Rev. San. H:g. Púb.. 1976, SO. mg-]24I. A A o L . — N o v i o m b r e H j i c i e m b r o l O T O

EI Instituto Nacional de Higiene y la Escuela Nacionalde San idad

Abolengo histórico y su proyección en el perfeccionamientos a n i t a r i o

P o r e l d o c t o r L . S A I Z M O R E N O *

Pensamos con Abram Jacob que, así como no es posible comprenderlas estructuras de una nación s in conocer su histor ia, de igual manerasucede con las instituciones. El estudio del abolengo histórico es imprescindible para poder interpretar su auténtica función en el presentey facilitar la programación de actividades con posibilidades de futuro.

De o t ra pa r te , l as i ns t i t uc i ones no son só lo reg lamen tos . Cuen tantambién, y mucho, las personas que hicieron posible el desarrollo des u s a c t i v i d a d e s . D e n a d a s e r v i r í a t e n e r u n a m a g n i f i c a p l a n i f i c a c i ó nsi no se cuenta con elementos que la conviertan en realidad. En todomomento, al lado de un hecho histórico hay siempre un hombre ilusionado que lo ha hecho posible.

Ya sé que esto mismo está en el pensamiento de la mayor partede los sanitarios que han pasado por las instituciones sanitarias dereferencia, beneficiándose de sus enseñanzas. Pero alguien tiene quedecidirse a dejar escrito algo de lo que han significado estos centrosen la formación de los sanitarios españoles que han tenido a su cargola responsab i l id t id de los serv ic ios de la San idad durante e l p resentesiglo. Personalmente tuvimos la suerte de ser uno de estos beneficiados,en la doble condición de alumno de ambos centros y actualmente profesor de la Escuela. Por ello nos hemos decidido a escribir este trabajo,que dedicamos, emocionadamente, a los que fueron nuestros maestrosdesde que. en 1931, disfrutamos por primera vez de las enseñanzasprofesadas en el Instituto, que cariñosamente denominábamos «el Alfonso XI I I» .

* P r o f e s o r d e l a E s c u e l a N a c i o n a l d e S a n i d a d .

2 L . S & I Z M O R E N O E L D i S T I T O T O N A O O N A L J > E H I G I E N E 3

El origen de estas instituciones podemos situarlo en la creación(decreto de 24-Vn-l871). por el director general de EstablecimientosPenales, Beneficencia y Sanidad don Mariano Ballesteros Dollz deldennminado Cgntro General de Vacunación al que tres años des-£ u é 5 j ^ 5 e j e , c a m f e i 6 _ e s t a j a ¿ r í n s t i t u t o " d eVagunactón del Estado, siendo Garciajan áeB e n e fi c e n c i a y S a n i d a d - . "

Este Centro fue creado con el único objeto de cultivar el virusvar.úIico cow-pox, que había sido adquirido en los Institutos Lanoixde Pans y del doctor Negri de Ñapóles, para Uevar a cabo la vacu-naclún antivaridlica, cuya técnica era ya conocida y aplicada en 1»mayona de los países. Por tratarse del Inicio de la era inmunolúgica,vale la pena hacer unos previos comentarlos orientatlvos

Aunque desde tiempos remotos, en los lejanos países de China yi : r e ; a ~ n r : ~ v : - - - - -senas enienn., utilizando princlpalmente'cr: 01 'conTor t i r r : e z c : : r r : r 4 : : : ; r —a la bellísima lady Mary Wortley Montagu auinsistencia hizo posible el descubrimientde la vaL'"

Lady Montagu, casada con un emhaSoN- . .quia, había padecido esta enfermedad a fn destinado en Tur-punto de morir. El trauma que le supuso emtiséis años, estando abeUeza, al quedar desfigurado con la«! r{n«* P ^ ida de su naturaluna infatigable propagandista de la técr!- '"ostro, hizo de ellahabía visto practicar con éxito en Tur voriohzación, que1721, no sólo divulgó profusamente estaTé regreso a su país, envariolizar públicamente a ona hija su consintió enmás prestigiosos de Londres Con Presencia de los médicoscuantas influencias le fueron favorable " ^ "Asistencia, utilizandotambién esta misma técnica a tres h due se aplicaralados, que se presentaron voluntario ^ mujeres encarcelas penas que estaban cumpliendo Lo' PA'omesa de rebajarleséxito. Pero la técnica de varioUzación fueron un rotundoocasiones era la propia viruela lo qu f bién sus peligros. Ención y, sobre todo, suponía evidente neP °useguía con la varioliza-sonas que convivían con los varioUzadosH contagio para las per-trar otro procedimiento que evitara »' Que encon-

peligros.

La P rov i denc ia , que s i empre ayuda , h i zo que en t re l os as i s t en tesa la pública variolización de la hija de lady Montagu se encontrara unjoven e ilusionado médico imral llamado Edward Jenner. Obsesionado por el problema, hizo en él impacto ima curiosa observaciónrepetidamente comprobada entre sus clientes. Algunas personas dedicadas a ordeñar vacas padecían con f recuenc ia unas pequeñas pús tulas localizadas en manos y brazos cuando los animales padecían lal lamada var io la vacc ina (v i rue la de las vacas) , s in que pos te r io rmentepadecieran la viruela humana, aunque convivieran con personas afectadas de esta enfermedad.

Jenner, venc iendo todas las d i f icu l tades que se oponían a la exper imentación de este fenómeno, inc luso de conciencia personal , se decidió por fin a comprobar si sus suposiciones eran verdad. Y el día 14de mayo de 1796 inoculó en el brazo de niño James Phipps la linfatomada de una pústula originada por el ccnv-pox (como una perla partida sobre una hoja la describió Jenner) que padecía una cuidadorad e v a c a s l l a m a d a S a r a h N e l m e s . E l é x i t o f u e r o t u n d o , t a n t o e n l aevolución de la normal reacción pr imar ia en el n iño, como su poster iorresistencia al contagio con virus humano. Con esta memorable exper ienc ia se inauguraba la e ra inmuno lóg ica .

Dos años después (1798), una vez repet ida la experiencia con idénticos resuitados, contando además con el placet de otros investigadores, Jenner dio publicidad a sus descubrimientos en un trabajo tituladoA inquiry into the causes and effects of the variolae vaccinae. Larealidad irrefutable de los hechos expuestos en este trabajo motivóque en 1603 se creara en Londres la Royal Jennerian Society, destinada a difundir la preparación y aplicación de esta vacuna, denominada así por proceder el virus de la vaca.

En nuestro país el descubrimiento fue conocido en 1799, o sea tansólo un año después de haber sido publicada la comunicación deJenner, siendo divulgada la técnica de vacimación por los doctoresPiguilem, Salvá, Campillo y Ruiz Luzuriaga. Las primeras vacunaciones se hicieron en Puigcerdá en 1800. En 1803 zarpó del puerto gallegode Vigo una expedición médica a cargo del doctor Balmis, que durantenueve años distribuyó en América la vacuna, inmimizando a más de50 000 personas. Los felices resultados obtenidos en este memorableperiplo sanitario motivaron la Real Cédula de Carlos IV. publicada en21 de abril de 1805, recomendando su aplicación. Posteriormente fue declarada obligatoria para los niños al ingresar en las escuelas medianteel decreto de 14 de agosto de 1815, ratificada esta obligatoriedad en

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la primera Ley de Sanidad de 1855. Se decía en el artículo 99: «LosAjomtamientos, subdelegados y las Juntas de Sanidad y Beneficenciatienen la obligación de cuidar que sean vacunados oportunamente todos los niños.»

Pese a todo, tuvo que pasar más de setenta años hasta que el Gobierno se decidiera a crear el Instituto de Vacunación del Estado aque anteriormente hemos hecho referencia.

En principio, este Centro se limitaba a la inoculación de las terneras para obtener el virus, conservarlo debidamente y a practicar lasvacunaciones. Al cambiarle en 1874 la denominación, fue encomendada su dirección e inspección a la Real Academia de Medicina, por ser,en aquel entonces, la Institución Sanitaria de más prestigio que habíasido creada por decreto de 18 de agosto de 1830, siendo su presidente,en esta época, el doctor Marcial Tabeada.

El Instituto de Vacunación del Estado constaba de los siguientess e r v i c i o s :

1. Cultivo del virus ria la vacuna y su conservación en toda pur e z a .

2. Vacunación y revacunación del público.3. Extracción y preparación de la linfa, conservándola en viales

y tubos capilares para su envío diario a provincias.

Su personal técnico estaba formado, además del director, doctorTabeada, por un médico jefe y cuatro vacunadores (doctores Cruz,Sierrola, Rienda, Serret, Martínez y Casañ). Curiosamente, el últimodecreto firmado por el rey Alfonso XII lo fue para conceder inamo-vilidad al personal del Centro y señalar que en lo sucesivo estasplazas se cubrirían mediante oposición.

Poco después fueron conocidos en nuestro país los revolucionariosdescubrimientos pasterianos en materia de inmimología, que abríancaminos insospechados a la profilaxis de las enfermedades infecciosasy sobre todo a la investigación. Toda la obra de Pasteur estuvo presidida por el impacto que la había producido el descubrimiento de lavacima antivaridlica. También contribuyó a esta inquietud la observación de las extrañas curaciones que el veterinario Louvir conseguíaen los animales afectados por el carbunco bacteridiano, llegando a laconclusión de que «cuando una vaca ha tenido carbunco y ha salidoadelante no hay en el mundo microbio carbuncoso capaz de provocarotro ataque». Esto le sugirió a Pasteur el concepto «queda inmuniza

do» y la interrogante; ¿Cómo me las arreglaría para producir en losanimales un ataque ligero de carbunco que no los moi'ora, pero quei n m u n i z a r a ? C o n a u t é n t i c a f i e b r e i n v e s t i g a d o r a r e p e t í a c o n s t a n t emente a sus fieles colaboradores veterinarios: ¡tenemos que inmun i z a r !

Un hecho casual (siempre los hechos fortuitos ayudan a los quelo merecen) le sirvió a Pasteur de guía: la observación en 1880 de laspropiedades inmunizantes de un cultivo del germen originario delcólera de las gallinas, que después se denominó pasteurella. equivocadamente atenuado por elevación de la temperatura en la estufad e c u l t i v o .

Estos antecedentes y una auténtica vocación investigadora le llevaron a conseguir la vacuna contra el carbunco bacteridiano, queaplicó por primera vez el 7 de mayo de 1881 en la granja Pouilly-le-Fort, de la localidad de Melum, y la de la rabia, en la noche de 6 dejulio de 1885, al niño Joseph Meister.

El conocimiento de estos revolucionarios descubrimientos, que presagiaban un favorable cambio de mentalidad en la orientación profiláctica de las enfermedades infecciosas, aconsejó a la AdministraciónSanitaria de nuestro pais a crear, en 1894 (real decreto de 25 de octubre), el Instituto de Bacteriología e Higiene, siendo ministro de laGobernación don Alberto Aguilera. A su frente se puso como directortécnico, en 1898. xm joven médico gaditano, don Antonio Mendoza,que desde hacía unos años trabajaba en el incipiente Laboratorio delHospital General y que se había formado en las técnicas bacteriológicas, al lado del doctor Olavide. en el modesto laboratorio por élinstalado en el Hospital de San Juan de Dios.

INSTITUTO NACIONAL DE HIGIENE DE ALFONSO XIII

En 1899, por decreto de 28 de octubre, siendo ministro de la Gobernación don Eduardo Dato y director general de Sanidad el doctorCarlos María Cortezo, se creó el denominado Instituto de Sueroterapia,Vacunación y Bacteriología de Alfonso Xlü, a base de los medios económicos fijados en los presupuestos para atender las necesidades delos dos centros a que anteriormente hemos hecho referencia, que quedaron disueltos (23.750 pesetas anuales correspondientes al Institutode Vacunación y 37.500 al de Bacteriología e Higiene). En el decretofundacional se le asignaba a este centro las siguientes funciones:

6 L . 5 A I Z M O R E N O

1.» Análisis e investigaciones microbianas y bacteriológicas que sele encomienden por la Dirección General de Sanidad o que le propongan a la misma el Real Consejo de Sanidad, la Real Academia deMedicina o que soliciten directamente los particulares.

2.» La enseñanza práctica de las técnicas bacteriológicas en surelación con la higiene pública y la epidemiología.

3.'' Obtención de las linfas, sueros y cultivos destinados a la prevención y al tratamiento curativo de las enfermedades infecciosas.

4.* Generalización y práctica de estos procedimientos preventivosy curativos.

E l I n s t i t u t o f u e i n s t a l a d o , e n p r i n c i p i o , e n u n a a n t i g u a v a q u e r í ad e l a c a l l e d e F e r r a z , 9 8 , e n d o n d e c o n t i n u ó h a s t a l a c o n s t r u c c i ó nen 1910 de una edificio especifico ubicado en la Moncloa.

La dirección de este Centro fue acertadamente encomendada al queseis años después sería Premio Nobel de Medicina: don Santiago Ramón y Cajal. que puso como condición para aceptar el cargo la libreelección de sus colaboradores. Estos fueron, en principio: Mendoza.Murillo, Tello, Mouriz y García Izcara; este último, director de la Escuela de Veterinaria, que fue designado subdirector. Pese a sus escasos medios materiales, el personal designado se puso Inmediatamenteen funcionamiento, lo que hizo posible que ya en la memoria correspondiente al año 1901-1902 figurara entre lo realizado: la preparaciónde 53.277 viales de linfo-vacuna, 40 litros de suero antitetánico, 483frascos de antidiftérico y 550 gramos de suero normal desecado, asícomo la práctica de medio centenar de análisis clínicos, epidemiológicos y bromatológicos; 60 tratamientos contra la rabia, utilizando elmétodo propugnado por Pasteur e iniciación de los trabajos precisospara preparar una vacuna anticarbuncosa y suero contra el mal rojod e l c e r d o .

También abordaron con decisión el importante aspecto de la enseñanza. Ya en el año 1902 habian profesado un curso de higiene pú-bUca, admitiendo como alumnos a médicos y veterinarios En 1903,la Sección de Veterinaria organizó uno, específico de Sanidad Veterinaria. eminentemente práctico, que fue inaugurado el 2 de noviembre y clausurado el 30 de junio de 1904. al que asistieron nosolamente alumnos veterinarios que ya tenian a su cargo misionesrelacionadas con estos estudios, sino también médicos, farmacéuticos,biólogos, etc.. interesados por las nuevas tecnologías que se impar-t í a n e n e l c u r s o .

E L I N S T I T U T O N A C I O N A L D E H I G I E N E '

El interés despertado por las actividades que se llevaban a caboen el Instituto motivó un especial reconocimiento en las instrucciones generales de Sanidad de 1904. recogido en el artículo 192, endonde se decía: -El Instituto de Sueroterapia, Vacunación y Bacteriología de Alfonso XIII continuará anejo a la Comisión Permanentey a la Inspección de Sanidad Interior, desempeñando las importantesmisiones que en la actualidad tiene encomendadas para la preparación y conservación de linfa-vacuna y demás inoculaciones preventivas y curativas, estableciendo relaciones científicas y de asesoramien-to con los laboratorios que existan o puedan existir en las capitalesde provincia, dedicados a la preparación y aplicación de dichos prod u c t o s . »

Lógicamente, pronto se quedaron exiguas las vetustas instalacionesde la calle de Ferraz; por ello, en 1906 se tomó el acuerdo de construirun edificio de nueva planta en terrenos de la Moncloa. Por real ordende 4 de enero fue nombrada la Junta encargada de revisar los planosy las obras, que se terminaron en 1910. En un trabajo publicadoen 1911, coincidiendo con el traslado al nuevo edificio, se puede leer:.Las condiciones defectuosas en que ha estado instalado hasta lafecha el Instituto, denominado ya Nacional de Higiene "Alfonso XIII(real decreto de 24 de enero de 1911), no le han permitido desenvolverlas importantes funciones que le corresponden de centro somíanomás importante de la nación. Mas ahora que se cuenta con un nuevoedificio, construido para estos específicos fines, es de esperar quecomiencen a funcionar todos los servicios a pleno rendimiento, comocorresponde a la importancia de los servicios que tiene encomendados. Hora era ya de que esto se realizara y que el Instituto pueda responder, cumplidamente, a la esperanza que tiene derecho a exigir deé l l a S a n i d a d e s p a ñ o l a . » , . ,

Instalado debidamente el Instituto en el edificio de la Moncloa, sereanudan repetidamente todas sus actividades,enseñanza, convocando, el mismo año 1911, un curso de técmcas microbiológicas aplicadas al diagnóstico clínico y epidemiológico del cólera morbo asiático.

Un nuevo Impulso fue impartido al Instituto, en lodne ene octivi-dadee con la aprobncidn del nuevo reglamento por real deoreto defde ocmbre de 1916. El capitulo XI se dedico Integramente a la pla-de la enseñanza, estableciendo un cumo anua de nuevo

H. duración (el denominado curso largol. en que se Impartiríanraeñanzmi de Baoterlologla. Epidemiología. Vacunoterapia. Serotera-

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p i a , A n á l i s i s q u í m i c o s , S a n i d a d v e t e r i n a r i a . A r q u i t e c t u r a e I n g e n i ería sanitaria y Desinfección en sus aplicaciones a la higiene; un cursobreve, en los meses de marzo, abril y mayo (curso cortol, de Bacteriología aplicada a la higiene y al diagnóstico y tratamiento de lasenfermedades infecciosas, incluidas las zoonosis; enseñanzas prácticas monográficas en las respectivas secciones para que los alumnospudieran preparar trabajos especiales-, cursos de adiestramiento yperfeccionamiento cuando lo disponga la superioridad; enseñanzassobre materias especiales elegidas por los jefes de sección, y conferenc ias popu la res de educac ión san i ta r ia .

En octubre de 1018 fue inaugurado el primer curso largo con elsiguiente curriculum de materias y profesores: Bacteriología general(Mendoza), Sueroterapia (Muril lo), Zoonosis (García Izcaira), Epidemiología (Ruiz Falcó), Parasitología (Pittaluga), Análisis químicos (Obdulio Fernández), Desinfección y práctica sanitaria (V. Cortezo), Luchasocial contra las enfermedades infecciosas (Tello) y Vacunoterapia( s i n p r o f e s o r e s p e c í f i c o ) . E s t o s c u r s o s s e f u e r o n i m p a r t i e n d o e n e lInstituto, ininterrumpidamente, hasta que se creó la Escuela.

Don Santiago cesó de director en 1922, siendo sustituido (real decre to de 13 de febrero) por Te l lo . La d imis ión de nuest ro premio «Nobel» se debió a una curiosa circunstancia que vale la pena señalar.Resulta que, al parecer, no fueron presentadas las cuentas con el rigor administrativo exigido, en cuanto al tiempo, y alguien se encargód e d e n u n c i a r e s t e h e c h o p ú b l i c a m e n t e . E s t e a l g u i e n f u e e l d o c t o rFoms, catedrático de Higiene y enemigo de Cajal, valiéndose de lasatírica pluma de un joven periodista llamado don Wenceslao Fernández F ló rez , An te es ta i ns id iosa campaña , e l m in i s t ro de l a Gobern a c i ó n , F e r n á n d e z P r i d a , l e s o l i c i t ó s u d i m i s i ó n , c o n c e d i é n d o l e e lcargo de director honorario a perpetuidad,

También Tello cesó de director en 1924 (11 de julio); esta vez, porhaberse eliminado la consignación de la plaza en los presupuestos, yya no hubo director hasta el 29 de junio de 1935, en que fue nombradodon Gustavo Pittaluga, que ya lo era de la Escuela de Sanidad desdeel 3 de julio de 1931, simultaneando ambos cargos. Desde este año, elCentro dejó de llamarse oficialmente «de Alfonso XIII», quedando reducido a Instituto Nacional de Higiene (decreto de 20 de abril).

Pese a carecer de director, el Instituto fue incrementando su labor,tanto científica y analítica como pedagógica, incorporándose personaltécn ico nuevo que ya contaba con mér i tos prop ios, ta les como: E. Gallardo, J. Blanco, M. Tapia, F. Rodríguez de Partearroyo, A. Ortiz de

Landazuri, hermanos Ramón Fañanas, J. Junénez, E. Luengo, S. deBuen, F. Arcante, T. Garmendia, J. Bustamante, G. Gil y Gil, J. Hidalgo, T. Campuzano y muchos más.

Al crearse la Escuela de Sanidad en 1924, el Insütuto continuó sulabor de enseñanza de clases prácticas hasta que el edificio fue destruido en 1936 y expoliado su material. Volvió a reanudar sus actividades al cesar las hostUidades y, curiosamente, como después veremos, en las condiciones administraüvas en que se encontraba antesde 1924, al crear la Escuela Nacional de Sanidad; buena prueba deello es que en 1941 (orden de 25 de octubre) se hicieron los siguientesnombramientos, correspondientes, administrativamente, a cargos delInstituto Nacional de Higiene: Clavero (director), Garmendia (jefe dela Sección de Química). Luengo (jefe de la Sección de EpidemiologíaParasitaria) E Gallardo (jefe de la Sección de Vacunas), MatiUa (jefede sección sin especificar), y como ayudantes de sección, L. RamónFañanas L Lastra Ibáñez, Díaz del Solar, Pérez Pardo, Socías, Esteban Nar'dine, B. Ibáñez y Ruiz Morote. que en 1933 había sido nombrado ya jefe de la Sección de Epidemiología de la Escuela.

LA ESCUELA NACIONAL DE SANIDAD

Por on real decreto de 9 de diciembre do 1924. firmado por el pre-eldenle Interino del Directorio Militar, don Antonio Magaz y Pera,siüenle in Gobernación don Enrique Marzo Balaguer y di-siendo Sanidad don Francisco MuriUo Palacios, fue creadarector gene Sanidad, a base, según consta en el preámbulo,la Escuela Nacional de Sanu ^ ^ ^ del Instituto ac ^ insütución provista de laborato-Rey ; M ic rob io log ía , Se ro log ía . Des in fecc iónnos apropiado Química correspondientes a la higiene, y ely las matenas d ^n donde era posible estudiar a fondo

rtlÍprocU de lae infecciones y ia aplicación de medidas profilac-ticas apropiadas. g cionado decreto se señalan las funcionesEn el general pueden resumirse del siguiente

atribuidas al cenuo, h Funcionarios Sanitarios, que enmodo; instruir y oraanismos dependientes de la Direc-lo sucesivo P7°- :'/¿™énda al Ministerio de la Gober-SofeTnomtamiento de una Comisión -de personas peritas y ca-

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lificadas que formulen el Reglamento de constitución y funcionamientode la Escuela y redactar el Plan de Estudios. Este Reglamento no seríaaprobado hasta pasado cerca de seis años (real decreto de 12 deabril de 1930). La Escuela tuvo su primer emplazamiento en un chaléde la ca l le de Reco le tos , números 19-25.

En los primeros seis años el Centro mantuvo una vida lánguida,actuando de un modo lento y gradual de adaptación, siendo sus principales actividades la preparación de dos promociones de médicos delCuerpo Nacional de Sanidad y algunos cursos de especialistas sanitarios. En realidad, la labor de la incipiente Escuela era simplementede docencia, mediante clases teóricas, puesto que las clases prácticasse seguían dando en el Instituto Nacional de Higiene y en el Hospitaldel Rey. Los profesores, sin formar plantilla, ni percibir sueldo, pertenecían al Cuerpo Médico de Sanidad Nacional, adscritos a otras func i o n e s s a n i t a r i a s .

En el nuevo Reglamento, también firmado por don Enrique MarzoBalaguer, se asignaban a la Escuela, entre otras, las siguientes actividades: perfección y adiestramiento sanitario a todos los niveles- investigaciones en materia de higiene pública, epidemiología, microbiología aplicada a la higiene, estadística y demografía y otras disciplinassanitarias, con objeto de afionzor el espíritu cienUtico de la Escuelay conservar la eficacia del personal técnico de la misma: publicaciónde una revista, folletos, memorias originales, informes etc., de los trabajos científicos y prácticos producto de la actividad normal de laEscuela o de la labor de investigación, así como llevar a cabo unaobra de extensión cultural especializada en materia de higiene pública, tendentes a formar y reforzar la conciencia colectiva en cuantoatañe a los problemas sanitarios y a la Medicina social y preventiva.Este ambicioso pian podría ser suscrito, sin sonrojo, como aspiraciónen el presente.

Para conseguir la proyectada formación de oficiales sanitarios, seestableció un curso completo, que daría comienzo el 15 de septiembre de cada año, con duración hasta finales de julio del siguiente, dividido en tres trimestres completos, en los cuales se impartirían enseñanzas de Bateriologia y Parasitología, Higiene de la Alimentacióny de la Nutrición, Estadística Sanitaria, Epidemiología General y Técnica Epidemiológica, Enfermedades Infecciosas y Parasitarias y sus Qí-nicas. Higiene Privada y Pública; Inmunología, Serología y VirusFiltrables; Ingeniería Sanitaria, Administración Sanitaria, SanidadInternac iona l , Leg is lac ión , e tc .

De acuerdo con lo establecido en el Reglamento de referencia, porreal orden de 3 de julio de 1930 se nombró el primer director, cargorecaldo en don Gustavo Pittaluga Fattorini, y por otra disposiciónde igual rango, del 11 de octubre de ese mismo año, secretario a donEmilio Luengo Arroyo; antes lo había sido don Víctor María Cortezo,que cesó el 16 de julio.

La primera promoción de profesores, nombrados mediante concurso, en 14 de octubre de ese mismo año, estaba constituida por los siguientes señores: 011er (Higiene del Trabajo), Sadi de Buen (Parasitología, Enfermedades Parasitarias y de los Países Cálidos), TapiaMartínez (Enfermedades Infecciosas y sus Clínicas), V. M. Cortezo(Museo, Iconografía Propaganda y Extensión Cultural Sanitaria). Posteriormente fueron nombrados Pascua (Estadística Sanitaria y Demografía), García Durán (Medicina Social y Legislación), Mestre Peón(Administración Sanitaria y Sanidad Internacional), Hoyos Sainz (Higiene Escolar), Lázaro Urra (Higiene Sanitaria) y Carrasco Cadenas(Higiene de la Alimentación). El cargo de Epidemiología y TécnicaEpidemiológica recayó en Ruiz Morote. También fueron nombradosalgunos profesores adscritos, tal como Armendáriz (Sanidad Veterin a r i a ) .

La primera convocatoria de oficiales sanitarios tuvo lugar en 1931.Incluía a 27 alumnos médicos y a tres veterinarios.

El constante aumento de las actividades asignadas a la Escuelay la necesidad de contar con laboratorios propios motivó el proyectode construir un edificio od hoc, aprovechando un solar ofrecido gratuitamente por el Ayuntamiento en la calle de Leganitos (plaza deEspaña) que después de construido fue habilitado para la DirecciónGeneral y el Patronato Nacional Antituberculoso.

La Escuela siguió su normal funcionamiento, sirviéndose del Instituto Nacional y del Hospital del Rey para las prácticas hasta el año1930, en que por causas derivadas de la guerra civil quedaron suspendidas todas sus actividades.

Cuando llegó la liberación, las actividades pedagógicas que la Escuela tenía asignadas quedaron totalmente imbricadas en el InstitutoNacional, tal como sucedía antes del año 1924. La orden de 25 deoctubre de 1941 por la que se nombra nuevo personal, según hemosdejado indicado, así lo demostraba.

Destruido el edificio de la Monoica, el Instituto Nacional de Sanidad con la imbricación de la Escuela, fue instalado provisional-

1 2 L . S A I Z M O R E N O E l INST ITUTO NACIONAL »E H IG IENE 1 3

mente en un piso de la calle Qaudio Coello, número 68, comenzandoinmediatamente los cursos de especialización.

En la ley de Bases de 1944 nuevamente se restablece la Escuelacon características de independencia. En la base 3.». «Institucionessanitarias centrales», se repiten los mismos fundamentos que sirvieron de argumento en 1924 para crear esta institución. Dice taxativamente: «Sobre la base del actual Instituto Nacional de Sanidad, secrea la Escuela del mismo nombre, que, sin perder las funciones básicas del actual Instituto, dedicará especialmente su atención a laenseñanza sanitaria. Señalan como principales funciones las siguientes: enseñanza sanitaria, investigación científica, función epidemiológica y producción de elementos sanitarios, especificando el contenidode cada una de estas funciones generales.»

Ei desarrollo de esta normativa fue recogido en el Reglamentoaprobado por decreto de 31 de mayo de 1946, vigente en la actualidad.

En septiembre de este mismo año. las instalaciones de la Escuelafueron trasladadas a la Ciudad Universitaria, siendo inauguradas oficialmente por el excelentísimo señor ministro de la Gobernación elsábado 3 de mayo de 1947, ocupando en la Ciudad Universitaria elpabellón número 1 de la Facultad de Medicina.

Y aquí termina la información histórica. Lo que ha sucedido después y lo que actualmente se planifica, que es mucho y de gran interés sanitario, ya no es historia, sino actualidad, exigiendo por ellod i f e r e n t e t r a t a m i e n t o .

d'Alfonso XIII et en 1924 l'Ecole Nationale de Santé Publique. L'auteur étudierorganisation ot le fonctioimement de ees centres en les encadrant dans ledomaino des connaissances sanitaries des époques respecüves et détachantspécialement les aspects de formation des sanitaires.

S U M M A R Y

The A. summarizes the history of the Centers for the training of Spanishpublic health workers. It begins with the creation in 1871 of the Centro Ge-neral de Vacunaciones (General Center for Vaccinations) and in 1894 of theInstituto de Bacteriologia e Higiene (Insütut for Bacteriology and Hygiene).These were foUowed in 1899 by the setting up of the InsUtuto de Suerotera-Dia Vacunación y Bacteriología de Alfonso xm (King's Alphonse Xm InsU-tuté for Serumtherapy, Vaccination and Bacteriology) and in 1924 the EscuelaNacional de Sanidad (School of Public Health) began to work. The A. hasstudied the organlzaUon and the functionning of these Centers in the frame-work of the public health knowledge of each period. He emphasizes the importance of the careful training of public health workers.

R E S U M E N

El autor resume la historia de los centros de formación de los sanitariosespañoles comenzando con la creación en I87i del nnaciones y en 1894 del Insütuto de BacteriSa J c isu funcionamiento el Insütuto de SuereSS v» flde AUonso Xül y en 1924 la EscuerCZl dJ 'lfí . Bacteriologiala organización y funcionamiento de estos centros enm i autor estudiabiente de los conocimientos sanitarios de las írinr-ae cándelos en el am-especialmente los aspectos de formación de sanitariM ' ' "^ destacando

R É S U M É

L'auteur résume l'histoire des centres de formation h., „espagnol commencant avec la créaüon en 1871 di r P®'"sonnel sanitairenations et en 1804 de l'lnstitut de SérothArnni,» \r Génóral de Vacci-othéraple. Vaccination et Bactériologie