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UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE ECONOMÍA
DETERMINANTES DE LA PARTICIPACIÓN LABORAL DE LOS JÓVENES EN VENEZUELA
1985-2005
Por:
Navarro Clemente, Dayana C.
Tutor
Ec. Daza López, Abelardo
Trabajo de Grado Presentado ante la Ilustre Universidad Católica Andrés Bello, como
requisito parcial para optar al título de Economista.
Caracas, Octubre 2006
AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIA
A Dios, a Mis Padres, a Carlos León, a Abelardo Daza, a Ángel Alayón. Y
a todos aquellos que ayudaron a que este trabajo pudiera ser realizado
Este trabajo esta dedicado a Rosa Mercedes y Leroy Alejandro.
INDICE
AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIAS ÍNDICE INTRODUCCIÓN CAPÍTULO I REVISION TEORICA 1.1 La Oferta de Trabajo 1.1.2 Por qué los Jóvenes son Diferentes 1.2 Jóvenes y Mercado de Trabajo 1.2.2 La transición de la Escuela al Trabajo 1.2.3 Algunas Características Generales de la Fuerza de Trabajo Juvenil 1.3 Factores que Determinan la Participación de los Jóvenes dentro del Mercado Laboral 1.3.1 La Edad 1.3.2 La Educación 1.3.3 La Situación del Hogar 1.3.4 El Genero 1.3.5 Otros Factores que Pueden Explicar los Problemas de Inserción Laboral CAPITULO II MERCADO LABORAL EN VENEZUELA 2.1 Comportamiento del Mercado Laboral en Venezuela 2.2 Características del Desempeño Laboral en Venezuela de los Jóvenes entre 15-24 años 2.2.1 Aspectos Demográficos 2.2.2 Educación y Niveles de Escolaridad 2.2.3 Edad Promedio para Ingresar al Mercado de Trabajo 2.2.4 Influencia de la Estructura del Hogar y el Desempleo de los Jóvenes adultos 2.2.5 Comportamiento de la Participación ante los Ciclos Económicos CAPÍTULO III RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
2 3 5
10
10
12 14 14 14 16 17
18 19 24 25 26 29
34
34
34 45
46 48 59 68
71
74
74
3.1 Metodología de modelos cuya variable dependiente es cualitativa 3.2 Fuente de datos 3.3 Especificación y resultados 3.4 Implicaciones de los Resultados Econométricos sobre el Fenómeno de Reducción de la Oferta Laboral en 2005 CAPÍTULO IV
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
ANEXOS
74 76 77
83
87
87
90
94
5
INTRODUCCIÓN
Aunque en los años 1993 y 2000 Venezuela registró bajas tasas de crecimiento en su
participación laboral, no es hasta 2005 cuando, luego de 33 años, la participación
laboral registró una contracción. (Véase gráfico 1.1)
Gráfico 1.1. Evolución de la tasa de crecimiento de la oferta laboral en
Venezuela
-4,0%-2,0%0,0%2,0%4,0%6,0%8,0%
10,0%12,0%14,0%
1972
1974
1976
1978
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
Fuente: Anuarios estadísticos del INE. Varios años
Las implicaciones de esta reducción de la oferta revisten una gran importancia, de
hecho, en un contexto en el cual, a pesar del crecimiento de la economía, la demanda
de trabajo no ha experimentado incrementos sustanciales en comparación con años
anteriores. Es posible concluir que una buena parte de la caída en la tasa de
6
desempleo experimentada en Venezuela durante el año 2005 descansa en el
comportamiento reciente de la oferta laboral1
Al descomponer la oferta laboral de acuerdo con los grupos de edad, es posible
identificar que la caída de la oferta laboral obedece a la reducción de la oferta laboral
del grupo de venezolanos, cuya edad se encuentra entre los 15 y 24 años. En efecto,
durante los dos últimos años, la reducción acumulada de la oferta laboral para este
grupo etáreo supera en 10% lo que contrasta con un aumento promedio alrededor del
6% que ha registrado la oferta laboral para los grupos que se encuentran entre los 25
y los 44 años de edad y el grupo que se encuentra entre los 45 y los 64 años.
.
Gráfico 1.2. Evolución de la tasa de crecimiento de la oferta de trabajo
distribuido por grupos de edad.
4,8%
-4,3%
4,9%
-1,4%
-6,8%
-3,9%
2,6%
7,5% 7,1%
4,6% 3,8%2,8% 3,6%
9,0%
1,7%
4,2%
-10,0%
-5,0%
0,0%
5,0%
10,0%
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
15-24 años 25 - 44 años 45-64 años
Fuente: Anuarios estadísticos del INE. Varios años
La teoría económica predice que los individuos reducen su oferta de trabajo cuando,
manteniendo todo lo demás constante, el efecto ingreso (efecto generado por el 1 La tasa de desempleo registró una disminución de aproximadamente 20% en el año 2005 al pasar de 13,9% en el segundo semestre de 2004 a 11,4% en el mismo período de 2005. En este año, la creación promedio de empleo se ubicó alrededor de los en 260.000 puestos de trabajo, número incluso inferior a los 290.000 puestos de trabajo creados en el año 2002. Con una creación neta de empleos menor, la única manera de reducir la tasa de desempleo es mediante una menor participación laboral
7
aumento en el poder de compra del salario) es mayor al efecto sustitución (efecto
originado por el cambio en el precio relativo del ocio).
El efecto ingreso indica que un aumento del salario aumenta la demanda de todos los
bienes incluyendo al ocio. Dado que el tiempo de las personas tiene sólo dos posibles
implicaciones, un aumento de la demanda de ocio se traduce en una disminución del
tiempo dedicado al trabajo. De manera que un aumento del salario promedio
devengado podría constituir un elemento explicativo en el comportamiento de la
oferta laboral para este grupo.
Reprocesando las encuestas de hogares por muestreo, se estima que el salario
promedio real de los trabajadores ha mostrado una recuperación real de 20% en los
dos últimos años. Suponiendo que otros determinantes de la oferta laboral, tales
como el genero, el nivel de ingreso de los padres, el estado civil y el nivel de
educación permanecen constantes, los datos sugerirían que el efecto ingreso es
mayor al efecto sustitución, sólo para el grupo de adolescentes y jóvenes adultos.
8
Gráfico 1.3: Evolución del salario promedio real. (Bolívares constantes. Base
1997)
0,0020.000,0040.000,0060.000,0080.000,00
100.000,00120.000,00
1er s
em 2
000
2do
sem
200
0
1er s
em 2
001
2do
sem
200
1
1er s
em 2
002
2do
sem
200
2
1er s
em 2
003
2do
sem
200
3
1er s
em 2
004
2do
sem
200
4
1er s
em 2
005
2do
sem
200
5
Fuente: Reprocesamiento de la encuesta de hogares por muestreo por Daza y Navarro 2006.
El objetivo de esta investigación consiste en discriminar si el comportamiento de la
oferta laboral de los adolescentes y jóvenes adultos, simplemente está respondiendo a
un predominio del efecto ingreso sobre el efecto sustitución, algo que está asociado
al ciclo económico expansivo actual de la economía y que podría tener carácter
temporal o en la reducción de la oferta laboral de los dos últimos años, están
influenciando otros factores diferentes al salario. Por ejemplo, ¿Es acaso esta
reducción en la oferta laboral de los jóvenes un choque permanente causado por un
mayor esfuerzo y compromiso con la educación? Si fuese así ¿han cambiado las
fuentes de financiamiento de la educación y ello ha generado este cambio en el
patrón de la oferta laboral? Este trabajo pretende dar respuestas a estas preguntas.
La investigación se estructurará en cuatro capítulos. En el primero de ellos se
realizará una breve revisión de la literatura sobre los modelos explicativos del
comportamiento de la oferta laboral. En el segundo capítulo, se analizará el
comportamiento del mercado laboral venezolano con especial énfasis en el
9
comportamiento de los adultos jóvenes en dicho mercado. En el tercer capítulo se
desarrolla la sección empírica, en donde se construye una especificación bajo una
distribución logística, que permita estudiar los principales aspectos que determinan el
comportamiento de la oferta laboral de jóvenes adultos en Venezuela. Finalmente, se
añaden algunas conclusiones.
10
CAPITULO I.
REVISIÓN TEÓRICA
1.1. La Oferta de Trabajo La oferta de trabajo es la totalidad de tiempo que las personas están dispuestas a
invertir en un empleo remunerado (Morillo, 2005). Como regla general y aplicada en
Venezuela por el Instituto Nacional de Estadística (INE), está constituida por todas
las personas mayores de 15 años con disposición y disponibilidad para trabajar,
también se le denomina población activa.
El cálculo de la oferta de trabajo se basa en los modelos tradicionales en la opción
del número de horas ofrecidos en el mercado de trabajo, es el resultado de una
decisión individual óptima, en el sentido de que esta selección es la que maximizará
el beneficio de la persona.
De acuerdo a Bucheli y Spremolla (2002), en un modelo sencillo, la decisión puede
estudiarse en el contexto donde el individuo debe escoger entre el trabajo, que
permite comprar bienes de consumo y el ocio, estando sujeto a una restricción
presupuestaria, su consumo dependerá del ingreso obtenido por el trabajo más otras
rentas disponibles.
11
La combinación elegida dependerá de la valoración individual del trabajo y el ocio.
El ocio es entendido como todas las actividades por lo que la persona no es
remunerada McConnell, C. y Brue, S. (1997), por ejemplo el tiempo dedicado al
descanso, a la realización de tareas domesticas y el tiempo dedicado a la educación.
Existe una evidencia empírica demostrada por Rhum (1997), el cual es citado en
Bucheli y Spremolla (2002), donde explica que una mayor carga horaria de trabajo
podría llevar a una disminución del tiempo de ocio propiamente dicho y no a las
horas de estudio.
La valoración del ocio puede estar influenciada por las actividades a las cuales se
asigne el tiempo de ocio. Por ejemplo, para un estudiante el ocio es considerado muy
valioso, debido a que en este concepto se incluye el tiempo dedicado al estudio. En
estas circunstancias, existe una alta disposición a no percibir ingresos a cambio de
obtener tiempo fuera del mercado de trabajo. Expresado en otros términos, para los
estudiantes, el salario vigente en el mercado de trabajo es inferior a su salario reserva
(el nivel de salario más bajo que induce la decisión de trabajar) por lo que resulta
óptimo no participar temporalmente en el mercado de trabajo, (McConnell, C. y
Brue, S., 1997),
Algunas características individuales pueden explicar distintas valoraciones del
trabajo y el ocio, como el género, la edad, aspectos culturales y de preferencias, los
años de escolaridad y las características del hogar. Estás características mencionadas
también influyen en la cantidad de horas que se desea trabajar.
12
1.1.2. Algunas Consideraciones Teóricas sobre la Oferta de Trabajo
De acuerdo con Sloman (1997) los individuos modifican la cantidad de trabajo que
ofrecen ante una variación en el nivel de salario. Sin embargo, la oferta de trabajo
puede diferenciarse del comportamiento general de la oferta, debido a que
eventualmente pudiese tener pendiente negativa. Esto se conoce como el proceso de
reversión de la oferta o más conocido por su acepción de ingles como Backward
suppy.
Para entender este efecto, a continuación se descomponen el impacto total de una
variación del salario en dos efectos conocidos como el efecto-sustitución y el efecto-
ingreso.
El efecto ingreso es el efecto derivado de aumento en el poder de compra del salario,
mientras que el efecto sustitución nos indica la variación en el precio relativo entre el
trabajo y el ocio. Un aumento del salario significa un aumento en el precio relativo o
en el costo de oportunidad del ocio. En efecto, ante un aumento del salario, las horas
de ocio resultan más costosas pues por cada hora de ocio, los individuos renuncian a
percibir una mayor cantidad de dinero. Al operar la ley de la demanda, el efecto
sustitución predice que un aumento del salario aumenta la cantidad ofrecida de
trabajo.
Suponiendo que la canasta promedio de bienes de consumo de una persona se
comporta como un bien normal, un aumento del salario también se traduce en un
incremento del ingreso y, por lo tanto, aumenta la demanda de todos los bienes
13
incluyendo al ocio.. Por esta razón, el efecto ingreso induce una disminución de la
oferta de trabajo.
Siguiendo al autor, la dimensión de estos dos efectos determina la pendiente de la
curva de oferta del individuo. Casi siempre se supone que el efecto-sustitución es
mayor que el efecto-renta, sobre todo cuando los salarios caen. Un aumento del
salario es un estímulo, anima al individuo a trabajar más horas. A veces es posible
que el efecto-renta sea superior al efecto-sustitución, por lo que los individuos con un
salario más elevado pensaran no trabajar horas extras y tener más horas de ocio.
Existen determinados factores que influyen en los desplazamientos de la curva de
oferta, citando a McConnell C. y Brue, L (1.997):
Las variaciones de los determinantes de la oferta de trabajo desplazan la curva entera. En cambio, las variaciones en los salarios provocan movimientos a lo largo de la curva de oferta, es decir, la cantidad de trabajo ofrecida varía. Entre los determinantes que desplazan la curva de oferta se pueden explicar la renta no salarial, un aumento (caída) de la renta que no es generada por el empleo reduce (eleva) la oferta de trabajo. Otros salarios, una subida (bajada) de los salarios de otras ocupaciones para los cuales están calificados los trabajadores de un determinado mercado de trabajo reduce (aumenta) la oferta de trabajo. Las preferencias por el trabajo frente al ocio, un aumento (reducción) neto de las preferencias de los individuos por el trabajo en relación con el ocio eleva (reduce) la oferta de trabajo. Aspectos no salariales del empleo, una mejora (empeoramiento) de los aspectos no salariales del empleo eleva (reduce) la oferta de trabajo. Y finalmente, numero de oferentes calificados, un aumento (reducción) del numero de oferentes cualificados e un determinado tipo de trabajo eleva (reduce) la oferta de trabajo. (175)
14
1.2. Jóvenes y Mercado de Trabajo
1.2.1. Por qué los jóvenes son diferentes
Según Weller (2003), Fawcett (2003), los jóvenes presentan características
resaltantes frente al resto de la población, que los hace interesantes y por ello ser
motivo de estudio. La gran mayoría de los jóvenes se encuentran en la etapa final
de sus estudios, algunos durante dicho período trabajan acumulando algo de
experiencia. Los jóvenes no poseen información del mercado ni están
especializados en algún conocimiento, y son buscadores de trabajo por primera
vez.
A pesar de estas condiciones, los jóvenes toman la decisión de insertarse al
mercado de trabajo, bien sea por problemas económicos dentro de su entorno o
por una decisión voluntaria.
1.2.2. La Transición de la Escuela al Trabajo
Para los jóvenes la transición de la escuela al trabajo es el inicio al empleo. Este
paso de la escuela al trabajo se presenta como una alternativa, en la que los
estudiantes tienen la capacidad de comparar la diferencia entre los beneficios de
la escuela y los del empleo. Los estudiantes escogen entre trabajar o estudiar y
los beneficios del ingreso actual en comparación con el ingreso que puedan
obtener en el futuro.
15
Se piensa que el estudiante pasa directamente del mundo escolar al mundo laboral.
Pues, esta situación no refleja de manera correcta el proceso de transición de la
escuela al trabajo, donde puede darse el caso que los jóvenes salgan de la escuela,
realicen algún trabajo no remunerado u obtengan empleo asalariado informal, pasen
a ser desempleado y, a su vez, en un corto plazo, se enfrenten nuevamente a una
nueva transición, el desempleo. (Carolina Fawcett, 2003).
El proceso de transición de la escuela al trabajo, puede comprenderse a través de una
representación gráfica, diferenciando las diversas posibilidades de trabajo para los
jóvenes. En el cuadro 1, se señalan las principales posibilidades, bien sea en la
escuela, búsqueda de trabajo, como trabajador empleado remunerado o trabajador sin
pago o sencillamente en la casa (ni en la escuela ni en el trabajo). Se comienza con
todos los estudiantes en la escuela T0,
punto inicial de referencia en el tiempo.
En el periodo siguiente T1,
comienza el cambio de la escuela al trabajo. Los
estudiantes pueden optar por permanecer en la escuela o abandonarla, entrando así al
proceso de transición. Los jóvenes poseen diversas posibilidades: intentar buscar
empleo activamente, como aprendiz o en una empresa; aceptar una oferta de empleo
a sueldo; o permanecer en el hogar ayudando a los miembros de la familia.
Este resultado demuestra que el proceso de cambio de la escuela al trabajo es muy
complejo. Los jóvenes pueden entrar al mercado de trabajo, seguidamente regresar a
la escuela y nuevamente volver a entrar al mercado laboral.
16
La transición de la escuela al trabajo es fragmentada, los jóvenes cambian
constantemente de actividades y experimentan crecientes tasas de recambio de
actividades de capital humano, ya sea en la escuela o en actividades de aprendizaje
en el trabajo.
Cuadro 1: Representación de la Transición de la Escuela al Trabajo para el que
Busca Empleo.
T T0 T1 Escolarizado
2 Escolarizado Escolarizado
Buscador de Trabajo
Buscador de Trabajo
Trabajador no remunerado
Trabajador no
remunerado
Trabajador asalariado En el Hogar
Trabajador asalariado En el Hogar
Fuente: Carolina Fawcett 2003
1.2.3 Algunas Características Generales de la Fuerza de Trabajo Juvenil
La primera característica se fundamenta en la tasa de desempleo de los jóvenes. El
desempleo de los jóvenes de 15 a 24 años es el doble o triple de la tasa de adultos.
Esto no es un fenómeno reciente, sino una característica visible desde hace varios
años. Para el primer semestre del 2004 el porcentaje de desempleo juvenil era de
27,54%, el cual casi duplica la tasa de desempleo general 16,6%, (OIT 2005).
17
Una segunda característica se basa en la precariedad de la inserción laboral de los
jóvenes (resaltando aquellos que provienen de hogares pobre, la cantidad de jóvenes
que están en situación de hambre y miseria es de 1,2 millones para el segundo
semestre 2002 según INE). Debido al alto desempleo o empleos precarios por el
ingreso, por la duración, por el tipo de contrato o por las condiciones de trabajo, esta
segunda característica puede revertirse en un problema social (drogadicción,
alcoholismo, prostitución, etc.). Si los jóvenes se desvían hacia actividades ilícitas,
en la mayoría de las veces son explicadas por no disponer los mismos de otras
actividades alternativas.
Siguiendo el mismo orden de idea, la formación educativa y personal de los jóvenes
se hace relevante a la hora de la participación laboral, el 40% de los jóvenes con
edades comprendidas entre los 15 y 24 años, son desertores educativos, (Mariano
Herrera 2001). La tecnología ha introducido nuevas técnicas enfatizando la necesidad
de nuevas y más completas habilidades dentro de un mercado de trabajo donde la
gran mayoría de la oferta sigue siendo de tipo no calificada. Esta característica saca a
relucir la precariedad en cuanto a su formación educativa y profesional.
1.3. Factores que Determinan la Participación de los Jóvenes Dentro del
Mercado Laboral
El empleo y la educación forman canales de movilidad e integración social, el
problema de acceso a niveles superiores de escolaridad puede enlazarse con una
situación de exclusión y marginalidad, sin oportunidad para poder integrarse
18
adecuadamente a la cambiante realidad social, económica y comunicacional. Sin
empleo, además de no existir la capacidad de integración social, tampoco existe la
capacidad de sobrevivencia material.
Existen factores específicos que caracterizan el problema del empleo en los jóvenes
debido a que en este grupo el funcionamiento del mercado de trabajo no opera
necesariamente como explican las teorías sobre la oferta y la demanda.
Explica Schkolnik (1997) que existen otros tipos de fenómenos que afectan la
inserción laboral de los jóvenes, entre los cuales menciona la experiencia o
inexperiencia en trabajos anteriores, la falta de información acerca de lo que acontece
en el mercado y una cierta dosis de desempleo voluntario que responde a los
desajustes propios del paso del período escolar al mercado de trabajo.
1.3.1 La Edad Schkolnik (1997) y Gallart (2003) explican que la edad, la educación, el nivel
socioeconómico y el género de los jóvenes marcan diferencias en la participación
laboral de los mismos. Weller (2003) considera como jóvenes a todas las personas
comprendidas entre 15 y 24 años de edad. Y se clasifican a su vez en grupos etarios,
el primer grupo etario son los jóvenes adolescentes comprendidos entre los 15 y 19
años de edad y el segundo grupo es el formado por los jóvenes adultos y están
comprendidos entre los 20 y 24 años de edad.
19
Los primeros tienden a dedicar la mayor parte de su tiempo a estudiar, de modo de
completar su educación secundaria, alargando su entrada al mercado de trabajo.
Según estudios de la CEPAL (2004), se ha determinado que poseer educación
secundaria permite percibir un salario superior al que recibe un trabajador sin
ninguna calificación y constituye el mínimo necesario para salir de la pobreza, lo que
refuerza la importancia de cursar y finalizar este ciclo educativo.
El segundo grupo realiza sus estudios superiores compartiendo su tiempo entre
trabajar y estudiar para adquirir las aptitudes productivas necesarias para el
desempeño de empleos de mayor calidad, tienden ha aumentar su tasa de
participación laboral. Todos aquellos jóvenes mayores de 24 años de edad, deberían
estar dedicados a participar en el mundo del trabajo.
1.3.2. La Educación
Otro factor a destacar que interviene en la inserción laboral es la educación. El rol de
la educación es central, puede sintetizarse en roles culturales, sociales y económicos
(Llanos De La Hoz, 1997). Los dos primeros, tienen una función de movilidad e
integración del individuo dentro de la sociedad. El aspecto económico esta vinculado
con la preparación del individuo para una profesión u oficio, intentando adaptar la
formación obtenida a las necesidades de la economía, apostando a un crecimiento
económico (Filmus, 2004).
20
Desde esta perspectiva, la educación ocupa un lugar privilegiado. Las personas que
quedan al margen del sistema educativo, tienen una mayor probabilidad de vivir en la
marginalidad, la manera de poder salir de dicha situación y poder integrarse a la
sociedad es a través de la educación. Al educarse, las personas mejoran las
condiciones de competitividad entre los individuos, la integración social y los
mecanismos de participación laboral. Por esta razón, la educación cumple un rol
social y no individual (Filmus, 2004 y Llanos de la Hoz 1997).
La educación funciona como una credencial para el ingreso al mercado de trabajo. El
mercado educativo permite obtener credenciales que a la larga generan
oportunidades de integración social como se ha expuesto anteriormente. El sistema
educativo, proporciona las pautas de comportamiento y la posibilidad de ejercer la
convivencia. La escuela es una herramienta única de integración tanto laboral como
social (Filmus, 2004)
Adicionalmente según Guevara (1998), la decisión de educarse puede ser vista como
la de cualquier inversión, ya que a partir de ella, se espera generar los recursos que se
utilizarán a lo largo de la vida cronológica y laboral del individuo. La decisión de
estudiar viene determinada en buena medida por cuanto el mercado de trabajo valore
los distintos niveles educativos, es decir, cuál es la tasa de la inversión en educación.
La tasa de retorno de la educación se define, según Guevara (1998), como la tasa a la
cual el flujo de ingresos que se generará por haber adquirido un determinado nivel de
conocimiento y de destrezas, se iguale con los recursos invertidos en el proceso
21
educativo más los ingresos que se dejaron de generar durante el tiempo aplicado al
aprendizaje (costo de oportunidad).
Se considera que una persona que posea un nivel de estudio más alto y una
formación mejor, es capaz de ofrecer una mayor calidad de esfuerzo productivo y
útil, que una persona que posea menos formación y estudio. Cualquier actividad que
mejore la productividad del trabajo se considera inversión en capital humano,
(Guevara 1998).
En aporte a lo dicho anteriormente, Shultz (2002) citado en Morillo (2005), define al
capital humano como un conjunto de atributos desarrollados y contenidos en un
trabajador, e incluye las inversiones en capacitación en el lugar de trabajo, los costos
de la migración en busca de mejores oportunidades de trabajo y la inversión en
educación formal, elemento más importante considerado por el autor. El proceso de
invertir o no en capital humano altera la naturaleza de la persona, puede hacer que la
formación de la persona cambien su estilo de vida desde una situación de desempleo
permanente a otra con buenas y estables remuneraciones.
Según Josefina Bruni Celli (1995) se acumula capital humano por la vía de la
educación y por la vía de la experiencia en el trabajo. En el cuadro Nº 2, se puede
observar que cada año de educación incrementa lo ingresos de los jóvenes adultos en
una mayor proporción que cada año de experiencia, lo cual quiere decir, que resulta
más rentable estudiar que adquirir experiencia.
22
Cuadro 2: Jóvenes Adultos, Incremento del Ingreso Vía Educación y
Experiencia
Población de 20 a 25 años. Año 1995 Los varones ganan 6% más que las hembras Cada año de escolaridad sube el ingreso en 3,1% Al doblar las horas trabajadas, se gana 58,7% más Cada año de experiencia incrementa el ingreso en 1,5%
Fuente: Josefina Bruni Celli 1995
Sin embargo al incorporar a los jóvenes de 15 a 19 años en el estudio, el retorno de
los años de educación baja con relación a la experiencia, ver cuadro Nº 3
Cuadro 3: Retorno de la Educación Vs. Retornos por Experiencia
Población de 15 a 25 años. Año 1995 Los varones ganan 5,4% más que las hembras Cada año de escolaridad sube el ingreso en 3,7% al doblar las horas trabajadas, se gana 59,7% más Cada año de experiencia incrementa el ingreso en 2,5%.
Fuente: Josefina Bruni Celli 1995
Este resultado afirma que los jóvenes excluidos del sistema educativo que cuentan
con cierta experiencia laboral ganan por períodos de tiempo montos que se acercan o
superan a los jóvenes recién egresados del sistema educativo que tienen un mayor
nivel educativo. La desventaja de los excluidos se empieza a observar cuando se
acercan a la edad adulta.
23
La diferencia entre los resultados correspondientes a los jóvenes de 21 a 25 años y
de 15 a 25 años, ilustra que al alcanzar la adultez temprana, quienes tienen mayores
años de escolaridad ya están ganando más que quienes adquirieron experiencia pero
no siguieron estudiando. El patrón sugiere que ciertos grupos poblacionales prefieren
sacrificar mayores ingresos futuros por mayores ingresos hoy. Posiblemente esto sea
irracional, pues la teoría económica predice que dada su necesidad económica, los
pobres prefieren recibir más dinero hoy que invertir en educación para recibir más
dinero mañana. El problema que se presenta es la perpetuación de la situación de
pobreza en ciertos grupos de la población.
El desarrollo de nuevas tecnologías, la reorganización de la producción y de los
procesos productivos, requiere cada vez más de trabajadores con altos niveles
educativos y altamente especializados. Los jóvenes con mayor nivel educativo tienen
expectativas de encontrar mejores empleos y desenvolverse con mayor fluidez entre
la búsqueda de empleo y estudiar. Este fenómeno causa una exclusión más
permanente de trabajadores con bajos niveles educativos y calificaciones inferiores
(Castells, M. 1999), citado en Weller (2003)
El mercado laboral moderno exige habilidades y destrezas que superen las
expectativas tradicionales, para que una persona no sea considerada una analfabeta
funcional dentro de la sociedad moderna, se requiere un mínimo de diez años de
educación, se necesita tener manejo de la informática y el haber aprendido algún
idioma adicional, (Fuenmayor y Gamboa, 2002).
24
1.3.3. Situación del Hogar
Un tercer factor de gran relevancia es el socioeconómico, de acuerdo a la
Organización Internacional del Trabajo OIT (2000) son los jóvenes provenientes de
hogares pobres los que aumentan la búsqueda de trabajo, con el fin de mejorar los
ingresos del hogar. Esto es característico de los jóvenes que buscan empleo por
primera vez. A esta situación se le agrega el bajo nivel educativo de los jóvenes
buscadores por primera vez. Esto puede ocurrir por varias razones, una de ellas es
cuando el jefe del hogar este desempleado, presiona la fuerza de trabajo secundaria,
que son los jóvenes buscadores de empleo, estos compensan la falta de ingresos de
quién normalmente sería la fuente principal.
Otra razón se debe a que los jóvenes pasaron a ser jefes de hogar, esto debido a que
salieron del hogar de sus padres, o porque los padres fallecieron o porque estos
jóvenes abandonaron el hogar. Siguiendo a la OIT (2004) en la mayoría de los casos,
esta inserción laboral se da en forma prematura, causando la interrupción de los
estudios y con un bajo nivel educativo, aceptan cualquier empleo disponible, la
mayoría de los casos en el sector informal.
Según Boza y Eduardo (2003), citado en Morillo (2005), la probabilidad que los más
jóvenes dejen la escuela es más elevada para los jóvenes con niveles de educación
básica y diversificada, los jóvenes universitarios, al contrario, tratan de buscar alguna
opción alterna (trabajos nocturnos, de fines de semana o en los períodos
25
vacacionales) para no desertar de sus estudios y utilizan la capacidad obtenida como
estrategia competitiva dentro del mercado laboral.
De esta forma, se evidencia como los hogares se ven afectadas por la situación de
desempleo, la cual cambia radicalmente las decisiones de inversión de toda la
familia, especialmente las inversiones en educación de los más jóvenes, ya que las
inversiones familiares en el capital humano de los niños dependerá positivamente del
ingreso corriente del hogar, (Ortega 2004). Para las familias el efecto ingreso es
mucho más importante que el efecto sustitución.
1.3.4. El género Finalmente un factor relevante es el género, este factor se relaciona con una mayor
participación laboral por parte de las mujeres. Tradicionalmente las mujeres han sido
más propensas a trabajar medio tiempo y de manera intermitente, debido a que
causaban bajas en la población activa. Esto trajo como resultado que contaran con
pocos incentivos para invertir en educación y formación que mejorara sus
retribuciones y calificaciones profesionales, se vuelve a tocar el punto de la inversión
en capital humano.
Se ha venido observando que en los últimos veinticinco años ha cambiado
radicalmente la participación de la mujer dentro del mercado de trabajo. La
disminución del tamaño de la familia, el crecimiento de las tasas de divorcio, la
rápida expansión del sector de servicios y el interrumpido crecimiento económico,
elevó las remuneraciones de las mujeres junto con la de los hombres. De acuerdo a
26
Weller (2003) se ha observado una disminución de la brecha salarial entre hombre y
mujeres.
Son todas estas circunstancias las que fomentan una mayor participación de las
mujeres dentro de la población activa y consecuentemente una mayor inversión en
destrezas orientadas al mercado.
1.3.5. Otros factores que Pueden Explicar los Problemas de Inserción Laboral
Factores Demográficos, de acuerdo a lo explicado por el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) en Scholnik (2004), el aumento de la tasa de participación de la
población no es ni causa ni consecuencia de lo que pasa en el mercado laboral. En el
caso de los jóvenes, el incremento de la población en edad de trabajar ha ido
disminuyendo lentamente junto con la caída de natalidad. Señalando que la oferta de
nuevos trabajadores presiona cada vez menos al mercado de trabajo. Lo expuesto
antes, unido con la expansión de los sistemas educativos, genera sobre el mercado de
trabajo menos presión que en décadas anteriores.
Los ciclos económicos recesivos afectan más duramente a los jóvenes, los problemas
del desempleo juvenil pueden estar relacionados con el ciclo económico, o con
factores de tipo estructural o desajustes entre la oferta y la demanda. Ante un
enfriamiento de la actividad económica, los jóvenes son los primeros en ser
despedidos, esto se debe a que las empresas no quieren perder a su personal
27
calificado de más experiencia, de mayores costos de despido y porque las empresas
toman en cuenta la posición de jefes de hogar de muchos adultos.
En un contexto de reactivación económica, las empresas suelen contratar en primer
lugar a los desempleados con mayor experiencia y mayor calificación. Con esto se
produce un aumento por sobre el nivel normal de la probabilidad de desempleo de
los jóvenes en coyunturas recesivas (OIT, 2003).
Existen desajustes estructurales o desencuentros entre la oferta y demanda. Por el
lado de la demanda, los empleos del sector formal de la economía requieren niveles
mínimos de educación secundaria como constancia de comportamiento y disciplina.
De esta manera, se excluyen los jóvenes que no terminaron la educación media de los
empleos del sector formal, es cuando el sector informal los absorbe.
El incremento de la competencia entre las empresas lleva a que muchas disminuyan
sus riesgos, sólo contratando a trabajadores que tengan experiencia y práctica en el
área. Mientras que las personas sin experiencia, aunque tengan nuevos
conocimientos, tendrían dificultades de acceso a los buenos puestos. Esto lleva a un
aumento de la importancia del capital humano específico frente al general.
Según Becker en Campos (2002), la formación específica es aquella que afecta a la
productividad de las personas, pero solamente a la empresa que lo proporciona y en
relación a la formación general es útil tanto a las empresas que la proporcionan como
28
a muchas otras, ya que da lugar a incrementos en la productividad futura de los
trabajadores.
Otro aspecto relevante tiene que ver con el salario mínimo. Si el salario mínimo no
toma en cuenta las diferencias de productividad entre los jóvenes (con falta de
experiencia y por tanto menos productivos) y los adultos, el monto establecido como
salario mínimo puede sobrepasar la productividad de los jóvenes.
Por el lado de la oferta, entre los jóvenes se produce una mayor rotación laboral. Los
jóvenes pueden tener aspiraciones en cuanto a su participación laboral, no
congruentes con la realidad del mercado de trabajo, mientras tengan el sustento, por
ejemplo el sustento familiar o no sean jefes de familia, siguen buscando hasta
encontrar un empleo conforme a sus aspiraciones o hasta que sus aspiraciones
concuerden con las características de algún puesto de trabajo disponible (Schkolnik,
2005).
El ingreso a la educación secundaria de las nuevas generaciones crea expectativas y
aspiraciones que lleva a los jóvenes a rechazar empleos de obreros y a valorar las
ocupaciones de cuello y corbata. Según Schkolnik (1997), los jóvenes llegan a
preferir trabajar por cuenta propia, en un mundo de constante crisis, ya que les
permite tener flexibilidad de horarios, trabajar en función de los ingresos que
necesiten y en ocasiones ganar más que el salario mínimo pagado en el sector formal.
29
Durante los dos últimos años, algunos programas educativos, conocidos como
misiones, pueden estar afectando la decisión de participación de los adolescentes y
jóvenes adultos. Estos programas educativos, son gratuitos y en algunos casos,
subvencionan a los estudiantes. La percepción de un ingreso, junto a una posible
mejora del ingreso total del hogar, debido a la bonanza petrolera, pudiera estar
induciendo una reducción temporal de la oferta de trabajo de este grupo en
Venezuela. En el capítulo, se intentará dar con una respuesta a los posibles
determinantes empíricos de la oferta de trabajo en nuestro país.
En cualquier caso, aún están por evaluarse los resultados de estas misiones y sobre
todo medir su impacto para contrarrestar el desempleo. Es innegable que las misiones
cumplen una función social de inclusión, pero no garantizan las mejoras de las
condiciones laborales de los venezolanos. Según Azpurúa y García (2006), la
población que participa en las misiones, no participa en el mercado de trabajo, por
estar recibiendo transferencias del gobierno.
1.4. Antecedentes de La Investigación
Como aporte a esta investigación, se hará a continuación referencia de algunos
trabajos realizados anteriormente.
Carolina Fawcett, 2003. Los Jóvenes Latinoamericanos en Transición: Un análisis
sobre el desempleo juvenil en América Latina y El Caribe. La autora explica el
proceso de desaceleración que ha venido experimentando la oferta de mano de obra
30
joven. Expone la autora que estos cambios se deben a dos determinantes claves: los
cambios en la magnitud de fuerza laboral potencial, debido a fluctuaciones en la
estructura de edad de la población y cambios en la tasa de participación dentro del
mercado laboral. Para la mayoría de los países Latinoamericanos, entre ellos
Venezuela, la magnitud de la oferta de la mano de obra esta cayendo, esto se explica
por la reducción de la fuerza laboral potencial debido a cambios en la estructura de
edad y la disminución de la tasa de crecimiento de la participación laboral.
La estructura de la edad de la población determina la proporción de la población en
edad de trabajar. Durante las ultimas décadas, Venezuela junto a la mayoría de los
países Latinoamericanos, ha sufrido una disminución de la tasa de crecimiento de la
población. Las personas que ingresan al mercado laboral están constituyendo un
porcentaje menor del total de la población en edad de trabajar. Según el autor, esta
desaceleración de las personas que ingresan al mercado de trabajo, contribuye a una
caída del desempleo de larga duración
La participación en el mercado laboral es la segunda tendencia, según Facewtt
(2003), que influye en el tamaño de la oferta de mano de obra. La participación
aumentó entre 1970 y 1990 a un 70%. Existe un motivo principal para este aumento
en la tasa de participación, el cambio radical en las tasas de participación de la mujer.
Al examinar los datos de cohortes sobre la mujer, las trabajadoras más jóvenes tienen
mayores tasas de participación. Esta tendencia parece relacionarse con la
participación más elevada de la mujer en la educación secundaria y superior. Este
31
trabajo concluye de manera general, que la edad y la educación son características
determinantes para explicar las discontinuidades y la segmentación del mercado
laboral.
Por otro lado los autores citando a Guevara (1998), explican que la educación es una
variable importante al momento de analizar la tasa de desocupación y mientras
mayor es el nivel educativo de la población, más fácil será su inserción en el
mercado de trabajo. Además Guevara (1998) indica que durante la década 1982-1992
los salarios reales de los trabajadores venezolanos disminuyeron según lo expresado
en el cuadro 1. Esta disminución de los salarios reales estuvo acompañada por una
caída significativa de las tasas de culminación escolar. Los datos de Guevara indican
un menor deterioro del ingreso real para el nivel menos alfabetizado, lo cual incide
en el desinterés por la educación, Guevara se pregunta ¿qué sentido tiene para los
pobres enviar a sus hijos a estudiar si ello no se reflejará en sus ingresos futuros?
Ledezma, L. y Orlando, M. Trabajo de investigación: Determinantes de la
Participación de la Mujer en la Fuerza de Trabajo en Venezuela, 1980-2000,
comienza explicando que el número promedio de nacimientos por mujer comenzó a
declinar en 1990 (3,4%), lo que parecía indicar un menor ritmo de crecimiento
poblacional. En la mitad de los 80 el 40% de la población era menor de 15 años y
cerca del 70% de la población estaba por debajo de los treinta años.
32
Otro aspecto importante que se menciona en la investigación, es la diferencia entre
las tasas de analfabetismo de los hombres y las mujeres que tienden a disminuir
aunque la tasa de analfabetismo femenina es aun mayor que la de los hombres. La
participación de los hombres y mujeres en la educación ha ido incrementándose
desde 1958.
En la década de los 60, las mujeres ganaron acceso a la fuerza de trabajo a través del
aumento de su participación en educación y el aumento general del nivel de vida
gracias a la bonanza petrolera. En 1980 el 27,5% de los trabajadores eran mujeres y
su participación en la fuerza de trabajo aumento a 30,5% para 1990. Durante la
década de los 80, la participación de la mujer en la fuerza de trabajo aumentó como
resultado de la crisis económica. La crisis forzó el cambio de las familias de un sólo
generador de ingreso a dos generadores de ingreso.
Arriagada (1997), Cacique (1992), García y Oliveira (1989), citados en Ledezma, L.
y Orlando, M. exponen que existen determinados factores que afectan o determinan
la participación de la mujer dentro del mercado de trabajo. Los autores citados
clasifican a estos determinantes en económicos, sociales, demográficos y políticos de
acuerdo a su ámbito, pero interactúan continuamente tanto entre si como con la
participación de la mujer en el mercado de trabajo.
Los trabajos expuestos en párrafos anteriores, mantienen una relación con la
investigación que se pretende realizar. De manera independiente y en distintos
33
períodos, cada autor utiliza la educación, el ámbito socioeconómico, la edad y el
género para explicar los factores que afectan la participación de los jóvenes entre 15
y 24 años dentro del mercado laboral.
34
CAPITULO II
2.1 Comportamiento del Mercado Laboral Venezolano La conducta del mercado laboral, está vinculado en buena medida al comportamiento
del entorno macroeconómico, en especial de la tasa de crecimiento de la economía y
de su capacidad para generar empleo. En consecuencia, un entorno macroeconómico
volátil y vulnerable antes los shocks externos dificultan la expansión de la capacidad
de producción por parte de las empresas y, por tanto, se refleja en una demanda de
trabajo insuficiente (Daza 2002).
La economía venezolana depende principalmente de los precios del petróleo. Esta
excesiva vinculación se observa en los niveles de exportaciones petroleras y los
ingresos que generan para el gobierno central. Esta subordinación se traduce en una
constante inestabilidad macroeconómica y su reconocimiento junto con el alza de los
precios del petróleo en 1973, época de la bonanza petrolera, hizo que el Gobierno
Venezolano expandiera la inversión pública en industria para diversificar la
economía.
Estas inversiones, pese a los altos precios del petróleo requerían endeudamiento
externo, fue en 1986 y 1987 que Venezuela logra el primer acuerdo y
reestructuración de la deuda externa y se decide reactivar la economía a través de la
expansión del gasto publico, (Betancourt, Freije y Márquez, 1995).
35
Como consecuencia de estas medidas, el Producto Interno Bruto (PIB) creció en
5,4% interanual entre los años 1986 y 1988. Este crecimiento del PIB, permitió
absorber a los individuos que se sumaban a la población económicamente activa. El
desempleo decreció del 12,1% al 6,9%, pero la inflación creció al 30% aún en medio
de controles de precio, (Betancourt, 1995). El comportamiento antes descrito se
corresponde con la Curva de Phillps, donde se expone una relación inversa entre los
niveles de desempleo y los salarios nominales, pues en la medida que el desempleo
disminuya los salarios monetarios o nominales de los trabajadores suben (salarios
reales bajan) y viceversa, por el poder de negociación de los trabajadores en los
periodos donde el desempleo es menor.
Gráfico 2.1: Comportamiento del PIB, Inflación y Desempleo, período
1985-2005
-20.00%
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
120.00%
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
PIB (real) Inflacion Desempleo
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE) 2005, Morillo, Marysela 2006
La Curva de Phillps se puede utilizar para analizar la inflación y el empleo a
corto plazo, pues indica que cuando los niveles de desempleo son bajos, los niveles
Niveles Inflacionarios elevados, con bajos niveles de desempleo.
36
inflacionarios son altos (Samuelson y Nordhaus, 2002), esto se puede observar en el
gráfico 2.1. En Venezuela, esta caída del desempleo se explica por una expansión de
la demanda agregada a través del incremento del gasto público, altamente
inflacionario.
Para Frank y Bernake (2003), la inflación y el desempleo a menudo se relacionan en
el análisis de la política económica, bajo el argumento de que el desempleo sólo
puede reducirse a costa de la inflación y viceversa.
Durante la década de los 80, la economía venezolana vivió dos choques con la caída
de los precios del petróleo en 1982 y 1986, que afectaron la capacidad de
crecimiento. En consecuencia, el Gobierno tomo determinadas medidas, entre estas,
el control de precio cuyo efecto práctico fue congelar la asignación de recursos entre
las distintas actividades, lo cual aceleró la inflación y redujo el ritmo del crecimiento,
causando un impacto desfavorable en el mercado laboral.
En 1983, se produce un ajuste fiscal, que trajo como consecuencia reducciones del
empleo público para elevar las tasas de desempleo (Márquez, 1994). Seguidamente
desde 1986 hasta 1988, se presenta un crecimiento económico con elevados niveles
inflacionarios y un creciente desempleo. En 1989 Venezuela atraviesa una crisis
económica de grandes magnitudes con elevados niveles inflacionarios, acompañado
de una fuerte caída del Producto Interno Bruto. Entre 1990 y 1992 la economía
Venezolana evidenció un crecimiento. Para los años 1993 y 1994, el deterioro
37
económico vino acompañado por una crisis financiera de grandes magnitudes,
(García, 1998). Lo anteriormente descrito, puede ser observado en el gráfico 2.2
Gráfico 2.2: Desempleo, Producto Interno Bruto (PIB) e Inflación 1983-1995
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE) 2005, Morillo, Marysela 2006
Este aumento del desempleo, pareciera estar señalando rigidez a la baja de los
salarios reales, por cuanto el argumento económico se refiere a que cuando los
salarios reales caen lo suficiente, la reducción de los costos laborales permite
mantener la producción sin tener que reducir el empleo, por tanto este desempleo se
debió a que los salarios reales se mantuvieran en la época.
Esta coexistencia entre la caída de los salarios reales y el incremento del desempleo,
se puede explicar por medio de la segmentación del mercado laboral venezolano
(empleo formal público y privado y empleo informal), pues la caída de los salarios se
evidencia en el segmento de empleo informal (mercado flexible en cuanto a
-20,00%
0,00%
20,00%
40,00%
60,00%
80,00%
100,00%
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
PIB (real) Inflacion Desempleo
Elevado nivel inflacionario, crisis de 1989. Caída del PIB
38
movilidad y precios o salarios) y el desempleo en el segmento formal (mercado
rígido que permite variaciones en el empleo y no permite la reducción de salarios
reales).
De lo expuesto anteriormente, se puede concluir que los mercados laborales
Venezolanos son eficientes, por lo menos en el aspecto que se caracteriza por
salarios flexibles, que evitan la posibilidad de ajuste del mercado sin crear
desempleo, quizás los salarios no cayeron en la medida o celeridad requerida para
evitar el desempleo, y el ajuste se realizó a partir de la aparición de empleos de baja
productividad y de subsistencia (Betancourt, Freije y Márquez, 1995).
Es debido a la segmentación del trabajo donde uno es altamente regulado y protegido
(formal) y otro abierto y competitivo (informal), así, este último aumenta su
participación en el empleo, absorbiendo a los trabajadores despedidos de sus empleos
formales y a quienes ingresan por primera vez al mercado de trabajo.
A partir del año de 1974 hasta el año de 1986, la tasa de formalidad promedio fue de
62,7% y la tasa de informalidad promedio de 37,7%. Desde el año 1986 hasta el año
de 1993 la tasa de formalidad fue de 59,6% y la tasa de informalidad promedio de
40,4%. Desde el año 1993 hasta el año 2000 la tasa de formalidad fue de 50,8% y la
tasa de informalidad de 49,4%. En el grafico 2.3 se pueden apreciar los recurrentes
incrementos de la informalidad, demostrando que en este sector han ingresado los
desplazados del sector formal.
39
De acuerdo a los informes realizados por el Instituto Nacional de Estadística (INE)
2005, en Venezuela el 51,4% del empleo lo demanda el sector formal de la
economía, mientras que el resto 48,6% lo demanda el sector informal. En el gráficos
2.3 se puede observar el comportamiento de la segmentación del mercado laboral. El
sector público demanda el 15,6% de la fuerza de trabajo formal ocupada en
Venezuela, mientras que el sector privado (formal e informal) demanda el 84,4% en
labores de empleado y obreros principalmente (40,1%), seguido de trabajadores por
cuenta propias (31,3%) en tercer lugar de los cargos de patronos y empleadores
(4,8%), miembros de cooperativas 1,7% y sociedades de personas (4,5%). Para el
primer semestre de 2005 según la Organización Internacional del Trabajo, el sector
formal aumentó su participación, como se indica en el gráfico 2.3, debido
fundamentalmente a un incremento del porcentaje de las pequeñas, medianas y
grandes empresas privadas.
Gráfico 2.3: Comportamiento del Sector Formal e Informal 1990-2005
Fuente: INE 2005, elaboración propia
0,00
10,00
20,00
30,00
40,00
50,00
60,00
70,00
2 sem
1990
2 Sem
1992
2 Sem
1994
2 Sem
1995
2 Sem
1996
2 Sem
1997
2 Sem
1998
2 Sem
1999
2 Sem
2000
2 Sem
2001
2 Sem
2002
2 Sem
2003
2 Sem
2004
2 Sem
2005
Sector Formal Sector Informal
Aumento de la participación del sector formal, 1º Sem 2005 52,24%
40
Para Naím y Piñango (1999) citado en Morillo (2005), la participación del sector
público como empleador tiene sus inicios en la explotación petrolera. Desde entonces
éste segmento ha ido creciendo, debido a la ilimitada disponibilidad presupuestaria
generada por la renta petrolera, la responsabilidad social y económica consagrada en
la constitución nacional y los intereses políticos que favorecen las prácticas
clientelares electorales
Se puede apreciar que partir de 1988 se observa un crecimiento en la tasa de
desempleo, llegando al primer semestre del 2003 al máximo de 19,20%, (ver gráfico
2.4). Para 1989 el entorno macroeconómico había empeorado y el gobierno de turno
decidió adoptar un plan de estabilización y ajuste estructural, con el apoyo de
instituciones multilaterales (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial). Era
indudable que la economía nacional se encontraba violentada por múltiples controles
y rigidez institucionales y que por ello no se habían producido los cambios
estructurales que permitieran una mayor estabilidad de los saldos comerciales y
fiscales.
41
Comportamiento de La Inflación
0,00%
20,00%
40,00%
60,00%
80,00%
100,00%
120,00%
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
1 se
m20
05
Inflación
Gráfico 2.4 Comportamiento del Desempleo 1985-2004
0,00
500.000,00
1.000.000,00
1.500.000,00
2.000.000,00
2.500.000,00
1 Sem
1985
2 Sem
1986
1 Sem
1988
2 Sem
1989
1 Sem
1991
2 Sem
1992
1 Sem
1994
2 Sem
1995
1 Sem
1997
2 Sem
1998
1 Sem
2000
2 Sem
2001
1 Sem
2003
2 Sem
2004
Desempleo en Venezuela 1985-2005
Fuente: INE varios años, elaboración propia
El conjunto de reformas tomadas se resumen en la eliminación de controles de
precio, la eliminación de restricciones comerciales, liberalización y unificación del
tipo de cambio, lo cual significó una devaluación nominal de mas de 100%, una
inflación de cerca de 80%, una caída del PIB de más de 8% y un nivel de desempleo
cercano al 10%, esta conducta puede ser aprecia en el graficó 2.4 y 2.5, donde se
estiman de manera pronunciada los picos causados por la crisis de 1989.
Gráfico 2.5: Comportamiento de la Inflación 1980-2005
Fuente: Moreno, Marysela 2005
Máximo histórico de desempleo
Tasa de desempleo 1989, 9.8%
Desaceleración de la Inflación
Disminución del desempleo 13,3%
42
Para cuando empieza la década de los 90, los desequilibrios fiscales y comerciales se
habían corregido y junto al alza de los precios del petróleo para ese entonces, se
registró entre 1990 y 1992 una gran recuperación del crecimiento, una caída del
desempleo y una desaceleración de la inflación.
Este panorama económico cambio para 1993, la inconsistencia y la falta de
entendimiento de la política del Gobierno, contribuyo a una profunda crisis que
destruyó el 40% del sistema financiero. En 1994, se evidenció un crecimiento de la
inflación y del desempleo. Este entorno dio como resultado una crisis fiscal con una
del PIB de -3,3%, inflación del 70,8% y desempleo del 8,4%.
Entre 1989 y 1999 la fuerza de trabajo en Venezuela creció en un 49%, alcanzando el
primer semestre del año 1999 la cifra de 10.259.161 personas. Desde antes de la
década de los 90, se venía observando en el país un rápido crecimiento de la
Población Económicamente Activa (PEA), en el grafico 2.6 se evidencia dicho
crecimiento, por la posible unión de dos factores: uno de ellos es el aumento de la
población en edad de trabajar y el segundo factor se debe al incremento de la
participación de la mujer en el mercado de trabajo. A esto hay que agregarle la
incorporación temprana de los jóvenes al mercado de trabajo, para proveer de un
mayor ingreso al núcleo familiar.
Desde el 2002 y hasta el 2005, la economía Venezolana ha experimentado grandes
turbulencias, con incidencias importantes en el mercado laboral. Estas turbulencias
van desde el establecimiento de estrictos controles de precios y de tipo de cambio,
43
hasta conflictos políticos. Según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas
(INE), la recuperación de la actividad económica Venezolana demuestra una
expansión del 20,4% para el sector petrolero y del 20% para el no petrolero, esto
debido a la flexibilidad de la entrega de divisas, a los controles de precio, la
expansión del gasto público y a la disminución de las tasas de interés. Todos estos
factores contribuyeron al descenso del desempleo, el cual pasó del 20,70% (Enero
2003) al 14% (Febrero 2005)
Gráfico 2.6: Población Económicamente Activa (PEA) 1985-2005
Población Económicamente Activa 1985-2005
0,00
2.000.000,00
4.000.000,00
6.000.000,00
8.000.000,00
10.000.000,00
12.000.000,00
14.000.000,00
1985
1987
1989
1991
1993
1 Sem
1995
1 Sem
1996
1 Sem
1997
1 Sem
1998
1 Sem
1999
1 Sem
2000
1 Sem
2001
1 Sem
2002
1 Sem
2003
1 Sem
2004
1 Sem
2005
PEA 198-2005
Fuente: INE, Banco Mundial (2005). Elaboración propia
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2005), en Venezuela la tasa
de desempleo disminuyó de 16,6% a 13,3% en los primeros seis meses de 2004 y
2005 respectivamente, (ver gráfico 2.4). Esto como resultado de una apreciable
disminución de la oferta laboral. La tasa de participación cayó de 68,8% en el 2º
44
semestre de 2004 a 66% en el 2º semestre de 2005, este comportamiento se aprecia
en el gráfico 2.7, explicado por la disminución de la tasa de participación de las
mujeres, que se redujo de 54,9% en el 1º semestre de 2004 a 51,3% en el 2º semestre
de 2005, para los hombres disminuyo de 82% a 80,7% y para los jóvenes la
disminución fue de 52.5% a 48% para el mismo período, respectivamente.
Gráfico 2.7: Comportamiento Tasa de Participación Total, Tasa de
Participación Hombres y Tasa de Participación Mujeres 2001-2005.
Fuente: INE, OIT 2005. Elaboración propia
0,00
10,00
20,00
30,00
40,00
50,00
60,00
70,00
80,00
90,00
1 Sem2001
2 Sem2001
1 Sem2002
2 Sem2002
1 Sem2003
2 Sem2003
1 Sem2004
2 Sem2004
1 Sem2005
2 Sem2005
Tasas Hombres Tasa Mujeres Tasa Total General
Caída de la participación, 1º Sem 2005; 51 3%
45
Gráfico 2.8: Comportamiento Participación Laboral 2000-2005
Fuente: INE, OIT 2005. Elaboración propia
2.2 Características del desempeño laboral en Venezuela de los jóvenes adultos
Esta sección tiene como objetivo describir las principales características del mercado
laboral en Venezuela y, en particular, el desempeño laboral de los jóvenes adultos.
En la primera sección se abordarán aspectos demográficos del grupo. La
composición por género, el número promedio de años de escolaridad y la edad
promedio en la cual deciden ingresar al mercado laboral.
Finalmente, se añade una sección en la cual se analiza la relación existente entre la
decisión de participar en el mercado laboral y la tasa de desempleo de los jóvenes
adultos en Venezuela.
42,00
44,00
46,00
48,00
50,00
52,00
54,00
56,00
1 Sem2000
2 Sem2000
1 Sem2001
2 Sem2001
1 Sem2002
2 Sem2002
1 Sem2003
2 Sem2003
1 Sem2004
2 Sem2004
1 Sem2005
2 Sem2005
Participación Jovenes
Disminución de la Participación Juvenil, 1º Sem 2005; 48%
46
2.2.1 Aspectos Demográficos
El incremento anual promedio de crecimiento poblacional en Venezuela entre 1950 y
1986 fue de 3,4%. Sin embrago, el número promedio de nacimientos por mujer
comenzó a declinar, llegando a 2,7% en 1986 y a 2,5% en 1995, (Ledezma, 2000).
En el curso del proceso de transición demográfica la población venezolana ha
experimentado cambios en la estructura por edad y sexo. En la medida que transita a
una fase avanzada del proceso de cambio demográfico disminuye el ritmo de
crecimiento.
En el gráfico 2.9, se observa el efecto del comportamiento de la tasa de natalidad de
los jóvenes entre 15-24 años. Los jóvenes que nacieron en la década de los 80, tienen
entre 15 y 25 años desde el año 1994 hasta el 2005 aproximadamente. El efecto de la
disminución de la natalidad se observa en los años que van desde el segundo
semestre de 1994 hasta el segundo semestre de 1997, de ese período en adelante se
observa el crecimiento de la población joven entre 15-24 años.
47
19,150%
19,200%
19,250%
19,300%
19,350%
19,400%
19,450%
19,500%
2 Sem
1994
2 Sem
1995
2 Sem
1996
2 Sem
1997
2 Sem
1998
2 Sem
1999
2 Sem
2000
2 Sem
2001
2 Sem
2002
2 Sem
2003
2 Sem
2004
2 Sem
2005
Proporción de jóvenes 15-24 años
Gráfico 2.9: Proporción de Jóvenes respecto a la Población Total 1994-2005
Fuente: INE; Encuesta de Hogares; Varios Años. Elaboración Propia.
Al dividir a la población de jóvenes por género, se observa que tanto las mujeres
jóvenes entre 15-24 años y los hombres jóvenes entre 15-24 años, presentan un
mismo comportamiento en cuanto al crecimiento de la población juvenil.
En el gráfico 2.10 y 2.11, se observa el efecto de la disminución de el crecimiento de
la población entre 1986 y 1995 explicado por Ledezma (2002).
48
Gráfico 2.10: Proporción de Mujeres Jóvenes 15-24 años respecto a la
Población Total 1994-2005
Fuente: INE; Encuesta de Hogares; Varios Años. Elaboración Propia
Gráfico 2.11: Proporción de Hombres Jóvenes 15-24 años respecto a la
Población Total 1994-2005
Fuente: INE; Encuesta de Hogares; Varios Años. Elaboración Propia
2.2. Educación y Niveles de Escolaridad, Jóvenes 15-24 años
De acuerdo con Rodríguez (2003) citado en Morillo (2005) una posible causa de
desempleo juvenil en Venezuela esta vinculada con los niveles educativos, lo cual se
9,400%
9,420%
9,440%
9,460%
9,480%
9,500%
9,520%
9,540%
9,560%
9,580%
9,600%
2 Se
m 1
994
1 Se
m 1
995
2 Se
m 1
995
1 Se
m 1
996
2 Se
m 1
996
1 Se
m 1
997
2 Se
m 1
997
1 Se
m 1
998
2 Se
m 1
998
1 Se
m 1
999
2 Se
m 1
999
1 Se
m 2
000
2 Se
m 2
000
1 Se
m 2
001
2 Se
m 2
001
1 Se
m 2
002
2 Se
m 2
002
1 Se
m 2
003
2 Se
m 2
003
1 Se
m 2
004
2 Se
m 2
004
1 Se
m 2
005
2 Se
m 2
005
Proporción Mujeres de 15-24 años
9,720%9,740%9,760%9,780%9,800%9,820%9,840%9,860%9,880%9,900%9,920%
2 Sem
1994
2 Sem
1995
2 Sem
1996
2 Sem
1997
2 Sem
1998
2 Sem
1999
2 Sem
2000
2 Sem
2001
2 Sem
2002
2 Sem
2003
2 Sem
2004
2 Sem
2005
Proporción Hombres de 15-24 años
49
corresponde con los supuestos de la teoría del capital humano. En promedio, el 60%
de los desempleados no ha completado su educación media y diversificada, esta
proporción corresponde a la población activa con dicha condición educativa, es decir,
son analfabetas, sin nivel educativo y apenas con educación básica. Los profesionales
universitarios tienen una menor tasa de desempleo, que se ubica en 5,4% (INE,
2002).
En promedio, el 78% de la población que se encuentra desempleada, tiene un nivel
educativo por debajo del bachillerato, los profesionales universitarios tienen la tasa
de desempleo más baja (5,4%), seguidos de aquellos sin nivel educativo (6,66%).
Es importante resaltar, que la formación universitaria disminuye la probabilidad de
estar desempleado, esto no ocurre para los otros niveles educativos. Pasar de no tener
ningún nivel educativo a finalizar la primaria, aumenta la probabilidad de estar
desempleado en más de 3 puntos porcentuales.
Terminar el bachillerato, disminuye en menos de un punto porcentual la probabilidad
de estar desempleado. Es importante hacer notar que avanzar en el proceso educativo
hace disminuir la probabilidad de estar desempleado sólo al llegar al nivel
universitario. Se debe resaltar, que lo anterior no quiere decir que finalizar la
primaria o bachillerato sea perjudicial para el individuo, ya que de estar empleado,
obtendrá un mayor nivel de ingresos (el retorno a la educación es positivo). En el
50
gráfico 2.12, se observa el aumento del número de estudiantes entre 15 y 24 años
notándose un mayor aumento entre las mujeres jóvenes.
Gráfico 2.12: Evolución del Número de Estudiantes Jóvenes entre 15-24 años
1994-2005
Fuente: INE; Encuesta de Hogares; Varios Años. Elaboración Propia
Los individuos que no poseen nivel educativo, corresponden al 28% de la PEA, sin
embargo, representan sólo el 21,3% de la población desempleada. Seguidamente, los
individuos que han finalizado la primaria conforman el 48,71% de la PEA, al tiempo
que representan 56,51% de la población desempleada (INE 2003).
Las observaciones expuestas en párrafos anteriores, dan lugar a la hipótesis de que el
individuo sin nivel educativo, por lo general, dispone de amplias opciones laborales,
pero que resultan de muy baja calidad.
0
200.000
400.000
600.000
800.000
1.000.000
1.200.000
1.400.000
2 S
em 1
994
1 S
em 1
995
2 S
em 1
995
1 S
em 1
996
2 S
em 1
996
1 S
em 1
997
2 S
em 1
997
1 S
em 1
998
2 S
em 1
998
1 S
em 1
999
2 S
em 1
999
1 S
em 2
000
2 S
em 2
000
1 S
em 2
001
2 S
em 2
001
1 S
em 2
002
2 S
em 2
002
1 S
em 2
003
2 S
em 2
003
1 S
em 2
004
2 S
em 2
004
1 S
em 2
005
2 S
em 2
005
Estudiantes Mujeres 15-24 años Estudiantes Hombres 15-24 años Total Estudiantes
51
Es por ello que se puede explicar por qué la participación de los jóvenes entre 15 y
24 años esta disminuyendo de la PEA, si observamos el gráfico 2.12 se evidencia un
aumento en el número de estudiantes en general tratando de aumentar años de
estudio, que le garanticen una favorable inserción dentro del mercado de trabajo.
Es importante señalar por qué la tasa de desempleo de los jóvenes entre 15 y 24 años
de edad, es aproximadamente el doble de la tasa de desempleo total. Esto puede ser
explicado según Rodríguez (2003), la población joven tiene menos vínculos laborales
por estar empezando su vida productiva, se encuentra en un proceso de definición de
su actividad principal (vocación, inclinaciones, etc.) y, por lo general, poseen menos
experiencia y capacidad, pero en la mediada que van acumulando experiencia y años
de estudio, tienden a especializarse y a adquirir una formación específica que les
impide cambiar de trabajo.
Gráfico 2.13: Tasa de Escolaridad Jóvenes entre 15-24 años 1990-2005
Fuente: SISOV; Varios Años; Elaboración Propia
0
510
1520
2530
3540
45
19
90
-91
19
91
-92
19
92
-93
19
93
-94
19
94
-95
19
95
-96
19
96
-97
19
97
-98
19
98
-99
19
99
-00
20
00
-01
20
01
-02
20
02
-03
20
03
-04
20
04
-05
Tasa de Escolaridad Femenina Tasa de Ecolaridad Hombres
52
Esta evolución revela un cambio importante de largo plazo. Durante la segunda
mitad de la década del setenta, la década del ochenta y la primera mitad de la década
del noventa, se ha producido un incremento en los niveles de escolaridad de la fuerza
de trabajo, especialmente entre los jóvenes de 15 a 24 años. Como se observa en el
gráfico 2.13, la tasa de escolaridad a lo largo del tiempo ha ido creciendo. Este
crecimiento es mayor para el caso de las mujeres jóvenes.
Si se estudia la tasa de escolaridad por niveles educativos, se evidencia lo dicho
anteriormente, la población venezolana esta aumentando los niveles de escolaridad.
En el gráfico 2.14, los jóvenes entre15-24 años que no tienen ningún nivel educativo
viene disminuyendo, en el segundo semestre de 1994 el número de jóvenes sin
ningún grado de instrucción era de 118.803, para el segundo semestre del 2005 este
número de jóvenes llego a 93.477, notándose una disminución de 25.326 jóvenes que
dejaron de ser analfabetos, esto influye en el aumento del número de estudiantes. A
pesar de que se observa una disminución entre 1994 y 2005, entre 2004 y 2005 se
observa un aumento del número de los jóvenes sin ningún grado de instrucción, (INE
varios años).
Siguiendo con los niveles de escolaridad, el número de jóvenes con educación básica
ha mostrado un comportamiento decreciente, esto puede deberse, a que a medida que
el joven va aumentando su edad a lo largo del período en estudio (1994-2005), pasa a
otra etapa del sector educativo.
53
Gráfico 2.14: Jóvenes 15-24 años Sin Nivel de Escolaridad 1994-2005
Fuente: INE varios años, Encuesta de Hogares. Elaboración Propia
En el gráfico 2.15 se puede observar dicho comportamiento, para el segundo
semestre de 1994 el número de jóvenes con niveles de educación básica era
2.474.696, mientras que para el segundo semestre del 2005 era de 2.427.444, la
diferencia es de 47.252 jóvenes que pasaron a formar parte de la siguiente etapa
dentro del sistema educativo, o pasaron a ser desertores de dicho sistema, (INE
varios años).
Entre 2004 y 2005 se observa una caída pronunciada de los jóvenes con niveles de
educación básica, aproximadamente 158.730 jóvenes. Esto podría estar ocurriendo
porque dichos jóvenes están pasando a otra etapa de la educación, en este caso se
están dirigiendo al ciclo diversificado, (INE varios años).
118.803
103.44399.772111.726
117.134112.337102.46598.806
83.51093.477
117.889112.618
0
20.000
40.000
60.000
80.000
100.000
120.000
140.000
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Jovenes sin nivel de escolaridad
54
Gráfico 2.15: Jóvenes 15-24 años con Niveles de Escolaridad Educación Básica
1994-2005
Fuente: INE varios años, Encuesta de Hogares. Elaboración Propia
Gráfico 2.16: Jóvenes 15-24 años, Niveles de Escolaridad Media y Diversificada
1994-2005
Fuente: INE varios años, Encuesta de Hogares. Elaboración Propia
En el gráfico 2.16, se presenta el comportamiento de los jóvenes con niveles de
educación media y diversificada, se observa que el número de jóvenes con dicho
nivel viene creciendo. Para el segundo semestre de 1994 el número de jóvenes con
2.300.000,00
2.350.000,00
2.400.000,00
2.450.000,00
2.500.000,00
2.550.000,00
2.600.000,00
2.650.000,00
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Jóvenes 15-24 años
-
200.000,00
400.000,00
600.000,00
800.000,00
1.000.000,00
1.200.000,00
1.400.000,00
1.600.000,00
1.800.000,00
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Media Diversificada
55
educación media y diversificada era de 1.064.920 y para el segundo semestre de
2004 era de 1.698.855 jóvenes.
En la actualidad más de la cuarta parte de la fuerza de trabajo laboral es bachiller. Es
importante señalar que aun la fuerza de trabajo de Venezuela no esta altamente
calificada, ya que para el segundo semestre del 2002, el 64% de la población
económicamente activa aun no había culminado el bachillerato, (Rodríguez, 2003).
Se puede observar en el gráfico 2.17, como los jóvenes con niveles de escolaridad
universitarios han venido en ascenso. Para el segundo semestre de 1994 el número
de jóvenes con dicho nivel era de 318.086, para el segundo semestre de 2005 este
número era de 556.965 jóvenes, lo que se traduce en un aumento de 238.879 nuevos
jóvenes con niveles de escolaridad superior, (INE varios años). Si bien el crecimiento
de la población con educación superior en edad de trabajar ha crecido, ésta continua
siendo pequeña en comparación con la población en edad de trabajar que no tiene
este nivel educativo (Bruni Celli, 1999).
56
Gráfico 2.17: Jóvenes 15-24 años, Niveles de Escolaridad Educación Superior
Fuente: INE varios años, Encuesta de Hogares. Elaboración Propia
Lo explicado anteriormente, demuestra que se ha producido un aumento en el
número de estudiantes, aumentando los niveles de escolaridad de los jóvenes
venezolanos. Es importante resaltar que este aumento aun no es lo suficiente para
considerar a la mano de obra joven altamente calificada, pero es importante destacar
que se esta avanzando en dicho proceso. Este aumento del número de estudiante y de
los niveles de escolaridad pudiera estar afectando la tasa de participación de los
jóvenes dentro del mercado laboral. Según Weller (2003), los jóvenes están
postergando su entrada al mercado laboral a cambio de acumular años de
escolaridad. Este comportamiento se puede observar claramente en los gráficos
anteriores (2.14; 2.15; 2.16 y 2.17), donde se muestra la tendencia creciente de los
niveles de escolaridad de la población joven entre 15 y 24 años de edad.
-
100.000,00
200.000,00
300.000,00
400.000,00
500.000,00
600.000,00
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Jóvenes 15-24 Nivel Universitario
57
Grafico 2.18: Comportamiento de la Participación de los Jóvenes 15-24 años
2000-2005
Fuente: INE varios años, Encuesta de Hogares. Elaboración Propia
Al observar el gráfico 2.18 se evidencia una disminución de la participación juvenil.
Este efecto se puede corroborar con el comportamiento descrito anteriormente y
comentado por Weller (2003). Esta muy claro que los niveles de escolaridad de la
población están afectando la decisión de participación dentro del mercado de trabajo
de los jóvenes.
Se debe hacer referencia a las mujeres jóvenes, que aumentaron su participación en
el sistema educativo y dentro del mercado laboral. Dicha participación está
altamente vinculada a la crisis económica de las últimas décadas, que demanda la
incorporación de la mujer al mercado de trabajo para compensar la caída del ingreso
real de las familias. La mujer a lo largo de los años ve aumentada su tasa de
participación, al mismo tiempo que su inserción en el nivel educativo, aumentando
42%
44%
46%
48%
50%
52%
54%
56%
1 Sem2000
2 Sem2000
1 Sem2001
2 Sem2001
1 Sem2002
2 Sem2002
1 Sem2003
2 Sem2003
1 Sem2004
2 Sem2004
1 Sem2005
2 Sem2005
Participación de los Jóvenes 15-24 años 2000-2005
58
sus años de escolaridad, mientras que los hombres de la misma edad han mantenido
constante el acceso a los distintos niveles educativos.
En el gráfico 2.19, se puede observar el comportamiento que ha tenido la
participación de las mujeres jóvenes. Nótese en el gráfico que la participación de los
hombres entre 15-24 años se ha mantenido constante mientras que la participación de
las mujeres jóvenes ha tenido un comportamiento creciente a lo largo del tiempo.
Gráfico 2.19: Tasa de Participación Total de Mujeres y Jóvenes (15 a 25 años),
1994-2005
Fuente: INE 2005, elaboración propia
Es importante mencionar el aumento de la participación de las mujeres en la
matrícula de educación superior. En 1990 el número de mujeres universitarias se
igualó a la de los hombres, a partir de ese año, el número de mujeres universitarias
empieza a superar crecientemente al número de hombres universitarios (Bruni Celli,
1999). Este proceso conocido como la feminización de la matrícula en educación
0.00
10.00
20.00
30.00
40.00
50.00
60.00
70.00
80.00
2 Se
m 1
994
1 Se
m 1
995
2 Se
m 1
995
1 Se
m 1
996
2 Se
m 1
996
1 Se
m 1
997
2 Se
m 1
997
1 Se
m 1
998
2 Se
m 1
998
1 Se
m 1
999
2 Se
m 1
999
1 Se
m 2
000
2 Se
m 2
000
1 Se
m 2
001
2 Se
m 2
001
1 Se
m 2
002
2 Se
m 2
002
1 Se
m 2
003
2 Se
m 2
003
1 Se
m 2
004
2 Se
m 2
004
1 Se
m 2
005
2 Se
m 2
005
Tasa de Participación Total Tasa de Participación Mujeres
Tasa de Participación Jovenes 15 a 24 años
59
superior, se acentúa a partir de ese mismo año y parece haber llegado a un máximo
en 1999, (Sierra, 2001).
2.2.3 Edad Promedio para ingresar al mercado de trabajo
La edad de incorporación de los jóvenes ha experimentado algunos cambios
significativos, desde 1981 hasta 2005 la edad promedio de ingreso al mercado de
trabajo se encuentra por encima de los 19 años (gráfico 2.20) y la de la población
total se encuentra entre los 23 años (INE, varios años). Para el segundo semestre de
1981 el promedio de edad era de 19,67 años y para el segundo semestre del 2005 la
edad se mantenía en 19,97. En 1990 la edad promedio bajó a 18,97 (INE, 1990);
recuérdese que en 1989 Venezuela vivió una gran crisis fiscal, altos niveles de
desempleo e inflación y disminución del salario real, lo que pudo haber causado que
después de la crisis muchos jóvenes se incorporaron al mercado de trabajo como
buscadores de ingresos extras para sus hogares.
60
Gráfico 2.20: Edad de Ingreso al Mercado Laboral, Jóvenes 15-24 años
18,4
18,6
18,8
19
19,2
19,4
19,6
19,8
20
20,2
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
Edad promedio
Fuente: INE varios años, Encuesta de Hogares. Elaboración Propia
En el gráfico 2.21 se muestra el comportamiento de la participación de los jóvenes
entre 1985 y 1995, se evidencia que a partir de 1989 y hasta 1994 la participación de
los jóvenes venía creciendo, los jóvenes ingresaron al mercado de trabajo debido a
las crisis fiscales y financieras sufridas por Venezuela para ese período, que causaron
una disminución de los salarios reales, cayendo el ingreso familiar.
En una situación contraria, para el segundo semestre del 2005 la edad promedio para
ingresar al mercado de trabajo llegó casi a los 20 años, esto pudiera coincidir con lo
explicado por Weller (2003), los jóvenes están postergando su entrada al mercado
laboral acumulando más años de estudio. Este comportamiento se puede observar en
el gráfico 2.22, donde desde se muestra una caída de la participación de los jóvenes,
esto puede ser explicado por el aumento de la edad de los jóvenes al ingresar en el
mercado de trabajo.
61
Gráfico 2.21: Comportamiento de la Participación Laboral Jóvenes 15-25 años
1985-1995
Fuente: INE varios años, Encuesta de Hogares. Elaboración Propia
Gráfico 2.22: Comportamiento de la Participación Laboral Jóvenes 15-25 años 1995-2005
Fuente: INE varios años, Encuesta de Hogares. Elaboración Propia
De acuerdo al gráfico 2.23 y a Weller (2003), en Venezuela se observa como la tasa
de participación de los jóvenes aumenta debido, principalmente, a la inserción
37%38%39%40%41%42%43%44%45%46%47%48%
2 Sem
1985
2 Sem
1986
2 Sem
1987
2 Sem
1988
2 Sem
1989
2 Sem
1990
2 Sem
1991
2 Sem
1 992
2 Sem
1993
2 Sem
1994
1 Sem
1995
2 Sem
1995
Comportamiento Partcipación Laboral Jóvenes 15-24 años 1985-1995
42%
44%
46%
48%
50%
52%
54%
56%
1 Sem2000
2 Sem2000
1 Sem2001
2 Sem2001
1 Sem2002
2 Sem2002
1 Sem2003
2 Sem2003
1 Sem2004
2 Sem2004
1 Sem2005
2 Sem2005
Participación de los Jóvenes 15-24 años 2000-2005
62
sucesiva de los grupos con elevados niveles educativos. En consecuencia, al inicio la
participación laboral es claramente mayor para los jóvenes de bajo nivel educativo, y
después de trece años (1999), la participación según grupo educativo refleja el
siguiente comportamiento: entre los hombres la tasa de particip