15
LIÑO 18. Revista Anual de Historia del Arte. 2012 (págs. 131-145) Jose María Rodríguez-Vigil Reguera Universidad de Oviedo Espacios de consumo de la Postmodernidad. La arquitectura comercial en Oviedo RESUMEN La arquitectura comercial contemporánea representa uno de los nuevos patrimonios más exitosos de las úl- timas décadas, constituyendo una presencia cada vez más habitual en nuestras ciudades. Ejemplo paradigmá- tico de un modelo sociocultural basado en el consumo masivo y el ocio indiscriminado como forma de vida, el centro comercial concentra en su forma numerosos rasgos típicamente postmodernos que desde hace años vie- nen siendo analizados y cuestionados por numerosos autores desde perspectivas sociológicas, estéticas o an- tropológicas, siendo también crecientes, aunque todavía escasas, las aportaciones histórico-artísticas. El presente artículo sintetiza la historia de los espacios de consumo contemporáneos y su condición postmo- derna para finalmente exponer un breve relato sobre la implantación y evolución de dicho patrimonio en la ciu- dad de Oviedo, valorando su incidencia urbanística. PALABRAS CLAVE Centros comerciales, grandes almacenes, Postmodernidad, Oviedo, urbanismo. ABSTRACT Contemporary commercial architecture represents the most successful of all the new patrimonies emerged in the last decades, having become an increasingly common presence in our cities. A quintessential example of a sociocultural system based on massive consumption and leisure as a way of life, the shopping centre/mall is a typical product of Postmodernity that has been analysed and questioned by many authors from sociologi- cal, aesthetical or anthropological perspectives, occasionally including visions from art historians too. This essay firstly sums up the history of contemporary shopping spaces and their postmodern condi- tion, and later presents a short description of the establishment and evolution of this patrimony in the city of Oviedo, taking into account its urban incidence. KEYWORDS Shopping centres/malls, department stores, Postmodernity, Oviedo, urban development.

Dialnet-EspaciosDeConsumoDeLaPostmodernidad-3964252

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Espacios de consumo de la postmodernidad

Citation preview

  • LIO 18. Revista Anual de Historia del Arte. 2012 (pgs. 131-145)

    Jose Mara Rodrguez-Vigil RegueraUniversidad de Oviedo

    Espacios de consumo de laPostmodernidad.

    La arquitectura comercial en Oviedo

    RESUMENLa arquitectura comercial contempornea representa uno de los nuevos patrimonios ms exitosos de las l-

    timas dcadas, constituyendo una presencia cada vez ms habitual en nuestras ciudades. Ejemplo paradigm-tico de un modelo sociocultural basado en el consumo masivo y el ocio indiscriminado como forma de vida, elcentro comercial concentra en su forma numerosos rasgos tpicamente postmodernos que desde hace aos vie-nen siendo analizados y cuestionados por numerosos autores desde perspectivas sociolgicas, estticas o an-tropolgicas, siendo tambin crecientes, aunque todava escasas, las aportaciones histrico-artsticas.

    El presente artculo sintetiza la historia de los espacios de consumo contemporneos y su condicin postmo-derna para finalmente exponer un breve relato sobre la implantacin y evolucin de dicho patrimonio en la ciu-dad de Oviedo, valorando su incidencia urbanstica.

    PALABRAS CLAVECentros comerciales, grandes almacenes, Postmodernidad, Oviedo, urbanismo.

    ABSTRACTContemporary commercial architecture represents the most successful of all the new patrimonies emerged

    in the last decades, having become an increasingly common presence in our cities. A quintessential exampleof a sociocultural system based on massive consumption and leisure as a way of life, the shopping centre/mallis a typical product of Postmodernity that has been analysed and questioned by many authors from sociologi-cal, aesthetical or anthropological perspectives, occasionally including visions from art historians too.

    This essay firstly sums up the history of contemporary shopping spaces and their postmodern condi-tion, and later presents a short description of the establishment and evolution of this patrimony in the city ofOviedo, taking into account its urban incidence.

    KEYWORDSShopping centres/malls, department stores, Postmodernity, Oviedo, urban development.

  • 1. A modo de introduccin

    La arquitectura comercial, entendida como elconjunto de construcciones concebidas para al-bergar en su interior el intercambio de bienes yservicios entre oferentes y demandantes, consti-tuye desde hace varias dcadas uno de los re-pertorios ms caractersticos de la poca con-tempornea, en estrecha relacin con el auge deun modelo socioeconmico capitalista presenteen buena parte de nuestro globalizado planeta.Grandes almacenes, centros comerciales, malls...configuran un importante patrimonio arquitec-tnico, arraigado en la actual cultura del consu-mo y ocio, interiorizado por la poblacin de for-ma casi incuestionable como una presenciacotidiana en las ciudades postindustriales. Sor-prendentemente, en contra del xito y omnipre-sencia de estos espacios ldico-comerciales enlos paisajes urbanos de la Postmodernidad, lahistoriografa no se ha mostrado particularmen-te interesada en analizar, desde la perspectivahistrico-artstica y urbanstica, estas edificacio-nes tan representativas de nuestro tiempo1.

    El presente artculo, en verdad breve snte-sis de una investigacin ms extensa, tiene porobjeto exponer los principales hallazgos de lamisma de cara a su difusin y mejor conoci-miento, as como abrir una nueva va de traba-jo para futuras publicaciones2.

    2. Espacios comerciales en el escenario con-temporneo: galeras cubiertas, grandes al-macenes y centros comerciales

    La actividad comercial, entendida como in-tercambio de mercado -esto es, transaccin en-tre vendedores y compradores con dinero depor medio- ha venido constituyendo, desde laaparicin de las primeras ciudades propiamen-te dichas en el marco del Mediterrneo y Pr-ximo Oriente antiguos, una de las seas deidentidad esenciales de los asentamientos urba-nos3. Durante siglos, la dimensin comercial delas ciudades ha dejado su impronta en las mis-mas, ms all de variables relacionadas con lapoblacin, la sociedad y la estructura producti-va y financiera, por medio de diversos espaciosarquitectnicos y urbansticos destinados exprofeso a albergar en su interior el encuentroentre oferentes, demandantes y mercanca4.

    1 Las alusiones a la gran arquitectura comercial del sigloXX -y lo que va del XXI- en los relatos histrico-ar-tsticos convencionales resultan muy escasas y rara veztraen consigo un anlisis tipolgico, funcional o est-tico profundo. Aunque existen algunas obras de snte-sis y trabajos monogrficos muy meritorios, an es di-fcil encontrar publicaciones que aborden el fenmenode la arquitectura comercial ms reciente como un he-cho eminentemente formal, ms all de las explicacio-nes econmicas, sociolgicas, filosficas o antropol-gicas que, si bien ayudan a completar su interpretacin,resultan insuficientes para alcanzar una comprensinintegral de dicha arquitectura. La referencia bsica pa-ra toda aproximacin a la arquitectura comercial, suhistoria y su estudio tipolgico es el captulo Tiendasy grandes almacenes (Shops, stores and departmentstores) en PEVSNER, Nikolaus, Historia de las tipolog-as arquitectnicas, Gustavo Gili, Barcelona, 1979, pp.309-328. Una obra actualizada, amplia y sumamentetil es el trabajo de COLEMAN, Peter, Shopping envi-ronments: evolution, planning and design, Architectu-ral Press, 2006. Para conocer los ejemplos ms recien-tes de arquitectura comercial a nivel internacional,consltese VAN UFFELEN, Chris, Malls & DepartmentStores, Braun Publishing AG, 2009.

    2 Con la modesta intencin de contribuir a mejorar el co-nocimiento de este repertorio arquitectnico tan inte-

    resante como ignorado, recientemente present en laFacultad de Filosofa y Letras de la Universidad deOviedo una investigacin pionera dirigida por la Pro-fesora Natalia Tielve Garca que tuvo por tema centrallos grandes espacios comerciales de la ciudad de Ovie-do, todos ellos surgidos, por cronologa y espritu, enpleno marco postmoderno. Para la realizacin de dichainvestigacin fue necesaria la combinacin ponderadade las labores de gabinete, de archivo -incluyendo elmanejo de una considerable cantidad de documenta-cin indita- de hemeroteca y de trabajo de campo, conel objeto de documentar, analizar y explicar con la ma-yor precisin y profundidad posibles tal arquitectura.Ver RODRGUEZ-VIGIL REGUERA, Jose Mara, Centroscomerciales de la ciudad de Oviedo: arquitectura y ur-banismo, Tesina de Licenciatura indita, Universidad deOviedo, julio de 2011.

    3 Ver al respecto HARRIS, Marvin, Introduccin a la an-tropologa general, Alianza Editorial, Madrid, 2007, pp.339-352. Sobre el carcter urbano del intercambio demercado, consltese MACIONIS, John y PLUMMER,Ken, Sociologa, Pearson Educacin, Madrid, 2010,pp.364-365.

    4 Ya en la Antigedad encontramos, en el marco de lasciudades helensticas y romanas, importantes ejemplosde espacios comerciales de diversa forma y uso estre-chamente vinculados al funcionamiento diario de lasurbes: tal es el caso de goras, foros y macella, de losque abundan an hoy numerosos testimonios arqueo-lgicos. Sobre ejemplos de arquitectura comercial en laAntigedad grecolatina, pueden consultarse COLE-MAN, Peter, Shopping environments, opus cit., pp. 19-20 y WARD-PERKINS, John B., Arquitectura romana,Aguilar, Madrid, 1989, pp. 17, 78-81 y 137-140. Du-rante la poca medieval, especialmente a partir del si-glo XI, las ciudades y villas, en mayor o menor medi-da, desarrollaron frmulas para acoger en su seno laimportante actividad comercial: mercados largos, pla-zas y lonjas en la Europa cristiana; zocos y bazares en

    JOSE MARA RODRGUEZ-VIGIL REGUERA(LIO 18. Revista Anual de Historia del Arte. 2012)

    132

  • Con el arranque de la edad contempornea,al calor del nuevo orden social y econmicoimpulsado por la pujante clase burguesa y elmodelo productivo capitalista industrial, Euro-pa asiste al nacimiento de nuevos escenarioscomerciales, en muy buena medida vinculadosa la formacin de la ciudad decimonnica y ala aparicin de nuevos ritos cotidianos y for-mas de socializacin. Las galeras cubiertas, co-nocidas como arcades en el mundo anglopar-lante y como passages en Francia, representanel primer ejemplo de espacio de consumo tpi-camente contemporneo, que ya Walter Benja-min consider el precedente ms inmediato yclaro de los posteriores grandes almacenes5. Es-tas galeras, trazadas a modo de calles peato-nales en el interior de manzanas residenciales,protegidas de las inclemencias del tiempo me-diante el entonces pionero sistema de bvedasy cpulas de hierro y cristal, constituyeron, enopinin de Giandomenico Amendola, la cunadel consumo moderno y forma originaria de losespacios contemporneos del sueo y la simu-lacin (...) donde el consumo se convierte enmito y la mercanca sufre la metamorfosis de lafantasmagora6. Desde las primitivas galerasdel Palais Royal de Pars (1780-1784) hasta eltardo y magnfico ejemplo de la galera Vitto-rio Emanuele II en Miln (1865-1877), las gale-

    ras comerciales decimonnicas representan enefecto el primer intento de la burguesa europeapor hacer de la experiencia comercial la excu-sa perfecta para su exposicin pblica en unmedio idlico y ficticio alejado de la hostilidadde la gran ciudad.

    Los grandes almacenes, siguiente paso en laevolucin de la arquitectura comercial contem-pornea, significaron en su momento un sor-prendente salto cualitativo y cuantitativo res-pecto a la magnitud y diversidad de su ofertamercantil. Frente a las obvias limitaciones delas pequeas tiendas de los pasajes cubiertos, elgran almacn decimonnico concentra en unnico espacio de enormes dimensiones la ven-ta de una mercanca seriada convertida en feti-che moderno y marca de posicin social en laclientela. Los almacenes Bon March de Pars,fundados en 1852 por Aristide Boucicaut, re-presentan el primer ejemplo de una tipologaarquitectnica que bajo diversos estilos -prime-ro eclecticismo, ms tarde modernismo e inclu-so racionalismo- rein en las ciudades europe-as hasta bien entrado el siglo XX, triunfandoigualmente al otro lado del Atlntico en lasprincipales ciudades de la Costa Este de EEUU7.En Espaa el primer ejemplo de arquitectura co-mercial prxima al modelo de gran almacn almodo parisino fueron los Almacenes Madrid-Pars, inaugurados en la capital en 1923; encualquier caso, no fue hasta la inauguracin deGaleras Preciados en Madrid (1943), cuando enEspaa se puso en marcha un edificio verdade-ramente equiparable a los grandes almacenesforneos8. En general, la tipologa gran alma-cn se caracteriza, ms all de su aparienciaestilstica, por la organizacin interior de am-plias superficies ininterrumpidas para la libredisposicin de la mercanca, el uso generaliza-do del cristal tanto en cubiertas como en esca-parates y fachadas parlantes y la rupturistaincorporacin de innovaciones tecnolgicas ta-

    los territorios dominados por el Islam. Algunos datossobre los tipos de espacio comercial y su historia en laEuropa medieval en PEVSNER, Nikolaus, Historia delas tipologas arquitectnicas, opus cit., pp. 29-30 y284-286. Para los zocos y bazares del Islam medieval ymoderno, ver COLEMAN, Peter, Shopping environ-ments, opus cit., pp. 23-25. El Gran Bazar de Estambulejemplifica a la perfeccin el modelo ms evoluciona-do de bazar islmico. Puede visitarse la pgina oficialdel mismo: http://www.kapalicarsitarihi.com/index.php[15-11-2011;12:30] . Con los siglos modernos apenasse reconoce una pervivencia embellecida del modelo deplaza de mercado con soportales en Europa, si bien laexperiencia del urbanismo escenogrfico tpicamentebarroco se ver enriquecida, desde finales del sigloXVII en Holanda y un siglo ms tarde en capitales co-mo Pars o Londres, con la aparicin de las primerastiendas con amplios escaparates de cristal, catalizado-res de una nueva sensibilidad en la percepcin de lamercanca y la relacin de los ciudadanos/clientes conla misma. Ver ELDRIDGE, Mary, The Plate-Glass ShopFront, en Architectural Review, vol. CXXIII, 1958, pp.192-195.

    5 They are the forerunners of department stores. BEN-JAMIN, Walter y TIEDEMANN, Rolf (editor) The ar-cades project, , Harvard University Press, 1999, p. 3.

    6 AMENDOLA, Giandomenico, La ciudad postmoderna,Celeste Ediciones, Madrid, 2000, p. 196.

    7 Sobre los almacenes Bon March resulta especialmen-te interesante el trabajo monogrfico de MILLER, Mi-chael B., The Bon March: Bourgeois Culture and theDepartment Store, 1869-1920, Princeton UnivesityPress, New Jersey, 1981. Para conocer la diversidad degrandes almacenes a ambos lados del Atlntico entre1870-1950, consltese de nuevo PEVSNER, Nikolaus,Historia de las tipologas arquitectnicas, opus cit., pp.230-237.

    8 TOBOSO SNCHEZ, Pilar, Grandes almacenes y alma-cenes populares en Espaa. Una visin histrica, enDocumentos de trabajo. Historia Econmica, n 2, Fun-dacin SEPI, Madrid, 2002, pp. 29 y 47-50.

    133

    Espacios de consumo de la Postmodernidad.La arquitectura comercial en Oviedo

  • les como rampas y escaleras automticas o as-censores, tanto para el transporte de productoscomo de clientes9.

    A mediados del siglo XX empieza a consta-tarse la aparicin del tercer y ltimo gran mo-delo de espacio comercial contemporneo, eldenominado centro comercial o mall, si pre-ferimos la nomenclatura norteamericana. Setrata de una tipologa arquitectnica que supe-ra en complejidad formal y funcional a las so-luciones previas y que en muy buena medidaalcanza su mxima expresin en el marco de laPostmodernidad. Es en los EEUU donde emerge,al socaire del proceso de abandono de losdowntowns histricos de las ciudades y del cre-ciente auge de las reas residenciales suburbia-les10, una arquitectura comercial segregada einsular, volcada sobre s misma y auto-reivin-dicada como alternativa a la urbe tradicional.Se suele admitir que el primer ejemplo de cen-tro comercial propiamente dicho lo conformael Southdale Center en Edina, Minnesota, abier-to en 1956 y concebido por Victor Gruen, au-tntico padre del modelo de mall norteamerica-no11. Fuera del contexto norteamericano, Japn,Australia y Reino Unido fueron las primeras na-ciones que importaron el nuevo modelo comer-cial, generalizndose en toda Europa en los ini-cios de la dcada de 1980, momento en que seconstruyen algunos de los ms espectacularesy ambiciosos malls postmodernos, como WestEdmonton Mall en Alberta (Canad) y Mall of

    America en Minneapolis (EEUU)12. Finalmente,a partir de los aos noventa del pasado siglo sereconoce una presencia creciente de estos espa-cios comerciales en pases latinoamericanos(Mxico, Brasil), del mbito islmico (Turqua,Dubai) y oriental (China, Tailandia)13. Baricen-tro (comarca del Valls, Barcelona), inauguradoen abril de 1980, fue el primer centro comer-cial inaugurado en nuestro pas, seguido de cer-ca por Salesas (octubre de 1982), el clebrecomplejo comercial-residencial ovetense queestudiaremos a continuacin.

    En los ltimos cuarenta aos los grandescentros comerciales han ido conquistando par-celas cada vez ms importantes dentro del tra-zado y jerarqua urbana de las ciudades. Condiversas variantes atendiendo a aspectos talescomo sus dimensiones, oferta de bienes y ser-vicios o ubicacin central o perifrica, suelencompartir, en cualquier caso, una serie de ras-gos formales, espaciales y estticos comunes.Aunque existen excepciones14, en general seadvierte una tendencia al hermetismo, de modoque desde el exterior, los centros comercialesaparecen como autnticas cajas, volmenesconcatenados con escasas pretensiones comu-nicativas. En el plano organizativo, los centroscomerciales suelen recrear en su interior tramasde inspiracin urbana, con calles principales(normalmente cubiertas) y plazas, con trayec-torias muy claras que condicionan los despla-zamientos de los consumidores y toda suerte desistemas de comunicacin interna y transportecomo rampas, escaleras automticas y ascenso-res, elementos mecnicos que en ocasiones al-canzan cierto protagonismo visual. Las cubier-tas transparentes en forma de bveda de can,

    9 Como ancdota, fue en los almacenes Harrods de Lon-dres donde se inaugur, en 1896, la primera rampa au-tomtica del Reino Unido, causando un verdadero im-pacto en la poblacin. Ver LANCASTER, Bill, TheDepartment Store: a Social History, Leicester Universi-ty Press, Londres, 1995, p. 50.

    10 BENEVOLO, Leonardo, Historia de la arquitectura mo-derna, Gustavo Gili, Barcelona, 2007, pp. 714-718.

    11 Sobre Victor Gruen, consltese HARWICK, M. Jeffrey,Mall Maker: Victor Gruen, architect of an Americandream, University of Pennsylvania Press, Philadelphia,2004, pp. 8 y siguientes. El Southdale Centre de Edinaresult pionero en aspectos tales como el empleo de laclimatizacin artificial generalizada en todo el interiordel complejo, la simulacin de un entorno peatonal ur-bano incluyendo farolas, bancos y jardineras o laapuesta por una esttica exterior hermtica, con eltiempo convertida en icono de cualquier centro co-mercial medio. Adems, en Southdale se inaugur ladefinitiva incorporacin del ocio al consumo, dandolugar a una simbiosis triunfante en las dcadas si-guientes. Ver ESCUDERO GMEZ, Luis Alfonso, Loscentros comerciales: espacios postmodernos de ocio yconsumo, Ediciones de la Universidad de Castilla-LaMancha, Cuenca, 2008, p. 105.

    12 Vase el sugerente artculo de CRAWFORD, Margaret,El mundo en un centro comercial, en SORKIN, Mi-chael (editor), Variaciones sobre un parque temtico.La nueva ciudad americana y el fin del espacio pbli-co, Gustavo Gili, Barcelona, 2004, pp. 15-46.

    13 ESCUDERO GMEZ, Luis Alfonso, Los centros comer-ciales, opus cit., pp. 121-154.

    14 Resulta imposible extenderse aqu sobre la variedad desoluciones presentes en los espacios comerciales msrecientes. Algunos edificios resultan verdaderamenteinteresantes por su audaz concepcin espacial o urba-nstica, otros por su atrevimiento estructural de carc-ter vanguardista, y en no pocas ocasiones, por su des-enfadado y delirante aparato ornamental. Kanyon enEstambul, Forum Shops en Las Vegas, Zote Tarasy enVarsovia o Selfridges en Birmingham son a mi juiciobuenos ejemplos para comprender esta cuestin. Todosellos recogidos en VAN UFFELEN, Chris, Malls & De-partment Stores, opus cit.

    JOSE MARA RODRGUEZ-VIGIL REGUERA(LIO 18. Revista Anual de Historia del Arte. 2012)

    134

  • claraboya, cpula hemisfrica, pirmide...seemplean sistemticamente con una triple fina-lidad: iluminar de manera natural los interio-res, crear espacios ms agradables y generar re-ferencias identificables desde el exterior. Cabemencionar, en ltimo lugar, la diversidad de so-luciones espaciales, citas estilsticas y guiosculturales que configuran la escenografa inte-rior de los centros comerciales, dando lugar auna desinhibida fusin de elementos historicis-tas y de vanguardia, materiales y ornamentosde toda ndole.

    3. El centro comercial como fenmeno postmo-derno

    En no pocas ocasiones el centro comerciales caracterizado, desde el punto de vista teri-co, como un claro exponente del perodo cono-cido de forma convencional como Postmoder-nidad. En efecto, en algunos de sus rasgosesenciales encontramos elementos caractersti-camente postmodernos, estrechamente vincu-lados a determinado sistema econmico, estti-co y cultural. Algunos autores han denominadoa estos grandes espacios comerciales catedra-les del consumo15, estableciendo un paralelis-mo con la arquitectura religiosa de pocas pa-sadas: en efecto, desde esta perspectiva, elcentro comercial constituye un espacio social-mente prioritario, en el que llevar a cabo el ri-tual del consumo masivo.

    La condicin del sujeto postmoderno comoconsumidor define en esencia la existencia yxito de la gran arquitectura comercial quenos ocupa. En un momento histrico en que,tal como explica Jameson, cualquier manifes-tacin cultural ha sigo fagocitada por la ma-quinaria capitalista en pos de su perpetua-cin16, el consumo indiscriminado ha superadola mera funcionalidad (cubrir necesidades b-

    sicas) para convertirse en un gesto simblicorelacionado con la construccin de la identi-dad de los individuos y su interaccin con sussemejantes. A este respecto, David Lyon escri-be que lo post-moderno se asocia con una so-ciedad donde las formas de vida consumistasy el consumo de masas dominan la existenciade sus miembros (...) comprar ya no es un malnecesario o una tarea domstica sino una ac-tividad de ocio17. Macionis y Plummer expli-can la indivisible relacin, dentro de un con-texto culturalmente occidental, entrefenmenos tales como el auge de los centroscomerciales, la diversificacin del consumo, lageneralizacin de las compras a crdito, lavinculacin entre consumo e identidad y lanormalizacin de las compras como pasatiem-po18. Por su parte, Amendola identifica al con-sumidor actual como un nuevo flneur, mez-cla de Homo Oeconomicus, Homo Aestheticusy Homo Ludens19, y Jean Baudrillard apuntaal carcter imperativo del consumo en una so-ciedad que se comunica a travs del mismo,convirtindolo en lenguaje y cdigo con el quepromover una autntica fun-morality20. En de-finitiva, queda claro que el centro comercialconstituye la imagen ms explcita del triunfode una sociedad de consumo eminentementeadquisitiva en la que la satisfaccin de las ne-cesidades se ha combinado, de manera casi in-disoluble, con el impulso social y el disfrutedel ocio para dar lugar a una nueva experien-cia global que permanentemente se confirma,actualiza y perpeta entre las paredes del mall.La explicacin de Luis Enrique Alonso resumecon claridad todo lo expuesto previamente: Siel consumo es el rito total de la Post-moderni-dad el trabajo lo fue de la modernidad losgrandes centros comerciales hacen de temploo catedrales, donde su visita integra y norma-liza al comprador (o al simple paseante) en lacultura social dominante21.

    15 George Ritzer incluye, bajo esta denominacin, todauna serie de entidades nacidas despus de la SegundaGuerra Mundial, tales como centros comerciales, casi-nos, franquicias alimentarias o cruceros de placer. Con-sltese RITZER, George, Enchanting a disenchantedworld: revolutionizing the means of consumption, PineForge Press, California, 2005, pp. 7-20. Tngase encuenta que ya Guy Debord habl de los supermercadoscomo templos de consumo acelerado. Ver DEBORD,Guy, La sociedad del espectculo, Pre-Textos, Valencia,2008, p. 147.

    16 Ver JAMESON, Fredric, Postmodernism and ConsumerSociety en FOSTER, Hal (editor), Postmodern culture,Pluto Classic, London, 1993, pp. 111-125.

    17 LYON, David, Postmodernidad, Alianza Editorial, Ma-drid, 2009, pp. 110-112.

    18 MACIONIS, John y PLUMMER, Ken, Sociologa, opuscit., pp. 388.

    19 AMENDOLA, Giandomenico, La ciudad postmoderna,opus cit., p. 259.

    20 BAUDRILLARD, Jean, La sociedad del consumo. Susmitos, sus estructuras. Siglo XXI de Espaa Editores,Madrid, 2009, p. 82.

    21 ALONSO, Luis Enrique, Los grandes centros comercia-les y el consumidor postmoderno, Distribucin y Con-sumo, ao 9, n 48, 1999, p. 28.

    135

    Espacios de consumo de la Postmodernidad.La arquitectura comercial en Oviedo

  • La condicin postmoderna de la gran arqui-tectura comercial ms reciente se revela no sloen su aspecto socioeconmico, sino tambin encuestiones ms directamente relacionadas con suforma y esttica. En mayor o menos medida loscentros comerciales vienen repitiendo una fr-mula, ya comentada previamente, segn la cualla segregacin y aislamiento respecto al mediocircundante se convierte en sea de identidadbsica. El centro comercial se presenta como unmicrocosmos falsamente urbano y en buena me-dida idealizado, con sus calles protegidas de lalluvia, su temperatura constante, iluminacincontrolada, naturaleza artificial y decoracin ca-si teatral y superflua. No es extrao encontrar,tras sus muros fros e inexpresivos, un mundode colorido y efectos, plagado de simulacros quejuegan indistintamente a evocar un pueblo de laToscana, un bazar persa, una galera neoclsicao un entorno futurista y High Tech22. La estticadel centro comercial es esencialmente postmo-derna en su radical eclecticismo, en su despre-juiciado gusto por la hibridacin y en su domi-nio de lo que Jameson denomina populismoesttico23. Junto a sus primos hermanos a sa-ber: el parque temtico, el casino y el complejovacacional el centro comercial representa lavictoria de una esttica de lo espectacular, neo-barroca y descaradamente kitsch, desolador cc-tel de referencias descafeinadas, denunciado en-tre otros por Rem Koolhaas a travs de suconcepto Junkspace24, directamente ligado a una

    experiencia arquitectnica pero tambin vital ca-da vez ms estereotipada.

    En efecto, el apabullante despliegue estticodel centro comercial, as como su mensaje desalvacin para el individuo a travs del hedo-nismo consumista, han terminado por suscitarpasado el entusiasmo inicial el temor entrequienes ven en el mismo el ms patente ejem-plo de un perverso mecanismo econmicoaplastante y alienante. En ocasiones el centrocomercial se interpreta como un single-mindedspace25, monofuncional y totalitario, dondenicamente es bienvenido el individuo en su fa-ceta exclusivamente econmica. En la mismalnea se recurre a la imagen del centro comer-cial como gran panptico o jaula de oro, y tam-bin a la nocin del no-lugar (acuada porMarc Aug) como espacio carente de identidad,ahistrico y antisocial donde el anonimato, laasepsia y la transitoriedad estandarizan al indi-viduo y lo convierten en un perpetuo extrao26.En cualquier caso, la ambigedad del centro co-mercial que empieza en su contradictoria do-ble condicin como espacio pblico y privadotambin ha llevado a que algunos autores de-

    22 Sirvan como ejemplo para ilustrar esta cuestin loscentros The Borgata (Scottsdale, Arizona), Ibn BattutaMall (Dubai), Plaza Norte 2 (San Sebastin de los Re-yes, Madrid) y Dolce Vita (Porto).

    23 Charles Moore considera el eclecticismo y revivalismorasgos bsicos del espritu postmodernista en la arqui-tectura. Este autor establece una llamativa pero elo-cuente relacin entre pasado y futuro al identificar laVilla de Adriano en Tvoli como paradigma del reivin-dicado espritu eclctico. Ver MOORE, Charles W.,Hadrians Villa, Perspecta, the Yale architectural jour-nal, vol. 6, 1960, p. 17. Respecto al populismo estti-co, Jameson escribe: Ms decisivamente que en otrasartes o medios, las posiciones posmodernistas en ar-quitectura son inseparables de una implacable recusa-cin del modernismo y del llamado estilo internacio-nal (...) El posmodernismo en arquitectura se presentalgicamente como una especie de populismo esttico.En JAMESON, Fredric, El posmodernismo o la lgicacultural del capitalismo avanzado, Ediciones PaidsIbrica, Barcelona, 1991, pp. 11-12.

    24 Tmense de referencia el parque temtico Epcot Center(Orlando, EEUU), los casinos Caesars Palace y Luxor(Las Vegas) y los resorts vacacionales WOW KremlimPalace (Antalya, Turqua) y Marina DOr (Castelln).

    Sobre la experiencia neobarroca, consltese AMENDO-LA, Giandomenico, La ciudad postmoderna, opus cit., p.157. Rem Koolhaas, en su artculo Junkspace, se ex-presa en trminos muy elocuentes acerca de la derivaeclctica, asemntica y fastuosa de la arquitectura enlas ltimas dcadas: Junkspace s iconography is 13percent Roman, 8 percent Bauhaus and 7 percent Dis-ney (neck and neck), 3 percent Art Nouveau, followedclosely by Mayan... (...) Junkspace is a domain of feig-ned, simulated order, a kingdom of morphing (...)Junkspace does not pretend to create perfection, onlyinterest. Its geometries are unimaginable, only makable.Although strictly nonarchitectural, it tends to the vaul-ted, to the Dome (...) Junkspace thrives on design, butdesign dies in Junkspace. There is no form, only proli-feration...Regurgitation is the new creativity; instead ofcreation, we honor, cherish, and embrace manipula-tion. Ver KOOLHAAS, Rem, Junkspace, October, vol.100, Obsolescence, Spring, 2002, pp. 176-177.

    25 Concepto acuado por Michael Walzer. Citado por RO-GERS, Richard, The evolution of London en FABIAN,A.C., Evolution: society, science and the universe, Cam-bridge University Press, Cambridge, 1998, p. 66.

    26 Sobre el centro comercial como panptico, vaseAMENDOLA, Giandomenico, La ciudad postmoderna,opus cit., p. 259 y ALONSO, Luis Enrique, La era delconsumo, Siglo XXI de Espaa Editores, Madrid, 2006,pp. 109-110. La idea del no-lugar como fenmeno an-tropolgico tpicamente postmoderno es desarrolladaextensamente por AUG, Marc, Los no lugares, espa-cios del anonimato. Una antropologa de la sobremo-dernidad, Gedisa, Barcelona, 2005, especialmente laspp. 83-84 y 99-114.

    JOSE MARA RODRGUEZ-VIGIL REGUERA(LIO 18. Revista Anual de Historia del Arte. 2012)

    136

  • fiendan su capacidad para suscitar y establecerlazos simblicos y emocionales con la pobla-cin as como para definir y construir identida-des, reivindicndolo igualmente como la inevi-table nueva plaza pblica y discutiendo susupuesto carcter anti-urbano en defensa deuna concepcin territorializada del mismo27.

    4. Los espacios comerciales del Oviedo post-moderno: arquitectura y urbanismo

    La eclosin generalizada de grandes alma-cenes y centros comerciales en el territorio es-paol durante las ltimas dcadas constituyeun hecho que tiene en el Principado de Asturiassu constatacin ms evidente: desde la dcadade 1970 en la cual se inauguran los pionerosgrandes almacenes Galeras Preciados de Ovie-do (1975) y el hipermercado Azabache de Siero(1977) la regin se ha ido dotando de estos es-pacios comerciales a un ritmo frentico, hasta elpunto de que, a juicio de Aladino Fernndez, elrea central de la provincia se encuentra alborde de la saturacin28. La ciudad de Oviedo,histricamente ligada a actividades terciarias ypor lo tanto, con una amplia tradicin comer-cial rastreable a lo largo de las edades Media,Moderna y Contempornea29, concentra en supermetro urbano cinco importantes ejemplos

    de arquitectura comercial reciente que en muybuena medida no slo han significado la intro-duccin en la capital del Principado del mode-lo de ocio y consumo ya explicado tpico denuestra era, sino tambin la aparicin de un pa-trimonio urbano que ha incidido de manera sig-nificativa en aspectos directamente relaciona-dos con la esttica de la ciudad, su jerarquainterna o su organizacin espacial-viaria.

    El caracterstico bloque de Galeras Precia-dos (hoy El Corte Ingls) ocupa un solar en ple-no centro de Oviedo, en uno de los mrgenesde la calle Ura, arteria principal del ensanche ycorazn econmico de la ciudad30. Primer ejem-plo de gran almacn en Asturias, se trata de unedificio obra de los arquitectos Javier FeduchiBenlliure y Francisco Bass Biruls, autores deproyectos muy similares para Galeras Precia-dos en Madrid (Goya) y Zaragoza31. El antepro-yecto fue presentado y aprobado por la corpo-racin municipal durante el otoo de 1973;inmediatamente Feduchi y Bass entregaron unproyecto prcticamente idntico al anteproyec-to que deriv en la rpida y unnime concesinde licencia de obras por parte de la Comisinde Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento deOviedo32. Los trabajos de construccin, a cargode la empresa LAING S.A., se desarrollaron aun ritmo intenso, tal como deja ver el certifica-do de fin de obras, que constata que el 6 de ma-yo de 1975 el edificio ya estaba terminado,inaugurndose el da 15 del mismo mes33. Elnuevo espacio comercial fue acogido con entu-27 Ver CORNEJO PORTUGAL, Ins, El centro comercial

    desde la comunicacin y la cultura, Convergencia, n40, enero-abril, 2006, pp. 13-37. Consltese tambinFINOL, Jos Enrique, Globalizacin, espacio y rituali-zacin: de la plaza pblica al Mall, en MURO MUNI-LLA, Miguel ngel (coordinador), Arte y nuevas tecno-logas: X Congreso de la Asociacin Espaola deSemitica, Fundacin San Milln de la Cogolla - Uni-versidad de La Rioja, 2004, pp. 49-58.

    28 FERNNDEZ GARCA, Aladino, Hipermercados y cen-tros comerciales en Asturias, en Era, 62, Universidadde Oviedo, 2003, p. 341. Hoy son 18 los grandes alma-cenes y centros comerciales activos en la regin, pororden cronolgico de apertura: Galeras Preciados/Cor-te Ingls de Ura (Oviedo, 1975), Azabache (Siero,1977), Salesas (Oviedo, 1982), Alcampo (Gijn, 1982),Costa Verde (Gijn, 1989), El Atrio (Avils, 1990), LosFresnos (Gijn, 1992), Centro Cvico Comercial (Ovie-do, 1993), El Coto/Opcin Gijn (Gijn, 1994), La Cal-zada-Ocimax (Gijn, 1996), San Agustn (Gijn, 1998),Parque Astur (Corvera, 2000), Parque Principado (Sie-ro, 2001), La Carriona (Avils, 2001-2001), Los Prados(Oviedo, 2002), Valle del Naln (San Martn del ReyAurelio, 2004), Caudalia (Mieres, 2006), Espacio Bue-navista/Modoo (Oviedo, 2008).

    29 La historia del desarrollo espacial de Oviedo y su con-figuracin como ciudad terciaria y comercial, desde la

    fundacin medieval hasta el siglo XX, puede consul-tarse en los siguientes trabajos: LVAREZ FERNN-DEZ, Mara, Oviedo a fines de la Edad Media, morfolo-ga urbana y poltica concejil, KRK Ediciones, Oviedo,2009; QUIRS LINARES, Francisco, El crecimiento es-pacial de Oviedo, Estudios de Geografa Histrica eHistoria de la Geografa. Obra escogida, Ediciones de laUniversidad de Oviedo, Oviedo, 2005, y TOM FER-NNDEZ, Sergio, La Ciudad de Oviedo, en MORALESMATOS, Guillermo (director), Geografa de Asturias, to-mo III, Editorial de Prensa Asturiana, Oviedo, 1992.

    30 Sobre la historia del barrio de Ura, consltese PREZGONZLEZ, Jess Antonio, El barrio de Ura en Ovie-do, Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias y Len,Oviedo, 1977.

    31 Archivo Municipal del Ayuntamiento de Oviedo(A.M.A.O.), Expediente 2401/73, Memoria del antepro-yecto.

    32 El 18 de abril de 1974. A.M.A.O., Expediente 876/74, p.14.

    33 A.M.A.O., Expediente 876/74, p. 20. Sobre la inaugu-racin, consltese la noticia Galeras Preciados: unaidea genticamente asturiana, La Nueva Espaa, 16-05-1975, p. 10.

    137

    Espacios de consumo de la Postmodernidad.La arquitectura comercial en Oviedo

  • siasmo por los ovetenses, recibiendo importan-te publicidad a nivel local y nacional y susci-tando recelos entre la competencia34. El edifi-cio, de forma prismtica y planta poligonalirregular, se encuentra limitado por las callesUra, Gil de Jaz y Gonzlez del Valle, elevn-dose en alzado un total de ocho plantas, entrestanos, planta baja y pisos superiores. En elinterior domina la planta libre, ideal para la dis-posicin variable de mostradores, mercanca,etc. Exteriormente, las fachadas de GalerasPreciados (Fig. 1) destacan por su sobriedad yhermetismo: revestidas con chapa esmaltada encolor crema y rematadas en la planta baja y

    azotea por sendas marquesinas voladas de alu-minio plegado, reducen la presencia de vanos alos escaparates a ras de suelo y a la escalera deincendios, dominando una esttica inexpresiva,severa pero respetuosa en altura, dimensionesy resalte con el entorno arquitectnico inme-diato.

    La hegemona del eje de Ura comenzara aser cuestionada a partir de la apertura del Cen-tro Comercial Salesas, con el que se inici unanueva tendencia a dispersar la actividad co-mercial por barrios de la ciudad que hasta la fe-cha no se haban caracterizado por acoger dichafuncin. Los orgenes de este centro se remon-tan a 1973: el 17 de septiembre de dicho ao lasmonjas de la orden de la Visitacin, decididas aabandonar su tradicional asentamiento, vend-an el monasterio y finca de su propiedad a laempresa constructora Balsera35. Dicha parcela,de gran extensin, en desnivel y delimitada porlas calles General Elorza, Fray Ceferino, Nueve

    34 Un anuncio en el ABC se refiri al nuevo edificio co-mo el ms moderno gran almacn de Europa. VerABC, 22-05-1975, p. 18. Por su parte, negocios con so-lera como Botas y Al Pelayo intensificaron sus anun-cios en la prensa, alternando los mensajes de bienve-nida (caso de Al Pelayo: Saludamos con cordialidad ysatisfaccin la presencia de Galeras Preciados en Ovie-do, La Nueva Espaa, 16-05-1975, p. 7) con afirma-ciones ms bien hostiles (Botas sigue en su sitio: tra-dicin asturiana de distincin, La Nueva Espaa,18-05-1975, p. 3).

    35 DE DIEGO ARIAS, Juan Luis, Historia de la comunidadde monjas de la orden de la Visitacin de Santa Marade la Ciudad de Oviedo, Madrid, 2009, pp. 173-175.

    Fig. 1. Javier Feduchi y Francisco Bass. Anteproyecto para Galeras Preciados de Oviedo (actual Corte Ingls), fachada de Ura. Archivo Mu-nicipal del Ayuntamiento de Oviedo (A.M.A.O.), Expediente 2401/73.

    JOSE MARA RODRGUEZ-VIGIL REGUERA(LIO 18. Revista Anual de Historia del Arte. 2012)

    138

  • de Mayo y La Lila, pronto suscit ambiciososplanes por parte de los nuevos propietarios: endiciembre de 1973 fue presentado al Ayunta-miento un detallado anteproyecto (Fig. 2) fir-mado por los arquitectos Alejandro y AlfredoMiranda que planteaba la construccin de unimportante complejo residencial y comercial enlos terrenos citados36. El anteproyecto proponala conversin de la parcela en un gran patiode manzana en el que, aprovechando la topo-grafa inclinada, se dispondran escalonada-mente bloques de viviendas (en las cotas mxi-ma y mnima coincidentes con Nueve de Mayoy General Elorza), un hotel y un conjunto degaleras comerciales organizadas en terrazas yconectadas mediante plataformas ajardinadas yescaleras. Bajo esta gran plaza quedara espaciosubterrneo para una entreplanta comercial, unaparcamiento para turismos y una nueva esta-cin de autobuses destinada a relevar a la en-tonces existente en los stanos del cercano edi-ficio de lvarez Castelao. La idea de loshermanos Miranda, con un importante compo-nente urbanstico y cvico crear un pulmnverde con funcin de puente entre los barriosde Ura y Pumarn se inscriba en la vanguar-dia de la arquitectura comercial de la poca,inspirndose directamente en el mall Place Bo-

    naventure de Montreal, conocido in situ porAlejandro Miranda unos aos antes en un via-je de estudios a Norteamrica37.

    Pese al indudable inters de la propuesta, lacorporacin municipal desestim el antepro-yecto de la empresa Balsera en mayo de 1974,quedando abortada la iniciativa38. El testigo dela misma lo recogi el empresario LaureanoFernndez Vzquez, dueo de PromocionesLaureano, quien adquiri los terrenos de Cave-da a la empresa Balsera iniciando labores dedemolicin y excavacin en agosto de 1976 sinque an estuviera definido un proyecto claropara la zona39. En otoo de ese mismo ao serealizaron estudios de mercado y visitaron di-versos centros comerciales de Europa y Norte-amrica, encargndosele finalmente al arqui-tecto Juan F. lvarez Quirs un proyecto decentro comercial y conjunto residencial del cualse deriva el complejo hoy existente (Fig. 3). Laidea presentada esta vez al Ayuntamiento dife-ra en pocos aspectos respecto a su predeceso-ra, manteniendo la concepcin aterrazada delos volmenes residenciales y comerciales, dis-tinguindose no obstante por restar importan-

    36 A.M.A.O., Expediente 1306/74, Anteproyecto cons-truccin conjunto residencia-comercial en parcela ca-lles Nueve de Mayo y G. Elorza.

    37 Informacin aportada por Alejandro Miranda en entre-vista concedida el 5 de enero de 2011. Sobre Place Bo-naventure puede visitarse la siguiente direccin oficial:http://www.placebonaventure.com [26-11-2011 ; 13:00]

    38 A.M.A.O., Expediente 1306/74, p. 29. 39 Comenzaron las obras en la finca de Salesas, La Nue-

    va Espaa, 22-08-1976, p. 7.

    Fig. 2. Alejandro y Alfredo Miranda. Anteproyecto de conjunto residencial-comercial para la finca de Salesas, vista panormica interior.A.M.A.O., Expediente 1306/74.

    139

    Espacios de consumo de la Postmodernidad.La arquitectura comercial en Oviedo

  • cia a las zonas pblicas abiertas y ajardinadas,aumentando la proporcin de suelo explota-ble cubierto y suprimiendo la estacin de au-tobuses y el hotel. Entre 1976 y 1978 obtuvie-ron licencia de construccin los imponentesbloques de apartamentos de Salesas, edificadosen 5 fases (la ltima concluida en febrero de1981)40, respetando siempre una esttica homo-gnea en sus fachadas, basada en la repeticinde un patrn de vanos rectangulares organiza-dos en resalte sobre placas de hormign gris enngulo. Desde 1977 se produjo paralelamentela tramitacin de licencias del gran espacio co-mercial central, que fue aprobado parcialmen-te en septiembre de 1979 y definitivamente enmayo de 198041. Concluidas las obras exacta-mente dos aos ms tarde, el centro comercial seinaugur el mircoles 20 de octubre de 198242.Considerado el primer centro comercial de Es-

    paa enclavado en un ncleo urbano, Salesasgoz de fama fuera de nuestro pas, llegando arecibir en marzo de 1983 el Premio Internacio-nal de Centros Comerciales concedido por elICSC43. Interiormente concebido como una su-cesin de patios escalonados, conectados me-diante escaleras automticas, rampas y ascen-sores, e iluminados mediante un importantecuerpo de claraboyas, el centro ha experimen-tado importantes reformas en su distribucininterna y en su esttica, inicialmente inspiradaen los colores de la bandera asturiana y con untoque futurista sustituido posteriormente por unestilo ms depurado y fro. Tres dcadas des-pus de su apertura, Salesas constituye unafuerte referencia en el paisaje ovetense quetrasciende lo puramente comercial siendo reco-nocido como autntica calle una de las ms

    40 A.M.A.O., Expedientes 2542/76, 3844/76, 3170/77 y2222/78.

    41 A.M.A.O., Expediente 1048/79, Memoria del proyectobsico, (apartado Antecedentes) y p. 30.

    42 Contando con la presencia del entonces presidente delPrincipado, Rafael Fernndez, y del alcalde Luis Riera.

    Sobre la inauguracin, consltese Inauguracin delcentro comercial Salesas, La Nueva Espaa, 21-10-1982, p. 12. Ver tambin Inaugurado en Oviedo el pri-mer gran centro comercial de Espaa, ABC, 24-10-1982, p. 44.

    43 Galardn internacional para el centro comercial Sale-sas, La Voz de Asturias, 22-03-1983.

    Fig. 3. Juan F. lvarez Quirs. Proyecto bsico del Centro Comercial Salesas. A la izquierda, bloque residencial y salida a General Elorza; a laderecha, viviendas y salida a Nueve de Mayo. En el centro, la zona comercial y de aparcamientos. A.M.A.O., Expediente 1048/79.

    JOSE MARA RODRGUEZ-VIGIL REGUERA(LIO 18. Revista Anual de Historia del Arte. 2012)

    140

  • transitadas de Espaa, en conjuncin con el ejede Doctor Casal44, popular punto de encuen-tro y elemento de sutura entre dos barrios.

    El Centro Cvico Comercial, ubicado en elbarrio de Buenavista, representa el tercer granejemplo de arquitectura comercial en Oviedo.Situado en pleno barrio de Llamaquique, suorigen se remonta a mediados de la dcada de1970: concretamente al da 5 de mayo de1975, fecha en que el Instituto Nacional deVivienda propona la pblica subasta de la de-nominada parcela 43 del Polgono de Bue-navista -de forma rectangular y casi 15.000m2 de extensin- estableciendo claramente suuso para Centro Cvico-Comercial45. A dichasubasta concurrieron las empresas MICASA ySEDES, sindole adjudicado el lote a la ltima,por ser considerablemente superior la canti-dad econmica ofrecida46. Una vez adquiridala finca, SEDES encarg al arquitecto Csar

    Fernndez Cuevas y su equipo la realizacinde un proyecto, previa entrega al Ayunta-miento de Oviedo de un estudio de ordenacinde volmenes aprobado el 30 de junio de197847. Fernndez Cuevas concibi para Lla-maquique un interesantsimo conjunto de edi-ficios con diversos usos hotel, oficinas, cine,galeras comerciales, grandes almacenes, salade exposiciones y biblioteca dispuestos so-bre una gran plataforma subterrnea conaparcamiento para ms de 300 vehculos yplaza pblica48. Los distintos bloques, alinea-dos en sendos ejes paralelos a las calles Co-mandante Caballero y Coronel Aranda, ten-dran forma troncopiramidal, con susfachadas internas oblicuas retradas en ngu-lo de 60 respecto a la plaza interior, creandoun efecto de conjunto reminiscente de algu-nos asentamientos urbanos y sacros del mun-do precolombino y egipcio (Fig. 4). Las obrasde este proyecto llegaron a iniciarse en el ao1980, quedando detenidas a mediados de di-cha dcada, estando concluida la excavaciny cimentacin de la parcela, y levantada bue-

    44 Doctor Casal, el gran centro del hurto, La Nueva Es-paa, 20-02-2011, p. 3.

    45 Archivo General de la Administracin del Principadode Asturias (A.G.A.P.A.), Expediente 92548/12, docu-mento con asunto Subasta pblica de la parcela 43 delPolgono Buenavista de Oviedo.

    46 SEDES ofreci 123 millones de pesetas frente a los 98de MICASA. Vase la adjudicacin definitiva enA.G.A.P.A., Expediente 92548/12.

    47 A.M.A.O., Expediente 2278/79, Memoria descriptiva,apartado 1.2., Antecedentes y justificacin legal.

    48 A.M.A.O., Expediente 2278/79, Memoria descriptiva,apartado 1.4., Datos del plan parcial.

    Fig. 4. Csar Fernndez Cuevas.Proyecto de Centro Cvico Comercial, alzados Este y Oeste.A.M.A.O., Expediente 2278/79.

    141

    Espacios de consumo de la Postmodernidad.La arquitectura comercial en Oviedo

  • na parte de la estructura de los aparcamien-tos49.

    En abril de 1988 la empresa SEDES convo-c un concurso a nivel nacional para ordenar lamanzana de Llamaquique con un nuevo pro-yecto. La solucin de los hermanos Manuel yEnrique Hernndez Sande -a los que se uniraEnrique Perea Caveda- fue la ganadora. Un ra-dical replanteo consagraba la mayor parte de lasuperficie del recinto a usos administrativos, li-mitando el ngulo noroeste del mismo para laconstruccin del centro comercial propiamentedicho50. El nuevo proyecto bsico fue presenta-do al Ayuntamiento en julio de 1990, siendo

    necesaria su revisin en un reformado que ob-tuvo licencia de obras el 22 de enero de 199251.La construccin se desarroll con rapidez, pro-cedindose a la inauguracin del nuevo com-plejo comercial el 21 de julio de 199352. Conplanta en forma de L, articulado en seis alturastres de las cuales son subterrneas y un des-arrollo ms horizontal que vertical, el CentroCvico Comercial es un modesto edificio orga-nizado interiormente en torno a un pequeopatio columnado (Fig. 5). El aspecto ms inte-resante de la obra es su estilo genuinamentepostmoderno, con un lenguaje de lneas rectas,volmenes prismticos y vanos corridos de tra-dicin racionalista que es combinado con ele-mentos evocadores de otras tradiciones comola arquitectura helenstica o medieval-renacen-tista toscana53. Con el paso de los aos el Cen-

    49 Ver A.M.A.O., Expediente 1202-900089, Proyecto bsi-co edificio para centro comercial, oficinas y aparca-mientos. Oviedo, apartado Memoria, pp. 313-314.Consltense igualmente las fotografas 35-09-0285D7y 39-07-0285D7 del reportaje areo de 1984-85 con-servado en el A.M.A.O.

    50 En la parcela 43 se construiran el Edificio Adminis-trativo de Servicios Mltiples del Principado, el Centrode Procesamiento de Datos de Cajastur (hoy Consejerade Bienestar Social y Vivienda) y un auditorio (final-mente Palacio de Justicia), adems del Centro Cvico Co-

    mercial propiamente dicho. A.M.A.O., Expediente 1202-900089, Memoria del Proyecto bsico, pp. 313-314.

    51 A.M.A.O., Expediente 1202-900089, p. 518. 52 El alcalde inaugura el centro comercial de Llamaqui-

    que entregando la licencia de uso, La Nueva Espaa,22-07-1993, p. 4.

    Fig. 5. Enrique y Manuel Hernndez Sande y Enrique Perea Caveda. Centro Cvico Comercial de Oviedo, vista general en la actualidad. Foto-grafa: Jose M Rodrguez-Vigil Reguera (tomada el 23-05-2011).

    JOSE MARA RODRGUEZ-VIGIL REGUERA(LIO 18. Revista Anual de Historia del Arte. 2012)

    142

  • tro Cvico Comercial no ha logrado cumplir lasexpectativas que despert en el momento de suapertura, cuando fue presentado como un pun-to emblemtico y prspero del Oviedo contem-porneo; todo lo contrario, hoy permanece se-pultado y ensombrecido por los edificiosoficiales en un barrio poco poblado y envejeci-do, apenas animado por una mnima actividad,llamado a convertirse en un verdadero no-lugarque ha fracasado en su intento de crear ciudady que irnicamente ha terminado por conver-tirse en escenario de prcticas ms bien incvi-cas54.

    El Centro Comercial Los Prados, situado enla calle Fernndez Ladreda, punto intermedioentre los barrios de Teatinos, Ventanielles y Ru-bn, junto a la autopista Y, representa a fechade hoy la nica de las grandes superficies delconcejo que ha elegido una ubicacin relativa-mente excntrica, si bien dentro del rea urba-na. La historia de Los Prados se inicia a co-mienzos de la dcada de 1990, momento en quetanto el Principado como el Ayuntamiento deOviedo barajaron sin xito la posibilidad de edi-ficar un auditorio y un palacio de congresosrespectivamente sobre los amplios y tentado-res terrenos del Matadero e Hpico de la ciu-dad, por aquel entonces infrautilizados55. Enenero de 1997 la prensa local comenz a ad-vertir sobre el presumible uso reservado paradichas fincas: la incgnita se despej el 20 demarzo del mismo ao, cuando se hizo pblicoque el Consejo de Estado haba autorizado elcambio de uso del Matadero pblico para aco-ger un hipermercado56. El Ayuntamiento ove-tense, tras aceptar la cesin de la parcela du-rante 75 aos para la construccin yexplotacin de un centro comercial, convocun concurso en el que participaron varias em-

    presas, erigindose vencedora Continente (ac-tual Carrefour) con un diseo del asturianoEmilio Llano Menndez, arquitecto autor de im-portantes obras municipales durante el largomandato de Gabino de Lorenzo57. Concedida lalicencia de obras al proyecto bsico el 14 deabril de 1999, los trabajos concluyeron en abrilde 2002 -previa destruccin inmisericorde deun interesante conjunto de arquitectura indus-trial de E. Rodrguez Bustelo-, inaugurndoseel centro el 23 de mayo del mismo ao58.

    Desde el punto de vista puramente formal,Los Prados carece de atractivos destacables, ins-cribindose en la rbita de una arquitectura es-tndar, tendente al hermetismo y desornamen-tada, con muros rectos de hormign y chapaapenas animados por circunstanciales cristale-ras y una gran cubierta curva. Una torre ciln-drica, bisagra que conecta los dos grandes blo-ques que componen el centro hipermercado yedificio ldico, segn la Memoria del proyec-to conforma el nico hito visual del conjunto.En cualquier caso, el inters de Los Prados de-be valorarse desde otra perspectiva: la del ur-banismo y su peso dentro de un evidente pro-ceso de revisin de la clasificacin zonal. Lapresencia de Los Prados evidencia y explica, talcomo seala Miguel Moro, el desarrollo de larezonificacin de una parte de la ciudad tra-dicionalmente segregada, humilde y deficiente-mente equipada que asiste a una descaradareinvencin como nuevo subcentro de la capi-tal, tras la supresin del cinturn ferroviario(operacin Cinturn Verde) y la edificacin enlos cercanos terrenos de La Cadellada del nue-vo Hospital Universitario Central de Asturias59.El resultado de esta repentina y forzada opera-

    53 Por ejemplo, el uso de casetones en los prticos, los so-portes cilndricos a modo de bosque de columnas o ladecoracin mediante contraplacado bcromo en ban-das horizontales.

    54 Hago referencia al conocido uso del Centro Cvico Co-mercial y su entorno inmediato como punto de en-cuentro para la celebracin de botellones. Ver El bo-telln genera cada fin de semana ms de dos toneladasde basura, ElComercio.es, 18-05-2008.

    55 Ver La edificacin y explotacin del Palacio de Con-gresos se adjudicar en enero del 94, La Nueva Espa-a, 17-07-1993, p. 3.

    56 Ver las noticias Una X sobre la Y, La Nueva Espaa,12-01-1997, p. 3 y El Consejo de Estado aprueba elcambio de uso del solar del matadero para hper, LaNueva Espaa, 14-04-1997, p. 3.

    57 Los proyectos de las distintas empresas concurrentesEroski, MDC, Continente pueden consultarse en Unhper rebozado en verde, La Nueva Espaa, 01-08-1997, pp. 6-7. Emilio Llano Menndez (colegiado 122del COAA, licenciado en la Escuela Tcnica Superior deArquitectura de Barcelona en 1975) es autor de pro-yectos como el Nuevo Estadio Carlos Tartiere (1998-2000), la actual Estacin de Autobuses (2001-2003) o elhotel AC Frum (2001-2003), los tres ubicados en Ovie-do.

    58 Por resolucin de la Alcalda nmero 135, de fecha 14de abril de 1999, se concedi licencia de obras para laconstruccin de un centro comercial. A.M.A.O., Ex-pediente 1202/980020, p. 1351. Sobre la inauguracin,vase El presidente del Principado inaugura el nuevocentro de Carrefour en Oviedo, La Nueva Espaa, 23-05-2002, pp. 28-29.

    59 La zona de Los Prados es, a juicio de Miguel Moro, se-guramente, el barrio de la ciudad que ms ha modifi-

    143

    Espacios de consumo de la Postmodernidad.La arquitectura comercial en Oviedo

  • cin de travestismo urbano es fcilmente per-ceptible: hoy decenas de bloques residenciales -algunos viviendas de lujo, como las Torres deMontenuo de Prez Arroyo- emergen comoinvasores sobre el lugar antes ocupado por laspequeas colonias obreras preexistentes, pro-ducindose una simblica tensin visual quedenota la particular trayectoria de un terrenolargo tiempo olvidado y finalmente considera-do en trminos esencialmente crematsticos.

    Modoo inicialmente conocido como Espa-cio Buenavista es el ltimo de los centros co-merciales con que por ahora cuenta la ciudadde Oviedo. Situado en el barrio de Buenavista,forma parte del inmenso y polmico Palacio deCongresos Princesa Letizia diseado por el nomenos controvertido arquitecto Santiago Cala-trava. Sera imposible reproducir aqu de formadetallada el largo e intrincado proceso que ex-plica la actual presencia de la enorme moleblanca sobre la zona alta de Oviedo60. Cons-truido sobre los terrenos del desaparecido anti-guo estadio Carlos Tartiere demolido en el ao200361, el Palacio de Congresos, coloquial-mente conocido por la ciudadana como El Ca-latrava en un elocuente ejemplo de metonimiaautor-obra, es el resultado de una operacinparcialmente fallida del alcalde Gabino de Lo-renzo y su equipo en connivencia con la socie-dad Jovellanos XXI por dotar a la ciudad de va-rios edificios firmados por el clebre arquitectovalenciano para las parcelas de Buenavista yJovellanos II (terrenos de la desaparecida Esta-cin del Vasco), con los usos de Palacio de Con-gresos y de las Artes respectivamente. En obrasdesde enero de 2005, el Palacio de Congresos

    no estuvo concluido plenamente hasta el ao2011, si bien buena parte de sus estructuras fue-ron ocupadas con distintos usos a medida quelos trabajos avanzaban62. El espacio comercialpropiamente dicho no estaba claramente defi-nido en el proyecto inicial, pero no result di-fcil redistribuir los subterrneos del Palacio pa-ra albergar dicho uso, una vez que el Principadoadmiti, en agosto de 2005, el recurso de Jove-llanos XXI contra la prohibicin hasta entoncesvigente de poner en marcha cualquier superfi-cie comercial en la zona63. Una vez obtenida lalicencia de apertura hubieron de pasar dos aoshasta que finalmente se produjo, el 3 de marzode 2008, la apertura del centro comercial64.

    Englobado en el gigantesco caparazn delPalacio de Congresos, y precedido de un esce-nogrfico vestbulo que a modo de visera-man-dbula engulle a los visitantes -las metforasorganicistas alcanzan su nivel ms literal aqu-el centro comercial de Buenavista es en el inte-rior un lugar absolutamente convencional, tc-nica y espacialmente decepcionante, diametral-mente opuesto a los alardes de su envoltorioexterno. Organizado en planta y alzado a par-tir de la combinacin inscrita de un patio prin-cipal rectangular y un anillo perimetral de pa-sillos y plazas secundarias, el centro presentauna infinidad de trayectorias confusas e inclu-so labernticas que desorientan al visitante ycontradicen un principio clave de la arquitec-tura comercial como es la direccionalidad. Noexisten mbitos suficientemente difanos y lailuminacin es fundamentalmente artificial, apesar de la fachada acristalada en el accesoprincipal. Hoy el centro comercial de Buena-vista, inseparable del potente aparato arquitec-tnico que lo engloba -que asfixia a la ciudadcado su contenido social en los ltimos aos. Este au-

    tor cita la obra de Los Prados, la del nuevo Hospital yla desaparicin del cinturn ferroviario como base dela comentada rezonificacin. Ver MORO VALLINA, Mi-guel, Oviedo detrs de la fachada, Cambalache, Oviedo,2007, pp. 116-117. Sobre Cinturn Verde consltese elartculo de MADERA GONZLEZ, Marin y TOM FER-NNDEZ, Sergio, La operacin ferroviaria y urbans-tica Cinturn Verde de Oviedo, en Era, 39-40, Uni-versidad de Oviedo, 1996, pp. 124-130. Respecto alnuevo HUCA, vase SECADES FERNNDEZ, Patricia,Los conjuntos arquitectnicos y su importante valorpatrimonial. La parcela de la Cadellada como elemen-to dinamizador del entramado urbano, en Lio, 15,Universidad de Oviedo, 2009, pp. 127-137.

    60 Puede consultarse la sntesis de MORALES SARO, MCruz, Los Calatrava de Oviedo, en Lio, 15, Universi-dad de Oviedo, 2009, pp. 149-164.

    61 La piqueta pone fin a 71 aos de historia del viejo Tar-tiere, La Nueva Espaa, 28-01-2003, pp.1 y 3-4.

    62 Una evolucin detallada de las obras con imgenespuede verse en Un parto de una dcada en Buenavis-ta, La Nueva Espaa, 09-05-2011, pp. 4-5.

    63 Miguel Moro informa sobre esta cuestin, afirmandoque el Principado, cuya normativa de ordenacin te-rritorial impeda la instalacin de nuevas superficiescomerciales en el centro de Asturias, modific dichanormativa aadiendo una excepcin: que dichas su-perficies comerciales se ubicasen en edificios singula-res; de tal modo, el flamante Espacio Buenavista [hoyModoo] ha logrado superar airoso todas las trabas le-gales. MORO VALLINA, Miguel, Oviedo detrs de la fa-chada, opus cit., p. 105.

    64 El Calatrava empieza a latir, Lne.es, 04-03-2008. Ver-sin online disponible en http://www.lne.es/seccio-nes/noticia.jsp?pRef=1930_31_613251_Oviedo-Cala-trava-empieza-latir [29-11-2011 ; 11:00]

    JOSE MARA RODRGUEZ-VIGIL REGUERA(LIO 18. Revista Anual de Historia del Arte. 2012)

    144

  • colindante, alterando de manera radical suskyline con un impositivo gigantismo-, ejem-plifica los riesgos que conlleva confiar a un ar-quitecto estrella operaciones de gran caladosin ningn condicionante, no siempre afortu-nadas a juzgar por los resultados aqu citados.

    En las pginas previas hemos intentado tra-zar, de manera ordenada y clara, un relato his-trico y terico sobre la gran arquitectura co-mercial contempornea, que constituye, a tenorde todo lo explicado, uno de los patrimoniosms caractersticos y exitosos de la llamadaPostmodernidad, prolongando su vigencia has-ta nuestros das. Claro reflejo de una cultura ca-pitalista encaminada a la santificacin del con-sumo como acto supremo de afirmacinindividual y colectiva, la arquitectura de loscentros comerciales guarda numerosas clavespara comprender mejor la historia reciente denuestras ciudades, su crecimiento y configura-cin (a veces desconfiguracin). Para el caso deOviedo, aqu analizado de forma resumida, po-demos admitir sin temor a equivocarnos que laarquitectura comercial ha tenido una influen-cia decisiva a la hora de definir el desarrollo ur-bano de la capital asturiana en los ltimos cua-renta aos. La apertura de los espacioscomerciales explicados ha significado el des-plazamiento progresivo de la actividad comer-cial desde el tradicional centro a zonas secun-darias o perifricas que han experimentado una

    reubicacin dentro de la estructura urbana. Elinters esttico de los edificios analizados es li-mitado -cuando podran tenerlo su espectaculardesproporcin arruina el efecto, tal es el casode Modoo- reinando una arquitectura de for-mas ms bien estandarizadas o insulsas, perosu funcionamiento o fracaso como clulas deltejido urbano s merece atencin -comprenselos casos de Salesas y el Centro Cvico- ha-blndonos de la posibilidad de crear una arqui-tectura comercial dialogante e integrada con suentorno, alejada del tradicional autismo del quese la acusa. Como contrapartida, es necesariodenunciar varios aspectos lamentables ligadosal auge de la arquitectura comercial en nuestraciudad, tales como la destruccin de patrimoniode inters en pos de la causa (chalet Tartiere enGaleras, monasterio en Salesas, Matadero enLos Prados, antiguo Estadio Carlos Tartiere enBuenavista), la creciente y cada vez ms indis-creta privatizacin de grandes fincas de suelopblico y la reiterativa apuesta por una nicafrmula de dinamizacin demasiado cercana aintereses inmobiliarios minoritarios y que siste-mticamente viene ignorando la posibilidad depromover otros equipamientos -parques, vi-vienda protegida, espacios culturales- quiz notan rentables pero imprescindibles para asegu-rar la calidad de vida.

    145

    Espacios de consumo de la Postmodernidad.La arquitectura comercial en Oviedo