Dioniso, el Loco

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Dioniso o Dionysus el dios del vino también lo es de la locura, del éxtasis, la videncia y lo renacido.}El Dios místperico más extraño del panteón Olímpico.

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DIONISO, EL LOCO (I)Dioniso es conocido como el Dios del vino, teniendo en cuenta que el vino siempre fue una bebida sagrada en Grecia, tambin lo eran quienes presas de la borrachera del vino entraba en xtasis y abran las puertas del reino de Dioniso.Un reino de desenfreno, de fiestas, de ilusiones y estados alterados, de orculos y de videncias, donde Dionysus introduce la ausencia del tiempo y derriba todos los lmites, incluyendo la vida y la muerte. Y es que sta ltima ya no tiene poder sobre el Dios del Vino quien con su naturaleza festiva logra tambin borrar los lmites del Hades, donde habitan los muertos. Dioniso, nacido dos veces, convertido en una especie de puente, necropompo, que une la vida con la muerte.Hoy es casi imperceptible que Dioniso nos devuelve nuestra naturaleza existencial, temporal y cclica, a travs de la abundancia, del goce, la exuberancia, el desenfreno, lo orgistico, lo extremo, hacindonos tambin consciente de su otro extremo la escasez, las limitaciones, el control y el miedo.Es Dionysus, el sibarita, el Dios de la transgresin uno de los ms inquietantes del panten griego, su pulsin une los extremos, la vida y la muerte, el amor y sus excesos, el Olimpo y el Hades. El Dios hibrido, es casi hermafrodita, el extranjero, siempre acompaado por un squito de mujeres, muestra que su victoria est en los brazos de la mujer, en el desenfreno, en la fiesta y el agotamiento, siempre distante de lo heroico. La definicin de Dionisos y sus fiestas es el derrumbe de los lmites, donde el vino conduce a un estado tal que el tiempo se desvanece y con l todos los otros limites, el hombre se olvida de s mismo. E incluso al desmembrar al propio Dios en uno de los xtasis ms profundos, se borra el ltimo de los lmites la frontera de la vida y la muerte. El Dios volver a renacer, reencarnado otra vez con sus caractersticas, el del sibarita psicopompo que conduce al mismsimo xtasis, la vida, la locura y al Hades.Los emblemas de Dionisos es la hoja de la vid, la uva y la hiedra, su color el amatista y su caractersticas primordiales en la vida son la cordialidad, la convivencia en paz, el placer y lo festivo. Pero Dionisos es un Dios loco, a la vez porta la locura y la denuncia y as el intento de conocerlo puede conducirnos a una especie de locura. Y su misterio es ser reflejo de aquello que negamos, lo oculta y la desmesura en todos los sentidos. En presencia de este Dios las aguas salen de sus cauces, las mujeres abandonan toda obligacin incluyendo maridos e hijos, el caminar se vuelve un ditirambo, la voz y el habla slo pueden ser cantar, la razn se ahoga en el vino y se instaura un gran delirio exttico, borrando todos los lmites. Dionisos en su andar y presencia parece representar todo lo contrario del orden Olmpico, su existencia se basa en la tensin del mismo orden impuesto (principo del Dios Apolo), por eso l subvierte ese orden, lo deshace, pero tambin lo requiere para existir.Un paseo con Dionisos nos muestra el orden, pero a la vez vivenciamos en una muestra episdica los elementos excluidos de ese orden que momentneamente lo desquician, para luego darle otro cauce y otros tonos.En las orgas dionisiacas, en el momento de la locura, no es la vida la que se compromete o corre peligro, es el orden el que se altera, al contrario la vida toma nuevos colores y nuevas fuerzas, cuando parece que volviramos a nacer luego del exceso y el xtasis. Es slo cuando la fiesta, el exceso, la exuberancia, el descontrol y el momento orgistico se prolongan ms de la cuenta cuando la vida en su condicin ms colorida y bulliciosa comienza a transformarse en muerte, violencia y pena.Sin duda Dionisos es uno de los dioses ms extraos, casi lo podramos comparar con un Titn, por representar todo lo excluido del orden que los olmpicos gobiernan. Se trata del representante de todo aquello que existe a pesar que se rechace, se esconda o se niegue. Y a pesar de ello no hay nada ms que enfurezca al Dios que lo nieguen o que se desconozca su existencia, lo negado saldr con fuerza a alterar todo orden alguna vez, a pesar de los embates de Hera y Ares por impedirlo, Dionisos mostrar de alguna manera su presencia, lo callado, el secreto, la amante, los vicios, all estar como demostrando que se sabe expresar y defender.Se ha dicho que en el momento del ektasis dionisiaco, el individuo experimenta una disolucin de su yo- lo que Jung llama principio de individuacin- y se fusiona con el yo colectivo, el thiaso. Es verdad que en los ritos dionisiacos la voz del individuo parece ser parte del coro, del colectivo, en l emerge otro sujeto ms amplio. Pero aunque entre la vid y la hiedra el individuo se fusiona con el yo colectivo, es verdad que sucede algo ms profundo, la mscara cae y el individuo navega ms profundo en su propia sombra, deambula entre sus elementos prohibidos y mientras dura el ritual o xtasis les permite expresarse con la misma o ms fuerza que su mscara habitual y social. Ambos movimientos hacia el yo colectivo y hacia la sombra son movimientos contrarios y sin embargo posibles y simultneos. La voz y el ritual de Dionisos asustan porque no estamos acostumbrados a ser nosotros mismos, sino la mscara social que el orden social ha impuesto, que la sociedad ha elegido y que nos permite adaptarnos pero excluyendo rasgos, pulsiones y conductas ocultas en la sombra.Honrar a Dionisos, es encontrarnos con nuestro extranjero interior, como deca Marcel Detienne, en el xtasis entendindonos que aquel extranjero con el que nos encontramos somos nosotros mismos, descubriendo las secretas residencias del Dios. Slo que no basta una vela y una salmodia para honrar este Dios, hay que internarse en sus predios y permitirnos el viaje con sus propias formas y canciones. Salud.