22
Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto ANA RIOJA (Universidad Complutense) La aparición de la mecánica cuántica en la segunda década de nues- tro siglo suseitó, o mejor, replanteó la vieja polémica en torno al realis- mo, polémica que no ha hecho sino acrecentarse desde que, en aquel me- morable quinto Congreso Solvay de 1927. Einstein y Bohr iniciaran sus interpretaciones contrapuestas (realista y no-realista respectivamente) del formalismo matemático recién creado. Aunque el término «realismo» no es precisamente un término univo- co, ni siquiera en el contexto limitado de la mecánica cuántica, hay sin embargo una significación del mismo bastante habitual, en especial entre los detractores de la Escuela de Copenhague. Me refiero a aquella según la cual la ciencia física tiene por objeto una realidad que existe con abso- luta independencia del sujeto, ya sea observable o no, y que puede ser co- nocida en misma al margen de toda intervención o aportación de la mente humana, lo que garantiza la objetividad del conocimiento. En este sentido toda desviación del realismo resultaría extremadamente peligrosa por cuanto conduciría a consecuencias subjetivistas según las cuales, en último término, el mundo sería una «invención» del sujeto y la física se convertiría en un hibrido de física y psicologia puesto que debería incluir la referencia a los propios estados mentales y anímicos del observador. La confusión sujeto-objeto determinaría la pérdida de la objetividad científica, e incluso en ocasiones del sentido común que lleva a conside- rar lo que sucede en el mundo a lo largo de la historia como real en el más cotidiano sentido de la palabra. Los dos textos de Bunge y Popper que a continuación se citan son una muestra, quizá exagerada pero desde luego elocuente, de lo que acabo de indicar. «Algunos físicos —dice Bunge— (...) han creído que la refutación ex- perimental de las desigualdades de Belí conlíeva la refutación del realis- mo. Esta afirmación es insostenible. (.) El experimentador no crea las cosas con solo imaginarias, sino que manipula y modifica cosas en si con la ayuda de teorías que no incluyen referencia alguna a sus propios esta- dos mentales» 1~ Popper, por su parte, llega a afirmar que, entre los muchos argumen- Revista de Filosofía. NP 2/87-108 (3Y época). Editorial Universidad Complutense. Madrid. 1989

Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein: el ideal de una cienciasin sujeto

ANA RIOJA

(UniversidadComplutense)

La apariciónde la mecánicacuánticaen la segundadécadade nues-tro siglo suseitó,o mejor, replanteóla vieja polémicaen torno al realis-mo, polémicaqueno ha hechosino acrecentarsedesdeque,en aquelme-morablequinto CongresoSolvay de 1927. Einstein y Bohr iniciaran susinterpretacionescontrapuestas(realistay no-realistarespectivamente)delformalismomatemáticoreciéncreado.

Aunqueel término «realismo»no es precisamenteun término univo-co, ni siquieraen el contextolimitado de la mecánicacuántica,hay sinembargounasignificacióndel mismobastantehabitual,en especialentrelos detractoresde la Escuelade Copenhague.Me refiero a aquellasegúnla cual la ciencia física tienepor objeto una realidadqueexistecon abso-luta independenciadel sujeto,ya sea observableo no, y quepuedeserco-nocida en sí misma al margende toda intervencióno aportaciónde lamentehumana,lo quegarantizala objetividaddel conocimiento.En estesentidotodadesviacióndel realismoresultaríaextremadamentepeligrosapor cuantoconduciríaa consecuenciassubjetivistassegúnlas cuales,enúltimo término,el mundoseríauna«invención»del sujeto y la física seconvertiríaen un hibrido de físicay psicologiapuestoquedeberíaincluirla referenciaa los propios estadosmentalesy anímicosdel observador.La confusión sujeto-objetodeterminaríala pérdida de la objetividadcientífica, e incluso en ocasionesdel sentidocomúnque lleva a conside-rar lo que sucedeen el mundoa lo largo de la historia como real en elmáscotidiano sentidode la palabra.Los dos textos de Bungey Popperquea continuaciónse citan sonunamuestra,quizáexageradaperodesdeluego elocuente,de lo queacabode indicar.

«Algunosfísicos —dice Bunge— (...) hancreídoquela refutación ex-perimental de las desigualdadesde Belí conlíevala refutacióndel realis-mo. Esta afirmación es insostenible.(.) El experimentadorno crea lascosasconsolo imaginarias,sino quemanipulay modifica cosasen si conla ayudade teoríasqueno incluyen referenciaalgunaa suspropiosesta-dos mentales»1~

Popper,por su parte,llega a afirmar que,entrelos muchosargumen-

Revistade Filosofía. NP 2/87-108 (3Y época).Editorial UniversidadComplutense.Madrid. 1989

Page 2: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

88 Ana Rioja

tos que existenparadefenderel realismo,los hay inclusoéticos ya que«el ataqueal realismo,aunqueintelectualmenteinteresantee importante,es bastanteinaceptable,sobretodo despuésde dos guerrasmundialesydel sufrimientoreal queprodujeroninexcusablemente~y me parecequecualquierargumentocontrael realismoque se baseen la modernateoríaatómica—en la mecánicacuántica—debeser silenciadopor el recuerdode la realidadde los acontecimientosde Hiroshima y Nagasaki»2

Desdeluegocreoque, si situarseen unaposiciónno-realistasignifica-ra sostenerqueel investigadorcrea las cosascon sólo imaginarlaso queel sufrimientoproducidopor el lanzamientode la bombaatómicaen lasegundaguerramundialno es real, creodigo, queno habríaun solocien-tífico que no se declararaapasionadamenterealista.Pero prescindiendode estetipo de planteamientos.quemásbiense aproximana unacarica-tura, lo queen el fondo se estádirimiendo es sin dudaalgo de granim-portancia.Me refiero a cuestionestalescomo las siguientes:cuál es el pa-pel quehayqueatribuir al sujeto en el establecimientoy conocimientodela realidadfisica o incluso si debeatribuirselealguno,en quémedida elsujeto forma parte del procesode objetivacióncientíficao si por el con-trario la objetividad en sentidoestrictoexcluye toda referenciaa aquél,hastaqué punto es posible fundamentarla existenciacontinuade unarealidad exterior al sujeto e independientede él o bien si éstano exigefundamentaciónalguna,etc. En definitiva lo queestá enjuego es el idealde una ciencia sin sujeto, o sea, el ideal de un conocimientoobjetivoacercade lo real queno contemplela intervenciónde éste.

En el contextode la mecánicacuánticaha sido frecuenteinterpretarla posición realistacomo aquellaque defiendeeste ideal de ciencia sinsujeto, en tanto que la no-realistaen sus diferentesacepciones(fenome-nismo, idealismo,positivismo,subjetivismo,etc.) comola que se oponeaél en nombrede la necesidadineludible de contarcon el sujeto-obser-vadoren el procesode descripcióndel mundo microfisico; y en particularasí es como se ha enfocado la polémica Einstein-Bohr.Sin embargo,como trataréde ponerde manifiestoen las páginasquesiguen,hay fun-dadasrazonesparaponeren dudaqueel gran defensorde la interpreta-ción realista de la mecánicacuántica,Albert Einstein, aspiraraa esteideal de unaciencia sin sujeto,de modo que su polémicaconBohr tengacomo núcleo central su eliminación o no del ámbito del conocimientocientífico objetivo.

En concretome propongodemostrarlo siguiente:1. Einstein mantieneunaposiciónepistemológicaabiertamenteaprio-

rista de modoqueel papel de la razónno se limita a combinary enlazar

1. BUNGE, (1985), p. 158.2. POPPER. (1985), p. 26.

Page 3: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein:el ideal de una cienciasin sujeto 89

el material sensibledado, sino que ésteha de ser «ordenado»para quepuedaser «comprendido»con elementosque la razónforma porsí mis-ma con independenciade la experiencia.

2. En virtud de suapriorismo,Einsteinno puedefundamentarla exis-tenciade un mundoexterior real si no es mediantela intervencióndel su-jeto que «crea»el conceptode objeto material y le atribuye unarealidadno reductibleal conjuntode impresionessensoriales.

3. Las afirmacionesde Einstein.por otro lado muy conocidas,en lasquese refiere a una realidadindependientede la experienciae inaccesi-ble aella sonconsecuencia,no de sucredo epistemológico,sino de sucredometafísico-religioso,estandoéste último en abiertacontradiccióncon elanterior.

4. El núcleo centralde la polémicaqueEinsteinmantuvocon la Es-cuela de Copenhagueestriba fundamentalmente,no en la eliminacióndel sujeto, sino en el modo de objetivaciónde la experiencia.Lo que sediscutees si la ordenaciónde lo percibidoen la mecánicacuánticapuedeseguirrealizándosedesdeel conceptode «objeto material»dela físicadeNewton o de Maxwell,o dicho de otro modo,si los átomosson«objetos»en el mismosentidoquelo son los cuerposa nivel mesofísicoo macrofí-síco —tal como pareceentenderEinstein—,o bien si exigen un sentidonuevoe incompatiblecon el anteriorquepondríaen entredichonuestrasconviccionesmásarraigadascon respectoa la noción de realidadfísica—tal como defiendenlos fisicos de la Escuelade Copenhague—.

La consecuenciaquepuedeextraersede todo ello es quees el concep-to de ok/eta material el queestá en litigio, resultandoque es Einstein elquepuede,o al menosdesea,garantizarel conceptoclásicograciasal pa-pcI queatribuye al sujeto en el conocimientode la realidadfísica, en tan-to que los físicos de Copenhague.cuyo sujeto ha quedadoreducidoa lacondiciónde meroobservadorfísico, diluyen los objetos físicosen situa-cionesexperimentalesqueno garantizansu realidadcontinuay perma-nente.

Abordaremosa continuaciónel punto 12 en el epígrafeIi’. los puntos2.” y 30 en el epígrafe 2.” y el punto 42 en el epígrafe32.

1. Ciencia natural y epistemología

En términosgeneralespodríamosdecir que la cuestiónacercade quées la realidadfisica dependede cómo se respondaa la cuestiónacercadequé es el conocimiento;odicho de otro modo,el problemadel objetode laciencia naturalno puedeabordarseal margende la epistemología.Así loentendióEinstein. quien en numerosasocasionesreivindicó el derechodel físico a pronunciarsesobrecuestionesepistemológicase inclusollegóa afirmar que«la epistemologíasin contactocon la ciencia se convierte

Page 4: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

90 Ana Rioja

en un esquemavacío;la ciencia sin epistemologíaes primitiva y confusa»‘tEl temafundamentalquese plantearádentrode esteámbitose refiere

a la relaciónentreteoría y experiencia,entrelo racional y lo empírico‘~.

Einstein afirmarotundamenteque«todo conocimientode la realidadco-mienzaen la experienciay desembocaen ella», «la experienciaes el alfay el omegade todo nuestroconocimientode ella» ~. Sin embargo,nadaderiva lógicamentede ella; es tarea de la razón la formación de concep-tos y proposiciones,queno se abstraenni se infieren de lo dado en lassensaciones;no hay un caminológico quelleve de las impresionessensi-blesa los conceptossino que éstosson libre creaciónde la mentehuma-na. Y estose haceextensivoincluso a aquellosconceptosqueKant consi-deró de origen empírico,con lo que se diluye ahorala distinción cntreempíricoy a priori referida a éstosúltimos.

«Kant, absolutamentepersuadidode que ciertos conceptosson im-prescindibles.teníalospor premisasnecesariasde todopensamiento,dis-tinguiéndolosde los conceptosde origen empírico.Yo estoy convencido,sin embargo,de queesta distinción es erróneao. en cualquiercaso, dequeno abordael problemaconnaturalidad.Todos los conceptos,inclusolos máspróximosa la experienciason, desdeestepunto de vista lógico,supuestoslibres»6

No sólo los conceptos,sino también las proposicionesgeneraleso le-yesy todo cuantoconstituyeel contenidode unateoría científica es,enopinión de Einstein,el resultadoexclusivo del trabajode la razón,no de-rivado enningúncasode la experiencia.En laconstruccióndeunateoríacientífica,el físico partede las impresionessensiblespuestoqueéstassonlas quenecesitansercomprendidasy explicadas,formula unaseriede hi-pótesisqueconstituyenel sistemade axiomasdel que se deduciráncon-secuenciascontrastablesempíricamente,deduceestasconsecuenciasy fi-nalmente las contrastacon la experiencia,lo cual le permite no tanto«confirmar» cuanto «invalidar» —en términosde Popper«falsar»—unconjuntode hipótesis~. La lógica de la ciencia es únicamentedeductiva.de modoquesólo cabehablarde dostipos de nexos:uno lógico deducti-vo y otro psicológicointuitivo, siendo ésteúltimo el que intervieneen laformación del sistemade axiomas,del conjuntode hipótesisque«partende» la experienciapero no «derivande» ella.

«No existe un método inductivo que nos conduzcaa los conceptos

3. EINSTEIN, (1949b). p. 684.4. Atenderemosal planteamientoqueEinsteinhaceacercade la relación entrelo

racional y lo empírico fundamentalmenteen: EINSTEIN (1933). EINSTEIN (1936).EINSTEIN (1940), EINSTEIN (1944) y EINSTEIN (1949 a).

5. EINSTEIN. (1933). p. 243.6. EINSTEIN. (1949a). p. 18-19.7. Ver HOLTON, (1982b).

Page 5: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein: el ideal de una cienciasin sujeto 91

fundamentalesde la física. La imposibilidad de comprenderestehechoconstituyóla basedel error filosófico de muchosinvestigadoresdel siglopasado.(..) El pensamientológico es necesariamentedeductivo;se basaen conceptoshipotéticosy en axiomas»8.

Resultaproblemáticoel uso, por otro lado muy frecuente,que haceEinstein del término «intuición» para referirseal «salto»queconducedel mundode las experienciassensorialesal de los conceptos.No pareceatribuirle un significadofilosófico precisosino quealude simplementealproceso de «inspiración»no racional por el que surgeen la mentedelcientífico una posiblesoluciónanteun problemadeterminado.de modosemejantea como se le ocurrenal pacientelector de las páginasde pasa-tiemposde los diarioslas respuestasa un crucigrama.Estacomparaciónnos conducea una cuestiónfundamental.Comoconsecuenciade lo di-cho, Einstein no puedepor menosde caracterizarla ciencia como «unacreacióndel espíritu humanocon sus ideas y conceptoslibremente in-ventados»9.Pero librementeinventadosno significa arbitrariamentein-ventados;«la libertadde elecciónno se asemejaa la libertad de un escri-tor de obrasde ficción. En rigor se parecea la de un hombreempeñadoen resolver un crucigramabien pensado:aunquepodría proponercual-quierpalabracomoposiblesolución,sólo una palabraes la quele permi-tirá resolverel crucigramacon acierto.Es materiade fe quela naturaleza—tal comoes percibidapor los cinco sentidos—asumelas característicasde un crucigramabienpensado.Los éxitosquehastael presentehacose-chado la ciencia otorganunacierta basepara manteneresa fe. sin dudaalguna»It) En otro momentodice que «el mundode los fenómenosde-termina unívocamenteel sistemateórico, a pesarde queno existepuentelógico entre los fenómenosy sus principios teóricos.Esto es lo queLeib-nitz, con una feliz expresión,ha delinido cornoarmoníapreestablecida»

La experienciasensiblelimita el abanicode posibilidadesde elecciónde los conceptosy leyesquehande explicary haceninteligible dichaex-periencia.Se trata puesde una elaboraciónsin fundamentológico. perono caprichosa.De lo contrario la ciencia,en cuantoobra de la razón,noguardariala menor relaciónconla experiencia:entrelo racional y lo em-pírico no habríacorrespondenciaalguna.

«Todo nuestropensamientoes un juego libre de conceptos:la justifi-cacióndel juego resideen elgrado decomprensiónquecon suayudapode-mos adquirirsobrelas experienciasde los sentidos»l2~

8. EINSTEIN. (1936). p. 276.9. EINSTEIN-INFELD, (1938), p. 250.

lO. EINSTEIN. (1936), p. 265.II. EINSTEIN,(1918). p. 201.12. EINSTEIN, (1949 a). p. 14. (El subrayadoes nuestro).

Page 6: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

92 Ana Rioja

¿A qué se denomina«comprender»?¿Cuál es exactamenteel papelque cabeatribuir a lo racionalcon respectoa lo empírico?La preguntapuedeser respondidaa dos niveles. En primer lugar Einstein atribuyealo racional el papelde «elementoordenador»de lo empírico.

«Comprensibilidad(...) implica la creaciónde cieno orden en las impre-sionessensoriales;un orden que se producepor la creaciónde conceptosgenerales,de relacionesentre dichosconceptosy de relacionesdefinidasde ciertaclaseentrelos conceptosy la experienciasensorial.En esesenti-do es comprensibleel mundode experienciassensoriales»13

Einsteincontinuadiciendoqueno se puedeafirmarnadaa priori conrespectoal modo como esosconceptosdebenformarsey conectarseconla experienciasensorial;estaconexiónsólo se establecepor vía intuitiva,no siendoposibleconsiderara esosconceptoscomoprincipios ordenado-res necesariosy definitivosde la experiencia.De ahí quesostengaque«noexistencategoríasúltimas en el sentidoque Kant adjudicaraa este tér-mino».

Peroen un segundonivel estaordenaciónde lo empíricodebehacerseatendiendoa un principio de economíalógico, es decir, medianteel me-nor númeroposiblede elementosracionales.

«El objetivo último de la ciencia es una comprensióntan completacomo seaposiblede la conexiónentrelas experienciassensorialesen sutotalidady el logro de ese objetivomedianteel usodeun mínimodeconcep-tosprimariosy derelaciones.Se busca,en la medidade lo posible,unauni-dad lógica en la imagen del mundo,es decir, parvedadei{ los elementoslógicos»14

Einsteintieneunaconcepciónpiramidal dela cienciay en generaldelconocimientosegúnla cual,la máshumanade las tareas,a saber,la aspi-ración a hacerinteligible lo que se presentaante nosotros,consisteenpartir de una anchabasede datossensiblescarentesde todo orden ra-cional (¿el «caos de sensaciones»del que hablaba Kant?) y accederaunosconceptosy leyes,mínimosen númeroy lógicamenteindependien-tes,de los quepodamosdeducirel mundode la experienciaen su totali-dad.Lo quehacede lacienciaun edificio siempreprovisionaly sometidoa revisión es el hecho de queningún puentelógico nos franqueael pasodesdeel nivel de la experienciaal delos conceptos.Anteel eternodilemaapriorismo-empirismo,es claro queEinstein ha de situarseen unaposi-ción contrariaconrespectoaquien «induceacreerquetodoslos concep-tos y proposicionesqueno puedendeducirsede la materiaprima senso-rial, debeneliminarsedel pensamientopor sucaráctermetafísico15 Estees el casodeHumeo Mach,autoresconlos que,sin embargo,siemprere-

13. EINSTEIN, (1936), p. 263.14. Ibid, p. 264.15. EINSTEiN. (1944). p. 20.

Page 7: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto 93

conociósu deuda ~ Crítica asimismoel fatídico «miedoa la metafísica»convertidoen una«enfermedadde la filosofía empíricacontemporánea»quelleva a rechazartodoconceptoo proposiciónno inferible de la expe-riencía. En este sentidocabeconsiderarlecomo un apriorista si por apriori se entiendelo lógicamenteindependientede la experiencia~.

Partiendode una posición epistemológicacomo la aquíbrevementeexpuesta.la cuestiónqueahorase planteaes cómoentenderla noción de«realidadexterior e independientedel sujeto»,en quémedidael aprioris-mo de Einstein permite fundar la exterioridad en sentidoestricto. Ellonaturalmenteincide de forma directa sobrequé sea o a qué denomina-mos «objeto físico».

2. La noción de «realidad física»

No es infrecuenteencontraren Einstein expresionescomoéstas:«La físicaes un esfuerzopor aprehenderconceptualmentela realidad

como algo que se consideraindependientedel serpercibido.En estesen-tido se hablade lo físicamentereal» 8

«La creenciaen un mundo exterior e independientedel sujeto quepercibees la basede toda la ciencia natural. No obstante,dado que lapercepciónsensorialsólo brinda una informaciónindirectade esemun-do exterior o realidad física, únicamentepodemoscaptaréstaúltima pormediosespeculativos»19

Margenau2<) señalacomentandoestetexto queen él se distingueentreun mundoexterior, la percepciónde esemundoexterior por el observadorynuestranoción de ello. Ahora bien, ¿cómopasamosde la noción de unmundoexterior a la afirmaciónde queexistecon independenciadel suje-to? ¿Quesignifica exterioridad? En el escrito de 1936 titulado «FísicayRealidad»Einsteinabordala cuestióndel modo siguiente.

«Creoqueel primer pasoparael establecimientode un mundoexteriorreal es la formación del conceptode objetosmaterialesy de objetosmate-rialesde distintostipos. De entrela multitud de experienciassensoriales,mental y arbitrariamenteescogemosciertos conjuntos de impresionessensiblesque se repiteny relacionamosconellos un concepto:el de obje-to material. Si lo consideramosdesdeel punto de vista lógico, veremosqueesteconceptono es idéntico a la totalidadde las impresionessenso-rialesquea él se refieren; se trata de una libre creaciónde la mentehu-mana.

16. Ver HOLTON. (1982a).17. EINSTEIN, (1944), p. 19.18. EINSTEIN, (1949 a). p. 7719. EINSTEIN. (1931). p. 238.20. MARGENAU. (1949). p. 248-249.

Page 8: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

94 Ana Rioja

El segundopasonos lleva a considerarque, en nuestropensamiento,atribuimos a eseconceptode objeto material una significación que enmuy alto gradoes independientede las impresionessensorialesqueorigi-nalmentelo hanconformado.A estohacemosreferenciacuandoatribui-mos al objeto materialuna existenciareal» 21

Analicemos estos dos pasos. En primer lugar Einstein afirma quepara el establecimientode un mundoexterior real es necesariola forma-ción del conceptode objeto material, el cual (comotodo concepto)es unalibre creaciónde la mentehumana.En contrade lo quedefenderíaunempirista,aquíse sostieneque un objeto material no es un conjuntodeimpresionessensiblesdados sino un conceptopuesto por la mente quenos permite «orientarnosen el laberinto de impresionessensoriales»,osea,introducirun ordenque las hagainteligibles,quepermita«compren-derlas». Son los conceptosen definitiva, lógicamenteindependientesdela experiencia,los quedeterminanla posibilidadde objetos,e incluso dela experienciamisma,entendiendopor tal un conjuntoorganizadode im-presionessensibles.El más escrupulosokantianoestaríasatisfechoconestepunto devista, a excepciónde queesosconceptosseanconsideradoscomo libre invenciones.Y son estos«objetosmateriales»,o como los de-nomina Lenzen, estos «objetosconceptuales»22, los que se convertiránen la realidadexternae independientedel sujeto. Recordemosal respectoel segundopasodel texto citado: atribuimossignificaciónindependientede las impresionessensorialesal conceptode objeto material queha na-cido como una construcciónde la menteparaordenardichasimpresio-nes,y a continuaciónya podemosafirmar quetiene existenciareal,o sea.existenciaexterna.

Pero podríamospreguntamossi tal atribución de existenciaindepen-dienteal objetomaterial no es en Einstein,en primerlugar ilegitima,y ensegundolugar innecesaria.La existenciaexternano es en esteautorunaidea quederive de las impresionessensibles—a diferenciade lo quede-fenderíaun empiristaal modo de Hume23—de modo quelo existenteseidentifique conlo percibido.Setrata de un conceptode la mentey comotal debesu significado y su justificación a las impresionessensoriales.Einstein,al igual queKant, no admitela validez del usode los conceptosmás alía de la experiencia;por el contrario, reiteradamenteafirma queéstossólo adquierencontenidoen su conexiónconla experienciasenso-rial. En definitiva, por tanto,desdesuspresupuestosepistemológicos,sólocabeatribuir existenciaa las impresionessensorialesordenadasbajo la

21. EINSTEIN, (1936), p. 262.22. LENZEN, (1949), p. 361.23. Ver HUME: Tratado sobrela naturalezahumana,Libro 1. Parte II, SecciónVI:

«De las ideasde existenciaexterna».

Page 9: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein:el ideal de una cienciasin sujeto 95

forma de un concepto,el conceptode objeto,poro sin quequepahablarde un mundotrascendentee independientede las impresionesmismas.

Digo ademásque es innecesario,y en ello coincido conla opinión deLenzen24, el cual señalaacertadamentequeEinsteinnuncaintroduceesarealidad externaindependientecomo la causade las sensaciones,conloqueno se ve por quéla ciencia física,que se refiere a un mundoempíri-co. necesitaríauna realidadmásallá de la experiencia.Sobreél no pare-cen pesarlas razonesque llevaron a Kant a mantenersu problemática«cosaen sí» como causadesconocidade nuestrassensaciones.

¿Porquéentoncesinsistióa lo largo de todasuvida (o mejor,a partirde la décadade los veinte)en la necesidadde afirmar unarealidadexter-na?¿Qué fundamentotenía la atribucióndel conceptode «existencia»aun mundo independientede las impresionessensoriales?Digámoslopronto: no tienemásfundamentoqueel quetieneunacreencia.¿Creenciaen qué?En que«la naturalezaes la realizacióndelas ideasmatemáticasmás simplesque se puedaconcebir»,en que «lo lógicamentesimple estambién real»25, de modo que a travésdel «pensamientopuro», de lasconstruccionesmatemáticases posiblecaptarla realidad«entodasupro-fundidad».En unacarta a Lanczosde 1938 Einstein se declara«un fielracionalista,es decir, alguienquebuscaen la simplicidadmatemáticalaúnicafuentefiable de verdad»26 En este texto y en otros muchospareci-dosya no nos hablael físico sino que,como él mismo reconoce,nos ha-bla el metafísico,o incluso en cierto sentidoel hombrereligioso.Con unmarcadocarácterpitagóricoy neoplatónicoEinstein manifiestarepetidasveces«creer»en un orden independientede laexperienciae inaccesibleaella, queno es sino la realizaciónde estructurasmatemáticas27 y que re-presentaparael físico la posibilidadno sólo de conocercómoes la Natu-raleza«sino también [de] alcanzaren lo que seaposiblela meta,quizáutópica y aparentementearrogante,de conocerpor qué la Naturalezaescomoesy no deotra manera (...) Paramí —continuadiciendo—siempreseha encontradoaquíel encantoparticularde las consideracionescientífi-cas: o dicho de otra forma, la basereligiosadel esfuerzocientífico»28.

No es necesarioseñalarlas resonanciaskeplerianasde este texto,perosí convienequizá recordaralgo de lo que Einsteinllamabasu «religióncósmica»,no ligadaa ningúnDios personaly queencuentrasu razóndeseren el sentimientode «asombroextasiado»quedespiertaen el científi-co la contemplaciónde la armoníanatural.Sólo la aspiracióna la Ver-dadjustifica el inmensoesfuerzoquesuponededicarunavida a la inves-

24. LENZEN, (1949).p. 366.25. EINSTEIN, (1933). p. 245-246.26. Cartade Einsteina Lanczos,24-2-1938;citadapor HOLTON, (1982a), p. 196.27. Ver WENZL, (1949). p. 603.28. Citado por HOLTON. (1982a), p. 197-198.

Page 10: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

96 Ana Rioja

tigación científica, pesea queesaVerdadcon mayúsculasno es sino un«limite ideal del saberal quese aproximael entendimientohumano»sinllegarjamás.

Las siguientespalabrasde Einstein, pronunciadasa lo largo de unaconversacióncon RabindranathTagoreen 1930. resumenperfectamentesus convicciones«religiosas»que desbordanampliamentelos márgenesde susplanteamientosepistemológicos.El diálogo comenzóen torno a stla naturalezadel Universodebeconcebirsecomounaunidaddependien-te o independientedel hombre.Tagoresosteníaqueni la Verdadni la Be-lleza son independientesdel hombre,en tanto queEinstein negabaqueello fuera válido conrespectoa la Verdad.

«No puedodemostrarque la verdadcientíficadebaconcebirsecomoverdadválida independientementede la humanidad,pero lo creo firme-mente.(..) Si existeuna realidad independientedel hombre, también existeunaverdad relativa a esa realidad; y del mismo modo la negacióndeaquellaengendraríala negaciónde laexistenciade ésta.(...) Nuestropun-to de vistanatural respectoa la existenciade la verdadal margendel fac-tor humano,no puedeexplicarseni demostrarse,pero es una creenciaque todostenemos,incluso los seresprimitivos. Atribuimos a la Verdadunaobjetividadsobrehumanay nos es indispensableesarealidad quees in-dependientedenuestra existencia,denuestrasexperienciasy denuestramente,aunqueno podamosdecirquésignifica.Ante la insistenciade Tagoredeligar la verdady la realidada la existenciade la mente,Einstein terminacasi recriminándole:«jEntonces,yo soy másreligioso queVd.!» 29

Con lo dicho hastaaquíse observaqueEinstein hablade una «reali-dadexterior»a dos niveles,quepodríamosllamar «físico-epistemológico»y «metafísico-religioso».

Volvamos al primer nivel en el que se partede las impresionessenso-rialesa las que se vincula el conceptode objeto materialentendidocomoun conceptoa priori; a los objetosmaterialesasíconstruidosse les atribu-ye unasignificaciónindependientede las propiasimpresionessensorialesen cuantoque, pesea sercreacionesmentaleslibres. «nosparecenmassólidose inalterablesquela experienciasensorialindividual en sí misma,a la quejamásse le puedegarantizarpor completoqueno sea una ilu-sión o fruto de unaalucinación»~‘~<>.Noshallamosanteunaarraigadapo-sición filosófica que distingueentrela colección de impresionessensiblescarentesde todaestabilidady fijeza y los objetosmaterialesqueposeenunprincipio de unidady de permanenciaque radica no en ellos mismossino en el sujeto queconoce:en un conceptopuro del entendimientoo enun conceptolibre creaciónde la mente,por ponerdos casosconocidos.

29. «ConversaciónentreTagorey Einsteinen Kaputh, 14-7-1930».En: PRIGOGI-NE, (1983), p. 4143. (El subrayadoes nuestro).

30. EINSTEIN, (1936), p. 262.

Page 11: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein: el ideal de una cienciasin sujeto 97

La unidade identidadde un cuerpofísico radicaen el sujetoquepercibey no en las impresionespercibidas.¿Porqué hacerintervenir la razón,por quéno conformarnoscon lo dado a través de los sentidosal modoempiristao positivista?Porque,en contrade lo queEinsteinaprendiódeMach, el conocimientocientífico no se constituyesobrela basedel meroenlacede sensacionesprovisionalesy cambiantescarentesde todaestabi-lidad y permanencia,porquelas leyesnaturalesno son generalizacionesde significaciónmeramentebiológica, porquela ciencia no estudiacon-juntos de sensacionessino objetos,y éstos no se reducena aquellos31

Más aún. Einstein piensa que ese mundode sensacionesno puedeser«comprendido»,es decir «ordenado»de forma inteligible, si no es me-dianteconceptosno derivadoslógicamentede él; de ahí la necesidadine-ludible de superarel empirismo.Lo sorprendentedesdeluego es que«latotalidadde nuestrasexperienciassensorialespuedanserpuestasen or-denmedianteun procesomental: este hecho en sí tieneuna naturalezaquenos llena de reverentetemor,porquejamásseremoscapacesde com-prenderlopor completo.Bien se podría decir que el eterno misterio delmundo es su comprensibilidad»32~ o quizáuna asombrosa«armoníapre-establecida»rige el mundo del pensamientoy el mundo de los fe-nómenos~

En cualquiercaso y como resultadode la labor constructivade lamenteen orden a explicarel material aportadopor los sentidos,nos ha-llamosanteun orden de «realidadexistente»queno se identifica con la«realidadexperimentada».El «esseestpercipi» de Berkeleyes insosteni-ble ya que«seres siemprealgo que es mentalmenteconstruidopor noso-tíos,estoes, algo quees puestolibremente (en sentidológico). La justifi-caciónde tal constructono resideen suderivaciónde lo quees dadoporlos sentidos.(...) La justificacióndel constructo.querepresentaparanoso-tíos la realidad reside únicamenteen su cualidadde hacer inteligible loque es sensorialmentedado»~.

«La actitud teoréticaaquídefendidaes distinta de la de Kant sólo enel hechode quenosotrosno concebimoslas «categorias»como inaltera-bIes (condicionadaspor la naturalezadel entendimiento)sino como li-bresconvenciones(en sentidológico)»~.

«No me he criado en la tradición kantiana,pero he llegadoa com-prenderel verdaderovalor que se encuentraen sudoctrina.(...) Estacon-

31. MACH, (1905), Cap.«Sinnund WertderNaturgesetze».MACH. (1918),Cap.1.«AntimeraphysisheVorbemerkungen».

32. EINSTEIN. (1936), p. 262-263.33. EINSTEIN, (1918),p. 201. Ver LENZEN, 1949, p. 363 y 384.34. EINSTEiN. (1949b), p. 66935. Ibid. p. 674.

Page 12: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

98 Ana Rioja

tenido en la sentencia:Lo real no nos es dado, sino puestopor nosotros(“aufgegeben”)»36

La realidad existenteno se identifica con la realidadpercibida,peroello no significaqueaquellasea algo«másallá» de ésta.La realidadexis-tenteno es algo independientedel sujeto sino construidaporél en el sen-tido ya expuesto.Luego,cuando Einstein nos habla de realidad en unsentidotrascendente,no lo hacedesdesus concepcionesepistemológicassino desde ese otro orden metafísico-religiosoque parece imponérselecomo una creenciaineludible,como unaconvicción necesariadesdeelpunto de vista estético,pero no cient~fico.

3. La mecán¡ca cuántica: una nueva forma de objetivar la experiencia

Si las cosasson tal y como he expuestohastaaquí, si la noción de«realidadindependientedel sujeto»en Einstein debesermatizadaen unsentidomucho menosradical del qUe con frecuenciase ha presentado.no puedeenfocarsesu polémicacon Bohr, y en generalcon los partida-nosde la Escuelade Copenhague,comounapolémicacentradaen la eli-minacióno no del sujeto del ámbito del conocimientocientífico objetivo.Tal como he indicadoal comienzode estaspáginas,lo que la mecánicacuánticaha obligadoa revisares la noción deobjetomaterialaplicadaalmundoatómico, la posibilidadde mantener,a nivel microfísico, la orde-naciónde las imprevisionessensorialesbajoel conceptode «objeto»acu-ñadoa nivel mesofisicoo macrofísicopor la física clásica.

Bajo la defensade la interpretaciónrealistade la ciencia emprendidapor Einstein desdela aparicióndel formalismocuánticohastasu muer-te, subyaceprecisamentela necesidadde mantenereseconceptoclásico deobjetofísico, o dicho de otro modo,de no renunciaral tipo de objetivaciónde la experienciaqueha caracterizadoal pensamientofisico desdeNew-ton y queen nuestrosiglo se ve seriamenteamenazado-Ahorabien, ¿enquéconsistíadicho concepto?¿cuáleseranparaEinstein sus característi-casdefinitorias?Nosestamospreguntandoahora,no porsuorigena prio-ri o empírico,sino por sucontenido,o si se prefiere,por los requisitossinlos cuales«algo» dadono llegaría a convertirseen «objeto»posibledeciencia.Nuestroautor nuncase refirió explícitay sistemáticamentea es-tos requisitoso condicionesde la objetividadcientífica; sin embargo,delconjuntode susposicionesdefendidasduranteaproximadamentetreintaaños,cabeextraerclaramentecuatro:

1. Un objetofisico es un sistemaindividual conunprincipio de unidady continuidadque lo haceirreductiblea lo quede él conocemosa través

36. Ibid., p. 680. <El subrayadoes nuestro).

Page 13: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein:el ideal de una cienciasin sujeto 99

de los procesosde observacióny medida.La conceptualizaciónde las im-presionessensiblesgarantizaque lo existenteno se identifique con lopercibido.

2. Todo objeto físico realestálocalizadoen el espacioy en el tiempo,porlo queunateoría física no puederenunciara surepresentacióndentrodeese marco.

3. Un objeto fisico «tiene»propiedadesestrictamentedeterminadas,quedebenquedaradecuadamenteexpresadasen la teoria; si éstano es capazde dar razónde todasy cadauna de ellas,diremosque la teoría es in-completa.De entreestaspropiedadesdestacanpor su importanciados:posición y velocidad, en las cuales Laplacebasó su principio deter-minista.

4. La realidadfisica obedecea unaestricta ley de causalidad;es im-pensableunaNaturalezacuyo comportamientose asemejea unapartidade dados.

5. Los sistemasfísicos individuales son separables,esto es, son inde-pendientesen la medidaen queestánespecialmenteseparados.

Comoresultadode estossupuestosun objetofísico es autónomo,tan-to con respectoa los demásobjetosfísicos, como con respectoa los ms-trumentosy procesosde observacióny medida; la distinción sujeto-objeto no es ni arbitrariani convencional.Puesbien, lo peculiar y tam-bién lo inquietantede la teoría cuánticaes que se ha construidosobrelabasede tenerquenegarsu validez a todosy cadauno de estosrequisitosconsideradospor Einsteiny por todoslos fisicosclásicoscomoindispen-sablesa todaobjetividadcientífica.Veámoslobrevemente.

1. En la mecánicaclásicaera posible garantizarla existenciaconti-nuadade los objetosfísicos —partículasmaterialeso átomos—coninde-pendenciade suobservabilidaddebidoala homogeneidadentrelos esta-dos observadosy los estadosqueacontecenentredos observaciones.Enla medidaen quepodíanserrepresentadoscomoprocesoscontinuosenelespacioy en el tiempo, su existenciano iba ligada a los actospuntualesde observacióno medición.AunqueHumehabíacriticado el fundamen-to de tal existenciacontinua,la verdades quesu críticano habíaproduci-do la menorimpresiónni sobrelos físicos de su épocani sobrelos físicosposteriores.Todo acto de mediciónintroduceunamodificaciónen aque-lío que se mide,peroen el contextode la mecánicaclásicaestamodifica-ción es despreciabledebido a quepuedeconsiderarsecomo continuaoinfinitamente reductibleal no existir un límite mínimo teóricoque impi-da su progresivadisminución. En el contextode la mecánicacuántica,sin embargo.la existenciadel cuanto de acciónimplica una interacciónentreel objetoy el aparatode medidaqueno es posiblereducir infinita-mentey, por tanto,no es posibleeliminar. Lo supuestamentereal varíasegúnseaobservadoo no, lo queobligaa plantearproblemasfilosóficosde primeraimportanciatales comola pertinenciade referirsea unareali-

Page 14: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

100 Ana Rioja

dadindependientede la observación,el sentidoo sin-sentidode tratardeaveriguarcómoes el mundocuandono es observado,la convenienciadequela físicaselimite a magnitudesobservablesy, en definitiva, lapresumi-ble inevitabilidadde tenerqueconcebirlos objetosfísicos realesen unascircunstanciasdadasqueincluyen,no sóloaquelloquese deseaobservaryconocer,sino todala situaciónexperimental.

De ahí queBohr hablede «la imposibilidadde todaseparaciónclaraentreel comportamientodelos objetosatómicosy su interaccióncon losaparatosde medidaquesirvenpara definir las condicionesbajo lascua-les se manifiestael fenómeno»,entendiendoporfenómeno«lasobserva-cionesobtenidasen circunstanciasespecíficas,incluida la descripcióndetodo el dispositivo experimental».«La interacciónfinita entreel objetoylos aparatosde medida,consecuenciade la existenciadel quantumde ac-ción, implica —debidoa la imposibilidadde controlarla reaccióndel ob-jeto sobrelos instrumentosde medida—la necesidadde renunciardefi-nitivamenteal idealclásicode causalidady de revisara fondonuestraac-titud frenteal problemade la realidadfísica»~

ParaBohr y la Escuelade Copenhaguela realidadfísica es el conjuntode fenómenosdefinidosdesdela interacciónobjetoobservado-aparatodeobservación-observador,sin queseaposiblela división del mundoen sis-temasparcialeso individualesperfectamentedefinidosy delimitadosconrespectoal resto e independientesde las condicionesexperimentalesenlas que se dan.Lo real es lo observable,y como la observaciónno es unproceso ininterrumpido,la descripciónsólo puede ser discontinua,sinque el físico seacapaz de respondera la preguntapor lo que sucede«realmente»entre dosobservaciones.

«Si queremosdescribir lo quesucedeen un acontecimientoatómico—nos dice Heisenberg—.debemoscomprenderqueel término «sucede»sólo puede aplicarsea la observación,no al estadode cosasentre dosobservaciones»38

Se tratade un puntode vista empiristacoherentequerechazala intro-ducciónen física de todareferenciaa lo no-observable,actitud a la quenecesariamenteteníaqueoponerseel racionalistaEinstein.Pauli resumeperfectamentelas distintasposicionesen unacartaa Born de 1954:

«Enlas conversacionescon Einsteinhe visto queno aceptala premi-sa,esencialparala mecánicacuántica,de queel estadodeun sistemasede-fine solamentepor espec~2caciónde unaordenaciónexperimental.(...) Eins-tein tiene el prejuicio «filosófico» de que (para los cuernosmacroscópi-cos)se puededefinir «objetivamente»un estadollamado«real»en cual-quier circunstancia,o sea sin especificarla ordenaciónexperimentalutilizadaparaexaminarel sistema(de los macrocuerpos)o al cual se «so-

37. BOHR. (1949), p. 210y 238.38. HEISENBERG, (1956),p. 39.

Page 15: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein: el ideal deuna cienciasin sujeto 101

mete»el sistema.Me parecequela discusióncon Einsteinpuedereducir-se a la hipótesisqueyo llamo la idea(o el «ideal») del «observadordesli-gado».Pero parami y otros representantesde la mecánicacuánticahaybastantespruebasexperimentalesy teóricascontra lapractibilidad deeseideal»~

2. En relaciónconlo anteriorestáel hechode quela mecánicacuán-tica de l-leisenberghayarenunciadoa la representaciónde los fenómenosfísicos en un espacioy en un tiempo continuos.El problemaarrancadela imposibilidadde considerarel desplazamientode los electronesdentrode los átomoscomounatrayectoriacontinuaa partir del modeloatómicocuánticode Bohr. En susDiálogossobrefísica atómica, Heisenbergrepro-duceuna conversacióncon Einstein quetuvo lugar en la UniversidaddeBerlín en la primaverade 1926.en la queya entoncesésteúltimo lamen-taba que se hubieransuprimido las órbitasde los electronesen los áto-mosy reclamabaunadescripciónmásexactade lo queocurre en el pro-cesode emisiónde luz. En concretopedíaunaexplicaciónmáscompletadel pasode unaposiciónestacionariadel electróna otra distinta,pasoalquecorrespondela modificación de un valor estacionariode energíaaotro y la radiaciónde la diferenciaenergéticaen forma de «quanta»deluz (o fotones,segúnla denominaciónpropuestapor Lewis en 1926).

La respuestade Heisenberges contundente:«Creo haberaprendidode Bohr que no se puedehablaren modo algunode semejantepasoconlos conceptostradicionalesy que en todo caso no podemosdescribirlocomo un procesoen el espacioy en el tiempo».

Y en otro momentoafirma: «Los de Copenhaguereconocíamoscuándificil resultaríael convencera los mejoresfisicos de quehabía querenun-ciar e a una descripciónespacio-temporalde los procesosatómicos»~.

3. En só principio de indeterminaciónde 1927 Heisenberghabíaesta-blecidola imposibilidadde fijar con precisiónel valor de las magnitudesconjugadas(posición-velocidad,energía-tiempo,entreotras) simultánea-mentemásallá del limite absolutoquerepresentala constantede Planck.En consecuenciano cabeasignara la vez valoresdefinidosde posiciónyvelocidad,o de energíay tiempo,a los objetosde la física atómica.¿Pue-de. sin embargo,pensarsequeun sistemafísico individual «tiene»talesmagnitudes«antesde» y «conindependenciade» toda medición,o biensólo es posibleatribuirselascomoconsecuenciadel actode medir?La po-sición de Einstein es clara al respecto:

«La partícula“libre” tienerealmenteposicióndefiniday momentode-finido. aunqueni la una ni el otro puedanser determinadosmediantemedicionesen un casoindividual». Reconoce,sin embargo,que la inter-pretaciónqueprefieren los físicos es la queentiendeque«la definición

39. EINSTEIN-BORN, (1971), p. 271-272,40. HEISENHERO.(1969), p. 85 y 96. (El subrayadoes nuestro).

Page 16: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

102 AnaRioja

perfectade la posición de la partículaobtenidapor mediacióndela posi-ción, no puedeinterpretarsecomoposiciónde la partículaantesde la me-dición. La ubicaciónexacta queaparececomo consecuenciade la medi-ción se producesólo a consecuenciade la inevitable operaciónde medi-da. El resultadode la medicióndependeno sólo de la verdaderasitua-ción de la partícula sino también de la naturalezadel mecanismodemedición,que en principio es incompletamenteconocido»41

Desdeel 52 CongresoSolvay de 1927 hastael final de susdíasEins-tein siempreluchó contrala «inevitabilidad»del principio de indetermi-nacióny contralas consecuenciasquede él extraíanlos físicosde Copen-hague.Para ello diseñóingeniososexperimentosmentalespropuestosaBohr en el 52 y 62 CongresoSolvayy rebatidosaúnmásingeniosamentepor el físico danés,en los queaquéltratabade probarla posibilidad,almenosteórica,dedeterminarsimultáneamenteelvalor de las magnitudesconjugadas.Fn 1935 publicó un conocidoartículo,junto con B. Podolskyy N. Rosen,en el quedeclaraincompletaa una teoría en laqueno se venexpresadostodoslos «elementosde la realidadfísica»42~ Tal y como que-da planteadoel problemaa partir de la décadade los treinta, la disyun-ción es clara:o posicióny velocidad(lo mismocabríadecirde cualquierotro par de magnitudesconjugadas)no tienen realidad simultánea,encuyo caso la mecánicacuánticabasadaexclusivamenteen parámetrosobservableses unateoríacompleta,o sí tienenrealidadsimultáneadeter-minada,en cuyo casola mecánicacuánticaes unateoríaincompletaquedeberíasercompletadacon una teoría de parámetrosocultos~-.

4. Una de las característicascomunesa buenapartede los teóricoscuánticoses haberrenunciadoa la Naturalezacomo sistemadeterminis-ta al modo laplaciano.La ley de causalidadno puedeser consideradacomo una ley necesaria;por el contrariohay fenómenostales como laemisiónde un electrónpor parte de un átomo de radio,o el salto de unelectrónde un estadoestacionarioa otro dentro de un átomoexpuestoala radiación,queno parecenobedecera ley causalalguna.La Naturalezamisma,y no nuestromodo de conocerla,tieneun comportamientoproba-bilitario. Einstein siemprerechazóla interpretaciónestadísticade Bornafirmandoquela función no describeel estadorealde un sistemaindivi-dual, sino de un conjuntode sistemas;lo quenosda sonlas probabilida-desde valoresindividuales,sin queello quieradecirqueestosvaloresnoesténdeterminadosen sí mismos.

«Esverdadque lo queocurre con el sistemaestatotalmentesin ada-

41. EINSTEIN-BORN, (1971), p. 214. Ver tambiénEINSTEIN, 1949 a, p. 78-79,42. EINSTEIN-PODOLSKY-ROSEN.(1935).43. Como señalaPais,Einsteinnuncautilizó la expresión«variableoculta»en sus

comunicacioneso cartas.PAIS,(1984), p. 457,nota 22.

Page 17: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein:el ideal de una cienciasin sujeto 103

rar, (...) pero yo pregunto:¿existerealmentealgún físico quecreaqueja-másllegaremosa tenerunapercepciónde los importantescambiosquese producenen los sistemasúnicos,de su estructuray de susconexionescausales?(...) Es posiblecreerestosin incurrir en contradiccióndesdeelpunto de vista lógico, pero resulta tan contrario a mi instinto científicoqueno puedoabandonarla búsquedadeunaconcepciónmáscompleta»“‘.

En otro lugarafirma: «La mecánicacuánticaes algo muy serio. Perounavoz interior me dice quede todosmodosno es eseel camino.La teo-ría dice mucho,pero en realidadno nos acercagrancosaal antiguo se-creto.En todocasoestoyconvencidode queEl no juegaa los dados»‘~.

Su «instinto científico», una«voz interior» le dice a Einstein que lateoría cuánticano nos aproximaal «antiguosecreto»,o sea,al descubri-miento de las estructurasmatemáticasque gobiernanla Naturaleza,deesa armoníauniversalcuyo conocimientoacercaal científico al hombrereligioso. Pero también ha de reconocerque en el estadoactual de laciencia,el programacuánticoes insustituible.

5. En el artículo anteriormentecitadoqueEinsteinpublicó en colabo-racióncon Podolskyy Rosen,susautorestratabande mostrarla posibili-dadde predecircon certezael valor de la posicióny velocidadde un sis-temaindividual sin perturbardicho sistema,lo quepermitiríaconsiderara esasmagnitudescomo«elementode realidad».Paraello planteabanunexperimentomentalen el que, a partir de un sistema5 escindidoen dossistemasparcialesS~ y 52 alejadosespacialmente,seríaposible,midiendomomentoy posición de Sí~ calcularlos valorescorrespondientesde ~2,sin quenadiepuedapretender—pensabanellos—queobservandoy mi-diendo Sí, se modificase~2 «a distancia».Quedabaasí probadoque ~2tienemomentoy posiciónsimultáneamente«antesde»y «conindependen-cia de» todo procesode observación,quemomentoy posición son ele-mentos de realidad y. en consecuencia,que la teoría cuánticano es unateoríacompleta.

Lo que interesadestacaraquí es el supuestofundamentalde esteargu-mento,a saber,la separabilidadde los sistemaso independenciade lossistemasseparadosespacialmente.de modo quela perturbaciónorigina-da porla mediciónsobreuno deellosno puedetransmitirseal otro. Eins-tein insistió a lo largo de sus últimos veinteañosen la necesidadde esterequisito para que algo puedaser considerado«real», para que «sigasiendoposibleel pensamientofisico en el sentidousual»,paraque la di-visión del mundoen parteso sistemascontenúesiendoobjetivay, en de-finitiva, paraquela constituciónde los objetosfisicos no se conviertaenunaconvención.

44. EINSTEIN, (1936). p. 287.45. EiNSTEIN-BORIS, (1971),p. 119.

Page 18: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

104 AnaRioja

«Lo queconsideramosexistente(real) tienequeestarlocalizadodeal-gún modo en el tiempo y en el espacio.Es decir: lo que es real en unaparte del espaciodebeexistir independientementede lo que pensemosrealen otra partedel espacioB. Si un sistemafisico comprendelas partesA y B, lo quetenemosen B debetenerunaexistenciaen cierto modo in-dependientede A. Poreso,lo queexisterealmenteen B no debedependerdel tipo de mediciónquehagamosen el espacio~A, y debesertambiénin-dependientede quehagamoso no medicionesen el espacioA. (...) Si re-nunciamosa suponerqueaquelloqueexisteen diferentespartesdel es-pacio tiene existenciareal independiente,no veo qué es lo que la físicadebedescribir»46

Bohr se mostrócontrarioalcriterio de Einsteinpor razonesfilosóficasya desdesu respuestaa E-P-R en 1935. Las pruebasexperimentalesdeBelí (1965) y Aspect(1982) entreotros,hanconfirmadolaposición del fí-sicodanés,por lo queel principio de no-separabilidado no-localidaddelos sistemasa nivel cuánticoes hoy generalmenteadmitida.

Volvamos a la cuestiónplanteadaal comienzode este apartado:¿si-gue sirviendo el conceptode objeto material de la física tradicional paraintegraren un marcointeligibleel ámbito de «lo dado»a nivel cuántico?¿Puedeseguirconsiderándoseríguiday perfectamentedelimitadala divi-sión del mundoen partesa las que llamamos«objetos»y cuya descrip-ción completaconstituyela tarea del científico? La respuestanos la daHeisenbergde una maneraclara e inequívocaal relatar una conversa-ciónque tuvo lugaren Leipzig entreel físico C. F. von Wizsácker,la filó-sofa kantianaG. Hermanny el propioHeisenberg:

«Hennann:La ciencia es objetiva porque no habla de percepcionessino de objetos.(..) [Un átomo] es un objeto. Sin objetosno haycienciaobjetiva.Y lo queel objeto es se determinapor las categoriasde substan-cia, causalidad,etc. Si Vd. renunciaal empleo riguroso de estascatego-rías,desistede la posibilidadde la experienciaen cuantotal.

Weizsacker:En la teoríacuánticase trata de un nuevomodo de objeti-var las percepciones,cosaque Kant no podía entoncesadivinar. Todapercepciónes referida a unasituaciónde observación,quedebeserindi-cadasi hemosde llegar desdelapercepcióna la experiencia.Hoy día noes posibleya objetivarel resultadode las percepcionesen la forma quelohacíala físicaclásica.(..)

HeisenhergSi queremosinducir leyesa partir de los fenómenosatómi-cos, resultaqueno podemosya vincularregularmenteprocesosobjetivosen el espacioy en el tiempo sino —para emplearuna expresiónmáscuidadosa—situacionesde observación.(...) Kant no podíapreverqueenlos camposde la experienciaque se encuentranmásalía de la experien-

46. Ibid. p. 207-208.

Page 19: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein:el ideal de una cienciasin sujeto 105

cia diaria no es ya posiblellevar a cabounaordenaciónde lo percibidosegúnel modelo (...) del objeto: o bien, expresándolocon una fórmulasencilla,que los átomosno son cosasu objetos.(.3 Los átomossonparte desituacionesde observación,partesqueposeenun alto valor explicativoparaun análisisfísico de los fenómenos»“y.

Lo manifestadoen estetexto con respectoa Kant, podría aplicarseencierto modo a Einstein. Lo quediferenciay separaa ésteúltimo de lasopinionesde los de Copenhague,en el fondo, no es sino el modo comodebeeíítenderseen microfísica la noción de «objeto».En resumenpo-dríamosdecirqueparaEinsteintodoobjeto físico consisteen un sistemaindividual no reductiblea lo queconocemosde él a travésde los proce-sos de observacióny medida, que«tiene» magnitudesestrictamentede-terminadasy queha de estarlocalizadoen el espacioy en el tiempo, delo que resulta su separabilidado independenciade lo alejadoespacial-mente.La descripcióncompletade los objetos así definidos es lo queconstituye «el espíritu programáticode todo físico»48~ En definitiva, loqueconviertea «lo dadoen las impresionessensibles»en «objetos»es laatribuciónde un principio de unidady permanencia,fruto del cual son lascaracterísticasmencionadas:posesiónde propiedadeso magnitudesconindependenciade la observación,existenciacontinuadaen el espacio-tiempo. separabilidad.etc. Perono olvidemosquela atribuciónde dichoprincipio no tienefundamentoempíricosino que es obra del sujeto queforma librementeconceptos.Unicamenteel productode la razón es ca-paz de convertir las impresionessensiblesen objetosde conocimiento,sin los cuales,a suvez, no habríacienciaobjetiva.Y estoha devalerparalos átomoso las partículaselementalescomo vale paralos astros.De locontrariola ordenaciónde las observacionesen el ámbitomicrofísico se-ría imposible, y con ello la propia teoria cuántica.

El punto de vista de la Escuelade Copenhaguees exactamentecon-trario. Las «situacionesexperimentales»fragmentariashan sustituidoalos objetospermanentes;la realidadestablede los átomosse ha disueltoen un conjuntode circunstanciasque incluyenel aparatode observacióny el propio acto de observarcomo elementosinseparablesde losftnóme-nos, sin quepuedatrazarseunalínea fronterizaentrela observacióny loobservado.De ahí quelos objetosfísicosconcebidosal modoclásicoha-yan perdidoahoratantosu independenciaunosconrespectoaotros —alperder su separabilidad—,como su existenciacontinuao sus propieda-despermanentesal margende todamedición.

Con frecuenciaestaposiciónde laEscuelade Copenhagueha sido in-terpretadacomosi la inclusión de la situaciónexperimentalen la defini-

47. HEISENBERG.(1956), p. 151-153.(El subrayadoes nuestro).48. EINSTEIN, (1949 b), p. 667.

Page 20: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

106 AnaRioja

ción del fenómenosupusieratambiénla inclusión de la «mente»del ob-servadorcon susrasgospsicológicose inclusoespirituales.Así pareceha-berloentendidoBunge.por ejemplo,cuandola juzgaculpablede haberintroducidoen físicaprocesosmentales,lo quellevadoal límite, conduci-ría a tenerque tomar en consideraciónel estadode ánimo de los físicoscuandollegan al laboratorio cadadía. Ni Bohr, ni Born, ni Heisenberg,ni Pauli. hanhecho intervenir la mentedel observador;a quien hanhe-chointervenires al observadoren tantoquelleva a caboun actofísico (noun acto psíquico)de medición.

«La teoria cuántica—dice Heisenberg—no contienerasgosgenuina-mentesubjetivos,no introduce la mentedel físico como una parte delacontecimientoatómico».Y másadelanteinsiste:«Naturalmenteno debecreerseque la introduccióndel observadorimplique la apariciónde unaimagen subjetivaen la descripciónde la Naturaleza.Al observadorsólole correspondemásbien la función de registrardecisiones,es decir, pro-cesosen el espacioy en el tiempo,y no tieneimportanciael hechode queel observadorpuedaser un aparatoo un serhumano»~

En estesentidocreoquehay quedar la razóna Eeyerabendcuandoen su «Niels Bohr’s world wiew» rechazala acusaciónde subjetivismoquePopperlanzacontraBohr y afirmaqueésteúltimo estáinteresadoenla interacciónentresujetoy objeto. «pero sujeto en física no es paraél laconcienciadel observadorsino el agenteusadoparala observación,estoes el instrumentomaterial de medida(incluyendoel cuerpodel observa-dor y susórganossensoriales).Desaparecenlos límites en física, no entrela concienciadel observadory el mundo sino entreel fenómenoatómicoy los agentesmaterialesde observación.Por lo tanto,ningún fantasmaesprecisoexorcizarde la mecánicacuántica»~

En definitiva, digamosparaconcluir queresulta absolutamenteinjus-tificado enfocarla polémica Einstein-Bohr(y en general las posicionesrealistasy no-realistasrespectivamente)comolacontraposiciónentredosconcepcionesqueluchan,unaporeliminaral sujetodel ámbitodel cono-cimiento objetivo, y otra por sentarleen el centro. Es el apriorismodeEinsteinquienprecisaun sujetológico quefundamentela nociónde rea-lidad físicay elconocimientode esarealidad.Al empirismode la Escuelade Copenhaguele bastaun observadoren sentidofísico y, en esamedida,es ella la queno necesitade un sujetoen sentidoestricto,o si se prefierele bastaun sujeto empíricoque se limita a registrardatosy procesos.Encualquiercaso no cabe duda que Einstein hacejugar al sujeto cognos-centeun papelmuchomásdefinidoy mejorestudiadoqueBohr,cuyaca-

49. HEISENEERG,(1956), p. 40 y 114.50. FEYERAI3END, (1981), p. 280.51. BUNGE. (1985). p. 159.

Page 21: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

Einstein:el ideal de unaciencia sin sujeto 107

renciamásnotable es haberomitido todareferenciaa éste,no en tantoqueobservador,sino en tanto queagenteconstructorde conceptosy teo-nas.La pretensiónde Bungede interpretarla teoría cuánteica—o cual-quier otra— «sin referenciaalgunaal sujeto cognoscente»ni seríacom-partidapor Einstein ni es posible51

BIBLIOGRAFIA

BIJNGE, M. (1985). Racionalidady Realismo.Madrid Alianza Editorial.BOHR. N. (1949). «Discussionwith Einsteinon EpistemologicalProblemsin Atom

Pbysics».In: PA. Schilpp (ed.).Albert EinsteinPhilosopher-ScientistEvanston,Illi-nois: The Library of Living Philosophers,vol. 1?, Pp. 199-241.

EINSTEIN,A. (1918).«Motiv desForschens».Zu Mar Plancks60. GeburstagAusprachenin de,’ DeurschenPhysikalischenGesellschaft.Trad. castellana:EINSTEIN, A.: MisIdeasy Opiniones, 3~s reimpresión,Barcelona,Antoni Bosch1981, pp. 199-202.

EINSTEIN, A. (1931). «Maxwell’s influenceon the developmentof the conceptionofphysical reality». Ir,: JamesClerk Maxwell: A commemorationVolume. CambridgeUniv. Press.Trad. castellana:EINSTEIN. A.: Mis Ideasy Opiniones,pp. 238-241.

EINSTEIN, A. (1933). On iheMethodeof TheoreticalPhysics.Oxford, ClarendonPress.Trad. castellana:EINSTEIN,A.: Mis Ideasy Opinione.s pp. 242-247.

EINSTEIN,A.; PODOLSKY,B.. y ROSEN,IS. (1935). «Canquantum-mechanicaldes-criptionof physicalrealitybeconsideredcomplete?»PhysicalRewiew,ser.2. Vol. 47,pp. 777-780.

EINSTEIN. A. (1936). «Physik und Realitát». Franklin InstituteJournal, vol. 221,Pp.313-347.liad. Castellana:EINSTEIN,A.: «Mis Ideasy Opiniones,pp. 261-291.

EINSTEIN, A., y INFELID. L. (1938). The EvolutionofPhysic& New York Simon andSchuster.Trad.castellana:La física, aventuradelpensamiento.l0.a edición.BuenosAires. Losada1977.

EINSTEIN, A. (1940). «Considerationsconcerningthe fundamentalsof theoreticalphysics».Science,vol. 91. pp.487-492.Trad.castellanaen:Mis IdeasyOpiniones,pp.291-302.

EINSTEIN. A. (1944). «Remarkson BertrandRussell’sTheoryof Knowledge».In: PA.Schilpp. The Philosophyof .6. RusselL Evanston,North-WesternUniv.: Library ofLiving Phitosophers.vol. 5,pp. 277-291.liad. castellanaen:Mildeusy Opiniones.pp.16-21.

EINSTEIN, A. (1949a). «AutobiographicalNotes».In: PA. Schilpp (ed.).AlbenEinsteinPhilosopher-Scientist.vol. 1.”, pp. 1-95. Trad. castellana:NotasAutobiográficas,Ma-drid, Alianza Edil. 1984.

EINSTEIN,A. (1949 b). «Remarksto theEssaysAppearingin this CollectiveVolume».Ir,: PA. Schilpp (cd.).Albert EinsteinPhilosopher-Scientist,vol. 2?, pp. 663-688.

TheRORN-EINSTEINLetÍer%(1971). M. Born ed. NewYork, Walken.Trad. castellana:EINSTEIN,A, BORN.M , y U Correspondencia¡916-1955.México, Edil. SigloXXI,1973.

FEYERABEND,P. K. (1981). «Nicís Bohr’s world view». Ir,: Realism.razionalismandscientificMethod PhilosophicalPapers,vol. 1. Cambridge.CambridgeUniv. Press.

Page 22: Einstein: el ideal de una ciencia sin sujeto · ción realista de la mecánica cuántica, Albert Einstein, aspirara a este ideal de una ciencia sin sujeto, de modo que su polémica

108 Ana Rioja

HEISENBERG, W. (1956).Physicsand PhilosophyTherevolutionin ModernScience.NewYork, Harperand BrothersPublishers.Trad. castellana:Física y Filosofla. BuenosAires, Edit. La Isla 1959.

HEISENBERG, W. (1969). De,’ Teil und Das Ganze.Gesprácheim Umkreis der Atom-physik. Mtinchen,R. PipperandCO. Verlag. Trad. castellana:DiálogossobreFísicaAtómica.Madrid, B.AC. 1972.

HOLTON, G. (1982 a). «Mach,Einsteiny la búsquedade la realidad».En: Ensayosso-breel pensamientocientífico en la época de Einstein. Madrid, Alianza Editorial. pp.164-203.

HOLTON, G. (1982b). «Laconstruccióndeunateoría:el modelode Einstein».En: En-sayossobreelpensamientocientífico en la épocade Einstein,pp. 323-359.

LENZEN, F. (1949). «Einstein’sTheoryof Knowlwdge».In: PA. Schilpp (cd.).AlbertEinsteinPhilosopher-Scientist,vol. 2.0, pp. 355-384.

MACH, E. (1905). Erkenntnisund Irrtum. Leipzig, Verlagvon J. AmbrosiusBarth.MACH, E. (1918). Die Analyseder Emprindungen.SiebenteAuflage, Jena,Verlag von

G. Fischer.MAROENAU, H. (1949).«Einstein’sConceptionof Reality’>. Iii: PA Schilpp (ed.).Al-

bertEinsteinPhilosopher-Scientist,vol. 1.0, pp. 243-268.PAIS, A. (1984). El Señoressutil... La cienciay la vida deA. Einstein. Barcelona,Ariel.POPPER, K. (1985). Teoría cuánticay el cisma enfisica. Madrid. Tecnos.PRIGOGINE, 1. (1983).¿Tansólo una ilusión?BarcelonaTusquetsEditores.WENZL, A. (1949). «Einstein’sTheoryof Relativity Viewedfrom theStandpointof Cri-

tical Realism and its Significancefor Philosophy».In: PA. Schilpp (cd.). AlbertEinsteinPhilosopher-Scientist,vol. 2.”, Pp. 581, 606.

Advertencia:La paginaciónqueapareceen lasnotascorrespondeala traduccióncastellana,rio a la edición en idioma original.