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EDIFICIOS DEL SIGLO XIX

Edificios Del Siglo Xix

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EDIFICIOS DEL SIGLO XIX

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Escuela de Chicago La escuela de

Chicago fue un estilo arquitectónico surgido a finales del siglo XIX en la ciudad de Chicago. Fue pionero en la introducción de nuevos materiales y técnicas para la construcción de grandes edificios comerciales.

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Escuela de ChicagoÉsta surge en un contexto, en la que la ciudad es más próspera, aumenta considerablemente el nivel demográfico → lo que supuso que el urbanismo adquiriera una relevancia máxima. Sin embargo, en 1871 la ciudad de Chicago sufrirá un incendio gravísimo que la destruirá casi por completo, lo que supondrá el tener que volver a levantarla de nuevo. Esta necesidad de crear nuevos edificios, dará pie al surgimiento de la denominada Escuela de Chicago. Junto a esta, aparecerá un nuevo concepto en la arquitectura de aquellos años; el rascacielos. Chicago es una ciudad floreciente, por ello se produce una gran especulación sobre los terrenos y una gran demanda de construcción. La solución que se adopta es la construcción en vertical: muchos pisos elevados sobre una planta reducida. Como es lógico, se empezaron a construir edificios con un número de pisos que a nosotros nos parecería ridículo pero que en esos tiempos era todo un logro; estamos hablando de edificaciones que podía oscilar entre los 10 y los 16 pisos de altura. Paralelamente al surgimiento de los rascacielos, aparecerán los primeros ascensores eléctricos.

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Escuela de Chicago La Escuela de Chicago está integrada por un conjunto de arquitectos que proponen soluciones similares entre ellos:

estructuras metálicas revestidas según la función del edificio, ventanas que podían variar de tamaño cuando se deseara y la eliminación, en muchos casos, de los muros de carga. Dejan de llevarse edificios con muros que son sólo de piedra (y de gran grosor) y dominarán el panorama las estructuras de hierro recubiertas. Otra innovación serán las ventanas corridas que ocuparán la mayor parte de las fachadas de los edificios esto dará lo que más adelante se llamará ‘muro cortina’.

Henry Hobson Richardson

William le baron jenney

Burnham & Root

L. Henry Sullivan

Características generales En la mayoría de los edificios pertenecientes a la Escuela de Chicago, encontramos varios elementos comunes que

podemos considerar como características generales de esta Escuela: Estructuras metálicas (esqueletos o armazón de hierro) que, entre otras cosas, permitirá realizar edificios con gran

altura. Uso del pilar de hormigón como soporte o cimiento. Será la solución al desafío de construir sobre un suelo arenoso

y fangoso. Ventanas extendidas horizontalmente por toda la fachada (con las dimensiones que se desee, dado que ya no

serán necesarios los llamados muros de carga): Posible eliminación de los muros de carga (gracias a esta estructura metálica) Desarrollo del ascensor eléctrico Con respecto al exterior, se suprimen los elementos decorativos (tan habituales en la arquitectura artística de finales

del siglo XIX). Se apuesta por superficies lisas y acristadas. Predominan las líneas horizontales y verticales. Atractivas fachadas de mampostería.

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Museo del Prado

El proyecto arquitectónico de la actual pinacoteca fue aprobado por Carlos III en 1786 . Supuso la culminación de la carrera de Villanueva y una de las cimas del neoclasicismo español, aunque dada la larga duración de las obras y avatares posteriores, el resultado definitivo se apartó un tanto del diseño inicial.

Las obras de construcción se desarrollaron durante los reinados de Carlos III y Carlos IV, hasta el punto de que el edificio quedó prácticamente finalizado a principios del siglo XIX. Pero la llegada de las tropas francesas a España y la guerra de la Independencia dejaron su huella en él; se destinó a fines militares (cuartel de caballería) y cayó en un estado casi de ruina total. Las planchas de plomo de los tejados fueron fundidas para la fabricación de balas.

Sólo gracias al interés manifestado por Fernando VII y, sobre todo, de su segunda esposa Isabel de Braganza, se inició, a partir de 1818, la recuperación del edificio, sobre la base de nuevos diseños del propio Villanueva, sustituido a su muerte por su discípulo Antonio López Aguado.

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Museo del PradoEdificio Villanueva del Museo del PradoEl edificio diseñado por Juan de Villanueva, en su concepción original, está formado por un cuerpo central terminado en ábside, al que flanquean dos galerías alargadas que terminan en pabellones cuadrados, uno a cada extremo. Dicho esquema fue ampliamente modificado, primero para adaptar al uso de pinacoteca un edificio que había sido concebido para Gabinete de Historia Natural (luego Museo de Ciencias Naturales), y después en las sucesivas ampliaciones que se fueron relizando, y que afectaron sobre todo a la fachada que mira a la iglesia de los Jerónimos.

El cuerpo central destaca en planta y en alzado por un gran pórtico compuesto por seis columnas de orden toscano, un entablamento, una cornisa y un ático que lo remata. Esta fachada es el acceso principal, orientado hacia el Paseo del Prado, y presenta la originalidad de no disponer sobre la columnata del característico frontón triangular, sino de uno con forma rectangular, adornado por un friso escultórico obra de Ramón Barba, representando una alegoría del rey Fernando VII como protector de las ciencias, las artes y la técnica. En su cara posterior, esta sección central termina en forma semicircular o absidial, de tal modo que su plano adopta forma basilical. Originariamente, dicha estancia abarcaba las dos plantas de altura, y a finales del XIX se dividió en dos pisos. El inferior era la sala de juntas, hasta su reciente conversión en recibidor. La planta superior es la actual sala 12, presidida por Las Meninas.

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Museo del PradoCaracterísticas generales

Las dos galerías laterales tienen dos plantas en altura. La inferior con unos ventanales profundos y alargados que acaban en arco de medio punto y la superior con una galería de columnas jónicas (en la actualidad hay un tercer piso retranqueado, obra posterior).

La fachada norte presenta un pórtico con dos columnas jónicas y sobre ellas un entablamento liso. Esta fachada corresponde a la segunda planta del edificio. Cuando se construyó el edificio, la primera planta quedaba, por ese lado, bajo el nivel del terreno, que por aquella época bajaba en una pequeña cuesta hasta el paseo del Prado, hasta que más tarde se desmontó este desnivel hasta ponerlo a la misma altura que el suelo real del monumento. Hubo que construir una escalinata para su acceso (1882).

La fachada sur (que da a la plaza de Murillo, frente al Jardín Botánico) está formada por un vano adintelado, de acceso al interior, y una logia o galería con seis columnas de orden corintio sobre las que se apoya un entablamento.

El interior del edificio es abovedado en sus salas centrales. El vestíbulo de la entrada norte está formado por una rotonda con ocho columnas jónicas cuya bóveda tiene decoración de casetones.

En el exterior, frente a la fachada principal, está ubicada la estatua de Velázquez, obra del escultor Aniceto Marinas. El pedestal es de Vicente Lampérez. Tiene una dedicatoria: Los artistas españoles, por iniciativa del Círculo de Bellas Artes, 1899

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Edificio la esmeralda

Esta construcción fue realizada entre 1890 y 1892 por los arquitectos Eleuterio Méndez y J. Francisco Serrano. Es de carácter ecléctico, combina elementos neoclásicos con algunos toques del barroco francés y, se dice que tuvo una escalera interior que era el mejor ejemplo de art nouveau que hubo en México.

Lo más importante es que se trata de uno de los primeros edificios con estructura de hierro en todo el país. Bueno, se puede decir que la mezcolanza de estilos y corrientes resultó equilibrada y el edificio tiene una gran presencia arquitectónica de indiscutible aire europeo. El interior fue prácticamente “rasurado” y apenas se puede apreciar algo de su esplendor original en la decoración del plafón.

Fue uno de los primeros edificios privados que integraron un reloj a su fachada. Además, varios de los relojes exteriores que se colocaron en edificios y monumentos de la ciudad, fueron montados por personal de La Esmeralda, nombre que aparece, por ejemplo, en la carátula del reloj de La Mexicana.

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Edificio la Esmeralda

Actualmente la planta baja es ocupada por un mix up, y en la parte superior está el Museo del Estanquillo. Ahí se pueden encontrar piezas de artes plásticas, documentos que narran la historia de México y dan cuenta de la conformación de la muy particular identidad de los habitantes de esta mega urbe y de todo el país, fotografías, historietas y otros objetos producto del buen sentido del humor y la sátira, elaborados desde distintas perspectivas plásticas e intelectuales.

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La Torre Eiffel La Torre Eiffel es una estructura de hierro

pudelado diseñada por el ingeniero francés Gustave Eiffel y sus colaboradores para la Exposición universal de 1889 en París.

Situada en el extremo del Campo de Marte a la orilla del río Sena, este monumento parisiense, símbolo de Francia y su capital, fue el noveno lugar más visitado del país en 2006 y el primer monumento de pago más visitado del mundo con 6.893.000 de visitantes en 2007. Con una altura de 300 metros, prolongada más tarde con una antena a 325 metros, la Torre Eiffel fue el edificio más elevado del mundo durante más de 40 años, hasta que la superó el edificio Chrysler, de Nueva York, en 1930.

Fue construida en dos años, dos meses y cinco días en controversia con los artistas de la época, que la veían como un monstruo de hierro. Inicialmente utilizada para experimentos científicos, hoy sirve, además de atractivo turístico, como emisora de programas radiofónicos y televisivos

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La Torre Eiffel Inicialmente, Gustave Eiffel (ingeniero y especialista en estructuras

metálicas) tenía previsto doce meses de trabajo, aunque en realidad se necesitó el doble de tiempo. La fase de construcción comenzó el 28 de enero de 1887 y terminó en marzo de 1889, antes de la apertura oficial de la Exposición universal.

En el sitio de la obra, el número de trabajadores nunca superó los 250. Esto se debió a que gran parte del trabajo se hacía río arriba, en las fábricas de las empresas Eiffel localizadas en Levallois-Perret. De los 2.500.000 remaches que hay en la torre, sólo 1.050.846 se colocaron en el sitio de la obra, un 42% del total. La inmensa mayoría de los elementos son ensamblados en los talleres de Levallois-Perret, en el suelo, en trozos de cinco metros, con pernos provisionales; y es sólo después, sobre el sitio de la obra, que definitivamente son reemplazados por remaches puestos con calor.

La construcción de las piezas y su ensamblaje no son el fruto del azar. 50 ingenieros realizaron durante dos años 5.300 dibujos del ensamble conjunto o de algunos detalles, y cada una de 18.038 piezas de hierro poseía su propio esquema descriptivo.

En el lugar de la obra, en primera instancia, los trabajadores realizan los enormes zócalos de hormigón que sostendrán los cuatro pilares del edificio. Esto ayuda a minimizar la presión sobre el terreno de todas las piezas, que en conjunto hacen una presión de 4,5 kg/cm² al nivel de los cimientos.

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La Torre Eiffel

El montaje de las partes metálicas propiamente dichas, comienza el 1 de julio de 1887. A los hombres responsables del ensamblaje de este "Meccano gigante" son denominados volantes y son dirigidos por Jean Companion. Las piezas son subidas hasta 30 metros de altura con la ayuda de grúas de pivotes fijadas a los ascensores. Entre los 30 y 45 metros de altura, 12 andamiajes de madera son construidos. Una vez pasados los 45 metros de altura, hubo que edificar nuevos andamiajes, adaptando las vigas de 70 toneladas que fueron utilizadas para el primer piso. Después siguió la unión de estas enormes vigas con los cuatro bordes al nivel del primer piso. Esta unión se realizó sin contratiempos el 7 de diciembre de 1887 e hizo innecesarios los andamiajes temporales, reemplazados primero por la primera plataforma (a 57 metros de altura), y después, a partir de agosto de 1888, por la segunda plataforma (a 115 metros).

La torre se asienta en un cuadrado de 125 metros de lado, según los mismos términos del concurso de 1886. Tiene 325 metros de altura con sus 116 antenas, está situada a 33,5 metros por encima del nivel del mar.

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The Crystal Palace

The Crystal Palace fue una enorme construcción erigida en Londres en 1851 para albergar la Gran Exposición. Originalmente se encontraba en Hyde Park, pero en 1854 fue trasladada a una zona del sur de Londres conocida como Upper Norwood, donde permaneció hasta su destrucción por un incendio en 1936.

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The Crystal Palace

Joseph Paxton, experimentado constructor de invernaderos. Paxton había sido jardinero

en Chatsworth, al servicio del Duque de Devonshire. Allí había experimentado con grandes invernaderos de hierro y vidrio, por lo que pudo aplicar sus conocimientos al palacio con resultados asombrosos.

Paxton elabora un proyecto y se lo hace llegar a un miembro del comité. Sin embargo, el comité ya se encuentra comprometido, por lo que Paxton se asocia con los contratistas Fox y Henderson y lo presenta a concurso como una variante del proyecto base. El proyecto de Paxton fue elegido por varias razones, era la propuesta más barata y se podía ejecutar rápidamente. El proyecto conjugaba la resistencia y durabilidad de la construcción con la facilidad y rapidez en el montaje. Paxton pudo inspirarse en parte en la estructura orgánica de la Victoria amazónica, un género de lirios de agua gigantes, que él cultivó con éxito.

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The Crystal Palace El Palacio de Cristal terminó siendo un pabellón de 600 metros de largo y 120

de ancho, con una altura de 34 m. El edificio abarcaba una superficie enorme que solo estaba separado del mundo exterior por una cubierta compuesta exclusivamente de vidrio espeso y hierro. No obstante lo revolucionario de este edificio era como se aplicaba la tecnología con materiales íntegramente estandarizados, con un sistema de estructura de hierro y piel de vidrio, dando respuesta a un programa nuevo de ideas para un un pabellón de exposiciones; por último la relación interior-exterior en el diseño del Palacio (edificio de paredes transparentes que permitían el reflejo de los rayos solares y le daban un aspecto imponente) hacía nacer un nuevo concepto en el diseño arquitectónico.

Una vez terminada la Gran Exposición, el Palacio de Cristal fue utilizado para eventos similares a lo largo de 60 años, incluyendo exposiciones coloniales, tecnológicas, y las fiestas por la coronación del rey Jorge V en 1910. Durante la Primera Guerra Mundial se usó como centro de entrenamiento teórico de la Royal Navy, y posteriormente empezó a caer en desuso, siendo lentamente abandonadas sus instalaciones, las cuales con el advenimiento de las modernas escuelas de arquitectura se hacían cada vez menos impresionantes. En 1936 estalló un incendio que terminó de destruir el Palacio, sin que se hicieran esfuerzos posteriores por reconstruirlo.

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Biblioteca de Santa Genoveva

La Biblioteca de Santa Genoveva fue la obra maestra de Henri Labrouste, creada a mediados del siglo XIX, en 1843, y terminada siete años más tarde, ya muerto su autor. El interés arquitectónico se enfoca en ser uno de los ejemplos no comunes de la arquitectura del hierro en ese siglo. El exterior imita el estilo renacentista, aunque la estructura metálica que sostiene el edificio se revela en el interior del edificio. Al momento de su terminación, fue el primer edificio público que utilizó una estructura metálica que se elevaba desde los cimientos hasta la cubierta.

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Biblioteca de Santa Genoveva Está situada en París, en la Plaza del Panteón, y resguarda

aproximadamente dos millones de documentos y ha sido calificada como una de las obras más bellas del siglo XIX. Su exterior parece un palacio italiano, una caja rodeada de muros que oculta en su interior: el armazón de hierro. En su interior existen dos naves abovedadas de hierro, en la que se destaca la sala de lectura, con 16 columnas finas de fundición, de nueve metros de altura que soportan una vidriera. Junto a esta sala se hizo un espectacular depósito, concebido para 900.000 libros. La bóveda de cristal es de planta longitudinal, y esta sostenida por arcos de hierro que descansan sobre columnas de hierro, lo que permitía abrir grandes ventanales laterales para conseguir una iluminación natural. El techo es a base de bóvedas semiesféricas y posee una cúpula ocular que se encarga de dar gran luminosidad.

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Biblioteca de Santa Genoveva Las cúpulas en forma de

cáscara de huevo, dan la sensación de ligereza al edificio. Los niveles están inspirados en barcos de vapor, así como también los pavimentos y las barandas. Se destacan las pasarelas hechas en rejillas metálicas, y el uso conciente de la luz. Abunda el uso del cristal en la sala de lectura y el almacén.