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Según el Instituto Nacional de Estadística (INE: 2015), durante el año 2015, 61 de cada 100 habitantes de Guatemala tiene menos de 24 años y el 50% vive en situación de pobreza. Según datos del Programa Juventud de la Unión Europea (UE), más de 800,000 jóvenes no estudian y no tienen trabajo remunerado, lo que los coloca en situación de vulnerabilidad ante la violencia, ya sea como actores, víctimas de grupos de la delincuencia organizada o como población migrante. Este es un número alarmante ya que representa cerca del 20% de la población joven. (Orozco: 2015) Es importante tener en cuenta que el Estado tiene poca presencia en la educación media, ya que de acuerdo al Sistema Nacional de Indicadores Educativos (2014), a los básicos asisten 45 de cada 100 jóvenes en edad de hacerlo y ha diversificado 24 de cada 100. Además, es necesario hacer ver, que el 80% de población que asiste a diversificado es atendida por el sector privado. Estas y otras condiciones contribuyen con que quienes se gradúan del nivel medio obtengan resultados poco alentadores en mate- máticas, ya que solo 8 de cada 100 estudiantes alcanzan el nivel logro, mientras que en lectura, solo lo alcanzan 26 de 100; las ci- fras antes referidas, reflejan únicamente la precaria formación re- cibida incluso desde la educación primaria. (Canella, p. 44: 2013). Entre los jóvenes que no asisten a los centros educativos, la si- tuación no es mejor ni más alentadora, ya que muchos de ellos abandonan la escuela debido a maternidad prematura, repitencia o falta de ingresos, obligándoles a trabajar fuera del hogar. El Ministerio de Educación (MINEDUC) mediante su Dirección Ge- neral de Educación Extraescolar (DIGEEX) ha realizado esfuerzos para que jóvenes tengan acceso a servicios educativos a través de programas de formación extraescolar como: a) Básicos en modali- dad flexible y b) Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Productividad; a este esfuerzo se han sumado instituciones como el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTE- CAP), los que son insuficientes pues los programas no siempre responden a las necesidades de formación de la región y el con- texto. Además, la escasa cobertura e inversión, así como el débil trabajo interministerial e interinstitucional, demanda emprender acciones conjuntas y el fortalecimiento de modalidades flexibles ya existentes, así como el diseño e implementación de otras. Para aumentar la presencia del Estado en la educación básica y diversificada, así como en la atención de los más de 800,000 jóvenes que se encuentran fuera del sistema educativo, es ne- cesario incrementar la asignación presupuestaria del MINEDUC. Actualmente el monto asignado para la secundaria es solamente del 13.9%, del total asignado, otorgándole más atención a la pri- maria. También se hace necesario el diseño de políticas que fortalezcan la educación extraescolar, que incluso contemplen la reestructu- ración de la DIGEEX, así como evaluar y generalizar programas o modalidades flexibles de acuerdo al contexto inmediato y con orientación al emprendimiento y el trabajo. En forma paralela, también es necesario incrementar la cobertura con calidad en los diferentes niveles escolarizados, para ir cerrando la brecha de po- blación en sobre edad. Se sugiere la creación de programas de tercera generación, los que incluyen intermediación laboral, incentivos para empresas que contraten jóvenes, formación y posibilidades de contratación, becas o transferencias monetarias, programas de inclusión social, ciudadanía y desarrollo de competencias para la vida. Además, la articulación de programas a nivel gubernamental, entre los mi- nisterios de educación, economía, trabajo y desarrollo social para que sean realmente efectivos y logren prioritariamente la forma- ción e inserción laboral de los jóvenes que han sido excluidos del EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR

EDUCACIÓN EXTRAESCOLARmente, seguirá ocurriendo lo citado por Córdova (2013), quien refiere que los jóvenes al preguntarles ¿Ustedes creen que tienen las calificaciones adecuadas

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Según el Instituto Nacional de Estadística (INE: 2015), durante el año 2015, 61 de cada 100 habitantes de Guatemala tiene menos de 24 años y el 50% vive en situación de pobreza. Según datos del Programa Juventud de la Unión Europea (UE), más de 800,000 jóvenes no estudian y no tienen trabajo remunerado, lo que los coloca en situación de vulnerabilidad ante la violencia, ya sea como actores, víctimas de grupos de la delincuencia organizada o como población migrante. Este es un número alarmante ya que representa cerca del 20% de la población joven. (Orozco: 2015)Es importante tener en cuenta que el Estado tiene poca presencia en la educación media, ya que de acuerdo al Sistema Nacional de Indicadores Educativos (2014), a los básicos asisten 45 de cada 100 jóvenes en edad de hacerlo y ha diversificado 24 de cada 100. Además, es necesario hacer ver, que el 80% de población que asiste a diversificado es atendida por el sector privado. Estas y otras condiciones contribuyen con que quienes se gradúan del nivel medio obtengan resultados poco alentadores en mate-máticas, ya que solo 8 de cada 100 estudiantes alcanzan el nivel logro, mientras que en lectura, solo lo alcanzan 26 de 100; las ci-fras antes referidas, reflejan únicamente la precaria formación re-cibida incluso desde la educación primaria. (Canella, p. 44: 2013).Entre los jóvenes que no asisten a los centros educativos, la si-tuación no es mejor ni más alentadora, ya que muchos de ellos

abandonan la escuela debido a maternidad prematura, repitencia o falta de ingresos, obligándoles a trabajar fuera del hogar. El Ministerio de Educación (MINEDUC) mediante su Dirección Ge-neral de Educación Extraescolar (DIGEEX) ha realizado esfuerzos para que jóvenes tengan acceso a servicios educativos a través de programas de formación extraescolar como: a) Básicos en modali-dad flexible y b) Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Productividad; a este esfuerzo se han sumado instituciones como el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTE-CAP), los que son insuficientes pues los programas no siempre responden a las necesidades de formación de la región y el con-texto. Además, la escasa cobertura e inversión, así como el débil trabajo interministerial e interinstitucional, demanda emprender acciones conjuntas y el fortalecimiento de modalidades flexibles ya existentes, así como el diseño e implementación de otras. Para aumentar la presencia del Estado en la educación básica y diversificada, así como en la atención de los más de 800,000 jóvenes que se encuentran fuera del sistema educativo, es ne-cesario incrementar la asignación presupuestaria del MINEDUC. Actualmente el monto asignado para la secundaria es solamente del 13.9%, del total asignado, otorgándole más atención a la pri-maria.También se hace necesario el diseño de políticas que fortalezcan la educación extraescolar, que incluso contemplen la reestructu-ración de la DIGEEX, así como evaluar y generalizar programas o modalidades flexibles de acuerdo al contexto inmediato y con orientación al emprendimiento y el trabajo. En forma paralela, también es necesario incrementar la cobertura con calidad en los diferentes niveles escolarizados, para ir cerrando la brecha de po-blación en sobre edad. Se sugiere la creación de programas de tercera generación, los que incluyen intermediación laboral, incentivos para empresas que contraten jóvenes, formación y posibilidades de contratación, becas o transferencias monetarias, programas de inclusión social, ciudadanía y desarrollo de competencias para la vida. Además, la articulación de programas a nivel gubernamental, entre los mi-nisterios de educación, economía, trabajo y desarrollo social para que sean realmente efectivos y logren prioritariamente la forma-ción e inserción laboral de los jóvenes que han sido excluidos del

EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR

subsistema educativo escolar y que tienen escasa experiencia la-boral. (Orozco: 2015). Las consecuencias de que miles de jóvenes queden fuera del sis-tema educativo y la falta de formación laboral y/o en emprendi-miento para obtener ingresos dignos, repercute en los índices de competitividad que posee Guatemala. Según el Foro Económico Mundial, de 144 países medidos, Guatemala ocupa el puesto 137 en calidad de la educación en ciencias y matemáticas, el 136 en calidad de la educación primaria y el 130 en calidad general del sistema educativo. (Canella, p. 44: 2013). De acuerdo a la situación real del empleo en el país, se calcula que en un año el sector formal puede crear 30,000 empleos, sin embargo la población en el área metropolitana crece más rápido,

entonces probablemente el primer empleo de mucha gente no necesariamente va a ser en el sector formal, señala Pira (2013).El sistema educativo, es decir el MINEDUC, debe escu-char a sus interlocutores, jóvenes y empleadores para que se trabaje en sinergia, pues los empleadores buscan un candidato que tenga educación formal alta, con un mínimo de experiencia, pero también proactivo y entu-siasta (Pira: 2013). De no escuchar y trabajar coordinada-mente, seguirá ocurriendo lo citado por Córdova (2013),

quien refiere que los jóvenes al preguntarles ¿Ustedes creen que tienen las calificaciones adecuadas para ingresar al mercado labo-ral? el 40% dijo que no; los empleadores refirieron en igual por-centaje que no y el 75% de las instituciones educativas afirmaron que sí les forman para que las posean, reflejando contrariedad.Es necesario que la educación básica y diversificada logre un equilibrio entre la educación académica y la formación profe-sional o técnica que a juicio de Moura (2013), especialista in-ternacional en diseño y desarrollo de sistemas de formación de jóvenes, son temas diferentes. Pero además, se debe insistir, que el proceso educativo debe facilitar y lograr que los jóvenes adquieran competencias para la vida y el trabajo, fomentando el emprendimiento. Ì

10a. Calle 7-48, Zona 9Guatemala C.A.

PBX: (502) 2201-6300 FAX: (502) 2360-2259www.asiesorg.gt

Se debe insistir, que el proceso educativo debe facilitar y lograr que los jóvenes

adquieran competencias para la vida y el trabajo, fomentando

el emprendimiento.