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La balsa de la Medusa

Dialética de la mirada: Walter Benjamin y el proyecto de los Pasajes

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Dialética de la mirada. Walter Benjamin y el proyecto de los PasajesLa balsa de la Medusa
Dialéctica de la mirada Walter Benjamin y el proyecto de los Pasajes
Traducción de Nora Rabotnikof
Susan Buek-Morss
Dialéctica de la mirada Walter Benjamin y el proyeero de los Pasajes
L)
La balsa de la Medusa, 79
Colecci ón dirigida por Valeriana Bozal
Título original: Th~ Dialeaics ofSuing. Walur Benjam ín andth~ Arcada Projea.
© Susan Buck-Morss, 1989. © The MIT Press, Cambridge. Massachuserts. London, England,1989.
© de la presente edición. Visor. Dis., SA, 1995 Tomás Bretón. 55, 28045 Madrid
ISBN, 84-7774-579-X/ Depósito legal, M. 42.336' 1995
Visor Fotoco mposición ,_ Impreso en España 4 Printed in Spain
Gráficas Rogar, S.A. Navalcanero (Madrid)
".
PARTE 1Il
Introducción .
7. ¿Es esto filosoflat . 8. El mundo de ensueños de la cultura de masas . 9. Una pedagogía marerialisra .
Posrfacio: La herencia revolucionaria .
fndice temá tico , ,.................................................. 413
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, I
Prefacio
Esta es una empresa poco ortodoxa. Es un libro de filosofía con ilustr aciones que explica la dialéct ica de la mirada desarrollada por Benjamin, algu ien que to rna- ha en serio la debris delli cultura de masas como fuente de la verdad filosófica:1<t­ D eriva su autoridad de &<libro que jamás fue escrito, el PdSSogrn-WtTk (el libro d~ los Pasajes), inacabado proyecto fundamen.sl de los afios m ad uros de Benjamín. En lugar de «una obra» Benjamin nos dejó juna colección masiva de notas sobre la ,r industria culrural del siglo XIi-Jal como é~ cobró forma en París y formó a su vez a esa ciudad. Estas notas recogen citas de una vasta gama de fuentes histór icas, que Benjamín archivó con un mí nimo de comentarios. y sólo las ind icaciones m ás gene- rales acerca de una posible manera de ordenar los fragmentos.
En el presente trabajo he permanecido escrupulosamente fiel a los fragmentos de esta obra nunca escrita. Y sin embargo, para cualquier persona familiarizada con el Panagm -Wrrk. resultará claro qu e no lo he reproducido aquí; en cambio. he pro-­ cedido en forma mimética, extrapolando para poder iluminar el mundo experi­ mentado y descrito por Benjamín . Seda difícil decir si esta forma de trabajo aced é­ mico es un proceso de descubrimiento o de invención del proyecto de los Pasajes. El lector está advenido. Lo que aquí se ofrece no es un resumen del manuscrito ori­ ginalmente escrito en alemán y en francés. Es un texto diferente, un relato (del París del siglo XIX) contado dentro de otro relato (el de la exper iencia histórica de Benjamín) y apu nta a revivir el pode r cognosci tivo y político del Passagm-Wm que yace dormido en los pliegues de los diferent es estratos de daros histó ricos que lo compo nen.
Pero quizá antes que nada. este es el relato del proceso interpre tativo mismo. El significado del comentario de Benjamín sobre el Passagm -Wl1'k es crfpricc. Propo rciona al lector muy pocas respuestas sobre las in tenciones del autor, pero da muchas pistas, y rodas ellas apuntan más allá del texto. Benjamin simplement e no nos permite escribir sobre su trabajo como si fuera un producto literario aislado. Más bien (y ello representa una prueba nada insignificante de su poder polí tico) el P.usagm -Wl'1"k nos transforma en una suerte de detec tives hist óricos, aún contra nuestra voluntad, forzándo nos a involucrarnos aciiVinieñ-te en la reconstrucción de li obr a. Sólo si reconocemos que este escrito brillante. que estamos un dispuestos a canonizar, constituye en realidad sólo un con junto de comentarios o de notas al pie de página en relación con el mundo exterior al texto, estamos en condiciones de penetrar en el Passagm~Wl1'k. Nos obliga a buscar imágenes de la realidad socíohís­ rórica qu e sirvan como claves pata descifrar el significado de su comentario, así como el com enta rio es la clave de su significación. Pero en este proceso nuestra aren-
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ción ha sido redirigida. subrepticia mente. Benjamín ha abandonado el centro del escenario, que está ahora ocupado por los fenómenos sociohistóricos mismos. Adem ás (y esta es la prueba de su éxito pedagógico), nos concede la experiencia de sentir que estamos descubriendo el significado político de-estos fenómenos por n~ua propia cuen ta. [;J3enjamin desc ribió su trabajo como una - Revolución Copernicana» en laprác­
cica de escribir h istoria. Su ob jetivo era destruir la inmediatez m ítica del prc.scnre. no insert ándola en un conrinuum cultural que afirma el presente corno su culmi­ nación, sino descubriendo aquella constelación de orígenes históricos que tiene el poder de hacer explotar el «continuu rn» de la historia. En la era de la industria cul­ rural, la conciencia existe en estado mítico , de ensoñación , estado COnt ra el cual el conocimiento hisr órico es el único antídoto. Pero el tipo particular de conocímien­ to histórico que se requiere paca liberar al presente del mito no se desvela fácilmen­ te. Dejado de lado y olvidado , yace enterrado en cultura que sobrevive, siendo invi­ sible justamente porque es de escasa utilidad para quienes están en el poder.'-7
J> e- La «Revolución Copem icana» de ~njam¡ n despoja a l a}Iisto~ia de su ~lición Ideológica legitimadora. Pero si la histo ria como estructura conceprual que rransfi. gu ra engañosamente el presente se abando na, sus contenidos culturales son redimí­
~ dos como fuent¡ s de un conocimiento crítico, el único que puede poner en "cues­ V tién"el presente Benjamin nos vuelve conscientes de que la trasmisión de la culru­ a, ra {alta y baJ..a}, central a su operación de rescate, es un ~etO político de la mayor
impo rtanci:{. Y ello es asl no pg..r.s;¡,ue la cu1mt3 en sí tenga el poder de cambiar lo1 dado,"sino j>brque la memoria histórica afecta de manera decisiva a la voluntad
-efql.ectiva y polít ica de cambio. En realidad, es su ún ico nut riente. - lEscrib ir sobre el Passagm -Wn'k~tamente un ejemp lo del acto de trasmisión
de cultura que Benjamín problcmatiii;JEsro coloca al presente proyecto en un espa· cio conceptual altamente exigente, un espacio que no tolerará ninguna conrradic­ ción demasiado fuerte entre forma y contenido. Y sin embargo, para mí fue inevi­ table cierto grado de tensión. En su forma , este es un estudio acad émico, que se adh iere rigurosamente a los requisitos de la investigación, aun cuando su comenido es una protesta Contra la misma concepción académica de cultu ra. Pero no alcanzo a ver ninguna razón polí ticamente justificada paca ceder a esra última el monop olio del rigor filológico. Además, como el mismo PtlSS4gm. Wn'k mu estra, optar po r una versión más corta, por un resumen más popularizable en el mercado, no habría evi­ rada de ningún modo los peligros que Benjamin advirtió.
Agradezco a Andrew D. Wh ire Sociery for rhe Humaniries de la Cornell Universiry por una beca que me permitió iniciar este estudio del Passagm -m.rk en 1982-83. El Deursche Akadcmische Ausrauschdiensr me dio su generoso apoyo para realizar mi investigaci ón en Frankfurt am main durante el otoño de 1984. [urgen Habermas y Leo Lowenrhal me alentaron cuando más lo necesitaba. Me beneficié enormemente de la discusi ón con amigos de EE.UU., Alemania, Francia. y la USSR: Hauke Bru nkhors r, Jacques Derrida, Miriam H ansen , Axel H onnerh, Claude Imberr, Manin Jay, Dmirri Khanin, C ranr Kester, Burkhardt Lindner, M ichael Lowy, Kirby Malone, Pierrc Missac, Valery Podoroga, Gary Srnith, Rolf Tiedemann, Heinz Wismann e Irving Wohlfarth. Fue para mI de inmensa ayuda la lectura del manuscrito por Sheyia Benhabib, Paul Breines y Caro l Halbersradr, as! como la asistencia de inves tigaci ón de Lcslie Gazaway, Dcan Robinson, Schcyler
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Stevens y Cyn rhia Witmann. Los esrudianres del semina rio sobre Benjam ín en la primavera de 1985 fueron una fuente de inspiración : William Andriene, Paul f ord, Daniel Purdy, Kasian Tejampira, j enniíer Tiffany, Sharon Spitz, Michael Wilson y Jirapon Witayasakpan. La fotografía y el trabajo art ístico de M ichael Busch y Joan Sage son contribuciones fundamentales a este estudio, así como el trabajo de cáma­ ra de Heleo Kelley La lista de consultores y forégrafos que ayudaron con las imá­ genes incluye a Ardai Baharmast, Gr aot Kesrer, Kírby Malonc, Ro Malone, Danielle Morrerti, Norma Moruzzi, Donna Squie r, Leah Ulansey y Rob Young. David Armstrong y Artine Blaker me ayudaron durante años en la preparación del manus­ crito.
Agradezco a Larry Co hen y a MIT Press por creer en el proyeCto. Valoro su apoyo.
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Introducción
• . N OSOl l1)$ hemos», asC dice la guía ilustrada de París del año 1851 (que: pro- porciona), una imagen completa de la ciudad del Sena y susalrededores. ..a menu- do concebido a las arcadas como boulevares interiores, semejantes a aquellos a los que se abren. Estos pasajes, una nueva invención dd lujo industrial, son senderos tapizados en mármol y techados de vidrio, que atraviesan manzanas enteras de edi­ ficios cuyos propietarios se han un ido para llevar adelante tal empresa. Alineadas a ambos lados del sendero , que recibe su luz desde arriba , se enc uentran las tiend~1
más elegantes, de modo (al que un pasaje es una ciudad, un mundo en min ia tura»~
Comenta Walter Benjamin. ..Esta cita es el JOCUI ciassicus para la repr~ntación de los Pasajes (PllSS4gm).\ que dieron nombre a su más atrevid o proyecto ímelec­ rual . EL Ptmagm · WtTkl ba a ser una ..fílosofla marcrialisra de la historia» construi­ da con la «máxima concreción. ' a partir del material hist órico mismo.Esos anacró­ nicos resabios de aqu ellos edificios. tecnologías y mercancías del siglo dieci nueve que fueron precursores de su propia era. Co mo -ur-fcn ómenos- de la modernidad. ellos proporcionarían el material necesario para una int erpretación de las configu­ raciones más recientes de la historia.
Los Passdgesde Parfs construidos a comienzos del siglo diecinueve fueron elori­ gen de la moderna galería comercial. Con seguridad , esros tempranos centros come rciales or iginar ios parecen ser un lugar lamentableme nte mundano para la ins­ piración filos ófica. Pero precisam ente la meta de Benjamín era tender el puente entre la experiencia cotidiana y las preocupaciones académicas tradicio nales, en rea­ lidad, lograr esa hermenéutica fenomenológica del mundo profano que Heidegger sólo 0II1 c;¡n7-ó a intentarj- 'E1 o bjetivo d e Benjarmn era. tomar t a n en serio al materia­ lismo como para lograr que los fenómenos hist óricos mismos hablaran. El proyec·
, Walter Benjamín , Ge¡¡tmmelu Schrifim, 6 vols., Rolf T ieder nann y Hermann Schweppellh~user
ed~. , con 1:0. colaboración de Theodor Adorno y Gershom Scholem. Ff3.Il kfurr am Main : Suhrkamp v erlsg, 1972 , vol. V: DaJ PaJJ4gm -Werlr. cd. Rolf Ti edcmann (1982), p. 83 (A1.1). 1.= ci(Q$ de las fÑ'sanrnrau &hrifinr:se: h.uin :l p"rri r del número de vol. (l -VI). [N. del T.: mend on:o.rcmo:s las trad uc­ clones :o..l e-pmol en l:o. medida en que nO> haya sido posible ubicar las respectivas cit:l$) (En españo l. Pt1t1ÚlJ ((lpiulisnro. Madrid, Taurus, p. 173)1.
' V, p. 83 (Nou Jd traducrce en gcner:o..l tradumcmo:s P4$$lZgm por P:o.sajes. aunque: laversión ingle­ SlI udliu d término oArc:o.cUs.).
' C:o.rt::o. de Beujamin 011 G. Scholem, 15 de marzo de 1929. V, p. 1091. • El proyecto de los Pasajes enClIlUl"Ía -una rcori:o. de la conciencia de la hisroria. Es U1u( donde
encontraré a Heidegger en mi c:uníno, y espero que surja una chispa del shock que conecte nuest ras dos diferentes maneras de considerar la hi\(oriQ. (= 011 Scholem , 20 de enero de 1930. V, p.1 O')4}.
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ro probaría «cuan concreto puede uno ser en relación co n la historia de la fdosofla-'. Corsés, plum eros, peines de color rojo y verde, viejas fotografías, réplicas de la Venus de Milo, botones y cuellos de camisa hace m ucho descartados, estos sobrevi­ vientes históricos de la alborada de la cultura industrial, que aparec ían reunidos en los moribundos Pasajes como eun mundo de afinida des secretas..· , tTanlas ideas 610­ sóficas, corno una constelación de referent es histór icos concretos. Además, como «dinam ita política..J , estos anticuados productos de la cultura de masas proporcio­ narfan una educación política marxista-revolucionaria a los sujetos histór icos de la propia generación de Benjamín, las víctimas más recientes de los soporíferos efectos de la cultura de masas. "Nunca.. -cscribió Benjamin a Gcrshom Scho lcm duran te las primeras etapas del proyecto- "he escrito co n mayor riesgo de Fracasare". «Nadie podrá decir dc mí que me he facilitado las cosas..".
El "proyecto~ de los Pasajes (como se refería po r lo común Besjamin al Passagnn.WtTk)'" fue originalm ente concebido como un ensayo de cincuenta pági-... nas" . Pero «la cara cada vez más desconcertante, más inrrusiva- del proyecto _que me acecha como una peque ña bestezuela por las noches. cuando no la dejo beber de las fuemcs más remotas durante el dia..' 7, no dejó en paz a su autor. Para traerla a la luz del dí a -emás allá de una ostensible proximidad al movimiemo surrealista que IXX1r1a ser fatal para mí. u- Iknjamin siguió am pliando su perímetro y profu n­ dizando sus bases. tamo espacial como tem poralmeme. Al final . todo París fue incluido, desde las alturas de la Tor re Eíffel, hasta el m undo profundo de las cata­ cu mbas y los metros, y su investigación cubrió más de un siglo de los detalles his­ tóricos más menudos de la ciudad.
Benjamin comenzó el Passagm-Werk en 1927. Aú n cuando hubo interru pcio­ nes, trabajó intensamente en él durante trece años. El proyectO permanecía in aca­ bado tod avía en 1940, cuando se suicidó en su fracasado int ento po r escapar de
-=>Franci~;.:pero , el ensayo de cincuenta páginas or iginal mente planeado , se hab ía ~.expandido hasta constituir un co njunto de materiales que, al ser publicado s por pri­
mera vez en 1982, cu bría más de mil páginas. Eran fragmen tos de dato s históricos recogidos primariamente de fuentes del siglo diecinueve y veinte que Benjamín encontró en la Sraarsbibliorek de Berlín y en la Bibliceheqce Nationale de París, y quc orde nó cro nológicamente en trei n ta y seis archivos o Konvo/ulJ. cada uno enca­ bezado por una palabra o una frase clave. Estos fragm entos, integrados en elcomen­ ta rio de Benjamín, comprende n más de 900 páginas. Están ordenados temática­ mente de manera Aexib!e. Para descifrar su significado debe mos apoyarnos en una serie de notas (1927-29; 1934·35) que nos proporcionan evidencia inva luable. aun-
" Carta de Benjamín a Scho l ~m . 23 J~ abril de 1928 , Y, p. 1086. ' Not~ lempr:mas 0928-29). V, p. 1045. , La fruc es de Ado rno (ver caru de Adomo ;¡. Benjamín , 6 de noviembre de 1934 . V, p. 1106. • úm de Benjamín a Scholem. 30 d.. cnero de 1928. V. p. 1086. ' Ca na de Bcnj:unin ;¡. Scbokm. 23 d.. ;¡.bril de 1928. V. p. 1086. l. Benjamín uriliuho.d n'nnino .P~rIxU. o foimplemenl<: P4SSAgm. EJ rñulo P4SSAgrn-Wni fUe
acugido para d nunuscriro por los editores de las Gcw",,,,tlu Sdmftm. " Gcndlom Sd>ol~. W..fuorBmj.vnin: rq.. SU»] of .. FrinuJship.~ K2ttn Ready YCuy Smith.
Paber ~ Faber, 1982. p. 135. " C..uta de Benjamín a Xholcm. 30 de noviembre de 1928. V, p. 1089. " Úfn de Bcnjamin" Schokm. 30 de novicmbe de 1928. V, p. 1089.
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Resaltado
Figura J. Passage Choiscul, París.
que insuficiente, acerca de la concepción global que orientó la investigación de Benjarnin, y en los dos "~osh. del proyecto de las Arcadas (1935 y 1939) que bre­ vemenre describen los con tenidos de los capítu los proyectados.
La pu blicación póstuma del PilSSI1gm-Wrrk, que se benefició de la escrupulosa edici ón de Rolf Ticdemann", constituye una asombrosamente rica y provocativa colección de no tas de investigación, señalamientos y comentarios fragmemarios. Ella demuestra claramente que el Passagen-U7erk fue la empresa más significativa de esta relevante figura intelectual. Pero el Passagen-U7erk en sí no existe - ni siquiera una primera página y mucho menos un borrador del conjunro-. Este texto inexis­ tente es el objeto del presente estudio.
Las biografías inrelecruales han hablado en genera! del pensamíenrc bcnjami­ niano cn términos de tres crapas de desarrollo cuasi-dialécticas: la primera de éstas
.. Las anoraciones <k T iedemann son el hilo oond~cror pua cualquier I=ra del p.w.zgrn-Wm. Sin ellas, incluso un lector LUl compac11Ie corno lb.. Adorno fue incap:u <k descifrar d ITUtaU! (' -er V, pp. 1072-72). Como resullaci claro para cualqui<T.I. que h~ya rrabejado sobre d P_zm-W"",e-;ro)· en deuda con el trabajo editorial de Tiedemann.
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o' !.J) '1,1' ,
\ (hasta 1924, cuando su amistad con Gershom Scholem era más fuerte}, meeaflsica y teológica; la segunda (cu ando en Berlín. had a finalcs del período de Weimar. cayó bajo la influencia de Bertolr Breche), marxista y materialista: y la tercera (cuando en su exilio en París se ap roximó al lnstitut fUr Sozialftrchung y llegó a estar inrelec­ ruajmente cerca de T heodor Adorno). como un intento tanto de incorporar como 3 de superar estos dos polos anriréricos en una síntesis original. Se esperaba que la publicación póstuma del Passagffl~WtTk fuera esa sín tesis, y que se resolvieran las persisten tes ambigüedades entre las verrienres materialista y reolégica de sus obras an teriores. El Pam1gm-WtTken verda d unifica todos los aspectos de la pe rson alidad intelectual de Benjamín en una sola concepción, obl igándonos a repe nsar toda su obra, incluidos los escritos tempranos . D em uestra, ade más, que no fue sólo un escritor de aforismos brillantes pero fragmentarios. El proyecto de los Pasajes desa­ rrolla un método filosófico alta mente o riginal. que podría ser descrito como la dia­ lécti ca de la mirada,
Gran parte de la lirerarura secundaria sobre Bcnjamin se preocupó por dercr­ m inar cu áles fueron las influencias más sign ificativas (de Scholem, Brecheo Adorno.
'"): Bloch, Kracauer, incluso de Heidegger)" . Este estu dio premcdirarnenrc evita la con­ venden de la hermenéutica académ ica que define las teorías de un pensador en tér­ minos de las teorías de otro. Como tal , d icho m étodo asegura qu e el co njunto del proyecto intelectual se vuelva autorreferencíal e idealis ta, herméticamente sellado dentro de esos mustios co rredores de la academia, de los cuales la obra de Benjamin intenta escapar. El estu dio experimenta con una estrar egia hermenéutica alternativa m ás apropiada a esta «dialéctica de la mirada», que descansa en cam bio en el poder interpretativo de imágenes que plantean concretamente asuntos conceptuales. con referenc ia al m un do exterior al texto.
Para un espíritu qu e capre los fenómenos int electuales en términos de desarro­ llo lógico o cronológico, donde una cosa conduce a la Otra «como las cuentas de un
.,cosario- ", para usar la m etáfora bcnjaminiana, su trabajo ofrecerá poca. sat isfacción. J _ Está basado, po r el contrario, en intuiciones filosóficas iluminadas por experiencias I 'cognoscitivas que se retro traen hasta la niñez. :tstas se «revelan» sólo en el sentido
en que se revela una placa Forogréfica: el tiempo pro fund iza el co nt raste y la defin i­ ción. pero la impresión de la imagen ha estad o allí desde el comienzo. A pesar de las metamorfosis que su escritura sufre en esrilo y en forma de expresión, Benjamin se…