Discurso Politico N°14 "Posesión de nuevas autoridades territoriales del Movimiento Alianza PAIS"

Movimiento Alianza PAIS DISCURSOS POLÍTICOS

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Posesión de nuevas autoridades territoriales del Movimiento Alianza PAISQuito, 18 de diciembre de 2014

Centro de Convenciones Quitumbe

DISCURSOS POLÍTICOS

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Discurso del Presidente Nacional del Movimiento Alianza PAIS

Rafael Correa Delgado

Abrazos fraternos, felicitaciones a todas y a todos.

Realmente estoy muy emocionado. Vemos y somos testigos de cómo se con-solida el Movimiento... esta reunión multitudinaria llena de unidad, llena de convicción; las estrategias, los adelantos tecnológicos tan importantes,

y eso nos debe identificar.


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Debemos saber llegar a cada sector en su propio lenguaje pero con ejes trans-versales, debemos poner el acento y eso lo vamos a decir el próximo 15 de enero. Ya hemos cambiado el poder político en función de las grandes mayorías; ese es el primer paso y de allí se viene la parte técnica, se requiere talento humano ciencia, tecnología, innovación. Debemos hablar, enfatizar mucho aquello, pero también practicarlo mucho. ¡Qué bueno que Alianza PAIS esté tecnificándose!, esté accediendo a nuevas formas de comunicación que, como veremos, era una cosa que nos fallaba y nos fallaba grandemente.

Pero primero un inmenso abrazo a todas y a todos. Gracias, gracias por dedicar tiempo a los problemas colectivos, gracias por preocuparse por los problemas co-munes, gracias por poner su granito de arena para la construcción de la Patria nueva, sacrificando tiempo de trabajo, tiempo de familia y tiempo de ocio. Mu-chas gracias a todas y a todos por estar aquí. Un abrazo también a las hermanas y hermanos del exterior que nos siguen en este momento en tiempo real. Un salu-do a los representantes de los medios de comunicación social… No se preocupen, ya me he de equivocar en algo para que eso lo saquen en los noticieros; no ellos, ellos son trabajadores muchas veces explotados; muchos nos apoyan, pero los dueños… ustedes saben, no agachamos la cabeza ante el poder mediático y nos la tienen jurada, cuentan los días para que se acabe este Gobierno. Y puede ser que el Gobierno de Rafael Correa se acabe, en buena hora. Lo que nunca se va a acabar es la Revolución Ciudadana, compañeros.

Un saludo a los señores delegados del Consejo Nacional Electoral; muchas gra-cias por su apoyo en este ejercicio democrático, inédito, sin precedentes que ha hecho Alianza PAIS. Un saludo, por supuesto, a ustedes, compañeras, compañe-ros, directores, subdirectores provinciales, cantonales, parroquiales distritales, del exterior, electos en sufragio secreto universal, profundamente democrático; electos para el período 2014-2016. Se encuentra también el compañero Javier Ponce, Defensor del Adherente; el compañero Carlos Marx Carrasco, presidente de la Comisión de Ética y Disciplina. Un saludo también a los demás miembros de la comisión. Guillaume Long, presidente de la Comisión de Relaciones Inter-nacionales y demás miembros de la comisión. ¡Si supieran cómo en toda Améri-ca Latina y el mundo siguen con mucha atención lo que está sucediendo en Ecua-dor, lo que está sucediendo con la Revolución Ciudadana, lo que está sucediendo con Alianza PAIS! Un saludo al compañero Pavel Muñoz, presidente del Instituto de Análisis Político y demás miembros del mismo; al compañero Fander Falco-ní, presidente de la Comisión de Formación Política y a todos los miembros de la comisión; al compañero Luis García, representante de la Comisión de Organi-zaciones Sociales; al compañero Santiago Correa, representante de la Comisión GAD; a los compañeros integrantes de los 27 tribunales electorales provinciales


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y del exterior; a los compañeros militantes en el exterior que me están viendo y escuchando. Y por supuesto, en la prelación revolucionaria, los que antes eran los más importantes tan solo son los primeros servidores y por eso se los nombra al último. Un saludo a los compañeros de la mesa directiva: Luis Chocho Mon-je, Secretario Nacional de Organización Territorial; Consuelo Hidalgo, Secretaria Nacional de Comunicación Política; Oscar Bonilla, Secretario Nacional de Acción Política; Gabriela Rivadeneira, representante de la Comisión de Coordinación del Bloque Legislativo; Javier Nino Serrano, presidente de la Comisión electoral y de-más miembros de la comisión. Un saludo también, un especial saludo, a nuestra compañera Doris Soliz, Secretaria Ejecutiva del Movimiento Alianza PAIS. Por supuesto, un abrazo fraterno al compañero Jorge Glas, vicepresidente del Movi-miento Alianza PAIS y vicepresidente de la República.

¡Cómo vuela el tiempo, queridas compañeras y compañeros!, pero debemos re-cordar por allá, por el 2006: saqueo, entreguismo, traición; un país colapsado, Ecuador ejemplo de todo lo malo. Son las cosas que más nos preocupan. Vamos a cumplir ya ocho años en el poder. El poder no es malo siempre y cuando se lo uti-lice para servir. No se puede cambiar estructuras tan injustas en América Latina, por ejemplo, sin el poder. Siempre habrá lugar para la solidaridad, para la caridad


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bien entendida, pero para acabar con la pobreza socioeconómica se requiere po-der político y el poder político no solo era ganar elecciones en América Latina, porque todo estaba listo para que nada cambiara, así se barriera en las urnas. Recuerden que el primer año tuvimos que gobernar con los decretos de emer-gencia, tuvimos que jugárnosla por entero; hacer asamblea Constituyente, etc., para realmente cambiar ese poder político en función de las grandes mayorías.

Vamos a cumplir ocho años en el Gobierno y muchos jóvenes que crecieron con la Revo-lución pueden creer que siempre fue así; un Gobierno realmente democrático, represen-tante de su gente, honesto, trabajador como ellos, patriota como los ecuatorianos; un país con carreteras, un país con educación gratui-ta que cada día mejora su calidad, con salud, con energía, con políticas soberanas, con pre-sencia en la región.

Por eso algunas veces sí es bueno recordar de dónde venimos para saber hacia dónde vamos. Recuerden en el 2005, Ecuador ejemplo de todo lo malo: entre-guismo saqueo, traición crisis. Nosotros fuimos los primeros indignados, luego se indignó el mundo cuando vino la crisis internacional y se evidenció el domi-nio completo del capital sobre los seres humanos, pero los ecuatorianos fuimos los primeros indignados ante tanta explotación y de ahí surge, casi espontá-neamente, esta explosión ciudadana que se llamó Alianza PAIS, este sueño co-lectivo, y ganamos las elecciones presidenciales.

Pero fue un proceso inédito, diferente al de otros procesos progresistas de Amé-rica Latina: Nicaragua con el sandinismo, cuántas décadas de lucha, de cons-trucción; Lula da Silva con el Partido de los Trabajadores en Brasil ganó en su cuarta candidatura presidencial, llevaba décadas de consolidación el Partido de los Trabajadores; Evo Morales, la tradición de los movimientos sociales en Bo-livia es centenaria; la misma Cristina y Néstor Kirchner, el Partido Justicialista tiene más de medio siglo; la izquierda, el socialismo en Chile también décadas de lucha; el propio Hugo Chávez en Venezuela con el Movimiento Quinta Re-pública llevaba varios años antes de acceder al poder y con una organización, por la formación de su líder, con mucha disciplina, con mucha capacidad en lo militar por ejemplo, para organizarse.

Nosotros llegamos al ejercicio del poder, les insisto, con un movimiento espontá-

Recuerden en el 2005, Ecuador ejemplo de

todo lo malo: en-treguismo saqueo,

traición crisis.


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neo sin estructuras, sin organización, sin experiencia, porque no éramos los po-litiqueros que toda la vida habíamos estado de diletantes para ver si algún rato nos tocaba algún cargo; éramos uno más de esos forajidos, de esos ciudadanos indignados y llegamos al poder sin esa organización política que respaldara al Gobierno y ni siquiera entendíamos bien cuál era el espacio de esa organización política, hasta tal punto que los primeros años nuestro primer Secretario Nacio-nal, compañero Ricardo Patiño, debía dividir su tiempo entre las funciones de ministro y de secretario, en lo que fue, desde el inicio, el Movimiento político más grande de este país. Luego se consolidaron un poco las cosas en el 2010 con la convención en Guayaquil, cuando llega a la Secretaría Ejecutiva del Movimiento, ya con tiempo completo, nuestro compañero Galo Mora. Pero de todos modos, les insisto, nos faltaba experiencia. No identificábamos bien cuál era el rol del Gobierno, cuál era el rol del Movimiento. Algunos podían pensar que era sufi-ciente con el Gobierno para consolidar el proyecto político, hasta que llegó el 23 de febrero de este año [2014], y nos demostró claramente lo importante que es la organización desde el territorio, para sostener este proyecto y sobre todo en la nueva etapa que debemos enfrentar, donde esto no puede depender de personas sino de una organización política consolidada.

Desde el 2006 hemos logrado diez victorias electorales consecutivas, que ava-lan el respaldo a la Revolución Ciudadana, pero el 23 de febrero de 2014 tuvimos importantes reveses sobre los cuales hay que reflexionar. Es verdad que ningún movimiento nacional obtuvo siquiera la mitad de los votos que obtuvo Alianza PAIS. Que escuchen los compañeros de la prensa (le pasan a los dueños, no sean malos): ningún movimiento nacional obtuvo siquiera la mitad de los votos que obtuvo Alianza PAIS. Sin duda alguna vencimos en esa elección, pero no ganar en 20 de 24 municipios de las capitales provinciales ni en 16 de los 20 más pobla-dos, fue obviamente leído como una contracción de la fuerza política de nuestro Movimiento.

Como para los de siempre, el principal peligro es el Presidente, este resultado se lo quiso ma-nipular como un rechazo a él. Ojalá hubiera sido así; sería más fácil de remediar. Pero la rea-lidad objetiva es exactamente la contraria. Fue-ron las primeras elecciones donde no participó el Presidente en la papeleta como candidato y el resultado, aunque vencimos, fue muy leja-no al de las abrumadoras victorias anteriores.

Nosotros estábamos acostumbrados a ganar por goleada y nuestros opositores a perder por goleada; les ganamos pero sin goleada y se creyeron vencedores.

Éramos uno más de esos forajidos, de

esos ciudadanos in-dignados y llegamos

al poder.


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Alianza PAIS barrió en los comicios presidenciales de 2013. Recuerden que ga-namos en todas las circunscripciones electorales salvo en Napo. Barrimos en los comicios presidenciales de 2013 con más del 57% de los votos válidos, lo que significó nuestra segunda victoria presidencial en una sola vuelta; sin embargo, nuestra votación, como Movimiento, el 23 de febrero alcanzó tan solo y con mar-cadas diferencias regionales, el 37% nacional frente al 57% del Presidente. Y aquí, compañeros, como lo dijimos en la Cuarta Convención de Esmeraldas el Primero de Mayo, aquí está el mayor desafío de Alianza PAIS: para poder garantizar la continuidad de la Revolución Ciudadana es necesario alcanzar un apoyo como movimiento, como proyecto político, como organización política y es necesario alcanzar un apoyo consistente de al menos el 50% en elecciones pluripersonales.

Triunfamos el 23 de febrero porque las demás fuerzas estaban dispersas. Y no son tontos; lo saben, por eso van a buscar arreglar todas sus diferencias para hacer-nos “carga montón”, como han intentado todos estos años; unirse contra noso-tros y luego pues sí destriparse entre ellos, porque sus ambiciones sobrepasarán cualquier unión momentánea en función de lo que consideran su adversario co-mún: la Revolución Ciudadana.


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Debemos estar conscientes de que triunfamos el 23 de febrero porque las demás fuerzas estaban dispersas, no porque Alianza PAIS fuera mayoría absoluta. Esto es grave, porque vuelve muy vulnerable a la Revolución, dependiente de un Go-bierno y peor aún, de una persona y no de un proyecto político representado en una organización política.

Pero muchas veces se aprende más de los re-veses que de los éxitos y hemos sacado lec-ciones; aprendemos de nuestros errores. Las elecciones del 23 de febrero evidenciaron gra-ves deficiencias que teníamos como organi-zación política; por ejemplo, en primer lugar, una organización territorial ineficiente. En los comicios nacionales prevalece la gestión del Gobierno, en los comicios locales prevalecen las lógicas locales, en consecuencia, la organi-

zación en el territorio, del Movimiento, es fundamental. Créanme, si algo apren-dimos es que si tenemos 221 cantones, son 221 lógicas diferentes. No hay reglas, no hay parámetros. En las últimas elecciones los viejos derrotaron a los nuevos y viceversa; se ganó en lugares donde fue el Presidente y también viceversa; se perdió en lugares donde no fue el Presidente y también viceversa; se ganó en lugares con alta inversión pública y también nuevamente viceversa, se perdió en lugares con alta inversión pública y también viceversa; es decir, no hubo lógica. Y por eso necesitamos esa organización territorial.

También hubo una inexistente estrategia partidista. En las últimas elecciones fue evidente la falta de estrategia de una construcción partidista. El Movimiento estuvo operando en forma espontánea, sin una hoja de ruta, a partir de las inicia-tivas que impulsaban sus propios miembros en cada provincia, cantón o parro-quia. Que haya diferentes lógicas locales no significa que no haya una estrategia transversal y obviamente particular para cada territorio, pero esa estrategia no existió y al no existir una estrategia, menos aún ejecución y evaluación de un plan de organización y formación partidaria, los organismos de dirección y los comités de revolución ciudadana no tuvieron conducción y en muchos casos se constituían con fines oportunistas, tan solo para tener incidencia en la defini-ción de candidaturas y otras designaciones públicas.

Se llegó a casos extremos que no deben repetirse. No podemos engañarnos no-

Muchas veces se aprende más de

los reveses que de los éxitos y hemos sacado lecciones.


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sotros mismos. Debemos ser muy exigentes, cada día revolucionar la revolución. Ya tenemos demasiados adversarios que quieren acabar con este proceso histó-rico en función de sus mezquinos intereses como para nosotros descuidarnos un segundo. Caso extremo, por ejemplo: Quito, donde se informaba que había 1200, 1300 comités de la revolución ciudadana y cuando los convocamos fueron 400 personas. No existían esos comités, peor aún estrategias, conducción política de algo que no existía.

Otro factor que determinó los reveses del 23 de febrero: los intereses individuales sobre los colectivos y esto es sencillamente intolerable en un movimiento ciuda-dano no de politiqueros como es el nuestro.

Alianza PAIS: estaba organizada la carta para contentar a todo el mundo. Había diferentes métodos de elección, designación de direc-tivas; diferentes estructuras. En una provin-cia teníamos 140 miembros en una directiva. Como decía Nino Serrano, la fórmula del éxito no la conozco pero la del fracaso es querer con-tentar a todo el mundo, y se quería contentar a todo el mundo. Lo peor es que, si eran 140, la

representación empezaba con el uno y acababa en el 140, porque se habían ale-jado totalmente de la militancia, de las bases, etc. Se nos decía que se elegía por consenso, por unanimidad, cuando en verdad se excluía a las grandes mayorías. En otra provincia eran 20 y pico, en Guayas eran 7, en otras uno; es decir, organi-zación a la carta, sobre la base de intereses, sobre la base de espacios de poder, sobre la base de tratar de contentar a todo el mundo.

Esto nunca más y aquí lo estamos demostrando, compañeros. Ahora se ha debido a procesos incuestionables, transparentes, democráticos, con una organización preestablecida y para llenar los puestos en esa organización: elecciones univer-sales.

La estructura inadecuada nos alejó de los territorios. La directiva nacional no es-taba conformada por los directores provinciales, no estaba conformada por re-presentantes de diferentes provincias o cantones, sino que muchas veces eran representantes por su aporte y participación en la Revolución, en Alianza PAIS. Otros representaban a diferentes grupos, a jóvenes, a indígenas, etc. También porque existían subgrupos que reclamaban para sí cuotas de poder. Todavía

La fórmula del éxito no la conozco pero la del fracaso es querer contentar a todo el

mundo.


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existen subgrupos dentro de Alianza PAIS y tenían que estar representados en la directiva nacional. Nuevamente, el querer contentar a todo el mundo, creyen-do que nuestro Movimiento era corporativo y esto nos alejó totalmente de los territorios.

El 23 de febrero estuvimos navegando a ciegas, compañeros, no sabíamos lo que pensaba la gente, no sabíamos lo que sentía la gente y esto no puede volver a pasar. Y hemos tenido también algunos oportunistas que solo han estado pre-sentes en el momento de elegir candidaturas.

Los intereses clientelares, la falta de organicidad, la generación de divisiones, fueron errores lamentables el 23 de febrero. El código de Ética de Alianza PAIS era irrespetado por ciertos dirigentes que se creían caciques de sus territorios. ¡Los caciques que vayan a la partidocracia, no a Alianza PAIS!

Otro error: el exceso de confianza. Y aquí de-bemos estar siempre muy atentos. Nos olvida-mos que debemos trabajar cada día como si no tuviéramos un solo voto. Con base al supuesto de que es tan fuerte el liderazgo del Gobierno y del Presidente se creía que era suficiente la foto con el Presidente, con el solo hecho de participar en la lista 35 de PAIS, que con ello se tenía asegurado el triunfo. Ese exceso de confianza nos llevó al revés y a los reveses del

23 de febrero. Olvidamos que debemos actuar, siempre, como se los manifesté, como si no tuviéramos un solo voto.

Nuestro quehacer político nunca debe estar supeditado a un calendario electoral. Lo he dicho: estamos permanentemente en campaña. Las campañas son perma-nentes no solo en fechas oficiales. La cercanía a nuestro pueblo no debe darse únicamente cuando hay candidatos ya nombrados, y esto está relacionado con algo también sumamente importante que con mucha satisfacción he visto que lo estamos superando: la ausencia de una verdadera comunicación política.

Además de mejorar sustancialmente la organización de Alianza PAIS, requerimos construir una ciudadanía con conciencia y coherencia política. Gran parte de la militancia no entendía que el proceso de la comunicación política es permanen-

Olvidamos que debemos actuar,

siempre, como se los manifesté, como si no tuviéramos un

solo voto.


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te; se dejaba convencer por la prensa de que era mejor que llegara un candidato opositor a los gobiernos locales, porque esa es la democracia, que el equilibrio de fuerzas: los conceptos burgueses de democracia, para que no cambie nada. Esa democracia reducida a tener elecciones cada cuatro años, pero sin tener salud, educación, carreteras, energía, Buen Vivir, etc. y no supimos rebatir esas mani-pulaciones, y durante años, tras las elecciones y la victoria, Alianza PAIS incluso desaparecía del escenario nacional, con un silencio casi inexplicable, que le dio un impulso a una derecha en decadencia. Alianza PAIS, como movimiento, esta-ba ausente de pronunciarse y movilizarse ante los principales asuntos de la po-lítica nacional e internacional, como que si fueran solo problemas del Gobierno: las reformas educativas, la reestructuración de los contratos petroleros, el caso Chevron, la defensa de la democracia en los países progresistas, etc.

Les insisto, gracias a Dios, aprendemos de nuestros errores y vemos que esto está cambiando rápidamente, por ejemplo, con el Encuentro Latinoamericano Progre-sista 2014, el ELAP, un éxito completo; resurgimos y posesionamos a Alianza PAIS a escala regional, y probablemente mundial. Tuvimos representantes de Grecia, de Francia, de España…, eso es bueno y debe continuar, porque la falta de pre-


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sencia y posicionamiento político permanente limita el nivel de influencia de la organización respecto a la sociedad en su conjunto, y esa sociedad considera que solo somos un movimiento electoral, presente en época de elecciones, y genera el rechazo de los ciudadanos, pero también, y no por Rafael Correa sino por el Presidente de la República, Alianza PAIS debe estar presente en defensa de su Gobierno y del Presidente. Debemos saber asumir, como dice la canción de Silvio Rodríguez: “asumir al enemigo”. (Esto lo van a sacar los medios de comunicación distorsionado mañana. Por si acaso, estoy repitiendo de una canción, “El necio”, de Silvio Rodríguez). Debemos asumir a nuestros adversarios.

Hay gente que no lo entiende; vive del romanticismo, de los mitos; no se da cuen-ta de lo que está en juego. El caso que está latente, el caso de la Conaie. Todavía algunos aspiran a que con la Conaie se dé un acercamiento, etc., cuando hemos recibido traición tras traición. No entienden que ya no representan al Movimien-to indígena, si no, nos hubieran vencido, pues en zonas indígenas vayan vean los resultados del 2013 donde arrasamos en la mayor parte de zonas indígenas. Pero sobre la base de ese cariño, de ese compromiso, pero también por mucho romanticismo, algunos todavía aspiran a atraer la Conaie a la Revolución Ciuda-dana, cuando hemos recibido traición más traición. Y, por supuesto, uno lo siente también como deslealtad, puñalada al Presidente. (No será ni la primera ni la úl-tima). Esa gente nos ha dicho “ladrones”, “genocidas”, “traidores”, pero fueron los primeros (Pachakutik) a las diez de la mañana del 30-S, de pedir la destitución del Presidente. Han puesto denuncias acusándonos de genocidas; quieren llevarnos a las cortes internacionales…, pero bueno, les insisto, eso es lo menos importante. No será ni la primera ni la última puñalada que reciba de ciertas personas que todavía creen que puede haber un acercamiento con la Conaie.

Pero también está la parte jurídica. El día sábado hablaré sobre ese comodato; la destrucción total, la desobediencia total del comodato… Y aquí tenemos una doble moral, pues si eso lo hicieran los banqueros, la Cámara de Industrias, ya nos estarían demandando hasta penalmente por no acabar el comodato, pero como son indígenas, pobrecitos, dejémosles hacer nomás. ¡Basta de ese pater-nalismo; es una de las peores formas de racismo! Pero la peor parte, la parte política, les insisto, no saber a quiénes estamos enfrentando; a uno de los ins-trumento más funcionales a la derecha, al estatus quo, porque no tienen nada que perder, porque cuando van a las urnas apenas obtienen el 3% y se prestan a cualquier desestabilización, se oponen a todo, todo el tiempo.

Debemos ser muy pragmáticos, tener los pies bien puestos sobre la tierra y saber asumir a los adversarios, compañeros, ¡ya basta de romanticismos! Pocas cosas


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nos han hecho tanto daño como el desvarío histórico de cierta dirigencia indíge-na, que hace tiempo perdió su representatividad y se ha vuelto instrumento de los grupos de siempre. En estas elecciones locales del 23 de febrero nos confiamos en encuestas y estudios anacrónicos, que demostraron ser poco confiables y so-bre esa base se eligieron las candidaturas seccionales. La adicción a los métodos tradicionales dejó al Gobierno y al Movimiento sin información de calidad, rea-lista y necesaria para ganar en las localidades. Nos daban encuestas días antes de perder plazas importantísimas para la Revolución. Las encuestas nos daban como amplios ganadores. Las encuestas son instrumentos pero no es la totalidad de la información que requerimos y lo principal es estar en contacto con la gente, en los territorios. Y ahí estuvo el problema; esto evidenció el problema de fondo, la desconexión con la gente. Nadie alertó a tiempo de lo que estaba pasando en territorios clave. Igualmente grave fue no utilizar la comunicación directa; los nuevos métodos de comunicación, teléfono, correo, puerta a puerta, Internet.

La Revolución Ciudadana ha producido una revolución en obras pero no en co-municación moderna; todavía dependiente en las técnicas de medios masivos del siglo pasado y no del contacto directo con el ciudadano, y eso no lo va a poder hacer el Gobierno pero sí lo va a poder hacer Alianza PAIS, eje de todo este proyec-to político. Y recuerden esto: la guerra sobre todo es comunicacional. No sé quién lo dijo, los medios de comunicación han reemplazado a los partidos políticos; la batalla es sobre todo comunicacional, y no necesariamente estamos ganando esa batalla, porque los medios de comunicación tradicionales están en manos de la élite; transmiten su cultura hegemónica de hacerle creer a los pobres, a las grandes mayorías, que lo que es bueno para las élites es bueno para los pobres. Tenemos encuestas, grupos focales; todavía existe, por ejemplo, animadversión al Estado, cuando el Estado somos todos, es lo público, es la representación ins-titucionalizada de la sociedad; pero si el Estado pega un juicio, qué bien que el Estado pague…, es nuestra propia plata, del mismo cuero salen todas las correas. Pero no hemos logrado cambiar esa percepción; la inconsciencia sobre la dola-rización, además la torpeza técnica, la entrega de la soberanía cuando nuestra política monetaria depende de un país extranjero, el creer que el aperturismo es la solución, todas esas cosas todavía están en el inconsciente colectivo.

A través de los medios de comunicación de las élites se transmite esa cultura he-gemónica y no hemos tenido capacidad de cambiar aquello. Ustedes van donde un pobre y le preguntan si hay demasiados impuestos y les dice “sí, hay dema-siados impuestos”, cuando los pobres en el país no pagan impuestos, ni siquiera el IVA; el 90% de la canasta básica está exenta del IVA; cuando somos un país todavía con recaudación de impuestos con respecto a su PIB por debajo del pro-medio de América Latina y muy por debajo del promedio de los países más de-


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sarrollados; pero le preguntan a cualquier ciudadano, a un pobre si hay muchos impuestos, “sí, hay muchos impuestos”, porque lo ha leído en la prensa corrupta. La batalla es comunicacional.

También, lo que están tratando de posicionar es el supuesto principio de la alternancia, la alternancia como base de la democracia in-cluso sobre el derecho al sufragio, que sí es la verdadera base de la democracia. ¿Y cuál es la alternancia de nuestra burguesía, de nuestras élites? Vayan vean desde cuándo participa en gobierno tras gobierno el banquero que quiere ser presidente; por lo menos desde inicios de los noventa. Y su primo hermano José Ayala Lasso, desde los setenta, como canciller de la dictadura, luego canciller de Alarcón, luego canciller de Mahuad, el que entregó la base mi-litar de Manta a los norteamericanos. Esa es la alternancia de la burguesía, cambia el nombre

de quien está en la cabeza pero las mismas argollas permanecen siempre en el poder: la democracia y alternancias de nuestras burguesías donde no arriesgan nada porque da lo mismo que esté tal o cual persona, pues estaban los mismos grupos. Nosotros lo arriesgamos todo. Entonces, compañeros, a consolidar y ga-rantizar la continuidad de este proyecto político, de esta Revolución Ciudadana y actuar por convicciones.

Algunas veces nos roban hasta nuestra fe, nos hacen dudar en lo que estamos haciendo. Entonces, tengan la plena certeza de que en lo personal la enmienda constitucional que menos me interesa es la enmienda de la reelección; que en lo personal lo que menos deseo es ser candidato en el 2017. Aquí nadie debe estar por intereses personales pero estaremos donde sea necesario para garantizar la continuidad de este proyecto histórico.

Otro error que hemos cometido y no solo para las elecciones del 23 de febrero sino permanentemente: la integración del movimiento y del Gobierno. Existía y existe confusión en los roles del Gobierno y del Movimiento; a cada uno le corres-ponde cumplir un papel distinto pero al mismo tiempo complementario. Alianza PAIS debe legitimarse como la auténtica representación de la ciudadanía para construir desde el territorio el poder popular, ser el puntal de apoyo del Gobierno, hacer vigilancia y, por qué no, fiscalización de la adecuada aplicación del progra-

¿Y cuál es la alternancia de

nuestra burguesía, de nuestras élites? Vayan vean desde cuándo participa en gobierno tras

gobierno el banquero que quiere ser

presidente.


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ma del Gobierno. Ustedes pueden tener absoluta confianza en el presidente, el vicepresidente, ministros, pero empezamos a bajar y hay estamentos que toda-vía corresponden al viejo país y no los podemos controlar desde la presidencia, desde los ministerios, pero sí los pueden controlar ustedes desde los territorios, para que cumplan su función. Los funcionarios públicos están llamados a admi-nistrar con eficiencia revolucionaria el aparato estatal en todos los niveles y estos papeles de fiscalización y cumplimiento deben cumplirse en forma sincronizada, pero no pueden los funcionarios públicos suplir o suplantar el rol del Movimien-to; esa concientización, esa movilización ciudadana y, por qué no, esa fiscaliza-ción de la acción pública sobre todo en territorios.

Otro error: funcionarios públicos sin visión política. A estas alturas de la Revolución ya no podemos permitir esta cosa. Que no venga al-guien a decir, “yo soy técnico, no soy político”. Aquí debemos ser, como siempre hemos dicho, grandes técnicos-políticos y grandes políticos- técnicos; políticos con visión integral; buscar el bien común y si esa persona es de libre re-moción no debería estar en el Gobierno. Y por esa falta de compromiso permitimos el resur-gimiento de la oposición en el territorio, por el ineficiente trabajo en algunos casos también de los gobiernos locales.

La gente comparó, la gente puso sus expectativas al nivel de la Revolución Ciuda-dana y en no pocos casos demandó elevar la vara. Eso, compañeros, compañeras, es un potente mensaje. La excelencia debe ser a nivel nacional y en todos los niveles. Lo pregunté en Esmeraldas, lo vuelvo a preguntar: ¿Cuántos de nuestros gobiernos locales trabajaban y trabajan 24/7?, ¿cuántos ponen el énfasis en el servicio al ciudadano, la disminución de trámites? (que no es un detalle más de nuestra Revolución; es uno de los rostros fundamentales de la Revolución el buen trato al ciudadano, aliviarle la vida, solucionarle trámites atención con calidad y calidez), ¿cuántos lo hacen, cuántos siguen la cultura de la excelencia y otras me-tas permanentes de esta Revolución? Y siguen las contradicciones, compañeros; lo acabamos de ver y perdonen que cite estos ejemplos, pero tenemos que ser ilustrativos, en el caso de Cuenca, hemos dicho que el año 2015 será un año duro… Cuando llegué al Gobierno me reduje el sueldo a la mitad… No quiero ser ejemplo para nadie; no me creo ejemplo para nadie, pero sí es bueno decir ciertas cosas para ilustrar. Me reduje el sueldo a la mitad; lo limitamos a 25 salarios básicos. Cuando empezamos a subir demasiado el salario básico congelamos los salarios

A estas alturas de la Revolución ya no podemos permitir esta cosa. Que no venga alguien a

decir, “yo soy técnico, no soy político”.


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del Gabinete, del Presidente, del Vicepresidente de la República. Aún este Presi-dente gana menos que el Dr. Gustavo Noboa en el 2002, mucho menos; y hemos dicho al pueblo ecuatoriano que el 2015 será un año duro: caída del precio del petróleo, apreciación del dólar, etc., que todos debemos hacer el esfuerzo y por supuesto no habrá revisión de sueldos para los altos funcionarios, los miembros del Gobierno, etc.; ¿y qué tenemos en Cuenca? Que se suben el sueldo y el Alcalde gana casi lo mismo que el Presidente de la República. Y nuestros concejales y algunos se opusieron, pero debían oponerse con mucha más fuerza porque es una bofetada a la realidad del pueblo ecuatoriano el que un alcalde de una ciu-dad, por importante que sea como Cuenca, gane prácticamente lo mismo que el Presidente de la República. Debemos dar testimonio de lo que somos y de lo que hacemos, compañeros.

No podemos bajar la guardia en testimonio, en eficiencia, en eficacia, en exce-lencia. Porque somos buenos estamos en la mira de todos y ese es un compromi-so primero con nosotros mismos, con nuestras familias, con el Movimiento, con la Patria toda: exigirnos. Tenemos que mirar casa adentro y de corazón analizar cómo se está desarrollando nuestro compromiso, nuestra coherencia, nuestra cultura de la excelencia y esa cercanía con nuestro pueblo. Nosotros, entenda-mos, no tenemos derecho a fallar. Hay administraciones locales que les simpa-tizan a los medios de comunicación y así no hagan nada aparece que han hecho todo en apenas seis meses, por la complicidad impúdica de los medios de comu-nicación. Nosotros todo lo que hacemos ni siquiera lo publican. No tenemos dere-cho a fallar. A nosotros la prensa corrupta y los poderes fácticos no nos perdonan nada, compañeros.

Debemos acompañar constantemente a nuestros militantes que asumen cargos públicos; deben ser ejemplos de ciudadanía, honestos, capaces, excelentes téc-nicos, pero con visión política. Sus conocimientos son muy necesarios para la eficiente labor del área encomendada, pero la sostenibilidad solo se logra con visión política y algunas veces hemos tenido una miopía política impresionante de los gobiernos locales, pero también desde el Gobierno nacional y, sobre todo, tal vez del Gobierno nacional, porque desde el Gobierno nacional a veces somos demasiado buenos, demasiado ingenuos. Sepan ustedes que casi todas las guar-derías de todos los municipios del país son financiadas en su mayor parte por el Gobierno nacional, pero vayan a preguntarle a una de esas madres si conocen cuando se actúa en este modelo mixto Gobierno nacional-municipio… Hemos llegado a extremos como el de entregar el bono de la vivienda a los constructores para que ellos sean los que los entreguen a los beneficiarios. No los entregaba el Gobierno, los entregaba el constructor y muchos de esos constructores, no mu-chos, algunos, un par, ganaron alcaldías, por ejemplo, en Manabí, con nuestros


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bonos. ¡Ya basta de tanta ingenuidad compañeros!

Aún no logramos un compromiso generalizado de los funcionarios públicos, in-sisto, algunos incluso se autodenominan “técnicos puros” y como consecuencia, los aciertos de la política pública no se capitalizan a favor de la Revolución Ciu-dadana. Los técnicos entregaron los bonos para que se capitalice el constructor y para que dé el mismo los bonos, ¡brillante!, y peor aún esos “técnicos puros”, entre comillas, no se sintonizan con las políticas de gobierno y con las necesida-des de la sociedad. Esto no lo vamos a seguir admitiendo, tolerando, compañeros.

Y existen problemas generales, fruto de nues-tro propio éxito. Lo que le pasó a Dilma en Bra-sil: probablemente somos víctimas de nuestro propio éxito. Hasta antes de la Revolución Ciudadana en muchas partes del país cual-quier trigo era limosna, como todavía sucede con algunas alcaldías socialcristianas; lo poco parecía mucho ante la nada, pero a partir de la Revolución Ciudadana tenemos un pueblo consciente de sus derechos. Ya no es que se pide salud, ya la tienen; piden salud y calidad, con buena atención, con calidez. Un pueblo que ya no se conforma con poco, y en buena hora. Hoy nos exigen más unidades del mi-

lenio. En el 2006, cuando iba por los campos, valles, montañas, rincones de la Patria, me pedían canchas de fútbol; hoy, cuando hago esos mismos recorridos, me piden Unidades Educativas del Milenio, hoy nos piden Unidades de Policía Comunitaria, Centros Infantiles del Buen Vivir, vialidad, hospitales, etc. Hemos generado ciudadanos que demandan, que exigen y debemos estar preparados para este nuevo escenario.

De igual manera, compañeros, otro problema que estamos sufriendo, fruto del éxito, fruto de estar mucho tiempo en el ejercicio del poder…, pero nosotros so-mos revolucionarios, debemos revolucionarnos a cada instante, revolucionar to-dos los días la revolución, jamás anquilosarnos. El que contemporiza, el que está anquilosado no puede estar en Alianza PAIS, no puede llamarse revolucionario. Y con pena les digo que en territorio, para muchos jóvenes, la nueva partidocracia es Alianza PAIS y eso no lo podemos tolerar. Ha habido casos y comportamien-tos que nos han llenado de vergüenza: peleas, desuniones, repartos, sectarismos, etc. Esto no lo podemos seguir permitiendo y no lo vamos a permitir. Los revolu-

Hasta antes de la Revolución Ciudadana en

muchas partes del país cualquier trigo era limosna, como todavía sucede con algunas alcaldías socialcristianas.


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cionarios debemos ser ejemplos de ética, compromiso, transparencia, despren-dimiento. Si alguien está aquí buscando una carrera política… (como hacían los politiqueros de siempre, que empezaban como secretarios de una comisaría y aspiraban a ser ministros y luego presidentes)… Si alguien está aquí buscando una carrera política en función de intereses personales o de grupo, está en el lu-gar equivocado. Prefiero que seamos menos pero mejores. Por supuesto, como decía el compañero Salvador Allende, unidos somos la mayoría, la mayor fuerza, la unidad también, compañeros.

La historia nos ha demostrado que pequeños movimientos organizados pueden tener mucho más poder que las inmensas mayorías desorganizadas. Tenemos el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo ecuatoriano. Somos el Gobierno, el proyecto político con mayor apoyo, probablemente en la historia del país y de los que tienen más apoyo en toda América Latina, incluso a nivel mundial, pero si nos falta organización, pequeños grupos organizados pueden desestabilizar nuestro proyecto político. Nosotros somos la inmensa mayoría y organizados se-remos invencibles, compañeros.

Como decía nuestro anterior Secretario Ejecutivo, el compañero Galo Mora, exis-ten taras ancestrales que deben ser superadas, inútiles protagonismos, veleida-des y falsos orgullos deslealtades y oportunismo. Por fortuna y contradicción, también tenemos claros testimonios de entrega sin límites de pasión por la Pa-tria. Alianza PAIS debe consolidarse como un movimiento de ciudadanos de ma-nos limpias, mentes lúcidas, corazones ardientes por la Patria, que con infinito amor, desde el puesto donde se encuentren, sin esperar nada para ellos constru-yen día a día la Patria nueva, la Patria mejor. Debemos consolidarnos como una organización eficiente, estructurada, moderna y democrática, donde los militan-tes sean su piedra angular, compañeros.

Y el día de hoy ya estamos dando pasos claros para aquello y hemos avanzado, pero hoy damos pasos decisivos y estamos volviendo a hacer historia; marcamos un nuevo hito. Es la primera vez desde el retorno a la democracia y probablemen-te en la historia del país que un movimiento político ecuatoriano realiza eleccio-nes primarias con un padrón universal, con la vigilancia del Consejo Nacional Electoral, para designar a 48 directores y subdirectores subregionales, 219 canto-nales, 8 distritales, 4 en Quito, 4 en Guayaquil; y 815 directores parroquiales. Con la nueva estructura de Alianza PAIS, ahora los directores parroquiales son parte de la directiva cantonal y los cantonales parte de la provincial, y los provinciales parte de la nacional; de modo que se asegura un funcionamiento en cascada to-talmente articulado y en red, superando uno de los problemas que les dije: nues-


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tro divorcio con los territorios.

Pero, –prohibido olvidar–, por querer contentar a todo el mundo... Esto nunca de-bió suceder; este fue uno de los grandes errores de la organización anterior de Alianza PAIS. Estuvimos desvinculados de los territorios. Tras el profundo debate y los mandatos impulsados desde la Cuarta Convención Nacional en Esmeraldas, que expidió la reforma y codificación de nuestro Régimen Orgánico, nos dota-mos de una estructura dinámica que debe conjugar reflexión y acción a través de su Secretaría Ejecutiva, sus tres secretarías nacionales (Acción Política, Orga-nización Territorial y Comunicación Política), y las comisiones permanentes de Formación Política, de Relaciones Internacionales; la coordinación del bloque le-gislativo, las organizaciones sociales, las autoridades de los GAD y la Comisión Política del Ejecutivo. Estas instancias deben articular su gestión en el territorio desde el nivel de los CRC (Comités de la Revolución Ciudadana), hasta los niveles parroquiales, cantonales, distritales y provinciales, para construir una base de representación y participación de militancia que haga realidad el ejercicio de ese poder popular.


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Tenemos que superar la etapa en que fuimos un movimiento de movimientos. Se lo dijo ya en Esmeraldas: dejar de lado las agendas de grupo y más aún, peor aún, las agendas personales, para dar un salto cualitativo hacia una cohesión ideo-lógica que derrote los intereses individuales que podrían subsistir. Nada hace más daño a un proceso revolucionario que una frágil, interesada y muchas veces forzada unidad. Les insisto, yo prefiero que seamos menos pero mejores; ahora podemos ser más y mucho mejores y aquí está la prueba de aquello compañeros.

La tarea principal casa adentro es fortalecernos orgánicamente, consolidar la unidad, verdadera unidad y la identidad interna, con base en la formación y la construcción de la conciencia política en toda la militancia, empezando por los directores. Por eso, qué bueno que como candidatos incluso, todos recibieron ca-pacitación política, ¡qué maravilla!, esa capacitación política debe ser continua. Y una de las metas para del próximo año es carnetizar al menos a un millón de adherentes del Movimiento en el país y en el exterior. Tendremos que lograr que de nuestro millón de adherentes surjan poderosas columnas de militantes. No es un nombre, no es una ficha: militantes. Y estaremos preparados para triunfar en todas las líneas, en todos los campos, en todos los momentos.

Los CRC deben superar su etapa inicial en la que fueron pensados y orientados como comités de campaña y asumir que deben prepararse de forma continua en el contacto cotidiano con la ciudadanía; son los más cercanos a la ciudada-nía, detectando y orientando sus intereses y demandas, explicando, informando, formando políticamente, organizando y construyendo una conciencia revolucio-naria. Deben ser los principales vehículos de comunicación y concientización, nuestros CRC.

Les repito, la madre de todas las batallas será comunicacional. Organizativamen-te, cuando la derecha (que quedó muy lejos pero en el segundo lugar en las elec-ciones), hace una reunión, no tiene ni la décima parte de participantes pero tiene los medios de comunicación, tal vez el poder más grande, con el financiero, en el mundo entero: poderoso instrumento para manipular a la gente. Nosotros no tenemos ese poder económico, ese poder mediático; pero tenemos el poder ciu-dadano, expresado en esos CRC. En cada barrio, en cada esquina, en cada distrito, en cada ciudad deben contrarrestar esa manipulación, esa deformación, esa des-información que transmiten los medios de comunicación mercantilista.

Y la formación de cuadros, compañeros, también es vital combinar experiencia, con promoción de nuevos liderazgos en todas las instancias y frentes políticos


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posibles. Las designaciones de los nuevos directores de Alianza PAIS surgen de un gran esfuerzo de la militancia, compañeros, felicitaciones; pero, este no es el punto de llegada, es el punto de partida; ustedes tienen una inmensa respon-sabilidad sobre sus hombros y no basta querer, hay que saber el camino decía Rabindranath Tagore. Por eso necesitamos una gestión política por resultados con objetivos claros, eficiente, eficaz. Tenemos que integrar a los compañeros que no ganaron, armar comisiones de trabajo, levantar las finanzas entre todos, conseguir mejores sedes, casas para esta gran causa; crear estratégicamente los CRC, etc.

Este nuevo momento también nos demanda fortalecer la cohesión y la unidad interna, pero también impulsar la unidad con los partidos y movimientos que son coincidentes con la Re-volución Ciudadana. Alianza PAIS es el núcleo de la Revolución pero la Revolución va más allá de Alianza PAIS y tenemos que acercar a todos esos movimientos –sumar, no restar– que comprenden que un proyecto de transfor-mación nacional requiere de la convergencia de todas las fuerzas verdaderamente progre-sistas. Porque no concibo una fuerza coheren-te, consistente, verdaderamente progresista, que no apoye a la Revolución Ciudadana.

Es claro que no podemos satisfacer la agenda de todos los movimientos de iz-quierda; habrá más radicales, menos radicales. La gran pregunta: ¿hay un pro-yecto de izquierda viable, más cercano a sus aspiraciones? Si la respuesta es no, como efectivamente lo es, estar contra la Revolución Ciudadana es estar cola-borando con la derecha. Que nadie se engañe: no puede haber un movimiento verdaderamente progresista en el país, consistente, auténtico, que no apoye a la Revolución Ciudadana. Incluso hay organizaciones, esos liderazgos locales que tienen mucha acogida cuya visión es cercana o muy poco compatible con la nues-tra. No se engañen; en esto, como en todas las cosas en la vida, también están la cercanía, la confianza personal. Puede haber alcaldes de derecha que confían en el Presidente Correa, que confían en nuestra honestidad y nos van a apoyar. A toda esa gente hay que integrarla. Es una cuestión de prioridades, de definir si nos interesa disputar liderazgos o sumar voluntades que hagan posible que el nuevo Ecuador que estamos construyendo avance. Si hipotéticamente alguien pudiera hacer mejor que nosotros nuestra tarea, bienvenido, bienvenida; lo más seguro es que la suma resulte ventajosa para la causa común. Les insisto, aquí

Este nuevo momento también nos demanda fortalecer la cohesión y la unidad interna,

pero también impulsar la unidad con los partidos y movimientos que son coincidentes con la Revolución

Ciudadana.


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no estamos por aspiraciones individuales sino por la Patria nueva. Decía Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero solo los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”. Los integrantes de Alianza PAIS, los verdaderos revolucionarios, debemos luchar toda la vida, pero jamás buscar ser imprescindibles, compañeros.

En la Alianza UNIDOS, el frente nacional de organizaciones progresistas, revolu-cionarias, de izquierda y de centro, impulsada por Alianza PAIS –y nuevamente mi felicitación a Doris Soliz, Viviana Bonilla, etc.–, confluye la voluntad política de quince organizaciones, en torno a la defensa, consolidación y profundización de los cambios y conquistas de la Revolución Ciudadana. Los frentes democráti-cos y progresistas de la Patria entera estamos unidos.

Les insisto: no concibo un movimiento ver-daderamente progresista que esté en la opo-sición, peor sectaria, cavernícola contra la Revolución Ciudadana. Los que están en esa posición son los mejores agentes del estatus quo, son funcionales a la derecha y ellos lo sa-ben porque no es que buscan cumplir visiones de izquierda, una Patria más justa, etc., sino defender sus espacios de poder. La Revolución Ciudadana, les decía, ya no solo le pertenece a Alianza PAIS sino a todas y todos los que de-seamos continuar por el camino certero de las transformaciones que venimos construyendo en estos casi ocho años. Y sin duda más fuer-zas políticas se unirán a la transformación de la Patria. Bienvenidos.

También las y los ecuatorianos progresistas, sobre todo las autoridades locales, hemos formado Somos Ecuador –nuevamente felicitación, sobre todo a Viviana Bonilla–, para coordinar esfuerzos y poder cumplir con las grandes metas na-cionales de acabar con la pobreza, producir más y mejor, lograr el Buen Vivir, abrazar como sociedad la cultura de la excelencia, construir la sociedad del co-nocimiento. El manifiesto de Somos Ecuador fue firmado por 193 alcaldes –para que vean el apoyo que tenemos– (pero nosotros ganamos apenas unas 70 alcal-días, es decir, con el diálogo, la concertación, pudimos, como lista, como Movi-miento, ganar mucho más alcaldías, pero hubo divisiones; no se dieron espacios

La Revolución Ciudadana, ya no

solo le pertenece a Alianza PAIS sino

a todas y todos los que deseamos continuar por el

camino certero de las transformaciones

que venimos construyendo.


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para gente que tenía más posibilidades, talvez, que las de nuestros candidatos y apoyaban a la Revolución Ciudadana. Es un grave error que gane la 35, no, lo que debemos buscar es que gane la Revolución Ciudadana, compañeros). Fue firmado por 193 alcaldes, que representan el 87% de las alcaldías del país, 15 prefectos que son el 62% de las prefecturas nacionales y 450 presidentes de los GAD parroquia-les, que representan el 55% de estas entidades de gobierno territorial.

Compañeras, compañeros, lo dije en mayo, lo he repetido a través de este año: los del pasado quieren volver. Evidentemente existe una reconstitución de las fuerzas del pasado, pero ya no articuladas, no con agenda propia, no; articuladas internacionalmente con estrategias de poder y por supuesto con la descarada complicidad de la prensa nacional e internacional. Sus kamikazes son la supues-ta izquierda, siempre funcional a la derecha y que no tiene nada que perder; su poder nunca se ha basado en las urnas sino en su capacidad de chantaje, con sus paros, huelgas, piedras y palos, y extrañan su poder de veto sobre la base de la fuerza y la violencia, con lo cual ponían de rodillas a los gobiernos débiles y tenían secuestrada la salud, la educación, el servicio público. Buscan crear con-moción social para alentar la caída o derrota de la Revolución Ciudadana. Si no entendimos eso compañeros, no entendimos nada.

El año 2015 será el más duro de nuestra Re-volución Ciudadana –anoten lo que les estoy diciendo–, en lo político, social y económico, pero juntos saldremos adelante. Pero de-bemos estar preparados y saber asumir al enemigo. No tenemos de qué arrepentirnos, modestia aparte, lo hemos hecho extraordina-riamente bien en época de bonanza y lo ha-remos igualmente bien en épocas difíciles. Ya sucedió en el 2009, cuando el barril del petró-leo descendió a 24 dólares. Muchos lo han ol-vidado, América Latina decreció en promedio 2% y nosotros pudimos crecer, pero sobre la base de esta coyuntura difícil, más esta articu-lación de la derecha con la supuesta extrema

izquierda –con poncho o sin poncho–, los mismos tirapiedras tratarán de desmo-ralizarnos y confundirnos. Debemos tener los pies bien puestos sobre la tierra, insisto, saber asumir al adversario. No podemos caer en romanticismos absurdos como en el caso de la Conaie. En el viejo país, donde predominaba el machismo y la violencia intrafamiliar se decía que aunque pegue y mate marido es, ahora todavía algunos piensan, aunque pegue o mate supuesto dirigente indígena es,

No tenemos de qué arrepentirnos, modestia aparte, lo hemos hecho

extraordinariamente bien en época

de bonanza y lo haremos igualmente

bien en épocas difíciles.


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¡ya basta compañeros!, esa es la peor forma de racismo, subestimar, minimizar la capacidad de los indígenas además de ser una ingenuidad política sin límites. ¡A tener los pies bien puestos sobre la tierra!

Quisiera terminar felicitando y agradeciendo, felicitando a las directoras y a los directores parroquiales, cantonales, provinciales y distritales de Alianza PAIS electos para el período 2014-2016. Quería agradecer y felicitar a Doris Soliz, a Nino y a todos sus respectivos equipos. Han hecho un trabajo extraordinario, han he-cho un trabajo histórico. Muchísimas gracias.

En esta etapa del proceso revolucionario la clave ya no está en la acción del Gobierno. La gente se acostumbró a la acción del Gobierno y lo toma como dado. La clave está en la acción del Movimiento, de Alianza PAIS. En sus manos está la continuidad de esta Revolución, está el triunfo del 2017 y del 2019. Su misión será fortalecer la Revolución en cada barrio, compañeros dirigentes, en cada parroquia, en cada comunidad. Los CRC serán escenarios para discutir la política, para participar, para apoyar la acción del Gobierno a nuestros asambleístas, nuestros alcaldes, nuestras autoridades locales, pero también para hacer vigilancia ética y rendición de cuentas.


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La partidocracia cerró sus filas y sus ventanas hacia el interior; era excluyente por naturaleza y no podemos hacer lo mismo a riesgo de sufrir una implosión que nos consuma en esa misma lógica. Hay algo fundamental y es que tengamos presente en todo momento que el fin no es Alianza PAIS, es el medio; el fin es la Patria nueva y debemos estar con las puertas abiertas, con la mayor generosidad posible, incorporando a todas las personas que con mentes lúcidas, manos lim-pias y corazones ardientes quieran unirse en este proyecto histórico de construir la Patria nueva.

Compañeros, compañeros, algunas veces nos dicen que nos calmemos. Ayer no-más, tuvimos una reunión con asesores nacionales, internacionales que nos da-ban resultados de investigaciones, encuestas, etc. y que la gente cree que va muy rápido, que dice que nos calmemos. Les respondo con la frase del Viejo Luchador, Eloy Alfaro, quien tras haber peleado treinta años seguía advirtiendo que “en la demora está el peligro”, o con la frase de Bolívar, cuando le dijeron que los gran-des proyectos deben prepararse en calma y respondió “¿acaso 300 años de calma no bastan?”. Estamos haciendo una revolución, en democracia, pero revolución, cambio radical, profundo y rápido de las injustas estructuras que nos dominaron desde siempre.

En lo personal, jamás me prestaré para calentar un puesto y arriesgaré mi capital político, y de ser necesario mi propia vida, día a día, para lo más rápidamente po-sible construir la Patria nueva, la Patria mejor, la Patria de todas y de todos. Jun-tos estamos logrando el milagro ecuatoriano; no podemos perder esa perspectiva histórica y caer en los juegos de la democracia burguesa que se resumía a tener elecciones que no cambiaban absolutamente nada. Hablábamos de democracia cuando la gente no tenía educación, salud, derechos fundamentales. Ecuador ya cambió, compañeros, ya cambió irreversiblemente. Jamás va a ser el Ecuador del 2006, pero podemos perder mucho de lo ganado. El “fuera todos” del 2006 logró transformaciones históricas pero todavía no están fuera todos ni están dentro todos los que deberían estar.

En este proceso tan intenso seguirán incomprensiones, seguirán algunos quedando en el camino. No podemos contentar a todos. Es inevitable en un proceso de esta na-turaleza, pero una cosa es que por falta de perspectiva histórica o de errores que come-temos se vayan y otra cosa es que se integren al enemigo. Como decía el comandante Tomás Borge, “siempre se puede confiar en los traidores: no cambian nunca”, y como canta Gieco: “si un traidor puede más que unos cuantos que esos cuantos no lo olvi-den fácilmente”. En nuestro caso los traidores no han podido más que muchos y esos muchos y la historia los olvidarán muy fácilmente, compañeros.


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A preparar la victoria del 2017 y 2019, donde debemos recuperar plazas históri-cas como Quito y Cuenca, perdidas más que por acierto de nuestros adversarios, por nuestros propios errores. Aquí no importan los nombres sino una idea única movilizadora: Alianza PAIS, la Revolución Ciudadana, la Patria Nueva. Como dije en la Convención de Esmeraldas: que no nos falte corazón, que no nos falte com-promiso, que no nos falte inteligencia, pasión, lealtad, el aliento, el infinito amor para continuar con nuestra Revolución y con la Patria nueva de todas y de todos.

¡Que viva Alianza PAIS!

¡Que viva la Revolución Ciudadana!

¡Que vivan nuestros nuevos dirigentes!

¡Que viva Ecuador!

¡Que viva la Patria Grande que está dando inmensos pasos hacia el futuro!

¡Hasta la victoria siempre, compañeros!

Rafael Correa Delgado

PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR


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Discurso de la Secretaria Ejecutiva del Movimiento Alianza PAIS

Doris Soliz Carrión

Compañero Rafael Correa, Presidente del Movimiento Alianza PAIS; compa-ñero Jorge Glas, Vicepresidente de nuestro Movimiento; compañera Ga-briela Rivadeneira, Presidenta de la Asamblea y representante de nuestro

Bloque Legislativo; compañero Javier Serrano, Presidente de la Comisión Electo-ral y demás miembros de esta comisión; compañero Oscar Bonilla, Secretario Na-cional de Acción Política; compañera Consuelo Hidalgo, Secretaria Nacional de Comunicación Política; compañero Luis Monje, Secretario de Organización Terri-torial; compañero Javier Ponce, Defensor del Adherente; compañero Carlos Marx Carrasco, Presidente de la Comisión de Ética y Disciplina y demás miembros de esta comisión; compañero Guillaume Long, Presidente de la Comisión de Relacio-


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nes Internacionales y demás miembros de la comisión; compañero Pavel Muñoz, Presidente del Instituto de Análisis Político; compañero Fander Falconí, Presiden-te de la Comisión de Formación Política y demás miembros de la misma; com-pañero Luis García, representante de la Comisión de Organizaciones Sociales; compañero Santiago Correa, representante de la Comisión de GAD; compañeras y compañeros integrantes de los 27 tribunales electorales provinciales y del exte-rior, compañeros militantes en el exterior que nos están viendo y escuchando en este momento, un saludo especial; señores delegados del Consejo Nacional Elec-toral, Dr. Domingo Paredes, que nos ha acompañado en este proceso y sobre todo, compañeros y compañeras directores y subdirectores provinciales, cantonales y provinciales de Alianza PAIS, bienvenidos en esta mañana.

Este es sin duda, queridos compañeros, un momento de enorme alegría y sig-nificación para Alianza PAIS, y diría para la política ecuatoriana, sin querer ser pretensiosos, pues 1121 autoridades de todos los niveles del Movimiento son po-sesionadas luego de haber sido electas en un proceso inédito, democrático, trans-parente, propositivo, como tiene que ser la política.

Recordemos que en el pasado los partidos po-líticos eran considerados organizaciones de derecho privado y este era parte del viejo sis-tema de la partidocracia, que provocó que se convirtieran en corporaciones cerradas, mane-jadas de forma vertical –feudal diríamos–, pa-trimonial y empresarial. Hoy, la definición que incorpora nuestra Constitución del 2008 nos define como organizaciones políticas, públi-cas, no estatales, lo que nos llama a construir un movimiento en el que participe la ciuda-danía con una militancia activa, deliberante,

organizada y movilizada. PAIS marca así una diferenciación profunda con aque-llas organizaciones políticas manejadas por patrimonios familiares de dueños y gerentes propietarios.

En Alianza PAIS los dirigentes provienen de procesos de profunda democracia interna a través de primarias representativas, con propuestas innovadoras. Esa es la democracia que Alianza PAIS la siente y la vive día a día. Es nuestra mar-ca de nacimiento como movimiento ciudadano y se corresponde con el proceso revolucionario que vivimos y con nuestra visión de la política, como el ejercicio colectivo por el bien común.

Los partidos políticos eran considerados organizaciones de derecho privado y este era parte del

viejo sistema de la partidocracia.


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Compañero Presidente, compañeros de la mesa directiva, el proceso electoral in-terno que arrancó con la carnetización y actualización de datos de 245 mil mi-litantes, concluye hoy con la toma de juramento y posesión de 815 directores y directoras parroquiales que están en esta mañana aquí presentes, de 219 canto-nes; de 4 autoridades distritales de Quito y de Guayaquil, de 24 directores y sub-directores provinciales y de 31 autoridades que representan a nuestra militancia que reside en el exterior… Aquí están varios de los compañeros que han hecho un gran esfuerzo para venir y estar presentes en esta mañana. Todos ellos electos en 1091 convenciones que fueron espacios de alegría, de debate y reflexión sobre los planes de trabajo de 1621 candidatos y candidatas que se presentaron; con muchos jóvenes, hombres y mujeres de la zonas rural y urbana, incorporados a este proceso y sobre todo, compañero Presidente, con raíces reales en sus bases. Ahora podemos decir, con toda legitimidad, que somos la organización política no solo más grande numéricamente, con nuestro millón de adherentes, sino con el mayor nivel de organización y democratización territorial en el país y que so-mos parte de las nuevas organizaciones políticas innovadoras de Latinoamérica y del mundo.

Podemos afirmar que vivimos la nueva era de la política partidista construida con, por y desde la gente.

Quiero felicitar en esta mañana a cada uno de ustedes, queridos compañeros y compañeras, por el esfuerzo realizado, por sus excelentes planes de trabajo, por haber cumplido el ciclo de formación política, por haber contribuido con sus aportes económicos, requisitos todos para ser candidatos y luego autoridades de Alianza PAIS; por ser ejemplo de cumplimiento para la militancia, por sus campa-ñas intensas y entusiastas y por haberse esforzado para llegar a cada militante puerta a puerta, por correo electrónico, pues así tiene que ser Alianza PAIS, un Movimiento donde cada militante cuenta y su voz y opinión, su participación, son fundamentales para esta Revolución.

También quiero reconocer la actitud unitaria y generosa de muchos de ustedes que invitaron ya, a ser parte de las comisiones y equipos de trabajo, a los compa-ñeros y compañeras que no ganaron, porque la unidad es, sin duda, nuestra arma más importante y este gesto de varios de ustedes muestra la madurez política que estamos alcanzando.

No quiero dejar de mencionar, en forma transparente, que hubieron minoritarios actos de indisciplina y de inmadurez ocurridos, que en más de mil convenciones


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realmente no tienen un peso y que fueron tratados adecuadamente por nuestra Comisión de Ética, pero los menciono en esta mañana, queridos compañeros y compañeras, porque debemos desterrar definitivamente de nuestras filas esos comportamientos, porque la ética, la fraternidad y la sana contienda deben ser características esenciales de nuestra militancia.

Quiero felicitar al compañero Nino Serrano y a la Comisión Nacional Electoral, a la compañera Ximena Peña, a Orlando Vicuña, a Guillermo Naranjo y a los 24 tribunales electorales; su labor no fue fácil pero diría que lo han hecho impe-cablemente, garantizando transparencia y seriedad en este proceso, desde la inscripción de candidaturas los padrones, las papeletas, hasta el conteo y pro-gramación de resultados, a lo cual se referirá más adelante el compañero Nino Serrano. Fueron más de dos meses de trabajo a tiempo completo, 24/7, como dice usted, compañero Presidente, de lo cual obtenemos importantes aprendizajes y lecciones para el futuro. Por supuesto, nuestro agradecimiento al Consejo Elec-toral por haber acompañado este proceso como observadores y haber apoyado nuestra construcción democrática.


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Nuestro reconocimiento a ustedes, compañeros Presidente y Vicepresidente, que pese a sus intensas agendas gubernamentales, acompañaron activamente en este proceso. Este es un enorme y grato esfuerzo por hacer de Alianza PAIS una verdadera organización política ciudadana, revolucionaria, la columna vertebral de esta transformación. Nuestra organización es un medio para un gran fin: continuar la Revolución Ciudadana, profundizar los cambios que vive el Ecua-dor en estos ocho años. Nuestra Revolución ¡qué duda cabe!, ha transformado el país para bien. Estamos construyendo un nuevo Estado para el bien común. Hoy mandan en el Ecuador las mayorías y se levanta en todos los ámbitos un país de igualdad de oportunidades.

Nuestro Movimiento existe para construir más democracia, más libertades para el pueblo ecuatoriano. Esa democracia y esas libertades basadas en la justicia social, en la equidad, en el progreso distribuido para todos, en la soberanía, en la estabilidad económica y política. Y porque es mucho lo que queda por hacer, que-remos decirles en esta mañana, compañeros Presidente y Vicepresidente, que estos 1121 dirigentes y demás militantes a lo largo y ancho de la Patria vamos a sembrar esta Revolución en los corazones y en las conciencias de nuestro pueblo, sobre todo en nuestros jóvenes, y abogando por la ciudadanía, educando y acti-vando políticamente en cada barrio, en cada casa, en cada comunidad, en cada parroquia, en cada cantón.

Esta Revolución somos cada uno de nosotros construyendo esos cambios en la política, en la economía, en los miles de proyectos, en la vida cotidiana. Nos comprometemos, compañero Presidente, a ser la voz, la palabra, la inteligen-cia colectiva; a hacer un trabajo serio, profun-do y organizado con nuestra militancia. Con ello no podrán los millones ni la descarada oposición mediática de empresas comunica-cionales, que reemplazan a los partidos polí-ticos y que tergiversan a veces e invisibilizan otras la gran obra de la Revolución Ciudadana. Contamos con su enrome y vigoroso lideraz-go, compañero Presidente, y así como en estos

ocho años este ha sido un factor determinante, estamos conscientes de que en adelante tiene que ser la organización política, compañeros, profundamente construida y activada en el territorio, la que sostenga este proceso de cambio.

Nos comprometemos, compañero

Presidente, a ser la voz, la palabra, la

inteligencia colectiva; a hacer un trabajo serio, profundo y organizado con

nuestra militancia.


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Alianza PAIS en todo el territorio tiene que generar ideas políticas, memoria histórica, trabajar por el bien común, desarrollar nuevos liderazgos, fortalecer la gestión de nuestras autoridades en los diferentes frentes. Aquí están, pues, los líderes de Alianza PAIS, aquí estamos su equipo de trabajo revolucionario, com-pañero Presidente.

Somos conscientes, queridos compañeros, de que este no es un punto de llegada, es apenas un punto de partida y hoy empezamos una nueva etapa con gran-des tareas en nuestras manos. Vamos a trabajar colectivamente, pues esa es la esencia de las nuevas directivas; los directores parroquiales como miembros de la directiva cantonal, los directores cantonales como miembros de las directivas provinciales y los provinciales como los nuevos miembros de la directiva nacio-nal. Vamos a construir miles de CRC reales y permanentes, vamos a carnetizar al millón o más de adherentes, vamos a ir a las convenciones de las parroquias urbanas en el próximo año, vamos a desplegar la formación política en todo el territorio. Tenemos sedes de calidad para acoger a nuestros militantes y simpa-tizantes; vamos a financiar con nuestras contribuciones la vida activa del Movi-miento, lo cual es infinitamente más potente y revolucionario que los millones de un banquero.

En el 2015 vamos a acompañar y a activar con nuestras propuestas políticas fundamentales, más derechos para el pueblo con la enmienda constitucional, participar activamente en las leyes para el cambio con nuestros compañeros asambleístas; en las políticas sociales, en el cambio de la matriz productiva, en el fomento de las cocinas de inducción, en fin, en el impulso de las 10 Revoluciones de nuestro programa de Gobierno. Vamos a trabajar también con planes y metas, con gestión política por resultados, vamos a incorporar, compañeros y compañe-ras, la eficiencia y la innovación en nuestra comunicación política para sembrar-nos en nuestro pueblo escuchando, educando, convenciendo, organizando.

Estos son los verbos de la acción política Alianza PAIS en el nuevo momento y con mucho trabajo de equipo, con unidad, con inclusión, con amplitud, con generosi-dad, para continuar este maravilloso proyecto transformador.

¡Que viva la Revolución Ciudadana!

¡Que viva Alianza PAIS!


www.alianzapais.com.ec

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Discurso Politico N°14 "Posesión de nuevas autoridades territoriales del Movimiento Alianza PAIS"