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Revista en onor del Porfiriato.

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(José de la Cruz Porfirio Díaz; Oaxaca, 1830 - París, 1915) Militar y estadista mexicano que fue presidente de México. En 1845 comenzó sus estudi-os en el Seminario y posteri-ormente trabajó como profesor en el Instituto, como armero y como carpintero. Fue discípulo del liberal Benito Juárez, fu-turo presidente, quien impartía Derecho Civil en el Instituto de Ciencias.Cuando esta institución se clausuró por orden del presi-dente Santa Anna en 1854, Díaz inició su carrera política. En 1858 luchó contra los con-servadores en la Guerra de la Reforma y tras ascender a general en 1861, luchó contra la intervención francesa. Fue

jefe de brigada en Acultzingo en abril de 1862, participó en la batalla de Cinco de Mayo al lado de Ignacio Zaragoza, y en 1863 tomó parte en la de-fensa de Puebla.

En esta misma localidad protagonizó poco después una brillante acción militar, cuando realizó un asalto sangriento y rápido contra sus enemigos de esta ciudad, que se refugiaron en los cerros de Loreto y Gua-dalupe.

Sin perder tiempo, avanzó hacia la Capital de la Repúbli-ca y la tomó el 2 de abril de 1867, hecho que fue de gran trascendencia militar pues ad-elantó la caída del Imperio de Maximiliano y el triunfo de Juárez.Designado candidato a la presi-dencia por el Partido Progresis-ta, fue derrotado por Juárez y a la muerte de éste, en 1872, se sublevó contra el sucesor Lerdo de Tejada.

En noviembre del año an-terior había lanzado el llamado "Plan de la Noria", en el que se pronunciaba contra el reelecci-onismo y el poder personal y, a favor de la Constitución de 1857 y de la libertad elector-al. Por fin, en 1876 consiguió expulsar a Lerdo, y accedió

a la Presidencia. En 1880 la Cámara lo declaró Presidente Constitucional.Posteriormente, se hizo reel-egir; tomó posesión del cargo de nuevo el 1 de diciembre de 1884, y tres años más tarde publicó una enmienda, que fue aprobada por el Congreso, al artículo 78 de la Constitución, la cual le acreditaba para una nueva reelección; en 1890 pub-licó una nueva reforma al ante-rior artículo para hacer posible la reelección indefinida, todo lo cual le permitió permanecer en el poder hasta 1910. Antes de “perfeccionar” este sistema ordenó la eliminación de todos los adversarios políticos posi-bles, y la prensa fue sometida o perseguida cuando intentaba mantenerse independiente. El pueblo mexicano estaba has-tiado del desorden y la guer-ra, y Díaz se propuso imponer la paz a cualquier coste, pero México no contaba con fon-dos ni tenía capacidad credi-ticia porque no había pagado sus deudas con puntualidad, así que había que atraer capi-tal extranjero; el problema era que nadie invertiría en México si no había estabilidad y paz.Con una política de mano dura, Porfirio Díaz trató de eliminar las diferencias de opiniones sobre asuntos de política, y se dedicó a mejorar el funcionami-

Porfirio Díaz TODA UNA VIDA

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Porfirio Díaz

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ento del gobierno. "Poca políti-ca y mucha administración" era el lema de ese tiempo. La paz no fue total, pero Díaz consiguió mantener el orden mediante el uso de la fuerza pública.

Policías y soldados persi-guieron lo mismo a los ban-doleros que a los opositores. Con una política de orden, au-mentó la demanda de trabajo y se hizo posible el desarrollo económico, pues el país cont-aba con recursos y los empre-sarios podían obtener buenas ganancias.Sin embargo, con el paso del tiempo se hizo evidente que la prosperidad era sólo para unos pocos, creció el descontento por la miseria en que vivía la mayoría de la gente y grandes sectores sociales tomaron con-

ciencia de que Díaz llevaba de-masiado tiempo en el poder. Cada vez fue más difícil man-tener el orden.

En los últimos años del porfiriato se vivía en un clima de represión, en el cual la fuer-za de las armas se utilizó con violencia creciente. De ello dan muestra la torpeza con que se negociaron y la dureza con que se reprimieron las huelgas de Cananea (1906), en Sonora, y de Río Blanco (1907) en Ver-acruz, así como la manera en que se persiguió a los periodis-tas que criticaban al régimen y a cualquiera que manifesta-ra una opinión que no fuera la oficial.Durante el largo tiempo en que gobernó Díaz se realizaron obras importantes en varios pu-ertos, y se tendieron 20.000

kilómetros de vías férreas. Las líneas de ferrocarril se trazaron hacia los puertos más impor-tantes y hacia la frontera con los Estados Unidos de Améri-ca para facilitar el intercambio comercial. También sirvieron para facilitar la circulación de productos entre distintas re-giones de México, y como me-dio de control político y militar. El correo y los telégrafos se extendieron por buena parte del territorio nacional.

Se fundaron algunos ban-cos, se organizaron las finan-zas del gobierno, se regularizó el cobro de impuestos y, poco a poco, se fueron pagando las deudas. La agricultura progresó espectacularmente en Yuca-tán, en Morelos y en La La-guna, con vastas producciones de henequén, caña de azúcar y algodón.México tuvo un crecimiento económico nunca visto, pero, como poca gente tenía dine-ro para invertir o podía con-seguirlo prestado, el desarrollo sólo favoreció a unos cuantos mexicanos y a los extranjeros.

La desigualdad entre los muy ricos, que eran muy po-cos, y los muy pobres, que eran muchísimos, abrió una profunda brecha en la sociedad mexicana. Se formaron enor-mes latifundios, los indígenas perdieron muchas tierras, y la mayor parte de los habitantes del campo tuvieron que ocu-parse como peones en las ha-ciendas.Con todo, se hicieron grandes

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esfuerzos por extender la edu-cación pública, lo que permitió que se educaran más niños; cada vez más mexicanos pud-ieron seguir estudios superi-ores y se empezó a formar en todo el país una clase media de profesionales y empleados públicos. Se enriqueció la vida cultural con nuevos periódicos, revistas y libros escritos e im-presos en México, se multi-plicaron los caminos, puentes, edificios y escuelas, los teatros presentaban compañías y ac-tores europeos, y se extendió el cinematógrafo. La vida intelec-tual tuvo hitos importantes. Un grupo de historiadores publicó “México a través de los siglos” y otro “México y su evolución social”.

Justo Sierra inauguró la Uni-versidad Nacional. José María Velasco plasmó en cuadros maravillosos el esplendor del paisaje mexicano; Saturnino Herrán pintó una impresionante serie de cuadros con gente del pueblo y con alegorías a la mexicanidad y José Guada-lupe logró vigorosos grabados con escenas de la vida diaria.

En 1908, Porfirio Díaz con-cedió una entrevista al peri-odista norteamericano James Creelman, en la cual afirmó que México ya estaba preparado para tener elecciones libres.

La noticia llenó de optimis-mo a una nueva generación

que quería participar en la vida política del país. Surgieron así varios partidos políticos, y se escribieron libros y artículos que discutían la situación del país y la solución de sus prob-lemas. Uno de esos hombres fue Francisco I. Madero. Había estudiado y viajado fuera de México, pues venía de una fa-milia de hacendados y empre-sarios, y no tenía dificultades económicas. Fundó el partido Anti reeleccionista, del que se postuló candidato. Después se dedicó a viajar por todo el país, para explicar sus ideas políti-cas. Desde el tiempo en que Juárez había recorrido el país esto no sucedía. Madero se hizo muy popular y despertó grandes esperanzas de cam-bio.Pero el éxito de su campaña lo convirtió en un peligro para el gobierno de Díaz, y poco antes de las elecciones de 1910 fue detenido en Monterrey y en-carcelado en San Luis Potosí. Allí recibió la noticia de que Díaz había vuelto a reelegirse. Mediante el pago de una fianza salió de la cárcel, aunque de-bía permanecer en la ciudad. Sin embargo, a principios de octubre Madero escapó a los Estados Unidos de América, donde publicó el Plan de San Luis Potosí.

En ese documento, Made-ro denunció la ilegalidad de las elecciones y desconoció a Porfirio Díaz como presidente.

Se declaró él mismo presidente provisional, hasta que se re-alizaran nuevas elecciones; prometió que se devolverían las tierras a quienes hubieran sido despojados de ellas; pidió que se defendiera el sufragio efectivo y la no reelección de los presidentes. También hizo un llamamiento al pueblo para que se levantara en armas el 20 de noviembre de 1910, y arrojara del poder al dictador.

El ejército de Porfirio Díaz, que había mantenido la paz durante treinta años, parecía muy fuerte, pero en realidad era débil frente al descontento general. En sólo seis meses las fuerzas maderistas triunfa-ron sobre las del viejo dictador. La acción definitiva fue la toma de ciudad Juárez, por Orozco y Villa. En esa misma ciudad, en mayo de 1911, se firmó la paz entre el gobierno de Díaz y los maderistas. Porfirio Díaz renunció a la presidencia y salió del país rumbo a Fran-cia, donde murió en 1915.

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p o r f i r i o d í a z t o d a u n a v i d a

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Transformaciones económicasdurante el PorfiriatoPorfirio Díaz ejerció un control casi total de la sociedad para llevar al país al orden social y político, aunque para ello no le importaron los medios. Así logró la primera parte de su lema: "orden", luego se dedicó a tratar de obtener el "progreso". Pensaba que progreso significaba moderni-zación y transformar las deudas y la po-breza del campo y de la industria en desar-rollo económico. Pero en México no había buenas carreteras, ni suficientes vías férre-as; el comercio y el transporte de produc-tos agrícolas se hacían en carretas, las cuales transitaban por cami-nos que se hallaban en pésimas condiciones. Los capitales mexica-nos eran insuficientes; además, existía temor para invertir en cues-tiones consideradas ar-riesgadas, como la ex-plotación del petróleo. Para que México pros-perara era necesario conseguir préstamos en el extranjero que contribuyeran al de-sarrollo de la economía mexicana.

Díaz pensó que el hombre indicado para administrar y desarr-ollar la economía del país era José Ives Li-mantour y lo nombró ministro de Hacienda. Limantour promovió las inversiones extran-jeras y así se inició la primera transformación económica del México de fines del siglo XIX. Para atraer al capital foráneo, sobre todo in-glés, estadounidense y francés; se concedier-on muchos privilegios y una gran libertad. Así se resolvía el prob-lema de la carencia económica, pero era necesario cuidar que esa dependencia no terminara por dominar

al régimen y al propio país. De esta manera se pudo continuar la con-strucción de ferrocar-riles, que junto con los barcos de vapor eran símbolo de la modern-idad en comunicación. Ese impulso a los fer-rocarriles permitió al-canzar cierto progreso, porque el comercio y la industria recibieron el apoyo de la inver-sión y la posibilidad de llevar sus mercancías a los lugares de venta y consumo. Se crearon instituciones de crédito como el Ban-co Mercantil Mexicano, y se autorizó a otras ya existentes, como el

Monte de Piedad, para conceder préstamos. El desarrollo económi-co propició el resur-gimiento de algunas ciudades como Gua-najuato y Zacatecas, y la aparición de otras como Monterrey que, aunque ya existía, no había adquirido rele-vancia económica has-ta ese momento. Al no poder competir en igualdad de circun-stancias con el capital extranjero, el capital nacional se refugió en el campo, enriquecién-dose a través de la ex-plotación de las haci-endas.

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LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN Y LAS FUENTES DE ENERGÍA en el porfiriato

La falta de caminos era un grave problema a principios del Porfiriato. La hermosa pero accidentada geografía mexica-na requería medios de comu-nicación entre las poblaciones. Además, el inicio del comercio exterior, especialmente con Es-tados Unidos, agudizó todavía más la necesidad de tener me-jores vías de comunicación para transportar materias primas y contribuir de esta manera al desarrollo económico del país y su modernización.

Se amplió la red ferrovi-aria, muchas poblaciones que-daron comunicadas por los fer-rocarriles, hubo empleos para mucha gente y las costumbres

de los habitantes de esas po-blaciones empezaron a cambi-ar. El gobierno porfirista utilizó los trenes para controlar me-jor al país, pues el ejército se movilizaba con rapidez cuando quería reprimir alguna insurrec-ción. Este gran impulso a los ferrocarriles se efectuó sobre todo en los estados del norte, para comunicar los centros in-dustriales y mineros con Esta-dos Unidos.

Las máquinas de vapor también se usaban en los bar-cos, las minas y las fábricas. Sólo que para producir vapor, las calderas utilizaban carbón de piedra y nuestro país no pro-

ducía suficiente, por lo que era necesario importarlo y esto au-mentaba los costos de produc-ción. Entonces se buscó susti-tuirlo por la energía eléctrica en fábricas y minas, y por petróleo en los ferrocarriles. La electri-cidad fue de gran utilidad; en las minas, por ejemplo, sirvió para mover las máquinas que sacaban el agua cuando se in-undaban y también para fundir metales.

Otra vía de comunicación muy importante la constituy-eron los puertos, a través de los cuales los barcos com-erciaban con Norteamérica y Europa; inclusive los ingleses construyeron instalaciones en algunos de ellos, gracias a las concesiones que les otorgó el ministro Limantour.

Sin embargo, los cami-nos seguían siendo peligrosos. El gobierno de Porfirio Díaz se preocupó por desarrollar las vías ferroviarias, pero no tan-to por los caminos para trans-porte terrestre, los cuales con-tinuaron en malas condiciones y eran asolados por bandas de maleantes.

LAS CIUDADES Y LOS CAMBIOS EN LA DISTRIBUCIÓN TERRITORIAL DE LA POBLACIÓN

A medida que avanzaba el porfirismo, se transformaba y progresaba también la indus-tria textil, minera y petrolera, y a su alrededor fueron crecien-do los núcleos de población. La mayor parte de las fábricas se concentraban en la capi-tal de la República y su cer-canías; hubo fábricas textiles en Tlalpan y San Ángel, así como en otras partes del valle de México, y esto trajo como consecuencia el aumento po-blacional.

La minería concentró gru-pos considerables de población

en Zacatecas, Guanajuato, So-nora, etc. Los lugares donde se buscaba petróleo fueron las zonas costeras, donde también se crearon nuevos poblados. La densidad demográfi-ca hizo que muchas ciudades comenzaran a experimentar los problemas que conlleva un cre-cimiento urbano no planificado: escasez de la vivienda, deteri-oro del medio ambiente, dese-cación de los lagos y ríos, et-cétera.

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EL COMERCIO Y LA INDUSTRIA

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Antes de los ferrocar-riles, el comercio se realizaba a "lomo de bestia"; esta forma de transportar las mer-cancías resultaba len-ta, costosa y peligro-sa. Con los trenes el comercio se facili-tó y resultó más seg-uro y barato, porque además el gobierno de Díaz suprimió al-gunos impuestos. Con esas medidas algunos productos bajaron de precio y fueron más solicitados. El comer-cio estuvo principal-mente en manos de españoles, franceses, ingleses y alemanes, quienes controlaban la importación de mer-cancías que, al vend-erlas, les reportaban grandes ganancias, pues como pago re-cibían no sólo dinero, sino también produc-tos como plata, azú-car y algodón; ello les permitía aumentar su riqueza y control so-bre la economía. En la Ciudad de México se concentraba la mayor parte de los negocios.

Existía también el pequeño comercio que, incapaz de com-petir con el grande,

se limitaba a sobrevi-vir con productos arte-sanales y del campo.

En relación con la industria, la primera y una de las más im-portantes fue la textil, ya que experimentó un crecimiento nota-ble en el tiempo que se introdujo la elect-ricidad, especialmente en Puebla y Tlaxca-la. Prosperaron las in-dustrias tabacalera, henequenera, cer-vecera, metalúrgica y vidriera.

La demanda de mano de obra en las fábricas, así como la de productos, propició

que el artesano se transformara en obre-ro. Las mujeres se in-corporaron en gran número a la industria.

En las fábricas, las condiciones de tra-bajo para los obreros eran deplorables: jor-nadas extenuantes de 12 e incluso 14 horas, salarios bajos, inseg-uridad; capataces ex-tranjeros que ganaban mayor sueldo, etc., y todo esto generó poco a poco malestar entre los mexicanos. El crecimiento de la industria fortaleció el entusiasmo por el pro-greso, principalmente porque daba empleo

a los mexicanos, pero la mayor parte de las ganancias se iban al extranjero. Las pési-mas condiciones lab-orales en las fábricas preparaban el camino a la revolución.

Podemos con-cluir que las inver-siones extranjeras, las vías de comunicación, las nuevas fuentes de energía, el comercio y la industria, originaron importantes cambios económicos, políticos, sociales y culturales.

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LOS RECURSOS NATURALESY LA INVERSIÓN EXTRANJERA

Los capitales que llegaron al país se beneficiaron con la explotación de nues-tros recursos. El país recibía cierta utili-dad, pero ésta no era comparable con la que se llevaban los extranjeros, quienes no se preocuparon por fundar una indus-tria verdadera, sino sólo la que permiti-era explotar los re-cursos con el menor gasto.

La adminis-tración porfirista se daba cuenta de que los inversionistas ex-tranjeros eran muy voraces y trató de fre-narlos, pero fue im-posible porque ya se habían dado grandes concesiones. La inversión ex-tranjera explotó los siguientes recursos naturales:•Enminería,losem-presarios extranjeros

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explotaron plata y oro en minas de Gua-najuato, Zacatecas, Sonora y Pachuca. •En la rama textil,se industrializó el al-godón y el henequén. •En agricultura, seintensificó el cultivo del café, tabaco y frutas tropicales. •Enelsectorindus-trial, se abrieron fá-bricas para la elabo-ración de cerveza. •El sector metalúr-gico incrementó la

productividad tratan-do de reducir costos. •En cuanto alpetróleo, su explo-tación se inició en la última década del porfiriato.

porfirio, quiere la presidencia

La creciente impopu-laridad que ha tenido el presidente fue directa-mente proporcional al crecimiento que ha tenido la popularidad de Diaz, quien no ha perdido el tiempo pre-parando su regreso a la presidencia.

La enmienda a la construcción que ha hecho Porfirio durante su primera presiden-cia, ratifica el principio de no reelección para el ejecutivo y gober-nadores, pero añade la distinción de que el presidente puede ser

reelecto siempre y cu-ando no fuera para un periodo inmediato. Porfirio Díaz es el úni-co candidato y, por ende, es el incuestion-able ganador. Mientras tanto, mediante dos

enmiendas a la con-stitución, Díaz puede reelegirse legalmente y lo a hecho en siete ocasiones consecuti-vas. En su largo man-dato ha logrado que la federación funcionara,

en la práctica, según la centralización del poder presidencial y lleva la concentración de su poder hasta la formación de una dictadura solida y fun-cional, aunque no ex-enta de cuestionami-entos y resistencias. Con la habilidad que lo caracteriza, Díaz ha formado su gabinete con representantes de distintas facciones in-cluidos, por ejemplo, Ignacio mariscal (lerd-ista), Matías romero (juarista), y Manuel dublan (ministro de gabinete del emper-

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ador de Maximiliano) entre otros. Habla del espíritu de “reconcili-ación” y de negociación política, pero también de una hábil estrate-gia para controlar los distintos grupos políti-cos. Uno de los grandes obstáculos que hay para la estabilidad política es el conflic-to constante entre el poder central y los po-deres locales de los estados. El grado de estabilidad política ha logrado el régimen de Díaz, pero no han de-saparecido del todo los conflictos region-ales con la autoridad central.Buena parte de los gob-ernadores ha ocupado el puesto de manera permanente pero han sido removidos de su cargo. Lo mismo ha su-cedido con los sena-dores y diputados; uno de los mejores ejemp-los ha sido Francisco bulnes, quien ha sido reelecto de su cargo en 15 ocasiones. Una manera de describir la fisonomía que ha lle-gado a tener el con-greso porfirista es la del historiador Daniel Cosío Villegas: “llego

a parecerse a mas a una gerontocracia, a un museo de historia natural, que a un par-lamento representativo o democráticamente electo”.

De todos los ac-tores políticos ha so-bresalido, de manera extraordinaria, la fig-ura del presidente. Si es algo característico de este periodo, es el culto a la personalidad que se hace de Porfirio Díaz, al grado de iden-tificarlo como “la en-carnación de la nación mexicana”. A pesar de su poder, Díaz no está, ni actúa solo. Consoli-dado su poder político y militar, ha comen-

zado a rodearse de un grupo de intelectuales y “técnicos” que son conocidos como cientí-ficos. Entre ellos se encuentra José Yves limantour, francisco bulnes, Joaquín diego casasus, ramón cor-ral, francisco cosmes, Alfredo chavero, Guill-ermo de landa y Es-candón, Porfirio parra, Emilio Pimentel, justo sierra, Emilio Rabasa, miguel y pablo Mac-edo, enrique c. Creel entre otros.

Un caso concreto de esta política ha sido la adquisición, por parte del estado, de una par-ticipación mayoritaria en la red ferroviaria y

la formación de ferro-carriles nacionales de México.

En el porfiriato, Mé-xico ha sido un país predominante rural: 85 de por ciento de población vive en el campo repartida en co-munidades, pueblos, ranchos, rancherías y haciendas. Como nación independiente, México ha heredado de la colonia una atras-ada economía agrí-cola cuya producción se destinaba básica-mente al autoconsu-mo. En esta situación los decimonónicos han instrumentado una se-rie de reformas, las cuales son desde la privatización de los dominios corporativos y la venta de terrenos baldíos, pasando por por la promoción de los proyectos de colo-nización. Sin embargo, la inestabilidad políti-ca, las guerras civiles, las intervenciones ex-tranjeras y las resist-encias rurales hacia el cambio han frena-do constantemente los planes de modernizar y desarrollar el campo mexicano.

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Porfirio diaz

El señor don Porfirio diaz obtuvo triunfo rotundo en las elecciones de 1877 ocupando así oficialmente la presiden-cia el día 5 de mayo de 1877 teniendo como primer gabinete a reconocidos liberales como Ignacio Vallarta ocupando el puesto de ministro de rela-ciones exteriores a Pedro oga-zon como ministro de guerra y a Vicente Riva palacio como ministro de fomento por men-cionar a algunos.

gana la presidencia Tienes que saber que... En el Porfiriato la política se aplicó de tal manera que todo quedaba subordinado al presi-dente. En su primer período Díaz se acercó al Congreso y llevó una política concilia-dora. Promovió la no reelec-ción, principio de sus levan-tamientos, y en 1880 cedió el poder a su compadre Manuel González. En sus siguientes mandatos, Díaz se enfocó a pacificar el país y pactar con

grupos conservadores y con el clero para poder mantenerse en el poder. Díaz pacificó al país y no tuvo piedad en disolver rebeliones, siendo en todo mo-mento apoyado por los rurales y la policía secreta, Los cuer-pos de rurales se encargaban de aplastar violentamente todo rasgo de rebelión que apare-ciera en el país. Así sucedió con los yaquis de Sonora y con los mayas en Yucatán. La más importante de las rebeli-ones fue la de Tomóchic, en

noviembre de 1891, debido al pésimo estado de los camp-esinos que vivían miserable-mente y no podían defender sus derechos.

En los últimos años del ré-gimen, las huelgas eran cada vez más frecuentes. Díaz se empeñó en permanecer en el poder y para ello logró el crecimiento de la economía y aliarse con los poderosos de la época. Obtuvo prestigio gracias al progreso de la economía y a que respetó los cacicazgos de los pueblos, a fin de evitar rebeliones.

Durante el gobierno del gen-eral Porfirio Díaz se dio un giro en la actividad política nacional, puesto que alrededor de cua-trocientos años —Mesoaméri-ca, el Virreinato de Nueva Es-paña y las primeras décadas del México Independiente— los gobernantes llevaron la admin-istración pública con un claro sentido militar, y sus acciones estuvieron enfocadas a forta-lecer al ejército en turno. Sin embargo, a raíz del comienzo de la segunda presidencia de Díaz, en 1884, se dio un vuel-co que permitió a la política mexicana centrarse desde un ángulo más civil. En esta fo-tografía aparece el presidente Díaz en 1902, ataviado con ropa civil.

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Terrible masacre en Veracruzmás de mil muertos

El ejercito federal puso fin alas ultimas sediciones lerdistas o a lo que el precinte diaz “ se refiere como un desorden que había que prevenir a com-batirlo después” , a los le-vantamientos militares re-gionales en chihuahua Veracruz Tepic entre otros persiguió y sometió a los apaches yaquis mayos y mayas no solo eso pues también capturo y cas-

tigo a los bandoleros que asolaban los caminos entre los mas famosos estaban Jesús arraiga alias “chucho

el roto” o Horacio Bernal conocido como “el rayo de Sinaloa” sin importar cuan pequeño Hera el delito era severamente castigado según Porfirio Díaz Hera la manera de lograr la estabi-lidad política del gobierno

Estados unidos a la cabezaen inovaciones

Estados unidos presenta al mundo grandes inventos e in-novaciones en medios de co-municación tales como el telé-grafo el cual fue desarrollado por Samuel Morse además el teléfono cuyo invento fue pa-tentado por Alejandro Graham

Bell además de tener un gran avance en la comunicación también el la energía gracias a tomas alba Edison quien fue el inventor de el fonógrafo y la lámpara incandescente o foco si como también grandes avances en la agricultura la minería y la industria como en la aviación cuyos pioneros fueron los hermanos Wright o la utilización de motores dis-el para la locomoción estas grandes innovaciones hicieron de estados unidos de América la segunda potencia industrial del planeta.

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Cultura y EducaciÓn

Se hicieron grandes e sfuerzos por extend-er la educación públi-ca, lo que permitió que se educaran más niños; cada vez más gente pudo seguir es-tudios superiores y así se empezó a formar en todo el país una clase media de profesionales y empleados públicos. Se enriqueció la vida cultural con nuevos periódicos, revistas y libros escritos e im-presos en México.Se multiplicaron los caminos, puentes, ed-ificios y escuelas. Los teatros presentaban compañías y actores europeos, y pronto el cinematógrafo fue con-ocido en todo el país.La paz porfiriana fue provechosa para la cultura. Se avanzó en las ciencias, las artes y la técnica. Se funda-ron academias, teatros, museos y asociaciones artísticas y científicas.

Como en Europa y el resto de Améri-ca, hubo una profunda influencia de la cultu-

ra francesa que puede apreciarse en la may-oría de los edificios y los monumentos de la época.

Un grupo de histo-riadores publicó Méxi-co a través de los sig-los; otro grupo escribió México y su evolu-ción social. Justo Si-erra inaguró la Univer-sidad Nacional. José María Velasco plasmó en cuadros maravil-losos el esplendor del paisaje mexicano; Sat-

urnino Herrán pintó una impresionante serie de cuadros con gente del pueblo y con alegorías a la mexicanidad; José Guadalupe Posada logró vigorosos graba-dos con escenas de la vida diaria.

Músicos como Ju-ventino Rosas, Ricar-do Castro y Felipe Vil-lanueva buscaron crear una música con hon-das raíces populares. Hubo grandes novel-istas, como Federico

Gamboa; cronistas y cuentistas, como Angel del Campo, y poetas como Manuel Gutié-rrez Nájera, Manuel José Othón, Salvador Díaz Mirón y Amado Nervo, que dedicaron su talento a describir y a cantar a la vida y el paisaje de México, así como a explorar la intimidad de sus sen-timientos.

En los últimos años del gobierno de Díaz hubo un grupo de muchachos brillantes y estudiosos que for-maron en la ciudad de México el Ateneo de la Juventud. Alfonso Reyes, José Vasconce-los y Pedro Henríquez Ureña encabezaron este movimiento reno-vador que buscó liber-tad y nuevos caminos para el pensamiento y para la creación artís-tica. Sus trabajos juve-niles fueron interrumpi-dos por la Revolución, y todos ellos realizaron la parte más importante de su obra una vez que término la lucha.

Liceo Miguel Hidalgo

en el Porfiriato

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El deporte presenteen el Porfiriato

En las primeras décadas del siglo XIX, la gimnasia, el tiro al blanco, la esgrima, la lu-cha libre y la ac-robacia circense fueron las princi-pales actividades de cultura física, previas al boom deportivo que se produjo durante el porfiriato. La vehemencia con que Porfirio Díaz buscó que la vida diaria de la alta sociedad adquiriera rasgos europeos y las in-cesantes políticas migratorias pro-vocaron la apa-rición en México de un amplio es-pectro de activi-

dades deportivas.El surgimiento en 1882 del Hipódro-mo de Peralvillo fue el detonante del desarrollo de-portivo nacional, fomentado por la reapertura del capitalino Frontón de San Camilo, la creación de una plaza para jarip-eo en la Viga, la constante activi-dad beisbolera por los rumbos de San Lázaro y la lle-gada de grandes cargamentos de velocípedos para niños.

Hacia media-dos de los años 90 del siglo XIX la explosión del de-porte transformó

la cotidianidad de mexicanos y extranjeros resi-dentes en el país. En 1895 tuvo lu-gar la primera pe-lea de box ante un público masivo entre Billy Clarke y Billy Smith en Pachuca que sig-nificó el fin de las ideas puritanas, respaldadas por el gobierno, que concebían al pugi-lismo como la más baja expresión de la idiosincrasia es-tadounidense.La diversificación deportiva y el en-sanchamiento de un público inte-resado en el de-porte contribuy-eron a que en 1896 apareciera en la capital del país The mexi-can sportman, la primera gran re-vista especializa-da en ese ámbito que haya existido en México.

El 1 de noviem-bre de 1895 fue inaugurada una

pista de patinaje sobre ruedas en la Alameda. No era la primera que se conocía en Méxi-co, desde 1877 se practicaba el pat-inaje en el Tívo-li del Eliseo, así que casi 20 años después ya se en-contraba entre el gusto del públi-co. Para cuidar las buenas costum-bres, las mujeres sólo podían pati-nar, de martes a viernes en un hor-ario que iba de las 10 de la mañana a la 1 de la tarde. El turno de los var-ones comenzaba a las 4 de la tarde y se extendía has-ta la noche.

Otra pista de patinaje que tam-bién se ganó el gusto del público se ubicaba en el llamado parque Luna –donde hoy se encuentra el edificio de la Sec-retaría de Salud junto a Chapultep-ec-, en la cual

lucían sus habili-dades los enton-ces campeones García, Durán, Dávalos y Barreiro. Los empresarios solían organizar competencias de una milla que lle-garon a contar con la asistencia de hasta 3000 perso-nas para presen-ciarlas.

Dentro de los espectáculos so-bre ruedas no podían faltar las bicicletas, ni las carreras de au-tomóviles. Desde 1892 se desató la euforia de “andar en bici” por las calles de San Fran-cisco y Plateros (Madero), Corpus Christi (avenida Juárez) y el Paseo de la Reforma. Cu-atro años después la capital contaba con 800 bicicle-tas. Los ciclistas se organizaron en distintas asocia-ciones y no tard-aron en aparec-er los anuncios

Hipódromo de Peralvillo

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donde se invitaba al público a pres-enciar carreras en Chapultepec o en el velódromo de La Piedad. Las mu-jeres también le encontraron gus-to a la bicicleta aunque en un principio fue mal vista, se le con-sideraba una ac-tividad “marima-cha” y que no iba acorde con la de-cencia y las bue-nas costumbres.El Hipódromo de Peralvillo se inau-guró el 23 de abril de 1882, según lo determinó la so-ciedad mexicana de carreras, con el fin de que esa diversión se su-jetara a las reglas del arte. La incipi-ente clase media y las clases pop-ulares no vieron con buenos ojos este espectáculo, preferían acudir los fines de se-mana a pueblos como Coyoacán para presenciar las carreras al es-tilo charro, pare-jeras principal-mente, donde dos jinetes competían a campo abierto.

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Las carreras en el hipódromo fuer-on alentadas por los ricos, por los inversionistas ex-tranjeros, por los hombres de ne-gocios así, entre 1882 y 1910, se construyeron los hipódromos del Peñón, el de In-dianilla y el de la Condesa que fue patrocinado por el Jockey Club e inaugurado en octubre de 1910, por el propio don Porfirio, cuando la revolución es-taba por presen-tarse en el esce-nario nacional.Sin duda, la moda internacional re-corría el México porfiriano. Junto a la fascinación por las carreras den-tro de los hipó-dromos, también encontró franco desarrollo un de-porte de la elite: el polo. Hacia 1905, el club con-taba con 30 soci-os fundadores, los cuales sólo podían conformar dos equipos que se enfrentaban con-tinuamente y sin embargo, la gente

siempre acudía a los partidos y llen-aba el graderío. Otra excentrici-dad importada de Europa fue la caza de la zorra realiza-da en Chapultep-ec, Anzures y en la Hacienda de los Morales. La pelo-ta vasca regresó por sus fueros con dos frontones, el Jai Alai y el Na-cional, luego de que decayera en la segunda mitad del siglo XIX.

También las regatas, el golf –que se jugaba en Mixcoac-, el tenis y el cricket en-contraron algu-nos adeptos en el México de Porfirio Díaz, sobre todo entre las colonias americana e in-glesa. Todos esos espectáculos de-portivos eran con-siderados profe-sionales, pues los participantes co-braban, y el públi-co pagaba por presenciarlos. Aunque elproyecto educa-tivo por entonc-es, no contempla-ba la materia de

educación física, a partir de 1895, se desarrollaron c o m p e t e n c i a s de atletismo, so-bre todo carreras de velocidad, de obstáculos, salto con garrocha, es-grima, y gimna-sia para varones las cuales conv-ocaban a un nu-meroso público. Si los estudiant-es querían hac-er ejercicio, sólo se les permitía en los días festivos si presentaban un permiso por escri-to de sus padres.Una crónica de 1895, daba cuen-ta de la llegada del beisbol. “Re-cientemente ha empezado en Mé-xico la afición a los juegos atléticos y de agilidad. Ahora, justo es reseñarlo, muchos practican en la capital y en algunos estados un deporte que se originó en el veci-no país del norte: el base ball.

Se juega en un campo extenso y abierto, entre dos equipos de nueve individuos. Casi

todos tienen un nombre especial en inglés porque aún no se han cas-tellanizado: pitch-er, catcher, prime-ra base, segunda base, tercera base, shortstop, y tres fielders”.

La asistencia a los juegos de beisbol comen-zó siendo esca-sa, alrededor de 300 espectadores aplaudían a las novenas México y Demócrata, a los equipos Victoria, o a los del Cole-gio Militar y de la Escuela Nacional Preparatoria. Ha-cia 1905, ya se reg-istraban entradas de 1500 especta-dores para pres-enciar juegos que se hicieron céle-bres, como los en-cuentros entre El Águila de Verac-ruz y el Tacubaya. No había campos propiamente para este deporte, pero se improvisaban dentro de algu-nos clubes de la ciudad de México.

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Tendencias, costumbres, de todo un pocodel Porfiriato.

Zapateria Express.

Ser Adelita a la modaCheca los nuevos modelos que llegaron a la ciudad están... ESPECTACULARES!

Barata...LA MANTECA

En pequeños salones se proyectaban cortos de unos cuantos minutos. Un músico acompañaba al piano la película, pues ésta era muda. No falta-ban espectadores que, asustados, abandonaban su asiento cuando en la pantalla aparecía un tren a toda marcha.

Los vendedores callejeros, los artesanos, los dueños de pequeños comercios, los empleados y los pro-fesionistas también la pa-saban mal, y pobres de aquellos que expresaran

públicamente sus protes-tas; la policía se encargaba de acallarlos. Los periodis-tas, especialmente, sufrían castigos y cárcel si criti-caban la situación política.

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una opinion por partedel equipo

El objetivo de este ar-ticulo es dar a conocer no solo mi opinión si no también las opiniones de4 mis compañeros de equipo. Aquí expresare-mos nuestras opiniones acerca del porfiriato aca-parrando los temas que más controversia como la economía. La políti-ca, la educación. La po-breza entre otros Para empezar me gustaría hablar de la economía que en ese entonces pues éramos y somos un país se podría decir en crisis y con deu-das por la independ-encia pero hubo vari-os avances en cuanto ala materia económica pero a pesar de estos avances persistía una inestabilidad financiera y fiscal el endeudami-ento externo el estan-camiento económico en la agricultura la industria y minería como quien dice éramos un país

muy inestable pero tam-bién hubo muchas cosas que en la economía nos ayudaron como el forta-lecimiento de los lazos económicos con Estados unidos con el ferrocarril central mexicano .En cuanto a política bueno como sabemos Porfirio Díaz gano las elecciones y ocupa la presidencia oficialmente el 5 de mayo de 1877 los ideales de Porfirio Díaz eran liberales y su forma de gobierno “mano dura “pues el no perdonaba el mas mínimo crimen en opinión mía y de mis compañeros tal vez el dar miedo o atemorizar ala gente no Hera la me-jor forma de gobierno a tan solo 56 años de la independencia ya había levantamientos militares levantamientos de indí-genas por inconformidad Porfirio Díaz para encar-garse del problema de bandolerismos que en

opinión mía y de mis compañeros no era mala forma de controlarlo fue la creación de la policía rural pero lo que no nos pareció fue que eran fa-mosos por la violencia y por la utilización de la ley fragua la cual esta-blecía aplicar prisión a cualquier que intenta-ra escapar en cuanto el que Díaz afirmo que el principal logro de su go-bierno había sido el es-tablecimiento de la paz nacional pero en nues-tra opinión no se logro porque mas adelante hubo enfrentamientos por inconformidades La educación sabemos que México fue y a sido un país de jóvenes por eso nos pareció muy bien la idea de que la educación fura laica y gratuita que en nuestra opinión es lo que un país necesita para que pro-grese el progreso fue mucho en educación con

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la institución de escuelas rurales pues con eso se pudo dar la oportunidad a mas niños de estudiar pero en ese entonces se construían una escuela para niños y otra para niñas y de no ser posi-ble una mixta lo cual nos pareció bien porque así a los niños y las niñas podían aprender a con-vivir en conjuntoLa pobreza un gran problema de la sociedad pues muchos campes-inos fueron despojados de sus tierras emigrando

a las ciudades en bus-ca de fuentes de traba-jo la discriminación Asia los pobres poniéndoles nombre como pelados o niños callejeros consid-erados un peligro para lo sociedad pero entonces entran las instituciones benéficas el cual fue de ayuda pues ayudaba a los desposeídos de las calles cuya labor era ali-mentar y dar educación alo0s niños pensionados asistían diariamente a misa desayunaban rec-ibían instrucción primaria

además tenían talleres zapatería, doraduria, o carpintería mientras que las niñas recibían clas-es de música, costura y bordado .Muchas cosas pasan por una razón y la razón de la toma de muchas de-cisiones es lo que nos llevo a lo que somos ahora.

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OPiniÓn

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