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edícada a los dibujos de Caspar David Friedrich (1774- 1840), esta exposición ofrece una perspectiva privilegiada sobre la función del díbujo en el proceso creador del artista, al tiempo que nos acerca a la sustantiva belleza de sus obras. Seleccionadas entre los principales museos europeos y algunas colecciones privadas -algunas de ellas raramente han sido expuestas-, las setenta obras reunidas -díbujos a lápiz, gouaches y acuarelas- incluyen desde bocetos realizados al aire libre hasta algunas obras acabadas, ordenadas según los motivos más recurrentes en la obra de Friedrich: edificaciones y arquitecturas, ruinas, rocas y montañas, árboles, plantas y los más variados paisajes. Se trata en su mayoría de creaciones de delicada belleza, minuciosamente ejecutadas en plena naturaleza y reutilizadas después por el artista como las piezas de un moderno sistema de arquitectura pictórica con el que Friedrich construía, lejos ya de la naturaleza -en el taller-, los sublimes paisajes que han hecho de él el pintor más célebre del Romanticismo alemán. Dibujados en cuadernos o en hojas sueltas en largas sesiones de trabajo o durante sus viajes, estos fragmentos díbujados de la misma naturaleza que el artista ''leía'' como un libro escrito por Dios, atestiguan, además de su peculiar proceso de trabajo, una devoción por la naturaleza que le llevaba a ver, incluso en el fragmento más ordinario de vida, una huella del más allá que debía ser cuidadosa, piadosa y fielmente registrada. Friedrich no pintaba en plena naturaleza; en la naturaleza solo dibujaba; y es en sus díbujos, por tanto, donde se produce el trato primordial del artista con una naturaleza cargada de significado, donde encontramos la huella inmediata del sentimiento que le inspiró durante toda su vida. Fundación Juan March Madrid, octubre 2009 "La rigtlrosa imitación de la naturaleza hasta la mínima particularidad debe ser la aspiración del alte; pero la rigu110sa y también esclava in1itación de la naturaleza son propias del arte malogrado ... la tarea del pintor de paisajes no es la fiel representación del aire, el agua, las piedras y los árboles, sino que es su alma y su sentimiento lo que lla de reflejarse:' Caspar David Fliedrich

edícada a los dibujos de La 1840), de la naturaleza hasta ... · el trato primordial del artista con una naturaleza cargada de significado, donde encontramos la huella inmediata

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Page 1: edícada a los dibujos de La 1840), de la naturaleza hasta ... · el trato primordial del artista con una naturaleza cargada de significado, donde encontramos la huella inmediata

edícada a los dibujos de Caspar David Friedrich (1774­1840), esta exposición ofrece una perspectiva privilegiada sobre la función del díbujo en el proceso creador del artista, al tiempo que nos acerca a la

sustantiva belleza de sus obras. Seleccionadas entre los principales museos

europeos y algunas colecciones privadas -algunas de ellas raramente han sido expuestas-, las setenta obras reunidas -díbujos a lápiz, gouaches y acuarelas- incluyen desde bocetos realizados al aire libre hasta algunas obras acabadas, ordenadas según los motivos más recurrentes en la obra de Friedrich: edificaciones y arquitecturas, ruinas, rocas y montañas, árboles, plantas y los más variados paisajes.

Se trata en su mayoría de creaciones de delicada belleza, minuciosamente ejecutadas en plena naturaleza y reutilizadas después por el artista como las piezas de un moderno sistema de arquitectura pictórica con el que Friedrich construía, lejos ya de la naturaleza -en el taller-, los sublimes paisajes que han hecho de él el pintor más célebre del Romanticismo alemán.

Dibujados en cuadernos o en hojas sueltas en largas sesiones de trabajo o durante sus viajes, estos fragmentos díbujados de la misma naturaleza que el artista ''leía'' como un libro escrito por Dios, atestiguan, además de su peculiar proceso de trabajo, una devoción por la naturaleza que le llevaba a ver, incluso en el fragmento más ordinario de vida, una huella del más allá que debía ser cuidadosa, piadosa y fielmente registrada. Friedrich no pintaba en plena naturaleza; en la naturaleza solo dibujaba; y es en sus díbujos, por tanto, donde se produce el trato primordial del artista con una naturaleza cargada de significado, donde encontramos la huella inmediata del sentimiento que le inspiró durante toda su vida.

Fundación Juan March Madrid, octubre 2009

"La rigtlrosa imitación de la naturaleza hasta la mínima particularidad debe ser la aspiración del alte; pero la rigu110sa y también esclava in1itación de la naturaleza son propias del arte malogrado ... la tarea del pintor de paisajes no es la fiel representación del aire, el agua, las piedras y los árboles, sino que es su alma y su sentimiento lo que lla de reflejarse:'

Caspar David Fliedrich

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c. D. Friedrich y el uso del dibujo: un diagran

(f1diagrama adjunto pretende mostrar de modo directo y visualmente intuitivo el uso peculiar que C. D. Friedrich hacía de sus dibujos: minuciosamente ejecutados en plena naturaleza -en cuadernos o en hojas sueltas, a lápiz o pluma,

durante largas sesiones de trabajo o durante sus viajes-, para muchos de ellos Friedrich no tenía en mente una pintura definida: estrictamente, no son, pues, dibujos "preparatorios"; más bien se trata de fragmentos dibujados de naturaleza -la misma naturaleza que el artista "leía" como un libro escrito

por Dios el día de la Creación- con los que Friedrich organizó un auténtico "depósito" de recursos pletóricos. El artista utilizaba esos dibujos como piezas de un 'Baukastensyst m" (Werner Busch), "un sistema modular" con el que más tarde, en el taller, componer sus pinturas. Entre los ejemplos, nótense cómo los estudios de pequeñas figuras humanas y animales de ]801 y1802 (CAT. 16 y 17) fueron empleados literalmente en ElMolino nuevo en elpago de Plauen (FIG. 3), o cómo los árboles de CAT. 23 y CAT. 26 están hábilmente insertados en Vista del valle del Elha (FIG. 5); o cómo Friedrich da su lugar en un extremo de Cementerio de un monasterio

CAT.23 Roquedo con árboles,

FIG.5 Vista del valle del elba, c.1807. Oleo sobre lienzo

20 de mayo, 1799. Pluma ysepia sobre lápiz, aguada, sobre papel de tina

CAT.16 Estudio de una mujer tumbada leyendo, estudio de una vaca y de una cabeza de caballo, 6 de octubre, 1801. Pluma y pincel y tinta marrón sobre trazos a lápiz, aguada, sobre papel vitela

CAT.17 Muchacho dormido sobre un montículo de hierba y estudio de un hacha, 15 de enero y 28 de febrero, 1802. Pluma y pincel y tinta marrón sobre lápiz, aguada, sobre papel vitela

FIG.3 El molino nuevo en el pago de Plauen, como pronto c. 1802. Gouache sobre trazos a lápiz, borde negro,sobre papel vitela

FIC.2 Ruinas del mon'asterio de Eldena,

13 de junio, 1806. Grafito,

una aguada marrón claro

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[la bajo la nieve (1817-1819, hoy destruid ) a un estudio de un viejo roble (CAT. 30) hecho ocho años antes, en 1809. Del mismo modo, nuestro Estudio de !afachada oeste de las ruinas de Eldena (CAT.13) resulta r conocible en obras hoy desaparecidas, como Invierno o &inas del monasterio de Eldena (FIGS. 1y 2).

Es notable cómo Friedrich, con un modo de trabajar que puede calificarse de "muy económico" (Chrístina Grurnmt), no solo utilizaba, sino que "reutilizaba" los dibujos, y a ve~es incluso para varias obras: ése es el as del detallado estudio Arbolseco (CAT. 27), cuyo sinuoso perfil podemos reconocer alargado en Invierno (FIG.

1), pero también en Túmulojunto al mar (FIG. 6) y a la derecha de Cementerio de un monasterio bajo la nieve (FIG. 7).

Estos y todos los estudios y dibujos "según la naturaleza" de Friedrich -muy detallados, perfectamente datados en día y hora y llenos de anotaciones que le permitían recordar exactamente las condiciones en las que había hecho cada UDü- atestiguan, además del peculiar proceso de trabajo del artista, la devoción pietista por la naturaleza que guió su vida, y que le llevaba a ver, incluso en el fragmento más ordinario de vida, la huella de lo sobrenatural.

FIG.1 Invierno, no antes de 1.806. Oleo sobre lienzo

Cat. 26 PequeFio abeto, 14labril], [1804]. Lápiz sobre papel vitela, aguada pardusca

FIG.6 Túmulo junto al mar, c.1806-1807. Pincel y sepia, lápiz sobre papel vitela

FIG.7 Cementerio de un monasterio bajo la nieve, c. 1.817-1819. Oleo sobre lienzo

CAT. 30 Estudio de un roble, S de mayo, 1809. Lápiz sobre papel vitela

CAT.13 Fachada oeste de las ruinas de Eldena con horno y granero, después de 1834. Pincel y tinta marrón, lápiz, borde marrón oscuro sobre papel vitela

(AT.27 Arbol seco, 26 de mayo, 1806. Lápiz sobre papel vitela