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DICCIONARIO

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261 B) ParaLeLos bblicos. Los elementos sacados de la tradicin bblica aparecen an ms determinantes. a) EL paraso. Este tema est mucho ms acentuado en la profeca de Ezequiel sobre la cada del rey de Tiro (Ez 28). Es el paralelo bPlico ms cercano a Gn 3. b) La tradicin de La aLianza. Gn 2-3 se elabor en un ambiente que ya haba asimilado los principales elementos de la estructura de ~ alianza. Ah se percibe la iniciativa divina; los trminos cultivar y guardar-. referidos al jardn en 2,15, evocan el senicio de Dios; la prohibicin se f0I"!llula en el estilo apodctico del Declogo (Ex 20.1-1'1. Y La sancin es similar a la de las f~uLas panicipiales del cdigo de la alianza (Ex 2Ll3-rl: la requisitoria divina tiene algo de requisitoria proftica e integra el '-ocabulario de La fidelidad a la alianza: las maldiciones hacen pensar en las de Siquem (Dt 27.15-26/. c) Los motims sapiendales. Aunque por s sola no baste para dar cuenta del texto en su conjunto, la reflexin sapiencial ha dejado su huella en l. El conocimiento del bien y del mal juega un papel da"e en la intriga: la serpiente es astuta- (3.11: el fruto es deseable para adquirir el discernimiento (en hebr. haskL: 3.6: d. Pro,' 16.22). El narrador de Gn 2-3 no va a la zaga de los maestros de la sabidura en habilidad para jugar con las palabras y en fineza psicolgica. Tambin l plantea la cuestin sobre el origen de la verdadera sabidura. d) El estatuto regio de Adn. Adn es instalado como rey de la creacin, participa en la obra divina dando nombre a los animales y reconocimiento a su mujer. Como el rey de Jerusaln, es el vicario de Dios sobre la Tierra y el representante del pueblo ante aqul. En virtud del viejo principio de la solidaridad de los miembros del clan con su jefe, sus sbditos estn como incorporados en su persona. De este modo el relato del Edn permite releer las vicisitudes de la historia del pueblo de la alianza en relacin con la Tierra prometida entendida como un paraso. 3. La cada. A) Gn 2-3 y la historia. Si bien el Yahvista adopta smbolos de los mitos y leyendas circundantes, transforma su significado y toma una distancia crtica con respecto a las religiones vecinas. Hace de la serpiente una criatura de Dios y con un relato de creacin original honra a la mujer, presentada de forma ms positiva que la iniciadora de la Epopeya de GuiLgams. En rigor. Gn 2-3 no es un relato mtico. Pero tampoco es un relato histrico en el sentido de posibilitar la reconstruccin de lo que ocurri. El historiador cede su lugar al telogo, que descubre una reflexin de creyentes sobre la existencia humana. Por ms que uno se remonte en el tiempo, se observa una profunda Cada del hombre ruptura imputable a un mal uso de la libertad humana que Dios respeta. Ah se sita el acontecimiento histrico que el relato del Edn quiere fundar. El trmino ~ Adn funciona como un singular colectivo. que en el relato arcaico hay que traducir siempre por el hombre-o Es lo ms pronto a partir del exilio cuando se empieza a percibir como nombre propio. de modo que se considera la posibilidad de traducirlo por Adn>,. A propsito de la alternativa entre el monogenismo ten el origen de la humanidad hav un nico indi\"iduo 'O. como mximo, una nica pareja) y el poligenismo (la humanidad procede de ms de una pareja original) convendr recordar. desde el punto de vista cientfico, la siguiente obsen'acin: "La ciencia ha mostrado que la unidad y la verdad de una especie se fundan sobre bases distintas de la unidad de antepasado. pero con igual solidez (R. Lamcar. Polygnisme. DBS VIII. 101). B, La transgresin y SI/S consecuencias. ~Iuchas explicaciones del relato aparecen insuficientes. ;-';0 se trata del paso del hombre del estado de inocencia. propio de la adolescencia. a la edad adulta. caracterizada por el conocimiento de los sexos y la experiencia de la debilidad humana. Ni se trata del descubrimiento de que el hombre por el pecado y debiqo a su libre arbitrio se separ de Dios. ni siquiera de ese fenmeno social que es el retroceso espiritual de la humanidad, consecuente al desarrollo de la civilizacin materialista. El acontecimiento que aqu se narra es la transgresin de una orden positiva de Dios. Esta se refiere a la cuestin radical acerca de la frontera entre Dios y el hombre. La bsqueda de la sabidura y de la inmortalidad es un fracaso. Dios es el dispensador de la sabidura y de la vida. Querer alcanzar el conocimiento total y ser como dioses es negar el lmite impuesto a la criatura. Dios es Dios y el hombre es el hombre. Las consecuencias de la transgresin se hacen manifiestas de inmediato. Esta abre los ojos de la primera pareja sobre su verdadera condicin. En todos los niveles se rompe estrepitosamente la armona. Si la muerte y el trabajo seguramente no aparecen en este instante (cf. 2.15; 3.19), reciben sin embargo un significado nuevo (3,17-19.22). Se ha roto el equilibrio de la creacin (3,14s). Seguramente. la transgresin no es de orden sexual, pero afecta a la mujer en su maternidad y su relacin con el hombre. La unidad de la pareja, cuyo ideal se da en 2,23-24, no ser posible sino a costa de dolorosos e inciertos combates. Los dems relatos de transgresiones (Gn 4,1-17; 6,1-4; 11,1-9) descubrirn la proliferacin -de esos desrdenes. stos no son sino consecuencia de una alienacin fundamental: expulsado del jardn. el hombre ha perdido la intimidad con Dios. Pero Dios es Dios y deja siempre al