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DLSTlNO SEMANARIO DE K K. T. y de las i . O. N. S., editado por la Delegación de Prensa y Propaganda de la Terri
torial de Cataluña. NUM. 81.-25 CTS.
18 de septiembre de 1938.
MI Año Triunfal.
Cuandi-, i.n mayo do 1937, st- planteó de veras la cutíslión comunista en el «seno del V. P., se ori-KÍnó, como el mundo pudo comprobar, una verdadera batalla campal, en la que Intervinieron todos los grupos por su cuemta. La consecuencia d« aquello se desprendía del verdadero alcance de la contienda; no sulamente estábamos nosotros abiertamente, vitalmente MI contra de la URSS como fenómeno o idea política, sino también los grupos que con ella nos habían combalido. Toda España, en suma, estaba, a sangre y fuego, contri, una idea bolchevique. Toda España menos
el Gobierno de la República democrática. Ahora bien; este último puntal, esencralmenite antipopular, de la
soberanía de~la URSS en España, ¿era puntal do una idea gubernamental o política comunisita, o mejor de la idea imperial rusa ? I -a contestación nos la da el mismo hecho, y loe acontecimientos políticos de zona roja que le han sucedido. Cuando Stalin se apoyó en un Gobierno en el que los comunistas tenían una intervención minúscula, es evidente que se servía de él, más que como una embajada del comunismo como forma de gobierno, o para convertir a los españoles en hombres de la I I I Internacional, o para implantar a la postre, una dictadura personal comunista en ^España ; para hacer de él. en la médula del Mediterráneo, un polvorín antifascista, antilatino y anticatólico, contumaz ante el imperio renaciente de estos valores.
Todos sabemos que Azaña, Prieto, Companys, se dicen —suponiendo que hayan tenido algún carácter— anticomunistas. Y que si han sido precisamente ellos y lo que representaban, los baluartes de la idea imperial rusa, no lo han sido por convicción, sino por ruindad; a cambio de los millones que importan el material de guerra, los hombres de mando, los víveres y el apoyo moral con que Stalin ha abastecido la República española.
De esta idea, errónea y capciosa, de los móviles de la guerra española, parten todos los equívocos. Y si en determinados temperamentos, y en las naciones democráticas, puede ser explicable su aceptación y divulgación, en nuestro campo es un insulto grave al orgullo nacional. Que nadie español ose razonar de aquella manera. Porque, además del error evidente, nos veríamos envueltos en un complicado tejido de tipo antiespañol en el que el comunismo está al servicio de un imperialismo lejano y el anticomunismo encubriría a otros, no menos extranjeros.
Ojo, con todo este complicado origen de equívocos, que serían fatales para la Patria española. Nuestro anticomunismo es resultado de una condición nacional irreductible. Sépase, por todos, que en nosotros, éste no se produjo específlvamente y por s í ; sino que es consecuencia de nuestra cualidad misma de españoles. Y que el objetivo de nuestra cruzada es la españolidad. Nos basta con ésta para eer, irreductiblemente, -anti» todo lo restante.
e a edu ca
DEL FUERO DEL TRABAJO
4 TANQUE HUSO INUTILIZADO POR N U E S T R O S A N T I T A N Q U E S
ÍMÁ EN PAO. 3 EU R E P O R T A G E "TANQUES V ANTITANQUES», POR H E R M I N I O G. CORADA
|rt KfROÍOS que e¡ /.rimero de "1̂ nuestros 'feos' de esta setiuimi sea de pura mfonnación, información y acuse de recibo. £1 (íeiit i.ilísimo ha tenido a bien trasladar a nuestras rmi-nos, hace pocos dios, una suma, producto de un Jotwlii'o, para que ía des Uñáramos al cimi|)Ii>iiienlo de la gestión encomendada por él de ileüoh'er espirituahnenle a España a la región catalana, mordida- aún, en parte, por la hidra marxista y separatista.
La noticia, pues, no tiene quizás, en si, otro alcance que el del esitmído que para aquella gestión significa por núes tra parte este nuevo depósito de la confujuzíj de su excelencia, estímulo que queremos se lomuiiicjue, y que no ihiiliimos se loniiinicarii, ii nuestros lectores y <i/ilici<íos. IV vaya, con esta nota, una nueva afirmación de nuestro empeño en el cumplimiento del servicio que nos ha sido encomendado.
Cínicamente, Indalecio Prieto, en su discurso pronunciado con motivo del cincuentenario del partido socialista, decía:
"Yo exalto la figura de los clérigos humildes de los valles y de las montañas de Guipúzcoa, Alava y Viz caya..."
¿Es que eran distintos de los humildes clérigos de los pueblos de Madrid, de Murcia, de Alicante, de toda Cataluña, cuyos asesinatos se elevan a más del setenta y cinco por ciento, y en algunos puntos, como en Lérida, hasta el noventa y cinco por ciento, entre los cuales está su obispo martirizado?
Luego, ya en el terreno internacional, con tonta picardía, finge oue pata lea, y de vez en cuando se traiciona:
"Y conste —dice— que nosotros no hemos pedido nada a nadie, y conste también, que nadie nos ha regalado nada. Nosotros lo pagamos con oro."
Efectivamente, con el oro robado del Banco de España. Pero no ha sido con esto solo, lia sido también despojando al tesoro artístico de la Patria, que, convenientemente embalado, ha formado el cordón ignominioso que, día a día, cruza la frontera, para ir a engrosar las colecciones de otros países.
Se queja, asimismo, de que a "un Gobierno republicano sin tendencia extremista se le negaran las armas...". Ni el Gobierno dejó de ser extremista —fué asesino, además— ni se le negaron 'as armas, como dice candorosa
ECOS mente Prieto. Lo que sucedía y sucede es que como tal Gobierno no tiene crédito, ni entre sus propios correligionarios, se le exigía pagar al conta do, y cuando flaquea el oro, flaquea lo demás.
Aún hay más incongruencias en el discurso del personaje marxista. Refiriéndose al Madrid rojo, se lamenta:
"Y mujeres y niños se mordían las manos para aguantar el hambre."
Es exacto, y se las sigue mordiendo; porque para sostener una guerra, que saben perdida, les privan hasta de lo más elemental para la vida, mientras sus dirigentes viven en la abundancia.
Por último —y terminaremos esta glosa—, hay un párrafo, o un estribillo, verdaderamente gracioso. Dice así:
"Si nos dominarán... no nos domi narán; si nos dominaran... no nos dominaran. Si nos dominaran, no nos dominarán!!!..."
Es ya la sensación del fracaso irremediable lo que hace balbucear a Prieto —él, tan seguro de sí mismo—, desflorando su optimismo como una Margarita Gautier...
Un ejemplo más de la monstruosidad del engaño que el Gobierno rojo, sosteniendo su actitud de pretendida legalidad constitucional y democrática, mantiene ante el mundo.
Es reciente el asalto a la Legación de Noruega en Madrid, a pesar de las promesas formales que después de las repetidas violaciones a fas Embajadas alemana y finlandesa por los socorridos "incontrolados", prodigó con tanta vehemencia el "gobierno".
En la Legación noruega fueron detenidos 92 refugiados, que fueron trasladados a la checa de San Lorenzo, í in esfuerzo se puede predecir la suerte que habrán corrido, aún a pesar de la protesta inmediata —inútil y tardía, indudablemente— del Gobierno de Noruega.
Asimismo, acabamos de leer la invitación que el cónsul de la Gran Bretaña en Madrid dirige a los subditos ingleses que viven todavía en la ciudad, aconsejándoles s a l i r de ella cuanto antes. Invoca las dificultades en que se encuentra para asegurarles los artículos de primera necesidad. No existe motivo alguno que, en los últimos meses, haya hecho variar, empeo
rándolo, el sistema por el que Inglaterra se sirve para hacer llegar víveres a sus súbditos residentes en Madrid.
Ln deducción que de estos dos hechos se saca es inmediata. Y el consejo del cónsul británico, prudente.
El hecho, divulgado por nuestras emisoras y nuestra Prensa, de los 210.113 prisioneros que se llevan hechos a los rojos, sin contar los evadidos a nuestras filas, no les ha sentado muy bien a los dirigentes de Barcelona.
Al no poder refutar la verdad, intentan echarlo a broma, y aunque, por supuesto, sigue la procesión por den' tro, ironizan todo lo burdamente de que ellos son capaces, diciendo que todos los ciudadanos de la España Nacional somos prisioneros de Franco.
Pero cuando a tal broma van unidos el cinismo y la crimin.nlidad de las mil checas repartidas por toda la zona roja, donde son proverbiales las matanzas en masa, los asesinatos más crueles y las prisiones con tormentos, exportados todos de los métodos y las penitenciarías rusas, indigna su sola lectura, como una canalladi más que añadir a la lista, tan Isrga, de sus vilezas.
Para eso únicamente puede servir esa falsa carcajada con que han querido desvirtuar la verdad de nuestro aserto y que ha resonado en el vacío de sus mentiras, dentro y fuera de España, como un ruido metálico de ul tratumba, en anticipación de su total fracaso.
"La Vanguardia" del día 8 inserta una relación de sanciones impuestas pqr el Tribunal de Responsabilidades. Vagamente, sin más detalle, dice que las sentencias se refieren a condenados por delitos re/dcioiuulos con di rebelión.
El total de las indemnizaciones a que se condena a una treintena de personas asciende a 62.086.000 pesetas.
La relación enumera, además, una lista de fincas y casas, de las que el Estado se incauta firme y defmitiiw mente.
Pretende Negrin garantizar en su séptimo punto "la propiedad legal y legítimamente adquirida", para luego, con cualquier excusa, quedarse con ello "firme y definitivamente"
Comeatarío
Federico es una especie de superhombre. Siempre estuvo convencido de su capacidad de realizar cosas grandes. Sabía que si era modesta la posición que había alcanzado antes del Movimiento, era por no habérsele presentado todavía la ocasión. Esa ocasión ansiada de poner lo de abajo arriba de una manera elegante. La coyuntura reveladora, que ilumina los espíritus selectos y los saca de las tinieblas, como el tabernero extrae una botella del mejor vino añejo que estaba olvidada en el rincón más oscuro y polvoriento de su bodega.
Federico sabía lo que valía. ¡Ya lo creo que lo sabía! Sufría por no haber podido demostrarlo aún. Estaba convencido de que llegaría alguna vez el día fatídico en que le fuera dable demostrar sus dote*.
Ese día llegó con el Alzamiento Nacional. Federico no se había significado políticamente, y no poseía otros bienes que no fuesen su privilegiada inteligencia. Por ello, los rojos no le persiguieron, le dejaron en paz. Era un hombre indiferente para ellos. Y «in embargo... sin embargo, pensó que valía más huir de la zona roja. Nunca se sabe; a lo mejor, llevado por su genio, podría hacer un día manifestacio-iic- que le fueran perjudiciales. Valía más precaverse. Federico se marchó al extranjero. Estuvo en Francia unos meses, saboreando la vida sosegada y pacífica de ese país tan civilizado. La comparaba sin cesar con las emociones agobiadoras de la zona roja... Nunca le había interesado la política. No obstante, la lectura de la Prensa le indicó, tras unos meses, que los jefes facciosos de la España Nacional perseguían fines distintos de los que pretendían los rojos. Fué su inteligencia, claro está, la que le sugirió esta deducción, porque la Prensa no dice nunca las cosas claras. Comprendió, en suma, que convenía no prolongar su estancia en Francia. Además, se le estaba agotando el dinero... Entonces Federico se sintió fuerte y noblemente decidió arriesgar su vida. Vino a la España Nacional.
Se alistó en Falange, desde luego, había que demostrar el patriotismo que hervía dentro de sus venas. Su omformé era de aspecto pobre e incluso un poco sucio a veces. No importa. ¿Acaso no iban así los demás? Le ocuparon en unas oficinas del Partido, donde necesitaban sus habilidades de mecanógrafo. Y en esas oficinas fué subiendo. Había llegado la coyuntura que ansiara tanto. Supo demostrar sus cualidades preclaras de político; desde luego, no fué al frente: su vida estaba reservada para un destino más elevado...
Federico lleva ahora un uniforme tan sencillo como el que vestía a raíz de alistarse en Falange. Su modestia le impide lucir prendas lujosas. Su valia la demuestra con sus acciones, con sus palabras. Sobre todo con sus palabras, porque Federico tiene una gran facilidad de palabra; está destinado a ser un orador, un gran orador, cuando se presente la coyuntura favorable. Pero ahora sigue así, siendo grande modestamente, elegantemente, persuadido de que la Patria aguarda de él cosas grandes.
cNIo conocéis a Federico? IClarol, como son tantos los Federicos que pasan por la caDe...
J. G
Una sorprendente "Fies!a de la Raza" curiüso i'I cambio tle Iónica,
que- 'tlHMtreieiidtr Tt1 ivrit-ntt^omsig-na, ha comenzado a ubservara: en la prensa roja, asi cuino en las emisoras y ilemás medios d*- difusión de aquella aún 'rredeula España.
Todos rt-cordamos como la prestirte tragedia fué provocada por poderes ocullos —libsta cierto punto solamente - que se movían bajo el signo intemacionalista. Eran los momentos f n que en toda la exten-
Í P sión de la piel del loro, era un crimen vitorear a la patria —un «v'va
8 Kspafla» era lu cárcel segura, o quizás algo peor—. Recordemos aquellas manifestaciones aparatosas que se pro
ducían al menor pretexto, y recorrían las avenidas de las capitales españolas.
Marchaban juntos miles de hombres, miles de mujeres y miles de niños, formados casi inilitannenle, con sus cartelones de procedencia, cantando himnos, esos himnos absurdos, de importación rusa. E n todos los movimientos, de la enorme serpiente humana, en sus paradas y arranques se veía la táctica rusa para ir.a-nifestaciones populares. Porque esta especialidad existe, como existe la de quemar iglesias y monumentos: la de difusión tk la pornografía, tóxico ef icacís imo; la de los saqueos.
Estas manifestaciones eran internacionalistas. El espíritu que informa H la España roja lo es también. \A> ha sido siempre. ¡>as banderas que agitaban los manifestantes madrileños eran rojas con la hoz y el martillo. De vez en cuando, como perdido en aquel Océano «le odiosas amapolas, flotaban algunas banderas lepubli-canas. Pero estaban en aquella manifestación como huéspedes de poca cuantía. Las canciones eran pseudcKjoviéticas o soviéticas auténticas. ¡Aquella «Internacional» que durante años y años, h'-mos tenido que tragar los españoles! Siempre iba su ejecución acompañada de gol|)es, pedreas y tiros. [ Aquel inefable himno de ••pioneros.' tan digno de ser explotado como magnífica vena cómica por Muñoz Seca, si lodos aquellos aldabonazos en la puerta do la Patria, no hubiesen sido precursores del momento que vivimos!
Todo era internacional: el vocabulario, los procedimientos, los ápodos y hasta las vestimentas, copial>an a la estepa rusa. Cualquier facineroso do Val lecas, modelaba su gorra al estilo «Acorazado Potemkin».
Estallada la guerra, Esiwña fué la tierra de promisión de lefia la golfería internacional. Aquí vino lo peor de cada casa. Había
bolín, había sangre, había seguridad de escapar a la acción de la " justicia del'pals de procedérfeia. Y aquí áe volcaron, miles y mite» de rusos, franceses, checos, polacos, mejicanos, ingleses. Naturalmente vinieron los judíos, pues siguiendo su costumbre, no podían fallar, como siempre ha ocurrido en la Historia, en las grandes carnicerías mundiales. E n honor a la verdad, hagamos constar que estos dignos semitas, no venían como soldados: venían como «especialistas». Traían su técnica de saqueos sabios, 'le torturas refinadas. I..i España roja se entrefró a los extranjeros. Para ellos fueron los vinos, los habanos, la? joyas, las obras de arte y sobre todo los mandos. iEl mando, placer supremo. Clavaron sus botas sobre el cuerpo de lEspaña para vengar con sadismo atroz, los contratiempos sufridos en sus vidas. Se adueñaron del espíritu —siempre látigo en mano —. Co;i un profundo desprecio hacia su país de adopción, que tan servilmente se les entregaba.
Pero ya en los momentos en que vivirnos, parece que esta entrega de la España roja al internacianalismo ruso, no es bastante para curar al enfermo. Hay que hacer ver a las democracias mundiales, a veces recelosas aunque parezca mentira, que la guerra que mantienen es santa, es de independencia. Que son ellos, los rojos, los que defienden la integridad nacional. ¡Ellos, que han corrido de puerta en puerta, ofreciendo Menorca, ofreciendo el Marruecos español, ofreciendo Almadén? Y con sus características frescura y falta de memoria, han cambiado de consigna." Y a no se habla de milicias populares, de Rusia, de «pioneros», de revolución mundial. Ahora se habla de Patria, de la gloriosa infantería española, del ejército invasor, de independencia española. Casi, casi llegarán a cambiar el saltarín Himno de Riego por la Marcha de Cádiz.
Pero, para colmo, nos llega la traca final. Señores: en Har-celona se hacen en estos momentos preparativos para celebrar el 12 de octubre, para la Fiesta de la Raza. —¿Hemos oído bien? —Sí, señores. Para la Fiesta de la raza. Pero esto traspasa los límites del humorismo para convertirse en sacrilegio. Que no otra cosa hacen esta gavilla de malhechores, tralando de erigirse en representantes de la raza española.
Pero recapacitándolo bien, puede que estemos equivocados, y mientras no se nos demuestre lo contrario, preferimos creer que se trata de la raza rusa, o mejor aún de la raza nueva, que se esán rápidamente formando en la zona roja, y cuyos ingrediente» son, los innómcrables «sin patria» allí reunidos con su coeficiente importante de aportación judía.
Porque de la raza española, ni pensarlo. Dos nombres que n<> pueden ir juntos son ; Isabel la Católica y Azaña.
I OSE MARIA U RANGA
Antes del Movimiento, la propaganda escrita de la U. R. S. S. no era, en comparación con el gran aluvión que de ella ha visto luz después de aquel acontecimiento, de ninguna consideración. En realidad, la propaganda estricta del movimiento comunista ocupaba un promedio mediano de la pro paganda de tipo desmoralizador. A pesar de ello, estaban a su servicio grandes editoriales, como la "Cénit", y otras que alternaban la publicación de obras de divulgación comunista con las de tipo apolítico, científico y literario. ¿Es que nadie osaba presentarse a título de propagandista literario exclusivo de la U. R. S. S., o era la propia U. R. S. S. la que prefería esta máscara? No puede precisarse, aunque es lógico suponer lo segundo.
Las obras de propaganda de la U. R. S. S., pues, aparecían hábilmente distribuidas en mil y una colecciones. Caso típico, por ejemplo, el de la Editorial Catalana "Proa", la cual, en su colección "Atot vent", nutrida por obras de la literatura catalana moderna, y por los clásicos ingleses y franceses, y la moderna literatura alemana, dejaba un hueco considerable para la novela soviética, a la que prestaba singular atención. No será en balde precisar que dicha colección era dirigida por Puig y Ferrater, amigo de la ü. R. S. S., diputado de la Esquerra Catalana, íntimo amigo de Andrés Nin, que fué el iniciador de esta gran campaña de admiración por los mediocres escritores de la Rusia de hoy y el traductor de la mayor parte de sus obras.
Tenemos a la vista una lista de obras soviéticas editadas en zona roja. Esta lista de obras da una idea de cómo ha arreciado la propaganda divulgadora de! comunismo después de la revolución. De tal manera, que al lado de esta propaganda comunista no puede colocarse a ninguna de las de los restantes grupos del Frente Popular El Partido Socialista Unificado de
tido Comunista o de las Editoriales. Responden a la misma criminal inten ción, y son versiones ,bien poco acopladas a la latitud mediterránea, del comunismo de la III Internacional al alcance de los niños.
Cataluña (P. S. U. C.) y el Partido Comunista español han librado una batalla intensísima de propaganda, y la han ganado, en zona roja. Aparte de la propaganda en libros y folletos lanzada directamente por estas organizaciones, y la lanzada por el propio Gobierno, Rusia ha colocado, sin duda anexas a las salas de la Embajada, editoriales de tal alcance, que ellas solas han sido suficientes para inundar España entera de propaganda de la U. R. S. S. La de mayor alcance en tre ellas es la Editorial "Enropa-Amé-rica".
Por la lista citada, puede uno formarse idea de las proporciones de esta entidad editorial soviética en España-No se crea, sin embargo, que la lista es la de todas las publicaciones emanadas de la citada editorial. Ella es, solamente, de las obras que el Ejército de recuperación español ha hallado y destruido al ocupar territorio rojo. El esfuerzo de esta editorial es uno de los mayores que se hayan realizado nunca en el ramo. El tipo, tono, presentación de las obras cuyo título hemos apuntado, es pcrfeclafiicnte ruso. Acompañan también ilustraciones de las portadas, copiadas fotográficamen te. Un sesenta o setenta por ciento de los textos de los libros o folletos son de escritores rusos, y todos sobre las consignas soviéticas o los personajes de la revolución rusa.
La propaganda que de estas obras ha sido hecha es también considerable. Uno de los folletos recogidos es de André Marty, líder del Partido Comunista en Francia. La propaganda de este folleto reza así "Un folleto de gran actualidad. — "EN ESPAÑA, DONDE SE JUEGA EL DESTINO DE EUROPA", por André Marty, líder del Partido Comunista de Francia,
orgmtizttdor de las Bri(j<idii.< Inlenui tiotitilcs y gran amigo de España.'
Tenemos a la vista la obra de Hans li'eimer, por ejemplo, titulada "En el campo de asesinos de Dachan", y como subtítulo: "Cuatro semanas en poder de los bandidos pardos". "El autor de esta obra —dice de ella la propia Editorial "Europa-América"—, diputado comunista «ilcmtúi, íjuc imi-rió íjíoriosíimentc en el frente de Madrid, luchando Contra los fascistas, describe en ella los horrorosos tormentos y los repugnantes crímenes del fascismo en Alemania."
Estas obras son, pues, instrumentos delatores en sí de la intromisión rusa eh zona roja. Pero, al mismo tiempo, verdaderas enciclopedias de la táctica rusa de supresión de fronteras, cuya táctica, por lo visto, sólo disimuhm en la S. de N., pero no, por lo menos, en sus propias publicaciones de propaganda.
Uno de los aspectos más repulsivos de este tipo de intromisión descarada es la que se hace en la conciencia infantil por medio de las publicaciones para niños. Tales, la colección "Estrella", de cuentos infantiles, donde se adulteran las viejas y eternas historias maravillosas de Grimm y de Ander-sen, al servicio de la Revolución del Proletariado mundial.
"Caperucita roja", por ejemplo, es "Caperucita Roja", así, en mayúscula, en la sediciones de cuentos de la "Estrella". Son verdaderamente monstruosos los temas tratados y divulgados en esta colección,- la ilustración de la misma está hecha o por dibujantes que han copiado el estilo soviético de dibujar, o sacadas y reproducidas de las mismas obras en su edición original en ruso.
Existen, o existían asimismo, publicaciones semanales infantiles del Par-
El punto séptimo de los trece famosos de Negrín, dice que el Estado ga rantizará la propiedad legal y legiil mámente adquirida, y que cuidará del desarrollo de la pequeña propiedad privada. - ; •
Sin embargo, como sucede siempre con todo cuanto ofrecen a los infeli-i ees, tantas veces engañad"/, ni es cierto tal respeto, ni se incrementa otra cosa en la retaguardia roja que el robo y el pillaje.
Tan es así lo que decimos, que "La Publicitat" se ha decidido a abordar' el tema.
"La difusión de este séptimo punto —dice— es muy necesaria. Y todavía lo son más los medios que den realidad a esta declaración, que no debe condicionarse a la victoria, sino que ha de llevarse a cabo sobre la marcha, en todo lo compatible, con la guerra A este respecto, bueno será que el Gobierno de la Ceneraüdad tome las decisiones oportunas.
"Es una labor urgente —sigue el órgano barcelonés— para nuestra causa de cara al extranjero... No deben descuidarse estas medidas, porque su retraso puede mantener el recelo en una zona bien respetable de la opinión pública y aparentar una realidad in existente."
Inexistente, no, sino muy existente. La propiedad privada en la zona roja es una utopía. Y por más que se empeñen en disimular "de cara al ex-' tranjero" y de esa "respetable opinión que ya recela", es lo mismo.
Esto se sabe en todas partes, a pesar de los que aparentan ignorarlo; pero si aún faltaba su testimonio, ha venido a decirlo de un modo rotundo "La Publicitat", aunque, al final, para disimular, eche sus gotita': de mentira y de legalidad
Tanques y antiíanques en la guerra por Herminio G. Corada
Cuando en el mes de jaLo del año 1936 el puebld español, alzándose, empuñó las, armas en pura y legitima defensa contra un Gobierno que poco a poco había minado su grandeza histórica y su tradición, sumiéndola en un letargo que parecía degenerar en muerte definitiva; nada hubo capaz de detener el triunfa! avance de nuestras tropas. No importa que la Escuadra se dedique al asesinato a mansalva de todos sus mandos; no importa que un Gobierno débil, impotente y que patrocina el crimen y el asesinato en masa, arme a una multitud loca y desbocada, compuesta en su inmensa mayoría de todo lo más selecto de las cárceles y presidios, que hace correr por toda España torrentes de sangre de honrados ciudadanos; nada de esto importa ni es capaz de detener la marcha iniciada en Africa por unos soldados que, después de cruzar el Estrecho, burlando la vigilancia de la piratería, iniciaban la reconquista del suelo patrio con la ocupación de Badajoz, y son esos mismos los que avanzan sin cesar por Navalmoral de la Mata, escribiendo páginas de gloria con áureos caracteres por Calzaza, Torralba de Oropesa, Oropesa, Maqueda, Toledo, etc., etc.
La guerra, hasta aquí, no reviste apenas modalidad alguna que la distinga de las guerras de los siglos XVITl y XIX, como no sea el empleo de armas automáticas en mayor escala y unos cuantos aviones Breguer, mucho más a propósito para un museo de antigüedades que para bombardear posiciones y batir concentraciones enemigas.
APARECEN LOS PRIMEROS TANQUES
Pero he aquí que a principios de septiembre de 1936 hacen su aparición delante de nuestras líneas unos monstruos de acero provistos de un cañón y una o dos ametralladoras (según el modelo) montados sobre dos
parte por no estar dotados sino de ana o dos ametralladoras, que ningún daño podían hacer a los tanques enemigos, mientras éstos podían dejar fuera de combate a los nuestros con un solo proyectil perforante que se les podía lanzar con toda eficacia desde una distancia de 5.000 metros.
COMO SE CAZARON LOS PRIMEROS TANQUES
Si es cierto que el soldado español está caracterizado por un valor y be-roísmo que rayan no pocas veces en verdadera temeridad, no es menos cierto que es también característico de él no pararse ante nada ni por nada, recurriendo a veces a medios inverosímiles, y verdaderamente quijotescos, pero no por eso fahos de eficacia. Y esto mismo fué lo que hizo que nque lias grandes masas de acero no consiguieran impedir él que nos acercara mus hasta el mismo Madrid, clavando en su corazón ese puñal formado por la línea Barrio-Lucero, Ciudad Uni versitaria-Cuesta de las Perdices. Una botella de gasolina y una bomba de mano lanzadas por unos soldados valientes, y muchas veces temerarios, eran suficientes para que aquellas máquinas infernales quedaran envueltas •en llamas y abandonadas á merced de nuestras tropas.
El procedimiento, aunque no anticuado, puesto que nunca fué ntilizada hasta ahora, no puede ser más desprovisto de técnica, ni menos en consonancia con las exigencias de una guerra moderna, en que los elementos y medios de enviar la muerte a gran des distancias se suceden sin cesar.
Convencidos los -tanques enemigos •de su superioridad sobre cualquiera de los elementos de guerra hasta entonces usados, avanzaban decididos sobre nuestras fuerzas, rebasando la línea algunas veces, ametrallando y cañoneando sin cesar y volviendo tranquilamente a sus posiciones, ya que los fusiles >• ametralladoras nada podían hacer
contra aquéllos monstruos, defendidos
U N £ A N O N A N T I T A N Q U E TRAfi UNOS A I I B U S T O S
grandes orugas, que avanzan decididos hasta nuestras posiciones, arrancando las alambradas y arrollando las débiles fortificaciones de que se puede disponer en unas columnas que avanzan constantemente, sin que las posiciones
.conquistadas lleguen a constituir, salvo en raras excepciones, frentes estabilizados. A partir de esta fedia iba a tomar una nueva modalidad con el empleo de tanques y carros de asalto,-y como a la aparición por sorpresa de tfn nuevo elemento de combate es siempre consiguiente reacción en el contrario, en mayor o menor escala, máxima tratándose de elementos de guerra .tan perfeccionados como los tanques que nos ocupan, no podía menos de ocwrir esto mismo en nuestro Ejército, que vió no sólo cómo estos tanques, por su gran tamaño, constituían un parapeto de acero ambulante para la infantería enemiga en los frecuentes contraataques para intentar recuperar las posiciones perdidas, sino que con su cañón, dotado de gran precisión y velocidad de tiro, aumentaba considerablemente el número de bajas en nuestras fuerzas, a la vez que constituían una barrera difícil de franquear, ya que la actuación de nuestros orugas quedaba neutralizada fn gran
por fuertes chapas de acero. Mas no tardaron nuestros soldados en darse cuenta de dos circunstancias especiales que concurren en dichos tanques y que engendraron la idea del primer siste ma antitanque:
Primera.—Que el cañón del tanque, de gran campo visual lateral, ya-que la torreta sobre la que va montado puede girar una vuelta completa, no disponía para la puntería en altura de gran movimiento, mediando entre el tanque y la línea más cercana que por él podía ser batida una zona que pudiéramos llamar de seguridad, variable según las condiciones del terreno, pero nunca inferior a 15 o 20 metros en profundidad.
Segunda.—La velocidad inicial del proyectil, que tratándose de pequeñas distancias hace que el tiro sea escesi-vamente rasante, e impotente, por tanto para batir cualquier depresión del terreno, por pequeña que sea. Si a estas circunstancias añadimos la de que el enemigo no disponía de una Infan feria lo suficiente disciplinada y aguerrida para avanzar parapetada detrás de los tanques, no sólo para dar el asalto, sino también para protegerles de posibles eventualidades, habremos encontrado ur. medio de sistema anti
tanque, arriesgado y temerario si se quiere, pero que en algunas ocasiones surtió efectos maravillosos.
Se proveyó, dentro de cada unidad, a un cierto número de individuos de una o dos botellas de gasolina y algunas bombas de mano. Estos individuos debían ser recogidos de entre los más valientes y serenos.
Cuando los tanques se disponían a avanzar, se desplazaban dichos individuos por distintos sitios del frente, utilizando para esconderse y desenfilarse las depresiones del terreno y los embudos formados por las bombas de Artillería. Si los tanques avanzaban por carreteras o caminos, nada más conveniente que utilizar las cunetas, arroyos, alcantarillas, etc., etc.; si, por el contrario, avanzaban a campo tra-v iesa, había que utilizar los embudos formados por las bombas de aviación y artillería o las paredes y lindes de las fincas. En ambos casos esperaban estos antitanquistas a que los carros se acercaran a una distancia no superior a ocho o diez metros, en cuyo momento salían con toda rapidez por los costados del tanque para no caer dentro del campo visual del anteojo del mismo, lanzando con fuerza sobre él la botella de gasolina, e inmediatamente detrás la bomba de mano, para que aquella se inflamase.
CIRCUNSTANCIAS QUE DEBEN TENERSE EN CUENTA PARA IN
UTILIZAR UN TANQUE
Si es cierto que este original método antitanque dió en repetidas ocasiones resultados satisfactorios, no es menos cierto que en el ochenta por ciento de los casos no surtió efectos, caminando la casi totalidad de los individuos-antitanques a una muerte cierta, debido a dos causas principales:
Primera —Falta de serenidad suficiente para acercarse al carro lo debido; y
Secunda.—Un casi total desconocimiento de las partes débiles del tanque por donde con más facilidad podía ser inutilizado.
No basta con lanzar la botella de gasolina y la bomba de mano sobre el tanque, sino que es necesario saber tirarla con eficacia. Para ello hay que estar dotado de una serenidad y sanare fría suficientes, que le impidan lanzarlas mientras el tanque no se encuentre a una distancia tal que ofrezca probabilidades de ser alcanzado en las partes que se desea; lanzar una botella de una distanda superior a diez metros es perder el" tiempo y exponerse inútilmente.
Dos son las partes del tanque más débiles, y, por tanto, más fáciles de atacar por este sistema antitanque: los discos de caucho de que se compone el tren de marcha que rueda sobre la oruga y la superficie ligeramente inclinada situada en la parte trasera del tanque inmediatamente detrás de la to rreta giratoria.
El tren de mareba, por el gran número de discos de caucho de que se compone (doce en cada costado), ofrece la ventaja de que, al quemarse éstos, hay probabilidad de oue el fuego se propague al interior del tanque, o, cuando esto no ocurriera, el hecho de que los discos se quemen es suficiente para que e! tanque quede fuera de combate. La parte trasera de la plataforma del tanque está constituida por una rejilla, por la que el motor recibt refrigeración; luego el hecho de lanzarle aquí la gasolina equivale a que ésta penetre inflamada en el motor, en el que el fuego puede propagarse rápidamente, por encontrarse en su parte derecha los depósitos de ga solina, y detrás de él todo el del aceite.
Puede ocurrir que la torreta, durante la preparación artillera, haya girado un cuadrante, viéndose el cañón en sentido perpendicular al costado del tanque; en este caso, para distinguir la parte trasera de la delantera del tanque, se tendrá en cuenta que ésta es algo más alta que aquella, debido a que ha de ir salvando los obstáculos, para lo cual forma un saliente en forma de morro o espolón.
Nada prueba contra lo dicho el hecho de que sean varios los tanques ques quemados en los distintos frentes de combate por medio de este siste
ma, principalmente en los alrededores de Madrid. Esto es una consecuencia de la poca disciplina y arrojo de sus tripulantes, ya que tan pronto como ven el fuego cerca del carro le abandonan junto a nuestras líneas, sin darse cuenta de que salir de aquel recin to blindado y huir a campo traviesa equivale a morir a los pocos metros, segados por el fuego de ametralladoras y fusilería.
Como es natural, este sistema anti tanque era aceptable en un principio, cuando carecíamos de otros más adecuados y eficaces, y por otra parte el enemigo disponía de un número escaso de carros, que le obligaba a emplearlos separadamente para protec ción de carreteras, caminos, puentes y sitios de paso obligado o probable para columnas enemigas. Mas cuando fueron utilizados en masa (nunca in
ferior a cinco), estos resultados dismi nuyeron, aumentando, en cambio, considerablemente el número de bajas en tre los que a quemarles se lanzaban, ya que el antitanque no podía lanzar la botella más que sobre uno, quedando dentro del campo visual de los que avanzaban detrás o a los costados del primero, quienes les ametrallaban a placer, teniendo la seguridad de que sus balas no podían perforar al tanque atacado. Llegado que hayamos a este extremo, lanzarse al encuentro dd tanque es lanzarse a la muerte, sin provecho ninguno consiguiente, y el sistema de la botella de gasolina y la bomba de mano será únicamente acep table en un plan defensivo, en que se lanzan desplegados en línea al asalto y se les puede esperar metidos en la trinchera hasta que se pongan a nuestro alcance.
La crítica falseada IL OS que, descendientes espirituales de Milá y Fontanals, han de
dicado su vida al estudio de las letras catalanas medievales, influidos fuertemente por las corrientes ideológicas del regionalismo y del separatismo, han trazado —lo mismo, que en la his
toria de Gataluflii - una visión general de aquel movimiento literario que abarca unos cinco siglos, arreglada a las necesidades de aquellas corrientes políticas. Tanto la historia política como la antigua historia literaria de Cataluña han sido desfiguradas por estudiosos partidistas a fin de poder sacar de ellas consecuencias de carácter nacional-catalanista.
E n vano Metiendez y iPelayo nos legó una magnífica pauta para el estudio de las letras catalanas 'metílévales perfectamente encuadrado en la historia de la literatura general de España y en vana tamhién han surgido en todo tiempo quienes, en Cataluña, han intentado dar una visión más desapasionada y real de dicho estudio.
Se ha querido considerar a la literatura catalana como un todo continuo y uniforme desde los balbuceos de las Omilías de Orgañá, hasta los más jóvenes poetas surrealistas. Y las filigranas hechas para justificar el lapso que va desde mediados del siglo X V I hasta mediados del X I X , han sido prodigiosas. Este es el colapso de una literatura romániea, que desaparece como por encanto, oscurecida por el resplandor encegador de la época de oro de las letras castellanas, y reaparece de una manera artificial y puramente erudita como consecuencia de un romanticismo empapado de veneración a la caballerosidad, usos y costumbres de la Edad Media. A aquellos románticos del X I X les llevó a escribir en catalán este mismo entusiasmo por los tiempos medios. Leyeron a Wolter Scott y admiraron a los caballeros cruzados ingleses; entonces quisieron buscar, en aquella misma época pretérita, caballeros de su propia tierra y se encontraron con guerreros y poetas que hablaban y escribían en catalán. Por eso la imitaron lejos —en absoluto— de toda intención política o ignorantes de las consecuencias que su acto de romanticismo traería consigo. Y la prueba de ello es que m á s de uno de los precursoree de la «Renaixenca», al ver, tiempo después, el cáriz que tomaba su iniciativa, se dolieron de ella y sus nombres constan en el catálogo de «arrepentidos del movimiento iniciador».
Y es que lo falso y artificial de la moderna literatura en catalán fué querer darle un sentido de continuidad con el medioevo de que careció siempre.
L a literatura catalana medieval cumpl ió su destino y desapareció. Dejó una valiosa herencia que recogió la literatura general española en lengua castellana, y no los románticos de! X I X .
Y fué precisamente lo prematuro con que Cataluña acogió el humanismo trescentista italiano, la causa de que se acelerara y decidiera la clausura de las letras catalanas. (Aspecto puramente literario; dejando apante el histórico, tan trascendental.)
E l humanismo trescentista catalán trajo consigo, fatalmente, la idea imperial a Cataluña. Culminó esta, idea en la figura de Alfonso V el Magnánimo, cuyo círculo literario ya fué bil ingüe, llegando este bi l ingüismo a individuos concretos (Torroella, por ejemplo). E l ideal imperial, que los intelectuales catalanes del X I V y X V adquirieron de Italia, no llevaba trazas de verse realizado en el reino de Aragón y sí en el de Castilla.
Por otra parte este mismo humanismo catalán fué el puente por donde esta corriente pasó de Italia a Castilla. Y basta para convencer de ello —si no sobrara la afirmación de Menéndez y Pelayo deducida de otras comprobaciones— el hecho de que más de quince traduciones catalanas de clásicos griegos y latinos hechas en los siglos X I V y X V fueron vertidas al castellano directamente del catalán (por ejemplo el Tito Livio de López de Ayala). L a corte de Alfonso el Magnánimo también ños dice algo en este sentido.
En cuanto a la poesía, ésta fué en catalán cultivada con asiduidad desde los primeros trabadores catalanes. Eri el X V , ya particularizada y casi desprendida de provenzalismo, dió sus más altos poetas, entre ellos Aurias March. Y recordad ahora lo que este poeta influyó en los castellanos del X V I , como Garcilaso, Hurtado rl^ Mendoza, Gutierre de Cetina, Herrera, Fray Luis de León, etc., aspecto sólo constatado por un historiador de la literatura castellana, que es el Dr. Manuel de Montoliu.
¿Qué significa todo esto? Que no fué estéril la muerte de la literatura catalana medieval de los albores del Renacimiento clásico. Que lo que do ella quedó con vida fué recoeido por los escritores castellanoe.
Hay, pues, que tener mucha cuenta de no olvidar todo eso al historiar, no sólo la literatura catalana, sino también la castellana, pues los antecesores de los escritores de nuestra Edad de Oro no hay que buscarlos únicamente en las cortes castellanas, si no también en la de la casa real de Harcelona.
E L CONDE D E C A S A - D A V A L O S
Una semana de guerra
E n las márgenes riel Ebro se ha seguido esta st -mana inflingienrio al enemigo uno rie los m á s fuertes castigos de toria la campaña. Lucha sorda y cruenta que se traduce en partes poco espectaculares, pero de cuya eficacia no es posible dudar. Ki enemigo, aferrado en un empeño suicida en sus últimas posiciones de la curva del Rbro, ve rieshechas e inutilizadas sus mejores unidades de combate. Paciente labor de aniquilamiento rie torio un ejército que se funrie bajo el plomo rie las armas nacionales, minando cada día más su capacidad de re-sisíencia.
Los rojos han arriesgado demasiado en esta batalla del Ebro para no ser, a estas alturas, fácilmente ol>servables las posibles consecuencias de su loca aventura. Los millares rie bajas y prisioneros que han 4enirio estas últimas semanas, y la pérdida y desgaste rie material bélico, abren un espacioso boque te a la eficencia rie sus uniriaries de combate, boquete que, fatalmente, habría rie ser utilizario polla alta estrategia riel manrio nacional.
E n el inventario riel material de guerra extranjero cogido e inutilizado a los rojos riesrie que empezó la lucha hasta meriiarios rie agosto, ocupa una parte preponrierante el material ruso y francés. Copiamos a continuación estas rios elocuentes estadísticas.
M A T E I U A I , HUSO
Aviones Tanques Morteros y lanzaminas Fusiles ametralladores Proyectiles y granadas . Cañones Ametralladoras Fusiles Cartuchos
809 84
275 5Gi
91.000 71
577 35.917
60.425.000
M A T E R I A L FRANCIvS
Aviones Tanques MoKeros Fusiles ametralladores l'royectües y granadas Cañones Ametrallarluras Fusiles
138 24 89
«66 22.400
85 112
29.370 Cartuchos 24.800.0OO
Estas " stadísticas de material ruso y francés cogido al enemigo muestra hasta qué punto ha sirio formiriable la ayuda que, en todo momento, han prestado a los rojos las llamadas naciones democráticas, violando la no-intervención incluso en sus menores aspectos. 1.a gran batalla actualmente en curso en el sector riel Ebro nos ofrece nuevas y contundentes pruebas rie la preponderancia de elementos extranjeros en las filas rojas. Mrigadas internacionales deshechas hoy e infatigablemente renovadas. Jefes y oficiales, franceses y rusos en su mayoría, claramente localizados entre los mandos enemigos. Y sin contar el acostumbrado derroche rie aviones, tanques y material, que en un día no lejano han de duplicar las estariísticas m á s arriba transcritas.
Contra las falseriaries rie la propaganda roja, contra la sudas y cínica afirmación rie una lucha por la independencia de España, hablan suficientemente claro esos miles y miles de aventureros rie todas las nacionalidades que intentan vanamente oponerse o nuestro paso. He ahí la triste, la trágica verdad, para deducir la clave de la resistencia roja. A su lado, torios esos muchachos de 15 y 17 años, enfilados pollas ametralladoras rusas se nos aparecen m á s y más como verdaderos forzados.
Hefiriénriose a la intervención rie las brigarias internacionales en la batalla riel Ebro, «Le Journal» escribía hace poco un interesante artículo riel cual traducimos el siguiente párrafo :
"Entre 300 prisioneros capturados ayer, se verificó que la mitad estaba compuesta de extranjeros. Cada uno de ellos es portador de riocumentos y de cartas de identidari con los rúa le s se les pretende hacer pasar por españoles, descubriéndose la verdad al interrogarles. A pesar de los «Pérez», los Gutiérrez», los «Moreno» y otros «fulanos» ; a pesar de la exhibición rie una serie de documentos aparentemente en regla, atestiguando que habmn nacido en Madrid, en Albacete, o en Ciudad Real, esos detenidos no saben expresarse en castellano, o lo hacen tan mal que carecen de intérpretes para llegar a comprender su nueva y falsa nacionalidad. Uno de ellos había nacido en París de padres bretones ; otro era natural de Varsovia. de padres polacos, y asi sucesivamente.
•Durante las crudas realidades rie la guerra se compremie con meririiana claridad, cuánta razón tenía el General Franco al redactar su nota rie contestación a Inglaterra. Los voluntarios extranjeros que se encuentran en la España Nacional, llevan sus uniformes y se reúnen a la luz del día en sus bases, siendo fácilmente reconocibles por cualquier comisión internacional; en cambio, del otro lado, los garibaldinos. los rusos, los checos y los franceses se encuentran cuidadosamente camuflados entre las unidades marxistas españolas.»
ESPAU M a o m i Por la Patria el Pan y la Jusíicia
E L FONDO BKNRIFICO S O C I A L D E L M I N I S T E R I O D E L I N T E R I O R
A pesar riel bienestar económico que se ilisfruta en nuestra reta-¡juarriia, es natural que la guerra haya proriucirio en muchos bógales una disminución rie ingresos, bien por la destrucción de las fuentes de riqueza, como lia pasado en mayor o menos proporción en toda la zona lil>eraria rie la tiranía roja, bien por la falta del cabeza de familia. IE1 Estado Nacionalsinriicalista, tenía que atender y ha atendido a la necesidad de proteger a estos hogares aún en el caso rie tratarse «le familias cuyo jefe murió luchanrio contra el Movimiento Nacional,-y una rie las maneras de hacerlo ha sido con la organización rie comedoi-es riel tipo «Auxilio Social», que se sostienen económicamente gracias al Fonrio Benófico-Social riel Ministerio del Interior.
E l número de estos comedores ha crecido continuamente, a causa de las necesiriaries rie las zonas que sin interrupción ha irio liberando nuestro Ejército, y también por el esmero con que se ha pro-r curado llenar cada día nuis cumpnriainente, en toria la letaguardia nacional, los deseos del Caudillo de que no haya «ni un hogar sin luinbwj, ni un español sin pan».
E l mes de marzo de 1937 el Fondo Benéfico Social subvencionaba un total de 20.000 plazas diarias, y «jn el mes rie diciembre su número ascendía a 130.000. I^as provincias que contaban con mayor número de comedores, en aquella fecha, eran las de Asturias, Vizcaya, Guipúzcoa, Málaga y Santander. Sólo en Asturias se i-epartieron en dicho mes 20.000 mil raciones al día.
L a may-or parte de los comedores existentes pertenecen a «Auxilio Social de F . E . T . y de las J . Ü. N. S.» y su mantenimiento riesrie I de marzo a final de año requirió la suma de 14 millones rie pesetas, de las cuales cerca rie 7 millones procedían rie donativos (cuestación callejera y «Ficha Azul»).
E S T A D I S T I C A S S A N I T A R I A S D E L I A. T .
iEl Dr. V. Vallejo de S imón ha publicado en la Revista de Sanidad e Higiene Pública un interesante trabajo resumiendo y oo- • mentando las estariísticas de natalidad, y Je morbilidad y mortalidad por enfermedades infecciosas en la zona libéra la durante el I A ñ o Triunfal.
E l primer dato que se apivjcia en estas estadísticas es la" ausencia de loria clase de epidemias, pues solamente se han recrudecido algunos focos endemo-epidémicos como tifoideas, coqueluche, y parálisis infantiles, y aún en menor número y gravedad que en años anteriores. Este hecho es el resultado lógico de la excelente organización sanitaria en la zona nacional, y demuestra «pie los mandos sanitarios no han perdido nunca el control de la población civil y militar.
Las estadísticas publicadas por el Dr. Vallejo de Simón nos proporcionan, además , otro riaito m á s satisfactorio aún, como es l a importante disminución observada on el número de defunciones por tifoidea, que fué aproximadamente de 4 por cada 100.000 habitantes, mientras que hasta el año 1936 nunca había bajado de I I -
I>a intensa campaña de vacunación llevada a cabo en todo el territorio nacional, conjuntamente por las autoridaries civiles y militares, ha dado como se ve, un resultado magnífico, y se ha conseguido desterrar los focos endémicos carácteristicos en múlt iples localidades de segundo y tercer orden. Se ha presentado algún pequeño foco epidémico en provincias limítrofes con los frentes de batalla debido al continuo trasiego de fugitivos de la zona roja, ya que muchos de ellos venían en período de incubación de dicha enfermedad.
L a mortalidad debida a otras enfermedades infecciosas como el sarampión, escarlatina y difteria, acusa también una disminución notable, en alguna hasta del 50 por 100.
Una semana de íarea Nacional
Por indicación del Ministro del Interior, la Comisión española compuesta por Jefes de Falange Española Tradicionalista, combatientes, altos funcionarios y oficiales del Ejército que asistió al Congreso anual nacional-socialista de Nuremberg, vestirá en esos actos, a excepción de los oficiales, el uniforme de Falange con camisa azul y boina roja.
E l Boletín del Estado dispuso sea convocado uñ cursillo para la formación de trescientos alféreces provisionales de Infantería. E l curso, cuya duración será de dos meses a partir del día 20, tendrá lugar en la Academia Tauima.
E n la Alta Comisaria rie Marruecos, en Tetuán, se reunieron las autoridades de Ceuta, Tetuán y Tánger, para tratar del proyecto de construcción de una nueva catedral en Tánger, y que se edifica por deseo expreso del Caudillo.
•El arquitecto Sr. Ochoa Benjumea explicó el carácter de la obra. Será construida estilo Renacimiento y la cúpula copiada de la de San Pedro de Roma.
Se ha recibirio informe del Servicio de Recuperación artística de sus trabajos en Lérida. Han sido recuperadas unas 10 bibliotecas, con un total de medio millón de volúmenes de gran riqueza documental, entre ellos los archivos de las catedrales de Rotlas y Lérida.
Durante su estancia en Burgos, Lady Chamber-lain, viuda rie Sir Austín Ghaünberlain, acompañada de su hijo, visitó los cuarteles donde se aloja la Guardia Mora del Generalísimo, que realizó en honor de los visitantes, magníficos ejercicios ecuestres. Más tarde, fueron obsequiados con un té a la usanza mora. Continuaron su.viaje a Avila.
Kl «BoleAín Oficial» del Estado publica una orden circular de la Jefatura del Servicio Nacional de Primera enseñanza en la que se encarece la necesidad de mantener en la Escuela de la Nueva F.spaña el espíritu religioso y patriótico que constituye la esencia del Movimiento.
En el santuario de Covadonga, con motivo riel primer aniversario de su liberación por el Ejército Nacional, se celebraron diversos actos a los que asistieron el General Valdés Cabanillas, en representación del Gobierno, el Nuncio de Su Santidad, monseñor Cicognani, Autoridades y Jerarquías de Falange Española Tradicionalista.
—o— ' v / . í r ' *
Los |)eregrinos franceses que han readizado el viaje por la España Nacional, han regresado a Francia. Hé aquí un fragmento de las declaraciones que alguno ri^ ellos hizo a una agencia informativa antes rie dar por concluírio su viaje:
«Ahora nos dirigimos a Pamplona para regresar a Francia. Nos proponemos firmemente, en primer lugar, hacer una gran propaganda de esta España magnifica que nos está dando lecciones y volver pronto a España en mayor número con objeto de establecer los lazos de hermandad que debe haber entre las dos naciones católicas. E n Francia se preparó esta peregrinación y pan^ elld encontramos toda clase de facilidades. E l cardenal Verdier nos d ió su bendición en una carta expresiva y en cuanto al Gobierno, es de justicia consignar que nos concedió inmediatamente autorización para el viaje. Y por últ imo, vaya nuestra sincera gratitud al capitán Bolín, jefe de la expedición, quien interpretando los deseos del ministro del Interior, ha hecho que nuestro viaje se desarolle en un ambiente agradable y fraternal.» .
—o
E l Ministerio de Organización y Acción Sindical, ha publicado una Orden sobre concesión de renovaciones de tarjetas de identidad profesional de trabajadores extranjeros y estadística migratoria por la frontera y puertos. Se dispone que todos los extranjeros al llegar a nuestro suelo entregarán a la Inspección de Inmigración una declaración jurada, en la que determinen la finalidad del viaje, tiempo de duración y lugares que van a recorrer. E l modelo de declaración será faccilitado por los Consulados españoles . Las Compañías de transportes marítimos, aéreos o por carretera estarán obligados a facilitar a la Inspección de Inmigración relaciones nominales do extranjeros. Se determina, después, en la Orden la forma cómo habrá de realizarse la concesión de tarjetas para trabajo en E s -oaña. No se otorgará esta tarjeta para ejercer en Sociedades mineras los cargos de presidente del Consejo de Administración, administrador, delegado gerente, director o ingeniero.
C.- '" 'ñ ,; — o — .
E l Ministro de Educación Nacional ha invalidado, por orden 10 fiel corriente, los exámenes habidos en los centros docentes de zona roja: los alumnos deberán revalidar dichos exámenes ante personal docente de la España verdadera.
A G R I C U L T U R A - I N D U S T R I A
Cambia la conomúi rico no es deshechahU'
¿Dónde está la crisis? E N un discurso ya famoso de 1932, pronunciado con motivo de la
celebración del primer decenio de la Marcha sobre Roma, Mus-solinl se preguntaba; la crisis que atraviesa hoy el mundo ¿ei> una crisis en el sistema o es más bien una crisis del sistema?
O «ea ¿es una de las crisis cíclicas del capitalismo o es una crisis de deecomposición ?
L a pregunta es de enorme importancia. Si lo primero, la solución es automática; el sistema capitalista tiene sus resortes que resuelven el problema sin dificultad. Sin intervención de nadie, los intereses mismos —unos comprimidos y frenados, otros fomentados— restablecen el equilibrio. E l Estado además, puede tomar medidas que complementen la acción de esos intereses dirigiéndoles apenas, encaminándoles o favoreciendo su juego para acelerar el proceso de nivelación. Es lo que ha venido ocurriendo durante toda la etapa capitalista.
Pero si la crisis es del sistema, la cosa es bastante más seria. E l automatismo de la solución desaparece. E l famoso libre juego de los initereses individuales que mecánicamente debe restablecer, en plazo corto y sin graves trastornos el equilibrio, no funciona. La crisis se prolonga y se agrava. iEl sistema quiebra con todas sus infinita» consecuencias. No bastan ya, ni la acción individual ni las intervenciones parciales y limitadas del Estado para resolver, la crisis. E l remedio debe ser más hondo.
lEn el primer caso queda justificada la |)ermanencia de los regímenes más o menos liberales en economía, más ó menos respetuosos de la iniciativa y de los intereses individuales; en el segundo se impone una reforma esencial del sistema.
'Este es el problema de nuestra época. Y ee el problema, sobre-lodo porque la reforma del sistema económico tiene repercusiom-s profundas en el plano político y en el plano social; es decir la transformación de la economía comnorla n.-c^síinament" una modificación paralela- de la organización, de las funciones, de las atribuciones del Estado.
y cambia A Estadu. E l materialismo histó-n b'cqnr'. Su finar consiste en considerar el
interés económico como único motor humano, cuando esos motores son muchos: las ideas, los sentimiento?, las pasiones. El asceta que se retira al desierto, el cartujo que se recluye entre cuatro paredes desnudas o el falangista qne se juega la vida por las calles de Madrid, no se mueven por intereses materiales. Algo más alto y más puro les lleva al sacrificio; algo independiente del dinero y del bienestar f ís ico; del vientre en una palabra. Pero el simple interés económico pesa también, que no sólo de ideales vive el hombre. Toda la gran política internacional está hoy fundada, sobretodo, en ese interés. I^as justificaciones y las teorías vienen después.
E l Estado liberal tal como ha ido evolucionando y como ha llegado hasta nosotros, es fruto también de la economía liberal. E l liberalismo filosófico y político, derivados del protestantismo, son anteriores al liberalismo económico, son sus padres. Pero el hijo en su desarrollo ha acabado influyendo sobre sus padres. E l hecho ocurre también en el terreno familiar. Los intereses económicos del capitalismo han contribuido poderosamente a darle una fisionomía al Estado liberal.
Si la crisis, pues, es del sistema, eJ sistema, queramos o no, debe modificarse. Y si el sistema se modifica, se modifica el Estado. Y suponiendo que así no fuese, es un hecho patente que las modificaciones del sistema que hoy son indispensables ante la crisis honda, persistente y perturbadora de los mismos valores morales más sagrados, no puede realizarse con el Estado actual. O el Estado se transforma para poder realizar la reforma económica o ésta transforma al Estado ¿Qué camino es mejor?
Err un régimen liberal la evolución está, ciertamente, lloha de peligros. La falta de sentido moral, la cínica crueldad dt nuestra época demasiado intelectualizada, producirían una evolución desordenada, castiza, preñada de conflictos. Desembocaríamos sí, en un nuevo equilibrio —o un capitalismo exasperado y esclavista, o en un socialismo también exasperado— ambos injustos y a costa, además, de terribles sacrificios. L a disyuntiva es esa.
L a crisis del sistema puede resolverse sola, en esto no hay iludas. Pero después de dolores y de luchas que fatalmente nos conducirian o a la exacerbación total del capitalismo »> a la implantación del socialismo; dos formas opuestas de egoísmos de clase igualmente temibles.
Esto es lo que hay que evitar y -para evitarlo no hay más camino que reformar los sistemas de producción y de distribución de la riqueza introduciendo en la economía un nuevo criterio: el de la utilidad social junto al del beneficio particular.
Pero esto no puede ser ni automático m mecánico. Requiere una dirección conociente del fin que persigue.
S A M U E L CONGOST
La provincia de Valencia
£í nombre buce pensar en fru las y flores, y no. es ninguna exageración el nombre «fite se le da, del 'jaMin de Europa'. Valencia es, sin comparación, la región más fértil de España, donde no queda una pulgada de tierra sin cultivar y donde la aplicación del riego artificial —muy generalizada— hace posibles tres cosc-chas al año.
Los huertanos iwlericMiios se han dedicado principalmente al cultivo de f r u t a s, legumbres arroz y vino. Se ha dedicado poca «ileiición ii los cereales corrientes, y la ganadería es insigni ficante en comparación con el mimero de habitantes. En esta provincia, que mide 10.977 kilómetros c u a d r a d o s y t i e n e I . 042.000 habitantes -93 por kilómetro—, de los que la capital de Valencia, en época iiormaf, tiene • 320.000, no se produce más de 4 5.000 toneladas de trigo. 12.000 de cebada y 20.000 de maíz. En cambio, la cosecha de arroz alcanza en la provincia la enorme cifra de i96.ooo tonda-das. De deeite se produce para el consumo local unas 10.000 toneladas. La coseclw de vino de la provincia supone unos 963.000 hectolitros. Sin embargo, la espe cialidad de Valencia es el cultivo de la ¡ruta, y en primer término <fe sns afamadisimas naranias, cuyo valor anual se calcula en 114 millones. Los aprovechamientos totales del agro de la provincia sobrepasan de 11 •> imllones de pesetas.
El puerto de Valencia tenia en 1934 un tráficó de mercuncúis de i.oii.ooo íoneWíis. de las cuales 531.000 de importación y 4 so.000 de exportación, a las que hay que añadir 13 5.000 toneladas por el puerto de Cjandia. La exportación al extranjero de la provincia supone nnos 95 millones ile pesetas oro, o sen el 15,44 por ciento del total de la exportación esfxiñolii. De ln exportación de 1934. 596.000 toneladas eran productos de la agriciillnni. entre los entiles (os mtís imporlanles eran: 367.Q00 toneladas de naranjas,
I I . 000 toneladas de m e l o n e s , 46.000-de arroz, su.500 de cebollas, 23.000 de patatas tempranas y 3S0.000 beclólilros de vino.
El bienestar general que ha creado el florecimiento de la agricultura ha contribuido a bacer de Ul provincia de Talencia un importante factor industria/, sobre lodo en la industria mueblera, y en la química y tffítil, más en la construcción de barcos. Ademas, desde los puertos valen danos se explotan grandes pesquerías.
E/ brillante resurgimiento de la industria en la provincia de Vizcaja
laooi
4000
3 2 CEMEHTO
PAPEL
La constante progresión en el desenvolvimiento industrial de Vizcaya, a partir de la liberación de esta provincia, no sólo se ha patentizado en las actividades mineras y siderúrgicas. Todas las indus-Irias hasta las menos relacionadas con las necesidades guerreras, han reemprendido el trabajo con un magnífico ímpetu. No todas, como es natural, han llegado a equiparar sus producciones anteriores a la1 guerra, y la razón fundamental de este hecho es la falta de mano de obra. Vamos a citar a continuación algunos de los alentadores dalos facilitados por la Cámara de Comercio de Bilbao.
En el gráfico que acompaña a estas lineas se han representado las producciones mensuales desde julio de 1937 a junio de 1938 de papel v ile cemento. E l gráfico está construido con escala logarítmica y es
..más elocuente que nuestras palabras. Kn lo referente a la industria del papel, se ha debido efectuar un
esfuerzo constante para poder conseguir estos brillantes resultados, ya que es una de las industrias españolas que más necesita de materias |>nmas extranjeras. Actualmente se aprovechan al máx imum las materias primas nacionales, y se ha logrado que sólo la mitad de las pastas consumidas procedan de importación.
l̂ a producción de cementos casi llegó en el primer trimestre a igualar la del año 1935.
Oéfnenlo producido (media mensual) :
Primer semestre de 1937 2.425 toneladas Segundo semestre de 1937 3.975 » Primer semestre de 1938 8.188
Año 1935 8.635 'El consumo principal de cemenlo ha sido para las obras públicas
en construcción o de reparación en la provincia, l̂ as construcciones urbanas y la reconstrucción de pueblos destruidos sólo se habían iniciado en este período.
A continuación vamos a dar los datos referentes a otras industrias.
AbÓnOS [mediá mensual) :
Primer semestre de 1937 no hubo producción-Segundo semestre de 1937 529 toneladaá Primer semestre de 1938 1.095 »
Jabón {media mensual) :
Primer semestre de 1937 149 •• Segundo semestre de 1937 289 » Primer semestre'de 1938 1.121
Año 1935 1.220
Tejas y ladrillos [media mensual) :
Primer semestre de 1937 . Segundo semestre de 1937
833.U()0 500.000
Primer semestre de 1938 1.000.000
ZAFARRANCHO DE COMBATE
La intensa actividad de los agentes secretos del Konrintem en Francia, ha redoblado en estas últimas semanas. En Moscú se han dado cuenta que la caída, más o menos próxima', pero fatal, de sus posiciones en el Mediterráneo, pone en peligro inmediato los flanes concebidos para la sovietiza-ción de Europa, base —en el futuro-para su propia estabilidad política.
Tan apurada encuéntrase su situación actual, que no le queda ya otro recurso, ni otra esperanza, que el estallido posible de una conflagración genera] europea análoga a la pasada. Era éste un punto ya estudiado desde hace tiempo, el cual reservábase como elemento de fuerza para caso de absoluta necesidad; y que los técnicos de . la perturbación mundial han recibido ahora la consigna de activar por todos los medios. La guerra europea es considerada en d programa marxista como la última etapa para llevar a la práctica la revolución proletaria en Ocddente. Se hubiera ya llegado a día si no fuera por la descomposición política interna de la U. R. S. S. y por d pdigro de una contrarrevolución comunista en el ejército rojo, bien patente última y actualmente con la depuración feroz de los puestos de mando civiles y militares ordenada por Stalin.
La colonia bolchevique dd Mediterráneo entrará pronto en su tercer invierno. Un invierno que, sólo al aproximarse, hace temblar a verdugos y a cautivos. Por más mordazas y terror que imperen, la resistencia humarw tiene un límite en lo moral y en lo físico. Esto lo teme el zar rojo y lo huele, allá y aquí, todo d mundo.
El momento actual, de extrema tirantez en los problemas políticos de Europa, da aliento a aquellas esperan-aas en un conflicto armado general, que anexionándose la guerra interna 3e España, podría salvar la apuradísima postura marxista, o bien los prestigios, disimulando la derrota en b confusión de un torbellino bélico en el cual fuera englutido el mapa de Europa.
Nunca hubo una marejada tal en los bastidores obscuros de los servicios secretos moscovitas. Sus filas, engrosadas cada día con los elementos que van llegando de España, sacudidas por las notidas alarmantes que van trayendo aquéllos, espoleados por la reacción, cada día más latente, dd pueblo sensato de Francia, presto a la resistencia contra la colonización de las Internacionales marxistas, están en pleno zafarrancho de actividades secretas en pos de provocar la chispa incendiaria que ha de promover el si-n:estro salvador. Pero un siniestro en casa :|;na, bien entendido... Esta es la consigna: Guerra... pero en Occi dente, en la que Rusia haría de enervo. Guerra'en el sudo de Francia, un país ya maduro a toda subversión por algunos años de trabajo a fondo... Discreto, hábil, en sus primeros tiempos. Tenaz, coactivo, luego . Voraz, arrollador, ahora...
PLAN SECRETO
Tocando la cuestión española, la opinión francesa se hallaba en un principio dividida: unos hablaban de libertad, de democracia, de antifasdsmo, por aquella sentimentalidad fácil y simple que es hija, muchas veces, de la incomprensión o de la ignorancia; otro: de orden, de autoridad, de anti-marxismo...
Llegó un momento en que los de la democracia diéronse cuenta que hablando en favor del régimen de la España de Levante renegaban de sus prindpios, que la palabra libertad era escarnecida y que su antifascismo —nombre que, su entender, era patente de aversión al despotismo— pasaba por derecho propio, por convicción, por principio básico, por la más de-mental lógica, al otro lado del parape-
lEn A miiLral Hit la Lora III fe» . to. Todo quedaba mancillado. La libre opinión cambiaba de sendero.
No quedaba más que la canalla. Los vividores dd extremismo, la carne de motín, masa subproletaria, y los agitadores a sueldo que se hicieran portavoz de la democracia roja.
Enderezar una corriente de opinión libremente formada era tarea ardua. La propaganda a grandes gastos, los trece puntos y las demás excentricidades de la acción exterior no interesaban más que al "caso de histerismo Duquesa Atholl", o a algún Mayor Attlee en busca de distracción. Convenía recuperar la opinión medra, que hallábase convertida, si no a la tesis dd adversario, a la indiferenda, al esceptidsmo, a la posición neutra del desilusionado.
De todo tiempo no hubo en Fruida más que un factor capaz de unir al pueblo, las opiniones y lis dases: la defensa del territorio nacional, conjuntamente con el horror a la guerra. Lo primero es patrimonio de esta virtud que veinte años de intoxicación marxista no han conseguido desarraigar aún del corazón de los franceses el patriotismo. Lo segundo es la consecuencia lógica del millón y medio de hijos del país caídos en la Gran Guerra.
Y contra este blanco sensible se lanzó el dardo. Mientras los partes y la Prensa del Comité del Gobierno de Barcelona cambiaba d nombre de "re beldes" por el de "tropas extranjeras", el de "movimiento faccioso" por "in vasión extranjera....", apareda en todos los sitios, desde los Ministerios basta los Sindicatos, las peñas de café y los talleres, un "bulo" nuevo, apo yado por una orquestación de Prensa formidable.
LA TERCERA FRONTERA
Alemania habia tomado posesión de los Pirineos... He aquí aJgo que basta para hacer reflexionar a un descendiente de Juana de Arco.
Y se dió marcha a la maquinación infame. Un día fué el famoso supuesto desembarco de una división alema na en el Rif español. Otro era la colonia española de Río de Oro que se
ducción, en cartel de tres metros de alto por dos de ancho, de unas palabras del general Kindelán sobre las posibilidades de la aviación moderna en general. Apreciaciones que, reproducidas parcialmente en caracteres enormes, daban motivo a un cartela zo que interrumpía la circulación en las aceras y cortaba la respiración al transeúnte:
"Redudr a cenizas Burdeos, Bayona, Tolosa y Marsella... He aquí lo que podríamos hacer en la primera semana de una guerra."
A continuación se lanzó otro que decía textualmente:
"La frontera es violada. Los Pirineos bajo la amenaza de los cañones alemanes."
Otros carteles se dedican a reproducir textos cazado^ al "uelo de algún periodiqutllo español sin responsabilidad, no dejando pasar ninguna ocasión para dar a la publicidad callejera cualquier frase disonante y desgraciada dirigida contra Franda o, mejor dicho, contra su política; frase que, por otro lado, se procura agravar en todos sentidos reproduciéndola incompleta.
Una mañana apareció por las esquinas un mapa de Francia editado por una Comisión de "oficiales de reserva republicanos", algo suspectos ellos, impreso a todo lujo, sin reparar en tintas, en donde aparecían los aviones de España, con cruces-gamadas, sobre las principales capitales, con los itinerarios, las distancias en kilómetros desde sus bases, etc., etc. Cartel que d Prefecto dió orden de cubrir, aunque un poco tarde, con los anuncios oficiales de la emisión de bonos de la defensa nacional.
Algunos días después se ponía en curso la grosera maniobra dd bombardeo de la región de Aix-les-Ther-mes... y la célebre nota a Londres y i París con la amenaza de represalias aéreas sobre las bases militares en el extranjero, nota que recibió la repulsa merecida de los dos Gobiernos "sondados" ...
Todo ello es claro. Despertar en el público francés su punto sano: el patriotismo, para explotarlo a su guisa.
noticia falsa, acabó por enrarecerse el ambiente, pese a las inteligencias que te esfuerzan en adararlo constantemente.
En realidad, el Ministerio de Estado francés en particular y los poderes públicos en general, se hallan "copa dos", o, para emplear el término especifico usado en estos menesteres,'diremos noyautés, por una vasta intriga internacional masónicomarxista que, de hecho, preside la política exterior de Francia, impidiendo, de un lado, el reanudamiento de las relaciones diplomáticas noromales con Italia, el envío de un embajador a nuestra España, y, de otro, disponiendo la ayuda oficiosa al Comité rojo de Barcelona.
Es por esto que el conflicto entre Checoeslovaquia y Alemania presta
JOUHAUX
actualmente materia al vasto complot contra la paz. Los servicios dd espio-ii. J. ' bülchevik se esfuerzan por todos los medios a su alcance en presentar la ruptura como inevitable y a obtener este resultado en la realidad. En Londres, Praga y en París los grupos de la III Internacional trabajan para en-
les cedía. Después fueron las mil y una falsas noticias sobre la ocupación de puntos estratégicos en la ruta dd imperio colonial de Francia. Un día salieron los diarios con la sensadonal notida de la ocupación de las Colum bretes (!) por los italianos. La base italiana de Mallorca está de "bulo" permanente, a pesar de los desmentidos cotidianos.
Ultimamente, h' campaña ha sido —y es— llevada a un ritmo de vorá gine. Rarísima es la semana que el Comité tal o cual no edite un cartel detn nante por su texto, por su color y por el tamaño de su formato y de sus caracteres remachando en el cráneo dd ciudadano lo de la tercera frontera..
Un día fué lo de la torcida repro
a su servicio; para llevarlo por desvío al ambiente favorable a una intervención oficial en favor del Gobierno marxista del Levante español. Cosa que es probable ocasionaría otras com plicadones y seguramente un conflicto armado entre los Estados de Europa.
Esto para la calle. En las altas esferas hay otras maneras de influenciar la atmósfera. Hay también sus complicidades que cocinan, amañan y presentan lo de la calle servido con guante blanco y gran sigHo dentro de un dossier, rodeado de la intriga... con más o menos éxito.
En las altas esferas pasa lo que en la acera de la vía pública, en donde, como no pasa un día oue no se cultive el equívoco y no se eche al viento una
torpecer la labor y la solución de conciliación que el árbitro inglés persigue hasta agotar todas las posibilidades.
La campaña iniciada por importan
tes sectores de la opinión y dd Ljerci to en pro del establecimiento de reía dones diplomáticas con d Generalí simo Franco se ha contrarrestado inmediatamente con una avalancha feroz de falsas notidas y falsas pruebas en altas esferas, referente a lo de "la tercera frontera". Pero esta vez dirigida por manos hábiles en los bastidores mismos del "deuxíéme bureau" del servicio secreto francés.
Actualmente confecciónase, en perfecto estilo diplomático alemán, por mano experta en falsificaciones de este género, un dossier que, conteniendo un supuesto plan de ataque por la frontera nadonal española, ha de simular intendones agresivas contra Franda en la eventualidad de una ruptura de negociaciones a raíz del plei to checoeslovaco y de un conflicto armado entre los Estados interesados. -
La maniobra es burda, pero corriente, y no desprovista de probabilidades de enrarecer un poco más la atmósfera. Cuando "cuajó" lo del desembarco de la división alemana en el Rif, puede "cuajar" también ésta.
Si el conflicto checo tiene una solución pacifica, pese a todas las conspiraciones, no quedará más que maniobrar la plataforma política francesa para llevar al Gobierno, cueste lo que cueste, los intervencionistas Blum, Boncour, Cot y congéneres para li ayuda ofidal, franca, declarada, a la zona roja.
A tal fin se han planeado una serie de buegas importantes que, escalonadamente, van a realizarse en los albores del próximo otoño. Voces autorizadas de la Conferencia General del Trabajo lo anunciaron ya. El partido comunista llama al proletariado a la acción, motivándose en la defensa de la ley de las cuarenta horas de trabajo, que d Gobierno intenta revisar.
Ya los dockers del puerto de Marsella abrieron el periodo de perturbación derogando de autoridad los reglamentos en vigenda para el trabajo extraordinario de noche, domingos y días de fiesta...; pero los barcos españoles de avituallamiento son excluidos del contingente afectado por la huelga y cargados, normalmente, de noche, domingo, fiestas; y cuando conviene bajo el grito y consigna de-. Oui>rez ía frontiérel
LA EXPLICACION DE UNA CRI SIS ROJA
Para que una próxima intervención pudiera ser intentada con apariendas de cierta dignidad, la masonería tomóse la iniciativa de reajustar el llamado Gobierno de Barcelona a base de una mayoría de republicanos, entre los en cargados de mantener la fachada de mocrática al conglomerado anárquico-marxista de Levante. Irujo y Ayguadé habian de provocar una crisis total con su dimisión —los motivos abundando— crisis que sería aprovechada por Azaña para componer un Gobierno de fuerte mayoría supuesta republicana. "La Vanguardia" habló de Martínez Barrio, Companys, Prieto, Largo, et cétera. Las lumbreras. Pero el Ko mintern, que no tolera otras inidati vas que las suyas en cuestiones de España, juzgó que ello implicaría, frente a las masas de Francia, una pérdida de prestigio para el partido comunista, y decidióse a barrar la ruta al movimiento...
Martínez Barrio vino a París, llamado por las altas jerarquías masónicas, una semana antes de la crisis. Se pun tualizó la cosa entre la gente de la secta. Pero mientras "el grado 33" andaluz estaba formando Ministerio aquí, en Barcelona los emisarios de la III Internacional tomaban acuerdos completamente opuestos y ordenaban a Negrín de sustituir los ministros futuros dimisionaros por gente adicta a sus órdenes. En resumen: No llegaron a marcharse...
Porque los echaron. JOSE ESTEBAN V1LARO.
París, 10 septiembre.
No extrañará a nuestros lectores que, esta semana, para nuestra página dedicada al exterior, haya habido excoso de original. También, en relación con las restantes semanas, ha habido en la política europea exceso de acontecimientos. Por esto, en detrimento de otras secciones de nuestro semanario, nos hemos visto precisados a dedicar a las oosas del mundo dos páginas de este número.
Nuestros corresponsales en París y Ginebra nos han remitido los originales que nutren estas dos páginas. Hemos querido incluir totalmente, a pesar de su extensión, el artículo de José Esteban Vilaró, fechado en París , delación de los acontecimientos actuales de Francia, por considerarlo de gran interés.
b í\ndt
4 ^
A ^
He aquí la diferencia entre un partido político y un movimiento espiri-tual como es la Falange. Los partidos se apoyan en las cosas exteriores y sólo viven para el éxito exterior. Los movimientos espirituales viven para su mundo interior ante todo y logran la victoria por expansión de esta fuerza interna lograda en constante ejeréi-cio. La Falange sirve a España, pero no es un clima para todos. Meterse en la Falange cuando se cumple bien el iuramento, es mitad como meterse fraile, mitad como hacerse soldado. Son estúpidos los que nos suponen el grosero propósito de defender eso que llaman "la absorción del individuo por el Estado".
La plenitud del individuo, del ln>m bre, del ciudadano, nos es necesaria. No concebimos el servicio sino como obra maestra de la libertad. Invocamos la perfección interior del individuo como piedra angular de la perfección interior de la Falange, de la futura perfección de España. Un hombre, señor de sí mismo, que sabe imperar sobre sí mismo, es un hombre que sabe mandar y obedecer. Asi queremos a los nuestros. De esa individual plenitud se sale rectamente a la obediencia y a la armonía. Es menester que todos obedezcan a una y que todos estén unidos. No olvidéis que se jura la
hermandad y que este juramento es el más hermoso de cumplir. En el compañero de Falange ved siempre a U" hermano, sea quien sea, y si sentís por él antipatía, o veis defectos, torpeza o limitación, la hermandad que le déis será una dádiva mucho más hermosa, y al ensanchar vuestra alma con ella, ensancharéis la Falange. Es seguro que en la Falange nos queremos los unos a los otros más que en cualquier otra unión de gentes españolas. Muchas cosas nos han unido. Nos ha tocado compartir juntos las cosas que más unen a los hombres: persecuciones, cárceles, hostilidades, a diestro y s! niestro, traiciones, pobreza, alegría, juventud, tragedias. Hemos enterrado a nuestros muertos y hemos hecho honor a su memoria como era debido. 1 odas estas cosas van haciendo de nosotros una familia estrechamente unida, una comunión, ana hermandad, no retórica y ostentosa, sino viril, silenciosa, profunda, verdadera. Espontáneamente, en la Falange casi todos —por no decir todos— se hablan de »u. Se habla de tu a los jefes, y eso no turba el respeto, porque el tu quiere decir aquello en que todos somos iguales v hermanos, y el respeto quie re decir aquello en que hemos de guardar una obediencia y una Jerarquía Nadie ha dicho nunca ni nadie ha ordenado nunca que en la Falange se hablen de tu unos a otros. Es una costumbre que ha salido del corazón,
9/. erman dad una santa costumbre, un signo auténtico y entrañable de hermandad. Debéis trabajar en esta hermandad con todas las fuerzas del alma, porque con la obediencia ésta es una de las fuerzas mayores de la Falange. Por la hermandad seréis a la voz de mando como las flechas en el puño del valiente. Estad unidos en todo y por todo, ante todo y contra todo. No traicionéis nunca esta hermandad. Es un pecado que os deshonrará y entristecerá toda la vida. Sentios sobre todo hermanos de aquellos que murieron por la Falange y en ella dieron por España su sangre generosa. No desertéis nunca su ejemplo ni su compañía. Recordad les con amor y miradles como los mejores de nuestra gran familia. Ellos,
sobre todo, nos unen, y la hermandad que ellos mantienen más allá de esta vida es el ejemplo en ello de lo que la nuestra debe ser en la tierra, sobre tierra de España, bajo el ancho cielo. Ellos están arriba, arriba, en lo alto, con su gran hermandad, y ellos han sido los primeros entre los nuestros que han puesto arriba, de verdad, el nombre de España. Sobre la miseria del presente vamos hoy a levantar por ellos el corazón y vamos a gritar todos ¡untos, con la hermandad que ellos quieren que tengamos entre nos otros.
i Arriba España!
(Publicado en el periódico "Arriba", de Madrid.)
Ordenes circulares de la Secretaría General
GIROULAR NUMERO 37
L a dcfNiración de¡ Movimiento ha de ser primordial preocupación de lo* Jefes Provinciales, quienes por la Circular número 35 son los responsables de isa grave misión, tan importante para el prestigio y la potencia de Falange líspañola Tradiciona-lista y de las J . 0. N. S.
Ixis Jefes Provinciales, por lanío, deben aprovechar la ocasión de la entrega de los carnet definitivos y la previa revisión de las solicitudes para poner en la práotica lo que ya se les ha ordenado en el párnifo 12 de dicha circular, leniendo en cuenta que, según lo señalado en el párrafo 10 de la misma, las propuestas de separación del Movimiento con miras a la depuración se basan en razones de conveniencia y decoro políticos, y por tanto no necesitan apoyarse en motivos concretos de faltas realizadas contra nuestra disciplina, como suceden en los casos de propuestas para sanciones disciplinarias.
También deben recordar las normas establecidas en el apartado b) del párrafo 3; «No interesa al Partido la recluta democrática de masas, sino la selección en ella de los hombres con espíritu Nacionalsindicalista».
Y esta depuración tan importante entre los meros afiliados es de máxima trascendencia en las Jefaturas locales, cargos que han de ser revisados por los Jefes Provinciales con toda diligencia, escrúpulo y rigor.
Espero que de acuerdo con estas instrucciones esa Jefatura envíe pronto a esta Secretaría General las listas (con los requisitos señalados en el apartado c) del párrafo 12 de la Circular n. 35) de aquellos afiliados que juzgue políticamente indeseables.
Así como la relación de los cambios efectuados a las Jefaturas Locales de su Provincia.
P W Dios, por España y su Revolución Nacionalsindicalista. Ilnrgos, a (i fie septiembre de 1938. IH Año Triunfal.
E l Secretario General, R. FERNANDEZ CUESTA
A fin de prevenir una falsa interpretación en el uso de los distintivos de mando y jerarquía que se reglamentaban en la página número 180 del número 15 del "Boletín del Movimiento», a propuesta del General Jefe Director de la Milicia de Falange Española Tradicionalista y de las J , O. N. S.,
DISPONCO :
Queda prohibido a todo afiliado el uso de ios distintivos de Manilo dé la Milicia que se detallan en el número 15 del «Boletín del Movimiento», los cuáles sólo pueden ser usados por aquellas Jerarquías de la misma que en la actualidad desempeñen los mandos correspondientes a tales distintivos.
Por Dios, por España v por su Revolución Nacionalsindicalisla. Buriros, a (5 de septiembre de 1938. III Año Triunfal.
E l Secretario General, R. FERNANDEZ CUESTA
La primera luz borraba ya algunas estrellas. La noche había sido clara y agradablemente fresca. El Tercio lie vaha ya tres horas andando, subiendo una altísima montaña. Los requetés arrastraban los pies ruidosamente, se tambaleaban, tropezaban; alguno caía en la cuneta y reposaba unos según dos... Las mochilas nos abrumaban las espaldas, la manta arrollada nos oprimía el pecho, las cartucheras llenas se nos hendían en los flancos, la cinta del macuto se clavaba en la clavícula, el fusil pasaba de un hombro a otro, cogido por el cañón, y acababa a la bandolera. Las caras sucias de polvo, que el sudor convenia en barro. Las cantimploras, vacías, pues no encontrábamos fuente ni riachuelo alguno.
Nadie cantaba ya. Veníamos de vencer,- habíamos ganado la batalla, pero el recuerdo de los caídos unas horas antes habían enmudecido nuestras canciones. Mentalmente, cada uno para si, pasaba revista de los cámara dar muertos. ¿Jaime? ¡Tanto como habíamos reído h a c i é n d o l e rabiar cuando nos recitaba sus versos, cuan do nos hablaba de las protedas de San Vicente Ferrer o cuando perdía el paso haciendo instrucción! ¡Qué muerte
más hermosa! Murió arrancando piquetes de a l a m b r a d a s ; ya habia arrancado tres ,a doce metros de la trinchera roja; se volvía y nos sonreía: "—¿Veis? i No cuesta nada!" —nos decía. Más de tres ametrallado-
CMMET DE
FRENTE ras nos lo acribillaron casi a boca de
jarro; pero gracias a él pudimos pa
sar y conquistar la posición... ¿Y Ma
nolo? Era el que gritaba más, el que
daba más vivas; se acercó demasiado
a los rojos; una bala le explotó en la
boca y todavía pudo gritar: "¡Viva
Cristo-Rey!". Allí mismo, en el mismo
instante, murieron los dos insepara
bles amigos; el Padre, un marista que
luchaba con nosotros, y Carlos. Siem
pre iban juntos y juntos murieron: el
uno en la carretera, el otro en la po
sición de encima. ¿Y Juan, el sargento?
Su mujer había pasado la frontera po
cos días antes. Sin duda presintió su
muerte, pues fué a abrazarla sin tener
permiso para marcharse, y no era chi
co que faltara a la disciplina. ¿Y Ra
món, el periodista? B mismo día que
cayó encontramos un periódico satíri
co rojo que se burlaba de él con saña,
mejor dicho, eon envidia. El sonrió al
saberlo, también sonreía cuando una
bala le partió el corazón. ¿Y aquél?...
¿Y aquél?... ¿Y aquél?... Parecía im
posible que faltaran tantos...
En aquel momento la luz del alba
era ya tenue y estábamos en la parte
superior de una carretera serpentean
te. El Tercio subia penosamente y
daba dolor al corazón verlo tan corto
Tres semanas antes habíamos llegado a
aquel sector y necesitábamos un tren
larguísimo para ir todos, estrechos
pero cantando y riendo.
Seguí andando. La mochila era má-.
abrumadora, la manta me oprimía más
el pecho, las cartucheras me hendían
dolorosamente ,1a cinta del macuto me
desgarraba el hombro desnudo; no go
bernaba a los pies, que caían pesada
mente..,
Delante mío, un requeté dijo a
otro:
—iYa no puedo más! Entre el can
sancio y la pena estoy a punto de
caer. ¿Para qué todo eso?
Y el otro respondió:
—Todavía hacemos poco, amigo. Si te cansa una marcha que sólo dura una noche, piensa en aquellos sóida dos, españoles como tú y como yo, que conquistaron México. Ellos también sufrían por un Imperio, para dar más pedazos de tierra a España. Y aquellos que en Italia llevó Gonzalo de Córdoba, que llevaban el emblema de las flechas, como nosotros, y tam bién eran tercios. Y los que Luis de Requesens acaudillaba en Flandes, que llevaban en sus banderas estas mis mas aspas que llevamos nosotros. Y los que en Orán, llevados por Cisne ros, sufrían sed y calor como nos otros. Si nos vieran cansados por lo que llevamos hecho, tan poco al lado de lo que hicieron ellos, nos dirían que no somos sus descendientes, pues ellos llevaban España a tierras extrañas y nosotros llevamos España a Es paña misma.
Calló; seguimos andando, y el ere púsculo de la mañana dejó ver una carretera cubierta de boinas rojas, como si fuera un jardín, y nos abrió un in menso panorama de tierra, que se do minaba desde aquella montaña. En tierra roja, trozos de España sin reconquistar..., y pasó el cansancio, y como un solo hombre cantamos todos:
En España, en España, i qué hermoso amanecer!
C.-D
Imprenta F. E. T.- Burgos
£n nosotros más fuer
za aún (fue el es|>íri(M de
combate tiene el espíritu
de amor.
Sánchez Mazas.
Dei l ino A y u n o g i n e b r i n o
Nuestro sitio está al
aire libre, bajo la noche
clara, arma ai brazo, y
en lo alto de las estrellas
José Antonio.
K L Consejo de la Sociedad de Naciones se ha reunido en un am
biente particularmente triste. Como para preparar esa 102 sesión coincidió la vigilia con ese indefinible "Jeune Genevois", el Ayuno Ginebrino, que se celebra una vez al año, y que ni es ayuno ni es nada. Cierra el comercio, la gente se encierra más bien en sus casas, nadie sabe con qué objeto, y por la noche dos docenas de calvinistas convencidos se reúnen en el templo para escuchar la voz del pastor. Y, por si esto fuese poco gris, en este, año las compuertas del cielo se abrieron y tuvimos agua y frío durante todo el día.
No consiguieron despejar la tristeza los personajes sin interés que iban llegando. Las primeras reuniones del Consejo se han celebrado en ausencia de los principales delegados de todos los grandes países, y aun es dudoso que la mayoría lleguen en los días que faltan. Desde luego, los rojos no faltarán. Litviñov en persona maniobrará en Ginebra como en su propia casa, y Barcelona envía nada menos que al ministro de Estado y a los embajadores en París y Londres, amén de lacayos como Nicoláu d'Olwer y otros, que harán todos los papeles que sean del caso con tal de sacar en el Hotel Bellevue, de cara al lago, el vientre de mal año. Al parecer, incluso los pa
niaguados lo pasan mal en Barcelona. La Presidencia del Consejo le ha to
cado esta vez al representante de Nueva Zelanda, Mr. Jordán. La gente habla de él como de "avis rara" en el Palacio de la Paz. Pues es hombre sin malicia, que llega con el corazón en la mano, muy fuerte sobre todo en la cría de ganado lanar, pero con una dosis formidable de sentido común y una honradez a toda prueba.
El año pasado intervino, casi sin pensarlo, en el problema de España. Empecemos por decir que no es "franquista", ni le apasiona para nada la guerra española. Mas, al escuchar los demagogos discursos de Alvarez del Vayo, no pudo aguantarse, y, pidiendo la palabra, vino a decir lo siguiente: "Ese señor nos trae una serie de acusaciones contra unos enemigos suyos que no están aquí representados. La Sociedad de las Naciones, por otro lado, no ha reunido datos ningunos ,-no sabe nada de ese asunto. No hay nadie en Europa más ignorante en la cuestión española que este Consejo. O se llama a la parte ausente, o se ordena un estudio serio de la cuestión..., o no tenemos por qué ocupamos de ella.
Estas ingenuas palabras levantaron una tempestad de risas entre delegados y periodistas que no conciben que la Sociedad de las Naciones enfoque un problema por el camino derecho, sino
B E R C H T E S G A D E N
C H A M B E K L A I N
Las úHimas tareas Ue confección de este n ú m e r o nos sorprenden en el momento en tpie, si bien no ha sido cerrado el parén tes i s abierto en la cues-
<_pT t,ur(,P'>ai se ha producido, en cambio, la c r i -y sis que l levará a su conclusión. Hubo un d ía —el
miércoles , 14 en que Europa ha atravesado el momento más grave que haya sucedido al verano de 1914. Y ha habido un d ía —el jueves, 15— en que un hombre, Chamberlain, representante del Imperio Krilánico, y sirviendo, sin duda, los inte-• eses de éste, supo, no obstante, apreciar no sólo la gravedad del momento, sino el verdadero sen
t i r de su época, poniéndose al frente de un plebiscito tác i to en que todos los corazones decentes de Europa se hallaban identificados.
El momento ha sido intenso. Y Chamberlain ha sabido darle un epilogo creemos que así será, pues no hacemos m á s que interpretar lo que todavía ha de acontecer— digno de su intensidad. En e!.momento en que escribimos estas l íneas tiene lugar la inesperada entrevista en Berclistcsgaden. No podemos, pues, comentar de ella más que su enorme trascendencia. Creemos que nadie podrá poner en duda que se trata de una entrevista de un alcance his tór ico definitivo, qu i zá s , para lodo este siglo europeo, que e m p e z ó con tales desastres y al cual cabía achacar tanto desequilibrio y desor ientac ión .
Chamberlain no ha ido, en modo alguno, a pactar con Hítler. La trascendencia his tór ica del acontecimiento no es, precisamente, la de un pacto. La posición personal y la polí t ica de los dos estadistas, tampoco. Las p e n ú l t i m a s palabras de Adolfo Hítler en Nuremberg, fueron : «se deberá estudiar la Historia desde un punto mucho m á s e levado». Y , en otro apartado: «El Todopoderoso no - reó a estos m i llones de hombres para que sean abandonados a su suer te». En su carta a Lord Runciman, Mussolini toma, para sí, y ante la Historia y la posteridad, idént ica postura; habla de las «fronteras de l imi tadas por el Todopuderoso». ¿Cuámto tiempo, cuán to s decenios hacía que este fenguaje nó h a b í a sido puesto en vigor?
En realidad, pues, el precipitado viaje de Chamberlain al h@giU' de Adolfo Hítler. r incón de Bavk'ra casi escondido a la mirada de los hombres, y en la que la presencia de Dios se hace perenne por las verii ' . ' iües de las crestas vigilantes, nada tiene de c o m ú n , tampoco en su fondo, con el dr una visita de diplomacia polí t ica. Seguramente se hallan allí, hoy, representados, todos los corazones euro-peos que no desoyen el mandato Todopoderoso: aquellos gritos y aquellos pasquines grabados bruscamente en los viejos muros de . 'París: « ¡ A t r á s los c a ñ o n e s ! » , y las miradas de las madres angustiadas de toda la juventud decente del mundo...
Chamberlain, muy distante, sin duda, de elucubraciones senti-iiieutales, ha sabido sin embargo, descubrir que, aun cons ide rándo el mundo fr íamente , existen unas cuantas verdades: la existencia de una sangre terrible que no puede ser vencida sin ser desatada hasta la u l t ima de sus generación- s. Entre la voz de esta sangre, clamando en el ceintro de Europa por la l iberación de unos millones de. hombres que sienten en común con su pueblo, y el espectáculo de la misma tiilendo de nuevo a Europa, el estadista inglés eligió que el mandato de Dios fuese cumplido.
Contra, o a favor de los intereses de Inglaterra, ¿ q u é más da?... Pero fué así , porque es un gran estadista, digno de departir un diálogo con el Fuhrer del pueblo germano, en un hogar donde cuajan la nieve y la flor, donde no es raro que los pueblos de Dios espfren la respuesta anhelada...
GIN
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HAILE SELASIE, MIEMBRO DESTACADO DE LA S. DE N.
siguiendo todas las sinuosidades posibles. Pero, en el fondo, todos reconocieron que el ganadero de Nueva Zelanda tenia perfecta razón.
Es tanta la angustia que en todas las capitales se siente por el problema checoeslovaco, que, de buena gana, dejarían todas de enviar sus representantes a Ginebra. Pero, no pueden ré-mecliario. La Sociedad de las Naciones, aunque muy maltrecha, existe todavía, y hay que cumplir sus estatutos.
En la práctica, el Consejo y la
Asamblea parecen reunirse para poner de manifiesto su impotencia. Ninguno de los grandes problemas que actualmente están planteados en el mundo podrá ser resuelto en Ginebra, ni planteado siquféra en toda su desnudez. Por lo que se refiere a China, sus delegados están resultando molestos a fuerza de exigir que se aplique el Pacto, cuando las naciones no quisieran sino escurrir el bulto. Lo de Checoeslovaquia no puede tratarse aquí, porque, en realidad, hasta este momento no se ha producido agresión de ninguna clase, ni se ha planteado problema alguno que entre dentro de los artículos de la Liga. ¿Es que Alemania ha agredido a Checoeslovaquia? i No! ¿Es que ha dicho que iba a atacarla? ¡Tampoco! No hay más que miedo, un miedo cerbal, y en Pacto el miedo no tiene cabida. Del asunto de España, ni hablar. El empeño de los rojos en septiembre de 1937 dió por resultado que les echasen del seno del Consejo. Desde entonces andan más remisos, y el trabajo de tanto "personaje como ha llegado de Barcelona será más bien de zapa v de zancadilla. Asi, han resucito pedir a la Asamblea que alimente a 4.500.000 niños que dicen tener casi muriendo de hambre. La Asamblea nn les dirá lo que nosotros pensamos: que con lo que gastan en un día los delegados y secretarios que han acudido a Ginebra, podrían dar pan a varios centenares de niños. Esto no se lo dirán; pero probablemente van a decirles, aunque con mucho disiiDulo, que en Canadá sobra trigo y en Argentina la .carne, y que si hay buques para ha
cer contrabando de guerra, debe haberlos también para transportar víveres. Dirán los rojos que no tienen dinero para pagarlos,- pero, ¿es que la Sociedad de las Naciones va a sufragarles la guerra a los rojos?
No falta, en los inicios de estas sesiones ginebrinas, una nota tragicómica. El secretario general de la Sociedad de Naciones ha recibido de "Su majestad Hailé Selasié I, emperador de Etiopía" uno nata donde, entre otras cosas, se dice que el "Gobierno etiópico "no envía representantes a la Asamblea, ya que en la orden del día de la misma no está contenida ninguna cuestión que se refiera directamente a Etiopía. Y luego: "Ante el malestar actual de Europa, Etiopía, a pesar de sus sufrimientos, cree deber suyo no crear nuevas dificultades ni dar la sensación de que quiere complicar ta situación internacional..."
Es una esperanza para Azaña y Né-grfrt; i Quién sabe si en septiembre del año próximo, desde el refugio que ya desde ahora deben tener elegido, podrán darse el pisto de decir "que ¿1 Gobierno leal de España, en bien de lá paz del mundo, se abstiene de desencadenar una guerra europea". Al fin y al cabo, sobre esta base hubo quien pidió para el prisionero de Montserrat el premio Nobel de la Paz.en vista de que, después del bombardeo de
Almería, no declaró la guerra a Alemania.
ORIOL MONTALT.
Ginebra, 11 septiembre.
HIllER im UPIZ
En estos días en que la cuestión de los sudetes alemanes ha entrado en su fase decisiva, imposible de soslayar por más -tiempo, la guerra se ha dado como inevitable. Ciertas disposiciones de carácter militar contribuían en hacer más difícil la situación, y, en cierto modo, el discurso de Nuremberg era esperado como el clarinazo que había de lanzar unos pueblos contra
" otros. A la luz de las actuales circunstan
cias, las palabras de Hitler cobran, pues, un relieve histórico extraordinario. Es, ante todo, el discurso de un gran patriota que ha sabido hacer resurgir milagrosamente a su pueblo por la fuerza del trabajo y del orden y que no teme enfrentarse con los hechos, por más crudos que éstos parezcan. El lenguaje de Hitler no es un lenguaje agresivo, retador. Se expresa precisamente en los términos exactos de un hombre que se siente apoyado por todo su pueblo. "En realidad —dirá el Führer— sólo existen actualmente dos grandes potencias con un Gobierno apoyado por el noventa y nueve por ciento de sus ciudadanos. "
La voz de Hitler, si no abandona los caminos de la persuasión, la acompaña siempre de la fuerza que represente; esta misma fuerza, que las democracias pretenden presentar bai' una forma agresiva y que, en realidad el gran estadista alemán, olvidando todo pensamiento de revancha, la transforma en el primer instrumento de paz. "Procedemos así —afirma-porqué fué nuestra voluntad el terminar, para siempre el eterno conflicto con Franda."
Pero lo que el dócil y débil régi
men weimariano de ayer aceptó, difícilmente podía aprobarlo la gran Alemania de hoy.
Las naciones democráticas que no supieron en su tiempo solucionar airosamente el problema, difícilmente pueden ahora negar a los sudetes alemanes el derecho de autodeterminación
, que se halla en la base misma de sus tratados. Cualquier otra salida dilatoria no haría sino hacer surgir nuevas dificultades, prestando ayuda a los
sombríos designios de las bayonetas soviéticas que, escudándose en Praga, mueven los sutiles hilos de la guerra y la paz. Los hombres de París y Londres no pueden olvidar esos intereses alemanes oprimidos, ni desatender la justa razón de A l e m a n i a cuando expresa por boca de su jefe que está dispuesta a velar por ellos, "cuesie lo que cueste".
V. V. MATAS