Anatema ANATEMA.l. AT. El hebr. jerel1l designa lo que est
prohibido. o bien porque la persona o el objeto son malditos y hay
que destruirlos. o bien a causa de su carcter sagrado, que implica
su separacin del resto. La traduccin de los LXX, anathel1la, ha
originado la transcripcin castellana anatema; sin embargo este
vocablo no alcanza la diversidad de sentidos del hebreo, que conoce
tres formas de prohibicin. A) El voto. El jerel1l se puede
considerar como un -> voto por el que algo se consagra a Dios.
Todo lo que puede ser objeto de voto (hombres, animales, bienes
materiales) puede consagrarse de esta manera. En este caso,
contrariamente a los dems votos, es imposible el rescate (Lev
27,21-28), ya que el jerel1l es algo muy santo, y pertenece al
sacerdote (27.21; Nm 18,14; Ez 44.29). B) La sancin. El jerem como
sancin aplicada de parte de Dios afecta en primer lugar a la
idolat!'a. Lo mismo puede alcanzar a individuos (Ex 22,19; Lev
27,29) que a ciudades enteras (Dt 13,13-19). La idea que hay en el
origen de esta forma de anatema es seguramente la de que los
hombres y las cosas que se han contaminado con la idolatra son
portadores de un mana peligroso que los hace jerem. Ejecutando cl
castigo se pona fin a esa fuerza peligrosa. A continuacin. el
anatema se va a extender a otros casos de culpabilidad: unin con
mujeres extranjeras (Esd 10,8), falta de genealoga para los
sacerdotes (2,62-63). La sancin no alcanza la pena de muerte, sino
que se limita a la exclusin. Ya Miriam, hermana de Moiss, haba sido
castigada con la exclusin por haber atacado el ministerio de su
hermano (Nm 12,14). C) La prctica de la guerra sallta. Los datos
histricos sobre el jerem en el marco de la guerra santa son raros
(Nm 21,1-3; Jos 6; Jue 1,17; ISam 15). Consiste en consagrar el
botn (a veces la totalidad del mismo, junto con el territorio) a
Dios a fin de obtener su ayuda en el combate. La ejecucin de este
anatema consiste en exterminar a la populacin y destruir todo el
botn. Esto significaba que los soldados deban volver a sus casas
con las manos vacas, lo cual no era fcil de conseguir. como lo
muestran los conflictos al respecto, segn Jos 7,1 y ISam 15. El
nico testimonio extrabblico, la estela de Mes, dice que el anatema
fue lanzado contra el enemigo con objeto de saciar (rit) a la
divinidad. Esta imagen tan antropomrfica no existe en el AT, donde
el anatema se pronuncia en honor de Dios, aunque no es improbable
que en su origen hubiese tenido aquel primer sentido. Despus del
reinado de Sal, deja de hablarse del anatema, fuera de lRe 20,42,
en que un profeta annimo exige su ejecucin. El verbo hejerfm (
