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Ushuaia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, A. e Is. del A. S. República Argentina Ekele EDICIÓN 59 “El zorro antiguamente era doméstico como el guanaco, la foca, todos los peces y los pájaros, y cantaban al unísono ekelé, ekelé, ekelé.” Ekele PIONEROS FUEGUINOS, TIRA 6B, PISO 1º, DPTO C, BARRIO MIRADOR DE LOS ANDES, TEL.54-02901-435954. USHUAIA, TIERRA DEL FUEGO, ARGENTINA WWW.MANEKENK.ORG.AR • [email protected] ¡Ley de Aguas Ya! Necesitamos la Ley de Aguas en Tierra del Fuego

Ekele 59

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Ushuaia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, A. e Is. del A. S.República Argentina

EkeleEDICIÓN 59

“El zorro antiguamente era doméstico como

el guanaco, la foca, todos los peces y los pájaros,

y cantaban al unísono ekelé, ekelé, ekelé.”

EkelePIONEROS FUEGUINOS, TIRA 6B, PISO 1º, DPTO C, BARRIO MIRADOR DE LOS ANDES, TEL.54-02901-435954.

USHUAIA, TIERRA DEL FUEGO, ARGENTINA WWW.MANEKENK.ORG.AR • [email protected]

¡Ley de Aguas Ya!

Necesitamos la Ley de Aguasen Tierra del Fuego

EkeleFundamentos del ACUERDO FEDERAL DEL AGUA

PRINCIPIOS RECTORES DE POLÍTICA HÍDRICA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA

CONSEJO HÍDRICO FEDERAL 8 de Agosto, 2003

“...la sabiduría en el manejo de nuestras aguas se logrará a través de armonizar los aspectos sociales, económicos y ambientales que la identifican”

Durante los últimos años la sociedad argentina tomó conciencia de la vulnerabilidad y deterioro de la gestión de sus recursos hídricos, dándole la motivación para corregir el rumbo actual. Se coincidió en que el primer paso en esa dirección es definir la visión que conduzca a una base jurídica sólida que garantice una gestión efi-ciente y sustentable de los recursos hídricos para todo el país. Con tal fin, y a instancias de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, las provincias argentinas convocaron a los sectores vinculados con el uso, gestión y protección de sus recursos hídricos, buscando estable-cer la visión que indique “qué es el agua para nosotros” y al mismo tiempo señale la forma de utilizarla como “motor de nuestro desarrollo sustentable”.

De dicha visión se desprende que el aprovechamien-to de los recursos hídricos debe realizarse armonizando los aspectos “sociales”, “económicos” y “ambientales” con que nuestra sociedad identifica al agua. Se reconoce que la única forma de lograr utilizar sustentablemente el agua en beneficio de toda la sociedad provendrá de encontrar el balance justo en la aplicación de estos tres faros que deben guiar nuestra política hídrica.

“... trabajando juntos para darle al agua una Política de Estado”

Se arriba así a un acuerdo —Acuerdo Federal del Agua— donde queda consensuado, en un marco de federalismo concertado, los fundamentos de una po-lítica hídrica nacional, racional y aglutinante de todos los sectores. En ejercicio de las facultades concurren-tes entre las provincias y la Nación que nuestra Carta Constitucional consagra, este Acuerdo logra amalgamar principios de política que integran los aspectos sociales y ambientales relacionados con el agua como parte de las actividades productivas de la sociedad; incorporando principios básicos de organización, gestión y economía de los recursos hídricos en concierto con principios de protección del recurso. La adopción de los lineamientos de política hídrica así gestados — Principios Rectores— por parte de todas las Provincias y la Nación, permitirá dotar al país de una Política de Estado.

“... una ley marco de política que sustente la gestión integrada del recurso hídrico”

Como corolario del esfuerzo mancomunado de las veinticinco jurisdicciones en definir Principios Rectores de Política Hídrica, y a través de la instancia de consenso que posibilitó el Consejo Hídrico Federal (COHIFE), hoy es posible traducir la visión lograda en una Ley Marco

de Política Hídrica, coherente y efectiva, que respetando las raíces históricas de cada jurisdicción, conjugue los intereses provinciales, regionales y nacional en una ges-tión integrada de los recursos hídricos que minimice los conflictos relacionados con el agua. La normatización de los Principios Rectores a través de una Ley Marco, por parte del Honorable Congreso de la Nación, permitirá fijar reglas claras y equitativas que brinden seguridad jurídica, evitándose así la proliferación de legislaciones parciales, dispersas, con dispositivos superpuestos y a menudo contrapuestas.

Por último, cabe resaltar que la materialización de estos Principios Rectores en la gestión diaria requerirá el apoyo participativo de la comunidad en su totalidad y de un férreo compromiso del sector político, en el en-tendimiento que del manejo inteligente de las aguas depende la vida y la prosperidad de nuestro país.

Tabla de Principios Rectores

EL AGUA Y SU CICLO 1 El agua es un recurso renovable, escaso y vulnerable 2 El agua tiene un único origen

EL AGUA Y EL AMBIENTE 3 Incorporación de la dimensión ambiental 4 Articulación de la gestión hídrica con la gestión

ambiental 5 Articulación de la gestión hídrica con la gestión

territorial 6 Calidad de las aguas 7 Acciones contra la contaminación 8 Agua potable y saneamiento como derecho hu-

mano básico 9 Control de externalidades hídricas 10 Impactos por exceso o escasez de agua 11 Conservación y reuso del agua

EL AGUA Y LA SOCIEDAD 12 Ética y gobernabilidad del agua 13 Uso equitativo del agua 14 Responsabilidades indelegables del Estado

15 El agua como factor de riesgo

EL AGUA Y LA GESTIÓN 16 Gestión descentralizada y participativa 17 Gestión integrada del recurso hídrico 18 Usos múltiples del agua y prioridades 19 Unidad de planificación y gestión 20 Planificación hídrica 21 Acciones estructurales y medidas no-estructurales 22 Aguas interjurisdiccionales 23 Prevención de conflictos

EL AGUA Y LAS INSTITUCIONES 24 Autoridad única del agua 25 Organizaciones de cuenca 26 Organizaciones de usuarios 27 El Estado Nacional y la gestión integrada de los

recursos hídricos 28 Gestión de recursos hídricos compartidos con

otros países 29 Foros internacionales del agua 30 Consejo Hídrico Federal

EL AGUA Y LA LEY 31 El agua como bien de dominio público 32 Asignación de derechos de uso del agua 33 Reserva y veda de agua por parte del Estado 34 Derecho a la información

EL AGUA Y LA ECONOMÍA 35 El agua como motor del desarrollo sustentable 36 El valor económico del agua 37 Pago por el uso de agua 38 Pago por vertido de efluentes, penalidad por

contaminar y remediación 39 Subsidios del Estado 40 Cobro y reinversión en el sector hídrico 41 Financiamiento de infraestructura hídrica 42 Financiamiento de medidas no-estructurales

LA GESTION Y SUS HERRAMIENTAS 43 Desarrollo de la cultura del agua 44 Actualización legal y administrativa 45 Monitoreo sistemático 46 Sistema integrado de información hídrica 47 Optimización de sistemas hídricos 48 Formación de capacidades 49 Red de extensión y comunicación hídrica

Continuará…

Fuente: Consejo Hídrico Federal (2003) “Principios Rectores

de Política Hídrica de la República Argentina” Fundamentos del

Acuerdo Federal del Agua.

http://www.hidraulica.gob.ar/legales/principios_rectores_de_

politica_hidrica.pdf

Agua, el único recurso sin ley que lo regule

El agua es un recurso finito y vulnerable, elemento natural y decisivo para los procesos ambientales, el bienestar social, la viabilidad económica y el desarro-llo. No es un bien ordinario, además de ser un recurso natural es un recurso socioeconómico, estratégico, de interés provincial y nacional. Por esta razón, jurídica-mente es un bien de dominio público.

La escasez y el uso abusivo de este recurso plan-tean una amenaza cada vez mayor para el desarrollo sostenible y la protección del ambiente. El bienestar general, la salud, el desarrollo industrial, la seguri-dad alimentaria y los ecosistemas de que dependen, se hallan amenazados por actividades que no consi-deran al agua como un recurso finito y vulnerable. El desafío del tercer milenio es una Gestión Integral de los Recursos Hídricos que posibilite un manejo inte-ligente, eficaz y equitativo, superador del efectuado hasta el presente.

Ello requiere de políticas y acciones idóneas, así como también de marcos jurídicos regulatorios ade-cuados que adopten las modernas tendencias en la gestión integral de los Recursos Hídricos, a fin de op-timizar su aprovechamiento y revertir su contamina-ción y consumo ineficiente.

Tierra del Fuego es una de las dos provincias que aún no cuenta con un marco normativo especí-fico para cuidar tan valioso recurso, a pesar de que su Constitución, en su artículo 83 dispone que “las aguas que sean de dominio público y su aprovecha-miento están sujetas al interés general”; agregan-do a continuación que “el Estado, mediante una ley orgánica, reglamenta el uso racional de las aguas superficiales y subterráneas y adopta las medidas conducentes a evitar su contaminación y el agota-miento de las fuentes”.

En la provincia, la Dirección General de Recursos Hídricos es la responsable de realizar el relevamien-to, inventario, estudio, planificación, administración y control de los recursos hídricos (cursos y cuerpos de agua, humedales, glaciares, agua subterránea) e hidrobiológicos continentales de la Provincia a fin de lograr su aprovechamiento racional y equitativo, preservando el recurso como elemento indispensable para la conservación de los ecosistemas y promovien-do el acceso al agua como un derecho humano fun-damental. Estas tareas son llevadas a cabo mediante variados Programas con los que cuenta esta Direc-ción. Al ser el área técnica especifica de la Provincia en materia hídrica, y a fin de cumplir con el mandato de la Constitución provincial respecto de la sistema-tización de la legislación del agua, el área se propuso, ordenar en una ley los principios generales aplicables específicamente a la planificación, conocimiento, aprovechamiento, preservación y mejoramiento del agua y a la protección de las personas y los bienes contra el daño que el agua pudiera causarles.

El Proyecto de Ley elaborado por la DGRH se adap-ta a los Principios Rectores de la Política Hídrica en

Argentina, elaborados por todas las jurisdicciones de la República Argentina, los cuales son una especie de guía en el manejo de los recursos hídricos, que per-mite armonizar los valores sociales, económicos y ambientales que nuestra sociedad le asigna al agua. Estos son parte del Acuerdo Federal del Agua, al cual la Provincia de Tierra del Fuego adhirió mediante el Decreto N° 2084/03 y la Resolución de la Legislatura Provincial Nº 194/03.

El proyecto es integral; ofrece un cuerpo analítico y conceptual de normas que, mediante un moderno enfoque propio de esta disciplina, en función de la realidad actual, intenta brindar una herramienta idó-nea para el progreso y bienestar general de la Pro-vincia. Se intenta sistematizar, dar coherencia y com-prensión a la variedad de situaciones que son objeto de regulación en el moderno Derecho de aguas, a tra-vés de un Marco Jurídico Regulatorio amplio y flexible que legisle los aspectos sustantivos (principios, obje-tivos, instituciones, relaciones y modalidades) de los aprovechamientos, defensa y protección del Recurso Hídrico, etc., difiriendo a la reglamentación aquellos aspectos secundarios, técnicos y de procedimiento.

Como el agua no sólo es un recurso escaso, sino también un elemento del ambiente que condiciona el desarrollo económico y social ocasionando beneficios a la vez que perjuicios, se ha procurado normar tan-to el uso, goce y aprovechamiento del agua, como su preservación y mejoramiento, procurando evitar que cause perjuicios a las personas, a sus bienes y dere-chos, como así también al ambiente en general.

En cuanto a la utilización del recurso hídrico en la Provincia, actualmente se observan usos consuntivos de fuentes de agua para asentamientos turísticos, vi-viendas, establecimientos agropecuarios, de acuicul-tura, riego en estancias, lavado de áridos en canteras, aserraderos, uso petrolero e industrial, como así tam-bién usos no consuntivos vinculados principalmente a las actividades recreativas como la pesca deportiva o el canotaje. Esto en muchos casos provoca conflic-tos por utilización de la misma fuente por parte de va-rios usuarios, incompatibilidad de usos, descarga de efluentes sin tratamientos a los arroyos, etc. Asimis-mo la utilización de agua subterránea para recupera-ción secundaria por parte de las empresas petroleras, asentamientos agropecuarios, viviendas, actividades industriales, etc., sin normativa específica que regu-le todos los aspectos de su extracción, exploración y explotación, ni que permita la recuperación y cono-cimiento del estado de los acuíferos. Otros casos que se observan y que sin la regulación correspondiente pueden ocasionar grandes conflictos y perjuicio a la comunidad son la construcción de obras en cursos de agua, lo cual puede llegar a interferir en la dinámica natural del agua, perjudicando ecosistemas que de ella dependen. Los asentamientos que invaden la ri-bera de los ríos y los ubicados en vías de evacuación de inundaciones, son temas que han tomado mucha

importancia, debido que su estudio permite contar con herramientas fundamentales para la planifica-ción del territorio en los sectores próximos a las fuen-tes de agua.

A las situaciones descriptas, se suman las futuras demandas y posibles conflictos de usos, que serán ocasionadas por la utilización del agua para activi-dades productivas en las áreas rurales, interés por parte de algunos centros turísticos y micro empren-dimientos rurales, en generar energía hidroeléctrica mediante la utilización de microturbinas. Emprendi-mientos agrícolas y de acuicultura, industrias y em-presas a asentarse próximamente, como así cualquier otra actividad que demande agua, necesitan conocer la disponibilidad de la misma para desarrollar sus ac-tividades.

La disminución acelerada de la cantidad y calidad del agua hace que el valor del recurso aumente tam-bién aceleradamente. Es posible que el destino que hoy se considere óptimo para un curso de agua, se lo considere un despilfarro dentro de medio siglo. Un poco más de un centenar de artículos bien ordenados y meditados bastará para reglar el agua en la Provin-cia. Los reglamentos que vaya dictando el Poder Eje-cutivo a medida que las necesidades lo exijan basta-rán para dar al proceso de preservación y desarrollo hídrico la flexibilidad y el dinamismo que requiera.

Han pasado dos décadas desde que por primera vez y con el fin de solucionar los inconvenientes pro-vocados por el vacío legal y de realizar un manejo racional del recurso hídrico, la Dirección General de Recursos Hídricos elaboró un anteproyecto de Ley de Aguas para la Provincia que permite regular el uso del agua en la misma. Transformándose en Proyectos que sistemáticamente y sin explicaciones han pasado al archivo sin previo tratamiento por todas las Legisla-turas que hubo hasta el momento.

A continuación un diagnóstico de la situación ad-ministrativa actual, a los efectos de señalar las situa-ciones generadas por la falta de normativa que permi-ta el manejo adecuado del recurso.

• NoexisteunanormativaespecíficaenlaPro-vincia que reglamente la utilización del recurso hídri-co, la cual permita al organismo que administra este recurso, la Dirección General de Recursos Hídricos, cumplir sus funciones básicas y llevar adelante una gestión eficiente.

• Debido a la ausencia denormativa, no secuenta con un mecanismo que permita el otorga-miento de concesiones por parte de la Administra-ción provincial, a excepción de la correspondientes a la Autorización y Registro para Usos Especiales de las Aguas Públicas y para el Registro de Obras Hidráulicas, aprobadas mediante las resoluciones M.P. Nº 282/2004 y M.P. Nº 203/2004 respectivamen-te. Si bien a través de estos últimos instrumentos

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administrativos se han podido otorgar permisos por 2 años a usuarios del agua pública y registrar las obras hidráulicas vinculadas, los mismos no tienen el respaldo necesario para garantizar una continuidad en el tiempo al usuario a través de una concesión, ni como para efectivizar la regula-rización de todos los usos existentes y de las obras hidráulicas, ni evitar que se realicen usos u obras no convenientes ni compatibles, ni tomar medidas correctivas cuando algún usuario no cumpla con las condiciones establecidas.

• Noexisteningunarestricciónparalosusua-rios acerca del caudal que se toma, ni regulación de usos para un mismo curso de agua. La Administración no puede por lo tanto, priorizar usos, ni garantizar a ningún usuario la disponibilidad de un caudal y la calidad necesarios para distintos fines.

• Apesardehabersehabilitadoenelaño2004los Registros Provisorios (hasta tanto se cuente con la Ley) de Usuarios de Aguas Públicas, de Organismos de Usuarios y Cuencas y de Obras Hidráulicas mediante Resoluciones M.P. Nº 29/2004, M.P. Nº 79/2004 y M.P. Nº 80/2004, al no existir el marco legal correspondien-te, se dificulta que todos los usuarios y todas las obras hidráulicas puedan ser registradas, ya que se apela solamente a la buena predisposición de usuarios y/o constructores, no pudiéndose tomar medidas contra aquellos que no cumplimentan con la debida tramita-ción para ser regularizados. No se cuenta además, con la normativa contravencional específica para penali-zar los incumplimientos derivados de la mala utiliza-ción del recurso.

• Por lo expuesto en el párrafo anterior, y sibien se cuenta con una evaluación gral. de los recur-sos hídricos de la Pcia. desarrollada por la Dirección de Recursos Hídricos, no existe un Catastro de aguas (Inventario físico formal) asociado a un Registro Pú-

blico de todos los usuarios, que permita evaluar la disponibilidad real de recurso en ocasiones de cau-dales mínimos para futuros requerimientos. Esta si-tuación provoca conflictos, sobretodo en el caso de cursos compartidos por más de un usuario.

• No existe normativa que establezca la fija-ción de la línea de ribera de los ríos, zonas de evacua-ción de inundaciones y zonas de riesgo de inunda-ción, imposibilitando realizar un correcto control de la ocupación de cauces y zonas aledañas.

• Noesposibleejercerregulaciónnicontroldelas obras y servicios relativos al agua a través de nor-mativa específica que regule todos los aspectos invo-lucrados en su registro.

• No es posible propender a la participaciónciudadana en el manejo del recurso, dado que no se cuenta con un marco normativo para la creación de consorcios y organismos de usuarios del agua.

• Algunosde losusosseencuentrancontem-plados en la Ley Tarifaria; no obstante al no contar con un mecanismo de concesiones, no se realiza el cobro de regalía por uso del agua pública (excepto en caso del uso petrolero).

• Encuantoa lascuencas internacionales (derecursos hídricos compartidos con la República de Chile), la ausencia de concesiones, implica que en la negociaciones realizadas a nivel Cancillería, los dere-chos otorgados en el vecino país (aguas arriba), pre-valezcan sobre los de usuarios de Argentina, quienes solamente cuentan con permisos provisorios de corta duración (2 años).

• Noesposiblepromoverelusoproductivodelagua como factor movilizador de la economía, dado que no se garantiza a los usuarios disponibilidad de agua en cantidad y calidad, ni compatibilización de usos.

• Porúltimo,noesposible realizar laplanifi-cación territorial ni la planificación hídrica provincial bajo los principios del desarrollo sostenible, si no se cuenta con los mecanismos para regular el uso del agua, recurso esencial para la vida y el ambiente, pre-sente en todas las actividades productivas.

Fuente: Dirección General de Recursos Hídricos, Secretaría

de Desarrollo Sustentable y Ambiente (2015).