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Definición: -Exposición oral y pública de alguna extensión: discurso de egresos en la Real Academia Española. -Serie de las palabras y frases empleadas para manifestar lo que se piensa o siente: mientras hablaba, el discurso quedaba entrecortado por las lágrimas. - Escrito o tratado en que se discurre sobre una materia: el Discurso del método. -Lapso de tiempo: el discurso de la existencia. -Serie de palabras y frases que posee coherencia lógica y gramatical: el nombre y el verbo son partes del discurso. En el uso un discurso es un mensaje oral de dirigirse a un público. Su principal función ha sido desde sus orígenes comunicar o exponer pero con el objetivo principal de persuadir. También podemos decir que un discurso es un acto de habla, y por tanto consta de los elementos de todo acto de habla: en primer lugar, un acto locutivo o locucionario, es decir, el acto de decir un dicho (texto) con sentido y referencia; en segundo lugar, un acto ilocutivo o ilocucionario, o el conjunto de actos convencionalmente asociados al acto locutivo; finalmente, un acto perlocutivo o perlocucionario, o sea, los efectos en pensamientos, creencias , sentimientos o acciones del interlocutor (oyente). En primer lugar, tenemos el contenido del discurso, el cual debe ser tejido en el telar de las experiencias, debe estar copado de detalles, ilustraciones, personificaciones, dramatismo y ejemplos en algunos casos; y todos estos expresados con términos familiares y concisos los cuales den la comprensión y el entendimiento adecuado; en donde lo que se quiere decir sea entendido por todos. El Análisis del discurso es una praxis 'trans-disciplinaria' que se desarrolló en los años 1960s en la antropología, la lingüística, la sociología, la filosofía, y la psicología, y después también en otras disciplinas, como la historia, el estudio de la comunicación y el psicoanálisis. Dado la multiplicidad de los enfoques, el discurso se puede definir como una estructura verbal, como un evento comunicativo cultural, una forma de interacción, un sentido, una representación mental, un signo, etc. Tanto el discurso hablado como el discurso escrito (texto) se considera hoy en día como una forma de interacción contextualmente situada. Como estructura verbal, un discurso es una secuencia coherente de oraciones. La coherencia global se define por los temas o tópicos que se expresan por ejemplo en los titulares o los resúmenes del discurso. Como interacción (conversación, diálogo ) el discurso es una secuencia coherente de turnos y acciones de varios participantes, en que cada acto se lleva a cabo en relación con el anterior, y prepara el siguiente. Aparte de sus estructuras secuenciales, los discursos tienen muchas otras estructuras en varios niveles, por ejemplo estructuras de la gramática ( fonología , sintaxis , semántica ), el estilo , las estructuras de la retórica (como metáforas , eufemismos ), y las estructuras 'esquemáticas' que definen el formato global del discurso, como la argumentación , la narración , o el formato convencional de una noticia en la prensa. De la perspectiva de la cognición , el discurso se describe como procesos y representaciones mentales, en que los usuarios de la lengua aplican palabra por palabra, oración por oración, estrategias de producción o de comprensión antes de almacenar fragmentos del discurso en la memoria . Porque los usuarios de la misma lengua y cultura comparten tantos conocimientos, el discurso es fundamentalmente 'incompleto' La aproximación etnográfica del discurso enfatiza la variación cultural de los discursos: Conversaciones, discursos políticos, negociaciones, cuentos, y muchos otros géneros tienen otras estructuras y estrategias en otras culturas LAS PARTES DEL DISCURSO

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Definicin: -Exposicin oral y pblica de alguna extensin: discurso de egresos en la Real Academia Espaola. -Serie de las palabras y frases empleadas para manifestar lo que se piensa o siente: mientras hablaba, el discurso quedaba entrecortado por las lgrimas. -Escrito o tratado en que se discurre sobre una materia: el Discurso del mtodo. -Lapso de tiempo: el discurso de la existencia. -Serie de palabras y frases que posee coherencia lgica y gramatical: el nombre y el verbo son partes del discurso.En el uso un discurso es un mensaje oral de dirigirse a un pblico. Su principal funcin ha sido desde sus orgenes comunicar o exponer pero con el objetivo principal de persuadir.Tambin podemos decir que un discurso es un acto de habla, y por tanto consta de los elementos de todo acto de habla: en primer lugar, un acto locutivo o locucionario, es decir, el acto de decir un dicho (texto) con sentido y referencia; en segundo lugar, un acto ilocutivo o ilocucionario, o el conjunto de actos convencionalmente asociados al acto locutivo; finalmente, un acto perlocutivo o perlocucionario, o sea, los efectos en pensamientos,creencias, sentimientos o acciones del interlocutor (oyente).En primer lugar, tenemos el contenido del discurso, el cual debe ser tejido en el telar de las experiencias, debe estar copado de detalles, ilustraciones, personificaciones, dramatismo y ejemplos en algunos casos; y todos estos expresados con trminos familiares y concisos los cuales den la comprensin y el entendimiento adecuado; en donde lo que se quiere decir sea entendido por todos. ElAnlisis del discursoes una praxis 'trans-disciplinaria' que se desarroll en los aos 1960s en la antropologa, la lingstica, la sociologa, la filosofa, y la psicologa, y despus tambin en otras disciplinas, como la historia, el estudio de la comunicacin y el psicoanlisis.Dado la multiplicidad de los enfoques, el discurso se puede definir como una estructura verbal, como un evento comunicativo cultural, una forma de interaccin, un sentido, una representacin mental, un signo, etc. Tanto el discurso hablado como el discurso escrito (texto) se considera hoy en da como una forma de interaccin contextualmente situada.Como estructura verbal, un discurso es una secuencia coherente de oraciones. La coherencia global se define por los temas o tpicos que se expresan por ejemplo en los titulares o los resmenes del discurso.Como interaccin (conversacin,dilogo) el discurso es una secuencia coherente de turnos y acciones de varios participantes, en que cada acto se lleva a cabo en relacin con el anterior, y prepara el siguiente.Aparte de sus estructuras secuenciales, los discursos tienen muchas otras estructuras en varios niveles, por ejemplo estructuras de lagramtica(fonologa,sintaxis,semntica), elestilo, las estructuras de laretrica(comometforas,eufemismos), y las estructuras 'esquemticas' que definen el formato global del discurso, como laargumentacin, lanarracin, o el formato convencional de una noticia en la prensa.De la perspectiva de lacognicin, el discurso se describe como procesos y representaciones mentales, en que los usuarios de la lengua aplican palabra por palabra, oracin por oracin, estrategias de produccin o de comprensin antes de almacenar fragmentos del discurso en lamemoria. Porque los usuarios de la misma lengua y cultura comparten tantos conocimientos, el discurso es fundamentalmente 'incompleto'La aproximacin etnogrfica del discurso enfatiza la variacin cultural de los discursos: Conversaciones, discursos polticos, negociaciones, cuentos, y muchos otros gneros tienen otras estructuras y estrategias en otras culturas

LAS PARTES DELDISCURSOSon entre cuatro (exordio, exposicin o narracin, argumentacin, peroracin o eplogo) y seis (exordium,narratio,partitio,confirmatio,refutatio,peroratio)EXORDIOBusca hacer al auditorio benvolo, atento y dcil. Su funcin es sealizar que el discurso comienza, atraer la atencin del receptor, disipar animosidades, granjear simpatas, fijar el inters del receptor y establecer el tema, tesis u objetivo. Es necesario afectar modestia para capturar la simpata del pblico y explotar su tendencia a identificarse con quien est en apuros o es dbil.EXPOSICINO NARRACIN:Lanarratio, desarrollo o exposicin es la parte ms extensa del discurso y cuenta los hechos necesarios para demostrar la conclusin que se persigue. Si el tema presenta subdivisiones, es preciso adoptar un orden conveniente (partitioodivisio). En lapartitiotenemos que despojar al asunto de los elementos que no nos conviene mencionar y desarrollar y amplificar aquellos que s nos convienen. Los recursos estilsticos que se suelen usar en la partitio sontaxis,merismo,diresis,dilisis,eutrepismo,prosapdosis,hipozeuxisydistributio.Esta seccin ensea al pblico los puntos fuertes que vamos a defender. Se persigue la brevedad (no aburrir al auditorio, no traspasar el umbral de atencin del pblico y evitar la desproporcin entre discurso y tema), la claridad (es imposible convencer al pblico si no se ha enterado de lo que se trata, aunque literariamente la oscuridad y ambigedad puede ser un mrito) y la verosimilitud (ya dijo Aristteles que es preferible lo falso verosmil a lo verdadero inverosmil). No hay que hacer increbles unos hechos ciertos y el abogado que haga crebles unos hechos falsos lograr que el jurado vote por su cliente. En este punto la tica no tiene nada que ver con la retrica. En el mundo literario, el principio de verosimilitud es importantsimo, ya en esttica realista o fantstica. En la exposicin se incluye una serie de circunstancias: quin (quis), qu (quid), cundo (quando), cmo (quemadmodum), dnde (ubi), por qu (cur), con qu medios (quibus auxiliis). Hay que interrumpir la exposicin con breves digresiones que impidan la monotona aliviando la tensin del auditorio y actuando sobre l de forma complementaria.ARGUMENTACIN:Es la parte donde se aducen las pruebas que confirman la propia posicin revelada en la tesis de la exposicin (confirmatiooprobatio) y se refutan las de la tesis que sostiene la parte contraria (refutatiooreprehensio), dos partes que Quintiliano considera independientes, de forma que para l el discurso forense tendra cinco. La confirmacin exige el empleo de argumentos lgicos y de las figuras estilsticas del nfasis; los de la refutacin seran por el contrario metstasis,contrarium, contradicciones, el progymnasma de la refutacin. Tambin es un lugar apropiado para elpostuladoo enunciado sin prueba, siempre que no debilite nuestra credibilidad, para lo cual hay que recurrir al postulado no veraz pero plausible (hiptesis), a fin de debilitar al adversario desorientando su credibilidad; lo mejor en ese caso es sugerirlo y no decirlo.Se recurre a una lgica retrica odialcticaque no tiene gran cosa que ver con la lgica cientfica, pues su cometido no es hallar la verdad sino con-vencer. Se funda ms en lo verosmil que en lo verdadero, de ah su vinculacin con lademagogia. Para los discursos monogrficos enfocados a la persuasin, convienen las estructuras gradativas ascendentes. En el caso del discurso periodstico, la tendencia a abandonar al principio del lector recomienda el uso de la estructura opuesta: colocar lo ms importante al principio. La retrica clsica recomienda para los discursos argumentativos monogrficos elorden nestoriano, el 2,1,3: esto es, en primer lugar los argumentos medianamente fuertes, en segundo lugar los ms flacos y dbiles y en ltimo lugar los ms fuertes.PERORACIN:Es la parte destinada a inclinar la voluntad del oyente suscitando sus afectos, recurriendo a mviles ticos o pragmticos y provocando su compasin (conquestiooconmiseratio) y su indignacin (indignatio) para atraer la piedad del pblico y lograr su participacin emotiva, mediante recursos estilsticos patticos (accumulatio, anacefalaeosis,complexio, epanodos, epifonema, simperasma, sinatrosmo); incluye lugares de casos de fortuna: enfermedad, mala suerte, desgracias Resume y sintetiza lo que fue desarrollado para facilitar el recuerdo de los puntos fuertes y lanzar la apelacin a los afectos; es un buen lugar para lanzar un elemento nuevo, inesperado e interesante, el argumento-puetazo que refuerce todos los dems creando en el que escucha una impresin final positiva y favorable.

DISCURSO A LOS PARTICIPANTES EN LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA VIDAEl derecho a la vida se funda en la naturaleza y en la dignidad de la persona humana1. Una vez ms se renueva nuestro encuentro, queridos e ilustres miembros de la Academia pontificia para la vida, un encuentro que siempre constituye para m motivo de alegra y de esperanza.Dirijo mi saludo con viva cordialidad a cada uno personalmente. Doy las gracias, en particular, al presidente, profesor Juan de Dios Vial Correa, por las amables palabras con las que ha querido hacerse interprete de vuestros sentimientos. Dirijo un saludo especial tambin al vicepresidente, monsenor Elio Sgreccia, animador solcito de la actividad de la Academia pontificia.Una temtica fundamental2. Estis celebrando durante estos dias vuestra VIII asamblea general, y, con este fin, habis acudido aqu en gran numero desde vuestros pases respectivos, para afrontar unatemtica fundamentalen el mbito de la reflexin ms general sobre la dignidad de la vida humana: Naturaleza y dignidad de la persona humana como fundamento del derecho a la vida. Los desafos del contexto cultural contemporneo.Habis elegido tratar uno de los puntos esenciales que constituyen el fundamento de toda reflexin ulterior, tanto de tipo tico-aplicativo en el campo de la biotica como de tipo sociocultural para la promocin de una nueva mentalidad en favor de la vida.Para muchos pensadores contemporneos los conceptos de naturaleza y de ley natural slo se pueden aplicar al mundo fsico y biolgico o, en cuanto expresin del orden del cosmos, a la investigacin cientfica y a la ecologa. Por desgracia, desde esa perspectiva result difcil captar el significado de la naturaleza humana en sentidometafsico, asi como el de ley natural en elorden moral.Ciertamente, la prdida casi total del concepto de creacin, concepto que se puede referir a toda la realidad csmica, pero que reviste un significado particular en relacin con el hombre, ha contribuido a hacer ms difcil ese paso hacia la profundidad de lo real. Tambin ha influido en ello el debilitamiento de la confianza en la razn, que caracteriza a gran parte de la filosofa contempornea, como afirm en la encclicaFides et ratio(cf. n. 61).Por tanto, hace falta un renovado esfuerzo cognoscitivo para volver a captar en sus races, y en todo su alcance, el significado antropolgico y tico de la ley natural y del relativo concepto de derecho natural. En efecto, se trata de demostrar si es posible, y como, reconocer los rasgos propios de todo ser humano, en terminos de naturaleza y dignidad, como fundamento del derecho a la vida, en sus mltiples formulaciones histricas. Slo sobre esta base es posible un verdadero dilogo y una autntica colaboracin entre creyentes y no creyentes.El fundamento de los derechos humanos3. La experiencia diaria muestra la existencia de una realidad de fondo comn a todos los seres humanos, gracias a la cual pueden reconocerse como tales. Es necesario hacer referencia siempre a la naturaleza propia y originaria del hombre, a la naturaleza de la persona humana, quees la persona misma en la unidad de alma y cuerpo; en la unidad de sus inclinaciones de orden espiritual y biolgico, asi como de todas las dems caractersticas especficas, necesarias para. alcanzar su fin (Veritatis splendor, 50; cf. tambienGaudium et spes, 14).Esta naturaleza peculiar funda los derechos de todo individuo humano, que tiene dignidad de persona desde el momento de su concepcin. Esta dignidad Obletiva que tiene su origerien Dios creador, se basa en la espiritualidad que es propia del alma, pero se extiende tambin a su corporeidad, que es uno de sus componentes esenciales. Nadie puede quitarla, ms an, todos la deben respetar en s y en los dems. Es una dignidad igual en todos, ypermanece intactaen cada estadio de la vida humana individual.El reconocimiento de esta dignidad natural es la base del orden social, como nos recuerda el concilio Vaticano II: Aunque existen diferencias justas entre los hombres, la igual dignidad de las personas exige que se llegue a una situacin de vida ms humana y ms justa(Gaudium et spes, 29).La persona humana, con su razn es capaz de reconocer tanto esta dignidad profunda y objetiva de su ser como las exigencias ticas que derivan de ella. En otras palabras, el hombre puede leer en s el valor y las exigencias morales de su dignidad. Y esta lectura constituye un descubrimiento siempre perfectible, segn las coordenadas de la historicidad tpicas del conocimiento humano.Es lo que afirm en la encclicaVeritatis splendor, a propsito de la ley moral natural, que, segn las palabras de Santo Toms de Aquino, no es otra cosa que la luz de la inteligencia infundidaen nosotros por Dios. Gracias a ella conocemos lo que se debe hacer y to que se debe evitar. Dios a donado esta luz y esta ley en la creacin (n. 40; cf. tambienCatecismo de 7a Iglesia catlica, nn. 1954-1955).El valor positivo de la ley natural4. Es importante ayudar a nuestros contemporneos a comprender el valor positivo y bumanizador de la ley moral natural, aclarando una serie de malentendidos a interpretaciones falaces.El primer equvoco que conviene eliminar es el presunto conflicto entre libertad y naturaleza, que repercute tambin sobre la interpretacin de algunos aspectos especificos de la ley natural, principalmente sobre su universalidad e inmutabilidad (Veritatis splendor, 51). En efecto, tambin la libertad pertenece a la naturaleza racional del hombre, y puede y debe ser guiada por la razn: Precisamente gracias a esta verdad, la ley natural implica la universalidad. En cuanto inscrita en la naturaleza racional de la persona, se impone a todo ser dotado de razn y que vive en la historia (ib.).Respeto a la vida humana inocente5. Otro punto que hace falta aclarar es el presuntocarcter esttico y deterministaatribuido a la nocin de ley moral natural, sugerido quiz por una analoga errnea con el concepto de naturaleza propio de las realidades fsicas. En verdad, el caracter de universalidad y obligatoriedad moral estimula y urge el crecimiento de la persona. Para perfeccionarse en su orden especfico, la persona debe realizar el bien y evitar el Mal, preservar la transmisin y la conservacin de la vida, mejorar y desarrollar las riquezas del mundo sensible, cultivar la vida social, buscar la verdad, practicar el bien y contemplar la belleza (ib.; cf. santo Toms,Suma teolgica, I-II, q. 94, a. 2).De hecho, el magisterio de la Iglesia se refiere a la universalidad y al carcter dinmico y perfectivo de la ley natural con relacin a la transmisin de la vida, tanto para mantener en el acto procreador la plenitud de la unin esponsal como, para conservar en el amor conyugal la apertura a la vida (cf.Humanae vitae, 10;Donum vitae, II, 1-8). Anloga referencia hace el Magisterio cuando se trata del respeto a la vida humana inocente: aqu el pensamiento va al aborto, a la eutanasia y a la supresin y experimentacin que destruye los embriones y los fetos humanos (cf. Evangelium vitae, 52-67).Una concepcin autntica del derecho natural6. La ley natural, en cuanto regula las relaciones interhumanas, se califica como derecho natural y, como tal, exige el respeto integral de la dignidad de cada persona en la bsqueda del bien comn. Una concepcin autntica del derecho natural, entendido como tutela de la eminente e inalienable dignidad de todo ser humano, es garantia de igualdad y da contenido verdadero a los derechos del hombre, que constituyen el fundamento de las Declaraciones internacionales.En efecto, los derechos del hombre deben referirse a lo que el hombre es por naturaleza y en virtud de su dignidad, y no a las expresiones de opciones subjetivas propias de los que gozan del poder de participar en la vida social o de los que obtienen el consenso de la mayora. En la encclicaEvangelium vitaedenunci el grave peligro de que esta falsa interpretacin de los derechos del hombre, como derechos de la subjetividad individual y colectiva, separada de la referencia a la verdad de la naturaleza humana, puede llevar tambin a los regmenes democrticos a transformarse en un totalitarismo sustancial (cf. nn. 19-20).En particular, entre los derechos fundamentales del hombre, la Iglesia catlica reivindica para todo ser humano el derecho a la vida como derecho primario. Lo hace en nombre de la verdad del hombre y en defensa de su libertad, que no puede subsistir sin el respeto a la vida. La Iglesia afirma el derecho a la vida de todo ser humano inocente y en todo momento de su existencia. La distincin que se sugiere a veces en algunos documentos internacionales entre ser humano y persona humana, para reconocer luego el derecho a la vida y a la integridad fsica slo a la persona ya nacida,es una distincin artificial sin fundamento cientfico ni filosfico: todo ser humano, desde su concepcin y hasta su muerte natural, posee el derecho inviolable a la vida y merece todo el respeto debido a la persona humana (cf.Donum vitae, 1).Buscar el verdadero bien de la persona7. Queridos hermanos, como conclusin, deseo estimular vuestra reflexin sobre la ley moral natural y sobre el derecho natural, con el deseo de que brote de ella un nuevo y fuerte impulso deinstauracin del verdadero bien del hombre y de un orden social y pacfico. Volviendo siempre a las races profundas de la dignidad humana y de su verdadero bien, basndose en lo que existe de imperecedero y esencial en el hombre, se puede entablarun dilogo fecundo con los hombres de cada cultura, con vistas a una sociedad inspirada en los valores de la justicia y la fraternidad.Agradecindoos una vez ms vuestra colaboracin, encomiendo las actividades de la Academia pontificia para la vida a la Madre de Jess, el Verbo hecho carne en su seno virginal, a fin de que os acompae en el compromiso que la Iglesia os ha confiado para la defensa y la promocin del don de la vida y de la dignidad de todo ser humano.Con este deseo, os imparto a vosotros y a vuestros seres queridos mi afectuosa bendicin.