Direct Rices Para Oraciones de Sanacion

8/6/2019 Direct Rices Para Oraciones de Sanacion

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DIRECTRICESPARA LAS

"ORACIONES DE SANACIN"

Por la Comisin Doctrinal de ICCRS

"Directrices para las Oraciones de Sanacin" por la Comisin Doctrinal de ICCRS Derechos de Autor, Servicios Internacionales de la Renovacin Carismtica Catlica. 2007 Todos los derechos reservados Primera edicin (septiembre de 2007) Segunda edicin revisada (diciembre de 2007) ICCRS, Palazzo della Cancellera 00120 Vatican City, Europe tel: +39 06 69887538/65; fax +39 06 69887530 e-mail: [email protected] web site: www.iccrs.org Impreso en Italia - Diciembre de 2007 por ICCRS Portada: "Seor, puedo ser purificado?", pintura al leo. Derechos de autor, Nello Palloni, Perugia - Italia Diseo del folleto: Linda Egsquiza, Lima Per

CONTENIDO

Prefacio ..................................................................5 Prlogo ..................................................................7 Introduccin ........................................................11 I. El Contexto Histrico .................................. 13 1. Tendencias Socio-Culturales .........................13

2. Desarrollos en el Mundo Cristiano. ........15II. El Contexto Bblico y Teolgico .....................21 1. El Antiguo Testamento ... ..................21 2. El Nuevo Testamento ....................23 3. Una Teologade la Sanacin ............ 29 4. Retos Teolgicos Propuestos por la Experiencia Catlica del Ministerio deSanacin ......................32

III. Realidades y Directrices Pastorales ............37 1. Clases de sanacin ..........................................37 2. Contextos de Oraciones de Sanacin. ........40 3. Directrices para las Oraciones de Sanacin43


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4. Formacin .. .............................51 5. Carismas y Peligros .. ......................53

PREFACIO

Tenga mucho gusto en recomendar este pequeo folleto a todos aquellos que deseanreflexionar de manera ms profunda sobre el lugar que ocupa la sanacin, en el ministerio dJess y en la vida de la Iglesia hoy en da.

Estas directrices han sido escritas no slo desde una perspectiva teolgica, sino tambipor gente que est involucrada de manera activa en el ministerio de sanacin. Por lo tantocontienen consideraciones tanto teolgicas como pastorales. El Papa Juan Pablo II a menudalentaba a las nuevas comunidades y movimientos para que crecieran en madurez eclesial. Lintencin de ICCRS es acoger este llamado de Juan Pablo II para ayudar a todos aquellos questn involucrados en el importante ministerio de sanacin, de modo que crezcan de manems profunda en su fe y en su entendimiento. ICCRS tambin busca alentar y ayudar a todoaquellos que estn ejerciendo este ministerio para que adopten buenas prcticas pastorales dacuerdo con las enseanzas oficiales de la Iglesia Catlica.

Mucha gente ha estado involucrada en la produccin de este folleto. Sin embargo, yquisiera agradecer en lo personal a su Eminencia el Cardenal Stanislaw Rylko, presidente deConsejo Pontificio de Laicos, por sus estmulos y sugerencias tiles en las diferentes etapas dla preparacin de estas Directrices.

Tengo la esperanza de que este folleto sea un provechoso recurso para los lderes de lRenovacin Carismtica y de hecho, para todos aquellos en la Iglesia que estn involucrados


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el ministerio de sanacin.

Sra. Michelle Moran Presidenta de ICCRS

Noviembre de 2007

PRLOGO

Cuando leemos los evangelios, fcilmente podemos darnos cuenta que el curar era unparte importante del ministerio en la vida de Jess. Donde quiera que Jess estaba, eraevidentes las curaciones del cuerpo, de la mente, del espritu y del corazn. El curar tambin una parte y encomienda del ministerio y de la misin de la Iglesia. A travs de los siglosmuchas rdenes religiosas se fundaron para hacerse cargo de los enfermos y para establechospitales y centros mdicos, donde se les poda curar. Muchos doctores catlicos profundmente comprometidos, al igual que enfermeras y otro personal mdico, han utilizado sus dony su talento profesional animados por la fe en Jesucristo, para que las enfermedades pudieraser diagnosticadas y tratadas de manera adecuada, con la intencin de curarlas. Tambin hemo

sido enseados desde nios, que confiemos en que Dios escucha nuestras plegarias y qurecemos por cualquier cosa que necesitemos, en especial, en momentos de enfermedad, doloansiedad o miedo. Cada ao, miles de peregrinos van a Lourdes o a lugares similares para rezpor la salud de los enfermos. Las oraciones de sanacin han sido un elemento esencial en lvida de devocin de los catlicos, a travs de siglos.

Con la aparicin de la Renovacin Carismtica Catlica como una de las gracias para la Iglesque deriv del Segundo Concilio Vaticano, las oraciones de sanacin se volvieron ms la normen la vida y espiritualidad de mucha gente. La gente rezaba por la curacin de otros durante lreuniones de grupos de oracin. Las conferencias y los retiros que atraan grandes cantidades dpersonas, a menudo reservaban un tiempo dentro de sus programas, para orar por la curacin los enfermos. Ms an, de hecho, muchas personas experimentaron curaciones espiritualefsicas, emocionales y sicolgicas, en sus propias vidas, cuando alguien or por ellas.


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Mientras que todo esto es una causa de regocijo y agradecimiento, tambin atrajo latencin a la necesidad de directrices adecuadas para que este ministerio pueda ser ejercido dacuerdo a la doctrina, y a la experiencia de fe de la Iglesia universal. La Congregacin para Doctrina de la Fe dio el primer paso cuando public Instrucciones para oraciones de sanaci

en septiembre de 2000. A esto le sigui un Coloquio Internacional sobre oraciones de sanaciorganizado en 2001 por el Concilio Pontificio para Laicos, en combinacin con los ServicioInternacionales de la Renovacin Carismtica (ICCRS), que tiene sus oficinas dentro deVaticano. Uno de los frutos de este coloquio fue la propuesta para desarrollar directivaprcticas de oraciones de sanacin, que se basaran en las Instrucciones de la Congregacin pala Doctrina de la Fe. Estas directrices luego seran distribuidas a los lderes de los grupos doracin de todo el mundo, como una ayuda para la formacin y el ejercicio de este ministerio.

Con este propsito se estableci una Comisin Doctrinal del ICCRS. El borrador original destos lineamientos fue escrito por la Dra. Mary Healy y por Monseor Peter Hocken, y fuenviado a veintids ancianos reconocidos de la Renovacin Carismtica Catlica coexperiencia en este ministerio. Se recibieron comentarios constructivos del Padre FranciMartin; del Padre Richard McAlear (O.M.I.), del Padre Robert Faricy de la Compaa de Jesdel Padre Benedict Heron de la Orden de San Benito (O.S.B.), del Dr. Francis MacNutt, del DBob Schuchts, del Padre Francis Sullivan de la Compaa de Jess, y de la Srita. LindaSchubert. A nombre de ICCRS, quiero agradecer sinceramente a todos aquellos que haexaminado estos lineamientos y que han aportado comentarios y sugerencias.

Un agradecimiento especial para el Sr. Henry Lemay por su colaboracin durante la fasde preparacin de este proyecto.

Ojal que estas directrices, hoy presentadas en este folleto, nos ayuden a todos aexperimentar de una manera ms profunda la presencia vivificante de Dios vivo en cada uno nosotros. Ojal y stas sean una fuente de afirmacin, alentndonos a orar con otros y por otrpara la curacin en todas sus dimensiones, en cualquier momento que la oportunidad parhacerlo se presente. Ojal y nosotros, al igual que Mara, nuestra Madre, sigamos proclamandvalientemente y con confianza que Jesucristo es el Seor. "La gracia del Seor Jesucristo y amor de Dios y la comunin del Espritu Santo, sea con todos vosotros" (2 Cor 13:13).

Obispo Joseph Grech Obispo de Sandhurst, Australia

Miembro de ICCRS

Enero 25 de 2007 Fiesta de la Conversin de San Pablo


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INTRODUCCINLa necesidad de directrices para las oraciones de sanacin ha surgido, sobre todo, por un

"sorpresa del espritu", una efusin inesperada de gracia despus del Concilio VaticanoSegundo. Esta accin misteriosa de Dios, a la que se le conoci como la RenovacinCarismtica Catlica, ha trado en s una revitalizacin de la vida cristiana para millones dseres, as como el florecimiento de ciertos dones y regalos espirituales en una escala no vistdesde los primeros tiempos de la Iglesia. Aparte de cualquier planeacin humana, laRenovacin en el Espritu dio una comprensin completa de las enseanzas del Concilio sob

la importancia de la dimensin carismtica de la Iglesia. Como ha dicho el Papa Juan Pablo Idurante el Concilio "la Iglesia redescubri la dimensin carismtica como uno de sus elementconstitutivos... Es por este redescubrimiento providencial de la dimensin carismtica de lIglesia que, antes y despus del Concilio, se ha establecido un notable patrn de crecimientpara los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades."1 En particular, muchas personashan experimentado la presencia viva y el poder de Jess en sus vidas, a travs de la curacique l ha producido, ya sea fsica o interior.

En la misma forma, la amplia difusin de los carismas de sanacin y el desarrollo devarias prcticas y ministerios en los que se ejercen, ha dado pie a la necesidad de un pruden discernimiento, especialmente por parte de los pastores de la Iglesia. El consejo de San Pablo

1 Juan Pablo II, en su mensaje a las Nuevas Comunidades y a los Movimientos Laicos, 30 de Mayo de 1998.


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en particular oportuno en estos das: "No apaguis el Espritu, no menospreciis las profecaExaminadlo todo y quedaos con lo bueno" (I Tes 5:19-21). Mucho se ha aprendido en loltimos 40 aos pero todava hay mucho que aprender sobre el adecuado ejercicio de loscarismas de sanacin y de su integracin a la vida sacramental de la Iglesia. En septiembre d2000, se dio un importante paso con el documento emitido por la Congregacin para la Doctrinde la Fe, Instruccin sobre las Oraciones de Sanacin. Al ao siguiente, para continuareflexionando y dialogando sobre el ministerio para curar, el Concilio Pontificio para los Laicconvoc a un coloquio internacional en colaboracin con los Servicios Internacionales de Renovacin Carismtica Catlica (ICCRS)2. El coloquio reuni a representantes del Vaticano, atelogos y a practicantes experimentados en oracin por sanacin de todo el mundo, par"discernir las caractersticas de un genuino ministerio eclesial de sanacin"3. Como uno de losfrutos del Coloquio, la Comisin Doctrinal de ICCRS ofrece las presentes directrices como unayuda para aplicar la gua teolgica y pastoral de la Iglesia, tanto para aquellos que estinvolucrados en el ministerio de orar por sanacin, como para los responsables de vigilancpastoral.

IEL CONTEXTO HISTRICOPor qu la sanacin es un tema mucho ms urgente para la Iglesia al principio del terce

milenio? Esta primera seccin ofrece algunas reflexiones sobre desarrollos contemporneoacerca de la salud y de la sanacin, en un intento por facilitar un discernimiento acerca de "laseales de los tiempos".

1. Tendencias Socio-culturalesPara empezar, existen tendencias importantes dentro del mundo de la salud y de la

medicina. Hoy en da existe un mucho mayor reconocimiento que en el pasado, de la inteconexin entre las formas corporales, mentales-sicolgicas y espirituales, de las enfermedadeslos malestares. Los doctores estn ms dispuestos a reconocer que las enfermedades fsicapueden tener causas sicolgicas y espirituales. Por ejemplo, el cncer puede ser causado poresentimientos y enojos no resueltos. As, en estos tiempos, mientras que los doctores sodebidamente precavidos para cuidar que personas sin preparacin no invadan los terrenomdicos, existe una creciente apertura en muchos lugares hacia la colaboracin entre doctoresiquiatras y pastores en el proceso de curacin. En suma, existe un creciente inters en patron

2 Los debates han sido publicados en Oraciones de Sanacin: Coloquio Internacional. (Roma: ICCRS, 2003) 3 M. Calisi en Oraciones de Sanacin, p. 11.


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"holsticos" de terapia, que tratan a las personas como entidades vivientes cuya salud dependdel funcionamiento armonioso de todas las dimensiones de esta creacin maravillosa que es ser humano.

Un aspecto ms de la tendencia hacia "medicina holstica" es la nueva atraccin de forma

"alternas" de medicina, ya sean orientales, naturales u otras. Muchas de estas formas alternas dtratamiento tienen un componente religioso, tanto porque su uso original formaba parte dalguna prctica religiosa o porque son un simbolismo que tiene sus races en creenciareligiosas.

Otra caracterstica del mundo contemporneo es la creciente disparidad entre el equipo habilidades mdicas disponibles en las naciones ms opulentas, y la escasez de suministros pamuchas de las poblaciones ms pobres del mundo. Esta disparidad exacerba una situacin en que el asunto de curar o sanar tiene un rostro diferente para las naciones pobres y sin ventajacomparada con la de las naciones ms opulentas. Entre las poblaciones ms pobres, quienetambin sufren de una incidencia mayor de enfermedades por sus condiciones de vida, por sudietas inadecuadas, por la falta de atencin mdica y a menudo tambin por condiciones dagitacin social, existe la desesperacin del enfermo que lo lleva a buscar ayuda de cualquifuente posible. A menudo estas fuentes son religiosas, ya sean paganas o esotricas, bajo lforma de religin folklrica tradicional o de una nueva religin que enfatiza la teraputica; ysea la Cristiana Protestante en varios grupos evanglicos y pentecostales. En las naciones mopulentas encontramos una preocupacin creciente por la salud, donde una mayor riqueza no conducido a una mayor felicidad sino a una mayor inseguridad. En esta situacin, cada da soms las personas que buscan ayuda sicolgica y existe una creciente dependencia de las drogy de los medicamentos. Este tambin es el contexto en el que las nuevas religiones normalmentienen el elemento teraputico en su mensaje y en su atractivo. Y en las naciones ms ricatambin existe un crecimiento del empobrecimiento de las clases bajas, cuya situacin algunveces es paralela a las de las naciones ms pobres.

Al inicio del siglo veintiuno, el mundo tambin est marcado por los estragos de las doguerras mundiales del siglo pasado, junto con innumerables conflictos locales. Esta situacin producido un problema masivo de refugiados, millones de personas y hurfanos sin hogar. Estcondiciones producen un campo frtil para la criminalidad, la promiscuidad sexual, el abuso las drogas y el terrorismo, todo lo cual exacerba el sufrimiento humano, degrada la salud y bienestar en general, y tambin produce una gran vulnerabilidad a las enfermedades. Laactitudes y prcticas denunciadas por Juan Pablo II como "la cultura de la muerte"promoviendo lo maligno del aborto, la experimentacin mdica con embriones humanos y

eutanasia (Evangelium Vitae 58-65), nos confronta con el estado enfermizo de la sociedamoderna apartada de Dios.

Adems de los catastrficos eventos del siglo pasado, la decadencia de los estndaremorales en las naciones de occidente ha estado acompaada por un extenso rompimiento de lfamilias y de la multiplicacin de familias con un solo padre o madre. La desarticulacin sociproducida por todos estos sucesos lleva a un alto nivel de heridas, donde la gente nunca hconocido el amor de un padre y nunca ha experimentado la vida de una familia estable. Uno dlos descubrimientos de quienes estn involucrados en el ministerio de sanacin, fue conocer qtan profundas son las heridas de tantas personas, que en el exterior parecen sanas y normalepero que "internamente" estn tremendamente heridas.

2. Desarrollos en el Mundo Cristiano


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Dado que las actitudes y prcticas sobre la salud y el curar se han desarrolladodurante el siglo pasado, as tambin ha habido desarrollos en el mundo Cristiano que han conbuido a un nuevo inters en el ministerio de sanacin.

En el pasado siglo diecinueve, existieron ministerios pioneros para curar entreProtestantes en Alemania y en Suiza. En los Estados Unidos, los primeros Protestantes pionerode la "curacin divina", aparecieron en los 1880s. El ministerio de curacin se desarrollparticularmente en la comunidad Anglicana durante la primera mitad del siglo veinte, con algapoyo oficial. Pero fue en el Movimiento Pentecostal de la primera dcada del siglo veintcuando la curacin fue entendida y ampliamente practicada como una orden del Seor a sudiscpulos (Mt 10:1, 8; Me 6:7, 13) y como un don del espritu entre los "dones espirituales" d1 Cor 12.

En la Iglesia Catlica, muchos factores han contribuido a la aparicin de distintosministerios de sanacin divina, ms all de los patrones tradicionales del ministerio para loenfermos. Estos factores son bblico-teolgicos, litrgicos, espirituales y pastorales. Mientraque las decisiones clave que hicieron posible la renovacin del ministerio de sanacin fuerotomadas en el Concilio del Vaticano Segundo, el Concilio no hubiera sido posible sin las varicorrientes de renovacin de estudios bblicos, de la liturgia y de la teologa, que se habaestado desarrollando en las dcadas previas. Entre stos, los estudios bblicos fueron los mimportantes. Los estudios bblicos no slo impulsaron una nueva atencin al papel de lomilagros de curacin en el ministerio de Jess, sino que enriquecieron el entendimiento de "salvacin", entendida como la liberacin de los seres humanos y de la sociedad humana, dtodos los efectos del pecado y del mal -personal, social y csmico.

En el mismo Concilio, dos decisiones tuvieron una inmensa importancia para el ministeride sanacin. La primera fue la decisin de incluir enseanzas sobre los carismas en lConstitucin de la Iglesia. El prrafo 12 de Lumen Gentium establece que el Seor continderramando carismas, tanto ordinarios como extraordinarios, entre todos los fieles para el biede la Iglesia y que estos carismas deben ser bienvenidos. La segunda fue la decisin de que sacramento de la extremauncin no estaba reservado para los ltimos momentos de la vida, sinque es un sacramento de curacin, que se le Humar la Uncin de los Enfermos (SacrosanctuConcilium, 73).

La teologa renovada de los sacramentos que se deriv del Concilio, encontrposteriormente una expresin en el Catecismo de la Iglesia Catlica, que clasific tanto eSacramento de la Reconciliacin (conocido antes como el Sacramento de la Confesin) y Sacramento de la Uncin de los Enfermos, como "sacramentos de curacin". Aqu se reconola dimensin sanadora de la reconciliacin con Dios y con la Iglesia, as como la posibilidad curacin fsica a travs del Sacramento de los Enfermos (Catecismo, 1520).

Sin embargo, la aparicin de ministerios de sanacin dentro de la Iglesia Catlica, hansido un fruto inesperado del Espritu Santo en la Renovacin Carismtica. Al principio de esproceso, no hubo una intencin humana. Dentro de la Renovacin Carismtica Catlica, lcuracin surgi como uno de los carismas del Espritu, que se derram en esta comente d

renovacin. Inicialmente, la curacin fue una to las gracias por la que se peda rezando en lreuniones carismticas y en grupos carismticos. Ms an, la experiencia del Sacramento d


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Reconciliacin en el contexto de la Renovacin, abri su potencial para la curacin internPero con el tiempo, se han desarrollado ministerios especficos de sanacin, teniendo algunoun impacto internacional significativo. Como lo indican los testimonios de ministros dsanacin en el Coloquio de Roma de noviembre de 2001, estos hombres y estas mujereaprendieron este ministerio con pruebas y errores, no habiendo recibido, en forma previformacin alguna al respecto.

El impacto del ministerio de sanacin de la Renovacin Carismtica Catlica, parechaber sido mayor en frica, Asia y en Amrica Latina, que en Europa y en Norteamrica. Amenudo, no slo es la gran desesperacin de la gente, sino que existe una frrea fe en lintervencin sobrenatural de Dios. En muchas naciones en desarrollo, las misiones y loservicios de sanacin atraen grandes cantidades de personas que a menudo atienden a enfermde todas las religiones. En estas situaciones, el potencial evangelizador del ministerio de sancin se manifiesta de manera ms clara.

Sin embargo, en aos recientes y en el continente de frica, que en muchas formas es econtinente con el mayor nmero de guerras y de mayor sufrimiento severo y miseria, ha visun incremento significativo de nuevos grupos religiosos con un nfasis mayor en la curacinen la liberacin. Estos movimientos tienen una gran aceptacin no slo por las gravenecesidades de la gente, sino tambin porque la curacin ha sido siempre una caractersticprominente en la religin tradicional de frica. En esta situacin, muchas Misiones cristianantiguas estn viendo la necesidad del ministerio de sanacin, tanto para cubrir las profundnecesidades de su gente, como para evitar perderlos a favor de los nuevos grupos disidentes.

Todos los factores mencionados anteriormente, socio-culturales, teolgicos y espiritualese combinan para demostrar la importancia del ministerio de sanacin en la Iglesia de nuestrodas. Sin duda indican la necesidad de que el ministerio de sanacin se vuelva una dimensicomn y normal de la misin de la Iglesia, y del cuidado pastoral. Un prudente uso deministerio de sanacin le permitira a la Iglesia responder a la profunda necesidad de curacintodos los niveles de la sociedad y de la persona humana, usando los dones que el Seor lconfi. Tal desarrollo representara un nuevo despertar en la Iglesia de los ministerios dsanacin y liberacin que existan en los primeros siglos, aunque no necesariamente en misma forma.


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IIEL CONTEXTO BBLICO Y TELGICO

Mientras que algunos de los desarrollos descritos en el captulo anterior, son causa de unprofunda preocupacin, otros representan una razn para estar agradecidos por la misericord

de Dios derramada en nuevas formas, para responder a las necesidades de nuestros tiempos4

. Deigual manera, estos desarrollos representan un reto para la Iglesia a fin que revale el papel dla curacin en la economa de la salvacin y a una renovada apropiacin de los datos de lEscritura y de la Tradicin. Para leer los signos de los tiempos a la luz del evangelio (VeGaudium et Spes, 1), es necesario un proceso sostenido de reflexin teolgica sobre la sanaciy su lugar en la vida cristiana.

1. El Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento, mientras el pueblo de Dios intenta resolver el problema de

4 Ver los testimonios memorables publicados en Oraciones de sanacin, pginas255-297.


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(Mt 12:22; Le 13:16; Jn 5:14). Por esta razn, con frecuencia los Evangelios mencionan suscuraciones junto con la liberacin de aquellos oprimidos por demonios, sin hacer siempreuna clara distincin entre los dos.17

Las obras de sanacin y liberacin del Seor, como seales anticipadas de su obra

completa de salvacin, tuvieron lugar con el costo de su propio sacrificio corporal. SanMateo, despus de darse cuenta que "le llevaron a muchos que estaban posedos pordemonios; y les quitaba estos espritus con una palabra y sanaba a todos aquellos queestuviesen enfermos", liga explcitamente esta actividad mesinica con el sufrimiento quellevaba el Siervo del Seor: "Esto fue paracumplir lo que fue dicho por el profeta Isaas, 'ltom nuestras flaquezas y carg con nuestras enfermedades'" (Mt 8:16-17).

Al igual que los malestares fsicos simbolizan las diferentes formas de enfermedadeespirituales que afligen a la humanidad decadente, tales como la ceguera, sordera o parlisespirituales, as la curacin fsica es una seal externa de la restauracin interior que ocurretravs del perdn de los pecados (Me 2:1-12; Jn 5:14). Sin embargo, la conexin entre lredencin y la salud del cuerpo no es absoluta, al igual que entre el pecado y la enfermedad (vJn 9:3). La sanacin total (salvacin) de la persona integral humana, cuerpo y espritu, se darslo hasta la resurreccin del cuerpo en el ltimo da (Rm 8:18-23; 2 Cor 4:16-18). Hastentonces, en la vida de la Iglesia, el reino mantiene un aspecto de ocultamiento. De este modes un error asumir que la voluntad de Dios es curar toda enfermedad y dolencia en esta vidJess instruye a sus seguidores que no slo curen a los enfermos sino que tambin los "visiten(Mt 25:36). De hecho, existen algunos casos en el Nuevo Testamento donde la enfermedapermanece, cuando menos por un tiempo, a pesar de los dones de sanacin de los apstoles (G4.13; Flp 2:26-27; 2 Tm 4:20).

Al comisionar a los apstoles a que continen su misin de salvacin, Jess reafirma lrelacin intrnseca entre la curacin y la proclamacin del evangelio. Le da a los doc"autoridad sobre espritus inmundos, para sacarlos de las personas afectadas y para curar todenfermedad y toda dolencia" (Mt 10:1), y les encarga: "Proclamad que el Reino de los Cieloest cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis recibisteis, dadlo gratis" (Mt 10:7-8). l repite este encargo cuando enva a los setenta y do"Cuando entris a un pueblo y ste os reciba... curad a los enfermos que ah se encuentren decidles: 'El Reino de Dios est cerca de vosotros'" (Le 10:8-9). Despus de su resurreccinJess ampla la autoridad para curar, diciendo dentro de las seales que acompaarn a locreyentes: "Ellos pondrn sus manos sobre los enfermos y ellos sanarn" (Me 16:18). Como

Instruccin hace notar, el poder de curar "es dado dentro de un contexto misionero, no para propia exaltacin sino para confirmar su misin".18

Lucas registra el cumplimiento de las palabras de Jess en las numerosas curaciones quobraron los apstoles (Hch 2:43; 3:1-8; 5:12) y otros discpulos como Esteban (Hch 6:8) Felipe (Hch 8:6-7). Es a travs de estas obras milagrosas, por las que el mismo Dios ofrece etestimonio (Hb 2:3-4) que confirma el poder del mensaje hablado y convence a los quescuchan su verdad (Hch 4:29-30; 8:6; 14:3; Rm 15:18-19). Tambin Pablo se refiere a taleobras milagrosas como a "las seales de un verdadero apstol" (2 Cor 12:12). En algunaocasiones los apstoles son obligados a soportar penas para aclarar que es Jess resucitad

17 Ver Mateo 4:24; 8:16; 10:1; Marcos 1:32; Lucas 6:17-18; 7:21; 8:2; Hechos de los Apstoles 5:16; 8:7; 10:38; 19:12. 18 Instruccin, I, 3 Oraciones de sanacin, pgina 312.


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quien cura, no ellos, que son simplemente sus instrumentos (Hch 3:12; 14:8-18).

En la Primera Epstola a los Corintios, San Pablo nos da una breve mirada a la experiencide curaciones milagrosas de los primeros tiempos de la Iglesia. Ah se refiere a las oracionepara lograr curaciones como un don particular otorgado en gran medida por el Espritu, a ciert

individuos (1 Cor 12:9,28,30). Esto, evidentemente, es un don para obtener curacin para otra travs de las oraciones, quiz acompaado por un gesto simblico19. La Carta de San Santiagoalude a una situacin algo diferente, donde las plegarias por los enfermos son una accisacramental llevada a cabo por los ancianos de la Iglesia; sin embargo, en el mismo contexto autor hace notar la eficacia de las oraciones por los enfermos, por parte de cualquier cristian"Est alguno enfermo entre vosotros? Llame a los presbteros de la Iglesia y oren sobre ungindole con leo en nombre del Seor; y la oracin de fe curar/salvar (szein) al enfermy lo levantar el Seor; y si hubiere cometido pecados, le sern perdonados. Por tantoconfesaos unos a otros los pecados y orad unos por otros para que seis sanados/salvado(szein)" (Sant 5:14-16). Como observa la Instruccin, "Los verbos 'salvar' y 'levantar' n

sugieren una accin encaminada exclusiva o predominantemente a la curacin fsica, pero dcierta manera la incluyen"20. Estos textos en la Primera Epstola a los Corintios y en la Carta delApstol Santiago, dejan en claro el carcter esencialmente gratuito de la curacin como algque viene de la libre iniciativa de Dios, y el contexto eclesial de la curacin como unmanifestacin de "el poder del Espritu que, a travs de la Iglesia, hace que el misterio de Crisest presente en los diferentes ministerios".21

Aunque dice mucho sobre curacin, el Nuevo Testamento tambin desarrolla con granprofundidad la teologa del sufrimiento cuyas races radican en el Antiguo TestamentoBasndose en las palabras del mismo Cristo (Le 14:27), las dificultades y aflicciones de todtipo, ahora son vistas como de un inestimable valor en la participacin del misterio pascual dCristo (Flp 3:10; 1 P 4:13). Son, tanto medios de santificacin personal que preparan aindividuo para la gloria eterna (Rm 5:3; 2 Cor 4:17; 2 Tes 1:4-5), como una fuente misteriosa dgracias para otros (2 Cor 1:6; 4:10-12). Debido a este designio trascendente, incluso podemregocijarnos en el sufrimiento: "Ahora me alegro por los padecimientos que soporto povosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de sCuerpo, que es la Iglesia" (Col 1:24; ver 1 P 5:9). En estos contextos, los sufrimientos aludidoson generalmente aquellos que resultaron de labores apostlicas o persecuciones, pero la Iglessiempre los ha considerado como una extensin legtima de las enfermedades y dolencias dcuerpo y de cualquier otro tipo de sufrimiento.

3. Una Teologa de la Sanacin

En su libro, Jess de Nazaret, el Papa Benedicto XVI escribe: "El curar es una dimensiesencial de la misin apostlica y de la fe Cristiana en general". Incluso se puede decir que cristiandad es: "una religin teraputica, una religin de sanacin. Cuando se le entiende a univel suficientemente profundo, esto expresa el contenido completo de la redencin"22. La

19 Ibid, pgina 313. 20 Instruccin I, 3 de Oraciones de sanacin, pgina 313.21 M. Calisi en Oraciones de sanacin. 22 Papa Benedicto XVI, Jess de Nazaret (Ciudad del Vaticano: Librer a Editrice Vaticana, 2007), pgina 176.


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salvacin en Cristo es en ltima instancia la curacin de la herida ms profunda de lhumanidad: la herida de nuestros pecados y de nuestro alejamiento de Dios. Por el contrario, plenitud del curar es el perdn de nuestros pecados y la restauracin de la comunin con Dio"Quien verdaderamente desee curar al hombre, deber verlo en su concepto integral y debsaber que su ltima curacin slo puede ser el amor de Dios"23

Con el poder del Espritu Santo, el Seor resucitado contina manteniendo presentes en lIglesia las obras de curacin y salvacin que l realiz durante su vida en la tierra. El Catecismensea que al igual que Jess toc y san al enfermo durante su ministerio en la tierra, as en lsacramentos Cristo contina "tocndonos" para sanarnos" (1504). La Iglesia "cree en la presencdadora de vida de Cristo, el doctor de almas y cuerpos. Esta presencia est particularmente activatravs de los sacramentos, y en una forma especial y completa, a travs de la Eucarista, el pan qproporciona vida eterna y que San Pablo sugiere est conectado con la salud del cuerpo" (1509Es por esto que, como destac el Obispo de Monlon, " la Renovacin Carismtica Catlicsiempre busca deliberadamente orar por sanacin dentro de un marco sacramental... Esta relaci

entre las oraciones de sanacin y los sacramentos... se debe principalmente al instinto de fe, que enlos Catlicos busca integrar los carismas con la vida sacramental catlica en su conjunto, la que a su vse descubre a travs de la gracia de la efusin del Espritu Santo".24 Un encuentro con el podersanador de Cristo en un contexto sacramental, que muchos han experimentado en la RenovaciCarismtica, puede contribuir a una renovacin de la fe sacramental, una conciencia ms profunde que el Seor resucitado est presente y acta personalmente en los sacramentos para comunicargracia que da vida.

La doctrina catlica sobre la Palabra y los Sacramentos le da expresin teolgica al testimonbblico sobre la proclamacin del Reino y los signos visibles de su advenimiento. En la teologrenovada del Catecismo de la Iglesia Catlica, la proclamacin de la Palabra siempre precede a celebracin de los sacramentos. Cada sacramento es un sacramento de fe cuyo significado se da enPalabra de Dios. As como es un requisito de los servicios litrgicos que stos se inicien con uliturgia de la Palabra, as tambin es esencial que cualquier ministerio pblico de sanacin empiecon la proclamacin de la Palabra y su exposicin. Es a travs de la Palabra que el verdadero sanadJesucristo, es anunciado y se proclama el significado de toda curacin, como seal de una salvaciplena.

Aun cuando el ministerio de sanacin se haga fuera del contexto litrgico, nuestro marco dreferencia para entender la obra de curacin del Seor es siempre sacramental. Esto quiere decir qtodo nuestro ministerio tiene lugar en el tiempo de la Iglesia, cuando la obra de salvacin de Cristo hace presente mediante seales perceptibles a travs del poder del Espritu Santo, mientras nosotresperamos todava la plenitud de la salvacin con la resurreccin de nuestro cuerpo (Catecism1076). La Iglesia misma es el gran sacramento (signo e instrumento) a travs del cual el Espritu Sacomunica la gracia sanadora de Cristo (Catecismo 1111). De esta manera la economa sacramentproporciona el contexto adecuado para entender todo ministerio de sanacin.

Al igual que cada sacramento actualiza las obras de Jess en el presente y as prepara par

23 Ibid pgina 177. 24 Obispo A. De Monlen en Oraciones de sanacin, pgina 207. El obispo tambin hace notar que "Los grupos y comunidade

catlicas de oracin no quieren simplemente ser identificados con las oraciones de sanacin que uno encuentra en movimientoscomunidades no catlicas, donde esta dimensin sacramental es menos importante", (pgina 208).


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ciencia de los espritus malos. Aunque de ninguna manera ste sea un importantedescubrimiento, dado que la Iglesia nunca ha dejado de percibir la obra de Satans (poejemplo, la plegaria de Len XII a San Miguel),25 la experiencia de los catlicos carismticos esque a menudo sienten que la obra de

Satans no es tomada en serio por mucha gente en la Iglesia. Hay poca predicacin sobre estema y muy poca instruccin en la mayora de los seminarios; muy pocas dicesis tienen uexorcista26. Ante esta situacin, muchos catlicos en la renovacin carismtica carecen de baseslidas y son ms vulnerables a enseanzas fundamentalistas que atribuyen la obra de Dios y obra de Satans a una negligencia de las causas creadas y naturales.27 Cmo podrn los felescatlicos ser ms concientes de la realidad e influencia de espritus malignos, sin que les causemiedo o les den una atencin desproporcionada?

Discernimiento sobre los Carismas de Sanacin

La experiencia de las oraciones y del ministerio de sana-cin en la RenovacinCarismtica Catlica ha llamado la atencin sobre la distincin entre los carismas especficos dsanacin, otorgados a miembros particulares de la Iglesia para el bien de todos (1 Cor 12:7,9),las oraciones de sanacin en el poder del Espritu, hechas por cualquier cristiano. Esta diferencia se menciona al final de la Primera epstola a los Corintios 12, donde la pregunta retride San Pablo: Tienen todos carismas de sanacin? (1 Cor 12:30)28 claramente indica que,mientras todos los cristianos pueden ser vehculos de curacin, slo a personas especficas les ha dado el carisma de sanacin.29 El Catecismo tambin observa que el Espritu Santo otorgaa algunas personas carismas especiales de sanacin (1508).

En esta situacin, es importante reconocer que todos los carismas requierendiscernimiento dentro del Cuerpo de Cristo y esta es la responsabilidad particular de lautoridad jerrquica. Para los que han recibido claros carismas de sanacin y los ejercepblicamente ms all de la parroquia o de su comunidad local, es apropiado que estos carismsean discernidos por el Obispo Ordinario del lugar local.30" La prctica regular de oraciones desanacin en las parroquias locales y en los grupos de oracin, sern discernidas naturalmenpor sus lderes, los cuales estn bajo la autoridad del Ordinario del lugar.

Para muchos Obispos, el discernir sobre los carismas de sanacin es tambin algo nuevoy aqu es donde se necesita el compartir experiencias y sabidura a todos los niveles dentro de Iglesia. Podrn encontrarse caminos para que los ministerios de sanacin en la Iglesia, de

25 La versin corta de la plegaria es como sigue: "San Miguel Arcngel, defindenos en la batalla. S nuestra proteccincontra la maldad y las trampas del demonio. Quiera Dios apartarlo, humildemente te lo suplicamos. Oh Prncipe de lmorada celestial, por el poder de Dios, arroja al infierno a Satans y a todos los otros espritus malignos que merodeanpor el mundo buscando la ruina de las almas. Amn".26 Para una discusin sobre este tema, ver las obras del Padre G Amorth, Un Exorcista Cuenta Su Historia, y Unexorcista: Ms Historias, ambas publicadas por Ignatius Press (San Francisco, 1990 y 1992 respectivamente).27 Resulta una ayuda para este tema el Documento de Malinas no. 4: L.J. Cardenal Suenens, La Renovacin y el Poderde la Oscuridad (Ann Arbor: Servant / Londres: Darton, Longman & Todd, 1983).28 Obsrvese que San Pablo utiliza el plural para ambos trminos: "carismas de curaciones" en 1 Cor 12:9,28,30.29 El Arzobispo (ahora Cardenal) T. Bertone reconoce este punto en su documento del Coloquio, Oraciones de sanacinpgina 27.

30El Padre L. Cerosa sugiere aplicar el mismo criterio establecido en la ley cannica can. 1172) para otorgarle a unsacerdote licencia para practicar exorcismos (piedad, conocimiento, prudencia e integridad de vida), junto con la

"constancia en el amor por los enfermos", Oraciones de sanacin, pgina 173.


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posibles causas de la condicin que se les presenta, y este discernimiento los ayudar determinar las maneras apropiadas de ejercer el ministerio y el cuidado pastoral.

Las formas de sanacin que se experimentan regularmente en la Renovacin Carismticdescritas en Oraciones de sanacin, incluyen:

Sanacin fsica: la curacin de una enfermedad o incapacidades fsicas.35

Curacin sicolgica: la curacin de heridas a la psique humana, incluyendo heridasemocionales.36

Curacin espiritual: esto significa, sobre todo, "la curacin del pecado" que le restituye auna persona su relacin con Dios (Padre Cantalamessa).37

Exorcismo y Liberacin. La Renovacin Carismtica Catlica reconoce una distincinimportante entre estas dos formas. "El exorcismo est dirigido a la expulsin de demonios o a liberacin de una posesin demonaca a travs de la autoridad espiritual que Jess le confi a Iglesia" (Catecismo, 1673). Dado que este es un ejercicio de la autoridad espiritual dada a Iglesia, slo aquellos que estn autorizados por la Iglesia pueden ejercer un exorcismo (ver ECdigo de Derecho Cannico, canon 1172).

Por otro lado, la plegaria para liberacin est dirigida a Dios, pidindole a Dios que liberde los espritus malignos a alguien. En el Padre Nuestro le pedimos al Padre que nos libre dMaligno. Esto dara la impresin de que se nos autoriza a orar por la liberacin de alguno quparezca estar bajo la influencia del Maligno. Las presentes Directrices no tratan en formdirecta de las cuestiones relacionadas con el exorcismo o la liberacin, porque a menudinvolucran situaciones e intereses distintos a los de oraciones de sanacin.

Otras nuevas formas de oraciones de sanacin que requieren ms estudio, discernimienty supervisin pastoral, aunque no estn tratadas en forma directa en Oraciones de sanacin, encuentran en algunos grupos carismticos y son recomendadas en algunos libros ampliamenledos:

Curacin de Recuerdos. Como se mencion antes, este concepto fue destacado por Juan

Pablo II en su enseanza relacionada con el Ao del Gran Jubileo.38

"Esta purificacin tienecomo objetivo la liberacin de la conciencia personal y comunitaria, de todas las formas dresentimiento y violencia que son el legado de faltas pasadas"39. La importancia de esteconcepto es que extiende el ministerio de sanacin ms all de las heridas individuales hasta l

35 Hermana B. McKenna en Oraciones de sanacin, Pginas 226-230.36 "La gracia de la curacin sicolgica siempre canaliza la gracia de reconciliacin en los tres principales nivelesracionales del ser humano: una relacin con Dios, una relacin con otros y una relacin con ellos mismos". P. Madre enOraciones de sanacin, pgina 233.37 Padre R. Cantalamessa en Oraciones de sanacin, pgina 219. En su documento, el Padre Cantalamessa tambinincluye la "curacin interior" bajo la "curacin espiritual".

38 Juan Pablo II, Incarnationis Mysterium (1998), pgina 11.39 Comisin Internacional de Teologa, Memoria y Reconciliacin (2000), Introduccin.


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heridas sufridas por pueblos enteros y sociedades a travs de los males del pasado.40

Curaciones intergeneracionales. Esta forma de curacin se refiere a la curacin deheridas y desrdenes transmitidos por ancestros y que a veces se le conoce como la curacin drbol de la familia.41

Cur acin de la tierra. Existe una creciente conciencia sobre la conexin entre lospecados humanos y los males que afligen a la tierra (sequas, contaminacin, inundacioneagotamiento de las especies, etctera), una percepcin que va de acuerdo con estudios ecolgcos modernos.42 Las oraciones y el arrepentimiento porlos pecados humanos que producenestas calamidades, contribuyen a que la tierra se libere de ellas.

2. Contextos de las Oraciones de Sanacin

En la medida en que la prctica del ministerio de sanacin se ha desarrollado en la

Renovacin Carismtica Catlica durante las ltimas cuatro dcadas, ha tomado variasformas y se ha ejercido en varios contextos. Esta variedad parece arrojar luz sobre laterminologa del Nuevo Testamento: "dones de curacin", en plural (1 Cor 12:9, 28, 30)Las formas tambin han variado de acuerdo a si la oracin de sanacin esrealizada porpersonas reconocidas por tener el carisma de sanacin, o por los lderes ordinarios y losmiembros de grupos carismticos.43 Un intento por clasificar estos patrones y contextos, esel siguiente.

Contextos Litrgicos

Liturgias con la celebracin del sacramento de la Uncin de los enfermos(a niveldiocesano o de decanato por el Obispo, y a nivel de parroquia por un sacerdote). Estasituacin es particularmente apropiada dado que la Uncin de los enfermos es unsacramento de curacin.44

Misas llamadas de Sanacin, con plegarias litrgicas para los enfermos y con laimposicin de manos despus de la comunin o al final de la Misa.45 Liturgias de la Palabra , seguidas de imposicin de manos sobre el enfermo, tal vez conla uncin de aceite bendito (no es la celebracin del sacramento). En tales casos, puedehaber una o ms personas imponiendo sus manos en el enfermo.

Plegarias por el enfermo durante la exposicin del Santsimo Sacramento. 46 Estaspueden tomar varias formas; por ejemplo, la que describe la Hermana Briege McKenna en

40 El Obispo J. Grech describe tal curacin de las heridas originadas en el pasado de Tasmania como colonia penal, enOraciones de sanacin, pgina 291.41 La manera de plegaria para curar se menciona por J. Pliya en Oraciones de sanacin, pgina 262.42 Esta relacin est particularmente relacionada con el derramamiento de sangre: ver la historia de Can y Abel (Gen4:10-11; ver tambin Isaas 24:1 -6; Jeremas 14:1-7; Oseas 4:1-3.43 Obispo A. De Monlen en Oraciones de sanacin, pginas 206-207.44 Catecismo, 1421.45

Catecismo, 1509; T. Villalba en Oraciones de sanacin, pgina 273; Obispo J. Grech en Oraciones de sanacin,pgina 290. 46 J. Pliya en Oraciones de sanacin, pgina 264; Obispo S. Jacobs en Oraciones de sanacin, pgina 270.


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Oraciones de sanacin.47

Oracin de sanacin despus de un servicio litrgico, no directamente relacionadocon la sanacin: despus del final de la Misa, despus de las Vsperas, despus de laBendicin del Santsimo Sacramento.

Oracin de sanacin, particularmente de sanacin interior, durante elsacramento de reconciliacin.48 Esta es una manera en la que el confesor puede "guiar alpenitente con paciencia hacia su curacin y madurez plena".49

Las oraciones de sanacin que tienen lugar en contextos litrgicos como las que semencionan antes, son distintas de las oraciones litrgicas de sanacin, mencionadas en laNormas Disciplinares de la Instruccin, artculos 2-4. Las oraciones de sanacinpropiamente litrgicas se celebran de acuerdo a los ritos establecidos en elRituale

Romanum y, "se realizan en el nombre de la Iglesia, por personas legalmente delegadas y atravs de acciones aprobadas por la autoridad eclesistica" (ver El Cdigo de DerechCannico, canon, 834.2). Los servicios de sanacin, propiamente litrgicos, pueden tener lugslo con el permiso explcito del Obispo diocesano.

Contextos no litrgicos

Reuniones especiales para el ministerio de sanacin . Son un servicio no litrgicoanunciado como una reunin para oracin de sanacin, dirigido regularmente por alguien coun reconocido carisma de sanacin (con frecuencia, un sacerdote o un religioso).

Reuniones de oracin que incluyen un tiempo para rezar por personas que tienennecesidades especiales, que naturalmente incluyen a aquellos que necesitan sanacin, ya seafsica o interior (lo que es una situacin comn en las reuniones carismticas de oracin). Estno son por s mismas reuniones de sanacin, sino asambleas donde tiene lugar una oracin dsanacin.

Respuestasad hoc 50 a algunas necesidades. Cuando los cristianos encuentran genteenferma, dondequiera que estn, pueden orar por su curacin, algunas veces imponiendo sumanos en ellos.

Reuniones de grandes muchedumbres. stas, se realizan a menudo al aire libre, enclimas tropicales; o en centros o recintos para grandes convenciones, en climas ms templadoAlgunas de ellas tienen propsitos evangelizadores explcitos. Algunas incluyen la imposicide manos por individuos o por pequeos equipos que trabajan juntos. Algunas otras no incluyimposicin de manos, pero s una oracin colectiva de toda la audiencia al mismo tiempo, 47 "El Santsimo Sacramento es expuesto en la manera apropiada y despus de un perodo de veneracin y adoracin, ePadre Kevin toma la custodia y camina alrededor de la iglesia y entre la gente, bendicindolos; mientras tanto yo rezopor todas sus necesidades, utilizando el micrfono", (pgina 228). 48 Obispo J. Grech en Oraciones de sanacin, pgina 292.49 Catecismo, 1466. 50 Ad hoc es una locucin latinaque significa literalmente para esto. Generalmente se refiere a una solucin

elaborada especficamente para un problema o fin preciso y, por tanto, no es generalizable ni utilizable para otrospropsitos. Se usa pues para referirse a algo que es adecuado slo para un determinado fin. En sentido amplio,ad hoc puede traducirse como especfico o especficamente.
http://es.wikipedia.org/wiki/Locuci%C3%B3n_latinahttp://es.wikipedia.org/wiki/Locuci%C3%B3n_latina


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bien oraciones colectivas para la sanacin de enfermedades particulares (algunas veceasociadas a "palabras de conocimiento").

3. Directrices para Oraciones de Sanacin

Aquellos que propician la generosa distribucin de carismas del Espritu, le brindan ugran servicio al bien comn (ver 1 Cor 12:7), si lo hacen respetando el orden correcto en lIglesia. El Vaticano II ensea el doble principio basado en las Escrituras que: "De la aceptacide estos carismas... se deriva, para cada creyente, el derecho y el deber de utilizarlos en lIglesia y en el mundo... en la libertad del Espritu santo que "sopla donde l quiere' (Jn 3:8Esto lo debe hacer el seglar en comunin con sus hermanos en Cristo, especialmente con supastores, quienes deben hacer un juicio sobre la verdadera naturaleza y el uso adecuado de estdones..." (Apostolicam Actuositatem, 3). A este fin, las siguientes directrices representan uninterpretacin autorizada de las Normas Disciplinarias de la Instruccin para las Oraciones dsanacin, a la luz de los principios sealados en la Parte II antes citada, para ayudar a aplicarlen situaciones pastorales especficas.

Integracin con la Liturgia y los Sacramentos

Los sacramentos, especialmente la Eucarista, son el lugar privilegiado en el que Cristcomunica su poder de curacin y hace misteriosamente presente en la Iglesia las obras qurealiz durante su vida en la tierra. An cuando la oracin de sanacin se haga fuera de lliturgia, nuestra prctica del ministerio de sanacin debe conformarse con la comprensiteolgica y sacramental, descrita antes (captulo II, 3).

Las oraciones de sanacin que se realizan dentro de contextos litrgicos, como se

describen antes, deben asegurar que la Santa Misa y el Santsimo Sacramento no se vuelvainstrumentos para el beneficio de las oraciones de sanacin, sino que se respete su propifinalidad, que es la de atraer al creyente a una comunin espiritual con Cristo51. El artculo 7 dela Instruccin trata de estos abusos, y no pretende prohibir el ejercicio del carisma de sanacien los contextos litrgicos antes descritos.

Los que organizan reuniones no litrgicas de oraciones de sanacin, deben tener cuidaden evitar cualquier confusin con verdaderas celebraciones litrgicas (Artculo 5,2), nincluyendo formas copiadas o que parezcan celebraciones litrgicas. El Artculo 1 recomiendaunque no lo requiere, que cuando se celebren estas reuniones en una iglesia o en otro lugasagrado, las oraciones sean dirigidas por un ministro ordenado. Como la Instruccin ya lo hhecho notar, el Espritu Santo no restringe el don de curacin a ninguna categora dparticipantes (I, 5).

Ya sea que los servicios de sanacin sean litrgicos o no litrgicos, es imperativo queexista la proclamacin de la Palabra de Dios (ver el captulo II antes mencionado). El lugcorrecto de la Palabra de Dios es una salvaguardia contra cualquier prctica de curacin que sintrovertida y en peligro de usar las cosas para Dios con propsitos egostas, que no tienen naque ver con el Reino de Dios. Conducta en el Ministerio de Oraciones de Sanacin

Los que ofrezcan oraciones de sanacin, deben orar con el espritu de fe expectante qu51 Instrucciones I, 5 de Oraciones de Sanacin, pgina 316.


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ocasion que el Seor maravillara (ver Mateo 8:10); pero an as, deben dejar en sus manos resultado de su oracin. Cuando no ocurra una curacin perceptible, no deber culparse a persona enferma por su falta de fe, como si uno presumiera comprender la voluntad de Dios pudiera ver el interior del alma de la persona. Ms bien, se deber alentar a la persona enfermpara que persevere en su oracin y en su confianza en Dios, ya sea que Su voluntad quiera uncuracin futura, o la gracia de aceptar el sufrimiento.

Cuando ocurra una curacin perceptible, es adecuado tener un prudente cuidado parverificarla, pero tambin aceptarla con gozo y agradecimiento, como ocurri con Jess duransu vida en la tierra: "Toda la multitud de los discpulos empezaron a regocijarse y alabar a Diocon gran voz, por todos los portentos que haban visto" (Lucas 19:37). La directiva dada a "lque dirijan servicios de sanacin... que procuren mantener una atmsfera de devocin pacficen la reunin" (Instruccin, Artculo 9), no tiene la intencin de prohibir las expresiones dalabanza gozosa. Ms bien, esta directiva debe ser entendida a la luz del mandato anterior econtra de "cualquier cosa que pareciera histeria, artificialidad, teatro, o

sensacionalismo"52

.(Artculo 5, 3). Como San Pablo orden: "Todas las cosas deben hacerse enforma decente y con orden" (1 Cor. 14:40). El foco de atencin no es sobre la curacin en smisma, mucho menos en la persona que dirige las plegarias, sino en el Sanador divino a quiese le pide la curacin. La Renovacin Carismtica ubica adecuadamente el nfasis en lasanaciones como una seal del amor compasivo del Seor, ms que como "milagros en los quse enfatizan caractersticas mdicamente inexplicables o apologticamente indiscutibles"53

Al igual que aquellos que proclaman el evangelio son llamados a reconocer la importancde las curaciones, as aquellos que practican las oraciones de sanacin deben siempre ver sministerio dentro del contexto de la evangelizacin. Es importante que las curaciones nuncsean consideradas como aisladas, como eventos individuales, sino ms bien como momentos gracia dentro de un proceso de conversin en la vida de las personas que las reciben.54 Los queejercen el ministerio de oraciones de sanacin, deben procurar siempre llevar a los que lasolicitan, especialmente tratndose de los no creyentes, a la plenitud de la sanacin, que es salvacin en Cristo a travs de la fe y del bautismo.

Los lderes deben ser cuidadosos en mantener un enfoque consistente en la proclamacide Jess y evitar una excesiva dependencia de los mtodos y de las tcnicas, que disminuyen elemento de la fe y la oracin. El nfasis siempre deber ponerse en la generosidad del Seoque acta cuando y como sea su voluntad, en maneras que van ms all de lo que los ministrode sanacin pueden anticipar.

El Ejercicio de los Carismas de Sanacin

Como se mencion antes, el Espritu Santo concede carismas particulares a ciertosindividuos para obtener sanaciones. La Instruccin enfatiza que no debe considerarse que estdones se otorgan a priori a cierta clase de personas, sean clrigos, lderes de grupos de oracio seglares55. Ms bien, el Espritu "asigna sus dones a cada uno segn su voluntad...y distribuygracias especiales entre los fieles de cualquier rango" (Lumen Gentium, 12).

52 Arzobispo (ahora Cardenal) T. Bertone en Oraciones de Sanacin, pgina 29.

53Obispo A. De Monlen en Oraciones de sanacin, pgina 206.54 Ibid, pgina 209.

55 Instruccin, I, 5 en Oraciones de sanacin, pginas 316-317.


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comunin y en antropologa, particularmente en lo que se refiere al papel de Dios, al papel dlos espritus malignos, y al papel de las causas personales y sociales. Por lo tanto, se exhorta que algunos de aquellos, que han tenido una prolongada experiencia en el ministerio dsanacin, colaboren con telogos preparados y documentados para producir trabajos dinstruccin para beneficio de quienes vendrn despus de ellos.

Formacin Teolgica en General

No hay mucho ms que decir despus de lo que aqu se ha expuesto. En tanto que lateologa de salvacin se abra para abarcar todos los niveles de sanacin salvfica, ser normque, en la formacin teolgica general, se impartan enseanzas, no slo acerca de laregeneracin y santificacin, sino tambin sobre la curacin sicolgica, como parte de la redecin, y sobre la sanacin fsica, como una seal del Reino venidero.

5. Carismas y PeligrosCuando se considera el tema de los carismas, y tal vez especialmente las manifestacione

que pueden acompaar al ejercicio de los carismas, es fcil concentrarse en los peligros. Puedexistir la tentacin de pensar que la vida de la Iglesia sera ms fcil y tranquila sin ellos.57

Sin embargo, reconociendo que estamos hablando de dones del Espritu Santo, dados parel crecimiento del cuerpo de Cristo, queremos empezar por los dones y responder a ellos couna profunda gratitud hacia Dios, que generosamente derrama tales bendiciones. La gratitud porestos dones que el Seor nos da, siempre ser mayor que nuestros miedos sobre los problemapastorales y posibles abusos de los mismos 58

Los peligros asociados con las oraciones de sanacin son a menudo mayores que en otrareas del ministerio, debido a las intensas esperanzas que surgen en los enfermos por lposibilidad de ser curados. La vulnerabilidad del enfermo y el elemento de "poder" que exisen la sanacin, pueden crear condiciones en las que pueden ocurrir explotaciones de diferenttipos. Es importante enfatizar que la respuesta inteligente al abuso es fomentar el uso apropiadLa proteccin ms enrgica contra el abuso es urgir la absoluta necesidad de que todos loministros de sanacin persigan la santidad de vida. Una segunda fuente esencial de protecciconsiste en reportar a las autoridades superiores todo lo involucrado con la sanacin. Un tercnivel de proteccin es el compaerismo y el sentido de comunidad dentro de la Iglesia59. Loscarismas de sanacin se encuentran entre los muchos carismas derramados en el Cuerpo dCristo, y no son autnomos, sino que necesitan ser ejercidos dentro del Cuerpo y en relacicon todos los otros ministerios y dones dentro de la Iglesia.

57 Ver Josef Cardinal Ratzinger (ahora el Papa Benedicto XVI), "Los Momentos Eclesisticos: Una. Reflexin sobre SuLugar en La Iglesia en el Concilio Pontificio Para Seglares (ed.), Movimientos en la Iglesia. Procesos del CongresoMundial de Movimientos (Ciudad del Vaticano, 1999), pginas 23-51.58

Ver los comentarios del Obispo A. De Monlon en Plegarias para Curar, pgina 202.59 Juan Pablo II, Christifdeles Laici, 31.


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Documents

Direct Rices Para Oraciones de Sanacion