77 Ante todo, hay que notar que, lo mismo que para los dems
ngeles, la expresin ngel de Yahveh no es un nombre propio sino que
designa una funcin, Con todo, este ngel de Yahveh ocupa un lugar
privilegiado entre las diversas categoras de ngeles. Mientras que
los dems son claramente distintos de Dios, ste mantiene una relacin
particular con Yahveh mismo, Como otros ngeles, est dotado de
fuerza (Zac 12,8), bondad (ISam 29,9) y sabidura (2Sam 14.20), pero
recibe la funcin muy determinada de ser la manifestacin de Dios
para personajes eminentes del pueblo de la alianza (Gn 22,11.15) y
an ms para el pueblo en su conjunto (2Sam 24,16; lC~ 21.12), hasta
ser el vengador de su pecado (Ex 32.24). Resulta no obstante muy
difcil de identificar el personaje que design dicha expresin. B)
Identidad, A veees parece que la expresin ngel de Yahveh designa al
mismo Yahveh, mientras que en otros lugares se trata de otro
personaje, As, en textos como Gn 16,10-13; 22,10-18; x 3.2; etc"
parece no haber diferencia alguna entre Yahveh y su ngel. Lo mismo
en textos profticos como Os 12,4s; Is 63,9, Al contrario, est claro
que en Ag 1,13 el ngel de Yahveh es el profeta mismo. En Mal 2,7,
se trata sin duda del sacerdote. Tiene que haber as mismo una
diferencia entre Yahveh y su ngel en text9s como Gn 24,7; 2Sam
24,16 v sobre todo Ex 33.2s. Semejante situacin plntea, pues, un
problema general de interpretacin de la expresin. Parece
insostenible adoptar una postura extrema, que sera la negacin de
toda diferencia o, a la inversa, la simple constatacin de las
diferencias sin buscar una explicacin que las relacione entre s. Es
sin duda mejor intentar encontrar una solucin a esta diversidad de
situaciones. Con este objetivo se han propuesto tres teoras. a)
Teora de la representacin. La teora que se puede llamar de la
representacin es sostenida por cierto nmero de padres de la Iglesia
(Jernimo, Agustn). El ngel de Yahveh sera un ser creado que acta en
nombre de Dios v est revestido de autoridad divina. Puede hblar en
nombre de Dios. Sin embargo, resulta patente que, en la mayora
de'casos, la expresin ngel de Yahveh designa la persona misma de
Yahveh. b) Teora de la identidad. La segunda teora, de la identidad
entre el ngel de Yahveh y Yahveh mismo, fue adoptada por la mayora
de padres griegos y los ms antiguos padres de la Iglesia latina.
Para ellos, el ngel de Yahveh es la manifestacin del Logos, es
decir, de Dios, que, omnipresente, se revela de forma especial
actuando en un lugar determinado. De este modo se satisface a un
gran nmero de textos, sin dar cuenta sin embargo de todos de forma
satisfactoria y menos to- . .\.ngel exterminador dava de todos los
elementos de cada uno de ellos. Algunas expresiones en textos como
los de Gn 18.22-19,1 y Mal 3,1 haran pensar en una dualidad de
personajes, mientras que otros orientan hacia una identificacin
entre Yahveh y su ngel (d. as mismo x 33.14.17: lCr 21.15). c)
Teora de la interpolacin. La tercera teora, de la interpolacin, es
decididamente ms exegtica. La han excogitado algunos autores
modernos. El ngel de Yahveh sera el producto de la especulacin
teolgica de poca tarda insertado en los textos ms antiguos con la
preocupacin por salvaguardar la trascendencia divina. Conservando
al mismo tiempo el estilo narrativo del texto inicial para
mantener. el contenido primitivo, el texto habra sido reescrito
dentro de una ptica teolgica evolucionada. Esta teora no se apoya
de modo suficiente en la crtica textual. Pese a que en determinados
casos puede ofrecer una explicacin plausible, no se puede
generalizar. C) Evolucin. Hay que analizar. pues, cada texto en
particular y ponderar todos los elementos a partir de la crtica
textual y literaria para poner de relieve los contrastes del relato
y las huellas de una evolucin teolgica. Tambin hay que tener
presente que las correcciones no siempre se hicieron en el mismo
sentido, siguiendo una cronologa rigurosa, y que la evolucin
teolgica no es uniformemente progresiva de manera lineal. Se dan
vueltas hacia atrs. Si se quiere arriesgar una explicacin general.
parece quc se podra decir que el uso de esta expresin debe
considerarse como una forma de la teologa antigua, un esfuerzo por
distinguir la naturaleza de Dios de ciertas actividades suvas, un
tmido intento de evitar el antropmorfismo. Cuando se hubo alcanzado
una mayor conciencia de la trascendencia de Dios v se hubo
desarrollado la angelologa, se distiilgui con mayor claridad el
ngel de Yahveh de Yahveh mismo. 2. NT. El NT habla del ngel del
SeI10r (Mt L20.24: 2,13.19: 28,2: Lc l.1; 2,9; Jn 5,4: Act 5,19:
8,26; 12,7.23), que no se puede confundir con Dios, A travs de esta
alternativa de distincin v de identificacin, muchos han ledo una
indicacin anticipada del misterio de la encarnacin que, segn lTim
3,16, es la aparicin misma de Dios en medio de los hombres. RiIlI.
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