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MINISTERIO DE SALUD
POLITICA NACIONAL DE
SEXUALIDAD
I PARTE
Marco Conceptual y Normativo de la Política
2010-2021
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María Luisa Ávila Agüero. Ministra de Salud.
Ana Cecilia Morice Trejos. Viceministra deSalud.
Rosanna García González. DirectoraGeneral de Salud.
Andrea Garita. Directora Dirección de Plani-
ficación Estratégica y Evaluación de lasacciones en Salud.
Alejandra Acuña. Ministerio de Salud. Direc-ción de Planificación Estratégica y Eva-luación de las acciones en Salud. Unidad dePlanificación Estratégica de la ProducciónSocial de la Salud.
Edda Quirós. Ministerio de Salud. Direcciónde Planificación Estratégica y Evaluación delas acciones en Salud. Unidad de Planifi-cación Estratégica de la Producción Socialde la Salud.
Yadira Fernández. Ministerio de Salud.División Técnica de Rectoría de la Salud.
Soledad Díaz.Margarita Murillo.
San José, Costa Rica. Marzo 2011
Alejandra Mora. Defensoría de la Mujer de laDefensoría de los Habitantes.
Tatiana Cartin. Ministerio de Educación.Dirección de Promoción y Protección deDerechos.
Daria Suarez. Centro de Investigación ypromoción para América Central de Dere-
chos Humanos CIPAC.
Laura Sánchez. Fondo de Población deNaciones Unidas.
Oscar Valverde. Fondo de Población deNaciones Unidas.
Créditos
Grupo Intersectorialde trabajo
Aportes técnicosa la Política
Ilustración de portada: Ruth AnguloDiagramación: Iván Pacheco H.Impresión: Diseño y Artes AmónFotos: Archivo de UNFPA. Costa Rica. 2011
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Indice
I. Presentación ……………………………………………………………………………………..
II. Introducción ……………………………………………………………………..………………
III. Marco teórico y conceptual sobre sexualidad ……………………………………………
-La salud, la sexualidad y sus determinantes …………………………………………………….
-Sexualidad es desarrollo integral de PERSONAS ……………………………………………..
¿Es necesario contar con condiciones para el ejercicio de una sexualidad integral? ……….
- Viviendo en mundo diverso…………………………………………………………………….....
- Fortaleciendo el ejercicio de nuestra Ciudadanía Sexual ………………………………........
- La violencia sexual: Un grave obstáculo en el ejercicio de la ciudadanía sexual…………
- El derecho a una atención integral a las necesidades y demandas de las personas
usuarias de servicios de salud sexual y reproductiva ………………………………………..…
IV. Marco jurídico internacional y nacional sobre el derecho a la
salud y a una sexualidad integral …………………………………………………………........
- El derecho humano a la salud ……………………………………………………………………
- Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son parte fundamental del derecho
a la salud …………………………………………………………………………………………….
- Marco jurídico nacional vinculado a la sexualidad …………………………………………….
- Políticas Públicas en Costa Rica y su relación con los derechos humanos vinculados a la
sexualidad …………………………………………………………………………………………...
Bibliografía …………………………………………………………......…………………..............
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Reconocer que el ejercicio de una sexuali-dad segura, informada y en corresponsabili-dad es un derecho fundamental en salud, esun imperativo público.
Si la salud es un bien de interés público, lavivencia de una sexualidad integral será
también un bien esencial y por consiguientedeberá ser responsabilidad del Estado laformulación de políticas públicas que lapromuevan y garanticen.
Respondiendo a esta responsabilidad comoMinisterio de Salud estamos presentandoesta Política Nacional de Sexualidad queesperamos facilite articular los esfuerzos delos diferentes actores sociales claves
responsables de garantizar y respetar elacceso y ejercicio al derecho a una sexuali-dad integral para todas las personas quehabitan este país, como parte integral delderecho humano a la salud.
Esta Política Nacional de Sexualidad seencuentra dividida en dos partes. Esteprimer documento que reúne el marcoconceptual y normativo que orienta esta
Política y un segundo documento que con-tiene un análisis de situación relacionadoa diferentes aspectos de la sexualidad, asícomo el propósito, enfoques, asuntos críti-cos y áreas de intervención de la política deSexualidad.
Sabemos que nos enfrentamos a un grandesafío: promover y garantizar el derecho auna sexualidad integral que abarque susdiferentes determinantes y que trascienda elparadigma de un abordaje biologista,basado en la atención del daño a la salud ycentrado en la genitalidad, hacia un abor-
daje integral, basado en la promoción de lapersona, que se enfoque en la búsqueda derelaciones de igualdad, respeto y cuidadomutuo.
Tenemos claro que enfrentar este desafíorequiere de un cambio de enfoque de lasorganizaciones públicas y privadas y unabordaje intersectorial y para ello es necesa-rio unir esfuerzos e identificar con claridad
las responsabilidades.
Somos muchas las instituciones y organiza-ciones que queremos asumir este reto con lavida y para la vida y la construcción colec-tiva de esta Política Nacional de Sexualidades a una prueba de ello.
I. Presentación
Dra María Luisa Ávila AgüeroMinistra de Salud
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II. Introducción
En los últimos 30 años se han generadoimportantes avances en el reconocimientodel derecho a vivir una sexualidad segura,informada y corresponsable gracias a la vozque han levantado diferentes grupos en ladefensa de sus derechos sexuales y dere-chos reproductivos y a una importante inda-gación psicológica, sociológica y antro-pológica, a investigaciones biomédicas, a lavigilancia epidemiológica y al trabajo clínico.
Asimismo el surgimiento de la pandemia deVIH y un mayor reconocimiento respecto delimpacto de otras infecciones de transmisiónsexual llevó a la humanidad entera a reco-nocer lo importante que era centrarse enfacilitar las condiciones para la promociónde cambios de comportamiento que llevaraa la vivencia de una sexualidad integral.
Es incuestionable que la promoción de lasalud sexual y la salud reproductiva esfundamental para la consecución de lasalud y el bienestar, así como para alcanzarel desarrollo sostenible y, más específica-mente, para la ejecución de los Objetivos deDesarrollo del Milenio (ODM). Por estarazón ha sido colocada en el marco interna-cional y en los países como de central aten-ción para la garantía del derecho a vivir.
Es tarea del Estado intervenir en aquellasáreas que se consideran éticamenteinaceptables y que ocasionan riesgos,enfermedad y muerte a grupos de poblaciónparticulares, en este sentido sabemos quenegar el derecho a una sexualidad integralpuede convertirse en un grave obstáculopara el bienestar de las personas.
Adoptar estrategias que promuevan unasexualidad segura, informada y correspon-sable no se relaciona sólo con brindar infor-mación, garantizar el acceso a los serviciosde salud o la atención de infecciones detransmisión sexual. Tiene que ver con facili-tar en las mujeres y en los hombres el forta-lecimiento de su autonomía y de un sentidode solidaridad y cuidado mutuo.
Una Política de Sexualidad debe promover
el derecho de todas las personas a contarcon información y servicios que les facilite latoma de decisiones.
Necesitamos procesos de reflexión y cons-trucción de nuevas formas de vivir lasexualidad, donde la discriminación, ladesigualdad y la violencia no tengan cabida.
Necesitamos procesos de reflexión sobre laforma en que por acción o por omisión con-
tribuimos a que se viole el derecho de laspersonas a recibir información adecuadaque contribuya a que vivan con calidad.
Urge revisar nuestros propios prejuicios,estereotipos, temores y dudas e identificarestrategias de cambio que faciliten convertir-nos en promotores/as y defensores/as delderecho a SER PERSONAS y vivir unasexualidad placentera, solidaria y desde elcuidado mutuo.
Esta Política de Sexualidad pretende contri-buir desde un enfoque de derechos huma-nos, igualdad de género y diversidad, a quetodas las personas sin discriminación tenganel derecho a una sexualidad que lleve a rela-ciones más justas, afectivas, placenteras,equitativas, de respeto y de crecimientomutuo.
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III. Marco teórico y conceptualsobre sexualidad
La salud, la sexualidad y sus determinantes
Sexualidad es desarrollo integral de PERSONAS
¿Es necesario contar con condiciones para el ejercicio de una sexualidad integral?
Viviendo en mundo diverso
Fortaleciendo el ejercicio de nuestra Ciudadanía Sexual
La violencia sexual: Un grave obstáculo en el ejercicio de la ciudadanía sexual
El derecho a una atención integral a las necesidades y demandas
de las personas usuarias de servicios de salud sexual y reproductiva
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Cada vez es más evidente la necesidad deabogar por cambios en las políticas públicasa fin de que se reconozca la sexualidadcomo un ingrediente clave en la salud y elbienestar.
Gracias a largas luchas por mejorar la cali-dad de vida y bienestar, se reconoce que lasexualidad es una esfera central del ser
humano que se relaciona con lo biológico, loemocional y lo social. Se sabe que lasexualidad puede ser una fuerza o poten-cialidad vital para la protección y conserva-ción de la vida y el bienestar y puede serfuente de gran placer para muchas perso-nas, pero puede ser también “fuente detemores, vergüenza, ansiedad para muchasotras...puede ser una gran vía de comuni-cación, pero puede ser también un instru-
mento de explotación y abuso... Implica, porconsiguiente, tanto un BIEN como unaRESPONSABILIDAD del ser humano”(Quirós, 2007).
La sexualidad es una expresión más de lavida del ser humano, y es claro que no em-pieza ni termina con la genitalidad o las rela-ciones sexuales y la reproducción ya quepone en el centro de la reflexión derechos
humanos fundamentales como (Quirós,2007):
- el derecho a relaciones de equidad eigualdad entre las mujeres y hombres- el derecho a información diversa, clara,veraz y oportuna que facilite la toma dedecisiones- el derecho a una vida y una sexualidadlibre de toda forma de coerción, manipu-lación o chantaje. Es decir el derecho avivir libre de la explotación sexual sobre
todo para las niñas, niños y adolescen-tes- el derecho al placer- el derecho a la intimidad- el derecho a la dignidad
Es esencial reconocer que cada uno deestos derechos humanos relacionados con lasexualidad no será posible garantizarlos si
no se coloca en el centro de la reflexión y dela acción la necesidad de consolidar relacio-nes de justicia, equidad e igualdad entre laspersonas como requisito fundamental para lavivencia de una sexualidad segura, amorosa,placentera y solidaria.
Promover la igualdad y cuestionar los man-datos de género e identificar qué de esosmandatos e inequidades daña en cada edad
la vida de las mujeres y los hombres, es cen-tral en una política de sexualidad ya quetiene que ver con la posibilidad de crearcondiciones que les permitan reconocerse yser reconocidas como personas con dere-chos y responsabilidades en las vivenciasrelacionadas con la sexualidad.
- el derecho a la afectividad- el derecho a mantener relaciones de
justicia y respeto con otras personas yconsigo misma/o
Marco teórico y conceptual sobre
sexualidad
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J. Breilh señala: “La salud en el ser humanono es fenómeno biológico, es un procesosocio-biológico integrado y dinámico. El serhumano es un ser social por excelencia ysus procesos biológicos están en perma-nente interacción con los procesos socialesdándose una mutua transformación”. Lobiológico está determinado por lo social yestá muy vinculado con lo político, loeconómico y lo cultural, y estos factores van
determinando la transformación de la salud.La salud individual y colectiva dependerá delos determinantes de la salud (factoresbiológicos, medio ambiente, estilo de vida,políticas públicas, servicios de salud, facto-res económicos y macrosociales) como dela respuesta que den los diversos actoressociales involucrados de alguna manera enla cuestión de la salud.
En este sentido la sexualidad debe versecomo una construcción histórica y culturalque está determinada y se arraiga en elcuerpo y la mente. Al respecto Petchesky(2008) dice “la sexualidad no es reducible auna parte del cuerpo o a un impulso; debeser entendida como parte integral de unamatriz de fuerzas sociales, económicas,culturales y relacionales; es construida másque concedida”.
La sexualidad es producto de múltiples in-fluencias e intervenciones sociales. Lasáreas particularmente importantes, que sedestacan en la organización social de lasexualidad son: parentesco y sistemas fami-liares, organización social y económica, regla-mentación social, intervenciones políticas y el
desarrollo de culturas de resistencia(Weeks, 1998). El ciclo de vida, tambiénconstruido socialmente debe ser contem-
plado en un concepto de sexualidad, inclu-yendo las historicidades individuales ycolectivas (Minello, 1998).
Desde esta perspectiva se puede entenderque la sexualidad es un constructohistórico-social en la que interactúan lascreencias, las relaciones y las identidadesrelativas al cuerpo y sus placeres (Foucault,1998). No es estática, va cambiando con eltiempo y la historia de las personas, por eso
se expresa de maneras distintas durante elciclo vital pasando por etapas diferentessegún la edad de las personas. La Orga-nización Panamericana de la Salud (OPS)propone una definición que contempla losdiferentes determinantes y es la que seusará como marco orientador paraentenderla. La OPS dice:
“El término “sexualidad” se refiere a unadimensión fundamental del hecho de ser
un ser humano: Basada en el sexo,incluye al género, las identidades desexo y género, la orientación sexual, elerotismo, la vinculación afectiva y elamor, y la reproducción. Se experimentao se expresa en forma de pensamientos,fantasías, deseos, creencias, actitudes,valores, actividades, prácticas, roles yrelaciones. La sexualidad es el resultadode la interacción de factores biológicos,psicológicos, socioeconómicos, cultura-
les, éticos y religiosos o espirituales. Sibien la sexualidad puede abarcar todosestos aspectos, no es necesario que seexperimenten ni se expresen todos. Sinembargo, en resumen, la sexualidad seexperiencia y se expresa en todo lo quesomos, sentimos, pensamos y hacemos”(OPS, 2000, p. 6).
La salud, la sexualidad y sus
determinantes
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Esta definición de sexualidad sintetiza elconcepto mencionando como central yfundamental: la dimensión del ser humano,
cuyo pleno desarrollo integral se consiguesolventando las necesidades y demandasde contacto, intimidad, expresión emocional,placer, ternura y amor en un ambiente rela-cional libre de coerción y violencia.
Asimismo, la Asociación Mundial de Se-xología en el 14° Congreso realizado enHong Kong en 1999 expresó que “el desa-rrollo pleno de la sexualidad es esencialpara el bienestar individual, interpersonal ysocial” y avaló la Declaración sobre dere-chos sexuales que habían emitido en 1997como una manera de mirar el derecho a lasexualidad, plena y placentera como underecho humano.
La sexualidad es parte integral de la personay de la forma cómo se relaciona, da afecto ycomparte sentimientos, vivencias y pensa-mientos integrando tres elementos funda-
mentales: libertad, autonomía y responsabi-lidad.
Cuando hablamos de sexualidad hablamosdel desarrollo integral de PERSONAS(Quirós, 2007), es decir:
- “Personas con Libertad: con capacidad deoptar entre las diversas alternativasposibles, lo cual requiere de informaciónprevia y objetiva. La ausencia de cono-cimiento sobre sexualidad (por incapacidado negación de las y los adultas/os abrindarla) se convierte, entonces, en unobstáculo contra la libertad individual. Obvia-
mente la libertad no es absoluta. Incluso, amedida que el ser humano opta, él mismo vareduciendo el ámbito de su propia libertad.
- Personas con Autonomía: Son personasque ejercen su derecho a decidir libre yresponsablemente sobre cuestiones funda-mentales de su vida.
El respeto de la autonomía de las personasen el ejercicio de su sexualidad se basa en laausencia de coerción y/o violencia sobre otrapersona que es dotada de libertad y razón,
más aún implica que, no se puede obligar alas personas a admitir un valor que no com-parte o que se le quiera imponer (Carrera,2009), porque además el reconocimiento dela autonomía se expresa como derecho quetiene una persona a tomar decisiones sobresí en una sociedad secularizada, diversa yplural (Marlasca, 2001).
La Declaración Universal sobre Bioética yDerechos Humanos, también reconoce a laautonomía como la facultad de las personasde tomar decisiones, es más, en su artículo 5se refiere a las personas que carecen decapacidad para ejercer su autonomía,sugiriendo que habrá de tomarse medidasespeciales para proteger sus derechoshumanos. Esta misma Declaración esta-blece que, además de respetar la autonomíade las personas usuarias, corresponderespetar la privacidad y la confidencialidad
de ellas; la información que atañe a laspersonas usuarias debe protegerse en con-formidad al derecho internacional de dere-chos humanos (artículo 9).
El reconocer la diversidad y la pluralidad dela sociedad, para defender la dignidad y las
Sexualidad es desarrollo integral de
PERSONAS
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libertades fundamentales de las personaspasa por identificar la interculturalidad; elenfoque se denomina intercultural, definido
como una interacción entre dos identidades,una relación entre dos individuos que haninteriorizado en su subjetividad una cultura,en función de su edad, sexo, clase social ytoda su historia personal (Barth & Díaz,2000).
“Personas con Responsabilidad , es
decir personas con conocimiento y con-
ciencia de las consecuencias de las
propias acciones. La primera respon- sabilidad es consigo misma, pero tam-
bién con la otra persona, la comunidad
en la cual se desenvuelve y la historia.
El prerrequisito de la responsabilidad es
la LIBERTAD. No será responsable
quien no ha sido libre, pues nadie tiene
por qué asumir responsabilidades por
decisiones de otros.” (Quirós, 2007)
En opinión de Campos y Salas (2002), unapersona puede vivir su sexualidad demanera integral y responsable si dispone deinformación amplia, objetiva, científica, condiferentes enfoques acerca de la sexualidad;si tiene la oportunidad de expresar y encon-trar algunas respuestas a sus dudas, dereflexionar sobre sí mismo/a; y sobre su vidaafectiva; que sea capaz de disfrutar sin
hacer daño físico y psicológico, ni a símismo ni a otros; una persona que seacapaz de experimentar placer con respon-sabilidad; que sea capaz de respetar valoresuniversales de convivencia; que sea capazde ser asertiva para reconocer y defendersus derechos y los derechos de otros.
Ser mujer y hombre, porque nos asig-nan deberes particulares desde loscuales se tiene que vivir la sexuali-dad.Las enseñanzas de cómo es y cómodebe ser el cuerpo de cada uno.Los poderes asignados a esa sexuali-dad. Es decir, el poder que me dahacer uso de esa sexualidad.
Las prácticas sexuales.Las creencias, valores y mandatosque norman la sexualidad desdecada contexto cultural, social,político, económico, familiar yreligioso en el que las mujeres y loshombres se desenvuelven.La experiencia particular de lasexualidad que cada mujer y hombrevive, ya sea para reproducir los man-
datos o para transgredirlos.
Promover el ejercicio de una sexualidadintegral nos obliga a hablar, analizar y sobretodo cuestionar y re-significar (darle nuevos
significados) a:
En este sentido la vivencia de un sexualidadintegral tendrá que estar marcada por laigualdad y equidad entre hombres ymujeres; por la revisión de las representacio-nes, creencias, ideas y pensamientos que setienen acerca de la sexualidad y el cuerpo ypor una ética personal que nos permitereconocer que dos elementos centrales que
deben acompañar el placer son el cuidadopor la integridad y valoración del propiocuerpo y del cuerpo de la otra persona.
Todas las personas tenemos derecho a viviruna sexualidad segura y corresponsable sinverse sujeta/o a coerción, manipulación y laviolencia; a vivir relaciones de equidad entre
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hombres y mujeres dentro de la vida sexualy la reproducción y al pleno respeto de laintegridad, que exige el respeto y consen-
timiento recíprocos y la voluntad de asumirconjuntamente la responsabilidad de lasconsecuencias del comportamiento sexual.
“El aprender sobre la sexualidad es un
proceso que dura toda una vida y es
parte fundamental de la socialización
de todo ser humano. No obstante, lospadres generalmente no están prepara-
dos o no están dispuestos a proporcio- nar información sobres sexualidad a las
y los jóvenes, ni hablar sobre estos
temas sexuales. En este contexto es
imperativo que los niños, niñas, espe-
cialmente los y las adolescentes,
tengan acceso a información y a edu- cación correcta, accesible y apropiada
a su edad, en lo que respecta a su
sexualidad y su salud sexual”(Coalición de Jóvenes a favor de la
CIPD, 2000, p. 1).
Cada Estado tiene la responsabilidad decrear las condiciones para que las mujeres yhombres a lo largo de su ciclo de vida ysegún su nivel de desarrollo cuenten con elconocimiento, la autonomía y lashabilidades-tales como la comunicación, latoma de decisiones y la negociación- paragozar de una buena salud sexual (Ídem, Opcit).
En este sentido crear espacios para unaeducación integral de la sexualidad es unaprioridad que, según el Ministerio de Edu-cación Pública (MEP, 2005) se relaciona con:
- dar voz y protagonismos a las mujeres yhombres en su derecho a la información y arecibir una educación adecuada de la se-
xualidad de acuerdo a su ciclo de vida y conrespeto a sus derechos humanos;
- aprender voluntariamente a dar y recibirafecto;
- la vivencia de un placer que cuida la inte-gridad y la valía personal en corresponsabili-dad;
- fortalecer el respeto y el cuidado mutuo;
- responsabilizarse del actuar;
- asumir el pleno disfrute de la convivencia;
- dar recursos y fortalezas a las familias paraque puedan acompañar a sus hijas e hijos;
- construir nuevas relaciones entre mu- jeresy hombres donde no se ejerza el poder de
dominio;
- ser una sociedad que crea las condicionespara que se haga efectivo el derecho a viviruna sexualidad integral (OPS/OMS, 2000);
- compromiso político para reconocer quevivir una sexualidad integral es un derechofundamental y es una responsabilidad delEstado su promoción;
- políticas públicas que definen respon-sabilidades claras y precisas, destinadas ala protección y promoción de una sexualidadintegral como un derecho humano;
- legislación vigente que proteja el derechode las personas sin distinción alguna a vivir
¿Es necesario contar con condiciones para
el ejercicio de una sexualidad integral?
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Viviendo en mundo diverso
“El hecho de que no todos somos iguales en
cuerpos, deseos, emociones e identidades,
es fácilmente reconocible. Sin embargo lo
que no es tan fácil reconocer es que estas
diferencias no implican, de manera “natural”
que a unos seres humanos se les reconoz-
can derechos y a otros se les nieguen los
mismos, ni significan que las personas que
son reconocidas como “diferentes a la ma-
yoría o a la normalidad” estén “enfermas” o
sean “aberrados sexuales” y mucho menos,
que por esa característica deban ser exclui-
dos de la sociedad. Este concepto es princi-
palmente, un concepto alternativo al de
“perversión”, “desviación” o “aberración”, y
supone el reconocimiento que se tiene dere-
cho a existir y manifestarse sin más límite
que el respeto a los derechos de las otras
personas” (Velasco, 2009).
De ahí que desde la diversidad sexual sereconoce que todos los cuerpos, comporta-mientos, pensamientos, sensaciones,deseos, expresiones y manifestacionessexuales forman parte de un amplio espec-tro que está disponible para toda persona ypara la construcción de su identidad y formaparte de este abanico de posibilidades se-xuales, que tiene igual derecho de existir ypresentarse siempre que no atente contra su
integridad o los derechos de terceros.
Para su mejor entendimiento es fundamentalreferir algunas variables que se encuentranen la sexualidad humana desde susdiversas formas de expresión; como elaspecto biológico o sexo, la identidad sexual,
una sexualidad integral. Que proteja de laexplotación a las personas vulnerables(ejemplo la prohibición de la explotación
sexual infantil); de violación a la integridaddel cuerpo; que protejan los derechos de laspersonas independientemente de su identi-dad y orientación sexual; que protejan elderecho a contar con información clara yprecisa sobre la sexualidad, que protejan elderecho a decidir el número e intervalo dehijos/as, entre otros. (OPS/OMS. 2000)
Vivimos en un mundo diverso y eso significaque la vivencia de la sexualidad se puedeexpresar de diferentes formas según sea laedad, el género o las diferentes manifesta-ciones y expresiones de género, la etnia ypor supuesto la orientación sexual y expre-sión de la identidad.
A lo largo de estos años se ha avanzado enreconocer y comprender las formas diversasen que las personas viven, piensan, se rela-cionan y sueñan según sus particularidades.Se ha avanzado en identificar como sobre labase de las diferencias se instauró ladesigualdad y la discriminación para estosgrupos, pero lo que ha sido más difícil paramuchas personas es reconocer, compren-
der y respetar la diversidad sexual.
Por esta razón y por el impacto que tiene ladiscriminación sobre estas personas, susallegados/as, familias y la sociedad en ge-neral, es necesario abrir un espacio parareflexionar sobre esto.
La Diversidad Sexual
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el género, la identidad de género, la orien-tación sexual entre otras y que determinantodo lo relativo a la subjetividad de las
personas.
Sexo: Conjunto de características biológicasque definen a los seres vivos en dos grupos:hembras y machos. En el caso de los/asseres humanos/as se denominan: hombresy mujeres (MEP, DEISH. 2002)
Identidad sexual: convicción y aceptaciónde ser hombre o mujer, puede corresponder
al sexo biológico o no (Vega Alvarado,2004). Esta convicción interna puede refle- jar o no la apariencia externa o el rol degénero que impone la sociedad o que lapersona desarrolla y prefiere.
En tanto se reconoce y se hace una miradade la diferencia sexual más allá de lo bina-rio, lo dicotómico, es que podemos identifi-car las siguientes identidades sexuales:hombres, mujeres, transexuales, e inter-sexuales.
La identidad sexual tiene que ver con comoesta persona se identifica como hombre ocomo mujer, o incluso desde una indefin-ición. En este párrafo están mescladas tantoidentidades sexuales como hombres,mujeres o lo trans y transexuales y las orien-taciones sexuales como lo gay y lesbiana,por ejemplo.
Género: Conjunto de características socia-les, culturales, políticas, psicológicas, jurídi-cas, económicas asignadas a los sexos deforma diferenciada (Lagarde, 1994). Alude alos procesos de socialización de la mascu-linidad y feminidad, que se llevan a cabo en
hombres y mujeres (WEM, 2001). Es impor-tante recordar que la condición de genero seha expresado en formas diferentes a través
de la historia, ha variado en el tiempo y lacultura que lo define.
La identidad de género: es la incorporacióny aceptación que hace la persona de lasdemandas sociales según el géneroasumido a partir de su sexo, es aprendida,reforzada y sancionada (Vega, 2004). Asípues, se pueden distinguir múltiples mane-ras de expresar la feminidad y la masculini-
dad en el ámbito de la expresión de la se-xualidad y que no influye directamente en laatracción eróticoafectiva de una personahacia otra.
El concepto de orientación sexual, se refierea la atracción erótico-afectiva de unapersona hacia otra persona. La atracciónsexual puede ser hacia personas del otrosexo (heterosexualidad), del mismo sexo(homosexualidad y lesbianismo, ya seanhombres o mujeres respectivamente), ohacia ambos sexos (bisexualidad).
La persona tránsgenero se refiere a unapersona que vive en un sexo diferente delasignado al nacer. En el término trans no seidentifican dos sexos entre los cuales mo-verse, sino que es una forma de incluir,semánticamente, a aquellas identidadesque involucran movimientos en el género.No existe una obligatoria relación entreanatomía, expresión de género y sexuali-dad (Cabal & Leimgruber, 2004).
La persona travesti es aquella que nace y sele asigna el sexo masculino o femenino, mássu expresión de género no corresponde con
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la versión cultural de la feminidad o la mas-culinidad que se le otorga por el sexo con elque nació; es una persona que no quiere
modificar sus genitales, sino más bien usarpermanentemente ropas del sexo opuesto;el travestismo es independiente de la orien-tación sexual. (Cabal & Leimgruber, 2004)
La persona transexual se identifica comoaquella que asume, que pertenece al sexoopuesto, diferente del asignado al nacer, unfuerte malestar sobre su propio cuerpo, y eldeseo de cambiar su sexo al del sexo
opuesto a través de cirugías y/o del uso dehormonas (Cabal & Leimgruber, 2004)
Las personas que tienen cuerpos que nocorresponden a las normas definidas por elsistema patriarcal son denominadas inter-sexuales; esto porque tienen órganos geni-tales no definidos o con variaciones o bien ala vez órganos masculinos y femeninos, esdecir, el término intersexual “designa al con-
junto de variaciones que pueden producirseen la bianatomía de una persona - y particu-larmente, en los genitales -respecto de lacorporalidad masculina o femenina cultural-mente standard” (Cabral & Leimbruger,2004:70). En sentido amplio, la intersexuali-dad puede referirse a la amplísima gama delos seres humanos situados entre un polode masculinidad máxima y otro de máximafeminidad. La intersexualidad tiene que ver
con la diversidad de los cuerpos sexuados.
En concordancia del respeto a la diversidadsexual se debería considerar que, enrelación con la sexualidad nada estáacabado o definido, que es necesario serflexibles ante lo conocido y ser respetuosos
ante lo diferente, lo desconocido, tenerdisposición para discutir y aceptar el dere-cho humano a la elección (para aquellas que
si eligen vincularse erotica y amorosamentecon personas del mismo sexo) , y el respetoa la diferencia, a lo diverso. Figueroa (2001)distingue tolerancia de respeto, al considerarque con la primera existe la interacción dediferentes juicios de valor, con el riesgo deque se presente una tensión en el intercam-bio cuando se pretenda cambiar al que seidentifica como diferente; en cambio, elrespeto, el autor lo ubica como la aceptación
de las diferencias, en tanto en el intercambiode las mismas exista un enriquecimientomutuo.
La diversidad sexual, como resultado siem-pre cambiante de la mezcla de factoresbiológicos, culturales, espirituales y susdistintos tipos de manifestaciones, nutre ypermite que la persona se desarrolle yvincule en un mundo con una amplia gama
de riqueza desde lo diversamente humano.
Para ello es fundamental “reconocer lasinsuficiencias de los referentes culturales
que hasta el momento hemos construido y
comenzar a sustituirlos por una visión más
cercana a las realidades humanas, basada
en la necesidad de crear y respetar nuevas
normas que reconozcan la existencia de la
diversidad sexual, con sus correspondien-
tes derechos y deberes, límites y posibili-
dades por medio de los cuales se organiza
socialmente la vida erótica. Una visión que
contribuya a eliminar la dominación y subor-
dinación sexual, como garantía de nuevas
relaciones sociales y sexuales, de nuevas
oportunidades de placer y elección”. (Castro,2004)
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En esta Política se pretende posicionar unconcepto de ciudadanía que vaya más alláde un estatus político relacionado con eltérmino reconocido en la ConstituciónPolítica en el tanto este es un términoexcluyente y exclusivo para las personasmayores de edad y nacionales costarri-censes que tienen derechos plenos en elpaís. Por eso enfatizamos aquí en un con-cepto de Ciudadanía que trata de reconocerlas necesidades y derechos de las y loshabitantes sin distinción.
Aplicado a la sexualidad, la ciudadaníasexual será el tener voz y voto en las políti-cas y programas que afectan el ejercicioautónomo de la misma. Su ejercicio portanto tiene relación con el concepto de ser«sujeto de derechos», es decir, de vivir enun Estado que respeta y protege los dere-
chos humanos relacionados con la sexuali-dad de las y los ciudadanos y que asume laresponsabilidad de hacerlos cumplir.
Desde la perspectiva de los derechos huma-nos y de los derechos constitucionales ynormas jurídicas vinculados a la sexualidad
humana es urgente contar con instrumentosmás eficaces de intervención en este campo.Esto se traduciría además del conocimiento
de los derechos humanos internacionales yde las políticas, leyes y estructuras naciona-les; en la disponibilidad de servicios y recur-sos y la forma de tener acceso a ello(participación; prácticas y normas; defensa ypromoción; consentimiento derecho a deci-dir; protección entre otros) (Bonnie L.Shepard s/f).
El concepto de ciudadanía sexual tambiénpretende reivindicar, para su legitimaciónsocial y jurídica, las diferentes identidades yprácticas sexuales, reconociendo que ladiversidad de las sexualidades, de géneros,y la forma de expresarla cambia de maneradinámica según la historia vital de las perso-nas. Este componente de la ciudadaníasexual implica el reconocimiento de los dere-chos humanos de todos los ciudadanos/as,garantizando la no discriminación, y elrespeto por todas las formas de diversidad
sexual. (Rance, s/f).
La promoción de la ciudadanía sexual debeestar dirigido al trabajo de motivación, de sen-sibilización, de información, que cuestione yproporcione elementos a todas las personaspara entender el fenómeno de la desigual-dad, discriminación y la violencia, a la vezque fomente la articulación para la accióncolectiva en la defensa de sus derechos.
Por otra parte debe dirigirse al trabajo deseguimiento y reacción a la coyuntura, comointervención que coloca una explicación yuna posición desde una lógica de afirmaciónde derechos. Una reacción política que con-testa, que coloca otros razonamientos, otravisión frente al estado de las cosas.
Por tanto “defender la diversidad sexualimplica defender la vida democrática de
nuestras sociedades. Y como el proyecto
democrático, por sí solo, no genera condi- ciones para que exista libertad sexual es ne-
cesario impulsar ciertos acuerdos sociales
que eduquen contra la homofobia, impidan
la discriminación y fomenten el respeto a la
diversidad sexual humana”. (Lamas, 2009)
Fortaleciendo el ejercicio de nuestra
Ciudadanía Sexual
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A su vez pretende un trabajo de especia-lización, producción argumental e interpre-tación normativa para el litigio nacional e
internacional.
Y por último estaría dirigido a la búsquedade consensos y generación de alianzas,entendidas como la posibilidad y el interésde construir propuestas conjuntas y no sólocomo el acuerdo puntual que reaccionafrente a un hecho determinado. Eviden-ciando las relaciones de poder y competen-cia que genera la diversidad en todos losórdenes. (Universidad Cayetano Heredia.2004)
El reconocimiento de la ciudadanía sexual,implica que el Estado atiende los aportes ylas necesidades de los ciudadanos y lasciudadanas, en toda su diversidad etárea,étnica, geográfica, religiosa, así como suorientación sexual o expresión de su identi-dad sexual, es decir, personas que seasumen gays, lesbianas, heterosexuales,
bisexuales, travestis, transgéneros,transexuales e intersexuales. Así, el Estadoprocurará políticas públicas sociales yculturales que se basen en la promoción dela igualdad y la equidad, así como en elrespeto y reconocimiento de las todas lasdiferencias como fuente de riqueza social.
La Organización Mundial de la Salud (2002)en su informe sobre Violencia y Salud,define la violencia sexual como cualquieracto sexual, intento de ejecutar un actosexual, observaciones o insinuacionessexuales no deseadas, o actos para traficar,
o dirigidos de cualquier otro modo, contra lasexualidad de una persona utilizando lacoacción, por cualquier persona indepen
dientemente de su relación con la víctima,en cualquier entorno, que incluye, pero no selimita al hogar y al trabajo.
La coacción sexual, que por sí misma puedeconsiderarse como una forma de violencia,puede incluir la fuerza física, la intimidaciónpsicológica, la extorsión u otras amenazas oquizá ocurra cuando la víctima no puede darsu consentimiento. Asimismo se considera
violencia sexual la violencia perpetradacontra una persona debido a su comporta-miento sexual como la violencia física y laintimidación dirigida a personas homose-xuales, lesbianas, bisexuales y transgénero.
Plantea el Plan Nacional para la prevencióny atención a la violencia intrafamiliarPLANOVI (1996-1998) que la violenciasexual “es la agresión que ejerce una
persona sobre otra a través de actos de con-tenido sexual. Su propósito es obligar a lapersona afectada a participar en actividadessexuales que no le agradan, que lastiman suintegridad física o emocional y a los cualestiene que acceder debido al uso de lamanipulación afectiva, la intimidación, elsoborno o la fuerza”.
Adiciona que “la violencia sexual incluyemanoseos o caricias, actos sexuales obliga-dos, masturbación de la persona afectada odel ofensor, sexo oral o anal, exposiciónobligatoria a películas o revistas pornográfi-cas, obligación de presenciar actividadessexuales, relaciones forzadas con animales,relaciones emocionales sexualizadas,violación marital, acoso sexual”.
La violencia sexual: Un grave obstáculo
en el ejercicio de la ciudadanía sexual
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Por su parte, la Ley contra la ViolenciaDoméstica establece que es toda “acciónque obliga a una persona a mantener con-
tacto sexualizado, físico o verbal, o a partici-par en otras interacciones sexualesmediante el uso de la fuerza, intimidación,coerción, chantaje, soborno, manipulación,amenaza o cualquier otro mecanismo queanule o limite la voluntad personal. Igual-mente, se considerará violencia sexual elhecho de que la persona agresora obligue ala agredida a realizar alguno de estos actoscon terceras personas.”
Las diferentes formas de violencia sexualdentro y fuera de la familia no solo reflejan laprofunda desigualdad que enfrentan dife-rentes grupos excluidos en particular lasmujeres adultas y niñas, sino que actúacomo una forma de hacer cumplir y deperpetuar la desigualdad.
La vivencia de una sexualidad integral nopuede lograrse mientras las personas no
estén libres de estigma, discriminación,abuso, coerción y violencia sexuales.
La violencia sexual se convierte en ungrave obstáculo para el ejercicio pleno delos derechos relacionados con la sexualidadpor eso esta Política lo considera como unaárea de intervención central.
El diseño e implementación de la atenciónde las personas en servicios de saludsexual y salud reproductiva, desde un marco
de derechos humanos, de género y diversi-dades, y que responden a una política equi-tativa, igualitaria y pragmática, beneficia a
las personas usuarias al reconocer que lasdiferencias en las características biológicas,etarias y sociales de mujeres y hombres sonlas que permitirán el desarrollo de políticas yprogramas que beneficien la salud en mate-ria de sexualidad a toda la población. Estoimplica además que para lograr el objetivode brindar una atención integral de la se-xualidad, será necesario el trabajo manco-munado de un equipo profesional inter y
multidisciplinario que, con todos los recur-sos indispensables atienda las necesidadesy demandas de la población.
La atención debe ser o hacerse desde unamirada integral e integradora entre saludsexual y salud reproductiva, porque laspersonas pueden decidir tener actividadsexual procreativa y no procreativa. Lasexualidad, como un aspecto vital de laspersonas, y su atención, expresada en lasalud sexual, se ha homologado a la repro-ducción, como si fueran similares, en espe-cial, esto se identifica con mayor frecuenciaen la atención a las mujeres.
La atención en salud sexual y salud repro-ductiva se traduce en dos actividades ensalud: la consejería en salud sexual y repro-ductiva y la consulta en salud sexual y repro-ductiva. Estas actividades en salud se
diseñarán con el propósito de defender,proteger, fomentar y promover la salud y deprevenir la enfermedad. Se hace necesariopromover la confianza de la población quedemanda atención en salud sexual y saludreproductiva, mediante acciones que nopongan en riesgo la salud de las personas,
El derecho a una atención integral a las
necesidades y demandas de las perso-nas usuarias de servicios de salud
sexual y reproductiva
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como por ejemplo, que la información quese entregue sea veraz y científica, respetán-dose cada uno de los principios enumerados
más arriba. El secreto profesional, debemantenerse incólume en la relación entreproveedores/as de salud y las personasusuarias, según Arroyo (2009, p. 82) “sedeberá guardar reserva de todo aquello queel o la confidente haya expresado al o laprofesional en salud (…) todo aquello quesea producto de la práctica profesional debe
mantenerse en secreto. El secreto médico
se fundamenta en la relación de confianzaque debe existir entre el o la profesional y elo la paciente. La confianza es el aglutinantede la estructura sanitaria.”
En tanto se respete la autonomía, la autode-terminación, la diversidad de de las perso-nas y los derechos la atención a los asuntos
ligados a sexualidad y reproducción seentenderán desde una perspectiva holísticae integral. Para el efecto, se necesitaademás la implementación de un programade educación para la sexualidad en elsistema educativo, libre de prejuicios, quepromueva información veraz, científica ylaica, y que estimule el respeto por la diversi-dad y la pluralidad de la sociedad costarri-
cense. Esto como una manera de asegurarla posibilidad de las personas de construiruna sexualidad libre y placentera.
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IV. Marco jurídico internacional ynacional sobre el derecho a la salud y
a una sexualidad integral
El derecho humano a la salud
Los derechos sexuales y los derechos reproductivos son parte fundamental del derecho a la salud
Marco jurídico nacional vinculado a la sexualidad
Políticas Públicas en Costa Rica y su relación conlos derechos humanos vinculados a la sexualidad
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En su origen, los derechos humanos sereconocen universales; los Estados estánen la obligación de garantizar los derechoshumanos sin discriminación, además deprotegerlos, promoverlos y respetarlos. Asíse lee en los artículos 2, inciso 1, y elartículo 7 de la Declaración Universal de losDerechos Humanos:
Artículo 2: 1.-Toda persona tiene todos losderechos y libertades proclamados en estaDeclaración, sin distinción alguna de raza,color, sexo, idioma, religión, opinión políticao de cualquier otra índole, origen nacional osocial, posición económica, nacimiento ocualquier otra condición.
Artículo 7: Todos son iguales ante la ley ytienen, sin distinción, derecho a igual protec-
ción de la ley. Todos tienen derecho a igualprotección contra toda discriminación queinfrinja esta Declaración y contra todaprovocación a tal discriminación.
El artículo 10 del Protocolo de San Salvadorse refiere a que “toda persona tiene dere-cho a la salud entendida como el disfrute delmás alto nivel de bienestar físico, mentaly social”. En otros instrumentos internacio-nales como, la Declaración Americana de losDerechos y Deberes del Hombre, artículo XI,La Declaración Universal de DerechosHumanos, en su artículo 25 y la Convenciónsobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación en Contra de la Mujer(CEDAW), en los artículos 11 y 5, también sepresenta el derecho a la salud como dere-cho humano.
En el informe del Relator especial de lasNaciones Unidas para el derecho a la Salud(2003), especifica en el párrafo 23 que elderecho a la salud “es un derecho inclusivo
que no sólo abarca la atención de saludoportuna y apropiada sino también los prin-cipales factores determinantes básicos de lasalud, como (…) el acceso a la educación einformación sobre cuestiones relacionadascon la salud, incluida la salud sexual y repro-ductiva.”
El derecho a la salud, reconocido en condi-ciones de igualdad y sin discriminación que
se oponga a la dignidad humana se rela-ciona con el derecho a la vida, la dignidad, laautonomía, la libertad, el libre desarrollo dela personalidad, la información, la nodiscriminación, la igualdad, la intimidad, laprivacidad y a estar libres de tratos crueles,inhumanos o degradantes.
El derecho humano a la salud
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Instrumentos Jurídicos internacionales que reconocen el derechohumano a la salud y que han sido ratificados por Costa Rica
Instrumento jurídico internacional No. Fecha
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre
Artículo XI 1948
Declaración Universal de los Derechos Humanos Artículo 25 1948Convención sobre la Eliminación de todas las formasde Discriminación contra la Mujer (CEDAW)
Artículos 5 y 11 1979
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Socialesy Culturales
Artículo 12 1966
Protocolo de San Salvador Artículo 10 1988Convención sobre los Derechos del Niño Artículo 24 1989Convención Iberoamericana de Derechos de los
Jóvenes
Artículo 25 2005
Según la Organización Mundial de la Salud(OMS), en su Nota Descriptiva No. 323 de2007, “el derecho a la salud obliga a losEstados a generar condiciones en las
cuales todos puedan vivir lo más saludable-
mente posible. Esas condiciones compren-
den la disponibilidad garantizada de servi-
cios de salud, condiciones de trabajo salu-
dable y seguro, vivienda adecuada y alimen-
tos nutritivos. El derecho a la salud no se
limita al derecho a estar sano”.
Los derechos sexuales y los derechosreproductivos aluden a aspectos vinculadosa la salud sexual y reproductiva, a la autode-terminación en el ámbito de la sexualidad yla reproducción, a la integridad corporal, alempoderamiento y a la ciudadanía.
En 1984, en la reunión Internacional de lasMujeres y la Salud realizada en Amsterdam,
las mujeres allí reunidas provenientes deEuropa y de países en desarrollo acordaronacuñar el término derechos reproductivoscomo una manera de referirse a todo lo rela-tivo a la salud y los derechos de las mujeresen materia de sexualidad y reproducción(Correa, 2003).
Los derechos sexuales y reproductivos seencuentran protegidos por la legislacióninternacional referente a derechos humanosy otros documentos de las Naciones Unidas;sin embargo, por medio de la revisión deestos se situarán las menciones expresas oimplícitas que se relacionan con la sexuali-dad, algunos autores, incluso han consi-derado que los derechos sexuales son unsubconjunto de los derechos reproductivos(Miller, s.f.)
Villanueva (2008) propone que es necesariohacer un esfuerzo por conceptualizar quéson los derechos sexuales, porqueno puede fusionarse la sexualidad con lareproducción; por tanto, hay que proteger los
Los derechos sexuales y los derechos
reproductivos son parte fundamental del
derecho a la salud
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componentes de la sexualidad, como laidentidad sexual, la orientación sexual, laelección de pareja y la ausencia de actividad
sexual coercitiva. Así entonces, también seprotegen la actividad sexual no procreativa ono heterosexual, y la discriminación pororientación sexual.
En este sentido, Facio (2008) identifica queexiste un límite difuso entre derechos repro-ductivos y derechos sexuales, de tal maneraque corresponde seguir produciendo
doctrina sobre los derechos sexuales; encambio, la jurisprudencia internacional alre-dedor de los derechos reproductivos estámucho más desarrollada.
En la misma línea de discusión, Morales(s.f.) afirma que, al intentar una definición dederechos sexuales no se está ignorandoque exista una vinculación entre sexualidad
y reproducción, ni que una quede supe-ditada a la otra; el propósito es evidenciar jurídicamente el derecho relacionado con lasexualidad. Él propone una definición: “elconjunto de potestades jurídicas de carácterfundamental de toda persona de ejercer susexualidad, en las mejores condicionesposibles, dentro de los límites impuestospor el respeto de la libertad sexual de lasrestantes personas, sin que tal ejercicio estésujeto a restricción alguna, por cuanto hacea la preferencia sexual, o a la imposición deun fin diverso a la sexualidad, en sí mismaconsiderada, comprendiendo el derechode que se reconozcan los efectos legalesque sean producto de su ejercicio”.
(…) adoptar las medidas necesariaspara que las mujeres puedan tomardecisiones por su cuenta en relación consu salud sexual y reproductiva, sin coac-ción, violencia o discriminación alguna(…) deben asegurarse de que los ado-lescentes están en condiciones de reci-
bir información, entre otras cosas acercade la planificación familiar y los contra-ceptivos, los peligros de un embarazoprecoz y la prevención de infeccionesvenéreas, como el VIH/Sida, y serviciosadecuados para la salud sexual y repro-ductiva. (…) deben garantizar ladisponibilidad de servicios sexuales yotros servicios sanitarios para hombresque tengan relaciones sexuales conotros hombres, lesbianas y personastransexuales y bisexuales (…) garanti-zar la existencia de servicios de ase-soramiento voluntario, ensayos y trata-miento de infecciones sexualmentetransmitidas para los trabajadores de laindustria del sexo.
Hablar entonces del derecho a la saludsexual y reproductiva implica que los Esta-dos, como dice el ex Relator Especial para
el derecho a la salud, en su informe del2003:
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A continuación, las principales referencias a los derechos humanos vinculados a la sexuali-dad y la salud sexual y reproductiva contenidas en instrumentos jurídicos internacionales:
Instrumento jurídico internacional Fecha
Convención sobre la eliminación de todas las formas dediscriminación contra la mujer (CEDAW)
1981
Conferencia de Viena 1993Programa de Acción de Cairo 1994Plataforma de Acción de Beijing 1995Convención sobre los Derechos del Niño 1990Convención Iberoamericana de los Jóvenes 2005Convención sobre los derechos de las personas condiscapacidad
La CEDAW, proclamada en 1979,refiere sobre la eliminación de ladiscriminación de las mujeres en lo rela-tivo al acceso a los servicios y a la aten-ción médica para asegurar las condicio-nes de igualdad entre hombres ymujeres; su artículo 12, inciso 1 esta-
blece: “Los Estados Partes adoptarántodas las medidas apropiadas para
eliminar la discriminación contra la mujer
en la esfera de la atención médica a fin
de asegurar, en condiciones de igualdad
entre hombres y mujeres, el acceso a
servicios de atención médica, inclusive
los que se refieren a la planificación de
la familia”.
La Conferencia de Viena en 1993,marcó un hito, pues se reconocieron losderechos humanos de las mujeres. Elartículo 18 de la Declaración y su Programade Acción estipula: “Los derechos huma-
nos de la mujer y de la niña son parte
inalienable, integrante e indivisible de los
derechos humanos universales. La
plena participación, en condiciones de
igualdad, de la mujer en la vida política,
civil, económica, social y cultural en los
planos nacional, regional e internacional
y la erradicación de todas las formas dediscriminación basadas en el sexo son
objetivos prioritarios de la comunidad
internacional”.
El Programa de Acción de Cairo(1994) y la Plataforma de Acción deBeijing (1995) reafirman que los dere-chos sexuales y reproductivos son dere-chos humanos, por lo que se reconocen
como una parte inalienable, integral eindivisible de los derechos humanosuniversales. Esto se evidencia en el con-tenido de los principios 1 y 8 del Pro-grama de Acción de Cairo. El principionúmero 1 afirma que: “Todos los seres
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humanos nacen libres e iguales en
dignidad y derechos. Toda persona tienelos derechos y las libertadas proclama-
dos en la Declaración Universal deDerechos Humanos, sin distinción
alguna por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, opinión política o de
otra índole, origen nacional o social,posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición”. El principio
número 8 explicita que “Toda persona
tiene derecho al disfrute del más alto
nivel posible de salud física y mental.
Los Estados deberían adoptar todas las
medidas apropiadas para asegurar, encondiciones de igualdad entre hombres
y mujeres, el acceso universal a los
servicios de atención médica, incluidos
los relacionados con la salud reproduc-
tiva, que incluye la planificación de la
familia y la salud sexual”.
Los párrafos 7.2 y el 7.3 del Programade Acción de Cairo, y el párrafo 96 de laPlataforma de Acción de Beijing enfáti-
camente reconocen y ratifican que losderechos sexuales y derechos reproduc-tivos son derechos humanos.
El texto del párrafo 96 de la Plataformade Acción de Beijing brinda lineamientosa tomar en cuenta para una definición dederechos sexuales: “Los derechoshumanos de la mujer incluyen su dere-
cho a tener control sobre las cuestionesrelativas a su sexualidad, incluida susalud sexual y reproductiva, y decidirlibremente respecto de esas cuestiones,sin verse sujeta a la coerción, la discrimi-nación y la violencia”.
1
“La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, entodos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva entraña la
capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuando y conqué frecuencia. Esta última condición lleva implícito el derecho del hombre y la mujer a obtener información y de planificación de la familia desu elección, así como a otros métodos para la regulación de la fecundidad que no estén legalmente prohibidos, y acceso a métodos seguros,eficaces, asequibles y aceptables, el derecho a recibir servicios adecuados de atención de la salud que permitan los embarazos y los partossin riesgos y den a las parejas las máximas posibilidades de tener hijos sanos. En consonancia con esta definición de salud reproductiva, laatención de la salud reproductiva se define como el conjunto de métodos, técnicas y servicios que contribuyen a la salud y al bienestarreproductivo al evitar y resolver los problemas relacionados con la salud reproductiva. Incluye también la salud sexual, cuyo objetivo es eldesarrollo de la vida y de las relaciones personales y no meramente el asesoramiento y la atención en materia de reproducción y de enferme- dades de transmisión sexual.” Párrafo 7.2
“Los derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que ya están reconocidos en las leyes nacionales, en los documentos interna- cionales sobre derechos humanos y en otros documentos pertinentes de las Naciones Unidas aprobados por consenso. Esos derechos sebasan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decir libre y responsablemente el número de hijos, elespaciamiento de los nacimientos y el intervalo entre estos y a disponer de la información y de los medios para ello y el derecho a alcanzar elnivel más elevado de salud sexual y reproductiva. También incluye su derecho a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin sufrirdiscriminación, coacciones ni violencia, de conformidad con lo establecido en los documentos de derechos humanos. En ejercicio de este
derecho, las parejas y los individuos deben tener en cuenta las necesidades de sus hijos nacidos y futuros y sus obligaciones con la comuni- dad. La promoción del ejercicio responsable de esos derechos de todos deben ser la base primordial de las políticas y programas estatales ycomunitarios en la esfera de la salud reproductiva, incluida la planificación de la familia. Como parte de este compromiso, se debe prestarplena atención, a la promoción de relaciones de respeto mutuo e igualdad entre hombres y mujeres, y particularmente a las necesidades delos adolescentes en materia de enseñanza y de servicios con objeto de que puedan asumir su sexualidad de modo positivo y responsable. Lasalud reproductiva esta fuera del alcance de muchas personas de todo el mundo a causa de factores como: los conocimientos insuficientessobre la sexualidad humana y la información y los servicios insuficientes o de mala calidad en materia de salud reproductiva; la prevalencia decomportamientos sexuales de alto riesgo; las prácticas sociales discriminatorias; las actitudes negativas hacia las mujeres y las niñas; y ellimitado poder de decisión que tienen muchas mujeres respecto de su vida sexual y reproductiva. En la mayoría de los países, los adolescen- tes son particularmente vulnerables a causa de su falta de información y de acceso a los servicios pertinentes. Las mujeres y los hombres demás edad tienen problemas especiales en materia de salud reproductiva, que no suelen encararse de manera adecuada”. Párrafo 7.3
1
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Asimismo estableció en su párrafo 7.6,que la atención en salud reproductivadebe contemplar, por lo menos, el ase-
soramiento, información, educación ycomunicación y servicios de planifi-cación familiar; atención al embarazo, elparto y postparto, la prevención y trata-miento adecuado de la infertilidad, in-terrupción del embarazo según la legis-lación de cada país, la prevención delaborto inseguro y atención al posaborto;prevención y tratamiento las enferme-dades de transmisión sexual y otras
afecciones de la salud reproductiva; einformación, educación y asesoramientosobre sexualidad humana, la saludreproductiva y paternidad responsable.
El artículo 34 de la Convención sobrelos Derechos del Niño, al respecto dela protección de los derechos humanosde los niños en asuntos de sexualidadestablece que: “Los Estados Partes se
comprometen a proteger al niño contratodas las formas de explotación y abuso
sexuales; para impedir: a) La incitación o
la coacción para que un niño se dedique
a cualquier actividad sexual ilegal; b) La
explotación del niño en la prostitución u
otras prácticas sexuales ilegales; c) La
explotación del niño en espectáculos o
materiales pornográficos”.
La Convención Iberoamericana deDerechos de los Jóvenes, estableceen varios de sus artículos derechos delas personas jóvenes en relación con susalud sexual y reproductiva. El artículo11 establece que “Los Estados Partetomarán las medidas necesarias para la
prevención de la explotación, el abuso y
el turismo sexual y de cualquier otro tipo
de violencia o maltrato sobre los jóvenes
y promoverán la recuperación física,
psicológica, social y económica de lasvíctimas”. El artículo 20, por su parte,
establece que “Los jóvenes tienen dere-
cho a la libre elección a la pareja, a la
vida en común y a la constitución del
matrimonio dentro de un marco de igual-
dad de sus miembros, así como a la
maternidad y paternidad respon-
sables(…)”.
El artículo 23 de esta Convención detallael derecho de las y los jóvenes a la edu-cación sexual, estableciendo que:
“Inciso 1. Los Estados Parte reconocen
que el derecho a la educación también
comprende el derecho a la educación
sexual como fuente de desarrollo
personal, afectividad y expresión comu-
nicativa, así como la información relativala reproducción y sus consecuencias.
Inciso 2. La educación sexual se impar-
tirá en todos los niveles educativos y
fomentará una conducta responsable en
el ejercicio de la sexualidad, orientada a
su plena aceptación e identidad, así
como, a la prevención de las enferme-
dades de transmisión sexual, el VIH
(Sida), los embarazos no deseados y elabuso o violencia sexual.
Inciso 3. Los Estados Parte reconocen la
importante función y responsabilidad
que corresponde a la familia en la edu-
cación sexual de los jóvenes.
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Inciso 4. Los Estados Parte adoptarán e
implementarán políticas de educación
sexual, estableciendo planes y
programas que aseguren la informacióny el pleno y responsable ejercicio de este
derecho.”
Finalmente, el artículo 25 de la Conven-ción establece el derecho de las perso-nas jóvenes a la salud, explicando que:
“Inciso 2. Este derecho incluye la aten-
ción primaria gratuita, la educación
preventiva, la nutrición, la atención ycuidado especializado de la salud juve-
nil, la promoción de la salud sexual y
reproductiva, la investigación de los
problemas de salud que se presentan en
la edad juvenil, la información y preven-
ción contra el alcoholismo, el
tabaquismo y el uso indebido de drogas.
Inciso 3. Tienen igualmente derecho a la
confidencialidad y al respeto del
personal de los servicios de salud, en
particular, en lo relativo a su salud sexual
y reproductiva”.
En la Convención sobre los derechos delas personas con discapacidad en elartículo 23 se dice que se tomen las medi-
das pertinentes para eliminar la discrimi-nación de las personas con discapacidad enasuntos relacionados a la sexualidad yreproducción, y que debe procurar que laspersonas con discapacidad, incluidos losniños y las niñas, mantengan su fertilidad,en igualdad de condiciones con las demás.
Asimismo en las Normas uniformes parala igualdad de oportunidades de las per-
sonas con discapacidad en su artículo 9:
Vida en familia e integridad persona, diceclaramente: “Los Estados deben promoverla plena participación de las personas con
discapacidad en la vida en familia. Deben
promover su derecho a la integridad per-
sonal y velar por que la legislación no
establezca discriminaciones contra las
personas con discapacidad en lo que se
refiere a las relaciones sexuales, el matri-
monio y la procreación. Las personas condiscapacidad no deben ser privadas de la
oportunidad de experimentar su sexualidad,
tener relaciones sexuales o tener hijos.
Teniendo en cuenta que las personas con
discapacidad pueden tropezar con dificul-
tades para casarse y para fundar una
familia, los Estados deben promover el esta-
blecimiento de servicios de orientación apro-
piados. Las personas con discapacidad
deben tener el mismo acceso que las demása los métodos de planificación de la familia,
así como a información accesible sobre el
funcionamiento sexual de su cuerpo.”
Más específicamente en relación con larespuesta a la epidemia del VIH y Sida,existen una serie de instrumentos jurídicosinternacionales, que Costa Rica ha firmadoy ratificado, entre los cuales destacan:
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Instrumento jurídico internacional Fecha
Declaración de Compromiso en la Lucha contra el VIH/Sida. 2001Declaración de San Salvador. 2005“Prevenir con educación”. Declaración de Ministros de Salud y
Educación. México
2008
“Juventud y VIH: por mi derecho a saber y a decidir”.Declaración de San José.
2010
A continuación, las principales referencias alos derechos humanos vinculados a lasexualidad contenida en estos instrumentos
jurídicos, y que en este caso están directa-
mente relacionados con la respuesta al VIHy sida:
La Declaración de Compromiso en laLucha contra el VIH y sida, adoptada porla Asamblea General de las NacionesUnidas en 2001, definió metas y calen-darios a fin de medir la rendición decuentas por parte de los gobiernos, tales
como desarrollar estrategias para forta-lecer los sistemas de cuidados de saludy aplicar medidas encaminadas a elimi-nar la discriminación contra las personascon VIH y otros grupos vulnerables.
La Declaración de San Salvador incluyecompromisos para: 1) reducir el estigmay la discriminación hacia las personasque viven con VIH y sida o que son
afectadas por la epidemia; 2) el compro-miso de reenfocar los esfuerzos para laprevención del VIH y sida, incluyendoprogramas específicos y diseñados conla participación activa de los grupos másvulnerables y de las personas con VIH;3) atender la epidemia en niños y niñas;
4) lograr avances importantes en laconsecución de la meta de acceso atratamiento universal para el VIH/SIDAen el año 2010.
La Declaración Ministerial de la Ciudadde México “Prevenir con Educación” esuna herramienta estratégica para forta-lecer los esfuerzos de prevención delVIH en América Latina y el Caribe através de asegurar el acceso a edu-cación en sexualidad y servicios desalud sexual y reproductiva de calidad eintegrales. La Declaración procura
fomentar la igualdad entre todas laspersonas y combatir la discriminación,incluida la basada en el estado de VIHde las personas, su orientación sexual oidentidad de género. Las necesidadesde quienes se encuentran en mayorriesgo figuran prominentemente en losobjetivos de la Declaración.
Más recientemente, la Declaración deSan José, firmada en CONCASIDA 2010en San José Costa Rica, establece,entre otras cosas: 1) la necesidad defortalecer las instancias de participaciónactivas de las y los jóvenes en el diseño,implementación, monitoreo y evaluaciónde planes y estrategias relacionadas conla respuesta a la epidemia del VIH y sida;
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2) promover el acceso de las personas jóvenes a servicios de salud amigablesen materia de salud sexual y reproduc-
tiva; 3) impulsar desde las instancias de juventud de los países, acciones conjun-tas entre el sector de salud y educaciónpara la prevención del VIH.
Marco jurídico nacional vinculado a la
sexualidad
Badilla y Aguilar (2003) exponen una recopi-
lación de instrumentos internacionales ynacionales para construir una actualizacióndel marco legal en el país en materia dederechos sexuales y reproductivos; estedocumento es el que sirve de guía paraidentificar aquellos instrumentos jurídicosnacionales que permitan encaminar unapolítica de sexualidad:
En la Ley General de Salud, el artículo
12 hace mención a los derechos quetienen las mujeres embarazadas para laatención a todo el proceso de embarazo,parto y posparto, especialmente a lainformación, al control, a la atención delparto, y el derecho a recibir alimentospara el periodo de lactancia. En el con-tenido de la ley de Salud no hay ningúnartículo sobre alguna situación relacio-nada con los derechos sexuales.
El artículo 2 de la Ley de Derechos yDeberes de las Personas Usuarias delos servicios de salud establece princi-palmente cuáles son los derechos de laspersonas usuarias en la relación conuna o un proveedor de servicios, como
recibir información, clara, concisa y opor-tuna, e información necesaria para tomardecisiones para autorizar un tratamiento
o procedimiento médico; también hacemención a respetar la confidencialidadde la historia clínica.
En la Ley contra la Violencia Doméstica,el artículo 2 define la violencia sexual“como toda acción que obliga a unapersona a mantener contacto sexua-lizado, físico o verbal, o a participar enotras interacciones sexuales mediante eluso de fuerza, intimidación, coerción,
chantaje, soborno, manipulación,amenaza o cualquier otro mecanismoque anule, limite la voluntad personal(…)”.
La Ley integral para la Persona AdultaMayor en el articulo 5 inciso h) “Esta-blece el derecho de la persona adultamayor residente o usuaria de un esta-blecimiento privado a tener privacidad
con su cónyuge o compañero/a”; sinembargo, no hace referencia directa-mente al derecho al ejercicio a la se-xualidad.
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Los términos de portadores/as y enfermos/as de sida son los quese utilizan en este Código, aunque este no es el lenguajeapropiado para referirse a las personas con VIH y sida.
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Ley de Protección Integral a la MadreAdolescente, en su artículo 9, inciso d)señala la obligación de los serviciospúblicos y privados de salud, de “impartir cursos informativos de educación
sexual, dirigidos a las madres adoles-
centes, con el propósito de evitar la posi-
bilidad de otro embarazo no planeado.”
En el Código de la Niñez y Adolescencia,en el artículo 41 establece el derecho ala atención médica de esta manera: “Las personas menores de edad gozarán de
atención médica directa y gratuita por
parte del Estado (…) sin discriminación
de raza, género, condición social ni
nacionalidad (…)” . En el artículo 50 delmismo Código se establece el derechode la niña y adolescente embarazada a
los servicios de información maternoinfantil, al control médico duranteel embarazo y el parto. En el artículo 53
menciona el derecho al tratamiento quedebe recibir la madre adolescentecuando es portadora de VIH; además,
toda persona menor de edad portadorade VIH o enferma de sida tiene derechoa la asistencia médica, psicológica y altratamiento . El artículo 55 establece laobligación de las autoridades educativasde “poner en ejecución los programas deeducación sobre salud preventiva,sexual y reproductiva que formule enministerio del ramo”. El 58 se establecela obligación del Estado de incluir en las
políticas educativas nacionales temasrelacionados con la educación sexual, lareproducción, el embarazo en adoles-centes, la violencia de género, las infec-ciones de transmisión sexual y el sida; yel 93 establece la prohibición de discrimi-nar o cesar a la adolescenteembarazada o lactante.
Ley de Igualdad de Oportunidades para
personas con Discapacidades en suartículo 31 señala que “Los servicios desalud deberán ofrecerse, en igualdad de
condiciones, a toda persona que los
requiera. Serán considerados como
actos discriminatorios, en razón de la
discapacidad, el negarse a prestarlos,
proporcionarlos de inferior calidad o no
prestarlos en el centro de salud que le
corresponda”.
El Decreto sobre Salud y DerechosReproductivos y Sexuales, 27913-S pro-mulgado en junio de 1999, crea laComisión Interinstitucional sobre salud yderechos reproductivos y sexualesy ordena la creación de consejerías en
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La Ley General de la Persona Jovenestablece que los y las jóvenes tienenderecho a la salud, la prevención y el
acceso a servicios de salud que garanti-cen una vida sana. Además, señala laLey en su articulado que, las personas
jóvenes tienen derecho a la atenciónintegral e interinstitucional, por parte delas instituciones públicas y privadas, quegarantice el funcionamiento adecuadode los programas y servicios destinadosa las personas jóvenes, especialmenteen nutrición, farmacodependencia ypsicología.
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Políticas Públicas en Costa Rica y su
relación con los derechos humanos
vinculados a la sexualidad
Existen en el país una significativa cantidadde políticas púbicas referidas a grupospoblacionales específicos o a dimensionesespecíficas de la vida de las personas queestablecen, directa o indirectamente, priori-dades y acciones estratégicas orientadas alejercicio de los derechos humanos vincula-dos a la sexualidad.
salud y derechos reproductivos y se-xuales en todos los niveles de atenciónde las instituciones públicas y privadas
que brindan servicios en salud reproduc-tiva y sexual.
Los artículos 3 y 4 de la Ley General deSida mencionan que las acciones rela-cionadas con la prevención y atencióndel VIH y el sida garantizarán el respetode los derechos fundamentales de laspersonas infectadas y de todos los habi-tantes de la República. Prohíbe toda
discriminación contraria a la dignidadhumana y cualquier acto estigmatizadoren perjuicio de los portadores delVIH/Sida , así como de sus parientes yallegados. El artículo 7 de la ley esta-blece que toda persona portadora delVIH/Sida tiene derecho a asistenciamédico-quirúrgica, psicológica y de con-sejería; La Caja Costarricense deSeguro Social deberá suministrardirectamente a los pacientes los medica-mentos antirretrovirales específicos parael tratamiento de la infección. El artículo24 define que el preservativo constituyeun medio de prevención contra el conta-gio del VIH. En el artículo 33 se señalaque las personas privadas de libertadtienen el derecho de recibir la mismaatención integral en salud que el resto de
la comunidad, así como las medidaspreventivas.
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3 Los términos de portadores/as de VIH y sida son los que seutilizan en esta Ley, aunque este no es el lenguaje apropiado. Laexpresion correcta no estigmatizante es “personas con VIH y sida”.
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Politicas institucionales del Ministerio de
Salud y el Plan Nacional de Salud
En las diferentes políticas institucionales delMinisterio de Salud así como en el PlanNacional de salud, no sólo se reconoce lafunción rectora del Ministerio de Saludfrente al sector salud sino que dentro delsistema de producción social de la salud, endonde se hace explícita su responsabilidadde garantizar la protección y mejoramientodel estado de salud de la población.
En el marco de las políticas de rectoría de laproducción social de la salud, se estableceel Enfoque de Derechos Humanos y deEquidad como transversal y prevalente enel ejercicio de las funciones rectoras delMinisterio de Salud. Así mismo, se establecen
como Enfoques que determinan las funcio-nes de rectoría los siguientes: Participaciónsocial y derecho a la no exclusión; Orien-
tación al impacto; Búsqueda de la sinergia;Enfoque de promoción de la salud; Enfoqueal cliente; entre otros.
Dentro de este marco político e institucional,el Ministerio de Salud (2007) reconoce quela salud sexual se refiere al “proceso perma-nente de consecución de bienestar sexualfísico, psicológico y sociocultural (y que esta)se da mediante expresiones libres y respon-
sables de las capacidades sexuales” (p. 12).Plantea la necesidad de adoptar un abordajede la salud sexual y la salud reproductivadesde un enfoque integral, basado enevidencia científica y en análisis situaciona-les que identifiquen los determinantesculturales y de comportamiento. Se señala
Nombre de la política FechaAprobación
Período de vigencia
Plan Nacional de Salud 2010-2021 2010 2021Política Nacional para la Igualdad yEquidad de Género
Abril, 2007 2007-2017
Plan Nacional para la Erradicación de laExplotación Sexual Comercial 2008-2010
2007 2008-2010
Política Nacional de VIH y sidaPlan Estratégico Nacional VIH y sida2011-2015
20072011
20152015
Política Nacional para la Niñez y laAdolescencia
2009 2009-2021
Política Pública de la Persona Joven 2010 2010-2013
En términos generales, el conjunto de políticas que de alguna manera incorporan aspectosvinculados a la sexualidad de las personas son:
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Plan Nacional para la Erradicación de la
Explotación Sexual Comercial 2008-2010
el tercero alude explícitamente a aspectosreferidos a la sexualidad, la salud sexual y lasalud reproductiva: “Objetivo relativo a una
educación y salud de calidad en favor de laigualdad: Que en el 2017 la totalidad deniños, niñas y adolescentes desde edadestempranas, haya sido cubierta por accionesformativas deliberadas, dirigidas a removerestereotipos de género en los patrones decrianza, en la sexualidad y la salud sexual yreproductiva, que obstaculizan la igualdadentre mujeres y hombres” (p. 65).
De igual forma se establece dentro del “Ob- jetivo relativo a la protección efectiva de losderechos de las mujeres y frente a todas lasformas de violencia” (p. 66) se establecenalgunos lineamientos referidos a disminuir laviolencia sexual hacia las mujeres.
Para garantizar el éxito en el cumplimientode los objetivos estratégicos de la Política el
Estado costarricense promoverá un objetivode fortalecimiento institucional a favor de laigualdad y equidad de género.
El Plan Nacional para la Erradicación de laExplotación Sexual Comercial de niños,
niñas y adolescentes 2008-2010 en CostaRica establece un conjunto de acciones quedebe realizar el Estado Costarricense con elfin de incrementar su efectividad tanto en lapromoción-prevención y atención de laproblemática, como en la protección ydefensa de los derechos de sus víctimas.
Política Nacional para la Igualdad y
Equidad de Género
Buscando orientar los procesos de impulsode la igualdad de oportunidades y derechosentre mujeres y hombres y el derrocamiento
de las barreras de desigualdad que afectana las mujeres, la Política Nacional para laIgualdad y Equidad de Género (PIEG, 2007)se sustenta en tres núcleos de acción estra-tégica (autonomía económica, participaciónpolítica y cambio cultural) y establece 6objetivos estratégicos dentro de los cuales,
además la promoción de la salud como lamejor estrategia para proteger y mejorar lasalud sexual de la población.
El Plan Nacional de Salud 2010-2021 seconsidera el principal instrumento para laarticulación de la rectoría del Sector Salud,busca dar respuesta a las necesidades de lapoblación en general y a los grupos másvulnerables y excluidos en particular enmateria de salud.
Este Plan pretende dar lineamientos que
contribuyan a cerrar las brechas en saludentre pobres y ricos, entre los grupos minori-tarios y los de las mayorías, entre el sectorrural y urbano, entre géneros, entre regio-nes, entre los que gozan del bienestar y losque están excluidos. Este Plan apunta a laconstrucción de una sociedad saludabledonde se respeten los derechos humanos, ladiversidad, la igualdad y equidad de género,y donde el principio de cohesión social
pueda trascender a una visión de personascomo sujeto de derechos.
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Creado bajo Decreto Ejecutivo en 1998 y ratificada en el año2000 como Comisión Especial de Trabajo del Consejo Nacional dela Niñez y la Adolescencia
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Política Nacional de VIH y sida y Plan
Estrategico Nacional VIH y sida 2011-2015
de carácter público y de desarrollo humanocon relación al VIH y sida en un marco decoordinación intersectorial y respeto de los
derechos humanos mediante una agendanacional que contemple directrices, prin-cipios, disposiciones y orientaciones decarácter público sustentadas en la legis-lación nacional y los tratados internacionalesvigentes” (p. 17).
Dentro de este proceso reconoce el rolrector del Ministerio de Salud, quien a travésdel CONASIDA, procura garantizar elcumplimiento de lo que la política planteamediante la coordinación con los distintossectores e instituciones involucrados en larespuesta nacional.
Para buscar una acción consistente con elordenamiento jurídico e institucional delpaís, la Política establece un conjunto deprincipios rectores transversales a todas laspropuestas y líneas de acción. De estemodo se plantean: 1) la equidad e igualdad
de Género; 2) el respeto a la diversidad ydiferencia (sexual, étnica, cultural y discapa-cidades entre otras); 3) la unidad e integrali-dad en la Respuesta Nacional; 4) la calidadde la Atención Integral; 5) el Enfoque deciclo de vida; 6) la garantía del respeto dederechos humanos; 7) la garantía delacceso a las poblaciones en condición devulnerabilidad y; 8) la coordinación intersec-torial, interinstitucional e intrainstitucional.
Dentro de las siete líneas de acción quecontempla la Política, destacan como ante-cedente y referente a la presente política de
Dentro de las Acciones estratégicaspodemos señalar:
I. Instaurar mecanismos a nivel nacional ylocal, con capacidad para promover y hacerefectiva una cultura de cero tolerancia a laESCNNA en el país.
II. Contribuir a la reducción de factores deriesgo personales, familiares, comunales einstitucionales sociales que condicionan *y/opropician la ESCNNA en el país, segúnmodalidad.
Así mismo, en el Componente de atenciónse señala que es necesario establecermecanismos institucionales que garanticenel acceso de NNA afectados por la ESC ysus familias, a servicios y alternativas deatención consistentes con su interés supe-rior.
Es la Comisión Nacional contra la Explo-tación Sexual Comercial de Niñas, Niños yAdolescentes (CONACOES) la que, bajo ladirección del Patronato Nacional de la Infan-cia, articule y coordine interinstitucional eintersectorial las acciones estratégicas parala erradicación de la ESC.
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La Política Nacional de VIH y sida planteacomo visión “lograr para el año 2015 enCosta Rica una respuesta nacional articulada
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sexualidad, el Fortalecimiento de la Res-puesta Nacional para la planificación estra-tégica; la promoción y defensa de los dere-
chos humanos, la Educación y Gestión Aca-démica para la prevención, la Promoción yla Prevención del VIH y la Atención Integralde las personas con VIH y sida y sus allega-dos.
Dentro de cada una de estas líneas estraté-gicas, se destacan acciones encaminadas ala respuesta nacional a la epidemia, lascuales incluyen acciones vinculadas a la
sexualidad, la salud sexual y la salud repro-ductiva.
Política Nacional para la Niñez y la
Adolescencia
La Política Nacional para la Niñez y la Ado-lescencia establece como una de sus aspi-raciones relacionadas con salud integral, el
desarrollo de “servicios de salud integralinclusivos, oportunos, eficaces y eficientespara la población menor de edad, con unadecuado balance entre promoción, preven-ción y atención” (p. 55).
Esta aspiración se refleja en el tercer eje dela política, “en el que se reafirman las políti-cas nacionales en el marco de la producciónsocial de la salud y sus determinantes, rela-
cionadas con las personas menores deedad” (p. 72). Particularmente dentro deeste eje se destacan diversos aspectos quese relacionan directa o indirectamente conel ejercicio de derechos vinculados a lasexualidad. Así por ejemplo, se mencionan:la promoción de la salud integral, el acceso
a la salud y a la seguridad social, la edu-cación para la salud, la salud integral de lamadre y del padre adolescente, salud sexual
y reproductiva, así como la prevención yatención del VIH y el sida.
Si bien cada unode estos aspectoscontemplados,comprenden, deuna u otra forma,diversos elemen-tos relacionados
con el ejercicio dederechos vincula-dos a la sexuali-dad, convienedestacar lo queesta política pro-pone en relacióndirecta con lasalud sexual yr e p r o d u c t i v a .
Señala la políticaque “se brindará
apoyo e información sobre temas de sexuali-dad humana a las personas menores deedad, así como campañas para el ejercicioresponsable de la sexualidad, que tomaránen cuenta las características etarias y elcontexto de las y los destinatarios. Tambiénse crearán servicios de atención integralaccesibles, programas y proyectos paraprevenir las infecciones de transmisiónsexual (ITS), enfermedades infectocontagio-sas, las situaciones de explotación sexualcomercial, la trata, la violencia de género, ladiscriminación por causa de su orientaciónsexual y cualquie