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El juego de los espejos. Disputas por la identidad entre mayos y mestizos de la ribera del Río Fuerte en el norte de Sinaloa. Estudiante: Germán Leyva Valdez Maestría en antropología social El Colegio de Michoacán A.C. Tutor/Asesor: Dr. Paul Liffman Planteamiento del problema Los yoreme-mayo son una etnia del noroeste de México, se ubican en su mayoría al sur del estado de Sonora y norte de Sinaloa, donde viven en núcleos poblacionales y comunidades rurales situadas a orillas de los ríos y en la costa, aunque un considerable número ha emigrado a las ciudades cercanas de la región y a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades laborales y educativas. Para este trabajo de investigación se tiene contemplado la región que comprende las localidades de la ribera del Río Fuerte en el Norte del Estado de Sinaloa: Mochicahui, San Miguel Zapotitlán y Tehueco. Desde el siglo XVIII con la fundación de las misiones religiosas jesuitas; el reparto agrario y la conformación ejidal de los años treinta del siglo XX, hasta la fecha, mayos y mestizos (yoris) coexisten y comparten el mismo 1

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El juego de los espejos. Disputas por la identidad entre mayos y mestizos de la ribera del Ro Fuerte en el norte de Sinaloa.Estudiante: Germn Leyva Valdez Maestra en antropologa socialEl Colegio de Michoacn A.C.Tutor/Asesor: Dr. Paul Liffman

Planteamiento del problemaLos yoreme-mayo son una etnia del noroeste de Mxico, se ubican en su mayora al sur del estado de Sonora y norte de Sinaloa, donde viven en ncleos poblacionales y comunidades rurales situadas a orillas de los ros y en la costa, aunque un considerable nmero ha emigrado a las ciudades cercanas de la regin y a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades laborales y educativas. Para este trabajo de investigacin se tiene contemplado la regin que comprende las localidades de la ribera del Ro Fuerte en el Norte del Estado de Sinaloa: Mochicahui, San Miguel Zapotitln y Tehueco.Desde el siglo XVIII con la fundacin de las misiones religiosas jesuitas; el reparto agrario y la conformacin ejidal de los aos treinta del siglo XX, hasta la fecha, mayos y mestizos (yoris) coexisten y comparten el mismo territorio y mantienen una estrecha relacin, pues ambos convergen en algunos espacios como la asamblea ejidal, la plaza pblica, la iglesia, los comits de vecinos, la escuela, en varias localidades los indgenas han sido desplazados por el otro grupo. Adems, algunos mayos y mestizos mantienen lazos de compadrazgo y matrimoniales. Los puestos de representacin al interior de las comunidades son ocupados mayormente por mestizos y estn supeditados a las autoridades municipales.De acuerdo con lo anterior, en este trabajo pretendo estudiar la apropiacin de la tradicin cultural yoreme por parte de los mestizos y el juego de espejos que se da en las interrelaciones entre los dos grupos, a travs de la realizacin de una etnografa que me permita ver precisamente cmo algunos yoremes tambin participan de esta apropiacin, el nacimiento y presencia de grupos de inters en torno a cmo la valorizacin y definicin de lo mayo o lo mestizo con relacin al tipo de pblico que consume estas representaciones culturales y los marcos de poder donde se disputa la hegemona entre ambos grupos.

Preguntas de investigacinLas preguntas de las que parto son: Quin o quienes actores estn definiendo lo mayo y lo mestizo y controlan sus marcos de interaccin?Para qu se est utilizando la tradicin yoreme?De qu manera se disputa el control por tal tradicin?Cules seran los dominios no captados por esa reorganizacin de smbolos e identidades?

Estado de la cuestinExiste una extensa gama de estudios sobre pueblos indgenas y sus diversas problemticas, indigenismo y sus distintas implicaciones en la sociedad mexicana, otros trabajos examinan las rupturas y contradicciones de la antropologa indigenista en Mxico e incluso se sitan por periodos de tiempo que van desde los aos treinta del siglo pasado, hasta los primeros aos de este siglo. Algunos de estos autores son Gonzalo Aguirre Beltrn (1960), Manuel Gamio (1930), Alfonso Caso (1948), Malinowski y De la Fuente (1957) Senz (1933), Bonfil Batalla (1985), Zubritzki (1966), Baronnet (2009), Korsbaek y Smano (2007).Acerca de los mayos, existe una amplia bibliografa que data desde las primeras crnicas del jesuita Andrs Prez de Ribas publicadas en 1645 y un diccionario sobre la lengua cahita que fue publicado aproximadamente por esas mismas fechas por un sacerdote cuyo identidad se desconoce; en 1890 Antonio Nakayama publica la obra bajo el ttulo de Arte de la lengua cahita. La mayora de los estudios sobre los mayos como grupo tnico se circunscriben en su mayora al estado de Sonora y principalmente a las danzas y rituales religiosos. Existen pocos estudios que se orienten a la sociedad, la cultura y la poltica integral mayo en Sinaloa.En este estado de la cuestin he seleccionado nicamente literatura relacionada con las interacciones entre etnias y Estados-nacin, diferenciacin tnica, identidades, pueblos indgenas y configuracin de la etnicidad. Para los mayos he tomado en cuenta aquellos estudios que hacen alguna mencin a las caractersticas del contacto de los mayos con otros indgenas y no-indgenas, asimismo retomo algunos trabajos que hablan sobre otros grupos del noroeste de Mxico como yaquis y rarmuris, puesto que tienen una estrecha relacin con mi tema de estudio.Luis Vzquez Len en su obra Ser indio otra vez (1992), aborda la persistencia, renovacin y fortalecimiento de la identidad purpecha, analiza y describe el proceso por el cual las comunidades indgenas de la meseta tarasca en Michoacn luchan por mantener las posibilidades de cohesin social, actuacin poltica y relaciones econmicas con otros pueblos, en funcin de las emergentes polticas neoliberales y la globalizacin.A partir de un enfoque marxista, Vzquez Len introduce una discusin sobre los conceptos de Estado, etnia y regin y las capacidades que los purpechas han desarrollado para decidir en qu momento de su historia ser indios como una estrategia de movilizacin poltica y al mismo delimitar la propiedad comunal de la tierra. Soslaya tambin la necesidad de la antropologa de confrontar las teoras existentes en torno a la cultura y la etnicidad, pues desde su perspectiva sta se ha convertido en una variante estructural que est determinado por el momento histrico y la regin. La etnia y la comunidad dejan de ser vistos como algo arcaico y premoderno que debe ser rescatado y se contempla como una construccin social que los indgenas realizan para reivindicar su identidad e integrarse como actores a la modernidad.En Ser Indio en Hueyapan (1975), Judith Friedlander a travs de una valiosa etnografa descubre qu significa ser indio para los habitantes indgenas de Hueyapan, una pequea comunidad serrana del estado de Morelos, Mxico. El punto de partida de la obra es comparar la llamada personalidad del mexicano que est relacionada con la idea de una cultura nacional con la manera en la cual los hueyapeos se conciben a s mismos, en relacin a la poltica indigenista del Estado mexicano.Un acercamiento profundo y minucioso a la vida cotidiana de la comunidad, le permite ver a la autora la manera en la que sta se va abriendo al mundo exterior y los cambios que dicha apertura y contacto producen. Eso le permite analizar el perfil de la sociedad mexicana de los aos setenta y los conflictos que viven las comunidades indgenas en estado de marginacin.Friedlander presenta relatos de hueyapeos que lucharon en la revolucin mexicana, quienes le platicaron las carestas, hambrunas, epidemias que azotaron el pueblo; el reparto de las haciendas prximas que no alcanz a todos los habitantes ni pudo mejorar la productividad ni la vida de los campesinos, a pesar de que en 1940 fueron introducidos los fertilizantes. Describe tambin la emigracin de los jvenes que migraron del pueblo a la ciudad y una vez que regresaron contigo trajeron los smbolos y el peso de la cultura mexicana dominante.La autora concluye con la conviccin de que la identidad india de los hueyapeos tiene una valoracin negativa por ellos mismos, quienes la definen en relacin a los elementos que no poseen de la cultura dominante, como la lengua castellana y algunos bienes de consumo como la ropa, y aparatos electrnicos; es decir, su definicin de lo indio se relaciona ms con su posicin econmica y social que con los resabios mticos de su cultura indgena prehispnica.Otra obra de cabal importancia es la de Indgenas mestizos (2013), de la antroploga peruana Marisol de la Cadena. Este libro explica como la raza es la base de la sociedad peruana desde los estratos sociales ms bajos hasta los miembros blancos de la lite. La raza est presente de forma invisible en el pas y resulta socialmente legitimado.Toma como caso etnogrfico la regin del Cusco y describe como la desindianizacin y la idea de raza atraviesa el imaginario colectivo de los cusqueos y son factores claves en la conformacin de su identidad nacional. Para hacer ms veraz su anlisis realiza un recorrido histrico a partir del debate de las tesis positivistas sobre la clasificacin de las razas en el siglo XIX, la invencin del Inti Raymi en los aos cuarenta y la poltica indigenistas en los albores del siglo XXINo menos importantes son los trabajos de Carmen Martnez Novo, Who defines Indigenous? (2006) y Shaylih Muehlmann, Where the River Ends: Contested Indigeneity in the Mexican Colorado Delta (2013). El primero es una etnografa sobre la construccin de la identidad de los indios mixtecos en el norte de Mxico. Martnez Novo se aproxima de manera crtica a su objeto de estudio y rompe con los estudios etnogrficos convencionales pues no centra su observacin participante y se inclina por el studying up, lo que significa que se centra en las elites, las clases medias, los intelectuales, los polticos, la prensa, y las organizaciones no gubernamentales, pues le interesa el papel de estos actores en el proceso de construccin de lo indgena.Plantea un cuestionamiento sobre la definicin de la identidad tnica, pues se pregunta si esta representa un mecanismo de resistencia y presin poltica al interior de las comunidades indgenas o es una construccin de las lites que detentan el poder para legitimar la desigualdad social y las jerarquas existentes. A partir de una descripcin de la migracin de mixtecos a la ciudad fronteriza de Tijuana, expone la situacin que enfrentan familias indgenas que se emplean como jornaleros agrcolas, los conflictos que se suscitan con instituciones gubernamentales y la sociedad tijuanense por el control de los espacios pblicos. Su conclusin es que el esencialismo cultural contribuye a crear intereses entre grupos, justificar y legitimar las desigualdades, donde los indgenas ocupan la parte ms baja de la pirmide social.Por su parte, el estudio de Shaylih Muehlmann es una etnografa sobre los conflictos que la etnia cucap de Baja California enfrenta con el gobierno mexicano a raz de que el agua del Ro Colorado se desva antes de llegar a Mxico y solamente una pequea cantidad restante se dirige a la industria manufacturera de Tijuana y Mexicali. Esto afecta los derechos de pesca de los Cucap, que se han dirigido al Golfo de California para continuar su actividad. Sin embargo, el gobierno sostiene que los Cucap no son suficientemente "indgenas" para justificar sus derechos de pesca. Los cucap ya no hablan su lengua materna y estn vinculados con redes no indgenas, criterios en los que se basa el gobierno para desconocer tales derechos y la manera en la que los indgenas estn luchando por autodefinirse con base en sus propias concepciones.En 1932, Ralph Beals realiz sus primeras investigaciones en el noroeste de Mxico, en lo que hoy es el municipio de Navojoa, al norte de Sonora. Dos aos despus public con Elsie Parsons The Sacred Clowns of the Pueblo and Mayo-Yaqui Indians (1934), el primer estudio comparativo sobre los payasos sagrados (fariseos o judos) de los yaquis y mayos y los payasos sagrados de los indios Pueblo en los Estados Unidos. Los investigadores se centraron principalmente en las connotaciones burlescas y sexuales que se observan en las danzas de los grupos estudiados.No hacen ninguna mencin sobre la forma en la que estos grupos tnicos se relacionan con la sociedad nacional y la forma en que construyen su identidad. Se limitan a describir los comportamientos de los que participan en los rituales y danzas del venado, pascola y payasos sagrados; aunque esta obra constituye el inicio de trabajos posteriores como el de Edward H. Spicer, Los yaquis (1980), donde este autor elabora una etnografa muy completa sobre este grupo y menciona en uno de sus captulos la relacin existente entre yaquis y mayos, yaquis y mestizos, mestizos y yaquis y mayos.En un artculo del mismo Spicer publicado en la revista Amrica Indgena en 1965, titulado La danza yaqui del venado en la cultura mexicana, el autor aborda la difusin y divulgacin de la danza del venado por parte del Ballet Folklrico de Mxico y el sincretismo cultural que trae consigo el que la sociedad nacional mexicana se haya apropiado de ella.Para explicar tal sincretismo, enfrenta tres contextos culturales en los que desde su punto de vista se puede clasificar la danza: el mtico, el tcnico y el contexto fiesta. En el contexto mtico se evocan a travs del canto del venado el mundo sobrenatural de los yaquis, aunque muchas canciones segn el autor no son entendidas por los yaquis modernos, pues se utilizan vocablos arcaicos de su lengua que han cado en desuso; el contexto tcnico se refiere a los danzantes y msicos que adquieren las habilidades y destrezas necesarias para desempear su oficio en buenos trminos, los danzantes nicamente se guan por criterios estticos aunque no conozcan el contenido mtico de las danzas; el contexto fiesta se refiere a las danzas como una actividad dirigida a la multitud para divertir al pblico pues la gente que no puede apreciar el significado de las canciones del venado, llega a la fiesta para gozar de la presentacin de la danza del venado nicamente como diversin (Spicer, 1965: 127-128).La postura de Spicer en torno a la cultura yaqui es ambigua, pues aunque reconoce que existen cnones estticos para los danzantes, estos no conocen mucho el carcter mtico. Tambin afirma que la danza del pascola y el venado es un elemento de aculturacin pues al ser modificada por el Ballet Folklrico Nacional, pues se eliminan los elementos religiosos y la danza aparece secularizada, al mismo tiempo que se exageran los movimientos de los danzantes y la vestimenta.Existe un breve trabajo descriptivo de James S. Griffith, Mestizo Matachines Dancers in Los Mochis, Sinaloa (1968), ah el autor presenta la fotografa de unos danzantes de matachines en Los Mochis, Sinaloa en la vspera de la fiesta de Nuestra Seora de Guadalupe el 11 de diciembre de 1968.Si bien los matachines son un rasgo cultural de yaquis y mayos, Griffith seala que algunos mestizos venidos de otros estados de la repblica estn realizando representaciones dancsticas que modifican su sentido y significado de connotacin religiosa y la reducen a una cuestin folklrica y comercial. Griffith no plantea ningn tema de investigacin, nada ms realiza esa sucinta reflexin al respecto, pero sus observaciones permiten rastrear histricamente el problema de investigacin que se ha planteado en la investigacin.Otro trabajo de James Griffith Mochicahui Judio Masks: A Type of Mayo Fariseo Mask from Northern Sinaloa, Mexico (1967) nos ayuda a encontrar ms indicios sobre el inters de los mestizos por los rituales religiosos yoremes y la elaboracin y el comercio de mscaras para la vestimenta de los judos y la celebracin de la semana santa en el pueblo de Mochicahui, al norte del Estado de Sinaloa.El autor describe las especificidades en la fabricacin de dichas mscaras, segn la adscripcin tnica del artesano, es decir, si es mayo o mestizo, y segn los objetivos que persiga; ya sea la diversin, obtener una ganancia econmica con la venta de esos objetos, o bien, continuar la tradicin religiosa. Adems, enuncia algunos obstculos econmicos que impiden a los mayos participar en la fiesta de los judos.En 1977, Ross Crumrine public su libro The Mayo Indians of Sonora, cuyo objetivo era estudiar el cambio religioso, la base cultural de la etnia y su simbolismo religioso, basado en un culto religioso, que naci a finales de 1950 alrededor de la devocin a un profeta Mayo. La nueva religin por la dcada de 1970 ya se haba sometido a un ciclo previsible, y la transformacin de su fundador en un curandero tradicional era evidente (Crumrine, 1977: 4).Aunque el inters de Crumrine son los movimientos de revitalizacin religiosa como detonantes de la identidad mayo, en un apartado de su libro presenta las caractersticas del modo de vida mayo y su interrelacin con el estilo de vida mestizo, asimismo, analiza los grupos y eventos sociales donde ambos grupos convergen y presenta un modelo funcional para entender el contacto cultural.Trabajos ms recientes sobre los mayos y que hacen alusin a la temtica que se pretende abordar son los de Alejandro Figueroa, quien en Por la tierra y por los santos (1994) presenta una excelente investigacin etnogrfica desde una perspectiva interdisciplinaria que involucra aportaciones de la psicologa social, los estudios culturales, la historia y la fenomenologa; y estudia la identidad y la persistencia cultural de las etnias mayo y yaqui as como sus diferencias y semejanzas en cuanto a la realizacin de sus rituales religiosos y su organizacin social. Su enfoque interdisciplinario lo vuelve innovador en el quehacer antropolgico y es uno de los primeros trabajos que introduce el anlisis de la identidad tnica en la regin yoreme. Jess ngel Ochoa Zazueta Los mayos. Alma y arraigo. (1998) El libro de Ochoa Zazueta es quiz el mejor documento etnogrfico que se ha escrito sobre los mayos de Sinaloa, pues no slo se enfoca en el aspecto religioso sino tambin rescata muchos elementos de su tradicin oral y cosmovisin, a partir de la voz de los mismos integrantes de la etnia y presupone una introduccin ms detallada sobre los sujetos de la investigacin.Ochoa parte de un enfoque estructuralista y se centra en describir densamente la organizacin de las festividades religiosas dentro de las comunidades mayos, pues las concibe como el referente mayor de su identidad tnica; en su trabajo hace algunas descripciones acerca de los intereses que los no indgenas persiguen cuando se apropian de las festividades yoremes. Sin embargo, al no ser este su objetivo central, no aparece plateada detalladamente esa situacin como problema.El indigenismo en la sierra Tarahumara de Chihuahua (2002) de Juan Luis Sariego Rodrguez aborda la poltica indigenista en la sierra tarahumara durante el siglo XX, a partir de la instalacin del Centro Coordinador Indigenista de la Tarahumara en Guachochi, Chihuahua, por el Instituto Nacional Indigenista en los aos cincuenta. Al mismo tiempo explica y evala los resultados y pertinencia propia de esta poltica, pero sobre todo de su compatibilidad, capacidad de adaptacin y concordancia con la cultura de los pueblos indios que habitan la Sierra de Chihuahua y explora tambin las relaciones intertnicas entre estos grupos y los no indgenas, as como sus relaciones de poder y dominio.Este es un primer acercamiento en torno a la bibliografa de mi tema de investigacin.

Marco terico.La etnicidad y la identidad han sido temas recurrentes dentro del campo de las ciencias sociales, principalmente en la antropologa, que a partir de la mitad del siglo pasado empez a cuestionar los supuestos de la modernidad, basados en la idea de una integracin y homogeneizacin de las culturas en Estados-nacin.En ese contexto, el concepto de etnia y grupo tnico emergi como una manera de explicar la persistencia de las identidades frente a procesos de cambio y en muchos casos de dominacin, como desafo a las teoras de la modernidad.Autores como Fredrick Barth (1976) y Brackette Williams (1989), han abordado este tema y planteado discusiones en torno al origen y la factibilidad de estudiar a los grupos tnicos como relaciones y procesos, donde la cultura es una cuestin secundaria al establecimiento de fronteras, dndole primaca a lo que cada grupo decide definir como tal y no precisamente los contenidos culturales.Estas perspectivas nos permiten entender cmo se construye la etnicidad dentro de los aparatos estatales y nos lleva a otros debates en torno al multiculturalismo, y tambin a las maneras en que emergen nuevas formas de organizacin en la sociedad, donde los grupos tnicos se vuelven grupos de inters para alcanzar ciertos beneficios sociales, polticos y econmicos (Bell, 1989).Para este trabajo se utiliza la perspectiva de Barth, quien define el grupo tnico desde una perspectiva subjetivista como categoras de adscripcin e identificacin que son utilizadas por los actores mismos y tienen por tanto, la caracterstica de organizar interaccin entre los individuos (Barth, 1976: 11).La pertinencia de la definicin que nos ofrece Barth es que me permite romper con puntos de vista prejuiciados que relacionan a los grupos tnicos como portadores de una cultura con una naturaleza continua e inamovible en el tiempo y el espacio social y los factores que determinan las formas de sus unidades; es decir, los aspectos visibles como la lengua, la vestimenta, objetos materiales, patrones de comportamiento y la pertenencia a un territorio particular ya no son variables que determinan la naturaleza de los grupos tnicos. Asimismo, pueden existir variantes regionales de una conducta manifiesta institucionalizada, que no reflejan, sin embargo, diferencias en su orientacin cultural (Barth, 1976: 14). Lo que indica que dentro de los grupos tnicos est presente la diversidad y la diferenciacin entre los individuos.En este sentido un grupo tnico es una forma de organizacin social y tambin de movilizacin estratgica que apela a la autoadscripcin categorial, la cual se entiende como aquellos rasgos que los actores consideran significativos para ellos en relacin con otros individuos o grupos y no precisamente por las diferencias objetivas. Dichos rasgos significativos pueden ser utilizados como distintivos o referentes de identidad y permiten establecer fronteras y lmites entre colectividades. La definicin de Barth est basada en la de Max Weber, quien en el captulo IV de su obra Economa y sociedad define a los grupos tnicos como: Aquellos grupos humanos que, fundndose en la semejanza del hbito exterior y de las costumbres, o de ambos a la vez, o en recuerdos de colonizacin y migracin, abrigan una creencia subjetiva en una procedencia comn (Weber, 1979: 318).Unas pginas ms adelante, Weber especifica que tambin un grupo tnico tiene una creencia en una comunidad de sangre (Weber, 1979: 320) y alude a tipo de honor especfico, el honor tnico (Weber, 1979: 319).Como puede notarse, la definicin de Weber apunta a tres direcciones: 1) el grupo tnico como una construccin social; 2) intenta dar sentido a la movilizacin poltica de los individuos; y 3) el grupo tnico es utilizado para establecer diferencias y fronteras tnicas.Ligado al concepto de grupo tnico, se encuentra el de identidad, que tambin nos sirve como una categora analtica para comprender el entorno especifico donde se gestan relaciones sociales entre distintos agentes y el desarrollo histrico de cada uno. Sin embargo, el concepto de Barth me podra llevar a una perspectiva reduccionista, puesto que es muy til para explicar le reorganizacin social de algunos rasgos pero no su origen o significado para los actores que los utilizan, lo cual podra incidir en su uso poltico, por esta razn establezco como puente el concepto de identidad de Gilberto Gimnez para enlazar la perspectiva de Barth con la de Claudio Lomnitz que presento ms adelante.La identidad desde la perspectiva de Gimnez se entiende como identidad la apropiacin distintiva de ciertos repertorios culturales que se encuentran en nuestro entorno social, en nuestro grupo o en nuestra sociedad (Gimnez, 2007: 25). Pero la identidad tnica, aunque se expresa como subjetividad de los actores, individuales o colectivos, y aun cuando posee elementos afectivos que remiten a lealtades primordiales, tambin se encuentra directamente relacionada con factores de carcter objetivo (Figueroa, 1994: 35). Para esto es preciso tomar en cuenta el contexto social y la biografa de cada sujeto en relacin a la definicin que hacen de s mismos y el sistema de valores que perciben y encuentran en su cotidianidad.Existen muchas definiciones de identidad y el peligro latente de caer en concepciones esencialistas que la vean como el conjunto de elementos culturales heredados de una generacin a otra que impone un conjunto de caractersticas fijas de las que las personas no pueden liberarse, como una camisa de fuerza que limita y constrie. Sin embargo, dentro de un mismo grupo tnico donde se comparten rasgos culturales e identitarios, se desmoronan los valores y significados conjuntos y surgen nuevos elementos de cohesin sociointercultural que sustentan nuevas concepciones del mundo y la complejidad religiosa y cultural. Este trabajo se enmarca en la perspectiva de las identidades mltiples que Daz (2005: 53) presenta como:[] uno de los cuadros bsicos en el que debemos desarrollar una poltica propia acerca de la diversidad. Y, razonando a contrario, de ella se desprende que de seguro debemos rechazar cualquier poltica fundada en las identidades como si fuesen esencias, entes estticos o invariables, nicos e irreductibles entre s, que no admiten la combinacin de pertenencias y, en fin, imponen la poltica de la identidad exclusiva. Y particularmente para el estudio de la identidad y las relaciones intertnicas nos ayuda la perspectiva de Frigerio (2007: 100) quien afirma que: Resulta indispensable, por lo tanto, diferenciar entre la identidad personal de los individuos, sus identidades sociales y la identidad colectiva propuesta por el grupo. Cada uno de estos trminos denota un fenmeno social (y un objeto de estudio) diferente, aunque ciertamente interrelacionados.Una vez definidos los conceptos centrales y de acuerdo con mi problema de investigacin, no basta con establecer los conceptos fundamentales sino revisar si realmente tales conceptos pueden ser sujetos de verificacin emprica, por lo que creo conveniente utilizar el modelo de Claudio Lomnitz para el estudio de la cultura regional, ya que atiende la produccin de la cultura y la identidad, y la dimensin sistmica del espacio en relaciones de poder en el que la cultura se entiende como produccin y no como producto.La cultura y la identidad no aparecen como textos que emplean experiencias comunes, y Lomnitz relaciona coherentemente lo cultural con la economa y la poltica que produce espacios diferenciados en constante interrelacin, el cual se expresa en su concepto de cultura regional que Lomnitz (1995: 39) precisa como aquella cultura internamente diferenciada y segmentada que se produce a travs de las interacciones humanas en una economa poltica regional y se relaciona con los diversos espacios culturales que existen en una cultura regional pueden analizarse en relacin con la organizacin jerrquica del poder en el espacio (Lomnitz, 1995: 39).A partir de la cultura regional se pueden ver grupos de identidad en interaccin y marcos de comunicacin con estos grupos donde se distribuyen signos y producen significados. Es as como toda cultura regional comporta alguna variacin sistemtica de los significados que se adhieren a los signos an en el caso de los dominios culturales regionalmente compartidos (Lomnitz, 1995: 41). Retomo el modelo de Lomnitz porque me ayudara a no subsumir lo cultural a lo social, econmico y poltico, sino a ver la interrelacin de estos aspectos.Asociado al concepto de cultura regional se encuentra el de hegemona que ayuda a ver con claridad las dominaciones de clase y las relaciones de poder cuando los grupos entran en contacto y presupone una construccin sociocultural de las ideologas mediadoras entre los representantes polticos de cada grupo regionales y los contextos nacionales de poder.El modelo de Lomnitz plantea cinco conceptos analticos para estudiar los procesos y marcos de interaccin, as como las relaciones sociales dentro de una regin cultural, lo que me permitira observar los grupos de inters que estn definiendo la cultura yoreme-mayo y las disputas de cada grupo en torno a lo que ellos consideran sus elementos culturales.El primer concepto es la cultura de clase que representa una abstraccin porque no existe propiamente en un espacio regional, en este sentido la clase social se entiende como el lugar que los miembros del grupo ocupan en la produccin simblica y sus ambientes locales, es posible hablar de una cultura de clase nicamente cuando sta se ubica en la organizacin regional poltico-econmica (Lomnitz, 1995: 46).Cultura ntima es otro concepto que Lomnitz utiliza para evitar la confusin cuando se habla de cultura de clase y se entiende como el conjunto de las manifestaciones reales, regionalmente diferenciadas, de la cultura de clase en una regin donde interactan otros sujetos y grupos. Lo ntimo se refiere a esos espacios que las personas comparten en su cotidianidad, por ejemplo, el hogar y el lugar de trabajo, que a su vez interactan con otro tipo de espacios como la comunidad (Lomnitz, 1995: 46).Para este proyecto de investigacin analizar los procesos externos y los espacios ms ntimos me permite ubicar un campo social de relaciones con imbricaciones microsociales y macrosociales, es decir, el marco de interaccin y los eventos sociales cuando interactan individuos mayos y mestizos, un individuo mestizo con un grupo social mayo y viceversa, o bien entre instituciones sociales mayos e instituciones sociales mestizas.Adems el concepto de cultura ntima enlazado al de cultura de relaciones sociales que se define como el campo simblico en el que se establecen objetivamente las relaciones de poder entre culturas ntimas (Lomnitz, 1995: 47). De acuerdo con esto, las formas de interaccin entre mayos y mestizos pueden ser analizadas en relacin a dos procesos: la mitificacin que en este caso se entiende como la apropiacin, recontextualizacin y resignificacin de un signo por parte de un grupo social (Barthes citado por Lomnitz, 1995: 47); y la enajenacin y el fetichismo donde se negocian representaciones simblicas en un conjunto de marcos de interaccin.Un acercamiento a la cultura de relaciones sociales permitira observar la valorizacin diferencial de la identidad yoreme a travs de lo que los mayos dicen sobre si mismo y lo que los mestizos proyectan cuando intervienen en la organizacin social y el sistema de creencias yoremes que podra mitificar la religin yoreme creando la ilusin de que existe una autenticidad cultural manifiesta en los rituales e insertos en un campo de poder donde convergen intereses econmicos y polticos, enajenacin y fetichismo.De acuerdo con Lomnitz (1995: 53) las fronteras tnicas suelen construirse sobre la base de las culturas ntimas y la cultura de relaciones sociales tiende a favorecer a la clase que controla los marcos de interaccin entre los grupos y la etnicidad al igual que el punto de vista de Barth se convierte en una diferenciacin como forma de movilizacin estratgica. En este sentido el concepto de ideologa localista embona perfectamente pues se refiere a un conjunto de principios culturales que se pueden aplicar a una misma situacin.Mayos y mestizos estaran inmersos en la recreacin de culturas ntimas donde ambos seleccionen los elementos culturales que prefieren mostrar y crear sus grupos de identidad para negociar sus demandas de clase como poblaciones dominantes y subordinadas. Lomnitz presenta otra definicin de etnia que desde mi punto de vista le confiere ms agencia a los sujetos que la planteada por Barth, puesto toma en cuenta los elementos de la cultura ntima que no estn mediados por el Estado.Lomnitz (1995: 54) nos dice que:Los grupos tnicos son constituidos con base en culturas ntimas, y el proceso mediante el cual una cultura ntima se liga con otra y se transforma en un grupo tnico contribuye a la institucionalizacin de las prcticas sociales compartidas en una cultura ntimaEl ltimo concepto del modelo de Lomnitz es el de mestizaje que es aquel proceso que extrae las comunidades de su cultura de origen sin asimilarlas a la cultura dominante (Lomnitz, 1995: 59).

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