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DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA Y MISION DEL JOVEN VOLJUVISTA
PROPUESTA DE CLASE
Examen de madurez, presentado como requisito para optar al título de Licenciada en
Teología
Autor: SOR SANDRA EMILCE VIVAS R.
Tutor: MG. JOHN JAIRO PÉREZ VARGAS
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS
DIVISIÓN DE EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA
LICENCIATURA EN TEOLOGIA
Bogotá D.C.
2019
2
CONTENIDO
AGRADECIMIENTOS 3
1. TÍTULO 4
2. PROBLEMA 4
2.1 Descripción del problema 4
3. OBJETIVOS 5
3.1 OBJETIVO GENERAL 5
3.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS 5
4. JUSTIFICACIÓN 5
5. CONTEXTO 8
6. MARCO TEÓRICO TEÓLOGICO 12
6.1 Doctrina Social de la Iglesia 12
6.2 Principios de la Doctrina Social de la Iglesia 19
6.3 Doctrina Social de la Iglesia en la Espiritualidad Vicentina 21
7. PROPUESTA DE CLASE 23
7.1 Modelo Pedagógico 23
7.1.1 Modelo Pedagógico Social 23
7.2 Metodología 27
7.3 Esquema de Clase 29
BIBLIOGRAFÍA 44
3
AGRADECIMIENTOS
Agradecer es un regalo que Dios nos concede por los beneficios recibidos y la oportunidad que
nos brinda de ser cada día mejores y así caminar en la santidad, por esto agradezco a Dios por
permitirme escalar un peldaño más en mi vida, por guiarme con la fuerza de su Santo Espíritu y
de esta manera responder a los desafíos y retos que la sociedad nos presenta en la actualidad.
Agradezco a las hermanas de la Provincia La Milagrosa de las Hijas de la Caridad, por el
apoyo que me brindaron para finalizar mis estudios de Licenciatura en Teología, por los momentos
compartidos y las frases de aliento que semestre a semestre me animaban, para continuar y seguir
adelante con mi profesionalización.
Para los jóvenes del Voluntariado Juvenil Vicentino, porque siempre han estado junto a mí,
construyendo una sociedad más justa, recreado la vida en cada encuentro, retiro, congreso, porque
son el presente y futuro del movimiento y de la Familia Vicentina, para todos ellos que han gustado
el mejor vino de la amistad y cercanía, gracias.
4
1. TÍTULO
Doctrina Social de la Iglesia y misión del joven Voljuvista
2. PROBLEMA
2.1. Descripción del problema
El Voluntariado Juvenil Vicentino, es un grupo formado por comunidades juveniles que
realizan su apostolado y misión en medio de los pobres y excluidos de la sociedad a ejemplo de
San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, tienen como prioridad la vivencia del carisma
(“seguir a Jesucristo en el servicio de los pobres”) y buscan ayudar en la construcción de una
sociedad más justa y solidaria, para compartir con los más desfavorecidos.
Los jóvenes del Voluntariado Juvenil Vicentino (VOLJUVI), en los últimos años se han
preocupado por el apostolado en un hogar geriátrico de Funza, el acompañamiento de los niños de
NAVYL, Niños amigos de Vicente y Luisa y la animación de la Eucaristía de 6:00 p.m. en el
seminario de Villa Paúl, además en tiempos fuertes litúrgicos ayudan en la organización de la
Semana Santa y la Navidad y otros jóvenes van a misiones acompañados por la Familia Vicentina.
Uno de los ejes formativos de la comunidad juvenil es la formación en Doctrina Social de la
Iglesia, por lo tanto, se hace urgente seguir profundizando en los aportes que orientan los Padres
de la Iglesia y la Doctrina Vicentina en la evangelización de los más necesitados, especialmente
en la defensa de los derechos humanos y la promoción integral del hombre.
La solidaridad es uno de los fundamentos esenciales de la Doctrina Social de la Iglesia, a la
vez que la centralidad de la persona, la subsidariedad y el bien común, son las columnas en las
cuales se apoya la formación de la DSI, en los Estatutos de VOLJUVI, articulo 4, Principios, se
menciona: “La solidaridad como principio del bien común que inspira acciones a favor de personas
y grupos, atendiendo el interés general y no exclusivamente el de los jóvenes voluntarios miembros
de VOLJUVI”, entendido este artículo como base para la formación de los jóvenes en DSI, en
favor de los desfavorecidos.
5
La formación en DSI, como experiencia que ayuda a liberar a los jóvenes de los prejuicios que
tienen de los desposeídos, vulnerables, excluidos de la sociedad, se hace necesario fortalecer el
estudio y la profundización en DSI, brindado espacios de reflexión y discernimiento de la realidad
a los jóvenes de VOLJUVI, por parte de los asesores y acompañantes, con miras a prestar un mejor
servicio a los pobres y como manifestación de comunicar y difundir el carisma, propiciar una
experiencia personal, de una fe que se vive en el amor y servicio a los más necesitados (Pérez y
Cabrera, 2019).
La base fundamental de VOLJUVI es Jesucristo y el Evangelio, viviendo concretamente según
la espiritualidad vicentina, que se sintetiza en el amor a Dios probado en el servicio al prójimo,
más que una doctrina o un carisma nuevo, es un estilo de vida, y tiene como texto inspirador el
Evangelio de San Lucas 10,25-37 conocido como El buen samaritano.
La llama que prendió Vicente y Luisa debe pasar de una generación a otra para iluminar y
calentar al mundo con la caridad de Jesucristo, una luz que no se apaga. La historia de amor, de
servicio, de entrega por los más pobres, que empezó en Chatillon (lugar donde San Vicente dio su
primera homilía en torno a las obras de caridad), tiene que seguir adelante. Los seguidores de
Vicente de Paúl y Luisa de Marillac, tienen el gran reto de presentar a los jóvenes el carisma de
Vicentino de una manera actualizada que realmente los entusiasme y les pueda dar verdaderamente
razones para vivir y razones para esperar. Es necesario ser creativos y probar en la pastoral con los
jóvenes que realmente, “el amor es inventivo hasta el infinito” (Maloney, 2003).
La pregunta que orienta la siguiente propuesta de clase para los jóvenes de VOLJUVI, con
miras a fortalecer el apostolado es: ¿Cuál es el aporte de la formación en Doctrina Social de la
Iglesia en la labor pastoral de los jóvenes de VOLJUVI?
6
3. OBJETIVOS
3.1 OBJETIVO GENERAL
Identificar el aporte de la Doctrina Social de la Iglesia, en la formación de los jóvenes de
VOLJUVI de Funza, con el fin de realizar un estudio a profundización de la misión de ser
anunciadores del Reino de Dios en medio de los pobres.
3.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS
1. Profundizar en la importancia de la Doctrina Social de la Iglesia, como fundamento de
la Pastoral Social y la formación de los jóvenes de VOLJUVI Funza.
2. Brindar herramientas sobre DSI, que ayude en la formación de los jóvenes de VOLJUVI,
para reflexionar sobre el quehacer de la pastoral social y la Doctrina Social de la Iglesia.
3. Poner en practicar las enseñanzas de la DSI, en el encuentro con el más necesitado, por
medio de las visitas, encuentros periódicos, retiros, espacios de espiritualidad, para la vivencia del
Carisma Vicentino.
4. JUSTIFICACIÓN
La Doctrina Social de la Iglesia funda su misión en la defensa de los derechos del ser
humano, por tanto, esta propuesta, es importante para la Decanatura de División, Universidad
Santo Tomás Abierta y a Distancia, porque su prioridad es la formación de profesionales con un
sentido humanista y transformador de la sociedad, además ofrece una educación encaminada a
fortalecer la integralidad de los estudiantes y egresados.
La misión de la Universidad, inspirada en el pensamiento humanista cristiano de Santo
Tomás de Aquino, consiste en promover la formación integral de las personas, en el campo de la
educación superior, mediante acciones y procesos de enseñanza-aprendizaje, investigación y
proyección social, para que respondan de manera ética, creativa y crítica a las exigencias de la vida
7
humana y estén en condiciones de aportar soluciones a la problemática y necesidades de la
sociedad y del país, (Universidad Santo Tomás, 2004). Por tanto, el propósito de realizar esta
propuesta de clase, con los jóvenes del Voluntariado Juvenil Vicentino, aportaría a la Universidad
en el reconocimiento e importancia de la Doctrina Social de la Iglesia en la Pastoral Social del
Semanario de Villa Paul y el servicio que hacen los jóvenes con las familias vulnerables del
municipio de Funza.
Dentro del quehacer de la Pastoral Juvenil, la formación eclesial, cristológica vicentina,
entre otras, juegan un papel importante, por esto es fundamental brindarles herramientas en
Doctrina Social de la Iglesia y Pastoral Social a los jóvenes de VOLJUVI, con el fin de buscar que
los pobres ocupen un puesto digno en la sociedad; por lo anterior este trabajo es útil para la
Licenciatura en Teología, porque durante muchos años se ha buscado que la formación que reciben
los estudiantes sea integral, haciendo énfasis en las Ciencias Humanas, promoviendo la cultura de
la solidaridad entre la comunidad educativa. La iglesia en este siglo ha hecho una opción
preferencial por los jóvenes, estos están el corazón de la Iglesia, por tanto, una tarea es recrear el
carisma vicentino y comunicarlo a otros jóvenes; y desde la fe y la experiencia, dedicar un tiempo
prioritario a su formación, para que ellos sean a su vez evangelizadores de otros jóvenes y de esta
manera fomentar en la comunidad juvenil el servicio a Cristo en los pobres como legado de Vicente
de Paul y Luisa de Marillac.
El Voluntariado Juvenil Vicentino “VOLJUVI” de Funza (Cundinamarca), se beneficiará
con la propuesta, porque se crea conciencia de la importancia, de buscar espacios de formación
en pastoral social y Doctrina Social de la Iglesia, para proporcionar un mejor servicio a los pobres;
se abre un espacio de reflexión para los jóvenes sobre la teología de la liberación como fuente que
permite al ser humano adquirir herramientas para la promoción de la dignidad de la persona como
ser social y relacional consigo mismo y con el entorno.
Para el docente en formación es importante una propuesta en Doctrina Social de la Iglesia
encaminada en la Pastoral social, porque una de las prioridades de la Pastoral con jóvenes es la
formación, que brinda herramientas pertinentes en la realización de un proyecto de vida, que ayude
a clarificar opciones vitales y de crecimiento personal. Para la misión que tengo en la actualidad
8
como Hija de la Caridad, Asesora Provincial de la Pastoral Juvenil, este espacio es fundamental,
porque me ayuda a visibilizar las necesidades de los jóvenes en el ámbito formativo, haciendo
énfasis en la Doctrina Social de la Iglesia y la vivencia del carisma vicentino.
5. CONTEXTO
Nombre: Voluntariado Juvenil Vicentino
Ubicación: Funza – Cundinamarca
Dirigida por: Padres Vicentinos o Paúles.
Historia: El Voluntariado Juvenil Vicentino tuvo su origen en París el 29 de noviembre de
1909. Nació con el nombre de “Obra de Luisas de Marillac”, y como parte de la Cofradía de las
Damas de la Caridad, hoy Asociación Internacional de las Caridades (A.I.C). De esto hay
constancia en un acta de la Parroquia de San Nicolás de Chardonet, firmada por Monseñor Annette,
Arzobispo de París.
En Colombia, el Voluntariado Juvenil Vicentino (VOLJUVI) nació en el año de 1971 con
algunos jóvenes provenientes de la “Obra Luisas de Marillac” y bajo la asesoría del Padre Luis
Genaro Rojas C.M. constituyéndose en otra asociación de la Familia Vicentina1. Según la
normatividad del VOLUNTARIADO JUVENIL VICENTINO. En los Estatutos Generales.
Capitulo I. artículo 3.
Su objetivo fundamental es conformar comunidades de jóvenes con el fin de desarrollar planes,
programas, proyectos y actividades de voluntariado y de interés general inspirados en el Evangelio
y en la Doctrina Social de la Iglesia y fundamentados en el carisma, la espiritualidad y las
enseñanzas de san Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, con miras al servicio de los pobres
buscando la transformación social.
1 Familia Vicentina: Se conoce como Familia Vicentina a todas las asociaciones que están inspiradas en el Carisma Vicentino.
9
Desde el año 2000 y por la cantidad de comunidades “voljuvistas” existentes en el país, se
organizaron dos provincias, cada una con su Junta Coordinadora, teniendo en cuenta las provincias
canónicas de las Hijas de la Caridad en Colombia. Desde el año de 1974, la Familia Vicentina
(FAMVI) se empieza a constituir en Colombia por medio de encuentros formativos liderados por
las Hijas de la Caridad y la Congregación de la Misión, ante la necesidad de una organización que
planifique, coordine e impulse proyectos comunes, pero sobre todo que unifique y consolide la
Familia Vicentina.
El Voluntariado Juvenil Vicentino, ubicado en el municipio de Funza (Cundinamarca), está
integrado por un grupo de 35 jóvenes con edades entre los 15 y 25 años. Todos ellos, en su mayoría
son estudiantes de colegio y universidad; la comunidad juvenil esta asesorada por un Seminarista
de la Congregación de la Misión estudiante de tercer (3°) año de teología, el cual brinda
acompañamiento a los jóvenes en el apostolado, la formación en Doctrina Social de la Iglesia y
Pastoral social como métodos de liberación del hombre.
El Carisma Vicentino es vivido por los jóvenes; en el Voluntariado Juvenil Vicentino
(VOLJUVI) que es la organización de jóvenes que buscan la realización cristiana, mediante su
trabajo por la promoción integral de los más necesitados. La base fundamental de VOLJUVI es
Jesucristo y el Evangelio, viviendo concretamente según la espiritualidad vicentina, que se
sintetiza en el amor a Dios probado en el servicio al prójimo, más que una doctrina o un carisma
nuevo, es un estilo de vida, y tiene como texto inspirador el Evangelio de San Lucas 10,25-37
conocido como El buen samaritano.
El Seminario Villa Paúl está ubicado en la Vicaría Foránea de San José, en la Diócesis de
Facatativá. La proyección apostólica se realiza en diversos barrios de Funza, en pastoral social,
pastoral vocacional, medios de comunicación social, pastoral de salud, pastoral juvenil, la
organización del Centro Social con proyección en actividades de promoción humana, salud y
recreación. (Diócesis de Facatativá, 2014, pp. 23 – 45)
10
La Congregación de la Misión, o Padres Vicentinos tienen la casa de formación teológica
en el Seminario de Villa Paúl y el Seminario Interno o Noviciado del Municipio de Funza, los
seminaristas son los encargados de la actividad pastoral del seminario y trabajan junto con la
Familia Vicentina en proyectos de formación y promoción de las personas que habitan en Funza.
La comunidad de formadores de los Padres Vicentinos ha encargado a un seminarista de la
asesoría de la comunidad juvenil. Este acompaña al grupo en las reuniones y en encuentros a nivel
Provincial y Nacional, es el encargado de fortalecer los lazos de fraternidad y amistad entre los
miembros del grupo, tiene encuentros formativos con los jóvenes y a su vez forma parte de la
Comisión de Pastoral Juvenil encargada de animar a los grupos a nivel provincial.
División territorial: Funza está ubicada en la provincia de sabana de Occidente a 15 Km.
De la ciudad de Bogotá. Limita al norte con Madrid y Tenjo, al Oriente con Cota y Bogotá, al Sur
con Mosquera y al Occidente con Madrid. Tiene una extensión urbana de 4 kms2 y una extensión
rural de 66 kms2, para un total de 70 kms2. Su altura sobre el nivel del mar es de 2.548 m, y su
altitud de 4º 43´.
Población: Los jóvenes de VOLJUVI, son estudiantes de colegio y universidad, oscilan
entre los 14 – 25 años de edad, los que estudian en la universidad viajan todos los días con un
auxilio que la alcaldía les da como subsidio de transporte, hay jóvenes que trabajan y estudian con
el fin de ayudar a las familias en la manutención; en algunas de las familias, se evidencia la falta
del padre de familia, la madre es la encargada del cuidado y la formación de los hijos, en otros
casos los jóvenes están a cargo de los abuelos quienes son los tutores hasta que cumplan la mayoría
de edad; por tal motivo los jóvenes sienten que su segundo hogar es el seminario espacio donde
pasan muchos momentos de fraternidad con los seminaristas y compañeros de grupo.
En su mayoría son jóvenes de escasos recursos, los adultos o cuidadores de los jóvenes
trabajan en almacenes en Mosquera y Funza; el seminario brinda ayuda económica a estas familias,
11
por medio del Departamento de Pastoral Social; por la situación económica que viven en los
hogares, en las vacaciones de final del año escolar, los jóvenes trabajan en almacenes, centros
comerciales de Funza o Bogotá, esto para ayudarse en el pago de la matrícula y útiles escolares
del año siguiente, otros jóvenes apoyan las misiones que realiza la Pastoral Juvenil; estas
actividades han servido para que los jóvenes sientan la necesidad de formación y de esta manera
dar una respuesta oportuna al llamado que hace la Iglesia a los jóvenes “salir a evangelizar a otros
jóvenes”.
Pertenecer al “Voluntariado” es importante, porque este espacio es para compartir la vida,
las anécdotas vividas en el colegio, la universidad, cada ocho días los sábados en la tarde los
jóvenes se reúnen y allí junto con el asesor y el joven coordinador realizan la formación, celebran
los cumpleaños, hacen oración se reúnen para dialogar de acontecimientos que son importantes y
que ayudan a mantener la unidad del grupo. Organizan actividades económicas que les sirve para
participar de encuentros, congresos que organiza la Pastoral Juvenil Vicentina, la Diócesis de
Facatativá y en algunas oportunidades participan de Movimientos Juveniles Apostólicos2.
Algunas de las familias de los jóvenes se vinculan a la pastoral del Seminario de Villa Paúl,
son catequistas, ayudan en la pastoral social, integran algunos grupos de la Familia Vicentina
como: Asociación Internacional de Caridades (AIC), Misioneros Seglares Vicentinos (MISEVI),
Sociedad de San Vicente de Paúl, Niños amigos de Vicente y Luisa (NAVYL) entre otros. Los
Padres Vicentinos realizan cada año actividades conjuntas con las familias, para fortalecer los
lazos de comunión de padres e hijos.
La vida del seminario es activa a nivel eclesial, gran parte de los habitantes de Funza son
cercanos a las actividades que programan los Padres Vicentinos y colaboran de manera
desinteresada en la formación de los futuros sacerdotes; los jóvenes buscan en los sacerdotes de la
2 Movimientos Juveniles Apostólicos, Son un espacio para los jóvenes que pertenecen a un grupo juvenil de una comunidad religiosa, que no están vinculados directamente a una parroquia, que lo asesora un sacerdote, hermana o seminarista.
12
Congregación de la Misión el acompañamiento en la dirección espiritual, esto ha sido muy
significativo para los jóvenes que cada día llegan con situaciones difíciles de resolver.
6. MARCO TEÓRICO TEÓLOGICO
6.1 Doctrina Social de la Iglesia
El Documento de Puebla (1979) en el numeral 472, hace una breve explicación sobre: “La
Doctrina Social de la Iglesia como un conjunto de orientaciones, doctrinas, criterios de acción que
tienen su fuente en la Sagrada Escritura, en la enseñanza de los Padres y grandes teólogos de la
Iglesia y en el magisterio, especialmente en los últimos Papas”.
La Doctrina Social de la Iglesia, son las enseñanzas y principios morales, que la iglesia da
a conocer en el campo de la familia, sociedad, política, economía, entre otras materias, por medio
de la reflexión y análisis de la realidad social, dando respuesta a las inquietudes del hombre, a la
vez se pronuncia en favor de la vida y la protección de los derechos humanos.
En la Carta Encíclica, Mater et Magistra (1961): Afirma: “Que el principio fundamental y
piedra angular de la DSI es la dignidad de la persona, fundamento, causa y fin de todas las
instituciones sociales” No. 119. Este presupuesto apunta a la importancia del hombre en el
desarrollo social, en el contexto de la realidad y los problemas que la sociedad está viviendo, a la
persona en particular y a toda una comunidad. El fundamento de la DSI se encuentra en la
revelación de las Sagradas Escrituras, en la reflexión que los Santos Padres hacen de la realidad y
en las prácticas pastorales y teológicas.
El magisterio de la iglesia especialmente los documentos de los Papas, han dado respuesta
a las necesidades y los problemas de los pobres, en el orden social y económico; parafraseando a
(Calvez, 1991, p. 36) “el compromiso de la pastoral de la Iglesia, tiene relación entre justicia y
caridad, se trata de la opción de preferencia por los pobres, entendida como un aspecto decisivo
de la vida cristiana”. Es una opción que se deriva del ejemplo de Cristo. “que siendo rico se hizo
pobre para enriquecernos con su pobreza” (2 Cor, 8,9)
13
El camino formativo del Voluntariado Juvenil Vicentino, tiene como punto de partida la
DSI, en el manual voljuvista se encuentra la dimensión vicentina, que tiene como punto de partida
la profundización en la antropología del pobre, esta reflexión se centra en el ser humano que carece
de bienes materiales y la forma como se puede ayudar a salir de la pobreza. En la actualidad la
Familia Vicentina tiene un proyecto sobre “Cambio Sistémico”, basado en una forma de considerar
la pobreza no simplemente como el resultado inevitable de las circunstancias, sino como el
producto de situaciones injustas que se pueden cambiar, y centrarse en acciones que puedan romper
el círculo vicioso de la pobreza.
Nelson Mandela (2005) en el discurso pronunciado en febrero del año en Trafalgar Square
durante la concentración para “hacer que la pobreza pase a la historia”: dijo:
La pobreza no es algo natural, como no lo son la esclavitud o el apartheid. Es creación de
la humanidad y puede ser vencida y erradicada por la acción de seres humanos. Derrotar a
la pobreza no es un gesto de caridad, es un acto de justicia. Es mi deseo que este premio
ayude a los activistas en todo el mundo a mantener alta la llama de la esperanza a favor de
los que viven prisioneros de la pobreza.
Para el joven del Voluntariado Juvenil Vicentino, la caridad no debe ser suficiente, hay que
ayudar a curar las heridas, como lo expresa la Parábola del Buen Samaritano, la caridad es sanar
las heridas del hombre herido en el camino, hasta llevarlo a una posada para que sea atendido hasta
quedar totalmente sano, al final dice Jesús “Anda ve y haz tu lo mismo”(Lc, 10, 37), con esta
invitación a ser solidarios, la caridad toca la carne del hombre sufriente, que sana, transforma e
invita a continuar ayudando a tantos hombres heridos en el camino.
En la DSI, la justicia consiste en la exigencia de dar a Dios y al prójimo lo que les
corresponde, lo que es debido. “La justicia lejos de ser una simple convención humana es una
exigencia de la Palabra de Dios, de su plan de salvación” (Escobar, 2012 p. 99 – 114). Desde
siempre, los pobres han reclamado: atención, justicia, solidaridad y reparación por los atropellos
que han sido víctimas; no se puede desconocer la importancia de formar a los jóvenes en los
14
principios y valores de la DSI, con el fin de ayudar en la promoción del ser humano y en la defensa
de los derechos de la persona.
Otro valor fundamental es la caridad, en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
(2007, No. 205), habla de la caridad como vínculo profundo de cercanía entre los hombres, de la
convivencia humana, se fecunda en el bien común y en el respeto por el otro, se nutre con la
Palabra de Dios y con la práctica del amor entre los hermanos; en la vida del grupo juvenil el valor
de la caridad es importante, llegaría a pensar que es un imperativo en la vida de cada uno de los
jóvenes, como lo dice San Pablo a los Romanos 12.9 “que el amor entre ustedes sea sin
fingimiento, sin hipocresía que procura el bien de los hermanos, un amor que nace del corazón es
libre, en donación total al otro”.
La caridad como virtud teologal, es el amor de Dios por la humanidad, se manifiesta en su
Hijo Jesucristo, quien “nos amó hasta el extremo” (Jn 13. 1), muriendo en la cruz libera al hombre
de la oscuridad y resucitando, mostró su victoria sobre la muerte; el Misterio Pascual es signo de
la entrega de Jesús al Padre y la manifestación del amor de Dios por la humanidad, una de las
experiencias más claras de la caridad, las vemos en las narraciones evangélicas; Jesús enseña a
practicar la caridad y la misericordia con los excluidos de la sociedad. En los evangelios Jesús se
conmueve con los pobres y desheredados de su tiempo, les devuelve la dignidad, sana sus
enfermedades, los libera del pecado, anuncia el Reino de Dios; ahora bien, la Iglesia está llamada
a construir el Reino de Dios en medio de los pobres y excluidos, no es ajena a las necesidades de
los desplazados y ayuda en la defensa de los Derechos Humanos, especialmente cuando las
víctimas no tienen los recursos para defenderse.
En el quehacer de la Iglesia, la Pastoral Social es un espacio que se deja iluminar por el
Evangelio, y representa la práctica de la caridad y misericordia hacia el hombre. La Doctrina
Social, promueve la dignidad de la persona y educa para la convivencia, a fin de construir una
sociedad más solidaria, justa y participativa, privilegiando a los más pobres y excluidos; al hablar
de acción caritativa, tiende a ser dinámica, práctica, misionera, por tal motivo la acción pastoral
de VOLJUVI, debe ser un apostolado en salida, en busca de los más pobres para contribuir en su
dignificación, en atención especial a los excluidos de la sociedad, empezando por los habitantes
15
de Funza, que ven sus derechos vulnerados; esta acción pastoral es personal porque ayuda al joven
a salir de la comodidad, a tener un encuentro con Cristo por medio de los hermanos y las Sagradas
Escrituras, es comunitaria por que se implica en la transformación de la sociedad, es liberadora
porque ayuda a acabar con las injusticias y a ir mejorado la situación de la pobreza por medio de
un trabajo comunitario.
La Conferencia Episcopal Latinoamericana (2005 p. 542). En su Manual de Doctrina Social
de la Iglesia: afirma: “La misión que tiene la Iglesia en el orden social, debe orientar la conducta
de las personas, tiene como consecuencia el compromiso por la justicia, la opción o amor
preferencial por los pobres, no solo debe interpelar la vida cotidiana del hombre, sino a los
responsables de las naciones y a los organismos internacionales, este debe traducirse en acciones
concretas”. También como lo afirma: Juan Pablo II (1998 no. 42) en la Carta Encíclica Sollicitudo
Rei Socialis “La opción o amor preferencial por los pobres, es una opción especial de primacía, en
el ejercicio de la caridad cristiana”. Esto implica una responsabilidad de la Iglesia, el vivir en
coherencia el mandamiento del amor.
La opción preferencial por los pobres, hace referencia a la solidaridad por los más
necesitados de la sociedad, esto lleva al hombre a tener actitudes de conversión, cercanía, ayuda
desinteresada, creatividad para buscar herramientas en la promoción del hombre, “descubrir el
sentido profundo de la acción pastoral en el mundo en favor del desarrollo y la paz” (Sollicitudo
Rei Socialis no. 46), no obstante, se hace urgente aclarar, que toda acción pastoral está enmarcada
en el anuncio del Reino de Dios, en la evangelización, en la reflexión de las Sagradas Escrituras
como lugar donde la Iglesia se nutre espiritualmente para “ir por todo el mundo a predicar el
Evangelio”. (Mc 16, 15).
De La Colina (2009). Hace una aproximación a la Doctrina Social de la Iglesia como lugar
privilegiado donde los pobres son acogidos, aceptados, donde se valoran como ser persona:
La opción preferencial por los pobres. En la DSI católica los pobres y vulnerables tienen el
lugar privilegiado en nuestras conciencias y políticas. si bien el lenguaje es nuevo – es un
lenguaje que proviene de América Latina – ha sido agrazado por toda la iglesia como la
16
expresión contemporánea de Mt 25: seremos juzgados por todo lo que hayamos hecho por
los más humildes, por los más pequeñitos. (p.5)
Un reto para la Iglesia es fomentar en los cristianos el amor por los que han sido excluidos
de la sociedad, ayudar en el cambio de mentalidad para conocer las necesidades del otro y dar
respuesta a las nuevas pobrezas que aquejan a los hombres de hoy; este interés por los pobres y
marginados es una tarea que todo joven de VOLJUVI, lleva como estilo de vida, así dice el lema
del grupo “VOLJUVI, más que un grupo un estilo de vida”3, buscando la forma de encarnar el
evangelio del Buen Samaritano y el imperativo final de Jesús “Ve y haz tu lo mismo” (Lc 10. 37).
El otro – joven, niño, adulto mayor - como espacio sagrado, es mi prójimo, la donación
total a Dios por medio del otro favorece el encuentro con Cristo en medio de los pobres, es sentir
al otro como hermano, puede que sea un extraño o de otro país, pero en él se refleja el rostro de
Cristo sufriente; sentir compasión es sentir con las entrañas, dolor por el sufrimiento del otro, El
Samaritano sintió con las entrañas, por esto se acerca a ayudar al que está herido en el camino, ¿no
éste el llamado de Cristo a todos los hombres? No se puede discriminar a nadie cuando se sirve de
corazón.
Por eso la caridad siempre debe estar presente, y penetrar todas las relaciones humanas, ya
que el hombre es imagen de Dios y Dios es amor: Colom (2001) afirma: “de ahí que la caridad, y
concretamente la caridad social, sea la más potente energía motriz y el indispensable elemento
unitivo de la sociedad”, (p. 22) Por tanto, sin la caridad, la sociedad se convierte en un lugar donde
el hombre es egoísta y mezquino para el prójimo, es necesario crear una sociedad más justa,
humana, capaz de vivir en comunidad y buscar herramientas que favorezcan la sana convivencia,
en otras palabras, hacer de la caridad un estilo de vida.
La caridad genera vida, es la donación total al otro, forma personas integras que encuentran
su esencia en la relación íntima con Dios, la caridad como virtud teologal se fundamenta en el
amor de Dios por el hombre y en el amor del hombre por los otros, en la sociedad actual la caridad
3 Lema del Voluntariado Juvenil Vicentino.
17
representa el deseo de servir con amor a los excluidos y desfavorecidos de hoy, practicando la
justicia, la solidaridad, la fraternidad como valores sociales.
En la, sobre la iglesia en el mundo actual, exhorta a todos los fieles cristianos a favorecer
la “dignidad de la persona humana, de su superioridad sobre las cosas y de sus derechos y deberes
universales e inviolables” (Concilio Vaticano II, Constitución Pastoral: Gaudium Et Spes 1965).
es decir, que todo hombre nace libre, tiene derecho a vivir como hijo de Dios, a tener un alimento
diario, a vivir en un lugar digno, a un trabajo que lo dignifique, a un salario justo; a la vez tiene
unos deberes como son: el respeto por la vida del otro, a fomentar el bien común, la justicia y a la
praxis de los valores propios del ser humano. También habla el documento del Concilio Vaticano
II sobre, la obligación que tenemos todos de “acercarnos y servirlos con eficacia, ya sea un anciano,
un extranjero, desterrado, entre otros” (n. 27), el servicio no hace acepción de personas, en cuanto
sea posible estamos llamados a ayudar al otro como si ayudáramos al mismo Jesús, como nos dice
Mt 25, 40 “Cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis”.
La misericordia que muestra el corazón de Dios y el amor que Dios nos tiene “sed
compasivos como vuestro padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y
no serán condenados, perdonad y seréis perdonados, dad y se os dará, con la medida con que midáis
serán medidos” (Lc. 6 36 – 38), es la invitación de Dios hace a defender la vida y la dignidad de
las personas, buscando siempre que el amor sea: “como uno de los mandamientos principales que
fundan toda norma moral y como signo más claro para discernir acerca del camino de crecimiento
espiritual en respuesta a la donación absoluta gratuita de Dios” Beltrán. (2014) p. 467.
Continuando con el Papa Francisco y su proyección sobre DSI, en la Exhortación
Apostólica la Evangelli Gaudium “El servicio de la caridad es también una dimensión constitutiva
de la misión de la Iglesia y expresión irrenunciable de su propia esencia”. (n°. 179). La iglesia
tiene una doble naturaleza, la caridad efectiva con el prójimo y la evangelización como espacio
para dar a conocer la misericordia de Dios para con la humanidad sufriente y excluida. Al interior
de la Iglesia se promueven estas dos naturalezas, porque los llamados a edificar el templo de Cristo
tienen la siguiente misión: “vayan al cruce de los caminos e inviten al banquete a todos los que
18
encuentren” (Mt. 22, 9), sabemos que en los caminos podemos encontrar buenos, malos, pobres,
cojos, sordos, pecadores; al Reino de Dios todos están invitados.
En el Salmo 34, 7 se lee esta afirmación: “Este pobre grito y el señor lo escuchó”, el clamor
de los pobres es un grito de aquellos que buscan ser escuchados, ser liberados de las ataduras de
la exclusión; los pobres ven a la Iglesia como un refugio en el cual pueden descansar y encontrar
palabras de esperanza y justicia. En el libro del Éxodo, 3. 7 – 8, “He visto la aflicción de mi pueblo
que en está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus opresores, pues estoy conscientes
de sus sufrimientos, así que he descendido para librarnos de la mano de los egipcios...” Así como
Dios llamo a Moisés para una misión, liberar al pueblo de Israel de la esclavitud, hoy Dios llama
a hombres y mujeres para ser instrumentos de liberación y promoción de los pobres. La iglesia no
puede hacer oídos sordos a ese clamor, ya que somos instrumentos de Dios para escuchar al pobre
y cambiar las estructuras de pobreza que hay en el mundo.
Hay una relación que es relevante entre Doctrina Social de la Iglesia y Pastoral Social, en
el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (2004). “La pastoral social es la expresión viva y
concreta de una Iglesia plenamente consciente de su misión de evangelizar las realidades sociales,
económicas, culturales y políticas del mundo” (n°524). El mensaje social del evangelio debe
orientar la Iglesia a desarrollar una doble tarea pastoral: “ayudar a los hombres a descubrir la
verdad y elegir el camino a seguir; y anima el compromiso, de los cristianos de testimoniar, con
solicito servicio el evangelio en el campo social”, (Compañía Hijas de la Caridad de San Vicente
de Paúl, 2012, p, 21). La acción pastoral se hace en doble vía, la evangelización que fundamenta
la vida del cristiano, por medio de la reflexión de las Sagradas Escrituras y promoción del hombre
que se realiza con el fin de ayudar en el desarrollo de proyectos que fomenten la erradicación de
la pobreza y la generación de empleo.
La finalidad de la Pastoral Social es la comunión con Dios y con los hermanos, en este
sentido se van formando comunidades fraternas, unidas, participativas, por medio de la promoción
del hombre, el respeto por la vida, la defensa de los derechos humanos, en la construcción de una
sociedad justa, con identidad pastoral de evangelización y compromiso social con el otro, haciendo
realidad el amor preferencial de Jesucristo por los pobres que tienen rostros concretos: asalariados,
19
desempleados, migrantes, minorías étnicas, campesinos, mujeres y niños. (Manual de Doctrina
Social de la Iglesia, 2005, p. 535), para lograr comunidades fraternas se hace necesario partir de la
realidad que viven la sociedad, los sueños y esperanzas, la forma como se organizan para
solucionar las dificultades que enfrentan en el diario vivir.
6.2 Principios de la Doctrina Social de la Iglesia
Los principales principios que enseña la Doctrina Social de la Iglesia van encaminados
especialmente a la defensa de la vida y la dignidad de la persona humana, según (De la Colina,
2009, p. 5), estos principios son:
La vida, la dignidad y los derechos de la persona humana: Es de vital importancia proteger
la vida humana, promover la dignidad y respetar los derechos humanos. Este derecho es el
fundamento de la enseñanza de la Iglesia sobre la guerra, la paz y la vida social.
Frente al paradigma de la dignidad de la persona humana, Escobar (2012), afirma:
La Doctrina Social de la Iglesia testifica que es inviolable la dignidad de la persona humana,
que es intrínseca al hombre por ser imagen de Dios. Como imagen de Dios la vida de todo
ser humano es sagrada e inviolable, por lo que cada hombre tiene valor absoluto. La
igualdad fundamental de los seres humanos ante Dios tiene como consecuencia la
imposibilidad de justificar ninguna discriminación ante las leyes humanas. (Escobar, 2012,
p. 105)
Por tanto, la Iglesia está llamada a promover y defender la dignidad de la persona humana,
como fundamento inviolable del ser humano; éste es de carácter obligatorio para todos,
especialmente para los que administran justicia, ser promotores de la defensa de la persona y los
derechos que tiene en la sociedad.
La opción preferencial por los pobres: En la Doctrina Social de la Iglesia, los pobres y los
vulnerables, tienen un espacio privilegiado en las reflexiones y actuar de la Iglesia, en la defensa
20
y respeto por la integridad del otro, buscando un trato digno para todos los hombre y mujeres.
Letelier (2017), afirma que “la opción preferencial por los pobres se deriva del destino universal
de los bienes, tiene sus propias fuentes evangélicas (Mt. 25, 31 – 46) y resulta menos sencillo
fundamentarlo como exigencia ética universal desde una perspectiva exclusivamente filosófica.
según el modelo y los preceptos de Cristo”. (p. 18)
La solidaridad: Este es un principio para edificar un mundo nuevo. Es una expresión moral
de interdependencia, un recuerdo de que hay una sola familia – hombres y mujeres - sin importar
las diferencias de raza, nacionalidad o posición política, uniendo esfuerzos para salvaguardar el
bien común y el deseo de fraternidad, como una: Escobar (2012) “determinación firme y
perseverante de empeñarse en la búsqueda y promoción del bien común, es decir por el bien de
todos”. (p. 108); la solidaridad es unir fuerzas y combatir toda forma de pobreza, que atente contra
la integridad del ser humano, buscando ser promotores de la misericordia y amor de Dios.
Se hace urgente realizar una reflexión acerca de la importancia de la justicia social, como
afirma, (Martínez, 2003). “La justicia social es reclamada cuando se ve amenazada por una guerra
mundial que afecta a la sociedad, cuando se quieren imponer a la fuerza mecanismos que destruyen
la vida y la integridad de las personas”. (p. 52) La Doctrina Social de la Iglesia, ayuda en la
búsqueda de políticas que ayuden en la formación de una conciencia crítica y de esta manera
fortalecer la búsqueda de la paz como justicia para todos.
La Doctrina Social de la Iglesia hace referencia al bien común, Letelier (2017), afirma: que
este “debe abarcar todo aspecto de la vida social para encontrar plenitud de sentido, este bien
comprende todo el hombre, las exigencias del cuerpo y del espíritu” (p. 8), este principio es un
referente epistemológico de la DSI, ya que busca el bienestar de la sociedad, salvaguardando el
sentido de hombre que tiene la sociedad y fomentando el desarrollo de los pueblos.
El principio del bien común es uno de los objetivos primordiales de la Doctrina Social de
la Iglesia, como dice: Escobar (2012) “es el conjunto de condiciones de la vida social que hacen
posible a las personas, asociaciones y a cada uno de los miembros el logro pleno de la propia
perfección y desarrollo integral” (p. 106). Sin lugar a dudas la Iglesia debe buscar el bien común
21
para todos los hombres especialmente para aquellas personas vulnerables, con el fin de ayudar en
la promoción del hombre y su liberación de la pobreza.
6.3 Doctrina Social de la Iglesia en la Espiritualidad Vicentina
En la Espiritualidad Vicentina, San Vicente de Paúl da a conocer su forma concreta de
seguir a Cristo, nace de un encuentro fuerte con Dios Padre y con Jesucristo en el mundo de los
pobres, que le llevó a experimentar dos principios claves en su vivencia del evangelio:
Servir a los pobres es ir a Dios.
Servir a los pobres es construir a favor de ellos el Reino de Dios y su justicia.
No solo a los Misioneros y a las Hijas de la Caridad, insistía San Vicente de Paúl en la
identificación de Cristo con el pobre y en continuar su Misión, el 11 de julio de 1657, citada por
(López Sor María Pilar, 2017. p. 4)
“Él mismo quiso nacer pobre, recibir en su compañía a los pobres, servir a los
pobres, ponerse en lugar de los pobres, hasta decir que el bien y el mal que les
hacemos a los pobres los considerará como hechos a su divina persona. ¿Podía
acaso demostrarles un amor más tierno a los pobres? ¿Y qué amor podemos
nosotros tenerle a él si no amamos lo que él amó? No hay ninguna diferencia,
señoras, entre amarle a él y amar a los pobres de ese modo; servirles bien a los
pobres es servirle a Él”.
Para Vicente de Paúl, los pobres eran su peso y su dolor, en el servicio siempre estaba
presente hacer la voluntad de Dios, formando a los pobres para que fueran protagonistas de su
promoción, por medio de acciones significativas en pro de una vida más digna para ellos, ayudado
por el poder político lucho contra la pobreza, organizando la caridad de una manera que los pobres
fueran atendidos y lograran salir de los cinturones de miseria que había en el siglo XVII en Francia.
Los pobres para Vicente de Paúl son siempre y ante todo personas que viven en situación
de miseria, que son explotadas, que viven marginadas de la sociedad. Cuando funda las Damas de
22
la Caridad, la Congregación de la Misión y las Hijas de la caridad, lo hace con este fin, que los
pobres fueran bien atendidos, servidos y valorados como hijos de Dios, a la vez que fueran
evangelizados y de esta manera lograran la salvación de su alma.
La formación del Voluntariado Juvenil Vicentino, tiene como punto de partida la Doctrina
Social de la Iglesia y las enseñanzas de San Vicente de Paul, resaltando la importancia de valores
fundamentales como caridad y justicia, en el quehacer del joven voljuvista hoy, San Vicente señala
algunos aspectos relevantes en la vivencia del carisma. López (2017):
La justicia va acompañada de la misericordia
No puede haber caridad si no acompañada de la justicia.
Los deberes de la justicia son preferibles a los de la caridad. (p. 9)
Ahora bien, recordar la misión de Santa Luisa de Marillac: visitar y organizar las
caridades4, establecer escuelas para instruir en catecismo y enseñar a leer, “No es suficiente
remediar el hambre presente, hay que preparar para que salgan de su ignorancia y pobreza”
(Martínez 1995 p. 81); buscaba y preparaba jóvenes para que se hiciesen maestras, por medio de
un catecismo escrito por ella, con el cual instruía a los niños huérfanos, a las jóvenes que llegaban
a la comunidad, este catecismo aún se conserva en la Casa Madre de las Hijas de la Caridad.
En Luisa de Marillac se encuentran algunas cualidades que son importantes para el servicio
de los pobres y desamparados de su época, pero que en la actualidad toman vigencia, porque día a
día la pobreza aumenta y disminuyen los que quieren apostar por un servicio desinteresado y
voluntario a los que son pobres y rechazados por la sociedad.
Una escucha atenta a las necesidades del otro
Afán por ayudar en la promoción del pobre, para que salga de la pobreza.
Un corazón misericordioso que la lleva organizar el servicio de los pobres de una forma productiva.
(Martínez, 1995, p. 107 - 116)
4 Una forma de llamar al grupo de señoras que atendían a los pobres, hoy Asociación Internacional de Caridades. AIC
23
Luisa de Marillac se vislumbra que el testimonio de vida y el de la palabra se
complementan, ya que siempre busco formas para ayudar a los pobres, especialmente cuando la
guerra y la peste se apoderaban de vastas zonas de Paris, la respuesta de Luisa fue acertada para
mitigar el dolor de los niños, jóvenes y ancianos.
Las principales causas de la pobreza en Francia del siglo XVII son la guerra, la peste y el
hambre. La guerra causa gran cantidad de víctimas, desastres que desconciertan y arruinan
ciudades enteras, impidiendo el comercio, el trabajo y el mercado, los ejércitos dejan a su paso
contagio de peste, devastación y miseria; con las Hijas de la Caridad, Luisa de Marillac “organiza
la enfermería de los hospitales para atender a los enfermos y heridos” (Escobar 1991 p. 186).
La misión de Luisa de Marillac consistió en: darse a Dios para amar a Jesucristo y servirle
en la persona de los pobres corporal y espiritualmente en sus casas o en otras partes, para instruir
a las jóvenes pobres, a los niños, y en general a todos los que la Divina Providencia los envíe. Las
Constituciones de las Hijas de la Caridad argumenta: “las Hijas de la Caridad reconocen en los
que sufren, en los que se ven lesionados en su dignidad en su salud, en sus derechos, a hijos de
Dios, a hermanos y hermanas, de quienes son solidarias” (Constitución. 16c. Hijas de la Caridad
de San Vicente de Paúl).
El testimonio de Santa Luisa de Marillac y San Vicente de Paúl, para los jóvenes de
VOLJUVI, es de vital importancia, ellos en su tiempo supieron organizar y responder a la situación
de pobreza de hombres y mujeres que padecían las injusticias y el rigor de la guerra; hoy se hace
necesario dar pasos concretos en ser promotores de cambio sistémico al interior de las
comunidades juveniles.
24
7. PROPUESTA DE CLASE
7.1 MODELO PEDAGÓGICO
Para la presente propuesta de clase se hace uso de dos modelos pedagógicos que fruto de su
articulación posibilitan la aproximación metodológica ofreciendo insumos valiosos y necesarios
para la aproximación por medio de una propuesta de carácter pedagógico, el modelo pedagógico
social. A continuación, se presentará una breve aproximación del modelo pedagógico social.
7.1.1 Modelo Pedagógico Social
La pedagogía social hace referencia a la construcción del pensamiento crítico frente a la
realidad que circunda al estudiante, no solamente el estudiante cuestiona las formas de enseñanza
– aprendizaje, también los documentos o fuentes de información que se necesitan para la
formación. Flórez (1994) señala que: “los escenarios sociales pueden propiciar oportunidades para
que los estudiantes trabajen de forma cooperativa y solucionen problemas que no podrían resolver
solos” (p. 196), el trabajo cooperativo, busca afianzar en los estudiantes el desarrollo de ciertas
habilidades que estimulan el compromiso social con una comunidad determinada.
La propuesta que presenta el Modelo Pedagógico Social consiste en el desarrollo de
capacidades sociales del estudiante, es decir, la forma como interactúa con el entorno,
especialmente en el ambiente escolar; el fin de este modelo pedagógico es la formación de niños
y jóvenes creativos, autónomos, críticos, frente a las diferentes situaciones sociales, políticas,
económicas, que viven los miembros de un determinado grupo social, éste garantiza que los
estudiantes desarrollen el espíritu colectivo e investigativo, que es fundamental para la formación
científica, con el fin de ayudar en la transformación de la sociedad en el ámbito de la investigación.
La investigación en el Modelo Pedagógico Social, es la parte medular del aprendizaje,
buscando mejorar las relaciones de los estudiantes con el entorno, permitiendo fortalecer proyectos
investigativos que tiendan al desarrollo de la sociedad, donde la comunidad educativa se vea
inmersa y todos puedan aportar como dice: Fermoso Estébanez, (2003) “a la prevención, ayuda,
25
reinserción y regeneración de los individuos y de las comunidades, que puedan padecer o padecen,
a lo largo de su vida, deficiencias en la socialización o en la satisfacción de las necesidades básicas
individuales o comunitarias amparadas por los derechos humanos”(p. 4).
Una característica del Modelo Pedagógico Social, es el trabajo en grupo que lleva a la
formación de una conciencia crítica de los estudiantes, con el fin de comprometerse en la solución
de problemas de una comunidad determinada, es una apuesta “que emerge de la lectura de la
realidad y sus problemas sociales, educativos, políticos y económicos” (Vargas, Arcila, Robayo,
2017, p. 43)
Otras características del Modelo Pedagógico Social según: (Gómez Hurtado & Polanía
González. 2008. p. 71)
Contenido: Identifica lo que es enseñable en una disciplina particular.
Enseñanza: Son las formas particulares de comunicar esos contenidos en el aula.
Interacción con los estudiantes: Se concreta en la relación cotidiana con los estudiantes.
Evaluación: Identifica el logro o no de las metas de la enseñanza.
El Modelo Pedagógico Social, tiene un alcance significativo en la formación de los
estudiantes, ya que busca la interacción con la comunidad y el desarrollo de habilidades para la
resolución de conflictos, por medio del trabajo colaborativo y la integración de la comunidad
educativa en las actividades propuestas por la institución, con el fin de construir una sociedad justa
para todos.
En el desarrollo de propuestas o proyectos que estén dirigidos a la consecución de recursos,
que ayuden al mejoramiento de un determinado grupo de personas, que sean vulnerables o
excluidas de la sociedad, aportando de ésta manera al bien común, para lograr cambios
significativos en el entorno, que se puedan visibilizar y de esta manera ser ejemplo para muchas
comunidades que se encuentran en situaciones de riesgo, que no tienen un puesto en la sociedad,
para esto el Modelo Pedagógico Social, brinda pautas para buscar herramientas que ayuden al
bienestar de la comunidad.
26
Otro aporte de la pedagogía social es la investigación de costumbres, valores, creencias de
los integrantes de una comunidad o grupo de personas, con el fin de observar la influencia del
entorno y de la cultura, para fortalecer la capacidad de relacionarse con los otros, humanizar las
relaciones interpersonales, crear vínculos de solidaridad, fomentar el respeto por la integridad de
las personas y la defensa de los derechos humanos (), como dice: Fermoso (2003) “fomento del
proceso de personalización, porque el “yo” se recrea en la confrontación con los otros y desarrolla
su personalidad social en el desempeño de los roles asumidos dentro de la comunidad” (p. 7)
Es importante resaltar la misión de la Doctrina Social de la Iglesia en la formación de los
niños y jóvenes, Paulo Freire un Pedagogo brasileño, hace una investigación sobre la Pedagogía
del Oprimido como un aporte a rescatar la educación de los niños y jóvenes en estado de
vulnerabilidad: “las masas oprimidas deben tener conciencia de su realidad y deben
comprometerse, en la praxis, para su transformación” (Ocampo, 2008. p. 57 -72), solo cuando se
educa al hombre desde la propia realidad se puede lograr la liberación del pueblo que injustamente
ha sido esclavizado por las dominaciones y explotadores; como afirma (Freire, 2005, p. 47), “la
liberación es un parto doloroso, el hombre que nace de el es un hombre nuevo”, es la lucha de los
pobres contra la cultura de la dominación.
Para Paulo Freire (2005). La educación tradicional o educación bancaria, “el conocimiento
es una donación del saber de aquellos que se juzgan sabios a unos que son considerados como
ignorantes” (p. 75), este proceso educativo necesita ser transformado, por una pedagogía que se
ajuste a las necesidades de las clases menos favorecidas, aportando elementos esenciales para que
los pobre puedan tener una vida digna, esta nueva dinámica de la educación, los docentes se
convierten en educadores que analizan la realidad de los educandos y ayudan en la solución de los
conflictos que se presentan en la institución educativa. La Pedagogía del Oprimido, es un llamado
a educar en medio de la pobreza, es un acto de humanizar la educación, con el fin de llegar a todos
los niños y jóvenes que necesitan ser formados de forma integral.
27
De acuerdo con la concepción bancaria, propuesta por Freire, “la educación es vista como
el acto de depositar, narrar, transferir o transmitir conocimientos y valores a los educandos,
concebidos como meros pacientes” (Freire, 2005, p. 58), esta visión de la educación es menguada,
si bien, la misión del educador ayuda en la formación de las nuevas generaciones de la sociedad,
el educando es el protagonista de la autoformación, construye su propio conocimientos y da
respuesta a las necesidades de la sociedad hoy.
La liberación es la búsqueda de la libertad y la humanización de los procesos educativos,
es la práctica que promueva la formación de conciencia ciudadana en el estudiante, a la vez que
ayuden en la defensa de la vida, la resolución de conflictos y al derecho a una educación de calidad,
así la formación que imparta un docente debe ser guiada por el ejemplo y testimonio de vida, no
bastan las palabras, se hace necesario la coherencia entre lo que dice y las actitudes frente a la
realidad.
7.2 Metodología
El desarrollo de la propuesta tiene como metodología, Ver, Juzgar, Actuar y Celebrar, nace
de los encuentros sobre revisión de vida, como una propuesta pastoral de la Juventud Obrera
Católica, que animaba el P. Joseph Cardijn en la década de los treinta en el siglo XX.
Este método permite conocer la realidad de una comunidad determinada, con el fin de dar
respuesta a los interrogantes y problemáticas que afecta la misma y de esta manera contribuir a la
construcción de una sociedad que garantice el crecimiento de los pueblos a nivel social, económico
y de participación, es muy utilizado en trabajos de catequesis parroquial, grupos juveniles, porque
tiene un enfoque de aprender haciendo.
Ver: Indica abrir los ojos y observar la realidad. Es el primer paso de la metodología, que
consiste en buscar un hecho de vida que esté relacionado con la comunidad, en el momento de
reflexionar actitudes, formas de pensar, valores, antivalores que se pueden visibilizar en la realidad
28
observada. Es importante hacer una lectura de los acontecimientos vividos por la comunidad y la
relación que tienen con la vivencia de la fe. Como lo expresa el CELAM (1995). Civilización del
amor – Tareas y esperanzas:
Normalmente, se presentan varios hechos de vida; se elige uno de los presentados, por ser
el más significativo para el grupo o porque afecta de un modo especial a alguno de sus
integrantes; se aportan la mayor cantidad de elementos posible para facilitar su mejor
comprensión, se determina el núcleo central desde el cual se va a continuar tratando el
hecho, se buscan las causas y se analizan las consecuencias que puede tener en las personas
y organizaciones sociales y se concluye universalizándolo, es decir, implicando a todos los
participantes en el hecho presentado o en otros similares vividos por ellos. (p. 186)
La pregunta que acompaña este paso es ¿Qué dice Dios por medio de estas vivencias?
Juzgar: Es valorar la realidad e interpretar lo que se ha observado. Es el momento de mirar
los aspectos positivos y negativos de los acontecimientos vividos, ayudados por textos bíblicos
que ayuden en la reflexión de los hechos vividos, juzgar ayuda a la toma de conciencia de la
realidad que vive la comunidad.
En el Documento de Medellín, (1998). Una vez que sea analizado la realidad se hace una
confrontación con la Palabra de Dios. En este segundo momento la Palabra de Dios relee y
reinterpreta los hechos sobre una nueva luz: la luz de la fe. (p. 265). La pregunta que surge en este
momento ¿Qué dice la Palabra de Dios?, también pueden ayudar las siguientes: ¿Cuáles fueron las
enseñanzas de Jesús frente a este acontecimiento? ¿Qué dice la Iglesia?
Actuar: Es el momento de trazar líneas de acción y orientaciones prácticas, por medio del
impulso del Espíritu Santo, que envía realizar acciones significativas frente a la realidad que
interpela; estas acciones deben llevar a un cambio de mentalidad de la comunidad y a la conversión
de vida, también el actuar busca el compromiso del grupo con la sociedad. Es el momento de hacer
propuestas para mejorar el entorno. Es un momento de revisión de los signos de los tiempos para
ayudar en realizar acciones que tiendan al fortalecimiento de la comunidad.
29
En el Documento de Medellín, (1998). Transformar la realidad. “La acción transformadora
es una acción profunda, duradera, reflexionada, organizada, con estrategias y practicas oportunas”.
(p. 265). Este momento implica dos grandes pasos la planeación y la ejecución.
Celebrar: Es descubrir el paso de Dios por la vida de cada una de las personas y de la
comunidad, es la acción de gracias por la presencia de Dios que transforma la realidad, este
momento ayuda a la comunidad a descubrir como el amor de Dios se derrama en todos,
especialmente en los pobres y excluidos de la sociedad, es el momento de celebrar la vida.
En el Documento de Medellín, (1998). Celebrar la vida de fe transformadora. La
celebración viene a coronar lo positivo de nuestras acciones logradas. En este momento, se
manifiesta nuestra alegría y gratitud a Dios porque se hace presente en nuestra historia y en
nuestros proyectos liberadores. (p. 266)
7.3 Esquema de Clase
FECHA: 30 de octubre de 2019
TEMA: Doctrina Social de la Iglesia y Misión del Joven Voljuvista
DOCENTE: Sor Sandra Emilce Vivas Ramírez
MATERIALES: Video beam, Biblia, cirio pascual computadora, atuendos para dramatizados,
pliegos de papel periódico, marcadores, lapiceros, hojas de block, colores, cinta, pegante.
NÚMERO DE ESTUDIANTES: 25 jóvenes del Voluntariado Juvenil Vicentino de Funza
INTRODUCCIÓN
El Voluntariado Juvenil Vicentino, como movimiento católico, tiene una de sus bases en
la Doctrina Social de la Iglesia; está incluida de manera preeminente en el proyecto formativo
juvenil y se asume como un método para el trabajo en las comunidades pre-juveniles y juveniles
Voljuvistas. El Manual Voljuvista afirma que la Doctrina Social de la Iglesia: “más que una
30
metodología, es hoy un estilo de vida y una espiritualidad, que vive y celebra el descubrimiento
de la presencia de Dios en la historia, la actitud de conversión personal continua y el compromiso
para la transformación de la realidad”. (Manual Voljuvista p. 26 - 28)
OBJETIVO: Indagar el aporte de la Doctrina Social de la Iglesia a los jóvenes del Voluntariado
Juvenil Vicentino, como la antorcha del Carisma vicentino y la base del apostolado, por el cual se
harán conscientes de la necesidad de ayudar en la promoción y evangelización del otro.
Conocimiento previo sobre Doctrina Social de la Iglesia
Este momento es para indagar los conocimientos o aprendizajes que tienen los jóvenes de
VOLJUVI Funza, acerca del tema Doctrina Social de la Iglesia.
QUERIDO JÓVEN VOLJUVISTA
¿SABES QUÉ ES LA DOCTRINA SOCIAL DE
LA IGLESIA?
Si no lo sabes, a través de este taller podrás
conocer, aprender y enamorarte de esta
enseñanza que es tan importante para todo
cristiano, ¡ÁNIMO! ¡Inicia este camino!
31
La Doctrina Social de la Iglesia, también es llamada pensamiento social cristiano. Y nuestra vocación vicentina, tiene una clara vertiente social,
por esta razón debemos actualizar nuestra formación desde la perspectiva social cristiana, y dentro de esta perspectiva, la DSI no puede ser una teoría extraña a nuestra formación, sino el mensaje evangélico, hecho vida en obras de
justicia, a favor de los que le son vulnerados sus
derechos.
Nuestro Manual Voljuvista pág. 28,
expresa que, para el Voljuvista, la
DSI tiene que ser su “ESTILO DE
VIDA” y una espiritualidad, que vive y
celebra
32
Puedes empezar
respondiendo a estas
preguntas:
¿Has escuchado hablar de
Doctrina Social de la
Iglesia?
¿Qué conoces acerca del
Pensamiento Social Cristiano?
¿Cuándo te hablan de DSI que
piensas puede ser?
33
¿Sabes de algunas
encíclicas que hablan de
Doctrina Social de la Iglesia?
La Doctrina Social de la Iglesia
¿Qué aportes brinda para la defensa a la vida y la
promoción del hombre?
34
¿Qué principios conocen de la
DSI y como son aplicados en la
vida cotidiana?
Este material puede ser estudiado
por partes, ojalá que, por
principios, para que sean
debidamente asimilados. Y luego
ser aplicados y evaluados en tu
vida como voljuvista.
35
VER: (motivación)
Conociendo nuestra realidad
Se organizará por grupos a los jóvenes y se entregan diferentes noticias donde se reflejen
hechos de vida relacionados con:
• Desplazamiento forzoso
• Desempleo
• Desintegración familiar
• Trata de personas (programa Defensores de Vida)
• Migrantes
• Bullying escolar.
Se invita a los jóvenes recreen estas historias de vida por medio de una representación ya sea
teatral, dramatizado, noticiero etc., para visibilizar la problemática en la actualidad.
En plenario se invita a los jóvenes a dar sus apreciaciones de acuerdo a las representaciones
organizadas por cada grupo: por medio de las siguientes preguntas:
1. ¿Alguien cercano a la familia ha vivido cualquiera de estas situaciones o experiencias
observadas en las representaciones?
2. ¿En Funza se viven situaciones similares? Cuáles
3. ¿Qué respuestas se dan en situaciones observadas en las representaciones?
De acuerdo a las respuestas de los jóvenes, el Asesor de la comunidad juvenil, da un aporte
buscando la manera de ayudar a clarificar algunas situaciones que afectan la vida de los jóvenes.
36
JUZGAR
A continuación, se hace una aproximación a la reflexión que hace la Iglesia de acuerdo a
los hechos de vida presentados, para esto se toman como referencia: los principios de la Doctrina
Social de la Iglesia. Los principios permanentes de la doctrina social de la Iglesia constituyen los
verdaderos y propios puntos de apoyo de la enseñanza social católica, deben ser apreciados en su
unidad, conexión y articulación. Estos principios en su conjunto constituyen la primera
articulación de la verdad de la sociedad, que interpela toda conciencia y la invita a interactuar
libremente con las demás, en plena corresponsabilidad con todos y respecto de todos.
A partir del principio de la dignidad de la persona humana se desprenden y encuentran
fundamento todos los demás: principio del bien común, principio de la subsidiariedad y principio
de la solidaridad. De éstos se desprenden otros y todas sus implicaciones para la persona y para la
sociedad.
PRINCIPIO DE LA DIGNIDAD HUMANA
El mensaje fundamental de la Sagrada Escritura anuncia que la persona humana es criatura
de Dios (Sal 139, 14 – 18) y especifica el elemento que la caracteriza y la distingue en su ser a
imagen de Dios: “Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios los creó, macho
y hembra los creó” (Gn 1,27). Dios coloca la criatura humana en el centro y en la cumbre de la
creación: al hombre (en hebreo adam), plasmado con la tierra (adamah), Dios sopla en las narices
el aliento de la vida (cf, Gn 2,7). De ahí que, por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano
tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, poseerse
y darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y el llamado, por la gracia, a una
alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en
su lugar. La semejanza con Dios revela que la esencia y la existencia del hombre están
constitutivamente relacionadas con Él del modo más profundo.
37
La relación entre Dios y el hombre se refleja en la dimensión relacional y social de la
naturaleza humana. El hombre, en efecto, no es un ser solitario, ya que, por su íntima naturaleza,
es un ser un social, y no puede vivir ni desplegar sus cualidades, sin relacionarse con los demás.
A este respecto resulta significativo el hecho de que Dios haya creado al ser humano como hombre
y mujer.
PRINCIPIO DEL BIEN COMÚN
De la dignidad, unidad e igualdad de todas las personas deriva, en primer lugar, el principio
del bien común, al que debe referirse todo aspecto de la vida social para encontrar plenitud de
sentido. Según una primera y vasta acepción, por bien común se entiende el conjunto de
condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros
el logro más pleno y más fácil de la propia perfección. El bien común no consiste en la simple
suma de los bienes particulares de cada sujeto del cuerpo social. Siendo de todos y de cada uno es
y permanece común, porque es indivisible y porque solo juntos es posible alcanzarlo, acrecentarlo
y custodiarlo, también en vistas al futuro. Como el actuar moral del individuo se realiza en el
cumplimiento del bien, así el actuar social alcanza su plenitud en la realización del bien común. El
bien común se puede considerar como la dimensión social y comunitaria del bien moral.
Una sociedad que, en todos sus niveles, quiere positivamente estar al servicio del ser
humano es aquella que se propone como meta prioritaria el bien común, en cuanto bien de todos
los hombres y de todo el hombre. La persona no puede encontrar realización sólo en sí misma, es
decir, prescindir de su ser “con” y “para” los demás. Esta verdad le impone no una simple
convivencia en los diversos niveles de la vida social y relacional, sino también la búsqueda
incesante, de manera práctica y no sólo ideal, del bien, es decir, del sentido y de la verdad que se
encuentran en las formas de vida social existentes. Ninguna forma expresiva de la sociabilidad –
desde la familia, pasando por el grupo social intermedio, la asociación, la empresa de carácter
económico, la ciudad, la región, el Estado, hasta la misma comunidad de pueblos y de las
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Naciones- puede eludir la cuestión acerca del propio bien común, que es constitutivo de su
significado y auténtica razón de ser de su misma subsistencia.
Las exigencias del bien común derivan de las condiciones sociales de cada época y están
estrechamente vinculadas al respeto y a la promoción integral de la persona y de sus derechos
fundamentales. Tales exigencias atañen, ante todo, al compromiso por la paz, a la organización de
los poderes del Estado, a un sólido ordenamiento jurídico, a la salvaguardia del ambiente, a la
prestación de los servicios esenciales para las personas, algunos de los cuales son, al mismo
tiempo, derechos del hombre: alimentación, habitación, trabajo, educación y acceso a la cultura,
transporte, salud, libre circulación de las informaciones y tutela de la libertad religiosa. El bien
común es un deber de todos los miembros de la sociedad, ninguno está exento de colaborar, según
las propias capacidades, en su consecución y desarrollo.
PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD
La subsidiariedad está entre las directrices más constantes y características de la doctrina
social de la Iglesia. Es imposible promover la dignidad de la persona sino no se cuidan la familia,
los grupos, las asociaciones, las realidades territoriales locales, en definitiva, aquellas expresiones
agregativas de tipo económico, social, cultural, deportivo, recreativo, profesional, político, a las
que las personas dan vida espontáneamente y que hacen posible su efectivo crecimiento social.
Este es el ámbito de la sociedad civil, entendida como el conjunto de las relaciones entre individuos
y entre sociedades intermedias, que se realizan en forma originaria y gracias a la “subjetividad
creativa del ciudadano”. La red de estas relaciones forma el tejido social y constituye la base de
una verdadera comunidad de personas, haciendo posible el reconocimiento de formas más elevadas
de sociabilidad.
Conforme a este principio, todas las sociedades de orden superior deben ponerse en una
actitud de ayuda (subsidium) –por tanto, de apoyo, promoción, desarrollo- respecto a las menores.
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El principio de subsidiariedad protege a las personas de los abusos de las instancias sociales
superiores e insta a estas últimas a ayudar a los particulares y a los cuerpos intermedios a
desarrollar sus tareas. Este principio se impone porque toda persona, familia y cuerpo intermedio
tiene algo de original que ofrecer a la comunidad. La experiencia constata que la negación de la
subsidiariedad, o su limitación en nombre de una pretendida democratización o igualdad de todos
en la sociedad, limita y a veces también anula, el espíritu de libertad y de iniciativa.
La participación en la vida comunitaria no es solamente una de las mayores aspiraciones
del ciudadano, llamado a ejercitar libre y responsablemente el propio papel cívico con y para los
demás, sino también uno de los pilares de todos los ordenamientos democráticos, además de una
de las mejores garantías de permanencia de la democracia.
EL PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD
La solidaridad confiere particular relieve a la intrínseca sociabilidad de la persona humana,
a la igualdad de todos en dignidad y derechos, al camino común de los hombres y de los pueblos
hacia una unidad cada vez más convencida. Nunca como hoy ha existido una conciencia tan
difundida del vínculo de interdependencia entre los hombres y entre los pueblos, que se manifiesta
a todos los niveles.
El mensaje de la doctrina social acerca de la solidaridad pone en evidencia el hecho de que
existen vínculos estrechos entre solidaridad y bien común, solidaridad y destino universal de los
bienes, solidaridad e igualdad entre los hombres y los pueblos, solidaridad y paz en el mundo. El
término solidaridad expresa en síntesis la exigencia de reconocer en el conjunto de los vínculos
que unen a los hombres y a los grupos sociales entre sí, el espacio ofrecido a la libertad humana
para ocuparse del crecimiento común, compartido por todos.
Jesús de Nazareth, el Hombre Nuevo, es el hombre solidario con la humanidad hasta la
“muerte de cruz”, en él es posible reconocer el signo viviente del amor inconmensurable y
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trascendente del Dios con nosotros, que se hace cargo de las enfermedades de su pueblo, camina
con él, lo salva y lo constituye en la unidad. En Él, y gracias a Él, también la vida social puede ser
nuevamente descubierta, aún con todas sus contradicciones y ambigüedades, como lugar de vida
y esperanza, en cuanto signo de una Gracia que continuamente se ofrece a todos y que invita a las
formas más elevadas y comprometedoras de comunicación de bienes.
Jesús de Nazareth hace resplandecer ante los ojos de todos los hombres el nexo entre
solidaridad y caridad, iluminando todo su significado: a la luz de la fe, la solidaridad tiende a
superarse a sí misma, al revestirse de las dimensiones específicamente cristianas de gratuidad total,
perdón y reconciliación. Entonces el prójimo no es solamente un ser humano con sus derechos y
su igualdad fundamental con todos, sino que se convierte en la imagen viva de Dios Padre,
rescatada por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción permanente del Espíritu Santo. Por
tanto, debe ser amado, aunque sea enemigo, con el mismo amor con que le ama el Señor, y por él
se debe estar dispuesto al sacrifico, incluso extremo: “dar la vida por los hermanos” (Jn 15, 13)
ACTUAR
Tomando como ejemplo los hechos de vida anteriormente descritos, se invitará a los
jóvenes por grupos a desarrollar en un pliego de papel periódico con marcadores el siguiente
recuadro:
Elaboren una lista de hechos sociales de la comunidad juvenil de Funza, que les interpelen
como son, por ejemplo: desempleo, indigencia, discriminación, suicidios, migraciones etc.
HECHOS
SOCIALES
ACCIÓN DEL
ESTADO
ACCIÓN DE LA
IGLESIA
ACCIÓN DEL
VOLJUVI
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El asesor hará una síntesis de los recuadros de los grupos, articulando la actividad del
primer momento y la explicación de los fundamentos de la doctrina Social de la Iglesia, por medio
de las siguientes preguntas.
Preguntas que el Asesor realizará a los participantes:
¿A qué conclusión podemos llegar del trabajo realizado?
¿Por qué la Iglesia se debe preocupar por las realidades sociales?
¿Consideran que es significativo para el Voluntariado Juvenil Vicentino conocer la Doctrina Social
de la Iglesia?
¿Cómo estás contribuyendo a la transformación de la sociedad desde tu tarea evangelizadora?
¿Qué estás aportando?
¿Qué papel tiene entre nosotros, como grupo vicentino, la reflexión social?
Enuncien algunos momentos en la vida de Jesús, en el cual haya dado respuesta a alguna
situación social de su tiempo.
CELEBRAR
En un espacio distinto al lugar donde se está desarrollando la reunión, se colocará en forma
de signo para el momento de oración la Palabra de Dios en el centro como fuente de la Doctrina
Social de la Iglesia, con papel cristal azul, o papel pintado de azul o algo que asemeje agua, hará
la similitud de fuentes de agua viva que fluyen de la Palabra de Dios y llegan a los textos que
iluminan la Doctrina Social de la Iglesia para ello colocará alrededor de la Palabra de Dios los
principales documentos de la Doctrina Social de la Iglesia.
Se lee en voz alta al Texto Bíblico del Buen Samaritano (Lucas 10 25 -37) y se invita a los
jóvenes a descubrir las actitudes de cada uno de los personajes y con cuál de ellos se identifica,
luego por medio de una oración, pedirán la gracia de tener las actitudes del Buen Samaritano, se
termina el taller con la oración del Padre nuestro.
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Acción significativa
Realizar una visita al Centro Ambulatorio Medalla Milagrosa que presta sus servicios a los
habitantes de calle, compartir con ellos un momento de compañía, dándoles a conocer lo que
significa la Doctrina Social de la Iglesia y lo que la biblia nos dice sobre los derechos de la persona.
Se sugiere llevar alimentos para compartir.
Evaluación
La Doctrina Social de la Iglesia aporta a los jóvenes del Voluntariado juvenil Vicentino de
Funza, herramientas que son indispensables en la formación de una conciencia crítica frente a las
situaciones de pobreza y marginación que viven los pobres, en todas las acciones de caridad los
jóvenes buscan contribuir a la eliminación de la pobreza, por medio de un proyecto denominado
Cambio Sistémico, que pretende sacar a los pobres de su situación miserable. por medio de los
fundamentos de la DSI que estimula el trabajo y la realización de la persona como Hijo de Dios.
En la comunidad juvenil Voljuvista de Funza se evidencian signos de solidaridad con el
prójimo, ayudando en la transformación de la sociedad, fomentando valores esenciales como la
solidaridad, la defensa de la vida, el respeto por la persona humana; favoreciendo en los jóvenes
el cuidado de la casa común, como valores del Reino de Dios.
Según la DSI, el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios, por tanto, la dignidad
de la persona humana es un valor que es inviolable, el joven voljuvista defiende la vida y ayuda a
promover entre otros jóvenes este principio fundamental, por medio de talleres, visitas, espacios
formativos que fortalecen en el joven una actitud en pro de los derechos humanos, con el fin de
crear conciencia crítica frente a los abusos que se cometen en contra de la vida y el hombre.
Visibilizar la importancia que tiene la DSI en la vivencia del Carisma Vicentino, como esa
luz que no se apaga, aporta a la formación de los jóvenes un nuevo estilo de vida cercano a los
pobres, especialmente en la misión de acompañar a los habitantes de calle en el Centro
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Ambulatorio Medalla Milagrosa, reconociendo en cada uno de ellos la presencia de Dios, como lo
enseña San Vicente de Paúl “nuestros amos señores”.
El carisma vicentino se ve enriquecido por la DSI, cuando se buscan estrategias de
mejoramiento para las familias pobres que los jóvenes visitan en Funza, siendo los protagonistas
del “cambio sistémico”, dan respuesta a las pobrezas modernas, con el fin de mejorar la calidad de
vida de los niños, jóvenes y adultos mayores que están inmersos en la pobreza.
La experiencia de fe vivida por San Vicente de Paul y Santa Luisa de Marillac, fortalecen
la misión de los jóvenes de hoy, hacen descubrir que la caridad no tiene límites y que necesita ser
organizada, por tanto, el joven voljuvista, debe contribuir a esta organización, por medio de planes
de mejoramiento para los pobres, ser constructores del Reino de Dios en un mundo individualista.
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