Detienne, Dioniso a Cielo Abierto

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dioniso, religion griega

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  • DIONISO A CIELO ABIERTO1

    Marcel Detienne

    Prolegmenos

    Dioniso es el menos sedentario de los dioses que, en Grecia, se

    encuentran por todas partes. En ningn sitio est en su casa. Sobre todo, no en

    Tebas, donde su madre, la mortal Semele, lo lleva algunos meses en su vientre.

    Dios nmade, su reino no conoce capital. Nunca es ms mezquino que bajo la

    mscara del dios incensado e iconizado. El Dioniso gastrnomo de Atenas abus

    suficientemente de los suyos. (Detienne, Dioniso) P.12

    El dios epidmico

    El dionisismo se presenta bajo la apariencia de una epidemia2.

    (Detienne, Dioniso) P.18

    Ciertamente la locura dionisaca lleva en s un poder de contagio tan grande

    como la macha de la sangre derramada. Pero, en sentido griego, epidemia

    pertenece al vocabulario de la teofana. (Detienne, Dioniso) P. 19

    1 .- Detienne, Marcel. Dioniso a cielo abierto. Barcelona, Gedisa, 1986.2 Enfermedad, contagiosa o no, que ataca a un gran nmero de personas (E. Littr, Dictionnaire de la languefrancaise, t. II, Pars, 1869, pg. 1.459).

    1

  • Las epidemias3 son sacrificios ofrecidos a las potencias divinas:

    cuando ellas llegan al pas; cuando se entregan a un santuario, cuando

    asisten a una fiesta o estn presentes en un sacrificio4. A las epidemias

    responden las apodemias, sacrificios de la partida. Pues existe una circulacin de

    los dioses. Ms masiva en ocasin de las Teoxenias, cuando una ciudad, un

    particular o aun una divinidad ofrecen hospitalidad a ciertas potencias divinas, a

    veces, asimismo, a todas juntas5 En esta ocasin, los dioses residen en el pas,

    estn en el lugar6, epidemizan. Residentes sin ser sedentarios como los mdicos

    hipocrticos, estos prcticos itinerantes son los que componen precisamente las

    Epidemias. (Detienne, Dioniso) p.20

    Son Los dioses migratorios los que tienen derecho a las epidemias.

    Tienen sus temporadas; se los llama; les convienen los himnos. Son los

    Discuros, Artemisa o Apolo; el cual viaja mucho, de un santuario a otro,

    entre Delos, Mileto, Delfos y el pas de los Hiperbreos donde le gusta pasar

    el invierno. (Detienne, Dioniso) (Detienne, Dioniso) P.21

    Pero, junto a ellos, el dios ms epidmico del panten, es seguramente

    Dioniso,7. (Detienne, Dioniso) P. 21

    3 El autor usa en el texto francs epidmie por la palabra griega monuia (epidemia). Siguiendo esta lnea, pornuestra parte ,nosotros hemos castellanizado en estas versin esta palabra Y otras, que aparecan astransliteradas por el autor. (T).4 Legajo constituido por L. Weniger, Theophanien altgriechische Gtteradvente, Archiv fr ReligionsWiessenschaft, 22, 1923-1924, pgs. 1.657 y Fr. Pfister, s.v. Epiphanie, Realencyclopdie Supplement IV(1924), c. 277-323. Ms amplio el libro de W. F. Otto, Theophana. DerGeist der altgriechischen Religion,Hamburgo, 1956.5 D. Wachamuth, s.v. Theoxenia, Kleine Pauly, V, 1979, c. 732-733. Para las Theoxenia, fiesta de la Ciudad deDelfos,puede consultarse P. Amandry, Bulletin de correspondance Hellnique, 68-69, 1944-1945, pgs 413-415, completando el Bulletin de correspondance hellnique 63, 1939, pgs. 209-210.6 Segn la frmula de las Scholies a Pindare, Olympiques III, I, ed. Drachmann, I, pg. 105, 14-16.7 Han sido decisivos los anlisis de W. F. Otto, Dionysos. Le mythe et le culte (2. Ed., 1933), 1948, trad. Fr.Pars 1969, pgs. 81-92. Legajo rico y confuso sobre las llegadas de Dioniso en C. Kernyi, Dionysos.Archetypal Image of Indestructible Life, Princeton, 1976, pgs. 139-188.

    2

  • Dioniso es por excelencia el dios que viene: aparece, se manifiesta,8viene a

    hacerse reconocer. Epfano itinerante, Dioniso organiza el espacio en funcin de

    su actividad deambulatoria. Se lo encuentra por todas partes, no est en ninguna

    en su casa9 (Detienne, Dioniso) p.21

    Hay en Dioniso una pulsin epidmica que lo coloca aparte de los otros

    dioses de epifanas regulares, programadas y siempre dispuestas en el orden

    cultural de las fiestas oficiales, y cada una en su tiempo. (Detienne, Dioniso)

    (Detienne, Dioniso) P. 22

    El ser errante es en l demasiado natural para que sus llegadas, sus ideas

    y venidas puedan confundirse con las de los otros. (Detienne, Dioniso) P.22

    Para algunos, el extranjero venido del norte es el dios traco-frigio, para los

    otros, es un dios meridional que vuelve a su casa, en el Peloponeso, despus de

    una larga ausencia debida a la invasin doria y aristocrtica10 (Detienne, Dioniso)

    p.23

    Segundo tipo de epidemia: el dios de la vid, la divinidad del vino y sus

    huspedes. Es Dioniso abandonando detrs de s, en el horizonte de la viticultura

    entreabierto, la promesa de una bebida fermentada, con su locura que se debe

    atemperar, con su poder salvaje que se debe domesticar. (Detienne, Dioniso) P.

    26

    Por sus virtudes epifnicas, el dios que viene conoce ntimamente las

    afinidades de la presencia y de la ausencia. Dioniso se presenta siempre bajo la8 El aparecer es obsesivo en las Bacantes. Cf. J. P. Vernant, Le Dionysos masqu des Bacchantes deEuripide, Lhomme, 93, 1985, pgs. 39-42.9 Idea directriz del libro de H.Jeanmaire. Lo dice explcitamente (Dionysos. Histoire du culte de Bacchus, 2.Ed., Pars, 1970, pg. 193).10 Interpretacin de F. Robert, La religion grecque, Pars 1981, pgs. 101-107. Un dios de corazn plebeyo, y cuyos adoradores seran slidos boyeros, que se entregaran entre ellos al juego de diasparagmos, un buey a despedazar.

    3

  • mscara del extranjero, sea que marche sonriente o que salte irritado .

    (Detienne, Dioniso) P. 26-27

    Distinto, en tanto hay sobre este rostro algo extrao y algo extranjero,

    segn el doble sentido de xnos. (Detienne, Dioniso) P. 28

    Lo de extranjero,11 en primer lugar: que no designa a lo no griego, el

    brbaro de habla ininteligible; sino al ciudadano de una comunidad vecina.

    El xnos es producido por la distancia que separa dos ciudades: en sus

    sacrificios, en sus asambleas; en sus tribunales. Para ser llamado xnos, un

    extranjero debe, pues, pertenecer al mundo helnico, idealmente constituido por el

    conjunto de hombres que tienen la misma sangre, la misma lengua, santuarios y

    sacrificios comunes.12 Cuando aparece a los ojos de Pentea, el Dioniso tebano

    lleva la mscara del extranjero: a un xnos el rey de Tebas le dirige la palabra.13 A

    pesar de su disfraz lidio, Dioniso es tratado como griego. (Detienne, Dioniso)

    P.28-29

    Desde el descubrimiento del periodo micnico, no tenemos ms ninguna

    duda sobre la calidad de griego de Dioniso, pero los griegos de todos los tiempos

    nunca la tuvieron. En ninguna parte Dioniso es calificado de dios brbaro.

    (Detienne, Dioniso) P. 29

    Con lo que contrasta con una potencia que le est prxima bajo ms de un

    aspecto: Artemisa, la que es llamada Ortia y cuya estatua vuelve locos y hacer

    matarse entre s sobre el altar a sus fieles. (Detienne, Dioniso) P.29

    11 Cf. Ph. Gauthier, Notes sur letranger et lhospitalit en Grece et a Rome, Ancient Society, 4, 1973, pgs. 1-2112 Herodoto, VIII, 144.13 Bacantes, 233; 247; 353; 441; 453; 642; 1.059; 1077. Por ms que las mujeres de su tiasis vengan de casa de los Brbaros (56), de Lydia y de las montaas de Frigia.

    4

  • Dioniso se presenta como un demonio extranjero, un xnikos daimn.

    (Detienne, Dioniso) P. 29

    El extrao extranjero

    Cuando los dioses entran en procesin a lo largo de un friso, la mscara es

    para Dioniso. (Detienne, Dioniso) P. 30

    Enarbola la facialidad tan espontneamente como Hermes lleva el

    caduceo. (Detienne, Dioniso) P. 30

    A travs de la mscara que le confiere su identidad figurativa, Dioniso

    afirma su naturaleza epifnica de dios que no cesa de oscilar entre la

    presencia y la ausencia.14 (Detienne, Dioniso) P.30

    Pues si el hijo de Semele era solamente un xnos, un extranjero impaciente

    por metamorfosearse en husped en la generosidad inmediata de las fiestas de

    xnia o del xnismo,15 es decir de la mesa de huspedes que es a veces tendida

    segn su designio por ciudades fieles, sera un extranjero como los otros de rango

    divino, acogidos en el banquete en fechas regulares y festejados en la pura alegra

    de las teoxenias.16 (Detienne, Dioniso) P.34

    14 Excelentemente mostrado hace poco por W.F. Otto, Dionysos. Le mythe et le culte, op. Cit., pgs. 93-98 (elsmbolo de la mscara). Hoy por las investigaciones de Francoise Frontisi-Ducroux y J. P. Vernant, Figuresdu masque en Grece ancienne, Journal de Psychologie, 1983, pgs.15 Lo que l es igualmente. Por ejemplo en las tradiciones sobre la llegada a la morada de Semaco (C.Kernyi, Dionysos: archetypal Image of Indestructible Life, Princeton, 1976, pgs. 146-149). Para las fiestasde hospitalidad llamadas khenika, ver D. M. Pippidi, Xenika Dionysia Callatis, Acta Antiqua Hungarica,16, 1968, pgs. 191-195.16 Cf. C.Watzinger, Theoxenia de los Dionysos, Jahr-buch des deutschen archalogischen Institutes, 61-62,1946-1947, pgs. 77-78.

    5

  • En sus epifanas ms memorables, Dioniso es por partes iguales el extrao

    y el extranjero. Es el Extranjero portador de extraeza. Pero una extraeza que se

    difunde por las vas del desconocimiento, o ms bien del no reconocimiento.

    (Detienne, Dioniso) P. 34

    Locura e impureza de generaciones enteras

    Pero es en tierra beocia, en Tebas y en Orcmene, donde la presencia

    dionisaca descubre sus rigores extremos. (Detienne, Dioniso) P. 38

    En primer lugar con las Minades, las tres hijas del rey de Orcmene.17

    (Detienne, Dioniso) P.39

    Dioniso les ofrece una oportunidad de reconocer su naturaleza divina. Bajo

    la mscara de una joven, exhorta a las Minades a no faltar a sus ceremonias ni a

    descuidar los misterios del dios. Ellas no prestan atencin. (Detienne, Dioniso) P.

    39

    Dioniso puede dar libre curso a su resentimiento. Les llena los ojos con sus

    metamorfosis: toro, len, leopardo, mientras que el telar el objeto tcnico que

    parece justificar la vocacin domstica de las Minades- comienza a exudar leche

    y nctar a lo largo de sus montantes. (Detienne, Dioniso) P.39

    17 Legajo muy completo en J. Kambitsis, Minyades kai Proitides. Ta mythologika dedomena, Iannina, 1975.Datos ms reducidos en W. Burkert, Homo Necans, Berln, Nueva York, 1972, pgs. 189-200. Pero nopodemos seguir su interpretacin que descuida para las minades la impureza a la que se ven reducidas acontinuacin del crimen cometido en estado de mana.

    6

  • Espantadas ante semejantes prodigios, las tres hermanas se precipitan

    hacia el culto de Dioniso, se entregan locamente a las ceremonias del nuevo dios.

    Sin perder un momento las tres echan suertes en un vaso que sacuden; le toca a

    Leucipe que hace voto de ofrecer una vctima a Dioniso, y con la ayuda de sus

    hermanas, destroza el cuerpo de su propio hijo.18 (Detienne, Dioniso) P.39

    La oribasia que precede al desmembramiento de un hijo por su madre.

    (Detienne, Dioniso) P. 40

    Las tres Minades, cuenta Plutarco, son presentadas all como locas

    repentinas y, por gracia de Dioniso, son presas de un deseo de carne humana.

    Sacan a la suerte cul de sus nios va a satisfacerlas, y la madre que la suerte ha

    favorecido saborea el honor de ofrecer al dios su propia carne expertamente

    desmenuzada. (Detienne, Dioniso) P. 40

    Un homicidio inmolatorio, realzado por las ganas de devorar a la vctima,

    que empuja a las Minades hacia los Basares fanticos de sacrificios humanos en

    los altares de Dioniso y que llegan al colmo del horror devorndose mutuamente.19

    (Detienne, Dioniso) P.41

    Pentea desmembrada por Agave es la inversin trgica de la pareja

    dionisaca, tan presente en Tebas, del hijo y de la madre amorosamente

    enlazados. (Detienne, Dioniso) P. 45

    Bajo dos efigies idnticas

    18 Antoninus Liberalis, Metamorphoses, X., ed. M. Papathomopoulos.19 Porphyre, De Abstinentia, II, 8. Los Bassares son adeptos a los sacrificios turicos, pero su vocacindionisaca es una hiptesis a partir de los indicios: por una parte que Bassarai en femenino designa a lasMnades; por otra, que el verbo Haimodaitein les corresponde perfectamente a las Mnades posedas por lamana como las Bassares locas.

    7

  • El papel de Melampus en las tradiciones de Argos y de Sicione permita ya

    pensar la mana como un estado intermedio entre la enfermedad y la impureza.

    (Detienne, Dioniso) P. 48

    Hay en el delirio, en la mana dionisaca, una parte de impureza,

    directamente imputable al hecho de estar fuera de s, separado de los otros y de s

    mismo. (Detienne, Dioniso) P. 48

    Dioniso, vuelto amo de su razn, aprende sus propias ceremonias, sus

    tltai; recibe de manos de Rea su vestidura, stol, su traje de bacante, antes de

    partir en direccin a Tracia. La purificacin lo hace salir de un estado de impureza

    cobrado en la mana; lo califica, ritualmente parece, para ser introducido en su

    propio ceremonial. Pues tal es, en ese contexto, el sentido de stol: no la

    vestimenta que cubre la desnudez, sino el equipamiento de los fieles de Dioniso,

    la vestidura requerida en sus ceremonias, la que l obliga a ponerse a los

    hombres y las mujeres de Tebas.20 El tirso, la hiedra, el largo vestido, la nbrida

    por encima: ornamento bquico que Dioniso, cazador disfrazado del vestidor,

    dispone con un cuidado extremo sobre el cuerpo de Penteo en las Bacantes.21 Es

    una vestidura de mujer, y quien la acepta est ya tocado por una ligera

    demencia.22 (Detienne, Dioniso) P.50

    A la mana enviada por Hera responde la locura bquica que alterna con el

    vino puro, que tienen uno y otra virtud para iniciar. (Detienne, Dioniso) P. 53

    20 Bacantes, 34: skene. Tiresias llevando la vestidura del dios: 180. En este caso, menadizar parece elhomlogo de hacer de bacante, a la manera de Skyles en las calles de Olbia.21 Ibd., 925-945. Imperativos tcnicos de una vestidura ritual, dicen con razn J. L. Durand y Fr. Drontisi,Idoles, figures, images: autour de Dionysos, Revue archologique, 1982, pgs 81-108 (en particular pg.95). Pero es P. Boyanc (Dionysiaca, Revue des Etudes enciennes, 1966, pgs. 33-60) quien ha mostradoexcelentemente desde las Bacantes hasta la inscripcin de Tusculum la importancia de la vestidura, el rol delcinturn y la significacin de la katazsis (art. Cit, pgs. 45-53).22 77Bacantes, 851-853.

    8

  • Inventar el vino y advenimientos lejanos

    El Dioniso caminante en Atica se presenta bajo una mscara

    completamente distinta: es un dios discreto, paciente, una potencia benvola y

    generosa; en las antpodas de su personaje tebano. Este otro Dioniso que aparece

    en el pas de Eurpides no es ignorado en las Bacantes que lo evocan por dos

    veces pero como una divinidad lejana, si no irreal.23 (Detienne, Dioniso) P.62

    Olvidar a Eleuteros

    En primer trmino, hesitacin de los atenienses. A decir verdad, Dioniso es

    mal acogido. Toda la poblacin masculina, inmediatamente golpeada por una

    especie de satyriasis, se encuentra en estado de ereccin dolorosa y sin

    apelacin.24. Muy felizmente el orculo de Delfos indica el remedio al mal peniano:

    construir falos y llevarlos en procesin en honor del dios anunciado por Pegaso.

    (Detienne, Dioniso) P.69

    La patologa del rgano masculino prepara los espritus para rendir a

    Dioniso un culto cuyo instrumento y figura divino son un miembro viril de bello y

    gran tamao. Como se sabe en Delos, donde el falo es llamado estatua, agalma

    de Dioniso.25 Y si las gentes de Atenas se muestran reticentes ante su mensajero,

    23 Mostrando as que el dios de Tebas es percibido en oposicin con el Dioniso ateniense.24 Scholie a Aristophane, Acharniens, 243, ed. N. G. Wilson, 1975, pgs. 42-43. Mucho ms notable la versinde Scholie a Lucien, Dialogue des dieux, 5, ed. Rabe, pg. 211, 14-212, 18 donde Diniso, como efebodeseable, se encarga por s mismo de despertar el deseo de los hombres. En castigo, esta vez, por la muerteinfligida a Icarios.25 Ph. Bruneau, Recherches sur les cultes de Dlos, Pars, 1970, pgs. 314-317.

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  • no ser al ver aparecer un dios desconocido y, adems, bajo la forma turbadora

    de un gran sexo erecto? (Detienne, Dioniso) P. 69

    Sangre del cielo, sangre de la tierra

    Las tradiciones respecto de la vid, la primera planta descubierta, dicen de

    su origen sobrenatural, borrado en el relato de Icarios que privilegia la violencia

    sobrehumana del brebaje extrado del racimo. (Detienne, Dioniso) P. 71

    Un da, de lo alto del cielo, llovi sobre la tierra una gota de sangre de los

    dioses. En medio de las florestas germin un arbusto de tallos sarmentosos con

    zarcillos y pmpanos. Una via salvaje, que creca por s misma (autophus),

    enrollndose alrededor de los rboles en alturas naturales. (Detienne, Dioniso)

    P.71

    La Historia de las plantas de Teofrasto describe; en un captulo clsico de la

    enologa, los efectos contrarios de las variedades de vid y de los viedos

    vecinos.26 (Detienne, Dioniso) P.73

    El vino de Heraia en Arcadia vuelve a las mujeres fecundas mientras que

    abortan bebiendo la cerinia de Acaia, y aun mascando un racimo. (Detienne,

    Dioniso) P. 73

    Su calor natural agita la superficie; se pone a hervir. Es un fuego lquido

    encerrado en las jarras, que tiembla al soplo de los vientos como el Cfiro, el que

    26 La cual tiene sus expertos, aun si son mal conocidos: Plinio, Historia natural, XIV, 10, 12 ed. J. Andr, n. 1,pg. 139.

    10

  • fecunda las yeguas, sensible a los movimientos de las grandes constelaciones del

    cielo. (Detienne, Dioniso) P.74

    Su naturaleza gnea, flameante, se verifica experimentalmente en el ritual

    de la libacin. Si se lo arroja sobre la llama, la hace crecer. Teofrasto lo dice en su

    tratado Sobre el fuego.27 Sube hasta el cielo cuando Alejandro, de paso en Tracia,

    hace correr el vino puro sobre el altar de Dioniso.28 Libacin adecuada a los

    poderes divinos, a los muertos, al Buen Genio que personifica la fuerza ardiente.

    En el teatro de Aristfanes,29 servirse un buen vaso lleno es jugar a la ruleta rusa:

    o bien la muerte sbita, como beber sangre de toro,30 o bien la inspiracin,

    despertar en s al Buen Genio y profetizar, volverse Bakis. En el vino hay un rayo,

    y es necesario ser herido por l para entonar el ditirambo. (Detienne, Dioniso) P.74

    Es Bakis, el trance. Sangre en la tierra, sangre del cielo, el vino tiene el

    color de la sangre de los hombres. P.75

    El Vino Puro es compaero de Dioniso. Akratos es un familiar de la

    tiasis. (Detienne, Dioniso) P. 75

    En adelante, por gracia de Dioniso, lo dicho de Anfictin es la regla del

    banquete: despus de haber comido alimentos slidos, carne y pan, que se

    ofrezca a cada uno un dedo de vino puro a fin de gustar y de probar su

    poder, la dynamis del Dios Benvolo.31 (Detienne, Dioniso) P.76

    En cuanto al resto de la crtera, sabiamente escondido, dosificado a la

    medida de los convidados, del lugar y de la estacin, los bebedores consumen

    tanto como quieren, siempre quedarn sanos y salvos. El mismo proceso,

    27 Teofrasto, De igne, 65 ed. Wimmer.28 Suetonio, Augusto, 94, 7.29 Aristfanes, Los Caballeros, 85; 105-106.30 Cf. A. Touwaide, Le sang de taureau, LAntiquit classique, 48, 1979, pgs. 5-14.31 Philochore en F Gr Hist 328 F 5b ed. Jacoby.

    11

  • todava ritual, ordena la fiesta de las Antesterias, la ms antigua celebracin de

    Dioniso. A principios de la primavera se abren las tinajas. Es el tiempo de la

    segunda fermentacin. Cada uno lleva su tonel al santuario del Moderado. Se

    hace libacin del vino nuevo, rogando al dios que el uso del pharmakon se haga

    sin peligro y sea saludable.32 (Detienne, Dioniso) P.76

    Remedio y no veneno ni fuego devorador. Mezclar es la nica palabra de

    orden para la continuacin de las ceremonias. (Detienne, Dioniso) P.76

    El dios entronizado en la ciudad de Atenas no corre el riesgo de ser

    confundido con su primo de Tebas. Con diploma de medicina, direccin del

    departamento de salud, modelo de legitimidad y rectitud, el Dioniso ateniense se

    instala en los barrios distinguidos con la reputacin de un dios prudente que

    preside la economa de las necesidades y placeres. (Detienne, Dioniso) P.78

    El ms sagrado de los lugares de culto dionisaco est abierto un solo da

    por ao; lo secreto y lo pblico se mezclan all de manera singular: puede leerse,

    sobre una estela erigida cerca del altar, en caracteres ticos semiborrados las

    prescripciones del ceremonial: Este es poltico, esencial a la ciudad y sometido al

    imperativo de la publicidad que se ejerce sobre el conjunto de los santuarios. Pero

    en este espacio confiado enteramente a las primeras ciudadanas de Atenas, slo

    las oficiantes tienen el derecho de efectuar y de contemplar un ceremonial que les

    est estrictamente prohibido revelar.33 El mismo da, la Reina penetra en el

    Boukoleion, antigua residencia real vecina al Pritaneo, y encuentra a Dioniso con

    el cual se desposa en nombre de la ciudad.34 (Detienne, Dioniso) P.80

    32 Plutarco, Propos de table, III, 7, 655e.33 Id., ibd, 76 y 79.34 Aristteles, Constitucin de Atenas, III, 5 Cf., para el legajo de las Antesterias desde este punto de vista, P.Carlier, La royaut en Grece avant Alexandre, Estrasburgo, 1984, pgs. 331-335

    12

  • El da de su fiesta, en la fecha fijada en el calendario para su llegada a los

    altares y a los templos, ocurre a menudo que Dioniso haga crecer la vid en un da,

    brotar el vino ya preparado de la tierra desnuda o aun que haga hervir el licor

    embriagante en las cubas hermticamente selladas. (Detienne, Dioniso) P. 81

    La isla de las mujeres

    Posidonio afirma que hay en el ocano una pequea isla que l sita en la

    desembocadura del Loire, y de ninguna manera en alta mal; que est habitada por

    las mujeres de los Namnetos, mujeres posedas por Dioniso y dedicadas a

    aplacar a este dios mediante ritos y toda clase de ceremonias sagradas. Ningn

    varn puede poner el pie en la isla. En cambio las mujeres mismas, que son todas

    esposas, atraviesan el agua para unirse a sus maridos y vuelven despus. La

    costumbre quiere que una vez al ao ellas saquen el techo del santuario y pongan

    otro el mismo da, antes de la puesta del sol. Trayendo cada una su carga de

    material. Aquella cuyo fardo cae a tierra es despedazada por las otras que pasean

    sus miembros alrededor del santuario gritando el voh. No se detienen antes de

    que su delirio (lutt) tenga fin. Y sucede siempre que una u otra caiga y deba sufrir

    parecida suerte. (Detienne, Dioniso) P.88

    Zancadilla

    Empezando por la Bacante, la de Eurpides, cannica en su felicidad:

    ofreciendo vohs al dios del voh, se lanza parecida a una joven yegua,

    extiende su pierna con un pie rpido.35 Simtricamente, la mnade trgica,

    35 Eurpides, Bacantes, 166-167.

    13

  • Agave, a la vuelta del Citern, llega con un pie bquico, ebria del furor homicida

    que le ha insuflado Dioniso: en la mano, la mscara sangrienta de Penteo.36 Este

    Movimiento de la pierna, del pie lanzado hacia delante, es la postura enseada por

    el maestro de danzas de los coros satricos en las Atenas de los alrededores del

    500, Pratinas, cuando rinde a Dioniso el homenaje de su arte amenazado por

    ruidosos innovadores: Prncipe coronado de hiedra, mira los movimientos del pie

    derecho, su lanzamiento.37 La misma figura para Penteo, el da en que, frente al

    palacio de Cadmos, el Dios de la mscara de extranjero preside su vestimenta,

    mostrndole cmo un bacante debe elevar el pie derecho al mismo tiempo que el

    tirso de la mano derecha.38 (Detienne, Dioniso) P.94

    Fuera de s: ektaseis. P. 95

    Peanes, de cantos purificantes y primaverales. P.95

    No preparo para le gente sensata ms que tres crteras; una de salud

    (hugeia) que beben en primer trmino; la segunda, de amor y de placer; la

    tercera, de sueo. Despus de haber vaciado esta tercera, los prudentes se

    van a acostar. La cuarta, no la conozco. Pertenece a la insolencia. La quinta

    est llena de gritos; la sexta desborda maldades y burlas; la sptima tiene

    los ojos magullados; la octava es el portero; la novena, la bilis; la dcima es

    la locura (mana). Es sta la que hace tropezar (sphallein). Pues vertida en un

    recipiente estrecho produce fcilmente la zancadilla a quien la ha vaciado

    (huposkelizein).39 El Dioniso Bien Derecho y muy digno toma sus distancias

    desde la cuarta crtera. (Detienne, Dioniso) P.100

    36 Id., ibd., 1230.37 Hyporcheme, F. 1 ed. Diehl. Para la tica musical de Pratinas, las pginas de F. Lasserre en su libroPlutarque. De la musique, Lausana, 1954, pgs. 45-47.38 Bacantes, 941-943.39 Euboulos, F. 94, ed. Hunter.

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  • Si el bebedor obstinado cae sbitamente bajo la cama, la culpa es de la

    mana. No hay ms que tomrselas con el merecidamente llamado Sphalotas.

    (Detienne, Dioniso) P.100

    Principio del cambio que est en el mismo ser en tanto que otro.40

    (Detienne, Dioniso) P. 122

    Dioniso en accin, a corazn abierto: descubriendo lo ms ntimo de su

    potencia, la que hace saltar, la que hace brotar. En el punto preciso en que la

    sangre hirviente y el vino palpitante confluyen en un principio comn: la potencia

    de un humor vital que saca de s mismo y slo de s mismo su capacidad para

    liberar su energa, de golpe, con una violencia volcnica. (Detienne, Dioniso) P.127

    Locura homicida, mnade que salta, vino puro efervescente, corazn

    embriagado de sangre: un mismo modo de accin. (Detienne, Dioniso) P.127

    40 A, 12, 1.019 a 15 Dunamis es una potencia personificada; su culto aparece en Mileto, en Tos. ComoAutomatia en Siracusa, y, en Prgamo, Automatos.

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    DIONISO A CIELO ABIERTOMarcel DetienneProlegmenos