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Editorial RESUMEN 2-3 4-5 Balance del Primer Curso de Redes. Formación y capacitación. 6 Protejer la vida de los bebés prematuros. Red Perinatal. 7-8 Casa de madres. 11-12 Redes de promoción y protección de los derechos huma- nos en salud mental. Mejorar la calidad de vida. Redes en Atención Primaria. 9-10 Por un sistema integrado de Salud. Redes de referencia y contrarreferencia. 13-14 Voluntariado univer- sitario de enfermería. Redes intersectoriales. Junio 2011 02 Edición Nº2 Con mucho esfuerzo y ganas ponemos a disposición nuevamente este nuevo material de “la sexta” , con una renovada propuesta para pensar juntos el camino hacia la construcción de redes, desde una perspectiva vivencial. En esta oportunidad, presentamos distintas experiencias de diversa naturaleza que ilustran el rico y variado mundo de las redes regio- nales de salud. Así, pasamos revista a un pequeño balance acerca del primer curso de gestión de redes, que abrimos el año pasado. También, presentamos una entrevista a la coordinadora de la Red Perinatal, Susana Sanchez, quién nos comenta acerca de los avan- ces, además de señalar los resortes o apoyos para desarrollar esta iniciativa, como las casas de madres. En cuanto a las redes desde el primer nivel de atención, destacamos los primeros comienzos con las redes de referencia y contrarrefe- rencia, y la labor en atención primaria desde un Centro Integrador Comunitario (CIC), con una crónica del trabajo diario que hace la residencia de medicina general, y que forma parte del Programa de Residencias Integradas Multidisciplinarias (PRIM). Asimismo, abordamos la construcción de redes y nuevos dispositi- vos para la atención y tratamiento del padecimiento mental, cuyas prácticas representan un cambio sustantivo acorde a la nueva le- gislación. Y por último, entrevistamos a una docente de la carrera de enfermería de la Universidad de Lanús, Silvia Cárcamo, para ilus- trar otro tipo de redes intersectoriales que se construyen en nues- tro espacio regional. Nos quedan seguramente afuera, una enorme cantidad de redes que no es posible contemplar en este número acotado de páginas, pero no faltará oportunidad para que podamos seguir difundien- do otras redes, que también buscan recrear los vínculos y sostener una vocación ciudadana. Dr. Vicente Ierace Director Ejecutivo de la Región Sanitaria VI

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Editorial

RE

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ME

N

2-3

4-5

Balance del Primer Curso

de Redes. Formación y capacitación.

6

Protejer la vida de los

bebés prematuros. Red Perinatal.

7-8

Casa de madres.

11-12 Redes de promoción

y protección de los derechos huma-

nos en salud mental.

Mejorar la calidad de vida.

Redes en Atención Primaria.

9-10 Por un sistema integrado

de Salud. Redes de referencia y

contrarreferencia.

13-14 Voluntariado univer-

sitario de enfermería. Redes

intersectoriales.

Junio 2011

0102

Edición Nº2

Con mucho esfuerzo y ganas ponemos a disposición nuevamente este nuevo material de “la sexta”, con una renovada propuesta para pensar juntos el camino hacia la construcción de redes, desde una perspectiva vivencial.

En esta oportunidad, presentamos distintas experiencias de diversa naturaleza que ilustran el rico y variado mundo de las redes regio-nales de salud. Así, pasamos revista a un pequeño balance acerca del primer curso de gestión de redes, que abrimos el año pasado. También, presentamos una entrevista a la coordinadora de la Red Perinatal, Susana Sanchez, quién nos comenta acerca de los avan-ces, además de señalar los resortes o apoyos para desarrollar esta iniciativa, como las casas de madres.

En cuanto a las redes desde el primer nivel de atención, destacamos los primeros comienzos con las redes de referencia y contrarrefe-rencia, y la labor en atención primaria desde un Centro Integrador Comunitario (CIC), con una crónica del trabajo diario que hace la residencia de medicina general, y que forma parte del Programa de Residencias Integradas Multidisciplinarias (PRIM).

Asimismo, abordamos la construcción de redes y nuevos dispositi-vos para la atención y tratamiento del padecimiento mental, cuyas prácticas representan un cambio sustantivo acorde a la nueva le-gislación. Y por último, entrevistamos a una docente de la carrera de enfermería de la Universidad de Lanús, Silvia Cárcamo, para ilus-trar otro tipo de redes intersectoriales que se construyen en nues-tro espacio regional.

Nos quedan seguramente afuera, una enorme cantidad de redes que no es posible contemplar en este número acotado de páginas, pero no faltará oportunidad para que podamos seguir difundien-do otras redes, que también buscan recrear los vínculos y sostener una vocación ciudadana.

Dr. Vicente IeraceDirector Ejecutivo de la Región Sanitaria VI

La Región Sanitaria VI realizó durante abril a diciembre, del año pa-sado, el Primer Curso Anual de Gestión Institucional de Redes, con el auspicio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cu-yos objetivos básicos fueron acompañar el proceso de formación y consolidación de las redes, y brindar algunos contenidos teóricos y metodológicos que faciliten este trabajo.

En ocasiones se señala que las redes regionalizadas de atención po-sibilitan la organización de la asistencia, articulación de los servicios, definición de flujos, referencias jerarquizadas y resolutivas, pero ade-más de estas concepciones operativas, hay otra acepción que tiene una dimensión más política, pues las redes son también un elemento indispensable para que se promueva de manera efectiva la univer-salidad en el acceso, la equidad en la distribución de los recursos y la integración de todas las áreas involucradas en la atención sanitaria.

Bajo estas concepciones la Lic. Susana Gallardo y Marina Lareo -de la Región Sanitaria VI- organizaron un esquema de capacitación de ocho encuentros que posibilitó convocar a un grupo bastante heterogéneo de profesionales de la salud, como jefes de servicio en hospitales públicos, y coordinadores de programas a nivel mu-nicipal y regional.

Las temáticas abordadas permiten agrupar las exposiciones en tres grandes grupos. Un grupo de exposiciones hizo un acercamiento más teórico a la cuestión de las redes, -algo muy poco usual en este tipo de encuentros- en primer término Mario Rovere, expuso sobre algunos de los aspectos fundantes del concepto de redes, mien-tras que Jorge Huergo y Kevin Morawicki, abordaron la noción de complejidad y de interdisciplina en la construcción de redes. Tales

planteos fueron muy sugerentes, pues invitaron al auditorio a pre-guntarse por el lugar desde donde se formulan las preguntas, inda-gar en los usos sociales y la (re) producción de sentidos y prácticas. Estos desplazamientos metodológicos fueron indispensables para comprender en sentido más amplio la interdisciplina.

En segundo lugar, durante el curso fue posible visualizar un proce-so efectivo en la conformación y gestión de redes, pues se brindó un espacio importante para la exposición de experiencias singula-res, como la intervención de Patricia Segovia, quien pormenorizó las líneas de acción que se vienen desarrollando, en la Secretaría de Salud de Almirante Brown, en cuanto a la conformación de equipos de trabajo que funcionan en distintas redes. En el mismo sentido, podemos citar también el abordaje realizado por Graciela Cinicola, en cuanto a la presentación de la Red Interinstitucional del Hospital Manuel Belgrano (Partido de San Martín), que permitió profundizar aspectos más operativos de una experiencia que tiene una larga trayectoria.

En tercer lugar, podemos mencionar un grupo de exposiciones que desarrollaron el trabajo de las propias redes regionales, que en algunos casos son incipientes, y en otros ya llevan algunos años. En ese marco, el Director de la RS VI, Vicente Ierace, analizó en dos momentos distintos los aspectos más sobresalientes de la planificación estratégica, y marcó el contexto en cuál se desem-peñan las redes regionales, en relación a la salud de la mujer, la salud de los niños, niñas y adolescentes, la salud sexual y repro-ductiva y la salud del adulto.

Ya al final del curso, fue posible presentar el grado de avance que

Balance del primer curso de redes

6to. Encuentro del Curso de Redes, en el Centro Cultural Hugo Carusso de Avellaneda.

Formación y capacitación

tienen varias redes que funcionan en la región sanitaria. Así, fue posible conocer la experiencia de una nueva red regional de fo-noaudiología, que según contó la Licenciada Sandra Tognola, na-ció en el año 2009 como una necesidad de conocerse e integrarse. En la actualidad, existen en el ámbito regional, 13 hospitales que cuentan con profesionales de la fonoaudiología, y a través de este trabajo han podido homogeneizar ciertos criterios de atención, y comenzar la integración de una red, de acuerdo a las capacidades resolutivas de los distintos servicios y niveles.

Por su parte, el Dr. Lanciano presentó la red de Diagnóstico por Imá-genes de la Región VI, y brindó precisiones en cuanto a los prime-ros pasos para la conformación de la red. En una primera instancia se trata de unificar los criterios de los servicios de tomógrafía com-putada, además de armar un pool de turnos diarios para que la Re-gión VI, distribuya según la demanda. Así por ejemplo, los servicios de tomografía tienen por primera vez un espacio común donde analizar el circuito de turnos, demoras y accesos. Además, analiza-ron propuestas comunes, como la realización de un curso de radio física sanitaria para médicos, -debido a la solicitud en exceso de to-mografías-, unificar preparaciones para los estudios topográficos, o normalizar el test de alergia, entre otras cuestiones.

En el mismo encuentro, que fue desarrollado el 10 de diciembre en el Hospital El Cruce, de Florencio Varela, fueron presentadas tam-bién la red Perinatal, la red de Vigilancia Farmacéutica, la red de Servicio Social, la red del Prodiaba o (Programa de Diabetes de la Pcia. Bs. As.), la red de Comunicación y la de Salud Mental.

En definitiva, a pesar de todas las diferencias de lugares, tradicio-nes, niveles y disciplinas, pudimos llevar adelante el primer Curso de Redes, como un espacio de integración, respeto, y reconoci-miento. En algún caso, el curso constituyó una invitación a nuevos conocimientos, y en otros un impulso para afianzarse en la tarea emprendida. De cualquier modo, fue para todos una buena expe-riencia que nos devolvió la esperanza de qué es posible realizar un cambio, siempre que tengamos una definición del rumbo y una de-cisión política de hacerlo.

Los participantes dieron cuenta de un alto compro-miso, y algunas de sus expresiones así lo refuerzan. Al cierre de uno de los talleres sobre el concepto de interdisciplina en la construcción de redes, esto era lo que algunos decían:

“El desarrollo de la temática interdisciplina me resultó provechoso ya que como médico que carga con el modelo médico hegemónico, me lleva a replantear al mismo.”

“Me resultó interesante poder ampliar la mira-da para “ver” y entender al otro para escuchar e intercambiar saberes y experiencias y finalmen-te “crecer” como persona.”

“La otredad no está en el de diferente cultura, sino que está en el más próximo, el colega con su propia subjetividad.”

“En el trabajo interdisciplinario casi todas las cosas que pueden ser vistas como dificultades tienen en sí mismas su opuesto y pueden ser va-loradas como una ventaja.”

“Fue muy enriquecedor ya que da la posibilidad del encuentro y de reflexionar sobre nuestro quehacer diario.”

“Luego de 29 años de trabajo “estructurado” (soy médico de hospital), estos talleres pueden dis-parar un nuevo enfoque con mayor apertura.”

“Me llevo una orientación distinta a la habitual, desde una perspectiva que va de lo individual a lo general. Estructural y no de infraestructura. Más relacionada con la vida y no sólo con su or-ganización.”

“La sensación de volver a ver la esperanza, de que se puede cambiar para mejorar.”

“Ganas de continuar con las capacitaciones e in-vitar a compañeros de trabajo.”

Interdisciplina- dixit

Desde el año pasado, la Región Sanitaria VI viene conformando la red perinatal. Para conocer sobre este proceso conversamos con la Dra. Susana Sánchez, coordinadora regional de la red perinatal, quién nos brindó su experiencia y calidez.

¿Cómo comienza esta idea de la red perinatal?

Desde el año pasado se está invirtiendo todo el esfuerzo para ba-jar los índices de la mortalidad materna e infantil en una actividad conjunta desde los efectores, los municipios, las regiones, la provin-cia y la nación.

En mortalidad neonatal específicamente, y pese al esfuerzo que se hizo en equipamientos y recursos humanos, no hubo cambios sus-tantivos en los últimos diez años. Evaluando cuáles son los niños que se mueren en su etapa prenatal (hasta los 28 días) se visualiza que los bebés pretérmino y de bajo peso son los que tienen la más alta mortalidad. (Los recién nacidos vivos antes de las 37 semanas de gestación son considerados bebes pretérmino).

Dentro de ese grupo de prematuros extremos hay un número que no llegan a beneficiarse de los avances en la calidad neonatal o en el control del embarazo, debido a causas genéticas u otras etiolo-gías. Nuestra región tiene un promedio de 1.4 de niños que van a nacer indefectiblemente prematuros y con bajo peso.

Entonces uno de nuestros objetivos fue enfocar la atención insti-tucional a ese porcentaje acotado de recién nacidos -que ronda el 1.4, a 1.5 del total de los nacimientos- y que necesitan el máximo cuidado durante el máximo tiempo porque son los que tienen más riesgo de vida. Es decir que el rescate es el primer paso para la pretendida regionalización que estamos llevando a cabo todas las partes involucradas en el plan con muchísimo esfuerzo y ahínco.

¿Qué nivel de partos tiene la región sexta?

Nuestra región tiene una característica muy especial, su gran ex-tensión y cantidad de población, pero fundamentalmente una can-tidad de efectores de todos los niveles como muy pocas regiones. Tiene la mayor cantidad de partos de todo el conurbano, cerca de 72.000 de los cuales la mitad se hacen en hospitales públicos. Asi-mismo, son 15 los hospitales generales con maternidades en los que se realizan los partos, además de la maternidad Ana Goitía que es la única con características especiales.

La distribución de los partos es muy pareja excepto el Hospital Mi Pueblo de Florencio Varela que alcanzó los 5.000 partos, y que tiene que ver con el crecimiento poblacional de la última década en más de 100 mil habitantes. El resto de los hospitales tienen entre 2.000 y

3.500 partos. Entonces, se tomo como criterio que si se concentraba la atención de los prematuros extremos en 3 o 4 hospitales de la re-gión era posible mejorar los resultados perinatales.

Entonces la selección de este pool de hospitales tiene que ver con el número de partos?

Sí, por un lado tiene que ver con el número de partos porque aún manteniendo la proporción de partos de bebés pretérmino con muy bajo peso, estos efectores tienen más experiencia en el ma-nejo concreto de estos recién nacidos. El que tiene 1.000 partos tiene 15 recién nacidos con estas características, mientras el que tiene 2.000 tiene 30. Hay una experiencia y una capacitación en el recurso humano diferente.

Si uno tiene la posibilidad de concentrar estos partos y estos recién nacidos de alto riesgo en estos efectores, entonces la capacitación es más rápida y resulta más eficiente la concentración de los recursos.

¿A qué recursos se refiere?

Los recursos son fundamentalmente humanos, la capacitación y el número de enfermeros y enfermeras es imprescindible. No hay neonatología que funcione sin enfermería no sólo capacitada, diría que hasta con devoción hacia esos niños y sus familias. Porque es tanta la destreza, la manualidad necesaria, porque hay que estar al lado del recién nacido las 24 horas del día, no es más o menos. En el instante que alguien se da vuelta pasan las catástrofes. Es necesario contar con personal idóneo y altamente calificado.

¿En tal sentido cuál fue la estrategia tomada?

La estrategia fue -por un lado- ver qué hospitales tenían mayor cantidad de partos, su ubicación geográfica y capacidad para

Protejer la vida de los bebés prematurosRed Perinatal

aglutinar derivaciones desde otros centros y de todos los nive-les, y -por otro lado- que tuvieran la menor mortalidad posible -que como ya dijimos- no es la esperada pues está en 8 por mil y deberíamos tener la mitad a esta altura del desarrollo de la neo y perinatología. Si bien hay muchos avances, hay mucho camino por hacer todavía ya que todos los recién nacidos y sus familias tienen que tener una maternidad segura donde se respeten sus derechos y obligaciones.

Hay que fortalecer a todos los grupos humanos tanto institucio-nales como sociales. Hay que fortalecer a los hospitales para que todos tengan asegurada la mejor atención para las niñas, los niños y sus familias, y asimismo fortalecer a estos otros hospitales que atenderán aquellos casos especiales de recién nacidos de menos de 1500 gramos, que necesiten ser trasladados. Pero en este pro-ceso no hay ninguna maternidad que quede de lado porque todas tienen la obligación y el derecho de garantizar el mejor parto y la mejor atención para las mamás, los bebés y las familias.

¿En términos prácticos qué fue lo que se hizo?

Desde la Región Sanitaria se estudiaron los antecedentes de otras redes, que ya organizaron subregionalizaciones, o subáreas en fun-ción de cada una de las localidades. La red perinatal -en tal sentido- aún se encuentra en una etapa primaria. Nuestra intención ahora es la de rescatar a los bebés pretérmino extremos. Así los hospita-les propuestos son: el Hospital Mi Pueblo -que tiene 5.000 partos-, el Evita de Lanús, con 3.500 partos y muchos años de experiencia acumulada, la Maternidad Ana Goitía, porque es la única con esta especialidad y tiene además grandes avances en el área quirúrgica, y el Hospital Oñativia, porque ya tenía una vinculación con locali-dades cercanas como Quilmes y Florencio Varela, además de haber desarrollado una neonatología muy importante. Es decir que se mantuvo el criterio regional.

Pero la realidad, no es estática y necesitamos readaptarnos perma-nentemente. Por ejemplo, aparecen efectores que tenían otros per-files, como el caso del nuevo Hospital Interzonal Alberto Eurnekian en Ezeiza, con su relocalización cambió completamente la expecta-tiva de la gente, que lógicamente busca la mejor atención posible lo más cerca de su domicilio. Nosotros estamos acostumbrados a pensar desde el ombligo de las instituciones, desde los profesio-nales y no de la gente. Tenemos que pensar cómo acompañar los circuitos que la gente va adquiriendo, va cambiando.

También se agregan otros problemas coyunturales como la nue-va obra en la maternidad Ana Goitía, una obra de ampliación que tienen proyectada desde hace diez años, y que yo creo que es un logro que merecen y corresponde hacer. Pues bien, llegado el mo-mento habrá que adaptar el plan y la reingeniería de este proceso.

¿Y cómo pensamos los circuitos desde la gente, qué tipo de acompa-ñamiento se hace en tal sentido?

Nuestra función es seguir y acompañar a las familias. No hay madre que no comprenda la necesidad de un traslado -suyo o de su bebé- si uno tiene la posibilidad de explicarle cuáles son las posibilidades, qué cosas le podemos facilitar. Las casas de madres, por ejemplo, son un espacio esencial pues la institución no sólo recibe a su hijo con los máximos cuidados, sino también le brinda contención y apoyo a ella y su grupo familiar.

Sin embargo, sabemos que nada es tan fácil, hay muchos casos donde la madre le cuesta horrores trasladarse y dejar o sus otros hijos para insertarse en una institución y esperar cómo crece su bebé. Esta es una responsabilidad social que tenemos de ofrecer al resto de la familia un lugar de contención, porque éste es un hecho que necesariamente moviliza a toda una familia en un espacio de tiempo prolongado.

Sabemos lo que cuesta, pero tenemos que mejorar dejar individua-lidades y darles la posibilidad a estos chiquitos y a sus familias de que salgan. Sabemos la enorme vulnerabilidad que tiene una púer-pera reciente al recibir la noticia de un bebé pretérmino, y exigirle hasta el máximo, “necesitamos tu leche”, “tu presencia”, “tu contacto permanente”. Yo creo que se puede, y estos efectores trabajan mu-cho y están realmente involucrados.

¿Se está adecuando la planta física para albergar estas necesidades?

Muchos hospitales ya tienen desarrolladas casas de madres como el Hospital Evita, o recientemente el Oñativia. Son lugares realmen-te únicos, muy especiales, con un plantel de mucha calidez, con un gran conocimiento de las necesidades de la gente, porque trabajan con un verdadero acercamiento hacia ellos.

Casa de Madres del Hospital Evita de Lanús.

Las mamás que tienen a sus hijos en Neonatología son un grupo que hoy merece toda la contención y apoyo. Sin embargo, no hace mucho que las instituciones de salud pudieron hacer este reconocimiento.

Éstas madres pertenecían al grupo de familiares de pacientes, aquellos que duermen en los bancos de las salas de espera lejos de casa y muchas veces sin dinero para ir y volver –pero éstas lo ha-cían aún en peores condiciones, porque venían de un parto o una césarea reciente, con sus pechos hinchados de leche y una angus-tia tremenda. “Antes el bebé era un paciente del médico y la familia sólo esperaba el parte médico,”así lo afirma la Lic. María Inés Del Barrio -jefa de la Unidad de Casa de Madres del Hospital Evita de Lanús-, quien nos cuenta que el cambio de paradigma de las Ma-ternidades centradas en la familia es lo que permitió esta apertura de la Neonatología.

En la Guía de las Maternidades centradas en la familia (MCF) se se-ñala que éstas representan un cambio de paradigma en la asisten-cia perinatal: de la atención basada exclusivamente en la tecnolo-gía y la medicalización, a la asistencia humanizada que permite a nuestra especie recuperar derechos inalienables que nunca debió haber perdido con la institucionalización del parto. Muchos profe-sionales son los que han hecho un esfuerzo mayor para impulsar este tipo de proyectos, como el doctor Miguel Larguía, médico pe-diatra neonatólogo y jefe de Neonatología del Hospital Materno In-fantil Ramón Sardá, también lo ha sido la doctora Susana Sánchez, actual coordinadora de la Red Perinatal de la Región Sanitaria VI.

La casa de madres del hospital Evita fue inaugurada en el año 2002, en plena crisis económica y social del país. Parece una paradoja

pero no lo fue, una donación de Aguas Argentinas -que terminó pagando la embajada de Francia, antes que la empresa abandone el país- , fue la que financió la obra. Cuenta con 16 camas (cuche-tas), un estar, lavadero, cocina, baño y duchas. También el hospital ha dispuesto la permanencia de personal de seguridad idóneo las 24 horas, y en estos últimos años también realizaron mejoras y obras de mantenimiento.

Las casas de madres, o residencia para madres tienen por objeto brindar alojamiento a las madres de los recién nacidos prematuros o enfermos que deben permanecer internados en el Servicio de Neonatología luego del alta Obstétrica. Según nos cuenta María Inés Del Barrio, no sólo se trata de dar alojamiento “Nosotros somos más ambiciosos queremos que además éste sea un lugar de contención social”; y agrega “Es fundamental para las madres tener un lugar fí-sico para estar, pero también es necesario recrear un lugar de con-tención en un momento tan particular como es el puerperio, que las encuentra en una situación que no es la esperada”.

Además -sigue diciendo María Inés- “se dan otras situaciones socia-les más complejas, donde se produce un nacimiento no esperado y es necesario brindar otras herramientas para fomentar el vínculo”.

En éste lugar tan especial también se construyen redes, las que construyen las familias que comparten experiencias comunes. Re-sulta fundamental que una madre –que pasó por la misma situa-ción- sea la que reciba a otra mamá que recién llega. Al respecto, María Inés Del Barrio, nos precisa “que en este proceso vital en que se encuentran las madres, necesitan muchas veces consultas es-peciales que pueden ser de salud mental, pero también aparecen oportunidades para tratar otros problemas de salud no detecta-dos, además de la consejería en salud sexual que la tienen desde el momento que salen de alta. También, hay disponibles materiales de educación para la salud, apoyo terapéutico, y también activida-des recreativas que las mismas mamás comparten para pasar allí su estadía, como tejer, coser alguna ropa del bebé o hacer souvenir de nacimiento”.

Casa de madres

Estar de la Casa de Madres del Hospital Evita de Lanús.

Habitaciones de la Casa de Madres del Hospital Evita de Lanús.

Son poco más de las 9 de la mañana del miércoles y poco a poco el salón se va poblando de caras y manos que se saludan. En medio de ellos es posible identificar al profesor de gimnasia quien les pide que se pongan en ronda y así comienzan a moverse en el espacio. Algunos ojos buscan complicidades en otros, que tampoco pueden moverse con soltura pero a medida que la clase avanza, cada uno va encontrándose con su cuerpo. La mayoría son mujeres de entre 50 y 79 años que quieren sentirse mejor y hacer algo por ellas.

Muchas de las personas que participan de las clases de gimnasia se animaron a concurrir por la propuesta que les hizo la doctora María Emilia Artaza – Jefa de Residentes de Medicina General- quién se desempeña en el CIC El Rocío, del Barrio Bosques en Florencio Vare-la. Según nos cuenta María Emilia, “muchas de las personas que se acercan al CIC a realizar algún control médico tienen hipertensión, diabetes u obesidad, que son factores de riesgo para enfermeda-des cardiovasculares, pero que pueden prevenirse sobre todo si modifican sus hábitos”.

Los Centros Integradores Comunitarios (CIC) son espacios en los que se pueden llevar a cabo múltiples tareas interdisciplinarias e intersectoriales con gran participación de la población. Tal como lo señala la doctora María Emilia “es tener acciones de salud y desa-rrollo social en un mismo escenario”.

En nuestra región sanitaria existen por lo menos diez Centros de In-tegración Comunitarios (CIC) que son un nuevo modelo de gestión pública para la integración de las políticas sociales. “Yo siempre vengo porque en el CIC siempre están haciendo algo nuevo” -dice Julia de 61 años- “tener al CIC cerca de casa me mejoró la calidad de vida. En el CIC hago gimnasia, voy a la psicóloga y a la doctora que me controla la diabetes”.

Algunas de estas personas que desarrollan actividad física tam-bién pertenecen a la Red “Mi cuerpo en movimiento”, del CIC El Rocío. Después de la actividad física muchos se quedan para charlar de su salud, compartir recetas, juegos, entre otras acti-vidades. “La actividad física se desarrolla según las capacidades de las personas”, dice Nicolás Albarracín- Profesor de Educación Física- “hay personas que tienen disminuidas sus capacidades motrices y no por eso dejan de realizar la actividad. Con la ac-tividad física no solo se logra que los pacientes puedan vencer el sedentarismo, sino también disminuir de peso y aumentar su capacidad cardiorrespiratoria”.

Modificar hábitos es algo muy difícil de realizar, incluir ejercicio, eli-minar la sal de la dieta, dejar de fumar, se transforman en una tarea que pocos pueden asumir en soledad.

En tal sentido, la tarea educativa que desarrollan en el CIC es muy importante, “nosotros no sólo tenemos que curar sino que tenemos que enseñar a vivir, eso es lo que el decía Ramón Ca-rrillo, y eso es lo que hacemos a diario”, dice la doctora María

Redes en Atención Primaria

Mejorar la calidad de vida

Actividad física en el CIC El Rocío de Florencio Varela.

Actividad física en el CIC El Rocío de Florencio Varela.

Emilia con orgullo. “En el CIC se realizan talleres de prevención, por ejemplo de pie diabético”, añade la doctora Alejandra Sclau-zero – Residente de 3º año de Medicina General- “que además de ser un espacio educativo es también un lugar de contención, con gran nivel de intercambio, dónde muchos de ellos pueden poner de manifiesto qué es lo que les pasa, pueden compartirlo con otros y sobre todo saber que no son los únicos, porque la ma-yoría tiene la misma preocupación. Pero de esta manera hacemos todos juntos que esto sea más llevadero”.

No es difícil advertir que en CIC hay un espacio de acompañamien-to y contención. Hace unas pocas semanas la Municipalidad de Florencio Varela desarrolló en el CIC El Rocío una jornada de juego para la tercera edad de la que participaron más de treinta abue-los. “¿Si nosotros no jugamos, quien le enseña a jugar a nuestros nietos?”, preguntó Reina Sequeira, abuela de 67 años de edad, que asiste a todas las actividades que se realizan en el CIC.

La doctora María Emilia Artaza distingue a estas actividades porque según dice “ todo es un ida y vuelta, ellos mismos son los creadores de las nuevas propuestas y actividades que se realizan”.

“ todo es un ida y vuelta, ellos mismos son los creadores de las nuevas propuestas y actividades que se realizan”.

La Residencia de Medicina General forma parte del Programa de Residencias Integradas Multidisciplinarias (PRIM), cuya modalidad de trabajo es interdisciplinaria e intersectorial, trabaja en forma articulada con los distintos niveles, generando redes acordes a las necesidades de la población. Integra la formación de Medicina General, Trabajo Social, Psicología, Psiquiatría y Enfermería. Actualmente el Programa de Residencias Integradas Multidisciplinarias se desarrolla en la Región Sanitaria VI, en los municipios de Lanús y Florencio Varela.

En Florencio Varela sus sedes en el primer nivel de atención son el Centro Integrador Comunitaria CIC El Rocío y el Centro de Salud La Esmeralda con rotacio-nes en el Hospital Mi Pueblo y dentro de la región.

Para más información comunicarse con: [email protected] (Instructora) [email protected] (Jefa de Residentes) [email protected] Tel: 4221-3688 CIC El Rocío. Dirección Chascomús y Lobos, Florencio Varela, Pcia. De Buenos Aires.

Programa de Residencias Integradas Multidisciplinarias

Taller de Pié Diabético en CIC El Rocío de Florencio Varela.

Centro Integrador Comunitario El Rocío, en Florencio Varela.

Por un sistema integrado de saludRedes de Referencia y Contrarreferencia

Dentro del lenguaje sanitario es común el concepto de “referencia y contrarreferencia de pacientes”, se trata de un procedimiento téc-nico y administrativo utilizado para derivar pacientes dentro de los establecimientos públicos de salud.

La necesidad de referenciar pacientes desde los centros de salud (primer nivel de atención) al hospital local (segundo nivel de aten-ción) puede deberse a: una consulta con un especialista, exámenes diagnósticos, intervenciones terapéuticas y/o servicios de hospita-lización. A su vez, desde el hospital también se contrarreferencia hacia el primer nivel, por ejemplo a aquellos pacientes que obtu-vieron el alta de una internación y continúan su control y trata-miento en un centro de salud.

Sin embargo, estos pasajes de un nivel a otro no siempre se llevan a cabo con la fluidez necesaria, y en la práctica cotidiana se encuen-tran algunos tropiezos de implementación, pues los procesos de gestión son siempre complejos, y no pocas veces son los mismos pacientes, u otras redes informales las que terminan organizando la atención médica.

La conformación de un sistema de salud integrado es una de las tareas fundamentales de la Región Sanitaria VI. Todas las acciones tienen como propósito coordinar y articular los establecimientos asistenciales con todos sus recursos humanos y tecnológicos en una verdadera red asistencial. En tal sentido, el concepto de refe-rencia y contrarreferencia resulta imprescindible.

Desde hace ya varios años, la región VI viene trabajando una es-trategia para disponer “oficinas de referencia y contrarreferencia”, en los hospitales locales, zonales e interzonales, del nivel provincial y/o municipal, que contribuyan justamente a facilitar este tipo de procesos para una atención escalonada y articulada entre niveles. Así, es entonces como los hospitales “Wilde”, de Avellaneda; “Iriarte” y “Oller”, de Quilmes; “Gandulfo”, de Lomas de Zamora; “Santamarina”, de Esteban Echeverría; “Meléndez” y “Oñativia”, de Almirante Brown; “Mi Pueblo”, de Florencio Varela y “Evita Pueblo”, de Berazategui, fueron incorporando estas oficinas como parte de una estrategia regional (ver infografía).

En cada uno de estos nueve hospitales se abrió una oficina de refe-rencia y contrarreferencia con personal administrativo y/o médico, en algunos casos, pues en el transcurso cada lugar fue asumiendo una característica o un perfil particular, según su ámbito de inser-ción local. No obstante, todas comparten un alto grado de com-promiso para trabajar en un campo tan sensible y complejo como

es salud. En tal sentido, una de las empleadas administrativas, que comenzó con estas tareas en el Hospital Gandulfo, expresó que: “No se trata sólo de dar un turno”, “en la medida que se va dando la práctica en la que estamos, nos dimos cuenta que no podemos desentendernos de todo el resto. Nos pasa constantemente con pacientes que vienen con problemas de todo tipo.”

Las funciones que tienen estas oficinas de referencia y contrarre-ferencia son entre otras: articular la derivación de pacientes desde los centros de salud hacia el hospital y viceversa. En términos prác-ticos se ocupan de otorgar turnos para las distintas especialidades, retornar el formulario de interconsulta, u otros exámenes comple-mentarios hacia los centros de salud.

También se encargan de referenciar altas neonatales, de puérperas y de internación de pediatría, a fin de continuar con sus controles, y brindan todo tipo de información relacionada con el funciona-miento hospitalario y de los centros de salud.

Otra de las empleadas administrativas que trabaja en una de estas oficinas de referencia y contrarreferencia, expresaba con claridad un punto vital para trabajar la accesiblidad: “a partir de que se ne-cesita un turno es que se mueve todo un sistema. Lo que tratamos de hacer cuando hay reunión, es concienciar a la gente que cada vez que se necesita un turno se movilizan un montón de sistemas y si esos sistemas no funcionan, el que queda afuera es el paciente”. Asimismo, estas oficinas también desarrollan una importante tarea de información, en cuanto a la documentación requerida: “Pedimos que los centros nos informen bien sobre el paciente, sobre la con-dición social de esa persona, o si se trata de un paciente enfermo y tenemos que cooperar con él. Entonces el profesional también se queda más tranquilo porque sabe qué el paciente va a venir, o porque sabe qué le pasa al paciente y cómo llega al hospital”.

Como se señala anteriormente este movimiento planificado de pacientes de un nivel a otro de acuerdo con indicaciones diagnós-ticas, requiere de un intercambio permanente de información por diferentes canales.

Para ello, es preciso seguir abriendo el diálogo y la participación, asu-mir la accesibilidad del sistema en forma inclusiva, integrar niveles de atención en forma progresiva, son todos ellos objetivos que par-ten de entender a la salud como un proceso inclusivo de desarrollo.

Aquellos que trabajan en la Atención Primaria de la Salud, o hicieron otros recorridos por la Salud Pública, reconocen la importancia de un texto paradigmático, nos referimos a la Declaración de Alma Alta, realiza-da en el marco de la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de la Salud en Kazajistán, ex Unión Soviética en el año 1978. Éste fue sin lugar a dudas el evento de política de salud internacional más impor-tante de la década de los 70, y si bien su lema “Salud para todos en el año 2000” parece hoy un sarcasmo, la fuerza de sus palabras sigue poniendo luz a pesar de los años transcurridos.

La Declaración de Alma Ata, además de definir preci-samente el derecho a la salud, los componentes y ca-racterísticas de la Atención Primaria de la Salud (APS),

Principios de la APS

REGIÓNSANITARIA VI

BERAZATEGUI

Evita Pueblo

QUILMES

IriarteOller

FLORENCIOVARELA

Mi Pueblo

El Cruce

AVELLANEDAFiorito

Pte. PerónGoitía

Wilde

LANUS

Evita

N.LópezMelo

LOMAS DEZAMORA

Gandulfo

Allende

ESTEBANECHEVERRIA

SantamarinaALMIRANTE

BROWN

Meléndez

OñativiaEZEIZA

A. Eurnekian

Hospital ProvincialHospital Municipal

Oficina Ref.Contra- ReferenciaReferencias

también señala precisamente cuales deben ser las funciones y relaciones entre los diferentes niveles de salud.

De esta forma distingue que la APS representa el primer nivel de contacto de los individuos, la fami-lia y la comunidad con el sistema nacional de salud, llevando lo más cerca posible la atención de salud al lugar donde residen y trabajan las personas.

Además –el mismo documento de Alma Alta- agre-ga que la APS debe estar asistida por sistemas de envío de casos integrados, funcionales y que se apoyen mutuamente, a fin de llegar al mejoramien-to progresivo de la atención sanitaria completa para todos, dando prioridad a los más necesitados.

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El programa de salud mental de la región VI es un punto de refe-rencia ineludible en la construcción de redes. Desde hace ya va-rios años propone un nuevo modelo de gestión en la atención y tratamiento del padecimiento mental, cuya práctica representa un cambio sustantivo al modelo asistencialista.

Este modelo de atención es uno de los pocos en nuestro país que brinda un sistema de salud mental a cargo de un equipo inter-disciplinario, orientado a la restitución, o promoción de los lazos sociales, tal como lo indica la nueva ley nacional de salud mental (26.657) –recientemente sancionada por el Congreso Nacional- que ajusta la legislación argentina a los estándares internacionales, y reconoce el derecho a la protección de la salud mental desde un enfoque de Derechos Humanos.

Una de las características sobresalientes del modelo es el abordaje integral en cuanto al paciente. En tal sentido, fueron creados dos dispositivos en los que trabajan en forma integrada psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales. Uno es el Equipo Regional de Intervención en Crisis (ERIC), y el otro es el Equipo Regional de In-tervención Comunitaria (ERICO).

El primer equipo, tal como lo indica su nombre, actúa en el momento de la crisis para estabilizar al paciente con terapéuticas farmacológi-cas, en internaciones breves que se realizan en hospitales generales. Una vez que el paciente obtiene el alta de la internación interviene el segundo equipo (ERICO) que procura la continuidad del tratamiento en forma ambulatoria, preferentemente en el mismo medio social en el que vive el paciente, a fin de evitar el aislamiento. La búsqueda está siempre en sostener la contención familiar y social, que puede

darse en el seno de la familia, pero también en otros espacios como centros de día, clubes, centros culturales, entre otros, que posibiliten la integración del individuo a su medio.

En cuanto a la operatoria cotidiana el Equipo Regional de Interven-ción en Crisis (ERIC) es quién primero recibe el llamado –a través de los operadores del Sistema de Emergencias Sanitarias (SIES)- gene-ralmente por parte de las guardias de los hospitales, que se comu-nican al recibir el ingreso de algún paciente, que puede tener una crisis de salud mental, o bien presentar otras situaciones de difícil resolución psico-social.

Entonces, se establece el contacto telefónico con el profesional, y se acuerda la asistencia inmediata al hospital para hacer una eva-luación conjunta del paciente. Ya en el mismo momento de la inter-vención se promueve la tarea en equipo con todo el personal del hospital para aportar datos, o intercambiar opiniones, funcionando como un espacio de capacitación en servicio. De acuerdo a la eva-luación que se realice se define si es necesaria una internación para ese paciente, tratando siempre que se ésta se haga en el mismo hospital general, donde se realizó la consulta. En tal caso, se seguirá observando la evolución y planificando el tratamiento.

Llegados a esa instancia el equipo ERIC puede acordar con el hospi-tal la oportunidad de nuevas intervenciones, o acompañamientos los días subsiguientes, o puede sugerir la continuidad de asistencia por parte del equipo de salud mental del mismo hospital. Asimismo, el ERIC interviene activamente con la familia, o allegados señalando la importancia de su presencia y acompañamiento en todo este proceso. De este modo, se van construyendo acuerdos, acerca del cuidado durante la internación, y en el posterior trata-miento ambulatorio.

El trabajo en red y la protección de los derechos

Diversas actuaciones del ERIC –Equipo Regional de Intervención en crisis- son una muestra contundente del trabajo en red. Sus rela-tos constituyen una representación de esa primera respuesta, casi refractaria, al padecimiento mental que insiste con aislar y separar.

Por ejemplo, el ERIC intervino en el caso de M. de 28 años, quién luego de intentar incendiar su casa junto a sus hijos, fue conducida a un hospital general de nuestra zona, cuya propuesta era el tras-lado a un hospital psiquiátrico para mujeres. Sin embargo, perma-neció internada en el mismo hospital con su bebé, por intoxicación con monóxido de carbono. Y tras el empeño del Servicio Social del

Redes de protección y promoción de losderechos humanos en salud mental

12hospital, pudo establecerse contacto con la familia de la paciente, quién se hizo cargo de los otros niños.

Después de una serie de entrevistas, fue posible desentrañarse aquel “brote psicótico”, que no era más que la expresión máxima de la vio-lencia a la que M. y sus hijos estaban siendo sometidos, desde hacía muchos años, por parte de su pareja. Aquella primera reticencia de M. poco a poco abrió el camino para despejar la situación, y plantear otras alternativas de resolución, que privilegiaron obviamente pre-servar el vínculo madre- hijo, y evitar el nuevo trauma de una separa-ción que se impondría con su internación en un neuropsiquiátrico.

A pesar de la reticencia planteada por algunos trabajadores del hos-pital, de que M. y su bebé permanecieron internados allí, se pudo continuar con el tratamiento sin necesidad de derivaciones. Para ello, el ERIC mantuvo un contacto permanente con los distintos profesionales del hospital, se trabajó con el equipo de salud acerca de los miedos y los reparos que presentaban, y se explicitaron los síntomas de alarma. También se pudo establecer acuerdos con la familia para un acompañamiento permanente, y se impidieron las visitas a su pareja.

Finalmente, el abordaje familiar que realizó el Servicio Social per-mitió que M. y su bebé fueran a la casa de su madre, con sus otros hijos, después de recibir el alta. También, se articuló un tratamiento ambulatorio en un hospital más cercano a su nuevo domicilio, y se adoptaron medidas de protección -para M. y sus hijos- por parte del servicio zonal y el juzgado correspondiente.

Aquí, se muestra a las claras, como el trabajo en red impuso acordar un objetivo común, que fue el de respetar y proteger el derecho humano de M. y su bebé, a pesar de no coincidir en diagnóstico y resolución de la situación. Además, se pone de relieve que para arribar a un buen desenlace, resultó muy importante la respuesta y el trabajo institucional, la existencia de redes familiares y la articu-lación con otras instituciones locales.

Redes que hacen posible un sueño

Este cambio en las prácticas, en la formas de hacer implica tam-bién un cambio en la subjetividad profesional, que nos llevan a te-rritorios poco conocidos. El tal sentido, el equipo ERICO - Equipo Regional de Intervención Comunitaria- de Don Bosco, partido de Quilmes, promovieron una experiencia inédita, cuyas apreciacio-nes fueron reunidas en un trabajo que intenta preguntarse a cerca de su práctica profesional en salud mental, sobre las instituciones y el rol de comunidad.

El equipo ERICO de Don Bosco, ya venía realizando salidas gru-pales con sus pacientes a distintos lugares como el Zoológico, ó el delta del Tigre. Pero, las actividades recreativas y culturales fueron asumiendo una mayor complejidad con la intención de multiplicar sentidos y oportunidades; así fue como llegaron hasta el Bolsón en Río Negro.

Con esta intención de ampliar los horizontes, profesionales, pacien-tes y familiares del ERICO Don Bosco -entre el 16 y el 21 de noviem-bre del año pasado- fueron a conocer el trabajo de la Cooperativa Social, que llevan adelante los mismos pacientes del servicio de salud mental del hospital El Bolsón. La Cooperativa El Bolsón tiene la concesión de una confitería, un servicio de catering para fiestas, y el año pasado lograron la concesión del refugio de montaña en el cerro Perito Moreno, a 25 kilómetros de la ciudad. Este gran tra-bajo de inclusión laboral ya lleva más de siete años, y no sólo es un logro para los pacientes, sino fundamentalmente resultó un punto de partida para trabajar la percepción que la comunidad tiene de la locura y de las personas que tienen sufrimiento mental.

La organización de este viaje le demandó al equipo ERICO Don Bosco un año de intensas gestiones, para activar todas las redes intersectoriales disponibles para poder concretar el viaje al Bolsón. Intervinieron la Coordinación del Programa de Salud Mental de la Región Sanitaria VI, la Dirección Nacional de Salud Mental y Adic-ciones, la administración de Aerolíneas Argentinas, la Dirección de Juventud de la Municipalidad de Quilmes, la Cooperativa Social, el Servicio de Salud Mental del Bolsón, la Casa de la Cultura, empresas de transporte, etc.

Según relata el mismo equipo, la convivencia por fuera de los espa-cios comunes resultó muy estimulante para los pacientes y profe-sionales. El modelo tradicional de salud mental pone el acento en la tutela, y en cierta forma garantiza un tránsito institucional, don-de se minimizan todos los riesgos. En cambio, en una experiencia como ésta la contingencia, la emergencia y la toma de decisiones y roles es permanente. Además, una experiencia como ésta pone de relieve que la “comunidad” ya no opera como algo disociado, o como un horizonte “rehabilitador”, sino como un agente activo y dinámico del mismo proceso.

Viaje del equipo ERICO Don Bosco al Bolsón, pcia. de Río Negro

El Voluntariado Universitario, que depende de la Secretaría de Polí-ticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, es un programa que pretende profundizar la función social de la Univer-sidad Pública a lo largo de todo el territorio nacional.

Desde hace tres años aproximadamente, la Región Sanitaria VI, par-ticipa en uno de estos voluntariados que corresponde a los alumnos de la licenciatura de enfermería de la Universidad Nacional de Lanús. Para conocer más sobre este programa estuvimos conversando con Silvia Cármamo, quien es Licenciada en Enfermería, docente investi-gadora en la Carrera de Licenciatura en Enfermería, de la Universidad Nacional de Lanús, y docente asociada de la asignatura “Taller inte-grador de prácticas e investigación en salud comunitaria”.

¿Cuándo comienza el Programa del Voluntariado Universitario en la Carrera de Enfermería de la UNLA, y cuál fue el tema de salud elegido para trabajar en la comunidad?

Ya desde las primeras experiencias del Voluntariado en el año 2008 se integró la universidad con la región sanitaria VI, y con todo el sistema de salud. La primera actividad se desarrolló en tres muni-cipios de la región. Desde el principio, el Dr. Ierace, Director de la Región Sanitaria VI, propuso que trabajáramos sobre el tema de la

promoción del programa de Salud Sexual y Reproductiva,y éste si-gue siendo nuestro eje de trabajo.

¿Es la Salud Sexual y Reproductiva un tema instalado en la carrera de enfermería?

Sí, pareciera que todo apunta a eso. Justamente, el año pasado, otros docentes de la UNLA y de la Carrera de Enfermería se vin-cularon con el Programa Nacional de Salud Sexual de Nación, y concurrieron a la universidad algunos expertos para trabajar el tema de la salud sexual, pero desde un enfoque de género.

Así fue entonces como los alumnos de nuestro taller comunitario de enfermería, recibieron esa capacitación, y a su vez ellos repli-caron esa capacitación recibida con los alumnos de segundo año, de la licenciatura en enfermería.

¿Qué tiene planificado para este año lectivo?

Para este año, por primera vez, hicimos un acuerdo intersectorial y vamos a trabajar particularmente con las Escuelas Primaria para Adultos del distrito de Almirante Brown. Estas escuelas funcionan en algunos espacios de la comunidad como comedores, iglesias, etc.

Redes intersectoriales

Voluntariado universitario de enfermería

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¿Qué tipo de redes intersectoriales se realizan con el Programa?

Este Programa del Voluntariado Universitario nos permite hacer un acuerdo entre partes, de diferentes jurisdicciones como nación y provincia, o educación y salud, dónde nuestra universidad aporta el recurso humano para desarrollar algunas prácticas de promo-ción de la salud, que son supervisadas por los profesores. El pro-grama del voluntariado universitario ofrece los recursos necesarios para que se puedan ejecutar una serie de actividades, materiales, transportes, etc.

Estas prácticas tienen un procedimiento metodológico, cuya eta-pa diagnóstica, abarca la situación particular de las personas in-volucradas y del contexto en el que viven, después se planifica cuál va ser la intervención educativa comunitaria, y a partir de allí se realiza el trabajo de campo concreto en la comunidad, evalua-do en forma permanente.

¿Cuál es el vínculo con la comunidad y qué tipo de aporte le brinda esta experiencia al estudiante de la licenciatura en enfermería?

Intentamos desarrollar una actividad que contemple el máximo grado de participación comunitaria, que comienza en la etapa

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SUSCRIPCIONES

Esta publicación electrónica es realizada por la Región Sanitaria VI, del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.

Si usted desea recibirla regularmente en su dirección electrónica, envíenos un mail a:[email protected]

diagnóstica y culmina con un cierre que realizamos en la universi-dad junto con las personas que participaron. Allí se hace una eva-luación de tipo FODA, para analizar los puntos fuertes y débiles de todo el proceso educativo., de la que participan los representantes de la Región Sanitaria VI, los profesores y los estudiantes de la uni-versidad, y los representantes de la comunidad.

Yo creo que es un aporte muy importante que recibe el estudiante a partir del Programa del Voluntariado Universitario, no sólo por el aspecto teórico del conocimiento de las metodologías y de los conceptos que se trabajan dentro del taller, sino porque se enfren-tan a una práctica poco habitual.

¿En su trabajo cotidiano como enfermeros no tienen prácticas comu-nitarias?

En general, ellos no han tenido una experiencia similar como trabaja-dores, tal vez algunos de ellos habrán tenido un tipo de experiencia parecida como estudiantes. Pero recordemos que ellos ya son enfer-meros y están cursando el ciclo de licenciatura en enfermería.

El taller y el voluntariado los acerca a una práctica muy interesante, desafiante y movilizante. Al principio, se sienten un poco paraliza-dos, creen que no van a poder hacerlo y una vez que están y avan-zaron no quieren concluir, o quieren volver a ese lugar, o se quieren comprometer ya por fuera del taller.

En general, es la primera vez que estos enfermeros salen a trabajar con la comunidad y es atemorizante al principio para ellos, salir del hospital o el centro de salud, simplemente porque no pertenece al territorio conocido. Finalmente, es una tarea que genera mucha satisfacción en cuanto al aprendizaje de los estudiantes y a la ex-periencia de vida.