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hay que decir que no sólo es importante el tamaño de las partículas si no también su distribución, es decir, si son mono o polidispersas. Cuando todas las partículas que forman parte de una muestra presentan un tamaño igual o similiar se consideran monodispersas mientras que si por el contrario, presentan una gran variabilidad, dan lugar a un índice de polidispersidad. Conocer el tamaño de las partículas con las que se trabaja resulta de gran interés ya que dependiendo de las aplicaciones, existen tamaños óptimos. Por ejemplo, si se quieren hacer estudios in vivo, se debe de tener en cuenta que para que las partículas atraviesen la barrera hematoencefálica deben estar en el rango 15-50 nm, mientras que para que lo hagan a través del endotelio, basta con que sean menores de 150 nm. De igual manera, según el tamaño, los órganos en los que se acumulan son diferentes. Así, partículas entre 30- 150 nm quedan retenidas en el corazón, estómago y riñón mientras que las que se encuentran entre 150 -300 nm lo hacen en hígado y bazo. Otro ejemplo claro es cuando se utilizan partículas magnéticas como soportes para la purificación de proteínas u otras biomoléculas, es necesario que tengan tamaños por encima de los 40 nm para que la velocidad de migración de las partículas hacia un imán sea adecuada.

Distribucion Del Tamaño de La Particula

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Page 1: Distribucion Del Tamaño de La Particula

hay que decir que no sólo es importante el tamaño de las partículas si no también su distribución, es decir, si son mono o polidispersas. Cuando todas las partículas que forman parte de una muestra presentan un tamaño igual o similiar se consideran monodispersas mientras que si por el contrario, presentan una gran variabilidad, dan lugar a un índice de polidispersidad.Conocer el tamaño de las partículas con las que se trabaja resulta de gran interés ya que dependiendo de las aplicaciones, existen tamaños óptimos. Por ejemplo, si se quieren hacer estudios in vivo, se debe de tener en cuenta que para que las partículas atraviesen la barrera hematoencefálica deben estar en el rango 15-50 nm, mientras que para que lo hagan a través del endotelio, basta con que sean menores de 150 nm. De igual manera, según el tamaño, los órganos en los que se acumulan son diferentes. Así, partículas entre 30- 150 nm quedan retenidas en el corazón, estómago y riñón mientras que las que se encuentran entre 150 -300 nm lo hacen en hígado y bazo. Otro ejemplo claro es cuando se utilizan partículas magnéticas como soportes para la purificación de proteínas u otras biomoléculas, es necesario que tengan tamaños por encima de los 40 nm para que la velocidad de migración de las partículas hacia un imán sea adecuada.