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CAPÍTULO I EL MOMENTO POLÍTICO 1. Introducción La intención de introducir en un trabajo de investigación sobre el derecho de acceso a la información el análisis del momento político mexicano a partir de la apertura del régimen, estriba en la necesidad de ubicar políticamente la reforma constitucional que introduce en nuestra Carta Fundamental el derecho a la información y cómo a partir de la alternancia finalmente se concretó este derecho vía la nueva Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental como parte fundamental del momento democrático que se vive en México. El análisis teórico sobre la transición y en específico, sobre la liberalización del sistema político mexicano, se juzga necesario para poder introducirnos posteriormente al tema sobre el Estado Constitucional y estar en condiciones de arrojar mayores y mejores conclusiones sobre el momento político y constitucional mexicano para comprender cómo el derecho de acceso a la información viene a introducirse en nuestro país a modo de mecanismo democrático de control por parte de los ciudadanos. 1

Ecos de La Democracia Mexicana

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Paper escrito en 2000, a un par de meses de la elección presidencial en México.

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Page 1: Ecos de La Democracia Mexicana

CAPÍTULO I

EL MOMENTO POLÍTICO

1. Introducción

La intención de introducir en un trabajo de investigación sobre el derecho de

acceso a la información el análisis del momento político mexicano a partir de la

apertura del régimen, estriba en la necesidad de ubicar políticamente la reforma

constitucional que introduce en nuestra Carta Fundamental el derecho a la

información y cómo a partir de la alternancia finalmente se concretó este derecho

vía la nueva Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública

Gubernamental como parte fundamental del momento democrático que se vive en

México.

El análisis teórico sobre la transición y en específico, sobre la liberalización del

sistema político mexicano, se juzga necesario para poder introducirnos

posteriormente al tema sobre el Estado Constitucional y estar en condiciones de

arrojar mayores y mejores conclusiones sobre el momento político y constitucional

mexicano para comprender cómo el derecho de acceso a la información viene a

introducirse en nuestro país a modo de mecanismo democrático de control por

parte de los ciudadanos.

El análisis de los regímenes políticos en cuanto a su transformación o

permanencia puede ser realizado desde diversos puntos de vista, puede ser visto

desde los ámbitos económico, político y social, o desde los ámbitos de estructuras

políticas o desde el punto de vista de las acciones de los actores políticos1.

En este capítulo se pretenden confrontar los distintos puntos de vista de diferentes

autores, con la finalidad de ir ubicando al régimen político mexicano, su cambio y

su posible consolidación democrática, a partir de diferentes factores que sin duda,

1 César Cansino; La Transición Mexicana 1977-2000; Centro de Estudios de Política Comparada, México, 2000. Página 24.

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todos en su conjunto, llevan a la continuación o a la transformación de un régimen

a otro.

Entenderemos por régimen político al conjunto de patrones, explícitos o no, que

determinan las formas y los canales de acceso a las principales posiciones

gubernamentales, las características de los actores que son admitidos y excluidos

de este acceso, y los recursos y las estrategias que pueden usarse para tener

acceso2.

Existen dos tipos genéricos de regímenes, los democráticos y los autoritarios o no

democráticos, existen diversos puntos medios, que la doctrina ha clasificado bajo

diversas denominaciones, mismas que iremos analizando a lo largo del presente

trabajo.

La importancia radica en: qué es un régimen democrático, qué es la democracia y

porqué es considerado, si no el mejor modelo, el menos malo y porqué se dice

que México está viviendo una transición democrática.

2. Tipos de Regímenes

2.1 Democrático

De acuerdo con los autores Schmitter y Karl, hay varios tipos de democracias, las

formas específicas de democracia dependen tanto de las condiciones

socioeconómicas de un país como de sus estructuras estatales arraigadas y de

sus prácticas políticas.3

Para los autores “La democracia política moderna es un sistema de gobierno en el

que los gobernantes son responsables de sus acciones en el terreno público ante

los ciudadanos, actuando indirectamente a través de la competencia y la

cooperación de sus representantes electos.”4

2 Ibidem. Página 27.3 Philippe C. Shmitter y Terry Lynn Karl; Qué es…. y qué no es la Democracia; Página 38; en El Resurgimiento Global de la Democracia; Larry Diamond y Marc F. Plattner (Comps.); México, UNAM, 1996.4 Idem, Los autores difieren de las clásicas definiciones de democracia al incorporar a ella la responsabilidad de los gobernantes ante los ciudadanos, y la pertinencia de mecanismos de competencia que no sean

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De ésta definición se desprenden varios elementos5:

a) Un régimen o sistema de gobierno, éstas formas, características y normas

están etiquetadas genéricamente (democráticas, autocráticas, oligárquicas, etc..);

b) Gobernantes, son distinguidos los democráticos de los no democráticos a

partir de las normas que condicionan cómo los primeros llegaron al poder y las

prácticas que los hacen responsables por sus acciones;

c) Terreno público, abarca la elaboración de normas y opciones que vinculan

a la sociedad y están respaldadas mediante coerción estatal, así mismo vincula la

publicidad del procedimiento y sus actores;

d) Ciudadanos, uno de los elementos más característicos de las democracias,

pues solo en la medida en que los regímenes toman en cuenta a los ciudadanos

son democráticos;

e) Competencia, la competitividad lleva a la eficacia electoral, en ella todos los

partidos políticos están en condiciones de ganar las elecciones, hay pues,

incertidumbre, además las elecciones deben ser intermitentes y posibilidad de

participación entre elección y elección6;

f) Cooperación, los actores deben tomar voluntariamente decisiones

colectivas que vinculen a la organización política en su conjunto, el fenómeno de

la cooperación y deliberación a través de la actividad de grupos autónomos entra

bajo la rubrica de sociedad civil; y

g) Representantes, quienes pueden ser directa o indirectamente elegidos y

son los que hacen la mayor parte del trabajo en las democracias modernas.

Para Bobbio, la democracia es un conjunto de reglas que establecen quién está

autorizado para tomar las decisiones colectivas y bajo qué procedimientos7.

elecciones.5 Ibidem, Páginas 38-41.6 Precisamente en uno de los temas en que los autores difieren con la mayoría de los científicos sociales es en el de la competitividad, pues Schmitter y Karl explican que la democracia moderna ofrece una variedad de procesos competitivos y de canales para la expresión de los intereses y valores, tanto asociativos como partidarios, funcionales y también territoriales, colectivos e individuales.7 Norberto Bobbio; El Futuro de la Democracia; Fondo de Cultura Económica; México. Página 14.

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Siguiendo las ideas del mismo autor, el Estado liberal es tanto el supuesto

histórico, como el bien jurídico del Estado Democrático, en tanto que el liberalismo

lleva al Estado a reconocer ciertas libertades para el correcto ejercicio del poder

democrático y en sentido contrario, es decir, en tanto que el Estado lleva al

liberalismo, ya que el poder democrático es una condición indispensable para

garantizar la existencia y la persistencia de las libertades fundamentales.

Robert Dahl, ha definido a la democracia desde otro punto de vista, llamándola

poliarquía, la cual se caracteriza por:

a) Pluralismo o existencia de múltiples estratos socioeconómicos que tienden

a resolver conflictos de intereses y a favorecer su consulta;

b) Multipartidismo, que implica competencia y alternancia en el poder de

partidos políticos plurales más que basados en una determinada clase social; y

c) Efectivas garantías de derechos y libertades individuales, tales como la

elección de líderes a través del sufragio universal, responsabilidad del gobierno

ante el parlamento, control jurídico de los gobernantes8.

El autor, identifica tres tipos de oportunidades que deben darse a los ciudadanos

dentro de una poliarquía: 1) Formular sus preferencias; 2) Manifestar públicamente

dichas preferencias entre sus partidarios y ante el gobierno, individual y

colectivamente; y 3) Recibir por parte del gobierno igualdad de trato, es decir, éste

no debe hacer discriminación alguna por causa del contenido o del origen de tales

preferencias.

2.2 Autoritario

El autoritarismo es definido a partir de varios puntos de vista, ya que al igual que el

modelo democrático, tiene diferentes expresiones dependiendo de las diversas

prácticas en cada régimen, pero siempre visto como un régimen en el que la

8 Robert Dahl. La Poliarquía. Madrid. Tecnos, 1979.

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democracia está suprimida, relegada u oprimida. Siguiendo a Linz, entendemos

por un régimen no democrático o autoritario: sistemas políticos con un pluralismo

limitado, no responsable; sin una ideología elaborada y directora; carentes de una

movilización política intensa o extensa, y en los que un líder ejerce el poder dentro

de límites formalmente mal definidos, pero en realidad bastante predecibles9.

A partir de esta definición de Linz, Morlino identifica cinco dimensiones o variables:

a) Pluralismo limitado, refiriéndose a la comunidad política y a los actores

determinantes para el régimen y sus políticas;

b) Mentalidades peculiares, se refiere a la modalidad de la justificación

ideológica del régimen;

c) Ausencia de movilización política, refiriéndose también a la comunidad

política; Líder o grupo reducido, identifica a las autoridades presentes en el

régimen; y

d) Límites formalmente mal definidos, señala un aspecto general de las

normas y procedimientos propios del régimen autoritario10.

Linz, distingue entre varios tipos de autoritarismo: burocrático-militar, estatal-

orgánico o corporativo, autoritario de movilización postdemocrática, totalitario o

postotalitario11.

Por su parte, Leonardo Morlino, distingue entre diversos tipos de regímenes no

democráticos, pues explica que es un término mucho más amplio, dado que los

regímenes que no han adoptado la democracia como sistema ideal, tienen

diversas características por lo que no pueden englobarse todos dentro del término

autoritarismo, aunque que la mayoría de los casos atienden a dichas

características.

9 Linz, J.J. Una Teoría del Régimen Autoritario, el caso de España, en Leonardo Morlino; los Autoritarismos, Página 131.10 Leonardo Morlino. Op. Cit. Página 131.11 Op. Cit. En César Cansino, Página 28.

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Morlino identifica una gran cantidad de regímenes no democráticos entre los que

destacan, el corporativismo, el populismo, la oligarquía competitiva y el régimen de

transición.12

El autor coloca los regímenes de transición dentro de una clasificación que llama

Híbridos Institucionales, los que ya no son propiamente regímenes autoritarios y

aun no han entrado del todo en el genus democrático. Los regímenes de transición

se caracterizan por estar precedidos de una experiencia autoritaria, que emprende

un comienzo de apertura, liberalización y ruptura parcial de la limitación del

pluralismo. Junto a los autores pertenecientes a la coalición dominante que ha

perdido cohesión y dominio, aparecen oposiciones que son admitidas a participar

en el proceso político, pero que aun están sustancialmente excluidas de toda

posibilidad de acceder al gobierno.

En los regímenes de transición existe más de un partido, uno hegemónico y otros

que presentan ya elecciones semicompetitivas ante una clara competencia interna

en la coalición dominante para acceder a las candidaturas.

Está ausente cualquier justificación del régimen, incluso la basada en valores

omnicomprensivos y ambiguos, la ley electoral es distorsionante, la movilización

autoritaria es casi inexistente, las formas de represión policial están ausentes y

existe una escasa institucionalización y organización del Estado. Normalmente

existen actores gobernantes que intentan resistir las presiones internas y externas

a la coalición dominante para mantener el orden y los anteriores ordenamientos

distributivos y de satisfacer parcialmente la demanda de transformación en sentido

democrático.13

La concepción mundial a finales del Siglo XX, toma a la democracia como el

régimen aceptado internacionalmente, como el sistema que asegura las libertades

12 Las definiciones de los regímenes en adelante comentadas son tomadas de la obra de Leonardo Morlino; Op. Cit.13 Ibidem; Páginas 136 y 137.

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y los derechos cívicos, políticos y de igualdad y que ha demostrado ser la mejor

forma de organización que se ha encontrado. La influencia, persuasión y

convencimiento de países democráticos, los intercambios económicos y otras

muchas razones de carácter político, económico y social, así como de las

presiones por parte de organismos y organizaciones internacionales han llevado a

transiciones de regímenes autoritarios a democráticos, viendo el cambio como la

meta última de cualquier Estado que quiere preservar la confianza y la convivencia

internacional, así como la legitimidad y la convivencia en su interior.

3. Transición

3.1 Concepto y tipos de transición

El concepto de transición democrática surgió a partir de las décadas de los setenta

y ochenta cuando varios países del sur de Europa y de Latinoamérica fueron

escenarios del resurgimiento democrático, pasaron de regímenes autoritarios a

regímenes democráticos por medio de un conjunto de transformaciones que desde

el autoritarismo o totalitarismo hicieron posibles sus actuales regímenes.

Cada país ha tenido diferentes modelos de transición, por lo que no es posible

decir que exista un modelo único o ideal, sino que dependiendo de las

circunstancias, la transición se da como un periodo de transformación al cual se

llega a través de variados procedimientos.

La etapa de transición o régimen de transición es el intervalo entre un régimen

político autoritario o no democrático y uno democrático, durante este periodo hay

una ambigüedad política pues hay una interacción entre ambos elementos, tanto

autoritarios como democráticos, los actores y conductas de los actores respecto

de diversos elementos pueden ir en diferentes sentidos según la ideología, las

instituciones y los nuevos espacios de actuación conviven a la par.

El régimen autoritario en este periodo va perdiendo algunas de sus características,

pues adquiere algunos aspectos del régimen democrático que está por llegar.

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Repitiendo la idea de Morlino1414 “el régimen de transición es precedido de una

experiencia autoritaria que ha iniciado una apertura, liberalización o parcial ruptura

de las limitaciones al pluralismo”. Podría decirse que la Transición puede ser vista

como un postautoritarismo o una predemocracia.

La transición democrática como el proceso mediante el cual se llega a un régimen

donde la democracia está asegurada y consolidada, puede tener dos orígenes: La

democratización o la liberalización.

La democratización, constituye un proceso de efectiva ampliación de derechos

políticos y civiles, producto de acuerdos y negociaciones entre prácticamente

todas las fuerzas políticas actuantes, y cuyo desenlace lógico lo constituye la

instauración de un arreglo institucional, normas y valores reconocidamente

democráticos1515.

La liberalización de un régimen autoritario es un proceso de apertura controlada a

través del cual se flexibilizan en dirección democrática los límites tradicionales

impuestos al pluralismo y la competencia políticos, pero sin extenderse ni

reconocerse plenamente sus prerrogativas1616.

3.2 Liberalización democrática

Consideramos que la liberalización ha sido el proceso mediante el cual, en

México, se logró una apertura democrática y posteriormente el desplazamiento del

régimen autoritario.

A través la liberalización, como un proceso de apertura gradual por parte del

régimen autoritario, principalmente para legitimar su estabilidad y continuidad, se

flexibilizan los límites tradicionales impuestos al pluralismo social y de partidos, y a

14 Leonardo Morlino; El Autoritarismo en G. Pasquino; Páginas 145-146.15 Ibidem. Página 19-20. 16 Cesar Cansino; La Transición Mexicana 1977-2000; Centro de Estudios de Política Comparada; México, 2000. Página 19.

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Page 9: Ecos de La Democracia Mexicana

la competencia política, pero sin extenderse ni reconocerse plenamente sus

prerrogativas.1717

De acuerdo con Cansino, la lógica de competencia como resultado de una

liberalización política puede caracterizarse por dos hechos interrelacionados:

1. Los diversos actores presentes o influyentes en la coalición política dominante

polarizan sus posiciones, generando una creciente movilidad política;

2. La oposición radicaliza su discurso frente al régimen e incrementa sus recursos

electivos y/o de influencia, sobre todo en presencia de una activación social que

logra encabezar gracias a su gradual institucionalización y/o su afinidad ideológica

con las movilizaciones.

Bajo éstas condiciones el colapso y/o la transformación del régimen autoritario

sólo es cuestión de tiempo.1818

“El hecho de que se explique la liberalización de un régimen a partir de su

hundimiento en términos de legitimidad resulta tautológico, pues la aparición de

organizaciones autónomas significa que el régimen se ha desintegrado y por lo

tanto ésta desintegración no está ligada a la legitimidad, pues el régimen

autoritario pudo haber sido ilegítimo desde sus inicios y aún así durado varios

años”1919. Entonces, cuando sobreviene la fractura o desmoronamiento de un

régimen autoritario, no se debe precisamente a una falta de legitimidad del

régimen, sino más bien a la existencia de organizaciones opositoras al régimen

que presentan nuevas opciones y proyectos colectivos, que representan una

nueva alternativa para la sociedad, pues dentro de un régimen autoritario

únicamente se les presenta una opción.

La gestación de una liberalización tiene dos sucesos: la movilización de

organizaciones autónomas y la ruptura o desmoronamiento del régimen

autoritario, puede suceder una antes que la otra, el orden cronológico no es

17 Ibidem; Página 60.18 C. Cansino. Op. Cit. Página 61.19 Adam Przeworski. Democracia y Mercado; Gran Bretaña, Oxford University Press, 1995. Página 91.

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Page 10: Ecos de La Democracia Mexicana

relevante pues al suceder una sucede la otra. La movilización social será el

elemento que marque el ritmo del proceso, ya que impone al régimen las

siguientes opciones: represión, integración o la transferencia del poder.

El hecho de que exista primero una movilización organizada y autónoma revela

que el régimen ha presentado una fractura pues de otra manera reprimiría esta

movilización opositora (desde abajo). Por otra parte, si el régimen presenta antes

de la movilización una fractura interna visible, es decir, la ruptura en el interior del

régimen presenta dos tipos de ideología interna, una liberalizadora y otra

conservadora a partir de ello la sociedad encuentra una puerta para abrirse paso

contra el régimen (desde arriba).2020

Przeworski2121 explica así que las decisiones de liberalizar un régimen combinan

elementos inspirados desde arriba y desde abajo, incluso en los casos en que las

divisiones en el seno del régimen autoritario se hacen visibles mucho antes de que

se produzca ninguna movilización popular. Los liberalizadores del régimen

percibieron la posibilidad de establecer una alianza con algunas fuerzas no

organizadas hasta entonces, lo cual implica la presencia en la sociedad civil de

alguna fuerza con la cual poder aliarse, en los casos en que la movilización de

masas ha sido previa a la fisura del régimen, subsiste la interrogante de porqué

aquél no optó por reprimirla por la fuerza, y parte de la respuesta está en que,

parte del régimen estaba dividido en liberalizadores e inmovilistas. La

liberalización es el resultado de una interacción entre la aparición de fisuras en el

régimen autoritario y la organización autónoma de la sociedad civil.

En efecto, los proyectos de liberalización del régimen autoritario tienen como

objeto la apertura controlada del espacio político y la legitimación, normalmente el

proceso de liberalización es precedido por fracturas de la coalición dominante que

anuncian algún tipo de crisis.

20 Ilya Ehrenburg designó en 1954 a la liberalización como el “deshielo": El iceberg de la sociedad civil se funde y desborda las presas del régimen autoritario.21 Ibidem; Página 96.

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Przeworski explica que el ritmo de movilización de la sociedad es variable según

los regímenes y depende de sí el equilibrio autoritario se apoya fundamentalmente

en el engaño, el miedo o la prosperidad económica, así cita dos ejemplos de

México: “En los regímenes donde el equilibrio es el miedo, las palabras nuevas

son subversivas, México después de 1982 es un buen ejemplo de un régimen

basado en el miedo donde las palabras están permitidas siempre que no accedan

al espacio público” y sobre los regímenes equilibrados por la prosperidad

económica el autor comenta: “Los regímenes basados en un intercambio tácito de

prosperidad material por aquiescencia pasiva –el régimen del PRI en México antes

de 1982- son vulnerables sobre todo a las crisis económicas”2222. El autor explica

que cuando un régimen encuentra su equilibrio en estos factores y estos factores

se fracturan, es muy probable que el régimen se tienda a abrir, pues existirán

voces opositoras e inconformes con la “verdad” del régimen y existirá movilización

social inconforme con la crisis económica.

La existencia de apertura controlada por parte del régimen y la movilización social

debe ser interrelacionada, pues no puede existir una sin la otra. La movilización

será reprimida por parte de un régimen unificado y fuerte, y la apertura no podría

darse sin una oposición unificada y autónoma.

Siguiendo con las ideas de Przeworski, el proceso de liberalización para llegar a la

transición sigue un camino en el que primero, el régimen dominante iniciará una

apertura con la finalidad de mantener su posición en el bloque y tolerar algunas

formas de organización autónoma al margen del bloque en el poder, si las

organizaciones autónomas deciden participar en las nuevas formas organizativas

creadas por el régimen el resultado será una dictadura ampliada y la estrategia

liberalizadora habrá tenido éxito, pero si por el contrario, las organizaciones

autónomas deciden continuar siendo autónomas, entonces el bloque deberá optar

por la represión, lo cual llevaría a una insurrección; o por la transición a la

democracia y entonces la sociedad organizada se transforma en reformadora.2323

22 Ibidem. Página 99 y 100.23 Ibidem, Página 104.

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Page 12: Ecos de La Democracia Mexicana

La liberalización, es decir, la ampliación de la base social del régimen sin modificar

su estructura, no siempre da paso a una transición o puede dar el paso a una

transición pero tardarse un largo periodo de tiempo.

Para Samuel P. Huntington2424, hay diversos factores que contribuyen a que ocurran

y sean oportunas las transiciones a la democracia de lo que el autor denomina la

tercera ola:

1) Problemas de legitimidad de regímenes autoritarios debido al fracaso

económico y militar.

2) Crecimiento económico global.

3) Cambio doctrinario de la Iglesia católica a partir del Concilio de Vaticano II,

opuesta al autoritarismo.

4) Cambios políticos de actores externos, Comunidad Europea, Estados Unidos y

Unión Soviética.

5) Efecto de demostración de las transiciones iniciales de la tercera ola de

estimulación y la provisión de modelos para subsecuentes esfuerzos de

democratización.

Tenemos pues, que la llegada del Régimen de Transición es definido por

cualquiera de los procedimientos de liberalización o democratización, la transición

tiene varias características:

I. Su dinámica o causas, según Huntington2525

a) Causas únicas, por ejemplo, la aparición de una nueva potencia en el

escenario internacional;

b) Desarrollo paralelo, que sugiere un nivel similar de desarrollo interno de un

grupo determinado de naciones;

24 Samuel P. Huntington; La Tercera Ola de la Democracia; en Larry Diamond y Marc F. Plattner (comps), El resurgimiento global de la democracia; México, UNAM, 1996; Página 4.25 Idem;

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Page 13: Ecos de La Democracia Mexicana

c) Efecto de bola de nieve, efecto de demostración a partir de una causa única de

cambio interno, éste puede generalizarse dentro de una nación por imitación y

desencadenarse todo un proceso de cambio global con rasgos comunes;

d) La solución que prevalece, es decir, la existencia de una respuesta común a

diferentes desafíos o problemas dentro de distintas naciones.

II. Sus modalidades según Huntington2626

a) Cíclica, en la que los propios regímenes se han ido alternando en lugar de los

partidos políticos;

b) Segundo intento, en la que hubo una experiencia democrática previa que

supone su fracaso;

c) Democracia interrumpida, en donde la democracia existe de manera

consolidada y se ve interrumpida por el surgimiento de condiciones que le ponen

fin;

d) Transición directa, en donde el cambio va de un sistema autoritario estable a

uno democrático estable;

e) Descolonización, en donde tras e retiro de las autoridades coloniales se da un

régimen autoritario, para dar paso, posteriormente, a uno democrático.

III. Sus tipos según Dahl2727

a) Fuerzas externas, donde tienen lugar intervenciones extranjeras, conquistas,

guerras, etcétera.

b) Fuerzas internas, las transiciones tienen como resultado de intervenciones

violentas por parte de ciertas fuerzas sociopolíticas internas (revoluciones, Golpes

de Estado, guerras civiles, etcétera).

c) Crisis del régimen político, este tipo de transiciones se dan de manera

evolutiva o continua dada la crisis del régimen.

IV. Sus características según Cansino2828

26 En César Cansino; Op. Cit. Página 31.27 Robert Dahl; La Poliarquía; Madrid, Tecnos, 1991.28 Op. Cit. Página 33 y 34.

13

Page 14: Ecos de La Democracia Mexicana

Las transiciones democráticas pueden ir acompañadas de un mayor o menor

grado de tensión o conflictividad y pueden ser rápidas o lentas. Dependiendo de

estos factores, pueden ser continuas o discontinuas. Las continuas son aquellas

en las que se pasa por diversas formas de organización institucional en tiempos

concentrados y normalmente de manera pacífica, al contrario de las discontinuas,

en las que los procesos de cambio son más bien profundos y se concretan en el

largo plazo y presentan un mayor grado de tensión o conflictividad.

V. Su dinámica o temporalidad (elección de tiempos) según Linz2929

a) Prematura, cuando las condiciones para su éxito no están dadas.

b) Tempestiva, se aprovechan las condiciones favorables presentes.

c) Diferida, se hubiese podido realizar en un momento determinado anterior.

d) Acto de última hora, la acción se adopta de manera súbita.

e) Decisiones superadas por los acontecimientos, se toma la decisión de último

momento, justo antes de la fase que marca la caída del régimen.

f) Intentos de ganar tiempo, es la falta de acción basada en la consideración de

que hacer tiempo facilitará, en un momento posterior, la solución de una crisis

inminente.

g) Cadencia o ritmo, aquí se encuentra la “velocidad” apropiada para un proceso

de cambio político.

VI. Su conclusión o el paso a una democracia autosostenida según

Przeworski3030

a) Alternancia partidista

b) Cambios en políticas como resultado de la alternancia

c) Control civil sobre militares

29 Juan Linz; en C. Cansino; Op. Cit. Página 35.30 Adam Przeworski; en C. Cansino; Op. Cit. Página 38.

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Page 15: Ecos de La Democracia Mexicana

La experiencia internacional ha mostrado distintos tipos de transiciones a la

democracia, tantos regímenes políticos hay, tantas transiciones políticas existen,

pero pueden agruparse en dos modelos, de acuerdo con Cansino31:

a) Las transiciones consensuadas, que son para tomar un ejemplo, las que

ocurrieron en la Europa mediterránea y que tuvieron un carácter continuo, lento,

pacífico e interno. En este tipo de transiciones el papel de las fuerzas armadas es

modesto, con responsabilidad mediana en la violencia oficial, la participación de la

sociedad civil y de los partidos es fuerte con movilizaciones y hay un predominio

de partidos moderados, el contexto internacional es favorable y la naturaleza del

régimen de partida es con un grado bajo de militarización (autoritarismo y

fascismo).

b) Las transiciones conflictivas, que son por ejemplo, las transiciones a la

democracia en países sudamericanos y se caracterizaron por ser

fundamentalmente discontinuas, aceleradas, violentas y externas. En este tipo de

transiciones hay una ausencia de pactos políticos explícitos, las fuerzas armadas

juegan un papel protagónico y existe una gran responsabilidad en la violencia

oficial, la participación de la sociedad civil es débil y hay una polarización

partidaria, el contexto internacional es desfavorable y el régimen de partida goza

de un alto grado de militarización (burocrático-autoritario).

Una de las principales diferencias entre ambas es que en la primera existe la

formulación de un pacto político explícito y normativo, producto de la participación

de los principales actores políticos involucrados.

La posibilidad de una transición democrática aparece cuando el régimen presenta

una crisis autoritaria, normalmente debida a una fractura interna o de las

coaliciones que apoyan o mantienen al régimen, la crisis se traduce en

inestabilidad y movilidad de recursos políticos hacia actores emergentes. Debido a

la crisis autoritaria, el régimen cae en una crisis de legitimidad y por tanto en una

ineficacia administrativa lo que lleva a un aumento de movilización social.

31 César Cansino, Op. Cit. Página 40.

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Page 16: Ecos de La Democracia Mexicana

La crisis autoritaria no siempre conduce a la caída del régimen o a su

democratización, como se ha explicado, puede traducirse en una apertura

controlada de liberalización, la cual pretende apuntalar el desequilibrio del régimen

con el objeto de recomponer la coalición dominante. El proceso de liberalización

aunque no necesariamente debe terminar en un régimen democrático, si logra

estimular el colapso del régimen autoritario o su transformación.

Przeworski explica que el problema de la transición estriba en conseguir la

democracia a como de lugar. El problema central es si desembocará en una

democracia consolidada, esto es, un sistema donde las fuerzas políticas

significativas sometan sus valores e intereses a la interacción incierta de las

instituciones democráticas y acaten los resultados del proceso democrático.32

El mismo autor explica que dados los objetivos y recursos de las fuerzas políticas

concretas y la estructura de los conflictos con que se enfrentan, pueden

distinguirse cinco resultados concebibles:

1. La estructura de los conflictos es tal que ningún tipo de instituciones

democráticas puede perdurar y las fuerzas políticas acaban luchando por una

nueva dictadura.

2. La estructura de los conflictos es tal que ningún tipo de instituciones

democráticas puede perdurar, pero las fuerzas políticas acuerdan adoptar la

democracia como solución transitoria.

3. La estructura de los conflictos es tal que algunas instituciones democráticas

podrían ser duraderas en caso de adoptarse, pero las fuerzas políticas en conflicto

luchan para establecer una dictadura.

4. La estructura de los conflictos es tal que algunas instituciones democráticas

podrían ser duraderas en caso de adoptarse, pero las fuerzas políticas en conflicto

acuerdan establecer un marco institucional que no puede durar.

5. La estructura de los conflictos es tal que algunas instituciones democráticas

pueden ser duraderas si se adoptan y así se hace.

32 Adam Przeworski; Democracia y Mercado; Gran Bretaña, Oxford University Press, 1995, Páginas 86-90.

16

Page 17: Ecos de La Democracia Mexicana

Huntington3333 enumera 7 causas para que una transición a la democracia acabe

alejándose de ella:

1) La debilidad de valores democráticos.

2) Reveses económicos que llevaron a remedios que solamente podían ser

impuestos por gobiernos autoritarios.

3) Polarización social y política producida por gobiernos de izquierda.

4) La exclusión de movimientos de izquierda y grupos de clase baja del poder

político por grupos conservadores de clase media y alta.

5) Ruptura de la ley y el orden como resultado de la insurgencia y el terrorismo.

6) Intervención o conquista de una potencia exterior no democrática.

7) Efecto de bola de nieve contrario desencadenado por el derrumbe o

derrocamiento de sistemas democráticos en otros países.

La democracia es un régimen que ha sido visto como el sistema político ideal,

pero no basta con la buena voluntad de los actores políticos ni de la sociedad, la

democracia requiere de diversos factores sociales, económicos, culturales,

internacionales y nacionales para que pueda consolidarse, pues como se ha visto

a lo largo del siglo XX, las democracias han sido sustituidas por regímenes

autoritarios o totalitarios, donde alguna o algunas de las circunstancias

enumeradas arriba fueron factores determinantes.

Finalmente, puede decirse que la transición democrática se construye por medio

de métodos democráticos. Es decir, la base del cambio político se encuentra en

las negociaciones, los compromisos y los acuerdos gestados por las elites

políticas, más que en otros posibles mecanismos.

4. Análisis del caso mexicano3434

33 S. P. Huntington; Op. Cit. Página 6.34 Todo lo referente a la historia socioeconómica y política de México, fue consultado principalmente en las obras de J.F. Escobedo; Op. Cit. Y César Cansino; Op. Cit.

17

Page 18: Ecos de La Democracia Mexicana

México a partir de la expedición de la Constitución del 17, ha vivido diversos

cambios en materia democrática. El principio democrático3535 se encuentra

dispuesto en nuestra Carta Fundamental en el artículo 40 que el Estado Mexicano

es una república representativa democrática federal, garantizando los derechos

fundamentales a través de los primeros artículos constitucionales, una división de

poderes dispuesta en el artículo 49 y reconociendo la soberanía en el pueblo en

los artículos 39 y 41.

Desde el año en que se promulgó la Constitución, fueron creándose partidos

políticos y mediante la expedición de diversas leyes electorales se reguló su

participación en el proceso político.

Durante el régimen cardenista, el sistema político mexicano adquirió fuerza y

consolidó un régimen autoritario basado fundamentalmente en el corporativismo.

El PRI, creado en 1929, adquirió durante el gobierno del General Cárdenas, en

1938, una nueva estructura, incorporando a sus bases organizaciones sociales

como la CTM, CNC, CNOP, entre otras, con la finalidad de conciliar las diversas

facciones políticas posrevolucionarias. Durante este periodo el partido cambió de

Partido Nacional Revolucionario a Partido de la Revolución Mexicana. Mediante la

incorporación de grupos el partido adquirió una estructura corporativista y por

tanto el régimen fue consolidándose hasta cambiar su denominación a Partido

Revolucionario Institucional (PRI) en 1946.

El régimen priísta entre 1940 y 1970, articuló un sistema corporativista inclusivo-

subordinado con una política económica intervencionista. El proyecto institucional

estaba basado en un proyecto nacional-popular, sobre una base corporativa y una

activa participación del Estado. Este proyecto favoreció el crecimiento económico

y gozó de una amplia legitimidad gracias a la herencia política de la Revolución. El

presidencialismo, vinculado con las características del Estado mexicano otorgaron

cohesión administrativa y legitimidad al titular del Ejecutivo.

35 El análisis sobre el Estado mexicano será tema del siguiente capítulo, por lo pronto nos limitamos a mencionar algunos de los principios contenidos en nuestra Ley Fundamental.

18

Page 19: Ecos de La Democracia Mexicana

Durante estos años hubo una despolitización so pretexto del crecimiento

económico y sobre todo del riesgo de desestabilización del régimen. El sistema de

partidos en México era realmente raquítico, pero en realidad su existencia estaba

ligada a la existencia de una oposición legal al régimen, pues existió una enorme

contradicción entre las reglas y la realidad.

Esta época marcó lo que J.F. Escobedo ha denominado la “Fundación y

Consolidación del Régimen” pues el partido hegemónico conservó una cohesión

interna a pesar de la heterogeneidad de sus miembros y la diversidad de intereses

que presentaron, aunado al impresionante crecimiento económico sostenido,

logrado con la participación conciliada del sector empresarial, gracias al

intervencionismo estatal. Esta época marcó las estrechas relaciones entre la

burocracia sindical y el régimen, debido a los procesos de inclusión política de

trabajadores al partido.

Hasta antes de 1968 las tensiones en el orden político se producían

principalmente debido a desacuerdos de la elite, sin que esto resultara en una

crisis interna.

El movimiento estudiantil de 1968 marcó lo que se denomina la inestabilidad del

régimen, pues se presenta como un movimiento social que cuestiona fuertemente

la capacidad del gobierno, la débil oposición existente acentúa la hegemonía del

partido y provoca la movilización social opositora al gobierno.

El régimen opta por la represión desmesurada, una reacción desproporcionada

llevó a subrayar la incapacidad del sistema para recibir las demandas sociales y a

exhibir la coercitividad como método para asegurar su permanencia y reprimir las

voces opositoras.

El agotamiento del modelo económico (Desarrollo Estabilizador) auguraba una

crisis, lo que afectó al sistema para regular los desacuerdos de la sociedad y

enfrentar los cuestionamientos. La sociedad se comenzó a exacerbar hasta que

encontró una salida mediante el movimiento de ´68, mismo que vino a confirmar la

19

Page 20: Ecos de La Democracia Mexicana

incapacidad del régimen para atender y procesar las demandas y exigencias de

una sociedad descontenta. El movimiento vino a cuestionar la ausencia de

espacios de expresión y participación y generó una importante desestabilización

del régimen.

A mediados de los sesenta tuvo lugar la primera desavenencia dentro del partido,

iniciada por Carlos Madrazo, quien no estaba de acuerdo con los procesos

impositivos de elección de candidatos.

La primera ruptura interna de la coalición y el primer movimiento social vienen a

marcar el primer momento de desestabilización del régimen priísta.

El periodo de 1968 a 1977 fue un periodo caracterizado por diversos movimientos

sociales e indígenas, guerrillas, luchas de colonos y tomas de presidencias

municipales y de palacios de gobierno. Junto con los movimientos sociales se

desató una crisis económica en 1971 que avivó los movimientos y el descontento

social.

Con todo ello, el régimen logró conservarse e inhibir cualquier expresión crítica. El

movimiento y los subsecuentes enfrentamientos sociales impulsaron el fin de la

etapa de consolidación y estabilidad del régimen, pero no a su fin.

La represión al movimiento de ´68 costó muy cara para el régimen, pues vino a

confirmar su hegemonía y coercitividad, ya que la pérdida de autonomía del

gobierno presentaría un costo muy alto. La puerta que dejó abierta el movimiento

de ´68 fue aprovechada por diversos actores sociales para oponerse al régimen

hasta que durante el gobierno de Echeverría se logró un proceso de apertura

controlada y el cambio a un modelo populista de gobierno.

Las elecciones de 1970 dieron de nuevo legitimidad al régimen, pues aun cuando

los movimientos opositores despertaron a la ciudadanía, no la alentaron del todo a

contender en la arena política.

20

Page 21: Ecos de La Democracia Mexicana

Durante el gobierno de Echeverría se paso de un modelo económico de desarrollo

estabilizador a un desarrollo compartido, los rasgos populistas y sociales no se

hicieron esperar, pues la estrategia era dar respuesta a las demandas y

exigencias populares. Durante este gobierno, dadas las políticas mencionadas, la

crisis entre el sector empresario, la elite política y la burocracia sindical fueron

tornándose más severas. El gobierno diseñó una estrategia para darle legitimidad

al régimen mediante una retórica populista, basada en las ideas de la Revolución y

la justicia social.

El movimiento de 1968 estimuló a la sociedad en la participación política mediante

los movimientos sociales, inclusive mediante su ingreso a la arena política, lo que

en cierta forma incrementó la existencia de partidos políticos. Fundamentalmente

los nuevos partidos se inclinaron a la ideología de izquierda, mientras que el PAN

persistió en una oposición restringida. La creciente participación de la oposición

generó la creación de la figura de diputados de partido, mediante una ley expedida

en 1963 que permitió a las minorías encontrarse representadas en el Congreso.

El gobierno de 1976 a 1982 de José López Portillo abandonó las políticas de

Echeverría pero no superó las crisis y se generó una honda ruptura entre la elite

política y el sector empresarial. Durante esos años se alcanzó una severa crisis

económica debido a la baja en los precios del petróleo lo que vino a acrecentar la

inflación, desestabilizar el tipo de cambio, agregado al agotamiento de plazos para

el pago de intereses de la deuda.

La crisis estimuló la protesta y la movilización social lo que sacudió a las elites y

provocó una apertura controlada y gradual del pluralismo en México.

En México el proceso de liberalización se inició hace veinticinco años, a partir de

las reformas de 19773636, el proceso de apertura controlada inició, apoyado por el

gobierno mediante la expedición de una Ley Electoral promovida por Reyes

36 Fue en la llamada reforma política de 1977 donde se introdujo en el artículo 6 constitucional, el derecho a la información y que por haber formado parte de importantes reformas electorales pasó casi inadvertido. El análisis de ello se hará más adelante.

21

Page 22: Ecos de La Democracia Mexicana

Heroles en la que se sustituye la figura de diputados de partido, por la

representación proporcional.

En 1986 se expide una nueva legislación electoral que la oposición tacha de

“contrarreformista” de la apertura comenzada en 1977, en esta Ley Federal

Electoral se amplía la representación proporcional y por primera vez se introduce

un recurso de impugnación ante la Suprema Corte de Justicia.

Para las elecciones parlamentarias de 1991, se expide el Código Federal de

Instituciones y Procedimientos Electorales el cual surge a través del consenso

entre facciones parlamentarias, y en especial de la inédita relación entre el Partido

Acción Nacional y el Gobierno a través de un documento que el mismo partido

suscribe llamado “Compromiso Nacional por la Legitimidad y la Democracia”3737 en

el cual se reconoce la legitimidad del triunfo de Salinas en 1988 y se pacta una

nueva relación con el régimen. La nueva legislación establece reglas para el

financiamiento de partidos políticos, tiempos en medios de comunicación, la

ciudadanización de las autoridades electorales y la reforma a delitos electorales,

entre otras.

La primera Ley Electoral de la etapa constitucionalista del 17, se expidió en 1918,

misma que fue sustituida por una en 46; modificaciones para una representación

de minorías con los diputados de partido en 64; una nueva en 73; otra en 77, que

junto con las reformas constitucionales avanza en la representación proporcional

en la Cámara de Diputados y amplía los derechos y prerrogativas de los partidos

políticos, con la cual empieza la reforma política; en 87 se reforma la Constitución

y se expide un Código con un sistema electoral que estimula el pluralismo y

amplía la representación proporcional; en 89 se reforma de nuevo la Constitución

y se expide un Código para ampliar la imparcialidad y confiabilidad de los

comicios3838; y nuevas reformas en 91, 93 y 96, siendo éste código el actualmente

vigente3939.

37 Juan Fco. Escobedo; Resonancias del México Autoritario; México, 2000. Página 189.38 J.F. Ruíz Massieu; Cuestiones de Derecho Político (México-España); UNAM, México, 1994. Páginas 208-213.39 Cesar Cansino, Op. Cit. Página 297.

22

Page 23: Ecos de La Democracia Mexicana

Pero no fue hasta las elecciones de 2000, cuando unas de las metas de la

democracia fue alcanzada y la añorada alternancia fue conseguida por la

oposición.

La transición democrática mexicana puede ser vista desde distintos ángulos, una

forma de considerar el avance del pluralismo, la competencia abierta y la

alternancia, puede ser desde los niveles de gobierno, es decir, creemos que el

liberalismo mexicano inició a partir de la apertura liberal –si bien, controlada- del

gobierno priísta desde 1977 y que comienza a apreciarse a partir de las derrotas al

partido oficial en los municipios a partir de 1983. La liberalización en México se dio

de una manera centrípeta, yendo desde el ámbito municipal, subiendo al ámbito

local o estatal, al Congreso, al Distrito Federal y culminando con el Gobierno

Federal.

Este proceso de apertura puede ser visto desde diversos puntos de vista, existe

una gran cantidad de factores que llevaron a la fortaleza de la oposición, a la

alternancia y a la fractura de la coalición dominante.

Un factor decisivo fue la falta de cohesión en el partido dominante, varios motivos

llevaron a su desarticulación, pero sin duda uno de los principales fue la

recalcitrante actitud de los grupos tradicionales a modificar sus estatutos y a

permitir la apertura liberal. Un cambio en el partido en un sentido democratizador

lo habría llevado por otro camino, quizá no a asegurar seis años más, pero tal vez

a asegurar su permanencia en la arena política. La desavenencia interna llevó a la

fractura del partido lo que ahora parece llevarlo a su propia destrucción.

Las crisis económica, controlada durante el sexenio salinista, así como la crisis

política y social llevaron al país a inconformarse cada día más con el régimen. Los

movimientos sociales como el levantamiento del EZLN, los reclamos de la

oposición, el disgusto popular con el sexenio de Salinas y la reanudada crisis

económica fueron factores que demolieron la legitimidad del régimen conseguida

en los años anteriores.

23

Page 24: Ecos de La Democracia Mexicana

Otro factor importante fue el reconocimiento de la capacidad de otros partidos para

gobernar por parte de los ciudadanos, "probando" desde sus ámbitos

comunitarios, hasta sus gobiernos estatales y legislativos, así como el Legislativo

Federal, de la competencia de la oposición para satisfacer sus necesidades y

gobernar, otorgando posteriormente, el voto a la oposición el Gobierno Federal,

pues se conjugó una liberalización que fue desplazando al PRI desde "abajo hacia

arriba".

Los factores económicos, políticos y sociales fueron encausando hacia un

pluralismo cada día más creciente y un partido hegemónico cada día más

anquilosado y fracturado, que junto con el cansancio popular llevaron a su fracaso

electoral.

A partir de la crisis económica de principios de los ochenta, el régimen priísta

sufrió una gran inestabilidad, los problemas económicos, políticos y sociales

parecían incontrolables y con un presidente poco carismático parecía que el

régimen autoritario mexicano sufría un proceso de debilitamiento que terminaría

por llevarlo a la fractura, las disputas de la elite y de los dirigentes eran cada día

mayores, inclusive un grupo importante se desplazó hacia la oposición inconforme

con los métodos de designación de los sucesores y la persistencia en las viejas

ideas de la Revolución, lo que formó una oposición bien articulada, conformada

por varios pequeños partidos, y con dirigentes que si bien habían pertenecido al

partido en el poder, ahora formaban una de las oposiciones más importantes del

régimen.

El Frente Democrático Nacional obtuvo una enorme cantidad de votos en las

elecciones del ´88 –cerca del 30%-, pero aún con ello, el PRI obtuvo la mayoría –

cerca del 50%-, difícilmente se impuso por sobre el PAN y el FDN siendo una de

las elecciones más competidas de la época posrevolucionaria y el menor

porcentaje de votos obtenidos por el PRI desde su integración. Mucho se discutió

sobre la legitimidad de las elecciones, pero lo cierto fue que el gobierno de Salinas

24

Page 25: Ecos de La Democracia Mexicana

de Gortari logró legitimarse a través de los siguientes cinco años, donde por cierto,

el autoritarismo del régimen se acentuó y cobró nuevos bríos.

El gobierno tuvo una estrategia de restauración legitimista y de control del poder

político. Todas las acciones políticas estuvieron subordinadas a los objetivos de la

política económica. La eficacia económica generó complacencia y aceptación,

para mantenerla hubo que sobreutilizar los tradicionales y autoritarios mecanismos

de negociación entre actores económicos, sociales y de gobierno y de control de

la demanda social por la trama corporativa.40

Hasta 1993 con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la

crisis de legitimidad y los problemas de gestión económica aparentemente se

superan: la economía crece, la inflación cede, es posible la contención social, el

déficit público está controlado, hay fondos públicos, hay resultados alentadores en

la estrategia para atenuar los problemas de la pobreza y en 1994 México es

aceptado en la OCDE41.

El gobierno de Salinas respondió a los problemas políticos, económicos y sociales

heredados y que se cargaban desde los primeros años de los ochenta, mismos

que a través de programas de modernización administrativa y económica fueron

solamente contenidos por el régimen anterior, pero que finalmente, y gracias a la

maniobra salinista abrieron el horizonte y permitieron desplegar el régimen

autoritario y prorrogar su existencia durante un sexenio más, esquivando algunos

cruentos sucesos en 1994, el PRI obtiene una holgada victoria con su candidato

Ernesto Zedillo, quien llega al poder debido al homicidio de Luis Donaldo Colosio.

El 50% por sobre un 26% obtenido por el PAN, con el candidato Diego Fernández

de Cevallos, y un 17% obtenido por el candidato Cuauhtémoc Cárdenas del PRD

(antes FDN).

Los resultados electorales de 1994 tuvieron muchos resortes, la estabilización

económica lograda en el régimen salinista, el martirio colosista, el dogmatismo de

40 Juan Francisco Escobedo.; Resonancias del México Autoritario; México, 2000; página 18741 Cfr. Página 189.

25

Page 26: Ecos de La Democracia Mexicana

izquierda cardenista y la desaparición de la escena política del candidato

Fernández de Cevallos, a quien, por cierto, la opinión pública lo prefiguraba como

triunfador después del debate televisivo que sostuvieron los tres principales

candidatos, y finalmente mucho se habló también del “voto del miedo”.

México no tuvo influencia del exterior en cuanto a su liberalización o tránsito

democrático hasta las elecciones celebradas en 1997, en las de 1988 el candidato

del FDN tenía posibilidades de triunfar, pero la ideología izquierdista del partido y

del candidato C. Cárdenas llevaron a justificar el apoyo al PRI por parte del vecino

del norte, pues era la única forma de continuar con la liberalización económica.

Lo cierto es que durante el régimen salinsta el PRI se fortaleció, en las elecciones

parlamentarias de 1991, obtuvo la mayoría de curules y lo mismo en las de 1994;

una vez asegurada la presidencia y la mayoría legislativa, Zedillo propuso una

modernización del PRI que fijó a través de una ruta en la que se reformaría al

partido mediante el consenso de los militantes, la reforma consistiría en una

revisión total a los estatutos con la finalidad de modificar las reglas internas y

externas para actuar en una democracia competitiva y transparente, reforma que

quedaría truncada por el homicidio del Secretario General del partido e impulsor

de esta transformación y democratización interna, José Francisco Ruíz Massieu.

Las elecciones de 1994 legitimaron de nuevo al régimen priísta, la transición

quedó aplazada pues se reanudó el régimen y cobró de nuevo una estabilidad que

venía lastimada por los sucesos de 1994, una votación holgada y legitimada llevó

a reafirmar la ambigüedad del proceso de liberalización logrado durante los

últimos años, por lo que la oposición se quedó a la mitad del camino. Si bien la

apertura democrática, sobre todo en materia electoral durante los últimos años de

los ochenta y los primeros de los noventa, llevó a un pluralismo activo y algo

controlado, el camino recorrido por la oposición se vio interrumpido gracias al

despliegue del aparato priísta.

El presidente Zedillo no se caracterizó por ser un líder carismático, tampoco por

lograr una celeridad y un dinamismo político, económicamente heredó una crisis

26

Page 27: Ecos de La Democracia Mexicana

sin precedentes, que vino a devolver a México a la realidad social y económica, el

“error de diciembre” achacado a Salinas fue una de las causas de rompimiento y

descrédito para el partido, aunado al desprestigio difundido a la familia Salinas y a

otros priístas, el partido comenzó su descenso político.

Aún con el fallido Pacto de Los Pinos celebrado en 1996, se llevó a cabo una

reforma política que no fue del todo bienvenida por la oposición pero que guió a

las primeras elecciones transparentes y confiables en 1997.

En 1997 se celebraron elecciones parlamentarias y locales para la Jefatura de

Gobierno del Distrito Federal –las últimas, realizadas por primera vez a partir de

las reformas constitucionales de 1994- en ellas, el PRI perdió la mayoría en la

Cámara de Diputados, pero la conservó en la de Senadores y perdió con una

arrasadora mayoría la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal frente al PRD

(47.11% sobre 25.08% del PRI), los comicios mostraron una sociedad descontenta

con el régimen y una oposición fortalecida. El PRI fue siendo desplazado en varios

municipios y estados y poco a poco la oposición fue demostrando su capacidad y

su eficacia. La fortaleza lograda por los partidos de oposición, su capacidad de

negociación y su victoria en elecciones locales y municipales, lo llevaron a cobrar

un importante lugar en la arena política.

Las reformas electorales, la necesidad de legitimación del régimen por medio de

avances democráticos y las nuevas oportunidades en la arena política llevaron a

partidos como el PAN y el PRD a tomar importantes posiciones gubernamentales

alrededor de la República, y finalmente hasta la presidencia y la mayoría

legislativa federal.

La alternancia, vista como un elemento democrático indispensable, es la cúspide

alcanzada por la democracia mexicana, el problema reside en: si México puede

decirse ya un país democrático, pues requiere una urgente revisión constitucional,

así como de procesos de consenso entre los grupos políticos para llegar a un

acuerdo institucional y una consolidación de la democracia.

27

Page 28: Ecos de La Democracia Mexicana

La derrota de la coalición dominante fue la victoria de la oposición, la conquista de

muchos que desde afuera de las elites políticas, añoraban un nuevo gobierno, una

alternancia en el poder como una de las condiciones para que México viviera en

democracia y se asegurara ésta.

Lo cierto es, que gracias a la participación de diversos grupos políticos, este

momento llegó y que no puede dejarse de lado, la colaboración de ellos llevó a la

liberalización del Estado Mexicano y a la apertura hacia la democracia. Los

resultados de las elecciones de 2000 cargaban un bagaje de varios años de lucha

y de cooperación que culminaron en lo que muchos soñaban era la aspiración

máxima a alcanzar.

5. Elecciones de julio de 2000

¿Gracias a la alternancia, ha culminado el proceso de liberalización?, Se ha

llegado a la alternancia en el poder, se ha conseguido un Congreso plural, existe

un multipartidismo competitivo, las elecciones han sido confiables y transparentes,

y ahora la coalición dominante es la oposición, partido que nació para estar en el

poder, y que sufre actualmente de una desorganización inédita.

Bastante se ha hablado de que estamos en un proceso de transición democrática,

que actualmente México vive esta transformación a la democracia, pero

¿realmente es así? ¿No fue el cambio democrático producto de estos largos años

de proceso liberal hacia el pluralismo democrático?

Estar en democracia significa cumplir, al menos, los mínimos requisitos que se

pretende debe tener un régimen que se dice democrático, siguiendo a Robert

Dahl, quien establece ocho cláusulas, que considera necesarias para que se dé la

democracia o la poliarquía, como el la denomina, entre un gran número de

habitantes:

1) El control de las decisiones del gobierno sobre política está

constitucionalmente investido en los funcionarios electos.

28

Page 29: Ecos de La Democracia Mexicana

2) Los funcionarios electos son elegidos en elecciones frecuentes y conducidas

con limpieza en las que la coerción es relativamente poco común.

3) Prácticamente todos los adultos tienen derecho a votar en la elección de los

funcionarios.

4) Prácticamente todos los adultos tienen derecho a presentarse como candidatos

para cargos electivos en el gobierno.

5) Los ciudadanos tienen derecho a expresarse, sin el peligro de un castigo

severo, sobre asuntos políticos ampliamente definidos.

6) Los ciudadanos tienen derecho a buscar fuentes alternativas de información.

Además las fuentes alternativas de información existen y están protegidas por la

ley –sobre esta cláusula volveremos más adelante-

7) Los ciudadanos también tienen derecho a formar asociaciones u

organizaciones relativamente independientes, incluidos los partidos políticos y

grupos de interés que sean independientes.

8) Los funcionarios de elección popular deben ser capaces de ejercer sus

poderes constitucionales sin estar sometidos a una oposición avasalladora de

funcionarios no electos.

9) La organización política debe ser autogobernada: debe ser capaz de actuar

independientemente de constreñimientos impuestos por algún otro sistema político

que abarque demasiado.

De acuerdo con las nueve cláusulas de Dahl, México está en vías de convertirse

en una poliarquía pues cumple con algunas de ellas, el debate público y la

participación de la ciudadanía se encuentra asegurado, los derechos civiles y

políticos son respetados y actualmente el gobierno ofrece igualdad de trato sin

importar las preferencias. La coercitividad en la expresión de oposición ha

quedado suprimida y existen varias opciones para los ciudadanos.

Lo cierto es que las expectativas que se desataron con la elección de 2000 no han

sido del todo cumplidas y se ha relegado la reforma del Estado, agenda pendiente

del “gobierno del cambio” que no se trata de retórica de campaña, sino que es un

punto urgente para actualizar la estructura y funcionamiento constitucional del

29

Page 30: Ecos de La Democracia Mexicana

Estado mexicano, la introducción de mecanismos democráticos, así como la

revisión de las normas de organización y sobre derechos fundamentales requieren

del trabajo conjunto de las fuerzas políticas mexicanas que actualmente se

encuentran estancadas en temas como la reforma fiscal o la reforma energética.

Si se pretende consolidar la democracia en México, es indispensable crear los

mecanismos constitucionales que actualicen la legitimidad de las acciones

políticas, así como los mecanismos de participación ciudadana en la toma de

decisiones y de control hacia los poderes públicos.

6. La Transición Democrática Mexicana: aplicación teórica al caso mexicano.

En este último apartado se pretende enlazar la teoría con la realidad mexicana,

¿Cómo denominar el régimen político mexicano? y ¿Cómo denominar su apertura

a la transición o liberalización democrática?

México vivió durante setenta años bajo un régimen autoritario -o cuasi autoritario-,

pero con ciertos matices diferentes, pues el autoritarismo del PRI era más

inclusivo que exclusivo, se basó más en el consenso y en la negociación que en la

represión abierta y permanente y ha contado con una Constitución ampliamente

aceptada y un arreglo institucional formalmente democrático.4242

El modelo no democrático mexicano difiere del concepto clásico de autoritarismo

en diversos ámbitos, pues la represión política fue inferior a otros autoritarismos,

algunos grupos políticos alcanzaron cierta autonomía del Estado y el régimen

estaba apoyado más en el consenso que en la represión.

La realidad mexicana difiere de los autoritarismos que transitaron a democracias

en los setenta en Europa Occidental, de los de los ochenta en América Latina y

Europa del Este, transiciones de distintas modalidades dados los diferentes

regímenes a que todos ellos se encontraban sujetos.

42 César Cansino. Op. Cit. Página 82.

30

Page 31: Ecos de La Democracia Mexicana

El régimen mexicano ha sido difícil de definir pues cuenta con algunas

características de un régimen autoritario, pero también mostró algunas

características democráticas, por ello creemos que el régimen mexicano puede

describirse desde el punto de vista de las poliarquías que Dahl explica en su obra.

Creemos que el resultado del régimen mexicano fue un desplazamiento de una

hegemonía cerrada a una poliarquía.

Dahl4343 explica los diversos regímenes a partir de dos dimensiones: el debate

público y el derecho a participar, y de ahí propone cuatro tipos de regímenes que

tienen mayor o menor grado de debate y participación, estos cuatro regímenes

son:

a) La hegemonía cerrada (podremos clasificar en ella el régimen mexicano de

finales de los treinta hasta el movimiento de 68, donde el debate público y el

derecho a participar estaban totalmente cerrados);

b) La hegemonía representativa (aquí podremos clasificar el régimen de finales

de los sesenta hasta finales de los setenta, donde la participación y el debate

público son más abiertos, pero tienden más a la popularización, es decir, el

régimen trata de ser más comprensivo, pero sin liberalizarse y aquí es donde

podemos incluir los regímenes de Echeverría y López Portillo);

c) Las oligarquías competitivas (esta clasificación podría equipararse a los

regímenes de finales de los setenta y los ochenta, pues si bien se dieron pasos

para la apertura al debate público y se comenzaron a otorgar derechos de

participación a la oposición en municipios, estados y el Congreso, el régimen aun

controlaba estas participaciones y el régimen de Salinas se caracterizó por ser un

régimen autoritario al estilo de Cárdenas o Díaz Ordáz, pero aún así el debate

público tenía mucho más presencia y la coercitividad no se hizo presente); y

d) La Poliarquía (el régimen de Zedillo se caracterizó por la apertura a la

participación y al debate, teniendo como objetivo la democratización, misma que

fue conseguida en las elecciones presidenciales de 2000).

43 Robert Dahl; Op. Cit. Página 24.

31

Page 32: Ecos de La Democracia Mexicana

El modelo de Dahl sirve para describir la transición liberalizadora que sufrió el

régimen mexicano a partir de la formación del partido hegemónico, hasta su

desplazamiento del gobierno. Su apertura fue controlada, pero las rupturas

internas y la movilización social fueron llevando el cauce y aunque fue lento

culminó en la apertura y la alternancia.

El régimen mexicano no puede caracterizarse dentro de un solo tipo de régimen,

pues fue cambiando la estrategia desde el autoritarismo puro hasta una oligarquía

abierta controlada, que fue permitiendo dar mayores opciones a los ciudadanos,

quienes optaron por una nueva ideología y un nuevo régimen culminando en una

Poliarquía no consolidada.

La falta de una ideología atractiva del régimen, las recurrentes crisis económicas,

la movilización social por falta de participación y espacios públicos, las fracturas

internas por incompatibilidad de intereses y de ideología, llevaron a una apertura

democrática como una necesidad de legitimación, que funcionó durante varios

años, pero que acabó por desplazar al partido.

De acuerdo con la definición de Linz sobre los autoritarismos4444, podemos concluir

lo siguiente:

1. El régimen mexicano contaba con un pluralismo si bien no limitado como lo

plantea el autor, si controlado, pues aun cuando existían partidos de oposición y

movimientos opositores, el régimen optaba por el consenso más que por la

apertura y su participación se limitaba a criticar lo criticable, lo permitido, sin poder

ir más allá y poco a poco fueron ganando terreno en posiciones políticas como

municipios, estados, legislaturas y el Congreso, hasta llegar a un pluralismo

liberal.

2. Sobre las mentalidades peculiares, cabe mencionar que la ideología que

respaldó al régimen durante setenta años fue la Revolución Mexicana, que si bien

durante las primeras décadas fue un sustento importante para justificar su

autoridad y sus prácticas autoritarias, acabó por ser caduca y deja de ser acicate

44 Ver página 3.

32

Page 33: Ecos de La Democracia Mexicana

para las generaciones posrevolucionarias y modernas, la Revolución fue, en su

momento, una cicatriz para generaciones de los veinte y los treinta, pero pronto

fue volviéndose parte de la historia y los ciudadanos dejaron de encontrarle

sentido para los años modernos. La falta de una innovación en la ideología priísta

provocó fracturas en su interior y sobre todo dejó de ser creíble ante la población.

3. La ausencia de movilización política dejó de ser una característica del régimen

a partir del movimiento del 68, parteaguas de la historia del régimen mexicano,

pues a partir de ahí surgieron importantes movimientos populares, que sin duda

apuntaban a las debilidades del partido hegemónico y a las fallas del gobierno.

Gracias a estos movimientos sociales, la sociedad logró ser escuchada y obtuvo

importantes resultados en la arena política.

4. La dimensión que Linz, llama líder o grupo reducido, es la característica más

representativa del régimen mexicano, pues además de ser un partido dominante

con setenta años en el poder, el grupo de actores políticos que no perteneciera a

él, no tenía oportunidad alguna de acceder al gobierno, signo característico de un

autoritarismo. No se trató aquí pues de un líder carismático quien a su caída o

deceso, deja las puertas abiertas a la liberalización o democratización –como lo

fue en la España Franquista-. El PRI era un “club” en el cual aquél que

perteneciera a él podía acceder al gobierno y sobre todo, una vez designado el

candidato para el próximo sexenio, era un hecho que sería él el presidente. El PRI

fue un partido hegemónico, y no fue hasta la iniciación de su ruptura interna y

sobre todo hasta la movilización social y de oposición que se logró su apertura

legitimadora.

5. Y, por último, los límites formalmente mal definidos de los que Linz habla,

acerca de aspectos generales de normas y procedimientos propios, podría decirse

que, por un lado, los procedimientos propios se limitaban al interior del partido,

mientras que las normas y los procedimientos legales y electorales estaban

definidos, pero no eran del todo aceptados por la oposición, aunque eran

conocidos. Se lograron varios cambios a la legislación electoral mediante el

consenso con la oposición y ellos llevaron a la apertura y liberalización del

régimen.

33

Page 34: Ecos de La Democracia Mexicana

Ahora bien, de acuerdo a la definición de Schmitter y Karl sobre la democracia4545,

podemos concluir lo siguiente:

1. El régimen mexicano contaba con la etiqueta, como la llaman los autores, de

régimen democrático, pues se sustentaba bajo la Constitución Mexicana de 1917,

la que lo califica de esta manera.

2. Los gobernantes eran elegidos mediante elecciones y normas determinadas y

conocidas, si bien las elecciones han sido sumamente criticadas por su dudosa

limpieza y transparencia– ya que muchos hablaban de su falta de legitimidad-,

pero en realidad, los métodos eran legales y únicamente fueron debatidas

abiertamente en e 1988, por el FDN especialmente por Cuauhtémoc Cárdenas,

mientras que el PAN las aceptó totalmente.

3. La publicidad del procedimiento, existió pues las formas y los procedimientos

electorales eran legales, solo que la mayoría de los ciudadanos no conocían de

sus derechos, las normas y opciones que vinculan a la sociedad no se

encontraban bien definidas y se habló de fraude electoral, lo que demostraba una

gran desconfianza en el partido hegemónico por parte de la oposición.

4. Los ciudadanos fueron elemento importante, gracias a las movilizaciones

sociales se mostró su descontento y los gobiernos subsecuentes se dedicaron a

buscar la manera de resolver sus peticiones y demandas.

5. La competencia estuvo ausente durante todo el régimen priísta, si bien existió

una apertura a partir de 1977, la apertura fue controlada y la oposición tuvo pocas

oportunidades de competir, fue hasta mediados de los ochenta hasta que el

régimen comenzó a reconocer los triunfos de la oposición en los ámbitos locales y

municipales.

6. La cooperación fue uno de los elementos que se dio hasta mediados de los

ochenta, durante el periodo de Salinas encontramos acuerdos entre la oposición y

el régimen, y a partir de ahí, se comenzó a lograr consenso para la expedición de

nuevas normas y procesos electorales.

7. Los representantes en el Congreso fueron consiguiendo una apertura pluralista

desde la ley de 1963, donde se abre la participación a partidos de oposición en el

45 Ver la definición en la página 2.

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Congreso, pero en realidad no fue hasta 1988 donde el PRI perdió la mayoría y la

oposición comenzó a abrir camino.

Bien, a partir de las definiciones del autoritarismo y de la democracia,

encontramos que el régimen mexicano tenía diversos matices de una y de otra,

son muchas las denominaciones que ha recibido el régimen mexicano:

semidemocrático, una combinación de procesos democráticos y roles autoritarios,

autoritarismo institucionalizado, cuasi-democrático, entre otros. Cansino lo clasifica

“como estable, con baja autonomía de los subsistemas, con un actor (en este caso

un partido) dominante o hegemónico, con estructuras poco diferenciadas y una

cultura política fragmentada (y básicamente sometida)”.4646

México al poseer una denominación ambigua para su régimen, también ha pasado

por un proceso de transición democrática ambiguo, pues como Cansino lo

denomina, “Un régimen sui generis una transición sui generis”, la transición

democrática mexicana si bien ha tenido matices diversos, pues se trata del cambio

de un régimen semi democrático o semi autoritario, pasa por un proceso en el que

la apertura es controlada como en un régimen autoritario, pero nunca utiliza los

procedimientos autoritarios para hacerlo. El régimen mexicano se encontraba

fundamentado en un partido bien institucionalizado con estructuras definidas, que

fueron desequilibrándose y perdiendo legitimidad y cohesión interna.

Przeworski demuestra que más que los niveles de legitimidad de un determinado

régimen político, aquello que está en la base de un cambio político o de la

permanencia de un régimen es la presencia o la ausencia de opciones preferibles.

De ello, podemos concluir que el cambio político comienza a partir de que la

sociedad se da cuenta de que no tiene más opciones que el partido hegemónico,

con lo que comienza la movilización y con ello, surgen nuevas opciones, mientras

que, por otro lado, internamente en la coalición los intereses comienzan a ser

diversos y surgen rupturas, que al principio logran subsanarse, pero que

finalmente acaban por dividirlo.

46 Idem.

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Esta crisis está marcada por la ruptura del consenso entre los actores que

controlan o apoyan las decisiones políticas. La ruptura está ligada a la emergencia

de contradicciones entre los conservadores o “duros” y los reformistas o “blandos”.

La emergencia de estos conflictos resulta de una modificación en los cálculos y las

estrategias de un cierto número de actores, los cuales, en un momento

determinado deben juzgar si sus intereses pueden ser mejor conservados

manteniéndose el régimen autoritario o mediante una democratización.4747

La crisis del régimen es un estado inestable, puesto en evidencia por la

inexistencia de equilibrio entre: demandas políticas, apoyos, procesos decisionales

y outputs o respuestas en el nivel de la relación estructuras de autoridad-

comunidad política. El equilibrio entre estos factores se rompe cuando las

múltiples fracturas existentes en la sociedad civil y que se transfieren a las

estructuras políticas a través de diversos actores, no logran ser conciliados en el

seno de las coaliciones dominantes y fundantes del régimen, propiciando su

fractura.4848

Cuando hay una fractura de la coalición dominante que rompe el equilibrio relativo,

estamos frente a una crisis de régimen político, este hecho pone en peligro la

persistencia del régimen, ya que deja de ser estable. El desenlace de la crisis

puede retrasarse indefinidamente o incluso revertirse dependiendo del grado de

institucionalización del régimen.

A partir del movimiento del 68, comienza la movilización social y con ella, la

ruptura interna de la coalición, el partido requiere cohesión y legitimación, para ello

recurre a la apertura misma que comienza la liberalización política del régimen.

En los últimos 30 años, decisivos en la apertura pluralista de México, encontramos

que México vivió una transición democrática larga pero que camina hacia la

democracia, hecho que no necesariamente sucede en todos los casos.

47 Cesar Cansino; Op. Cit. Página 34.48 Leonardo Morlino; Op. Cit. Página 34.

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La democracia mexicana comenzó con los resultados electorales primero de 1997

y después de 2000, pero aún no puede asegurarse una consolidación, pues al

régimen actual le hace falta todavía un consenso entre los actores políticos para

llegar a un acuerdo democrático, necesario para la consolidación. Por otra parte,

es necesaria la reestructuración o reforma del Estado, pues un régimen que

pretende deshacerse de los tintes autoritarios o semiautoritarios, requiere de una

modernización y modificación de las estructuras de gobierno.

La transición mexicana comenzada a partir de la apertura controlada de 1977, fue

un proceso largo gracias a la institucionalización de las estructuras políticas del

PRI, que aun desequilibradas se mantuvieron en el poder y permitieron una

transición lenta.

La transición mexicana debe ser vista desde los puntos de vista de desequilibrio y

adaptabilidad, así como de continuidad y cambio. El régimen mexicano sufrió

varios desequilibrios, pero logró adaptarse a las circunstancias y a consolidar el

régimen, los cambios sufridos fueron varios pero continuó su camino hasta que las

desavenencias internas y el cansancio popular llevaron a su fin.

De acuerdo con las modalidades de transición comentadas arriba4949 podemos

concluir que la transición mexicana fue lograda mediante un proceso de

liberalización gradual y controlada, que tuvo las siguientes características:

1. De acuerdo a su dinámica o causas, la transición mexicana fue, como la llama

Huntington, la solución que prevalece, pues se percibió la respuesta común a

diferentes desafíos o problemas dentro del país (crisis económicas, sociales y

políticas).

2. De acuerdo a sus modalidades, la transición mexicana fue directa, pues el

régimen autoritario fue estable y hasta que no logró satisfacer las necesidades

sociales, económicas y políticas, se optó un régimen democrático.

3. De acuerdo con su tipo, fue debido a la crisis del régimen político, dada la crisis

interna y externa que presentó el partido hegemónico.

49 Ver numeral 3.

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4. Las características de la transición mexicana fueron con un mayor grado de

tensión o conflictividad política, principalmente durante los últimos años, donde la

oposición francamente adoptó un papel antisistema y se opuso ante la mayoría de

decisiones gubernamentales y optó por diversas formas de movilización social,

aunque no puede decirse que en su mayoría se registraron movimientos violentos

–a excepción del EZLN-, la movilización política y social presionó de diversas

formas. Fue una transición discontinua, debido a que el régimen sufrió diversas

“subidas y bajadas” siempre finalmente conseguía legitimarse y continuar en el

poder. La transición se concretó durante un largo tiempo de lucha política.

5. De acuerdo con la dinámica o temporalidad, la transición mexicana puede ser

vista desde dos puntos de vista: por un lado que fue diferida, pues durante las

elecciones de 1988, la alternancia pudo haber sido conseguida y mediante unas

elecciones muy discutidas, el partido consiguió mantenerse en el poder y

legitimarse posteriormente; también, puede ser vista como una transición con

cadencia o ritmo, pues también puede pensarse que la velocidad fue apropiada

para conseguir por un lado una mayor inestabilidad del régimen y por otro, una

fuerza mayor en la oposición.

6. Su conclusión no puede ser aún comentada, pues si bien México consiguió una

alternancia partidista, el nuevo régimen aún no ha logrado el consenso con los

diversos actores políticos, como tampoco la indispensable reestructuración del

Estado mexicano, vía una revisión constitucional.

Los primeros comicios limpios y transparentes celebrados en México tuvieron

lugar en 1997, por lo que de acuerdo con la teoría puede decirse que México

comenzó a ser un país democrático. Mucho se ha discutido acerca de la crisis de

legitimidad del régimen durante el gobierno de Zedillo, y que por ello tuvo que

respetar los resultados electorales de ese año, pero la realidad es que después de

la reforma electoral de 1996, que aún cuando no respetó la mayoría de los

acuerdos logrados con la oposición, dio lugar a instituciones confiables y a

elecciones limpias y transparentes que parecieron demostrar el respeto a la

voluntad popular y en un inminente desplazamiento de la coalición hegemónica.

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El gobierno de Zedillo ya no logró ocultar el creciente multipartidismo, los reclamos

sociales, la deslegitimación del régimen y la ruptura que, junto con la presión

externa –Estados Unidos y la Comunidad Europea principalmente- llevaron a que

la democratización pasara de ser pura retórica a una apremiante realidad, que

México necesitaba y debía ser respetada.

La apertura al debate público y el derecho de participación fueron ampliamente

respetados, la participación de partidos opositores cada día fue mayor y culminó

con la alternancia en las elecciones de 2000, pero aún así con ello no puede

hablarse de una democracia consolidada pues en los últimos tres años de

gobierno no se han realizado las transformaciones que el Estado Mexicano

requiere para poderse llamar una verdadera democracia. Las calidades y

cualidades democráticas descritas a lo largo del

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