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BOLETÍN DE SEGUIMIENTO A POLÍTICAS PÚBLICAS - SEGUNDA ÉPOCA - AÑO VI - Nº 13 El 20% más rico de los trabajadores recibe 58% de los ingresos laborales AGOSTO 2009 CONTROL CIUDADANO Distribución del ingreso laboral urbano en Bolivia eafirmando el rasgo estructural característico de un patrón de acumulación que concentra la riqueza y el ingreso, el más reciente estudio del CEDLA sobre salarios e ingresos del trabajo en los principales centros urbanos de Bolivia evidencia que el 2008 esta desigualdad distributiva lleva a que el 20% más rico reciba 14 veces más que el 20% pobre. Esta cifra es más alta en Santa Cruz (30 veces) y La Paz (18), se reduce en Cochabamba y Potosí (12) y es baja en El Alto (4 veces), por la concentración de sus ocupados en los puestos de trabajo menos calificados. El quintil (20%) más rico de la población trabajadora masculina gana hasta 30 veces más que el quintil más pobre. Este segmento se apropia del 58,5% de la masa total de ingresos laborales, frente al 3,8% que retienen los del otro extremo. Si bien no tan pronunciada, esta asimetría también se presenta entre las mujeres, donde la relación desigual es de seis veces entre quienes ganan más y menos (47,1% y 7,7%, respectivamente) (Cuadro 1). Sobre este escenario de desigualdad estructural, se suma la diferencia de género: el estudio muestra que los hombres, que representan el 56,5% de la población ocupada, reciben el 67,8% de la masa global de ingresos del trabajo, en tanto que las mujeres, el restante 43,5% de los ocupados, solamente se olivia es uno de los países más desiguales de la región, donde el quintil (20%) más rico se apropia del 58,5% de la masa total de ingresos frente a 3,7% al que acceden los del otro extremo, situación relacionada con la mayor o menor calificación de los trabajadores y el sector donde se ocupan (formal o informal), entre otros factores. A pesar de algunos avances, las mujeres siguen siendo relegadas y discriminadas en el mercado laboral boliviano. El abaratamiento de la fuerza de trabajo, continúa siendo la estrategia utilizada para ganar competitividad, según el más reciente estudio sobre salarios e ingresos laborales del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) 1 . B R

El 20% más rico de los trabajadores recibe 58% de los ... · resultado de una distribución funcional ... de la media general. Tanto en las empresas típicamente capitalistas (grandes,

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BOLETÍN DE SEGUIMIENTO A POLÍTICAS PÚBLICAS - SEGUNDA ÉPOCA - AÑO VI - Nº 13

El 20% más rico de los trabajadoresrecibe 58% de los ingresos laborales

AGOSTO 2009

CONTROLCIUDADANO

Distribución del ingreso laboral urbano en Bolivia

eafirmando el rasgo estructuralcaracterístico de un patrón de

acumulación que concentra la riquezay el ingreso, el más reciente estudiodel CEDLA sobre salarios e ingresosdel trabajo en los principales centrosurbanos de Bolivia evidencia que el2008 esta desigualdad distributiva llevaa que el 20% más rico reciba 14 vecesmás que el 20% pobre. Esta cifra esmás alta en Santa Cruz (30 veces) y LaPaz (18), se reduce en Cochabamba y

Potosí (12) y es baja en El Alto (4 veces),por la concentración de sus ocupadosen los puestos de trabajo menoscalificados.

El quintil (20%) más rico de lapoblación trabajadora masculina ganahasta 30 veces más que el quintil máspobre. Este segmento se apropia del58,5% de la masa total de ingresoslaborales, frente al 3,8% que retienenlos del otro extremo. Si bien no tanpronunciada, esta asimetría también se

presenta entre las mujeres, donde larelación desigual es de seis veces entrequienes ganan más y menos (47,1% y7,7%, respectivamente) (Cuadro 1).

Sobre este escenario de desigualdadestructural, se suma la diferencia degénero: el estudio muestra que loshombres, que representan el 56,5% dela población ocupada, reciben el 67,8%de la masa global de ingresos del trabajo,en tanto que las mujeres, el restante43,5% de los ocupados, solamente se

olivia es uno de los países más desiguales de la región, donde el quintil (20%) más rico se apropia del 58,5% de lamasa total de ingresos frente a 3,7% al que acceden los del otro extremo, situación relacionada con la mayor o

menor calificación de los trabajadores y el sector donde se ocupan (formal o informal), entre otros factores. A pesarde algunos avances, las mujeres siguen siendo relegadas y discriminadas en el mercado laboral boliviano. El abaratamientode la fuerza de trabajo, continúa siendo la estrategia utilizada para ganar competitividad, según el más reciente estudiosobre salarios e ingresos laborales del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA)1.

B

R

Control Ciudadano2

apropian del 32,2% de los ingresos; esdecir, la masa de ingresos que quedaen manos de las mujeres ni siquierallega a la mitad (47,3%) de la queretienen los hombres.

Así, Bolivia aparece como uno delos países con los mayores niveles dedesigualdad del ingreso de la región,resultado de una distribución funcionaldel ingreso que favorece cada vez másal capital y de la creciente diferenciaciónsalarial entre los trabajadores calificadosy no calificados.

La calificaciónsí marca la diferenciaPero las desigualdades se extienden

más allá. Por ejemplo, tomando comoindicador a la mediana del ingresohorario2, se tendrá que el nivel delingreso por hora trabajada (Y/H) parael 2008 en las principales ciudades delpaís marca una profunda brecha deingresos entre los trabajadorescalificados y los no calificados.

Así, quienes ocupan puestos detrabajo que demandan menorescalificaciones para su desempeño(trabajadores de los servicios yoperarios no calificados), tienen unamediana de Y/H de Bs 3,4; cuatro vecespor debajo del que obtienen los máscalificados (directivos y gerentes), quealcanzan una mediana de Bs 12,5. Lostrabajadores semicalificados (empleadosy funcionarios administrativos) estánmás emparentados con los nocalificados, en una posición que podríadenominarse intermedia con un anclahacia abajo (Bs 6,1), mientras se

mantienen las brechas en contra de lasmujeres.

Según actividad económica, tanto enel total así como entre los hombres ylas mujeres, los ingresos más bajos seencuen tr an en l a i nd u s tr i amanufacturera, donde la mitad de losocupados obtiene por debajo de Bs3,9 por hora, situación que se repiteen todas las ciudades.

A poca distancia se encuentra elcomercio, donde la mediana llegaso lamente a Bs 4 ,2 la hora,presentándose un caso extremo en ElAlto: Bs 2,6. El persistente aumento ene l número d e t r aba j adoresindependientes que ingresan a estaactividad para trabajar con muy pococapital, evitando caer en el desempleo,explica en gran medida esta situación.

A su vez, la construcción y eltransporte son sectores conformados

por la fuerza laboral menos calificada,generalmente remunerada a destajo ysin ningún beneficio adicional al salario,lo que redunda en los bajos ingresosque obtienen por su trabajo, con unamediana igual a Bs 4,6.

En contraste, en todas las ciudadeslos trabajadores de los servicios(administración pública, serviciossociales y comunales) y otras ramas–sector financiero y servicios prestadosa las empresas, principalmente–obtienen las mejores remuneracionespor hora (Bs 7,4).

Ser obrero es muy pesadoSegún la posición ocupacional los

obreros, los trabajadores por cuentapropia y los/as empleados/as del serviciodoméstico son los que tienen lasremuneraciones más bajas por hora.

De hecho, la dependencia personalde las trabajadoras del hogar respectode sus empleadores es tan fuerte quese establece una relación casi servilque lleva a la extensión de las jornadaslaborales más allá de la horasnormativas. Como resultado, la medianade Y/H de este grupo apenas llega a Bs3,1.

De igual modo, dado el peso de losobreros en la industria manufactureray la construcción, no resultasorprendente que constituyan uno delos grupos que percibe el salario porhora más bajo entre la poblaciónocupada (Bs 4,2), similar al que obtienenlos trabajadores por cuenta propia,esto se repite para los obreros (Bs 4,4)y las obreras (Bs 2,5).

Este es un claro reflejo delpredominio y continuidad de lasestrategias de competitividad basadasen la reducción de costos laboralesantes que en la mejora de laproductividad. Así, la temporalidad, lasubcontratación a través de terceros,el pago a destajo, su débil o ningunaorganización sindical son, entre otros,factores que explican la posición quelos obreros/as han pasado a ocupar enla estructura salarial. Actualmenterepresentan el 35% de la poblaciónocupada en las ciudades consideradasy, por lo tanto, su bajo nivel de ingresosrepercute sobre el rezago general que

Quintiles de ingreso

Quintil I (más rico)Quintil IIQuintil IIIQuintil IVQuintil V (más pobre)20% rico / 20% pobre

Hombre

58,55,4

16,617,71,9

30,6

Fuente: ECEDLA, 2008

Total

54,87,4

17,416,63,8

14,5

Mujer

47,111,519,114,57,76,1

Cuadro 1Distribución del ingreso personal mensual por sexo, 2008

(En porcentaje)

Bolivia aparece como unode los países con losmayores niveles de

desigualdad del ingreso dela región, resultado de unadistribución funcional delingreso que favorece cadavez más al capital y de lacreciente diferenciación

salarial entre lostrabajadores calificados y

no calificados

La Paz, agosto de 2009 3

muestran los salarios en el país.El Y/H de los trabajadores por cuenta

propia se iguala al de los obreroscuando se toma como indicador a lamediana (Bs 4,2), en cambio elpromedio se ubica por encima (Bs 7,4)del que obtienen los obreros (Bs 5,2).

Comparativamente, los grupos queobtienen los salarios e ingresos porhora muy superiores al promediogenera l son los profesionalesindependientes (Bs 12,5). Losempleados tienen una mediana de Y/Hque equivale apenas a la mitad (Bs 6,3),es decir, una mejor posición ocupacionalentre los asalariados no siempre lesgarantiza mejores renumeraciones.

Subvaloración del trabajoen el sector privadoExplorando en el sector empresarial,

el estudio encontró que comoresultado de las políticas de flexibilidadsalarial, en la gestión 2008 la medianade Y/H apenas se ubicó por encimade la media general. Tanto en lasempresas típicamente capitalistas(grandes, medianas y pequeñas) comoen las que el dueño interviene en laproducción (semiempresarial), lamediana de Y/H es Bs 5, donde quedaclaro que la remuneración del trabajo–muy por debajo de su valor– y laextensión de las jornadas, además desu intensificación, siguen siendo losmecanismos privileg iados paramantener o elevar sus niveles deren tab i l i dad y log rar c i er tacompetitividad en los mercados.

A partir de esta lógica empresarialque tiene efectos adversos para supropia reproducción y crecimiento–por la vía del achicamiento delmercado interno y la vulnerabilidad ensu inserción externa– la mediana deY/H entre sus ocupados equivale amenos del 50% de la que obtienen lostrabajadores del sector estatal (Bs 10,4).

Claramente, la política salarialactualmente no beneficia a losocupados en el sector privado, dondela normativa se aplica en un porcentajereducido de las empresas. Además, apesar de su mayor productividadrelativa, la subvaloración de la fuerzalaboral en el sector empresarial,

refuerza el rezago salarial y de losingresos del trabajo en los centrosurbanos del país, pues sus efectos seexpanden –por la vía del mercado debienes y servicios– hacia el conjuntode las remuneraciones del trabajo.

Se puede plantear, por último, queademás de los factores institucionalesvinculados con la política salarial o losfactores económicos asociados con laproductividad, el excedente de fuerzade trabajo y la débil posiciónnegociadora de los trabajadoresorganizados son factores cruciales a lahora de explicar la evolución de lossalarios y su nivel en una determinadacoyuntura.

Estos factores determinantes sevisibilizan cuando el indicador se refiereal ingreso horario, pues la subvaloracióndel trabajo donde existe trato salarialha estado acompañada de la ampliaciónde las jornadas de trabajo; a su vez, elaumento en la jornada laboral promediorespecto a la normativa (una o más

horas dependiendo del sector delmercado de trabajo), debe considerarsecomo el resultado de los bajos salarios,es decir, de la mayor explotación quelleva a la fuerza laboral a prolongar sujornada en forma involuntaria y bajola presión del aumento en el costo devida.

Concentración en niveles inferiores al promedioConsiderando los salarios e ingresos

netos3, el ingreso promedio de lostrabajadores para el conjunto deciudades es de Bs 1.427. Sin embargo,casi siete de cada diez tienen un ingresoinferior al promedio. Entre los hombresel promedio es de Bs 1.709, pero seisde cada diez gana por debajo de esemonto; de igual manera, las mujerestienen un ingreso medio de Bs 1.062, mientras que ocho de cada diez ganan por debajo de ese monto.

Santa Cruz se presenta como laciudad con ingresos medios máselevados, mientras que El Alto se ubicaen el otro extremo, pero estas ciudadestienen en común con las demás, un altoporcentaje de trabajadores conremuneraciones que se ubican pordebajo del promedio, lo que ratifica elalto grado de dispersión o desigualdaden su comportamiento.

Frente a niveles tan desiguales deingresos, la mediana es un indicadormás representativo de lo que gana lapoblación trabajadora. En el conjuntode las ciudades, la mitad gana por debajo

El ingreso promedio delos trabajadores para elconjunto de ciudades es

de Bs 1.427. Sinembargo, casi siete decada diez tienen uningreso inferior al

promedio

Control Ciudadano4

de Bs 930, Bs 1200 entre los hombresy Bs 600 entre las mujeres, lo quepermite evidenciar el grado al que hallegado la contención de los salarios yla lenta evolución de los ingresos nosalariales, en los centros urbanos delpaís.

A través de la mediana se muestratambién con mayor claridad la brechade ingresos que separa a los hombresde las mujeres, tanto por razones dedesigualdad en el trato salarial comopor el acceso diferenciado a lasoportunidades de empleo y lasegregación ocupacional que afecta alas mujeres. Como ocurre con ladispersión del ingreso, esta característicase repite en todas las ciudadescons iderada s en e l es tud io,constituyendo un rasgo estructural delas diferencias asociadas con el géneroen el mercado de trabajo (Cuadro 2).

Las brechas poreducación y géneroCon respecto a la relación entre el

nivel educativo y las remuneracionesdel trabajo, la investigación establecióque las diferencias en los ingresos sonnotables a medida que aumenta laeducación de la población ocupada. Lostrabajadores sin estudios tienen uningreso que apenas representa el 37%del promedio general, el paso a laeducación primaria y secundariaaumenta este porcentaje al 63% y 86%respectivamente.

Sin embargo, es solamente con eltránsito a la educación superior cuandose encuentra una mejora sustantiva delos ingresos hasta superar el promedioen 53% y todavía más cuando se tratade las mujeres más escolarizadas (60%).

Ahora bien, con independencia delnivel educativo, existe una brecha

grande de ingresos por sexos en todaslas ciudades. Así, las mujeres tienen uningreso promedio que representasolamente el 62,2 % del que obtienenlos hombres y una mediana de ingresosque equivale a la mitad de la que recibenlos hombres. Esta brecha de ingresosse mantiene cuando las mujeresalcanzan la educación superior (67,5%),con algunas variaciones de magnituddependiendo de las ciudades (Cuadro3).

Estabilidad laboral y salariosUno de los mecanismos más

utilizados por las empresas paraabaratar los costos de la fuerza detrabajo ha sido la flexibilidad contractual,tanto en lo que hace al ajuste delnúmero de trabajadores como en lasformas de contratación. Es así como elaumento en la tasa de rotación en elempleo, la inestabilidad e incertidumbrelaboral han pasado a ser casi una normaentre los trabajadores asalariados,s i tuación que no ha var iadosustantivamente aún con medidas comoel D.S. 286994.

Durante el 2008, solamente el 51,3%de los trabajadores asalariados en lasprincipales ciudades del país tenía uncontrato por tiempo indefinido, el 28%estuvo sujeto a un contrato a plazo fijoy el 20,7% fue trabajador eventual. Enalgunas ciudades como El Alto yCochabamba, el porcentaje deasalariados permanentes cayó muy pordebajo del 50% y, en otras como LaPaz llegó hasta cerca del 60%, siendoaún reducido.

Este rasgo, que tiende a convertirseen estructural, tiene una gran influenciaen el nivel de los salarios medios. Porlo general, quienes no tienen uncontrato de trabajo permanente estánsujetos a formas de pago a destajo opor obra y no reciben otros beneficiosadicionales al salario (bonos, subsidios,primas etc.); asimismo, están excluidosdel acceso a las prestaciones socialesde corto y largo plazo5 lo que suponeuna disminución adicional de su salario(por efecto de los gastos en salud,maternidad, lactancia, etc.), además deun mayor riesgo de desprotección socialen la vejez, ya que solamente el 38%

Ingresos

TOTALPromedio% inferior al promedioMedianaLA PAZPromedio% inferior al promedioMedianaSANTA CRUZPromedio% inferior al promedioMedianaCOCHABAMBAPromedio% inferior al promedioMedianaEL ALTOPromedio% inferior al promedioMedianaPOTOSÍPromedio% inferior al promedioMediana

Hombre

1.70959,4

1.200

1.77062,7

1.000

2.04351,1

1.400

1.51859,7

1.200

1.23370,8900

1.55554,4

1.200

Fuente: ECEDLA, 2008

Total

1.42768,4930

1.51168,7858

1.72961,9

1.185

1.30168,5960

97378,7600

1.33864,4

1.000

Mujer

1.06280,0600

1.23575,1700

1.26177,5800

1.01580,2600

65188,4400

1.05677,4750

Cuadro 2Promedio y mediana de ingresos por ciudad y sexo, 2008

La Paz, agosto de 2009 5

de todos los asalariados aportan parasu jubilación.

En este escenario y tomando comoreferencia al conjunto de ocupados enlas principales ciudades del país, el 2008un trabajador eventual ganaba enpromedio la mitad de lo que recibíaun trabajador permanente y, untrabajador contratado a plazo fijosolamente llegaba a recibir el 70% delsalario de aquél. Es decir, a mayorinestabilidad laboral la explotacióncrece y se verifica que el plus valor quese extrae de los trabajadorestempora le s o eventua le s esextremadamente alto.

En resumen, la tendencia sostenidaa la reducción de los costos laborales,representa la fuente principal de laplusvalía –acrecentada por la plusvalíaextraordinaria que se obtiene de lostrabajadores temporales y eventuales–,a la que se suman las otras fuentes queprovienen de la extensión de la jornadade trabajo y su intensificación.

En términos agregados , l ain formación de la Cuenta deGeneración del Ingreso6, que permite analizar cómo se reparte la riquezagenerada por el capital y el trabajo,resume la situación de los salarios en2008. La proporción del ingreso quequeda en manos de los trabajadoresasalariados es relativamente baja y hadisminuido en el transcurso de los2000, desde el 35% al 24,6% en 2007.En cambio, la parte de la que se apropiael capital se mantiene en torno al 50%del ingreso disponible, expresando no

solamente el grado al que ha llegadoel ajuste de los salarios, sino latendencia a una mayor explotación deltrabajo en contextos de elevadocrecimiento económico como los quecaracterizaron al período 2006-2008.

Ingresos y costo de vidaDe acuerdo con el estudio, más de

seis de cada diez trabajadores noalcanzan a cubrir con sus ingresos elcosto de una Canasta NormativaAlimentaria (CNA)7 y solamente unode cada diez podría cubrir una canastabásica familiar completa (CBF). Entrelas mujeres ocho de cada diez y entrelos hombres seis de cada diez tieneningresos por debajo del costo de laCNA y sólo el 14% y el 8%respectivamente, podría cubrir unaCBF.

En términos monetarios, estaestructura muestra que el 65,3% de

los ocupados gana menos de Bs 1.288,el 23,3% gana hasta Bs 2.576 y que sóloel restante 11,4% tiene un ingreso quesupera este monto. Con pocasvariaciones la insuficiencia de lasremuneraciones con relación al costode vida se verifica en todas las ciudades,mientras que se encuentran diferenciasentre los grupos de la poblaciónocupada.

Ingresos y estatus ocupacionalLos trabajadores cal ificados

presentan una mayor diferenciación ensus ingresos de modo que un terciogana por debajo del costo de una CNAy apenas otro tercio obtiene ingresossuficientes para cubrir el costo de unacanasta familiar completa. Si esto ocurreentre los ocupados con mayores nivelesde calificación, en el otro extremo,están los trabajadores no calificados;el 77,6% tiene un ingreso menor o igualal costo de una canasta alimentaria yapenas el 5% tiene la posibilidad decubrirla. Una situación intermediapresenta el grupo de trabajadoressemicalificados, donde el 57% percibeingresos que no alcanzan para cubriruna CNA, en tanto que no más del12% alcanzaría a cubrir una canastacompleta.

A partir de esta estructura, se puedeconcluir que cualquier política dirigidaa mejorar los niveles salariales y deingresos, pasa por mejorar la capacidadproductiva y la productividad en elpaís, con una calificación acorde a lafuerza de trabajo.

Nivel educativo

TotalNingunaPrimariaSecundariaSuperior

Mediana

930400700800

1.500

Fuente: ECEDLA, 2008

Promedio

1.427529902

1.2302.182

Cuadro 3Promedio y mediana de ingresos según nivel educativo por sexo (2008)

(En bolivianos)

Mediana

1.200800960

1.0001.600

Promedio

1.709832

1.1361,4302.529

Mediana

600300480600

1.200

Promedio

1.062447665908

1.706

Mediana

50,037,550,060,075,0

Promedio

62,253,758,563,567,5

Total Hombres Mujeres Hombre/Mujer (%)

El 2008 un trabajadoreventual ganaba en

promedio la mitad de loque recibía un trabajador

permanente y, untrabajador contratado a

plazo fijo solamentellegaba a recibir el 70%

del salario de aquél

Control Ciudadano6

Ingresos y actividad económicaSegún el estudio, los trabajadores

con mejores remuneraciones son losque se encuentran en el grupoconformado por las actividadesfinancieras, minería, electricidad, gas,agua y servicios prestados a lasempresas que se han agrupado bajo eldenominativo de “Otras ramas”. Estosgrupos son los que en mayor porcentaje(25%) logran cubrir con sus ingresosel costo de una canasta familiarcompleta, mientras que, con elporcentaje más bajo, el 40% no podríacubrir, al menos, el costo de la CNA.

En el otro frente están los trabaja-dores de la industria manufacturera yel comercio, en ese orden, entre loscuales el 79% y el 71%, respectivamente,ni siquiera tienen ingresos suficientespara cubrir una CNA, en tanto queno más del 10% alcanzaría a sufragartodos los gastos de la CBF. El rezagosalarial entre los obreros es de talmagnitud que el 2008 sus ingresos seencuentran por debajo del que percibenlos ocupados en las actividades másprecarias del comercio minorista.

En un nivel intermedio se encuentranlos ocupados en la construcción y eltransporte; el 55% se encuentra en eltramo de ingresos inferiores al costode una CNA, mientras que unporcentaje reducido lograría cubrir elcosto de la canasta familiar completa. La extensión de las jornadas laboralescaracterística de quienes laboran enestas actividades –sobre todo entre losconductores del transporte público–y la escasez relativa de obreros de laconstrucción como efecto de lamigración externa o hacia actividadesmás rentables como la minería, sonfactores que explican que algunostrabajadores presenten un ingresorelativamente más elevado (Cuadro 4).

Ingresos ycategoría ocupacionalLos trabajadores del hogar, seguidos

de los trabajadores por cuenta propiay los obreros, se encuentran en lostramos más bajos de la distribución(menos de una CNA). El bajoreconocimiento social que tiene eltrabajo doméstico remunerado –por

Actividades

TotalMenos del 1 CNA1 a 2 CNA2 y 3 CNA3 y más CNAIndustriaMenos del 1 CNA1 a 2 CNA2 y 3 CNA3 y más CNAConstrucciónMenos del 1 CNA1 a 2 CNA2 y 3 CNA3 y más CNAComercioMenos del 1 CNA1 a 2 CNA2 y 3 CNA3 y más CNATransporteMenos del 1 CNA1 a 2 CNA2 y 3 CNA3 y más CNAServiciosMenos del 1 CNA1 a 2 CNA2 y 3 CNA3 y más CNAOtras ramasMenos del 1 CNA1 a 2 CNA2 y 3 CNA3 y más CNA

La Paz

65,120,46,28,3

81,114,53,21,2

65,519,83,5

11,2

60,922,97,68,7

39,441,413,85,3

61,924,76,96,5

30,542,112,115,3

Fuente: ECEDLA, 2008

Total

65,323,35,85,7

79,114,13,73,1

54,837,14,33,9

71,218,04,46,4

54,032,29,84,0

60,225,96,87,1

40,534,511,613,4

Cuadro 4Salario e ingresos en CNA según actividad económica y ciudad (2008)

(En porcentaje)

Sta. Cruz

58,227,57,46,9

67,722,84,55,0

49,041,14,75,2

60,922,97,68,7

39,441,413,85,3

61,924,76,96,5

30,542,112,115,3

Cbba

65,425,84,84,0

79,614,92,33,1

40,649,68,51,2

75,515,72,66,2

53,738,36,91,1

62,227,95,74,1

41,728,814,614,9

El Alto

77,016,83,52,7

86,67,13,72,6

73,027,0

--

83,111,82,22,9

69,922,93,73,6

61,630,55,72,1

62,819,85,6

11,8

Potosí

62,228,25,34,2

72,523,41,92,2

66,727,23,13,0

78,011,84,45,7

52,936,47,23,5

45,540,17,66,8

60,631,15,33,0

La Paz, agosto de 2009 7

lo general a cargo de mujeres jóvenesy migrantes de origen rural– se traduceen remuneraciones que se encuentranmuy por debajo de su costo dereproducción. El cien por ciento ganapor debajo de una canasta alimentariaen todos los contextos geográficos.

El grupo de trabajadores por cuentapropia t iene una composiciónheterogénea, con un peso mayor depoblación ocupada femenina y conmenores niveles de educación, así comoun porcentaje mayor de personas quetrabajan a tiempo parcial. De ahí resultaque tres de cada cuatro trabajadorespor cuenta propia –en todas lasciudades– se encuentra en el tramo deingresos menor a una canastaalimentaria y apenas uno de cada diezpodría alcanzar a cubrir el costo deuna canasta completa.

La situación de los obreros es muysimilar a la que se observa entre lostrabajadores por cuenta propia, sietede cada diez reciben un salario menora una CNA y no más del 3% podríacubrir una canasta completa. Estaestructura permite afirmar que losobreros tienen en común los bajossalarios, tanto los que se sujetan acontratos eventuales –montos igualeso apenas por encima del salario mínimonacional– como los permanentes,sumando incluso el ingreso porconcepto de horas extraordinarias.

Por último, los grupos con mejoresingresos son los profesionalesindependientes, ya que el 40%alcanzaría a cubrir el costo de unacanasta familiar completa y solamenteel 22% no lograría cubrir la canastaalimentaria.

Ingresos y sectoresdel mercado de trabajoUn primer aspecto a destacar es la

estructura altamente diferenciada deingresos que se presenta en el sectorestatal, en comparación con el sectorempresarial, donde los mejores nivelescorresponden a los trabajadoresestatales.

Un segundo aspecto remarcable esque, a pesar de los diferenciales deproductividad que los separa, lasestructuras salariales en los sectores

empresarial y semiempresarial sehabrían igualado con el tiempo haciaabajo, lo que se observa en todas lasciudades. Es decir, que desde laperspectiva de los ingresos, el sectorprivado está cada vez menossegmentado, las subvaloración deltrabajo y las formas de explotación,características de la semiempresa, sehabr ían extend ido a l sec torempresarial8.

En efecto, entre la población ocupadaen el sector estatal, cerca del 20% tieneun ingreso suficiente para cubrir lacanasta familiar completa y solamenteel 34,9% se concentra en el tramoequivalente a menos de una CNA, conuna estructura similar en todas lasciudades.

En cambio, en los sectoresempresarial (60%) y semiempresarial( 64 ,7%) los ocupados es tánconcentrados en el tramo por debajodel costo de una CNA, y unaproporción menor al 15%, en ambos,lograría cubrir con su ingreso unacanasta completa.

A su vez, la estructura de ingresosen el sector familiar muestra que, dadoel continuo crecimiento en el númerode sus ocupados, todos tienden a ganarmenos en promedio de manera queen el 2008, la mayoría se concentrabaen el tramo de ingresos menor a unaCNA, con algunas diferencias porciudades (entre el 66% y el 83%). Esdecir, que los ingresos de este grupose encuentran incluso por debajo delos que se obtienen en el sectorsemiempresarial. Este es un rasgo nuevoque, con mayor razón, lleva a lanecesidad de distinguir segmentos alinterior del llamado sector informalurbano9.

Por último, y como ya se ha referido,la peor situación en términos deingresos –y ciertamente otrascondiciones laborales– se encuentraentre los trabajadores del serviciodoméstico vinculados laboralmentecon unidades domésticas u hogares.

Evolución del salario mínimoLa ofensiva de las pol ít icas

neoliberales contra el trabajo hacolocado al salario como una variable

central de ajuste para posibilitar, entreotros objetivos, la recuperación ymantenimiento de los niveles derentabilidad, la atracción de InversiónExtranjera Directa (IED) y la estabilidadde precios.

Esta transferencia de costos desdeel capital y el Estado hacia el trabajose anunciaba como un sacrificiotemporal de los trabajadores, pero seconvirtió en una constante que llevóa un rezago salarial sin precedentes ycontribuyó a elevar la precariedadlaboral de la mayor parte de lostrabajadores en Bolivia, tendencia quese mantiene hasta el presente.

De acuerdo con un estudio realizadoen la Universidad de Belgrano, Argentinaen el 2008, el salario mínimo conparidad de poder adquisitivo en Bolivia($us 63), se encontraba cinco vecespor debajo del que regía en Argentina,que era más de cuatro veces menor alde Chile y casi tres veces inferior al deBrasil.

Entre el 2000 y el 2008 el SMN real apenas creció en 1,6%, lo quedifícilmente puede considerarse comoun aumento; se puede decir que condificultad mantuvo su poder adquisitivoequivalente a menos de la mitad (47,3%)del costo de una canasta alimentaria.

Con todo, la determinación del SMNcontinúa siendo una de las piezas clavepara la contención salarial en el país,prueba de ello es que el Salario MínimoReal (SMR) en el 2008 todavía se ubicapor debajo del nivel de 2002 (Cuadro5).

En los sectoresempresarial (60%) y

semiempresarial(64,7%) los ocupadosestán concentrados enel tramo por debajo delcosto de una CNA, y

una proporción menoral 15%, en ambos,

lograría cubrir con suingreso una canasta

completa

Control Ciudadano8

En la medida en que el salariomínimo es un referente para la fijaciónde los salarios de la fuerza laboralmenos calificada y, específicamente,para quienes se sujetan a contratoseventuales o con duración definida –unelevado porcentaje de los trabajadoresde las empresas de todo tamaño– sumonto y evolución inciden en elcomportamiento general de los salarios.

La influencia del SMN en la evolucióndel salario medio urbano se verificacon la información disponible para el2005. Una comparación regionalrealizada en la Comisión Económicapara América Latina (CEPAL) reportaque, como sucede con el SMN, Bolivia–junto a Ecuador– presenta el salariopromedio urbano más bajo de la región:3,5 veces inferior al de Argentina; 2,4al de Chile, 1,5 al de Brasil y 1,4 al dePerú (CEPAL, 2006).

Finalmente, comparando el salariomínimo con el salario/ingreso promedioen el período 2000 - 2007, se encuentrauna relación media-baja descendentedesde el 2002, donde el SMR representaapenas cerca del 40% del salario/ingresopromedio, lo que significa que su papelcomo referente de las remuneracionesno es igual para las diferentes categoríasde trabajadores.

Por lo visto, se puede concluir queel comportamiento de los salarios y,por extensión de otros ingresos deltrabajo en el país, tiene una lógica queresponde básicamente a los interesesdel capital antes que a la necesidad deasegurar la reproducción del trabajadory de la clase trabajadora como tal.

Numerosos indicadores hanpermitido mostrar cómo el nivel delos salarios e ingresos del trabajo y sudesigualdad se constituyen en una delas cuestiones centrales de laproblemática del trabajo en el país ylos desafíos inmediatos que estocomporta para la gestión de laspolíticas públicas en un contexto en elque la crisis económica internacional

ha comenzado a exteriorizarse,amenazando con irradiar rápidamentesus efectos sobre la economía de laregión y de Bolivia. Entre sus primerasmanifestaciones con resultadosinmediatos en el deterioro de losingresos laborales ha sido el alza delos precios de los alimentos, la caídapor la demanda de la oferta exportabledel país y el consiguiente aumento deldesempleo abierto.

Las orientacionesde la política salarialDesde 1985, la política salarial estuvo

orientada a: i) lograr que la evoluciónde los salarios sea compatible con elmantenimiento de la estabilidad deprecios ; i i ) inst i tu ir la l ibredeterminación del salario entre partesy; iii) favorecer las inversiones privadascon destino a las exportaciones.

Como ya se dijo, esta fue una políticade deterioro salaria l ap licadasistemáticamente como mecanismo deabaratamiento de costos para permitirla competitividad de las empresas yatraer la inversión extranjera, a fin decrear condiciones necesarias paradinamizar el crecimiento económico,la mejora de la productividad y larentabilidad empresarial.

Años

200020012002200320042005200620072008

Variación 2000 - 2008Crecimiento 2008 (%)

Fuente: Elaboración propia con base en INE, 2007, 2008.

SalarioMínimonominal(SMNN)

335,0400,0430,0440,0440,0440,0500,0525,0577,5242,5

Cuadro 5Evolución del Salario Mínimo Nacional y Real (1988 - 2008)

Salariomínimo

Real (SMR)(En Bs. de 1991)

182,6200,4214,0212,9204,3193,9212,0210,0207,4 24,8

Crecimientopromedio anualSMNN (En %)

1,517,7 7,2 2,3 0,0 0,012,8 4,9 9,5

6,8

Crecimientopromedio anualSMNR (En %)

22,0 9,3 6,6-0,5-4,1-5,2 8,9 -0,9 -1,2

1,6

SMNN/CNA(En %)

45,549,152,952,950,046,950,149,347,3

Desde 1985, la políticasalarial estuvo orientada a:i) lograr que la evolución delos salarios sea compatiblecon el mantenimiento de laestabilidad de precios; ii)

instituir la libre determinacióndel salario entre partes y; iii)

favorecer las inversionesprivadas con destino a las

exportaciones

La Paz, agosto de 2009 9

Además, fue una política de deteriorosalarial que no afectó en formahomogénea a los trabajadores, sinoprincipalmente a quienes se ubican enlos escalones medio y bajo de laestructura salarial: obreros (industria,construcción, minería), trabajadores delos servicios tradicionales, de losservicios sociales y los servicioscomunales del Estado (educación, saludy servicios básicos).

La orientación exportadora de laeconomía y la flexibilización delmercado de trabajo también influyeron en la evolución de los salarios. Estaúltima, basada en medidas de librecontratación10, permitió: i) que lasempresas ajustaran el nivel del empleoen función de las variaciones de lademanda, lo que creó un excedente defuerza de trabajo en la magnitudsuficiente como para incidir en eldeterioro salarial; y ii) fragmentó a lostraba jadores y deb il i tó a susorganizaciones sindicales en sus luchaspor mejoras salariales y otros derechoslaborales.

Así, el abaratamiento de los costossalariales, directos e indirectos, y laextensión de las jornadas laborales, sinuna remuneración equivalente, seconvirtieron en la estrategia privilegiadadel capital para mantener sus nivelesde rentabilidad, más que las inversionescon destino a la mejora de laproductividad.

En el sector estatal, los salarios semantuvieron bajos con la aplicación demedidas de austeridad fiscal, enparticular para los ocupados en losservicios de educación y salud.

Finalmente, la lenta evolución de lamasa salarial en el país, tanto por elrezago de las remuneraciones comopor la escasa generación de nuevosempleos, tuvo un impacto negativosobre el nivel y la evolución de losingresos de los traba jadoresindependientes, que dependen en granmedida de lo que ocurre en la esferadel trabajo asalariado.

En definitiva, los saldos observadosen materia salarial y de ingresos haciael 2008 son el resultado de una políticaeconómica y salarial que durante casicuarto siglo privilegió los intereses del

capital y los equilibrios macroeco-nómicos, en desmedro de las condi-ciones de vida de los trabajadores.

La política salarial vigenteEn la coyuntura, la política salarial

sigue siendo una pieza clave de la políticaeconómica general y de la política fiscalespecíficamente, por lo cual el Estadojuega un rol central en la fijación delsalario mínimo y en la definición detopes de referencia para el incrementosalarial. En cambio, todavía tiene unalcance limitado en cuanto a ladeterminación de los salarios –y suincremento– en el sector privado,donde la política establece el acuerdopatronal y laboral a nivel de empresa.

En su campaña electora l elpresidente Evo Morales ofreció mejorassustantivas en el salario mínimo y enlos sueldos de los maestros ytrabajadores del sector salud, lo quemotivó enormes expectativas sobre supolítica salarial. En los hechos, sólo sehicieron aumentos anuales al salariomínimo –de aplicación obligatoria enel sector público y privado11–, seaumentó el salario básico en educacióny salud y se estableció la base dereferencia para su incremento anual.Complementariamente, a partir del2007, se estableció la base delincremento del salario básico en elsector privado, a través de unporcentaje de referencia para lanegociación entre partes.

El estudio ha demostrado que losaumentos del SMN han sidoinsuficientes, al menos para mantenersu poder adquisitivo en el tiempo.Desde 2006 se hicieron aumentosmínimos con relación al alza del costode vida (5% y 10% en los años 2007 y2008, respectivamente), de manera queen este último año, el SMN ya habíatenido una caída real por segundo añoconsecutivo.

Si bien la política salarial con relaciónal sector privado intenta marcar unadiferencia con las anteriores gestionesde gobierno, al definir un porcentajebase para el incremento salarial desdeel 2007 y someterlo al acuerdo entrelas partes, no abandona la política queprivilegia el interés patronal, lo quereduce su papel en la perspectiva de lamejora de los salarios en este sector.

Excedente de fuerzade trabajo y salariosEl excedente de fuerza de trabajo

–expresado en e l g rado desubutilización global de la mano deobra12– es significativamente elevadoen las principales ciudades del país.Tomando como referente a las ciudadesdel eje central y Potosí, el índice desubutilización global llega al 52% de laPoblación Económicamente Activa(PEA). Es decir que teóricamente, másde la mitad de la fuerza laboral quedaríadesocupada si todos los trabajadorestuvieran un empleo adecuado.

En esta medida puede decirse queexiste una alta correlación entre ladimensión del excedente de fuerza detrabajo y el nivel de los salarios; éstetiene tal magnitud que exacerba lacompetencia por los escasos puestosde trabajo disponibles, creando lascondiciones para deprimir los salariosy a fe c ta r nega t i v amen te e lcomportamiento general de los ingresosdel trabajo.

En un contexto donde la mayorparte de las empresas opera con bajosniveles de productividad, el excedentede fuerza de trabajo permite, también, mantener umbrales de competitividado, en su caso, mejorar la rentabilidad,mediante el empleo de un mayorvolumen de trabajadores con bajos

El abaratamiento de loscostos salariales, directose indirectos, y la extensiónde las jornadas laborales,

sin una remuneraciónequivalente, se

convirtieron en laestrategia privilegiada delcapital para mantener susniveles de rentabilidad

Control Ciudadano10

salarios. En esta medida la generaciónde empleos tiene lugar a expensas desu calidad, siendo los salarios, la variablemás afectada, tanto en momentos derecesión como de recuperacióneconómica.

Acción sindical y salariosLa fragmentación y atomización de

la acción colectiva que siguió a laspolíticas y estrategias de flexibilizaciónlaboral, se expresan en la coyuntura enel mayor debilitamiento del poder denegociación de los sindicatos y en laescasa capacidad –y en muchos casosvoluntad política– de las organizacionesmatrices para articular, conducir yrepresentar sus luchas económicas pormejores salarios y otras condicionesde trabajo frente al Estado y al sectorprivado.

Esta tendencia imparable se reflejaen una menor afiliación sindical, la mismaque contribuye a resquebrajar los pocosespacios de acción colectiva dirigidosa transformar las condiciones en lascuáles se desarrolla la relación salarial.

Son estas condiciones que inciden,también, en la persistencia de bajossalarios e ingresos en nuestra sociedad,no solamente entre quienes ocupan lasposiciones ocupacionales más precarias,sino como un rasgo generalizado de lalógica de funcionamiento de laeconomía nacional.

Notas1. El Estudio cubre a las ciudades de La

Paz, Cochabamba, Santa Cruz, El Alto yPotosí.

2. La mediana del ingreso es el valor centralde todos los ingresos ordenados demenor a mayor y tiene hacia arriba yhacia abajo el mismo número depersonas, es decir, indica el monto pordebajo (o por encima) del cual gana el50% de la población ocupada. Encomparación con el promedio, lamediana no es sensible a la variación delos extremos y permite reflejar justo elcentro de la distribución.

3. La información consigna los ingresosnetos después de los descuentosdispuestos por ley para el caso de losasalariados, o después de descontar losgastos realizados para la producción oventa de bienes y servicios, para el casode los trabajadores independientes.

4. D.S. 28699 promulgado el 1º de mayode 2006 que busca reponer la vigenciade los derechos que fueron conculcados con la aplicación de las medidas de librecontratación contenidas en el D.S. 21060que instaura las políticas de ajusteestructural en el país.

5. Con la privatización del sistema deseguridad social rige el principio decapitalización individual y se ha eliminadoel aporte patronal. En consecuencia, losempleadores son solamente agentes deretención de los aportes que realizanlos trabajadores. Quienes aportan a lasAFP por lo general también acceden albeneficio de las prestaciones de salud yviceversa, por lo cual la cobertura delsistema de seguridad social es indicativade la cobertura del resto de prestacionessociales.

6. El INE ha incorporado esta metodología para la medición del ingreso disponibley su distribución, en sustitución delmétodo de distribución funcional.

7. El costo de la CNA es una cantidad de

dinero que permite a una familiasatisfacer sus necesidades mínimas dealimentación con referencia a unaestructura de consumo y a unaestructura de precios. Para cuantificarlas necesidades mínimas de alimentaciónde una familia promedio se utilizan tablasestablecidas de requer imientosnutricionales básicos por persona. Unavez definida la composición y cantidadde alimentos se valora su costomonetario aplicando la información deprecios que entrega el IPC. Para el año2008, el valor de una CNA era de Bs1.288 y representaba el 39% del costode una Canasta Básica (CBF), que incluyetodos los gastos de los hogares quellegaba a Bs 3.302.

8. En esto tiene mucho que ver laampliación de los procesos desubcontratación o tercerización y elflujo constante de los trabajadores entreel sector empresarial y semiempresarial.

9. En los estudios sobre el mercado detrabajo, impulsados por la OIT, se haavanzado también en esta distinción,diferenciando ambos sectores a partirdel tamaño de la unidad económica(unipersonal o con un número entre 2y 4 personas ocupadas). En cambio,nuestra definición es de tipo cualitativoy se establece a partir de criteriosvinculados con la existencia o no derelaciones de asalariamiento en la unidadeconómica.

10.La flexibilidad laboral fue aplicada defacto en el país a través de medidasdirigidas a favorecer la libre contratacióncon arreglo entre partes, es decir, nose originó en modificaciones a lalegislación laboral, debido a la férreaoposición de las organizaciones laboralesa cualquier intento para su reforma enconcordancia con las pol íticasneoliberales.

11.La fijación del Salario Mínimo Nacionaltiene por función determinar el pisomínimo a partir del cual se establecenlos niveles salariales.

12.La tasa global de subutilización es unindicador que resume el grado en quela economía logra utilizar de maneraplena a los trabajadores y la tasa dedesempleo que existiría si todos lospuestos de trabajo tuvieran la calidadrequerida para garantizar su adecuadareproducción. Para su estimación, sesuman las tasas de desempleo abiertoy desempleo equivalente al subempleopor insuficiencia de horas de trabajo yde ingresos.

La Paz, agosto de 2009 11

Brechas de escolaridadEl año 2001 en el ámbito urbano

nacional (La Paz, El Alto, Cochabamba,Santa Cruz y Potosí), los hombresalcanzaban a 10,3 años de estudioen promedio y las mujeres a 9. En el2008 el promedio de escolaridad delos hombres subió a 11,3% y el delas mujeres a 10,3%1, a sólo un puntoporcentual de diferencia.

Entre los trabajadores asalariadosque se ocupan en los sectorese s t a t a l , e m p r e s a r i a l ysemiempresarial, las mujeres superanen 0,7 e incluso en 1,5 años laescolaridad de los hombres, a partirde haber aumentado su presenciaen puestos de trabajo de nivel medioy calificados.

Brechas de ingreso promedioA nivel global la brecha de ingresos

por sexos sigue siendo amplia.Durante el período estudiado lasmujeres aumentaron su participaciónen la fuerza laboral de 39% a 47%.Sin embargo, considerando la masade ingresos en las ciudades del ejecentral su participación en el ingresoglobal apenas aumentó de 26% a32%, expresando la extremasubvaloración del trabajo de lasmujeres en todos los ámbitos de laactividad económica.

En efecto, en un marco depersistencia de diferenciales salarialesentre mujeres y hombres (63% enel total), la mayor desigualdad seobserva entre los obreros (47,5%)y los trabajadores independientes(51,0%). En cambio, siendo todavíaimportantes, las brechas son menospronunciadas en el grupo deempleados (66,3%) y de losprofesionales independientes (80,6%).

La mayor escolaridad de lasmujeres se traduce en una menordesigualdad salarial respecto a loshombres entre los empleados yprofesionales independientes, entanto que en el grupo de obreros ladiscriminación salarial de las mujeresestá asociada a la segregaciónocupacional en tareas donde sonfácilmente sustituibles y, por lo tanto,con menor estabilidad laboral.

A su vez, entre las mujeres quetrabajan por su cuenta, el menoracceso a recursos complementariosal trabajo (capital, conocimientos,acceso a mercados, etc.), las relegaa la realización de actividades quegeneran muy bajos retornos(comercio al detalle, serviciospersonales diversos, producciónartesanal y otros), desde donderesulta una brecha significativa deingresos en comparación con loshombres en similar posición.

En el sector empresarial la brechade ingresos es relativamente bajacon relación al promedio (75%)debido al peso de las mujeres enocupaciones de los servicioscalificados y niveles medios y suescasa presencia en la esfera de laproducción en este sector; lo propioocurre en el sector semiempresarialdonde las titulares de pequeñasunidades económicas –que tambiénparticipan como trabajadorasdirectas– equilibran las brechas parael total (76%). En cambio, en el sectorestatal la brecha de ingresos tiendea disminuir (82,9%), no sólo por lapresencia de las mujeres en cargosdirectivos y mandos medios, sinotambién por la vigencia de un

es c a l a f ó n q ue i gu a l a l a sremuneraciones de hombres ymujeres según categorías o niveles,en los servicios estatales de salud yeducación.

En relación con estas tendencias,las brechas más amplias por rubrode actividad se presentan en lamanufactura y el comercio (47,1 y62,4%, respectivamente).

Brechas en la jornada laboral Considerando las horas promediose verifica una jornada mensual

BRECHAS DE GÉNERODESIGUALDAD EN EL

FONDO DEL POZO

CONTROLCIUDADANO

DIRECTOR: JAVIER GÓMEZ AGUILARESCRIBEN: SILVIA ESCÓBAR DE PABÓNCIUDADO DE EDICIÓN: UNIDAD DE COMUNICACIÓNDISEÑO Y ARMADO: UNIDAD DE COMUNICACIÓN

TELF: 591 (02) 2412429 / FAX: 591 (2) 2414625AV. JAIMES FREIRE 2940 / CASILLA 8630 / PAZ - [email protected] / www.cedla.orgEl ARTÍCULO FIRMADO ES DE EXCLUSIVARESPONSABILIDAD DEL/LOS AUTOR/ES

Control Ciudadano12

inferior en 35,7 horas entre lasmujere s. Las brechas máspronunciadas se encuentran en losgrupos de obreros (-42 horas),empleados (-38) y de trabajadoresindependientes (-31 horas) y, por lotanto, en la manufactura, en losservicios en ocupaciones de nivelmedio, así como también en algunosrubros del comercio. Estas brechasse resumen en la presencia de de 2,6mujeres por cada hombre entre lossubempleados por insuficiencia dehoras de trabajo.

Controlando el efecto de la menorjornada de trabajo de las mujeres, las

brechas tienden a cerrarse y a nivelgeneral se reducen al 82,7%, es deciren promedio19 puntos porcentuales.Entre los trabajadores por cuentapropia (74,1) y los empleados (81,3),las brechas por sexos se cierran enfavor de las mujeres, mientras queentre los obreros la brecha continúasiendo elevada (60,0%).

Brechas de estabilidaden el empleoLa menor estabilidad en el empleo

se ha convertido en un rasgogeneralizado hacia 2008; hombres ymujeres están cada vez más sujetos

a formas de contratación eventual,por obra o a plazo fijo (52%), lo quese expresa en una brecha reducidaen este indicador. Esta vez laestabilidad en el empleo se define afavor de las mujeres (105 por cada100 hombres), por el peso de lasempleadas de los servicios socialesdel Estado (salud, educación), puesentre los obreros, las mujeres todavíaestán expuestas a una intensa rotaciónlaboral (90 por cada 100 hombres).

Brechas de subempleo poringreso horario y empleoprecarioEl creciente deterioro de la calidad

del empleo entre los hombres haceque el 2008 la desigualdad por sexosse aminore y las condiciones tiendana asemejarse en un piso más bajo oen “el fondo del pozo”. Utilizando elindicador de ingreso horario conreferencia al costo de una canastaalimentaria, se observa que 113mujeres por cada 100 hombrestrabajan en condiciones de subempleopor ingresos.

Respecto a la brecha deprecariedad laboral se encuentra unpanorama muy similar. Mientras quemás del 65% del total de trabajadoresno contaba con un empleo pleno el2008, 110 mujeres por cada 100hombres tenía un empleo precarioya sea por la inestabilidad laboral, losbajos ingresos (por debajo de lacanasta alimentaria) o la ausencia deprestaciones sociales. Esta brechaaumenta entre los ocupados en lossectores familiar y semiempresarial.

Notas1. El peso de estas ciudades en el empleo

urbano nacional permite aseverar quela tendencia fue al aumento observadoen los niveles de escolaridad.