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^ DISTRIBUCION COMERCIAL EN CATALUNA EVOLUCION SECTORIAL Y ACTUACIONES PUBLICAS L escribir cual es la situación del sector comercial en Cataluña supone, por una parte, un trabajo de aproxi- mación a través de datos parciales, informaciones fragmentadas y fuentes diversas, con lo que obtendríamos una visión más o menos aproximada de cual es la realidad estructural del sector y un peso específico en el contexto de la economía catalana. Pero, también, escribir hoy sobre el sector de la distri- bución es hacerlo sobre un estado de crisis, entendiendo la palabra "crisis" no en el habitual sentido peyorativo con que suele utilizarse, sino como una situación de cambio y transformación, de la que, probablemente, surgirá un sector más eficaz y competitivo. FRANCISCO JAVIER SOBRINO y CLARA DIEZ De hecho estamos asistiendo a un auténtico proceso de reconversión no tan Ilamativo y ruidoso como el ocurri- do en otras ramas de la actividad eco- nómica, más lento si se quiere, pero no por ello menos espectacular. Es sufi- ciente dar un paseo por nuestras ciuda- des para poder apreciarlo. De una situación caracterizada por el predominio absoluto de un comercio tradicional coexistiendo con algún gran almacén y/o algunos almacenes popu- lares hemos pasado a la proliferación de grandes superficies de periferia y, como contrapartida, a la generación de concentración de oferta intraciudad (islas de peatones, galerías comerciales) o reestructuración y mejora de las exis- tentes (remodelación de mercados municipales) y todo ello en el marco de una disputa enormemente dinámica por definir la tendencia de la compra hacia la periferia urbana o bien mante- nerla en los centros histórico-comercia- les de las ciudades. Nos encontramos ante una situa- ción compleja en la evolución de la cual influyen factores que van más allá de aquellos que podíamos considerar estrictamente simplistas y que nos Ile- varían a centrar el problema de la evo- lución del sector en el enfrentamiento grandes-pequeños. Obviamente, la existencia de aque- Ilos condiciona el funcionamiento de estos, pero no es menos cierto que lo que deberá preguntarse el comercio tradicional es cuáles son las causas que 4 ^istribución y^onsumo 56 DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

DISTRIBUCION COMERCIAL EN CATALUNA EVOLUCION …...de la media estatal (11,9%). Pero tal vez el dato más interesante que nos ofrece el cuadro sea el de la pérdida de participación

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DISTRIBUCION COMERCIAL EN CATALUNA

EVOLUCION SECTORIAL Y ACTUACIONES PUBLICAS

Lescribir cual es la situacióndel sector comercial enCataluña supone, por unaparte, un trabajo de aproxi-

mación a través de datos parciales,informaciones fragmentadas y fuentesdiversas, con lo que obtendríamos unavisión más o menos aproximada decual es la realidad estructural del sectory un peso específico en el contexto dela economía catalana. Pero, también,escribir hoy sobre el sector de la distri-bución es hacerlo sobre un estado decrisis, entendiendo la palabra "crisis"no en el habitual sentido peyorativocon que suele utilizarse, sino como unasituación de cambio y transformación,de la que, probablemente, surgirá unsector más eficaz y competitivo.

FRANCISCO JAVIER SOBRINO y CLARA DIEZ

De hecho estamos asistiendo a unauténtico proceso de reconversión notan Ilamativo y ruidoso como el ocurri-do en otras ramas de la actividad eco-nómica, más lento si se quiere, pero nopor ello menos espectacular. Es sufi-ciente dar un paseo por nuestras ciuda-des para poder apreciarlo.

De una situación caracterizada porel predominio absoluto de un comerciotradicional coexistiendo con algún granalmacén y/o algunos almacenes popu-lares hemos pasado a la proliferaciónde grandes superficies de periferia y,como contrapartida, a la generación deconcentración de oferta intraciudad(islas de peatones, galerías comerciales)o reestructuración y mejora de las exis-tentes (remodelación de mercados

municipales) y todo ello en el marco deuna disputa enormemente dinámicapor definir la tendencia de la comprahacia la periferia urbana o bien mante-nerla en los centros histórico-comercia-les de las ciudades.

Nos encontramos ante una situa-ción compleja en la evolución de lacual influyen factores que van más alláde aquellos que podíamos considerarestrictamente simplistas y que nos Ile-varían a centrar el problema de la evo-lución del sector en el enfrentamientograndes-pequeños.

Obviamente, la existencia de aque-Ilos condiciona el funcionamiento deestos, pero no es menos cierto que loque deberá preguntarse el comerciotradicional es cuáles son las causas que

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^istribución y^onsumo 56 DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

han originado la aparición de los otros,qué es lo que ha cambiado en su entor-no y en qué medida tiene capacidad deadaptarse.

Porque al respecto, y no convieneengañarse, una de las falacias que com-porta el análisis al uso del enfrenta-miento grandes-pequeños es que pare-ce que "todo" el sector comercial tradi-cional está listo para perecer en esabatalla y nada hay más lejos de la reali-dad.

Todo parece apuntar a que en unpróximo futuro convivirán diversas for-mas comerciales tanto de periferiacomo de centro-ciudad. También esposible una reducción del sector tradi-cional de comercialización (no "todo"el sector, ni mucho menos), pero, esosí, se tratará de establecimientos gestio-nados empresarialmente y de empresa-rios comerciales capaces de incremen-tar estrategias empresariales de compe-titividad y de adaptación a un entornocambiante.

MAGNITUDES ECONOMICAS

Cuando se trata de evaluar la parti-cipación del sector comercial en elconjunto de la economía, bien sea enel ámbito estatal o en el de las Comuni-dades Autónomas, se plantean algunosproblemas que lo hacen casi imposiblea menos que se quiera prescindir de unelemento, que en la información eco-nómica es clave, como puede ser laproximidad del dato en el tiempo.

Por otra parte, y aunque el hecho essobradamente conocido no debeobviarse su mención, los datos disponi-bles de la Contabilidad Nacional no Ile-gan a un nivel de desagregación tal quenos permitan conocer cual es la contri-bución del sector de la distribución a laformación del Producto Interior Bruto.

Por tanto y en este contexto, lafuente de datos disponibles se circuns-cribe a las publicaciones del Banco deBilbao sobre la Renta Nacional con elinconveniente ya señalado del desfasetemporal entre las fechas de referenciade los datos y las de su publicación.

Para el año 1989 (cuadro n° 1), laaportación del sector comercial a la for-

CUADRO N" 1

EVOLUCION DE MAGNITUDES MACROECONOMICAS(MILLONES DE PTAS. CORRIENTES)

ESPAÑA CATALUÑA

P.I.B. (1) V.A.B. COMERCIO (2) %(2^(1) P.1.8. (3) V.A.B. COMERCIO (4) %(4^(3)

1981 16.698.773 2.055.752 12,3 3.327.463 439.158 13,2

1985 27.859.655 3.345.145 12,0 5.379.082 687.596 12,7

1989 46.267.286 5.519.248 11,9 9.290.054 1.168.035 12,5

FUENTE BBV Renta Nacional de España. Varios años

CUADRO M= 2

EVOLUCION DE LICENCIAS FISCALES COMERCIALES(MAYORISTAS Y DETALLISTAS)

1983 1984 1985 1968 1987 1988 1989 1990

DETALLISTAS 128.633 136.607 137.146 147.194 150.223 152.396 155.218 154.945

MAYORISTAS 24.893 26.945 28.297 34.688 37.872 41.148 44.602 47.021

TOTALES 153.528 163.552 185.443 181.882 188.095 193.544 199.820 201.966

FUENTE COCIN de Barcelona

mación del PIB catalán se sitúa entorno al 12,5%, ligeramente por encimade la media estatal (11,9%).

Pero tal vez el dato más interesanteque nos ofrece el cuadro sea el de lapérdida de participación del sector enla formación del PIB que, aunquepueda parecer poco relevante (7 déci-mas en 9 años) tal vez resulte significa-tivo en cuanto refleja un estancamientorelativo frente a otros sectores.

Parece abonar esta idea el hecho deque (cuadro n° 2), paradójicamente, esees un período en el que el sector vecomo se incrementa el número delicencias comerciales entre 1983 y1989 en aproximadamente un 30%,con una tasa media anual acumulativade un 3,8%.

Conviene señalar, además, que setrata de un período, prácticamente todala década de los 80, en el que se regis-tran todas las fases del ciclo económi-co, con lo que podría afirmarse, sinriesgo de equivocarse, que se trata deun sector en el que los operadoresentran, tal vez con distintos ritmos,tanto en épocas de expansión económi-ca, lo que parece normal, como en

CUADRO N" 3

P.I.B. Y V.A.B. COMERCIO PORCOMUNIDADES AUTONOMAS(C.F. MILL. DE PTAS. CORRIENTES)

P.I.B. V.A.B. COM. %

ANDALUCIA 5.728.883 680.365 11,9

ARAGON 1.544.104 155.439 10,1

ASTURIAS 1.169.731 133.366 11,4

BALEARES 1.145.407 137.053 12,0

CANARIAS 1.756.943 281.527 16,0

CANTABRIA 583.246 64.227 11,0

C.-LA MANCHA 1.079.841 154.240 9,8

CAST. Y LEON 2.740.627 258.750 9,4

C. VALENCIANA 4.808.896 691.479 14,3

EXTREMADURA 804.086 87.004 10,8

GALICIA 2.680.832 287.276 10,7

MADRID 7.485.783 904.665 12,1

MURCIA 1.012.196 139.530 13,8

NAVARRA 730.670 60.909 8,3

PAIS VASCO 2.752.913 261.841 9,5

LA RIOJA 349.010 35.725 10,2

CEUTA Y MELILLA 104.164 17.817 17,1

FUENTE^ BBV Renta Nacional de España. Varios años.

Q

^istribución y Consumo 57 DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

CUADRO N`-' 4

P.LB. Y V.A.B. COMERCIO EN CATALUÑA(MILLONES DE PESETAS)

CUADRO N`-' 6

V.A.B. POR SECTORES DE SERVICIOS(GF.) (MILES DE PESETAS)

P.I.B. (1) V.A.B. COMERCIO(2) %(2)/(1) % (2)/'TOTAL ESPAÑA CATALUÑA

BARCELONA 7.151 J49 922.700 12,9 79,0 RECUPE. Y REPARAC. 4 353 4.685

GERONA 838.185 106.311 12,7 9,1 HOSTELE. Y RESTAUR. 3.639 3.869

LERIDA 476.879 56.636 11,9 4,8 TRANSP. Y COMUNIC. 4.199 4.432

TARRAGONA 823.241 82.388 10 0 7 1, ,CREDITO Y SEGUROS 5.969 9.113

CATALUÑA 9.290.054 1.168.035 12,5 100,0ENSEÑA. Y SANID. PRIV. 4.025 4.293

FUENTE BBV Renta Nacional.SERV. COMERCIALES 2.941 3.196

TOTAL SERVICIOS 3.812 4.156

CUADRO N`-' 5

EMPLEO EN EL SECTOR COMERCIALFUENTE BBV Renta Nacional.

1981 % 1985 % 1989 %

BARCELONA 238.325 78,8 236.876 77,0 284.872 77,3

GERONA 24.779 8,2 28.907 9,4 34.708 9,4

LERIDA 18.146 5,9 17.615 5,6 20.141 5,5

TARRAGONA 21.562 7,1 24.211 8,0 28.787 7,8

CATALUÑA ( 1) 302.812 100,0 307.609 100,0 368.508 100,0

TOTALEMPLEOCATALUÑA (2) 2.088.111 2.005.733 - 2.332.909 -

°i° (1)/(2) 14,6 15,34 - 15,80

FUENTE BBV. Renta Nacional

aquellas de recesión, en los que se con-vierte en refugio para la destrucción deempleo en otros sectores, con lo queello supone en cuanto a incremento dela atomización, carencias de profesio-nalidad, etcétera. Sobre esta cuestiónvolveremos más adelante.

En definitiva se podría decir que, enla actualidad, la participación de laactividad comercial en la formación delPIB catalán se sitúa alrededor del 12-12,5%, ligeramente por encima de lamedia española y, por otra parte, laescasa dispersión que esa participaciónofrece respecto al valor medio para elconjunto de todas las comunidades(cuadro n" 3).

A la vista del cuadro parece que, aveces, la tradición no encuentra respal-do en los números y, en este sentido, laidentificación de Cataluña como paísde comerciantes, que también lo es,debería matizarse.

En cuanto a la distribución provin-cial del VAB del sector, el peso de Bar-celona es determinante, generando conel 80% del mismo, y con un peso rela-tivamente mayor que el que aporta suPIB de toda Catalunya (76,9%).

EMPLEO

Tal y como puede apreciarse en elcuadro n`-' S, el número de empleos enel sector comercial alcanzaba en 1989casi el 16% del total de empleos deCataluña, un porc:entaje superior a lamedia española (14,2%), y que ha mos-trado una tendencia ligeramente cre-ciente a lo largo de toda la década.

Si relacionamos el volumen deempleo con la aportación del sector ala formación del PIB, parece claro quenos hallamos ante un problema deinsuficiencia relativa o baja productivi-dad en relación con otros sectores.

En efecto, tal y como puede apre-ciarse en el cuadro n`-' 6, el subsector"servicios comerciales" es el de menosaportación de VAB por empleo dentrodel sector servicios tanto en Cataluñacomo para el conjunto de España.

Y el problema de la productividad,precisamente en unos momentos comolos actuales en que se está convirtiendoen un factor clave de competitividad,no es una cuestión baladí ni un simpledato estructural sobre el sector, sinoque tiene y va a tener repercusionessobre la evolución previsible a cortoplazo, en la medida en que una bajaproductividad en algún escalón delproceso de distribución es el reflejo deproblemas más amplios, de adecuacióna su función de elemento de unión, decontacto, entre la producción y el con-sumidor final y, por tanto y en últimotérmino, está condicionando tanto loscomportamientos de la industria comode los propios consumidores.

Fundamentalmente, la distribucióntiene dos papeles asignados. EI primeroy más tradicional es colocar el produc-to en el momento justo, el lugar precisoy a un precio adecuado. Y un segundocometido, no menos importante, es uncanal clave de información para laindustria sobre comportamientos, nece-sidades y hábitos de compra de losconsumidores. En la medida en que seadecúe o no a las necesidades de unosy otros, ambos reaccionarán buscandoalternativas.

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^istribucibn y Consumo 5ó DICIEMRRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

En lo que se refiere a la industria, yante una situación de mercado en quepredomina claramente la oferta, el pre-cio puede Ilegar a convertirse en el ele-mento clave de competitividad en lospróximos años, especialmente en algu-nos sectores como el alimentario. Portanto se va a exigir a todos y cada unode los componentes de la cadena devalor la máxima eficiencia relativa, por-que de lo contrario el propio canal aca-bará expulsándolos.

En lo que se refiere al consumidor,todo parece indicar que se va volviendomucho más selectivo, más racional a lahora de comprar y que, junto con el pre-cio del producto, tendrá en cuenta otroscomponentes, como marca, envase, sur-tido, comodidad, trato, condiciones depago, etc. parece claro que optará por laforma de distribución que más "valores"incorpore al precio.

En este proceso de ajuste entre lasnecesidades a la industria y la satisfac-ción de los consumidores es donde ladistribución tiene que ubicar su propioproceso de transformación que, dehecho, ya se está produciendo.

Ya no se compite sólo de formahorizontal sino que estamos asistiendoa fenómenos de competencia vertical,

HAPPY

dentro del mismo canal, siendo elejemplo más claro lo que está ocurrien-do en el escalón mayorista, cada vezmás comprimido entre fabricantes ydetallistas que pugnan por estableceruna relación lo más directa posible apartir de la fuerza y capacidad de nego-ciación adquirida por los últimos a par-tir de procesos de asociacionismo hori-zontal o vertical, que incluso estánreduciendo cada vez más la función delmayorista tradicional.

Es previsible, a corto y medio plazo,la acentuación de esta tendencia haciael acortamiento de los canales a travésde procesos de asociación-integraciónvertical y será en este contexto dondeel sector comercial tendrá que prose-guir su proceso de reconversión.

SITUACION ACTUAL

La situación del sector comercial enCataluña, y más concretamente la delcomercio minorista, tiene muchos ras-gos en común con la del resto del Esta-do -características de las empresas,dimensión de los establecimientos,etcétera- pero también algunas especifi-cidades debidas a las característicaspropias de la economía catalana, la dis-

BOOKS

CUADRO N° 7

EVOLUCION DE LAS LICENCIASCOMERCIALES MINORISTAS DEALIMENTACION EN CATALUÑA(1983-1990)

LICENCIAS LICENCIAS ALIMENTA.AÑO ALIMENTACION TOTAL LICENCIAS

1983 53.339 41,47

1984 55.479 40,61

1985 55.229 40,27

1986 58.230 39,56

1987 57.795 38,47

1988 57.710 37,90

1989 57.559 37,08

1990 55.718 35,95

FUENTE Elaboración propia a partir de in/ormación de laCámara de Canercio, Industria y Navegacibn de Barcelona.

tribución de la población en e) territo-rio, la existencia de amplias zonas turís-ticas o de segunda residencia, etcétera.

Como ya se ha comentado anterior-mente, uno de los escollos importantesa la hora de abordar el análisis del sec-tor es la falta de información estadísti-ca, continuada y actualizada.

De todas maneras, en Cataluña sedispone de una serie de estudios reali-zados a lo largo de los años 80, cuyosdatos, sorprendentemente, han refleja-do una gran estabilidad en el tiempo. Apartir de estos trabajos y con la ayudade información complementaria, comolas licencias fiscales, se pueden acotarlos principales problemas que padeceel sector del comercio minorista enCataluña actualmente. En este sentido,cabe destacar los aspectos siguientes:- EXISTENCIA DE UNA OFERTA COMERCIAL

POCO DIVERSIFICADA.

EI comercio alimentario ha pasadomucho en el sector por lo que se refierea número de establecimientos. Así, lasúltimas cifras disponibles de licenciasfiscales indican que en 1990 el 36% delas licencias minoristas eran de alimen-tación.

Esta oferta poco diversificada afectafundamentalmente, por una parte, a laszonas con un cierto retraso económico(más concretamente, a las zonas catala-nas de montaña) y por otra, a algunosmunicipios de la periferia barcelonesa,

b

^istribución y Consumo 59 DiCIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

CUADRO N° 8

ESTABLECIMIENTOS INSCRITOS EN EL REGISTRO DE AUTOSERVICIOS ( 1989-1993)

AUTOSERVICIOS SUPERSERVICIOS SUPERMERCADOS TOTAL

SUP.TOTAL SUP.MEDIA SUP.TOTAL SUP.MEDIA SUP.TOTAL SUP.MEDIA SUP.TOTAL SUP.MEDIANp (Mz) (MZ) N" (Mz) (Mz) Ng (Mz) (MZ) N4 (M2) (MZ)

1989 42 3.250 77 122 28.419 233 47 35.862 763 211 67.532 320

1990 33 2.475 75 93 21.966 236 40 30.275 757 166 54.717 330

1991 28 2.210 79 55 13.459 245 39 28.602 733 122 44.272 363

1992 23 1.903 83 72 16.202 225 31 23.643 763 126 41.748 331

1993 24 2.035 85 60 14.430 241 32 26 129 817 116 42.594 367

TOTAL 150 11.874 79 402 94.477 235 189 144.512 785 741 250.883 339

FUENTE: Dirección General de Comercio Interior y Servicios.

donde pesan las fugas hacia Barcelonaen relación a las compras de no ali-mentario. Por otra parte, es un fenóme-no que se está corrigiendo, ya que ensiete años (1983-1990) el peso de laslicencias de alimentación sobre el totalde licencias minoristas ha bajado 5,5puntos, como se puede observar en elcuadro n° 7.- ESTABLECIMIENTOS COMERCIALES

POCO DIMENSIONADOS.

EI comercio catalán es pequeño. Eneste sentido, las estimaciones globalesobtenidas a partir de los estudios dispo-nibles indican que el 64% de loscomercios tiene menos de 40 m' desuperficie de venta y en un porcentajesuperior al 80% no superan los 80 mz.

Las repercusiones de esta peculiari-dad no son, en líneas generales, dema-siado positivas. Así, una superficiepequeña implica una baja productivi-dad tanto por mZ como por trabajador;tampoco se dispone de suficiente capa-cidad para negociar con los proveedo-res y comporta una dificultad de cara ala incorporación de nuevastécnicas deventa, como puede ser el autoservicio.- POCA INCIDENCIA

DE ASOCIACIONISMO.

Está comprobado que en términosglobales el comercio asociado, en com-paración con el independiente, respon-de a puntos de venta de mayor superfi-cie, técnicas de venta más avanzadas ymejores precios como consecuencia dela mayor capacidad de negociacióncon los proveedores.

CUADRO N° 9

ASOCIACIONISMO COMERCIAL Y FORMAS DE VENTA

VENTA TRADICIONAL VENTA EN AUTOSERVICIO

COMERCIO INDEPENDIENTE 87,2 1,8

COMERCIO ASOCIADO 39,8 25,4

FUENTE: Estudio del comercio en el "Maresme-Nord". Dirección General de Comercio Interior y Servicios ( 1988).

Sin embargo, en Cataluña superanel 90% los establecimientos que care-cen de vínculos asociativos con otrosagentes del sector.

Como punto de referencia es intere-sante resaltar la fuerte presencia de lasdistintas formas de asociacionismo enotros países europeos y su reflejo en lacuota de mercado que absorben. Cabedestacar el caso de Alemania que ya en1987 -fecha de los datos disponibles-más del 75% de las ventas detallistaslas realizaban establecimientos conalgún tipo de vínculo asociativo, mien-tras que la cifra para el conjunto delEstado español no Ilegaba al 25%.-^ENTA INTRODUCCION DE TECNICAS DE

VENTA ALTERNATIVAS A LA TRADICIONAL.

EI sistema de venta más extendidoen Cataluña es el tradicional. Concreta-mente, el 90% de los establecimientoslo utiliza, mientras que únicamente el2% utiliza el autoservicio. En el comer-cio de alimentación se detecta unmayor peso de la técnica de autoservi-cio, aunque todavía los niveles son bas-tante bajos (3% del total).

Por otra parte, en los últimos añosse observa una disminución de loscomercios tradicionales de alimenta-ción -los denominados coloquialmente"colmados"-, mientras crecen anual-mente los establecimientos en régimende autoservicio. Así, es de resaltar, deacuerdo con el cuadro n° 8, que en losúltimos 5 años se han registrado 741aperturas de las que más de la mitad,concretamente 402, corresponden asuperservicios, si el punto de referenciason las superficies, el 58% de la nuevasuperficie corresponde a supermerca-dos que, a su vez, incrementan susuperficie media cada año.

Por otra parte, uno de los estudiosantes citados, concretamente el de lacomarca del Maresme-Nord, confirmala interrelación existente entre el gradode asociacionismo y el sistema deventa utilizado. En este sentido y talcomo se observa en el cuadro n° 9, un25,4% del comercio asociado utiliza latécnica de autoservicio, mientras quepara el comercio independiente el por-centaje es de 1,8%.

b

^istribución y^onsumo ÓO DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña®

- PUNTOS DE VENTA POCO EQUIPADOS.

Las cifras correspondientes a estosindicadores no son demasiado optimis-tas: más del 50% de los establecimien-tos no disponen de caja registradora yno Ilegan al 2% los que tienen ordena-dor.- POCA FORMACION DEL

EMPRESARIO COMERCIAL.

Los datos disponibles ratifican elbajo nivel de formación catalán: el70% de comerciantes sólo tiene estu-dios primarios.

PEQUEÑOS "VERSUS"GRANDES

Las características descritas hastaaquí, que definen la problemática delsector comercial minorista catalán, per-miten hacer un "retrato-robot" delmismo. Nos encontramos con un sectormuy atomizado, cuyas empresas son detipo familiar y sin vínculos asociativos,los establecimientos son pequeños ypoco equipados y el factor humanotiene escasa preparación.

Paralelamente a la situación descri-ta anteriormente, la dinámica propiadel sector está generando un crecimien-to continuado de nuevas estructurascomerciales (centros comerciales, fran-quicias, superficies especializadas noalimentarias), que operan con una ges-tión muy profesionalizada. Estas nuevasestructuras son importantes especial-mente por la cuota de mercado queatraen. En este sentido, el panel Niel-sen, a pesar de las limitaciones querepresenta -ya que su muestra no inclu-ye a los especialistas-, indica que loshipermercados han absorbido en 1993el 30% de las ventas alimentarias delconjunto de España. También es intere-sante destacar que la cuota de mercadode los establecimientos -medianos ygrandes- en régimen de autoservicio, semantiene prácticamente constante,mientras va decreciendo desde el pri-mer año estudiado la correspondiente alos establecimientos tradicionales.

En este contexto, al sector comer-cial existente -se estima que en Catalu-ña existen aproximadamente 140.000comercios minoristas- se le ha plantea-

do el reto de "resituarse", haciendofrente a las aportaciones que incorpo-ran las grandes superficies: horariosamplios, innovación tecnológica, apar-camiento, precios más competitivos,...

La respuesta del sector comercial sematerializa de distintas maneras: cierrede los menos competitivos -fenómenoconstatado tanto en la evolución de laslicencias como en las cifras del panelNielsen-, especialización -atendiendoa segmentos de mercado muy defini-dos-, potenciación de los servicios alcliente, asociacionismo -especialmentepor lo que se refiere a la franquicia- y,desde el punto de vista de la localiza-ción, ubicación en el centro de la ciu-dad o formando parte de grandes cen-tros comerciales, ya sean de carácterurbano o periférico.

CONCENTRACION DELCOMERCIO

En Cataluña funciona una divisiónterritorial en 41 comarcas, basada en eldiseño que el geógrafo Pau Vila hizo en1932. La capital de comarca, en líneasgenerales, ha funcionado tradicional-mente como centro de actividades ter-ciarias. En este sentido, se ha consoli-dado a lo largo del tiempo una concen-tración de comercios en las capitales decomarca, especialmente por lo que se

refiere al comercio no alimentario.A nivel local, además de los merca-

dos municipales, resulta significativo elpeso de los mercados ambulantes quese celebran una o incluso dos veces porsemana en buena parte de los puebloscatalanes.

Por otra parte, el litoral marítimocatalán, paralelamente al desarrollo desu industria turística, ha generado unaestructura comercial en muchos casosestacional y en alguno con verdaderascaracterísticas de polaridad comercialcomo es el caso de Platja d'Aro.

Cabe destacar que es en Barcelonay su entorno donde se concentra buenaparte de la actividad comercial de Cata-luña. Este fenómeno se ha ido incre-mentando en los últimos años a raíz dela mejora de las comunicaciones-construcción de las Rondas,...-, delimpulso de los Juegos Olímpicos y dela apertura de grandes superficiescomerciales en la zona.

Finalmente, como muestra de laconcentración de las grandes superficiescomerciales en Cataluña, destacar laexistencia de 34 hipermercados en fun-cionamiento con una superficie de ventade 202.493 m2 situada, básicamente, enBarcelona y sus alrededores, y las ciuda-des de Lleida, Tarragona y Girona. Esinteresante indicar que todavía se estáen una situación muy alejada respecto a

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^istribución y Consumo ÓĜ DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

otros países de nuestro entorno. En estesentido, en Cataluña existen 33,5 m' desuperficie de venta de hipermercado por1.000 habitantes, cifra en la línea de lamedia nacional, pero muy alejada deFrancia donde este indicador es de 65m' por 1.000 habitantes (cuadro n" 10).

La relación de este urbanismo, dealguna manera parcial, con el urbanis-mo integral, que es el que ordena elterritorio en su conjunto, valorandotodas las actividades que en él se desa-rrollan, es un punto a tener en cuenta.En este sentido, la previsión de las loca-lizaciones de las actividades comercia-les en el territorio tendrían que formarparte de la planificación correspon-diente al conjunto de las actividades y,por tanto, el urbanismo comercial nodebería quedar desconectado del urba-nismo integral.

Las posibilidades de incidir en larelación comercio-territorio a partir delos procesos de planeamiento se pue-den analizar desde un punto de vista"macro", -planeamiento territorial- ydesde una óptica "micro" -planeamien-to urbanístico-.

EI objeto del planeamiento territo-rial es promover un crecimiento orde-nado de las implantaciones en el terri-torio que favorezca la eficacia de lasactividades económicas, fomentar unamejor calidad de vida en todo el territo-rio mediante una utilización racionaldel mismo, la gestión responsable delos recursos naturales, la protección delmedio ambiente y el desarrollo equili-brado de las ciudades.

Por lo que se refiere al desarrollodel planeamiento territorial, actualmen-te, el Plan Territorial General de Cata-luña, que abarca todo el territorio de laComunidad Autónoma y todas las acti-vidades que en ella se desarrollan, estáredactado y pendiente de aprobación.EI Plan Territorial de la Región 1`', queafecta a Barcelona y las comarcas máspróximas, está en fase de elaboración.

GRANDES SUPERFICIES YURBANISMO COMERCIAL

La expresión "urbanismo comer-cial" es muy utilizada, especialmenteen los últimos años, y, sin embargo, nohay una definición exacta de lo quesignifica. En este sentido, una aproxi-mación posible sería considerar elurbanismo comercial como la formaque tiene el comercio de encajar en elterritorio, es decir, cómo se localiza eltejido comercial.

CUADRO N^ 10

INDICADORES COMPARATIVOS SOBRE HIPERMERCADOS EN ALEMANIA, FRANCIA Y CATALUÑA

ALEMANIA FRANCIA CATALUÑA

MENOS DE 2.500 Mz DE SUP. DE VENTA DE 2.500 A 4.000 Mz DE SUP. DE VENTA 417 DE 2.500 A 4.000 MZ DE SUP. DE VENTA 18

NUMERO DE HIPERS 996 MAS DE 4.000 Mz DE SUP. VENTA 561 MAS DE 4.000 M2 DE SUP. DE VENTA 16

SUP. TOTAL DE VENTA (Mz) 6.221.175

SUP. MEDIA DE VENTA (Mz)

INDICADORES (1):

6.246

INDICADORES (2): INDICADORES (3):

SUP. MEDIA DE VENTA (Mz) 7.988 SUP TOTAL DE VENTA (MZ) 5.493.015 SUP. TOTAL DE VENTA (Mz) 202.493

SUP. DEDICADA ALIMENTACION % 36 SUP. MEDIA DE VENTA (Mz) 5.617 SUP. MEDIA DE VENTA (MZ) 5.956

NUMERO MEDIO DE EMPLEADOS 115 NUMERO MEDIO DE EMPLEADOS 186 NUMERO MEDIO DE EMPLEADOS (4) 165,8

EMPLEADOS A TIEMPO PARCIAL % 48 NUMERO MEDIO DE CAJAS DE SALIDA 27 NUMERO MEDIO DE CAJAS DE SALIDA (4) 29,8

SUP. VENTA POR PERSONA (Mz) 69 NUMERO MEDIO DE CARROS 186 NUMERO MEDIO PLAZAS PARKING (4) 822,7

NUMERO MEDIO DE CAJAS DE SALIDA 19 NUMERO MEDIO PLAZAS PARKING 861

NUMERO MEDIO DE REFERENCIAS 40.225

ALIMENTACION 11.411

NO ALIMENTACION 28.813

M2 SUP. DE VENTA/1.000 HABITANTES 80,2 Mz SUP. VENTA/1.000 HABITANTES 96,5 Mz SUP. DE VENTA /1.000 HABITANTES 33,5

Ng HABITANTES/HIPERMERCADO

FUENTES Y NOTAS:

17.833 N`-' HABITANTES/HIPERMERCADO 58.173 N° HABITANTES/HIPERMERCADO 177 155,2

(1) Estos indicadores sólo hacen referencia a los hipermercados de más de 4.000 m2 de superficie de venta.DISTRIBUCION ACTUALIDAD, n° 189, Octubre 1992. Datos correspondientes a 1/1/90.

(2) PANORAMA 94/POINTS DE VENTE. Datos referentes a la globalidad de los hipermercados a 1/9/93.(3) Cataluña: DISTRIBUCION ACTUALIDAD, n4 214, Enero 1994.

Datos correspondientes a 1.12.93 (incluidos MAXOR Martorell, Marzo 1994; MAXOR Vic, Septiembre 1994; ENAXO Amposla, Junio 1994).

(4) La media se ha calculado en tunción de los establecimientos que suministran la fecha correspondiente.

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^istribución y^onsumo ÓĜ DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

GRAFICO N" 1

SUPERMERCADOS (*), HIPERMERCADOS Y GRANDES ALMACENES EN CATALUÑA (A 3o/9/9a>(•) SOLO SE INCLUYEN LOS APROBADOS POR LAS "CTEC" CON UNA SUPERFICIE DE VENTA ENTRE 1.500 Y 2.500 Mz

11^1!RMF.RCAD()ti CbN SIIRERFlC@ DE

VF.MA SI)PFRnIR A ^ 000 mt

^ F tnnc^^n.,n^e,No

^ Fn fRU de ejecución

^ Ap1ob.Ms por Is CTEC

^ SoLciludes perMienlcv

11@[RARRfADpS CON SURERFK^ DE

VEMA ENIRE 2500 Y ^.000 m3

^ 6n (^Rlciomm^ienlo

^ En (RSe de ejecuclbn

^ Aprobedos por Is CIEC

q Soliciludespendiemet

SIrvFRMNNCM()S CON SUPIiRFlC® D0

V ENTA F'NIRn 1 300 Y 23d1 ml

^ L'l1IYnCi011NnteNO

. 8n (RSe de ejecución

^ ApmbRdos por N CTEC

^ Soliciwdes pendiemes

c:nnmMS n1.Mnct=m_^

♦ E tunciananleNO

♦ F t^se de ejecucidn

♦ AprobRdoc por la C7EC

Q Soliciwdee pendiaRea

También hay una serie de planessectoriales, que abarcan todo el territo-rio catalán y regulan un sector concre-to, que están aprobados (espacios natu-rales, carreteras, puertos...).

La incidencia del comercio en elterritorio, a nivel de planificación terri-torial, se valora básicamente de cara ala previsión de grandes superficiescomerciales, en consonancia con eldiseño de las redes de comunicación-especialmente viaria, pero tambiénferroviaria- con el desarrollo de lasactividades económicas en el territorioy en función de los cambios demográfi-cos previstos. EI Departamento deComercio, a raíz de la consulta sobre elPlan Territorial General, propuso la rea-lización de un Plan Territorial SectorialComercial.

La relación comercio-territorio pasaa convertirse en relación comercio-ciu-dad a través del planeamiento urbanís-

tico -planes generales, parciales, dereforma interior-. Esta conexión se con-creta mediante la asignación de usosdel suelo hecha desde el planeamiento.

Históricamente, el planeamientourbanístico ha considerado los usoscomerciales como residuales, lo que hadado lugar a la localización generaliza-da de comercios en los bajos de edifi-cios residenciales. La alternativa delplaneamiento a esta situación ha sido ladelimitación de zonas de las ciudadesdestinadas, específicamente, a usos ter-ciarios entre los que se incluyen, ade-más de los comerciales, oficinas, usosrecreativos, culturales,... sin concretarlos parámetros urbanísticos correspon-dientes a las actividades comerciales.

En los últimos años en Cataluña, yespecialmente desde que está vigente laLey de Equipamientos Comerciales, elplaneamiento urbanístico define cadavez más las posibles localizaciones de

grandes equipamientos comercialescon calificaciones del suelo expresa-mente definidas -comercio concentra-do- así como los parámetros urbanísti-cos aplicables -techo edificable, dota-ción mínima de aparcamiento,...-.

Además del Plan General, tambiénel planeamiento derivado puede incidiren la localización de las actividadescomerciales dentro de la ciudad. Eneste sentido vale la pena destacar elPlan Especial del Comercio Alimentariode Barcelona (PECAB), aprobado en1985.

DISTRIBUCION GEOGRAFICADEL EQUIPAMIENTOCOMERCIAL

La configuración del sector comer-cial catalán, desde el punto de vista desu localización geográfica, está condi-cionada por diversos factores: el ya

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^istribución y^onsumo Ó4 DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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El Café de Colombia se está sirviendoen el comedor de estribor.

Café de Colombia

EI mej^^r caté del mund^^.

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Cataluña

mencionado carácter residual del usocomercial, la estructura parcelaria delos centros urbanos -que no ha permiti-do ampliar los locales cuando la evolu-ción del mercado así lo ha exigido- y,también, el incremento desproporcio-nado del precio del suelo en las ciuda-des, hecho que ha provocado el des-plazamiento de parte del tejido comer-cial hacia la periferia.

En Cataluña existe actualmente, portanto, un equipamiento comercial conun marcado carácter periférico situadojunto a importantes vías de comunica-ción, ubicado en parcelas independien-tes o en recintos unitarios, donde laactividad comercial cuenta con unosservicios comunes, incluso con una pro-moción, gestión y explotación conjunta.

Sin embargo, no hay que olvidarque existe también un equipamientocomercial de marcado carácter urbanoen el que se pueden distinguir tres tipo-logías bien diferenciadas:

- EI comercio de centro ciudad,generalmente enmarcado en una pro-blemática global de rehabilitación decentros históricos. En este sentido,desde la Generalitat, como ya se con-cretará más adelante, se trata de poten-ciar la actividad comercial a partir de laestructura existente, -generalmente

combinando con otras actividades ter-ciarias-, fomentando el carácter peato-nal de los centros históricos de las ciu-dades.

- EI comercio que genera polarida-des comerciales en determinadas zonasde la ciudad, a partir de establecimien-tos que funcionan como "locomoto-ras", como pueden ser los mercadosmunicipales.

- EI comercio al servicio del barrio,disperso en la trama urbana, sin voca-ción de centralidad.

- Las grandes implantaciones que,inmersas en la trama urbana, constitu-yen por sí solas puntos de atracciónque incrementan los propios de la ciu-dad. En muchas ocasiones surgen apartir de procesos de readaptación deusos generalmente industriales.

LEY DE EQUIPAMIENTOSY CREACION DE LAS "CTEC"

La segunda gran línea de actuacióndel Gobierno catalán en materia deurbanismo comercial se pone en mar-cha en 1987, momento en el queempezaban a implantarse de manerageneralizada en el territorio catalán lasgrandes superficies y, más concreta-mente, los hipermercados.

EI Parlamento catalán aprueba laLey de Equipamientos comerciales ycon ella se crean las Comisiones Terri-toriales de Equipamientos Comerciales(CTEC), órganos colegiados en los queestán representados la Generalitat, losmunicipios, el sector comercial -Cáma-ras de Comercio y asociaciones decomerciantes-, los consumidores y téc-nicos especialistas en la materia. LasCTEC son pioneras a nivel del Estado ylas únicas comisiones de este tipo quefuncionan con regularidad actualmente.

La Ley de Equipamientos Comercia-les, en la línea de normativas similaresque funcionan en Europa, es un instru-mento creado para actuar en materiade urbanismo comercial desde unpunto de vista ordenancista. Su objeti-vo es contribuir a mejorar y racionali-zar la estructura comercial, regulandolos usos comerciales y más concreta-mente, la implantación de grandessuperficies; y todo ello en beneficiotanto del sector, como de los consumi-dores.

La Ley permite actuar, mediante lasCTEC, en tres direcciones:

1) Valoración de los programas parael equipamiento comercial (POEC) ela-borados por los ayuntamientos y basa-dos en los siguientes aspectos:

- Información sobre el comercioexistente, hábitos de consumo y decompra y su evolución.

- Análisis comparativo de la ofertay la demanda.

- Condicionantes para superar losdesequilibrios existentes.

- Criterios a aplicar en las nuevasimplantaciones teniendo en cuenta elposible impacto supramunicipal.

2) Planeamiento urbanístico.En Cataluña el proceso de elabora-

ción del planeamiento urbanístico esbifásico: los ayuntamientos aprueban elplaneamiento de manera provisional yla Generalitat, mediante la Comisión deUrbanismo, aprueba los planes definiti-vamente.

Las CTEC emiten informe sobre elplaneamiento en fase de aprobacióninicial cuando aquel tiene implicacio-nes comerciales significativas y, con-cretamente, cuando se prevén reservas

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^istribución y Consumo 66 DICIEMBRE 19941ENER0 1995

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Cataluña

CUADRO N' 11

ACTUACIONES DE LAS COMISIONES TERRITORIALESDE EQUIPAMIENTOS COMERCIALES.EXPEDIENTES DE PLANEAMIENTO URBANISTICO (A 3o/9/9a^

ESTUDIADOS POR LAS CTEC SILENCIO

AÑO ENTRADOS (') APROBADOS DENEGADOS ABSTENCIONES POSITIVO

lsas 1 1

1990 20 13 1 - 6

1991 44 19 1 3 21

1992 45 20 3 2 16

1993 39 9 6 5 14

1994 (1)20 13 1 - 13

TOTAL 169 74 13 10 70

(1) Cuatro de los cuales quedan pendientes de ser estudiados por la CTEC.(') EI número de expedientes entrados en un año determinado no concuerda con el de estudiados,

ya que es necesario añadir a éstos los expedientes pendientes del año anteriorFUENTE CTEC.

de suelo para grandes centros comer-ciales. Esta posibilidad de incidir en losplanes, a pesar de que el informe de laCTEC no es vinculante, permite ordenarlos usos comerciales (m= de techo, tipode actividad comercial,...), así comoindicar las condiciones que se han decumplir relativas a la accesibilidad,dotación de aparcamiento, etcétera,para la implantación de estos usos.

3) Proyectos de implantación degrandes superficies comerciales.

La Ley de Equipamientos Comercia-les establece que las CTEC emitiráninforme sobre aquellos proyectos deestablecimientos comerciales que supe-ren 2.500 m' de superficie de venta ó3.000 m' construidos en municipios demás de 25.000 habitantes, y 1.500 m'de superficie de venta ó 2.000 m' cons-truidos en municipios de menos de25.000 habitantes.

Los informes de las CTEC en estoscasos son vinculantes, si son desfavora-bles, para el ayuntamiento, que es lainstancia que ha de otorgar las licenciasde obras y de apertura.

Los criterios en los que reglamenta-riamente las CTEC han de basar susinformes son los siguientes:

- Que el POEC recoja la necesidadde un proyecto de estas características.

- Que el emplazamiento y lascaracterísticas del establecimiento pro-

yecto contribuyan a una aportaciónefectiva a las estructuras comerciales dela zona.

- Que la implantación pueda tenerefectos favorables sobre el nivel deocupación.

- Que se favorezca la accesibilidadmediante la utilización de transportescolectivos.

- Que el incremento de tráficogenerado por la implantación pueda serabsorbido por la red viaria.

- Que la dotación de aparcamientosea adecuada.

Los POEC constituyen el aspecto dela Ley que menos se ha desarrollado.Actualmente, no hay ningún POECaprobado, aunque algunos municipiosestán trabajando en este sentido.

SIETE AÑOS DE EXPERIENCIA

En cuanto al planeamiento urbanís-tico, la actividad de la CTEC respecto alos planes urbanísticos no se empezó anormalizar hasta mediados de 1990-tal y como se ve en el cuadro n° 11-,tres años después de la aprobación dela Ley. En las secretarías de las CTECentran cada año una media de 40 expe-dientes de planeamiento. Las CTEC hanemitido informe favorable en el 75% delos casos, pero generalmente los infor-mes contienen recomendaciones refe-

rentes a los parámetros urbanísticoscorrespondientes a la regulación de losusos comerciales, con el fin de que lacomisión de urbanismo las tenga encuenta a la hora de aprobar definitiva-mente los planes.

Por lo que respecta a las implanta-ciones, la actividad más intensa de lasCTEC se ha desarrollado en el ámbitodel estudio de proyectos concretos deimplantación y ampliación de estable-cimientos comerciales. En el períodoque va de marzo de 1987 a septiembrede 1994 han entrado en las secretaríasde las CTEC 178 proyectos, de los quese han aprobado 108, lo que suponeuna superficie de venta aprobada de650.000 m', tal como se observa en elcuadro n`-' 12.

Es conveniente matizar esas cifras,ya que incluyen tanto las nuevasimplantaciones como las ampliacionesy hacen referencia a todo tipo de esta-blecimientos: hipermercados, super-mercados, superficies especializadas,galerías comerciales, "cash and carry",y también están incorporadas las super-ficies aprobadas correspondientes aproyectos que, por diversas causas, nose han materializado.

Centrándonos en los hipermerca-dos, que son los establecimientos cuyaimplantación suele resultar más polémi-ca, las CTEC han emitido informe favo-rable sobre 14 hipermercados peque-ños -con una superficie de venta entre2.500 m= y 4.000 m=-, de los cuales 13están ya en funcionamiento y tambiénhan aprobado 12 hipermercados gran-des -más de 4.000 m' de superficie deventa-, de los cuales sólo 6 están enfuncionamiento. Estos proyectos, gene-ralmente locomotoras de centroscomerciales, necesitan períodos máslargos que los primeros para su puestaen marcha.

Los proyectos comerciales denega-dos por las CTEC en estos siete añoshan sido 32, lo que supone una superfi-cie comercial no materializada de243.000 m'. Esta superficie incluye pro-yectos que han sido estudiados más deuna vez y algunos, posteriormente sehan aprobado, tal como también seobserva en el cuadro n`-' 12.

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^istribución y Consumo 67 DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

CUADRO N" 12

ACTUACIONES DE LAS COMISIONES TERRITORIALESDE EQUIPAMIENTOS COMERCIALES.EXPEDIENTES DE SUPERFICIES COMERCIALES (A 30/9/94)

ENTRADOS APROBADOS DENEGADOS TOTAL

AÑO (1) N4 SUP. VENTA (M2) N4 SUP. VENTA (M2) ESTUDIADOS

1987 9 4 11.599 1 12.493 5

1988 19 10 32.103 6 39.198 16

1989 29 12 105.247 8 61,304 20

1990 26 18 106.132 5 42.389 23

1991 25 14 78.716 1 73 15

1992 38 28 135.966 5 44.644 33

1993 19 16 93.635 3 29.426 19

1994 (2) 13 6 92 910 3 13 629 9

TOTAL 178 108 656.298 32 243.156 140

(1) Los expedientes entrados y no estudiados corresponden básicamente a proyectos retiradospor el solicitante y,en algún caso, a los aprobados por silencio positivo.

(2) Dos de los cuales est8n pendientes de ser estudiados por la CTEC.

FUENTE:CTEC.

EI hecho de que el peso de los pro-yectos denegados -un 15% del total-no sea paralelo al de la superficie noautorizada -un 37% del total- tiene suexplicación en que aquí se encuentrangeneralmente los grandes centroscomerciales, mientras que las CTEChan valorado positivamente práctica-mente la totalidad de las ampliacionesde centros existentes o establecimientosno basados en la alimentación.

Por lo que se refiere a la evolucióndel número de proyectos, se detecta enestos dos últimos años la repercusiónde la crisis global de la economía enlos proyectos de inversión de este tipo.También las actuaciones de las CTECen este período han sido más restricti-vas, teniendo en cuenta, por una parte,el fuerte crecimiento de oferta comer-cial operado en los últimos años y, porotra, el estancamiento experimentadopor la demanda interna.

Territorialmente, las grandes super-ficies autorizadas, abiertas o no, selocalizan básicamente en los últimosaños en la ciudad de Barcelona y suentorno, bien consolidando concentra-ciones comerciales históricas -comoocurre en la comarca del Vallés Occi-dental-, bien creando nuevas zonascomerciales -es el caso de Montigalá(Badalona)-, o aprovechando las trans-formaciones que experimenta la ciudad-es el caso de Barcelona-. También,como ocurre en la comarca del BaixLlobregat, a raíz de importantes actua-ciones urbanísticas.

También se ha producido algunaimplantación de gran superficie en elresto de Cataluña, pero ha sido concarácter esporádico, sí que se han idoabriendo, con cierta continuidad,pequeños hipermercados o supermer-cados grandes.

Como ya se ha comentado, uno delos instrumentos de planificacióncomercial creados por la Ley de Equi-pamientos Comerciales, los programasde ordenación para el equipamientocomercial, prácticamente no se handesarrollado, bien por falta de financia-ción de los proyectos concretos, bienpor la dificultad de definir actuacionescuyo impacto supera el ámbito munici-

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^istribución y Consumo Óó DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

pal. Por otra parte, no hay que olvidarque la propia dinámica del mercado vapor delante de este tipo de trabajos,que comportan necesariamente untiempo para su materialización.

EI aspecto más novedoso de la Leyes el estudio del planeamiento urbanís-tico desde el punto de vista de la previ-sión de usos comerciales. En este senti-do, a pesar de que la completa normali-zación de éste procedimiento ha costa-do unos años, actualmente todo planurbanístico que contenga previsionessignificativas de usos comerciales esestudiado por las CTEC, que tienen laposibilidad de indicar la conveniencia,o no del planeamiento y de señalar, ensu caso, los aspectos mejorables delmismo de cara a las futuras implanta-ciones comerciales.

Cabe señalar que aunque el informede las CTEC no es vinculante -como yase ha apuntado-, la Comisión de Urba-nismo tiene en cuenta generalmente, ala hora de valorar el planeamiento, lasrecomendaciones hechas por la CTEC.

Por lo que se refiere al impacto queha tenido la Ley de EquipamientosComerciales sobre las implantaciones,a pesar de que los criterios que la CTECtiene establecidos para valorar los pro-yectos presentados no son todo lo con-cretos que fuera deseable, la Ley hacumplido en parte sus objetivos, ya quese ha conseguido filtrar de algunamanera las nuevas implantaciones. Eneste sentido, se han frenado nuevosproyectos, pero también se ha contri-buido a mejorar la calidad técnica dealgunos de ellos que en primera instan-cia las CTEC habían denegado, apro-bándolos una vez mejoradas su accesi-bilidad, su dotación de aparcamiento,...

Otro efecto de la puesta en marchade la Ley es la implantación de unaserie de establecimientos que bordeanpor debajo los límites establecidos en lamisma y que forman parte de la ofertacomercial creada en estos últimos años,correspondiente básicamente a estable-cimientos de alimentación en régimende autoservicio.

Finalmente, se ha de tener en cuen-ta a la hora de analizar algunos de losinformes favorables de las CTEC que

hay proyectos de grandes superficiescomerciales que se enmarcan en elseno de operaciones urbanísticasmucho más amplias y que necesaria-mente se han de valorar desde unpunto de vista global y no estrictamentecomercial.

EL MODELO DE COMERCIO

Es difícil, a nuestro juicio, hablar deun modelo de comercio, tanto paraCataluña como para cualquier otraComunidad, principalmente porque noexisten referentes, es decir, no hay niexiste un modelo ideal que se pretendaalcanzar, o al menos aproximarse, sinoque cada país ha decantado unasestructuras comerciales determinadasen función de algunas variables quepueden ir desde la climatología al urba-nismo pasando por la estructura de laspirámides de población, los niveles derenta el índice de motorización, etcéte-ra, dándose, además, la paradoja deque coincidiendo o aproximándosealgunas de ellas entre diversos países,estos han decantado sistemas de distri-bución absolutamente dispares.

Definir un modelo supone, por otraparte, un cierto grado de atrevimientoen cuanto que debe ser construido apartir de los materiales conocidos. La

aparición, en cualquier momento, deun nuevo sistema de distribución, de unavance tecnológico en la producción oen las comunicaciones, un cambio enlos hábitos de los consumidores, etcéte-ra, dará al traste con el modelo.

Sería por tanto, temerario que lasAdministraciones Públicas pretendierandefinirlo, precisamente en un sector tandinámico como el comercial y en elque juega un papel tan relevante a lainiciativa privada.

Otra cuestión es la de en qué senti-do pueden y deben actuar las Adminis-iraciones en cuánto a ordenación yregulación del sector para mejor aten-der los intereses generales, incluidosobviamente los de los consumidores ycreando o coadyuvando a crear lascondiciones necesarias para evitarestrangulamientos y disfunciones queperjudicarían, en definitiva al conjuntode la economía.

En este sentido sí podríamos hablarde "modelos" de actuación y en lo quese refiere a la Generalitat de Cataluña através del Departamento de Comercio,Consumo y Turismo, ha tenido tresorientaciones fundamentales.

a) Cubrir el vacío legislativo exis-tente en cuanto a la definición y regula-ción de determinadas prácticas comer-ciales.

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^istribudón y Consumo Ó9 ,^^CIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

b) Búsqueda del equilibrio entre lasdiferentes formas de distribución.

c) Defensa de los intereses de usua-rios y consumidores.

En cuanto al primer punto y comoejemplo paradigmático cabe mencionarla Ley 1/1983, de 18 de febrero, deregulación administrativa de determina-das estructuras comerciales y ventasespeciales. Tan largo título fue recorta-do por el uso cotidiano y acabó siendoconocida como la Ley de Rebajas.

En ella se regulaban, como su nom-bre indica, los requisitos administrati-vos para el ejercicio de la venta nosedentaria, la venta domiciliaria, laventa a pérdida, la venta en rebajas, lasliquidaciones y la venta de saldos,junto al régimen de infracciones, san-ciones y procedimiento.

Era una Ley pionera en España en laregulación de estas cuestiones y tal vezpor su osadía le Ilegó la penitencial:Fue recurrida tanto por el Gobiernocomo por la oposición ante el TribunalConstitucional, dejándose en el trámite

algunos jirones de sus potenciales vir-tualidades, entre otras los relativos a lafijación de fechas para los períodos derebajas, la prohibición de ejercer laactividad comercial con productossimilares o iguales con los que previa-mente se ha efectuado una venta enliquidación antes de transcurridos 3años y alguna cuestión más a nuestrojuicio no demasiado relevante.

Transcurridos ocho años de vigen-cia de la Ley 1/83, el Parlamento deCataluña aprobaba una nueva disposi-ción, concretamente la Ley 23/91 de 29de noviembre de Comercio Interior,que tenía como objeto, tal y como seseñala en la exposición de motivos, "laregulación, desde el punto de vistaadministrativo, de aspectos básicos delcomercio interior, con el fin de ordenarlas reglas de juego para el ejercicio dela actividad comercial en el ámbito deCataluña".

En ella se definen la actividadcomercial, tanto detallista como mayo-rista, y los requisitos para su ejercicio,

regulándose además, la cuestión dehorarios comerciales, la informaciónsobre precios de los productos, las dife-rentes modalidades de venta, etc., que-dando derogado el Capítulo V de la Ley1/83 que hacía referencia a la venta enrebajas.

Otro aspecto interesante de lanueva Ley es que creaba el Registro deComerciantes donde deben inscribirsetodas las personas físicas que ejerzan oquieran ejercer la actividad comercial.

AI igual que la Ley 1/83, fue objetode recurso, tanto por parte del Gobier-no como por el primer partido de laoposición, ante el Tribunal Constitucio-nal, el cual, fundamentalmente, estimóinconstitucional la regulación de hora-rios y el período de reflexión que seotorgaba al consumidor, en el caso deventa domiciliaria, para decidir ladevolución del producto en caso deinconformidad con el mismo.

Finalmente, en 1993, el Gobiernode la Generalitat aprobó un DecretoLegislativo que refundía aquellos pre-ceptos de las Leyes 1/83 y 23/91 queno habían sido declarados inconstitu-cionales.

La cuestión de los horarios se solu-cionaría más tarde. La discrepancia enrasgos generales, radicaba en que seentendía que la cuestión de horarioscomerciales que enmarcaba en un con-texto que afectaba a la política econó-mica general y que por tanto era unacompetencia del Estado que en el artí-culo 5" del Real Decreto-Ley 2/85 de30 de abril sobre medidas de políticaeconómica, declaraba la libertad dehorarios para locales comerciales entodo el territorio nacional.

Ante una situación de insatisfaccióngeneralizada por parte del pequeño ymediano empresario comercial, queexigía que esta cuestión debía ser regu-lada en el sentido de acotar esa libertadde horarios que, a su juicio, solo favo-recía a los grandes, el Gobierno Centralaprobó un Real-Decreto Ley, el 22/93de 29 de diciembre en el que se esta-blecían las bases para la regulación dehorarios comerciales, cosa que elGobierno de la Generalitat haríamediante el Decreto 41/94 de 22 de

b

^istribución y^onsumo 7^ DICIEMBRE 1994IENERO 1995

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Cataluña

febrero en que se establecían 72 horasde apertura semanales y también unmáximo de 8 aperturas al año en jorna-das festivas.

En lo que se refiere al apartado b),búsqueda del equilibrio entre las dife-rentes formas de distribución cabemencionar, por un lado, la aprobaciónpor parte del Parlamento Catalán de laLey 3/87 de 9 de marzo, de Equipa-mientos Comerciales, también concarácter novedoso en el conjunto delEstado, que tiene como objetivo laordenación espacial de la actividadcomercial y en la que merecen desta-carse, a nuestro juicio, tres virtualida-des importantes:

- Por primera vez, en las tramitacio-nes y revisiones del planeamiento urba-nístico general, hay que prever lasreservas de suelo necesarias tanto parael equipamiento comercial públicocomo para los grandes centros comer-ciales de interés social en función delas necesidades de la población actualy potencial, debiendo darse audiencia alas Comisiones Territoriales de Equipa-mientos Comerciales.

- Se trata de una Ley que permiteregular la implantación de grandessuperficies de acuerdo con unos crite-rios objetivables, acabando con el peli-gro de una implantación "salvaje" deeste tipo de establecimientos.

- En tercer lugar se contempla en laLey la posibilidad para los Ayuntamien-tos de formular Programas de Orienta-ción para el Equipamiento Comercial(POEC), de acuerdo con los criteriosque se establecen en la Ley, que han deser sometidos a la aprobación delDepartamento de Comercio.

Es un mecanismo, como ya se haseñalado, que no ha sido suficiente-mente desarrollado y que encierra gran-des potencialidades a la hora de definirespecialmente el equipamiento comer-cial en todo el territorio catalán.

En contraposición a esta normativaregladora de la apertura de grandessuperficies cabe mencionar todo un con-junto de disposiciones tendentes afomentar la competitividad del comerciotradicional y que pueden resumirse enlos siguientes aspectos:

- Programas de subvenciones parala inversión en modernización y equi-pamiento del establecimiento decomercio tradicional.

- Programas de subvenciones aCorporaciones Locales para la crea-ción, reestructuración y/o moderniza-ción de equipamientos comerciales detipo colectivo, fundamentalmente islasde peatones y mercados municipales.Se trata en definitiva, de contraponerconcentración de oferta de centro-ciu-dad a la tendencia a la compra en equi-pamientos de periferia, evitando ladesertización comercial especialmenteen los centros históricos urbanos.

- Programa de subvenciones a aso-ciaciones de comerciantes y entidadespúblicas o privadas, sin ánimo de lucro,que organicen cursos, seminarios, jor-nadas, etc. tendentes a mejorar la cuali-ficación de empresarios y profesionalesdel sector.

Finalmente, el tercer vértice al quese ha orientado la actuación de laGeneralitat de Cataluña ha sido el de laprotección y defensa de los consumido-res y a este espíritu responde la aproba-ción de la Ley 1/90 de 8 de enero,

^istribución y Consumo 71 DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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sobre disciplina de Mercado y Defensade los Consumidores y Usuarios.

Estos han sido y son los trazos fun-damentales que definen el "modelo"que partiendo de algunas realidadeshistóricas y asumiendo la dinámica deun sector altamente innovador, espe-cialmente en los últimos 15-20 años sepropone para Cataluña.

Un modelo basado en el equilibriode entre las diferentes formas de distri-bución, la potenciación de la competi-tividad, la concentración y el asociacio-nismo para el comercio Ilamado tradi-cional y una adecuada distribuciónterritorial del equipamiento comercial.

EVALUACION DE LASACTUACIONES PUBLICAS

Cuantificar el impacto real que hantenido los diferentes programas instru-mentados a lo largo de los últimoscatorce años, es decir, desde que seprodujeron las primeras transferenciasen materia de comercio a la Comuni-dad Autónoma, es una tarea que resultadifícil dada la diferente naturaleza delos programas, las diferentes formas en

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Cataluña

que han operado a lo largo del tiempo,los diferentes colectivos a que se diri-gen, etcétera. -

En principio, el conjunto de progra-mas con el que inició su andadura laAdministración Pública Catalana enmateria de Comercio era tributario delPrograma de Reforma de EstructurasComerciales gestionado por el hoydesaparecido IRESCO (Instituto para laReforma de Estructuras Comerciales), yesa idea originaria es la que ha mante-nido la Administración catalana, natu-ralmente con las adaptaciones oportu-nas a nuestra realidad específica.

Como ya se ha señalado anterior-mente, se diseñaron tres líneas orienta-tivas del camino a tomar:

a) Mejora del equipamiento yestructuras físicas.

b) Modernización, reforma yfomento de equipamientos comercialescolectivos.

c) Formación y reciclaje del capitalhumano del sector.

Junto con un programa que podría-mos calificar de auxiliar, pero no porello carente de importancia, que era elde realización de estudios sobre el sec-tor, que, en cierta manera, servía debase para conocer cual era la realidadcon la que debíamos operar e introdu-cir las modificaciones convenientes enlos programas operativos.

Con estas líneas como base y par-tiendo de la experiencia acumulada porel IRESCO, se establecieron tambiéntres programas de actuación:

1) Programa de Financiación de laInversión de la pequeña y medianaempresa comercial.

En una primera etapa, 1981/89, elprograma se Ileva a cabo medianteconvenios con entidades financieras,tanto Cajas de Ahorros como Bancacomercial e Instituciones Oficiales deCrédito (Banco Hipotecario, fundamen-talmente), los cuales aportaban recur-sos bajo forma de préstamo y el Depar-tamento de Comercio subvencionabahasta un máximo de 6 puntos el tipo deinterés. En el caso de que los recursosobtenidos por el prestatario fuerancomputados en el coeficiente de regu-lación especial de las Cajas, no había

subvención toda vez que el tipo deinterés vigente para esas operacionesera ya claramente inferior al tipo demercado, prácticamente el mismo queel tipo de interés oficial.

Podían acogerse a este programatodos los comerciantes que tuvieran unproyecto de inversión, cualquier tipode actividad, sin que se establecieraninguna prioridad. Y esta era una de lasdiferencias respecto al programa origi-nal del IRESCO, que sí establecía prio-ridades de tipo sectorial y baremossobre la repercusión de la inversión enel empleo, superficie, técnica de venta,etc. para discriminar la aceptación o nodel proyecto. Evidentemente esto facili-ta la tarea de asignación de recursossiempre escasos, pero en Cataluña seentendía que la situación, digamos"estructural" del sector era muy defi-ciente, en general, y que no procedía laintroducción de esquemas de selecciónde proyectos de este tipo.

En una segunda etapa (1989/1991)los convenios solo se establecen conlas Cajas de Ahorro y se introduce lanovedad de la subvención directa sinnecesidad de que hubiera un créditopor medio.

^istribución y^onsumo 7Ĝ DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

En 1992 se suprime definitivamentela intermediación de entidades finan-cieras y la subvención, que puedealcanzar hasta un 25% del importe glo-bal del proyecto, se canaliza directa-mente hacia el comerciante.

La razón de la supresión de los con-venios con las entidades financierasresponde básicamente a dos cuestio-nes. Por una parte, acortar y simplificarel proceso de tramitación y, por otra, esuna forma de responder a la preguntade por qué se ha de discriminar a lahora de otorgar una subvención, entrequien utiliza recursos propios o precisafuentes de financiación ajenas. Eviden-temente, en este punto la polémica estaservida pero, en definitiva, la decisióntomada fue la que se comenta, subven-ción directa, y es la vigente hasta hoy.

Respecto a los destinatarios de estassubvenciones, en 1993 se introdujouna novedad. Solamente podían aco-gerse al programa, de forma generaliza-da los establecimientos del subsectoralimentario. EI resto de subsectores sololo podían hacer en el caso de estarsituados en poblaciones de menos de1.500 habitantes o en aquellas zonascalificadas específicamente como

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Cataluña

zonas y comarcas de montaña. Estorepresentó un giro importante en lapolítica seguida hasta el momento.

En cierta manera la introducción deestos factores discriminatorios a la horade la elegibilidad de los proyectos refle-jaban una doble realidad. Por unaparte, el hecho evidente de que el sub-sector alimentario tradicional era y es elque más dificultades de adaptación pre-sentaba y el que en mayor medida esta-ba sufriendo el impacto de las nuevasformas de distribución, entre otras razo-nes porque ese segmento es el quetiene un mayor grado de atomización.

Y en segundo lugar, creemos querazonablemente, se pensó que, contan-do desde el tiempo en que estos progra-mas los gestionaba la Administracióncentral (1973) se Ilevaban 20 años defomento de la inversión para moderni-zación y adecuación de estructuras yque, en cierta forma, era ya una víaagotada, aunque en este sentido la dis-cusión teórica sobre la conveniencia ono de este tipo de subvenciones puedealargarse "ad infinitum".

Por otra parte, con la decisión deno discriminar en el caso de poblacio-

nes de menos de 1.500 habitantes o dezonas y comarcas de montaña, se trata-ba, evidentemente, de favorecer eincentivar el equipamiento en zonasque, en general, están sometidas a pro-cesos de declive económico y demo-gráfico y la decisión tomada cabesituarla en el marco más amplio de unapolítica global de equilibrio territorialen el que están implicados diversosDepartamentos de la Generalitat deCataluña.

En 1994 se ha acentuado la tenden-cia selectiva y, manteniéndose las ayu-das referentes a poblaciones de menosde 1.500 habitantes y zonas y comarcasde montaña, se han suprimido las ayu-das específicas al comercio alimentariopero se han abierto a todos los subsec-tores siempre que los establecimientosse ubiquen en una isla de peatonescuyo proyecto haya sido aprobado porel Departamento de Comercio tambiénen el correspondiente programa deequipamientos colectivos. La subven-ción puede alcanzar hasta un 25% delproyecto, en función de su ubicación, yhasta un 60% en el caso de la inversiónrealizada en todo lo que se enmarca

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dentro de la política de normalizaciónlingĜ ística (rótulos, etcétera).

La introducción del factor "isla depeatones" encuentra su plena justifica-ción en la conflictiva polémica "peque-ño-comercio-centro-ciudad" "versus""grandes superficies". Se trata defomentar un contrapeso a las grandesconcentraciones de oferta que suponenlas superficies de periferia. Es bienconocida la preocupación existente entorno a la posible desertización comer-cial de los centros históricos de las ciu-dades por cuanto supone de empobre-cimiento de la vida ciudadana.

Una isla de peatones no deja de seruna concentración de oferta en el cen-tro-ciudad pero en la que hay que con-siderar que para ofrecer las mismasventajas que una superficie de periferiano basta un simple corte de tráfico. Hayque convertir la zona en un espaciourbanísticamente atractivo, con unaoferta variada y complementaria decomercio y servicios perfectamenteidentificable y delimitada, con unaacción concertada por parte de loscomerciantes de promoción y comuni-cación, etc. Sucede con demasiada fre-cuencia que el estado físico y de pre-sentación de los establecimientos noestá a tono con el proyecto urbanísticoy evidentemente se trata de alcanzaruna realización armónica de todo elconjunto.

Es en este contexto en el que esfácilmente entendible la restricciónestablecida más aún cuando, normal-mente, una zona peatonal suele agru-par, por sí sola, un buen número deestablecimientos con necesidades pare-jas y bueno será recordar siempre elhecho de que se han de administrarrecursos escasos. La evolución a lolargo del tiempo del volumen de ayu-das queda reflejada en el cuadro n° 13.

Como puede apreciarse, en elperiodo que va de 1981 a septiembrede 1994, el importe global de las sub-venciones se ha multiplicado por másde 10 con un salto importante entre losaños 1988/89 y dos puntas en los años1990 y 1991, iniciándose posterior-mente un declive en las subvencionesotorgadas que Ilega hasta hoy.

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^istribución y Consumo 74 DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

CUADRO N=' 13

RESUMEN DE AYUDASDE MODERNIZACION DE LA EMPRESA COMERCIAL

1981 1982 1983 1984 1985

ACTUACIONES 107 179 328 318 390

INVERSION 2.340.906.778 2.054.293.769 3.159.829.765 2.176.789.788 3.175.305.892

CREDITO 1.355.075.658 1.174.356.722 1. 790.674.083 1.291. 384. 701 1.699.865.652

SUBVENCION 40.549.933 111.839.452 215.669.746 166.317.124 254.783.982

1986 1987 1988 1989 1990

ACTUACIONES 341 269 271 1.274 1.556

INVERSION 2.799.610.266 2.607.634.676 3.147.896.816 11.636.288.296 8.260.792.292

CREDITO 1.628.459.561 1.618.207.518 1.930.429.269 4.301.054.986 1.271.495.489

SUBVENCION 207.211.345 174.645.050 221.500.946 605.554.080 942.606.536

1991 1992 1993 1994 TOTAL 1981/94

ACTUACIONES 2.030 1.429 1.247 1.147 10.919

INVERSION 7.732.230.062 7.034.703.017 5.096.064.412 2.442.101.235 64.473.247.701

CREDITO 481.749.600 - - - 18.542.754.319

SUBVENCION 956.861.436 709.786.045 577.593.000 509.257.790 5.694.176.587

Conviene hacer notar como el granauge del número de expedientes trata-dos se produce cuando empieza a con-templarse la subvención directa al pro-yecto de inversión, es decir, al margende que la operación se tramitase o nocon la intermediación de una entidadfinanciera.

En cambio, el declive registrado enlos últimos años es fácilmente explica-ble en función de las restriccionesintroducidas en el programa.

En cifras globales, se han tratadocerca de 11.000 expedientes que hansupuesto casi 5.700 millones de pesetasen subvenciones, que, a su vez, hangenerado más de 64.000 millones deinversión, con una media de 6 millonespor proyecto.

PROGRAMA DEEQUIPAMIENTOSCOMERCIALES COLECTIVOS

La potenciación de este tipo deequipamientos puede ser consideradacomo un elemento clave en la estrate-gia de competitividad del comercio tra-dicional, y también, como se ha señala-do más arriba, como forma de incidiren un problema que va más allá de lo

puramente comercial para entrar en elterreno urbanístico y sociológico.

EI peligro de la desertizacióncomercial en el centro de las ciudadesno es simplemente una hipótesis de tra-bajo. Ejemplos suficientes hay en Euro-pa para ser tenidos en cuenta.

A la desaparición del comercio decentro-ciudad o a su pérdida de ade-cuación cabe añadir el peligro cierto dedespoblamiento a causa del precio dela vivienda que, en el centro de las ciu-dades, se convierte en una auténticabarrera, especialmente para que seconstituyan familias jóvenes.

Este es un problema más real de loque pueda parecer. Piénsese simple-mente en el hecho de que una pobla-ción envejecida, aunque tenga mayorcapacidad de gasto, es muy probableque tenga muchas más limitacionespara el consumo cotidiano (achaquesde la edad) que una población joven, alo mejor con economías menos conso-lidadas, pero con hijos en edad escolar.

Si el precio del suelo y, por tanto,de la vivienda empuja a la poblaciónmás joven hacia la periferia a nadie sele escapa que el centro-ciudad puedeque sea un éxito como centro de nego-cios o servicios, pero difícilmente se

convertirá o recuperará su condiciónde centro de vida ciudadana.

Hemos tratado de reflejar con unaanécdota simple la existencia de unproblema complejo y que, evidente-mente, va más allá del ámbito estricta-mente comercial, pero que duda cabeque un buen equipamiento comerciales revitalizador de los centros urbanos.

Pues bien, en este amplio contextoes donde hay que situar las virtualida-des de este programa, que en un princi-pio contemplaba tres líneas de actua-ción:

a) Subvencionar la construcción decentrales y equipamientos para la acti-vidad mayorista.

b) Subvencionar la construcción,reforma y modernización de mercadosmunicipales detallistas.

c) Potenciar la creación de islas depeatones.

La primera y parte de la segundahan quedado abandonadas.

En lo que se refiere a la línea desubvención para la construcción decentrales mayoristas la explicación hayque buscarla, una vez más, en la esca-sez de recursos, por un lado, que antela magnitud de las inversiones querequieren este tipo de equipamientosconvertirían la subvención o bien enalgo puramente simbólico o, si se qui-siera que fuera significativamenteincentivadora, a lo peor en una solaoperación se agotaba el presupuesto.

Por otra parte, especialmente en elcampo del sector alimentario el augedel asociacionismo, la aparición de lascadenas voluntarias con sus centralesde compra, etcétera, apuntaba la pérdi-da de protagonismo por parte del sectormayorista tradicional, tendencia ya cla-ramente confirmada. La mezcla de todoello hizo que esta línea se abandonara.

Otro tanto ocurrió, hacia 1989, conlas subvenciones para la construcciónde mercados municipales. AunqueCataluña es un país con amplia tradi-ción en la utilización de este tipo deequipamiento, parecía lógico pensarque tampoco podía incrementarseindefinidamente el número de operado-res, más aún cuando, en muchos casos,las operaciones de construcción no

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Cataluña

obedecían a necesidades de mercadosino que se correspondían más biencon intereses puramente inmobiliarios:

Se suprimió, pues, la subvención ala construcción, permaneciendo la dereforma y remodelación, junto con lade potenciación de las islas de peato-nes. Se subvenciona hasta un 50% deltotal de la inversión a realizar por losayuntamientos, con un máximo de 14millones de pesetas. La evolución delos importes destinados a este tipo deactuaciones queda recogido en el cua-dro n`-' 14.

Por lo que se refiere a las peatonali-zaciones, de acuerdo con un estudiodel Ministerio de Industria y Turismoelaborado en 1991, en Cataluña seencuentra la mayor concentración dezonas peatonales del Estado y según losdatos disponibles en la DirecciónGeneral, en la actualidad se ha subven-cionado al menos una zona peatonalen 91 municipios catalanes, lo querepresenta actuaciones en 31 comarcas

de las 41 existentes, es decir, a nivelterritorial es un fenómeno que ha cua-jado en Cataluña. Es interesante desta-car que la creación de zonas peatona-les coincide, en líneas generales, conlas concentraciones comerciales en elterritorio, ya comentadas: capitales decomarca, zonas turísticas y Barcelona ysu entorno.

También cabe señalar que es habi-tual que la implantación de una gransuperficie comercial conlleve paralela-mente la creación de una zona comer-cial en el centro urbano correspondien-te. Este tipo de actuaciones se poten-cian también desde la administraciónmunicipal, para de compensar la situa-ción desfavorable en la que quedan lospequeños operadores del sector.

En resumidas cuentas, se podríadecir que en la actualidad se ha sub-vencionado al menos una zona peato-nal en 91 municipios, lo que representaactuaciones en 31 comarcas de las 41existentes.

Podría parecer que la actuación encuanto a número de municipios ha sidoescasa, pero piénsese que una isla depeatones, normalmente, exige unadimensión de población de una ciertaentidad para que haya el equipamientocomercial adecuado, y que normal-mente suele coincidir la actuación conla cabecera comarcal, o bien en zonasturísticas o en Barcelona y su entorno.

En cuanto a las actuaciones en mer-cados municipales, cuya localizaciónsuele ser privilegiada y su papel de"locomotora" en el centro-ciudad resul-ta evidente en muchos casos, el progra-ma está enfocado tanto a mejorar laestructura de los edificios como apotenciar cambios en la morfología delos mismos: configuración de la oferta,dotación de aparcamiento, etcétera.

Se pretende participar en todas lasactuaciones que, entre otras cosas, per-mitan a los mercados municipales com-petir en mejores condiciones con lasnuevas tipologías comerciales.

CUADRO N`^' 14

SUBVENCIONES OTORGADAS POR LA GENERALITAT DE CATALUÑA (1981/1994)(MILES DE PESETAS)

ZONAS PEATONALES MERCADOS MUNICIPALES TOTAL

AÑO ACTUACIONES INVERSIONES SUBVENCIONES ACTUACIONES INVERSIONES SUBVENCIONES ACTUACIONES INVERSIONES SUBVENCIONES

1981 3 12.868 3.869 9 79.781 31.327 12 92.650 35.196

1982 2 32.000 13.750 17 85.474 44.367 19 117.474 58.117

1983 2 18.654 10.805 21 522.925 107.113 23 541.580 117.918

1984 2 4.925 2.500 6 243.432 34.879 9 248.357 37.379

1985 9 173.549 58.276 20 575.400 98.527 29 748.950 156.804

1986 3 44.534 16.000 5 349.738 37.340 8 394.273 53.340

1987 10 309.973 54.500 10 326.752 48.824 20 636.725 103.324

1988 17 343201 93.489 11 204.670 41.288 28 547.871 134.777

1989 27 776.607 266.962 27 1.715.501 143.018 54 2.492.108 409.980

1990 30 943.648 310.558 25 271.298 116.253 55 1.214.947 426.811

1991 22 791.841 225.150 8 136.807 49.850 30 928.649 275.000

1992 34 1.129.190 355.950 22 418.374 144.050 56 1.547.565 500.000

1993 39 1.139.649 415.900 29 873.359 242.600 68 2.013.006 658.500

1994 (') 38 1.576.718 443.620 19 618.957 191.378 57 2.195,675 634.998

TOTAL 237 7.298.357 2.271.229 231 6.422.468 1.330.616 468 13.719.830 3.602.144

(') Cifras a 30.9.94FUENTE^ Direccibn General de Comercio Interior y Servicios.

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^istribución y^onsumo 76 DICIEMBRE 1994/ENERO 1995

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Cataluña

CUADRO N° 15

PROGRAMA DE INFORMACION, FORMACION Y ASISTENCIA TECNICA ( 1980/1993)(MILLONES DE PESETAS)

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993

INFORMACION 20 18 18,4 20,5 40,7 46,5 27,5 35,9 28,2 20,1 (i) 70,6 128,2 (2)

FORMACION 18,1 35,2 40,6 40,6 38,9 46,3 36,7 30,7 56,6 76,3 108,3 114,3 130,9 122,7

ASISTENCIA TECNICA 22.5 21.3 28,3 21,9 9Q7 25,5 28,4 178,1

TOTAL 38,1 53,2 59,0 61,1 79,8 92,8 86,7 87,9 113,1 118,3 199,0 210,4 287,5 300,8

(1) Y(2), En estos años se acumularon las dos partidas presupuestarias.FUENTE Direccibn General de Comerci° Interior y Servicios.

En este sentido, las propuestas queplantean los Ayuntamientos incidencada vez más en aspectos novedosos,como puede ser la instalación de aireacondicionado o la construcción deaparcamiento con la incorporación decarros tipo hipermercado.

En total, en este programa, se hanrealizado 468 actuaciones con casi14.000 millones de pesetas en inver-sión y más de 3.000 en subvenciones.

supervivencia. Básicamente hay doscircunstancias determinantes del bajonivel formativo existente en el ámbitocomercial.

En primer lugar, porque el sistemaeducativo reglado no ha contemplado,hasta muy recientemente, en ninguno desus niveles, enseñanzas específicas detipo comercial. De hecho, el aprendiza-je siempre se ha efectuado a través de laexperiencia en el puesto de trabajo.

A partir de 1990, con la entrada envigor de la LOGSE, y en el ámbito de laformación profesional, se empezaron aimpartir en algunos centros y concarácter experimental, no generalizado,dos módulos de distribución comercial.Uno al nivel de auxiliar de comercio,con 750 horas de enseñanza y otras200 de prácticas en empresas, y unsegundo módulo, técnico comercial,con un mínimo de mil horas lectivas.

Un dato reseñable de ambos módu-los es la obligatoriedad de prácticas enempresas con lo que esto supone deengarce entre el sistema educativo y lasnecesidades de cualificación requeridaspor las empresas.

Como es bien sabido esa conexiónno ha empezado a darse en nuestropaís hasta muy recientemente.

Una segunda cuestión a tener encuenta cuando se habla de deficienciasformativas es la relativa a como se haestructurado empresarialmente el sec-tor, especialmente desde la segundamitad de la década de los 70 hasta hoy.

Las obligadas transformaciones quese ha visto obligada a realizar nuestraeconomía, tanto por causas internas

como externas, con un grado crecientede apertura e internacionalización,hasta alcanzar la integración en Euro-pa, con todo lo que ello ha supuesto dereconversión en determinados sectoresespecialmente el industrial, o el mine-ro, han hecho que buena parte de lospuestos de trabajo que se destruían enestos sectores se derivasen hacia el sec-tor servicios, especialmente en activi-dades relacionadas con la hostelería ocon el comercio.

No hace falta insistir en lo que estosupone en cuanto a profesionalidadpero si que en este punto las propiasAdministraciones Públicas deberíamosplantear un ejercicio de autocrítica enrelación con el papel desempeñado enese trasvase de empleos al fomentarcon recursos públicos una atomizacióncreciente del sector.

Evidentemente, las políticas subven-cionadoras que contemplaban la crea-ción de nuevos establecimientoscomerciales o bien los recursos genera-dos por indemnizaciones en el sectorindustrial y/o capitalización del segurode desempleo y que se dedicaban a esafinalidad, han tenido efectos claramen-te positivos en términos de "paz social"pero posiblemente no tantos en cuantoa la eficiencia relativa del sector.

En este contexto de carencia deoferta formativa reglada, el protagonís-mo para cubrir el vacío lo adquierefundamentalmente el propio sectorque, dicho sea de paso, encuentra tam-bién una amplia colaboración por partede las Administraciones Públicas paraintentar responder a las demandas de

PROGRAMA DE FORMACION

Uno de los problemas graves, conseguridad el más grave de todos, conque se enfrenta el sector comercialradica en las grandes carencias de for-mación que se dan generalmente entrelos empresarios y profesionales.

En diversos estudios de ámbitocomarcal realizados a lo largo de laúltima década, las cifras al respectoeran esclarecedoras: entre un 60 y un70% de los comerciantes encuestados(se trataba de muestras realizadas altotal del colectivo de empresarios, nosobre una muestra representativa) notenían más allá del certificado de estu-dios primarios y tan solo un 2% teníanenseñanza universitaria.

Esta realidad obedece a causas dediversa índole, que afectan también aotros sectores de la actividad económi-ca, pero que en el caso que nos ocupaadquieren hoy especial importancia, alencontrarse el sector inmerso en unproceso de reconversión en el que lacualificación profesional puede conver-tirse en un elemento clave para la

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formación de los dos colectivos quemayores dificultades plantean en estesentido: Los que quieren iniciar su acti-vidad laboral en la distribución por unlado, y por otro, los que ya están ope-rando pero necesitan reciclaje y puestaal día en una actividad que en los últi-mos 15 años ha registrado cambiosmuy importantes.

En esta situación, el papel jugadopor las Cámaras de Comercio, Asocia-ciones representativas del sector, Gre-mios, Ayuntamientos y Administraciónautonómica ha sido determinante, sibien convendría introducir alguna mati-zación sobre esta multiplicidad de ofer-ta formativa existente.

En primer lugar, la mayoría de loscursos, salvo algunos que ofrecen prin-cipalmente los sindicatos, se orientanhacia el reciclaje y la puesta al día, esdecir, tienen como destinatarios a losque ya desempeñan su trabajo en elsector. Esto se explica porque el nivelformativo de acceso, las empresas lointernalizan.. Es un coste que asumencomo contrapartida por formar alempleado a su media y de acuerdo consus necesidades.

Una segunda consideración quecabe efectuar tiene su base en el hechode que la amplia oferta formativa exis-tente en este nivel ofrece una gran hete-rogeneidad en cuanto a contenidoshoras lectivas, etc. Es decir, son cursosdifícilmente homologables entre ellos,con lo que el reconocimiento de lasacreditaciones de haberlos realizadopor parte de las empresas es bastanteincierto.

AI margen de estas consideraciones,la Administración catalana ha procura-do colaborar en todo momento en lasiniciativas que instituciones de todotipo, Corporaciones Locales, Cámaras,Entidades Asociativas, Centros de For-mación Profesional, han Ilevado a caboen el ámbito de la formación.

Actualmente, el régimen de subven-ciones está básicamente regulado por elDecreto 148/90 de 28 de Mayo delGobierno de la Generalitat que con-templa, para las entidades que quieranacogerse a este programa de subvencio-nes, tres campos básicos de actuación:

Cataluña

a) La preparación para el acceso al

sector de distribución comercial.

b) EI perfeccionamiento de las per-sonas que ya trabajan.

c) La capacitación para ejercer fun-ciones de responsabilidad en el campodel asociacionismo comercial, la aseso-ría técnica y la formación de formado-res en distribución comercial.

Bajo estos tres epígrafes se subven-cionan un conjunto de actividadesdocentes que van desde los módulosprofesionales de comercio de nivel 1 y2 para los alumnos que han seguido laopción técnico-profesional en la ense-ñanza post-obligatoria, hasta los Masteren Formación de Formadores en Distri-bución Comercial y Master en Marke-ting y Distribución Comercial que seimparten a través del Instituto de Cien-cias de la Educación y el Instituto Cata-lán de Tecnología, respectivamente, ytitulación de la Universidad Politécnicade Cataluña. Pueden acogerse en laactualidad a este tipo de subvencioneslas asociaciones de comerciantes o ins-tituciones públicas y privadas que, sinánimo de lucro, quieran realizar activi-dades docentes relacionadas con elsector comercial, en el marco de los 3epígrafes señalados, quedando exclui-das las Corporaciones Locales.

En torno a esta actividad formativa sehan movido más de 50.000 alumnos quees una cifra en absoluto despreciable.

A ello hay que añadir un colectivoimportante de comerciantes que hanseguido un curso de Gestión del Peque-ño y Mediano Comercio, concebidocomo un curso a distancia, con asisten-cia telefónica y postal al alumno, hechoen colaboración con una empresa espe-cializada en este tipo de enseñanza(CEAC). En total se han distribuido unos30.000 ejemplares fundamentalmentecon el criterio de dirigirlo de formaespecial a los comerciantes ubicadosen comarcas o zonas en las que elacceso a la formación en distribucióncomercial presenta dificultades.

CONCLUSIONES

EI sector, a modo de resumen y tal ycomo se decía al principio, está inmer-so en un proceso de transformación enel que conviven aún en relativa armo-nía, estructuras representativas del máspuro comercio tradicional, ciertamenteen regresión, pero a un ritmo más lentodel previsible, con la aparición y desa-rrollo de las nuevas formas de distribu-ción comercial, con cuotas crecientesde mercado.

^istribución y Consumo 79 DIGEMBRE 1994/ENERO 1995

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La cuestión, obviamente, radica endonde se alcanzará el punto de equili-brio, hasta dónde Ilegará la expansiónde la nueva distribución y dónde sedetendrá el declive de lo que conoce-mos como estructuras tradicionales.

En definitiva, la pregunta está encuál será la configuración del sector enel horizonte del próximo milenio.

Hemos señalado como, a nuestrojuicio, se ha simplificado en exceso elproblema, reduciéndolo a un enfrenta-miento "grandes-pequeños" y dandopor supuesto que aquellos tienen todaslas ventajas, mientras que al comerciotradicional no le quedaría otra estrate-gia que la de la supervivencia, práctica-mente hasta Ilegar a su "extinción" bio-lógica.

Ocurre, sin embargo, que la reali-dad es muy tozuda y no hay contrasta-ción empírica de que, transcurridosmás de 20 años de la implantación delprimer hipermercado, precisamente enCataluña, y con 26 en funcionamientoen esta Comunidad, hay hoy menornúmero de operadores que entonces.

AI contrario, el pequeño empresariocomercial está demostrando una capa-cidad de adaptación extraordinaria aun entorno cambiante, ha aprendido a"salir" de su tienda y a pulsar las nece-sidades del consumidor, y, sobre todo,a que puede competir, a saber quetiene toda una serie de ventajas quedebe aprovechar e incorporar a suestrategia de gestión empresarial.

En principio y proyectando las ten-dencias actuales, parece que el futurode la distribución comercial girará entorno a dos tipos de estructuras funda-mentales.

1) Un comercio de centro-ciudad,con las siguientes características :

- Potenciará sus ventajas y rentasde localización.

- Utilizará, con mucha mayorintensidad, técnicas de marketing ymerchandising.

- Buscará la especialización, la dife-renciación y la segmentación del cliente.

- Estará ubicado, en áreas o zonasidentificables como de concentraciónde oferta, bien sea en espacios de ges-

tión común (Centros o Galerías Comer-ciales, incluso en zonas periféricas), obien en Islas o Zonas de peatones, osimplemente en áreas urbanas que sehan decantado históricamente cómo deatracción comercial.

- Tratará de incorporar en el preciodel producto los máximo componentesde valor posibles: imagen, marca,comodidad de compra, atención servi-cios, asesoramiento, etcétera.

- Potenciará las fórmulas asociati-vas en tres vertientes fundamentales:

a) Asociacionismo profesional. Gre-mios y Asociaciones de Comerciantesdeberán complementar su actuacióncorporativa, que evidentemente debenmantener, con una mayor orientación aconvertirse en centrales de serviciospara sus asociados.

b) Asociacionismo funcional oempresarial. Es de esperar un crecientedesarrollo de las diferentes fórmulasasociativas, cadenas, franquicias, etc.,con un mayor protagonismo de las cen-trales de compra y por tanto mayor par-ticipación del detallista en escalonessuperiores de canal.

c) Asociacionismo espacial, víacentros, galerías o zonas de peatones.

- Previsiblemente, deberá disminuirel número de operadores tradicionalesen cuantía difícil de establecer y queafectará fundamentalmente al comerciopolivalente tradicional, aislado e inde-pendiente, así como al comercio ruralsalvo determinados tipos de estableci-mientos ubicados en zonas turísticas ode segunda residencia.

Tendremos, en definitiva, un sectoren el que el calificativo de "tradicional"ya no servirá como tarjeta identificati-va, que habrá sustituido la funciónpasiva de simplemente vender, por lamás agresiva de conocer y buscar lasatisfacción del cliente, abandonandola óptica del área de influencia inme-diata por la de la orientación a segmen-tos de mercado, diferenciando su esta-blecimiento del de los competidores enoferta, calidades, servicios, etcétera,con un comerciante "tradicional"mucho más cualificado profesional-mente. Con un empresario comercial,en definitiva.

^istribución y Consumo ó^ DICIEMBRE 1994/ENERO 7995

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Por otra parte, continuarán aumentando las concentracio-nes de oferta de periferia, centros especialistas, centros comer-ciales y de servicios en sentido amplio, aunque tal vez a unritmo menor y desde luego con un techo previsible: la batallapor la cuota de mercado va a ser muy dura no solo con elcomercio de centro ciudad sino también entre ellos. A ellocabe añadir la política de equilibrio territorial que propicia laAdministración Catalana con lo que al margen de los queactualmente hay proyectado, no es de esperar un crecimientoespectacular de este tipo de implantaciones.

Entre unos y otros se intercalarán y se espera que con éxito,algunas fórmulas muy agresivas en su política de precios, loca-lizadas en el centro ciudad, de superficie entre 400 y 800metros y especialmente en el subsector alimentario ("hard dis-count").

Otras fórmulas que se espera que alcancen cuotas de mer-cado crecientes, aunque se ignora hasta qué punto significati-vas, serían la venta directa, por catálogo, televenta, etcétera,que, hoy por hoy, tienen en nuestro país un desarrollo másbien escaso.

Todos ellos van a enfrentarse con un consumidor más pru-dente, racional y selectivo. Parece que la crisis económica hadesterrado el concepto de compra lúdica, familiar, asociada alos años de plena expansión, con un consumismo desmesura-do, para imponer un tipo de cliente con criterios más estableci-dos a la hora de comprar, más individualista y para el que laopción entre una u otra forma de distribución va a girar entorno al eje calidad-precio-servicio. La que más valores sepaincorporar a estos tres conceptos tendrá un buen trecho gana-do en la batalla de la competitividad. q

FRANCISCO JAVIER SOBRINO Y CLARA DIEZDirección General de Comercio Interior. Departamento de Comercio,

Consumo y Turismo. Generalitat de Cataluña.

BIBLIOGRAFIA. ESTUDIOS DEL DEPARTAMENTO DECOMERCIO Y TURISMO DE LA GENERALITAT DE CATALUÑA- Estructura comercial del Barcelonés Nord. 1983.- Estructura comercial del Vallés Occidental. 1983.- Estructura comercial de la Costa Brava. 1984.- Estructura comercial y hábitos de consumo en el Baix Ebre. 1984.- Estructura comercial y hábitos de consumo en el Bages. 1985.- Estructura comercial de Hospitalet de Llobregat. 1985.- Estructura comercial y hábitos de consumo de Vic. 1985.- Estudio sobre el comercio y servicios en la Alta Ribagorça. 1986.- Estructura comercial y hábitos de los consumidores

en Tarragona. 1986.- Estructura comercial del Baix Camp. 1986.- Estructura comercial y hábitos de consumo en Granollers. 1986.- Estructura comercial y hábitos del consumidor en el

Prat de Llobregat. 1987.- Estructura comercial y hábitos de los consumidores en Vilafranca

del Penedés. 1988.- Estructura comercial y hábitos de consumo en

Sant Sadurní d'Anoia. 1988.- Estructura de precios en el comercio detallista en las áreas

metropolitanas de Madrid y Barcelona. 1989.- Estudio sobre la estructura comercial y de servicios

en el Alt Maresme. 1990.

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