantenidos en el animalario del departamento

de Fisiología Animal de la Universidad Complutense durante la totalidad del experimento. ICR-

CD1® es una cepa de ratón no consanguínea y ampliamente utilizada, caracterizada por

animales robustos y de temperamento dócil.

Los ratones fueron marcados para su seguimiento individualizado mediante muescas

en las orejas, y se mantuvieron en un máximo de 8 animales por jaula, bajo fotoperiodos de

12/12 horas (luz/oscuridad), humedad relativa entre el 50-60%, temperatura media de 22ºC ±1

y ventilación adecuada. Los animales pasaron un período de adaptación a las condiciones del

animalario de cinco semanas previo al experimento.

1.2. Diseño experimental y dietas

El modelo animal utilizado es un modelo de obesidad inducida por una dieta progresivamente

rica en lípidos, empezando con una dieta de transición (DT) (Tabla 2) con un 22% de la energía

procedente de grasa, durante cuatro semanas que fue parte del periodo de adaptación,

seguida de una dieta con un 60% de grasa del total de las calorías, la dieta obesogénica (DO),

durante las restantes 14 semanas de experimentación (Tabla 2).

Ocho animales constituyeron el grupo control, siendo alimentados con una dieta de

mantenimiento estándar (Dieta 2014, Harlan Ibérica) durante todo el experimento (Tabla 2). Los

24 ratones restantes recibieron la dieta obesogénica (DO). Tras 8 semanas, un tercio de los

animales pasó a recibir la dieta al 60% de grasa suplementada con ácido 2-hidroxioléico

(1500mg/kg de dieta/d) durante seis semanas más (grupo DO-HO, n=8); otro tercio recibió la

dieta al 60% de grasa suplementada con una mezcla de AGPIn-3 (EPA + DHA; 3000mg/kg de

dieta/d) (grupo DO-N3, n=8); el tercio restante continuó con la dieta obesogénica hasta el final

de las 14 semanas experimentales (grupo DO, n=8).

Page 80: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

79

La ingesta dietética se registró dos veces por semana, controlando el peso del alimento

proporcionado y lo que quedaba sin comer, y teniendo en cuenta derrames de la dieta.

Se realizó el registro de la evolución del peso de los animales dos veces por semana, durante

todo el estudio, con una balanza BOECO (Hamburgo, Alemania, máx. 610 g; d=0,01g).

Al finalizar el periodo experimental, todos los animales fueron sacrificados por decapitación con

tijeras y pinzas, sin anestesia y a primera hora de la mañana (8,00 h), en la fase oscura de su

ciclo vital, de acuerdo con las directrices del Real Decreto 1201/2005, Convenio Europeo para

la Protección de Animales Vertebrados y Otros Propósitos Científicos, denominado Convenio

123 (BOE nº 256 de 25/10/1990). Después del sacrificio se procedió a la extracción de sangre y

órganos, que se realizó tras la apertura total del abdomen. Se extrajeron bazo, hígado,

corazón, tejido adiposo visceral y cerebro, se pesaron y se depositaron en tubos estériles con

medio PBS (solución salina tamponada de fosfatos).

Page 81: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

80

Tabla 2.Contenido de macronutrientes y micronutrientes de energía de las dietas

experimentales utilizadas.

Composición de las dietas CONTROL DT DO

Macronutrientes (% peso) Hidratos de carbono 48 44,9 27,3

Proteína 14,3 19 23,5

Grasa 4 9 34,3

Fibra* 18 12,1 6,6

Densidad de energía (kJ/g) 12,1 13,8 21,4

Energía de los hidratos de carbono (%) 67 55 21,4

Energía de la proteína (%) 20 23 18,3

Energía de la grasa (%) 13 22 60,3

Minerales (por kg de dieta) Calcio (g) 7 9 7,9

Fósforo (g) 6 7 4,8

Potasio (g) 6 4 4,9

Cloruro (g) 3 4 2,2

Sodio (g) 1 1 1,4

Magnesio (g) 2 2 0,706

Hierro (mg) 175 200 50

Zinc (mg) 70 60 48,8

Manganeso (mg) 100 80 14,5

Cobre (mg) 15 15 8,2

Yodo (mg) 6 6 0,28

Selenio (mg) 0,23 0,23 0,21

Vitaminas (por kg de dieta) A (IU) 6,00 15,00 8,40

D3 (IU) 600 1,500 2,100

E (IU) 120 110 158

K (mg) 20 50 1,6

B1 (mg) 12 17 11,2

B2 (mg) 6 15 12,6

B3(mg) 54 75 63

B6 (mg) 10 18 12,1

B5(mg) 17 33 30,8

Biotina (mg) 0,26 0,4 0,42

Folato (mg) 2 4 4,2

B12 (μg) 30 80 50

Colina (g) 1,03 1,2 1,4 Los valores mencionados se calculan de acuerdo con la información de hojas de datos del fabricante.

*Fracción de detergente neutro para las dietas control y DT, y contenido de celulosa para la DO. Dieta

control: Harlan Laboratories Teklad-Global EE.UU. 2014; TD: dieta de transición, Harlan 2019; DO: dieta

obesogénica, Harlan TD.06414.

Page 82: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

81

2. DETERMINACIONES FISIOLÓGICAS Y BIOQUÍMICAS

2.1. Análisis de grasa corporal por resonancia magnética nuclear

La resonancia magnética (RM), también conocida como resonancia magnética nuclear o RMN)

es un fenómeno físico basado en las propiedades magnéticas que poseen los núcleos

atómicos.

Los análisis de imagen de RNM se llevaron a cabo en 3 animales de cada grupo al final

de las 14 semanas de experimentación en un espectrómetro BIOSPEC BMT 47/40 de 4.7

Teslas (Bruker, Ettlingen, Alemania) (Figura 8), equipado con una sonda. Los ratones se

anestesiaron usando una mezcla de oxígeno e isoflurano y se colocaron en posición prona

dentro de una sonda de volumen de radiofrecuencia de 7 cm, que se usó como emisor y

receptor.

Se utilizó un sensor neumático para controlar la respiración del animal durante el

tiempo de análisis. Para cada animal se adquirieron dos series de imágenes. La primera serie

consistió en imágenes sin saturación de ninguna señal en las que se observa tanto la señal del

agua como la de la grasa. Esta serie se usó para calcular el volumen total del animal. En la

segunda serie se realizó una saturación de la señal del agua mediante un pulso selectivo a la

frecuencia de dicha señal, por lo que en la imagen sólo se observa la señal procedente de la

grasa. Esta serie se usó para calcular el volumen total de la grasa de cada animal. En ambos

casos se adquirieron los mismos cortes coronales y en número suficiente para cubrir el

volumen completo del animal.

Los parámetros de adquisición de ambos análisis fueron: tiempo de repetición (TR) =

700 min tiempo de eco (TE) = 10 min; campo de visión o field of view (FOV) = 5,5 x 11 cm2;

anchura del corte = 1 mm; tamaño de la matriz = 128 x 256 puntos. Las imágenes se

transfirieron a un PC para su procesado mediante el programa ImageJ (NIH, USA).

En aquellas imágenes en las que en el fondo de la imagen aparecía algún artefacto que

aumentase la intensidad de la señal, por ejemplo, debido a la respiración del animal, se eliminó

dicho artefacto igualando su intensidad a la del fondo de la imagen. En ambos casos, para

calcular el volumen total y el volumen de la grasa, se utilizó el programa ImageJ para ajustar el

umbral.

Page 83: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

82

Una vez encontrado el umbral que permite segmentar en cada caso el volumen del animal

completo o la grasa, se usó la utilidad Analyze Particles de ImageJ para medir el número de

píxeles que ocupaba cada uno de los volúmenes. En el caso del cálculo del volumen total fue

necesario activar la opción Include Hole. Esto permite incluir las zonas no segmentadas, que

no poseen señal suficiente para ello, pero que están rodeadas por zonas que sí están

segmentadas, como por ejemplo ocurre con los pulmones.

El número total de píxeles segmentados en cada corte se sumó para dar el número

total de píxeles del volumen buscado. Este número de píxeles se multiplicó por el volumen de

cada píxel (0,42 x0, 42 x1 mm3) para dar el volumen total del animal o el volumen total de la

grasa.

Figura 8. Resonancia magnética nuclear. Fuente: www.ucm.es/rmn/bruker-biospec-47-40.

Page 84: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

83

2.2. Determinación de la tensión arterial

En todos los grupos de ratones se realizaron medidas de tensión arterial con el medidor

PANLAB/HARVARD (Figura 9), método no invasivo que tiene como objetivo evaluar la tensión

arterial en ratones sin el uso de cateterismo invasivo, parecido al fundamento utilizado en

humanos.

Las mediciones se realizaron al finalizar el tratamiento con DO (al final de la octava semana de

experimentación) y tras un mes de suplementación (al final de las 14 semanas de

experimentación con DO-HO y DO-N3).

Los valores de la tensión sistólica y de la presión diastólica se midieron indirectamente en

venas periféricas gracias a la utilización del manguito y el transductor (Figura 9). En este caso

el manguito se aplicó a la cola. La principal dificultad en esta prueba es conseguir que el animal

esté lo suficientemente tranquilo y estable para la medición, por lo que es importante dedicar

tiempo a habituar el animal, con el fin de conseguir la estabilidad de señal de pulso necesaria

para la obtención de datos fiables.

Los animales tenían que tener controlada la temperatura corporal (30 a 35°C) y la

vasodilatación a través del calentador automático, para lograr unas condiciones de

estabilización de temperatura y vasodilatación en el animal.

Figura 9.A, medidor de presión no invasivo. PANLAB/HARVARD; B, calentador; C, transductor;

D, manguito.Fuente: http://novalabcientifica.com.

B A

C

D

A

B

Page 85: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

84

2.3. Determinaciones de glucosa, colesterol y triglicéridos en sangre

Las determinaciones bioquímicas de glucosa, colesterol y triglicéridos fueron realizadas:1) al

final de la octava semana de experimentación; 2) tras 2 semanas de suplementación con DO-

HO y DO-N3 (semana 10); y 3) al final de las 14 semanas de experimentación.

Se realizaron en sangre extraída de la cola de los ratones, y fueron cuantificadas con el

medidor Accutrend Roche Accu-Chek (ACCUTREND, COBAS, SAFE-T-PRO y

SOFTCLIXRoche Diagnostics GmbH D-68298 Mannheim, Alemania) (Figura 10) mediante tiras

reactivas.

Este medidor funciona mediante colorimetría. El área de aplicación de la tira reactiva está retro-

iluminada por un LED (diodo emisor de luz). Antes de que se realice la medición en sí, se

determina el comportamiento de reflexión de la tira reactiva por medio de la luz reflejada desde

el área de aplicación (blanco). El componente que se desea determinar en la muestra aplicada

en la tira reactiva experimenta una reacción enzimática y se forma un colorante; la cantidad de

colores proporciona la concentración de la sustancia que se desea determinar.

Después de alcanzar el tiempo de reacción, se mide la intensidad del color retro iluminando en

el área de aplicación con el LED. La intensidad de la luz reflejada se mide con un detector

(fotometría de reflectancia). El valor medido se determina a partir de la intensidad de señal de

la luz reflejada, teniendo en cuenta también el valor del blanco previamente medido y la lectura

de la información específica del lote (tira de codificación).

Figura 10. Medidor ACCUTREND ROCHE. Fuente: http://www.comedan.com/producto-idp-

201.html

Page 86: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

85

2.4. Valoración plasmática de niveles de hormonas, moléculas pro-inflamatorias y de

riesgo cardiovascular

Una vez sacrificados los animales a las 14 semanas, se obtuvieron muestras de sangre

periférica en tubos heparinizados. Las muestras de plasma se consiguieron mediante la

centrifugación (centrífuga 32R HETTICH ZENTRIFUGEN) de la sangre total heparinizada

durante 15 minutos a 1000 g, y a continuación fueron mantenidas a -80ºC en congeladores

(LIEBHERR) hasta el momento de su análisis (según protocolo de Díaz 2006).

Posteriormente, las muestras fueron analizadas mediante citometría de flujo utilizando

tecnología LUMINEX. En este ensayo, los anticuerpos específicos para cada molécula están

anclados a la superficie de microesferas de poliestireno. El espectro de emisión de cada una de

estas microesferas es único, lo que posibilita la identificación simultánea de todas ellas y por

tanto, de varias moléculas de interés, en la misma muestra. Las microesferas están marcadas

con dos fluoróforos, de forma que se establece un cocientede ambos distinto en cada una de

ellas; así tendremos la primera de las microesferas con un 100% del primer fluoróforo y 0% del

segundo, la 2ª microesfera con 99% del primer fluoróforo y un 1% del segundo, la 3ª con un

98% del primer fluoróforo y un 2% del segundo, y así sucesivamente hasta completar 100

microesferas perfectamente identificables dentro del mismo tubo de reacción.

Posteriormente, las microesferas son obligadas a pasar por una corriente de flujo. Cada una de

ellas es clasificada de acuerdo al cocientede su marcaje fluorescente interno. Además de esto,

el sistema Lúminex 100TM

IS v.1.7 escanea cada una de las microesferas para determinar la

presencia o ausencia de otro fluoróforo, el cual se habrá unido o no a los anticuerpos anclados

en la superficie de las microesferas, detectando así la presencia de la molécula de interés.

Se utilizaron paneles específicos Multiplex para el análisis de las siguientes variables:

adiponectina, insulina, leptina, PYY, GIP y PP, fibrinógeno, Apolipoproteina (Apo) ApoA1,

ApoE, PAI-1 total, sE-selectina, MMP-9, s-ICAM-1 y sVCAM-1. El ensayo se realizó de acuerdo

a las instrucciones y protocolos establecidos en el kit comercial de Millipore (Mouse Cytokine

MPXMCYTO-70K Millipore Corporation Billerica, Massachusetts, USA). Las muestras (25 μl) se

depositaron en placas de 96 pocillos, junto con los correspondientes blancos, estándares y

controles de calidad.

Page 87: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

86

A los pocillos que contenían las muestras se les añadió 25 μl de Buffer de ensayo (que

contiene 0,08% de azida sódica). También se adicionaron 25 μl de una matriz sérica a los

controles con el fin de alcanzar condicionas similares de concentración de proteínas en los

pocillos de blancos, estándares y controles de calidad. Se añadieron 25 μl de la mezcla de

microesferas asociadas a los anticuerpos específicos para las citoquinas de interés, y la placa

se incubó, en agitación, durante 16-19 horas a 4ºC. Posteriormente, se realizaron dos lavados,

y 25 μl del detector de anticuerpos marcado con biotina se añadió a cada pocillo, y se incubó

durante 2 horas, a temperatura ambiente y en agitación constante. Sin lavar la placa, se

añadieron 25 μl de estreptavidina-ficoeritrina a cada pocillo y se incubó durante 30 minutos en

agitación, a temperatura ambiente. Por último, se realizaron 2 lavados en la placa y se

añadieron en cada pocillo 150 μl de fluido apropiado para el sistema. Transcurridos cinco

minutos en agitación, se analizó la placa en el luminómetro (Lúminex 100TM IS v.1.7),

aplicando las especificaciones y el protocolo del proveedor. Los resultados se analizaron con

ayuda del software 2.3 de análisis de datos (Luminex 100 TM v 2.3).

Page 88: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

87

3. DETERMINACIONES INMUNOLÓGICAS

3.1. Análisis de subpoblaciones de linfocitos

3.1.1. Subpoblaciones linfocitarias en sangre

Una vez sacrificados los animales, se obtuvieron muestras de sangre periférica en un

eppendorf heparinizado para analizar subpoblaciones linfocitarias. El método empleado se

basa en la unión de distintos anticuerpos específicos con su correspondiente determinante

antigénico expresado en la superficie de los linfocitos. Estos anticuerpos llevan unida una

molécula fluorescente, cuya emisión permite su detección, diferenciando así las células que

tienen unido el anticuerpo (positivas) de las que no (negativas) (Díaz 2006).

La sangre se mantuvo a temperatura ambiente por un tiempo no superior a los 30 min.

Las subpoblaciones linfocitarias se determinaron mediante la incubación de la sangre 30 min

en oscuridad con los anticuerpos monoclonales correspondientes a cada subpoblación de

interés, usando controles para cada tipo de fluorescencia: linfocitos T maduros (CD3+),

linfocitos T colaboradores (CD4+), linfocitos T citotóxicos (CD8+), células NK (CD335+), y

linfocitos B (CD19+, CD5+). Las muestras se analizaron mediante citometría de flujo

(FACSCalibur Flow Cytometer, Becton Dickinson), obteniéndose los porcentajes de los distintos

tipos de linfocitos: FACSCalibur de BECTON DICKINSON puede medir simultáneamente

forward scatter, side scatter y 4 fluorescencias usando dos láseres (un láser de argón de 15

mw, refrigerado por aire, operando a 488 nm y un láser diodo a 635 nm). El análisis de

resultados se realizó con ayuda del software CellQuestPro (BD Biosciences).

3.1.2. Subpoblaciones linfocitarias en bazo

Los bazos fueron disgregados usando el sistema Medimachine, para obtener leucocitos

mononucleares. Los extractos de bazo se lavaron añadiendo suero salino hasta 14mL y se

centrifugó 7 min a 1000 rpm. El precipitado obtenido se resuspendió y se ajustó a un volumen

de 2 mL. A este volumen se le agregaron 5mL de una solución de cloruro amónico (NH4Cl) al

0,85%, y se dejó actuar 10 min a temperatura ambiente.

Page 89: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

88

Después se volvió a centrifugar y se le añadió suero salino hasta un volumen final de 15 mL, y

se centrifugó una vez más a 1000 rpm durante 7 min. Después se eliminó el sobrenadante, y

tras resuspender el precipitado se le añadió suero salino hasta un volumen de 5mL.

Al finalizar el procedimiento de purificación de los linfocitos de bazo se estableció su número

por mL, realizando un recuento en una cámara de Neubauer (BLAU BRAND). Se hizo una

última centrifugación como las anteriores y se ajustó el volumen a 1x106 células por mL.

Después se marcaron las células con los anticuerpos monoclonales, siguiendo protocolo

descrito en el apartado anterior. Al igual que con la sangre, las suspensiones celulares de bazo

fueron analizadas mediante citometría de flujo (FACSCalibur, BECTON DICKINSON).

3.2. Análisis de producción de citoquinas por linfocitos de sangre periférica

La determinación de la producción de citoquinas fue realizada en alícuotas de sangre de 300

μl. Para la estimulación de los linfocitos se utilizó el mitógeno LPS a 1,5 µg/mL de

concentración, y posteriormente se valoraron los niveles de citoquinas en el sobrenadante

mediante citometría de flujo (Luminex 100 TM v 2.3), con anticuerpos específicos para IL-6, IL-

1β y TNF-α (Multiplex, Millipore), tal y como se ha descrito en la sección 2.4 de este capítulo.

3.3. Determinaciones en tejido adiposo

3.3.1. Aislamiento de los adipocitos

Inmediatamente tras el sacrificio de los animales, se procedió a la extirpación del tejido graso.

El aislamiento de los adipocitos se realizó en condiciones de esterilidad bajo campana de

seguridad biológica de flujo laminar. El tejido adiposo extraído se colocó sobre una placa de

Petri en tampón HEPES-fosfato atemperado a 37ºC. El aislamiento de los adipocitos a partir del

tejido se realizó según el protocolo de Rodbell (1964) con ligeras modificaciones (Lorente-

Cebrián y col., 2006). De esta forma, una vez pesado el tejido, se troceó con tijeras durante 90

segundos. Seguidamente, se incubó este tejido parcialmente digerido con una solución de

colagenasa tipo I (Worthington Biochemical Corporation Vassar Ave., Lakewood): 1,25 mg/mL

por 0,5 g de tejido durante 30 min a 37ºC y con agitación constante.

Page 90: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

89

Transcurrido este tiempo, se neutralizó la acción de la colagenasa mediante la adición de

tampón HEPES-fosfato (24 mL) e inmediatamente se procedió a la filtración del tejido. Para

esto último, se utilizaron membranas de nylon de 400 µm de tamaño de poro previamente

esterilizadas, para retener el tejido no digerido y obtener los adipocitos aislados.

A continuación, se realizaron dos lavados con HEPES-fosfato con el fin de eliminar restos de

colagenasa, y se centrifugó la suspensión durante 6 min a 500 x g. Tras la centrifugación, se

obtenía en la parte superior la suspensión celular de adipocitos y en la fase inferior, los restos

de y otros tipos celulares como pre-adipocitos y células sanguíneas.

Esta fase inferior se eliminó utilizando cánulas metálicas revestidas de un aislamiento

de goma (para evitar la lisis de los adipocitos en contacto con el metal) y acopladas a jeringas.

Después, se realizó un último lavado utilizando medio de cultivo Eagle modificado por Dulbecco

(DMEM, Gibco®) suplementado con Suero Fetal Bovino (SFB) al 1% [SFBHeat Inactivated,

Biowhittaker (DE14-801FH)] y se procedió de nuevo a centrifugación en las mismas

condiciones. Tras retirar de nuevo el infra nadante, se volvió a añadir DMEM hasta 12-14 mL y

los adipocitos aislados se incubaron a 37ºC y 5% de CO2 durante 30-40 min en incubador

termostatizado con atmósfera de CO2 regulable (KOWELL y HERAEUS).

3.3.2. Cultivo de adipocitos

Transcurridos los 30-40 min de incubación, se retiró la fase inferior hasta obtener una relación

volumétrica 2:1 de células/medio, que se mezclaron hasta obtener una suspensión celular

homogénea. Seguidamente, los adipocitos se cultivaron en placas de 6 pocillos en una matriz

de colágeno.

Para ello, se añadieron 500 µl de la solución de colágeno preparada con anterioridad

sobre cada pocillo y sobre esta, 150 µl de la suspensión celular de adipocitos. La matriz de

colágeno con los adipocitos se extendió cuidadosamente sobre la superficie del pocillo girando

y agitando cuidadosamente hasta obtener una distribución homogénea de las células sobre la

capa de colágeno.

Page 91: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

90

A continuación, las placas se incubaron durante 40-50 min (37ºC y 5% CO2) para que se

produjera la solidificación de la capa de colágeno, en la que quedaban atrapados los

adipocitos, favoreciendo así unas condiciones de cultivo más parecidas a la situación fisiológica

de los adipocitos en el tejido adiposo, en comparación a ser estos cultivados en suspensión.

A continuación, se añadió a cada pocillo 2 mL de DMEM, y se realizó la estimulación con

mitógeno LPS (1,5 µg/mL), dejando pocillos sin estimular como control del estímulo. Después

de 48 horas de incubación en estufa a 37ºC y atmósfera húmeda al 0,5% de CO2, el

sobrenadante de las células en cultivo fue recogido y almacenado a -80ºC hasta el momento de

realizar las determinaciones. La cuantificación de adipoquinas en sobrenadante se llevó a cabo

usando citometría de flujo, tal y como se realizó para la determinación de citoquinas en sangre,

mediante el uso de Multiplex de Millipore específicos para IL-6, TNF-α, MCP1, adiponectina,

leptina, PAI-1 y resistina.

Page 92: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

91

4. VALORACIÓN DEL ESTADO REDOX CELULAR

4.1. Niveles de glutatión reducido y glutatión oxidado

El glutatión es el antioxidante más potente en el organismo, gracias a la acción reductora del

grupo tiol de su cisteína (Figura 11).

Figura 11. Estructura química del glutatión. Fuente:www.coenzima.com

La valoración de los niveles de GSSG y GSH se determinó en el bazo utilizando el método

fluorométrico de Hissin y Hilf 1976. El método se basa en la reacción de una sonda de

fluorescencia, o-ftaldialdehído (OPT), con GSH a pH 8 y con GSSG a pH 12, lo que genera un

derivado de fluorescencia.

Para ello, las muestras de bazo se homogeneizaron (50 mg/mL) en tampón de fosfato

de sodio-EDTA (0,1 M, pH 8) y las proteínas se precipitaron añadiendo 5 μl de ácido perclórico

al 60%. Entonces, las muestras de bazo homogeneizado se centrifugaron a 9500 g durante

diez minutos a 40C y los sobrenadantes se mantuvieron en hielo para la medición de los niveles

de GSH y GSSG.

Para la determinación de los niveles de GSH, 10 μl del sobrenadante, 190 μl de tampón

de fosfato-EDTA de sodio y 20 μl de solución de OPT (1 mg/mL en metanol (MERCK)) fueron

añadidos a una microplaca de 96 pocillos y se incubaron a temperatura ambiente durante 15

minutos. La fluorescencia se determinó en un lector de microplacas usando excitación a 350

nm de detección y emisión a 420 nm. Para la determinación de los niveles de GSSG, se

añadieron 10 μl del sobrenadante y 4 μl de N-etilmaleimida (NEM) (0,04 M) a una microplaca

de 96 pocillos y se incubaron a temperatura ambiente durante 30 minutos.

Page 93: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

92

Después, se añadieron 186 μl de hidróxido de sodio (NaOH) (0,1 N) con 20 μl de solución de

OPT a cada pocillo. Después de la incubación a temperatura ambiente durante 15 minutos, la

fluorescencia se midió como se ha descrito previamente para la determinación de GSH. Los

resultados se analizaron con curvas estándar para GSH y GSSG y se expresaron comomg de

proteína/nmol. La concentración de proteína de las muestras se midió siguiendo el protocolo

del kit de ensayo de proteínas bicinconínico (Sigma-Aldrich, Madrid, España). Entonces, para

cada muestra de bazo se calculó la relación GSSG/GSH.

4.2. Determinación del nivel de peroxidación lipídica-malondialdehído

La estimación de los niveles de malondialdehído (MDA) se evaluó colorimétricamente con el kit

comercial (Biovision, Mountain View, CA, USA). El MDA es un buen indicador de peroxidación

lipídica o daño oxidativo a lípidos debido a que es uno de los productos liberados por la

interacción de ROS y/o radicales libres con las membranas celulares. Este kit comercial mide la

reacción del MDA con el ácido tiobarbitúrico (TBA) y la formación del aducto MDA-TBA.

En un primer paso se preparó el buffer de lisis compuesto por butilhidroxitolueno (BHT)

a una concentración 1mM, cuya función es prevenir la autooxidación de la muestra impidiendo

la obtención de valores de MDA anormalmente altos, en tampón fosfato 50 mM y pH 7.4.

Las muestras de bazo (a partir de muestras previamente almacenadas a -80ºC) se

homogeneizaron (10 mg) en 300 μl de tampón de lisis MDA con 3 μl BHT (X100). Tras la

homogeneización se centrifugaron las muestras a 3.200 g durante 30 minutos y a 4ºC. Se

utilizó un homogeneizador eléctrico a un número bajo de revoluciones (aproximadamente 300

rpm). La homogeneización se llevó a cabo en cámara fría (a una temperatura de 4ºC) y la

muestra se mantuvo en hielo en todo momento. Se recogieron los sobrenadantes, de los

cuales se tomaron 200 µL y se les adicionó 600 µL de TBA al igual que a las concentraciones

utilizadas para la recta patrón. Posteriormente y en oscuridad, se incubaron todas las muestras

durante una hora a 95ºC en un baño de agua caliente. Pasada la hora, las muestras se

enfriaron en hielo durante 10 minutos y se añadieron 300 µL de butanol 90% a cada muestra,

se vortearon y se centrifugaron a 1.700 g durante 15 minutos a 4ºC.

Page 94: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

93

Se obtuvo la fase orgánica de cada muestra, de la cual se cargaron 200 µL en una placa negra

de fondo plano de 96 pocillos y negra para proceder a la lectura espectrofotométrica del aducto

MDA-TBA a 532 nm usando un lector de placas Fluorestar Optima (BMG LabTech Biomedal,

Spain). Los resultados se analizaron con curva estándar MDA a diferentes concentraciones y

se expresaron como nmol/mg de proteína.

4.3. Actividad xantina oxidasa

La valoración de la actividad de esta enzima se llevó a cabo en homogenizados de bazo

obtenidos a partir de muestras previamente almacenadas a -80ºC.

El homogeneizado se realizó en tampón fosfato 50 mM a pH 7,4 y todas las muestras

de tejido se ajustaron a una concentración de 50 mg/mL. A continuación, se centrifugaron a

14.000 rpm durante 30 minutos y a una temperatura de 4ºC. En los sobrenadantes obtenidos

de esta centrifugación se llevó a cabo el análisis de la actividad de la enzima xantina oxidasa

mediante un ensayo fluorimétrico, utilizando el kit comercial “Amplex Red Xanthine/ Xanthine

Oxidase Assay Kit” (Molecular Probes). Fue necesario diluir la muestra 1/2.

El kit se basa en la capacidad de la enzima XO de producir el radical libre anión

superóxido (O2•-), como consecuencia de su actividad normal en la ruta de catabolismo de las

purinas, dando lugar como productos de esta reacción a xantina en un primer paso y ácido

úrico en el paso final. Cuando se añade la mezcla de reacción, el anión superóxido producido

por la XO se degrada espontáneamente, dando lugar a la aparición de peróxido de hidrógeno

(H2O2).

Este, a su vez, en presencia de peroxidasa de rábano, reacciona estequiométricamente

con el reactivo Amplex Red y genera así un compuesto de oxidación fluorescente, la resofurina,

cuya fluorescencia se mide en un lector de placas en un rango de excitación de 530 nm y

emisión de 595 nm. Para el análisis del bazo se realizaron curvas patrón con xantina a

diferentes concentraciones. A partir de estas curvas se obtuvieron las expresiones de los

niveles de actividad de la enzima. Los resultados se expresaron en miliunidades de actividad

enzimática por miligramo de tejido (mU XO/mg tejido).

Page 95: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

94

5. ESTUDIO DE FUNCIONES INMUNITARIAS

El bazo se dividió en dos partes, una mitad se utilizó en fresco para el estudio de la

funcionalidad inmunitaria y la otra se congeló a -80ºC con objeto de emplearla en el estudio del

estado de estrés oxidativo. El procesamiento de la parte de bazo utilizada en fresco se realizó

como se describe a continuación: el primer paso consistió en macerar el órgano en tampón

buffer fosfato salino (PBS) estéril, solución salina tamponada de fosfatos, con la siguiente

composición por litro de disolución: cloruro sódico 123,2 mM (NaCl, PANREAC), fosfato

disódico 10,84 mM (Na2HPO4, PANREAC), fosfato monopotásico 3,23 mM (KH2PO4,

PANREAC) y agua ultrapura Milli-Q®. Seguidamente, se llevó a cabo un aislamiento mediante

gradiente de densidad, para extraer los leucocitos mononucleares separadamente de otros

tipos celulares, principalmente del elevado número de hematíes presentes en el macerado.

Para ello, se depositó el macerado en un tubo de vidrio estéril que contenía 3 mL de

Histopaque de densidad 1,077 g/mL (medio separador de las células sanguíneas). Se

centrifugó durante 20 minutos a 2500 rpm y, con ayuda de una pipeta Pasteur estéril, se

recogió el halo de leucocitos mononucleares. Dicho halo se depositó en otro tubo de vidrio con

PBS estéril, y se realizó un lavado de diez minutos a 1500 rpm (este paso puede realizarse

varias veces, en función del número de lavados que se consideren necesarios). Finalmente, se

decantó el sobrenadante y se resuspendió el pellet celular en 800 µl de medio PBS estéril.

El recuento del número de células vivas por mL se realizó empleando un

hemocitómetro de Neubauer y un microscopio óptico de contraste de fase. La viabilidad de los

leucocitos extraídos en fresco del bazo se analizó con el método de exclusión del colorante

vital azul tripán (SIGMA-ALDRICH). Este colorante, diluido previamente al 0,4% en medio PBS

estéril, se añadió a la suspensión celular en un volumen 1:1 y a continuación se llevó a cabo el

recuento de células muertas (aquellas que aparecían teñidas de azul) y vivas (aquellas que no

aparecían teñidas) en el hemocitómetro. Solo se emplearon en los estudios aquellas muestras

cuya viabilidad fue superior al 95%.

Page 96: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

95

5.1. Movilidad inducida o quimiotaxis

Esta técnica se llevó a cabo de acuerdo con la modificación de la técnica original descrita por

Boyden en 1962 (De la Fuente y col., 2000), y que se basa en la capacidad que poseen los

leucocitos para desplazarse hacia un gradiente químico generado desde el foco infeccioso, el

cual experimentalmente puede reproducirse empleando el péptido formulado f-Met-Leu-Phe

(fMLP) procedente de la pared bacteriana de E.coli (Schuber y Müller 1989).

El método consiste en la utilización de cámaras con dos compartimentos (de 9 mm de

diámetro interno y 13 mm de diámetro externo) separados por un filtro de nitrocelulosa de

3 mm de poro. Una vez ajustada la suspensión linfoide a 1x106

células/mL, se depositaron

300 mL en el compartimento superior de la cámara. En el compartimento inferior se

depositaron alícuotas de 400 mL del agente quimioatrayente fMLP a una concentración de 10-

8M. Una vez cargadas, las cámaras se incubaron durante 3 horas en una estufa a una

temperatura de 37ºC, con un aporte de 5% de CO2y con humedad a saturación. Pasado ese

tiempo, se recuperaron los filtros, que fueron fijados y teñidos según los siguientes pasos:

1. Metanol al 50% 5 minutos

2. Etanol al 75% 5 minutos

3. Agua Destilada 2 minutos

4. Eosina-Azul de Metileno 15 minutos

5. Agua destilada 2 minutos

Después del último paso de lavado con agua destilada, los filtros se colocaron sobre un

portaobjetos y se llevó a cabo el recuento del número de linfocitos presentes. Para el recuento

se empleó un microscopio óptico (objetivo 100x), realizando en cada filtro 4 barridos de 5 mm

cada uno (de modo que se recorre aproximadamente la tercera parte del filtro). El valor

obtenido en el recuento representa el “índice de quimiotaxis”. En todos los experimentos se

realizaron los ensayos por duplicado.

Page 97: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

96

5.2. Estudio de la actividad citotóxica natural killer de los leucocitos

Este ensayo consiste en la valoración de la capacidad citotóxica natural que, frente a células

tumorales, poseen los leucocitos de las muestras. Para ello se utilizaron como células diana las

de la línea YAC-1 de linfoma murino inducido por el virus de Moloney. Dicha línea celular fue

mantenida hasta su utilización a -80ºC en condiciones de esterilidad y en alícuotas de 2x106

células/mL de medio completo (RPMI 1640 con 1% de gentamicina, 0,1 mg/mL, y

suplementado con 10% de suero fetal de ternera descomplementado) y 10% de dimetil

sulfóxido (DMSO) como agente crioprotector.

Un par de semanas antes de realizar el ensayo se descongeló un vial de células YAC-1

y se transfirió todo el volumen de células tumorales a un tubo de plástico estéril. A continuación

se realizó un lavado (1500 rpm, cinco minutos) para eliminar el DMSO. Tras la centrifugación

se eliminó el sobrenadante, se añadió más medio completo y se llevó a cabo un segundo

lavado (1500 rpm, diez minutos). De nuevo se decantó el sobrenadante, y el pellet de células

tumorales se resuspendió en medio completo fresco (compuesto por medio RPMI con rojo fenol

con glutamina, enriquecido con un 10% de suero fetal bovino descomplementado y

suplementado con un 1% de gentamicina). Finalmente, se transfirió todo el volumen a un tubo

falcón estéril y se mantuvoen condiciones de esterilidad en un incubador (a 37ºC y con 5% de

CO2), para permitir el crecimiento de la línea tumoral y obtener de este modo un número de

células suficiente en el momento en que se fuera a comenzar el ensayo. El medio completo se

renovó cada 48 horas. En todo momento se controló la evolución del cultivo de las células del

linfoma con la ayuda del microscopio invertido para detectar cualquier tipo de contaminación

microbiológica que pudiera producirse.

El ensayo se realizó mediante un kit comercial colorimétrico para valorar citotoxicidad

(Cytotox 96. PROMEGA), siguiendo la metodología previamente descrita por Ferrández y col.,

(1999),cuyo fundamento consiste en valorar la actividad de la enzima lactato deshidrogenasa

(LDH) liberada al sobrenadante por parte de las células lisadas.

Para ello, en el momento del ensayo, se transfirió todo el volumen del frasco donde

habían crecido las células de nuevo a un tubo estéril, se realizó un lavado (1500 rpm, diez

minutos) y se decantó el sobrenadante.

Page 98: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

97

El pellet se re suspendió en 1 mL de RPMI sin rojo fenol (un medio que no tiene color, y que es

el que se emplea en el ensayo de la actividad natural killer). A continuación se llevó a cabo el

recuento celular y se ajustó una alícuota a la concentración de 100.000 células/mL,

concentración que se necesitan las células tumorales para el ensayo de la actividad natural

killer de las muestras. Las células efectoras (leucocitos de bazo) se ajustaron a 106 células/mL

en RPMI sin rojo fenol, para obtener así una relación de 10:1 (10 células efectoras: 1 célula

diana).

Una vez ajustadas las suspensiones, se dispensaron 100 µl de la suspensión de

células efectoras en placas de 96 pocillos con fondo en “U”, a los que se añadieron 100 µl de la

suspensión de células diana. Además se incluyeron pocillos en los que únicamente se

adicionaron células diana, con objeto de cuantificar la lisis espontánea y total de las mismas.

Del mismo modo, se incluyeron otros pocillos que contenían únicamente células efectoras, para

obtener así su lisis espontánea. Estos pocillos se completaron con 100 µl de medio RPMI sin

rojo fenol. Las placas se centrifugaron a 1250 rpm (250g) durante cinco minutos para favorecer

los contactos celulares y se incubaron durante 3 horas y 15 minutos a 37º C de temperatura y

5% de CO2.

Después de estas horas se añadieron 20 l de solución de lisis (HCl) en los pocillos

destinados a cuantificar la lisis total de las células diana. Tras 45 minutos, se volvieron a

centrifugar las placas en las mismas condiciones anteriores y se recogieron 50 l de los

sobrenadantes de todos los pocillos, que se transfirieron a una placa de 96 pocillos con fondo

plano, que permite la posterior medida en el lector de placas.

A continuación, a cada pocillo se añadieron 50 l de una mezcla de sustratos de la

enzima lactato deshidrogenasa (lactato, diaforasa y NAD+) y se incubó la placa durante 30

minutos a temperatura ambiente y en oscuridad. Pasado ese tiempo, se paró la reacción

añadiendo a los pocillos 50 l de una solución de parada y se midió la absorbancia a 490 nm,

lo cual nos proporcionó la actividad de la LDH en los sobrenadantes.

Finalmente, se calculó el porcentaje de lisis con ayuda de la siguiente fórmula:

(Lisis problema – Lisis espontánea céls. efectoras – Lisis espontánea céls diana) % Lisis =

(Lisis total – Lisis espontánea céls. diana)

X 100

Page 99: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

98

Siendo:

- Lisis problema: media de las absorbancias obtenidas en los pocillos donde se incuban células

efectoras junto con células diana.

- Lisis espontánea: media de las absorbancias obtenidas en los pocillos sembrados solo con

células diana o con células efectoras.

- Lisis total: media de las absorbancias obtenidas en los pocillos que contenían células diana, a

los que se añadieron 20 l de solución de lisis (HCl).

En cada experimento se realizaron los ensayos por triplicado, utilizándose en la ecuación el

valor medio de las absorbancias obtenidas para cada tipo de lisis.

5.3. Capacidad proliferativa de los linfocitos

La actividad más característica de los linfocitos es su capacidad de respuesta proliferativa a

antígenos o mitógenos y para estudiarla se empleó el test de transformación linfoblástica (TTL)

en respuesta a los mitógenos ConA y LPS, siguiendo la metodología descrita por del Rio,

Hernandez y col., (1994) (De la Fuente y col., 2004). Este ensayo analiza in vitro la respuesta

proliferativa frente a mitógenos que reproduce la que tiene lugar in vivo frente a antígenos. Su

fundamento reside en la capacidad que poseen los linfocitos maduros para, en condiciones

adecuadas, transformarse en células con capacidad de división o linfoblastos. Estos sintetizan

ADN para su división, por lo que si se añade un precursor de la síntesis marcado

radiactivamente (timidina marcada con tritio, en este caso) puede cuantificarse el crecimiento.

Para el estudio de la respuesta proliferativa en linfocitos de bazo, se sembraron 106

células/mL en medio completo, en alícuotas de 200 l, en placas de cultivo de 96 pocillos con

fondo plano. En los pocillos destinados a determinar la respuesta proliferativa de los linfocitos,

se adicionaron 20 l del mitógeno. Se utilizaron 3 concentraciones diferentes de los mitógenos

para la estimulación de los linfocitos, que fueron las siguientes: 1, 3 y 5 g/mL en cada pocillo,

tanto para ConA como para LPS.

En los pocillos para la valoración de la proliferación espontánea, se añadieron 20 l de

medio completo, sin mitógeno. Las placas se incubaron durante 48 horas, a una temperatura

de 37º C, en una atmósfera al 5% de CO2 y una humedad de saturación.

Page 100: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

99

Transcurrido ese tiempo, se observó al microscopio óptico invertido la aparición de blastos. En

todo momento se trabajó en condiciones de esterilidad y después se añadieron en cada pocillo

5 l de timidina tritiada (0,5 Ci/pocillo) y se renovó el medio completo adicionando 100 l de

medio fresco.La incubación se prolongó durante 24 horas más, tras las que se recolectaron las

células de cada pocillo en filtros con un recolector de células semiautomático, lavando los

pocillos tres veces con agua ultrapura. Los filtros se dejaron secar y se colocaron a

continuación en viales que contenían 5 mL de líquido de centelleo. La timidina incorporada por

los linfocitos se midió en un contador de centelleo líquido, del que se obtuvieron las cuentas

por minuto (cpm) de cada filtro.

En todos los experimentos se realizaron los ensayos por triplicado, utilizándose el valor

promedio de cada triplicado para la obtención de los datos. Los resultados se expresan como la

media aritmética de cpm en cada triplicado y también mediante el porcentaje de estimulación

(en el que el valor de 100% corresponde a las cuentas por minuto de los pocillos en los que se

ha valorado la proliferación espontánea).

Page 101: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

100

6. ANÁLISIS ESTADÍSTICO

El programa estadístico empleado para llevar a cabo los análisis fue el IBM SPSS Statistics

Versión 23 (SPSS versión 23).

La normalidad de las variables objeto de estudio (peso, parámetros bioquímicos y del

sistema inmunitario) se confirmó mediante los testsde Kolmogorov-Smirnov, Shapiro-Wilk y la

homogeneidad de las varianzas entre los grupos se analizó utilizando el test de Levene.

Para el peso, que es una variable de especial interés, ya que recoge de manera directa

el efecto de los tratamientos, se realizó un estudio descriptivo más amplio. Los pesos de

partida de los distintos grupos se compararon mediante un análisis ANOVA. Se estudió

también la evolución del peso, realizando un análisis de regresión lineal curvilínea, para

conocer el modelo al que mejor se ajustaba el peso en cada uno de los grupos y su variación a

lo largo de todo el experimento. El análisis estadístico de los datos obtenidos se realizó

mediante el análisis de la varianza (ANOVA) de una vía (para estudiar el efecto de la dieta).

Se realizaron también las comparaciones por grupos dos a dos, mediante la prueba “t”

de Student para muestras independientes en las variables de bioquímica y tensión después de

las 8 semanas de tratamiento obesogénico.

Para las variables que presentaban una distribución normal [grasa visceral, peso

cerebro y bazo,medidas bioquímicas y tensión arterial sistólica y diastólica,parámetros

inmunológicos en sangre y bazo, adipoquinas basales y tras estimulación con LPS,

hormonas,marcadores cardiovasculares,quimiotaxis, actividad NK, linfoproliferación con ConA y

LPS, actividad XO, MDA], se utilizó ANOVA de una vía con corrección post-test de Bonferroni o

Tamhane para comparar los valores medios entre los cuatro grupos. Para evaluar el efecto del

tratamiento en aquellas variables dependientes en las que se ha podido confirmar la

normalidad de la distribución, se ha realizado un Modelo Lineal General Univariante (MLGU).

Debido al tamaño muestral con el que trabajamos y para no quedarnos sin grados de

libertad en los contrastes, los MLGU se realizan considerando tanto cuatro niveles del factor

como tres niveles, excluyendo el grupo control. Dichos MLGU van a ser de dos tipos, en el

primero se incluyen la variable dependiente (VD) y el factor (modelos ANOVA) y en el segundo

añade la covariable (modelos ANCOVA).

Page 102: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

101

Para las variables que presentan una distribución no normal peso hígado, peso corazón, la

variable CD19CD5+ en bazo, resistina (pg/μg proteína), PAI-1 (pg/μg proteína) tras

estimulación con LPS, TNF-α (pg/μg proteína) tras estimulación con LPS, MCP-1 (pg/μg

proteína), citoquinas, GSH, GSSG y GSSG/GSH se utilizaron pruebas no paramétricas (Kruskal

Wallis y U-Mann Whitney) para comparar las medias de los cuatro grupos. Se consideró que

existía significación estadística si el valor de la probabilidad de significación (p) era menor de

0,05.

Page 103: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

RESULTADOS

Page 104: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

103

IV. RESULTADOS

1. VALORACIÓN DE INGESTA DIETÉTICA Y EVOLUCIÓN DEL PESO

La Tabla 3 muestra la evolución de la ingesta de dieta sólida de cada uno de los grupos a lo

largo de la inducción de la obesidad (14-21 semanas de edad) y durante la suplementación

(22-27 semanas de edad). En líneas generales, los tres grupos de ratones hembras DO (DO,

DO-HO y DO-N3) alimentados con la dieta obesogénica, a pesar de que tuvieron una menor

ingesta de alimentos, mostraron valores significativamente más altos de calorías consumidas

que los animales alimentados con la dieta estándar.

Tabla 3. Ingesta de dieta durante las fases de inducción de la obesidad (8 semanas) y de

suplementación con ácido 2-hidroxioléico (DO-HO) y n-3 (DO-N3) (6 semanas).

C

(n=8)

DO

(n=8)

DO-HO

(n=8)

DO-N3

(n=8)

Inducción

(14-21sem edad)

g/ratón/d 4,2 (0,6) 2,8 (0,4) *** 3,2 (0.8) *** 2,8 (0.4) ***

kcal/ ratón/d 12,0 (1,7) 14,0 (1,9) 16,0 (4,0) *** 14,0 (2,2)

Suplementación

(22-27sem edad)

g/ratón/d 4,0 (0,7) 3,2 (0,8) * 3,0 (0,5) ** 3,1 (0,6) *

kcal/ratón/d 11,5 (1,9) 17,0 (4,4) *** 15,3 (2,9) * 16,3 (3,2) **

Los valores se presentan como media (DE) de los datos obtenidos semanalmente durante el período

indicado. ***P<0,001; **P<0,01; *P<0,05 con respecto a los valores de los ratones del grupo control. C:

grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-N3:

grupo con DO + AGPI n-3, analizado mediante ANOVA con corrección post-hoc Dunnett.

La evolución del peso se registró mediante el seguimiento controlado del aumento ponderal

individual y por grupo. En la Tabla 4 se muestran los valores del peso inicial y final de cada

grupo experimental, mientras que la Figura 12 muestra la evolución ponderal semanal. El peso

inicial de los animales fue homogéneo, sin presentar diferencias significativas entre los 4

grupos. Los grupos alimentados con DO incrementaron su peso, obteniéndose diferencias

significativas a partir de la semana 14 con respecto del grupo control.

Page 105: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

104

Los animales alimentados con la dieta obesogénica comenzaron a ganar significativamente

más peso que los controles después de cinco semanas de alimentación con alto contenido en

grasa (P=0,036).

Se encontró que la suplementación con ácido 2-hidroxioléico dio lugar a una disminución

progresiva de peso corporal, llegando a presentar diferencias significativas con el grupo control

a partir de la semana 23 (P=0,009) y esta situación no se dio en los otros dos grupos de

tratamiento (DO y DO-N3). La suplementación con AGPI n-3 no mostró ningún efecto sobre el

peso corporal de los ratones (Figura 12). En consecuencia, los valores del peso final reflejaron

diferencias significativas entre los 4 grupos (P=0,005). El grupo DO ganó más peso que los

controles (P=0,042), mientras que el grupo DO-HO experimentó una disminución del peso

frente al grupo control (P=0,046) y al grupo DO (P=0,009) (Tabla 4 y Figura 12).

Tabla 4. Peso corporal medio en gramos al principio y al final del estudio.

Edadratones (semanas)

n C n DO n DO-HO n DO-N3 P

9 8 26,77 (1,41) 8 28,10(1,57) 8 26,17(2,01) 8 26,42 (1,35) NS

27 8 34,09(3,44)a 7 50,82(11,31)

b 7 28,43(3,49)

c 7 48,17 (11,67)

abc 0,005

NS: no significativo.C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-

hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO + AGPI n-3. Los resultados se presentan como media (DE).Letras

distintas indican diferencias significativas, P<0,05, analizado mediante el test ANOVA con corrección post-

hoc de Tamhane.

Page 106: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

105

Figura 12. Evolución del peso de los ratones durante 27 semanas con dieta estándar

(control) o dieta obesogénica (DO□), seguidas de suplementación con ácido 2-hidroxioléico

(DO-HO∆) y omega 3 (DO-N3▲). Las flechas indican los puntos en que el peso de los grupos

DO empieza a ser significativamente mayor que el del control, y que el peso del grupo DO-HO

empieza a ser significativamente menor que los otros grupos DO.

En el análisis de la evolución del peso, los grupos control, DO y DO-N3 mostraron un ajuste

lineal (R2 de 0,417, 0,56 y 0,49, respectivamente; P<0,001 en todos los casos), mientras que el

grupo DO-HO se ajustó mejor al modelo cuadrático (R2=0,65, P<0,001). Estas evoluciones se

aprecian en la Figura 12.

Mediciones

Page 107: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

106

2. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LA GRASA CORPORAL Y VISCERAL Y EN EL

PESO DE ÓRGANOS

Los resultados de la distribución de la grasa corporal se observan en la imagen de RMN

(Figura13). Dado que esta prueba suponía un considerable estrés para los animales y por

tanto, comprometía su continuidad en el experimento, se realizó únicamente en tres animales

de cada grupo. Este tamaño muestral tan bajo solo nos permitió realizar un estudio meramente

descriptivo; no obstante, consideramos que los resultados obtenidos son lo suficientemente

elocuentes como para ser valorados.

La imagen de RMN mostró un volumen total de grasa corporal (área gris refringente) en

los ratones del grupo DO casi cuatro veces mayor que en los ratones del grupo control. Se

observa un área de depósito graso marcado en la zona abdominal y periovárica. Los ratones

suplementados con AGMI n-3 presentaron valores intermedios de grasa corporal, teniendo los

del grupo suplementado con ácido 2-hidroxioléico valores más próximos a los del grupo control

(Figura 13).

Figura 13. Imagen obtenida por RMN a las 27 semanas de edad. Las cifras representan el

volumen medio de grasa corporal total (mm3). C: grupo control; DO-HO + ácido 2-hidroxioléico;

DO-N3: grupo con DO + AGPI n-3.

C DO DO-HO DO-N3

7734 mm3 30289 mm

3 9866 mm

3 18600 mm

3

Page 108: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

107

El peso total de la grasa visceral extraída a los ratones post-sacrificio fue evaluado,

encontrando valores marcadamente superiores en el grupo de ratones DO-N3 frente al grupo

control (P=0,039). Estas diferencias se aprecian en el gráfico (Figura 14). Para esta variable, el

modelo indica un efecto significativo del factor “grupo” (P=0,001).

Figura 14. Peso de los depósitos de grasa visceral (g) de los ratones a las 27 semanas de

edad (n=8 animales por grupo). C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO:

grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO + AGPI n-3. Letras distintas

indican diferencias significativas, P<0,05, analizado mediante ANOVA y post-hoc de Tamhane.

En la Tabla 5 se recogen los datos del estudio de los órganos (hígado, corazón, cerebro y

bazo) tras el sacrificio a las 27 semanas.

Se observó que el factor grupo tenía un efecto marginalmente significativo sobre el

peso del hígado (P=0,050) y significativo sobre el del corazón (P=0,027). Con respecto al peso

hepático, se encontraron valores más altos en los grupos DO y DO-N3 frente al control

(P=0,015 y P=0,020, respectivamente, según el análisis post-hoc). En el caso del peso del

corazón, este fue mayor en el grupo DO que en los grupos control (P=0,026) y DO-HO

(P=0,011). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas ni en cerebro ni en

bazo (Tabla 5).

a

ab

ab

b

Page 109: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

108

Tabla 5. Pesos medios de los órganos internos.

Peso (g) C

(n=8)

DO

(n=7)

DO-HO

(n=7)

DO-N3

(n=7) P

Hígado 1,43 (1,29-1,66)a 1,83 (1,70-1,90)

b 1,72 (1,28-2,23)

ab 1,85 (1,62-2,38)

b 0,050

Corazón 0,16 (0,14-0,18)a 0,19 (0,18-0,20)

b 0,14 (0,12-0,18)

a 0,18 (0,15-0,21)

ab 0,027

Cerebro 0,49 (0,03) 0,48 (0,04) 0,49 (0,18) 0,49 (0,03) NS

Bazo 0,12 (0,02) 0,19 (0,07) 0,16 (0,14) 0,20 (0,09) NS

NS: no significativo; C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-

hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO + AGPI n-3. Los resultados se presentan como media (DE) o

mediana (Q1-Q3), según corresponda a la naturaleza estadística de las variables. Letras distintas indican

diferencias significativas entre grupos, tras análisis mediante ANOVA con post-hoc de Tamhane (variables

normales) o con el test de Kruskal-Wallis (variables no normales); P<0,05.

Page 110: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

109

3. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS PARÁMETROS BIOQUÍMICOS Y

FISIOLÓGICOS

Tras recibir la dieta obesogénica durante 8 semanas, únicamente se observaron diferencias

estadísticas entre el grupo control y los 3 grupos con DO en los niveles de triglicéridos y en la

tensión diastólica (P=0,004 en ambos casos; Tabla 6).

Tabla 6. Parámetros fisiológicos y bioquímicos después de 8 semanas con dieta estándar o

dieta obesogénica.

Mediciones C (n=8) DO (n=21) P

Glucosa (mg/dL) 99,88 (26,51) 105,23 (24,17) NS

Triglicéridos (mg/mL) 96,38 (10,43) 133,18 (31,84)* 0,004

Colesterol (mg/dL) 176,88 (17,64) 175,18 (17,76) NS

Tensiónsistólica (mmHg) 247,00 (38,26) 275,58 (38,13) NS

Tensióndiastólica (mmHg) 181,14 (26,62) 228,74 (35,19)* 0,004

NS: no significativo; C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-

hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO + AGPI n-3. Los resultados se presentan como media (DE).

*Diferencias significativas entre grupos, P<0,05, analizado mediante el test de la t de Student.

Tras dos semanas de suplementación con los ácidos grasos 2-hidroxioléico y n-3, el grupo DO-

HO presentó valores más bajos de glucosa que el grupo control (P=0,048) y el grupo DO

(P=0,029) (Figura 15). Este mismo comportamiento se describió tras un mes de

suplementación, aunque sin llegar a ser significativas las diferencias entre los grupos (136,8 ±

27,12 mg/dl en el grupo control; 151,3 ± 27,55 mg/dl en el grupo DO; 131,7± 31,01 mg/dl en el

grupo DO-HO y 144,7 ± 24,02mg/dl en el grupo DO-N3, P=0,056).

Page 111: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

110

En relación a los valores de triglicéridos, a las dos semanas había una disminución de los

valores en el grupo DO-HO comparado con el grupo y DO (P=0,018) (Figura 16). Después de

un mes de tratamiento, tanto el grupo DO-HO como el grupo DO-N3 presentaron valores más

bajos que el grupo DO (P=0,045 y P=0,035) (Figura 17). Con respecto a los niveles de

colesterol, no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los cuatro grupos

(Tabla 7).

Figura 15. Niveles de glucosa en sangre después de 2 semanas de suplementación. C: grupo

control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-

N3: grupo con DO + AGPI n-3. Letras distintas indican diferencias significativas, P<0,05,

analizado mediante el modelo lineal general univariante con corrección post-hoc de Bonferroni.

a ab

b

ab

Page 112: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

111

Figura 16. Niveles de triglicéridos en sangre tras 2 semanas de suplementación. C: grupo

control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-

N3: grupo con DO + AGPI n-3. Letras distintas indican diferencias significativas; P<0,05,

analizado mediante el modelo lineal general univariantecon corrección post-hoc de Bonferroni.

Figura 17. Concentraciones de triglicéridos en sangre tras 1 mes de suplementación. C: grupo

control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-

N3: grupo con DO + AGPI n-3. Letras distintas indican diferencias significativas; P<0,05,

analizado mediante el modelo lineal general univariante con corrección post-hoc de Bonferroni.

ab

a

b ab

a

a

b

b

Page 113: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

112

Tabla 7. Concentraciones de colesterol total en sangre.

Colesterol (mg/dl) C

(n=8)

DO

(n=7)

DO-HO

(n=8)

DO-N3

(n=7) P

2 semanas suplementación 167,50 (3,21) 171,14 (3,02) 169,57 (1,90) 162,14 (21,81) NS

1 mes suplementación 152,75 (3,06) 155,86 (2,48) 153,43 (1,72) 154,86 (2,12) NS

C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-

N3: grupo con DO + AGPI n-3. Los resultados se presentan como media ±DE. Análisis mediante el

modelo lineal general univariante.

Por otra parte, se observó que tras un mes de suplementación la tensión sistólica disminuyó en

el grupo DO-HO en comparación con el grupo DO (P=0,011; Figura 18), mientras que la

tensión diastólica fue menor en el grupo DO-HO en comparación con todos los demás

(P=0,007) (Figura 19).

Page 114: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

113

Figura 18. Tensión sistólica tras 1 mes de suplementación. C: grupo control; DO: grupo con

dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO +

AGPI n-3. Letras distintas indican diferencias significativas; P<0,05, analizado mediante el

modelo lineal general univariante con post-hoc de Bonferroni.

Figura 19. Tensión diastólica tras 1 mes de suplementación.C: grupo control; DO: grupo con

dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO +

AGPI n-3. Letras distintas indican diferencias significativas P<0,05, analizado mediante el

modelo lineal general univariante con post-hoc de Bonferroni.

ab

a

b

ab

aa

b a

Page 115: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

114

4. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS PARÁMETROS INMUNOLÓGICOS

Una vez sacrificados los animales (27 semanas) se obtuvieron los porcentajes de las siguientes

poblaciones linfocitarias circulantes en sangre: CD45+CD3+, CD3+CD4+ y CD3+CD8+,

correspondientes a linfocitos T, y las subpoblaciones CD335+ y CD19+, correspondientes a

linfocitos B, así como los cocientes CD3+/CD19+ y CD4+/CD8+. En bazo se calcularon los

porcentajes de las poblaciones CD45+CD3+ y CD19+, y el cociente correspondiente. Respecto

a los linfocitos circulantes, se encontró una tendencia a un menor porcentaje de CD19+ en los

grupos DO-HO y DO-N3 en comparación con el grupo control (P=0,090 y P=0,058,

respectivamente); ninguna de las otras poblaciones mostró cambios significativos, ni por efecto

de la dieta obesogénica ni por efecto de la suplementación con ácidos grasos. Tampoco se

observó ningún cambio a nivel esplénico en ninguno de los parámetros analizados (Tabla 8).

Tabla 8. Porcentajes de las poblaciones de linfocitos circulantesensangre y bazo.

C

(n=8)

DO

(n=7)

DO-HO

(n=8)*

DO-N3

(n=7) P

Linfocitos circulantes#

CD335+ 4,02 (1,37) 6,81 (4,25) 4,50 (2,66) 5,31 (2,73) NS

CD19+ 28,67 (11,11)a 25,14 (7,12)

ab 16,23 (8,98)

b 16,67 (7,39)

b 0,023

CD45CD3+ 35,03 (11,60) 30,22 (7,56) 34,51 (15,79) 37,74 (11,98) NS

CD3CD4+ 67,09 (11,00) 62,85 (11,15) 68,15 (9,30) 62,02 (14,21) NS

CD3CD8+ 27,53 (9,35) 28,26 (6,79) 23,80 (7,20) 26,10 (7,52) NS

CD4+/CD8+ 2,74 (1,11) 2,39 (0,87) 3,18 (1,39) 2,60 (1,19) NS

CD45CD3+/CD19+ 1,49 (0,82) 1,36 (0,75) 2,14 (1,58) 2,84 (2,19) NS

Linfocitos en bazo

CD19+ 57,42 (5,40) 54,96 (7,63) 54,62 (10,50) 51,48 (6,91) NS

CD45CD3+ 10,46 (10,17) 21,16 (23,58) 29,19 (21,71) 27,52 (19,79) NS

CD45CD3+/CD19+ 0,14 (0,17) 0,33 (0,39) 0,57 (0,43) 0,51 (0,37) NS

*N = 7 en medidas de bazo. # (%). C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con

DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO + AGPI n-3. Los resultados se presentan como media

(DE). Letras distintas indican diferencias significativas, P<0,05; análisis mediante el modelo lineal general

univariante con corrección post-hoc de Bonferroni.

Page 116: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

115

5. EFECTOS DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS VALORES DE ADIPOQUINAS,

CITOQUINAS Y HORMONAS

5.1. En tejido adiposo en cultivo

Tras el sacrificio de los animales a las 27 semanas se analizaron los niveles de adiponectina

resistina y leptina producidas por el tejido adiposo in vitro, tanto a nivel basal como estimulado

con LPS. Estos resultados se muestran en la Tabla 9. Los grupos alimentados con la dieta

obesogénica presentaron una menor secreción de adiponectina estimulada por LPS; los niveles

más bajos fueron los del grupo DO, mientras que los grupos DO-HO y DO-N3 mostraron una

recuperación parcial. La misma tendencia se observó para la adiponectina basal.

También la leptina siguió patrones similares de secreción, con valores más altos en el

grupo control que en los otros grupos, aunque sin alcanzar diferencias de significación

estadística.

Los niveles basales de producción de resistina fueron más bajos en el grupo DO con

respecto al grupo control (P=0,005), y la misma tendencia se vio en el grupo DO-N3 (P=0,053).

Tras la estimulación con LPS, los niveles de resistina siguieron siendo significativamente más

bajos en los grupos DO y DO-N3, comparados con el control (P=0,001 y P=0,005,

respectivamente) y más alto en el grupo DO-HO comparado con el grupo DO (P=0,050).

En cuanto a las citoquinas, los tratamientos tuvieron un efecto significativo sobre la

secreción basal de MCP-1 (P=0,035); los valores más bajos correspondieron a los grupos DO y

DO-N3, y el más alto al grupo DO-HO. Las mismas tendencias se encontraron al estudiar las

secreciones de MCP-1 y de PAI-1 estimuladas por LPS, aunque en estos casos no se alcanzó

significación estadística (Tabla 9).

Page 117: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

116

Tabla 9. Secreción de adipoquinas y citoquinas en tejido adiposo en cultivo, en condiciones basal y estimulado con LPS.

Basal n C n DO n DO-HO n DO-N3 P

Adiponectina (pg/μgprot) 7 22,37 (12,37) 7 9,73 (7,19) 7 16,64 (11,30) 7 17,70 (18,35) NS

Resistina (pg/μg prot) 7 2,80 (2,49-4,88)a 7 0,89 (0,57-1,95)

b 7 3,33 (0,80-4,37)

ab 7 1,37(1,04-3,00)

ab 0,028

Leptina (pg/μgprot) 7 1,26 (1,20) 7 0,62 (0,33) 7 0,91 (0,82) 7 0,97 (0,66) NS

MCP1(pg/μgprot) 7 4,32 (9,10-8,10) 7 1,05 (0,70-4,38) 6 7,13 (3,42-12,82) 7 0,75 (0,06-1,60) 0,035

TNF-α (pg/μgprot) 6 0,012(0,006-0,015) 4 0,033 (0,012-0,057) 6 0,021 (0,010-0,047) 7 0,009 (0,005-0,020) NS

IL-6 (pg/μgprot) 7 9,51 (10,40) 6 11,97 (10,52) 6 16,53 (13,45) 6 5,72 (5,28) NS

PAI-1 (pg/μgprot) 6 16,32 (13,09) 7 11,97 (10,52 4 16,53 (13,45) 6 5,72 (5,28) NS

LPS

Adiponectina (pg/μgprot) 7 19,28 (9,44)a 7 5,32 (1,95)

b 6 10,97 (6,87)

ab 7 8,26 (4,75)

ab 0,002

Resistina (pg/μgprot) 7 3,40 (2,64-5,80)a 7 0,83 (0,59-1,36)

b 7 1,68 (1,30-2,78)

a 7 0,99 (0,60-1,69)

c 0,002

Leptina (pg/μgprot) 7 1,18 (1,00) 7 0,52 (0,16) 7 0,37 (0,18) 7 0,78 (0,79) NS

MCP1(pg/μgprot) 7 9,43 (10,13) 7 2,34 (1,68) 7 7,29 (5,25) 7 1,54 (1,68) NS

TNF-α (pg/μgprot) 6 0,012(0,005-0,020) 6 0,008(0,003-0,034) 6 0,025(0,012-0,060) 7 0,008(0,004-0,017) NS

IL-6 (pg/μgprot) 7 14,62 (12,12) 7 11,31 (12,54) 7 17,56 (9,35) 7 7,50 (6,17) NS

PAI-1 (pg/μgprot) 6 14,00 (7,64-20,33) 7 5,75 (4,62-7,12) 4 27,19 (16,86-41,59) 6 4,65 (1,89-8,54) NS

C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO + AGPI n-3. Los resultados se presentan como media (DE) o mediana (Q1-Q3), según la naturaleza estadística de las variables. Letras distintas indican diferencias significativas entre grupos, analizadas mediante ANOVA con post-hoc de Tamhane (variables normales) o Kruskall-Wallis (variables no normales), P<0,05.

Page 118: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

117

5.2. Citoquinas

No se hallaron diferencias significativas entre los distintos grupos en la secreción de citoquinas

por parte de las células sanguíneas cultivo (Tabla 10).

Tabla 10. Niveles de secreción de citoquinas por células sanguíneas cultivadas.

Citoquinas

(pg/mL)

C

(n=8)

DO

(n=6)

DO-HO

(n=5)

DO-N3

(n=7) P

IL-1β 24,2

(3,10-93,11)

23,9

(3,02-63,06)

42,5

(7,62-63,33)

3,1

(3,10-20,43)

NS

IL-6 181,5

(50,45-691,99)

298,4

(93,16-1009,50)

350,0

(97,29-574,38)

124,5

(24,56-257,57)

NS

TNF-α 49,5

(39,93-187,18)

45,2

(4,19-80,12)

49,6

(34,82-71,78)

16,0

(10,40-36,35)

NS

IL-10 12,0(7,51-29,00) 6,7

(3,10-19,47)

3,1

(3,10-20,86)

16,5

(3,10-31,73)

NS

C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-

N3: grupo con DO + AGPI n-3.Los resultados se presentan como mediana (Q1-Q3). Análisis con test de

Kruskal-Wallis.

Page 119: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

118

5.3. Hormonas plasmáticas

Los valores de leptina de los grupos DO y DO-N3 fueron significativamente mayores que los

del grupo control (P=0,002 y P=0,008, respectivamente). También se observa que los valores

del grupo DO-HO son más bajos que el grupo DO (P=0,019). No se encontraron diferencias

significativas en los valores plasmáticos de las demás hormonas estudiadas (Tabla 11).

Tabla 11. Niveles plasmáticos de hormonas.

n C

n DO

n DO-HO

n DO-N3 P

Adiponectina (µg/mL) 4

6,97

(2,13)

4

5,94

(3,39)

4

8,11

(2,49)

5

5,96

(3,18)

NS

Insulina (pg/mL) 8

1,04

(0,91)

7

0,82

(0,43)

7

0,67

(0,41)

7

1,52

(0,70)

NS

Leptina (pg/mL) 8

6,50

(5,18)a

7

28,96

(11,52)b

7

10,68

(7,20)a

7

26,13

(15,50)b

0,001

PYY (pg/mL) 8

32,56

(26,54)

6

88,62

(96,79)

7

45,75

(40,44)

7

85,73

(54,08)

NS

PP (pg/mL) 8

15,80

(13,77)

7

55,57

(59,88)

7

14,84

(12,43)

6

25,24

(24,03)

NS

GIP (pg/mL) 8

32,23

(43,54)

7

18,78

(9,95)

7

58,02

(66,79)

7

43,02

(34,32)

NS

C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO + ácido 2-hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO +

AGPI n-3. Los resultados se presentan como media (DE). Letras distintas indican diferencias

significativas, para P<0,05, analizado mediante el modelo lineal general univariante con post-hoc de

Bonferroni.

Page 120: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

119

6. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS MARCADORES DE SALUD

CARDIOVASCULAR

Ninguno de los marcadores cardiovasculares estudiados presentó diferencias estadísticas

entre los grupos experimentales (Tabla 12), aunquese observó una tendencia a valores más

altos de sE-selectina, sVCAM, y fibrinógeno en los grupos alimentados con dieta obesogénica

frente al control.

Tabla 12. Niveles plasmáticos de marcadores cardiovasculares.

Los resultados se presentan como media (DE) o mediana (Q1-Q3), según la naturaleza estadística de las

variables. C: grupo control; DO: grupo con dieta obesogénica; DO-HO: grupo con DO + ácido 2-

hidroxioléico; DO-N3: grupo con DO + AGPI n-3. Análisis mediante el modelo lineal general univariante.

n C

n DO

n DO-HO

n DO-N3

P

sE-Selectina (ng/mL) 7 20,36

(9,27) 6

39,48

(5,84) 7

39,89

(22,42) 7

31,12

(24,30) NS

s-ICAM1 (ng/mL) 8 37,33

(9,87) 7

39,32

(11,68) 6

42,72

(14,96) 6

39,00

(12,93) NS

s-VCAM1 (ng/mL) 8 500,5

(215,4) 7

663,5

(341,6) 6

879,3

(525,3) 6

708,6

(488,2) NS

PAI-1 total (ng/mL) 8 4,43

(2,95) 7

6,02

(3,92) 7

5,46

(2,13) 6

4,64

(2,49) NS

MMP-9 (ng/mL) 8 240,6

(123,2) 7

384,2

(150,3) 6

364,4

(312,4) 7

206,4

(169,2) NS

Fibrinógeno (µg/mL) 6 21,09

(14,28) 4

69,80

(75,04) 5

74,34

(66,38) 5

93,05

(56,03) NS

Apo-A1 (µg/mL) 6 234,4

(50,65) 5

333,5

(109,5) 5

271,9

(30,10) 5

280,5

(89,54) NS

Apo-E (ng/mL) 6 369,4

(137,2) 4

508,5

(147,6) 5

430,8

(62,28) 5

439,4

(112,0) NS

Page 121: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

120

7. EVALUACIÓN DE LOS PARÁMETROS DE ESTRÉS OXIDATIVO Y FUNCIÓN EN

CÉLULAS INMUNITARIAS

7. 1. Efecto de los tratamientos sobre los parámetros de estrés oxidativo

7.1.1. Niveles de compuestos oxidantes y defensas antioxidantes

No se encontraron diferencias significativas en los niveles de GSH entre los grupos estudiados

(P=0,518) (Tabla 13). Sin embargo, los niveles de GSSG fueron significativamente mayores en

los grupos DO y DO-N3 que en los grupos control y DO-HO. En consecuencia, la relación

GSSG/GSH fue mayor en el grupo DO que en los grupos control y DO-HO, mientras que

alcanzó un valor intermedio en el grupo DO-N3.

Tabla 13.Concentraciones de glutatión reducido y oxidado en el bazo.

C

(n=6) DO

(n=6) DO-HO (n=6)

DO-N3 (n=6)

P

GSH (nmol/mg) 7,87

(4,64-12,02)

7,45

(6,77-7,76)

8,62

(7,45-9,94)

7,78

(6,03-9,00)

NS

GSSG (nmol/mg) 2,95

a

(2,31-3,34)

5,84 b

(4,76-6,84)

3,97 a

(2,94-5,03)

4,28 b

(3,39-5,67)

0,003

GSSG/GSH 0,38

a

(0,30-0,55)

0,77 b

(0,68-0,97)

0,39 a

(0,31-0,64)

0,49 ab

(0,39-0,49)

0,013

Los resultados se presentan como mediana (Q1-Q3).GSH: glutatión reducido; GSSG: glutatión oxidado.

Letras distintas indican diferencias significativas entre grupos, analizadas mediante el test Mann-Whitney.

7.1.2. Peroxidación lipídica

La peroxidación lipídica [medida como niveles de malondialdehído (MDA)] también fue

diferente entre los tratamientos (P=0,004). Se observó una bajada significativa de los niveles de

MDA en el bazo del grupo DO-HO en relación al grupo DO (P=0,012). No se observaron

diferencias significativas con la suplementación con AGPI n-3 (Figura 20).

Page 122: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

121

7.1.3. Actividad xantina oxidasa

Finalmente, la actividad xantina oxidasa (Figura 21) fue mayor en los ratones DO que en el

grupo control (P=0,032). La suplementación con ácido 2-hidroxioléico revertió parcialmente

este aumento, mientras que el tratamiento con AGPI n-3 lo revertió por completo.

Figura 20. Niveles de malondialdehído (MDA) (nmol/mg de proteína) en homogeneizados de

bazo. Letras distintas indican diferencias significativas, P<0,05, analizado mediante ANOVA

con corrección post-hoc de Tamhane.

Figura 21. Actividad xantina oxidasa (mU XO/mg proteína) en leucocitos esplénicos aislados.

Letras distintas indican diferencias significativas, P<0,05, analizado mediante ANOVA con

corrección post-hocde Bonferroni.

ab

a

b

a

a

b

ab a

Page 123: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

122

7.2. Efecto de los tratamientos sobre parámetros de la función inmune

7.2.1. Índice de quimiotaxis de los linfocitos del bazo

Los tratamientos experimentales tuvieron un efecto significativo en el índice de quimiotaxis (IC)

de los linfocitos de bazo (Figura 22). Todos los grupos alimentados con la dieta obesogénica

presentaron valores más altos que el grupo control. Además, la suplementación con ácido

hidroxioléico, pero no con AGPI n-3, consiguió revertir este aumento parcialmente, siendo el IC

significativamente más bajo en el grupo DO-OH que en el DO (P=0,002) (Figura 22).

Figura 22. Índice de quimiotaxis en linfocitos del bazo. Letras distintas indican diferencias

significativas entre grupos, para P<0,05, analizado mediante ANOVA con corrección post-hoc

de Bonferroni.

a

c

b

bc

Page 124: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

123

7.2.2. Actividad citotóxica de los leucocitos del bazo

La actividad “natural killer” (expresada como % de lisis de células tumorales) de los leucocitos

del bazo se refleja en la Figura 23. Se puede observar que todos los grupos alimentados con la

dieta alta en grasa mostraron valores significativamente más bajos que el grupo control,

P=0,014 y P=0,019, respectivamente). No hubo diferencias entre el grupo DO y los grupos

tratados con suplementos de ácidos grasos.

Figura 23. Actividad natural killer (% lisis) de linfocitos del bazo. Letras distintas indican

diferencias significativas entre grupos, para P<0,05, analizado mediante ANOVA con corrección

post-hoc de Bonferroni.

7.2.3. Capacidad proliferativa de los linfocitos del bazo en respuesta a mitógenos

En condiciones basales, no se observaron diferencias significativas en linfoproliferación entre

los grupos (grupo control: 1394 ± 550 cpm; grupo DO: 1282 ± 462 cpm; DO-HO:1362 ± 346

cpm; y grupo DO-N3: 1192 ± 361 cpm, P=1,000).

Tras la estimulación con ConA, el grupo DO mostró una proliferación reducida en

comparación con el grupo control (P<0,001). La suplementación con ácido 2-hidroxioléico

revertió completamente esta disminución, mientras que la suplementación con AGPI n-3 lo hizo

parcialmente (Figura 24).

a

b b

b

Page 125: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

124

Figura 24. Proliferación de linfocitos del bazo en respuesta al mitógeno ConA. Letras distintas

indican diferencias significativas, P<0,01, analizado mediante ANOVA con corrección post-hoc

de Tamhane.

En respuesta a la estimulación con LPS (Figura 25), la suplementación con DO-HO dio lugar a

niveles significativamente más altos de proliferación en comparación con el grupo DO

(P=0,002) y el grupo control (P<0,001). La suplementación con AGPI n-3, sin embargo, no

afectó a este parámetro inmunológico.

Figura 25.Proliferación de linfocitos del bazo en respuesta al mitógeno LPS. Letras distintas

indican diferencias significativas, P <0,05, analizado mediante ANOVA con corrección post-hoc

de Tamhane.

a

b

a

ab

a a

b

ab

Page 126: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

DISCUSIÓN

Page 127: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

126

V. DISCUSIÓN

1. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS SOBRE LA INGESTA, EL PESO Y LA GRASA

CORPORALES, Y EL PESO DE ÓRGANOS INTERNOS

En nuestro estudio, los animales alimentados con la dieta obesogénica ingirieron menos

comida en peso que los controles, y sin embargo presentaron una mayor ganancia de peso y

un mayor volumen de grasa corporal. Otros estudios realizados en roedores con dietas híper-

energéticas alcanzaron niveles ponderales de obesidad en periodos similares o incluso más

cortos que el nuestro (Commerford y col., 2001; Lee y col., 2001; Ferrari y col., 2005). Por tanto

es importante considerar como factores condicionantes el tiempo y la clase de dieta

administrada. Básicamente, todas las especies de roedores a nivel de laboratorio son

propensas a desarrollar perturbaciones metabólicas bajo tal régimen dietético (Sullivan y col.,

1993, Tschop y Heiman, 2001; Llado y col., 2000; Rodriguez y col., 2004).

La explicación más plausible para nuestras observaciones es el aumento de

calorías ingeridas debido a la mayor densidad energética de la dieta (Poppitt y Prentice, 1996;

Golay y Bobbioni, 1997; Rolls 2000). Otros mecanismos implicados en el aumento de la

adiposidad debido al consumo de dietas ricas en grasas son: afinidades alteradas de los

receptores β-adrenérgicos en el tejido adiposo marrón, el corazón y el músculo esquelético

(Matsuo y Suzuki, 1994; Takeuchi y col., 1995); menor actividad de la lipasa sensible a

hormonas (Awad y Zepp, 1979); o un aumento de la expresión de factores de transcripción

como el PPARγ y otros genes implicados en la adipogénesis (Wajchenberg 2000).

Al mismo tiempo hay que tener presente factores como las modificaciones en la

microbiota intestinal que puedan desarrollar los animales sometidos a dietas hipergrasas y que

están asociadas con la aparición de un fenotipo obeso (Cani y Delzenne, 2009; de La Serre y

col., 2010; Mujico y col., 2013). Además, el estado nutricional del huésped puede estar

marcadamente influenciado por la composición y las actividades de la microbiota intestinal, ya

que en pacientes obesos se han observado cambios significativos en la composición de la

microbiota intestinal en comparación con sujetos delgados (Nadal y col., 2009; Santacruz y col.,

2009); por ejemplo, la proporción de Bacteroidetes: Firmicutes parece disminuir en individuos

obesos (Turnbaugh y col., 2006).

Page 128: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

127

De hecho, en un estudio previo llevado a cabo en los mismos animales estudiados en la

presente tesis doctoral, también se observó que el consumo de la dieta obesogénica inducía un

aumento en todos los grupos de Firmicutes (el phylumFirmicutes, el géneroLactobacillus y el

grupo ClostridialXIVa), así como el orden Enterobacteriales, aunque la diferencia fue

estadísticamente significativa sólo en este último grupo. Por el contrario, se observó una

tendencia a la baja en el género Bifidobacterium spp. y el phylum Bacteroidetes (Mujico y col.,

2013).

En nuestro estudio se observó una reducción progresiva en el peso corporal en

el grupo DO-HO; sin embargo, el grupo DO-N3 mostró una evolución de peso similar al grupo

DO. A pesar de estas diferencias en la evolución ponderal, la RMN demostró que los ratones

suplementados con AGPI n-3 presentaron valores intermedios de grasa corporal, y que los del

grupo suplementado con ácido 2-hidroxioléico tenían valores más próximos a los del grupo

control. El efecto adelgazante del 2-hidroxioléico no puede explicarse por cambios en la

ingesta, ya que esta no fue diferente entre los grupos DO y DO-HO. Es interesante destacar

que, siguiendo la línea de argumentación del párrafo anterior, la suplementación con 2-

hidroxioléico aumentó notablemente la densidad bacteriana total y restauró las proporciones de

bacterias de los grupos Clostridia lXIVa, Enterobacteriales y Bifidobacterium spp, mientras que

este efecto no tuvo lugar con la suplementación con los AGPI n-3 (Mujico y col., 2013).

La dieta mediterránea y el consumo de aceite de oliva se han relacionado con

tasas más bajas de obesidad (Schröder y col., 2004; Razquin y col., 2009), y hay un gran

número de estudios en animales y humanos que demuestran efectos positivos de la ingesta de

AGMI sobre el peso y la grasa corporales (Rodríguez-Villar y col, 2000; Ros 2003; Sabaté

2003; Paniagua y col., 2007; Shai y col., 2008; Gillingham y col., 2011; Patterson y col, 2014).

Aunque hay controversias (Flint y col., 2003), la evidencia experimental sugiere que los AGMI

tienen un mayor efecto saciante y termogénico que los AGS (Lawton y col., 2000; Soares y col.,

2004; Kien y col., 2005). Sin embargo, se sabe poco sobre los efectos del ácido 2-hidroxioléico.

Nuestros resultados coinciden con los de Vögler y colaboradores, que señalaron que ratas

normopeso Wistar-Kyoto tratadas con ácido 2-hidroxioléico experimentaron una disminución en

el peso corporal a través de la reducción de la masa grasa (Vögler y col., 2008).

Page 129: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

128

Con respecto a los AGPI n-3, a pesar de existir una considerable evidencia sobre sus

potenciales efectos anti-obesidad (Takahashi e Ide 2000; Murase y col., 2002; Wang y

col.,2002; Huang y col., 2004; Thorsdottir y col., 2007; Buckley y Howe, 2010), hay otros

estudios que indican que la suplementación con AGPI n-3 no tiene tal acción (Parrish y col.,

1990; Itoh y col., 2007; Batetta y col., 2009; Du y col., 2015). Los principales factores que

contribuyen a las diferencias entre los estudios podrían estar relacionados con la dosis, fuente

y duración de la suplementación. Debido a que la mayoría de los estudios han tenido una

duración relativamente corta, la magnitud de las mejoras ha sido modesta. Belzung y

colaboradores (1993) demostraron que el efecto protector del aceite de pescado exhibía una

relación dosis-respuesta (Belzung y col., 1993).

Se ha propuesto que el posible efecto anti-obesidad de los AGPI involucra la regulación

del sistema nervioso simpático, así como de la producción de leptina y adiponectina (Ohashi y

col., 2004; Ahn y col., 2006). Además, se ha demostrado que los individuos obesos oxidan peor

los AGPI en comparación con los individuos normopeso, lo que indica que la calidad de la

grasa de la dieta puede ser un factor condicionante en el desarrollo de la obesidad. Parece

existir una relación entre una ingesta excesiva de grasa y una disminución de la capacidad

oxidativa de los AG aunque existen controversias sobre esta teoría (Gil y col., 2005). Otro

posible mecanismo de acción de los AGPI es la inducción de la actividad termogénica del tejido

adiposo (Terpstra y col., 2003). El EPA incrementa la oxidación grasa en hepatocitos y

adipocitos, debido a una mayor actividad de la carnitin-palmitoil-transferasa 1 (CPT1), enzima

limitante en el sistema de oxidación lipídica mitocondrial (Guo y col., 2005). La administración

de DHA en ratas, por su parte, estimula la beta oxidación peroxisomal en el hígado, mediante

el incremento de la actividad de la coenzima oxidasa de ácidos grasos (Totland y col., 2000).

Por otra parte, DHA y EPA inhiben la actividad de la sintetasa de ácidos grasos en hígado y

tejido adiposo, así como la expresión de la estearoil-coenzima A desaturasa, ambas esenciales

en la síntesis de ácidos grasos, a través de la supresión de la proteína de unión al elemento

regulador de estearol (SREBP1) (Nakatani y col., 2003). Además, inhiben la diferenciación de

preadipocitos e incrementan la apoptosis de estas células (Kim y col., 2006).

Page 130: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

129

En nuestro estudio, sin embargo, no solo los AGPI n-3 no provocaron una disminución del peso

corporal, sino que a pesar de observarse una reducción de la grasa corporal total con respecto

del grupo DO, los animales del grupo DO-N3 mantuvieron un mayor tamaño de grasa visceral

en comparación con el grupo control. En este sentido, se ha encontraron que una dieta con alto

contenido de AGPI n-3 en ratas limita selectivamente la hipertrofia de los depósitos adiposos

retroperitoneal y epididimal, sin efectos sobre otros depósitos importantes (Belzung y col.,

1993).

En relación a los órganos internos estudiados en el presente trabajo, el peso medio del

hígado de los grupos DO y DO-N3, y el peso medio del corazón del grupo DO fueron

significativamente más grandes que los de los de los grupos control y DO-HO. Hepatomegalia y

cardiomegalia, unidas a los valores más altos de peso corporal y grasa visceral, constituyen

rasgos comunes del síndrome metabólico (Castro-Martínez y col., 2012; Caruana y col., 2000).

Hallazgos similares han sido descritos en animales genéticamente obesos como las ratas

Zuckerfa/fa

, que muestran un aumento de tamaño en el hígado y el corazón (Bray 1977; White y

Martin, 1997; Srinivasan y Ramarao, 2007; de Artiñano y Castro, 2009). Se ha demostrado que

una dieta con alto contenido en AGS incrementa significativamente el peso del hígado en

ratones después de 16 semanas en comparación con otras dietas (aceite de oliva, aceite de

cártamo o linaza, y aceite de pescado) (Patterson y col., 2014). En nuestro estudio, el peso

medio del hígado fue más alto en los grupos DO y DO-N3 que en el control. La hepatomegalia

inducida por la alimentación con aceite de pescado ha sido descrita de forma consistente en

diferentes estudios (Otto y col., 1991; Yaqoob y col., 1995; Rabbani y col., 2001; Nakatani y

col., 2003). Con respecto al corazón, cuya principal fuente de energía son los ácidos grasos

libres circulantes, la ingesta de aceite de oliva ha sido relacionada con una reducción de su

peso en ratas (Jones y col., 1995), coincidiendo con los resultados observados en nuestro

estudio.

Page 131: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

130

2. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS PARÁMETROS BIOQUÍMICOS Y

FISIOLÓGICOS

El presente trabajo de investigación ha revelado que 8 semanas de administración de la dieta

obesogénica no fueron suficientes para producir alteraciones significativas en los niveles de

glucosa y de colesterol total; en cambio, los niveles de triglicéridos se incrementaron con

respecto al grupo control. Las alteraciones metabólicas que derivan de la obesidad, tales como

hipertrigliceridemia y otras dislipidemias, resistencia a insulina e hipertensión, tienen un gran

impacto en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes (Contreras-Leal y

Santiago-García, 2011). La ingesta de grasa saturada ha sido asociada con alteraciones de los

niveles séricos de glucosa (López y col., 2003; Archer y col., 2004) y triglicéridos (Buettner y

col., 2006; Buettner y col., 2007). Igualmente se ha documentado que la hiperinsulinemia

favorece la síntesis de VLDL en el hígado y por lo tanto puede contribuir al incremento de los

triglicéridos (Orchard y col., 1983). Además, diversos estudios han demostrado que los AGS

aumentan de modo significativo el colesterol total y el asociado a lipoproteínas LDL, y

moderadamente el cHDL (Aguilera y col., 2001; Mensink y col., 2003). Hipotéticamente, el

tiempo de administración de la dieta obesogénica en nuestro estudio pudo no ser suficiente

para producir modificaciones significativas a nivel metabólico en nuestro modelo animal.

En relación a la suplementación con 2-hidroxioléico y AGPI n-3, observamos que tras

solo dos semanas de administración, el grupo tratado con 2-hidroxioléico presentó valores más

bajos en los niveles de glucosa en comparación con el grupo DO, e incluso en comparación

con el grupo control, y la misma tendencia se mantuvo tras un mes de tratamiento, aunque sin

llegar a niveles estadísticamente significativos. A este respecto, la ingesta de AGMI se ha

asociado con la disminución de la glucosa en la sangre (Rocca y col., 2001; Esposito y col.,

2004a) y con mejoras del control glucémico (Hussain y col., 2007). Además se ha propuesto

que durante la administración de una dieta rica en AGMI, los ácidos grasos libres son

transportados por el sistema linfático sin estimular la secreción de insulina, y llevados

directamente al tejido adiposo periférico y, por tanto, el pico de la insulina postprandial y la

hiperglucemia se reducen (Paniagua 2016). Otro estudio, en cambio, no encontró efectos

Page 132: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

131

significativos sobre la sensibilidad a insulina tras la suplementación con AGMI en ratones de

laboratorio (Tierney y col., 2011).

El tratamiento con AGPI n-3 no influyó sobre los niveles de glucosa en la sangre. Estudios con

períodos más largos de suplementación con AGPI n-3 presentaronefectos beneficiosos sobre

el metabolismo de la glucosa (Nascimento y col., 2010), mientras que otros trabajos han

mostrado un incremento de los niveles de glucosa en sangre tras la ingesta de dosis elevadas

de aceites de pescado (EPA/DHA; 7,5 g/d) (Norday 1996) y ningún cambio significativo con

dosis bajas (4g/d, Malasanos y Stacpoole, 1991; 3,4 g/d, Grundt y col., 1999). Actualmente, el

efecto de EPA y DHA sobre la sensibilidad a la insulina no está bien caracterizado (Griffin y

col., 2006; Gonzalez-Periz y col., 2009; Tierney y col., 2011).

En relación a los valores de triglicéridos, tras las dos primeras semanas de

suplementación se evidenció una disminución de sus niveles en el grupo de animales

suplementado con 2-hidroxioléico. Un meta-análisis y una revisión sistemática recientes sobre

los AGMI en relación con el riesgo cardiovascular concluyeron que la mayoría de estudios

describen una disminución de los valores de triglicéridos (Schwingshackl y Hoffmann, 2012;

Ros y col., 2015). Además hay evidencia de que las dietas enriquecidas con AGMI podrían

mejorar los niveles de triglicéridos plasmáticos en el sobrepeso y la obesidad (Colette y col.,

2003) como en sujetos sanos (Covas y col., 2006). La suplementación con AGPI n-3 también

redujo los niveles de triglicéridos en comparación con el grupo DO. En humanos, la acción

metabólica principal de los AGPI n-3 es la reducción de la concentración de triglicéridos en

plasma (Ramírez-Tortosa y col., 1999), y la literatura científica describe trabajos en los que las

concentraciones plasmáticas de triglicéridos son casi invariablemente reducidas con AGPI n-3

(Phillipson y col., 1985; Sanders y col., 1985; Nestel y col., 1987; Ramírez-Tortosa 1999; Visioli

y col., 2000; Kris-Etherton y col., 2002; Flachs y col., 2009). Además, la reducción de la

hipertrigliceridemia es mayor cuanto mayor sea el nivel basal de triglicéridos (Connor y

Connor1997; Ros y Laguna, 2006; Kromhout 2012), y esto se cumple tanto para dosis bajas de

AGPI n-3administradas durante largo tiempo, como cuando se ofrece una dosis única muy alta

(Svaneborg y col., 1994). Los mecanismos por los cuales los AGPI n-3 reducen la

hipertrigliceridemia son múltiples, incluyendo: la reducción de la síntesis hepática de

Page 133: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

132

triglicéridos (Connor y Connor 1997); la estimulación de los factores de transcripción PPAR

(Watanabe y col., 1992; Kaikaus y col., 1993); la reducción de la producción (síntesis y

secreción) de las VLDL y el aumento de su aclaramiento por estimulación de la actividad

lipoprotein-lipasa, en un proceso dependiente de PPAR y compartido en parte con los fibratos

(Kromhout 2012; Ros y Laguna, 2006).

Finalmente, nuestros resultados muestran que la suplementación con 2-hidroxioléico y

AGPI n-3 no influyó sobre los niveles de colesterol en nuestro modelo animal. Desde el informe

de Mattson y Grundy en el año 1985, se han llevado a cabo numerosos estudios de

intervención dietética para probar un efecto diferencial de los AGMI y los AGPI en los lípidos

séricos, y la mayoría de estos estudios no encontraron diferencias significativas en los niveles

de cLDL y cHDL (Wardlaw y col., 1991; Berry y col., 1991; Chan y col., 1991; Valsta y col.,

1992;Wahrburg y col., 1992; Kris-Etherton y col., 1993; Wood y col., 1993; Ginsberg y col.,

1994;Nydahl y col., 1994; Thomsen y col., 2003). Los AGS son el componente dietético que

más aumenta el cLDL en sangre, y se ha descrito que su sustitución por AGMI disminuye el

cLDL sin afectar los niveles de cHDL (Araneta 2003; Hernández 2004), aunque en otros

estudios los AGMI no produjeron cambios en el colesterol plasmático (González y col., 1997).

Ya en los años sesenta, Keys y Hegsted demostraron que el consumo de AGMI no afecta a los

niveles de colesterol total (Keys y col., 1965; Hegsted y col., 1965). Respecto a los AGPI n-3,

varios informes indican que no modifican los niveles de cLDL (Schectman y col., 1996; Harris

1997; Cazzola y col., 2007), o los resultados son inconsistentes (Phillipson y col., 1985;

Sanders y col., 1985; Nestel y col., 1987; Kris-Etherton y col., 2002; Finnegan y col., 2003).

Esto parece depender en partede la dosis empleada (Nestel y col., 1987), y posiblemente

también de la fuente del aceite de pescado y de la relación EPA/DHA. En nuestro estudio

tampoco encontramos cambios con ningún tratamiento en los niveles de ApoA1, considerada

mejor predictor de eventos cardiovasculares que el cLDL y el cHDL (Walldius y col., 2001;

Florvall y col., 2006; Chan y Watts, 2006; Van der Steeg y col., 2008; Sierra-Johnson y col.,

2009;Campana y col., 2014), ni en los de ApoE, que es poco abundante, pero está presente en

todas las lipoproteínas, incluso en las cLDL (Argüeso y col., 2011).

Page 134: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

133

Otro de los puntos críticos en las complicaciones asociadas a la obesidad es el desarrollo de

hipertensión; la elevación de la tensión arterial en etapas tempranas de la vida es predictivo de

hipertensión en la edad adulta, y su asociación con el sobrepeso y la obesidad es bien

conocida (Mikhail y col., 1999; Brown y col., 2000).

Entre los factores que contribuyen al desarrollo de hipertensión se cuentan, además de

factores genéticos, mecanismos relativamente bien conocidos, como la resistencia a insulina, el

aumento de la actividad adrenérgica y de las concentraciones de aldosterona, la retención de

sodio y agua, y el incremento del gasto cardíaco, así como una serie de alteraciones de la

función endotelial, especialmente las mediadas por leptina y adiponectina (Vázquez-Carrera

2007; Rector y col., 2008). La leptina participa en la estimulación del sistema nervioso

simpático, lo que aumenta la tensión arterial y por lo tanto contribuye a la hipertensión

relacionada con la obesidad (Carlyle y col., 2002; Rahmouni y col., 2005). Hay evidencia

además de que la leptina puede influir en la homeostasis del fluido salino y el tono vascular

(Hajer y col., 2008). Por otro lado, se han descrito niveles reducidos de adiponectina en una

variedad de condiciones de obesidad y de hipertensión (Kumada y col., 2003; Ouchi y col.,

2003).

En el presente estudio comprobamos la asociación entre la obesidad y la hipertensión.

Los animales del grupo DO presentaron altos valores de tensión diastólica, tal y como se ha

descrito en casos de patologías asociadas a la obesidad humana y en modelos murinos

(Bakery col., 2007; Martínez-Gómez y col., 2010, Martínez-Gómez y col., 2011; Okin y

Medzhitov, 2012). A pesar de que se han identificado muchos detalles sobre el desarrollo y el

mantenimiento de la hipertensión relacionada con la obesidad, todavía no se conoce el impulso

primario para iniciar el proceso patológico, y tampoco se sabe si la obesidad causa

hipertensión o viceversa (Vaneckova y col., 2014).

Los animales tratados con ácido 2-hidroxioléico en nuestro estudio mostraron una

reducción de la presión arterial sistólica y diastólica después de 6 semanas de tratamiento. Se

ha demostraron que la administración oral de ácido 2-hidroxioléico podía promoverla

Page 135: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

134

disminución de la presión arterial sistólica en ratas hipertensas, de manera tiempo- y dosis-

dependiente (Alemany y col., 2004).

El ácido 2-hidroxioléico ejerce efectos en diversos mecanismos hipotensores que implican la

regulación, la modificación y el control de las proteínas G, y las vías de señalización celular

cardíaca para promover vaso-relajación (Yang y col., 2005; Terés y col., 2008).

Este efecto hipotensor se ha observado en estudios previos con AGMI (Ruiz-Gutiérrez y col.,

1996; Lahoz y col., 1997; Alonso y Martínez-González, 2004; Estruch y col., 2006; Perona y

col., 2007). A nivel molecular, además de modificar los fosfolípidos de membrana (Pagnan y

col., 1989; Corrocher y col., 1992), el ácido oleico y el aceite de oliva virgen regulan la

señalización asociada a proteínas G in vivo (en seres humanos) y en cultivos celulares (Yang y

col., 2005; Alemany y col., 2007), compartiendo vías de señalización con el ácido 2-

hidroxioléico (Alemany y col., 2004; 2006 y 2007).

La suplementación con AGPI n-3 en nuestro estudio no condujo a una modificación

significativa de la presión arterial. A diferencia de nuestros resultados, en la literatura científica

se ha descrito que un aumento en el consumo de AGPI n-3 puede reducir la tensión sistólica y

diastólica, tanto en sujetos normopeso como en hipertensos (Appel y col., 1993; Morris y col.,

1993). Los AGPI n-3 parecen tener un efecto hipotensor menor, dependiente de dosis y del

grado de hipertensión arterial (Howe 1997). La reducción de los triglicéridos, el aumento del

cHDL, la reducción de la inflamación vascular y la disminución de la agregación plaquetaria

favorecerían dicha disminución del a presión arterial (Leaf y col., 2005). También existen

evidencias de que los AGPI n-3 podrían estimular la producción endotelial de óxido nítrico, que

provoca la relajación de las células del músculo liso, permitiendo la dilatación de los vasos

sanguíneos, que a su vez reduce la presión sanguínea y la activación endotelial (Tagawa y col.,

2000; Din y col., 2004). Solo cantidades elevadas de aceites de pescado (mínimo 3 g/día)

parecen producir un descenso significativo, si bien moderado, de la presión sanguínea (Appel y

col., 1993).

Page 136: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

135

3. EFECTOS DE LOS TRATAMIENTOS EN LOS VALORES DE ADIPOQUINAS,

CITOQUINAS Y HORMONAS

La evidencia demuestra que las adipoquinas, además de influir en la regulación del apetito, el

gasto energético y la homeostasis de glucosa y lípidos, proporcionan un vínculo entre la

obesidad y la inflamación (Mora y Pessin, 2002). Los resultados de numerosos estudios en

adipocitos, tejido adiposo y suero han sugerido que las dietas hipergrasas afectan

negativamente los niveles de adiponectina y resistina (Nagao y col., 2003; Fernández-Real y

col., 2005; Flachs y col., 2006; Bueno y col., 2008; Pérez-Echarri y col., 2009; Lorente-Cebrian

y col., 2009; Shirouchi y col., 2010; Catta-Preta y col., 2012; Lefils-Lacourtablais y col., 2013;

von Frankenberg y col., 2014; Tishinsky y col., 2014; Graf y col., 2014). Las dietas ricas en

lípidos promueven un aumento significativo en la concentración de leptina sérica, existiendo

fuerte correlación entre la leptina y el porcentaje de ingesta lipídica (Ahrén y col., 1997; Cooling

y Blundell, 1998; Wang y col., 2005a), mientras que la ingesta de dietas tipo cafetería provocan

bajadas de los niveles de adiponectina (Ribot y col., 2008). También se ha observado que los

niveles de resistina aumentan debido a la utilización de dietas altas en grasa (Van Schothorst y

col., 2009; Lee y col., 2010).

En el presente estudio, los valores de leptina en plasma fueron significativamente más

altos en los animales DO que en los controles, aunque la secreción de leptina por adipocitos

aisladosno mostró diferencias significativas entre los grupos estudiados. La leptina tiene un

papel relevante en la regulación del peso corporal a través de sus efectos centrales sobre el

apetito, y periféricos sobre el gasto energético y la señalización de la insulina (Martí y col.,

1999; Maury y Brichard, 2010), y sus niveles responden directamente a la expansión adiposa

(Paniagua y col., 2016). Se ha descrito tanto en ratas como en humanos, que los adipocitos

hipertrofiados contienen una mayor cantidad de leptina comparados con los adipocitos más

pequeños (Lee y Fried, 2006; Lee y col., 2007). En modelos animales se ha observado que

cuando se tiene una dieta alta en grasa y/o azúcar se presenta hiperleptinemia, generando una

obstrucción funcional de la hormona que recibe el nombre de bloqueo leptinérgico, que culmina

en resistencia a la leptina, mayor consumo de alimento y desarrollo de obesidad (Wang y col.,

2005a; Rosado y col., 2006; Vasselli 2012).

Page 137: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

136

Estos hallazgos sugieren que macronutrientes específicos como los carbohidratos (Jenkins y

col., 1997; Weigle y col., 2003; Vasselli, 2012), las grasas (Surwit y col., 1997; Ahrén y col.,

1997; Cooling y Blundell, 1998), pueden estar implicados en la inducción de dicha resistencia

como paso previo al desarrollo de la obesidad.

La suplementacion con 2-hidroxioléico en nuestros animales revirtió el aumento de la

leptina en plasma, como corresponde a la reducción de grasa corporal observada en ese

grupo. Nuestros resultados coinciden con otro estudio, que mostró que la ingesta de 2-

hidroxioléico en ratas delgadas durante 7 días (600 mg/kg cada 12 horas) condujo a una

reducción en los niveles de leptina (Vogler y col., 2008). Así mismo, se ha descrito que una

dieta rica en AGMI disminuye la concentración de esta hormona en comparación con los AGS

(Pieke y col., 2000; Kratz y col., 2002).

Por el contrario, el grupo suplementado con AGPI n-3 tuvo valores plasmáticos más

altos de leptina que losdel grupo control, y similares a los del grupo DO. Otros estudios in vivo

han mostrado que la suplementación con AGPI n-3 da lugar a la disminución de las

concentraciones plasmáticas de leptina en ratas y ratones (Reseland y col., 2001; Ukropec y

col., 2003), y se ha descrito que los AGPI n-3 reducen la señalización de la leptina mediante la

disminución en la expresión del gen de su receptor (Cleary y col., 2004). Los estudios

realizados en animales han proporcionado resultados inconsistentes sobre los efectos de los

AGPI n-3 sobre los niveles plasmáticos de leptina: encontramos tanto disminución (Reseland y

col., 2001; Ukropec y col., 2003), como ausencia de modificación (Flachs y col., 2006), o

incluso aumento (Cha y Jones, 1998; Peyron-Caso y col., 2002). La regulación de la

producción de leptina puede depender de la localización anatómica del tejido; se ha

demostrado que un aumento en la ingesta de los AGPI n-3 reduce la expresión de leptina en el

tejido adiposo epididimal de rata (Reseland y col., 2001), mientras que observaron niveles

reducidos de ARNm del gen de leptina en el tejido retroperitoneal asociados al consumo de

DHA, en comparación con una mezcla de manteca de cerdo y aceite de oliva (Raclot y col.,

1997). Además, los niveles de ARNm se correlacionaron positivamente con el tamaño de las

células de grasa, lo que sugiere un papel de los AGPI n-3 en la regulación del tamaño de las

células grasas y la expresión de leptina.

Page 138: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

137

Por otra parte, experimentos in vitro e in vivo han revelado que la acción moduladora delos

AGPI n-3 sobre la secreción de leptina en los adipocitoses dependiente de la etapa de

maduración de los mismos (Prostek y col., 2014). Por lo tanto, la discrepancia entre nuestros

resultados y la literatura podría estar relacionada con las diferencias en los modelos celulares

utilizados (células primarias vs líneas celulares) o en la etapa específica de la adipogénesis en

la cual se miden los efectos de los AGPI n-3 sobre la leptina (Todorcevic y Hodson, 2016).

En nuestro estudio, los animales alimentados con DO no mostraron alteraciones en las

concentraciones plasmáticas de adiponectina, pero sí presentaron niveles más bajos de

secreción en adipocitos aislados que los controles. Resultados similares fueron obtenidos

mientras que otros autores hallaron concentraciones plasmáticas reducidas de adiponectina

tras la ingesta de dietas altas en grasas (Arita y col., 1999; Orio y col., 2003; Hoffstedt y col.,

2004). El mecanismo a través del cual la expansión del tejido adiposo suprime la producción de

adiponectina no se entiende muy bien (Fain y col., 2008), y además se sabe poco sobre la

secreción de adiponectina a partir del tejido adiposo y su papel en la regulación de la cantidad

de adiponectina circulante plasmática (Hoffstedt y col., 2004). Sin embargo, dado que la

obesidad suele estar acompañada de niveles elevados de ácidos grasos circulantes y en

particular de AGS, el efecto negativo de la obesidad sobre la adiponectina puede atribuirse a la

acción directa de los ácidos grasos en los adipocitos (Nguyen y col., 2005; Lavoie y col., 2009;

Kennedy y col., 2009). Es posible que factores distintos de la secreción adiposa, como el

recambio y la degradación, regulen las concentraciones séricas de adiponectina (Hoffstedty

col., 2004). Distintos estudios han descrito niveles más bajos de ARNm de adiponectina en el

tejido adiposo visceral en comparación con el tejido adiposo subcutáneo (Lihn y col., 2004),

mientras que Motoshima y colaboradores (2002) encontraron una mayor liberación de

adiponectina por adipocitos aislados del tejido omental en comparación con los de tejido

adiposo subcutáneo. Por lo tanto, no sólo la cantidad de grasa, sino también su distribución,

son factores que determinan los niveles de adiponectina (Trujillo y Scherer 2005).

Page 139: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

138

En nuestro estudio, los niveles plasmáticos de adiponectina tampoco cambiaron con los

suplementos, aunque sí se observó una recuperación parcial de la secreción de adiponectina

estimulada por LPS en el grupo DO-HO, en relación al grupo DO.

Existe evidencia de efectos anti-inflamatorios y cardio-protectores del consumo de AGMI en la

obesidad (van Dijk y col., 2009; Schwingshackl y col., 2011), así como de los efectos positivos

del ácido oleico sobre la expresión del gen de la adiponectina (Hernández-Morante y col.,

2006). La capacidad del ácido oleico para inducirla expresión de adiponectina puede contribuir

a explicar los efectos beneficiosos de las dietas enriquecidas con este ácido en los niveles

plasmáticos humanos de adiponectina (Paniagua y col., 2007; Yeung y col., 2010), aunque

nosotros no observáramos dicha consecuencia. La asociación entre la adiponectina y los AGMI

requiere de más investigación.

Diferentes grupos de investigación han encontrado un aumento de la adiponectina

circulante con suplementos de aceite de pescado en modelos animales (Rossi y col., 2005;

Neschen y col., 2006; Flachs y col., 2006; Saraswathi y col., 2007; Kalupahana y col., 2010). La

suplementación con AGPI n-3 en nuestro estudio coincide con el estudio de Kratz y

colaboradores (2008), quienes no observaron cambios en las concentraciones de adiponectina

entre los sujetos que consumían una dieta enriquecida en AGPI n-3 y los sujetos control. Sin

embargo, y como en el caso del ácido 2-hidroxioléico, sí observamos una recuperación parcial

de la secreción de adiponectina en adipocitos. En esta línea, el estudio de Todoric y

colaboradores (2006) encontró que la expresión de la adiponectina fue restaurada por AGPI n-

3. La inducción de adiponectina en el tejido adiposo de ratones por los AGPI n-3 se ha

asociado con la supresión de la inflamación de bajo grado (Neschen y col., 2006; Rossi y col.,

2005; Flachs y col., 2006), y con un efecto sensibilizador de insulina, posiblemente como

resultado de la activación de la AMPK en diversos tejidos (Yamauchi y col., 2002; Nawrocki y

col., 2006).

Con respecto a la resistina, un estudio reciente señala que sus niveles pueden estar

directamente relacionados con la ingesta de AGS (Cabrera de León y col., 2014), pero no hay

resultados suficientes en la literatura científica para sacar conclusiones más claras.

Page 140: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

139

Los datos no son uniformes al respecto sobre la influencia de la ingesta calórica en los niveles

plasmáticos de resistina, aunque lo más aceptado es que la disminución de peso y de la

ingesta calórica se asocian a una disminución de los niveles de resistina (Azuma y col., 2003;

Hansen y col., 2010). En nuestro estudio se observó que la secreción de resistina en el tejido

adiposo era significativamente menor en el grupo DO que en el control, y el mismo efecto ha

sido descrito por otrosautores (Moore y col., 2001; Way y col., 2001; Maebuchi y col., 2003;

Rajala y col., 2004; Ribot y col., 2008). Maebuchi y colaboradores (2003) mostraron que la

resistina en suero era indetectable en ratones obesos, y que la expresión de su ARNm estaba

reducida, al igual que pasa en nuestro estudio. Los niveles de expresión de los ARNm no

siempre se correlacionan con la expresión de las proteínas correspondientes (Rajala y col.,

2004). Explicaciones posibles incluyen diferencias en las modificaciones post-transcripcional y

post-traduccional, que afectan consecuentemente las tasas secretoras de resistina. Además, el

aumento de los niveles séricos puede aumentar las tasas de degradación de los transcritos, o

la iniciación y reclutamiento de inhibidores de la traducción, a través de mecanismos de

retroalimentación negativa. La forma secretada de resistina se considera que tiene propiedades

paracrinas, y esto puede implicar que la mayor parte de la regulación se produzca a nivel de la

proteína (Kusminski y col., 2005). Existe evidencia de que la resistina es inducida durante la

diferenciación de los preadipocitos 3T3-L1 (Kim y col., 2001; Steppan y col., 2001) con el

objetivo de inhibir la conversión adiposa de estas células, lo cual sugiere que también puede

servir como señal de retroalimentación para restringir la expansión del tejido adiposo (Kim y

col., 2001). Por tanto, una disminución de la producción de resistina durante el desarrollo

temprano de obesidad bajo una dieta hipergrasa podría permitir una expansión inicialmente

más rápida del tejido adiposo, con el fin de evitar lipotoxicidad.

Curiosamente, nuestros resultados indican un aumento en los niveles de resistina tras

la suplementación con 2-hidroxioléico, siendo similares a los obtenidos en el estudio de Catta-

Preta y colaboradores, que también determinaron altos niveles de esta proteína en ratones

alimentados con una dieta rica en AGMI (Catta-Preta y col., 2012).

Page 141: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

140

Otro estudio, sin embargo, mostró que la dieta mediterránea, incluyendo importantes

cantidades de AGMI y AGPI, no cambió el nivel de resistina sérica entre los adultos obesos

(Cabrera de León y col., 2014). Faltan resultados suficientes en la bibliografía para sacar

conclusiones más claras.

Con respecto a la suplementación con AGPI n-3, observamos que, si bien se produjo

una recuperación parcial en la secreción basal de resistina, los niveles de secreción estimulada

por LPS fueron más bajos que en grupo control, y de proporciones similares a los del grupo

DO. Se ha sugerido que el EPA puede promover una pequeña reducción en la expresión del

ARNm de resistina en adipocitos murinos (Haugen y col., 2005). Así mismo, en ratas con

esteatohepatitis no alcohólica, la concentración de resistina se redujo en 8 semanas con una

dieta rica en AGPI n-3 (Wen y col., 2014). El posible mecanismo subyacente al impacto de los

AGPI n-3 sobre los niveles de resistina puede explicarse parcialmente por la relación de EPA,

DHA y resistina con el PPARγ, un tipo de receptores nucleares expresado principalmente en el

tejido adiposo, colon y macrófagos, y que regula el almacenamiento de ácidos grasos, la

diferenciación celular y el metabolismo energético (Fajas y col., 1997). Se ha sugerido que la

activación de PPARγ puede verse afectada por la concentración sérica de EPA y DHA (Han y

col., 2014), y el PPARγ a su vez puede influir en la secreción de adipoquinas (Neschen y col.,

2006). También se ha demostrado que la expresión del gen resistina se potencia mediante la

sobreexpresión de PPARγ (Way y col., 2001, Steppan y col., 2001, Patel y col., 2003).

Respecto de las citoquinas y las moléculas de adhesión, ningún tratamiento en nuestro

estudio tuvo un impacto significativo, ya fuera en adipocitos o en plasma. Los mecanismos

precisos que enlazan la inflamación con la obesidad y complicaciones asociadas permanecen

todavía sin establecer completamente (Weiss y Caprio, 2005; Pérez de Heredia y col., 2012). A

medida que la obesidad se desarrolla, en el tejido adiposo se infiltran numerosos macrófagos

activados, lo que conduce a la producción aumentada de diversos factores pro-inflamatorios,

como TNF-α, IL-6, MCP-1 y PAI-1 (Shoelson y col., 2007). Los mecanismos moleculares que

subyacen en el reclutamiento de macrófagos en el tejido adiposo no se comprenden

claramente, aunque sabemos que los ácidos grasos libres activan la vía del factor nuclear

kappa B (NF-κB) a través de TNF-α, el receptor de la IL-6 y el receptor tipo toll (TLR)-4.

Page 142: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

141

La vía NF-κB desempeña un papel de puente entre la inmunidad innata y el metabolismo

(Schaffler y Scholmerich, 2010; Majdalawieh y Ro, 2010). Las citoquinas inflamatorias IL-6, IL-

1β y TNF-α están implicadas en la regulación del metabolismo y la ingesta de alimentos,

modulando la acción de la insulina y la liberación de leptina en el tejido adiposo, y estos efectos

pueden potenciarse mediante el polimorfismo del gen receptor-2 del TNF-α, que está asociado

con la resistencia a la leptina y la obesidad (Das 2001; Engström y col., 2003). Por lo tanto, se

cree que se establece un círculo vicioso entre la obesidad y la inflamación inducida por

cambios en el tejido adiposo (Oliveira y Bressan, 2010).

Con respecto a las moléculas de adhesión, pueden estar elevadas en individuos

obesos (Ouchi y col., 1999; Pontiroli y col., 2004; Couillard y col., 2005; Gomes y col., 2010),

aunque no en todos los casos (Matsumoto y col., 2002). A este respecto, los estudios que

vinculan estas moléculas y los marcadores antropométricos de la obesidad siguen siendo

controvertidos e inconclusos (Demerath y col., 2001; Miller y col., 2003; Ponthieux y col., 2004).

El alto consumo de grasas saturadas y un patrón dietético occidental se han asociado con

mayores concentraciones de las mismas (Lima y col., 2014). La sE-selectina, que regula las

interacciones entre las células sanguíneas y el endotelio activado, se ha relacionado con

hipercolesterolemia (Hackman y col., 1996), hipertensión (Ferri y col., 1999) y marcadores de

aterosclerosis y obesidad (Ito y col., 2002; Desideri y col., 2005).

Estudios in vitro e in vivo han arrojado luz sobre el efecto inflamatorio de los AGS

(Ajuwon y Spurlock, 2005; Bradley y col., 2008; Wang y col., 2013), y se ha visto que una

ingesta alta en grasa puede provocar inflamación de bajo grado (Aljada y col., 2004; Jackson y

col., 2005). No todos los estudios han demostrado tales efectos de forma consistente, ya que

otros trabajos muestran efectos nulos sobre de la grasa de la dieta sobre los niveles de

citoquinas (Manning y col., 2008; van Dijk y col., 2012; Teng y col., 2014).

En general, las dietas que contienen AGMI están relacionadas con la supresión de la

producción de citoquinas (Puertollano y col., 2007). Otros trabajos no han encontrado efectos

de los AGMI sobre las citoquinas con actividad pro-inflamatoria tales como TNF-α o IL-6 (de

Pablo 1998b).

Page 143: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

142

Se ha observado que el ácido oleico no estimula los procesos inflamatorios (Baer y col., 2004).

Dado que nuestro estudio es el primero que ha evaluado los efectos aislados del 2-

hidroxioléico en las moléculas de adhesión, se desconoce si diferentes dosis o duraciones del

tratamiento podrían conducir a efectos adicionales en los niveles de las moléculas de adhesión

celular y las citoquinas en general. Los posibles efectos de la ingesta de AGMI en el desarrollo

de patologías crónicas prevalentes, como las enfermedades cardiovasculares, siguen sin estar

claros y el principal motivo es que los estudios que más apoyan los efectos saludables de los

AGMI se han llevado a cabo en el contexto de un patrón alimentario como la dieta

mediterránea, por lo que es imposible atribuir los efectos observados a un macronutriente

exclusivamente (Ros y col., 2015).

La evidencia hasta la fecha sugiere que tampoco hay un efecto beneficioso claro del

consumo de AGPI sobre las citoquinas inflamatorias (Molvig y col., 1991; Cooper y col., 1993;

Cannon y col., 1995; Schmidt y col., 1996; Yaqoob y col., 2000; Thies y col., 2001; Wallace y

col., 2003; Aguilera y col., 2004; Jellema y col., 2004; Kew y col., 2004; Miles y col., 2004; Teng

y col., 2014), o las moléculas de adhesión (Hansen y col., 2000; Kew 2003; Miles 2004; Pot y

col., 2009). Los AGPI n-3 podrían prevenir la inflamación del tejido adiposo por interferir

predominantemente con la función de los adipocitos. Podría especularse que los AGPI n-3

normalizan su metabolismo, lo que previene la expresión de las citoquinas pro-inflamatorias

(Wellen y Hotamisligil, 2005), por mecanismos aún no conocidos. Los resultados acerca del

efecto de los AGPI n-3 sobre el sistema inmune han sido contradictorios, debido a la dificultad

a la hora de diseñar estudios adecuados (Yaqoob 2003). Además, el equilibrio ideal entre EPA

y DHA puede jugar un papel crítico, ya que la evidencia sugiere que EPA puede ser más anti-

inflamatorio que DHA (Sijben y Calder, 2007; Lin y col., 2010). El efecto beneficioso de los

AGPI n-3 sí se ha mostrado evidente en pacientes con obesidad grave (IMC ≥ 40 kg/m2) (Teng

y col., 2014).

Page 144: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

143

4. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS SOBRE LOS PARÁMETROS DE ESTRÉS

OXIDATIVO

La obesidad se asocia a una función inmune deteriorada, vinculada a un estado de inflamación

crónica y un marcado estrés oxidativo (EO) (Keaney y col., 2003; Dandona y col., 2004;

Furukawa y col., 2004; Vincent y col., 2004; Vincent y col., 2005; Vincent y Taylor, 2006; Rath y

Haller, 2011; De la Fuente y De Castro, 2012; Giménez-Llort y col., 2012; De Tursi Rispoli,

2013; De la Fuente 2014; Maté y col., 2015). El EO puede ser el mecanismo de enlace entre la

obesidad y las enfermedades relacionadas (Higdon y Frei, 2003; Morrow 2003). Además, el EO

se ha propuesto como un biomarcador de edad biológica y envejecimiento (De la Fuente y

Miquel, 2009; Pandey y Rizvy, 2010; De la Fuente 2014).

El tipo de grasa de la dieta tiene la capacidad de modular el EO (Camargo y col., 2010;

Pérez-Martínez y col., 2010; Meneses y col., 2011; Cruz-Teno y col., 2012). En el presente

trabajo de investigación se aporta información nueva acerca del efecto de la grasa de la dieta

sobre el EO a nivel esplénico, ya que observamos mayores niveles de GSSG, GSSG/GSH,

peroxidación lipídica y actividad XO en los animales alimentados con la DO. Nuestros

resultados coinciden con estudios previos realizados en otros órganos y/o especies (Capel y

Dorrell, 1984; Kolesnikova y col., 2013; Hunsche y col., 2016).

El sistema GSH es cuantitativamente la defensa antioxidante endógena más importante

(Abilés y col., 2008), y niveles intracelulares óptimos de GSH son esenciales para generar y

mantener una respuesta inmunitaria apropiada (Meydani y col., 1995). Los estudios sobre

envejecimiento, además, describen una disminución de los niveles de GSH con la edad, en el

bazo (Furukawa y col., 1987; Bolzan y col., 1995; Zhang y col., 2011) y en otros órganos y

células inmunitarios (Jones y col., 2002; Rebrin y Sohal, 2004; De la Fuente y col., 2004b).

Nuestros resultados no mostraron ningún cambio en los niveles de GSH en este órgano

linfoide, pero sí un aumento del GSSG y del cociente GSSG/GSH. En la actualidad, este

cociente se considera un buen indicador del grado de EO intracelular (Pastore y col., 2003), y

su aumento se ha asociado con la DM2, y por lo tanto puede ser un marcador de salud útil en

la evaluación de comorbilidades relacionadas con la obesidad (Lee y col., 2008).

Page 145: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

144

El aumento del cociente GSSG/GSH está también relacionado con la expresión de genes

implicados en la apoptosis, lo que puede contribuir a la arteriosclerosis, característica de los

pacientes con obesidad abdominal (Jones 2002).

Los niveles de MDA mostraron una tendencia al alza en los animales alimentados con

DO en nuestro estudio. La descomposición de los peróxidos lipídicos conduce a un mayor nivel

de MDA y una disminución de antioxidantes, lo que resulta en un mayor EO y potencial daño

oxidativo (Chen y Zhou, 2001; Xie y col., 2002; Zhou y col., 2002; Wang y col., 2004; Zhou y

col., 2005). Los RL y los biomarcadores de peroxidación lipídica entran en la circulación

sistémica e inician un círculo vicioso de EO sistémico en la obesidad (Furukawa y col., 2004).

Efectivamente, el MDA se ha visto incrementado en personas obesas (Van Gaal y col., 1998;

Prazny y col., 1999; Blakely y col., 2003; Yesilbursa y col., 2005; Mohora y col., 2006), en

pacientes con síndrome metabólico (Karaman y col., 2015), y en pacientes hipertensos (Redon

y col., 2003; Kashyap y col., 2005), y se ha descrito que después de someterse a restricción

calórica, los niveles de MDA disminuyen en pacientes obesos (Mohn y col., 2005; Crujeiras y

col., 2006). Así mismo, se ha detectado peroxidación lipídica elevada en el plasma de

pacientes con angina de pecho (Mendis y col., 1995) y enfermedades de las arterias coronarias

(Sakuma y col., 1997), y se sabe que la peroxidación lipídica aumenta también con el

envejecimiento (Kiray y col., 2007, Viveros y col., 2007, Alvarado y col., 2006).

En el presente trabajo también se encontró que la actividad XO fue mayor en el grupo

DO que en el grupo control, lo que puede contribuir al daño oxidativo, ya que la enzima emplea

como sustrato el oxígeno y genera en consecuencia radicales libres como el anión superóxido

y peróxido de hidrógeno (De la Fuente y Miquel, 2009; Batelli y col., 2014; De la Fuente 2014;

Hunsche y col., 2015). Otros estudios en roedores han puesto de manifiesto incrementos

similares de la actividad XO en otros órganos, como el timo de ratas obesas y peritoneo de

ratones obesos (De la Fuente y De Castro, 2012; Hunsche y col., 2015; Hunche y col., 2017)y

en niños y adolescentes obesos (Chiney y col., 2011; Tam y col., 2014).

Page 146: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

145

La enzima XO desempeña un importante papel en el EO asociado a diversas patologías, como

enfermedades cardiovasculares y DM2 (Harrison 2002; Desco y col., 2002; Berry y Hare, 2004;

Harrison 2004; Gibbings y col., 2011), y los ROS generados por la XO presente en macrófagos

y neutrófilos son una fuente importante para la potenciación de procesos inflamatorios en los

tejidos (Grumy col., 1990; Vorbach y col., 2003). Un aumento de la actividad y de la expresión

de la XO en animales y humanos de edad avanzada (Newaz y Adeeb, 1998; Newaz y col.,

2006; Aranda y col., 2007; Arranz y col., 2010) sugiere que esta enzima podría desempeñar un

papel en el envejecimiento fisiológico (Harrison 2002; Labat-Robert y Robert, 2014). De hecho,

la actividad XO aumenta a lo largo de la edad (Vida y col., 2011).

En relación al papel de los ácidos grasos insaturados sobre el estrés oxidativo, en

nuestro estudio constatamos que la suplementación con ácido 2-hidroxioléico redujo tanto los

niveles de GSSG como la relación GSSG/GSH, así como los niveles de MDA, en comparación

con el grupo DO, mientras que la actividad de la enzima XO fue menor en el grupo

suplementado con AGPI n-3 (DO-N3) comparado con el grupo DO.

Los AGPI n-3 han sido estudiados más extensamente en el contexto del EO (Calder y

Grimble, 2002), mientras que se ha prestado menos atención a los efectos de los AGMI,

aunque pueden contribuir a reducirlo (Fitó y col., 2007). Los AGPI son más propensos a la

oxidación, mientras que los AGMI son relativamente resistentes al deterioro por EO

(Cheeseman y Slater, 1993; Fitó y col., 2000). Los lípidos con mayor grado de insaturación son

más susceptibles a reaccionar con el oxígeno, ocasionando pérdida de la fluidez y funciones de

las membranas de las que forman parte, inactivación de los receptores y enzimas unidos a las

membranas, aumento de la permeabilidad iónica y, eventualmente, ruptura de membrana y

muerte celular (Gutteridge y Halliwell, 1990; Gutteridge 1995). Estas características podrían

explicar que el ácido 2-hidroxioléico tiene más eficacia en la reducción del EO, en comparación

con los AGPI n-3.

Page 147: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

146

Aunque los estudios son escasos, nuestros resultados están en consonancia con

trabajosanteriores que demuestran que el consumo de aceite de oliva puede favorecer las

defensas antioxidantes mediadas por el sistema del glutatión (De La Cruz y col., 2000), reducir

los niveles de peroxidación lipídica (Pérez-Martínez y col., 2010; El-Kholy y col., 2014;

Musumeci y col., 2014) y mejorar la capacidad antioxidante del plasma (Pitsavos y col., 2005).

Covas y colaboradores (2006) encontraron que el aceite de oliva virgen modulaba

beneficiosamente el equilibrio entre GSH y GSSG. Igualmente, en pacientes con síndrome

metabólico, el consumo de una dieta rica en AGMI mejora la relación GSH/GSSG en

comparación con una dieta rica en AGS (Pérez-Martínez y col., 2010).

Se ha descrito que los niveles de MDA disminuyen tras la suplementación con aceite

de pescado (Songur y col., 2004; Ozen y col., 2008) aunche en nuestro estudio no se

observaron cambios. La literatura científica presenta resultados contradictorios sobre los

efectos de suplementos de aceite de pescado en el estado redox (Yuan y col., 1998; Higdon y

col., 2000; Wander y Du, 2000: Frenoux y col., 2001; Song y Miyazawa, 2001), y en los índices

de peroxidación de lípidos (Meydani y col., 1991; Wander y col., 1996).

En relación con los AGPI n-3 y la actividad XO, se obtuvieron resultados similares en las

células inmunes peritoneales de nuestros ratones (Hunsche y col., 2017). De igual manera,

otros autores vieron disminución de la XO en el hipotálamo de ratas alimentadas con

suplementos de AGPI n-3 (0,4 g / kg / día) durante 30 días (Sarsılmaz y col., 2003). En general,

nuestros hallazgos sugieren que los ácidos EPA y DHA, y el ácido 2-hidroxioléico tienen un

papel en la mejora del estado redox en los ratones obesos (Gheorghe y col., 2017).

Page 148: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

147

5. EFECTO DE LOS TRATAMIENTOS SOBRE PARÁMETROS INMUNOLÓGICOS

La nutrición tiene gran importancia en el mantenimiento de la función inmune (Marcos y col.,

2003). Una baja calidad de la dieta, incluso un exceso de determinados nutrientes, puede

incidir negativamente en la respuesta inmunitaria (Walrand y col., 2001). El consumo excesivo

de grasa y la obesidad se asocian con una respuesta inmune disfuncional (Lamas y col., 2004;

Karlsson y col., 2010; De la Fuente y de Castro, 2012; Pérez de Heredia y col., 2012; Sheridan

y col., 2012 Huttunen y Syrjänem, 2013; Hunsche y col., 2016). Recientemente se ha

encontrado que el desarrollo de obesidad en ratones da como resultado características

similares de deterioro del sistema inmunológico a los encontrados en los individuos de edad

avanzada, lo que sugiere un envejecimiento prematuro de los sujetos obesos (De la Fuente y

de Castro, 2012; Hunsche y col., 2015). En nuestro estudio, efectivamente, los ratones obesos

presentaron características típicas de inmunosenescencia prematura (Gheorghe y col., 2017),

tal y como se detallará en esta sección.

A diferencia de los efectos negativos de la ingesta excesiva de calorías y grasa en las

funciones inmunes, cantidades adecuadas de AGMI y AGPI n-3 parecen tener efectos

beneficiosos sobre las funciones inmunes (Padovese y Curi, 2009; Pisani y col., 2009;

Rodrigues y col., 2010; Paschoal y col., 2013). Se ha demostrado que los AGMI y los AGPI n-3

muestran acciones anti-inflamatorias capaces de modular varias funciones de inmunidad innata

y adaptativa, incluyendo quimiotaxis, actividad natural killer (NK) y la proliferación de células B

y T (Yaqooby col., 1994; De Pablo y col., 1998; Robinson y Field, 1998; Yaqoob y col., 1998;

Padovese y Curi, 2009; Rodrigues y col., 2010; Paschoal y col., 2013; Teague y col., 2013).

En nuestro estudio no observamos cambios significativos en los recuentos de

las subpoblaciones de linfocitos CD3+ (linfocitos T) y CD19+ (linfocitos B) en sangre y bazo con

ninguno de los tratamientos experimentales. Si bien la investigación sobre las relaciones entre

obesidad e inmunidad se ha centrado principalmente en los leucocitos circulantes, los propios

órganos inmunes pueden verse comprometidos. El mayor órgano inmune secundario en los

mamíferos es el bazo; contiene macrófagos, células dendríticas, células plasmáticas y una

cuarta parte de los linfocitos del cuerpo, y participa en varias funciones, como la activación de

células T y B en respuesta a antígenos sanguíneos, la producción de anticuerpos o la

Page 149: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

148

eliminación de células apoptóticas circulantes (contribuyendo a la tolerancia inmune periférica)

(Cesta 2006). En el presente estudio se valoraron distintas funciones de las células inmunes

del bazo: la capacidad de quimiotaxis, la actividad NK y la proliferación en respuesta a

mitógenos.

Nuestros datos muestran que todos los grupos alimentados con la dieta

obesogénica presentaron valores más altos de quimiotaxis que el grupo control. La capacidad

de quimiotaxis permite la migración de las células inmunitarias circulantes hacia los tejidos y su

acumulación en sitios de infección o lesión, con el fin de producir una respuesta inflamatoria y

defensiva adecuada (Doherty y col., 1987). Comprender la importancia del aumento de la

quimiotaxis en nuestros ratones obesos requeriría más investigación, ya que la evidencia

disponible no es unánime en este sentido. Por un lado, se ha observado una disminución de la

quimiotaxis en neutrófilos de ratones genéticamente obesos (Kordonowy y col., 2012), así

como en células inmunitarias peritoneales de ratones envejecidos en situación de estrés

oxidativo (de la Fuente y col., 2008; de la Fuente y Miquel, 2009). Por otro lado, se observó un

aumento en los índices quimiotácticos de los linfocitos del bazo en un modelo murino de

Alzheimer, otra condición con un altoestadode estrés oxidativo (Giménez-Llort y col., 2008), y

en células inmunitarias de ratones alimentados con una dieta hipergrasa (Qiao y col., 2009). Se

ha puesto de manifiesto que el consumo alto de grasas induce la activación de la adherencia

celular (Esser y col., 2013), que a su vez está relacionada con el estrés oxidativo (De la Fuente

y Miquel, 2009). El aumento de quimiotaxis observado en nuestro estudio, por lo tanto, es

probable que esté relacionado con el estado de estrés oxidativo de los ratones obesos. Es

importante destacar que los cambios en la función quimiotáctica pueden depender del tipo de

células y órganos inmunológicos analizados

La dieta mediterránea modula la respuesta inmune y ejerce propiedades anti-

inflamatorias (Minich y Bland, 2008). Esto puede deberse en gran parte a su alto contenido en

AGMI n-9 y AGPI n-3, que han demostrado acciones inmunomoduladoras (de Pablo y col.,

1998; Padovese y Curi, 2009; Paschoal y col., 2013).

Page 150: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

149

En nuestro trabajo, la suplementación con 2-hidroxioléico, pero no con AGPI n-3, fue capaz de

prevenir o revertir parcialmente el aumento del índice de quimiotaxis asociado con la obesidad.

De acuerdo con nuestros hallazgos, estudios previos han reportado ausencia de efecto de

AGPI n-3 sobre la quimiotaxis de neutrófilos (Schmidt y col., 1996; Healy y col., 2000; Hill y col.,

2007), aunque otros autores sí observaron una quimiotaxis neutrofílica disminuida en respuesta

a estos ácidos grasos (Leey col., 1985, Luostarine y col., 1992, Sperling y col., 1993). En

relación con la suplementación con 2-hidroxioléico, nuestro estudio es, hasta donde sabemos,

el primero en presentar una mejora significativa de los cambios relacionados con la obesidad

en la quimiotaxis de leucocitos de bazo.

En relación a la citotoxicidad de las células NK, nuestros resultados indican una menor

actividad en todos los grupos alimentados con la dieta obesogénica. Estudios previos en

animales sometidos a dietas hipergrasas, así como estudios en humanos, han descrito también

una disminución de la misma (Morrow y col., 1985; Lamas y col., 2004; O 'Shea y col., 2010;

De la Fuente y de Castro, 2012). Las células NK constituyen la línea defensiva más importante

contra células malignas e infectadas por virus (MacArthur 1998); por lo tanto, una disminución

de su actividad puede hacer que los animales presenten una mayor susceptibilidad a

infecciones y tumores. Curiosamente, se han observado cambios similares en la actividad NK

en animales viejos y envejecidos prematuramente (Alvarado y col., 2006; Viveros y col., 2007;

de la Fuente y Miquel, 2009).

Ni la suplementación con 2-hidroxioléico ni la suplementación con AGPI n-3 consiguió

mejorarla actividad NK, en línea con resultados previos (Berger y col., 1993; Yaqoob y col.,

1998; Yaqoob y col., 2000). Los efectos de los ácidos grasos sobre la actividad de las células

NK son aún poco claros. Dado que los suplementos de ácidos grasos utilizados en nuestro

estudio se mostraron eficaces en la recuperación del estado de EO de los animales, podríamos

especular que los cambios en la actividad NK en nuestros ratones no estuvieron directamente

relacionados con dicho estado oxidativo, sino con otras alteraciones asociadas con la obesidad

y/o el alto consumo de grasa.

Page 151: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

150

Finalmente, nuestros resultados muestran que la capacidad linfoproliferativa en condiciones

basales fue similar en todos los grupos experimentales, lo que en principio es coherente con la

ausencia de cambios en los recuentos celulares mencionada anteriormente. En los animales

obesos disminuyó la capacidad linfoproliferativa en respuesta a la estimulación con ConA,

aunque no con LPS. ConA es un mitógeno de células T, mientras que el LPS actúa como un

mitógeno de células B; estas diferencias en la acción de los mitógenos podrían explicar por qué

la dieta obesogénica no afectó la proliferación en todas las condiciones, y sugieren en su lugar

que la obesidad afecta específicamente a ciertos tipos de células inmunes, tal y como se ha

observado en otros trabajos (Pérez de Heredia y col., 2015). Este hecho coincide con

resultados obtenidos en otros estudios en leucocitos de bazo y peritoneo de ratas

genéticamente obesas (De la Fuente y De Castro, 2012). Nuestros resultados podrían sugerir

que la obesidad y/o la dieta obesogénica no afectaron la capacidad de proliferación basal de

los linfocitos per se, pero podrían haber comprometido la capacidad del bazo para responder a

un ataque al no poder aumentar la población de linfocitos T específicamente. Por otra parte,

teniendo en cuenta que la capacidad proliferativa se deteriora significativamente con la edad

(De la Fuente y col., 2004; De la Fuente y Miquel, 2009), nuestros resultados apoyanuna vez

más la idea de que los animales obesos presentan inmunosenescencia prematura (Guayerbas

y de la Fuente, 2003). Se ha propuesto que la disminución de la respuesta linfoproliferativa en

ratas obesas puede ser, en parte, debida a la disminución de la captación de glucosa, la

principal fuente de energía para la proliferación de los linfocitos, ya que las ratas obesas

parecen tener una menor expresión del transportador de glucosa 1 (GLUT-1) en las

membranas de las células inmunitarias (Moriguchi y col., 1998).

En nuestros animales, la suplementación con 2-hidroxioléico consiguió restaurar los niveles de

linfoproliferación en respuesta a ConA, y también dio como resultado una mayor proliferación

en respuesta a la estimulación con LPS, mientras que la suplementación con AGPI n-3 no

afectó significativamente la capacidad proliferativa en ninguna condición experimental.

Page 152: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

151

Los efectos de EPA y DHA sobre la proliferación de linfocitos ex vivo de sujetos sanos han sido

publicados en diferentes publicaciones, sin resultados significativos en algunosde ellos (Sijben

y Calder 2007); otros autores, por el contrario, han encontrado que los AGPI n-3 pueden

reducir la proliferación de los linfocitos in vitro (Peterson y col, 1998).

También en contraposición a nuestros resultados, otros estudios han mostrado una menor

respuesta linfoproliferativa inducida por AGMI, cuando se comparan con otros tipos de grasa

(De Pablo y col., 1998), e incluso una inhibición de la proliferación de linfocitos con

suplementos de AGMI (Yaqoob y col., 1994), mientras que otros trabajos no han mostrado

cambios (Yaqoob y col., 1998). Es posible que estos resultados contradictorios pudieran estar

relacionados con las dosis de los diferentes suplementos.

A este respecto, un estudio encontró que dosis bajas (25 μM) de ácido oleico pueden

aumentar la proliferación de linfocitos, mientras que concentraciones más altas (75 μM y 100

μM) podrían resultar en la inhibición de la proliferación a través de un aumento de la apoptosis

(Gorjão y col., 2007). Se necesita seguir investigando para confirmar los efectos de los

tratamientos con ácidos grasos insaturados en la modulación de la proliferación de los

leucocitos del bazo. Sí parece claro que nuestros animales presentaron alteraciones en las

funciones inmunológicas estudiadas similares a las observadas en estudios de envejecimiento.

Este hecho junto con los resultados del EO, sugiere un envejecimiento prematuro relacionado

con la obesidad y la alimentación alta en grasa.

Page 153: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

CONCLUSIONES

Page 154: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

153

VI. CONCLUSIONES

1. Los animales que ingirieron la dieta rica en grasa aumentaron significativamente su

pesoy grasa corporales, siendo el dicho incremento especialmente marcado en las

áreas abdominal y periovárica.

2. Los animales que recibieron el tratamiento con ácido 2-hidroxioléico experimentaron

una reducción significativa de peso y grasa corporal, y superior a la observada con el

tratamiento con los AGPI n-3.

3. Los animales obesos presentaron valores más altos de tensión arterial y

concentraciones plasmáticas de triglicéridos que los controles.

4. El tratamiento con ácido 2-hidroxioléico redujo la tensión arterial y los triglicéridos

plasmáticos, incluso por debajo de los valores del grupo control.

5. La inducción dietética de obesidad se acompañó de valores más altos de leptina

plasmática, menor secreción de adiponectina estimulada por LPS, menor secreción de

resistina, basal y estimulada por LPS, y menor secreción basal de MCP-1 en adipocitos

aislados en cultivo.

6. El tratamiento con ácido 2-hidroxioléico revertió el aumento de la leptina circulante y

restauró parcialmente la secreción de adiponectina, resistina y MCP-1, mientras que el

tratamiento con AGPI n-3 revertió parcialmente la secreción basal de resistina y la

secreción estimulada de adiponectina.

7. La inducción temprana de la obesidad dietética condujo a un aumento del estrés

oxidativo y al deterioro de la función leucocitaria en el bazo, sugieriendo

inmunosenescencia prematura.

8. La suplementación con 2-hidroxioléico, y en menor medida con AGPI n-3, fue capaz de

reducir el grado de estrés oxidativo, así como la alteración de las funciones

leucocitarias estudiadas.

9. El ácido 2-hidroxioléico muestra un potencial preventivo y terapéutico frente al

desarrollo de la obesidad y alteraciones asociadas, tales como hipertensión, estrés

oxidativo y disfunción immunológica.

Page 155: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

BIBLIOGRAFIA

Page 156: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

155

VII. BIBLIOGRAFIA

Abdullah A, Peeters A, Courten M, Stoelwinder J (2010). The magnitude of association between

overweight and obesity and the risk of diabetes: A meta-analysis of prospective cohort studies.

Diabetes Res Clin Pract.89:309-19.

Abilés J, Moreno-Torres R, Moratalla G, Castaño J, Pérez Abúd R, Mudarra A, et al., (2008)

Efectos de la suplementación con glutamina sobre el sistema antioxidante y la peroxidación

lipídica en pacientes críticos con nutrición parenteral. Nutr Hosp. 23:332-9.

Adam (1998) Eur. J. Org. Chem. 9:2013-8.

Adkins Y, Kelley DS (2010). Mechanisms underlying the cardioprotective effects of n-3

polyunsaturated fatty acids. J Nutr Biochem.21:781-92.

Aguilera AA, Diaz GH, Barcelata ML, Guerrero OA y Ros RM (2004) Effects of fish oil on

hypertension, plasma lipids, and tumor necrosis factor alpha in rats with sucroseinduced

metabolic syndrome.J Nutr Biochem. 15:350-7.

Aguilera CM, Ramírez-Tortosa MC, Mesa MD y Gil A (2001). Efectos protectores de los ácidos

grasos monoinsaturados y poliinsaturados sobre el desarrollo de la enfermedad cardiovascular.

Nutr.Hosp XVI. (3):78-91.

Ahn IS, Choi BH, Ha JH, Byun JM, Shin HG, Park KY, et al., (2006). Isomerspecific effect of

conjugated linoleic acid on inflammatory adipokines associated with fat accumulation in 3T3-L1

adipocytes. J Med Food. 9:307-12.

Ahrén B, Mansson S, Gingerich RL, Havel PJ (1997). Regulation of plasma leptin in mice:

influence of age, high-fat diet, and fasting. Am J Physiol. 273(1-2):113-20.

Page 157: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

156

Ajuwon KM, Spurlock ME (2005). Palmitate activates the NF-kappaB transcription factor and

induces IL-6 and TNFalpha expression in 3T3-L1 adipocytes. J Nutr. 135:1841-6.

Alemany R, Perona JS, Sánchez-Dominguez JM, Montero E,Cañizares J,Bressani R, et al.,

(2007). G protein-coupled receptor systems and their lipid environment in health disorders

during aging.Biochim Biophys Acta. 1768:964-5.

Alemany R, Teres S, Baamonde C, Benet M, Vogler O, Pablo V, et al., (2004). 2-Hydroxyoleic

Acid A New Hypotensive Molecule.Hypertension. 43:249-54.

Alemany R, Vogler O, Teres S, Egea C, Baamonde C, Barcelo F, et al., (2006).

Antihypertensive action of 2-hydroxyoleic acid in SHRs via modulation of the protein kinase A

pathway and Rho kinase. J Lipid Res. 47:1762-70.

Alessi MC y Juhan-Vague I (2006). PAI-1 and the metabolic syndrome: Links, causes and

consequences. Aterioscler Thromb Vasc Biol. 26:2200-7.

Alexander NJ, Smythe NL (1988). Dietary modulation of in vitro lymphocyte function. Ann Nutr

Metab. 32:192-9.

Aljada A, Mohanty P, Ghanim H, Abdo T, Tripathy D, et al., (2004). Increase in intranuclear

nuclear factor kappaB and decrease in inhibitor kappaB in mononuclear cells after a mixed

meal: evidence for a proinflammatory effect. Am J Clin Nutr. 79:682-90.

Almanza-Pérez JC, Blancas-Flores G, García-Macedo R, Alarcón-Aguilarb FJ y Cruza M

(2008). Leptina y su relación con la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2.Gac Méd Méx. 144-6.

Alonso A, Martinez-Gonzalez MA (2004). Olive oil consumption and reduced incidence of

hypertension: The SUN study. Lipids. 39:1233-8.

Page 158: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

157

Alonso A, Ruiz-Gutierrez V, Martinez-Gonzalez MA (2006).Monounsaturated fatty acids, olive

oil and blood pressure: epidemiological, clinical and experimental evidence. Public Health Nutr.

9(2):251-7.

Alvarado C, Alvarez P, Puerto M, Gausseres N, Jimenez L, De la Fuente M (2006). Dietary

supplementation with antioxidants improves functions and decreases oxidative stress of

leukocytes from prematurely aging mice. Nutrition. 22:767-77.

Anter E, Callans DJ, Wyse DG (2009). Pharmacological and Electrical Conversion of Atrial

Fibrillation to Sinus Rhythm Is Worth the Effort. Circulation. 120(14):1436-43.

Appel LJ, Milke ER, Seidler AJ (1993). Does supplementation with “fish oil” reduce blood

pressure? A meta-analysis of controlled clinical trial. Arch Intern Med. 153:1429-38.

Aranceta Bartrina J, Pérez Rodrigo C, Ribas Barba L, Serra Majem L (2005). Epidemiología y

factores determinantes de la obesidad infantil y juvenil en España. Rev Pediatr Aten Primaria.

7(1):13-20.

Aranceta J, Pérez-Rodrigo C (2012).Recommended dietary reference intakes, nutritional goals

and dietary guidelines for fat and fatty acids: a systematic review.Br J Nutr. 107:8-22.

Aranda R, Doménech E, Rus AD, Real JT, Sastre J, Viña J, Pallardó FV (2007). Age-related

increase in xanthine oxidase activity in human plasma and rat tissues. Free Radic Res.

41:1995-2000.

Araneta J (2003). Documento de Consenso: Obesidad y riesgo cardiovascular. Clin Invest

Arteriscl. 15(5):196-223.

Page 159: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

158

Archer ZA, Rayner DV, Mercer JG (2004). Hypothalamic gene expression is altered in

underweight but obese juvenile male Sprague-Dawley rats fed a high-energy diet. J Nutr.

134:1369-74.

Argente J, Martos-Moreno G. A, Hernández M (2006). Mesa Redonda: El tejido adiposo como

glándula endocrina. Obesidad y síndrome metabólico. Bol Pediatr. 46:269-74.

Argüeso Armesto R, Díaz Díaz JL, Suárez Tembra M, Rabuñal Rey R, Pose Reino A (2011).

Lípidos exógenos y quilomicrones. Galicia Clin. 72:19-22.

Arita Y, Kihara S, Ouchi N, Takahashi M, Maeda K, Miyagawa J, et al., (1999). Paradoxical

decrease of an adipose-specific protein, adiponectin, in obesity.Biochem Biophys Res

Commun. 257:79-83.

Arranz L, Caamaño JH, Lord JM, De la Fuente M (2010). Preserved immune functions and

controlled leukocyte oxidative stress in naturally long-lived mice: possible role of nuclear factor-

kappa β. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 65:941-50.

Arrizabalaga JJ, Masmiquel L, Vidal J, Calañas-Continente A, Díaz-Fernández MJ, García-Luna

PP, y col., (2004). Recomendaciones y algoritmo de tratamiento del sobrepeso y la obesidad en

personas adultas. Med Clin (Barc). 122(3):104-10.

Arteaga AL (2012). El sobrepeso y la obesidad como un problema de salud. Rev. Med. Clin.

Condes. 23(2):145-153.

Asano H, Izawa H, Nagata K, Nakatochi M, Kobayashi M, Hirashiki A, et al., (2010). Plasma

resistin concentration determined by common variants in the resistin gene and associated with

metabolic traits in an aged Japanese population. Diabetologia. 53:234-46.

Page 160: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

159

Atkin L, Davies P (2000). Diet composition and body composition in preschool children.Am J

Clin Nutr. 72:15-21.

Ávila A, et al., (2010). VI Diretrizes Brasileiras de Hipertensão, Conceituação, Epidemiologia e

Prevenção Primária, Rio de Janeiro. Revista Brasileira de Hipertensão. 17(1):7-10.

Awad AB, Zepp EA (1979). Alteration of rat adipose tissue lipolytic response to norepinephrine

by dietary fatty acid manipulation.Biochem Biophys Res Commun. 86:138-44.

Azuma K, Katsukawa F, Oguchi S, Murata M, Yamazaki H, Shimada A, et al., (2003).

Correlation between serum resistin level and adiposity in obese individuals. Obes Res. 11:997-

1001.

Baer DJ, Judd JT, Clevidence BA, Tracy RP (2004). Dietary fatty acids affect plasma markers of

inflammation in healthy men fed controlled diets: a randomized crossover study. Am J Clin Nutr.

79:969-73.

Bahadori B, Uitz E, Thonhofer R, Trummer M, Pestemer-Lach I, McCarty M, Krejs GJ (2010). N-

3 Fatty acids infusions as adjuvant therapy in rheumatoid arthritis.J Parenter Enteral Nutr.

34:151-5.

Baker JL, Olsen LW and Sørensen TIA (2007).Childhood Body-Mass Index and the Risk of

Coronary Heart Disease in Adulthood.N Engl J Med. 357(23):2329-37.

Barbosa KBF, Bressan J, Zulet MA, Martínez JA (2008). Influencia de la dieta sobre

marcadores plasmáticos de estrés oxidativo en humanos. An. Sist. Sanit. Navar. 31(3):259-80.

Barrera MP, Pinilla AE, Cortés E, Mora G, Rodríguez MN (2008). Síndrome metabólico: una

mirada interdisciplinaria. Revista Colombiana de Cardiología. 15:3.

Page 161: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

160

Barrió R, López-Capapé M, Colino E, Mustieles C, Alonso YM (2005). Obesidad y síndrome

metabólico en la infancia. Endocrinol Nutr. 52(2):65-74.

Barrios Y, Díaz N, Meertens L, Naddaf G, Solano L, Fernández M, González M (2010). Leptina

sérica, su relación con peso y distribución de grasa corporal en mujeres posmenopáusicas.

Nutr Hosp. 25(1):80-84.

Bastidas Vivas RE, Castaño Castrillón JE, Enríquez Cadena DM, Giraldo JF, González Rada, J;

Güependo B (2011). Relación entre hipertensión arterial y obesidad en pacientes hipertensos

atendidos en ASSBASALUD E.S.E, Manizales (Colombia). Archivos de Medicina. 11(2):150-58.

Batetta B, Griinari M, Carta G, Murru E, Ligresti A, Cordeddu L, et al., (2009).

Endocannabinoids May Mediate the Ability of (n-3) Fatty Acids to Reduce Ectopic Fat and

Inflammatory Mediators in Obese Zucker Rats. J. Nutr. 139:1495-1501.

Battelli MG, Bolognesi A, Polito L (2014). Pathophysiology of circulating xanthine

oxidoreductase: new emerging roles for a multi-tasking enzyme. Biochim Biophys Acta.

1842(9):1502-17.

Bays H, Blonde L, Rosenson R (2006). Adiposopathy: how do diet, exercise and weight loss

drug therapies improve metabolic disease in overweight patients? Cardiovasc Ther. 4(6):871-

95.

Bełtowski J, Jamroz-Wiśniewska A, Widomska S (2008).Adiponectin and its role in

cardiovascular diseases.Cardiovasc Hematol Disord Drug Targets. 8:7-46.

Belzung F, Raclot T, Groscolas R (1993). Fish oil n-3 fatty acids selectively limit the hypertrophy

of abdominal fat depots in growing rats fed high-fat diets. Am. J. Physiol. 264:1111-18.

Page 162: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

161

Benatti P, Peluso G, Nicolai R, Calvani M (2004). Polyunsaturated fatty acids: biochemical,

nutricional and epigenetic properties. J Am Col Nutr. 23:281-302.

Berg AH y Scherer PE (2005). Adipose Tissue, nflammation, and Cardiovascular Disease.Circ

Res. 96:939-49.

Berger A, German JB, Chiang BL, Ansari AA, Keen CL, Fletcher MP et al., (1993). Influence of

feeding unsaturated fats on growth and immune status of mice. J Nutr. 123:225-33.

Berry CE, Hare JM (2004). Xanthine oxidoreductase and cardiovascular disease: molecular

mechanisms and pathophysiological implications. J Phisiol. 555(3):589-606.

Berry EM, Eisenberg S, Haratz D, Friedlander Y, Norman Y, Kaufmann NA, et al., (1991).

Effects of diets high in monounsaturated fatty acids on plasma lipoproteins: The Jerusalem

Nutrition Study: high MUFAs vs high PUFAs. Am J Clin Nutr. 53:899-907.

Blair IA (2008). DNA adducts with lipid peroxidation products. The Journal of biological

chemistry. 283(23):15545-9.

Blakely S, Herbert A, Collins M, Jenkins M, Mitchell G, Grundel E, et al., (2003). Lutein interacts

with ascorbic acid more frequently than with alpha-tocopherol to alter biomarkers of oxidative

stress in female zucker obese rats.J Nutr. 133(9):2838-44.

Blanco Quirós A, Garrote JA, Arranz E (2000). Acciones de la leptina de interés pediátrico. Bol

Pediatr. 40:138-46.

Blissett J, Bennett C (2013). Cultural differences in parental feeding practices and children’s

eating behaviours and their relationships with child BMI: a comparison of Black Afro- Caribbean,

White British and White German samples. Eur J Clin Nutr. 67(2):180-4.

Page 163: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

162

Bodnar L and Wisner K (2005). Nutrition and Depression: Implications for Improving Mental

Health among childbearing-aged Women. Biol Psychiatry. 58:679-85.

Bokarewa MI, Nagaev L, Dahlberg U, Smith y Tarkowsky A (2005). Resistin, an Adipokine with

Potent Proinflammatory Properties. Journal of Immunology. 174(9):5789-579.

Bolzan AD, Brown OA, Goya RG, Bianchi MS (1995). Hormonal modulation of antioxidant

enzyme activities in young and old rats. Exp Gerontol. 30:169-75.

Bondia-Pons I, Ryan L and Martinez JA (2012).Oxidative stress and inflammation interactions in

human obesity. J Physiol Biochem . 68:701-11.

Boyko EJ, Fujimoto WY, Leonetti DL, Newell-Morris L (2000). Visceral adiposity and risk of type

2 diabetes.Diabetes Care. 23:465-71.

Bradley RL, Fisher FF, Maratos-Flier E (2008). Dietary fatty acids differentially regulate

production of TNF-alpha and IL-10 by murine 3T3-L1 adipocytes. Obesity.16:938.

Bray GA (1977).The Zucker-fatty rat: a review. Fed Proc. 36:148-53.

Bray GA (2004a). Obesity is a chronic, relapsing neurochemical disease. Int J Obes. 28:348.

Bray GA (2004b). Medical consequences of obesity.J Clin Endocrinol Metab. 89:2583-9.

Brito-Núñez NJ, Alcázar Carett RJ (2011). Obesidad y riesgo cardiometabólico. Revisión.

CIMEL. 16(2):106-113.

Brito Portuondo CA, Hernández Perera JC, Sánchez López L (2012). Efectos de la obesidad

sobre la función cardiovascular, respiratoria e inflamatoria. Invest Medicoquir. 4(2):227-33.

Page 164: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

163

Brochu-Gaudreau K, Rehfeldt C, Blouin R, Bor-dignon V, Murphy BD, Palin MF (2010).

Adiponectin action from head to toe.Endocrine. 37(1):11-32.

Brown CD, Higgins M, Donato KA, Rohde FC, Garrison R, Obarzanek E, et al., (2000). Body

Mass Index and the Prevalence of Hypertension and Dyslipidemia. Obesity Research. 8(9):605-

19.

Browning LM, Krebs JD, Moore CS, Moore CS, Mishra GD, O'Connell MA, et al., (2007). The

impact of long chain n-3 polyunsaturated fatty acid supplementation on inflammation, insulin

sensitivity and CVD risk in a group of overweight women with an inflammatory

phenotype.Diabetes Obes Metab. 9:70-80.

Bruun JM, Lihn AS, Pedersen SB, Richelsen B (2005). Monocyte chemoattractant protein-1

release is higher in visceral than subcutaneous human adipose tissue (AT): implication of

macrophages resident in the AT.J Clin Endocrinol Metab. 90(4):2282-9.

Buckley JD and Howe PR (2010). Long-chain n-3 polyunsaturated fatty acids may be beneficial

for reducing obesity–a review. Nutrients. 2:1212-30.

Bueno A, Oyama L, de Oliveira C, Pisani L, Ribeiro E, Silveira V, et al., (2008). Effects of

different fatty acids and dietary lipids on adiponectin gene expression in 3T3-L1 cells and

C57BL/6J mice adipose tissue. Pflügers Archiv Eur J Physiol. 455 (4):701-9.

Bueno Sánchez M (2011). Aceite de oliva y salud. Can Pediatr. 35(1):27-31.

Buettner R, Parhofer KG, Woenckhaus M, Wrede CE, Kunz-Schughart LA, Schölmerich J, et

al., (2006). Defining high-fat-diet rat models: metabolic and molecular effects of different fat

types.Journal of Molecular Endocrinology. 36:485-501.

Page 165: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

164

Buettner R, Scholmerich J, Bollheimer LC (2007). High-fat diets: modeling the metabolic

disorders ofhuman obesity in rodents. Obesity (Silver Spring).15:798-808.

Burr GO and Burr MM (1949). A new deficiency disease produced by the rigid exclusion of fat

from the diet. J. Biol. Chem. 82:345-67.

Cabrerizo L, Rubio MA, Ballesteros MD, Moreno Lopera C (2008). Complicaciones asociadas a

la obesidad. Rev Esp Nutr Comunitaria. 14(3):156-62.

Cabrera de León A, Almeida González D, González Hernández A, Juan Alemán Sánchez J,

Brito Díaz B, Domínguez Coello S, et al., (2014). The association of resistin with coronary

disease in the general population. J.Atheroscler.Thromb. 21:273-81.

Calabresi L, Gomaraschi M, Villa B, Omoboni L, Dmitrieff C, Franceschini G (2002). Elevated

soluble cellular adhesion molecules in subjects with low HDL-cholesterol. Arterioscler Thromb

Vasc Biol. 22:656-61.

Calder PC (2009a). Polyunsaturated fatty acids and inflammatory processes: new twists in an

old tale. Biochimie. 91:791-95.

Calder PC (2009b). Fatty acids and immune function: relevance to infl ammatory

boweldiseases. Int. Rev. Immunol. 28:506-34.

Calder PC, Ahluwalia N, Brouns F, Buetler T, Clement K, Cunningham K, et al., (2011). Dietary

factors and low-grade inflammation in relation to overweight and obesity.Br J Nutr. 106 (3):5-78.

Calder PC and Grimble RF (2002).Polyunsaturated fatty acids, inflammation and immunity. Eur

J Clin Nutr 56(3):14-19.

Page 166: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

165

Calder PC, Yaqoob P, Thies F, Wallace FA, Miles EA (2002). Fatty acids and lymphocyte

functions.Br J Nutr. 87:31-48.

Calle EE, Rodriguez C, Walker-Thurmond K, Thun MJ (2003). Overweight, obesity, and

mortality from cancer in a prospectively studied cohort of U.S. adults. N Engl J Med.

348(17):1625-38.

Campana EM, Brandão AA, Pozzan R, Magalhães ME, Fonseca FL, Pizzi OL, et al., (2014)

Blood pressure in adolescence, adipokines and inflammation in young adults. The Rio de

Janeiro study.Arq Bras Cardiol. 102(1):60-9.

Camargo A, Ruano J, Fernandez JM, Parnell LD, Jimenez A, Santos-Gonzalez M, et al., (2010).

Gene expression changes in mononuclear cells in patients with metabolic syndrome after acute

intake of phenol-rich virgin olive oil. BMC Genomics.11:253.

Campión J, Milagro F, Martínez JA (2010). Epigenetics and obesity. Prog Mol Biol Transl Sci.

94:291-347.

Cancello R and Clément K (2006).Is obesity an inflammatory illness? Role of low-grade

inflammation and macrophage infiltration in human white adipose tissue.BJOG. 113(10):1141-7.

Cani PD and Delzenne NM (2009). Interplay between obesity and associated metabolic

disorders: new insights into the gut microbiota. Curr Opin Pharmacol. 9:737-43.

Cannon B, Nedergaard J (2004). Brown adipose tissue: function and physiological significance.

Physiol Rev. 84(1):277-3.

Cannon JG, Fiatarone MA, Meydani M, Gong J, Scott L, Blumberg JB, et al., (1995). Aging and

dietary modulation of elastase and interleukin-2 beta secretion. Am. J. Physiol. 268:208-213.

Page 167: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

166

Capel ID and Dorrell HM (1984).Abnormal antioxidant defence in some tissues of congenitally

obese mice. Biochem J. 219:41-49.

Carlyle M, Jones OB, Kuo JJ, Hall JE (2002). Chronic cardiovascular and renal actions of leptin:

role of adrenergic activity. Hypertension. 39:496-501.

Carrero JJ, Martín-Bautista E, Baró L, Fonollá J, Jiménez J, Boza JJ y López-Huertas E (2005).

Efectos cardiovasculares de los ácidos grasos n-3 y alternativas para incrementar su ingesta.

Nutr. Hosp. XX(1):63-69.

Carrillo Fernández L, Dalmau Serra J, Martínez Álvarez JR, Solà Alberich R, Pérez-Jiménez F

(2011). Grasas de la dieta y salud cardiovascular. Nutr clín diet hosp. 31(2):6-25.

Carrizo TR, Prado MM, Velarde MS, Díaz EI, Bazán MC, Abregú AV (2008). E-selectina soluble

en una población infanto juvenil con diabetes tipo 1. Medicina (B Aires). 68:193-7.

Carmenate Moreno MM, Marrodán Serrano MD, Mesa Saturnino MS, González Montero de

Espinosa, M y Alba Díaz JA (2007). Obesidad y circunferencia de la cintura en adolescentes

madrileñosRev Cubana Salud Pública. 33(3).

Caruana L, Petrie MC, Davie AP, McMurray JJV (2000). Do patients with suspected heart

failure and preserved left ventricular systolic function suffer from “diastolic heart failure” or from

misdiagnosis? A prospective descriptive study. BMJ. 321:215-18.

Castro-Martínez MG, Banderas-Lares DZ, Cenobio Ramírez-Martínez J, Escobedo-de la Peña

J (2012). Prevalencia de hígado graso no alcohólico en individuos con síndrome metabólico. Cir

Cir. 80:128-33.

Page 168: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

167

Cattaneo A, Monasta L, Stamatakis E, Lioret S, Castetbon K, Frenken F, et al., (2010).

Overweight and obesity in infants and preschool children in the European Union: A review of

existing data. Obes Rev. 11:389-98.

Catta-Preta M, Martins MA, Cunha Brunini TM, Mendes-Ribeiro AC, Mandarim-de-Lacerda CA,

Aguila MB (2012). Modulation of cytokines, resistin, and distribution of adipose tissue in

C57BL/6 mice by different high-fat diets.Nutrition. 28:212-9.

Caughey GE, James MJ, Proudman SM, Cleland LG (2010). Fish oil supplementation increases

the cyclo-oxygenase inhibitory activity of paracetamol in rheumatoid arthritis patients.

Complement Ther Med. 18:171-4.

Cavazos DA, Price RS, Apte SS, Degraffenried LA (2011). Docosahexaenoic acid selectively

induces human prostate cancer cell sensitivity to oxidative stress through modulation of NF-κB.

Prostate.71(13):1420-8.

Cazzola R, Russo-Volpe S, Miles EA, Rees D, Tapati Banerjee T, Roynette EA, et al., (2007).

Age and dose-dependent effects of an eicosapentaenoic acid-rich oil on cardiovascular risk

factors in healthy male subjects. Atherosclerosis 193:159-67.

Cesta MF (2006).Normal structure, function, and histology of the spleen. Toxicol Pathol.

34(5):455-65.

Cetin I and Koletzko B (2008).Long-chain n-3 fatty acid supply in pregnancy and

lactation.Curr.Opin.Clin.Nutr.Metab.Care. 11(3):297-302.

Cha MC, Jones PJ (1998). Dietary fat type and energy restriction interactively influence plasma

leptin concentration in rats. J Lipid Res. 39(8):1655-60.

Page 169: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

168

Chacín L, Chacín N, Chapín J (2009). Vigencia del síndrome metabólico. Diabetes

Internacional. 1(4):86-98.

Chan DC, Watts GF (2006).Apolipoproteins as markers and managers of coronary risk.QJM.

99:277-87.

Chan JK, Bruce VM, McDonald BE (1991). Dietary α-linolenic acid is as effective as oleic acid

and linoleic acid in lowering blood cholesterol in normolipidemic men. Am J Clin Nutr. 53:1230-

4.

Cheeseman KH, Slater TF (1993). “An introduction to free radical biochemistry”. Br. Med. Bull.

49(3):481-93.

Chen BH, Song Y, Ding EL, Roberts CK, Manson JE, Rifai N, et al., (2009). Circulating levels of

resistin and risk of type 2 diabetes in men and women: results from two prospective cohorts.

Diabetes Care. 32:329-34.

Chen L, Magliano DJ, Zimmet PZ (2011). The worldwide epidemiology of type 2 diabetes

mellitus–Present and future perspectives.Nat Rev Endocrinol. 8(4):228-36.

Chen L, Nyomba BL (2003). Glucose intolerance and resistin expression in rat offspring

exposed to ethanol in utero: modulation by postnatal high fat diet. Endocrinology. 144(2):500-8.

Chen P, Zhou JF (2001). Changes of oxidative and lipoperoxidative metabolism in patients with

acute viral myocarditis.Journal of Zhejiang University (SCIENCE). 2:448-52.

Chiney MS, Schwarzenberg SJ and Johnson LA (2011).Altered xanthine oxidase and N-16

acetyltransferase activity in obese children.Br J Clin Pharmacol. 72:109-15.

Page 170: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

169

Chiuve SE, Rimm EB, Sandhu RK, Bernstein AM, Rexrode KM, Manson JE, et al.,(2012).

Dietary fat quality and risk of sudden cardiac death in women.Am J Clin Nutr. 96(3):498-507.

Chobanian AV, Bakris GL, Black HR, Cushman WC, Green LA, Izzo JL, et al., (2003). Seventh

Report Of The Joint National Committee On Prevention, Detection, Evaluation, And Treatment

Of High Blood Pressure. Hypertension. 42:1206-52.

Cinti S (2006). The role of brown adipose tissue in human obesity. Nutr Metab Cardiovasc Dis.

16(8):569-74.

Cleary MP, Juneja SC, Phillips FC, Hu X, Grande JP, Maihle NJ (2004). Leptin receptor-

deficient mmtv-tgf-alpha/lepr(db)lepr(db) female mice do not develop oncogene-induced

mammary tumors. Exp. Biol. Med. 229:182-193.

Colette C, Percheron C, Pares-Herbute N, Michel F, Pham TC, Brillant L, et al., (2003).

Exchanging carbohydrates for monounsaturated fats in energy-restricted diets: effects on

metabolic profile and other cardiovascular risk factors. Int J Obes Relat Metab Disord.

27(6):648-56.

Cooling J, Blundell J (1998).Differences in energy expenditure and substrate oxidation between

habitual high fat and low fat consumers (phenotypes). Int J Obes. 22(7):612-18.

Cooper AL, Gibbins L, Horan MA, Little RA, Rothwell NJ (1993). Effect of dietary fish oil

supplementation on fever and cytokine production in human volunteers.Clin. Nutr. 12:321-28.

Colomer Revuelta J (2005). Prevención de la obesidad infantil. Rev Pediatr Aten Primaria.

7:255-75.

Page 171: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

170

Commerford SR, Pagliassotti MJ, Melby CL, Wei Y, Hill JO (2001). Inherent capacity for

lipogenesis or dietary fat retention is not increased in obesity-prone rats. Am J Physiol

Regulatory Integrative Comp Physiol. 280:1680-87.

Connor SL, Connor WE (1997). Are fish oils beneficial in the prevention and treatment of

coronary artery disease? Am J ClinNutr. 66:1020-31.

Contreras-Leal EA, Santiago-García J (2011). Obesidad, síndrome metabólico y su impacto en

las enfermedades cardiovasculares. Rev Biomed. 22:103-15.

Contreras VR, López MAO, Santamaría S, Suárez AY, Ruiz AT (2013). Salud y obesidad en

adolescentes. Revista Científica Electrónica de Psicología. 10:1-5.

Corrocher R, Pagnan A, Ambrosio GB, Ferrari S, Olivieri O, Guarini P, et al., (1992). Effects

induced by olive oil-rich diet on erythrocytes membrane lipids and sodium-potassium transports

in postmenopausal hypertensive women. J Endocrinol Invest. 15(5):369-76.

Costa-Font J, Gil J (2005).Obesity and the incidence of chronic diseases in Spain: a seemingly

unrelated probit approach. Econ Hum Biol. 3(2):188-214.

Cottam DR, Mattar SG, Barinas-Mitchell E, Eid G, Kuller L, Kelley DE, Schauer PR, (2004). The

chronic inflammatory hypothesis for the morbidity associated with morbid obesity: implications

and effects of weight loss. Obes Surg. 14:589-600.

Couillard C, Ruel G, Archer WR, Pomerleau S, Bergeron J, Couture P, et al., (2005). Circulating

Levels of Oxidative Stress Markers and Endothelial Adhesion Molecules in Men with Abdominal

Obesity.JCEM. 90(12):6454-9.

Page 172: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

171

Covas MI, Nyyssönen K, Poulsen HE, Kaikkonen J, Zunft HJF, Kiesewetter et al., (2006). The

effect of polyphenols in olive oil on heart disease risk factors: a randomized trial. Ann

InternMed. 145:333-41.

Coyote-Estrada N (2009). VII. Trastornos de la alimentación. Obesidad en niños. Gac Méd

Méx. 145:4.

Crujeiras AB, Parra MD, Rodriguez MC, Martínez de Morentin BE, Martínez JA, et al., (2006). A

role for fruit content in energy-restricted diets in improving antioxidant status in obese women

during weight loss.Nutrition. 22:593-99.

Cruz-Teno C, Pérez-Martínez P, Delgado-Lista J, Yubero-Serrano EM, Garcia-Rios A, Marin C,

et al., (2012). Dietary fat modifies the postprandial inflammatory state in subjects with metabolic

syndrome: the LIPGENE study. Mol Nutr Food Res. 56:854-65.

Csiszar A M, Wang Lakatta EG, Ungvari Z (2008). Inflammation and endothelial dysfunction

during aging: role of NF-kappaB. J Appl Physiol (1985). 105(4):1333-41.

Dandona P, Aljada A, Bandyopadhyay A (2004). Inflammation: the link between insulin

resistance, obesity and diabetes. Trends Immunol. 25:4-7.

Darlington LG, Stone TW (2001).Antioxidants and fatty acids in the amelioration of rheumatoid

arthritis and related disorders.Br J Nutr. 85:251-69.

Darvall KAL, Sam RC, Silverman SH, Bradbury AW, Adam DJ (2007). Obesity and

Thrombosis.Eur J Vasc Endovasc Surg. 33:223-33.

Das UN (2001). Is obesity an inflammatory condition? Nutrition.17:953-66.

Page 173: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

172

Day C (2007). Metabolic syndrome, or what you will: definitions and epidemiology. Diab Vasc

Dis Res. 4:32-8.

De Artiñano AA and Castro M (2009). Experimental rat models to study the metabolic

syndrome. Br J Nutr. 102(9):1246-53.

De Caterina R, Bernini W, Carluccio MA, Liao JK, Libby P (1998). Structural requirements for

inhibition of cytokine-induced endothelialactivation by unsaturated fatty acids. J Lipid Res.

39:1062-70.

De Caterina R, Libby P (1996). Control of endothelial-leukocyte adhesion molecules by n-3 fatty

acids. Lipids. 31:557-63.

De La Cruz JP, Quintero L, Villalobos MA and Sánchez de la Cuesta F (2000). Lipid

peroxidation and glutathione system in hyperlipemic rabbits: influence of olive oil administration.

Biochim Biophys Acta. 1485(1):36-44.

De la Fuente M (2014). The immune system, a marker and modulator of the rate of aging. In:

Massoud A, Rezaei N (Eds.). Immunology of Aging. Berlin Heidelberg: Springer-Verlag. 3-23.

De la Fuente M, Baeza I, Guayerbas N, Puerto M, Castillo C, Salazar V, et al., (2004). Changes

with aging in several leukocyte functions of male and female rats.Biogerontol.5389-400.

De la Fuente M, Hernanz A, et al., (2008). Vitamin E ingestion improves several immune

functions in elderly men and women.Free Radic Res. 42:272-80.

De la Fuente M, Hernanz A, Guayerbas N, Alvarez P, Alvarado C (2004b). Changes with age in

peritoneal macrophage functions.Implication of leukocytes in the oxidative stress of

senescence. Cell Mol Biol. 50:683-90.

Page 174: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

173

De la Fuente M, Miquel J (2009). An update of the oxidation-inflammation theory of aging.The

involvement of the immune system in oxi-inflamm-aging.Current Pharm Design.15(26):3003-26.

De la Fuente M, De Castro N (2012). Obesity as a model of premature immunosenescence.

Current Inmunol. 8:63-75.

De La Serre CB, Ellis CL, Lee J, Hartman AL, Rutledge JC, Raybould HE (2010). Propensity to

high-fat diet-induced obesity in rats is associated with changes in the gut microbiota and gut

inflammation. Am J Physiol Gastrointest Liver Physiol. 299:440-8.

De Pablo MA, Ortega E, Gallego AM, Álvarez C, Pancorbo PL and Alvarez de Cienfuegos G

(1998). Influence of diets containing olive oil, sunflower oil or hydrogenated coconut oil on the

immune response of mice. J Clin Biochem Nutr. 25:11-23.

De Pablo MA, Ortega E, Gallego AM, Alvarez C, Pancorbo PL and Alvarez de Cienfuegos G

(1998b) The effect of dietary fatty acid manipulation on phagocytic activity and cytokine

production by peritoneal cells from Balb/c mice. J Nutr Sci Vitaminol. 44:57-67.

Del Río M, Hernanz A, de la Fuente M (1994). Bombesin, gastrin-releasing peptide and

neuromedin C modulate murine lymphocyte proliferation throught adherent accesory cells and

activate protein kinase C. Peptides. 15:15-22.

Delplanque, B, Richard JL, Jacotot B (1991). Influence of diet on the plasma levels and

distribution of ApoA-I-containing lipoprotein particles. Prog Lipid Res. 30:159-70.

Page 175: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

174

Demerath E, Towne B, Blangero J, Siervogel RM (2001). The relationship of soluble ICAM-1,

VCAM-1, P-selectin and E-selectin to cardiovascular disease risk factors in healthy men and

women.Ann Hum Biol. 28 (6):664-78.

Desco MC, Asensi M, Marquez R, Martinez-Valls J, Vento M, Pallardo F, et al., (2002). Xanthine

oxidase is involved in free radical production in type 1 diabetes: Protection by allopurinol.

Diabetes. 51:1118-24.

Desideri G, De Simone M, Iughetti L, Rosato T, Iezzi LM, Marinucci MC, et al., (2005). Early

activation of vascular endothelial cells and platelets in obese children.J Clin Endocrinol

Metab.90:3145-52.

Dessì M, Noce A, Bertucci P, Manca di Villahermosa S, Zenobi R, Castagnola V, et al., (2013).

Atherosclerosis, Dyslipidemia, and Inflammation: The Significant Role of Polyunsaturated Fatty

Acids. ISRN Inflamm. 191823.

De Tursi Ríspoli L, Vázquez Tarragón A, Vázquez Prado A, Sáez Tormo G, Mahmoud Ismail A

y Gumbau Puchol V (2013). Estrés oxidativo; estudio comparativo entre un grupo de población

normal y un grupo de población obesa morbid. Nutr Hosp. 28(3):671-75.

Diamanti-Kandarakis E, Bergiele A (2001). The influence of obesity on hyperandrogenism and

infertility in the female.Obes Rev. 2(4):231-8.

Díaz LE (2006). Evaluación del consumo moderado de cerveza estudio nutricional y

neuroendocrinoinmunológico. Tesis doctoral. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense

de Madrid.

Din JN, Newby DE, Flapan AD (2004). Omega 3 fatty acids and cardiovascular disease-fishing

for a natural treatment.British Medical Journal. 328:30-35.

Page 176: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

175

Dietschy, JM (1998). Dietary fatty acids and the regulation of plasma low density lipoprotein

cholesterol concentrations.J Nutr. 128:444-48.

Dimitrijevic-Sreckovic V, Colak E, Djordjevic P, Gostiljac D, Sreckovic B, Popovic S (2007).

Prothrombogenic factors and reduced antioxidative defense in children and adolescents with

pre-metabolic and metabolic syndrome. Clin Chem Lab Med. 45:1140-4.

Doelle G (2004). The clinical picture of metabolic syndrome.An update on this complex of

conditions and risk factors. Posgrad Med. 116:30-8.

Doherty DE, Haslett C, Tonnesen MG and Henson PM (1987). Human monocyte adherence: a

primary effect of chemotactic factors on the monocyte to stimulate adherence to human

endothelium. J Immunol. 138:1762-71.

Donaldson K, Beswick PH y Gilmour PS (1996). Free radical activity associated with the surface

of particles: a unifying factor in determining biological activity. Toxicology Letters. 88(1-3):293-8.

Du S, Jin J, Fang W and Su Q (2015). Does fish oil have an anti-obesity effect in 20

overweight/obese adults? A meta-analysis of randomized controlled trials.PLoS One.

10:21:0142652.

Duarte Mote J, Rubio Gutiérrez J (2005).Hipertensión arterial sistémica: de la adaptación a los

riesgos. Med Int Mex. 21:198-205.

Dubois L, Farmer A, Girard M, Peterson K (2007). Regular Sugar-Sweetened Beverage

between Meals Increases Risk of Overweight among Preschool-Aged Children.Journal of the

American Dietetic.Association. 107(6):924-34.

Page 177: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

176

Durán Agüero S, Carrasco Piña E y Araya Pérez M (2012). Alimentación y diabetes. Nutr Hosp.

27(4):1031-36.

Dyer AR, Elliott P, Shipley M, Stamler R, Stamler J (1994): Body mass index and associations

of sodium and potassium with blood pressure in Intersalt. Hypertension. 23:729-36.

Elhadd TA, Kennedy G, Robb R, McLaren M, Jung RT, Belch JJ (2004). Elevated soluble cell

adhesion molecules E-selectin and intercellular cell adhesion molecule-1 in type-2 diabetic

patients with and without asymptomatic peripheral arterial disease. Int Angiol. 23:128-33.

Elliott SA, Truby H, Lee A, Harper C, Abbott RA, Davies PSW (2011). Associations of body

mass index and waist circumference with: energy intake and percentage energy from

macronutrients, in a cohort of Australian children. Nutr J. 10:58.

El-Kholy TA, Abu Hilal M, Al-Abbadi HA, Serafi AS, Al-Ghamdi AK, Sobhy HM, et al., (2014).

The effect of extra virgin olive oil and soybean on DNA, cytogenicity and some antioxidant

enzymes in rats.Nutrients. 6:2376-2386.

Engström G, Hedblad B, Stavenow L, Lind P, Janzon L, Lindgärde F (2003). Inflammation-

sensitive plasma proteins are associated with future weight gain. Diabetes. 52(8):2097-2101.

Escobedo G, Gutiérrez-Reyes G, Guzmán C, Hernández-Ruiz J, Kershenobich D, Robles-Díaz

G (2010). Inflamación de bajo grado y obesidad: espectadores discretos o agentes causales del

síndrome metabólico. 111-9.

Escribá Ruiz PV (2003). Acido 2-hidroxioléico para utilizar como medicamento. Solicitud de

patente.

Page 178: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

177

Esposito K, Marfella R, Ciotola M Di Palo C, Giugliano F, Giugliano G, et al., (2004a). Effect of a

Mediterranean-style diet on endothelial dysfunction and markers of vascular inflammation in the

metabolic syndrome.JAMA.292:(12):1440-6.

Esposito K, Giugliano D (2006). Diet and inflammation: a link to metabolic and cardiovascular

diseases Eur Heart J. 27(1):15-20.

Esser D, van Dijk SJ, Oosterink E, Müller M and Afman LA (2013). A high-fat SFA, MUFA, or n-

3 PUFA challenge affects the vascular response and initiates an activated state of cellular

adherence in lean and obese middle-aged men. J Nutr. 143:843-51.

- - -

al., (2006). Effects of a Mediterranean-style diet on cardiovascular risk factors: A randomized

trial. Ann Intern Med. 145:1-11.

Estudio ALADINO (2013). Estudio de Vigilancia del Crecimiento, Alimentación, Actividad Física,

Desarrollo Infantil y Obesidad en España 2013. Agencia Española de Consumo, Seguridad

Alimentaria y Nutrición. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Madrid.

Ezquerra EA, Castellano JM, Barrero AA (2008). Obesidad, síndrome metabólico y diabetes:

implicaciones cardiovasculares y actuación terapéutica. Rev Esp Cardiol. 61(7):752-64.

Fain JN, B Buehrer B, DS Tichansky3 and Madan AK (2008). Regulation of adiponectin release

and demonstration of adiponectin mRNA as well as release by the non-fat cells of human

omental adipose tissue. International Journal of Obesity. 32:429-35.

Fajas L, Auboeuf D, Raspé E, Schoonjans K, Lefebvre A, Saladin R, et al., (1997). The

organization, promoter analysis, and expression of the human PPARγ gene. J.Biol.Chem.

272:18779-89.

Page 179: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

178

FAO (2010). Fats and fatty acids in human nutrition Report of an expert consultation. FAO ISSN

1014-2916 FAO ISBN. 978-92-5-3067336I.1-166.

Faloia E, Giacchetti G, Mantero F (2000). Obesity and hypertension.J Endocrinol Invest. 23:54-

62.

Fantuzzi, G. and Faggioni R (2000).Leptin in the regulation of immunity, inflammation, and

hematopoiesis. J Leukoc Biol. 68(4):437-46.

Farmer SR (2006). Transcriptional control of adipocyte formation.Cell Metab. 4:263-73.

Feinberg AP, Irizarry RA, Fradin D, Aryee MJ, Murakami P, Aspelund T, Eiriksdottir G, et al.,

(2010). Personalized epigenomic signatures that are stable over time and covary with body

mass index. Sci Transl Med. 2(49):49-67.

Felson DT, Anderson JJ, Naimark A, Walker AM (1988). Obesity and Knee osteoarthritis: The

Framingham Study. Ann Intern Med. 109:18-24.

Fermin I, Milagro Y y Martinez JA (2013). Epigenética en obesidad y diabetes tipo 2: papel de la

nutrición, limitaciones y futuras aplicaciones. Rev chilendocrinol. Diabetes. 6(3):108-14.

Fernández Gómez E, Díaz-Campo J (2014). La publicidad de alimentos en la televisión infantil

en España: promoción de hábitos de vida saludables. Observatorio (OBS*) Journal. 8(4):133-

50.

Fernández-Jarne E, Martínez-Losa E, Pardi-Santamaría M, Brugarolas-Brufau C, Serrano-

Martínez M, Martínez-González MA (2002). Risk of first non-fatal myocardial infraction

Page 180: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

179

negatively associated with olive oil consumption: a case-control study in Spain. Int J Epidemiol.

31:474-80.

Fernández-Real JM, Vendrell J, Ricart W (2005). Circulating adiponectin and plasma fatty acid

profile.Clin Chem. 51:603-09.

Fernández Travieso JC (2010). Ácidos grasos n-3 y prevención cardiovascular. Revista CENIC

Ciencias Biológicas, Vol. 41(1):3-15.

Ferrara LA, Raimondi AS, d’Episcopo L, Guida L, Dello Russo A, Marotta T (2000). Olive oil and

reduced need for antihypertensive medications. Arch Intern Med. 160(6):837-42.

Ferri C, Desideri G, Valenti M, Bellini C, Pasin M, Santucci A, et al., (1999). Early upregulation

of endothelial adhesion molecules in obese hypertensive men.Hypertension. 34:568-73.

Ferrari, B, Arnold M, Carr RD, Langhans W, Pacini G, Bodvarsdóttir TB, et al., (2005).

Subdiaphragmatic vagal deafferentation affects body weight gain and glucose metabolism in

obese male Zucker (fa/fa) rats.Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol. 289(4):1027-34.

Ferrández MD, Correa R, Del Río M, De la Fuente M (1999). Effects in vitro of several

antioxidants on the natural killer function of aging mice. Exp Gerontol. 34:675-85.

Feskens EJ, Kromhout D (1993). Epidemiologic studies on Eskimos and fish intake. Ann NY

Acad Sci. 683:9-15.

Fhigashi Y, Sasaki S, Nakgawa K, Matsuura H, Chayama K, Oshima T (2001). Effect of obesity

on endothelium-dependent, nitric oxide-mediated vasodilation in normotensive individuals and

patients with essential hypertension.Am J Hypertens. 14:1038-45.

Page 181: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

180

Field AE (2008). Predictors and consequences of childhood obesity.In F.B. Hu (Eds.).Obesity

Epidemiology.416-36.

Finnegan YE, Minihane AM, Leigh-Firbank EC, Kew S, Meijer GW, Reto Muggli R, et al.,

(2003). Plant and marine-derived n-3 polyunsaturated fatty acids have differential effects on

fasting and postprandial blood lipid concentrations and on the susceptibility of LDL to oxidative

modification in moderately hyperlipidemic subjects. Am J Clin Nutr. 77:783-95.

Fitó M, Covas MI, Lamuela-Ravetós RM, Vila J, de la Torre C, Marrugat J (2000). Aceite de

oliva e inhibición de la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad. Importancia de los

compuestos fenólicos. Med Clin (Bar). 115:166-9.

Fitó M, de la Torre R y Covas MI (2007). Olive oil and oxidative stress. Mol Nutr Food Res.

51(10):1215-24.

Flachs P, Mohamed-Ali V, Horakova O, Rossmeisl M, Hosseinzadeh-Attar MJ, Hensler M, et al.,

(2006). Polyunsaturated fatty acids of marine origin induce adiponectin in mice fed a high-fat

diet. Diabetologia. 49:394-97.

Flachs P, Rossmeisl M, Bryhn M, Kopecky J (2009). Cellular and molecular effects of n-3

polyunsaturated fatty acids on adipose tissue biology and metabolism. Clin Sci (Lond). 116

(1):1-16.

Flint A, Helt B, Raben A, Toubro S, and Astrup A (2003).Effects of Different Dietary Fat Types

on Postprandial Appetite and Energy Expenditure. 11(12):1449-55.

Flegal KM, Carroll MD, Ogden CL, Curtin LR (2010).Prevalence and trends in obesity among

US adults, 1999-2008.JAMA. 303(3):235-41.

Page 182: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

181

Flores-García A, Romero-Garibay AJ, Wong-Ley Madero LE, Moya-García MR, Aguiar-García

P, Sánchez Gutiérrez R, González-Angulo IJ (2010). Aspectos inmunológicos en obesidad.

Revista Fuente Año. 2-5.

Florvall G, Basu S, Larsson A (2006). Apolipoprotein A1 is a stronger prognostic marker than

are HDL and LDL cholesterol for cardiovascular disease and mortality in elderly men. J Gerontol

A BiolSci Med Sci. 61:1262-6.

Friedman J. M (2011)."Leptin and the regulation of body weight." Keio J Med. 60(1):1-9.

Friedman J. M and Mantzoros C. S (2015).20 years of leptin: from the discovery of the leptin

gene to leptin in our therapeutic armamentarium. Metabolism. 64(1):1-4.

Frenoux JM, Prost ED, Belleville JL, Prost JL (2001). A polyunsaturated fatty acid diet lowers

blood pressure and improves antioxidant status in spontaneously hypertensive rats. J Nutr.

131:39-45.

Frühbeck, G (2001). A heliocentric view of leptin.Proc Nutr Soc. 60(3):301-18.

Fundación Española de la Nutrición (FEN) (2011). Mercado Saludable de los Alimentos.

Available at: http:// www.fen.org.es/mercadoFen/mercadofen_ajus_General.html.

Furukawa S, Fujita T, Shimabukuro M, Iwaki M, Yamada Y, Nakajima Y, et al., (2004).

Increased oxidative stress in obesity and itsimpact on metabolic syndrome.The Journal of

clinical investigation. 114(12):1752-61.

Page 183: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

182

Furukawa T, Meydani SN, Blumberg JB (1987). Reversal of age-associated decline in

immuneresponsiveness by dietary glutathione supplementation in mice. Mech Ageing Dev.

38(2):107-17.

Furumoto T, Saito N, Dong J, Mikami T, Fujii S, Kitabatake A (2002). Association of

cardiovascular risk factors and endothelial dysfunction in Japanese hypertensive patients:

implications for early atherosclerosis. Hypertens Res. 25:475-80.

Galkina E, Ley K (2007). Vascular adhesion molecules in atherosclerosis. Atherioscler Thromb

Vasc Biol. 27:2292-301.

García-Brenes MD (2010). Alimentación y salud, una relación conflictiva. Salud Publica Mex.

52:455-60.

Gardner CD, Kraemer HC (1995).Monounsaturated versus polyunsaturated dietary fat and

serum lipids.A meta-analysis. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 15:1917-27.

Garg M, Thamotharan M, Dai Y, Lagishetty V, Matveyenko AV, Lee WN, and Devaskar SU

(2013). Glucose intolerance and lipid metabolic adaptations in response to intrauterine and

postnatal calorie restriction in male adult rats.Endocrinology. 154:102-13.5.

Garrow JS y Warwick P (1977). Diet and Obesity. En: Yudkin, J. Ed. Diet of Man: Needs and

Wants. Londres, Applied Sciences Publication. 127-44.

Geleijnse JM, Giltay EJ, Grobbee DE, Donders AR, Kok FJ (2002). Blood pressure response to

fish oil supplementation: metaregression analysis of randomized trials. J Hypertens. 20:1493-9.

Page 184: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

183

Genique Martínez R, Marin Ibáñez A, Cía Gómez P, Gálvez Villanueva AC, Bergareche I. A y

Gelado Jaime C (2010). Utilidad del perímetro abdominal como método de cribaje del síndrome

metabólico en las personas con hipertensión arterial. Rev Esp Salud Pública. 84:215-22.

Gerber M (2012). N-3 fatty acids and cancers: a systematic update review of epidemiological

studies. Br J Nutr. 107:228-39.

Gharibeh MY, Al Tawallbeh GM, Abboud MM, Radaideh A, Alhader AA, Khabour OF

(2010).Correlation of plasma resistin with obesity and insulin resistance in type 2 diabetic

patients.Diabetes Metab. 36:443-9.

Gheorghe A, Pérez de Heredia F, Hunsche C,Redondo N, Díaz LE ,Hernández O, et al.,

(2017). Oxidative stress and immunosenescence in spleen of obese mice can be reversed by 2-

hydroxyoleic acid. Exp Physiol. Online.

Gibbings S, Elkins NS, Fitzgerald H, Tiao J, Weyman ME, Shibao G, et al., (2011). Xanthine

oxidoreductase promotes the inflammatory state of mononuclear phagocytes through effects on

chemokine expression, peroxisome proliferatoractivated receptor-(gamma) sumoylation and

HIF-1(alpha). J Biol Chem. 286:961-75.

Gil-Campos M, Pérez De La Cruz A. y Gil Hernández A (2014). «Obesidad aspectos médicos y

nutricionales»; Cornejo Espinosa, V. y Cruchet Muñoz, S. Nutrición en el ciclo vital. Santiago de

Chile, Editorial Mediterráneo Ltda. 149-64.

Gil M, Cañete R, Gil A (2005). Relaciones entre los acidos grasos plasmaticos y sus perfiles

con la insulina como principal marcador del sindrome metabolico en el niño obeso. Premios

Nutr Infantil. 9-40.

Page 185: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

184

Gillingham LG, Harris-Janz S, Jones PJH (2011). Dietary monounsaturated fatty acids are

protective against metabolic syndrome and cardiovascular disease risk factors. Lipids. 46:209-

28.

Giovannucci E, Ascherio A, Rimm EB, Colditz GA, Stampfer MJ, Willett WC (1995). Physical

activity, obesity, and risk for colon cancer and adenoma in men. Ann Intern Med. 122(5):327-3.

Giménez-Llort L, Arranz L, Mate I and De la Fuente M (2008). Gender-specific

neuroimmunoendocrine aging in a triple-transgenic 3xTg-AD mouse model for Alzheimer's

disease and its relation with longevity.Neuroimmunomodulation. 15:331-43.

Giménez-Llort L, Maté I, Manassra R, Vida C, De la Fuente M (2012). Peripheral immune

system and neuroimmune communication impairment in a mouse model of Alzheimer´s

disease. Ann N Y Acad Sci.1262:74-84.

Ginsberg HN, Karmally W, Barr SL, Johnson C, Holleran S, Ramakrishnan R (1994). Effects of

increasing dietary polyunsaturated fattyacids within the guidelines of the AHA Step 1 Diet on

plasma lipid and lipoprotein levels in normal males. Arterioscler Thromb. 14:892-901.

Gnacinska M, Malgorzewicz S, Stojek M, Łysiak-Szydłowska W, Sworczak K (2009). Role of

adipokines in complications related to obesity: a review. Adv Med Sci. 2:150-57.

Golay A and Bobbioni E (1997).The role of dietary fat in obesity.Int J Obes. 21:2-11.

Gondim Peixoto MR, D’Aquino Benício MH, Dias de Oliveira Latorre MR, Paulo César Veiga

Jardim B (2006). Waist circumference and body mass index as predictors of hypertension. Arq

Bras Cardiol. 87:416-23.

Page 186: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

185

Gómez-Ambrosi J, Rodríguez R, Catalán V, Frühbeck G (2008). Papel del tejido adiposo en la

inflamación asociada a la obesidad. Revista Española de Obesidad. 6(5):264-79.

Gomes F, Telo DF, Souza HP, Nicolau JC, Halpern A, Serrano Jr CV (2010). Obesidade e

doença arterial coronariana: papel da inflamação vascular. Arq Bras Cardiol. 94(2):273-9.

Gómez-Hernández A, Perdomo L, Escribano O y Benito M (2013). Papel del tejido adiposo

blanco en las complicaciones vasculares asociadas a la obesidad. Clin Invest Arterioscl.

25(1):27-35.

Gómez-Miranda LM, Bacardí-Gascón M, Jiménez-Cruz A (2013). Estudios aleatorizados sobre

el consumo de bebidas azucaradas sobre la adiposidad en mayores de 13 años. Revisión

sistemática. Nutr Hosp. 28(6):1792-6.

González-Acevedo O, Hernández-Sierra JF, Salazar-Martínez A, Mandeville PB, Valadez-

Castillo FJ, de la Cruz-Mendoza E, y col., (2013). Efecto de la suplementación de omega 3

sobre IMC, ICC y composición corporal en mujeres obesas. Archivos Latinoamericanos De

Nutrición. 63:3.

González Hita M, Bastidas Ramírez BE, Ruiz Madrigal B, Godínez S, Panduro A (2002).

Funciones endocrinas de la célula adiposa. Revista de Endocrinología y Nutrición. 10(3):140-

46.

González I, Escobar M y Olivera P (1997). Plama lipids of golden Syrian hamster fed dietary

rose hip, sunflower, olive and coconut oils. Rev EspFisiol. 53:199-204.

Gonzalez-Periz A, Horrillo R, Ferre N, Gronert K, Dong B, Moran-Salvador E, et al., (2009).

Obesity-induced insulin resistance and hepatic steatosis are alleviated by omega-3 fatty acids:

a role for resolvins and protectins. FASEB J. 23:1946-57.

Page 187: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

186

Gorjão R, Cry-Boaventura MF, de Lima TM, Curi R (2007). Regulation of human lymphocyte

proliferation by fatty acids.Cell BiochemFunct. 25:305-15.

Graf D, Barth SW, Bub A, Narr J, Rufer CE, Watzl B, et al., (2014). Dietary fat quality in regular

fat diets has minor effects on biomarkers of inflammation in obese Zucker rats. Eur J Nutr.

53:211-19.

Granados S, Quiles JL, Gil A y Ramírez-Tortosa MC (2006). Lípidos de la dieta y cáncer. Nutr.

Hosp. 21(2):44-54.

Griffin MD, Sanders TAB, Davies IG, Morgan LM, Millward DJ, Lewis F, et al., (2006). Effects of

altering the ratio of dietary n-6 to n-3 fatty acids on insulin sensitivity, lipoprotein size, and

postprandial lipemia in men and postmenopausal women aged 45–70 y: the OPTILIP Study.

AmJ Clin Nutr. 84:1290-8.

Grundt H, Nilsen DWT, Hetland O, Aarsland T, Baksaas I, Grande T, et al., (1995).

Improvement of serum lipids and blood pressure during intervention with n-3 fatty acids was not

associated with changes in insulin levels in subjects with combined hyperlipidaemia. J Intern

Med. 237:249-59.

Grum CM, Gross TJ, Mody CH, Sitrin RG (1990). Expression of xanthine oxidase activity by

murine leukocytes.J Lab Clin Med. 116(2):211-8.

Guayerbas N, De La Fuente M (2003). An impairment of phagocytic function is linked to a

shorter life span in two strains of prematurely aging mice. Dev Comp Immunol.(4):339-50.

Guillén N, Acín S, Navarro MA, Surra JC, Arnal C, Lou-Bonafonte MJ, et al., (2009).

Conocimiento de la acción biológica del aceite de oliva virgen extra mediante el uso del ratón

carente de la apolipoproteína E. Rev Esp Cardiol. 62(3):294-304.

Page 188: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

187

Guo W, Xie W, Lei T, Hamilton JA (2005). Eicosapentaenoic acid, but not oleic acid, stimulates

beta-oxidation in adipocytes. Lipids. 40:815-21.

Gutteridge JM, Halliwell B (1990). The measurement and mechanism of lipid peroxidation in

biological systems.Trends Biochem Sci. 5:129-35.

Gutteridge JM (1995). Lipid peroxidation and antioxidants as biomarkers of tissue damage. Clin

Chem. 41:1819-28.

Guzik TJ, Mangalat D, Korbut R (2006). Adipocytokines novel link between inflammation and

vascular function?J Physiol Pharmacol. 57:505-28.

Guzmán-Flores JM y López-Briones S (2012). Células de la inmunidad innata y adaptativa en la

diabetes mellitus tipo 2 y obesidad. Gaceta Médica de México. 148:381-9.

Haag M (2003). Essential fatty acids and the brain. Can J Psychiatry. 48:195-203.

Hackman A, Abe Y, Insull W Jr, Pownall H, Smith L, Dunn K, et al., (1996). Levels of soluble cell

adhesion molecules in patients with dyslipidemia.Circulation. 93:1334-8.

Hajer GR, van Haeften TW, and Visseren FLJ (2008).Adipose tissue dysfunction in obesity,

diabetes, and vascular diseases.European Heart Journal. 29:2959-71.

Han JC, Lawlor DA, Kimm SY (2010). Childhood obesity.Lancet. 375(9727):1737-48.

Han W, Zhao H, Jiao B and Liu F (2014). EPA and DHA increased PPARγ expression and

deceased integrin-linked kinase and integrin β1 expression in rat glomerular mesangial cells

treated with lipopolysaccharide. Bioscience trends. 8:120-25.

Page 189: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

188

Hansen D, Dendale P, Beelen M, Jonkers RA, Mullens A, Corluy L, et al., (2010). Plasma

adipokine and inflammatory marker concentrations are altered in obese, as opposed to non-

obese, type 2 diabetes patients. Eur J Appl Physiol. 109:397-404.

Hansen J, Grimsgaard S, Nordoy A, Bonaa KH (2000). Dietary supplementation with highly

purified eicosapentaenoic acid and docosahexaenoic acid does not influence PAI-1 activity.

Thromb Res. 98(2):123-32.

Hardman WE (2004).(n-3) fatty acids and cancer therapy.J Nutr. 134:3427-30.

Harris WS (1997). N-3 fatty acids an serum lipoproteins: human studies. Am J ClinNutr.

65:1645-54.

Harris WS (2005). Alpha-Linolenic Acid: A gift from the land? Circulation. 111(22):2872-74.

Harrison R (2002). Structure and function of xanthine oxidoreductase: where are we now? Free

Radic Biol Med. 6(33):774-96.

Harrison R (2004).Physiological roles of xanthine oxidoreductase. Drug Metab Rev. 36(2):363-

75.

Hartge MM, Unger T, Kintscher U (2007). The endothelium and vascular inflammation in

diabetes.Diabetes Vasc Dis Res. 4:84-8.

Haugen F, Zahid N, Dalen KT, Hollung K, Nebb HI, Drevon CA (2005). Resistin expression in

3T3-L1 adipocytes is reduced by arachidonic acid. J Lipid Res. 46(1):143-53.

Page 190: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

189

Healy D, Wallace FA, Miles EA, Calder PC and Newsholm P (2000).The effect of low to

moderate amounts of dietary fish oil on neutrophil lipid composition and function. Lipids 35:763-

68.

Heart Association Nutrition Subcommittee of the Council on Nutrition, Physical Activity, and

Metabolism (2009).Council on Cardiovascular Nursing; and Council on Epidem.Circulation.

119:902-7.

Hegsted DM, McGandy RB, Myers ML, Stare FJ (1965). Quantitative effects of dietary fat on

serum cholesterol in man.Am J Clin Nutr. 17:281-95.

Helland IB, Smith L, Blomen B, Saarem K., Saugstad OD and Drevon CA (2008).Effect of

supplementing pregnant and lactating mothers with n-3 very-long-chain fatty acids on children’s

IQ and body mass index at 7 years of age.Pediatrics. 122(2):472-9.

Hendy H, Williams KE, Camise T. S, Alderman S, Ivy J, Reed J (2007). Overweight and

average-weight children equally responsive to ''Kids Choice Program'' to increase fruit and

vegetable consumption.Appetite. 49:683-6.

Hernández M (2004). Recomendaciones nutricionales para el ser humano. Rev Cubana

InvestBioméd. 23(4):266-92.

Hernández-Morante JJ, Milagro F, Gabaldón JA, Martínez JA, Zamora S, Garaulet M (2006).

Effect of DHEA-sulfate on adiponectin gene expression in adipose tissue from different fat

depots in morbidly obese humans. Eur J Endocrinol. 155(4):593-600.

Hill AM, Worthley C, Murphy KJ, Buckley JD, Ferrante A and Howe PR (2007). N-3 Fatty acid

supplementation and regular moderate exercise: differential effects of a combined intervention

on neutrophil function. Brit J Nutr. 98:300-9.

Page 191: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

190

Higdon JV, Frei B (2003). Obesity and oxidative stress: a direct link to CVD? Arterioscler

Thromb Vasc Biol. 23:365-7.

Higdon JV, Liu J, Du SH, Morrow JD, Ames BN, Wander RC (2000). Supplementation of

postmenopausal women with fish oil rich in eicosapentaenoic acid and docosahexaenoic acid is

not associated with greater in vivo lipid peroxidation compared with oils rich in oleate and

linoleate as assessed by plasma malondialdehyde and F(2)- isoprostanes. Am J Clin Nutr.

72:714-22.

Himms-Hagen J, Melnyyk A, Zingaretti MC, Cinti S (2000). Multilocular fat cells in WAT of CL-

316243-treated rats derive directly from white adipocytes. Am J Physiol. 279:670-81.

Hissin PJ, Hilf R (1976).A fluorometric method for determination of oxidized and reduced

glutathione in tissues.Anal Biochem. 74:214-26.

Hoffstedt J, Arvidsson E, Sjolin E, Wåhlen K and Arner P (2004).Adipose Tissue Adiponectin

Production and Adiponectin Serum Concentration in Human Obesity and Insulin Resistance.J

Clin Endocrinol Metab. 89:1391-6.

Holm T, Andreassen AK, Aukrust P, Andersen K, Geiran OR, Kjekshus J, et al., (2001). N-3

fatty acids improve blood pressure control and preserve renal function in hypertensive heart

transplant recipients. Eur Heart J. 22(5):428-36.

Holemans K, Caluwaerts S, Poston L, Andre Van Assche F (2004). Diet-induced obesity in the

rat: A model for gestational diabetes mellitus. Am J Obstet Gynecol. 190:858-65.

Howe PR (1997). Dietary fats and hypertension: focus on fish oil. Ann N Y Acad Sci. 827:339-

52.

Page 192: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

191

Högyes E, Nyakas C, Kiliaan A, Farkas T, Penke B, Luiten PG (2003). Neuroprotective effect of

developmental docosahexaenoic acid supplement against excitotoxic brain damage in infant

rats.Neuroscience. 119:999-1012.

Huang XF, Xin X, McLennan P, Storlien L (2004). Role of fat amount and type in ameliorating

diet-induced obesity: Insights at the level of hypothalamic arcuate nucleus leptin receptor,

neuropeptide Y and pro-opiomelanocortin mRNA expression. Diabetes Obes. Metab. 6:35-44.

Hunsche C, Hernandez O, De la Fuente M (2015). Impaired Immune Response in Old Mice

Suffering from Obesity and Premature Immunosenescence in Adulthood.J Gerontol A Biol Sci

Med Sci. 71(8):983-91.

Hunsche C, Hernandez O and De la Fuente M (2016). Impaired immune response in old mice

showing obesity and premature immunosenescence in adulthood.J Gerontolog A BiolSci Med

Sci. 71(8):983-91.

Hunsche C, Hernandez O, Gheorghe A, Díaz LE, Marcos A, De la Fuente M (2017). Immune

dysfunction and increased oxidative stress state in dietinduced obese mice are reverted by

nutritional supplementation with monounsaturated and n-3 polyunsaturated fatty acids. Eur J

Nutr.Online.

Hunter JE, Zhang J, Kris-Etherton PM (2010). Cardiovascular disease risk of dietary stearic acid

compared with trans, other saturated and unsaturated fatty acids: a systematic review. Am J

Clin Nutr. 91:46-63.

Hussain A, Claussen B, Ramachandran A, Williams R (2007). Prevention of type 2 diabetes:

Areview. Diabetes Res Clin Pract. 76(3):317-26

Page 193: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

192

Huttunen R, Syrjänem J (2013). Obesity and the risk and outcome of infection. Int J Obes

(Lond). 37:333-40.

Ikemoto SM, Takahashi, Tsunoda N, Maruyama K, Itakura H, Ezaki O (1996). High-fat diet-

induced hyperglycemia and obesity in mice: differential effects of dietary oils.Metabolism.

45(12):1539-46.

Ito H, Ohshima A, Inoue M Ohto N, Nakasuga K, Kaji Y, Maruyama T, Nishioka K (2002).

Weight reduction decreasessoluble cellular adhesion molecules in obese women. Clin Exp

Pharmacol Physiol. 29:399-404.

Itoh M, Suganami T, Satoh N, Tanimoto-Koyama K, Yuan X, Tanaka M (2007). Increased

Adiponectin Secretion by Highly Purified Eicosapentaenoic Acid in Rodent Models of Obesity

and Human Obese Subjects.Arterioscler Thromb Vasc Biol. 27:1918-25.

Izaola O, de Luis D, Sajoux I, Domingo JC y Vidal M (2015). Inflamación y obesidad

(lipoinflamación). Nutr Hosp. 31(6):2352-8.

Jackson KG, Wolstencroft EJ, Bateman PA, Yaqoob P, Williams CM (2005). Acute effects of

meal fatty acids on postprandial NEFA, glucose and apo E response: implications for insulin

sensitivity and lipoprotein regulation? Br J Nutr. 93:693-700.

Jahns L, Siega-Riz AM y Popkin BM (2001). The increasing prevalence of snacking among US

children from 1977 to 1996.J Pediatr. 138:493-8.

Jeffery NM, Sanderson P, Sherrington EJ, Newsholme EA, Calder PC (1996). The ratio of n-6 to

n-3 polyunsaturated fatty acids in the rat diet alters serum lipid levels and lymphocyte functions.

Lipids. 31:737-45.

Page 194: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

193

Jellema A, Plat J and Mensink RP (2004) Weight reduction, but not a moderate intake of fish oil,

lowers concentrations of inflammatory markers and PAI-1 antigen in obese men during the

fasting and postprandial state. Eur J Clin Invest. 34:766-73.

Jenkins AB, Markovic TP, Fleury A, Campbell LV (1997).Carbohydrate intake and short-term

regulation of leptin in humans.Diabetologia. 40(3):348-51.

Jones DP (2002). Redox potential of GSH/GSSG couple: assay and biological significance.

Methods Enzymol. 348:93-112.

Jones DP, Mody VC, Carlson JL, Lynn MJ, Sternberg P (2002). Redox analysis of human

plasma allows separation of pro-oxidant events of aging from decline in antioxidant defenses.

Free Radic Biol Med. 33:1290-300.

Jones PJ, Toy BR, Cha MC (1995). Differential fatty acid accretion in heart, liver and adipose

tissues of rats fed beef tallow, fish oil, olive oil and safflower oils at three levels of energy intake.

J Nutr. 125(5):1175-82.

Kaikaus RM, Chan WK, Lysenico N (1993). Induction of peroxisomal fatty acid b-oxidation and

liver fatty acid-binding protein by peroxisome proliferates. J Biol Chem. 268:9593-603.

Kalupahana NS, Claycombe K, Newman SJ, Stewart T, Siriwardhana N, Matthan N, et al.,

(2010). Eicosapentaenoic acid prevents and reverses insulin resistance in high-fat diet-induced

obese mice via modulation of adipose tissue inflammation. J Nutr. 140:1915-22.

Kannel WB, Garrison RJ, Dannenberg AL (1993): Secular blood pressure trends in

normotensive persons: the Framingham study. Am Heart J. 125:1154-8.

Page 195: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

194

Karaman A, Aydın H, Geçkinli B, Çetinkaya A, Karaman S (2015). DNA damage is increased in

lymphocytes of patients with metabolic syndrome. Mutat Res Genet Toxicol Environ Mutagen.

782:30-5.

Karlsson EA, Sheridan PA and Beck MA (2010). Diet-induced obesity impairs the T cell memory

response to influenza virus infection. J Immunol.184:3127-33.

Kashyap MK, Yadav V, Sherawat BS, Jain S, Kumari S, Khullar M, et al., (2005). Different

antioxidants status, total antioxidant power and free radicals in essential hypertension. Mol Cell

Biochem. 277(1-2):89-99.

Kastorini CM, Milionis HJ, Esposito K, Giugliano D,Goudevenos JA,Panagiotakos DB (2011).

The effect of Mediterranean diet on metabolic syndrome and its components: a meta-analysis of

50 studies and 534,906 individuals. J Am Coll Cardiol. 57:1299-313.

Katsuki A, Suematsu M, Gabazza EC, Murashima S, Nakatani K, Togashi K, et al., (2006).

Increased oxidative stress is associated with decreased circulating levels of adiponectin in

Japanese metabolically obese, normal-weight men with normal glucose tolerance. Diabetes

Res Clin Pract. 73(3):310-14.

Kaufman FR (2002). Type 2 diabetes mellitus in children and youth: a new epidemic. J Pediat

Endocrinol Metab. 15(2):737-44.

Kennedy A, Martinez K, Chuang CC, La Point K, McIntosh M (2009).Saturated fatty acid-

mediated inflammation and insulin resistance in adipose tissue: mechanisms of action and

implications.J Nutr. 139:1-4.

Kerr R, Stirling D, Ludlam CA (2001).Interleukin 6 and haemostasis.Br J Haematol. 115:3-12.

Page 196: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

195

Kien CL, Bunn JY, Ugrasbul F (2005). Increasing dietary palmitic acid decreases fat oxidation

and daily energy expenditure. Am J Clin Nutr. 82:320-26.

Kim HJ, Higashimori T, Park SY, Choi H, Dong J, Kim YJ, et al., (2004). Differential effects of

interleukin-6 and -10 on skeletal muscle and liver insulin action in vivo.Diabetes. 53:1060-7.

Kim HK, Della-Fera M, Lin J, Baile CA (2006). Docosahexaenoic acid inhibits adipocyte

differentiation and induces apoptosis in 3T3-L1 preadipocytes. J Nutr. 136:2965-69.

Kim KH, Lee K, Moon YS, Sul HS (2001). A cysteine-rich adipose tissue-specific secretory

factor inhibits adipocyte differentiation. J Biol Chem. 276:11252-6.

Kim S, Mauron J, Gleason R, Wurtman R (1991). Selection of carbohydrate to protein ratio and

correlations with weight gain and body fat in rats allowed three dietary choices. Int. J. Vit. Nutr.

Res. 61(2):166-79.

Kinjo Y, Beral V, Akiba S, Key T, Mizuno S, Appleby P, et al., (1999). Possible protective effect

of milk, meat and fish for cerebrovascular disease mortality in Japan.J Epidemiol. 9:268-74.

Kiray M, Ergur BU, Bagriyanik A, Pekcetin C, Aksu I, Buldan Z (2007). Suppression of apoptosis

and oxidative stress by deprenyl and estradiol in aged rat liver.Acta Histochem. 109:480-5.

Klein S, Sheard NF, Pi-Sunyer X, Daly A, Wylierosett J, Kulkarni K, et al., (2004). Weight

management through lifestyle modification for the prevention and management of type 2

diabetes: rationale and strategies. A statement of the American Diabetes Association, the North

American Association for the Study of Obesity, and the American Society for Clinical Nutrition.

Am J ClinNutr. 80:257-63.

Page 197: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

196

Keaney JF, Larson MG, Vasan RS, Wilson PW, Lipinska I, Corey D, et al., (2003). Obesity and

systemic oxidative stress: clinical correlates of oxidative stress in the Framingham Study.

Arterioscler Thromb Vasc Biol. 23:434-9.

Kew S, Banerjee T, Minihane AM, Finnegan YE, Muggli R; Albers, R, et al., (2003). Lack of

effect of foods enriched with plant- or marine-derived n-3 fatty acids on human immune function.

Am. J. Clin. Nutr. 77:1287-95.

Kew S, Mesa MD, Tricon S, Buckley R, Minihane AM, Yaqoob P (2004). Effects of oils rich in

eicosapentaenoic and docosahexaenoic acids on immune cell composition and function in

healthy humans. Am J Clin Nutr. 79:674-81.

Keys A (1995). Mediterranean diet and public health: personal reflections. Am J Clin Nutr.

6:1321-3.

Knapp HR (1997). Dietary fatty acids in human thrombosis and hemostasis.Am J Clin Nutr.

65:1687-98.

Koenig W (2003). Fibrinogen in cardiovascular disease: an update. Thromb.Haemost. 89:601-9.

Kolesnikova LI, Vanteeva OA, Kurashova NA and Vlasov B (2013).Glutathion as an important

component of thiosulfid system of infertility pathogenesis in overweight men.Vestn Ross Akad

Med Nauk. 7:9-12.

Kohen-Avramoglu R, Theriault A, Adeli K (2003). Emergence of the metabolic syndrome in

childhood: an epidemiological overview and mechanistic link to dyslipemia. Clinical

Biochemistry. 36:413-20.

Page 198: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

197

Korani M, Firoozrai M, Maleki J, Ghahramanpour F, Heidari I, Fallah S, et al., (2012). Fatty acid

composition of serum lipids in patients with type 2 diabetes. Clin Lab. 58(11-12):1283-91.

Kordonowy LL, Burg E, Lenox CC, Gauthier LM, Petty JM, Antkowiak M, et al., (2012). Obesity

is associated with neutrophil dysfunction and attenuation of murine acute lung injury. Am J Resp

Cell Mol Biol. 47(1):120-7.

Kratz M, von EA, Fobker M, Buyken A, Posny N, Schulte H, et al., (2002). The impact of dietary

fat composition on serum leptin concentrations in healthy nonobese men and women.J Clin

Endocrinol Metab. 87(11):5008-14.

Kratz M, Swarbrick MM, Callahan HS, Matthys CC, Havel PJ, Weigle DS (2008).Effect of dietary

n-3 polyunsaturated fatty acids on plasma total and high-molecular-weight adiponectin

concentrations in overweight to moderately obese men and women.Am J Clin Nutr. 87:347-53.

Kriketos AD,Robertson RM,Sharp TA,Drougas H,Reed GW,Storlien LH, et al., (2001). Role of

weight loss and polyunsaturated fatty acids in improving metabolic fitness in moderately obese,

moderately hypertensive subjects.J Hypertens. 19(10):1745-54.

Kris-Etherton PM, Derr J, Mitchell DC, Mustad VA, Russell ME, McDonnell ET,et al., (1993).

The role of fatty acid saturation on plasma lipids, lipoproteins and apolipoproteins, I: effects of

whole food diets high in cocoa butter, olive oil, soybean oil, dairy butter and milk chocolate on

the plasma lipids of young men. Metabolism. 42:121-9.

Kris-Etherton PM, Harris WS, Appel LJ (2002).Fish consumption, fish oil, omega-3 fatty acids,

and cardiovascular disease.Circulation. 106:2747-57.

Page 199: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

198

Kris-Etherton PM, Harris WS, Appel L (2003).AHA Nutrition Committee.American Heart

Association. N-3 fatty acids and cardiovascular disease: New recommendations from the

American Heart Association.Arterioscler Thromb Vasc Biol. 23(2):20-30.

Kris-Etherton PM, Yu S (1997). Individual fatty acid effects on plasma lipids and lipoproteins:

human studies. Am J Clin Nutr. 65:1628-44.

Kromhout D (1989). Food consumption patterns in the Seven Countries Study: Seven Countries

Study Research Group. Ann Med. 21 (3):237-8.

Kromhout D (2012). Omega-3 fatty acids and coronary heart disease.The final verdict?Curr

Opin Lipidol. 23:554-9.

Kumada M, Kihara S, Sumitsuji S, Kawamoto T, Matsumoto S, Ouchi N, et al., (2003)

Association of hypoadiponectinemia with coronary artery disease in men. Arterioscler Thromb

Vasc Biol. 23:85-9.

Kunesova M, Braunerova R, Hlavaty P, Tvrzicka E, Stanková B, Skrha J, et al., (2006). The

influence of n-3 polyunsaturated fatty acids and very low calorie diet during a short-term weight

reducing regimen on weight loss and serum fatty acid composition in severely obese

women.Physiol Res. 55:63-72.

Kurahashi N, Inoue M, Iwasaki M, Sasazuki S, and Tsugane AS (2008).JapanPublic Health

Center-Based Prospective Study Group.Dairy product, saturated fattyacid, and calcium intake

and prostate cancer in a prospective cohort of Japanesemen.Cancer Epidemiol. Biomarkers

Prev. 17(4):930-7.

Kusminski CM, Mcternan PG and Kumar S (2005).Role of resistin in obesity, insulin resistance

and Type II diabetes.Clinical Science. 109:243-56.

Page 200: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

199

Kvasnicka T, Kvasnicka J, Ceska R, Grauova B, Vrablik M (2001). Increasing plasma levels of

soluble cell adhesion molecules (sE-Selectin, sP-Selectin and sICAM-1) in overweight adults

with combined hyperlipidemia. Sb Lek. 102:473-7.

Labat-Robert J, Robert L (2014). Longevity and aging.Role of free radicals and xanthine

oxidase.A review. Pathol Biol. 62(2):61-6.

Lahoz C, Alonso R, Ordovas JM, Lopez-Farre A, de Oya M, Mata P (1997). Effects of dietary fat

saturation on eicosanoid production, platelet aggregation and blood pressure.European Journal

of Clinical Investigation. 27:780-7.

Lago F, Diéguez C, Gómez-Reino J, Gualillo O (2007). Adipokines as emerging mediators of

immune response and inflammation.Nat Clin Pract Rheumatol. 3:716-24.

Lamas O, Martínez JA and Marti A (2004).Energy restriction restores the impaired immune

response in overweight (cafeteria) rats. J Nutr Biochem. 15:418-25.

Lasarte-Velillas JJ, Hernández-Aguilar MT. Martínez-Boyer T, Soria-Cabeza G, Soria-Ruiz D,

Bastarós-García JC, y col., (2015). Estimación de la prevalencia de sobrepeso y obesidad

infantil en un sector sanitario de Zaragoza utilizando diferentes estándares de crecimiento. An

Pediatr (Barc). 82(3):152-8.

Lauritzen I, Blondeau N, Heurteaux C, Widmann C, Romey G, Lazdunski M (2000).

Polyunsaturated fatty acids are potent neuroprotectors. EMBO J. 19:1784-93.

Lau DC, Dhillon B, Yan H, Szmitko PE, Verma S (2005). "Adipokines: molecular links between

obesity and atheroslcerosis." Am J Physiol Heart Circ Physiol. 288(5):2031-41.

Page 201: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

200

Lavoie F, Frisch F, Brassard P, Normand-Lauziere F, Cyr D, Gagnon R, et al., (2009).

Relationship between total and high molecular weight adiponectin levels and plasma

nonesterified fatty acid tolerance during enhanced intravascular triacylglycerol lipolysis in men.

J Clin Endocrinol Metab. 94:998-1004.

Lawton CL, Delargy HJ, Brockman J, Smith FC, Blundell JE (2000). The degree of saturation of

fatty acids influences post-ingestive satiety. Br J Nutr. 83:473-82.

Leaf A, Albert CM, Josephson M, David Steinhaus, Kluger J, Kang J, et al., (2005). Prevention

of fatal arrhythmias in high-risk subjects by fish oil n-3 fatty acid intake.Circulation. 112:2762-8.

Lee DH, Steffes MW and Jacobs DR (2008). Can persistent organic pollutants explain the

association between serum gammaglutamyltransferase and type 2 diabetes? Diabetologia.

51:402-7.

Lee IS, Shin G, Choue R (2010). Shifts in diet from high fat to high carbohydrate improved

levels of adipokines and pro-inflammatory cytokines in mice fed a high-fat diet. Endocr J. 57:39-

50.

Lee MJ y Fried SK (2006) Multilevel regulation of leptin storage, turnover and secretion by

feeding and insulin in rat adipose tissue. J Lip Res. 47:1984-93.

Lee MJ, Wang Y, Ricci R, Colleen D, Russell CD y Fried SK (2007) Acute and chronic

regulation of leptin synthesis, storage, and secretion by insulin and dexamethasone in human

adipose tissue. Am J Physiol Endocrinol Metab. 292:858-64.

Lee TH, Hoover RL, Williams JD, Sperling R.I, Ravalese J, Spur BW, et al., (1985). Effects of

dietary enrichment with eicosapentaenoic acid and docosahexaenoic acid on in vitro neutrophil

and monocyte leukotriene generation and neutrophil function. N Engl J Med. 312:1217-24.

Page 202: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

201

Lee Y, Wang MY, Kakuma T, Wang ZW, Babcock E, McCorckle K, et al., (2001). Liporegulation

in diet-induced obesity (the antisteatotic role of hyperleptinemia).J Biol Chem. 276(8):5629-35.

Leis R, Tojo R (2011). La infancia, etapa crítica. Varios programas fomentan estilos de vida

saludables para frenar la obesidad infantil y evitar que la epidemia se propague en la edad

adulta. Investigación y Ciencia. 66:70-71.

Lefils-Lacourtablaise J, Socorro M, Geloen A, Daira P, Debard C, Loizon E, et al., (2013). The

eicosapentaenoic acid metabolite 15-deoxy-delta (12, 14)-prostaglandin J3 increases

adiponectin secretion by adipocytes partly via a PPAR gamma dependent mechanism. PLoS

One. 8:63997.

Li M, Fisette A, Zhao XY, Deng JY, Mi J, Cianflone K (2009). Serum resistin correlates with

central obesity but weakly with insulin resistence in Chinese children and adolescents. Int J

Obes. 33:424-9.

Li YH, Zhou CH, Pei HJ, Zhou XL, Li LH, Wu YJ, et al., (2013). Fish consumption and incidence

of heart failure: a meta-analysis of prospective cohort studies. Chin Med J (Engl). 126:942-8.

Lihn AS, Bruun JM, He G, Pedersen SB, Jensen PF, Richelsen B (2004). Lower expression of

adiponectin mRNA in visceral adipose tissue in lean and obese subjects.Mol Cell Endocrinol.

219:9-15.

Lim GP, Calon F, Morihara T, Yang F, Teter B, Ubeda O, Salem N (2005). A diet enriched with

the n-3 fatty acid do-cosahexaenoic acid reduces amyloid burden in an aged Alzheimer mouse

model. J Neurosci. 25:3032-40.

Page 203: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

202

Lima-Salgado M, Sampaio C, Cury-Boaventura F, Curi R (2011). Modulatory effect of fatty acids

on fungicidal activity, respiratory burst and TNF-α and IL-6 production in J774 murine

macrophages.Br J Nutr. 105:1173-9.

Lima Vieira RA, Nascimento de Freitas R and Pinheiro Volp AC (2014). Adhesion molecules

and chemokines: relation to anthropometric, body composition, biochemical and dietary

variables. Nutr Hosp. 30(2):223-36.

Lin PY, Huang SY, Su KP (2010). A meta-analytic review of polyunsaturated fatty acid

compositions in patients with depression. Biol Psychiatry. 68:140-7.

Lin Y, Chen Y, Cline GW, Zhang D, Zong H, Wang Y, et al.,(2005). The hyperglycemia-induced

inflammatory response in adipocytes: the role of reactive oxygen species. J Biol Chem.

280:4617-26.

Linder MC (1991). Nutritional biochemistry and metabolism.En: Inc P.-H.I. (ed.) Linder, MC,

New Yersey. 40-54.

Lisbona Catalán A, Palma MS, Ramirez PP, Gómez Candela, C (2013). Obesidad y azúcar:

aliados o enemigos. Nutr Hosp. 28(4):81-87.

Llado I, Estrany ME, Rodriguez E, Amengual B, Roca P, Palou A (2000). Effects of cafeteria

diet feeding on beta3-adrenoceptor expression and lipolytic activity in white adipose tissue of

male and female rats. Int. J. Obes. Relat.Metab.Disord. 24(11):1396-404.

Loos RJF, Bouchard C (2003). Obesity -is it a genetic disorder? J Intern Med. 254:401-25.

Page 204: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

203

Lomba A, Martínez JA, García-Díaz DF, Paternain L, Marti A, Campión J, et al., (2010). Weight

gain induced by an isocaloric pair-fed high fat diet: a nutriepigenetic study on FASN and

NDUFB6 gene promoters. Mol Genet Metab. 101:273-8.

López Alvarenga JC, González-García LT (2001). .Enfermedades asociadas a la obesidad.

Revista de Endocrinología y Nutrición. 9 (2):77-85.

López de Fez CM, Gaztelu MT, Rubio T, Castaño A (2004). Mecanismos de hipertensión en

obesidad. An. Sist. Sanit. Navar. 27(2):211-9.

López IP, Marti A, Milagro FI, Zulet MA, Moreno-Aliaga MJ, Martínez A, et al., (2003). DNA

microarray analysis of genes differentially expressed in diet-induced (cafeteria) obese rats.Obes

Res. 11:188.

López Farré A y Macaya C (2006). Efectos antitrombóticos y antiinflamatorios de los ácidos

grasos n-3. Rev Esp Cardiol Supl. 6:31-7.

Lorente-Cebrián S, Bustos M, Martí A, Martínez JA and Moreno-Aliaga MJ (2009).

Eicosapentaenoic acid stimulates AMP-activated protein kinase and increases visfatin secretion

in cultured murine adipocytes. Clinical Science. 117:243-9.

Lorente-Cebrián S, Perez-Matute P, Martinez JA, Marti A and Moreno-Aliaga M J (2006).

Effects of eicosapentaenoic acid (EPA) on adiponectin gene expression and secretion in

primary cultured rat adipocytes. J. Physiol. Biochem. 62:61-69.

Lorson A, Melgar-Quinonez H, Taylor C (2009). Correlates of Fruit and Vegetable Intakes in US

Children.Journal of the American Dietetic Association. 109(3):474-8.

Page 205: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

204

Louheranta AM, Sarkkinen ES, Vidgren HM, Schwab US, Uusitupa MIJ (2002). Association of

the fatty acid profile of serum lipidswith glucose and insulin metabolism during 2 fatmodified

diets in subjects with impaired glucose tolerance.Am J ClinNutr. 76:331-7.

Lucas L, Russell A, Keast R (2011). Molecular mechanisms of inflammation. Anti-inflammatory

benefits of virgin olive oil and the phenolic compound oleocanthal.Curr Pharm Des. 17(8):754-

68.

Luostarinen R, Siegbahn A and Saldeen T (1992). Effect of dietary fish oil supplemented with

different doses of vitamin E on neutrophil chemotaxis in healthy volunteers. Nutr Res. 12:1419-

30.

Luengo Fernández E, Ordóñez Rubio B, Bergua Martínez C y Laclaustra Gimeno M (2005).

Obesidad, dislipemia y síndrome metabólico. Rev Esp Cardiol. 5:21-9.

Lumeng CN, Del Proposto JB, Westcott DJ, Saltiel AR (2008). Phenotypic switching of adipose

tissue macrophages with obesity is generated by spatiotemporal differences in macrophage

subtypes. Diabetes. 57:3239-46.

Maebuchi M, Machidori M, Urade R, Ogawa T, Moriyamaa T, (2003). Low resistin levels

inadipose tissues and serum in high-fat fed mice and genetically obese mice: development ofan

ELISA system for quantification of resistin. Arch Biochem Biophys. 416:164-70.

Maeda N, Shimomura I, Kishida K, Nishizawa H, Matsuda M, Nagaretani H, et al., (2002). Diet-

induced insulin resistance in mice lacking adiponectin/ACRP30. Nat Med. 8:731-7.

Magarey A, Daniels L, Boulton T, Cockington R (2001). Does fat intake predict adiposity in

healthy children and adolescents aged 2-15 y? A longitudinal analysis. Eur J Clin Nutr. 55:471-

81.

Page 206: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

205

Majdalawieh A, Ro HS (2010). Regulation of Ikappa Balpha function and NF-kappaB signaling:

AEBP1 is a novel proinflammatory mediator in macrophages. Mediators Inflamm. 2010:823-1.

Makki KP, Froguel P, Wolowczuk I (2013). Adipose tissue in obesity-related inflammation and

insulin resistance: cells, cytokines, and chemokines.ISRN Inflamm. 139239.

Makni E, Moalla W, Benezzeddine-Boussaidi L, Lac G, Tabka Z, Elloumi M (2013). Correlation

of resistin with inflammatory and cardiometabolic markers in obese adolescents with and

without metabolic syndrome.Obes Facts. 6:393-404.

Malacara JM (2004). Mecanismos regulatorios de la ingestión de alimentos al fin un tratamiento

a la vista?Rev Endocrinol Nutr. 12:188-98.

Malasanos TH, Stacpoole PW (1991). Biological effects of w-3 fatty acids in diabetes

mellitus.Diabetes Care. 14(12):1160-79.

Malik VS, Popkin BM, Bray GA, Després JP, Hu FB (2010). Sugar-Sweetened Beverages,

Obesity, Type 2 Diabetes Mellitus, and Cardiovascular Disease Risk. Circulation. 121(11):1356-

64.

Mancini M, Rubba P (2000). The Mediterranean diet in Italy.World Rev Nutr Diet. 87:114-26.

Manerba A, Vizzardi E, Metra M, Dei Cas L (2010). N-3 PUFAs and cardiovascular disease

prevention.Future Cardiol.6:343-50.

Manning PJ, Sutherland WH, McGrath MM, de Jong SA, Walker RJ, Williams MJ

(2008).Postprandial cytokine concentrations and meal composition in obese and lean

women.Obesity. 16:2046-52.

Page 207: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

206

Manzur F, Alvear C, Alayón AN (2010). Adipocitos, obesidad visceral, inflamación y

enfermedad cardiovascular. Rev Colomb Cardiol. 17:207-13.

Marcos-Gómez B, Bustos, M, Prieto J, Martínez JA., Moreno-Aliaga MJ (2008) .Obesidad,

inflamación e insulino-resistencia: papel de los ligandos del receptor gp 130An. Sist. Sanit.

Navar. 31(2):113-23.

Marcano Y, Torcat J, Ayala L, Verdi B, Lairet C, Maldonado M, de Vegas J (2006). Funciones

endocrinas del tejido adiposo. Rev Venez Endocrinol Metab. 4(1):15-21.

Marcos A, Nova E, Montero A (2003). Changes in the immune system are conditioned by

nutrition. Eur J Clin Nutr. 57:66-9.

Marí-Sanchis A, Beunza JJ, Bes-Rastrollo M, Toledo E, Basterra Gortariz FJ, Serrano-Martínez

M, et al., (2011). Consumo de aceite de oliva e incidencia de diabetes mellitus en la cohorte

española seguimiento Universidad de Navarra (SUN). Nutr Hosp. 26(1):137-43.

Martí A, Berraondo B, Martínez JA (1999). Leptin: physiological actions. J Physiol Biochem.

55:43-9.

Martín-Calvo N, Ochoa MC, Martí A, Martínez-González MA (2013). Asociación entre los

macronutrientes de la dieta y la obesidad en la infancia y adolescencia; un estudio de casos y

controles. Nutr Hosp. 28(5):1515-22.

Martin-Gallan P, Carrascosa A, Gussinye M, Dominguez C (2007). Oxidative stress in childhood

type 1 diabetes: Results from a study covering the first 20 years of evolution. Free radical

research. 41(8):919-28.

Page 208: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

207

Martínez-González MA, Bes-Rastrollo M (2006).The cardioprotective benefits of

monounsaturated fatty acid. Altern Ther Health Med. 12:24-30.

Martínez-Gómez D, Eisenmann JC, Wärnberg J, Gomez-Martinez S, Veses A, Veiga OL, et al.,

(2010). AFINOS Study Group. Associations of physical activity, cardiorespiratory fitness and

fatness with low-grade inflammation in adolescents: the AFINOS Study. Int J Obes.

34(10):1501-7.

Martínez-Gómez D, Veiga OL, Gomez-Martinez S, Zapatera B, Calle ME, Marcos A, AFINOS

Study Group (2011). Behavioural correlates of active commuting to school in Spanish

adolescents: the AFINOS (Physical Activity as a Preventive Measure Against Overweight,

Obesity, Infections, Allergies, and Cardiovascular Disease Risk Factors in Adolescents) study.

Public Health Nutr.14 (10):1779-86.

Maury E y Britchard SM (2010) Adipokine dysregulation, adipose tissue inflammation and

metabolic syndrome.Mol Cell Endocrinol. 314:1-16.

Massaro M, De Caterina R (2002). Vasculoprotective effects of oleic acid: epidemiological

background and direct vascular antiatherogenic properties. Nutr Metab Cardiovasc Dis. 12:42-

51.

Matarese G. and La Cava A (2005). "Immune responses in obesity models."Drug Discov Today

Dis Models.2:177-81.

Mata P, Álvarez-Sala LA, Rubio MJ, Nuño J, De Oya M (1992). Effects of long-term

monounsaturated-vs polyunsaturated-enriched diets on lipoproteins in healthy men and

women.Am J Clin Nutr. 55:846-50.

Page 209: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

208

Mataix J, Ochoa JJ, Quiles JL (2006). Olive oil and mitochondrial oxidative stress.Int J Vitam

Nutr Res. 76(4):178-83.

Maté I, Cruces J, Giménez-Llort L, De la Fuente M (2015). Function and redox state of

peritoneal leukocytes as preclinical and prodromic markers in a longitudinal study of triple-

transgenic mice for Alzheimer's disease. J Alzheimers Dis. 43(1):213-26.

Matthan N, Welty F, Barrett P, Harausz C, Dolnikowski G, Parks J, et al., (2004). Dietary

hydrogenated fat increases highdensity lipoprotein apoA-I catabolism and decreaseslow-density

lipoprotein apoB-100 catabolism in hypercholesterolemic women. Arterioscler Thromb Vasc

Biol. 24:1092-7.

Mattson FH, Grundy SM (1985). Comparison of effects of dietary saturated, monounsaturated,

and polyunsaturated fatty acids on plasma lipids and lipoproteins in man. J Lipid Res. 26:194-

202.

Mattson MP (2010). Perspective: Does brown fat protect against diseases of aging? Ageing Res

Rev. 9:69-76.

Matsuo T, Suzuki M (1994). Beef tallow diet decreases lipoprotein lipase activities in brown

adipose tissue, heart, and soleus muscle by reducing sympathetic activities in rats. J Nutr Sci

Vitaminol. 40:569-81.

Matsumoto K, Sera Y, Abe Y, Tominaga T, Horikami K, Hirao K, et al., (2002). High serum

concentrations of soluble E-selectin correlate with obesity but not fat distribution in patients with

type 2 diabetes mellitus. Metabolism.51(7):932-4.

Matsuzawa Y (2006). Therapy insight: Adipocytokines in metabolic syndrome and related

cardiovascular disease. Nat Clin Pract Cardiovasc Med. 3:35-42.

Page 210: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

209

Maury E and Brichard SM (2010)."Adipokine dysregulation, adipose tissue inflammation and

metabolic syndrome."Mol Cell Endocrinol. 314(1):1-16.

McArthur WP (1998). Effect of aging on immunocompetent and inflammatory

cells.Periodontology 2000.53-79.

Medina FX, Aguilar A, Solé-Sedeño JM (2014). Aspectos sociales y culturales sobre la

obesidad: reflexiones necesarias desde la salud pública. Nutr.clín. diet.hosp. 34(1):67-71.

Medzhitov R (2008). Origin and physiological roles of inflammation.Nature. 454:428-35.

Mendis S, Sobotka PA, Leja FL, Euler DE (1995).Breath pentane and plasma lipid peroxides in

ischemic heart disease. Free Radic Biol Med. 19:679-84.

Mendivil CO, Sierra ID (2004). Avances en Obesidad. Rev Fac Med Univ Nac Colomb. 52:270-

86.

Meneses ME, Camargo A, Perez-Martinez P, Delgado-Lista J, Cruz-Teno C, Jimenez-Gomez

Y, et al., (2011). Postprandial inflammatory response in adipose tissue of patients with

metabolic syndrome after the intake of different dietary models. Mol Nutr Food Res. 55:1759-70.

Mensink RP, Zock PL, Kester AD, Katan MB (2003). Effects of dietary fatty acids and

carbohydrates on the ratio of serum total to HDL cholesterol and on serum lipids and

apolipoproteins: a meta-analysis of 60 controlled trials. Am J Clin Nutr. 77(5):1146-55.

Mente A, de Koning L, Shannon HS, Anand SS (2009).A systematic review of the evidence

supporting a causal link between dietary factors and coronary heart disease.Arch Intern Med.

169(7):659-69.

Page 211: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

210

Mesa García MD, Aguilera García CM, Gil Hernández A (2007). Efectos saludables de los

lípidos de la dieta Alim. Nutri.Salud. 14(1):12-26.

Metcalf RG, James MJ, Mantzioris E, Cleland LG (2003). A practical approach to increasing

intakes of n-3 polyunsaturated fatty acids: use of novel foods enriched with n-3 fats. Eur J Clin

Nutr. 57(12):1605-12.

Meydani M, Natiello F, Goldin B, Free N, Woods M, Schaefer E, et al., (1991). Effect of longterm

fish oil supplementation on vitamin E status and lipid peroxidation in women.J Nutr. 121:484-91.

Meydani SN, Wu D, Santos MS, Hayek MG (1995). Antioxidants and immune response in aged

persons: overview of present evidence. Am J Clin Nutr. 62:1462-76.

Mikhail N, Golub MS, Tuck ML (1999).Obesity and hypertension.Prog Cardiovasc Dis. 42(1):39-

58.

Miles EA, Banerjee T, Dooper MWBW, M'Rabet L, Graus YMF, Calder PC (2004). The

influence of different combinations of α-linolenic acid, stearidonic acid and EPA on immune

function in healthy young male subjects. Brit. J. Nutr. 91:893-903.

Miles EA, Thies F, Wallace FA, Powell JR, Hurst TL, Newsholme EA, et al., (2001). Influence of

age and dietary fish oil on plasma solubleadhesion molecule concentrations. Clin Sci (Lond).

100:91-100.

Miller MA, Sagnella GA, Kerry SM, Strazzullo P, Cook DG, Cappuccio FP (2003). Ethnic

differences in circulating soluble adhesion molecules. The Wandsworth heart and stroke study.

Clin Sci. 104:591-8.

Page 212: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

211

Minich DM and Bland JS (2008).Dietary management of the metabolic syndrome beyond

macronutrients.Nutr Rev. 66:429-44.

Minteer D, Marra KG, Rubin J (2013). Adipose-derived mesenchymal stem cells: biology and

potential applications. Adv Biochem Eng Biotechnol. 129:59-71.

Mohn A, Catino M, Capanna R, Giannini C, Marcovecchio M, Chiarelli F (2005). Increased

oxidative stress in prepubertal severely obese children: effect of a dietary restriction-weight loss

program.J Clin Endocrinol Metab. 90:2653-58.

Mohora M, Vîrgolici B, Paveliu F, Lixandru D, Muscurel C, Greabu M (2006). "Free radical

activity in obese patients with type 2 diabetes mellitus." Rom J Intern Med. 44(1):69-78.

Molvig J, Pociot F, Worsaae H, Wogensen LD, Baek L, Christensen P, et al., (1991). Dietary

supplementation with omega 3 polyunsaturated fatty acids decreases mononuclear cell

proliferation and interleukin 1 beta content but not monokine secretion in healthy and insulin

dependent diabetic individuals. Scand. J. Immunol. 34:399-410.

Moore GB, Chapman H, Holder JC, Lister CA, Piercy V,Smith SA, et al., (2001). Differential

regulation of adipocytokine mRNAs by rosiglitazone in db/db mice.Biochem Biophys Res

Commun. 286:735-41.

Montalvo Arenas CE (2010). Tejido adiposo. Biología celular e histología médica.

Departamento de Biología Celular y Tisular. Universidad nacional autónoma de México.

Facultad de medicina.

Montero Brens CM (2010). Importancia del estudio del perfil lipídico en niños obesos.

Gastrohnup. 2:81-3.

Page 213: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

212

Mora S and Pessin JE (2002).An adipocentric view of signaling and intracellular

trafficking.Diabetes.Metab.Res. 18:345-356.

Moreno-Aliaga MJ, Campión J, Milagro FI, Berjón A, Martínez JA (2005). Adiposity and

proinflammatory state: the chicken or the egg. Adipocytes.1:1-16.

Moreno MJ, Martínez JA (2002). El tejido adiposo: órgano de almacenamiento y órgano

secretor. Anales Sis San Navarra. 25:29-39.

Moriguchi S, Kato M, Sakai K, Yamamoto S and Shimizu E (1998). Exercise training restores

decreased cellular immune functions in obese Zucker rats. J Appl Physiol. 84(1):311-7.

Morris MC, Sacks F, Rosner B (1993). Does fish oil lower blood pressure? A metaanalysis of

controlled trials.Circulation. 88:523-33.

Morrow JD (2003). Is oxidant stress a connection between obesity and atherosclerosis?

Arterioscler Thromb Vasc Biol. 23:368-70.

Morrow WJ, Ohashi Y, Hall J, Pribnow J, Hirose S, Shirai T et al., (1985). Dietary fat and

immune function. I. Antibody responses, lymphocyte and accessory cell function in (NZB x

NZW) F1 mice. J Immunol. 135:3857-63.

Moss BG, Yeaton WH (2011). Young children’s weight trajectories and associated risk factors:

results from the Early Childhood Longitudinal Study-Birth Cohort. Am J Health Promot.

25(3):190-8.

Motoshima H, Wu X, Sinha MK, Hardy VE, Rosato EL, Barbot DJ, et al., (2002). Differential

regulation of adiponectin secretion from cultured human omental and subcutaneous adipocytes:

effects of insulin and rosiglitazone. J Clin Endocrinol Metab. 87:5662-7.

Page 214: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

213

Mozaffarian D, Aro A, Willett WC (2009). Health effects of trans-fatty acids: experimental and

observational evidence. Eur J Clin Nutr. 63(2):5-21.

Mozaffarian D, Lemaitre RN, Kuller LH, Burke GL, Tracy RP, Siscovick DS (2003). Cardiac

benefits of fish consumption may depend on the type of fish meal consumed: the

Cardiovascular Health Study. Circulation. 107:1372-7.

Mozaffarian D, Wu JH, de Oliveira Otto MC, Sandesara CM, Metcalf RG (2013). Fish oil and

post-operative atrial fibrillation: a meta-analysis of randomized controlled trials. J Am Coll

Cardiol. 61:2194-6.

Mujico JR, Baccan GC, Gheorghe A, Díaz LE, Marcos A (2013). Changes in gut microbiota due

to supplemented fatty acids in diet-induced obese mice. British Journal of Nutrition.110:711-20.

Murase T, Nagasawa A, Suzuki J, Wakisaka T, Hase T, Tokimitsu I (2002). Dietary alpha-

linolenic acid-rich diacylglycerols reduce body weight gain accompan-ying the stimulation of

intestinal beta-oxidation and related gene expressions in C57BL/KsJ-db/db mice. J Nutr.

132:3018-22.

Musumeci G, Maria Trovato F, Imbesi R, Castrogiovanni P (2014). Effects of dietary extra-virgin

olive oil on oxidative stress resulting from exhaustive exercise in rat skeletal muscle: a

morphological study. Acta Histochem. 116:61-6.

Nadal I, Santacruz A, Marcos A, Warnberg J, Garagorri JM, Moreno LA, et al., (2009). Shifts in

clostridia, bacteroides and immunoglobulin-coating fecal bacteria associated with weight loss in

obese adolescents. Int J Obes (Lond). 33:758-67.

Page 215: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

214

Nagao K, Inoue N, Wang YM, Yanagita T (2003). Conjugated linoleic acid enhances plasma

adiponectin level and alleviates hyperinsulinemia and hypertension in Zucker diabetic fatty

(fa/fa) rats. Biochem Biophys Res Commun. 310:562-6.

Nakatani T, Kim HJ, Kaburagi Y, Yasuda K, Ezaki O (2003). A low fish oil inhibits SREBP-1

proteolytic cascade, while a high-fish-oil feeding decreases SREBP-1 mRNA in mice liver:

relationship to anti-obesity. Journal of Lipid Research. 44:369-79.

Nascimento FA, Barbosa-da-Silva S, Fernandes-Santos C, Mandarim-de-Lacerda CA, Aguila

MB (2010). Adipose tissue, liver and pancreas structural alterations in C57BL/6 mice fed high-

fathigh- sucrose diet supplemented with fish oil (n-3 fatty acid rich oil). Exp Toxicol Pathol.

62(1):17-25.

Nasiff-Hadad A y Meriño-Ibarra E (2003). Ácidos grasos n-3: pescados de carne azul y

concentrados de aceites de pescado. Lo bueno y lo malo. Rev Cubana Med. 42:2.

Navia B, Jiménez AI, Rodríguez‐Rodríguez E, Aparicio A, Ortega RM (2010). Ingesta en calcio

de escolares madrileños y asociación con indicadores antropométricos de adiposidad. Nutr

Hosp. 25(1):157.

Nawrocki AR, Rajala MW, Tomas E, Pajvani UB, Saha AK, Trumbauer ME, et al., (2006). Mice

lacking adiponectin show decreased hepatic insulin sensitivity and reduced responsiveness to

peroxisome proliferatoractivated receptor gamma agonists. J Biol Chem. 281:2654-60.

Neschen S, Morino K, Rossbacher JC, Pongratz RL, Cline GW, Sono S, et al., (2006). Fish oil

regulates adiponectin secretion by a peroxisome proliferators-activated receptor-gamma-

dependent mechanism in mice. Diabetes. 55(4):924-8.

Page 216: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

215

Ness-Abramof R, Apovian CM (2008).Waist circumference measurement in clinical

practice.Nutr Clin Pract. 23(4):397-404.

Nestel PJ (1987). Polyunsaturated fatty acids (n-3, n-6).Am J Clin Nutr. 45:161-7.

Newaz MA, Adeeb NN (1998). Detection of xanthine oxidase in human plasma.Med J Malaysia.

53(1):70-5.

Newaz MA, Yousefipuour Z, Oyekan A (2006). Oxidative stress-associated vascular aging is

xanthine oxidase-dependent but not NAD(P)H oxidase-dependent. J Cardiovasc Pharmacol.

48:88-94.

Newens KJ, Thompson AK, Jackson KG, Wright J, Williams CM (2011). DHA-rich fish oil

reverses the detrimental effects of saturated fatty acids on postprandial vascular reactivity. Am J

Clin Nutr. 94:742-8.

Nguyen MT, Satoh H, Favelyukis S, Babendure JL, Imamura T, et al., (2005). JNK and tumor

necrosis factor-alpha mediate free fatty acid-induced insulin resistance in 3T3-L1 adipocytes. J

Biol Chem. 280:35361-71.

Nielsen SJ, Siega-Riz AM, Popkin BM (2002). Trends in energy intake in U.S. between 1977

and 1996: similar shifts seen across age groups. Obes Res. 10:370-8.

Nissinen K, Mikkilä V, Männistö S, Lahti-Koski M, Räsänen L, Viikari J, et al., (2009). Sweets

and sugar-sweetened soft drink intake in childhood in relation to adult BMI and overweight.The

Cardiovascular Risk in Young Finns Study.Public Health Nutrition. 12(11):2018-26.

Norday A (1996). Fish consumption and cardiovascular disease: A reappraisal.

NutrMetabCardiovasc Dis. 6:103-9.

Page 217: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

216

Nydahl MC, Gustafsson IB, Vessby B (1994). Lipid-lowering diets enriched with

monounsaturated or polyunsaturated fatty acids but low in saturated fatty acids have similar

effects on serum lipid concentrations in hyperlipidemic patients. Am J Clin Nutr. 59:115-22.

Ochoa M. Martí A, Martinez JA (2004). Obesity studies in candidate genes. Med Clin (Barc).

122(14):542-51.

Ochoa MC, Azcona C, Biebermann H, Brumm H, Razquin C, Wermter AK, et al., (2007). A

novel mutation Thr162Arg of the melanocortin 4 receptor gene in a Spanish children and

adolescent population.Clin Endocrinol (Oxf). 66(5):652-8.

Oh DK, Ciaraldi T, Henry RR (2007). Adiponectin in health and disease.Diabetes Obes

Metab.9:282-9.

Ohashi A, Matsushita Y, Kimura K, Miyashita K, Saito M (2004). Conjugated linoleic acid

deteriorates insulin resistance in obese/diabetic mice in association with decreased production

of adiponectin and leptin. J Nutr Sci Vitaminol. 50:416-21.

Okin D and Medzhitov R (2012).Evolution of Inflammatory Diseases.Curr Biol. 22(17):733-40.

Okosun IS, Prewitt TE, Cooper RS (1999). Abdominal obesity in the United States: prevalence

and attributable risk of hypertension. J Hum Hypertens. 13:425-30.

Olaiz-Fernández G, Rivera-Dommarco J, Shamah-Levy T, Rojas R, Villalpando-Hernández S,

Hernández-Ávila M, y col., (2006). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006. Cuernavaca,

México: Instituto Nacional de Salud Pública.

Oliveira JS, Bressan J (2010). Tejido adiposo como regulador de la inflamación y de la

obesidad. EF Deportes. Com, Rev Digital. Buenos Aires. 15(150).

Page 218: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

217

OMS. http://apps.who.int/bmi/index.jsp.

OMS (2015):http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/.

Orchard T, Becker D, Bates M, Kuller L, Drash A (1983). Plasma insulin and lipoprotein

concentrations: an atherogenic association? Am J Epidemiol. 118:326-7.

Organización Mundial de la Salud (2003). Dieta, nutrición y prevención de las enfermedades

crónicas. Informe de una consulta de expertos conjunta FAO/ OMS. Serie Informes Técnicos

OMS 916. Ginebra: OMS.

Orio Jr F, Palomba S, Cascella T, Milan G, Mioni R, Pagano C, et al., (2003). Adiponectin levels

in women with polycystic ovary syndrome. J Clin Endocrinol Metab.88:2619-23.

Ortega RM, Requejo AM, Andrés P, López-Sobaler AM, Redondo R, González-Fernández M

(1995). Relationship between diet composition and body mass index in a group of

spanishadolescents. Br J Nutr. 74:765-73.

O’Shea D, Cawood TJ, O’Farrelly C and Lynch L (2010). Natural killer cells in obesity: 14

impaired function and increased susceptibility to the effects of cigarette smoke. PLoS One.

5:15e8660.

Otero M, Nogueiras R, Lago F, Diéguez C, Gómez-Reino JJ, Gualillo O (2004). Chronic

inflammation modulates ghrelin levels in humans and rats. Rheumatology. 43:306-10.

Otto DA, Tsai CE, Baltzell JK, Wooten JT (1991). Apparent inhibition of hepatic triacylglycerol

secretion, independent of synthesis, in high-fat fish oil-fed rats: role for insulin. Biochimica et

Biophysica Acta. 1082:37-48.

Page 219: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

218

Ouchi N, Kihara S, Arita Y, Maeda K, Kuriyama H, Okamoto Y, et al., (1999). Novel modulator

for endothelial adhesion molecules adipocyte-derived plasma protein adiponectin.Circulation.

100:2473-6.

Ouchi N, Ohishi M, Kihara S, Funahashi T, Nakamura T, Nagaretani H, et al., (2003)

Association of hypoadiponectinemia with impaired vasoreactivity. Hypertension. 42:231-4.

Quiles Izquierdo J, Pérez Rodrigo C, Serra Majem L, Román Viñas B, Aranceta Bartrina J

(2008). Situación de la obesidad en España y estrategias de intervención. Rev Esp Nutr

Comunitaria. 14(3):142-9.

Ozen OA, Cosar M, Sahin O, Fidan H, Eser O, Mollaoglu H, et al., (2008). The protective effect

of fish n-3 fatty acids on cerebral ischemia in rat prefrontal cortex. Neurol Sci. 29:147-52.

Padovese R and Curi R (2009).Modulation of rat neutrophil function in vitro by cis-and trans-

MUFA.B J Nutr. 101:1351-59.

Pagnan A, Corrocher R, Ambrosio GB, Ferrari S, Guarini P, Piccolo D, et al., (1989). Effects of

an olive oil-rich diet on erythrocyte membrane lipid composition and cation transport systems.

Clinical Science. 76:87-93.

Pajuelo-Ramirez J, Miranda-Cuadros M, Campos-Sanchez M, Sanchez-Abanto J (2011).

Prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños menores de cinco años en el Perú 2007-2010.

Rev Peru Med Exp Salud Publica. 28(2):222-7.

Pandey KB, Rizvi SI (2010). Markers of oxidative stress in erythrocytes and plasma during

aging in humans.Oxid Med Cell Longev. 3(1):2-12.

Page 220: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

219

Paniagua JA (2016). Nutrition, insulin resistance and dysfunctional adiposetissue determine the

different components of metabolic syndrome World J Diabetes. 7(19):483-514.

Paniagua JA, Gallego de la Sacristana A, Romero I, Vidal-Puig A, Latre JM, Sanchez E, et al.,

(2007). Monounsaturated fat-rich diet prevents central body fat distribution and decreases

postprandial adiponectin expression induced by a carbohydrate-rich diet in insulin-resistant

subjects. Diabetes Care. 30:1717-23.

Parameswaran N and Patial S (2010).Tumor necrosis factor-α signaling in macrophages.Crit

Rev Eukaryot Gene Expr. 20:87-103.

Park HK and Ahima RS (2015). "Physiology of leptin: energy homeostasis, neuroendocrine

function and metabolism." Metabolism. 64(1):24-34.

Park S, Park NY, Valacchi G, Lim Y (2012). Calorie restriction with a high-fat diet effectively

attenuated inflammatory response and oxidative stress-related markers in obese tissues of the

high diet fed rats. Mediators Inflamm. 984643.

Parrish C, Pathy D, Parkes J, Angel A (1990). Dietary fish oils limit adipose tissue hypertrophy

in rats. Metabolism. 39:217-19.

Paschoal VA, Vinolo MA, Crisma AR, Magdalon J and Curi R (2013).Eicosapentaenoic (EPA)

and docosahexaenoic (DHA) acid differently modulate rat neutrophil function in vitro. Lipids.

48:93-103.

Pastore A, Piemonte F, Locatelli M, Lo Russo A, Gaeta LM, Tozzi G, Federici G (2003).

Determination of blood total, reduced, and oxidized glutathione in pediatric subjects. Clin Chem.

47(8):1467-69.

Page 221: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

220

Patel L, Buckels AC, Kinghorn IJ, Murdock PR, Holbrook JD, Plumpton C, et al., (2003).

Resistin is expressed in human macrophages and directly regulated by PPARγ activators.

Biochem.Biophys.Res.Commun. 300:472-76.

Patterson E, Robert, Doherty RMO, Murphy EF, Wall R, Sullivan OO, Nilaweera K, et al.,

(2014). Impact of dietary fatty acids on metabolic activity and host intestinal microbiota

composition in C57BL/6J mice.British Journal of Nutrition. 111:1905-17.

Peet M (2004). Nutrition and schizophrenia: Beyond n-3 fatty acids. Prostag Leukot Essent

Fatty Acids. 70:417-22.

Pérez de Heredia F, Gomez-Martınez S and Marcos A (2012).Chronic and degenerative

diseases.Obesity, inflammation and the immune system.Proceedings of the Nutrition Society.

71:332-38.

Pérez de Heredia F, Gómez-Martínez S, Díaz LE, Veses AM, Nova E, Wärnberg Jet al., (2015).

Influence of sex, age, pubertal maturation and 6 body mass index on circulating white blood cell

counts in healthy European adolescents-the HELENA study. Eur J Pediatrics. 174(8):999-1014.

Pérez-Echarri N, Perez-Matute P, Marcos-Gomez B, Martinez JA, Moreno-Aliaga MJ (2009).

Effects of eicosapentaenoic acid ethyl ester on visfatin and apelin in lean and overweight

(cafeteria diet-fed) rats. Br J Nutr. 101:1059-67.

Pérez M (2007). El adipocito como órgano endocrino, implicaciones fisiopatológicas y

terapéuticas. Rev Med. 15:225-42.

Pérez-Martínez P, Garcia-Quintana JM, Yubero-Serrano EM, Tasset-Cuevas I, Tunez I, Garcia-

Rios A, et al., (2010). Postprandial oxidative stress is modified by dietary fat: evidence from a

human intervention study. Clin Sci. 251-61.

Page 222: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

221

Pérez Miguelsanz MJ, Cabrera Parra W, Varela Moreiras G y Garaulet M (2010). Distribución

regional de la grasa corporal. Uso de técnicas de imagen como herramienta de diagnóstico

nutricional. Nutr Hosp. 25(2):207-23.

Perk J, De Backer G, Gohlke H, Graham I, Reiner Z, Verschuren WM (2012). European

Guidelines on cardiovascular diseaseprevention in clinical practice (version 2012). The Fifth

Joint Task Force of the European Society of Cardiology and Other Societies on Cardiovascular

Disease Prevention in Clinical Practice (constituted by representatives of nine societies and

invited experts). Eur Heart J. 33:1635-701.

Perona JS, Vögler O, Sánchez-Domínguez JM, Montero E, Escribá PV, Ruiz-Gutierrez V

(2007). Consumption of virgin olive oil influences membrane lipid composition and regulates

intracellular signaling in elderly adults with type 2 diabetes mellitus. J Gerontol A Biol Sci Med

Sci. 62:256-63.

Peterson LD, Jeffrey NM, Thies F, Sanderson P, E. A. Newsholme EA and Calder PC (1998).

Eicosapentaenoic and docosahexaenoic acids alter rat spleen leukocyte fatty acid composition

and prostaglandin E2 production but have different effects on lymphocyte functions and cell

mediated immunity. Lipids 33:171-80.

Peyron-Caso E, Taverna M, Guerre-Millo M, Véronèse A, Pacher N, Slama G, et al., (2002).

Dietary (n-3) polyunsaturated fatty acids up-regulate plasma leptin in insulinresistant rats. J

Nutr. 132:2235-40.

Phillipson B, Rapthrock D, Connor W, Harris W, Illingworth R (1985). Reduction of plasma

lipids, lipoproteins and apoproteins by dietary fish-oil in patients with hypertriglyceridemia. N

Engl J Med. 312:1210-16.

Page 223: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

222

Pieke B, von Eckardstein A, Gulbahce E, Chirazi A, Schulte H, Assmann G, et al., (2000).

Treatment of hypertriglyceridemia by two diets rich either in unsaturated fatty acids or in

carbohydrates: effects on lipoprotein subclasses, lipolytic enzymes, lipid transfer proteins,

insulin and leptin. Int J Obes Relat Metab Disord. 24:1286-96.

Pisani LF, Lecchi C, Invernizzi G, Sartorelli P, Savoini G, Ceciliani F (2009). In vitro modulatory

effect of omega-3 polyunsaturated fatty acid (EPA and DHA) on phagocytosis and ROS

production of goat neutrophils. Vet Immunol Immunopathol. 131:79-85.

Pitsavos C, Panagiotakos DB, Tzima N, Chrysohoou C, Economou M, Zampelas A, et al.,

(2005). Adherence to the Mediterranean diet is associated with total antioxidant capacity in

healthy adults: the ATTICA study. Am J Clin Nutr. 82:694-9.

Poglio S, De Toni-Costes F, Arnaud E, Laharrague P, Espinosa E, Casteilla L, et al., (2010).

Adipose tissue as a dedicated reservoir of functional mast cell progenitors.Stem Cells.

28(11):2065-72.

Ponthieux A, Herbeth B, Droesch S, Haddy N, Lambert D, Visvikis S (2004). Biological

determinants of serum ICAM-1, Eselectin, P-selectin and L-selectin levels in healthy subjects:

the Stanislas study. Atherosclerosis. 172:299-308.

Pontiroli AE, Pizzocri P, Koprivec D, Vedani P, Marchi M, Arcelloni C (2004). Body weight and

glucose metabolism have a different effect on circulating levels of ICAM-1, E-selectin, and

endothelin-1 in humans. Eur J Endocrinol.150(2):195-200.

Poppitt SD and Prentice AM (1996). Energy density and its role in the control of food intake:

evidence from metabolic and community studies. Appetite. 26:153-74.

Page 224: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

223

Pot GK, IA Brouwer IA, Enneman A, Rijkers GT, Kampman E and Geelen A (2009). No effect of

fish oil supplementation on serum inflammatory markers and their interrelationships: a

randomized controlled trial in healthy, middle-aged individuals. European Journal of Clinical

Nutrition. 63:1353-9.

Poulain M, Doucet M, Major GC, Drapeau V, Sériès F, Boulet LP, et al., (2006). The effect of

obesity on chronic respiratory diseases: pathophysiology and therapeutic strategies. CMAJ.

174(9):1293-9.

Pradhan AD, Manson JE, Rifai N, Buring JE, Ridker PM (2001). C-reactive protein, interleukin 6,

and risk of developing type 2 diabetes mellitus. 286:327-34.

Prazny M, Skrha J, Hilgertova J (1999). Plasma malondialdehyde and obesity: is there a

relationship? Clin Chem Lab Med. 37:1129-30.

Priego T, Sánchez J, Pico C, Palou A (2008).Sex-differential expression of metabolic-related

genes in response to a high-fat diet.Obesity (Silver Spring).16:819-26.

Prieur X, Mok CY, Velagapudi VR, Núñez V, Fuentes L, Montaner D, Ishikawa K, et al., (2011).

Differential lipid partitioning between adipocytes and tissue macrophages modulates

macrophage lipotoxicity and M2/M1 polarization in obese mice. Diabetes. 60:797-809.

Prostek A, Gajewska M, Kamola D, Balasinska B (2014). The influence of EPA and DHA on

markers of inflammation in 3T3-L1 cells at different stages of cellular maturation. Lipids Health

Dis. 13:3.

Puertollano MA, Puertollano E, Álvarez de Cienfuegos G and de Pablo MA (2007). Significance

of olive oil in the host immune resistance to infection.British Journal of Nutrition. 98:1:54-58.

Page 225: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

224

Puertollano MA, Puertollano E, Álvarez de Cienfuegos G y de Pablo MA (2010). Aceite de oliva,

sistema inmune e infección. Nutr Hosp. 25(1):1-8.

Qiao M, Zhao Q, Lee CF, Tannock LR, Smart EJ, Lebaron RG, et al., (2009). Thiol oxidative

stress induced by metabolic disorders amplifies macrophage chemotactic responses and

accelerates atherogenesis and kidney injury in LDL receptor-deficient mice.

ArteriosclerThrombVascBiol. 29: 1779-86.

Rabbani PI, Alam HZ, Chirtel SJ, Duvall RE, Jackson RC, Ruffin G (2001). Subchronic toxicity

of fish oil concentrates in male and female rats. Journal of Nutritional Science and Vitaminology.

47:201-12.

Raclot T, Groscolas R, Langin D, and Ferré P (1997).Site-specific regulation of gene expression

by n-3 polyunsaturated fatty acids in rat white adipose tissue. J. Lipid Res. 38:1963-72.

Rahmouni K, Correia MLG, Haynes WG, Mark AL (2005). Obesity-Associated Hypertension.

New Insights Into Mechanisms. Hypertension. 45:9-14.

Raij L (2006). Nitric oxide in the pathogenesis of cardiac disease.J Clin Hypertens

(Greenwich).8(12):30-39.

Rajala MW, Qi Y, Patel HR, Takahashi N, Banerjee R, Pajvani UB, et al., (2004). Regulation of

resistin expression and circulating levels in obesity, diabetes, and fasting.Diabetes. 53:1671-9.

Ramírez-Tortosa MC, López-Pedrosa JM, Suárez A, Ros E, Mataix J y Gil A (1999): Olive oil

and fish oil enriched diets modify plasma lipids and susceptiblility of low density lipoprotein to

oxidative modification in free-living male patients with peripheral vascular disease: the Spanish

Nutrition Study. Br J Nutr. 82:31-39.

Page 226: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

225

Rangwala SM, Rich AS, Rhoades B, Shapiro JS, Obici S, Rossetti L, Lazar MA (2004).

Abnormal glucose homeostasis due to chronic hyperresistinemia.Diabetes. 53:1937-41.

Rath E, Haller D (2011). Inflammation and cellular stress: a mechanistic link between immune-

mediated and metabolically driven pathologies. Eur J Nutr. 50:219-33.

Razquin C, Martinez JA, Martinez-Gonzalez MA, Mitjavila MT, Estruch R, Marti A (2009). A 3

years follow-up of a Mediterranean diet rich in virgin olive oil is associated with high plasma

antioxidant capacity and reduced body weight gain. Eur J Clin Nutr. 63:1387-93.

Rebrin I, Sohal RS (2004).Comparison of redox thiol state of mitochondria and homogenates of

various tissues between two strains of mice with different longevities. Exp Gerontol .39:1513-9.

Rector RS, Thyfault JP, Wei Y, Ibdah JA, (2008). Non-alcoholic fatty liver disease and the

metabolic syndrome: An update. World J. Gastroenterol. 14(2):185-92.

Redon J, Oliva M, Tormos C, Giner V, Chaves J, Iradi A, et al., (2003). Antioxidant activities and

oxidative stress by products in human hypertension.Hypertens. 41(5):1096.

Reisch LA, Gwozdz W, Barba G, De Henauw S, Lascorz N, and Pigeot I (2013). Experimental

evidence on the impact of food advertising on children's knowledge about and preferences for

healthful food.J Obes.2013:408582.

Reinehr T, Kiess W, De Sousa G, Stoffel-Wagner B, Wunsch R (2006). Intima media tickness in

childhood obesity: relations to inflammatory marker, glucose metabolism and blood presure.

Metabolism. 55 (1):113-8.

Reseland JE, Haugen F, Hollung K, Solvoll K, Halvorsen B, Brude IR (2001). Reduction of leptin

gene expression by dietary polyunsaturated fatty acids.J Lipid Res. 42:743-50.

Page 227: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

226

Reyes JM (2010). Caracteristicas inflamatorias de la obesidad. Rev Chil Nutr. 37:4.

Reyes MJ (2012). Características biológicas del tejido adiposo: el adipocito como célula

endocrina. Rev. Med. Clin. Condes. 23(2) 136-44.

Ribot J, Rodríguez AM, Rodríguez E, Palou A (2008). Adiponectin and Resistin Response in the

Onset of Obesity in Male and Female Rats. Obesity. 16 (4):723-30.

Robinson LE, Field CJ (1998). Dietary long-chain (n-3) fatty acids facilitate immune cell

activation in sedentary, but not exercise- trained rats. J Nutr. 128:498-504.

Rocca AS, Lagreca J, Kalitsky J, and Brubaker PL (2001). Monounsaturated Fatty Acid Diets

Improve Glycemic Tolerance through Increased Secretion of Glucagon-Like Peptide-1.

Endocrinology.142:1148-55.

Rodbell M (1964). Metabolism of isolated fat cells. I. Effects of hormones on glucose

metabolism and lipolysis. J Biol Chem. 239:375-80.

Roldan V, Marin F, Lip GY, Blann AD (2003). Soluble E selectina in cardiovascular disease and

its risk factors .A review of the Literature.Thromb Haemost. 90:1007-20.

Rolls BJ (2000). The role of energy density in the overconsumption of fat.J Nutr. 130:268-71.

Rolland-Cachera MF (1995). Prediction of adult body composition from infant and child

measurements.Body composition techniques in health and disease. Cambridge, United

Kingdom: Cambridge University Press. 100-45.

Page 228: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

227

-

Changes in the prevalence of overweight and obesity and their

risk factors in Spain, 1987-1997.Prev Med. 34:72-81.

Rodríguez-Cruz M, Tovar AR, del Prado M, Torres N (2005). Mecanismos moleculares de

acción de los ácidos grasos poliinsaturados y sus beneficios en la salud. Revista de

investigación clínica. 57(3):457-72.

Rodriguez E, Ribot J, Rodriguez AM, Palou A (2004). PPAR-gamma2 expression in response to

cafeteria diet: gender- and depot-specific effects. Obes Res. 12(9):1455-63.

Rodrigues HG, Vinolo MA, Magdalon J, Fujiwara H, Cavalcanti DM, Farsky SH, et al., (2010).

Dietary free oleic and linoleic acid enhances neutrophil function and modulates the inflammatory

response in rats. Lipids. 45:809-19.

Rodrigo R, Cereceda M, Castillo R, Asenjo R, Zamorano J, Araya J, et al., (2008). Prevention of

atrial fibrillation following cardiac surgery: basis for a novel therapeutic strategy based on non-

hypoxic myocardial preconditioning. Pharmacol Ther. 118:104-27.

Rodríguez‐Rodríguez E, Aparicio A, López‐Sobaler AM, Ortega RM (2011). Vitamin D status in

a group of Spanish school children.Minerva Pediátrica.63(1):11‐18.

Rodríguez‐Rodríguez E, Navia B, López‐Sobaler AM, Ortega RM (2010). Associations between

abdominal fat and body mass index on vitamin D status in a group of Spanish school children.

Eur J Clin Nutr Mar. 64(5):461‐67.

Page 229: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

228

Rodríguez-Villar C, Manzanares JM, Casals E, Pérez-Heras A, Zambón D, Gomis R, et al.,

(2000). High-monounsaturated fat, olive oil-rich diet has effects similar to a high-carbohydrate

diet on fasting and postprandial state and metabolic profiles of patients with type 2 diabetes.

Metabolism. 49:1511-7.

Romanatto T, Cesquini M, Amaral ME, Roman EA, Moraes JC, Torsoni MA, Cruz-Neto AP y

Velloso LA (2007). “TNF-alpha acts in the hypothalamus inhibiting food intake and increasing

the respiratory quotient-effects on leptin and insulin signaling pathways”, Peptides.28(5):1050-8.

Romero-Velarde E, Vásquez-Garibay EM (2008). La obesidad en el niño, problema no

percibido por los padres. Su relación con enfermedades crónicas y degenerativas en la edad

adulta. Bol. Med. Hosp. Infant. Mex. 65:6.

Ros E (2003). Dietary cis-monounsaturated fatty acids and metabolic control in type 2

diabetes.Am J Clin Nutr. 78(3):617-25.

Ros E, Laguna JC (2006). Tratamiento de la hipertrigliceridemia: fibratos frente a ácidos grasos

omega-3. Rev Esp Cardiol. 6:52-61.

Ros E, López-Miranda J, Catalina Picó C, Rubio MA, Babio N, Sala-Vila A (2015). Consenso

sobre las grasas y aceites en la alimentación de la población española adulta; postura de la

Federación Española de Sociedades de Alimentación, Nutrición y Dietética (FESNAD). Nutr

Hosp. 32(2):435-77.

Rosado EL, Monteiro JB, V. Chaia V y do Lag MF (2006). Efecto de la leptina en el tratamiento

de la obesidad e influencia de la dieta en la secreción y acción de la hormona. Nutr Hosp.

21(6):686-93.

Page 230: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

229

Rossi AS, Lombardo YB, Lacorte JM, Chicco AG, Rouault C, Slama G, et al., (2005). Dietary

fish oil positively regulates plasma leptin and adiponectin levels in sucrose-fed, insulin-resistant

rats. Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol. 289:486-94.

Rowiński R, Kozakiewicz M, Kędziora-Kornatowska K, Hübner-Woźniak E, Kędziora J

(2013).Markers of oxidative stress and erythrocyte antioxidant enzyme activity in older men and

women with differing physical activity.Experimental Gerontology.48:1141-46.

Rubio MA, Salas-Salvadó J, Barbany M, Moreno B, Aranceta J, Bellido D y col., (2007).

Consenso SEEDO 2007 para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de

criterios de intervención terapéutica. Rev Esp Obes. 5:135-75.

Ruiz-Gutiérrez V, Muriana FJ, Guerrero A, Cert AM, Villar J (1996). Plasma lipids, erythrocyte

membrane lipids and blood pressure of hypertensive women after ingestion of dietary oleic acid

from two different sources. J Hypertension. 14:1483-90.

Russell L, Allen B (2008). Obesity and You. South Med J. 101(4):337.

Ryan M, Inerney D, Owens D, Collins P, Johnson A, Tomkin GH (2000). Diabetes and the

Mediterranean diet: a beneficial effect of oleic acid. QJM. 93:85-91.

Sabaté J (2003). Nut consumption and body weight.Am J Clin Nutr. 78(3):647-50.

Sacks FM, Campos H (2010). Dietary Therapy in Hypertension.N Engl J Med. 362:2102-12.

Saely CH, Kathrin Geiger K, Drexel H (2010). Brown versus White Adipose Tissue: A Mini-

Review. Gerontology. 58:15-23.

Page 231: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

230

Sakuma N, Hibino T, Sato T, Ohte N, Akita S, Tamai N, et al., (1997). Levels of thiobarbituric

acid-reactive substance in plasma from coronary artery disease patients.Clin Biochem. 30:505-

7.

Salas-Salvadó J, Garcia-Arellano A, Estruch R, Marquez-Sandoval F, Corella D, Fiol M, et al.,

(2008). Components of the Mediterranean-type food pattern and serum inflammatory markers

among patients at high risk for cardiovascular disease.Eur J Clin Nutr. 62:651-9.

Salas-Salvadó J, Bulló M, Estruch R, Ros E, Covas MI, Ibarrola-Jurado N, et al., (2014).

Prevention of diabetes with Mediterranean diets: a subgroup analysis of a randomized trial. Ann

Intern Med. 160:1-10.

Salas-Salvadó J, Rubio MA, Barbany M, Moreno B y Grupo Colaborativo de la SEEDO (2007).

Consenso SEEDO 2007 para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de

criterios de intervención terapéutica. Med Clin (Barc). 128(5):184-96.

Sala-Vila A, Calder PC (2011).Update on the relationship of fish intake with prostate, breast,

and colorectal cancers. Crit Rev Food Sci Nutr. 51:855-71.

Salmerón J, Hu FB, Manson JE, Stampfer MJ, Colditz GA, Rimm EB, et al., (2001). Dietary fat

intake and risk of type 2 diabetes in women.Am J Clin Nutr .73:1019-26.

Sánchez AML, Piat GL, Ott RA, Abreo GI (2010). Obesidad infantil, la lucha contra un ambiente

obesogenico. Revista de Posgrado de la VI a Cátedra de Medicina. 197.

Sánchez-Cruz JJ, Jiménez-Moleón JJ, Fernández-Quesada F, Sánchez MJ (2013). Prevalence

of Child and Youth Obesity in Spain in2012. Rev Esp Cardiol. 66(5):371-37.

Page 232: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

231

Sánchez-Castillo CP, Pichardo-Ontiveros E, López RP (2004). Epidemiología de la obesidad.

Gac Méd Méx. 140:3-20.

Sánchez J, Ruiter I, Jiménez J (2014). Individual, family and environmental factors associated

with pediatric excess weight in Spain: a cross-sectional study. BMC Pediatrics. 14:3.

Sánchez Muñoz F, García Macedo R, Alarcón Aguilar F, Cruz M (2005). Adipocinas, tejido

adiposo y su relación con células del sistema inmune. Gac Méd Méx. 141(6):505-12.

Sanders TAB, Sullivan DR. Reeve J, Thompson GR (1985).Triglyceride-lowering effect of

marine polyunsaturates in patients with hypertnglyceridaemia.Arteriosclerosis. 5:459-65.

Sanders TA (2003).Dietary fat and postprandial lipids.Curr Atheroscler Rep. 5:445-51.

Santacruz A, Marcos A, Warnberg J, Martí A, Martin-Matillas M, Campoy C, et al., (2009).

Interplay between weight loss and gut microbiota composition in overweight adolescents.

Obesity (Silver Spring). 17:190-15.

Saraswathi V, Gao L, Morrow JD, Chait A, Niswender KD, Hasty AH (2007). Fish oil increases

cholesterol storage in white adipose tissue with concomitant decreases in inflammation, hepatic

steatosis, and atherosclerosis in mice. J Nutr. 137:1776-82.

Sarsılmaz M, Songur A, Ozyurt H, Kus I, Ozen OA, Ozyurt B, et al., (2003). Prostaglandins,

Leukotrienes and Essential Fatty Acids 69:253-9.

Sartipy P and Loskutoff DJ (2003)."Monocyte chemoattractant protein 1 in obesity and insulin

resistance." Proc Natl Acad Sci U S A. 100(12):7265-70.

Page 233: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

232

Satoh H, Nguyen MT, Miles PD, Imamura T, Usui I, Olefsky JM (2004). Adenovirus-mediated

chronic‘‘hyper-resistinemia’’ leads to in vivo insulin resistance in normal rats. J Clin Invest.

114:224-31.

Savage DB, Sewter CP, Klenk ES, Segal DG, Vidal–Puig A, et al., (2001).Resistin/ Fizz3

expression in relation to obesity and peroxisome proliferator–activated receptor–gamma action

in humans.Diabetes. 50(10):2199-2202.

Scaglioni S, Agostoni C, Notaris RD, Radaelli G, Radice N, Valenti M, et al., (2000). Early

macronutrient intake and overweight at five years of age. Int. J. Obes. Relat.Metab.Disord.

24(6):777-81.

Schaffler A, Scholmerich J (2010). Innate immunity and adipose tissue biology.Trends Immunol.

31:228-35.

Schectman G, Boerboom LE, Hannah J, Howard BV, Mueller RA, Kissebah AH (1996). Dietary

fish oil decreases low-density-lipoprotein clearance in nonhuman primates. Am J ClinNutr.

64:215-21.

Schmidt EB; Varming K, Moller JM, Bulow Pederson I, Madsen P, Dyerberg J (1996). No effect

of a very low dose of n-3 fatty acids on monocyte function in healthy humans. Scandinavian J.

Clin.Investig. 56:87-92.

Schröder H, Marrugat J, Vila J, Covas MI, Elosua R (2004). Adherence to the traditional

mediterranean diet is inversely associated with body mass index and obesity in a Spanish

population.J Nutr. 134(12):3355-61.

Page 234: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

233

Schubert T, Muller WE (1989). N-formil-methionyl-leucil-phenilalanine induced accumulation of

inositol phosphate indicates the presence of oligopeptide chemoatractant receptors on

circulating human lymphocytes. FEBS Letters. 257:174-76.

Schwimmer JB, Buruinkle TM, Varni JW (2003). Health-related quality of life of severely obese

children and adolescents.JAMA. 289:1813-9.

Schwingshackl L and Hoffmann G (2012). Monounsaturated Fatty Acids and Risk of

Cardiovascular Disease: Synopsis of the Evidence Available from Systematic Reviews and

Meta-Analyses. Nutrients . 4:1989-2007.

Schwingshackl L, Strasser B, Hoffmann G (2011). Effects of monounsaturated fatty acids on

cardiovascular risk factors: a systematic review and meta-analysis. Ann Nutr Metab. 59:176-86.

Scott DL, Wolfe F, Huizinga TW (2010). Rheumatoid arthritis.Lancet. 25:1094-108.

Sekikawa A, Curb JD, Ueshima H, El-Saed A, Kadowaki T, Abbott RD (2008). Marine-derived n-

3 fatty acids and atherosclerosis in Japanese, Japanese-American, and white men: a cross-

sectional study. J Am Coll Cardiol. 52(6):417-24.

Semenkovich C (2006). Insulin resistance and atherosclerosis.J Clinical Invest. 116:1813-20.

Serra-Majem L, Aranceta Bartrina J, Pérez-Rodrigo C, Ribas-Barba L, Delgado-Rubio A (2006).

Prevalence and deteminants of obesity in Spanish children and young people.Br J Nutr. 96:67-

72.

Serra Majem L, Ribas Barba L, Pérez-Rodrigo C, Roman Viñas B, Aranceta J (2003). Hábitos

alimentarios y el consumo de alimentos la población infantil y juvenil española (1998-2000):

variables socioeconómicas y geográficas. Med Clin (Barc). 121(4):126-31.

Page 235: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

234

Shai I, Schwarzfuchs D, Henkin Y, Shadar DR, Witkow S, Greenberg I (2008). Dietary

Intervention Randomized Controlled Trial (DIRECT) Group.Weight loss with low-carbohydrate,

Mediterranean and low-fat diet. N Engl J Med. 359:229-41.

Shebjami H (1998). Dyspnea in obese he althy men.Chest.114:1373-7.

Sheridan PA, Paich HA, Handy J, Karlsson EA, Hudgens MG, Sammon AB, et al., (2012).

Obesity is associated with impaired immune response to influenza vaccination in humans. Int J

Obes (Lond). 36:1072-7.

Shi Q, Vandeberg JF, Jett C, Rice K, Leland MM, Talley L, et al., (2005). Arterial endothelial

dysfunction in baboons fed a high-cholesterol, high-fat diet. Am J Clin Nutr. 82:751-9.

Shibata R, Murohara T, Ouchi N (2012). Protective role of adiponectin in cardiovascular

disease. Curr Med Chem. 1(19):5459-66.

Shirouchi B, Nagao K, Furuya K, Nagai T, Ichioka K, Tokairin S, et al., (2010). Physiological

functions of iso-type short-chain fatty acid and omega 3 polyunsaturated fatty acids containing

oil in obese OLETF rats. J Oleo Sci. 59:299-305.

Shoelson SE, Herrero L and Naaz A (2007). Obesity, inflammation, and insulin

resistance.Gastroenterologyn. 132:2169-80.

Shore SA (2007). "Obesity and asthma: lessons from animal models." J Appl Physiol (1985).

102(2):516-28.

Sierra-Johnson J, Fisher RM, Romero-Corral A, Somers VK, Lopez-Jimenez F, Öhrvik J, et al.,

(2009). Concentration of apolipoprotein B is comparable with the apolipoprotein

B/apolipoprotein A-I ratio and better than routine clinical lipid measurements in predicting

Page 236: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

235

coronary heart disease mortality: findings from a multi-ethnic US population. Eur Heart J.

30:710-7.

Sijben JWC and Calder PC (2007).Differential immunomodulation with long-chain n-3 PUFA in

health and chronic disease.Proceedings of the Nutrition Society. 66:237-59.

Sinaiko AR, Steinberger J, Moran AM, Prineas RJ, Jacobs DR (2002).Relation of insulin

resistance to blood pressure in childhood.J Hypertens. 20:509-17.

Singhal A, Lanigan J, Storry C, Low S, Birbara T, Lucas A, et al., (2013). Docosahexaenoic Acid

supplementation, vascular function and risk factors for cardiovascular disease: a randomized

controlled trial in young adults. J Am Heart Assoc. 2:000283.

Smiciklas-Wright H, Mitchell DC, Mickle SJ, Goldman JD, Cook A (2003). Foods commonly

eaten in the United States, 1989–1991 and 1994–1996: are portion sizes changing? J Am Diet

Assoc. 103:41-47.

Soares MJ, Cummings SJ, Mamo JC, Kenrick M, Piers LS (2004).The acute effects of olive oil

v. cream on postprandial thermogenesis and substrate oxidation in postmenopausal women.Br

J Nutr. 91:245-52.

Socarrás Suárez MM, Bolet Astoviza M (2010). Alimentación saludable y nutrición en las

enfermedades cardiovasculares. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas. 29(3):353-63.

Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) (2000). Consenso SEEDO’2000

para la evaluación del sobrepeso y la obesidad y el establecimiento de criterios de intervención

terapéutica. Med Clin (Barc). 115:587-97.

Page 237: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

236

Song JH, Miyazawa T (2001). Enhanced level of n-3 fatty acid in membrane phospholipids

induces lipid peroxidation in rats fed dietary docosahexaenoic acid oil. Atherosclerosis. 155:9-

18.

Songur A, Sarsilmaz M, Sogut S, Ozyurt B, Ozyurt H, Zararsiz I, et al., (2004). Hypothalamic

superoxide dismutase, xanthine oxidase, nitric oxide, and malondialdehyde in rats fed with fish

N-3 fatty acids. Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry. 28:693-8.

Sonnenberg GE, Krakower GR y Kissebah AH (2004).“A Novel Pathway to the Manifestations

of Metabolic Syndrome”, Obesity Research. 12(2):180-6.

Speakman J, Hambly C, Mitchell S, Król E (2008). The contribution of animal models to the

study of obesity. Lab Anim. 42:413-32.

Sperling RI, Benincaso A.I, Knoell CT, Larkin JK, Austen KF and Robinson DR (1993). Dietary

ω-3 polyunsaturated fatty acids inhibit phosphoinositide formation and chemotaxis in

neutrophils. J Clin Invest. 91:651-60.

Sprecher H (1992). Long chain fatty acid metabolism. In: Polyunsaturated fatty acids in human

nutrition. Bracco U, Deckelbaum RJ (ed). New York: Raven Pres. 13-23.

Srinivasan K. and Ramarao P (2007). "Animal models in type 2 diabetes research: an

overview." Indian J Med Res. 125(3):451-72.

St-Onge MP, Keller K.L, Heymsfield SB (2003). Changes in childhood food consumption

patterns: a cause for concern in light of increasing body weights. Am. J. Clin. Nutr. 78(6)1068-

73.

Stadtman ER (2004). Rol of oxidant species in aging.Curr Med Chem. 11:1105-12.

Page 238: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

237

Steppan CM, Bailey ST, Bhat S, Brown EJ, Banerjee RR, Wright CM, et al., (2001). The

hormone resistin links obesity to diabetes. Nature. 409:307-12.

Storlien LH, Jenkins AB, Chisholm DJ, Pascoe WS, Khouri S, Kraegen EW (1991). Influence of

dietary fat composition on development of insulin resistance in rat: relationship to muscle

triglyceride and n-3 fatty acids in muscle phospholipid. Diabetes. 40:280-9.

Straczkowski M, Lewczuk P, Dzienis-Straczkowska S, Kowalska I, Stepien A, Kinalska I (2002).

Elevated soluble intercellular adhesion molecule-1 levels in obesity: relationship to insulin

resistance and tumor necrosis factor-alpha system activity. Metabolism. 51:75-8.

Strom SS, Yamamura Y, Forman MR, Pettaway CA, Barrera SL, and Di Giovanni J (2008).

Saturated fat intake predicts biochemical failure after prostatectomy.Int. J. Cancer.

122(11):2581-5.

Stumvoll M, Goldstein B, Van Haeften T (2005). Type 2 diabetes: principles of pathogenesis

and therapy. Lancet. 365:1333-46.

Sugerman H (2005). The pathophysiology of severe obesity and the effects of surgically

induced weight loss.Surg Obes Relat Dis. 1:109-19.

Sullivan MP, Cerda JJ, Robbins FL, Burgin CW, Beatty RJ (1993). The gerbil, hamster, and

guinea pig as rodent models for hyperlipidemia. Laboratory Animal Science. 43:575-8.

Suresh Y, Das UN (2003). Long-Chain polyunsaturated fatty acids and chemically induced

diabetes mellitus: Effect of w-6 fatty acids. Nutrition. 19:93-114.

Surmi BK, Hasty AH (2008). Macrophage inflitration into adipose tissue: initiation, propagation

and remodeling. Future Lipidol. 3: 545-56.

Page 239: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

238

Surwit RS, Petro AE, Parekh P, Collins S (1997). Low plasma leptin in response to dietary fat in

diabetes and obesity-prone mice. Diabetes. 46(9):1516-20.

Suzuki K, Ito Y, Ochiai J, Kusuhara Y, Hashimoto S, Tokudome S (2003). Relationship between

obesity and serum markers of oxidative stress and inflammation in Japanese.Asian Pac J

Cancer Prev. 4(3):259-266.

Svaneborg N, Moller JM, Schmidt EB, Varming K, Lervang HH, Dyerberg J (1994). The acute

effects of a single very high dose of n-3 fatty acids on plasma lipids and lipproteins in Healthy

subjects.Lipids. 29:145-7.

Szymanski KM, Wheeler DC, Mucci LA (2010). Fish consumption and prostate cancer risk: a

review and meta-analysis. Am J Clin Nutr. 92:1223-33.

Tagawa H, Shimokawa H, Tagawa T, Kuroiwa M, Hirooka Y, Takeshita A (2000). Long-term

treatment with eicosapentaenoic acid augments both nitric oxide-mediated and non-nitric oxide-

mediated endothelium-dependent forearm vasodilatation in patients with coronary artery

disease. J Cardiov Pharmacol. 33:633-40.

Takahashi Y, Ide T (2000). Dietary n-3 fatty acids affect mRNA level of brown adipose tissue

uncoupling protein, and White adipose tissue leptin and glucose transporter 4 in the rat. Br J

Nutr. 84:175-84.

Takahashi KS, Mizuarai Araki H, Mashiko S, Ishihara A, Kanatani A, Itadani H, et al., (2003).

Adiposity elevates plasma MCP-1 levels leading to the increased CD11b-positive monocytes in

mice. J Biol Chem. 278(47): 46654-60.

Page 240: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

239

Takano M, Itoh N, Yayama K, Yamano M, Ohtani R, Okamoto H (2000). Interleukin-6 as a

mediator responsible for inflammation-induced increase in plasma angiotensinogen. Biochem

Pharmacol. 7:45(1):201-6.

Takeuchi H, Matsuo T, Tokuyama K, Shimomura Y, Suzuki M (1995). Diet-induced

thermogenesis is lower in rats fed a lard diet than in those fed a high oleic acid safflower oil diet,

a safflowe oil diet or a linseed oil diet. J Nutr. 125:920-25.

Tam HK, Kelly AS, Metzig AM, Steinberger J and Johnson LAA (2014). Xanthine Oxidase and

Cardiovascular Risk in Obese Children.Child Obes. 10(2):175-80.

Tan GD, Goossens GH, Humphreys SM, Vidal H, Karpe F (2004). Upper and lower body

adipose tissue function: A direct comparison of fat mobilization in humans. Obesity Research.

12:114-8.

Teague H, Fhaner CJ, Harris M, Duriancik DM, Reid GE, Shaikh SR (2013). N-3 PUFAs

enhance the frequency of murine B-cell subsets and restore the impairment of antibody

production to a T-independent antigen in obesity. J Lipid Res. 54:3130-8.

Teng KT, Chee-Yan Chang CY, Chang LF and Nesaretnam K (2014). Modulation of obesity-

induced inflammation by dietary fats: mechanisms and clinical evidence. Nutrition Journal.

13:12.

Terés S, Barceló-Coblijn G, Benet M, Alvarez M, Bressani R, Halver E, et al., (2008). Oleic acid

content is responsible for the reduction in blood pressure induced by olive oil. Proc Natl Acad

Sci U S A. 105:13811-6.

Page 241: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

240

Terpstra AH, Javadi M, Beynen AC, Kocsis S, Lankhorst AE, Lemmens AG, et al., (2003).

Dietary conjugated linoleic acids as free fatty acids and triacylglycerols similarly affect body

composition and energy balance in mice. J Nutr.133:3181-6.

Tierney AC, McMonagle J, Shaw DI, Gulseth HL, Helal O, Saris WH, et al., (2011). Effects of

dietary fat modification on insulin sensitivity and on other risk factors of the metabolic syndrome-

LIPGENE: a European randomized dietary intervention study. Int J Obes (Lond). 35:800-9.

Thies F, Miles EA, Nebe-von-Caron G, Powell JR, Hurst TL, Newsholme EA, et al., (2001).

Influence of dietary supplementation with long chain n-3 or n-6 polyunsaturated fatty acids on

blood inflammatory cell populations and functions and on plasma soluble adhesion molecules in

healthy adults. Lipids. 36:1183-93.

Tishinsky JM, De Boer AA, Dyck DJ, Robinson LE (2014). Modulation of visceral fat adipokine

secretion by dietary fatty acids and ensuing changes in skeletal muscle inflammation. Appl

Physiol Nutr Metab. 39:28-37.

Titos E, Clària J (2013). N-3-derived mediators counteract obesity-induced adipose tissue

inflammation. Prostaglandins Other Lipid Mediat. 107:77-84.

Thannickal VJ, Fanburg BL (2000). Reactive oxygen species in cell signaling.American journal

of physiology Lung cellular and molecular physiology. 279(6):1005-28.

Thomsen C, Storm H, Holst JJ, and Hermansen K (2003). Differential effects of saturated and

monounsaturated fats on postprandial lipemia and glucagon-like peptide 1 responses in patients

with type 2 diabetes. Am J Clin Nutr. 77:605-11.

Page 242: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

241

Thorand B, Baumert J, Chambless L, Meisinger C, Kolb H, Döring A, et al., (2006). Elevated

markers of endothelial dysfunction predict type 2 diabetes mellitus in middle-aged men and

women from the general population. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 26:398-405.

Thorsdottir I, Tomasson H, Gunnarsdottir I, Gisladottir E, Kiely M, Parra MD, et al., (2007).

Randomized trial of weight-loss-diets for young adults varying in fish and fish oil content. Int J

Obes. 31:1560-6.

Todorcevic M and Hodson L (2016). The Effect of Marine Derived n-3 Fatty Acids on Adipose

Tissue Metabolism and Function. J. Clinical Medicine. 5(1):3.

Totland GK, Madsen L, Klementsen B, Vaagenes H, Kryvi H, Frøyland L, et al., (2000).

Proliferation of mitochondria and gene expression of carnitine palmitoyltransferase and fatty

acyl-CoA oxidase in rat skeletal muscle, heart and liver by hypolipidemic fatty acids. Biol Cell.

92:317-29.

Trayhurn, P y Wood IS (2004). “Adipokines: Inflammation and the Pleiotropic Role of White

Adipose Tissue”, British Journal of Nutrition. 92(3):347-55.

Trayhurn P (2005). The biology of obesity. Proc. Nutr. Soc. 64:31-38.

Trayhurn P (2013). "Hypoxia and adipose tissue function and dysfunction in obesity.”Physiol

Rev. 93(1):1-21.

Torrejón C, Uauy R (2011). Calidad de grasa, arterioesclerosis y enfermedad coronaria: efectos

de los ácidos grasos saturados y ácidos grasos trans. Rev Med Chile. 139:924-31.

Trichopoulou A, Costacou T, Bamia C, Bami C, and Trichopoulos D (2003). Adherence to a

Mediterranean diet and survival in a Greek population.N Engl J Med. 348(26):2599-2608.

Page 243: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

242

Trøseid M,Lappegård KT,Mollnes TE,Arnesen H,Seljeflot I (2005). Changes in serum levels of

E-selectin correlate to improved glycaemic control and reduced obesity in subjects with the

metabolic syndrome. Scand J Clin Lab Invest. 65(4):283-90.

Trujillo ME and Scherer PE (2005). Adiponectin journey from an adipocyte secretory protein to

biomarker of the metabolic syndrome. Journal of Internal Medicine. 257:167-75.

Tschop M and Heiman ML (2001). Rodent obesity models: an overview. Experimental and

Clinical Endocrinology and Diabetes. 109:307-19.

Todoric J, Löffler M, Huber J, Bilban M, Reimers M, Kadl A, et al., (2006). Adipose tissue

inflammation induced by high-fat diet in obese diabetic mice is prevented by n−3

polyunsaturated fatty acids. Diabetologia. 49:2109-19.

Turnbaugh PJ, Ley RE, Mahowald MA, Magrini V, Mardis ER, Jeffrey I, Gordon JI (2006). An

obesity-associated gut microbiome with increased capacity for energy harvest.Nature.

444:1027-31.

Turrens FJ (2003). Mitocondrial formation of reactive oxygen species, Journal Phisiology.

552(2):335-44.

Uchiyama K, Nakamura M, Odahara S, Koido S, Katahira K, Shiraishi H, et al., (2010). N-3

polyunsaturated fatty acid diet therapy for patients with inflammatory bowel disease. Inflamm

Bowel Dis.16:1696-707.

Ukropec J, Reseland JE, Gasperikova D, Demcakova E, Madsen L, Berge RK, et al., (2003).

The hypotriglyceridemic effect of dietary n-3 FA is associated with increased beta-oxidation and

reduced leptin expression. Lipids. 38:1023-29.

Page 244: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

243

Uttara B, Singh AV, Zamboni P y Mahajan RT (2009). Oxidative stress and neurodegenarative

diseases: A review of Upstream and Downstream antioxidant therapeutic options, Current

Neuropharmacology.7:65-74.

Valenzuela A (2004). Tejido adiposo: algo más que grasa corporal. Rev Esp Obes. 2:327-50.

Valenzuela A, Manzini J, Toussanint G, Uauy R y Pineda, J (1999a). Ácidos grasos

poliinsaturados de cadena larga. Departamento de Nutrición y Salud Humana. División de

Vitaminas Roche México. 1:8

Valenzuela BR, Morales IG, González AM, Morales PJ, Sanhueza CJ, Valenzuela BA (2014).

Ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga ω-3 y enfermedad cardiovascular. Rev Chil

Nutr. 41:3.

Valenzuela BR, Tapia OG, González EM, Valenzuela BA (2011). Ácidos Grasos N-3 (EPA y

DHA) Y Su Aplicación En Diversas Situaciones Clínicas. Rev Chil Nutr. 38:3.

Valsta LM, Jauhiainen M, Aro A, Katan MB, Mutanen M (1992). Effects of a monounsaturated

rapeseed oil and a polyunsaturated sunflower oil diet on lipoprotein levels in humans.

Arterioscler Thromb.12:50-57.

Van der Steeg WA, Holme I, Boekholdt SM, Larsen ML, Lindahl C, Stroes ESG, et al., (2008).

High-Density lipoprotein cholesterol, high density lipoprotein particle size, and apolipoprotein A-

I: significance for cardiovascular risk. The IDEAL and EPIC-Norfolk studies. J Am Coll Cardiol.

51:634-42.

Van Dijk SJ, Feskens EJ, Bos MB, Hoelen DW, Heijligenberg R, Bromhaar MG, et al., (2009). A

saturated fatty acid–rich diet induces an obesity-linked proinflammatory gene expression profile

in adipose tissue of subjects at risk of metabolic syndrome. Am J Clin Nutr. 90(6):1656-64.

Page 245: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

244

Van Dijk SJ, Mensink M, Esser D, Feskens EJ, Muller M, Afman LA (2012). Responses to high-

fat challenges varying in fat type in subjects with different metabolic risk phenotypes: a

randomized trial. PLoS One. 7:41388.

Van Heek M, Compton DS, France CF, Richard P, Tedesco RP, Fawzi AB, et al., (1997). "Diet-

induced obese mice develop peripheral, but not central, resistance to leptin." J Clin Invest.

99(3):385-90.

Van Gaal LF, Vertommen J, De Leeuw IH (1998). The in vitro oxidizability of lipoprotein particles

in obese and non-obese subjects.Atherosclerosis. 137:39-44.

Van Schothorst EM, Bunschoten A, Schrauwen P, Mensink RP, Keijer J (2009). Effects of a

high-fat, low- versus high-glycemic index diet: retardation of insulin resistance involves adipose

tissue modulation. FASEB J. 23:1092-101.

Vaneckova I, Maletınska L, Behuliak M, Nagelova V, Zicha J and Kunes J (2014). Obesity-

related hypertension: possible pathophysiological mechanisms. Journal of Endocrinology.

223:63-78.

Varela-Moreiras G, Alguacil Merino LF, Alonso Aperte E, Aranceta Bartrina J, Aznar Laín S,

Belmonte Cortés S, y col., (2013). Obesidad y sedentarismo en el siglo XXI: ¿qué se puede y

se debe hacer? Nutr Hosp. 28(5):1-12.

Vasselli JR (2012). The role of dietary components in leptin resistance.American Society for

Nutrition. Adv. Nutr. 3:736-8.

Vázquez-Carrera M (2007). PPARα y síndrome metabólico. Clin. Invest. Arterioscl. 19(1):37-38

Page 246: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

245

Velarde MS, Carrizo TR, Prado MM, Díaz EI, Fonio MC, Bazán MC, Abregú AV (2010).

Marcadores de inflamación y disfunción endotelial en niños con diabetes tipo 1. Medicina (B

Aires). 70:44-8.

Vega Robledo GB (2010). El adipocito y la respuesta inmune Rev Fac Med UNAM. 53:1.

Vendrell J, Broch M, Vilarrasa N, Molina A, Gómez JM, Gutiérrez C, Simón I, Soler J, Richart C.

(2004). “Resistin, Adiponectin, Ghrelin, Leptin, and Proinflammatory Cytocines: Relationship in

Obesity”, Obesity Research. 12 (6):962-71.

Vida C, Rodríguez-Terés S, Heras V, Corpas I, De la Fuente M, González E (2011). The aged-

related increase in xanthine oxidase expression and activity in several tissues from mice is not

shown in long-lived animals. Biogerontology.12(6):551-64.

Vida C, González EM, De la Fuente M (2014). "Increase of oxidation and inflammation in

nervous and immune systems with aging and anxiety." Curr Pharm Des. 20(29):4656-78.

Villagrán Pérez S, Rodríguez-Martín A, Novalbos Ruiz JP, Martínez Nieto JM y Lechuga

Campoy JL (2010). Lechuga Campoy. Hábitos y estilos de vida modificables en niños con

sobrepeso y obesidad. Nutr. Hosp. 25(5):823-31.

Vincent, HK, Innes KE y Vincent KR (2007). Oxidative Stress and Potential Interventions to

Reduce Oxidative Stress in Overweight and Obesity.Journal Compilation.9-6.

Vincent HK, Morgan JW, Vincent KR (2004). Obesity exacerbates oxidative stress levels after

acute exercise. Med Sci Sports Exerc. 36:772-9.

Vincent HK and Taylor AG (2006). Biomarkers and potential mechanisms of obesity-induced

oxidant stress in humans. International Journal of Obesity. 30:400-18.

Page 247: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

246

Vincent HK, Vincent KR, Bourguignon C, Braith RW (2005). Obesity and postexercise oxidative

stress in older women.Med Sci Sports Exerc. 37:213-9.

Visioli F, Rise P, Plasmati E, Pazzucconi F, Sirtori CR, Galli C (2000). Very low intakes of N-3

fatty acids incorporated into bovine milk reduce plasma triacylglycerol and increase HDL-

cholesterol concentrations in healthy subjects. Pharmacol Res. 41(5):571-6.

Viveros MP, Arranz L, Hernanz A, Miquel J, De la Fuente M (2007). A model of premature aging

in mice based on altered stress-related behavioral response and

immunosenescence.Neuroimmunomodulation. 14:157-62.

Vögler O, López-Bellan A, Alemany R, Tofé S, González M, Quevedo J, et al., (2008).

Structure-effect relation of C18 long-chain fatty acids in the reduction of body weight in

rats.International Journal of Obesity. 32(3):451-63.

Von Frankenberg AD, Silva FM, de Almeida JC, Piccoli V, do Nascimento FV, Sost MM, et al.,

(2014). Effect of dietary lipids on circulating adiponectin: a systematic review with meta-analysis

of randomised controlled trials. Br J Nutr. 112:1235-50.

Vorbach C, Harrison R, Capecchi MR (2003). Xanthine oxidoreductase is central to the

evolution and function of the innate immune system. Trends Immunol. 24(9):512-7.

Wahrburg U, Martin H, Sandkamp M, Schulte H, Assmann G (1992). Comparative effects of a

recommended lipid-lowering diet vs a diet rich in monounsaturated fatty acids on serum lipid

profiles in healthy young adults. Am J Clin Nutr. 56:678-83.

Wajchenberg BL (2000). Subcutaneous and visceral adipose tissue: their relation to the

metabolic syndrome. Endocr Rev. 21:697-738.

Page 248: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

247

Waki H, Tontonoz P (2007). Endocrine functions of adipose tissue. Annu Rev Pathol. 2:31-56.

Walrand S, Moreu K, Caldefie F, Tridon A, Chassagne J, Portefaix G (2001). Specific and

nonspecific immune to fasting and refeeding differ in healthy young adult and elderly persons.

Am J ClinNutr. 74:670-8.

Wallace FA, Miles EA, Calder PC (2003). Comparison of the effects of linseed oil and different

doses of fish oil on mononuclear cell function in healthy human subjects. Brit. J. Nutr. 89:679-

89.

Wallace JM, Turley E, Gilmore WS, Strain JJ (1995). Dietary fish oil supplementation alters

leukocyte function and cytokine production in healthy women. Arterioscler Thromb Vasc Biol.

15:185-9.

Walldius G, Jungner I, Holme I, Aastveit AH, Kolar W, Steiner E (2001). High apolipoprotein B,

low apolipoprotein A-I, and improvement in the prediction of fatal myocardial infarction

(AMORIS study): a prospective study. Lancet. 358:2026-33.

Wallenius V, Wallenius K, Ahren B, Rudling M, Carlsten H, Dickson SL, et al., (2002).

Interleukin-6 deficient mice develop mature-onset obesity. Nat Med. 8:75-9.

Wander RC, Du SH (2000). Oxidation of plasma proteins is not increased after supplementation

with eicosapentaenoic and docosahexaenoic acids. Am J Clin Nutr. 72:731-7.

Wander RC, Du SH, Ketchum SO, Rowe KE (1996). Alphatocopherol influences in vivo indices

of lipid peroxidation in postmenopausal women given fish oil. J Nutr. 126:643-52.

Page 249: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

248

Wang H, Storlien LH, Huang XF (2002). Effects of dietary fat types on body fatness, leptin, and

ARC leptin receptor, NPY, and AgRP mRNA expression.Am J Physiol Endocrinol Metab.

282:1352-59.

Wang HW, Babic AM, Mitchell HA, Liu K, Wagner DD (2005). Elevated soluble ICAM-1 levels

induce immune deficiency and increase adiposity in mice. Faseb J. 19:1018-20.

Wang JY, Wang YL, Zhou SL and Zhou JF (2004). May chronic constipation cause oxidative

stress and potential free radical damage to children? Biomed Environ Sci. 17:266-72.

Wang M, Orci L, Ravazzola M, Unger RH (2005a). Fat storage in adipocytes requires

inactivation of leptin’s paracrine activity: Implications for treatment of human obesity. PNAS.

102:18011-6.

Wang X, Cheng M, Zhao M, Ge A, Guo F, Zhang M, et al., (2013). Differential effects of high-

fat-diet rich in lard oil or soybean oil on osteopontin expression and inflammation of adipose

tissue in diet-induced obese rats. Eur J Nutr. 52:1181-89.

Wardlaw GM, Snook JT, Lin M-C, Puangco MA, Kwon JS (1991). Serum lipid and

apolipoprotein concentrations in healthy men on diets enriched in either canola oil or safflower

oil.Am J Clin Nutr. 54:104-10.

Watanabe T, Okawa S, Itoga H, Imanaka T, Suga T (1992). Involvement of calmodulin- and

protein kinase C-related mechanism in an induction process of peroxisomal fatty acid oxidation-

related enzymes by hypolipidemic peroxisome proliferators.Biochim Biophys Acta. 1135:84-90.

Way JM, Gorgun CZ, Tong Q, Uysal KT, Brown KK, et al., (2001). Adipose tissue resistin

expression is severely suppressed in obesity and stimulated by peroxisome proliferator-

activated receptor gamma agonists. J Biol Chem. 276(28):25651-3.

Page 250: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

249

Weigle DS, Cummings DE, Newby PD, Breen PA, Frayo RS, Matthys CC, et al., (2003).Roles of

leptin and ghrelin in the loss of body weight caused by a low fat, high carbohydrate diet.J Clin

Endocrinol Metab. 88(4):1577-86.

Weiss R, Caprio S (2005). The metabolic consequences of childhood obesity. Best Pract Res

Clin Endocrinol Metab.19:405-19.

Weiss R, Dziura J, Burgert T, Tamborlane W, Taksali S, Yeckel C, et al., (2004). Obesity andthe

metabolic syndrome in children and adolescents. N Engl J Med. 350:2362-74.

Wellen KE y Hotamisligil GS (2005). “Inflammation, Stress and Diabetes”, The Journal of

Clinical Investigation .115(5):1111-19.

Wen Jin Ding WJ, Ye Wang Y, Fan JG (2014). Regulation of Adipokines by Polyunsaturated

Fatty Acids in a Rat Model of Non-alcoholic Steatohepatitis.Arch IranMed. 17(8):563-68.

Weyer C, Foley JE, Bogardus C, Tataranni PA, Pratley RE (2000). Enlarged subcutaneous

abdominal adipocyte size, but not obesity itself, predicts Type II diabetes independent of insulin

resistance. Diabetologia. 43:1498-1506.

Weyer C, Yudkin JS, Stehouwer CD, Schalkwijk CG, Pratley RE, Tataranni PA (2002). Humoral

markers of inflammation and endothelial dysfunction in relation to adiposity and in vivo insulin

action in Pima Indians.Atherosclerosis. 161:233-42.

White BD and Martin RJ (1997). "Evidence for a central mechanism of obesity in the Zucker rat:

role of neuropeptide Y and leptin." Proc Soc Exp Biol Med. 214(3):222-32.

Willer CJ, Speliotes EK, Loos RJ, Li S, Lindgren CM, Heid IM y The Giant Consortium (2009).

Genetic Investigation of ANthropometric Traits Consortium. Six new loci associated with body

Page 251: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

250

mass index highlight a neuronal influence on body weight regulation. Nature Genetics. 41:25-

34.

Wong GW, Wang J, Hug C, Tsao S, Lodish HF (2004). A family of Acrp30/adiponectin structural

and functional paralogs.Proc Natl Acad Sci USA. 101 (28):10302-07.

Wood, IS, de Heredia FP, Wang B and Trayhurn P (2009). Cellular hypoxia and adipose tissue

dysfunction in obesity.Proc Nutr Soc. 68(4):370-77.

Wood R, Kubena K, O’Brien B, Tseng S, Martin G (1993). Effect of butter, mono and

polyunsaturated fatty acid-enriched butter, trans fatty acid margarine, and zero trans fatty acid

margarine on serum lipids and lipoproteins in healthy men. J Lipid Res. 34:1-11.

Woodman RJ, Mori TA, Burke V, Puddey IB, Watts GF, Beilin LJ (2002). Effects of purified

eicosapentaenoic and docosahexaenoic acids on glycemic control, blood pressure, and serum

lipids in type 2 diabetic patients with treated hypertension. Am Clin J Nutr. 76:1007-15.

Wu A, Ying Z, Gomez-Pinilla F (2004). Dietary n-3 fatty acids normalize BDNF levels, reduce

oxidative damage, and counteract learning disability after traumatic brain injury in rats. J

Neurotrauma. 21:1457-67.

Xie B, Zhou JF, Lu Q, Li CJ, Chen P, et al., (2002). Oxidative stress in patients with acute

coxsackie virus myocarditis. Biomed Environ Sci. 15:48-57.

Yang R (2006). Effect of antioxidant capacity on blood lipid metabolism and lipoprotein lipase

activity of rats fed a high-fat diet. Nutrition. 22:1185-91.

Page 252: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

251

Yang Q, Alemany R, Casas J, Kitajka K, Lanier SM, Escribá PV (2005). Influence of the

membrane lipid structure on signal processing via G protein-coupled receptors. Mol Pharmacol

68:210-17.

Yam D, Peled A, Schinitzky M (2001). Suppression of tumor growth and metastasis by dietary

fish oil combined with vitamins E and C and cisplatin. Cancer Chemother Pharmacol. 47:34-40.

Yamauchi T, Kamon J, Waki H, Terauchi Y, Kubota N, Hara K, et al., (2001). The fat-derived

hormone adiponectin reverses insulin resistance associated with both lipoatrophy and obesity.

Nat Med. 7:941-46.

Yamauchi T, Kamon J, Minokoshi Y, Ito Y, Waki H, Uchida S, et al., (2002). Adiponectin

stimulates glucose utilization and fatty-acid oxidation by activating AMP-activated protein

kinase. 8:1288-95.

Yamauchi T, Kamon J, Ito Y, Tsuchida A, Yokomizo T, Kita S, et al., (2003). Cloning of

adiponectin receptors that mediate antidiabetic metabolic effects.Nature. 423(6941):762-69.

Yaqoob P (2002). Monounsaturated fatty acids and immune function.Eur J Clin Nutr. 56:9-13.

Yaqoob P (2003). Lipids and the immune response: From molecular mechanisms to clinical

applications. Curr Opin Clin Nutr Metab Care. 6:133-50.

Yaqoob P, Knapper JA, Webb DH, Williams CM, Newsholme EA, Calder PC (1998). Effect of

olive oil on immune function in middle-aged men.Am J Clin Nutr. 67 (1):129-35.

Yaqoob P, Newsholme EA, Calder PC (1994). The effect of dietary lipid manipulation on rat

lymphocyte subsets and proliferation.Immunology. 82:603-10.

Page 253: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

252

Yaqoob P, Pala HS, Cortina-Borja M, Newsholme EA, Calder PC (2000).Encapsulated fish oil

enriched in α-tocopherol alters plasma phospholipid and mononuclear cell fatty acid

compositions but not mononuclear cell functions. J. Clin. Investig. 30:260-74.

Yaqoob P, Sherrington EJ, Jeffery NM, Sanderson P, Harvey DJ, Newsholme EA, et al.,

(1995).Comparison of the effects of a range of dietary lipids upon serum and tissue lipid

composition in the rat.International Journal of Biochemistry and Cell Biology. 27:297-310.

Yesilbursa D, Serdar Z, Serdar A, Sarac M, Coskun S and Jale C (2005). Lipid peroxides in

obese patients and effects of weight loss with orlistat on lipid peroxides levels. international

Journal of Obesity. 29:142-5.

Yeung EH, Appel LJ, Miller ER 3rd, Kao WH (2010). The effects of macronutrient intake on total

and high-molecular weight adiponectin: results from the OMNI-Heart trial. Obesity (Silver

Spring). 18:1632-7.

Young S and Zechner R (2013).Biochemistry and pathophysiology of intravascular and

intracellular lipolysis.Genes and Development. 27:459-84.

Yngve A (2009). A Historical Perspective of the Understanding of the Link between Diet and

Coronary Heart Disease.Am J Lifestyle Med. 3(1):35-38.

Yu YH, Ginsberg HN (2005). Adipocyte Signaling and Lipid Homeostasis.Circ Res. 96:1042-52.

Yuan YV, Kitts DD, Godin DV (1998). Variations in dietary fat and cholesterol intakes modify

antioxidant status of SHR and WKY rats. J Nutr. 128:1620-30.

Page 254: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

253

Zeyda M, Farmer D, Todoric J, Aszmann O, Speiser M, Gyori G, Zlabinger GJ, Stulnig TM

(2007). Human adipose tissue macrophages are of an anti-inflammatory phenotype but capable

of excessive pro-inflammatory mediator production. Int J Obes (Lond). 31:1420-18.

Zhang X, Shi GF, Liu XZ, An LJ, Guan S (2011). Anti-ageing effects of protocatechuic acid from

Alpinia on spleen and liver antioxidative system of senescent mice. Cell Biochem Funct.

29(4):342-7.

Zhang Y, Proenca R, Maffei M, Barone M, Leopold L, Friedman JM (1994). Positional cloning of

the mouse obese gene and its human homologue.Nature. 372:425-32.

Zhou JF, Wang XY, Shangguan XJ, Gao ZM, Zhang SM, Xiao WQ, et al., (2005). Increased

oxidative stress in bodies of women with pregnancy-induced hypertension. Biomed Environ Sci.

18:419-26.

Zhou JF, Xu GB, Fang WJ (2002). Relationship between acute organophosphorus pesticide

poisoning and damage induced by free radicals.Biomed Environ Sci. 15:177-86.

Zulet MA, Puchau B, Navarro C, Martí A y Martínez JA (2007). Inflammatory biomarkers: the

link between obesity and associated pathologies. Nutr Hosp. 22(5):511-27.

Page 255: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

ANEXOS

Page 256: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

255

ANEXO 1: Mujico JR, Baccan GC, Gheorghe A, Díaz LE, Marcos A (2013). Changes in gut

microbiota due to supplemented fatty acids in diet-induced obese mice. British Journal of

Nutrition.110:711-20.

Page 257: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

Changes in gut microbiota due to supplemented fatty acids in diet-inducedobese mice

Jorge R. Mujico1*, Gyselle C. Baccan2, Alina Gheorghe1, Ligia E. Dıaz1 and Ascension Marcos1

1Institute of Food Science, Technology and Nutrition (ICTAN-CSIC), C/Jose Antonio Novais 10, 28040 Madrid, Spain2Institute of Health Sciences, Federal University of Bahia, Salvador, Brazil

(Submitted 17 May 2012 – Final revision received 12 November 2012 – Accepted 14 November 2012 – First published online 10 January 2013)

Abstract

Consumption of a high-fat diet (HFD), which is associated with chronic ‘low-grade’ systemic inflammation, alters the gut microbiota (GM).

The aim of the present study was to investigate the ability of an oleic acid-derived compound (S1) and a combination of n-3 fatty acids

(EPA and DHA, S2) to modulate both body weight and the GM in HFD-induced obese mice. A total of eighty mice were fed either a control

diet or a HFD, non-supplemented or supplemented with S1 or S2. At week 19, faeces were collected in order to analyse the GM. Group-

specific primers for accurate quantification of several major bacterial groups from faecal samples were assayed using quantitative PCR. The

HFD induced an increase in body weight, which was reduced by supplementation with S1. Furthermore, S1 supplementation markedly

increased total bacterial density and restored the proportions of bacteria that were increased (i.e. clostridial cluster XIVa and Enterobacter-

iales) or decreased (i.e. Bifidobacterium spp.) during HFD feeding. S2 supplementation significantly increased the quantities of Firmicutes

(especially the Lactobacillus group). Correlation analysis revealed that body weight correlated positively with the phylum Firmicutes and

clostridial cluster XIVa, and negatively with the phylum Bacteroidetes. In conclusion, the consumption of a HFD induced changes in the

faecal microbiota, which were associated with the appearance of an obese phenotype. Supplementation of the HFD with S1 counteracted

HFD-induced gut dysbiosis, together with an improvement in body weight. These data support a role for certain fatty acids as interesting

nutrients related to obesity prevention.

Key words: Gut microbiota: Fatty acids: Obese mice: Quantitative PCR

The worldwide prevalence of overweight and obesity has

increased dramatically in the past decades, reaching epidemic

levels(1). It is well known that a high-fat diet (HFD) leads,

especially in genetically predisposed individuals, to an

accumulation of adipose tissue(2) and to the development of

a cluster of metabolic and cardiovascular disorders such as

type 2 diabetes, atherosclerosis, hypertension and stroke(3).

The gut microbiota (GM) has an important role in supplying

nutrients and vitamins, giving colonisation resistance against

pathogenic bacteria and interacting with the host immune

system and intestinal epithelium(4). The possible involvement

of the host genotype, particularly as it relates to immunophe-

notype, has been frequently postulated as a major influence

on GM composition and stability. Other variables known to

broadly influence the composition of the GM include the

type of delivery (vaginal or caesarean), age, the use of anti-

biotics and other drugs, and ‘lifestyle’ (such as diet, physical

activity and stress)(5–9). The significance of the protective

role of the GM has been highlighted by the profound impact

seen when the GM is absent or disrupted. Germ-free mice

have poorly developed mucosal architecture and rudimentary

development of the mucosa-associated lymphoid tissue, being

generally small and underweight, and also highly susceptible

to intestinal infection(10).

In obese patients, there is a significant change in the

composition of the GM compared with lean controls(11,12),

and, in rats, these modifications can be induced by the

ingestion of a HFD(13). Furthermore, host nutritional status

may be markedly influenced by the composition and activities

of the GM since the Bacteroidetes:Firmicutes ratio seems to be

decreased in obese individuals and genetically obese mice

harbour an ‘obese microbiome’, with a transferable elevated

capacity for energy sequestration(14).

Given the important role of the GM in association with

obesity, several studies have focused on the hypothesis

that the onset of obesity may be influenced by targeted

modification of the GM by specific nutrients. Indeed, the

decrease in bifidobacteria occurring in obese mice fed with

*Corresponding author: Dr J. R. Mujico, fax þ34 915493627, email [email protected]

Abbreviations: CD, control diet; GM, gut microbiota; HFD, high-fat diet; HFD-S1, high-fat diet supplemented with an oleic acid-derived compound; HFD-S2,

high-fat diet in combination with n-3 fatty acids; qPCR, quantitative PCR.

British Journal of Nutrition (2013), 110, 711–720 doi:10.1017/S0007114512005612q The Authors 2012

British

Journal

ofNutrition

Page 258: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

a HFD(15,16) was counteracted through the administration

of non-digestible oligosaccharides such as inulin-type

fructans(17).

The Mediterranean diet has been related to lower rates of

obesity(18,19). In this diet, there is a high consumption of

olive oil, which contains the MUFA oleic acid, and fish, a

rich source (especially oily fish) of n-3 PUFA. Some authors

have described the effects of oleic acid and others unsaturated

fatty acids on body weight in human and experimental

models. Vogler et al.(20) evaluated the actions of C18 fatty

acids on the body weight of rats and found that oleic acid

could lead to a reduction in adipose tissue mass. In the

same study, the authors showed that 2-hydroxyoleic acid,

a synthetic derivative of oleic acid, promoted a drastic

decrease in the body weight of the treated rats(20). Moreover,

supplementation with long-chain PUFA, notably EPA and

DHA, can attenuate weight gain and reduce body fat in

rodents, particularly epididymal (visceral) fat(21). It has been

hypothesised that these fatty acids could exert their effects

by promoting changes in GM.

The aim of the present study was to evaluate the effect of a

HFD, supplemented or not with fatty acids frequently found in

the Mediterranean diet (such as oleic acid and n-3 fatty acids),

on body weight in a mouse model, and to relate that effect to

the changes in the faecal microbiota composition.

Materials and methods

Animals

A total of eighty female ICR (CD-1w) outbred mice (8 weeks

old at the beginning of the study; Harlan Laboratories) were

housed in groups of 6 ( ^ 2) animals per cage (polyurethane

boxes) and maintained at a constant temperature (22 ^ 28C)

in a controlled environment (12 h light–12 h dark cycle,

lights off at 18.00 hours), with free access to food and water.

Mice were specifically pathogen-free as tested by Harlan and

according to the Federation of European Laboratory Science

Associations recommendations. Mice were treated according

to the guidelines of the European Community Council

Directives (86/6091 EEC) as well as to the Spanish laws

about protection of animals. The experiments were performed

according to the institutional guidelines and were approved

by the Complutense University Ethical Committee for Animal

Experimentation.

Diet intervention

During the acclimatisation period (for their adaptation to

their new location), all mice were fed with a maintenance

diet (Teklad Global 14 % Protein Rodent Maintenance Diet,

reference 2014; Harlan Laboratories). At week 4, mice were

separated into four groups (three cages per group: cage A,

n 8; cage B, n 6; cage C, n 6) as follows:

(1) The control diet (CD) group continued with the mainten-

ance diet until the end of the study.

(2) The HFD group received a HFD (Adjusted Calories Diet

60/Fat, reference TD.06 414; Harlan Laboratories) until

the end of the study.

(3) The HFD-supplementation 1 (S1) group was fed for 8

weeks with the HFD, and for another 7 weeks with the

same HFD supplemented with an oleic acid-derived

compound (1500 mg/kg per d; BTSA-Biotecnologıas

Aplicadas S.L.).

(4) The HFD-S2 group was fed for 8 weeks with the HFD, and

for another 7 weeks with the same HFD supplemented

with a combination of n-3 fatty acids (EPA and DHA,

3000 mg/kg per d; BTSA-Biotecnologıas Aplicadas S.L.).

The full composition of both the maintenance diet and the

HFD is given in Table 1. The energy content of the mainten-

ance diet consisted of 67·3 % carbohydrate, 20·1 % protein,

12·6 % fat and 22·1 % fibre; meanwhile the HFD consisted of

21·3 % carbohydrate, 18·4 % protein, 60·3 % fat and 6·5 %

fibre. Body weight and food intake (monitored by weighing

the food provided and left uneaten, and taking into account

spillage) were recorded twice per week.

Faecal microbiota analysis

Extraction and purification of DNA from faecal samples. At

the end of the study (week 19), faeces from every cage

were collected and stored at 2808C. For analysis of the

microbial community composition, DNA was extracted from

the frozen faecal samples (cages B and C), using the

QIAampw DNA Stool Mini Kit (QIAGEN GmbH), according

to the manufacturer’s instructions, using the optional high-

temperature step (at 958C). The faecal samples were thawed

on ice; for each extraction, 471–955 mg of faeces were

weighed and diluted to 100 mg/ml with stool lysis buffer.

At the end, DNA was eluted in 200ml of elution buffer and

stored at 2208C until use.

The concentrations of the extracted DNA were determined

by a fluorometric method based on the fluorochrome

Hoechst 33 258 (Fluorescent DNA Quantification Kit; Bio-

Rad), which is fluorescent when bound to double-stranded

DNA. The measurements were performed using the Synergy

Mx Monochromator-Based Multi-Mode Microplate Reader

(Biotek Instruments) with an excitation wavelength of

360 nm and an emission wavelength of 460 nm. Data analysis

Table 1. Composition of the diets

Maintenance diet High-fat diet

Carbohydrate (%) 48·0 27·3Protein (%) 14·3 23·5Fat (%) 4·0 34·3

Saturated (%) 0·7 12·7Monounsaturated (%) 0·8 16·1Polyunsaturated (%) 2·5 5·5

Fibre (%) 22·1 6·5Soluble (%) 4·1 –Insoluble (%) 18·0 6·5

Energy density (kJ/g) 12·1 21·4Energy from carbohydrate (%) 67·3 21·3Energy from protein (%) 20·1 18·4Energy from fat (%) 12·6 60·3

J. R. Mujico et al.712

British

Journal

ofNutrition

Page 259: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

was performed using Gen5 Software (version 1.10.8), also

supplied by Biotek Instruments.

Primers. The abundance of specific intestinal bacterial

groups was measured by quantitative PCR (qPCR) with

group-specific 16S rRNA gene primers (Isogen; Table 2). A

short segment of the 16S rRNA gene (200 bp) was specifically

amplified by qPCR, using a conserved 16S rRNA-specific

primer pair (Table 2), to determine the total amount of com-

mensal bacteria in the faeces (the so-called ‘Eubacteria/Pan-

bacteria’ group). Using the same genomic DNA from each

sample, qPCR were completed using group-specific primers

to determine the amount of bacteria in each of the following

major groups: (1) the phylum Firmicutes, the first quantitat-

ively dominant phylum in mouse faeces, which contains the

cell wall-less mycoplasmas (class Mollicutes) and the low

G þ C Gram-positive bacteria (classes Clostridia and Bacilli);

(2) clostridial cluster XIVa (the largest group of the class

Clostridia); (3) the group Lactobacillus (the so-called lactic

acid bacteria, the largest group of the order Lactobacillales,

from the class Bacilli); (4) the Gram-negative phylum

Bacteroidetes, the second quantitatively dominant phylum in

mouse faeces; (5) the order Enterobacteriales (from the

Gram-negative phylum Proteobacteria); (6) Bifidobacterium

spp. (from the high G þ C Gram-positive phylum Actino-

bacteria), one of the major genera of bacteria that make up

the colon microbiota in mice.

Quantitative PCR amplification of 16S rRNA gene

sequences. Faecal DNA samples from the four treatment

groups (n 2 animals per group) were subjected to qPCR,

which were performed to study the effect of the HFD (alone

or in combination with supplementations S1 and S2) on the

composition of the intestinal microbial community. qPCR

experiments were carried out with a Stratagene Mx3000P

(Agilent Technologies), using Mx3000Pw ninety-six-well non-

skirted PCR plates (Agilent Technologies) covered with PCR

adhesive films (Eppendorf AG). Analyses were performed in

duplicate and mean values were calculated. Each qPCR, with

a final volume of 20ml, was composed of 10ml of 2 £ Brilliant

III Ultra-Fast SYBRw Green QPCR Master Mix (Agilent Tech-

nologies), 2ml of 2mM forward primer, 2ml of 2mM reverse

primer, 0·3ml of the diluted reference dye ROX (30 nM final

concentration), 3·7ml of nuclease-free PCR-grade water and

2ml of either an optimised dilution of 1:500 of extracted tem-

plate DNA for specimen analysis or a serial dilution series of

bacterial reference genomic DNA for standard curves. All reac-

tions were paralleled by a non-template control analysis. The

amplification programme started with an initial step of 3 min at

958C, followed by thirty cycles of 15 s at 958C and 20 s at 608C.

Data were acquired in the final step at 608C.

Melt curve analysis was carried out after each qPCR assay to

distinguish the fluorescence signal obtained from the specific

amplification product from artifacts such as primer-dimers.

Melting curves were obtained by slow heating from 55 to

958C, with fluorescence measurements taken at every 18C

increase in temperature.

Data analysis was performed using MxPro–Mx3000P soft-

ware (version 4.10; Agilent Technologies). In ‘analysis term

settings’ amplification-based threshold fluorescence and

adaptive baseline correction were selected.

Preparation of PCR standards and quantification of target

bacterial DNA in faecal samples by quantitative PCR.

Standard curves for individual qPCR assays were used for

the quantification of target bacterial DNA (in relative units)

from faecal DNA preparations. The standard curves were gen-

erated using duplicate 2-fold dilutions of the DNA extracted

from the faeces of one of the cages of the CD group (cage

A, week 6). At least five non-zero standard dilutions were

used in each assay. The same amount of all faecal DNA

samples (1000 or 100 pg) was amplified by the qPCR assays,

so that the threshold cycle (CT) values were always inside

the range of the standard curves. No positive signals were

generated within the standard curves in these assays by

non-template control.

Statistical analysis

Statistical analysis was performed using GraphPad Prism

Software for Windows OS (version 5.04; Graphpad Software).

Statistically significant differences in body weight and DNA con-

tent between the four treatment groups were determined by the

non-parametric Kruskal–Wallis test, with Dunn’s multiple com-

parison post-test. Correlations between body weight and DNA

Table 2. Primers used for bacterial quantification by quantitative PCR

Bacterial group Oligonucleotide sequence Amplicon size (bp) Reference

Total bacteria F: 50-ACTCCTACGGGAGGCAGCAG-30 200 36R: 50-ATTACCGCGGCTGCTGG-30

Firmicutes phylum F: 50-GGAGYATGTGGTTTAATTCGAAGCA-30 126 36R: 50-AGCTGACGACAACCATGCAC-30

Lactobacillus group F: 50-AGCAGTAGGGAATCTTCCA-30 341 14R: 50-CACCGCTACACATGGAG-30

Clostridial cluster XIVa F: 50-GCGGTRCGGCAAGTCTGA-30 81 37R: 50-CCTCCGACACTCTAGTMCGAC-30

Enterobacteriales order F: 50-ATGGCTGTCGTCAGCTCGT-30 177 38R: 50-CCTACTTCTTTTGCAACCCACTC-30

Bifidobacterium spp. F: 50-TCGCGTCYGGTGTGAAAG-30 243 14R: 50-RCCACATCCAGCRTCCAC-30

Bacteroidetes phylum F: 50-GGARCATGTGGTTTAATTCGATGAT-30 126 36R: 50-AGCTGACGACAACCATGCAG-30

F, forward; R, reverse.

Changes in gut microbiota due to fatty acids 713

British

Journal

ofNutrition

Page 260: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

content were assessed by the non-parametric Spearman’s corre-

lation test. P,0·05 was considered as statistically significant.

Results

Effect of the high-fat diet on mice weight

After an acclimatisation period of 4 weeks, mice were divided

into four groups: one control group fed with a maintenance

diet (CD group) and three groups fed with a HFD for

8 weeks (HFD, HFD-S1 and HFD-S2 groups). Body weight

increased progressively only in the three groups of mice that

consumed the HFD (Fig. 1(a)). The evolution of weight gain

was statistically different between the control group (CD,

mice fed with the maintenance diet) and the other three

groups (HFD, HFD-S1 and HFD-S2, mice fed with the HFD)

(Fig. 1(b)).

After diet-induced obesity, we evaluated the effect of two

different supplementations on weight gain in obese mice.

We found that S1 supplementation (an oleic acid-derived com-

pound) led to a progressive decrease in body weight

(Fig. 2(a)). This effect could not be explained by changes in

food consumption, since the total food intake was not differ-

ent between the HFD and HFD-S1 groups (data not shown).

S2 supplementation (a combination of n-3 fatty acids) did

not show any effect on mouse body weight or weight gain

(Fig. 2(a) and (b)).

Effect of the high-fat diet on total DNA content in the faeces

Compared with the control group, the HFD (non-sup-

plemented and supplemented with S2) decreased the total

DNA content in the faeces (Fig. 3(a)). However, S1 sup-

plementation was capable of increasing the total DNA content

up to a similar level to that of the control group (Fig. 3(a)).

Although these differences were not statistically significant

(P.0·1), when the total DNA content was plotted against

body weight, a significant negative correlation was observed

(Fig. 3(b)).

Effect of the high-fat diet on faecal microbiota composition

The standard curves had correlation coefficient values

ranging from 0·990 to 0·999 (Table 3). The amplification

efficiencies for the SYBR Green I assays were obtained by

plotting the CT values against the target DNA starting quantity.

Using the formula E ¼ (10(21/slope) 2 1), the efficiencies for

the individual assays ranged from 86·0 to 101·4 % (Table 3).

The fluorescence signal was not detected in the non-template

control during amplification, which indicated that the primer-

dimers were denatured at this temperature and could not con-

tribute to the fluorescence.

At the end of the study (week 19), the faecal levels of total

bacteria, Firmicutes phylum, Lactobacillus group, clostridial

cluster XIVa, Enterobacteriales order, Bifidobacterium spp.

60

50

40

30

20

10

00 1 2 3 4 5 6 7 8

Time (weeks)

3500

3000

2500

2000

1500

1000

500

0CD HFD HFD-S1 HFD-S2

** *

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

AU

C

HFD/HFD-S1/ HFD-S2

CD

(a) (b)

Fig. 1. (a) Effect of a high-fat diet (HFD) on body weight. Mice were fed for 8 weeks with either a control diet (CD) or a HFD (non-supplemented (HFD), sup-

plemented with an oleic acid-derived compound (HFD-S1) and a combination of n-3 fatty acids (HFD-S2)). Body weight was determined twice per week. Values

are means (cages B and C, n 12), with standard errors represented by vertical bars. (b) The groups’ AUC were compared by the non-parametric Kruskal–Wallis

test, with Dunn’s multiple comparison post-test. * Mean value was significantly different from that of the CD group (P,0·05).

60

50

40

30

20

10

00 1 2 3 4 5 6 7

Time (weeks)

3500

3000

2500

2000

1500

1000

500

0CD HFD HFD-S1 HFD-S2

*†*†

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

AU

C

HFD/HFD-S2

CD

(a) (b)

HFD-S1

Fig. 2. (a) Effect of supplementation with different fatty acids on body weight. Diet-induced obese mice continued with the high-fat diet (HFD) for another 7 weeks,

non-supplemented (HFD) or supplemented with an oleic acid-derived compound (HFD-S1) or a combination of n-3 fatty acids (HFD-S2). Meanwhile, the control

diet (CD) group continued with the maintenance diet. Body weight was determined twice per week. Values are means (cages B and C, n 12), with standard errors

represented by vertical bars. (b) The groups’ AUC were compared by the non-parametric Kruskal–Wallis test, with Dunn’s multiple comparison post-test. * Mean

value was significantly different from that of the CD group (P,0·05). † Mean value was significantly different from that of the HFD-S1 group (P , 0·5).

J. R. Mujico et al.714

British

Journal

ofNutrition

Page 261: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

and Bacteroidetes phylum were determined by qPCR (Fig. 4).

The correlations between these levels and body weight were

also calculated (Fig. 5).

Total bacteria. Although not statistically significant, the

administration of the HFD induced an increase in total bacteria

when compared with control mice, an effect that was poten-

tiated by the co-administration of an oleic acid-derived com-

pound (HFD-S1), which significantly increased the total

bacteria (P,0·1; Fig. 4(a)). No correlation was found between

total bacteria and body weight (r 0·0, P¼1·0232; Fig. 5(a)).

Nevertheless, when considering DNA content per mg of

faeces, total bacteria in HFD and HFD-S2 mice were lower

than that in the control mice (data not shown), and a negative

correlation was established between total bacteria and body

weight (r 20·7143, P¼0·0576).

Bacterial groups. When compared with the CD group (fed

with the maintenance diet), the administration of the HFD

induced an increase in all the groups of Firmicutes (the

phylum Firmicutes, the Lactobacillus group and clostridial

cluster XIVa), as well as the order Enterobacteriales

(Fig. 4(b)–(e)), a difference that was statistically significant

only in the last group (P,0·1). Conversely, and although

not statistically significant, Bifidobacterium spp. and the

phylum Bacteroidetes were decreased after the ingestion of

the HFD (Fig. 4(f) and (g)).

HFD-induced microbial community changes were (partially

or completely) counteracted by the supplementation of the

HFD with an oleic acid-derived compound (HFD-S1), as

shown by the modest decrease in the phylum Firmicutes

and the group Lactobacillus (Fig. 4(b) and (c)), the significant

decrease in clostridial cluster XIVa and the order Enterobacter-

iales (Fig. 4(d) and (e)) and the significant increase in

Bifidobacterium spp. and the phylum Bacteroidetes (Fig. 4(f)

and (g)), up to a level even higher than the CD group in the last

group of bacteria.

When compared with the HFD group, supplementation

with a combination of n-3 fatty acids (HFD-S2) did not

change the levels of clostridial cluster XIVa, Bifidobacterium

spp. and the phylum Bacteroidetes (Fig. 4(d), (f) and (g)).

However, S2 supplementation was capable of increasing the

phylum Firmicutes and the group Lactobacillus, compared

with the HFD group (NS) and the CD group (P,0·1;

Fig. 4(b) and (c)). Similarly to S1 supplementation, the

increase in the order Enterobacteriales induced by the HFD

was partially restored by the S2 supplementation (Fig. 4(e)).

Although many of the mentioned differences were not stat-

istically significant (P.0·1), when the quantitative values of

the analysed microbial groups were plotted against body

weight, significant positive correlations were observed with

the phylum Firmicutes (Fig. 5(b)) and clostridial cluster XIVa

(Fig. 5(d)) and a significant negative correlation with the

phylum Bacteroidetes (Fig. 5(g)). No correlations were

found for the Lactobacillus group, the order Enterobacteriales

and Bifidobacterium spp. (Fig. 5(c), (e) and (f)).

14

12

10

8

6

4

2

0CD HFD HFD-S1 HFD-S2 0

(b)(a)

2 4 6 8 10 12 14

Total DNA (ng DNA / mg faeces)

To

tal D

NA

(n

g D

NA

/mg

fae

ces)

80

60

40

20

0

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

Fig. 3. Total DNA content and its correlation with body weight. Mice were fed with either a control diet (CD, X) or a high-fat diet (HFD), non-supplemented

(HFD, B) or supplemented with an oleic acid-derived compound (HFD-S1, O) or a combination of n-3 fatty acids (HFD-S2, V). Total DNA content is expressed as

ng DNA/mg faeces. Body weight values (g) are presented as means (cages B and C, n 6 animals per cage), with standard errors represented by vertical bars.

(b) Spearman’s correlation r 20·8810, P¼0·0072, R 2 0·8108.

Table 3. Amplification slopes, efficiencies and correlation coefficients for individualquantitative PCR assays

PCR assay Slope PCR efficiency (%) Correlation coefficient

Total bacteria 23·288 101·4 0·999Firmicutes phylum 23·382 97·6 0·999Lactobacillus group 23·709 86·0 0·999Clostridial cluster XIVa 23·439 95·3 0·999Enterobacteriales order 23·379 97·7 0·990Bifidobacterium spp. 23·613 90·2 0·997Bacteroidetes phylum 23·401 96·9 0·999

Changes in gut microbiota due to fatty acids 715

British

Journal

ofNutrition

Page 262: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

Discussion

The HFD used in the present study induced an increase of

body weight and a decrease of total DNA content in the

faeces. Supplementation of the HFD with an oleic acid-derived

compound (HFD-S1) restored both parameters up to similar

levels to that of the control group (Figs. 2(b) and 3(a)).

The GM is a complex ecosystem made up of 500–1000

different bacterial species(22), the majority of which are obli-

gate anaerobes whose investigation by culture-dependent

techniques is laborious and prone to misinterpretation(23).

Recent advances in molecular approaches to the identification

and quantification of bacteria using 16S ribosomal sequences

have significantly advanced our understanding of the GM(24).

qPCR is a powerful advancement of the basic PCR technique,

which has been successfully applied for the quantification of

bacterial DNA in various environments such as faeces, colonic

tissue, rumen, gastric tissue and periodontal samples(25). In the

present study, selected predominant bacteria from mouse

faecal samples were quantified by qPCR, using SYBR Green

I chemistry (Table 2). The DNA isolation and purification pro-

tocol yielded high-quality DNA, which was established by the

fact that increasing the total DNA template amount subjected

to qPCR did not have any inhibitory effect. This facilitates

the detection and quantification of minor subpopulations in

the faeces.

100

0

100

0

100

0

100(a)

0

100

0

100

0

100

0

CD

(b) (c)

(d) (e)

(f) (g)

HFD HFD-S1 HFD-S2 CD HFD HFD-S1 HFD-S2

CD HFD HFD-S1 HFD-S2

CD HFD HFD-S1 HFD-S2 CD HFD HFD-S1 HFD-S2

CD HFD HFD-S1 HFD-S2 CD HFD HFD-S1 HFD-S2

*

* *

*

To

tal b

acte

ria

(rel

ativ

e u

nit

s)

Firm

icu

tes

ph

ylu

m(r

elat

ive

un

its)

Lact

obac

illus

gro

up

(rel

ativ

e u

nit

s)

Clo

stri

dia

l clu

ster

XIV

a(r

elat

ive

un

its)

En

tero

bac

teri

ales

ord

er(r

elat

ive

un

its)

Bifi

doba

cter

ium

sp

p.

(rel

ativ

e u

nit

s)

Bac

tero

idet

es p

hyl

um

(rel

ativ

e u

nit

s)

Fig. 4. Faecal bacterial content of (a) total bacteria, (b) Firmicutes phylum, (c) Lactobacillus group, (d) clostridial cluster XIVa, (e) Enterobacteriales order, (f) Bifi-

dobacterium spp. and (g) Bacteroidetes phylum. Bacterial quantities are expressed as relative units. Mice were fed with either a control diet (CD, X) or a HFD,

non-supplemented (HFD, B) or supplemented with an oleic acid-derived compound (HFD-S1, O) or a combination of n-3 fatty acids (HFD-S2, V). * Mean value

was significantly different from that of the CD group (P,0·1; Kruskal–Wallis).

J. R. Mujico et al.716

British

Journal

ofNutrition

Page 263: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

80(a)

(b) (c)

(d) (e)

(f) (g)

60

40

20

00 100

80

60

40

20

00 100

80

60

40

20

00 100

80

60

40

20

00 100

80

60

40

20

00 100

80

60

40

20

00 100

80

60

40

20

00 100

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

Bo

dy

wei

gh

t (g

)

Total bacteria (relative units)

Firmicutes phylum (relative units) Lactobacillus group (relative units)

Clostridial cluster XIVa (relative units) Enterobacteriales order (relative units)

Bifidobacterium spp. (relative units) Bacteroidetes phylum (relative units)

Fig. 5. Correlation between body weight and the faecal bacterial content of (a) total bacteria (Spearman’s r 0·0, P¼1·0232 (NS), R 2 0·0329), (b) Firmicutes phy-

lum (Spearman’s r 0·8333, P¼0·0154, R 2 0·7424), (c) Lactobacillus group (Spearman’s r 0·6429, P¼0·0962 (NS), R 2 0·1897), (d) clostridial cluster XIVa (Spear-

man’s r 0·9286, P¼0·0022, R 2 0·5072), (e) Enterobacteriales order (Spearman’s r 0·5952, P¼0·1323 (NS), R 2 0·3643), (f) Bifidobacterium spp. (Spearman’s

r 20·5538, P¼0·1966 (NS), R 2 0·2453) and (g) Bacteroidetes phylum (Spearman’s r 20·7857, P¼0·0279, R 2 0·5678). Mice were fed with either a control diet

(CD, X) or a HFD, non-supplemented (HFD, B) or supplemented with an oleic acid-derived compound (HFD-S1, O) or a combination of n-3 fatty acids (HFD-S2,

V). Bacterial quantities are expressed as relative units. Body weight values (g) are presented as means (cages B and C, n 6 animals per cage), with standard

errors represented by vertical bars.

Changes in gut microbiota due to fatty acids 717

British

Journal

ofNutrition

Page 264: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

Animal and human studies have revealed a remarkable

microbial influence on host metabolism, energy utilisation

and storage, and metabolic diseases(26–29). However, this com-

plex ecosystem remains poorly studied; therefore, more

precise monitoring of the gut bacteria is vital for better under-

standing of their contribution to health and disease.

Recently, it has been proposed that alterations in the

composition of the GM (known as dysbiosis) participate in

the development of obesity(30). In the present study, adminis-

tration of a HFD induced a significant increase in the Entero-

bacteriales order (P,0·1; Fig. 4(e)). A bloom in the

g-Proteobacteria class, to which belongs the Enterobacteriales

order, was also observed in the study of Hildebrandt et al.(31).

An increase in the Enterobacteriaceae family within this order

has been associated with gut inflammation; induction of

experimental colitis in rodents was followed by an increase

in this family, suggesting that it may be a consequence of

gut inflammation rather than a cause(32).

More than 90 % of the distal GM of mice and humans is

composed of the Bacteroidetes and Firmicutes phyla(31),

while other members, such as lactic acid bacteria and Proteo-

bacteria, are present in much lower amounts(33). Similar to

previously reported well-defined experiments using in part

even genetically modified animals(34) or strictly controlled

human studies(14,35), administration of a HFD induced an

increase in all the groups of Firmicutes (the phylum Firmi-

cutes, the group Lactobacillus and clostridial cluster XIVa;

Fig. 4(b)–(d)) and a decrease in the phylum Bacteroidetes

(Fig. 4(g)). However, further reports have linked an increased

proportion of Bacteroidetes in obese rats(13) and human sub-

jects(9,36,37). The most probable explanation for this discre-

pancy could be that some of these studies did not control

for other possible confounding variables of obesity, such as

intensity, regularity of exercise as well as total daily energy

intake(37). Methodological differences in DNA extraction pro-

tocols, primer design and qPCR techniques may also have

caused additional variation. Either way, obesity seems to be

related to changes in the Firmicutes:Bacteroidetes ratio that

could be involved in a greater capacity to extract energy

from nutrients(38,39).

The compositions of the diets employed in the present

study are probably responsible for some changes related to

the GM composition. According to the manufacturer, the CD

contains cereal products that contribute to 18·0 % of insoluble

fibre (including cellulose, hemicellulose and lignin) and 4·1 %

of soluble fibre (including fermentable carbohydrates). In con-

trast, the HFD has much less fibre (6·5 %), which is exclusively

obtained from cellulose, a poorly fermentable insoluble fibre.

The absence of soluble fibre in the HFD could explain the

lower levels of Bifidobacterium spp. (Fig. 4(f)).

Supplementation of the HFD with S1 markedly increased

total bacterial density and restored the proportions of

bacteria that were increased (i.e. clostridial cluster XIVa and

Enterobacteriales) or decreased (i.e. Bifidobacterium spp.)

during HFD feeding (Fig. 4(d)–(f)). The decrease in body

weight only in the HFD group supplemented with an oleic

acid-derived compound (S1) could be explained by the

decrease in the Firmicutes:Bacteroidetes ratio up to a level

even lower than the CD group, but a combination of n-3

fatty acids (S2) did not.

The HFD-induced levels of clostridial cluster XIVa, Bifido-

bacterium spp. and the phylum Bacteroidetes were not

restored by supplementation with a combination of n-3 fatty

acids (HFS-S2; Fig. 4(d), (f), and (g)). However, the elevated

number of Enterobacteriales induced by the HFD, and prob-

ably associated with gut inflammation, was partially restored

by S2 supplementation (Fig. 4(e)), which are well-known

modulators of the inflammatory process(40).

n-3 PUFA influence the gastrointestinal microbiota and

specifically the population level of lactic acid bacteria

(mainly bifidobacteria and lactobacilli), which are generally

considered to be beneficial. A study carried out in fish has

reported an increase in the content of lactobacilli by n-3

PUFA consumption(41). According to Kankaanpaa et al.(42),

low concentrations of n-3 fatty acids (5mg/ml) promoted

growth and mucus adhesion of Lactobacillus casei Shirota.

In gnotobiotic piglets, the oral administration of an oil contain-

ing PUFA significantly increased the number of Lactobacillus

paracasei adhering to the jejunal mucosa compared with the

control group(43). Moreover, mice fed with a diet depleted in

n-3 PUFA for two generations exhibited a huge decrease in

lactobacilli and, unexpectedly, an increase in bifidobacteria

in the caecal content when compared with mice fed a diet

with an adequate content in n-3 PUFA(44). Coherently, we

show here in mice that S2 supplementation increased the

quantities of Firmicutes (especially the Lactobacillus group),

when compared with the HFD (NS) and CD groups (P,0·1;

Fig. 4(b) and (c)).

The adhesion to mucosal surfaces is pivotal in health-

promoting effects by probiotics. Although further studies are

needed to confirm this hypothesis in vivo, evidence suggests

that some physiological effects of probiotics could be associ-

ated with the interactions between probiotics and dietary

PUFA. It has been suggested that dietary PUFA affect the

attachment sites for the gastrointestinal microbiota, possibly

by modifying the fatty acid composition of the intestinal

wall(41–43). The stimulatory effect of PUFA upon adhesion

of lactobacilli could be used for enhancing the effectiveness

of probiotics in inhibiting digestive tract pathogens.

Conclusions

Consumption of a HFD induced changes in the faecal

microbiota (an increase in all the tested groups of Firmicutes,

as well as the order Enterobacteriales, and a decrease in

Bifidobacterium spp. and the phylum Bacteroidetes), which

were associated with the appearance of an obese phenotype.

Correlation analysis revealed that body weight correlated

positively with the phylum Firmicutes and clostridial cluster

XIVa, and negatively with the phylum Bacteroidetes. Sup-

plementation of the HFD with S1 counteracted HFD-induced

gut dysbiosis, together with an improvement in body weight.

These data support a role for certain fatty acids as interest-

ing nutrients related to obesity prevention. Even if a direct

extrapolation of the present study to humans is still question-

able due to differences in digestive tract structure and in GM,

J. R. Mujico et al.718

British

Journal

ofNutrition

Page 265: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

the present findings support the view that chronic consump-

tion of an oleic acid-derived compound (S1) could confer

potential beneficial effects with respect to the development

of obesity, through a mechanism related to the restoration of

the composition of gut bacteria. The possibility to treat ani-

mals with selected bacteria as oral probiotics could also con-

stitute one interesting perspective to investigate further on

the role of these specific gut bacteria in HFD-induced obesity.

However, and until these issues are clarified, the best way to

prevent obesity in humans is by promoting a healthy diet

and lifestyle.

Acknowledgements

The present study was performed as part of the PRONAOS

study. The authors gratefully acknowledge the financial sup-

port of the CENIT (National Strategic Consortia for Technical

Research) Programme and BTSA-Biotecnologıas Aplicadas

S.L. The authors thank Beatriz Dıaz and Aurora Hernandez

for technical assistance with the qPCR technique, and

acknowledge Oscarina Hernandez and Sara Causape (both

supervised by Prof. Monica de la Fuente, from the Complu-

tense University) for assistance with animals and housing.

They also thank Laura M. Barrios for assistance with the stat-

istical analyses. J. R. M., G. C. B., L. E. D and A. M. were

involved in the study design. G. C. B., L. E. D. and A. G.

were responsible of the animal housing and diet intervention.

J. R. M. and G. C. B. conducted both the faecal microbiota and

statistical analyses. J. R. M. wrote the first draft of the manu-

script. All the authors contributed to the final version. A. M.

had primary responsibility for the final content. The authors

declare that there are no conflicts of interest.

References

1. WHO (2011) Obesity and overweight – Fact sheet No. 311.Geveva: WHO.

2. Dewulf EM, Cani PD, Neyrinck AM, et al. (2011) Inulin-typefructans with prebiotic properties counteract GPR43 overex-pression and PPARgamma-related adipogenesis in the whiteadipose tissue of high-fat diet-fed mice. J Nutr Biochem 22,712–722.

3. Hotamisligil GS (2006) Inflammation and metabolic dis-orders. Nature 444, 860–867.

4. Hooper LV, Wong MH, Thelin A, et al. (2001) Molecular anal-ysis of commensal host–microbial relationships in the intes-tine. Science 291, 881–884.

5. Sekirov I, Russell SL, Antunes LC, et al. (2010) Gut micro-biota in health and disease. Physiol Rev 90, 859–904.

6. Kau AL, Ahern PP, Griffin NW, et al. (2011) Human nutrition,the gut microbiome and the immune system. Nature 474,327–336.

7. Guarino A, Wudy A, Basile F, et al. (2012) Composition androles of intestinal microbiota in children. J Matern Fetal Neo-natal Med 25, Suppl. 1, 63–66.

8. Shanahan F (2009) Therapeutic implications of manipulatingand mining the microbiota. J Physiol 587, 4175–4179.

9. Wu GD, Chen J, Hoffmann C, et al. (2011) Linking long-termdietary patterns with gut microbial enterotypes. Science 334,105–108.

10. Wostmann BS (1981) The germfree animal in nutritionalstudies. Ann Rev Nutr 1, 257–279.

11. Nadal I, Santacruz A, Marcos A, et al. (2009) Shifts in clostri-dia, bacteroides and immunoglobulin-coating fecal bacteriaassociated with weight loss in obese adolescents. Int JObes (Lond) 33, 758–767.

12. Santacruz A, Marcos A, Warnberg J, et al. (2009) Interplaybetween weight loss and gut microbiota composition inoverweight adolescents. Obesity (Silver Spring) 17,1906–1915.

13. de La Serre CB, Ellis CL, Lee J, et al. (2010) Propensity tohigh-fat diet-induced obesity in rats is associated withchanges in the gut microbiota and gut inflammation. Am JPhysiol Gastrointest Liver Physiol 299, G440–G448.

14. Turnbaugh PJ, Ley RE, Mahowald MA, et al. (2006) An obes-ity-associated gut microbiome with increased capacity forenergy harvest. Nature 444, 1027–1031.

15. Cani PD, Amar J, Iglesias MA, et al. (2007) Metabolic endo-toxemia initiates obesity and insulin resistance. Diabetes56, 1761–1772.

16. Cani PD, Neyrinck AM, Fava F, et al. (2007) Selectiveincreases of bifidobacteria in gut microflora improve high-fat-diet-induced diabetes in mice through a mechanismassociated with endotoxaemia. Diabetologia 50, 2374–2383.

17. Roberfroid M (2007) Prebiotics: the concept revisited. J Nutr137, 3 Suppl. 2, 830S–837S.

18. Schroder H, Marrugat J, Vila J, et al. (2004) Adherence to thetraditional Mediterranean diet is inversely associated withbody mass index and obesity in a Spanish population.J Nutr 134, 3355–3361.

19. Razquin C, Martinez JA, Martinez-Gonzalez MA, et al. (2009)A 3 years follow-up of a Mediterranean diet rich in virginolive oil is associated with high plasma antioxidant capacityand reduced body weight gain. Eur J Clin Nutr 63,1387–1393.

20. Vogler O, Lopez-Bellan A, Alemany R, et al. (2008) Struc-ture–effect relation of C18 long-chain fatty acids in thereduction of body weight in rats. Int J Obes (Lond) 32,464–473.

21. Buckley JD & Howe PR (2010) Long-chain omega-3 polyun-saturated fatty acids may be beneficial for reducing obesity –a review. Nutrients 2, 1212–1230.

22. Eckburg PB, Bik EM, Bernstein CN, et al. (2005) Diversity ofthe human intestinal microbial flora. Science 308,1635–1638.

23. Vaughan EE, Schut F, Heilig HG, et al. (2000) A molecularview of the intestinal ecosystem. Curr Issues Intest Microbiol1, 1–12.

24. Backhed F, Ley RE, Sonnenburg JL, et al. (2005) Host–bac-terial mutualism in the human intestine. Science 307,1915–1920.

25. Rinttila T, Kassinen A, Malinen E, et al. (2004) Developmentof an extensive set of 16S rDNA-targeted primers for quanti-fication of pathogenic and indigenous bacteria in faecalsamples by real-time PCR. J Appl Microbiol 97, 1166–1177.

26. Backhed F & Crawford PA (2010) Coordinated regulation ofthe metabolome and lipidome at the host–microbial inter-face. Biochim Biophys Acta 1801, 240–245.

27. Cani PD & Delzenne NM (2009) The role of the gut micro-biota in energy metabolism and metabolic disease. CurrPharm Des 15, 1546–1558.

28. Larsen N, Vogensen FK, van den Berg FW, et al. (2010) Gutmicrobiota in human adults with type 2 diabetes differs fromnon-diabetic adults. PloS One 5, e9085.

29. Armougom F, Henry M, Vialettes B, et al. (2009) Monitoringbacterial community of human gut microbiota reveals an

Changes in gut microbiota due to fatty acids 719

British

Journal

ofNutrition

Page 266: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

increase in Lactobacillus in obese patients and methanogensin anorexic patients. PloS One 4, e7125.

30. Cani PD & Delzenne NM (2009) Interplay between obesityand associated metabolic disorders: new insights into thegut microbiota. Curr Opin Pharmacol 9, 737–743.

31. Hildebrandt MA, Hoffmann C, Sherrill-Mix SA, et al. (2009)High-fat diet determines the composition of the murine gutmicrobiome independently of obesity. Gastroenterology137, 1716–1724.e1-2.

32. Lupp C, Robertson ML, Wickham ME, et al. (2007) Host-mediated inflammation disrupts the intestinal microbiotaand promotes the overgrowth of Enterobacteriaceae. CellHost Microbe 2, 204.

33. Flint H, Louis P, Scott K, et al. (2007) Commensal bacteria inhealth and disease. In Virulence Mechanisms of BacterialPathogens, pp. 101–114 [KA Brogden and JM Guthmiller,editors]. Washington, DC: ASM Press.

34. Ley RE, Backhed F, Turnbaugh P, et al. (2005) Obesity altersgut microbial ecology. Proc Natl Acad Sci U S A 102,11070–11075.

35. Ley RE, Turnbaugh PJ, Klein S, et al. (2006) Microbial ecol-ogy: human gut microbes associated with obesity. Nature444, 1022–1023.

36. Collado MC, Isolauri E, Laitinen K, et al. (2008) Distinct com-position of gut microbiota during pregnancy in overweightand normal-weight women. Am J Clin Nutr 88, 894–899.

37. Schwiertz A, Taras D, Schafer K, et al. (2010) Microbiota andSCFA in lean and overweight healthy subjects. Obesity (SilverSpring) 18, 190–195.

38. Backhed F, Ding H, Wang T, et al. (2004) The gut microbiota

as an environmental factor that regulates fat storage. Proc

Natl Acad Sci U S A 101, 15718–15723.39. Musso G, Gambino R & Cassader M (2010) Gut microbiota as

a regulator of energy homeostasis and ectopic fat deposition:

mechanisms and implications for metabolic disorders. Curr

Opin Lipidol 21, 76–83.40. Calder PC (2006) n-3 Polyunsaturated fatty acids, inflam-

mation, and inflammatory diseases. Am J Clin Nutr 83, 6

Suppl., 1505S–1519S.41. Ringo E, Bendiksen HR, Gausen SJ, et al. (1998) The effect of

dietary fatty acids on lactic acid bacteria associated with the

epithelial mucosa and from faecalia of Arctic charr, Salveli-

nus alpinus (L.). J Appl Microbiol 85, 855–864.42. Kankaanpaa PE, Salminen SJ, Isolauri E, et al. (2001) The

influence of polyunsaturated fatty acids on probiotic

growth and adhesion. FEMS Microbiol Lett 194, 149–153.43. Bomba A, Nemcova R, Gancarcikova S, et al. (2002)

Improvement of the probiotic effect of micro-organisms by

their combination with maltodextrins, fructo-oligosacchar-

ides and polyunsaturated fatty acids. Br J Nutr 88, Suppl.

1, S95–S99.44. Pachikian BD, Neyrinck AM, Portois L, et al. (2011) Involve-

ment of gut microbial fermentation in the metabolic altera-

tions occurring in n-3 polyunsaturated fatty acids-depleted

mice. Nutr Metab 8, 44.

J. R. Mujico et al.720

British

Journal

ofNutrition

Page 267: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

256

ANEXO 2: Gheorghe A, Pérez de Heredia F, Hunsche C, Redondo N, Díaz LE, Hernández O,

et al. (2017). Oxidative stress and immunosenescence in spleen of obese mice can be reversed

by 2-hydroxyoleic acid. Exp Physiol. Online.

Page 268: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

This is an Accepted Article that has been peer-reviewed and approved for publication in the

Experimental Physiology, but has yet to undergo copy-editing and proof correction. Please cite this

article as an Accepted Article; doi: 10.1113/EP086157.

This article is protected by copyright. All rights reserved.

DOI:-10.1113/EP086157 1

Oxidative stress and immunosenescence in spleen of obese mice can be reversed by 2-2

hydroxyoleic acid 3

Alina Gheorghe1*

, Fátima Pérez de Heredia2*

, Caroline Hunsche3, Noemí Redondo

1, Ligia 4

Esperanza Díaz1, Oskarina Hernández

3, Ascensión Marcos

1, Mónica De la Fuente

3,4 5

1Immunonutrition Research Group, Institute of Food Science, Technology and Nutrition 6

(ICTAN), Spanish National Research Council (CSIC), Madrid, Spain 7

2School of Natural Sciences and Psychology, Liverpool John Moores University, Liverpool, 8

UK 9

3Department of Animal Physiology II, Faculty of Biology, University Complutense of Madrid, 10

Spain 11

4Research Institute of the Hospital 12 de Octubre, Madrid, Spain 12

Running title: Oxidative stress and immunosenescence in obese mice reversed by 2OHOA 13

Keywords: oxidative stress; immune senescence; obesity 14

Word count (not including references): 4212; including references: 5943 15

Reference count: 54 16

Corresponding author: Fátima Pérez de Heredia 17

School of Natural Sciences and Psychology, Liverpool John Moores University 18

James Parsons Building 19

Byrom St, L3 3AF, Liverpool, UK 20

Telephone number: +44 (0)151 2312003 Fax number: +44 (0)151 2312338 21

Email address: [email protected] 22

* Equal contributors

Page 269: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

2

This article is protected by copyright. All rights reserved. 2

Subject area: Human, environmental & exercise (ageing, immunity) 1

New findings 2

What is the central question of this study? 3

Evidence is growing for the link between obesity, immune dysfunction and oxidative stress, 4

but it is still not known how the properties and functions of spleen and spleen leukocytes are 5

affected. 6

What is the main finding and its importance? 7

Obesity led to premature immunosenescence, manifested as oxidative stress and changes in 8

leukocyte functions in mouse spleen. The oleic acid derivative 2-hydroxyoleate, and to a 9

lesser extent a combination of EPA+DHA, could reverse most of the observed alterations, 10

suggesting a potential therapeutic tool for obesity-related immune dysfunction and redox 11

imbalance. 12

Abstract 13

We aimed to investigate the effects of obesity on oxidative stress and leukocyte function in 14

spleen of mice, and to assess whether supplementation with 2-hydroxyoleic acid (2-OHOA) 15

or n-3 polyunsaturated fatty acids (PUFA) could reverse those effects. Female ICR/CD1 mice 16

(8 weeks old, n=24) received an obesogenic diet (22% fat for 4 weeks and 60% fat for 14 17

weeks). After 6 weeks, mice were split in three groups (n=8/group): no supplementation, 2-18

OHOA supplementation (1500 mg/kg) and n-3 PUFA supplementation (EPA+DHA, 19

3000 mg/kg diet). Eight mice were fed standard diet for the whole duration of the study 20

(control group). At the end of the experiment, the following variables were assessed in 21

spleens: levels of reduced (GSH) and oxidized (GSSG) glutathione, GSH/GSSG, xanthine 22

oxidase (XO) activity, lipid peroxidation, lymphocyte chemotaxis, natural killer (NK) activity 23

and mitogen (ConA and LPS)-induced lymphocyte proliferation. Obese animals presented 24

higher GSSG levels (P=0.003), GSSG/GSH ratio (P=0.013), lipid peroxidation (P=0.004), 25

Page 270: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

3

This article is protected by copyright. All rights reserved. 3

XO activity (P=0.015) and lymphocyte chemotaxis (P<0.001), and lower NK activity 1

(P=0.003) and proliferation in response to ConA (P<0.001) than controls. 2-OHOA reversed 2

totally or partially most of the changes (body weight, fat content, GSSG levels, GSH/GSSG, 3

lipid peroxidation, chemotaxis and proliferation, all P<0.05), while n-3 PUFA reversed the 4

increase in XO activity (P=0.032). In conclusion, 2-OHOA, and to a lesser extent n-3 PUFA, 5

could ameliorate the oxidative stress and alteration of leukocyte function in spleen of obese 6

mice. Our findings support a link between obesity and immunosenescence and suggest a 7

potential therapeutic tool for obesity-related immune dysfunction. 8

Introduction 9

Nutritional status is a key factor for a correct function of the immune system and the 10

maintenance of health (De la Fuente & Miquel, 2009). States of malnutrition have been 11

linked to higher vulnerability to infections and immune dysfunction. Malnutrition, however, 12

is not restricted to nutrient deficiencies anymore, but it broadly refers to inadequate nutrition 13

and nutritional imbalance, including excessive energy intake and obesity. Indeed, obesity has 14

been associated with impaired immune function, which is reflected in an enhanced, non-15

resolved inflammatory response and compromised immune surveillance (Karlsson et al., 16

2010; De la Fuente & De Castro, 2012; Perez de Heredia et al., 2012; Hunsche et al., 2016). 17

Obesity is also associated with oxidative stress when maintained for a long time, and it can be 18

mediated by either a decrease in antioxidant defences and/or increased formation of oxidants. 19

Oxidative stress in turn can damage cellular structures and trigger an inflammatory response, 20

closing a detrimental feedback loop (Perez de Heredia et al., 2012; Matsuda & Shimomura, 21

2013; Savini et al., 2013; Vida et al., 2014). Research on obesity and immunity has focused 22

mainly on circulating leukocytes, but immune organs themselves can be compromised. The 23

largest secondary immune organ in mammals is the spleen; it hosts macrophages, dendritic 24

cells, plasma cells and a fourth of the body’s lymphocytes, and is involved in several 25

Page 271: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

4

This article is protected by copyright. All rights reserved. 4

functions, such as activation of T and B cells in response to blood-born antigens, antibody 1

production, or clearance of circulating apoptotic cells (thus contributing to peripheral immune 2

tolerance) (Cesta, 2006). Therefore, it is important to study the impact of obesity in the spleen 3

and in spleen leukocytes. 4

The last decades have witnessed a dietary transition toward a westernized dietary 5

pattern, coincident with the rise of overweight and obesity in both developed and developing 6

countries (Cuevas et al., 2009; Bezerra et al., 2014). In contrast, the Mediterranean diet has 7

been linked to lower rates of obesity (Schroder et al., 2004), inflammation and oxidation 8

(Savini et al., 2013). The Mediterranean diet has been reported to modulate the immune 9

response and to exert anti-inflammatory and antioxidant properties (Minich & Bland, 2008). 10

This may be in great part due to its high content in monounsaturated (n-9 MUFA) and 11

polyunsaturated (n-3 PUFA) fatty acids, which have shown immunomodulatory actions (de 12

Pablo et al., 1998; Padovese & Curi, 2009; Paschoal et al., 2013). N-3 PUFA have been more 13

extensively studied in this respect (Calder & Grimble, 2002), while less attention has been 14

paid to the effects of MUFA on the immune system, although they may contribute to 15

reducing oxidative stress (Fitó et al., 2007). Evidence regarding whether dietary MUFA and 16

n-3 PUFA affect the redox state and the function of leukocytes in spleen in obesity is 17

nevertheless still scarce. 18

The aims of the current study were to investigate the effects of obesity on markers of 19

oxidative stress and leukocyte functions in spleen of mice, and to evaluate the impact of 20

subsequent supplementation with n-9 MUFA and n-3 PUFA on these parameters. 21

Methods 22

Ethical Approval 23

All experimental procedures were approved by the Committee for Animal Experimentation 24

of the University Complutense of Madrid (ref. CEA-UCM 06/2012), and conducted in 25

Page 272: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

5

This article is protected by copyright. All rights reserved. 5

accordance with the guidelines and protocols of the Spanish Royal Decree 1201/2005 1

regarding the care and use of laboratory animals for experimental procedures. The authors 2

acknowledge the ethical principles of Experimental Physiology, and confirm that the study 3

was conducted in compliance with the animal ethics checklist as detailed by Grundy (2015). 4

Measures were taken to ensure the well-being of animals and to minimize pain and 5

suffering to the best of our possibilities (see methodological description below). Organ and 6

tissue samples were obtained post-mortem. Animals were euthanized at the end of the study, 7

by decapitation in the morning (8:00 a.m.), and no anaesthetic was used to this effect to save 8

unnecessary suffering to the animals. This procedure is in agreement with the dispositions of 9

the European Directive 2010/63/EU. 10

Animal origin and housing conditions 11

Thirty-two female ICR/CD1 mice, 8 weeks of age, were purchased from Harlan Interfauna 12

Iberica (Barcelona, Spain). The animals were housed in polyurethane cages (4 animals per 13

cage) and maintained under standard laboratory conditions (12:12 h reversed light/dark cycle; 14

lights on at 8:00 pm, relative humidity of 50-60%, temperature of 22±2 ºC and adequate 15

ventilation). During the first 5 days of acclimatization to the new environment, all mice were 16

fed a standard maintenance diet (Teklad Global 14% Protein Rodent Maintenance Diet, 17

reference 2014, Harlan Interfauna Iberica). 18

Experimental groups and diets 19

Animals were split into two groups: 8 mice kept receiving the maintenance diet for the entire 20

duration of the study (18 weeks), constituting the control group, while the rest received a 21

moderately fat-rich diet for 4 weeks (3.3 kcal/g, 22% calories from fat, 23% protein, 55% 22

carbohydrates, ref. Teklad Global 2019, Harlan Interfauna Iberica), followed by an 23

obesogenic diet (60% fat, 18.4% protein, 21.3% carbohydrates, ref. TD. 06414, Harlan 24

Interfauna Iberica) for a further 8 weeks (figure 1). 25

Page 273: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

6

This article is protected by copyright. All rights reserved. 6

At this point, the high-fat diet-fed mice were split into three groups: 8 mice kept 1

receiving the obesogenic diet for the rest of the experiment (OD group), 8 mice were given 2

the diet supplemented with 2-OHOA (1500 mg/kg diet) (OD-HO group), and 8 mice were 3

given the diet supplemented with a combination of eicosapentaenoic (EPA, 20:5n-3) and 4

docosahexaenoic (DHA, 22:6n-3) acids (1500 + 1500 mg/kg diet), for 6 additional weeks. 5

The 2-OHOA is a synthetic derivative of oleic acid with a hydroxyl group in the α-position, 6

and it is also known as 2-hydroxy-D9-cis-octadecenoic acid. The n-3 PUFA were extracted 7

from fish (anchovy). All fatty acid supplements were provided by BTSA-Biotecnologías 8

Aplicadas, S.L. Upon reception of the supplements (2-OHOA in powdered form and n-3 9

PUFA in oil form), these were mixed at our facilities with the diet, which was of a malleable 10

consistency, and then pelleted before being presented to the mice. Animals had free access to 11

water and food during the entire study, and food intake was monitored on a weekly basis. 12

Collection of spleen and leukocyte suspensions 13

Once animals were euthanized, their spleens were collected aseptically and freed from fat. 14

One fragment of each spleen was stored at –80 ºC for the study of oxidative stress 15

parameters. Another fragment of spleen was minced with scissors and gently pressed through 16

a mesh screen (Sigma, St Louis, USA) to obtain cell suspensions. The cell suspensions were 17

centrifuged in a gradient of Ficoll-Hypaque (Sigma) with a density of 1.070 g/ml; cells from 18

the interface were collected and suspended in Roswell Park Memorial Institute (RPMI) 1640 19

medium enriched with L-glutamine (PAA, Pasching, Austria) and supplemented with 10% 20

heat-inactivated foetal calf serum (Gibco, Canada) and 1% gentamicin (100 µg/ml, Gibco). 21

After a wash step, leukocytes were counted in a Neubauer chamber and their number adjusted 22

to 106 cell/ml. Cell viability was routinely measured before each experiment by the trypan-23

blue exclusion test, and was higher than 95% in all experiments. All incubations were 24

performed at 37 ºC in a humidified atmosphere of 5% CO2. 25

Page 274: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

7

This article is protected by copyright. All rights reserved. 7

Analysis of oxidative stress 1

GSH and GSSG levels 2

Reduced glutathione (GSH) is one of the most important anti-oxidant defence mechanisms in 3

the organism, and as such a relevant marker of its antioxidant capacity. Both reduced and 4

oxidized (GSSG) glutathione were determined in spleen using a fluorometric method (Hissin 5

& Hilf, 1976). This is based on the reaction of a fluorescence probe, o-phthaldialdehyde 6

(OPT), with GSH at pH=8 and with GSSG at pH=12, which generates a fluorescence 7

derivative. The spleen samples were homogenized (50 mg/ml) in sodium phosphate-EDTA 8

buffer (0.1 M, pH=8) and proteins were precipitated by adding 5 μl of 60% perchloric acid. 9

Homogenized spleen samples were centrifuged (9,500 g, 10 min, 4 °C) and supernatants were 10

maintained in ice for measurement of GSH and GSSG levels. For GSH levels determination, 11

10 μl of the supernatant, 190 μl of sodium phosphate-EDTA buffer and 20 μl of OPT solution 12

(1 mg/ml in methanol) were added to a 96-well black microplate and incubated at room 13

temperature for 15 minutes. Fluorescence was determined in a microplate reader using 14

excitation at 350 nm and emission detection at 420 nm. For the determination of GSSG 15

levels, 10 μl of the supernatant and 4 μl of N-ethylmaleimide (NEM, 0.04 M) were added to a 16

96-well black microplate and incubated at room temperature for 30 minutes. Then, 186 μl of 17

sodium hydroxide (NaOH, 0.1 N) with 20 μl of OPT solution were added to each well. After 18

incubation (room temperature, 15 min), fluorescence was measured as previously described 19

for GSH determination. The results were analysed with GSH and GSSG standard curves at 20

different concentrations and expressed as nmol/mg protein. Protein concentration of the 21

samples was measured following the bicinchoninic acid protein assay kit protocol (Sigma-22

Aldrich, Madrid, Spain). The GSSG/GSH ratio was then calculated for each sample. All 23

assays were performed in duplicates. 24

Xanthine oxidase (XO) activity 25

Page 275: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

8

This article is protected by copyright. All rights reserved. 8

XO activity was assayed by fluorescence in homogenates of spleen, using a commercial kit 1

(Amplex Red Xanthine/Xanthine Oxidase Assay Kit, Molecular Probes, Paisley, UK). In the 2

assay, XO catalyses the oxidation of purine bases (xanthine) to uric acid and superoxide 3

anions. The superoxide anion spontaneously degrades in the reaction mixture to H2O2, which 4

in the presence of horseradish peroxidase (HRP) reacts with Amplex Red reagent to generate 5

the red-fluorescent oxidation product, resorufin. Tissue samples were homogenized in 6

phosphate buffer (50 mM, pH=7.4) containing 1 mM EDTA and normalized to total protein. 7

The homogenate was centrifuged (5,000 g) and the supernatant (50 µl) was collected and 8

incubated with 50 µl working solution of Amplex Red reagent (100 µM) containing HRP (0.4 9

U/ml) and xanthine (200 µM). After 30 min of incubation at 37 ºC, measurement of 10

fluorescence was performed in a microplate reader (Fluostar Optima, BMG Labtech, 11

Biomedal, Spain), using excitation at 530 nm and emission detection at 595 nm. XO supplied 12

in the kit was used as the standard. The results were expressed as international milliunits of 13

enzymatic activity per milligram of protein (mU XO/mg protein). Protein content of the 14

samples had been previously assessed by the bicinchoninic acid protein assay kit protocol 15

(Sigma-Aldrich, Madrid, Spain). All assays were performed in duplicates. 16

Lipid peroxidation 17

Lipid peroxidation levels were determined by measuring the formation of malondialdehyde 18

(MDA) using a colorimetric assay kit (BioVision, Inc., Mountain View, CA, USA). The 19

spleen samples were homogenized (10 mg) in 300 μl of MDA lysis buffer with 3 μl 20

butylhydroxytoluene (BHT) (X100) and then centrifuged (13,000 g, 10 min) to remove 21

insoluble material. An aliquot (200 μl) of each supernatant was added to 600 μl of 22

thiobarbituric acid (TBA) and incubated at 95 °C for 60 minutes. The samples were then 23

maintained in an ice bath for 10 minutes and 200 μl from each 800 μl reaction mixture were 24

placed into a 96-well microplate for spectrophotometric measurement at 532 nm. The results 25

Page 276: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

9

This article is protected by copyright. All rights reserved. 9

were analyzed with MDA standard curve at different concentrations and expressed as 1

nmol/mg protein. Protein concentration of the samples was measured following bicinchoninic 2

acid protein assay kit protocol (Sigma-Aldrich, Madrid, Spain). All assays were performed in 3

duplicates. 4

Leukocyte functions 5

Chemotaxis assay 6

The assay was carried out following the method previously described by De la Fuente and 7

colleagues (2004). Chambers with two compartments separated by a filter of 3 μm pore 8

diameter (Millipore, Ireland) were used. Aliquots of 300 μl of leukocyte suspensions were 9

placed in the upper compartment, and 400 μl of the chemoattractant fMet-Leu-Phe (fMLF, 10

Sigma), at a concentration of 10-8

M, were placed in the lower compartment. After 3 h 11

incubation, the filters were fixed and stained, and the number of lymphocytes on the lower 12

face of the filters was counted in one third of them, with an optical microscope, and recorded 13

as the chemotaxis index (CI). All the samples were assayed in duplicate. 14

NK activity assay 15

An enzymatic colorimetric assay was used for measurements of cytolysis of target cells 16

(Cytotox 96 TM Promega, Boerinher Ingelheim, Germany), based on the determination of the 17

activity of the enzyme lactate dehydrogenase (LDH), and using tetrazolium salts, as 18

previously published (De la Fuente et al., 2004). Briefly, target cells (YAC-1 cells from a 19

murine lymphoma) were seeded in 96-well U-bottom culture plates (Nunclon, Denmark) in 20

RPMI 1640 medium without phenol red, at a concentration of 104 cell/well. Effector cells 21

(leukocytes from spleen) were added at a concentration of 105

cell/well, thus obtaining an 22

effector/target rate of 10/1. The plates were centrifuged at 250 g for 4 minutes to facilitate 23

cell-to-cell contact and then incubated for 4 h. After incubation, plates were centrifuged again 24

at 250 g for 4 minutes and LDH activity was measured in the supernatants (50 µl/well) by 25

Page 277: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

10

This article is protected by copyright. All rights reserved. 10

addition of the enzyme substrate with absorbance recording at 490 nm. The results were 1

expressed as percentage of lysis. Each sample was assayed in triplicate. Three kinds of 2

control measurements were performed: a target spontaneous release, a target maximum 3

release and an effector spontaneous release. To determine the percentage of lysis of target 4

cells, the following equation was used: % lysis = ([E-ES-TS]/ [M-ES-TS]) × 100 5

where E is the mean absorbance in the presence of effector cells; ES is the mean absorbance 6

of effector cells incubated alone (effector spontaneous release); TS is the mean absorbance in 7

target cells incubated with medium alone (target spontaneous release), and M is the mean of 8

maximum absorbance after incubating target cells with lysis solution (target maximum 9

release). 10

Lymphoproliferation assay 11

Following the method previously described (De la Fuente et al., 2004), aliquots (200 µl) of 12

leukocytes (106 cells/ml complete medium) were seeded in 96-well flat-bottomed microtiter 13

plates (Numc, Roskilde, Denmark). Then, 20 µl of concanavaline A (ConA, 1µg/ml, Sigma, 14

St Louis, MO) or 20 µl of lipopolysaccharide (LPS, Escherichia coli 055:B5, 1µg/ml, Sigma) 15

were added per well. In order to assess spontaneous proliferation, 20 µl of complete medium 16

were added to some wells instead of the mitogens. After 48 h of incubation at 37 °C in an 17

atmosphere of 5% CO2, 0.5 µCi 3H-thymidine (Du Pont, Boston, MA, USA) were added to 18

each well. The cells were harvested in a semiautomatic microharvester 24 h later. Thymidine 19

uptake was measured using a beta counter (LKB, Uppsala, Sweden). The results were 20

expressed as 3H-thymidine uptake (cpm). All assays were performed in triplicates. 21

Statistical analysis 22

We tested the following hypotheses: 1) spleen from obese animals would be subjected to 23

higher oxidative stress than those from controls; 2) leukocytes from spleens of obese animals 24

would present altered chemotaxis, NK activity and proliferation in response to mitogens in 25

Page 278: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

11

This article is protected by copyright. All rights reserved. 11

relation to controls; 3) supplementation with 2-OHOA and n-3 PUFA would reverse the 1

observed changes. 2

Sample size was 8 per experimental group (unless otherwise specified), with assays 3

being conducted in triplicates (NK activity and lymphoproliferation) or duplicates (the rest of 4

assays). In those cases, the average value of the replicas was used. The results are expressed 5

as mean ± standard deviation (SD), or median and interquartile range (IQR), depending upon 6

normality of the data, which was checked by the Shapiro-Wilk test. For normally distributed 7

variables (XO activity, MDA levels, CI, NK activity and proliferation), one-way ANOVA 8

with Bonferroni post-hoc test were conducted to compare the four experimental groups. For 9

non-normally distributed variables (body weight, GSH and GSSG levels and GSSG/GSH), 10

the Kruskal-Wallis test was used to compare the four experimental groups, and Mann-11

Whitney was used to run pairwise comparisons when the Kruskal-Wallis test was significant. 12

Significance level was always set at P<0.05. All statistical tests were performed using IBM 13

SPSS v23. 14

Results 15

Effect of the treatments on body weight gain 16

The animals fed the obesogenic diet started gaining significantly more weight than the 17

controls after five weeks of high-fat feeding (P=0.036). Supplementation with 2-OHOA 18

resulted in progressive reduction of body weight, and at the end of the experiment the average 19

weight of the OD-HO group was significantly lower than that of controls (P=0.009). The 20

supplementation with n-3 PUFA did not have a significant effect on body weight when 21

compared to the OD group (figure 2). 22

Effect of the treatments on the oxidative stress parameters in spleen 23

The levels of reduced glutathione (GSH) were similar among experimental groups (P=0.518) 24

(figure 3A). On the contrary, the levels of oxidized glutathione (GSSG) and the GSSG/GSH 25

Page 279: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

12

This article is protected by copyright. All rights reserved. 12

ratios were significantly different between groups (P=0.003 and P=0.013, respectively). The 1

OD group presented the highest values; treatment with 2-OHOA seemed to prevent or reverse 2

the increase in both GSSG levels and GSSG/GSH, while n-3 PUFA seemed to ameliorate 3

only the rise in GSSG/GSH (figures 3B and 3C). Similarly, xanthine oxidase activity (figure 4

4) was different among experimental groups (P=0.015). The highest value corresponded to 5

the OD group (P=0.032 vs control), and the increase was abolished by supplementation with 6

n-3 PUFA (P=1.000 and P=0.032 vs control and OD groups, respectively), and partially by 2-7

OHOA (P=1.000 and P=0.114 vs control and OD groups, respectively). Lipid peroxidation 8

(measured as malondialdehyde [MDA] levels) was also different among treatments 9

(P=0.004), the differences being found between the OD and OD-HO groups (P=0.012), and 10

between the OD-HO and OD-N3 groups (P=0.017) (figure 5). 11

Effect of treatments on spleen leukocytes functions 12

Significant differences were found among the experimental groups for the chemotaxis index 13

(CI) of spleen lymphocytes (P<0.001), which was lowest in controls, and highest in the OD 14

group. Supplementation with 2-OHOA partially prevented or reversed the increase in the CI 15

(P=0.002 vs the OD group), while no significant effect could be attributed to n-3 PUFA 16

supplementation (P=0.863 vs the OD group) (figure 6). In contrast, the natural killer (NK) 17

activity of spleen leukocytes was higher in the control group than in all groups fed the 18

obesogenic diet (P=0.003), with no statistical differences observed between the OD group 19

and the groups that received the fatty acid supplements (P=1.000 for both post-hoc contrasts) 20

(figure 7). 21

With regards to the proliferative capacity of lymphocytes, no significant differences 22

were observed between groups in basal conditions (control group: 1395 ± 550; OD: 23

1283 ± 463; OD-HO: 1363 ± 346; and OD-N3: 1193 ± 361 cpm). In response to stimulation 24

by ConA, the OD group showed the lowest values of proliferation (P<0.001), a decrease that 25

Page 280: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

13

This article is protected by copyright. All rights reserved. 13

was totally reversed by supplementation with 2-OHOA and partially by supplementation with 1

n-3 PUFA (figure 8A). In response to LPS stimulation, the obesogenic diet per se did not 2

result in a significant alteration of the lymphoproliferative response, but the supplementation 3

with 2-OHOA was accompanied by higher levels of proliferation, in comparison with both 4

the control group (P<0.001) and the OD group (P=0.002) (figure 8B). 5

Discussion 6

The results of the current study support that the induction of dietary obesity during the 7

juvenile period leads to the development of obesity, oxidative stress and impaired leukocyte 8

function in spleen in adulthood. The supplementation with 2-OHOA, and to a lesser extent 9

with n-3 PUFA (EPA+DHA), was able to partially or completely ameliorate the alteration of 10

most leukocyte functions, and to improve the oxidative stress status in the obese mice. 11

We found that 2-OHOA supplementation, but not n-3 PUFA, led to a progressive 12

decrease in body weight. This was not accompanied by a decrease in food intake (data not 13

shown). Our results agree with Vögler and colleagues (2008), who previously reported that 2-14

OHOA-treated mice experienced a decrease in body weight through reduction of adipose fat 15

mass. With regards to n-3 PUFA, despite a considerable body of evidence (Thorsdottir et al., 16

2007; Buckley & Howe, 2010), a recent meta-analysis indicated that PUFA supplementation 17

does not promote anti-obesity effects in overweight/obese individuals, in agreement with our 18

results (Du et al., 2015). 19

The obese animals in our study presented increased oxidative stress and altered 20

function of leukocytes in spleen. Obesity is a risk factor for the progressive deterioration of 21

cellular immune functions (Tarantino et al., 2013), and has been associated with premature 22

immunosenescence, a situation of both oxidative and inflammatory stress (De la Fuente & De 23

Castro, 2012; De la Fuente, 2014). The pathophysiological mechanisms by which cellular 24

immune functions are affected by obesity are still under investigation but the spleen may play 25

Page 281: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

14

This article is protected by copyright. All rights reserved. 14

an important role (Tarantino et al., 2013). The increased oxidative stress in our mice was 1

manifested by higher GSSG, GSSG/GSH ratio, lipid peroxidation and xanthine oxidase 2

activity levels. This suggests that obesity was accompanied by elevated formation of oxidants 3

rather than a decrease in the levels of antioxidants, at least in the spleen. This is the first time 4

to our knowledge that GSH, GSSG, and the GSSG/GSH ratio have been investigated in the 5

spleen of dietary obese mice, but our results agree with previous studies that looked at other 6

organs and/or species (Capel & Dorrell, 1984; Kolesnikova et al., 2013; Hunsche et al., 7

2016). An increased GSSG/GSH ratio has been associated with a number of diseases, 8

including type-2 diabetes (Lee et al., 2008), and it can therefore be a useful health marker in 9

the assessment of obesity-related comorbidities. In a similar manner, the activity of XO in 10

thymus has been reported to be higher in obese rats than in normal weight controls (De la 11

Fuente & De Castro, 2012), and to be elevated in obese children when compared to non-obese 12

children (Chiney et al., 2011). In our study, the supplementation with unsaturated fatty acids 13

proved to be effective at improving the oxidative state of obese mice; 2-OHOA 14

supplementation reduced both GSSG levels and GSSG/GSH ratio, as well as MDA levels 15

(the marker of lipid peroxidation), when compared to the OD group, while XO activity was 16

decreased by n-3 PUFA supplementation (in relation to the OD group). Our results are in 17

agreement with previous evidence showing that olive oil consumption can favour tissue 18

antioxidant defence mediated by the glutathione system (De La Cruz et al., 2000), reduce 19

lipid peroxidation levels (El-Kholy et al., 2014), and improve plasma antioxidant capacity 20

(Pitsavos et al., 2005). 21

In our study, obese animals presented as well higher chemotaxis, lower cytotoxic 22

activity and lower mitogen-induced proliferation in spleen leukocytes. The chemotaxis 23

capacity enables the migration of circulating immune cells into tissues and their accumulation 24

in infection or injury sites, in order to produce an adequate inflammatory and defensive 25

Page 282: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

15

This article is protected by copyright. All rights reserved. 15

response (Doherty et al., 1987). Understanding the significance of increased chemotaxis in 1

our obese mice would require further research, as evidence available is not unanimous in this 2

respect. On the one hand, decreased chemotaxis has been reported in neutrophils from 3

genetically obese mice (Kordonowy et al., 2012), and in peritoneal immune cells from aged 4

mice, which are in a state of oxidative stress (De la Fuente & Miquel, 2009). On the other 5

hand, a rise in the chemotactic indices of spleen lymphocytes was observed in a mouse model 6

of Alzheimer’s disease, another condition with a high oxidative situation (Giménez-Llort et 7

al., 2008), while another study showed enhanced immune cell chemotaxis in mice fed a high-8

fat diet (Qiao et al., 2009). High-fat consumption has been reported to induce cellular 9

adherence activation (Esser et al., 2013), which in turn is linked to oxidative stress (De la 10

Fuente & Miquel, 2009). The increased chemotaxis observed in our study, therefore, is likely 11

to be related to the oxidative stress state of the obese mice. It is important, however, to 12

highlight that changes in chemotactic function can be dependent on the type of immune cells 13

and organs analysed. Supplementation with 2-OHOA, but not with n-3 PUFA, was able to 14

partially prevent or reverse the rise in the chemotaxis index associated with obesity in our 15

mice. In agreement with our findings, previous studies have reported no effect of n-3 PUFA 16

on neutrophil chemotaxis (Schmidt et al., 1996; Healy et al., 2000; Hill et al., 2007), 17

although other authors did observe diminished neutrophil chemotaxis in response to these 18

fatty acids (Lee et al., 1985; Luostarinen et al., 1992; Schmidt et al., 1992; Sperling et al., 19

1993). In relation to 2-OHOA, our study is to our knowledge the first to report a significant 20

amelioration of obesity-related changes in spleen leukocyte chemotaxis. 21

Natural killer cytotoxic activity was lower in all the groups fed the obesogenic diet. 22

These results are consistent with previous studies indicating that high-fat-fed mice, obese rats 23

and obese humans suffer from diminished NK cell cytotoxicity (Morrow et al., 1985; 24

Moriguchi et al., 1998; Lamas et al., 2004; O’Shea et al., 2010; De la Fuente & De Castro, 25

Page 283: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

16

This article is protected by copyright. All rights reserved. 16

2012). NK cells constitute the most important defensive line against malignant and virus-1

infected cells. Thus, a decrease in their activity renders the animals more susceptible to 2

infections and tumours. Interestingly, similar changes in NK activity have been observed in 3

old and prematurely aging animals (De la Fuente et al., 2004; De la Fuente & Miquel, 2009). 4

In our study, neither 2-OHOA nor n-3 PUFA supplementation resulted in any improvement 5

of NK activity, in agreement with previous work (Berger et al., 1993; Yaqoob et al., 2000). 6

Therefore, we can speculate that changes in NK activity in our study were not directly linked 7

to the oxidative stress status of the animals, but to other alterations associated with obesity 8

and/or high fat intake. 9

Finally, obesity in our study was accompanied by decreased lymphoproliferative 10

response after stimulation with the mitogen ConA, but not with LPS or under basal 11

conditions. ConA is a T-cell mitogen, while LPS acts as a B-cell mitogen. These different 12

mitogen actions could explain why the experimental treatments did not affect proliferation in 13

all conditions, and suggest instead that obesity impacts specifically on certain types of 14

immune cells (Perez de Heredia et al., 2015). In addition, we did not observe statistically 15

significant differences in the percentages of CD3+ cells (T lymphocytes) and CD19

+ cells (B 16

lymphocytes) among the experimental groups (data not shown), which would be in 17

agreement with the lack of proliferative response to LPS and also with the similar levels of 18

lymphoproliferation in the basal state. We can only speculate at this point, but our results 19

could suggest that obesity and/or the high-fat diet did not affect the basal proliferation 20

capacity of lymphocytes per se, but could impair the ability of the spleen to respond to an 21

offense by increasing the population of T lymphocytes specifically. More research is needed 22

to understand the pathways and mechanisms by which obesity can impact lymphocyte 23

maturation in spleen. Supplementation with 2-OHOA led to restored lymphoproliferation 24

levels in response to ConA, and also resulted in higher proliferative response to LPS 25

Page 284: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

17

This article is protected by copyright. All rights reserved. 17

stimulation in our study, while n-3 PUFA supplementation did not affect significantly either 1

ConA- or LPS-stimulated proliferation. Other authors, by contrary, have reported lower olive 2

oil-induced lymphoproliferative response to both ConA and LPS, when comparing to other 3

types of fat (de Pablo et al., 1998), and that n-3 PUFA could reduce in vitro lymphocyte 4

proliferation (Peterson et al., 1998). Further research is required as well in order to confirm 5

the effects of both 2-OHOA and n-3 PUFA in modulating the proliferation of spleen 6

leukocytes. 7

Our study has certain limitations that should be addressed. Additional measures of 8

anti-oxidant markers, like total anti-oxidant capacity of the spleen, could contribute to 9

confirm our hypothesis that oxidative stress in obesity is due to increased generation of 10

oxidants rather than decreased anti-oxidant defence mechanisms. The analysis of the activity 11

of the enzymes glutathione peroxidase and glutathione reductase could contribute to explain 12

the results obtained in relation to levels of GSH and GSSG. Similarly, the analysis of the 13

activity of the superoxide dismutase could shed light on the results obtained in relation to 14

xanthine oxidase. Unfortunately, the amount of tissue available limited the number of 15

analyses that could be conducted in the spleens. In this line, it would have also been 16

interesting to analyse antioxidant markers in plasma, in order to confirm the oxidative stress 17

state associated with obesity, but again the amount of blood available from each mouse was 18

very limited and it was necessary to conduct a set of humoral and metabolic determinations. 19

In conclusion, early induction of dietary obesity led to oxidative stress and impaired 20

leukocyte function in mice, suggesting premature immunosenescence. Supplementation with 21

2-OHOA, and to a lesser extent with n-3 PUFA, was able to reduce body weight and to 22

ameliorate the oxidative stress and alteration of several leukocyte functions in the spleen of 23

obese mice. 24

REFERENCES 25

Page 285: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

18

This article is protected by copyright. All rights reserved. 18

Berger A, German J.B, Chiang B.L, Ansari AA, Keen CL, Fletcher MP & Gershwin (1993). 1

Influence of feeding unsaturated fats on growth and immune status of mice. J Nutr 123, 225-2

233. 3

Bezerra IN, Goldman J, Rhodes DG, Hoy MK, de Moura Souza A, Chester DN, Martin CL, 4

Sebastian RS, Ahuja JK, Sichieri R & Moshfegh AJ (2014). Difference in adult food group 5

intake by sex and age groups comparing Brazil and United States nationwide surveys. Nutr J 6

13, 74. 7

Buckley D & Howe PR (2010). Long-chain omega-3 polyunsaturated fatty acids may be 8

beneficial for reducing obesity-a review. Nutrients 2(12), 1212-1230. 9

Calder PC & Grimble RF (2002). Polyunsaturated fatty acids, inflammation and immunity. 10

Eur J Clin Nutr 56(3), 14-19. 11

Capel ID & Dorrell HM (1984). Abnormal antioxidant defence in some tissues of 12

congenitally obese mice. Biochem J 219, 41-49. 13

Cesta MF (2006). Normal structure, function, and histology of the spleen. Toxicol Pathol 14

34(5), 455–465. 15

Chiney MS, Schwarzenberg SJ & Johnson LA (2011). Altered xanthine oxidase and N-16

acetyltransferase activity in obese children. Br J Clin Pharmacol 72, 109-115. 17

Cuevas A, Alvarez V & Olivos C (2009). The emerging obesity problem in Latin America. 18

Expert Rev Cardiovasc Ther 7(3), 281-288. 19

De La Cruz JP, Quintero L, Villalobos MA & Sánchez de la Cuesta F (2000). Lipid 20

peroxidation and glutathione system in hyperlipemic rabbits: influence of olive oil 21

administration. Biochim Biophys Acta 1485(1), 36-44. 22

Page 286: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

19

This article is protected by copyright. All rights reserved. 19

De la Fuente M (2014). The immune system, a marker and modulator of the rate of aging. In 1

Immunology of Aging, ed. Massoud A & Rezaei N. pp. 3-23. Springer-Verlag, Berlin, 2

Heidelberg. 3

De la Fuente M, Baeza I, Guayerbas N, Puerto M, Castillo C, Salazar V, Ariznavarreta C & 4

F-Tresguerres JA (2004). Changes with aging in several leukocyte functions of male and 5

female rats. Biogerontol 5, 389-400. 6

De la Fuente M, Cruces J, Hernandez O & Ortega E (2011). Strategies to improve the 7

functions and redox state of the immune system in aged subjects. Curr Pharm Des 17, 3966-8

3993. 9

De la Fuente M & De Castro NM (2012). Obesity as a model of premature 10

immunosenescence. Curr Immunol Rev 8, 63-75. 11

De la Fuente M & Miquel J (2009). An update of the oxidation-inflammation theory of aging: 12

the involvement of the immune system in oxi-inflamm-agin. Curr Pharm Des 15, 3003-3026. 13

De Pablo MA, Ortega E, Gallego AM, Álvarez C, Pancorbo PL & Alvarez de Cienfuegos G 14

(1998). Influence of diets containing olive oil, sunflower oil or hydrogenated coconut oil on 15

the immune response of mice. J Clin Biochem Nutr 25, 11-23. 16

Doherty DE, Haslett C, Tonnesen MG & Henson PM (1987). Human monocyte adherence: a 17

primary effect of chemotactic factors on the monocyte to stimulate adherence to human 18

endothelium. J Immunol 138, 1762-1771. 19

Du S, Jin J, Fang W & Su Q (2015). Does fish oil have an anti-obesity effect in 20

overweight/obese adults? A meta-analysis of randomized controlled trials. PLoS One 10, 21

e0142652. 22

Page 287: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

20

This article is protected by copyright. All rights reserved. 20

El-Kholy TA, Hilal MA, Al-Abbadi HA, Serafi AS, Al-Ghamdi AK, Sobhy HM & 1

Richardson JR (2014). The effect of extra virgin olive oil and soybean on DNA, cytogenicity 2

and some antioxidant enzymes in rats. Nutrients 6, 2376-2386. 3

Esser D, van Dijk SJ, Oosterink E, Müller M & Afman LA (2013). A high-fat SFA, MUFA, 4

or n-3 PUFA challenge affects the vascular response and initiates an activated state of cellular 5

adherence in lean and obese middle-aged men. J Nutr 143, 843-851. 6

Fitó M, de la Torre R & Covas MI (2007). Olive oil and oxidative stress. Mol Nutr Food Res 7

51(10), 1215-1224. 8

Giménez-Llort L, Arranz L, Mate I & De la Fuente M (2008). Gender-specific 9

neuroimmunoendocrine aging in a triple-transgenic 3xTg-AD mouse model for Alzheimer's 10

disease and its relation with longevity. Neuroimmunomodulation 15, 331-343. 11

Grundy D (2015). Principles and standards for reporting animal experiments in The Journal 12

of Physiology and Experimental Physiology. Exp Physiol 100, 755-758. 13

Healy D, Wallace FA, Miles EA, Calder PC & Newsholm P (2000). The effect of low to 14

moderate amounts of dietary fish oil on neutrophil lipid composition and function. Lipids 35, 15

763-768. 16

Hill AM, Worthley C, Murphy KJ, Buckley JD, Ferrante A & Howe PR (2007). N-3 Fatty 17

acid supplementation and regular moderate exercise: differential effects of a combined 18

intervention on neutrophil function. Brit J Nutr 98, 300-309. 19

Hissin PJ & Hilf R (1976). A fluorometric method for determination of oxidized and reduced 20

glutathione in tissues. Anal Biochem 74, 214-226. 21

Page 288: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

21

This article is protected by copyright. All rights reserved. 21

Hunsche C, Hernandez O & De la Fuente M (2016). Impaired immune response in old mice 1

showing obesity and premature immunosenescence in adulthood. J Gerontolog A Biol Sci 2

Med Sci 71(8), 983-991. 3

Karlsson EA, Sheridan PA & Beck MA (2010). Diet-induced obesity impairs the T cell 4

memory response to influenza virus infection. J Immunol 184, 3127-3133. 5

Kolesnikova LI, Vanteeva OA, Kurashova NA & Vlasov B (2013). Glutathion as an 6

important component of thiosulfid system of infertility pathogenesis in overweight men. 7

Vestn Ross Akad Med Nauk 7, 9-12. 8

Kordonowy LL, Burg E, Lenox CC, Gauthier LM, Petty JM, Antkowiak M, Palvinskaya T, 9

Ubags N, Rincón M, Dixon AE, Vernooy JH, Fessler MB, Poynter ME & Suratt BT (2012). 10

Obesity is associated with neutrophil dysfunction and attenuation of murine acute lung injury. 11

Am J Resp Cell Mol Biol 47(1), 120-127. 12

Lamas O, Martínez JA & Marti A (2004). Energy restriction restores the impaired immune 13

response in overweight (cafeteria) rats. J Nutr Biochem 15, 418-425. 14

Lee DH, Steffes MW & Jacobs DR (2008). Can persistent organic pollutants explain the 15

association between serum gammaglutamyltransferase and type 2 diabetes? Diabetologia 51, 16

402-407. 17

Lee TH, Hoover RL, Williams JD, Sperling R.I, Ravalese J, Spur BW, Robinson DR, Corey 18

EJ, Lewis RA & Austen K (1985). Effects of dietary enrichment with eicosapentaenoic acid 19

and docosahexaenoic acid on in vitro neutrophil and monocyte leukotriene generation and 20

neutrophil function. N Engl J Med 312, 1217-1224. 21

Page 289: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

22

This article is protected by copyright. All rights reserved. 22

Luostarinen R, Siegbahn A & Saldeen T (1992). Effect of dietary fish oil supplemented with 1

different doses of vitamin E on neutrophil chemotaxis in healthy volunteers. Nutr Res 12, 2

1419-1430. 3

Matsuda M & Shimomura I (2013). Increased oxidative stress in obesity: implications for 4

metabolic syndrome, diabetes, hypertension, dyslipidemia, atherosclerosis, and cancer. Obes 5

Res Clin Pract 7, 330-341. 6

Minich DM & Bland JS (2008). Dietary management of the metabolic syndrome beyond 7

macronutrients. Nutr Rev 66, 429-444. 8

Moriguchi S, Kato M, Sakai K, Yamamoto S & Shimizu E (1998). Exercise training restores 9

decreased cellular immune functions in obese Zucker rats. J Appl Physiol 84(1), 311-317. 10

Morrow WJ, Ohashi Y, Hall J, Pribnow J, Hirose S, Shirai T & Levy JA (1985). Dietary fat 11

and immune function. I. Antibody responses, lymphocyte and accessory cell function in 12

(NZB x NZW) F1 mice. J Immunol 135, 3857–3863. 13

O’Shea D, Cawood TJ, O’Farrelly C & Lynch L (2010). Natural killer cells in obesity: 14

impaired function and increased susceptibility to the effects of cigarette smoke. PLoS One 5, 15

e8660. 16

Padovese R & Curi R (2009). Modulation of rat neutrophil function in vitro by cis- and trans-17

MUFA. B J Nutr 101, 1351-1359. 18

Paschoal VA, Vinolo MA, Crisma AR, Magdalon J & Curi R (2013). Eicosapentaenoic 19

(EPA) and docosahexaenoic (DHA) acid differently modulate rat neutrophil function in vitro. 20

Lipids 48, 93-103. 21

Page 290: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

23

This article is protected by copyright. All rights reserved. 23

Perez de Heredia F, Gomez-Martinez S & Marcos A (2012). Obesity, inflammation and the 1

immune system. Proc Nutr Soc 71, 332-338. 2

Pérez-de-Heredia F, Gómez-Martínez S, Díaz LE, Veses AM, Nova E, Wärnberg J, 3

Huybrechts I, Vyncke K, Androutsos O, Ferrari M, Palacios G, Wastlund A, Kovács E, 4

Gottrand F, González-Gross M, Castillo MJ, Sjöstrom M, Manios Y, Kafatos A, Molnár D, 5

Widhalm K, Moreno LA & Marcos A (2015). Influence of sex, age, pubertal maturation and 6

body mass index on circulating white blood cell counts in healthy European adolescents-the 7

HELENA study. Eur J Pediatrics 174(8), 999-1014. 8

Peterson LD, Jeffrey NM, Thies F, Sanderson P, E. A. Newsholme EA & Calder PC (1998). 9

Eicosapentaenoic and docosahexaenoic acids alter rat spleen leukocyte fatty acid composition 10

and prostaglandin E2 production but have different effects on lymphocyte functions and cell 11

mediated immunity. Lipids 33, 171-180. 12

Pitsavos C, Panagiotakos DB, Tzima N, Chrysohoou C, Economou M, Zampelas A & 13

Stefanadis C (2005). Adherence to the Mediterranean diet is associated with total antioxidant 14

capacity in healthy adults: the ATTICA study. Am J Clin Nutr 82, 694-699. 15

Qiao M, Zhao Q, Lee CF, Tannock LR, Smart EJ, Lebaron RG, Phelix CF, Rangel Y & 16

Asmis R (2009). Thiol oxidative stress induced by metabolic disorders amplifies macrophage 17

chemotactic responses and accelerates atherogenesis and kidney injury in LDL receptor-18

deficient mice. Arterioscler Thromb Vasc Biol 29, 1779-1786. 19

Savini I, Catani MV, Evangelista D, Gasperi V & Avigliano L (2013). Obesity-associated 20

oxidative stress: strategies finalized to improve redox state. Int J Mol Sci 14, 10497-10538. 21

Page 291: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

24

This article is protected by copyright. All rights reserved. 24

Schmidt EB, Varming K, Moller JM, Bülow Pedersen I, Madsen P & Dyerberg J (1996). No 1

effect of a very low dose of n-3 fatty acids on monocyte function in healthy humans, Scand J 2

Clin Investig 56, 87-92. 3

Schmidt EB, Varming K, Perdersen JO, Lervang HH, Grunnet N, Jersild C & Dyerberg J 4

(1992). Long term supplementation with n-3 fatty acids. II. Effect on neutrophil and 5

monocyte chemotaxis. Scand J Clin Lab Investig 52, 229-236. 6

Schroder H, Marrugat J, Vila J, Vila J, Covas MI & Elosua R (2004). Adherence to the 7

traditional Mediterranean diet is inversely associated with body mass index and obesity in a 8

Spanish population. J Nutr 134, 3355-3361. 9

Sperling RI, Benincaso A.I, Knoell CT, Larkin JK, Austen KF & Robinson DR (1993). 10

Dietary ω-3 polyunsaturated fatty acids inhibit phosphoinositide formation and chemotaxis in 11

neutrophils. J Clin Invest 91, 651-660. 12

Tarantino G, Scalera A & Finelli C (2013). Liver-spleen axis: Intersection between 13

immunity, infections and metabolism. World J Gastroenterol 19(23), 3534-3542. 14

Thorsdottir I, Tomasson H, Gunnarsdottir I, Gisladottir E, Kiely M, Parra MD, Bandarra NM, 15

Schaafsma G & Martinéz JA (2007). Randomized trial of weight-loss-diets for young adults 16

varying in fish and fish oil content. Int J Obes 31, 1560-1566. 17

Vida C, Gonzalez EM & De la Fuente M (2014). Increase of oxidation and inflammation in 18

nervous and immune systems with aging and anxiety. Curr Pharm Des 20, 4656-4678. 19

Vögler O, López-Bellan A, Alemany R, Tofé S, González M, Quevedo J, Pereg V, Barceló F 20

& Escriba PV (2008). Structure-effect relation of C18 long-chain fatty acids in the reduction 21

of body weight in rats. Int J Obes (Lond) 32, 464-473. 22

Page 292: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

25

This article is protected by copyright. All rights reserved. 25

Yaqoob P, Pala HS, Cortina-Borja M, Newsholme EA & Calder PC (2000). Encapsulated 1

fish oil enriched in α-tocopherol alters plasma phospholipid and mononuclear cell fatty acid 2

compositions but not mononuclear cell functions. Eur J Clin Invest 30, 260-274. 3

4

Page 293: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

26

This article is protected by copyright. All rights reserved. 26

Additional information 1

Competing interests 2

The authors want to declare that the work was partially funded by BTSA-Applied 3

Biotechnologies S.L., who was the manufacturer of the experimental fatty acid supplements. 4

This funding was not provided directly to the researchers; it occurred in the context of a 5

larger consortium coordinated by the CENIT (National Strategic Consortia for Technical 6

Research) Program under the supervision of the Spanish Ministry of Science and Innovation. 7

Author contributions 8

M.d.l.F., L.E.D and A.M. were responsible of the conception and design of the research; A.M. 9

was the research coordinator; A.G., L.E.D., C.H. and O.H., performed the experiments; A.G., 10

N.R., C.H., O.H. and F.P.d.H. participated in the data analysis; F.P.d.H., N.R. and A.G. 11

interpreted the results of experiments; A.G. and F.P.d.H. prepared the figures; F.P.d.H., A.G., 12

L.E.D. and M.d.l.F. drafted the manuscript; F.P.d.H., A.G., L.E.D., M.d.l.F., C.H., N.R. and 13

A.M. revised, edited and approved the final version of the manuscript. 14

Funding 15

Work was supported by CENIT (National Strategic Consortia for Technical Research) 16

Program and BTSA-Applied Biotechnologies S.L., the Spanish Ministry of Economy and 17

Competitiveness (MICINN; BFU2011-3036), the RETICEF (RD12/0043/0018) and FIS 18

(PI15/01787) from the Carlos III Health Institute (ISCIII)-FEDER of the European Union and 19

The PRONAOS Study (CDTI 20081114). 20

Acknowledgements 21

The present study was performed as part of the PRONAOS study. The authors wish to 22

acknowledge Belén Garzón and Laura Barrios, from the Department of Computer Science at 23

CSIC (SGAI-Spanish National Research Council) for their support and assistance in the 24

statistical analysis of data. 25

Page 294: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

27

This article is protected by copyright. All rights reserved. 27

FIGURE LEGENDS 1

Figure 1. Experimental design and timing. 2-OHOA: 2-hydroxyoleic acid; PUFA: 2

polyunsaturated fatty acids; C: control; OD: obesogenic diet; OD-HO: obesogenic diet + 2-3

OHOA; OD-N3: obesogenic diet + n-3 PUFA. 4

5

Figure 2. Evolution of the body weight of mice in the four experimental groups (C: control; 6

OD: obesogenic diet; OD-HO: obesogenic diet + 2-OHOA; OD-N3: obesogenic diet + n-3 7

PUFA; n=8 animals/group). The dotted lines indicate, left to right, the beginning of the 8

administration of the moderate-fat diet, the high-fat diet and the supplements. Arrows 9

indicate the weeks when the average body weights started to differ significantly between 10

controls and obesogenic diet-fed animals (P=0.036), and between the OD-HO group and the 11

other two obesogenic-diet fed groups (P=0.011), as analysed by Kruskal-Wallis. 12

Page 295: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

28

This article is protected by copyright. All rights reserved. 28

1

Figure 3. Levels of reduced (GSH) (A) and oxidized glutathione (GSSG) (B) and the 2

GSSG/GSH ratios in the spleen homogenates of mice from the four experimental groups (C: 3

control; OD: obesogenic diet; OD-HO: obesogenic diet + 2-OHOA; OD-N3: obesogenic diet 4

+ n-3 PUFA; n=7 animals/group). All assays were performed in duplicates. Differences 5

between treatments analysed by Mann-Whitney, *P<0.05, **P<0.01. 6

Page 296: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

29

This article is protected by copyright. All rights reserved. 29

1

Page 297: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

30

This article is protected by copyright. All rights reserved. 30

1

Page 298: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

31

This article is protected by copyright. All rights reserved. 31

1

Figure 4. Xanthine Oxidase (XO) activity in the spleen homogenates of mice from the four 2

experimental groups (C: control; OD: obesogenic diet; OD-HO: obesogenic diet + 2-OHOA; 3

OD-N3: obesogenic diet + n-3 PUFA; n=7 animals/group). All assays were performed in 4

duplicates. Boxplots represent means, 95% CI, minimum and maximum values. Different 5

superscript letters indicate significant differences as analysed by one-way ANOVA with post-6

hoc correction by Bonferroni, P<0.05. 7

Page 299: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

32

This article is protected by copyright. All rights reserved. 32

1

Figure 5. Lipid peroxidation, measured as levels of malondialdehyde (MDA), in the spleen 2

homogenates of mice from the four experimental groups (C: control [n=6]; OD: obesogenic 3

diet [n=6]; OD-HO: obesogenic diet + 2-OHOA [n=4]; OD-N3: obesogenic diet + n-3 PUFA 4

[n=5]). All assays were performed in duplicates. Boxplots represent means, 95% CI, 5

minimum and maximum values. Different superscript letters indicate significant differences 6

as analysed by one-way ANOVA with post-hoc correction by Bonferroni, P<0.05. 7

Page 300: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

33

This article is protected by copyright. All rights reserved. 33

1

Figure 6. Chemotaxis index of spleen leukocytes of mice from the four experimental groups 2

(C: control; OD: obesogenic diet; OD-HO: obesogenic diet + 2-OHOA; OD-N3: obesogenic 3

diet + n-3 PUFA; n=8 animals/group). All assays were performed in duplicates. Boxplots 4

represent means, 95% CI, minimum and maximum values. Different superscript letters 5

indicate significant differences as analysed by one-way ANOVA with post-hoc correction by 6

Bonferroni, P<0.05. 7

Page 301: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

34

This article is protected by copyright. All rights reserved. 34

1

Figure 7. Natural killer (NK) activity of spleen leukocytes of mice from the four 2

experimental groups (C: control; OD: obesogenic diet; OD-HO: obesogenic diet + 2-OHOA; 3

OD-N3: obesogenic diet + n-3 PUFA; n=8 animals/group). All assays were performed in 4

triplicates. Boxplots represent means, 95% CI, minimum and maximum values. Different 5

superscript letters indicate significant differences as analysed by one-way ANOVA with post-6

hoc correction by Bonferroni, P<0.05. 7

Page 302: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

35

This article is protected by copyright. All rights reserved. 35

1

Figure 8. Lymphoproliferative response to concanavalin A (ConA) (A) and to 2

lipopolysaccharide (LPS) (B) of spleen leukocytes of mice from the four experimental groups 3

(C: control; OD: obesogenic diet; OD-HO: obesogenic diet + 2-OHOA; OD-N3: obesogenic 4

diet + n-3 PUFA; n=7 animals/group). All assays were performed in triplicates. Boxplots 5

represent means, 95% CI, minimum and maximum values. Different superscript letters 6

indicate significant differences as analysed by one-way ANOVA with post-hoc correction by 7

Tamhane (ConA) or Bonferroni (LPS), P<0.05. 8

9

Page 303: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

36

This article is protected by copyright. All rights reserved. 36

1

Page 304: Desarrollo de una nueva generación de alimentos para el control de … · 2018-04-10 · UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID . FACULTAD DE FARMACIA . Departamento de Nutrición y Bromatología

37

This article is protected by copyright. All rights reserved. 37

1