CENTRO PARA LA GESTION TECNOLÓGICA POPULAR

CETEP

“DIAGNOSTICO PARTICIPATIVO SOBRE LA PRODUCCION ARTESANAL DE CARBON VEGETAL EN EL SEMIÁRIDO DEL MUNICIPIO TORRES DEL

ESTADO LARA”

INFORME FINAL

Angel Ignacio Alzuru

Barquisimeto, Junio 2005

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CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS 3

PRESENTACIÓN 4

METODOLOGÍA 5

I. UBICACIÓN DE LA ZONA DE ESTUDIO 7 � Municipio Torres 7

o Parroquia Camacaro 7 o Otras Parroquias o Mapa y croquis

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II. ASPECTOS SOCIO-CULTURALES 9

� Proceso histórico 9 � Motivaciones 11 � Organización 12 � Aprendizajes 14

III. ASPECTOS TÉCNICOS 16

� Proceso técnico (trabajos) 16 � El abastecimiento de la Leña 17 � El trabajo de los Hornos 21

IV. ASPECTOS ECONOMICOS 26

� Costos, precios e ingresos 26 � Comercialización 28 � Perspectivas del carbón vegetal 31

V. ASPECTOS LEGALES 33

� Leyes relacionadas VI. DIFICULTADES Y APOYOS NECESARIOS 37

VII. CONCLUSIONES 40

VIII. RECOMENDACIONES 42

ANEXOS: a) Glosario 44 b) Listado de especies forestales nombradas c) Bibliografía

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AGRADECIMIENTOS

La realización de este trabajo no hubiera sido posible si no es por la confianza que PROSALAFA, en la persona de su director Alfredo Rangel, puso en nosotros. A todos los técnicos o ex-técnicos de dicha institución, vaqueanos de todas esas quebradas y arrabales del semiárido, que compartieron con nosotros todos sus conocimientos de la zona, a fin de poder dar inicio al Diagnóstico, va nuestro agradecimiento. A mi amigo Jorge Rosas, ahora desde las trincheras de COMDITORRES, por su permanente apoyo a esta actividad, y por creer en las inmensas posibilidades de la zona. Pero, para no ser injusto y ceñirme a la realidad, quiero agradecer muy especialmente y de todo corazón, a varias familias que, no solo compartieron con nosotros sus experiencias y vivencias de toda una vida, sino que nos tendieron sus manos y nos abrieron las puertas de sus casas para descansar, reponer las fuerzas perdidas y continuar este trabajo al otro día. Desde un principio nos propusimos no citar nombres en este Diagnóstico, a fin de evitar cualquier tipo de inconvenientes a los que participaran. Pero ellos, allá en San Mateo, en El Blanquito, en Las Guarabas y en Curarí, sabrán de quienes se trata. Cuando se escriben estas cosas se recuerda uno de aquella frase: ¡¡LA SOLIDARIDAD ES LA TERNURA DE LOS PUEBLOS!!

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PRESENTACIÓN

Cuando se propuso realizar este Diagnóstico Participativo se tenía como objetivo conocer en detalle la realidad socio-cultural, económica y técnica de las actividades desarrolladas por los productores artesanales de carbón de la Parroquia Camacaro, del Municipio Torres, a fin de que dicha información pudiera servir como base para mejorar dichas actividades y para respaldar los procesos de planificación en esa región del semiárido larense.1

En aquel entonces no se conocía dicha realidad y, tal como se

expresa en este trabajo, no existía ninguna información escrita sobre el tema.

De ahora en adelante creemos que el panorama puede cambiar.

Los resultados aquí obtenidos nos permiten ser muy optimistas. Ya se conoce en detalle la dinámica que presenta esta actividad, sus principales dificultades y se presenta una serie de ideas que pudieran constituir parte de una política de apoyo hacia este sector productivo.

Pero también se conoce que hay muy buena disposición de parte

de muchos productores de carbón para buscar las fórmulas más adecuadas a fin de poder echar carbón legalmente. Esto va a significar un importante impacto positivo para toda la zona y en especial para el ambiente natural en la que está enclavada.

Especialmente en esta época que nos ha tocado vivir, de cambios

considerables en la forma de organizar el país, su gente, su economía, sus recursos, en la que se quiere fortalecer el desarrollo endógeno y la economía popular, aquí se nos presenta una extraordinaria oportunidad de poner en práctica todos esos postulados para lograr un mayor grado de justicia, de igualdad de oportunidades y de fortalecimiento de las capacidades locales.

Ese es el reto para el cual CETEP quiere estar presente.

1 CETEP, 2004

METODOLOGÍA

Antes de iniciar este capítulo es justo ubicar al lector en la realidad de quienes enfrentamos el reto de realizar este Diagnóstico Participativo sobre la producción artesanal de carbón vegetal en el Municipio Torres del Estado Lara. El Centro para la Gestión Tecnológica Popular (CETEP) ha estado vinculado casi ininterrumpidamente al trabajo que realiza PROSALAFA en el semiárido de Lara y Falcón desde el año 1999. Por medio de esa relación, se había tenido la oportunidad de “patear” una parte importante de la zona de estudio, lo cual nos permitió hacer muchas relaciones de trabajo mediante actividades de transferencia tecnológica, pero también relaciones personales que trascienden el compromiso inmediato del trabajo concreto. Para el momento de iniciar el trabajo, CETEP contaba indudablemente con un capital social que nos ayudó muchísimo en la elaboración de este diagnóstico. Dicho esto, pasamos a describir lo metodológico.

Para realizar este diagnóstico se cumplieron varias etapas:

� Búsqueda de información inicial: la información inicial para arrancar el trabajo se obtuvo de varias fuentes. Primero, entrevistamos a un grupo de personas conocedoras de la zona y de su actividad carbonífera. De allí surgió una primera lista de “vaqueanos” o “promotores” a los cuales era decisivo entrevistar de primero, para presentarles nuestro proyecto y conocer su disposición a ayudarnos. Segundo, hicimos un rastreo de la información escrita disponible tanto en CETEP como en varias bibliotecas del Estado Lara, así como también vía internet. Tercero, hicimos un primer análisis de toda la información encontrada.

� Preparación de visitas al campo: con toda esa información disponible, se hizo

una preselección de los caseríos o poblaciones en las cuales se haría el levantamiento de la información y se comenzó a elaborar un mapa a mano alzada de toda la zona.

� Visitas de reconocimiento: se realizó una primera visita a toda la zona de

estudio a objeto de chequear todos los datos que se habían recogido con anterioridad, en la cual se hizo el contacto con los promotores vaqueanos a quienes se les presentó el proyecto, lográndose captar su entusiasmo para que nos ayudaran. Se hizo especial énfasis en esa ocasión en determinar los caseríos o sectores en los cuales la actividad del carbón fuera más intensa. Se continuó puliendo el mapa de la zona y se fue perfilando mejor aún la lista de los caseríos en los cuales recoger la información.

� Conversaciones con grupos de productores: esta fue la etapa que se llevó más

tiempo, durante la cual se logró realizar un total de 10 conversaciones, tipo talleres, en los siguientes caseríos: Uvedales, Guaidí, San Mateo, El Blanquito, Las Guarabas, El Yabito, Bucarito, Curarí, Jadillal y San José de los Ranchos. Es de hacer notar que se cumplió con lo que se había señalado en el Informe de Avance en el sentido de que se pudo abarcar una cantidad mucho mayor a la que preveía el proyecto, que eran sólo cinco (5) .

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� Entrevistas con comerciantes y transportistas: paralelo a la realización de los

talleres participativos, se aprovechó nuestra presencia en la zona para hacer varias entrevistas individuales a comerciantes y transportistas del carbón que viven allí mismo.

� Entrevistas con empresas carboneras de Barquisimeto: como una forma de

chequear la información recogida en campo y de conocer otra perspectiva del negocio del carbón, se hicieron sendas entrevistas a las 2 principales empresas de esta ciudad: Carboncil2 y Carboexpo3.

� Redacción del informe y re-chequeo de la información: con toda la información

recogida en las etapas anteriores, se procedió a sistematizarla, ordenarla y darle cuerpo de Informe Técnico. Un resumen del mismo, con sus principales datos, se sometió a la consideración de varios productores a fin de asegurar que la información recogida había sido fielmente interpretada.

� Versión final: se incorporaron al texto las sugerencias finales hechas por los

productores y se corrigieron los errores que existían, para así obtener la versión definitiva del Diagnóstico Participativo.

2 En la persona de Robert Mendoza

3 En la persona de Eva Marina Maduro

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I. UBICACIÓN DE LA ZONA DE ESTUDIO

� Municipio Torres: Parroquia Camacaro

La zona geográfica en la que se realizó el presente trabajo es la Parroquia Camacaro del Municipio Torres, del Estado Lara. Se puede afirmar que es allí en donde se concentra la mayor actividad relativa a la producción artesanal de carbón vegetal en todo el Municipio. Concretamente, dentro del área ocupada por dicha parroquia, podemos ubicar la zona carbonera como una gran extensión entre la población de Río Tocuyo, capital de la parroquia Camacaro, y los límites con el municipio Iribarren, abarcando casi toda el área ocupada por dicha parroquia. Allí, hoy en día, en casi todas las comunidades, se trabaja echando carbón en mayor o menor grado. Y los sectores o espacios de mayor intensidad están alrededor de las poblaciones de Guaidí y de Curarí. En esta zona se levantó la información en los siguientes caseríos: Uvedales, Guaidí Viejo, San Mateo, El Blanquito, Las Guarabas, El Yabito, Bucarito, El Calvo, Jadillal y Curarí. � Otras Parroquias del Municipio y del Estado

En otras parroquias del Municipio Torres también se consigue la producción de carbón vegetal, facilitado por el tipo de vegetación predominante en el semiárido, tal como es el Cují.

Así, se conoce que también se produce carbón, pero con menor intensidad, en

los siguientes lugares: Cuadro Nº 1

Otras Parroquias del M. Torres y del Estado Lara donde también se produce carbón, fuera de la zona de estudio

Parroquia Caseríos o sectores Castañeda Alrededores de Atarigua

Reyes Vargas La Pimienta, Sabana Alta

Espinosa de los Monteros Sector San José de los Ranchos

Las Mercedes Sector Los Quediches

Aguedo F. Alvarado del Mcpio. Iribarren

Sector Cuesta Grande, alrededores de Bobare y La Vainilla

Fuente: elaboración propia, 2005 De ellas, solo se visitó a fin de levantar información, al sector de San José de

los Ranchos. Se puede afirmar que la zona de estudio está totalmente fuera de los límites del

Parque Cerro Saroche, aunque muy cerca de este.

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A continuación se presenta un mapa y un croquis de la zona en los que se puede apreciar los nombres de los principales caseríos en los cuales se produce carbón vegetal.

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II. ASPECTOS SOCIO-CULTURALES a) Proceso histórico

Según las fuentes consultadas, todas ellas vecin@s de la zona de estudio, la producción de carbón en dicha zona, cuando mucho, tiene unos 100 años de existencia. Pero, por supuesto, no ha sido igual en todas partes ni se ha desarrollado con la misma intensidad.

Vecinos de Bucarito son los que extienden el trabajo de producir carbón a una

época más distante, ubicándolo en unos cien años atrás, es decir, principios del siglo 20.

Muchos testimonios de los alrededores de Guaidí coinciden en señalar que fue

hacia 1940 cuando se inició la actividad en ese sector. Esa misma fecha fue usada como referencia en otras comunidades de la zona de estudio (El Yabito, San Mateo, El Blanquito).

Los datos más precisos mencionan que, para los años 1940, una dama de

nombre Flor García, que tenía un fundo cerca de Guaidí Nuevo, queriendo generar trabajo local y aprovechar los recursos forestales existentes, trajo a un señor de Coro (Toribión, le decían) para que enseñara a unos lugareños a echar carbón, a partir de palos secos. En esa oportunidad aprendieron el oficio 2 personas: Felix Sánchez y Roseliano Rodríguez, y a partir de allí comenzó a difundirse la tecnología del carbón.

En otros lugares visitados, tal como Guadí Viejo, señalan que fue a partir de los

años 1960 cuando iniciaron ese trabajo. En el sector de San José de los Ranchos, la actividad carbonífera es mucho más reciente, ubicándola en unos 10 años atrás, lo cual se refleja en que apenas un 10% de las familias allí asentadas echan carbón.

Sin embargo, lo más importante de este proceso es que poco a poco viene

aumentando la actividad carbonífera y modificando su forma de echar carbón. Cada día se suman a ella nuevos caseríos y nuevas familias de los demás caseríos, tanto en el Municipio Torres como en otros municipios del Estado Lara. Se puede señalar como un hito importante a considerar, que el año pasado comenzó a comprar carbón la empresa Carboexpo, con fines de exportación. Esto provocó un salto en los precios y en los niveles de producción.

Todos los testimonios recogidos coinciden en que, al principio, se echaba

carbón4 aprovechando únicamente los palos secos que se encontraban en la zona, razón por la cual se hacía en pocas cantidades. Se debe recordar aquí que, para mediados del siglo pasado (1950), casi toda la gente del medio rural cocinaba con leña, como también lo hacían muchas familias de Barquisimeto, Carora, El Tocuyo, etc. Por esta razón, era costumbre en esta zona picar leña seca para venderla en las pulperías y bodegas de las ciudades cercanas.

4 Echar carbón: forma que tienen los lugareños para decir cuando producen carbón. Ver también el Glosario, al final

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Además, para esa época, la vida en los caseríos donde hoy en día se echa carbón, era muy diferente. Antes había mucha montaña, se hacían conucos en los cerros, se sembraba maíz, caraotas, batatas, auyama. Todo era de tempero, llovía mucho y con más frecuencia y las estaciones eran más seguras. Aparte de eso también habían chivos y existía una relación más comunitaria entre los vecinos: se compartía lo que se tenía: leche, carne, granos, etc. El transporte existente era en burros. Para proteger los conucos de los rebaños, se hacían cercas tipo empalizadas con cardones y cujíes; a los conucos también se les decía “quemados”, ya que se quemaban antes de sembrarlos. Existían venados, váquiros, leones, cunaguaros. También había muchas frutas silvestres tales como cotoperí, mamón, guayabita, mora, semeruco, paují, lefaria, datos, guanajos. De la misma manera se encontraba mucha miel de abejas de diferentes tipos: aricas, bayure, medio mundo, el negrito y matejeas. Había además mucha cocuiza criolla de la cual se sacaban sacos, mecates y cabuyas en telares que funcionaban en muchos caseríos. Posteriormente se introdujo la Cocuiza extranjera con la cual se elaboraban los mismos productos citados antes. De la misma forma, se encontraba mucho cocuy silvestre, con el cual se fabricaba el Aguardiente 56, o se hacía cocuy horneado que se usaba para la alimentación de personas y animales. Igualmente se aprovechaba el jibe o maguey tierno del cocuy. También había en muchas partes alfarerías artesanales en las cuales se producían tejas y ladrillos. La mayor parte del comercio era con Barquisimeto y Carora. Con toda esta actividad, apenas se pensaba en el carbón.

Foto Nº 1 Foto Nº 1 Foto Nº 1 Foto Nº 1 ---- Antes se hacían much Antes se hacían much Antes se hacían much Antes se hacían muchos conucos en los cerros. Ahora no.os conucos en los cerros. Ahora no.os conucos en los cerros. Ahora no.os conucos en los cerros. Ahora no.

Ahora casi no llueve y no se ven los conucos. La realidad ha cambiado

drásticamente motivado por una serie de factores: � Se murieron los viejos que hacían todos esos trabajos � Surgieron las ciudades con sus atractivos y mucha gente emigró � El pago del servicio militar arrancó a muchos jóvenes de sus terruños � Surgió la competencia de los productos industriales sintéticos que acabó

con la artesanía local

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� Ha aumentado considerablemente el tamaño de los rebaños caprinos al libre pastoreo, que impide la proliferación de muchas especies vegetales

� Ha disminuido la demanda de empleo de algunas actividades económicas en el llano, adonde tradicionalmente se iban muchas personas a trabajar hasta 8 meses al año para recoger algodón o tabaco y vender hamacas

� La economía venezolana sufrió grandes cambios � Se han ido transformando los valores culturales que teníamos, bajo el

predominio de las relaciones capitalistas de producción, comercialización y consumo, y con el apoyo militante de los medios de comunicación.

Como consecuencia de todos estos factores, y muchos otros, ha ido ganando

terreno la producción local de carbón. Para finalizar este punto hemos de decir que no nos fue posible conseguir

ningún tipo de documento escrito que nos diera algunas pistas acerca de esta historia.

b) Motivaciones

A objeto de ser lo más fiel posible a la información recogida en campo de

forma muy participativa, nos permitimos copiar textualmente las razones que los lugareños expresan para echar carbón, haciendo notar que se repetían casi invariablemente por toda la zona:

• “Se hace carbón por necesidad. Habiendo trabajo, no se hace. Al menos da

para comer. Uno agarra el hacha cuando se le cierran las otras puertas” (Las Guarabas)

• “La gente echa carbón por la necesidad de sobrevivir. Algunas familias se han levantado con ese trabajo” (Curarí)

• “Se trabaja carbón porque no hay más nada que hacer. No se puede vivir de los chivos, ya que no hay un rebaño suficiente y no se sabe cómo manejarlos” (Curarí)

• “No queda más remedio que echar carbón por la necesidad que tenemos de alimentar a nuestras familias, a pesar de que es un trabajo duro, fuerte” (Uvedales)

• “La gente echa carbón por la necesidad, cuando no hay otra cosa que hacer. Últimamente se ha intensificado la producción y esto ha hecho que falte mano de obra para las labores agrícolas, ya que el carbón da más” (Las Guarabas)

• “Lo practican personas jóvenes, adultas y viejas, se ha hecho ya parte de la cultura, lo llevamos por dentro” (El Blanquito)

• “El carbón solo sirve para subsistir, nadie se enriquece produciéndolo, por los bajos precios”. (Guaidí Viejo)

• “Hasta cierto punto el carbón es como un vicio para muchos. Se echa para comprar cualquier cosa. Algunos opinan que es falta de conciencia. Al mejorar los caprinos, mejora el ingreso y disminuye la presión sobre el carbón”. (Las Guarabas)

• “No lo vemos como un vicio sino más bien como una costumbre. Muchas familias viven del carbón en forma exclusiva”. (El Blanquito)

• “Haciendo carbón nadie llega a tener un capital. En cambio, se conocen varios ejemplos en la zona de Las Guarabas, que han mejorado con otros trabajos”. (Las Guarabas)

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De manera que, en resumen, se echa carbón porque los lugareños no

encuentran otra cosa que hacer para subsistir, no saben cómo vivir de los rebaños caprinos, no hay apoyo o no saben cómo acceder al mismo para realizar actividades agropecuarias y porque ya el carbón es parte de la cultura local. Todo esto, a pesar de que la opinión que se repite en todas partes es que es un trabajo duro, fuerte, difícil de hacer.

Sin embargo, pudimos ser testigos en varios caseríos de que las actividades

agrícolas frenan o limitan la producción de carbón. El caso más llamativo resultó en el caserío Curarí, donde se habían obtenido varios créditos para sembrar hortalizas. Para el momento en el que se dieron las conversaciones con la gente ligada al carbón, nadie estaba “echando”, ya que las siembras en las parcelas que tienen riego del lago colinario, permitió generar más de 30 puestos de trabajo.

En el fondo, nos quedó la impresión de que la mayoría de la gente sabe que

echar carbón perjudica al ambiente, y así lo reconocen muchos. Entienden que esa manera de trabajar está penada en la ley ya que se tala y se devasta la vegetación con lo cual va quedando asolada la zona, sobretodo cuando se acaba con los árboles que tardan mucho en crecer. Reconocen, además, que agarrando el hacha se le está dando mal ejemplo a los niños.

Aparte de todas estas motivaciones ya mencionadas, no queremos dejar de

referirnos a lo que es un clamor colectivo por toda la zona: el robo del ganado caprino, que afecta a todas las familias que tienen sus rebaños. Ya de por sí se sabe que esos animales, cuando se tienen al libre pastoreo, como lo hace la mayoría, no producen mayores ingresos. Ahora se añade este nuevo flagelo del robo, que viene a explicar de alguna manera la consolidación de la actividad carbonera en los últimos años. c) Organización del trabajo

En toda la zona el trabajo de producir carbón es un trabajo individual, cada

quien trabaja solo, por su cuenta. Cuando mucho, se asocian dos personas que pueden ser de la misma familia, para echar un horno. Esto es así para todas las etapas del proceso de producción y comercialización.

Ha habido algún intento de organización que se llevó a cabo en los alrededores

de Guaidí, Las Playitas y San Mateo; se trata de una Asociación de Productores de carbón que incluso fue registrada, con unos 30 miembros, y que tuvo el proyecto de producir y procesar el carbón en la misma zona y distribuirlo luego hacia los mercados. Parte del proyecto era reforestar un bosque en la Quebrada Nuevo Mundo. Hoy en día se encuentra inactiva.

Hacen vida activa en la zona varias organizaciones, la mayoría de las cuales ha

sido promovida por PROSALAFA. Nos referimos a las Cajas Rurales, las Asociaciones de Productores Rurales por caseríos, las Asociaciones de regantes, Cooperativas de Servicios Múltiples, las Asociaciones de Promotores Rurales. De modo que la cultura organizativa sí está presente, pero sin embargo no ha logrado penetrar en la dinámica de los que trabajan con el carbón.

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Muchos reconocen que las organizaciones pueden representar varias ventajas para ellos, que fueron señaladas de una vez:

• Mejorar las ventas • Mejorar los precios • Consecución de los permisos para trabajar legalmente • Plantar árboles • Bajar los costos • Disponer de transporte propio • Capacidad de negociación Las principales limitaciones para trabajar en forma organizada se señalan a

continuación: ⇒ En la etapa de picar leña la asociación no es fácil ya que hay poca leña y

por ello cada uno trabaja en lo suyo. ⇒ No hay unión entre la gente ⇒ No somos constantes ⇒ No nos disponemos a dar el paso

Foto Nº 2 Foto Nº 2 Foto Nº 2 Foto Nº 2 –––– Las mujeres y los niños contribuyen con parte del trabajo necesario Las mujeres y los niños contribuyen con parte del trabajo necesario Las mujeres y los niños contribuyen con parte del trabajo necesario Las mujeres y los niños contribuyen con parte del trabajo necesario

Para finalizar este punto relativo a la organización, solo falta incorporar cómo

es la división del trabajo entre los distintos miembros de la familia. La mayor parte de los trabajos que tiene el carbón (en el próximo capítulo se detallarán), sobretodo los más exigentes en cuanto a fuerza física, son realizados generalmente por los hombres, aunque no en forma exclusiva. Las mujeres y los niños asumen los trabajos menos pesados y fuertes, tales como picar o cargar los palos finos (rejillas), cargar

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agua, recoger el carbón, llenar los sacos, coserlos y estar pendientes de los hornos cuando se está carbonizando. Sin embargo, no son pocos los casos en los cuales algunas mujeres llevan a cabo todos los trabajos para echar carbón, desde pìcar los palos hasta llenar los sacos para la venta.

d) Aprendizajes Hay plena coincidencia de toda la gente en que se aprende a echar carbón

viendo y ayudando a los demás. Desde que son niños ayudan a los padres y así, poco a poco, van aprendiendo. Es un aprendizaje informal.

A lo largo del tiempo que llevan echando carbón, se ha ido mejorando la

tecnología aprendida inicialmente. De esta manera fueron identificados varios cambios técnicos:

� Los primeros hornos se hacían acostados (largos); ahora casi todos los

hacen parados (altos y redondos). � Antes se tapaban los hornos con hojas y tunas; ahora se tapan también con

bolsas de papel. � Una tapa de metal arriba, sobre la leña y luego la tierra. Ello impide que se

hundan los hornos. � La forma de armarlos ahora es más rápida y fácil. � La forma de prenderlos: no se hacen brasas aparte si no que se prende

directo, con un manojo de ramas alrededor del palo central por encima. Al ser el trabajo individual, no se realizan intercambios de experiencias que les

pudiera servir a todos para mejorar mucho todo el sistema de producción y comercialización del carbón, aprendiendo unos de otros en base a las experiencias del quehacer cotidiano.

Además, nunca ha habido ninguna organización pública o privada que nos

haya brindado apoyo técnico para producir carbón. (Curarí) A pesar de todo, algunos han ido aprendiendo por su cuenta que el carbón y

los chivos deben ir de la mano, complementándose. Si se acaban los árboles para convertirlos en carbón, los rebaños caprinos no encontrarán hojas ni frutos de esos mismos árboles para comer y también se acabarán con el tiempo. Pero, si se trabaja con el cuidado apropiado del medio ambiente, se pueden llevar las dos actividades bien. Es decir, hay una estrecha relación entre ambas y ello puede servir de apoyo para futuras iniciativas de tipo agroforestal que se lleven a cabo en toda esta zona del semiárido larense.

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Foto Nº 3 Foto Nº 3 Foto Nº 3 Foto Nº 3 –––– Si se acaban los árboles, tampoco Si se acaban los árboles, tampoco Si se acaban los árboles, tampoco Si se acaban los árboles, tampoco habrá frutos para los animales habrá frutos para los animales habrá frutos para los animales habrá frutos para los animales

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III. ASPECTOS TÉCNICOS

Vamos a referirnos en este capítulo a todos los trabajos técnicos involucrados en la producción artesanal de carbón. Iniciaremos haciendo una descripción general de dichos trabajos, para luego pasar a detallar las 2 grandes áreas que tiene esta actividad, como son el abastecimiento de la leña y el trabajo de los hornos.

a) Proceso técnico

Es común oir decir a la gente que echa carbón que eso tiene “varios trabajos”. Pasaremos a enumerarlos uno por uno.

Cuadro Nº 2

Lista de trabajos que tiene la producción artesanal de carbón

Trabajos del carbón Descripción resumida Picar la leña Cortar los árboles o recoger la leña y picarla al tamaño adecuado Cargar la leña Trasladar la leña hasta el lugar donde se armará el horno Armar el horno Preparar el horno para la quema con la leña apropiada

Recoger materiales Buscar hojas, paja o papel para el manto Taparlo Cubrir el horno con los materiales disponibles

Prenderlo Iniciar la candela para que comience la carbonización Cuidarlo Estar pendiente del horno a fin de llevar el proceso a feliz término

Destaparlo-puyarlo Terminada la carbonización, se procede a sacar el carbón Ensacarlo Meter el carbón en sacos para llevarlo al mercado Venderlo Negociación del carbón con el comprador

Fuente: elaboración propia, 2005 Cada uno de esos trabajos requiere de un cierto tiempo. A objeto de tener una

idea del tiempo que se lleva echar un horno, mencionamos a continuación los tiempos que se estiman en la zona, partiendo del supuesto de echar un horno que va a producir aproximadamente mil kilos de carbón. La información fue recogida en 3 comunidades distintas y de allí que no hay coincidencia plena de los tiempos.

Cuadro Nº 3

Tiempo estimado para producir mil kilos de carbón

Trabajos del carbón Número de días Picar la leña 4 3 7 Cargar la leña 1 1 2 Armar el horno 1 1 2

Recoger materiales 1 1 X Taparlo 1 1 1

Prenderlo y cuidarlo 15-20 5 6 Destaparlo-puyarlo 3 1 2

Ensacarlo 1 1 1 TOTAL DIAS 27-32 14 21

Fuente: elaboración propia, 2005 Como se podrá observar en el cuadro anterior, la etapa que dura más tiempo

es la de carbonización, es decir, la quema controlada de la leña en el horno. Y es la

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etapa en la que más difieren los datos de los tiempos recopilados. Estas diferencias posiblemente se deban a las distintas experiencias que tengan los productores de carbón en cada una de las comunidades.

Interesa mucho mencionar aquí que, lo más común entre los productores de

carbón es que, una vez que han prendido un horno, comienzan a preparar el otro, aprovechando que la etapa de carbonización, o lo que hemos denominado Prenderlo y Cuidarlo, es la más larga y no requiere de atención permanente. De esta manera, cada productor puede echar hasta dos (2) hornos en un mes. Así trabajan los que echan carbón y tienen en esta actividad su única o más importante fuente de ingresos.

Cuando en el título de este trabajo se refiere a la producción artesanal de

carbón, es porque la forma como se produce es totalmente manual y se realiza en forma individual o con ayuda familiar. Las herramientas necesarias son muy simples: hacha, machete, pico, pala, escardilla y rastrillo. Los materiales con los que se construyen los hornos son la misma leña, hojas, paja, tierra (todos son locales) y las tapas que son de metal.

b) El abastecimiento de la Leña

Las especies de árboles preferidas para echar carbón son: Vera, Cují, Curarí, Gateado, Uveda, Palo de Arco, Platanico, Jebe y Caudero. De ellas, el Cují, la Uveda y el Curarí son las más abundantes. Las que no sirven para carbón son el Yabo, el Trompillo y el Caujaro, porque se vuelven pura ceniza.5

Al principio solo se usaba leña seca para echar carbón, preferiblemente de

Vera porque el carbón de Vera pesa más que los demás y la brasa es más fuerte; eran palos viejos y “jechos”, es decir, con el corazón bien formado.

Foto Nº 4 – Montón de leña seca para ser llevada al horno

5 En el anexo b) se presenta la lista de los nombres científicos de estos árboles

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Hoy en día la situación es muy distinta. Ahora se pican palos de cualquier tipo,

tamaño y edad, en cualquier parte de la zona, incluso en las orillas de las quebradas. Esto ha hecho que la vegetación vaya disminuyendo ya que, de las especies que se usan para echar carbón, solamente el Cují tiene la capacidad de retoñar. Las demás especies, aunque tengan ese atributo, no logran sobrevivir por la acción del ganado caprino que las buscan como alimento, por lo que se han ido acabando en la medida en que las aprovechan para convertirlas en carbón. Y se reconoce que eso mismo (la disminución de la vegetación) está pasando incluso con el Cují. Lo más preocupante de la situación es que nadie siembra árboles para echar carbón en el futuro. Por eso dice la gente:

“Mientras más tiempo, menos leña” (Guaidí Viejo) “Por eso es que actúa el gobierno” (El Yabito)

La Vera hoy en día es muy escasa, se encuentra regada por la zona, no retoña

generalmente, a menos que se corte el palo a unos 2 metros de altura, y es más dura para picar. Por todas estas razones, aún existe cierto respeto por esta especie. El carbón hecho con leña de Uveda, Gateado y Platanico pesa bastante, pero menos que el de Vera.

Existe en la zona la idea generalizada que usando leña verde para echar

carbón resulta mejor porque da un producto más pesado. De allí que la mayoría aprovecha los árboles verdes. Además, la leña seca, aunque siempre se consigue, es cada vez más escasa. En cuanto al tamaño de la leña para armar los hornos, es un consenso que mientras más gruesa es mejor.

Se pudo escuchar de una experiencia de producción de carbón a partir de

Rabo e’ Ratón y Acacia, obteniendo un buen producto. Ahora bien, ¿cómo se selecciona el sitio para picar los palos? No es igual en

todas partes. Generalmente se escogen zonas que tengan palos suficientes y terrenos buenos para montar el horno, pero dentro de lo que le pertenece al productor. A veces se trabaja en los mismos terrenos en donde pastan los caprinos. Se buscan los palos retirados de las casas. Cada uno cuida lo suyo para que los otros no lo arrasen. Son linderos informales, que la mayoría respeta.

En algunas comunidades donde la actividad no es tan intensa y no es un

sistema de explotación masiva (sector San José de los Ranchos), a los que echan carbón se les exige que utilicen leña seca. Esta es una forma de CONTROL SOCIAL. De la misma manera, cuidan las especies que no retoñan y reconocen que eso debería formar parte de la conciencia de cada uno en cualquier sector o zona de trabajo.

De todas las especies forestales de la zona, el Cují es la más utilizada ya que: � Se produce con mayor abundancia porque se adapta al terreno (Curarí) � No se la come el ganado caprino (Uvedales, Curarí) � Retoña mucho al cortarla (Guaidí Viejo, Curarí) � Crece rápido (Guaidí Viejo, El Blanquito, Bucarito)

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� Da buen carbón: pedazos más grandes, aguanta agua mientras se está horneando y la brasa dura más (Bucarito, Guaidí Viejo)

� No es tan dura para cortarla (Guaidí Viejo, Curarí) � No se prende tanto cuando se está sacando del horno (riesgo) (Jadillal) Otras consideraciones interesantes que se pudieron recoger en relación al

tema de los Cujíes son: � El Cují de cerro produce carbón más pesado que el de quebrada (Curarí,

Jadillal) � Al Cují muy viejo se le va poniendo blanca la concha; ahí es cuando

conviene podarlo y entonces retoña bonito. En cambio, si se pasa de viejo, no sirve para carbón, tampoco va a retoñar cuando se pique y muere. (San Mateo, Curarí, Bucarito)

Foto Nº 5 Foto Nº 5 Foto Nº 5 Foto Nº 5 –––– Cují ya viejo que si no se aprovecha se pudre Cují ya viejo que si no se aprovecha se pudre Cují ya viejo que si no se aprovecha se pudre Cují ya viejo que si no se aprovecha se pudre

Resultó curioso que, tratándose de un grupo grande de personas que viven del

carbón proveniente de los árboles de Cují, nadie ha sembrado nunca uno de estos árboles, la gran mayoría de opiniones coincidieron en que no sabían cómo se siembra y tampoco ven la necesidad de hacerlo, ya que

“de ello se encargan los burros y las cabras” (Uvedales, Curarí, Jadillal)

Esta es la misma percepción que tienen los productores en general y, en

particular, los alfareros de La Otra Banda de Carora. En cuanto a las prácticas utilizadas para picar los palos, no hay consenso

entre los productores acerca de cuáles son las mejores prácticas. Algunos

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acostumbran hacerlo a ras de la tierra y otros lo hacen como a 30-40 centímetros de altura. Lo más curioso es que ambas prácticas se apoyan en el mismo argumento, que consiste en lograr que las “guías o retoños” que salen del tallo cortado, puedan desarrollarse mejor y salir con más fuerza. No se encontró a nadie que practique el manejo de los rebrotes luego de picar los palos, a fin de obtener mejores productos futuros. A pesar de ello, logramos escuchar algunos testimonios en el sentido de que, dejando pocas guías, los retoños se desarrollan mejor.

En cuanto a la relación que puede tener la luna con las prácticas del manejo

forestal, no se encontró un consenso. La mayor parte de los productores no toma en cuenta las fases de la luna a la hora de picar palos y opinan que los Cujíes retoñan de cualquier manera. Sin embargo, otros creen que esto sí es importante. De allí que piensan que

“Cuando es luna nueva (paso de luna) no se deben picar palos porque se mueren los troncones y los estantillos sacados de esa forma se doblan. Sin embargo no afecta al carbón que se va a producir”. (Bucarito)

No hay información disponible en la zona sobre otras especies de árboles con

las cuales también se pueda echar carbón, que sean de rápido crecimiento y que pudieran adaptarse a la realidad del semiárido larense.

Por último, y aunque no esté relacionado directamente con el carbón, es

importante mencionar que en algunos caseríos están picando Veras y Curaríes verdes para venderlos a los artesanos tallistas, con lo cual quienes lo hacen llegan a ganar hasta 30 mil bolívares por día.

Foto Nº 6 Foto Nº 6 Foto Nº 6 Foto Nº 6 –––– Los grandes sembradores de Cujíes, que deberíamos imitar Los grandes sembradores de Cujíes, que deberíamos imitar Los grandes sembradores de Cujíes, que deberíamos imitar Los grandes sembradores de Cujíes, que deberíamos imitar

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c) El trabajo de los Hornos

Desde que se comenzó a echar carbón en esta zona, hasta nuestros días, todos los hornos que se preparan son itinerantes, provisionales, desarmables. Es una tecnología usada en todas partes del mundo. Se monta el horno cerca de donde está la leña, la cual sirve para darle la forma, y donde haya sombra para trabajar. Una vez que se produce el carbón, el horno se desbarata y se vuelve a montar otro en el mismo sitio o en otro lado. En realidad, no es un horno propiamente dicho, sino un montón de leña cubierto de tierra. Es un trabajo individual.

Al principio, todos los hornos eran largos o tendidos y se hacían abriendo una

zanja en el suelo. El tamaño de los mismos era variable dependiendo de la cantidad de leña existente. Llegaban a tener hasta 14 metros de largo por dos o tres metros de ancho y un metro de alto.

Después los hornos fueron evolucionando hacia la forma redonda o circular

que tienen hoy en día. También se les dice “parados”. Su tamaño sigue dependiendo de la cantidad de leña disponible ya que, como se dijo, es esta la que le da la forma. Pareciera haber un consenso alrededor del horno de forma circular como al que le rinde más, ya que es así como ahora trabajan todos. Hay la idea de que la leña larga tiene más riesgo de “echar una broma” a la hora de la carbonización y el horno parado usa leña más corta.

Foto Nº 7 – Horno circular o parado antes de taparlo

Anteriormente los hornos eran grandes debido a que había mucha leña

disponible. Se menciona que, para la época de los años sesenta, se producían hasta 10 mil kilos de carbón por horneada. Hoy en día lo más común es encontrar hornos en los que se echa entre mil y dos mil kilos de carbón. En palabras de un lugareño:

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“Antes había más leña y los hornos eran más grandes: de 2000 y 3000 kg. Pero era una época en la cual era barato. Ahora vale plata, pero no hay mucha leña, por lo cual se hacen los hornos más pequeños”. (El Yabito)

Se explicará a continuación la técnica utilizada por los productores de carbón

para armar los hornos, partiendo de la base de que son hornos circulares o parados. � Primero que todo se limpia bien el terreno donde se va a armar el horno � Se para un palo grueso llamado “muñeco o mecha” en todo el centro � Se recuestan por todo su alrededor palos cortos � Se van recostando palos cada vez más largos en la misma forma circular

hasta que se completa el trabajo � Todo tiene que quedar bien tramado para que no se le abran huecos por

donde se pueda derrumbar la tierra que lo tapa. Para esto se usan las rejillas o palos finos.

� A partir de donde termina la leña, y hacia el lado de afuera, se ponen en el suelo las chimeneas, cachimbos o bocas por donde va a entrar el aire y salir el humo. Estas bocas sirven para controlar la circulación del aire dentro del horno; el objetivo es que no se arrebate, que toda la leña se convierta en carbón. Algunos también colocan varios cachimbos hacia la parte superior del horno. Ver foto Nº 6.

� Se tapa con paja, hojas, tunas o papel, lo cual impide que la tierra caiga directamente sobre la leña. A un horno que produzca mil kilos de carbón se le ponen dos o tres sacos de paja.

� Se cubre con tierra toda la superficie. La tierra sirve de protección del aire, para que no se vaya a volver ceniza el carbón. La tierra buena es la de vega, que no tenga piedras y con poca arena. La de cascajo o muy arenosa no resulta.

� Se colocan las tapas de metal cubriendo la parte de arriba para evitar que el horno se hunda. Un horno de mil kilos lleva dos o tres tapas.

� Se le prende candela y comienza la carbonización. � A partir de este momento se mantiene el horno vigilado; según como esté

soplando el viento, el productor tapará o dejará abiertos los cachimbos.

Recuérdese que el carbón es el producto del proceso de la carbonización, la cual consiste en la “quema controlada de la madera” a fin de evitar su combustión completa.6

6 OIT, 1986

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Foto Nº 8 – Horno totalmente cubierto con paja y parcialmente con tierra

A continuación se reflejarán diferentes resultados relativos a los rendimientos

obtenidos por los productores, en diferentes caseríos de la zona. Por supuesto, no tienen que ser coincidentes, pero sí reflejan unas tendencias claras.

� 900-1000 kilos de carbón requieren 3500 kilos de leña (3,5 a 1) � 1000 kilos de carbón requieren 4000 kilos de leña verde (4 a 1) � 2300 kilos de carbón se llevan unos 7500-8000 kilos de leña (3,4 a 1) � Para 500 kilos de carbón se requieren 1000 kilos de leña (2 a 1) � Para sacar 1000 kilos de carbón se requieren 5 cujíes grandes que pesan

unos 4 mil kilos (4 a 1)

¿Qué están diciendo estos rendimientos? � Los rendimientos de leña respecto al carbón están entre 2 y 4 a 1. Es decir,

se requieren entre 2 y 4 kilos de leña para obtener un kilo de carbón. � Los hornos más pequeños son más eficientes, no se requema el carbón (no

se vuelve ceniza), se pierde menos leña. Si se comparan estos rendimientos con los que señala un clásico de la

literatura sobre este tema, se encuentra que en la zona estudiada los rendimientos son bastante buenos. Veamos:

“Una buena práctica refleja rendimientos de una tonelada de carbón vegetal a partir de 4 toneladas de leña seca al aire, pero es más común el rendimiento de una tonelada por 6 de leña”7

A fin de mostrar el significado de la intervención que se hace constantemente

del bosque natural, revisemos los siguientes datos. Según varias opiniones de productores de la zona, para sacar 1000 kilos de carbón se requieren 5 Cujíes 7 FAO, 1983

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grandes. Ahora bien, tal como se muestra más adelante en la página 27, se estima que en dicha zona se producen aproximadamente 200 mil kilos de carbón a la semana. Quiere decir que, para ello, se requiere picar 1.000 palos semanales y 4 mil mensuales de Cují grandes, entre todos los productores de la zona.

Para tener una idea de lo que esto significa a nivel de área que va quedando

desprotegida sin vegetación, tómese en consideración que para sembrar una hectárea de Cují, se requieren 400-600 árboles. Por tanto, los mil palos de Cují que se extraen semanalmente, equivalen aproximadamente a 2 hectáreas cada semana, y 8 hectáreas mensuales que quedan expuestas temporalmente sin vegetación.

Ahora bien, en la realidad esto no es así exactamente; el Cují, por suerte,

rebrota y crece con bastante rapidez, razón por la cual los terrenos quedan expuestos sin vegetación por poco tiempo. Además, los palos no se pican todos juntos y así el impacto negativo es menor. Sin embargo, estas estimaciones nos ayudan a entender el significado de lo que está ocurriendo y de lo que deberíamos hacer para compensar el aprovechamiento del bosque natural.

Dentro de las prácticas comúnmente usadas en la zona de estudio se señalan:

“El carbón hecho de palos secos, pesa menos” (Uvedales) “El carbón echado en hornos de tierra pesa más. Por eso no convence la idea de los hornos fijos” (Uvedales) “El horno que menos humo eche es mejor, sale más pesado el carbón” (Guaidí Viejo)

En cuanto a la calidad del carbón, por el hecho de provenir principalmente de

leña de Cují, es bueno. En esto coinciden productores, carboneros, empresarios y consumidores. Sin embargo, la calidad del producto final no siempre es igual y los productores plantean varias condiciones:

“Según la madera usada la calidad es, en orden decreciente, Vera, Gateado, Cují, Uveda, Curarí” (Uvedales) “Que la madera no esté yescosa (de corazón sólido)” (Uvedales) “Que el horno quede bien armado: palos derechos, o que no queden espacios vacíos, bien enrejillado” (Uvedales, El Blanquito) “Cuando se quema lentamente, sin arrebatar, que no agarre candela, tapándole algunos huecos cuando haga falta” (Guaidí V) “Desarmarlo lentamente y con cuidado. Si sale prendido echarle tierra o agua” (Uvedales, Guaidí Viejo) “Se conoce que un carbón es de buena calidad por la duración de las brasas, el sabor que le trasmite a la comida y el tamaño de los carbones” (Guaidí Viejo, Curarí, El Blanquito)

Echar carbón tiene sus peligros o riesgos que fueron señalados por los

productores. Al picar la leña la gente se puede cortar o dar un golpe; igual sucede cuando se carga dicha leña; cuando se trabaja en el horno hay el riesgo de coger un pasmo.

Por último, hay que señalar que los productores no conocían los hornos fijos ni

mucho menos tenían ninguna experiencia con ellos. Sin embargo, la idea de hacer

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unas pruebas con uno de estos hornos no les pareció descabellada. Existe un ambiente propicio, sobre todo en algunos caseríos, para innovar en esta actividad. Es un reto que queda pendiente.

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IV. ASPECTOS ECONOMICOS

En este capítulo se va a analizar todo lo relativo a costos, precios e ingresos, los aspectos de la comercialización y algunas perspectivas de este producto.

a) Costos, precios e ingresos

� Costos

El diagnóstico realizado permitió conocer que los productores de carbón generalmente no han hecho cálculos en relación a los costos de esa actividad, a fin de saber cuáles deben ser los precios justos. Por ello, se aprovechó la oportunidad para levantar la información necesaria a fin de poder estimar dichos costos.

Dicha información se recoge en el cuadro Nº 3 (página 14) en el cual se presenta el tiempo necesario para echar un horno de unos mil kilos promedio, bastante típico de la zona en este momento.

Foto Nº 9 Foto Nº 9 Foto Nº 9 Foto Nº 9 –––– Horno típico de la zona para sacar unos Horno típico de la zona para sacar unos Horno típico de la zona para sacar unos Horno típico de la zona para sacar unos mil kilos de carbón, en mil kilos de carbón, en mil kilos de carbón, en mil kilos de carbón, en pleno proceso de carbonización.pleno proceso de carbonización.pleno proceso de carbonización.pleno proceso de carbonización.

Los datos que parecieran más reales, por todas las opiniones recogidas

durante el trabajo de campo, son los de la columna del centro, es decir, que se lleva unos 14 días producir mil kilos de carbón. Debe considerarse además que no siempre estos 14 días son jornadas completas de trabajo. Muchas veces son jornadas de 4-6 horas, por lo cual quizás el tiempo real de trabajo es de unos 10 días u 80 horas. En caso de haber tenido que cancelar algún jornal, se incluirá también como trabajo.

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Otro factor que forma parte de los costos de producción es el gasto por la depreciación de los equipos que se utilizan en el trabajo. En capítulo anterior se mencionó que durante el proceso de producción de carbón se utilizan las siguientes herramientas o materiales: piedra de amolar, hacha, machete, pico, pala, escardilla, rastrillo, las latas de tapar y tobo de agua. Cada uno de estos implementos tiene un costo y su depreciación se le debe imputar al precio de venta del carbón a nivel de finca. De la misma forma, si esa actividad exige la adquisición de la paja, papel o las hojas con las que se tapa el horno, también debería ser incluido en el costo del carbón. En algunas ocasiones se requiere pagar por el transporte de la leña hasta el horno, lo cual igualmente afectará los costos de producción. En resumen:

Cuadro Nº 4

Costos unitarios de producción de carbón en un horno de mil kilos

Factor 10 jornales 14 jornales Trabajo realizado 8 160.000 224.000 Gastos por depreciación de materiales9 2.000 2.000 Compra de papel o paja 5.000 5.000

Total Bs. 169.000 Bs. 231.000 Costo por kilo Bs. 169 Bs. 231

Fuente: elaboración propia, 2005

Según se puede observar en el cuadro anterior, y dado que es una actividad artesanal, la mayor parte de los costos viene determinada por el trabajo realizado. Además, los costos aumentan significativamente al considerar 14 jornales en vez de 10, para echar un horno que produzca mil kilos de carbón. Quiere decir que la eficiencia en el trabajo de cada productor va a determinar sus niveles de “ganancia o pérdida” relativa.

� Precios

Los precios a como pagan el carbón quienes lo compran (carboneros, transportistas o intermediarios), son fijados por ellos mismos, de acuerdo a sus costos, pero a su vez ellos están limitados por los precios que fijan las empresas carboneras.

Dichos precios estaban situados, durante la época en la que se realizó este

Diagnóstico Participativo, entre 160 y 200 bolívares por kilo, de cualquier tipo, embolsado o ensacado, a puerta de horno. Las diferencias dependen sobretodo del camionero. Tómese en cuenta que estos datos fueron recogidos antes del decreto de aumento salarial y de homologación del sueldo mínimo de los trabajadores rurales con los trabajadores urbanos.

8 Tomando en cuenta el nuevo decreto de aumento salarial del 1/5/05, y en base a 25 días de trabajo al mes

9 Considerando un equipo cuyo costo actualizado es de 110.000 bolívares con una duración de 5 años promedio

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Lo más importante de este aspecto de los precios es que, hace apenas un año, estaban situados en alrededor de 50 Bolívares por kilo. ¿Qué pasó entonces? El análisis de este aspecto se encuentra en el punto referente a la comercialización.

� Ingresos

El carbón es la principal y a veces la única fuente de ingresos de muchas

familias, sobretodo en los alrededores de Guaidí y Curarí. Otras familias complementan sus ingresos con la producción caprina, el tejido de hamacas y las siembras.

Es tal la importancia de este producto en la zona, que se utiliza como medio de

pago en las bodegas, tal como ocurre con otros productos claves en otras zonas del país.10

A continuación se presentan las estimaciones de ingreso de una familia cuyo

sustento esté basado únicamente en el carbón, y que eche 2 hornos al mes, de unos mil kilos cada uno:

b) Comercialización

El carbón ya listo normalmente es adquirido en los propios hornos por vecinos que disponen de un medio de transporte y que se han dedicado a esto desde hace muchos años (a ellos les dicen “carboneros”); varios de ellos viven fuera de la zona. Una vez que compran la cantidad suficiente para cargar el vehículo, lo sacan hasta los mercados. Esta actividad se realiza durante todo el año y casi siempre es mediante camiones tipo 350 que cargan hasta 4 mil kilos por viaje. La mayor parte de las veces lo venden directamente a las empresas procesadoras y en algunas ocasiones se vende a intermediarios que luego lo llevan hasta las procesadoras.

También se da el caso de algunos vecinos que, no teniendo transporte,

compran el producto y luego contratan un vehículo para salir a venderlo. El destino principal de la mayor parte del carbón producido en la zona de

estudio son 3 empresas: dos de ellas están en Barquisimeto (Carboncil y Carboexpo) y la otra está en Araure (Carbonera Araure). En menor proporción se citan otros destinos tales como Quíbor, El Tocuyo u otros compradores de Barquisimeto.

Los principales usuarios de este carbón vegetal son los consumidores finales

que lo usan para preparar comidas, bien sea a nivel familiar o comercial. Entre estos últimos se cuentan los restaurantes que venden pollos a la brasa y carne a la parrilla.

10 Es el caso del café en toda la zona cafetalera del país o del algodón en las vegas de los ríos Apure y Orinoco

Ingreso mensual promedio = 2 hornos/mes x 1.000 kilos cada uno x 180

bolívares/kilo = 360.000 bolívares al mes.

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A nivel de las empresas Carboncil y Carboexpo, en Barquisimeto, se estaba pagando el carbón a 250 Bs/kilo, mientras que Carbonera Araure lo paga a 320 Bs/kilo. A nivel de polleras y restaurantes de Barquisimeto, el precio que se consigue es de unos 400 Bs/kilo. Esto incluye el saco en el cual está empacado. No siempre las empresas pagan de contado, teniendo que esperar algunas veces el carbonero- vendedor hasta una semana para poder cobrar.

Al detal, en supermercados de Barquisimeto, los precios del carbón corriente

oscilan entre 1713 y 2000 bolívares por kilo. Cuando se trata de carbón instantáneo sus precios están entre 2050 y 2775 bolívares por kilo. De manera que se puede establecer la siguiente cadena de precios de venta (bolívares por kilo) para el carbón usado para cocinar a lo largo del proceso de comercialización actual:

A simple vista se ve que quienes le sacan mayor provecho al carbón son las

empresas detallistas que venden al consumidor final. Por lo general, los carboneros pagan de contado, aunque se han dado casos

de llevarse el carbón “fiado” pagando el mismo precio. Es importante señalar que ellos, en muchos casos, cumplen el papel de financiadores del trabajo de los que echan carbón, mediante adelantos de dinero para el mantenimiento del productor y su familia. Esto se observa sobretodo en aquellos cuya única actividad es el carbón. De esa forma, el carbonero logra “amarrar” al productor quien se obliga a venderle su producción. Esto ayuda a estrechar aún más los lazos de dependencia que se han creado entre ambos factores de la producción y dificulta la búsqueda de soluciones alternativas que permitan trabajar con mayores niveles de equidad.

Los compradores de carbón siempre ponen los sacos o empaques en los

cuales se va a trasladar hasta los mercados. Lo más común son sacos plásticos de nylon o bolsas de papel. Cuando se lleva en sacos, por lo general pesan entre 20 y 30 kilos. Las bolsas de papel se usan para carbón clasificado (de mejor calidad) y su peso está alrededor de los 15 kilos. Todos estos pesos dependen del tipo de carbón producido, siendo el de Vera el más pesado de todos.

Existe una práctica que se respeta comúnmente en toda la zona: los

compradores de carbón ya se conocen y entre ellos no “se pisan las mangueras”, cada cual conoce su patio y los productores a quienes le compran. Se acostumbra que los de cada caserío o sector, compran el carbón que se produce allí.

Solamente entre los sectores que existen alrededor de la población de Curarí y

de Guaidí, hay no menos de 10 carboneros. Cada uno de estos hace hasta 5 viajes semanales de 4.000 kilos cada uno, lo cual significa que está sacando 20.000 kilos por semana cada carbonero. Si son 10, entonces se concluye que la zona pudiera estar produciendo alrededor de 200 mil kilos de carbón vegetal por semana y entre 800 mil y un millón de kilos al mes.

PRODUCTOR CARBONERO EMPRESA PROCESADORA CONSUMIDOR

180-200 250-320 467-500 1713-2775

30

Foto Nº 10 Foto Nº 10 Foto Nº 10 Foto Nº 10 –––– Empaque más usado para trasladar el carbón hasta los Empaque más usado para trasladar el carbón hasta los Empaque más usado para trasladar el carbón hasta los Empaque más usado para trasladar el carbón hasta los principales mercadosprincipales mercadosprincipales mercadosprincipales mercados

Por esta vía se puede estimar que, de ser el promedio mensual de producción de carbón de unos 2 mil kilos por cada productor, existen entonces al menos 400 productores en la zona de estudio.

No es común que los carboneros que vienen de la zona de producción vendan

directamente en polleras y restaurantes dado que corren muchos riesgos porque cargan un producto que se considera está elaborado en forma ilegal y además porque en ese tipo de establecimientos no compran en grandes cantidades. Esta función la realizan principalmente las empresas procesadoras, que se dedican a distribuir el carbón por las licorerías, supermercados, polleras, restaurantes, etc.

Mención especial merece en esta parte la intervención en este mercado de la

empresa Carboexpo, por lo que ello ha significado. Carboexpo es una empresa nueva en la zona, que empezó a comprar carbón el

año pasado (2004). Tiene la particularidad que todo el carbón que adquiere lo destina a la exportación, concretamente hacia los mercados de Estados Unidos e Israel, para lo cual el SASA le ha otorgado certificados fitosanitarios de exportación11. Su intervención en la compra de carbón producido localmente produjo un salto cualitativo en los precios del mismo. Antes de aparecer Carboexpo, el carbón se pagaba alrededor de 50 Bs/kilo y ahora ese precio está entre 160 y 200 bolívares, como se mencionó más arriba.

Es un comentario generalizado que, desde que esta empresa inició sus

operaciones de compra de carbón en la zona, se ha intensificado la producción. Ello ha implicado un aumento considerable de la intervención del bosque natural. Tanto ha sido así que, en el seno de varias instituciones oficiales ligadas al ambiente semiárido, se recibieron inquietudes de la misma población por los problemas que se han generado en los últimos meses12. Ello condujo a que se hiciera una inspección a

11

El SASA, Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria, adscrito al Ministerio de Agricultura y Tierras, le había

otorgado a Carboexpo, hasta septiembre del año 2004, ocho certificados de este tipo hasta por la cantidad de 181.286 kilos. 12 A las reuniones del Comité de Lucha contra la Desertificación llegó esta inquietud en Agosto 2004.

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las principales empresas de la ciudad. En dicha visita se encontró en la sede de Carboexpo bolsas de papel para empacar carbón, muy bien ilustradas y con un escrito en idioma inglés en el cual se señala que se trata de carbón producido mediante un programa de reforestación, lo cual resulta totalmente falso.

En el transcurso de la realización de este trabajo, se pudo recibir una

información, que no ha podido ser constatada, pero que nos parece muy importante. Se trata de que alguna empresa de las que poseen plantaciones forestales en el llano, está elaborando recientemente carbón vegetal en alguna parte de Cojedes, con leña de esas plantaciones (eucalipto), porque les resulta mejor que usarla con otros fines. De ser esto cierto, se va a convertir en una importante competencia para el carbón producido en la zona de estudio, ya que se trata de una actividad desarrollada por empresas internacionales, de mucha experiencia y con sus propias plantaciones de árboles, por lo que se trata de carbón producido “legalmente”.

c) Perspectivas del carbón vegetal No pretendemos incentivar aún más la extracción de leña para carbón, pero sí

queremos hacer mención como parte de este trabajo, de las inmensas posibilidades que tiene el carbón vegetal, sobretodo porque poca gente las conocen. La mayor parte de la gente conoce el carbón sobretodo por su capacidad para ser usado como combustible en la preparación de comidas o para generar calor en los sistemas de calefacción.

Sin embargo se conoce que este producto tiene muchas otras aplicaciones13

que se enumeran a continuación:

� Para curar tabaco � En varios tipos de industrias metalúrgicas � Para filtros de agua � Para fabricar pólvora � Para fabricar fuegos artificiales � En la elaboración de lápices � En la industria farmacéutica � En la fabricación de alimentos concentrados para animales

Bien pudiera resultar que, a nivel de este tipo de industrias, el precio del

carbón sea mucho mejor que como se paga en la zona en este momento. De ser esto cierto, se requeriría producir cantidades mucho menores a fin de obtener los mismos ingresos y quizás el Cují no sería indispensable para este otro mercado. Valdría la pena evaluar esta alternativa, que permitiría aprovechar las destrezas existentes en la zona, pero orientándolas en otro sentido.

Por algo, en la zona de Guayana una empresa noruega está invirtiendo una

gran suma de dinero para un desarrollo forestal de 12 mil hectáreas en el Delta Amacuro y una planta de carbonización en Bolívar, y tiene la meta de llegar a producir 48 mil toneladas métricas anuales, todo ello para uso siderúrgico.14

13

CEMAPIF, 1996 14 Diario Ultimas Noticias, Caracas, 21/1/2002

32

Ya se ha dicho que el principal y casi único uso conocido del carbón es como

combustible. Sin embargo, una de las empresas procesadoras de carbón de esta ciudad, reporta vender ciertas cantidades a la industria productora de alambres y también le vende a un laboratorio farmacéutico. Según la misma, el carbón no tiene problemas de mercado, se vende solo.

Las empresas procesadoras de carbón realizan innovaciones tecnológicas

permanentes a objeto de mejorar su desempeño. Ya debe ser de todos conocido el llamado “carbón instantáneo”, un producto innovador que consiste en un agregado de metanol líquido al carbón vegetal, para lograr que prenda al instante y facilite su uso para cocinar.

Además, se pudieron conocer otras dos importantes iniciativas en este mismo

sentido. La primera de ellas la realizó la empresa Carbonera Araure: consiste en una “pastilla para encender“ el carbón, que sustituye al agregado de metanol, y que se incluye en las bolsas de carbón que vende esta empresa. La pastilla es producida a base de aserrín y esperma, todo ello comprimido.

La segunda iniciativa es de Carboexpo y consiste en un proyecto para la

fabricación de briquetas de carbón vegetal, de manera de aprovechar todas las partículas pequeñas de carbón y mejorar así la eficiencia de esta empresa.15

Foto Nº 11 Foto Nº 11 Foto Nº 11 Foto Nº 11 –––– Existen no menos de 400 productores de carbón en la zona de Existen no menos de 400 productores de carbón en la zona de Existen no menos de 400 productores de carbón en la zona de Existen no menos de 400 productores de carbón en la zona de

estudioestudioestudioestudio

15 Maduro, 2004

33

V. ASPECTOS LEGALES El marco global en el cual hay que situar la producción de carbón, está dado por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela la cual, en su Título III: DE LOS DEBERES, DERECHOS HUMANOS Y GARANTIAS, establece en su Capítulo IX: DE LOS DERECHOS AMBIENTALES, lo siguiente:

Artículo 127: Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado. El estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, genética, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica. El genoma de los seres vivos no podrá ser patentado, y la ley que se refiera a los principios bioéticos regulará la materia. Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidas, de conformidad con la ley. Artículo 128: El Estado desarrollará una política de ordenación del territorio atendiendo a las realidades ecológicas, geográficas, poblacionales, sociales, culturales, económicas, políticas, de acuerdo con las premisas del desarrollo sustentable, que incluya la información, consulta y participación ciudadana. Una ley orgánica desarrollará los principios y criterios para este ordenamiento. Artículo 129: Todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben ser previamente acompañadas de estudios de impacto ambiental y socio-cultural. El Estado impedirá la entrada al país de desechos tóxicos y peligrosos, así como la fabricación y uso de armas nucleares, químicas y biológicas. Una ley especial regulará el uso, manejo, transporte y almacenamiento de las sustancias tóxicas y peligrosas. En los contratos que la República celebre con personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, o en los permisos que se otorguen, que involucren los recursos naturales, se considerará incluida aún cuando no estuviera expresa, la obligación de conservar el equilibrio ecológico, de permitir el acceso a la tecnología y la transferencia de la misma en condiciones mutuamente convenidas y de restablecer el ambiente a su estado natural si éste resultara alterado, en los términos que fije la ley. Más en concreto, la producción artesanal de carbón vegetal está considerada,

además de lo dicho arriba, en la Ley Forestal de Suelos y Aguas, y en su reglamento. Este último considera al carbón como un “Producto Forestal Secundario”, cuando en su CAPITULO V, “De los Aprovechamientos de Productos Secundarios”, dice así:

Artículo 128: La explotación de árboles o partes del mismo con fines de la obtención de leña y carbón vegetal deberá autorizarse conforme a las siguientes normas:

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1. Cuando los informes técnicos hechos por el Ministerio del Ambiente determinen que la producción de leña y de carbón vegetal constituyen la mejor utilización del bosque;

2. Cuando se trate de bosques manejados específicamente para la producción de leña y carbón de acuerdo con los requisitos que se fijen al respecto;

3. Cuando se trate de árboles muertos o secos naturalmente, de desperdicios de una explotación o tala debidamente autorizada, así como también de árboles de escaso valor maderero o provenientes de intervenciones silviculturales; y

4. Estas explotaciones se realizarán de acuerdo con las especificaciones técnicas que dicte el Ministerio del Ambiente y podrán practicarse en zonas protectoras siempre y cuando no perjudiquen la función del bosque.

De manera que, según esta disposición, sí se puede producir carbón

legalmente, pero hay que hacerlo siguiendo la normativa existente, que se presenta a continuación:

1. Carta de solicitud dirigida al Ministerio del Ambiente, acompañada de: 2. Ubicación del lugar 3. Datos del solicitante 4. Memoria descriptiva del proyecto a realizar 5. Titularidad del terreno 6. Plano a escala 1 a 25.000 de cartografía nacional

Con todos estos requisitos cumplidos y entregados al ministerio, el proceso

para el otorgamiento del permiso requiere:

7. Inspección del Marn 8. Análisis a nivel de la Asesoría Legal del Marn 9. Estudio por parte de Cotepa (Comisión Técnica de Permisología

Ambiental) 10. Decisión final

Como se podrá observar, se necesita presentar 6 requisitos formales y pasar

por 4 instancias diferentes para poder cumplir con la parte legal y ser autorizado para echar carbón en un sector determinado. Dicha autorización, por ejemplo, será para producir 5 mil kilos de carbón. Pero esto mismo tendrá que volver a repetirse para echar carbón en otro sector.

Por otro lado, pensamos que algunos de los requisitos no son fáciles de llenar,

tal como por ejemplo la titularidad de los terrenos. Es muy conocido por todas aquellas personas que han trabajado en esta zona, que la casi totalidad de los terrenos son de propiedad pública, bien sea baldíos o ejidos, o posesiones comuneras en las que no siempre es fácil determinar los derechos de cada vecino.

Creemos que para que un productor de carbón pueda cumplir con todo esto,

se requeriría de cierto apoyo técnico a fin de aprender a manejar estos asuntos formales y legales. Pero, como esto no existe hoy en día, los productores prefieren la ilegalidad que, a nuestro juicio, no conviene a la sociedad en su conjunto.

35

La ilegalidad lo único que favorece es la corrupción. No hay otra forma de comprender cómo llegan a los mercados de Lara y Portuguesa todos las semanas hasta 200 mil kilos de carbón, la gran mayoría de ellos sin ningún permiso para circular, teniendo que pasar por cantidad de alcabalas fijas y móviles que existen por todas las carreteras de la región.

Cuando el productor logra llenar los requisitos arriba citados y se le aprueba

su proyecto, se le otorgan unas Guías de Circulación de Productos Forestales para producir una determinada cantidad de carbón. Con ellas, se puede circular libremente hasta el lugar donde vende el producto. El comprador se queda con las guías y luego las cambia en el Ministerio del Ambiente por otro tipo de guías, a fin de amparar el producto hasta su venta definitiva.

A continuación se especifican los artículos, tanto de la Ley como de su

reglamento, aplicables a la producción artesanal de carbón vegetal.

Cuadro Nº 5 Artículos de la Ley Forestal de suelos y aguas y de su reglamento, aplicables a

la producción artesanal de carbón vegetal De la Ley Contenido Art. 6 Según el cual se requiere presentar la titularidad de los terrenos a

fin de solicitar permisos para trabajar en ellos. Art. 7 Según el cual se requiere autorización de la parte oficial para la

tala de vegetación o destrucción de la misma. Art. 44 Según el cual el aprovechamiento de productos forestales no

podrá efectuarse sin cumplir con la ley. Art. 52 Según el cual para la explotación de carbón los interesados

deberán obtener el permiso correspondiente. Art. 79 Según el cual ningún producto forestal podrá circular sin el

permiso correspondiente

Del Reglamento Contenido Art. 96 Autorización para el otorgamiento de permisos para carbón y

requisitos para concederlos Art. 118 Explotaciones en terrenos que tengan varios propietarios Art. 128 Normas para autorizar la obtención de carbón

Art. 159 y 160 Guías que amparan la circulación de productos forestales y quienes están autorizados para firmarlas

Fuente: elaboración propia, 2005 En resumen, existen disposiciones legales suficientes para enmarcar la

explotación artesanal del carbón. Sin embargo, a todo nivel se sabe que la inmensa mayoría del carbón producido en la zona del Diagnóstico Participativo, sale sin cumplir ninguno de los requisitos. Y no solamente sale de la zona, sino que también llega a sus mercados naturales ya citados.

Pero la situación de clandestinidad hace el trabajo tenso. La gente teme las

visitas de los funcionarios del ambiente, porque sabe que trabajan sin permisos. Los carboneros llevan el producto a las empresas procesadoras, pero muchas veces son retenidos en las alcabalas por no cargar las respectivas guías. En las oficinas del

36

MARN en Carora reposan cantidades de sacos de carbón por estas mismas razones16. Pero la mayor parte de las veces, carboneros y autoridades “llegan a acuerdos” y siguen su rumbo hasta su destino final.

Más vale sincerar esta situación que no beneficia ni a los productores, ni a los

carboneros, ni a los empresarios, ni a los detallistas, ni a los consumidores. Algunos productores que participaron en el Diagnóstico, dijeron estar

dispuestos a conversar con las autoridades para llegar a acuerdos que beneficien a todos, produciendo carbón legalmente. Seguramente habrá que ceder posiciones de parte y parte. Pero creemos que bien vale la pena intentarlo. En la zona hay material vegetal con el cual se puede trabajar de esa forma. Nos referimos a los Cujíes viejos que se deben picar antes que se pudran, para que luego retoñen bonitos, los palos secos que arrastran las quebradas y el producto de las podas controladas. En esto coincidimos con el CEMAPIF cuando afirma que:

“Una considerable cantidad de leña para carbón puede ser

extraída cada año, sin dañar el bosque, por ejemplo por medio de podas, raleos y aprovechamiento de los residuos de leña,

después del corte.”17

16

Ver como ejemplo el diario El Informador de Barquisimeto, del dia 19/10/2004, en la sección SUCESOS. 17 CEMAPIF (Centro de manejo, aprovechamiento y pequeña industria forestal), 1996

37

VI. DIFICULTADES Y APOYOS NECESARIOS

Hemos dejado para esta parte lo que consideramos que es LA VISION DE LAS COMUNIDADES, es decir, las ideas expresadas textualmente por la gente con la que pudimos conversar durante todo el trabajo de campo, y algunas propuestas señaladas por técnicos de varias instituciones, conocedores de la zona.

� Dificultades

Las principales dificultades identificadas por los grupos de productores de

carbón se refieren principalmente a la falta de agua y trabajo, capacitación, financiamiento, organización y las limitaciones legales.

De allí que se pudieron recoger opiniones tan importantes como las que se

señalan a continuación: � Si logramos los lagos colinarios en la zona, no tendríamos necesidad de

seguir echando. Habiendo otras alternativas, preferimos otras actividades. (Los Ranchos)

� Agua y financiamiento para la actividad agropecuaria es lo que se necesita. (Los Ranchos)

� Capacitación para el trabajo. (Los Ranchos, Bucarito) � Desempleo, captación de agua (Los Ranchos) � Para echar no hay dificultades, pero sí para llevarlo a los mercados. Es lo

único. (Curarí) � Se quiere mejorar la comercialización, pero no se ha podido: no hay

organización, no hay permisos, no se conoce quien pueda apoyar ni como moverse. (Guaidí Viejo)

� Falta de apoyo y capacitación, el MARN vino pero no volvió. (Guaidí Viejo) � Hay mucha apatía, conformismo, flojera, costumbre. (Guaidí Viejo)

Foto Nº Foto Nº Foto Nº Foto Nº 12 12 12 12 –––– El agua permite la producción agropecuaria que frena la El agua permite la producción agropecuaria que frena la El agua permite la producción agropecuaria que frena la El agua permite la producción agropecuaria que frena la producción de carbónproducción de carbónproducción de carbónproducción de carbón

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Cada una de estas dificultades requiere cierto tipo de apoyo que está implícito en los señalamientos presentados, a fin de irlas superando poco a poco. El Diagnóstico Participativo permitió recoger además varias propuestas adicionales para superar las dificultades, que posiblemente no son compartidas por todos los actores vinculados a la producción de carbón, pero que serán de mucha utilidad para negociar posibles planes y políticas a favor de este sector. Se mencionan igualmente respetando el sentido original:

� Apoyos necesarios

� La solución sería legalizar la actividad, pero habría que negociar algunas

condiciones. (Curarí) � La solución sería legalizar la actividad, aunque eso signifique que tenemos

que sembrar palos. Todo lo que es contrabando se pone caro. (San Mateo) � Sugerencia para mejorar: legalizarlo. (El Yabito) � Sí se pueden sembrar Cujíes. Hasta ahora no se ha hecho por falta de

entendimiento, nacen solos, los siembran los burros, no se los comen los chivos. (El Yabito)

Como se puede apreciar, es un clamor de la gente que se legalice el trabajo

con el carbón. Se piensa que su carácter actual de contrabando le da cierto atractivo, que sucede también con el Cocuy. Pero además aparece la idea de sembrar árboles. Ya se dijo antes que siempre se consiguen algunos vecinos dispuestos a dar el primer paso. Y las condiciones no son malas. A continuación se presentan varios elementos que han surgido en las comunidades y que servirían para dar sustento a esta iniciativa:

� En el sector El Calvo existe un molino y un pozo de agua que ya no funcionan. Según algunos, en el subsuelo donde se perforó este pozo hay mucha agua. Data de la década de los años 50 y funcionó hasta los años 90. El agua que se producía se usaba para todas las actividades conocidas. Era una fuente pública, pero estaba en los terrenos de Domingo García, quien lo cuidaba. En sus alrededores, este señor mantuvo por muchos años un huerto donde sembró y cosechó cantidad de productos agrícolas: repollo, zanahoria, remolacha, tomate, lechuga, guanábana, chirimoya, coco, mango, limón, Naranjillo y flores varias. Algunos piensan que podría recuperarse como otra fuente de agua en cuyo caso podría servir, entre otras cosas, para montar un pequeño vivero forestal.

� También en El Calvo están Jhonny Bravo y Valero Perozo quienes

están ligados a la iglesia evangélica. Ellos tienen un proyecto de producir árboles para reforestar una zona alrededor de la iglesia de ese sector, que pueda servir como área demostrativa, metiendo también algunas especies frutales que se den en la zona: Mamón, Semeruco, Cotoperí y Leucaena.

� En Guaidí Nuevo existe también un pozo de agua que podría servir

para regar cualquier vivero. Produce bastante agua. Tiene un molino que se usó antes para extraerla, pero ya no funciona. Hoy en día trabaja con un motor a gasoil. El encargado se llama Juan Marchán.

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Aparte de todos estos datos favorables e importantes para cualquier trabajo que quiera emprenderse en la zona, existen también algunas oportunidades “externas”, es decir, no han nacido en la zona sino fuera de ella, pero pueden servir de apoyo para lo que se quiere mejorar.

Nos referimos en primer lugar a una correspondencia a la cual tuvimos acceso

en la que la empresa Cemex plantea al Ministerio del Ambiente la posibilidad de cancelar sus pasivos ambientales mediante su apoyo en el desarrollo de bosques energéticos, y ello pudiera concretarse en la zona de estudio.

En segundo lugar, las principales empresas que procesan y distribuyen el

carbón en Lara han declarado su interés en apoyar el trabajo que realizan las comunidades. Carboexpo manifiesta estar en capacidad de ofrecer asistencia técnica a los productores para desarrollar planes de reforestación en la zona; de hecho, dispone de una persona que la asesora en lo ambiental; la empresa produjo un documento oficial en Octubre 2004 a fin de precisar el tipo de apoyo que podría dar a fin de incrementar la producción de carbón.18

Por su parte, Carboncil ha manifestado igualmente su interés en apoyar este

proceso de mejora de la producción de carbón mediante la compra directa a los productores, pero para lograrlo hay que resolver primero lo de la legalidad. Ofrecen por lo menos el servicio de transporte para sacar el carbón hasta los mercados.

Foto Nº 13 Foto Nº 13 Foto Nº 13 Foto Nº 13 –––– El pozo de agua de Guaidí Nuevo representa una esperanza para El pozo de agua de Guaidí Nuevo representa una esperanza para El pozo de agua de Guaidí Nuevo representa una esperanza para El pozo de agua de Guaidí Nuevo representa una esperanza para cualquier programa de reforestación en la zonacualquier programa de reforestación en la zonacualquier programa de reforestación en la zonacualquier programa de reforestación en la zona

18 Carboexpo, 2004

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VII. CONCLUSIONES

La zona geográfica en la que se realizó este Diagnóstico Participativo es la Parroquia Camacaro del Municipio Torres, del Estado Lara. Allí, podemos ubicar la zona carbonera como el espacio entre Río Tocuyo y los límites con el municipio Iribarren, donde hoy en día, en casi todas las comunidades, se trabaja con carbón en mayor o menor grado, siendo los sectores de mayor intensidad los alrededores de las poblaciones de Guaidí y de Curarí.

La producción de carbón es artesanal y se ha ido intensificando en la medida

que, como sociedad, nos hemos ido “desarrollando”, obedeciendo sobretodo a la falta de otro tipo de empleos, al desconocimiento de formas alternativas de manejar y vivir de los rebaños caprinos para obtener un ingreso adecuado, y al nuevo flagelo del robo de estos animales.

Aunque sea un trabajo fuerte, duro y exigente, la gente continúa echando

carbón por las necesidades que existen. Además, es un trabajo individual o familiar, sin organización y al que nunca ninguna organización pública o privada le ha brindado un apoyo técnico ni legal en forma adecuada.

La mayor parte de los productores de carbón también son criadores caprinos

y esto no siempre se ve como dos actividades que deben complementarse . Pero ahí estriba uno de los fundamentos de cualquier apoyo futuro para el mejoramiento de ambas.

Cada productor puede “echar” hasta 2 hornos al mes. Así trabajan los que echan carbón y tienen en esta actividad su única o más importante fuente de ingresos.

No hay consenso entre los productores acerca de cuáles son las mejores

prácticas para picar los árboles. No se encuentra a nadie que practique el manejo de los rebrotes luego de picar los palos, a fin de obtener mejores productos futuros. La mayor parte no toma en cuenta las fases de la luna a la hora de picar palos y opinan que los Cujíes retoñan de cualquier manera. No hay cultura de sembrar árboles, aunque ellos sean su principal fuente de ingresos.

Se estima que unos 400 productores pican aproximadamente 4 mil palos de

Cují al mes para producir entre 800 mil y un millón de kilos de carbón, que equivalen a 8 hectáreas expuestas sin vegetación por un cierto tiempo, hasta que vuelvan a retoñar los árboles.

Los productores no conocen los hornos fijos pero, la idea de hacer unas

pruebas con uno de estos no les pareció descabellada. Existe un ambiente propicio, sobre todo en algunos caseríos, para innovar en esta actividad. Es un reto que queda pendiente.

Se calculó que el costo por kilo de carbón está en el orden de los 170-230 Bs. Y

su precio actual está entre 160 y 200 Bs/kilo. Pero, apenas hace un año, se pagaba a 50 bolívares el kilo.

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Sí se puede producir carbón en forma legal pero hay que cumplir con una serie de requisitos establecidos en nuestras leyes. Sin embargo, para que un productor de carbón pueda cumplir con todos ellos, se requeriría de cierto apoyo técnico-legal. Algunos de ellos están dispuestos a conversar con las autoridades para llegar a acuerdos que beneficien a todos. Seguramente habrá que ceder posiciones de parte y parte. Pero creemos que bien vale la pena intentarlo.

Por último, hay una serie de fortalezas y oportunidades que existen en este momento para impulsar la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de los productores de carbón. Pero, dependerá de esos mismos productores y otros vecinos de la zona, que la realidad se vaya transformando mediante la participación activa y organizada de su gente, venciendo poco a poco las limitaciones o debilidades que existen.

42

VIII. RECOMENDACIONES

1. Incorporar explícitamente planes de trabajo en el seno de la Alcaldía del Municipio Torres, de la Gobernación del Estado Lara, de PROSALAFA y del Comité de Lucha contra la Desertificación, en beneficio de los productores de carbón orientados a mejorar sus condiciones de vida y la tecnología de producción del carbón vegetal, en el marco de prácticas agroforestales adaptadas al medio semiárido. Dichos planes deberán presentar soluciones para todos los aspectos señalados en este Diagnóstico.

2. A la hora de buscar soluciones, considerar no solo los aspectos energéticos

y ambientales, sino también los aspectos socio económicos y culturales.19 Y, además, hacerlo en conjunto con los productores, por medio de su participación protagónica. En el capítulo VI se plantean una serie de apoyos que nos parece necesario tomar en cuenta para implementar las soluciones.

3. Establecerse la meta, a mediano plazo, de lograr que la producción de

carbón sea totalmente legal, para lo cual será necesario un proceso de negociaciones entre todas las partes involucradas.

4. Contactar a las personas que formaron parte de la Asociación de

Productores de carbón, en Guaidí Viejo, a fin de analizar las posibilidades de reactivar ese mismo proyecto.

5. Incorporar en todas las zonas de Lara productoras de carbón vegetal el

concepto y la práctica de Contraloría Social que ha implementado el sector de San José de los Ranchos.

6. Someter unas muestras del carbón de la zona de estudio a análisis de

laboratorio para conocer su poder calorífico y otras características físico-químicas de este producto, que ayuden a orientar el proceso de mejoras de la tecnología actual.

7. Promover investigaciones forestales para generar información básica sobre

el comportamiento de las especies propias del semiárido larense, en las que se puedan involucrar lo más posible los propios productores.

8. Implementar programas pilotos (a pequeña escala) de reforestación

comunitaria para lo cual será necesario un proceso de aprendizaje en lo que se refiere al buen manejo de las especies propias de la zona semiárida.

19 Girard, P. 2002

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DATOS PRECISOS DEL CARBON EN EL MCPIO. TORRES

• 1 MIL KG/CARBON = 5 CUJIES GRANDES

• 500 PRODUCTORES X 2 QUEMAS AL MES

• 1 MILLON DE KILOS PRODUCIDOS AL MES

• SE APROVECHAN 5000 ARBOLES AL MES

• EQUIVALEN A 8 HECTAREAS TUMBADAS AL MES

44

ANEXOS

A. Glosario B. Listado de especies forestales nombradas C. Bibliografía

45

A. GLOSARIO � BocasBocasBocasBocas, claraboyas, cachimbos, chimeneas o respiraderos: claraboyas, cachimbos, chimeneas o respiraderos: claraboyas, cachimbos, chimeneas o respiraderos: claraboyas, cachimbos, chimeneas o respiraderos: espacios o

lugares por donde respira el horno y echa el humo. Se hacen con un pedazo de tubo, o de cardón y hasta con tres piedras.

� Carboneros: Carboneros: Carboneros: Carboneros: en la zona se le dice así a los que cargan el carbón hasta las empresas de la ciudad.

� CulataCulataCulataCulata: resto de madera que no se quema bien y se vuelve a procesar. � Echar carbón: Echar carbón: Echar carbón: Echar carbón: producir carbón en un horno artesanal. � Guías:Guías:Guías:Guías: retoños o ramas nuevas que salen al picar el Cují � Madera yescosa: Madera yescosa: Madera yescosa: Madera yescosa: que no tiene el corazón sólido � Muñeco o mecha:Muñeco o mecha:Muñeco o mecha:Muñeco o mecha: palo grueso central del horno redondo o parado por

donde comienza la combustión. � Palos jechos:Palos jechos:Palos jechos:Palos jechos: con el corazón duro, bien formados � Pasmo: Pasmo: Pasmo: Pasmo: enfermedad que es causada por el choque repentino de un

viento frío cuando se está trabajando en un ambiente caliente o viceversa.

� Picar:Picar:Picar:Picar: cortar, podar, talar los árboles � RejillasRejillasRejillasRejillas: palos finos para el horno, que se usan para tapar cualquier

rendija por donde se pueda colar la tierra que tapa el horno. Las mujeres ayudan en todo el proceso, pero más que todo en la cargada y el picado de las rejillas.

� RequemaRequemaRequemaRequema: sucede cuando la leña, en vez de volverse carbón, se pasa de tiempo y se vuelve ceniza. Cuando los hornos son más pequeños rinde más la echada de carbón porque no se requema la leña.

� Sasa: Sasa: Sasa: Sasa: servicio autónomo de sanidad agropecuaria � Tapa: Tapa: Tapa: Tapa: piezas de metal que lleva el horno en la parte de arriba y que se

usan para evitar que el mismo se derrumbe durante la carbonización.

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B. LISTADO DE ESPECIES FORESTALES NOMBRADAS20

Nombre común Nombre científico Familia VERA Bulnesia arborea Zygophyllaceae CUJI Prosopis juliflora Leguminosae

CURARI Tabebuia serratifolia Bignoniaceae GATEADO Apuleia leiocarpa Leguminosae UVEDA Poponax flexiuoa Mimosoidae

PLATANICO Cassia fusticossa Caesalpinoideae PALO DE ARCO Apoplanesia criptopetala Papilionaceae

JEBE Humboldtiella arborea Papilionaceae YABO Cercidium praecox Caesalpiniaceae

TROMPILLO Jacquinia revoluta Theophrastaceae CAUJARO Cor dentada Boraginaceae

C. BIBLIOGRAFÍA � CARBOEXPO, (2004), Proyecto de consultoría para el desarrollo de fuentes

necesarias para el incremento de producción de carbón vegetal y la implementación de el concepto de las briquetas naturales

� CEMAPIF, (1996), Producción de carbón vegetal � CETEP, (2004), Propuesta: “Diagnóstico Participativo sobre la producción

artesanal de carbón vegetal en el semiárido del Municipio Torres del Edo. Lara” � FAO (1983), Métodos simples para fabricar carbón vegetal (Estudio Fao: Montes

41) � GIRARD, P. (2002), Charcoal production and use in Africa: what future? En

Unasylva 211, vol. 53 � MADURO, Eva Marina (2004), Producción y Comercialización de Briquetas de

Carbón Vegetal. Universidad Yacambú, Instituto de Investigaciones y Postgrado � OIT, (1986), Producción de leña y carbón vegetal � PERNALETE, Oscar, YÉPEZ, Alexis, BASTIDAS, Augusto (1999), Principales usos

de la madera en las áreas xerófilas de Lara. Caso: Municipio Torres.

20 Pernalete, O., Yépez, A., Bastidas, A., 1999

47

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