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Alegora TODO CORREGIDOALEGORA. Del gr. allegoria, nombre compuesto de allos, otro, y de agareuo, hablo. 1. Definicin.Es una figura de estilo mantenida y prolongada que presenta al espritu un objeto de manera que suscite el pensamiento de otro objeto, idea o concepcin. La alegora se opone a la fbula, que se limita a ocultar una moraleja bajo el velo de una ficcin, y de la parbola por el hecho de que todos los detalles de la alegora tienen una significacin precisa, lo cual no ocurre con la parbola. Esta distincin no es con todo tajante. La parbola de la oveja del pobre robada por el rico (2Sam 12,1-4) recibe una interpretacin alegrica (12,7-9) que atribuve un alcance concreto a los detalles del reno. Asimismo, el canto de la via de Is 5.1-7 es una mezcla de parbola y de alegora, puesto que la explicacin dada al v. 7 otorga una significacin precisa a diversos elementos del poema. Por lo dems, no parece que la antigua literatura hebrea distinguiera estos gneros de manera adecuada. La parbola de la olla de Ez 24.3-11 se llama masal (24,3), cuando en otra parte (Ez 17,2) jidah y masal caracterizan la alegora del guila (Ez 17,3-24) que constituye un ejemplo tpico de composicin alegrica. De hecho, estos dos trminos recubren toda la gama del lenguaje figurativo. a saber, la alegora y la parbola, y tambin la fbula el cuento la prosopopeya, la metfora el smbolo, la adivinanza y el proverbio. 2. AT. Se encuentran figuras alegricas del amor, la fidelidad, la justicia, la paz, el derecho, la victoria (Sal 85.11s.14: 89.15: 97,2; Is 58,8b), la sabidura (Prov 1,20; 8.1.12: 9.1; 14.1) y la locura (Prov 9,13: 14,1), de la virgen de Israel (1er 18.13: 31.4.21: Am 5,2; cf. Dt 22.19), de la hija de Sin (Is 1,8; 10,32: 37,22), de la hija de Jerusaln (Miq 4.8; Sof 3,14; Zac 9,9) y de otras expresiones similares. Se encuentran tambin alegoras sostenidas, especialmente en Ez, que quiz sea el primer poeta bblico que usa esta figura de estilo. En Ez 16.3-63. Jerusaln aparece como prostituta sagrada y en Ez 23,2-45 las dos hermanas adlteras. Ohol y Oholib representan a Samaria y a Jerusaln. Ez 19,2-14 desarrolla una doble alegora en la que la leona y la via simbolizan el pueblo de Israel. Otra alegora de la via se lee en Sal 80.9-17. En Ez 31.3-18, la suerte del cedro del Lbano evoca el destino del faran, probablemente Apris (588-570/69) mientras que la alegora de los pastores y el rebao de Ez 34,2-16. (17-22) hace alusin a los reyes de Israel. A los desarrollos alegricos de Ezequiel sigue a veces una interpretacin detallada procedimiento que se vuelve a encontrar ms tarde en la literatura apocalptica. En primer lugar, se encuentra en Ez 17.3-24 obra maestra del g- 38 nero alegrico en la que el guila representa al rey de Babilonia y el cedro la dinasta de David. El mismo procedimiento se encuentra en la visin de la resurreccin de los huesos secos de Ez 37,1-14, una alegora de la restauracin de Israel. La descripcin del ejrcito invasor en Jl 2.1-11 representa en realidad el acercamiento de las nubes de langosta, que el poeta considera como un signo de la clera divina. La alegora del pastor en Zac 11.4-14 constituye una especie de apologa de la Providencia divina respecto de Israel. Algunas visiones de la literatura apocalptica, como Dan 4,7-24 7,2-27 dependen de la alegora, puesto que sus detalles tienen una determinada significacin. Por algunos de sus elementos, la alegora de la vejez de Ecl 12,1-7 se parece a las adivinanzas. 3. NT. La alegora est representada sobre todo por la parbola de los viadores homicidas (Mc 12.1-9: Mt 21,33-41; Lc 20.9b-16a), la descripcin del pastor de las ovejas en Jn 10,1-18 y la de la vid verdadera en 15.1-17. En Jn 10 se pueden distinguir dos alegoras la del pastor y el ladrn de ovejas (10,1-5) seguida de su explicacin (10.7-10), y la del buen pastor (10,11-18), que identifica la idea y su smbolo, igual que la alegora de la vid: Yo soy el buen pastor, Yo soy la vid verdadera. El Apocalipsis contiene diversas escenas alegricas, en particular en los Cp. 6-9: 11.14-18, en que una serie de visiones simblicas presagian la cada del imperio romano y la venida del gran da de Dios. Por ejemplo, la alegora del jinete del caballo blanco (Ap 6,2) y la 5!e los cuatro ngeles encadenados junto al Eufrates (9.14-19) designan a los partos. La alegora de la bestia y de la prostituta de Ap 17 se refiere a Roma, llamada simblicamente Babilonia. En primer lugar se desarrolla el smbolo (17.1-7), luego se explica en detalle (17,8-18), pero con un lenguaje velado, a veces enigmtico. Con todo, no hay duda de que la mujer sentada sobre las siete colinas (17,9) es la diosa Roma, representada as en una emisin de moneda romana del ao 71 (RB 90 [1983] 243-260. lmina 1). En cambio las alegoras de la mujer y del dragn (Ap 12,1-6.13-17) Y del combate de Miguel y del dragn (12,7-12) no se explican, por lo que su interpretacin se hace ms difcil. Exgesis alegrica, parbola. Bibl. DThC l. 833-836: EJ n. 641-645: RAC 1, 283-293; TWAT n. 870-874; V. 69-73: TWNT.I. 260-264: J. HEMPEL. lahll'egleichnisse der israelitisehen Propheten, ZAW42 (l924) 74-104: W. SEHOTTROFF. Das Weinberglied lesajas (les 5. 1-7), ~AW 82 (1970) 68-91. ELip ALEGORISMO. Exgesis alegrica.