7/25/2019 Discurso de Antonio Garca de Len.
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-DR. ANTONIO ARMANDO GARCA DE LEN:Seor Presidente de la
Repblica,
licenciado Enrique Pea Nieto; seor Secretario de Educacin
Pblica, licenciado
Aurelio Nuo Mayer; distinguidos miembros del jurado; todos y
todas aqu
presentes:
Quiero agradecer, en nombre de todos los galardonados, esta
distincin que nos
confiere el Gobierno de la Repblica. Algo que recibimos de
conformidad, en tanto
que significa el reconocimiento a diversos saberes y
experiencias acumulados a lo
largo de nuestras vidas, por dcadas de trabajo, investigacin y
docencia.
Un reconocimiento al quehacer cotidiano en diversos campos del
arte, las ciencias
y las tradiciones populares; una suma de habilidades a las que
hemos llegado por
caminos, a veces, inesperados.
En lo personal, quin lo hubiera credo que en los aos 70, en los
Altos de Chiapas,
en donde hacia mi trabajo como lingista, asistiendo a una reunin
en una pequeacomunidad Tzeltal, los mayores me hubieran puesto
contra la pared, exigindome
que en lugar de hacer las cartillas en su lengua, a las que me
haba comprometido,
hiciera algo que era ms importante y til para su
sobrevivencia.
Y esto, era ir en busca de los ttulos primordiales concedidos
por la Corona
Espaola, en reconocimiento de la legitimidad de sus linderos y
tierras, de las que
haban sido despojados a lo largo de los siglos.
As fue como llegamos a los archivos de Guatemala, a cuya
capitana colonial haba
pertenecido Chiapas.
Nos sumergimos en los expedientes de tierras, hasta encontrar
las probanzasrequeridas. Y regresamos, no slo con ellas, sino con
un mar de documentos que
testificaban una historia de despojo, violencia, agravios y,
sobre todo, la resistencia
tenaz que las comunidades de Chiapas haban mantenido por siglos
contra todo
tipo de dominaciones.
Con esos pliegos originales podran demostrar legalmente, la
legitimidad de sus
demandas y recuperar las tierras que les haban sido arrebatadas
en una larga
historia.
Esa memoria estallada en fragmentos tena que ser contada, porque
haca parte de
su propia identidad.
As, vertiginosamente y sin siquiera proponrmelo, haba cambiado
de oficio y haba
entrado en el tnel de la historia que es la metfora del tiempo
por el que he vagado
desde entonces; buscando que este ejercicio como el de cualquier
artesano,
estuviera lo mejor acabado y tuviera la utilidad que
originalmente motiv nuestro
trabajo; sagas completas de aquella historia, historias nicas,
el engranaje del
poder, la complicidad del dinero, los juegos entrelazados y
sutiles de la vida
cotidiana, quedan al descubierto en la medida en que se
entrelazan pausas y
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relaciones, que se reflejan en el ahora como si con todo esto,
uno tuviera el poder
de reanimar el tiempo pasado, cuya consecuencia til es el
presente.
Porque la historia es una coral, entrelazada de tiempos
discontinuos, de vivencias
en las que todos estamos involucrados y comprometidos, sin tener
a veces, plenaconciencia de ello.
Yendo al encuentro de esas experiencias que nos han alimentado
podra decirse
que muchas veces en nuestro trabajo el desaliento se hace
presente y se acenta
en tiempos de incertidumbre y violencia como los que ahora
vivimos.
En un pas en que millones de personas carecen, angustiosamente,
de lo mnimo
necesario y la desigualdad es parte de los usos y
costumbres.
Y para ese desaliento, sin embargo, compensado muchas veces por
lo que se vive
en el aula y por los resultados de nuestro quehacer, slo vale
empujar hacia
adelante.
El desafo est en el futuro, ya que la historia es un movimiento
continuo con
avances y retrocesos, con resultados a veces trascendentes y en
otras ocasiones
marcada por la incomprensin, la impaciencia de largos periodos
de maduracin.
Todos los aqu presentes hacemos parte de esa historia que sin
remedio nos
impulsa hacia el futuro, con la esperanza de que las jvenes
generaciones que
hemos formado en las aulas y en los laboratorios, se haga cargo
de un relevo
generoso y recupere nuestros ttulos primordiales.
Muchas gracias.
